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Derecho humano al debido proceso

Dentro de las garantías del debido proceso existe un “núcleo duro”, que debe
observarse inexcusablemente en todo procedimiento jurisdiccional, y otro de
garantías que son aplicables en los procesos que implique un ejercicio de la
potestad unitiva del Estado. En cuanto al “núcleo duro”, las garantías del debido
proceso que aplica a cualquier procedimiento de la naturaleza jurisdiccional son
las que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha identificado como
formalidades esenciales del procedimiento, cuyo conjunto integra la “garantía de
audiencia”, las cuales permiten que los gobernados ejerzan sus defensas antes de
que las autoridades modifiquen su esfera jurídica definitivamente. El Tribunal en
Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia P./J.
47-95, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y Gaceta, Novena
Época, Tomo II, diciembre de 1995, página 133, de rubro: “formalidades
esenciales del procedimiento son las que garantizan y oportuna defensa previa al
acto privativo.”, sostuvo que las formalidades esenciales del procedimiento son: la
notificación del inicio del procedimiento; la oportunidad de ofrecer y desahogar las
pruebas en que se finque la defensa; la oportunidad de alegar; y una resolución
que dirima las cuestiones debatidas y cuya impugnación ha sido considerada por
esta Primera Sala como parte de esta formalidad. El otro núcleo es identificado
comúnmente con el elenco de garantías que debe tener toda persona cuya esfera
jurídica pretenda modificarse mediante la actividad punitiva del Estado. Con el
derecho penal, migratorio, fiscal o administrativo, se exigirá que se hagan
compatibles las garantías con la materia específica del asunto. En estas garantías
del debido proceso se identificaron dos especies: una corresponde a todas las
personas independientemente de su condición nacionalidad, genero etc. La otra
es la combinación del elenco mínimo de garantías con el derecho de igualdad ante
la ley, que protege a aquellas personas que pueden encontrarse en una situación
de desventaja frente al ordenamiento jurídico, por pertenecer a algún grupo
vulnerable.
La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, inclusive otros
tribunales del Poder Judicial de la Federación, en criterios jurisprudenciales
diversos, considera a la formalidades esenciales del procedimiento en su conjunto
como un derecho humano; circunstancia que resulta plausible y que por ende
permite considerar a tales garantías como fundamentales e inherentes a la
naturaleza de las personas y su protección constitucional es basta.

Legislación expedida con anterioridad

Es una garantía que tiene como finalidad brindarles certeza jurídica a las
personas, que son sometidos a un proceso judicial o que instan al acceso a la
justicia; en el sentido de que la legislación que vaya a ser aplicada, exista
anterioridad al hecho motivo de juicio, prohibiéndose con ello, la posibilidad de que
se apliquen disposiciones jurídica, cuyo inicio de vigencia sea posterior al hecho
motivo de juicio.

Garantías previstas en el artículo 16 Constitucional

El artículo 16, párrafo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, que ad literam señala: nadie puede ser molestado en su persona,
familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de
la autoridad competente que funde y motive la causa legal del procedimiento. Se
prevén cuáles son las garantías a las que las autoridades deben dar cumplimiento
cuando emitan y ejecuten en contra de las personas actos de molestia mismos
que son aquellos que restringen de manera provisional o temporal los derechos
humanos dentro de los cuales se menciona a manera de ejemplo: someter a una
persona a la prueba del alcoholímetro , la detención que haga un policía de
tránsito, una orden de presentación y localización, citatorios, orden de embargo,
orden de cateo y visitas domiciliaria, para que tales actos de molestias se han
válidos, es requisito ineludible el cumplimiento de las garantías de mandamientos
escrito, que tal mandamiento sea expedido por autoridad competente y que la
casusa legal del procedimiento este fundada y motivada, todas en su conjunto que
la doctrina y criterios jurisprudenciales consideran como garantías de seguridad
jurídica.

