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UNIDAD 1

Derecho Concursal. Antecedentes de los procedimientos concursales. Evolución en el Derecho


Argentino: Código de comercio, Evolución legal, reformas y normativa actual principales aspectos.

En todos los tiempos se ha distinguido el proceso colectivo del proceso individual. El primero, es
el que se presenta cuando existen, en la generalidad de los casos, varios acreedores y un solo deudor y
éste se decide por su concurso preventivo o quiebra; mientras que el segundo, es el que se presenta,
también en la generalidad de los casos, un acreedor frente a un deudor dentro de un proceso judicial
especifico, como un juicio ejecutivo, un cobro de pesos, cumplimiento de contrato, etc.

En el proceso colectivo, casi todos los acreedores concurren al mismo en un pie de igualdad y sin
que importe si uno de ellos promovió acción individual en forma anterior; mientras que en la acción
individual, quien promueve la acción y traba embargo sobre bienes del deudor, logra un beneficio respecto
de los otros acreedores que se mantuvieron inactivos o que embargaron en forma posterior.

En ambos procesos los bienes del deudor constituyen la garantía de cobro del acreedor, con la
salvedad que en el primero todos los acreedores, a partir de la apertura del concurso preventivo o
declaración de quiebra, se encuentran bajo una igualdad de trato y posibilidades de cobro, con excepción
hecha, claro está, de los acreedores privilegiados que perciben primero sus créditos y sólo en caso de
existir remanente se distribuye a prorrata entre los restantes acreedores comunes o quirografarios.

En la acción individual satisface su crédito primero quien llega a subastar los bines, respetando
desde luego, los eventuales privilegios que pudieran pesar sobre ellos o embargos que se pudieran haber
trabado. Al proceso preventivo deben concurrir, en principio, todos los acreedores y quienes no lo hagan
aunque sea en forma tardía o en forma que indica la ley para casos especiales, pierden definitivamente
sus derechos como consecuencia de una especial prescripción, lo que no acontece en la acción individual,
donde los acreedores mantienen sus derechos hasta la prescripción ordinaria según el tipo de cada
obligación en particular.

Origen del proceso colectivo:

El proceso colectivo tiene su origen en el Derecho Romano, mientras que el proceso o acción
individual tiene raíz en el Derecho Germánico. En el proceso colectivo, desde antaño, quedó comprometido
el patrimonio todo del deudor y su producto, tal cual ya lo dijimos, estuvo destinado al pago de los
acreedores en proporción a sus créditos y de acuerdo a sus privilegios; mientras que en el proceso
individual lo producido siempre fue en beneficio de quien promovió la acción. Ambos procesos fueron
precedidos por el sistema de la coacción para conseguir el cobro del deudor remiso al pago. La disciplina
de la quiebra, fue evolucionando a medida que la civilización de los pueblos avanzaba y de acuerdo con
los cambiantes conceptos sobre la persona, la familia, el patrimonio, la propiedad, etc. Los fallidos en el
curso de la historia debieron sufrir las más severas sanciones como la pena de muerte, esclavitud y prisión
por deuda.

Luego, atenuadas las sanciones, los deudores fallidos estuvieron igualmente sometidos a
tratamientos vergonzantes, eran paseado, en compañía con un policía por lugares públicos, con un gorro
con el fin de que sus conciudadanos toman conocimiento de su estado de falencia y para que no se
contrate con él. Se pretendía con éste proceder excluirlos del comercio por su indigno actuar.

La quiebra, por entonces, entrañaba la muerte civil del comerciante quien quedaba sometido a una
serie de incapacidades políticas, civiles, que hacían de él un verdadero paria. La expresión bancarrota,
deviene casualmente de este tipo de medidas que se adoptaban en contra del deudor, consistente, entre
otras, en romper la banca en la cual ejercía su actividad en el mercado, donde acostumbraba a sentarse
el comerciante o tenía puesto de trabajo. Todo ello, por cuanto se entendía que al incurrir en insolvencia
el deudor había procedido fraudulentamente en perjuicio de sus acreedores. Se atribuía culpa a la persona.
A través de los siglos, las sanciones paulatinamente se fueron atenuando a tal punto que en la actualidad
se considera que la insolvencia del deudor no obedece siempre a una conducta reprochable del mismo,
sino muchas veces a los avatares propios de la actividad que desarrolla.

Antecedentes del concurso preventivo en nuestro país.

La legislación española se aplicó en el territorio argentino, no solo hasta el momento que se declaró
la independencia, sino durante muchos años posteriores. Así, tenemos que las ordenanzas de Bilbao se
referían a la quiebra en forma bastante completa, haciendo incluso una distinción entre deudores inocentes
y culpables, leves o graves. A los primeros se les debía guardar el honor de sus créditos por cuanto en
definitiva pagaban sus créditos con o sin intereses. A los otros se les analizaba la razón por la cual habían
incurrido en quiebra, y fundamentalmente, si habían o no cancelado sus obligaciones.

