Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
¿Y si el tiempo no existiera?*
Narrar el tiempo Por Carlo Rovelli
Por Bruno Arpaia
Ah, nosotros los novelistas. No
nos cansamos de repetir que, con
mos como un telón de fondo inmu-
table sobre el cual entra en esce-
E l aumento del conocimiento cien-
tífico pone a menudo en discusión
las evidencias que nos parecen las más
Hasta aquí nos encontramos en el
ámbito de la física bien conocida: la de-
pendencia del tiempo respecto a la alti-
nuestros libros, perseguimos cons- na la representación del universo. obvias. En el pasado nos ha demos- tud, por ejemplo, es un efecto ya com-
tantemente la realidad, que nos es- Quedan así afuera de nuestro “ho- trado que el cielo no se encuentra tan prendido, descripto por la teoría de la
forzamos en representarla de for- rizonte de los eventos” muchas sólo sobre nuestra cabeza sino tam- relatividad general, la más bella de las
ma siempre más compleja y, luego, teorías físicas que, desde Einstein bién bajo nuestros pies, y que la sóli- teorías de Einstein y la que nos provee
de cara a la mecánica cuántica que en adelante, nos han explicado que da Tierra sobre la que caminamos no el mejor marco conceptual, en la actuali-
socava todo nuestro sentido común, aquel escenario cambia, se modi- está quieta, sino que gira velozmente dad, para pensar el espacio y el tiempo.
aun el vinculado a aquella realidad, fica, tiene una historia. Permane- en el espacio. A medida que aprende- El efecto ha sido medido muchas veces
nos quedamos boquiabiertos, sin cen casi desconocidas las teorías mos más sobre el mundo, nos damos y debe ser tenido en cuenta en las apli-
nada que decir. Ah, nosotros los na- que hacen que dudemos de su mis- cuenta de que las ideas más arraigadas caciones tecnológicas: los sistemas de
rradores. Sabemos que cada relato ma existencia: el tiempo, en aque- son muchas veces ilusiones debidas a GPS no funcionarían si no tuviesen en
es un tejido de espacio y tiempo, lla hipótesis, no sería un elemen- los límites de nuestra experiencia. En el cuenta que los relojes de los satélites
sabemos que narrar historias signi- to fundamental de la naturaleza, novecientos, esta evolución de nuestra van más rápido que aquellos de la Tie-
fica ocuparse del tiempo, del hecho sino una creación de nuestro cere- imagen del mundo afectó nuestra intui- rra. Estamos, luego, en el ámbito de una
de que, dentro de aquel tiempo, la- bro; sería el modo en el cual per- ción del tiempo. Aprendimos que este ciencia quizás poco conocida aún por un
mentablemente nuestra vida tiene cibimos, desde nuestra escala de no transcurre a la misma velocidad amplio público, pero desde hace tiempo
fin. En el fondo, relatar es un modo grandeza, algo más fundamental para todos: dos compañeros de escuela evidente para los especialistas.
