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FUNDACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN, EL DESARROLLO, LA EDUACIÓN Y

LA CULTURA EN INFANCIA Y JUVENTUD


IN-JU HUELLAS

¿QUIÉNES SOMOS?

La Fundación para la investigación, el desarrollo, la educación y la cultura en


infancia y juventud: IN-JU HUELLAS legalmente constituida, se encarga de apoyar
a niños, niñas y jóvenes de comunidades vulnerables, a partir de la promoción,
gestión y liderazgo de acciones ciudadanas que propendan por la resolución
pacífica de conflictos, la convivencia, responsabilidad y participación, así como el
ejercicio cívico. De igual forma, ofrece servicios, diseña, implementa y hace
seguimiento a políticas públicas, programas, proyectos, experiencias e iniciativas
investigativas, pedagógicas, sociales, comunitarias, culturales, productivas,
comunicativas y artísticas para el fortalecimiento de procesos de aprendizaje,
autogestión y desarrollo de capacidades lúdicas, estéticas y artísticas que
potencien el desarrollo personal, social y colectivo de niños, niñas y jóvenes.

La Fundación IN-JU HUELLAS también contempla la prevención, mitigación,


protección, trabajo comunitario y atención de niños, niñas y jóvenes ante
situaciones de riesgo en salud, nutrición, sexualidad, medio ambiente, territorio,
gobernabilidad e identidad cultural. Así como amenazas que atenten contra su
integridad física, seguridad o libertades personales por situaciones asociadas a la
violencia intrafamiliar, el conflicto armado interno, la violencia generalizada, las
violaciones masivas de los Derechos Humanos, las infracciones al Derecho
Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de la alteración
drástica del orden público. Por lo anterior, la Fundación IN-JU HUELLAS
desarrolla acciones y actividades encaminadas a la construcción de paz y
ciudadanía en todas las regiones y comunidades del territorio nacional e
internacional.
¿QUÉ HACEMOS?

Para dar alcance a sus propósitos, la Fundación IN-JU HUELLAS desarrolla el


programa Escuelas PazArte, dedicado a promover actitudes constructivas para la
paz y la convivencia pacífica en comunidades en contextos vulnerables. Esto se
logra mediante la realización de talleres, capacitaciones, trabajo comunitario y
acciones conjuntas donde se potencie una cultura de paz por medio del
fortalecimiento de capacidades, el desarrollo del liderazgo y empoderamiento
comunitario y, la construcción de procesos educativos sólidos. De esta forma, el
programa Escuelas PazArte, busca poner en escena acciones hagan visible la
importancia que tiene trabajar con y para los otros, así como aportar en la
construcción de un país más justo y equitativo.
El programa Escuelas PazArte de desenvuelve en tres contextos claves:

Niños y niñas tejedores de paz

Escuelas PazArte en el escenario de acción Niños y niñas tejedores de paz se


basa en un enfoque de reflexión-acción encaminado a examinar las formas en que
los niños se relacionan consigo mismos, con los otros y con su entorno. Con este
enfoque, se busca que los niños y jóvenes evalúen sus formas y modos de
pensar, actuar y sentir, en la vida con los otros. Así como imaginar, para sí
mismos y su comunidad, otras realidades posibles. De esta manera, el programa
Escuelas PazArte comprende tres líneas de trabajo:

a) Formando huellas - El valor de los valores: Tiene como propósito educar


en valores como la justicia, el respeto, la equidad, la solidaridad y la
tolerancia, debido a que éstos resultan fundamentales para promover la
pluralidad, diversidad y diferencia necesarias para “vivir con los otros”. Lo
anterior, potencia el objetivo de lograr sociedades más justas e incluyentes.

b) Creando huellas - Artesanos y tejedores de paz: Escuelas PazArte


busca mostrar que la construcción de paz es, en sí misma, un arte que
debe comunicarse, es decir, que implica a otro. Haciendo énfasis en que,
tanto la paz como el arte, sólo pueden resultar de un esfuerzo colectivo.
Esto se logra comprendiendo al arte como ejercicio que permite
concientizar al espectador como agente que puede transformar y hacer
frente a las diferentes formas de dominación, guerra, injusticia e inequidad,
mediante la expresión corporal, la danza, el teatro, la literatura, entre otras
expresiones artísticas.