Los culpables fraudulentos, se los desapoderaba y se les designaba un depositario, nombrándose


un “sindico comisario” para administrar y liquidar los bienes. No podían hacerse convenio alguno entre
deudor y acreedor sin que tomen conocimientos los otros acreedores y el síndico. En marco de 1836, Juan
Manuel de Rosas dictó un decreto aboliendo todos los juicios de espera o quitas. En marzo de 1958 fue
abrogado el decreto de rosas, señalando entre sus fundamentos que: uno de los primeros deberes de la
administración es indudablemente venir en auxilio del comercio, de cuya prosperidad depende, en gran
parte, la prosperidad del Estado. Que si bien el mencionado decreto que se deroga pudo haber sido
conveniente en 1836, su derogación es hoy de una utilidad indisputable según lo expresa el tribunal de
comercio, como las principales casa comerciales y dictamen del asesor y no obstante los pareceres en
contrario del Fiscal de Estado y del Tribunal Superior de Justicia”.

Es así como se llega al Código de Comercio de 1862. En lo referido al concurso preventivo los
Dres. Vélez Sarsfield y Acevedo que: el comerciante desde los tiempos más remotos, ha estado sujeto a
la más dura legislación respecto de su persona. La civilización y la conveniencia de los acreedores llevaron
a la moderación en el rigor con que eran tratados, pero siempre quedaron sujetos a una presunción de
fraude que lo conducía necesariamente a prisiones de una duración indefinida. La industria libre en casi
todos los pueblos del mundo, el desenvolvimiento del comercio, la mayor facilidad de las comunicaciones
y todo el estado social de los pueblos modernos anima y arrastra a mil empresas, cuyos ensayos no
siempre son felices: las observaciones más comprobadas nos demuestran hoy, que en el mayor número
de los fallidos no hay un fraude punible. Los jurisconsultos modernos del más alto crédito aconsejan hacer
cesar ya la presunción de fraude en las quiebras mientras no hubiere motivos especiales.
No obstante con el Cc el comerciante ante el fracaso de su actividad, se veía inmerso en un enorme
desprestigio, por lo que se encomendaron proyectos modificatorios, sin que prosperara ninguno de ellos,
hasta llegar al año 1902 en que se dicta la ley 4156, que rigió hasta el año 1933. A esta ley le sucede la
Ley 11.719, que se conoce como “Ley Castillo”, rige a partir de 1932. Esta nueva ley constituía un deseo
puesto en evidencia repetidas veces por nuestros tribunales, por lo que existían 16 proyectos de reforma.
Cuando se criticaba la anterior ley y con el animo de lograr la sanción de esta nueva ley, se señalaba que
la anterior se sancionó en nuestro país después de haber sido derogada en Inglaterra por perjudicial. Esta
ley se dicto luego de la crisis mundial de 1930, que se generara en Estados Unidos. Las potencias
mundiales impusieron condiciones a los países subdesarrollados obligándolos a trabajar a pérdida, lo que
llevó a muchos de ellos a incumplir con sus obligaciones y caer en insolvencia.

La ley Castillo abandona el sistema privatista y voluntarista de la ley 4156 y retoma un


procedimiento con mayor tutela del Estado, haciendo especial hincapié en procurar prevenir y reprimir el
dolo y el fraude, que se habían instalado durante la vigencia de la ley 4156. En el año 1967 se constituyó
una comisión de reforma del Cc de donde surgió la ley 19.551.

La critica que se le realiza a la ley 19.551 es que resultó sumamente favorable a los deudores,
además de otorgarle a la justicia un rol que en definitiva nunca se pudo cumplir adecuadamente, ya que
de acuerdo a nuestras estructuras judiciales, no se cuenta con medios suficientes como para concluir
certeramente si el deudor era o no merecedor de una solución preventiva, si podía o no cumplir con la
propuesta de pago, además de colocar a los magistrados en una función de controlador del patrimonio del
concursado.

Cabe añadir la crisis del año 1980 en el que a diario veíamos como las más importantes empresas
de nuestro medio se presentaban en concurso preventivo. Hoy, a la distancia vemos también como esas
empresas desaparecieron, con un grave daño por cuanto ellas no fueron sustituidas por otras empresas,
y sabemos además, que tampoco los acreedores recuperaron sus créditos. desde luego que esto no es
obra exclusiva de una mejor o peor ley concursal, pero si sabemos también que una adecuada ley es
capaz, en muchos casos, de salvar la empresa fuente en definitiva de riqueza y trabajo.