de oponerse a la muerte. Si fuése- y completamente distinto a par- continúan siendo contemporáneos sólo Pero la sed de conocer no se detie-
mos inmortales, tal vez no narra- tir del simple, estúpido, uniforme si permanecen uno junto al otro; de otra ne, la investigación continúa. Si hay
ríamos historias. Y, sin embargo, “transcurrir del tiempo”. manera, cuando se reencuentren ya no algo que sabemos con certeza es que
raras veces nos preguntamos de Sin embargo, sería fundamental tendrán la misma edad. El tiempo, por las cosas que aún desconocemos son
qué está hecho en realidad aquel que este tiempo inconcebible devi- ejemplo, pasa más rápidamente en la muchas. Existen problemas abiertos en
tiempo que manipulamos narrati- niera parte del bagaje de cada na- montaña que en la llanura. nuestro conocimiento del mundo físi-
vamente con tanta habilidad. rrador. Porque sólo a través del arte Si ninguna pareja de compañeros de co elemental que nos indican que hay
Permanecemos anclados a una vi- podemos hacer alguna experiencia escuela ha todavía realizado la expe- todavía mucho de esencial que se nos
sión newtoniana, a un tiempo “ab- de él, entrever su estructura y sus riencia de reencontrarse con edades escapa, y nuestras ideas reclaman aún
soluto” que transcurre de manera secretos, ya que en la vida de todos distintas, es sólo porque las diferencias una revisión sustancial. Uno de los pro-
uniforme dentro de nuestras vidas; los días el acceso a aquella dimen- de envejecimiento son pequeñas. Pero blemas abiertos de mayor envergadura
queriéndolo o sin querer, lo pensa- sión nos estará siempre vedado. Y hoy tenemos relojes precisos con los es el de la gravedad cuántica, que se
gracias al relato, al arte de magia de cuales esta variabilidad en el paso del origina en el hecho de que la teoría de
la narración, aquel tiempo más fun- tiempo se mide fácilmente. En virtud la relatividad general, a la que me he
damental, tan diferente de nuestra de esta precisión, mientras en Génova, referido antes, descuida el otro descu-
Bruno Arpaia es escritor, pe- percepción común, podría, quizás, sobre el mar, pasa una hora, en L’Aqui- brimiento fundamental de la física del
riodista y traductor experto en ayudarnos a descubrir que la línea la, setecientos metros más arriba, pasa novecientos: la naturaleza cuántica,
literatura española y latinoame- ininterrumpida que va del pasado una hora y una millonésima de segun- esto es, granular y probabilística, de la
ricana. Se licenció en Ciencias al futuro, pasando fugazmente por do. Poco como para tener efecto sobre materia y de la radiación. Lo que toda-
Políticas en la Universidad de el presente (que es la forma común nuestra vida cotidiana, pero suficiente vía no comprendemos, y sobre lo cual
Nápoles y se especializó en his-
en la que nosotros, occidentales, como para mostrarnos que la concep- se está enfocando una parte importan-
toria americana. Se desempeñó
percibimos el tiempo), podría ser ción de un tiempo que transcurre uni- te de la investigación teórica actual,
como
periodista en Il Mattino de
Nápoles y en La Reppublica. Es tan sólo una ilusión. formemente, igual para todos, es sólo es la diminuta estructura cuántica, gra-
autor, entre otros, del ensayo Per Probablemente así escaparíamos una aproximación debida a la impreci- nular, probabilística, que ha de tener el
una sinistra reazionaria (2007) y también de la dictadura del “tiem- sión de nuestras percepciones. espacio mismo.
de las novelas I forestieri (1990), po real”, de este eterno presente
Tiempo perdido (1997), La última que, durante el último siglo, nos ha
frontera (2001), Il passato davanti
privado de golpe ya sea del pasa- Carlo Rovelli es un físico italiano que se especializa en física teórica. Se graduó
a noi (2006) y L’energia del vuoto
do, ya sea del futuro. ¿Difícil? Sí, en la Universidad de Bolonia (1981) y obtuvo su doctorado en la Universidad de
(2011), finalista del Premio Stre-
ga y ganadora del Premio Merck claro. Pero ¿la tarea de la narración Padua (1986). Es profesor en el Centro de Física Teórica de la Universidad del Me-
Serono. Su última novela es Qual- no ha sido siempre volver narrable diterráneo Aix-Marsella II y en los Departamentos de Física y de Historia y Filo-
cosa, là fuori. Coordina (junto con aquello que parecía no serlo? sofía de la Ciencia de la Universidad de Pittsburgh. Es reconocido mundialmente
Mario Greco) el ciclo Narrativas por sus aportes al desarrollo de la teoría de la gravedad cuántica de bucles, de la
Fin.
de lo Real del programa Lectura que es uno de los fundadores (junto con Abhay Ashtekar). Es autor de numerosos
Mundi (UNSAM). artículos y libros científicos, además de ser un gran divulgador de la ciencia. En-
Traducción de Micaela Cuesta. tre sus últimos libros se encuentra Siete breves lecciones de física (2014, edición
en español: 2016), convertido ya en best seller.
