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El tiempo de la física

El ciclo Narrativas de lo Real (Lectura Mundi, UNSAM) tuvo como


invitado especial al físico teórico italiano Carlo Rovelli, autor
de Siete breves lecciones de física, traducido ya a 35 idiomas y
convertido en best seller. Ondas gravitacionales, agujeros negros,
gravedad cuántica de bucles fueron las estrellas de las jornadas.
Es el “tiempo de la física”, entonces, en un doble sentido: como
actualidad de la disciplina y como puesta en cuestión de su concepto.

¿Y si el tiempo no existiera?*
Narrar el tiempo Por Carlo Rovelli
Por Bruno Arpaia
Ah, nosotros los novelistas. No
nos cansamos de repetir que, con
mos como un telón de fondo inmu-
table sobre el cual entra en esce-
E l aumento del conocimiento cien-
tífico pone a menudo en discusión
las evidencias que nos parecen las más
Hasta aquí nos encontramos en el
ámbito de la física bien conocida: la de-
pendencia del tiempo respecto a la alti-
nuestros libros, perseguimos cons- na la representación del universo. obvias. En el pasado nos ha demos- tud, por ejemplo, es un efecto ya com-
tantemente la realidad, que nos es- Quedan así afuera de nuestro “ho- trado que el cielo no se encuentra tan prendido, descripto por la teoría de la
forzamos en representarla de for- rizonte de los eventos” muchas sólo sobre nuestra cabeza sino tam- relatividad general, la más bella de las
ma siempre más compleja y, luego, teorías físicas que, desde Einstein bién bajo nuestros pies, y que la sóli- teorías de Einstein y la que nos provee
de cara a la mecánica cuántica que en adelante, nos han explicado que da Tierra sobre la que caminamos no el mejor marco conceptual, en la actuali-
socava todo nuestro sentido común, aquel escenario cambia, se modi- está quieta, sino que gira velozmente dad, para pensar el espacio y el tiempo.
aun el vinculado a aquella realidad, fica, tiene una historia. Permane- en el espacio. A medida que aprende- El efecto ha sido medido muchas veces
nos quedamos boquiabiertos, sin cen casi desconocidas las teorías mos más sobre el mundo, nos damos y debe ser tenido en cuenta en las apli-
nada que decir. Ah, nosotros los na- que hacen que dudemos de su mis- cuenta de que las ideas más arraigadas caciones tecnológicas: los sistemas de
rradores. Sabemos que cada relato ma existencia: el tiempo, en aque- son muchas veces ilusiones debidas a GPS no funcionarían si no tuviesen en
es un tejido de espacio y tiempo, lla hipótesis, no sería un elemen- los límites de nuestra experiencia. En el cuenta que los relojes de los satélites
sabemos que narrar historias signi- to fundamental de la naturaleza, novecientos, esta evolución de nuestra van más rápido que aquellos de la Tie-
fica ocuparse del tiempo, del hecho sino una creación de nuestro cere- imagen del mundo afectó nuestra intui- rra. Estamos, luego, en el ámbito de una
de que, dentro de aquel tiempo, la- bro; sería el modo en el cual per- ción del tiempo. Aprendimos que este ciencia quizás poco conocida aún por un
mentablemente nuestra vida tiene cibimos, desde nuestra escala de no transcurre a la misma velocidad amplio público, pero desde hace tiempo
fin. En el fondo, relatar es un modo grandeza, algo más fundamental para todos: dos compañeros de escuela evidente para los especialistas.
de oponerse a la muerte. Si fuése- y completamente distinto a par- continúan siendo contemporáneos sólo Pero la sed de conocer no se detie-
mos inmortales, tal vez no narra- tir del simple, estúpido, uniforme si permanecen uno junto al otro; de otra ne, la investigación continúa. Si hay
ríamos historias. Y, sin embargo, “transcurrir del tiempo”. manera, cuando se reencuentren ya no algo que sabemos con certeza es que
raras veces nos preguntamos de Sin embargo, sería fundamental tendrán la misma edad. El tiempo, por las cosas que aún desconocemos son
qué está hecho en realidad aquel que este tiempo inconcebible devi- ejemplo, pasa más rápidamente en la muchas. Existen problemas abiertos en
tiempo que manipulamos narrati- niera parte del bagaje de cada na- montaña que en la llanura. nuestro conocimiento del mundo físi-