Modificaciones a la ley 24.522

Ley 25.563

Puede ser calificada como nefasta, no solo por su inconsistencia jurídica y deplorable técnica
legislativa, sino y fundamentalmente, por cuanto ella fue dictada a las apuradas frente a la necesidad de
amortiguar la grave crisis económica financiera reconocida por la Ley 25.561 que fuera aprobada el mismo
día que la primera y dentro de una realidad compleja. A la ley 25.563, la acompañaron una serie de leyes,
decretos y resoluciones que impidieron la libre disposición de los depósitos bancarios de los ahorristas se
reprogramación compulsiva, y además se impuso una conversión fija $1,40 por cada dólar
estadounidense, cuando el valor de la divisa en el mercado libre resultaba muy superior.

Dentro del desorden administrativo, político y económico en que el que en menos de 15 días se
sucedieron 5 presidentes de la Nación (de la Rúa, Puertas, Rodriguez Saa, Camaño y Duhalde) se dicta
esta ley, la cual además de mezclar la misma con disposiciones estrictamente económicas, se dispuso
entre otros ítems la pesificación $1 un dólar de todas las deudas existentes por entonces en el sistema
financiero, provocando entre los ciudadanos un grosero cambio de las modalidades y condiciones
contractuales, se prohibió la indexación de los precios, la re-potenciación de las deudas y derogó toda
norma que resulte impeditiva de los objetivos previstos por esta ley. Se trató de sus suspender los juicios
de contenido patrimonial en contra de los deudores, la efectivización de las medidas cautelares por un
plazo de 180 días, término éste en que tampoco se podía solicitar la quiebra de un deudor.

La ley 25.563, modificatoria de la ley de concursos, en su procedimiento estableció plazos


exagerados como el de 180 días (hábiles judiciales) para el período de exclusividad, plazo éste que podía
extenderse por otros 180 días más, como asimismo, postergó las obligaciones concordatarias por un año
más. En efecto, si los concursados debían abonar conforme su propuesta concordataria aprobada y
homologado, el plazo automáticamente se prorrogo por un año más. También derogó por completo el
llamado cramdown. Solo la presión extranjera hacia nuestros gobernantes posibilitó la sanción de la Ley
25.589, que de algún modo implica un regreso a la anterior ley 24.522, empero mejorada.

Ley 25.589

La llamada CONTRAREFORMA, por cuanto en gran medida se dejó sin efecto la ley 25.563 y se
volvió a la anterior ley 24.522, con algunas modificaciones. En primer lugar, esta ley modifica el plazo del
periodo de exclusividad estableciéndolo en 90 días, con posibilidad de extenderlo por 30 días más, dejando
sin efecto aquel insólito período de 180 días que podía extenderse por otro período igual, previsto en la
ley 25.563. Consideramos que la contrarreforma, no se ajustó a las necesidades de aquellos tiempos,
simplemente mejoró sustancialmente la anterior y en gran medida retornó a la anterior Ley 24.522. La
contrarreforma, al reducir el plazo del período de exclusividad, de alguna forma se logró menguar el
deterioro del crédito que se consume en el tiempo, empero no solucionó el fondo de la cuestión todavía
obliga a un estudio mucho más prologando.

Celebramos si las modificaciones impuestas por esta Ley 25.589 en lo referido al Concurso
Preventivo Extrajudicial, instituto éste que pudo convertirse en la solución de las partes acreedor- deudor,
por cuanto otorgó una mayor certidumbre, recaudo indispensable en el ámbito económico mercantil. Sin
embargo el transcurso del tiempo ha demostrado lo contrario, por cuando no estamos ante una normativa
utilizada como se pensó que podía ocurrir. También la contrarreforma incluye expresamente la facultad de
la valoración homologatoria de los jueces, que con la anterior Ley 24.522 se cuestionaba su vigencia o
facultad. En efecto, si dijo que durante la ley 24.522, obtenidas las mayorías necesarias el juez se
encontraba compelido a aprobar el acuerdo logrado sin posibilidad de meditación alguna de su parte.

Otro punto relevante de esta ley, es lo atinente al límite mínimo de la propuesta de acuerdo
preventivo. La ley anterior establecía que si la propuesta consiste en una quita, aún cuando contenga otras
modalidades, el deudor debía ofrecer por lo menos, el pago del 40% de los créditos quirografarios. Este
límite no regía para el caso de cramdown y así lo expresaba textualmente el art. 43. La contrarreforma
deroga la existencia de este límite, por lo que el concursado libremente puede formular su propuesta sin
la existencia de este mínimo.

Esta ley 25.589 restablecer la vigencia del cramdown aunque con alguna diferencia respecto del
anterior. Continúan las limitaciones en cuanto solo pueden acudir a este instituto las sociedades de
responsabilidad limitada, las sociedades por acciones, las sociedades cooperativas y aquellas en que el
Estado nacional, provincial o municipal es parte, incluyendo al propio concursado que puede participar en
el cramdown y que antes le estaba vedado.

Ley 26.086

Esta ley, cuya vigencia data de 2006 modifica siete art. (14, 16,21, 56 ,72, 132 y 133), empero con
tan escaso número de artículos reformados logró tirar por tierra elementales principios concursales. Esta
ley, al igual que las dos leyes anteriores, se caracteriza por su apresurado tratamiento y como
consecuencia de ello, los jueces una vez más se han visto obligados a forzar su aplicación en los procesos
concursales.