Lectura Mundi | I
En el campo de esta investigación, se Está claro que hay un problema. Todo rio en el microcosmos. La cuestión intui-
asoma una idea a primera vista verti- aquello que observamos son agujas de da es que la naturaleza cuántica de las
ginosa: quizás el tiempo “no existe”. La relojes, objetos que se mueven, la posi- variables lleva a todas a flotar (oscilar)
idea apareció por primera vez en 1967, ción del Sol en el cielo…No vemos nun- de manera independiente, motivo por
en un artículo del físico norteamerica- ca el “tiempo real”. Vemos sólo objetos el cual no podemos ya imaginar a todas
no Bryce DeWitt, fallecido hace poco. que se mueven. danzando al ritmo único de una sola va-
Combinando relatividad general y teo- Newton, el padre de la física, com- riable tiempo. La hipótesis de que exis-
ría cuántica, DeWitt consigue elaborar prendió todo esto con gran claridad al te un tiempo al ritmo del cual danza el
el esbozo de una ecuación capaz de escribir que la existencia de una va- universo no es una hipótesis correcta. A
describir la propiedad cuántica del es- riable “tiempo” es sólo una hipótesis, pequeña escala, el universo es un con-
pacio, pero en la ecuación desaparece que pone orden en nuestras observa- junto de variables que bailan cada una
por completo la variable “t”, el tiempo. ciones sobre el movimiento de los ob- con la cercana, sin ningún tiempo que
La matemática pareciera indicar que, jetos. Observamos dónde se encuentra ordene el baile. ¿Fácil de entender? No.
para describir el mundo a nivel ele- un objeto cuando otro está en cierto La concepción habitual del tiempo está
mental, no debemos usar la noción de lugar (“cuando las agujas de mi reloj arraigada en nuestra experiencia coti-
tiempo. Pero ¿qué quiere decir esto? están verticales, el Sol está al sur”) y diana y articulada en nuestra estructura
Hasta hoy todas nuestras ecuaciones por convención imaginamos una varia- conceptual. Pero difícil no quiere decir
describen el despliegue de los fenóme- ble física “t” que ordena todo esto (“al imposible: la dificultad de concebir un
nos en el tiempo. tiempo t=12:00, las agujas de mi reloj mundo sin tiempo no es distinta a la di-
Demos un paso atrás: ¿qué enten- están verticales y el Sol está al sur”), ficultad que tuvieron nuestros abuelos
demos en física cuando hablamos del pero aquello que observamos son sólo en imaginar la Tierra esférica y a sus ha-
tiempo? Para saber la hora, es decir, posiciones de objetos, no el tiempo en bitantes, en las antípodas, con la cabeza
medir el tiempo, podemos observar la sí. Tomando en serio esta observación, para abajo: la dificultad está en aceptar
posición del Sol en el cielo. Para tener es claro que, en principio, podemos evi- que nuestra experiencia del mundo,
más precisión, miramos un reloj. La po- tar hablar de tiempo y hablar siempre donde alto y bajo son lo mismo para to-
sición de las agujas de mi reloj indica el y sólo de la posición del Sol en el cielo dos y el tiempo transcurre uniforme, es
tiempo que ha pasado. Pero ¿cómo hago o de la posición de las agujas de cada limitada. Tenía razón Kant cuando ob-
para saber si mi reloj mide verdadera- reloj. Incómodo, pero posible. servaba que tiempo y espacio, más que * Artículo periodístico cedido por el au-
mente el tiempo “real”? Bueno, puedo Aquello que DeWitt descubrió implí- existir en la naturaleza, son formas de tor para esta edición y publicado por
controlarlo con la hora exacta emitida citamente al escribir su ecuación sin el nuestro modo de conocerla; no obstan- primera vez en Il Sole, 24 Ore, 15 de
por un instituto oficial, donde hay un tiempo es que este proceder –describir te, había probablemente errado al con- enero de 2012. Carlo Rovelli fue invita-
reloj muy preciso. Pero ¿cómo hago el mundo ofreciendo la evolución de las cluir que tales formas eran inmutables: do del programa Lectura Mundi y reco-
para saber si aquel reloj mide el tiempo variables una respecto a otra, en lugar las formas mismas de nuestro conocer nocido con el título honoris causa por la
“real”? Lo confronto con otro reloj que... de respecto al tiempo– se torna necesa- crecen con el conocimiento. UNSAM. Traducción de Micaela Cuesta.