Seguridad jurídica, alcance de las garantías instrumentales de mandamiento


escrito, autoridad competente y fundamentación y motivación, previstos en el
artículo 16, primer párrafo de la constitución federal, para asegurar el respeto a
dicho derecho humano de la. De la primera y segunda sala de la Suprema Corte
de la Justicia de la Nación, publicadas en el Semanario Judicial de la Federación
Gaceta, Novena Época, Tomos XXII, agosto del 2005, pagina107 de rubro:
“Procedimiento seguido en una vía incorrecta por sí mismo causa agravio al
demandado y por ende contra viene su garantía de seguridad jurídica” y XXIV,
octubre de 2016, página 351, de rubro “garantía de seguridad jurídica sus
alcance”. Consiste en que la persona tenga certeza sobre su situación ante las
leyes, o la de su familia, posesiones o sus demás derechos, en cuya vía de
respeto la autoridad debe sujetar sus actuaciones de molestia a determinados
supuestos, requisitos y procedimientos previamente establecidos en la
Constitución y en las leyes, como expresión de una voluntad general soberana,
para asegurar que ante una intervención de la autoridad en su esfera de derechos,
sepa a qué atenerse.

El primer requisito que deben cumplir los actos de molestia es el de constar por
escrito, que tiene como propósito que le ciudadano pueda constatar el
cumplimiento de los restantes esto es que proviene de autoridad competente y
que se encuentre debidamente fundado y motivado. El elemento relativo a que el
acto provenga de autoridad competente, es reflejo de la adopción en el orden
nacional de otra garantía primigenia del derecho a la seguridad, denominada
principio de legalidad conforme al cual, las autoridades solo pueden hacer aquello
para lo cual expresamente les faculta las leyes. La ley es la manifestación de la
voluntad general soberana y finalmente, en cuanto a fundar y motivar la referida
Segunda Sala del Alto Tribunal definió, desde las Séptima Época, según consta en
su tesis 260, publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación
1917-1995, Tomo VI Materia Común, Primera Parte, pagina 175 de rubro:
“Fundamentación y motivación”, se entiende que ha de expresarse con exactitud
en el acto de molestia el precepto legal aplicable al caso y por motivar, debe
señalarse con precisión las circunstancia especiales, razones particulares o
causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para emisión, siendo
necesario, además que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, lo cual tiene como propósito confirmar que al conocer el destinatario
del acto el marco normativo en que el acto de molestia surge y las razones de
hecho consideradas para emitirlos pueda ejercer una defensa adecuada ante el
mismo. En el primer párrafo del artículo 16 constitucional, no cabe asumir una
postura dogmatizante en la que se entienda que por el solo hecho de establecerse
dichas condiciones, todas las autoridades emiten actos de molestia debidamente
fundados y motivados, la practica confirma que los referidos son con frecuencia
inobservados y no demerita el hecho de que la Constitución establezca esa serie
de condiciones para los actos de molestia, esto conduce a reconocer un panorama
de mayor alcance y eficacia de la disposición en análisis, en la medida en que las
garantías instrumentales de mandamiento escrito, autoridad competente y
fundamentación y motivación mencionadas, se encuentran contenidas en un texto
con fuerza vinculante respecto del ordenamiento jurídico, se hace posible que los
gobernados tengan legitimación para aducir la infracción al derecho a la seguridad
jurídica para asegurar su respeto, únicamente con invocar si inobservancia; se da
cabida al principio de interdicción de la arbitrariedad y se justifica la existencia de
la jurisdicción de control, como entidad imparcial a la que corresponde derimir
cuando los referidos requisitos han sido incumplidos y sancionar esa actuación
arbitraria mediante su anulación en los procedimientos de mera legalidad y por lo
que atañe al juicio de amparo, a través de la restauración del derecho a la
seguridad jurídica vulnerado.
La garantía de seguridad jurídica vinculado en un primer plano, se hace efectiva a
través de las garantías de:

Mandamiento escrito

El acto de autoridad debe constar por escrito, en sentido contrario, no se cumple


con tal garantía si el acto de molestia se genera a través de mandamiento u
órdenes verbales.

Autoridad competente

La autoridad autora y ejecutora del acto de molestia, sustente su actuación en


disposiciones normativas que le atribuyan y reconozcan la facultad para poder
afectar o modificar la esfera de derechos de las personas; conocido también como
principio de la legalidad, a las autoridades únicamente les está permitido hacer
todo aquello que en su favor está previsto en los ordenamientos del sistema
jurídico mexicano.