Fue redactada también en forma apresurada y como muestra de ello basta con observar cómo
elimina del art 14 la constitución del comité provisorio de acreedores; para con posterioridad (art 16 y 42)
refiérase al mismo como si hubiera se le hubiese dado nacimiento. En otras palabas, en el apuro se
olvidaron del comité, el que debía haber mantenido. Es que, la constitución del comité de acreedores,
aunque en forma provisoria, tiene mucha importancia en el proceso concursal por cuanto los pretensos
acreedores tienen en dicho órgano su representación, lo que no sucede con el órgano sindical que cumple
un rol estrictamente técnico y que no representan a los acreedores ni al deudor. Por esta razón, pese a
que la ley no lo menciona, los jueces se han visto forados a soslayar semejante yerro, y aun cuando la ley
no lo decía, dieron nacimiento y constituyeron igualmente los comités provisorios desde el comienzo mismo
del proceso y como si la ley lo hubiera mantenido.

La reforma, en general, impregnada por el signo político gobernante, sin duda alguna que tiende
a beneficiar al sector trabajador y tiene por fin, consecuente con su objetivo, facilitar el cobro de las
acreencias de los trabajadores, pronto pago laboral y para ello le impone a la sindicatura desde el inciso
mismo del proceso concursal (art 14) la presentación de un informe preliminar, con previa auditoria, sobre
los pasivos concursales y otro informe mensual con el cual se controla la evolución de la empresa durante
el proceso del concurso.

La mayor novedad de esta ley radica en el fuero de atracción puesto que permite mantener
desperdigados los juicios en contra del concursado o fallido (art 21, 132 y 133) al exceptuar de la obligación
de radicarse en el juzgado concursal los juicios laborales. La ley 26.086, incorpora asimismo otra nueva
obligación para la sindicatura, cual es la de constituirse en parte necesaria en dichos procesos,
independientemente del lugar y fuero en que tales juicios se encuentren radicados.

Ley 26.684

Nos encontramos ante una importante reforma de la ley ya que modifica nada más y nada menos
que 30 art., con lo cual, otra vez se vuelven a tocar tradicionales conceptos que venían rigiendo en la ley
concursal. A nuestro criterio cambia acertadamente la denominación del comité de acreedores por el de
comité de control el cual debe estar integrado por los acreedores y por un representante de los
trabajadores, al que luego, en oportunidad del dictado de la resolución de categorización se le suman dos
representantes más de los trabajadores, con lo que queda integrado el comité de control definitivo con 3
trabajadores. Deja sin efecto la suspensión, de los convenios colectivos de trabajo, como también los
intereses de los créditos laborales, abandonando de esta forma aquel entendimiento que ante una
situación de crisis, todos los interesados debían de alguna forma prestar su colaboración con el fin de
mantener la fuente de trabajo, incluso los trabajadores.

En el pronto pago laboral, además de tomar algunos recaudos para evitar que los trabajadores
sean burlados por la patronal, lo cual deviene acertado, se incrementan los fondos que se deben afectar
para su pago del 1% al 3% del ingreso bruto; ellos desde luego, en tanto no existan fondos líquidos
disponibles, por cuanto si así sucede se deben utilizar tales fondos y abonar en su totalidad, con el límite
máximo de cuatro salarios mínimos vitales y móviles por cada trabajador.

En lo que quizás sea la parte más importante de la reforma, se establece un sistema ad hoc, en el
que se posibilita a los trabajadores comprar en el salvataje, cramdown, las acciones o cuotas
representativas del capital social de la concursada, con la liquidación de los créditos laborales que prevé
el art 48 bis y mediante la constitución de cooperativas. Estos créditos que le corresponderían al trabajador,
dice la reforma podrán hacerse valer para intervenir en el salvataje. Es decir, una especie de
compensación, por cuanto se compra las acciones o cuotas de capital, con lo que la empresa o concursado
le debería abonar al trabajador en caso de despido. Decimos le deberían y no le debe al trabajador, por
cuanto para que efectivamente ello ocurra la relación laboral debió haber finiquitado por despido, lo que
por cierto la en está instancia preventiva y de apertura del cramdown todavía no sucede y el trabajador
mantiene aun el vínculo con la empresa, por no haber sido despedido.

Tan poco disimulado es el favoritismo que el legislador tiene por los trabajadores, que en caso del
cramdown cooperativo conformado por los trabajadores de la misma empresa concursada, tanto la AFIP,
como el Banco de la Nación Argentina, están ambos obligados por esta ley a prestar conformidad con la
propuesta que formule la cooperativa. Obvio que esta obligación de voto favorable no se extiende para los
restantes participantes en el salvataje, violentando de esta forma y otra vez, la igualdad de los
competidores y por ende igualdad de las personas ante la ley.