asistir a las exposiciones sin tener una posición to- ficción, Frankenstein o el moderno Prometeo, pu-
mada previamente. Él es el personaje clave, porque blicada en 1818 por la romántica Mary Shelley,
es el retrato, dentro de la obra, de su destinatario: se inspira en los experimentos sobre electricidad
el Dialogo no está escrito sólo para expertos. animal de Luigi Galvani, que se extendieron por
No fue un gesto aislado. La Academia del Cimento, toda Europa e incluyeron demostraciones con ani-
en Florencia, formada por los herederos intelectua- males pero también con cuerpos humanos, como
Ciencia y
les de Galileo y financiada por los Medici, publicó en cadáveres de ajusticiados.
1667 los Saggi di naturali esperienze fatte nell’ Acca- Más importante es tener en cuenta que la cien-
demia del Cimento [Ensayos sobre los experimentos cia tomó forma en simultáneo con otra institución
Física y
lones del siglo XVIII. Obras de divulgación logra- zada por la necesidad económica. Y explica que “es
ron narrar en pocas lecciones el orden racional. muy significativo que la moderna ciencia matemá-
Las audiencias cultas fueron hipnotizadas por el tico-experimental se desarrolló […] con el proceso
teórica y la
holandés Eduard J. Dijksterhuis como “la mecani- que se cristalizó a fines del siglo XIX, contribuyó
zación de la imagen del mundo”, fue enormemente a legitimar a los científicos como “personajes más
exitoso. El calor, el sonido, la luz, el magnetismo, la allá del bien y del mal […] y eso en el momento
Lectura Mundi | III
aeroplanos, reacciones en cadena, radares, de buscar, por ejemplo, el bosón de Higgs, co- Diego Hurtado es doctor en Física y profesor de Historia
de la Ciencia y la Tecnología en la Escuela de Humanida-
chips y microprocesadores, satélites, vacunas nocido también como la “partícula de Dios”. Si
des de UNSAM. Es autor del libro El sueño de la Argentina
y misiles. estas sofisticadas máquinas no sirvieran como
atómica. Política, tecnología nuclear y desarrollo nacional
Es por esta razón que las mismas economías bancos de prueba para desarrollos tecnológi- (1945-2006) (2014). También se desempeña en gestión de
capitalistas avanzadas que son reacias a finan- cos de punta que luego se pueden utilizar en la tecnología. Fue secretario de Innovación y Transferencia
ciar sistemas públicos de salud aceptan gas- la industria, ¿sería un problema científico im- en UNSAM y presidente de la Autoridad Regulatoria Nuclear.
tar miles de millones de euros o dólares para portante el bosón de Higgs? Integra el Directorio de la Agencia Nacional de Promoción
construir aceleradores de partículas con el fin Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnolo-
gía e Innovación Productiva de la Nación.
dor del Sol y luego proyecto la misma filmación de ser con infinita memoria, que no sintetizara la
atrás para adelante, el planeta invierte el sentido enorme multiplicidad de estados microscópicos de
de giro y, en esa inversión, no habrá nada sorpren- la naturaleza en un número reducido de concep-
dente. La trayectoria de un planeta alrededor del tos, la asimetría entre pasado y futuro no existi-
Sol y el choque microscópico entre moléculas de ría. En “Funes el memorioso”, Borges habla de un
agua y moléculas de tinta están de acuerdo con las orillero de Fray Bentos que fue maldecido con esa
leyes de Newton, que no distinguen el pasado del virtud luego de que lo volteara un redomón en la
el atemporal
estado individual, microscópico, del agua con tinta. intolerable de tan rico y tan nítido”.
A cada estado macroscópico que observamos le co- El “cronométrico Funes” era incapaz de sinteti-
rresponde una infinidad de estados microscópicos zar: “No sólo le costaba comprender que el sím-
: Rector: Carlos Ruta. Director Lectura Mundi: Mario Greco. Edición general: Micaela Cuesta. Colaboran en este suplemento: Carlo Rovelli,
Bruno Arpaia, Ana María Vara, Diego Hurtado y Alberto Rojo.
IV | REVIEW