Fundamentación

Las autoridades que lleven a cabo un acto de molestia deben citar con exactitud y
precisión las normas legales que la facultan para emitir precisamente el acto de
molestia de que se trate; debe señalarse con puntualidad en el mandamiento
escrito artículo, inciso, párrafo, según corresponda, de la norma de carácter
general que funde su competencia y actuación. Si se trata de una norma compleja
abra de transcribirse la parte correspondiente, con la única finalidad de especificar
con claridad certeza y precisión.
Motivación

Debe señalarse las circunstancias especiales, las razones particulares o causas


inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión de acto de
molestia, debiendo existir una adecuación entre los motivos aducidos y las normas
aplicables, lo que se logra a través de la argumentación jurídica.

Es importante indicar que si se trata de un acto de molestia, las personas tienen el


derecho de existir ser respetados en su favor, indistintamente, de acuerdo a la
naturaleza del acto concreto de la autoridad, las garantías contempladas en
ambos numerales que le sean aplicables; permite precisar que a los actos de
autoridad le son aplicables en lo conducente las garantías previstas en los
articulas 14, párrafo segundo y 16, párrafo primero, de la Constitución Federal; por
ejemplo si se trata de un acto de molestia como puede ser un citatorio o un
decreto expropiatorio que constituye un acto privativo, a pesar de ser actos de
naturaleza distinto, a ambos les son comunes el que deban constar por escrito,
estar fundados, motivados y suscritos por autoridad competente,
independientemente de que le sean aplicables garantías diversas, como pueden
ser el juicio y tribunal previo, las formalidades esenciales del procedimiento.

No se omite manifestar y se continua insistiendo, que la violación a las garantías


que la autoridad debe dar cumplimiento o de nuestros derechos humanos, permite
ocurrir ante las autoridades, para la promoción del juicio de amparo, promover una
queja ante la comisión nacional de los derechos humanos e instituciones similares
en las entidades federativas, un juicio para la protección de los derechos políticos
electorales del ciudadano, un juicio de revisión constitucional electoral.

Garantías previstas en el artículo 17 Constitucional

Artículo 17: toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por
tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen
las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Sus
servicios serán gratuitos.

Tutela jurisdiccional o judicial efectiva

La garantía se traduce en el derecho que tiene las personas de acceder mediante


el ejercicio de una acción civil, penal, mercantil, laboral, etc, según corresponda,
ante los tribunales competentes para formular un juicio de alimentos, una
demanda de divorcio, un juicio de arrendamiento, etc., y que motiva un
pronunciamiento por parte de la autoridad, que puede un auto de admisión o
inadmisión de demanda o de prevención. Esta garantía comprende, el derecho de
ocurrir a juicio para oponer o plantear una defensa, cuando tenga el carácter de
parte demandada.

Tutela jurisdiccional efectiva y debido proceso. Cualidades de los jueces conforme