En definitiva, ésta reforma tal vez está sustituyendo el principio de conservación de la empresa por
el de conservación de empleo o fuente de trabajo; o mejor dicho modifica el principio de la conservación
de la empresa por el cambio de los dueños de la empresa. Consideramos que esas modificaciones atentan
contra el crédito y la seguridad jurídica, sin desconocer que estas disposiciones han sido tomadas como
consecuencia de una realidad, esto es, que más de un centenar de empresas en estado de quiebra han
sido de hecho tomadas por los trabajadores, han sobrevivido en el tiempo e inclso algunas de ellas han
duplicado su personal.

Principios generales de los procesos concursales

Nos encontramos frente a una ley de fondo en el sentido que crea derecho e incluso modifica
conceptos y principios que mantienen vigencia fuera del ámbito concursal y ante una ley de forma, por que
establece un procedimiento con normas adjetivas especificas propias, a la que los interesados se deben
ajustar. La ley, la doctrina y la jurisprudencia han resultado unánimes en sostener la necesidad de la
acreditación de la causa generadora del crédito a fin de evitar los tan comunes concilios fraudulentos entre
el concursado deudor y terceros desaprensivos que solo intentan beneficiar al deudor, burlando de esta
forma la buena fe de los restantes verdaderos acreedores concurrentes.
En material procesal es innovadora esta ley, ya que crea disposiciones puntuales especificas y
contraria a los códigos rituales de mayor aplicación, tal es el caso de la inapelabilidad de las resoluciones
(art 273) como principio general, cuando en materia civil y comercial la regla es la permisividad de la
apelación. Otra distinción en materia procesal la encontramos en las amplias facultades que la ley le
confiere al juez de la causa quien tiene la dirección del proceso. Cabe si aclarar que estas amplias
facultades han sido sensiblemente menguadas comparativamente a la anterior ley 19.551. la ley 25.589
adopta una posición intermedia entre aquella ley y la ley 24.522, que limitaba la actuación judicial al
cómputo y de haberes obtenido las mayoras, nada impedía su homologación. Esta ley, dispone que
conseguidas las mayorías se debe proceder con la homologación, empero concluye el art 52 indicando
que “en ningún caso el juez homologará una propuesta abusiva o en fraude a la ley”

Con la ley 25.589, la voluntad de los acreedores vale y solo podrá el juzgador apartarse de ella en
caso de encontrarse frente a una propuesta abusiva o en fraude a la ley.

Principios que rigen la materia:

1. Universalidad
2. Colectividad de acreedores
3. Concurrencia
4. Igualdad de acreedores
5. Amplitud de soluciones preventivas
6. Oficiosidad