vamente con tanta habilidad. rrador. Porque sólo a través del arte Si ninguna pareja de compañeros de co elemental que nos indican que hay
Permanecemos anclados a una vi- podemos hacer alguna experiencia escuela ha todavía realizado la expe- todavía mucho de esencial que se nos
sión newtoniana, a un tiempo “ab- de él, entrever su estructura y sus riencia de reencontrarse con edades escapa, y nuestras ideas reclaman aún
soluto” que transcurre de manera secretos, ya que en la vida de todos distintas, es sólo porque las diferencias una revisión sustancial. Uno de los pro-
uniforme dentro de nuestras vidas; los días el acceso a aquella dimen- de envejecimiento son pequeñas. Pero blemas abiertos de mayor envergadura
queriéndolo o sin querer, lo pensa- sión nos estará siempre vedado. Y hoy tenemos relojes precisos con los es el de la gravedad cuántica, que se
gracias al relato, al arte de magia de cuales esta variabilidad en el paso del origina en el hecho de que la teoría de
la narración, aquel tiempo más fun- tiempo se mide fácilmente. En virtud la relatividad general, a la que me he
damental, tan diferente de nuestra de esta precisión, mientras en Génova, referido antes, descuida el otro descu-
Bruno Arpaia es escritor, pe- percepción común, podría, quizás, sobre el mar, pasa una hora, en L’Aqui- brimiento fundamental de la física del
riodista y traductor experto en ayudarnos a descubrir que la línea la, setecientos metros más arriba, pasa novecientos: la naturaleza cuántica,
literatura española y latinoame- ininterrumpida que va del pasado una hora y una millonésima de segun- esto es, granular y probabilística, de la
ricana. Se licenció en Ciencias al futuro, pasando fugazmente por do. Poco como para tener efecto sobre materia y de la radiación. Lo que toda-
Políticas en la Universidad de el presente (que es la forma común nuestra vida cotidiana, pero suficiente vía no comprendemos, y sobre lo cual
Nápoles y se especializó en his-
en la que nosotros, occidentales, como para mostrarnos que la concep- se está enfocando una parte importan-
toria americana. Se desempeñó
percibimos el tiempo), podría ser ción de un tiempo que transcurre uni- te de la investigación teórica actual,
como
periodista en Il Mattino de
Nápoles y en La Reppublica. Es tan sólo una ilusión. formemente, igual para todos, es sólo es la diminuta estructura cuántica, gra-
autor, entre otros, del ensayo Per Probablemente así escaparíamos una aproximación debida a la impreci- nular, probabilística, que ha de tener el
una sinistra reazionaria (2007) y también de la dictadura del “tiem- sión de nuestras percepciones. espacio mismo.
de las novelas I forestieri (1990), po real”, de este eterno presente
Tiempo perdido (1997), La última que, durante el último siglo, nos ha
frontera (2001), Il passato davanti
privado de golpe ya sea del pasa- Carlo Rovelli es un físico italiano que se especializa en física teórica. Se graduó
a noi (2006) y L’energia del vuoto
do, ya sea del futuro. ¿Difícil? Sí, en la Universidad de Bolonia (1981) y obtuvo su doctorado en la Universidad de
(2011), finalista del Premio Stre-
ga y ganadora del Premio Merck claro. Pero ¿la tarea de la narración Padua (1986). Es profesor en el Centro de Física Teórica de la Universidad del Me-
Serono. Su última novela es Qual- no ha sido siempre volver narrable diterráneo Aix-Marsella II y en los Departamentos de Física y de Historia y Filo-
cosa, là fuori. Coordina (junto con aquello que parecía no serlo? sofía de la Ciencia de la Universidad de Pittsburgh. Es reconocido mundialmente
Mario Greco) el ciclo Narrativas por sus aportes al desarrollo de la teoría de la gravedad cuántica de bucles, de la
Fin.
de lo Real del programa Lectura que es uno de los fundadores (junto con Abhay Ashtekar). Es autor de numerosos
Mundi (UNSAM). artículos y libros científicos, además de ser un gran divulgador de la ciencia. En-
Traducción de Micaela Cuesta. tre sus últimos libros se encuentra Siete breves lecciones de física (2014, edición
en español: 2016), convertido ya en best seller.