c) Construyendo caminos de conocimiento para la equidad: Escuelas


PazArte busca cerrar la brecha de conocimiento que se abre entre clases
sociales. Así, mediante talleres de refuerzo y el uso de diferentes
estrategias pedagógicas se propende superar las principales dificultades
académicas relacionadas con Matemáticas y Lenguaje. Por esta razón,
Escuelas PazArte se encamina en la mitigación de dichas dificultades y en
la disminución de las inequidades sociales que de esas dificultades se
desprenden.

También se busca, ya en el marco de la Fundación IN-JU HUELLAS, desarrollar


diferentes iniciativas comunitarias que permitan a las familias y demás miembros
del barrio La Paz - Naranjos, contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida
y bienestar de la infancia, juventud y adolescencia, así como al mejoramiento de la
comunidad en general.

Comunidades emprendedoras y constructoras de convivencia y paz.

La Fundación IN-JU HUELLAS sabe que una de las problemáticas más fuertes y
recurrentes en la comunidad es el desempleo. Por ello, busca generar alianzas
con diferentes instituciones, organizaciones, empresas, personas naturales y
demás agentes interesados en ofrecer procesos de capacitación para la creación
de nuevas empresas, así como generar nuevas oportunidades de empleo. Se
resalta, entonces, la importancia de esta iniciativa dado que la falta de
oportunidades ha desencadenado en casos de desnutrición, disminución de las
condiciones de salubridad, problemas de acceso a la educación y al sistema de
salud, entre otros. De esta forma, la Fundación IN-JU HUELLAS, busca instalar la
capacidad comunitaria para que se presente la autogestión y el auto-
sostenimiento.

Mujeres gestoras y líderes de paz y convivencia


La Fundación IN-JU HUELLAS busca generar el empoderamiento de las mujeres
de la comunidad mediante procesos de formación y talleres de capacitación que
les permitan emprender iniciativas de liderazgo comunitario en diferentes áreas, a
saber, educación, empleo, acciones políticas, etc. Pues, otra de las problemáticas
que caracteriza el barrio es el alto porcentaje de madres cabeza de hogar.
Este proceso buscará situar a las mujeres en un papel protagónico en el marco del
desarrollo económico y social.

DEJANDO HUELLA: PAZ EN LA PAZ

La localidad de Rafael Uribe Uribe, ubicada al suroriente de Bogotá, D.C. es una


de las más jóvenes. Nacida en 1974, posee una zona sabanera y otra montañosa,
cuyo territorio es quebrado con pendientes. Jacinto Ceballos, residente del sector
(barrio Centenario) desde 1938 cuenta:
“Yo vivo acá desde que fundaron el barrio porque, decía mi papá, nos sacaron del
anterior Paseo Bolívar, todo eso era parte del programa de vivienda obrera de
esos años y nos reubicaron… Antes había mucho espacio y todo esto [señala]
eran potreros grandes, las casas eran de un piso y tenían un frente amplio, me
acuerdo que yo jugaba y corría con mis dos hermanos… Entre casas había mucho
espacio… Era bien bonito, usted alcanzaba a ver dónde la sabana se unía con las
montañas…”
La expansión de la localidad, tal como se conoce al día de hoy, vino unos años
más adelante. Ceballos continúa:

“Fue después, por ahí en 1952 o en el 54. Desde que la violencia entre
Cachiporros (liberales) y Chulavitas (conservadores) empeoró, mucha gente
se vino para Bogotá, muchos barrios nacieron más al sur y al oriente y la
gente empezó a hacer casas más grandes… Y empezaron a construir en la
montaña… Todo cambió, muchos barrios empezaron a nacer ilegalmente y,
ya en los 80’s un tal Alfredo Guerrero construyó muchas casas sin permiso
de nadie y sin ninguna planeación… Para esos años ya éramos localidad
Rafael Uribe Uribe en vez de Alcaldía Antonio Nariño… La construcción se
desbordó, sin contar la llegada de los desplazados por la violencia que vino
después: la de la guerrilla y los paramilitares en el campo. Ahora todos ellos
viven en las zonas más altas de la localidad, en barrios donde a cualquier
llovizna las casas se derrumban… Hoy ya no le puedo decir a usted dónde
termina la sabana y empieza la montaña.”