1. Universalidad: debemos entender por dicho concepto la totalidad de los bienes comprometidos
en cuanto los efectos del concurso afectan la integridad del patrimonio del deudor cuanto los efectos del
concurso afectan la integridad del patrimonio del deudor –universalidad objetiva- con la excepción de
algunos escasos bienes que se consideran necesarios e indispensables para la persona y en resguardo
de su dignidad. También se refiere a la totalidad de los acreedores (universalidad subjetiva) concepto este
que se confunde con el de pluralidad o colectividad, desde el momento mismo que la ley le impone a estos
acreedores, sin distinción alguna, la debida concurrencia al proceso concursal en la forma que la ley indica,
esto es a través del proceso de verificación de créditos, que no es otra cosa, que la forma en que el
acreedor se incorpora al proceso concursal con el fin de hacer valer sus derechos y pretensiones. Se
sustenta en disposiciones concursales que corresponden a tener presente, tal es el caso de la prohibición
de deducir nuevas acciones legales en contra del concursado o quebrado, debiendo entonces
ineludiblemente el acreedor recurrir al proceso previsto por esta ley, y como única forma de poder
participar. En otras palabras, la participación de los acreedores en el proceso concursal no es voluntaria
sino obligatoria, so pena de perder definitivamente sus derechos.
2. Colectividad de acreedores: está referido a la necesaria y obligatoria concurrencia al proceso de
todos los acreedores concursales, quienes no lo hagan no pueden utilizar otra vía alternativa para el
ejercicio de sus derechos. La universalidad y a la colectividad, son conceptos que encierran la totalidad de
los bienes del deudor, como también la totalidad de los acreedores de éste. La colectividad no implica que
no sea viable un concurso preventivo de un acreedor, lo que el principio indica es que, de existir pluralidad
de acreedores, todos ellos, de una u otra forma, deberán concurrir al concurso independientemente de si
ellos fueron o no atraídos.
3. Concurrencia: los acreedores deben concurrir obligatoriamente al concurso a los fines de ejercitar
sus derechos, debiéndose hacer de la forma prevista por la ley, es decir, mediante el pedido de verificación
de créditos que se realiza ante el síndico, que tiene un trámite posterior de control reciproco, que cuenta
con una opinión técnica a cargo del sindico y que concluye con el dictado de la resolución del juez, que
declara el crédito insinuado, verificado, admisible o inadmisible. Esta solicitud de reconocimiento de una
acreencia, cuando es presentada ante el sindico y dentro del plazo otorgado por el juzgado en la resolución
de apertura del concurso, se denomina verificación tempestiva. Cuando no se concurrió en tiempo a este
procedimiento de verificación de crédito, los pretensos acreedores podrán hacerlos mediante el trámite
previsto en el art. 56 y se denomina verificación tardía. También se concurre a través de las verificaciones
de créditos que se realizan una vez concluidos los juicios de conocimiento y/o laborales, porque si bien
estos procesos pudieron desarrollarse fuera del ámbito concursal y en los juzgados de origen, igualmente,
obtenida la sentencia en el juzgado extraño, debe el interesado verificar su crédito, porque aquella
sentencia no es verificatoria de un crédito, sino que tal sentencia sirve de título para verificar un pretendido
crédito en el concurso. La resolución dictada por el juez del concurso que reconoce el derecho solicitado
en verificación, es la que convierte al pretense acreedor, en acreedor concurrente. Es decir, hasta tanto
no se revalida dentro del proceso concursal la condición de acreedor, no se logra tal status.
4. Igualdad de acreedores: impone un trato igualitario para todos los acreedores, quienes deben
soportar las pérdidas y obtener los recuperos en igual proporción con los restantes acreedores comunes.
Desde luego que este principio de igualdad está dirigido para los iguales y no para aquellos acreedores
que cuentan con privilegio o revisten el carácter de laborales. Por ello con tanta insistencia se dice “la
igualdad de los iguales”. En la quiebra cuando los bienes han sido subastados y se cuenta con el dinero
para ser distribuido, allí la igualdad es aritmética, debiéndose repartir en proporción a sus créditos. desde
luego siempre respetando el privilegio de los acreedores los que se mantienen tanto en el concurso como
en la quiebra.
5. Amplitud de soluciones preventivas: el concurso preventivo tiene por fin la solución de las
inconvenientes de tipo económico financiero que padece el deudor, para conservar la empresa. Por ello,
sin mezquindad alguna, la ley auspicia las más amplias gamas de posibilidades que se le puedan presentar
al deudor en oportunidad de tener que formular una propuesta de pago a sus acreedores, con el fin de dar
solución al patrimonio comprometido. Esta amplitud de soluciones preventivas se extiende hasta la etapa
procesal de formulación de la propuesta de acuerdo preventivo que debe realizar el concursado, por cuanto
de no mediar la obtención de las conformidades que representen mayorías que requiere la ley para poder
lograr, en definitiva, la homologación de un acuerdo preventivo, inevitablemente se dictará la quiebra, o
bien, se recurrirá al procedimiento de salvataje o cramdown, en el que las soluciones preventivas de la
fuente de trabajo, empresa, dejan de ser a favor del concursado y pasar a ser a favor de los trabajadores
organizados bajo un régimen cooperativo y/o de terceros interesados que participan en el denominado
proceso de salvataje.
6. Oficiosidad: el proceso concursal no requiere del impulso a cargo de la parte, es el juzgado quien
de oficio debe instar permanentemente el mismo. Desde luego, que la decisión de presentación en
concurso preventivo corresponde a la parte interesada quien se decide por peticionar la apertura de un
proceso concursal, lo que le está vedado al magistrado. La oficiosidad se encuentra estrechamente
vinculada a la inquisitoriedad, que consiste en las atribuciones que cuenta el magistrado, no solo de
dirección del proceso, sino fundamentalmente de investigación. Sin embargo existen algunos tramites
procesales que deben ser cumplidos en tiempo y forma por el concursado y que, en caso de no hacerlo,
las consecuencias pueden ser graves, tal es el caso de la publicación de edictos, el agrupamiento o
categorización de los acreedores, la formulación de la propuesta de acuerdo preventivo, etc.

Funcionarios y empleados concursales:

Como todo proceso especial cuenta con una serie de funcionarios que no existen en los otros
procesos:

1. Sindico (art 253)


2. Coadministrador (art 259)
3. Comité de control (art 260)
4. Enajenadores (art 261)
5. Evaluadores (art 262)
6. Empleados (art 263)

La voz “Concurso”. La Quiebra. El Concurso Preventivo. Parecidos y diferencias entre Concurso


Preventivo y Quiebra. El requisito Basilar Inamovible. Necesidad de la instancia privada y sentencia
judicial.

La voz “concurso”:

Hace referencia tanto al concurso preventivo como a la quiebra.

Concurso preventivo

Es un proceso tendiente a lograr un acuerdo entre el deudor y los acreedores para superar el
estado de cesación de pagos y evitar la quiebra. Solo procede a pedido del propio deudor.