Lectura Mundi | I
En el campo de esta investigación, se Está claro que hay un problema. Todo rio en el microcosmos. La cuestión intui-
asoma una idea a primera vista verti- aquello que observamos son agujas de da es que la naturaleza cuántica de las
ginosa: quizás el tiempo “no existe”. La relojes, objetos que se mueven, la posi- variables lleva a todas a flotar (oscilar)
idea apareció por primera vez en 1967, ción del Sol en el cielo…No vemos nun- de manera independiente, motivo por
en un artículo del físico norteamerica- ca el “tiempo real”. Vemos sólo objetos el cual no podemos ya imaginar a todas
no Bryce DeWitt, fallecido hace poco. que se mueven. danzando al ritmo único de una sola va-
Combinando relatividad general y teo- Newton, el padre de la física, com- riable tiempo. La hipótesis de que exis-
ría cuántica, DeWitt consigue elaborar prendió todo esto con gran claridad al te un tiempo al ritmo del cual danza el
el esbozo de una ecuación capaz de escribir que la existencia de una va- universo no es una hipótesis correcta. A
describir la propiedad cuántica del es- riable “tiempo” es sólo una hipótesis, pequeña escala, el universo es un con-
pacio, pero en la ecuación desaparece que pone orden en nuestras observa- junto de variables que bailan cada una
por completo la variable “t”, el tiempo. ciones sobre el movimiento de los ob- con la cercana, sin ningún tiempo que
La matemática pareciera indicar que, jetos. Observamos dónde se encuentra ordene el baile. ¿Fácil de entender? No.
para describir el mundo a nivel ele- un objeto cuando otro está en cierto La concepción habitual del tiempo está
mental, no debemos usar la noción de lugar (“cuando las agujas de mi reloj arraigada en nuestra experiencia coti-
tiempo. Pero ¿qué quiere decir esto? están verticales, el Sol está al sur”) y diana y articulada en nuestra estructura
Hasta hoy todas nuestras ecuaciones por convención imaginamos una varia- conceptual. Pero difícil no quiere decir
describen el despliegue de los fenóme- ble física “t” que ordena todo esto (“al imposible: la dificultad de concebir un
nos en el tiempo. tiempo t=12:00, las agujas de mi reloj mundo sin tiempo no es distinta a la di-
Demos un paso atrás: ¿qué enten- están verticales y el Sol está al sur”), ficultad que tuvieron nuestros abuelos
demos en física cuando hablamos del pero aquello que observamos son sólo en imaginar la Tierra esférica y a sus ha-
tiempo? Para saber la hora, es decir, posiciones de objetos, no el tiempo en bitantes, en las antípodas, con la cabeza
medir el tiempo, podemos observar la sí. Tomando en serio esta observación, para abajo: la dificultad está en aceptar
posición del Sol en el cielo. Para tener es claro que, en principio, podemos evi- que nuestra experiencia del mundo,
más precisión, miramos un reloj. La po- tar hablar de tiempo y hablar siempre donde alto y bajo son lo mismo para to-
sición de las agujas de mi reloj indica el y sólo de la posición del Sol en el cielo dos y el tiempo transcurre uniforme, es
tiempo que ha pasado. Pero ¿cómo hago o de la posición de las agujas de cada limitada. Tenía razón Kant cuando ob-
para saber si mi reloj mide verdadera- reloj. Incómodo, pero posible. servaba que tiempo y espacio, más que * Artículo periodístico cedido por el au-
mente el tiempo “real”? Bueno, puedo Aquello que DeWitt descubrió implí- existir en la naturaleza, son formas de tor para esta edición y publicado por
controlarlo con la hora exacta emitida citamente al escribir su ecuación sin el nuestro modo de conocerla; no obstan- primera vez en Il Sole, 24 Ore, 15 de
por un instituto oficial, donde hay un tiempo es que este proceder –describir te, había probablemente errado al con- enero de 2012. Carlo Rovelli fue invita-
reloj muy preciso. Pero ¿cómo hago el mundo ofreciendo la evolución de las cluir que tales formas eran inmutables: do del programa Lectura Mundi y reco-
para saber si aquel reloj mide el tiempo variables una respecto a otra, en lugar las formas mismas de nuestro conocer nocido con el título honoris causa por la
“real”? Lo confronto con otro reloj que... de respecto al tiempo– se torna necesa- crecen con el conocimiento. UNSAM. Traducción de Micaela Cuesta.