Como datos demográficos de la localidad se encuentra que: el 67% (284.963) de


la población está por debajo de la línea de pobreza y el 18,9% (79.935) se
encuentra en situación de indigencia. Por otro lado, la desnutrición crónica (déficit
de talla para la edad) en niños y niñas se mantiene entre los porcentajes del 12%
al 13%, contando una elevación entre el 6,3% y 7,3% por año para el 20061.

Allí, en la localidad Rafael Uribe Uribe, es donde la Fundación In-Ju Huellas


trabaja. En específico, en el barrio La Paz-Naranjos, donde Margarita López ha
vivido durante 30 años:

“Yo siempre viví en el campo, allá la vida es muy dura y al campesino no le pagan
bien, nunca le han pagado bien… Pero uno hacía para lo del diario vivir y se vivía
como se podía, para lo justo y no tener que pasar necesidades… Así vivíamos
bien… Pero después de un tiempo las cosas empezaron a volverse raras y
peligrosas y se podía ver a mucho soldado por ahí, empezaron a haber rumores

1 Datos encontrados en la Ficha Básica de la Localidad de Rafael Uribe Uribe (2008)


de que se estaban llevando a los muchachos y me dio mucho miedo por mis hijos.
A los vecinos les daba miedo mandar a los niños a la escuela, pero también daba
miedo quedarse en la finca, todo era miedo por esa época.

>> Llegó un día que no aguantamos más tanta angustia: una niña, vecina
nuestra, pisó una mina. Y mi hija, que había tenido al niño de ella para esos
días, tomó la decisión de venirse para acá, para la capital, no podía
soportar la idea de que a Sebastián (el niño) le pudiera pasar lo mismo. Yo
estuve de acuerdo en que se viniera, porque también tenía miedo de ella y
de Sebastián. Allá ya no se podía vivir… Ella se vino con el niño y uno de
mis hijos. Yo me quedé otros tres meses con el hijo mayor, todavía quería
quedarme en la casa, yo no conocía otra vida que no fuera la de allá y no
quería perderla.

>>Mi hija llamó tres meses después de que se fue y nos dijo que nos
fuéramos, que acá (en Bogotá) ya teníamos casa… Yo no lo creí al
principio, una casa propia en la capital no se consigue así como así.
Además, lo del Palacio de Justicia había acabado de pasar, yo ya no sabía
dónde podía ser peor vivir… Esa misma tarde vino un soldado a preguntar
por mi hijo mientras él no estaba y sin tanta maleta, apenas llegó mi hijo,
nos vinimos esa noche para Bogotá.

>>Cuando llegamos y ubicamos a mi hija, nos explicó que cuando ella llegó
a buscar a un conocido para hospedarse el primer mes, se encontró con
mucha gente alborotada con materiales de ruso (obrero), tejas y ladrillos.
Preguntaron por la casa del tal señor, pero nadie dio razón, más bien le
dijeron que cogiera un pedazo de lote y que eso era suyo. Ella hizo caso,
construyó su ranchito y desde ese año, el 1985, me parece, estamos
viviendo acá. La vida no es la mejor, pero al menos estamos tranquilos,
aunque tuvimos que luchar mucho para que no nos desalojaran. Nuestros
reclamos eran que lo único que en verdad queríamos era paz para nosotros
y fue gracias a que el señor Jesús Naranjo lideró todo ese proceso que
logramos quedarnos. Por eso el barrio se vino a llamar La Paz – Naranjos,
no por otra cosa.