Es un remedio judicial a los efectos de que tanto personas físicas como jurídicas puedan
renegociar las deudas contraídas con sus acreedores en un plazo y forma establecidos en la ley aplicable.

Quiebra (o proceso liquidatorio)

Es un proceso por el cual se liquidan todos los bienes del deudor para hacer frente al cumplimiento
de sus obligaciones. La quiebra puede ser directa (a pedido del deudor o de un acreedor) o indirecta
(cuando fracasa el concurso preventivo).

Parecidos y diferencias entre Concurso Preventivo y Quiebra.

Procesos concursales

CONCURSO PREVENTIVO QUIEBRA (o concurso liquidatorio)

Objetivo: revertir la cesación de pagos y Objetivo: liquidar los bienes del deudor
pagar a los acreedores para evitar la para pagar a los acreedores.
quiebra.
Puede ser pedido por el deudor Puede ser pedida por el deudor o acreedor

Cuando el concursado no cumpla con lo Se puede convertir en concurso preventivo


pactado en el acuerdo preventivo o (art 90)
cuando manifieste en el juicio su
imposibilidad de cumplirlo, el juez debe
declarar la quiebra, previa vista al
concursado y al cómite definitivo de
control.
Tienen como presupuesto objetivo para la apertura de ambos concursos: “estado de
cesación de pagos”

BOLILLA 2: CONCURSAL

Cesación de pagos: concepto. Teorías. Causas. Hechos reveladores. Universalidad.

Articulo 1: cesación de pagos. Universalidad.

La cesación de pagos es un concepto propio de la materia concursal, es presupuesto para la


apertura de los concursos, sea éste el concursos preventivo propiamente dicho o el concurso liquidativo,
que no es otra cosa que la quiebra. Se trata del estado económico del deudor, que se encuentra
imposibilitado de afrontar sus obligaciones en forma regular.

RIVERA el estado general y permanente de desequilibrio patrimonial, que coloca al deudor en la


imposibilidad de hacer frente, de manera regular, a las obligaciones exigibles.
QUINTANA FERREYRA estado del patrimonio, que sin disponibilidad de crédito se revela
impotente para atender las obligaciones exigibles, con bienes normalmente realizables en oportunidad de
dicha exigibilidad. (explicación)

Estado patrimonial:

Es decir, la situación en que se encuentra el patrimonio de una persona, ello en principio nada
tiene que ver con el incumplimiento de una obligación. Si bien en la definición se refiere al estado del
patrimonio, corresponde aclarar que la cesación de pagos es del deudor y no del patrimonio.

General y permanente:

La cesación de pagos se refiere a la situación económica del deudor en forma completa y a través
de un estudio global de su situación. No cabe el análisis parcial. Cuando decimos general y permanente
es porque la situación de hecho se muestra abarcativa de la totalidad del patrimonio y continúa en su
conducta. No debe entenderse que, para que se configure la cesación de pagos, esta situación económica
deba mantenerse a perpetuidad, tampoco el otro extremo de estar frente a una situación pasajera o
circunstancial del deudor.

Imposibilidad de hacer frente las obligaciones:

Es imposibilidad de cumplir por carecer de liquidez. Lo que corresponde es indagar si el deudor se


encuentra en condiciones de cumplir en tiempo propio con sus obligaciones. No tiene incidencia la
circunstancia que se cuenta con un patrimonio que supera largamente la obligación que se le reclama, se
trata de la posibilidad de la oportuna realización, lo que recién se conoce al momento de la venta.

De manera regular:

Significa esto que el deudor para dar cumplimiento con su obligación no realice sus bienes en
forma ruinosa, es decir a precia despreciable o recurriendo al crédito usurarios. El patrimonio del deudor
es prende común de los acreedores y es, precisamente, de donde estos podrán obtener el recupero del
crédito otorgado. Por ello los acreedores deben controlar la conducta del deudor en crisis.

Obligaciones exigibles:

Es decir de las obligaciones vencidas. Cabe aclarar que la obligación a la que se refiere esta
definición, es la obligación en sentido amplio, es decir, cualquier tipo de obligación (de hacer, de no hacer,
de dar). Solo es exigible la deuda liquida, consecuentemente para que el estado de cesación de pagos
resulte acreditado, la obligación no dineraria o ilíquida, necesariamente deberá ser transformada en suma
liquida.

Sin disponibilidad del crédito:

Se debe tener en cuenta los diversos recursos que cada deudor tiene a su alcance para atender
sus deudas exigibles y para ello corresponde considerar todos los medios de que puede éste valerse, entre
ellos y fundamentalmente, el crédito. La técnica contable excluye del activo a la posibilidad de obtención
de un crédito y ello es correcto por cuento por cuanto no resulta susceptible de ser valuado. Sin embargo,
la disponibilidad de crédito cobra transcendencia al momento de ponderar la solvencia o insolvencia. El
crédito no integra el activo sino el estado económico.