asistir a las exposiciones sin tener una posición to- ficción, Frankenstein o el moderno Prometeo, pu-
mada previamente. Él es el personaje clave, porque blicada en 1818 por la romántica Mary Shelley,
es el retrato, dentro de la obra, de su destinatario: se inspira en los experimentos sobre electricidad
el Dialogo no está escrito sólo para expertos. animal de Luigi Galvani, que se extendieron por
No fue un gesto aislado. La Academia del Cimento, toda Europa e incluyeron demostraciones con ani-
en Florencia, formada por los herederos intelectua- males pero también con cuerpos humanos, como

Ciencia y
les de Galileo y financiada por los Medici, publicó en cadáveres de ajusticiados.
1667 los Saggi di naturali esperienze fatte nell’ Acca- Más importante es tener en cuenta que la cien-
demia del Cimento [Ensayos sobre los experimentos cia tomó forma en simultáneo con otra institución

opinión pública naturales realizados en la Academia del Cimento],


con instrucciones para repetir los experimentos
fundante de la modernidad: la opinión pública,
como cuenta Élisabeth Badinter en su trilogía so-
realizados por los académicos sobre temas que iban bre los philosophes de la Ilustración, Las pasiones
desde la posibilidad de disolver perlas en vinagre intelectuales (1999-2007). A ese nuevo actor social
Por Ana María Vara hasta la presunta habilidad de los patos para digerir apelaron los sabios de la época (un poco filósofos,
bolitas de cristal o balas. Sus autores esperaban “in- otro poco literatos, otro poco científicos) para ga-
citar a otros a repetir también con la mayor severi- nar legitimidad y prestigio, frente a los soberanos
Es casi un lugar común referirse a la distancia dad y esmero los mismos experimentos”, explicando como Catalina II de Rusia, Luis XV o Federico II de
entre la ciencia –o las ciencias– y el gran público. que “así nos hemos atrevido nosotros a hacerlo con Prusia, cuya financiación buscaban y a quienes pre-
También desde la teoría: no deja de deplorarse la los de cualquier otra persona”. tendían aconsejar. Era un tercer actor social que, de
brecha cognitiva entre expertos y legos, multiplica- Entre los siglos XVII y XIX, se verificaron oleadas alguna manera, podía laudar a favor de uno u otro
da al infinito por la especialización de las disciplinas. sucesivas de experimentos-espectáculo, en manos polo del poder/saber.
Los más sofisticados se refieren a las “dos culturas” de algunos de los expertos más destacados, como Y puede decirse que hay una línea de continui-
sobre las que alguna vez escribió el británico C. P. Robert Hooke (sí, el descubridor de la célula), en dad de estas dinámicas hasta el siglo XX y des-
Snow, visión que lamenta que una persona que se Londres, como parte de las actividades de la Royal pués, con una opinión pública ampliada y diver-
dice culta no pueda confesar su ignorancia sobre Society. Otro de los impulsores de estas sesiones sificada. Una de las exhibiciones más reveladoras
Shakespeare, pero sí sobre las leyes de la termo- fue el propio Isaac Newton, quien contrató a há- del Science Museum de Londres es una réplica
dinámica. biles técnicos para realizar experimentos públicos del módulo de la Apolo 11 que llegó a la Luna en
Una mirada a contrapelo, sin embargo, nos per- que probaran sus teorías, de la óptica a la grave- 1969. Lo impresionante no es que los británicos
mitiría reparar en algunas tendencias históricas que dad. Algunos resultaron muy convincentes y con- les den tanto crédito a los norteamericanos (tam-
cuestionan esa desvalorización del gran público. tribuyeron a difundir su obra. bién lo hacen los alemanes, que ponen una imagen
Hubo momentos, por ejemplo, en que los exper- Los salones de París y los cafés de Londres con- del hombre en la Luna, con banderita y todo, en
tos apelaron ostensiblemente a la inteligencia de taban regularmente con exposiciones de filósofos los tickets de entrada de su muy técnico Deutsches
los legos para demostrar la validez de sus teorías. naturales, que buscaban despertar el interés del Museum de Múnich), sino que acompañen la mues-
El ejemplo fundamental es Galileo y su Dialogo so- público con temas que iban de gusanos y rarezas tra con una vitrina donde se exhibe la carpeta de
pra i due massimi sistemi del mondo [Diálogos sobre anatómicas a entomología, los efectos de la fal- prensa del lanzamiento.
los dos máximos sistemas del mundo], publicado en ta de aire y hasta improvisadas transfusiones. Se Esa carpeta, que contiene el material que la
1632 en volgare, en lugar del latín de rigor que do- cuenta que el abate Jean Antoine Nollet, protegido NASA preparó para facilitar el trabajo de los pe-
minaría en universidades y academias hasta bien de dos miembros de la Academia de Ciencias de riodistas que cubrieron el acontecimiento, es una
entrado el siglo XVIII. Escrito como una serie de con- París, llegó a reunir audiencias de hasta quinientas clara invitación a reflexionar sobre el sentido pro-
versaciones entre tres personajes ficticios, presenta personas en 1760, con experimentos sobre flui- fundo de toda la carrera espacial, incluso más allá
el universo ptolemaico, con la Tierra en el centro, dos, fuego, luz y electricidad. del contexto de la Guerra Fría. Y siguiendo esa lí-
en boca del sabio Simplicio, y el copernicano, con el Se dirá que son curiosidades, antiguallas de los nea, también sobre el sentido profundo de buena
Sol en el centro, en boca del sabio Salviati. El tercero tiempos heroicos. Pero no debe subestimarse su parte de las grandes empresas científico-tecnoló-
en cuestión, Sagredo, es un lego inteligente, que va aporte a la cultura. La ópera prima de la ciencia gicas del presente.