>>Aquí vivimos con gente amable, aunque se nota que para todos es difícil,
yo me doy cuenta. Las casas son muy pequeñas y mucha gente vive en
ellas. Con decirle que, por ejemplo, la familia grande del frente [señala]
cuenta sólo como con una pieza o dos, a lo máximo, para que todos
duerman. Incluso acá, vivimos seis y tenemos dos piezas…
>>Sebastián sigue viviendo con nosotros, ya es grande y tiene a su niña…
Esa es otra cosa, la mayoría de los niños de por acá se crían sólo con la
mamá o sólo con el papá, son muy poquitos los que yo haya visto que
tienen ambos. Y, en la mayoría de veces, diría yo, sólo una persona
responde por una familia muy grande. Aquí no más, mi hija respondió
mucho tiempo por ella, por mí, por sus hermanos mientras fueron pequeños
y por Sebastián. Ahora Sebastián también trabaja, sobre todo desde que
tuvo a la niña, pero así es muy difícil si les pagan menos del mínimo2… Y
con lo inestable que está ahora el trabajo, todos se quejan de lo mismo, lo
que les pagan no les alcanza para todo, a veces, ni para lo necesario.

>> Al menos con Sebastián yo sé que la niña va a estar bien. Me preocupan


los otros niños, la gente por acá no se preocupa lo suficiente, se ve mucho
drogadicto por acá, muchachos que uno sabe que bajan a robar y otros que
asaltan a los niños a la salida de los colegios ¡y los dejan salir a jugar solos!
Hay otros vecinos que salen con sus hijos, pero a trabajar con ellos, eso no
está bien… Ellos deben estar estudiando, no trabajando. Y, aunque los
vecinos sean amables, uno no se puede confiar, se sabe que algunos niños
han sido abusados por sus familiares en sus casas… Eso me da mucho
miedo… De sólo pensar en la niña… Me llego a sentir como los últimos días
que pasé en el campo, con angustia todo el tiempo…

Algunos datos acerca de la comunidad La Paz Narajanjos:

En lo que se refiere a la situación habitacional de la población encuestada se


encuentra:

30

25

20 De 0 a 3

15 De 4 a 6
Más de 6
10
No sabe/no responde
5

0
Personas por Cuartos por
vivienda vivienda

Tabla 1. Situación de la vivienda. Encuesta realizada por la Fundación In-Ju Huellas,


Barrio La Paz Naranjos, Diciembre, 2015.

2“mínimo” hace referencia al Salario Mínimo Legal Mensual Vigente (SMLMV). Equivalente a
$689.455 COP.
En el análisis de la situaciación de vivienda, referido a los datos representados en
la tabla 1, se evidencia que la mayoría de las familias viven en situación de
hacinamiento. Como ejemplo de lo anterior, se encuentran números elevados de
integrantes de un mismo núcleo familiar viviendo en una habitación, máximo 2.

En cuanto al contexto familiar,referido a cómo están conformados los núcleos


familiares de los entrevistados:
Tíos
Abuelo 5%
10%

Padres
25%

Padre
20%

Madre
40%

Tabla 2. Contexto familiar. Encuesta realizada por la Fundación In-Ju Huellas, Barrio La Paz
Naranjos, Diciembre, 2015.

Referido a la tabla 2, se encontró que la mayoría de la población, con un 60% de


representatividad, son madres y padres solteros, con solo un 25 % de familias
constituidas por ambos padres. Se presentó un porcentaje significativo del 40% de
madres cabezas de hogar, siendo, además, las únicas con ingresos para el
sostenimiento de familias amplias conformadas por hermanas, abuelas, todas
ellas con hijos.

Haciendo referencia al ámbito económico, se encuentra la siguienta tabla en la


que se relacionan los ingresos familiares mensuales:
Iguales al No sabe/ no
SMLV responde
13% 3%

Mayores al
SMLV
37%

Menores al
SMLV
47%

Tabla 3. Ingresos familiares mensuales. Encuesta realizada por la Fundación In-Ju


Huellas, Barrio La Paz Naranjos, Diciembre, 2015.

Según la gráfica, se puede ver que los ingresos familiares son usualmente
menores o iguales al mínimo. Teniendo en cuenta que dicho valor es el único
ingreso para familias que oscilan entre 4 y 7 integrantes, se puede concluir que
más del 50 % de los núcleos familiares encuestados se encuentran en o por
debajo de la línea de pobreza.