a esos derechos fundamentales. El derecho fundamental a la tutela jurisdiccional
efectiva, puede definirse como el derecho público subjetivo que toda persona tiene
dentro de los plazos y términos que fijen las leyes para acceder de manera
expedita a tribunales independientes e imparciales a plantear una pretensión o a
defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso se respete ciertas
formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y en se ejecute esa
decisión. La propia primera sala estableció que el derecho a la tutela jurisdiccional
tiene tres etapas que corresponden a tres derechos, que son: 1. Una previa al
juicio, a la que le corresponde el derecho de acceso a la jurisdicción que parte del
derecho de acción como una especie de petición dirigido a las autoridades
jurisdiccionales y que motiva un pronunciamiento por su parte; 2. Una judicial que
va desde el inicio del procedimiento hasta la última actuación y corresponden los
derechos fundamentales del debido proceso; 3. Una posterior al juicio, identificada
con la eficacia de las resoluciones emitidas o el derecho a ejecutar la sentencia,
vinculado a este derecho fundamental, en específico, a la etapa judicial, el artículo
14, segundo párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece el derecho al debido proceso que tiene toda persona como parte
sustancial de cualquier procedimiento de naturaleza jurisdiccional y que
comprende a las denominadas formalidades esenciales del procedimiento, que
permiten una defensa previa a la afectación o modificación jurídica que puede
provocar el acto de autoridad y que son (I) la notificación del inicio del
procedimiento; (II)la oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se
finque la defensa (III) la oportunidad de alegar; (IV) una resolución que derima las
cuestiones debatidas; (V) la posibilidad de impugnar dicha resolución. Cada una
de esas etapas y sus correlativos derechos también están relacionados con una
cualidad del juzgador. La primera cualidad, es la flexibilidad, conforme a la cual
toda traba debida a una aspecto de índole formal o cualquier otras circunstancia
que no esté justificada y que ocasione una consecuencia desproporcionada
deberá ser removida a efecto de que se de curso al planteamiento y las partes
encuentren una solución jurídica a sus problemas. Los juzgadores deben distinguir
entre norma rígida y flexible, y no supeditar la admisión de demandas o recursos
al cumplimiento o desahogo de requerimientos intranscendentes, que en el mejor
de los casos vulnera la prontitud de la justicia y en el peor de ellos son verdaderos
intentos para evitar el conocimiento de otro asunto. La segunda cualidad,
vinculada al juicio, va desde la admisión de la demanda hasta el dictado de la
sentencia, donde como se indicó deben respetarse las citadas formalidades
esenciales que conforman el debido proceso, es la sensibilidad, el juzgador sin
dejar de ser imparcial, deben ser empático y comprender a la luz de los hechos de
la demanda, que es lo que quiere el actor y el demandado cuya solución se pide
fijar correctamente la Litis, suplir la queja en aquellos casos en los que proceda
hacerlo, ordenar el desahogo oficioso de pruebas cuando ellos sea posible
innecesario para conocer la verdad evitar vicios que ocasionen la reposición del
procedimiento y dictar una sentencia con las suficiente motivación y
fundamentación para no solo cumplir con su función sino convencer a las partes
de la justicia del fallo y evitar en esa medida, la dilación que supondría la revisión
de las sentencia. La ultima cualidad que debe tener el juzgador, vinculada a la
tercera etapa del derecho de acceso a la justicia de ejecución eficaz de la
sentencia, es la severidad, pues agotado el proceso, declarado el derecho y
convertido la sentencia de condena en cosa juzgada, es decir en una entidad
indiscutible, debe ser enérgico de ser necesario, frente a su eventual contradicción
por tercero. En efecto el juzgador debe ser celoso de su fallo y adoptar de oficio
todas las medidas necesarias para promover el curso normal de la ejecución, en
caso contrario las decisiones judiciales y los derechos que en la mismas se
reconozcan o declaren no serían otra cosa que declaraciones de intenciones sin
alcance practico ni efectividad alguna. El juzgador debe entender que el debido
proceso no aplica a la ejecución con la misma intensidad que en el juicio, que el
derecho ya fue declarado; que la ejecución de la sentencia en sus términos es la
regla y no la excepción que la cosa juzgada no debe ser desconocida bajo
ninguna circunstancia y que todas las actuaciones del condenado que no abonen
a materializar su contenido deben considerarse sospechosas y elaboradas con
mala fe y por ende, ser analizadas con suma cautelas y desestimadas de plano
cuando sea evidente que su único propósito es incumplir el fallo y por último que la
normativa le provee de recursos jurídicos suficientes para hacer cumplir sus
determinaciones, así sea coactivamente.

Se plantea un segundo momento de naturaleza estrictamente judicial o


jurisdiccional, que corresponde del inicio del proceso, juicio o procedimiento, hasta
la última actuación que generalmente es una sentencia, resolución administrativa
o laudo; destacan el derecho humano al debido proceso, conformada por las
formalidades esenciales del procedimiento.
Conclusión

Las garantías del debido proceso que se aplican a cualquier procedimiento de la


naturaleza jurisdiccional se identifican como formalidades fundamentales del
procedimiento, estas garantías se deben proteger ya que se encuentran en
nuestra constitución y son de todas las personas.

La primera sala de la suprema corte de la justicia de la nación y otros tribunales


del poder judicial de la federación, en criterios jurisdiccionales considera a las
formalidades principales del procedimiento como derecho humano.

Cuando se realicen actos de molestia a una persona, es un requisito necesario el


cumplimiento de las garantías de mandamiento escrito, y debe ser expedida por
una autoridad competente, legal del procedimiento, fundada y motivada, por lo
tanto, se consideraría como las garantías de seguridad jurídica.

La garantía de seguridad jurídica es efectiva a través de las garantías de:


mandamiento escrito, autoridad competente, fundamentación y motivación, si
estos puntos no existieran, no tendrían sentido ciertas garantías.

La garantía de tutela jurisdiccional o acceso efectivo a la justicia, se puede


estudiar desde tres momentos.

Todo juzgador es importante que conozca la norma rígida y flexible, también debe
ser empático, comprender la demanda o en si entender el problema jurídico, para
fijar un buen resultado.

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