II | REVIEW MAYO-JUNIO 2016


No puede negarse que la comunicación y el mar-
keting son hoy parte inherente de la ciencia. No
como un subproducto, algo que llega después,
sino como faceta constitutiva de ella, un aspec-
to que contribuye a darle forma, en particular
cuando se requiere movilizar ingentes recursos
económicos, tecnológicos y humanos. La influen-
cia de la opinión pública en la empresa científica,
interpretada y mediada por las preocupaciones e
intereses de actores políticos y económicos, será
diferente en distintos casos, pero no puede me-
nospreciarse. Finalmente, hablamos de democra-
cias capitalistas: habrá que conquistar el voto o
convencer a los inversores, por señalar lo obvio.
Adicionalmente, no debe olvidarse que hay tam-
bién mucha ciencia “clasificada”, tecnología secre-
ta sobre la que sólo sabremos por las denuncias
de insiders como Edward Snowden, o sobre la que
difícilmente tendremos conocimiento porque está
protegida por el secreto industrial. El historiador
de Harvard Peter Galison estima que el conoci-
Ana María Vara es licenciada en Letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA), magíster en Ecología miento secreto puede ser entre cinco y diez veces
de Medios por la New York University y doctora en Estudios Hispánicos por la Universidad de California más vasto que el conocimiento publicado. Lo que
en Riverside. Es investigadora en estudios sociales de la ciencia y la tecnología, con sede en el Centro es peligroso hacer y decir, lo que no es convenien-
de Estudios de Historia de la Ciencia y de la Técnica José Babini (EH-UNSAM). Es profesora de grado y
te, lo que es estratégico esconder: allí también está
posgrado, además de secretaria académica de la Escuela de Humanidades (UNSAM). Ha publicado más
operando la opinión pública, como un límite, como
de cincuenta artículos y capítulos de libros. Es autora de Sangre que se nos va. Naturaleza, literatura y
protesta social en América Latina (2013) y coeditora de Riesgo, política y alternativas tecnológicas. Entre un actor al cual manipular, como un fantasma al
la regulación y la discusión pública (2013). Es miembro del board del RC 24 Ambiente y Sociedad, de la cual convocar también desde lo que no puede re-
International Sociological Association (ISA). velarse.

Los instrumentos científicos, transformados en Capitalismo, socialismo y democracia (1942), Joseph


espectáculo, irrumpieron en la cultura de los sa- Schumpeter sostiene que la actitud racional fue for-

Física y
lones del siglo XVIII. Obras de divulgación logra- zada por la necesidad económica. Y explica que “es
ron narrar en pocas lecciones el orden racional. muy significativo que la moderna ciencia matemá-
Las audiencias cultas fueron hipnotizadas por el tico-experimental se desarrolló […] con el proceso

capitalismo: mantra iluminista, que podría parafrasearse así:


detrás de la aparente complejidad del mundo que
nos muestran los sentidos, todo subyace un orden
social usualmente aludido como Surgimiento del
Capitalismo”.
El historiador de la ciencia francés Dominique

entre la armonía simple, matemático, regular y predecible.


Este programa, caracterizado por el historiador
Pestre, en un libro titulado Ciencia, dinero y política
(2003), cuenta cómo el discurso de la ciencia pura,

teórica y la
holandés Eduard J. Dijksterhuis como “la mecani- que se cristalizó a fines del siglo XIX, contribuyó
zación de la imagen del mundo”, fue enormemente a legitimar a los científicos como “personajes más
exitoso. El calor, el sonido, la luz, el magnetismo, la allá del bien y del mal […] y eso en el momento