Finalmente, después de conocer el contexto familiar de los niños, niñas y jóvenes


de la comunidad, seprocede a describir la comunidad teniendo como eje
orientador los riesgos a los que está expuesta la infancia y la juventud del barrio:

16
14
12
10
8
6
4
2
0
"

de
s

es

os
ia
ón

ad
ón
ad

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al

Fa
M

Tabla 4. Riesgos de los niños niñas y jóvenes. Encuesta realizada por la Fundación In-Ju Huellas, Barrio
La Paz Naranjos, Diciembre, 2015.
Se evidencia que los sujetos de la comunidad no hacen ningun tipo de
diferenciación entre las problemáticas cotidianas del contexto urbano como la
inseguridad, la drogadicción, el robo, entre otras, de los riesgos que afectan
directamente a la infancia como el abuso sexual, psicológico y físico, el trabajo
infantil y la desnutrición. Dicha situación lleva a que los niños y niñas sean más
vulnerables a situaciones de riesgo debido a la omisión y censura de éstas.
Así es nuestro barrio

Y éstos algunos de nuestros niños y niñas


Fotos tomadas en talleres de enfasis en matemáticas de la Fundación In-Ju Huellas, (Foto 1, Abril, 2016)
(Foto 2, Octubre 2015)

¿Cómo dejar huella?

La Fundación In-Ju Huellas invita te invita a participar en las actividades de apoyo


en nuestros tres escenarios de acción: Niños y niñas tejedores de paz,
Comunidades emprendedoras y constructoras de convivencia y paz, Mujeres
gestoras y líderes de paz y convivencia y Familias: agenciando capacidades.

 Apadrina un niño tejedor de paz. En este caso, la persona realizará una


donación económica para apoyar a uno de los niños o niñas que integran Escuelas
PazArte. La donación corresponde a $8.350 pesos semanales, $32.000 pesos
mensuales, $190.000 semestrales o $380.000 anuales. Este apadrinaje permite
que los niños y niñas:
- Tengan un refrigerio cada sesión.
- Cuenten con los materiales necesarios para desarrollar las actividades
programadas.
- Participen en talleres de formación en valores, comunicación, lenguaje,
pensamiento matemático y cultura de paz. Todos ellos desde una perspectiva
estética y artística.
- Sean acompañados por personas capacitadas para desarrollar actividades lúdicas
y de recreación.
- Cuenten con un regalo en fechas especiales (Día del niño, Halloween, Navidad,
entre otros)
- Cuenten con actividades comunitarias una vez al mes en las que se integren con
sus familias, amigos y vecinos (cine en el barrio, zanqueros al parque, entre otros)

 Red de huellas. Este será el fondo común al cual se destinarán los recursos de
personas naturales o empresas que decidan realizar una única donación o varias,
que estén fuera del marco del patrocinio de un niño en específico. Este tipo de
apoyo no es necesariamente económico, puede consistir en la donación de
materiales, refrigerios, libros y juguetes en buen estado, entre otros elementos que
contribuyan a la ejecución del programa Escuelas PazArte. Pero, más allá de eso,
que contribuya a mejorar la calidad de vida de los niños y niñas que lo integran.

 Voluntariado: Consiste en la participación y acompañamiento de personas -


externas a la Fundación IN-JU HUELLAS - en las actividades que se desarrollen al
interior de la comunidad. Asimismo, este mecanismo de apoyo, contempla el
desarrollo de talleres ocasionales en diferentes áreas del conocimiento (artes,
música, deportes, entre otros) potenciando así las capacidades, educación y
liderazgo de de nuestros Niños y niñas tejedores de paz, Comunidades
emprendedoras y constructoras de convivencia y paz, Mujeres gestoras y
líderes de paz y convivencia y Familias agenciadoras de capacidades.

 Pasantía: Radica en la creación de alianzas con centros de educación superior,


especialmente con docentes en formación en las áreas de lenguaje, matemáticas
y arte, que deseen realizar su pasantía en el marco del programa Escuelas
PazArte.

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