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¿Qué es una galga extensiométrica?

Las galgas extensiométricas consisten normalmente en una lámina y un


conductor eléctrico.

La base de una galga extensiométrica está hecha de una lámina de poliamida,


sobre la cual se aplica una capa de constantán.

El constantán es una aleación, generalmente formada por un 55 % de cobre y


un 45 % de níquel (Cu55Ni45) y se caracteriza por tener una resistencia eléctrica
constante en un amplio intervalo de temperatura.

Posteriormente, se utiliza una plantilla para eliminar por decapado todas las
zonas que no se desea que sean conductoras. Resultando en una rejilla de
medición de constantán extremadamente delgada, unida de forma permanente
a la lámina portadora. Esta rejilla de medición consiste en una “banda” con forma
sinuosa, con el aspecto de un serpentín.

Principio de funcionamiento de una galga


extensiométrica
Jens Boersch, jefe de equipo de gestión de productos en HBM menciona “Una
galga extensiométrica mide la deformación, pero lo que realmente nos interesa
es la tensión mecánica”. La tensión mecánica describe el modo en cómo se
ejercen las fuerzas —internas y externas— sobre un material.

Los factores más importantes para determinar la tensión mecánica son:

a) los puntos en los que las fuerzas actúan sobre el material y

b) la intensidad de las fuerzas.

Estos estudios entran dentro de un campo de aplicación que se denomina


análisis experimental de tensiones.

Cuando una galga extensiométrica se contrae, su resistencia eléctrica (Ω) se reduce; en


cambio, si se estira, su resistencia aumenta.
Las galgas extensiométricas generalmente se fijan sobre varios puntos del
material bajo prueba y se conectan mediante un cable a un amplificador de
señal. Si la galga se estira o comprime, la resistencia eléctrica de la rejilla de
medición cambia. La razón de esto es que cuando la rejilla se estira la corriente
tiene que viajar una mayor distancia y el conductor por el que fluye también se
vuelve más delgado, incrementando la resistencia. Debido a este cambio en la
resistencia la deformación en la galga puede ser determinada y es expresada
en µm/m.

La deformación también puede referirse a la compresión, en otras palabras,


tensión negativa. En este caso, la resistencia se reduce proporcionalmente.

Sin embargo, la tensión no es el estrés mecánico. Para averiguar qué es, hay
dos puntos importantes que deben considerarse:

1) Coeficiente de temperatura del material: Cuando la temperatura ambiente


cambia también afecta al material. Este cambio es determinado por el coeficiente
de temperatura. Por ejemplo; cuando un cilindro de acero se calienta éste se
expande al igual que la galga extensiométrica que está adherida al cilindro. Esta
tensión de material dependiente de la temperatura es precisamente lo que no
queremos medir. Para compensar este efecto, las galgas extensiométricas se
adaptan a un material específico y se desarrollan de tal forma que presente
exactamente un comportamiento de temperatura opuesto. Al final ambos efectos
se equilibran, compensando así la deformación del material, de tal forma que la
galga mide solamente lo que se desea medir. Esto se conoce como una galga
extensiométrica auto-compensada o galga extensiométrica con respuesta de
temperatura adaptada.

2) Módulo de elasticidad o módulo de Young: Cuando un material es


sometido a una carga, éste muestra una tensión mecánica, que es la fuerza
dividida sobre el área del material. Pero ¿cómo se relaciona con la deformación
que se registra con una galga extensiométrica? Es posible definir esta
correlación en forma de una curva característica para diferentes materiales, esto
se hace sometiendo muestras de materiales a cargas bajo condiciones
controladas. Como regla general, una mayor tensión mecánica corresponde a un
aumento de la deformación. Inicialmente, esta correlación es lineal y se conoce
como intervalo elástico y la correlación se describe por el módulo de elasticidad.
Sin embargo, después de un cierto punto, el material es deformado a tal fuerza
que ya no es capaz de volver a su condición original. Esta deformación plástica
continúa hasta que el material se rompe. Solo el intervalo lineal, en donde no se
produce deformación plástica, es de interés para el análisis de esfuerzo
experimental. Si se conoce el módulo de elasticidad de un material dado, se
puede determinar el esfuerzo mecánico basado en la deformación: Este es el
objetivo de las mediciones de las galgas extensiométricas.
Las principales características que distinguen a las galgas extensiométricas
entre si son:

1) La geometría: La geometría de una galga extensiométrica es definida por el


número de rejillas de medición que tiene y su alineación. Dependiendo de la
carga del material, pueden ocurrir diferentes estados de tensión a medir: En
estados de esfuerzo uniaxial solo hay una dirección de tensión conocida y se
puede utilizar solo una rejilla de medición que esté alineada con la dirección del
esfuerzo principal. Por otro lado, en estados de esfuerzo biaxial, ocurren
múltiples direcciones de tensión al mismo tiempo; por ejemplo, tensión, presión,
flexión o torsión. Además, en algunos casos se desconoce la dirección de la
tensión principal, por lo que en estas aplicaciones se debe usar una galga
extensiométrica con tres rejillas de medición con diferente alineación. Esto
permitirá determinar las magnitudes de la tensión principal y secundaria, así
como su dirección.

2) Longitud de la rejilla de medición: La longitud de la rejilla juega un papel


principal durante la medición y depende tanto del material como de la aplicación.
Por ejemplo, cuando se mide la curva de tensión (gradientes de tensión) en una
pieza de forma muy exacta es preferible colocar varias rejillas de medición cortas
una al lado de la otra para lograr una rejilla fina o analizar un punto clave con alta
exactitud. Por otro lado, si lo que nos interesa es la carga general, podemos usar
una rejilla de medición mucho más larga.

La superficie de los materiales también es algo sumamente importante; el


hormigón, por ejemplo, es irregular y tiene pequeñas piedras incrustadas. Si la
rejilla de medición es demasiado corta, las piedritas incrustadas pueden
distorsionar el resultado de la medición porque se aplica un campo de tensión
pequeño e independiente en ese punto. Para evitar esto, se debe usar una rejilla
de medición más larga: La tensión medida se promediará sobre la longitud de la
rejilla de medición.

3) Temperatura adaptada: Como lo vimos al principio de esta nota, la


adaptación de la temperatura de una galga extensiométrica para un material en
específico asegura que la deformación del material causada por un cambio de
temperatura sea compensada.

Además de las características descritas, existen algunas otras que vale la pena
considerar. Las galgas extensiométricas generalmente están disponibles con
diferentes resistencias de uso común (120, 350 o 1000 ohms, etc.). Una correcta
elección de la galga a menudo depende de las limitaciones de la medición, por
ejemplo, las resistencias de terminación que se pueden seleccionar en el
amplificador o los impulsos de interferencia previstos, el material portador, el
material conductor o el tipo de conexión también puede variar. Algunas galgas
extensiométricas se pueden suministrar pre-cableadas, mientras que otras
tienen que ser soldadas por el usuario. Las galgas pre-cableadas tienen un
menor tiempo de instalación, reduciendo los costos al momento de instalar la
galga.

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