eficacia técnica electricidad, la gravedad, todos fueron codificados


en expresiones matemáticas simples y determinis-
mismo en el que su inserción en el mundo de los
negocios y de las industrias basadas en el cono-
tas. Incluso, cuando Heisenberg y Bohr –a pesar de cimiento cobraba nuevo vuelo y nueva forma”. El
los deseos de Einstein– encontraron un cubilete en discurso de la ciencia pura permitió “ocultar la in-
Por Diego Hurtado las manos del Creador, resultó que el azar que rige serción real de los científicos en el mundo”. Pestre
el mundo subatómico era domesticable mediante concluye: “También permitió a los científicos ser
la estadística. Es decir, el mundo de las partículas políticamente irresponsables”.
Existe consenso en aceptar que en algunos paí- elementales, si bien profusamente antiintuitivo, ¿Son complementarios los relatos presentados
ses de Europa, entre la publicación de De revolu- también era racional y predecible. en Historia del tiempo (1988) de Stephen Hawking,
tionibus (1543) de Copérnico y la de los Principia Siete breves lecciones de física (2014), de Carlo Ro- en El sueño de una teoría final (1994) de Steven
mathematica (1687) de Newton, se produjo el na- velli, retoma y actualiza esta saga: teoría general de Weinberg, o en Siete breves lecciones de física de
cimiento de la ciencia moderna. Desde entonces, el la relatividad, mecánica cuántica, arquitectura del Rovelli con los usos sociales, políticos y militares
uso de instrumentos y matemáticas fue condición cosmos, partículas elementales, gravedad cuántica, del conocimiento? Además de belleza, en las teo-
necesaria para legitimar la producción de conoci- agujeros negros. En clave Alicia en el país de las ma- rías físicas se codifica eficacia técnica. Por eso la
miento sobre la naturaleza. Telescopios, bombas ravillas, cuenta Rovelli que “el espacio es granular, belleza de una teoría física no es lo mismo que
de vacío, termómetros o planos inclinados para el tiempo no existe y las cosas no están en ningún la belleza de una sinfonía o un poema. Casi po-
interrogar a la naturaleza; cálculo infinitesimal y lugar”. La recompensa de saber apreciar las teorías dríamos arriesgar que belleza y eficacia técnica en
geometría para expresar sus respuestas (o nues- físicas es “la pura belleza, y nuevos ojos para ver el física son el mismo rasgo mirado desde dos ángulos
tras conjeturas sobre sus respuestas). mundo”. El cuadro cierra sin fisuras en el nivel de las complementarios: la voluntad estética y la voluntad
¿Qué pruebas hay en el siglo XVII de que la na- teorías físicas, la armonía matemática y la belleza. práctica. Las simetrías y regularidades que la física
turaleza es medible, geometrizable, predecible? Sin embargo, en la última lección, Rovelli intenta encuentra en la naturaleza son justamente la con-
Puede haber matemáticas en la monotonía de un explorar cómo se ajustan los humanos a este cua- dición de posibilidad tanto para el juicio estético
péndulo, en la órbita cónica de un planeta o en dro. Entonces encontramos, justo un par de páginas como para la forma de disciplinamiento de la natu-
la trayectoria parabólica de una bala de cañón. antes del final, que algunas notas de la gran sinfonía raleza que llamamos tecnología.
Pero ¿hay matemáticas en el desarrollo de un desafinan. Aclaremos: no desafina Rovelli, desafina El programa de mecanización de la imagen del
embrión? ¿Hay fórmula para explicar la conducta el relato de la epopeya de la modernidad, al que mundo fue enormemente exitoso en ambas di-
de mi gato en los próximos tres minutos o el cam- Rovelli adhiere. Por eso algo se rompe en la lec- recciones. Podríamos decir que, desde Galileo, la
bio del curso de los ríos? Ni Galileo ni Descartes ción séptima, cuando el físico italiano confiesa su física recortó de la naturaleza conjuntos de fenó-
dudaron: el plan divino es la obra de un geóme- escepticismo respecto a que la humanidad pueda menos simples, matematizables y predecibles
tra. La pléyade de físicos que crecieron en pres- resolver los “brutales cambios que hemos desenca- (controlables) y llamó “naturaleza” a este subcon-
tigio y número en los siglos siguientes aceptaron denado en el clima y en el medio ambiente”. junto. El conocimiento que habilitó esta operación
que la naturaleza es un libro escrito en caracteres Comencemos de nuevo. La epopeya de la razón aportó muchas de las claves que hicieron posible
geométricos. occidental se ha contado de distintas maneras. En producir –además de bellas teorías– electricidad,

Lectura Mundi | III
aeroplanos, reacciones en cadena, radares, de buscar, por ejemplo, el bosón de Higgs, co- Diego Hurtado es doctor en Física y profesor de Historia
de la Ciencia y la Tecnología en la Escuela de Humanida-
chips y microprocesadores, satélites, vacunas nocido también como la “partícula de Dios”. Si
des de UNSAM. Es autor del libro El sueño de la Argentina
y misiles. estas sofisticadas máquinas no sirvieran como
atómica. Política, tecnología nuclear y desarrollo nacional
Es por esta razón que las mismas economías bancos de prueba para desarrollos tecnológi- (1945-2006) (2014). También se desempeña en gestión de
capitalistas avanzadas que son reacias a finan- cos de punta que luego se pueden utilizar en la tecnología. Fue secretario de Innovación y Transferencia
ciar sistemas públicos de salud aceptan gas- la industria, ¿sería un problema científico im- en UNSAM y presidente de la Autoridad Regulatoria Nuclear.
tar miles de millones de euros o dólares para portante el bosón de Higgs? Integra el Directorio de la Agencia Nacional de Promoción
construir aceleradores de partículas con el fin Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Tecnolo-
gía e Innovación Productiva de la Nación.

dor del Sol y luego proyecto la misma filmación de ser con infinita memoria, que no sintetizara la
atrás para adelante, el planeta invierte el sentido enorme multiplicidad de estados microscópicos de
de giro y, en esa inversión, no habrá nada sorpren- la naturaleza en un número reducido de concep-
dente. La trayectoria de un planeta alrededor del tos, la asimetría entre pasado y futuro no existi-
Sol y el choque microscópico entre moléculas de ría. En “Funes el memorioso”, Borges habla de un
agua y moléculas de tinta están de acuerdo con las orillero de Fray Bentos que fue maldecido con esa
leyes de Newton, que no distinguen el pasado del virtud luego de que lo volteara un redomón en la

Funes futuro. El origen de la asimetría en la mancha que


se expande está en nuestra inaccesibilidad a cada
estancia de San Francisco: “Al caer, perdió el cono-
cimiento; cuando lo recobró, el presente era casi

el atemporal
estado individual, microscópico, del agua con tinta. intolerable de tan rico y tan nítido”.
A cada estado macroscópico que observamos le co- El “cronométrico Funes” era incapaz de sinteti-
rresponde una infinidad de estados microscópicos zar: “No sólo le costaba comprender que el sím-

Borges y la a los que no tenemos acceso y que sintetizamos


con un número limitado de frases: “mancha de tin-
bolo genérico perro abarcara tantos individuos
dispares de diversos tamaños y diversa forma; le

irreversibilidad del ta en la parte superior”, “mancha semiesparcida” o


“agua uniformemente azulada”. La clave de la asi-
molestaba que el perro de las tres y catorce (visto
de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de
metría está en la distinta multiplicidad de los esta- las tres y cuarto (visto de frente)”. Su memoria era
tiempo en la física dos microscópicos que se corresponden con cada descomunal: “no sólo recordaba cada hoja de cada
una de esas frases: hay muchos más estados mi- árbol de cada monte, sino cada una de las veces
croscópicos compatibles con “agua uniformemente que la había percibido o imaginado”, y su descrip-
Por Alberto Rojo azulada” que con “mancha de tinta en la parte su- ción de las cosas adolecía de un detalle extremo:
perior”. Es frecuente el uso del término “desorden” “Dos o tres veces había reconstruido un día entero;
para designar mayor multiplicidad, aunque la va- no había dudado nunca, pero cada reconstrucción
Pocas nociones son tan obvias como el paso loración estética de orden o desorden no sea apli- había requerido un día entero”. Lo más llamativo
irrevocable del tiempo. Sabemos (o sentimos) que cable a la idea de multiplicidad. La analogía con el de Funes en relación con la asimetría del tiempo
el pasado es inalterable, que el futuro está abierto mazo de naipes que se mezclan es apropiada. Hay es el carácter instantáneo de su percepción: “Era
y que el tiempo es como un río que corre en una muchísimas configuraciones (estados) del mazo, y el solitario y lúcido espectador de un mundo mul-
sola dirección. Sin embargo, diría Borges, a la rea- sólo les damos nombre a algunas, las más ordena- tiforme, instantáneo y casi intolerablemente preci-
lidad le gustan las simetrías. Para las leyes de la das: “naipes puestos de mayor a menor” o “naipes so” (la cursiva es mía).
física, el pasado y el futuro son indistinguibles. El acomodados por palos”. Si empezamos con una de Si el tiempo es nuestra ignorancia, la asimetría
origen de su asimetría está en el azar, en nuestra esas configuraciones ordenadas y mezclamos las que observamos, el flujo irrevocable del pasado
ignorancia de “la infinita operación incesante de cartas, lo más probable es que terminemos en una al futuro se debe a que el universo empezó en un
millares de causas entreveradas” que ocurren en de las tantas configuraciones anónimas que llama- estado de baja multiplicidad, o bajo “desorden”; no
la intimidad del universo microscópico, donde pa- mos, genéricamente, desordenadas. La mezcla de empezó con la tinta azulada distribuida uniforme-
sado y futuro son indistinguibles. “El tiempo –dice cartas es análoga al choque de moléculas que pa- mente sobre la botella sino como una “mancha”
Carlo Rovelli– es nuestra ignorancia”. Si conocié- san de un estado a otro. A medida que transcurre que fue, y está, expandiéndose hacia estados más
ramos cada estado microscópico del mundo, como el tiempo, las moléculas van visitando todas las “ordenados”. Por qué empezó en ese estado no lo
el Ireneo Funes del cuento de Borges, no habría posibles configuraciones microscópicas, del mis- sabemos. Pero sí sabemos que si hubiera empeza-
flecha del tiempo. mo modo que un planeta, al girar alrededor del do en otro estado no estaríamos aquí para hacernos
Cuando era niño, mi madre, que era especialista Sol, visita todos los puntos de su órbita y que el esa pregunta. En su libro La nueva mente del empe-
en didáctica de las ciencias, me mostró la irrever- mazo de naipes va pasando de una configuración rador (1989), Roger Penrose dibuja a Dios eligiendo
sibilidad del tiempo con un experimento casero. a otra. En esa visita por la infinidad de posibles el estado inicial del universo como una aguja en
Tiró una gota de tinta en una botella de agua. La estados del agua con tinta, cada una de las con- un pajar de estados posibles. Y elige uno con baja
tinta se fue esparciendo hasta que, al cabo de un figuraciones microscópicas, como en el mazo de multiplicidad. De algún modo, somos fragmentos
rato, el agua adoptó un tinte uniforme, levemente naipes, tiene la misma probabilidad. Pero desde un de una mancha de tinta que va expandiéndose ha-
azulado. Y así permaneció todo el día. Imaginen punto de vista macroscópico, es mucho (muchísi- cia un desorden final y siempre será extraño que
que filmo la botella durante el experimento y les mo) más probable el pasaje entre configuraciones podamos mirar indefinidamente hacia atrás, pero
paso la película al revés. Verán una mancha de de menor a mayor multiplicidad que al revés: es no hacia adelante.
tinta que se forma espontáneamente en la parte mucho más probable pasar de “mancha de tinta
superior de la botella. Nunca vimos algo así. Hay en la parte superior” a “agua uniformemente azu-
una clara asimetría entre el experimento tal como lada” que al revés, y es mucho más probable pasar
Alberto Rojo nació en Tucumán. Es músico, es-
lo hice con mi madre y su versión con el tiempo al de “naipes acomodados por palos” a “baraja des- critor y doctor en Física por el Instituto Balseiro.
revés. Ahora imaginen que hago zoom sobre una ordenada” que al revés. La asimetría del tiempo Es profesor del Departamento de Física de la
parte cualquiera del interior de la botella. El zoom está en la síntesis macroscópica que hacemos de Universidad de Oakland. Tiene más de ochenta
nos lleva hasta el nivel microscópico. Somos tes- la multiplicidad del mundo microscópico. Pero esa trabajos publicados en revistas de circulación in-
tigos del choque entre cada molécula de agua y multiplicidad es, al fin y al cabo, una limitación ternacional. Es un apasionado y prolífico divul-
cada molécula de tinta, como si fueran bolas de de nuestro lenguaje y de nuestra accesibilidad a gador, interesado en la conexión entre el arte y
la ciencia. Su obra literaria incluye los libros La
billar de distinto tamaño. En ese nivel microscópi- cada estado íntimo de la naturaleza. Si pudiéra-
física en la vida cotidiana (2007), El azar en la
co, somos incapaces de distinguir entre la película mos darle un nombre distinto a cada orden de la
vida cotidiana (2012) y Borges y la física cuántica
real y la película invertida. Cada choque individual baraja, no habría motivo para preferir un orden (2013). Grabó a dúo con Mercedes Sosa y compu-
entre esas bolas de billar es reversible: si lo paso sobre otro y no tendría sentido decir que al mez- so a dúo con Pedro Aznar, Luis Gurevich y Víctor
al revés, no veo nada raro. Del mismo modo, si les clar desordenamos. La mezcla sería simplemente Heredia. Su discografía incluye De visita (1999),
muestro la filmación de un planeta girando alrede- un pasaje simétrico entre configuraciones. Para un Para mi sombra (2003) y Tangentes (2009).

: Rector: Carlos Ruta. Director Lectura Mundi: Mario Greco. Edición general: Micaela Cuesta. Colaboran en este suplemento: Carlo Rovelli,
Bruno Arpaia, Ana María Vara, Diego Hurtado y Alberto Rojo.

IV | REVIEW

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