Las tres teorías (Rouillón)

1. La teoría materialista: se caracteriza por su simplicidad, ya que el mero incumplimiento de una


obligación acredita el estado de cesación de pagos y resulta suficiente para el dictado de la quiebra. La
critica más importante que recibe esta teoría es que se aparta de los principios rectores del proceso
concursal, que es el de la conservación de la empresa y no en la liquidación de patrimonios como medio
coercitivo de cobro.
2. Teoría intermedia: no hay cesación de pagos sin incumplimiento, pero no siempre los
incumplimientos importan cesación de pagos. Centra su fundamento en el cumplimiento o incumplimiento,
por cuanto, dice, es en definitiva cuanto le interesa al comercio. Mientras el deudor cumple con el pago no
puede decirse que existe insolvencia. También sostiene que el único medio inequívoco de apreciar si hay
insolvencia es el incumplimiento; los demás medios de prueba o son equívocos o no pueden verificarse
con facilidad. Empero destaca que como el incumplimiento puede obedecer a otras causas que no sea la
insolvencia, el juez debe apreciar, en cada caso, si hay o no hay cesación de pagos. Esta teoría aventaja
a la anterior en la mayoría flexibilidad de reconocer al juez en la tarea de identificar la existencia de la
cesación de pagos, presupuesto objetivo concursal.
3. Teoría amplia: considera a la cesación de pagos como un estado del patrimonio, que se revela por
hechos exteriores cuya enunciación taxativa es imposible y que el juez valora como indicios de la
impotencia de ese patrimonio. Que, el incumplimiento es solo un hecho más revelador de dicho estado. La
doctrina y jurisprudencia se alinea en esta última concepción sobre el estado de cesación de pagos,
considerándolo como un presupuesto objetivo de los concursos. En consecuencia, es un estado de
impotencia para satisfacer con medios regulares, las obligaciones inmediatamente exigibles.

Hechos reveladores de la cesación de pagos

La ley 24.522, en el ART 79 enumera una serie de hechos que pueden ser considerados como
acreditativos de la cesación de pagos. La enumeración solo puede ser ejemplificativa. El estado de
cesación de pagos es único, no hay más que un estado de cesación de pagos; sin perjuicio que el mismo
en un principio no se exteriorice y después, a través de otros hechos se muestre diferente más concreto o
quizá categórico frente al incumplimiento de una obligación.

Conclusión:

Al comienzo dijimos que la cesación de pagos prima facie es un presupuesto para la apertura de
los concursos reglados por esta ley. Ello es así por cuanto la ley también prevé excepciones y ellas están
contempladas en el ART 66, en lo referido a los concursos preventivos de dos o más personas, concurso
en caso de agrupamiento, en donde se requiere que uno solo de los integrantes del agrupamiento se
encuentre en cesación de pagos, el otro agrupado podrá no encontrarse en cesación de pagos y sin
embargo su concursalidad debe ser admitida.

Ocurre lo mismo con los garantes (art 68) quienes se encuentran bajo las disposiciones del
concurso en caso de agrupamiento y le resultan aplicables todas estas disposiciones, tal como lo expresa
la norma en su apartado final. La otra excepción está prevista en el Art 69, acuerdo preventivo extrajudicial,
que permite solicitar este acuerdo no solo al deudor que se encuentre en estado de cesación de pagos,
sino también a aquel que tuviese dificultades económicas o financieras de carácter general, es decir aquel
que sin encontrarse en estado de cesación de pagos, está pronto a ingresar en este estado, y para evitar
ello, como medida preventiva, opta por reunir a sus acreedores, hacer saber sus dificultades y obtener
extrajudicialmente la forma de remediar su situación, sin perjuicio de la homologación judicial que podrá
solicitar.

Acreditación del Estado de cesación de pagos:

La mera manifestación o confesión del estado de impotencia patrimonial, no constituye prueba


suficiente acreditativa de dicho estado, por lo que cabe acreditarla, de manera fehaciente, mediante algún
hecho revelador. Es que, si se trata de un presupuesto objetivo, no es suficiente la mera apreciación,
manifestación o confesión del interesado.

Universalidad: ya fue explicada en los principios.

Sujetos comprendidos en los procedimientos concursales. Juez competente. Concursos


declarados en el extranjero.

Artículo 2: sujetos comprendidos

La ley prevé el concurso de las personas de existencia visible y las de existencia ideal, con
prescindencia si ellas son comerciantes o civiles. La ley adiciona aquellas sociedades en las que el Estado
nacional, provincial o municipal sea parte, cualquiera sea el porcentaje de su participación. Con
anterioridad las sociedades del Estado, no resultaban posible de ser concursadas. Las numerosas
privatizaciones efectuadas por nuestro país durante el gobierno de Carlos Menem, obligó a considerar esta
situación y a la incorporación de estas empresas como sujetos susceptibles de concursabilidad, sobre todo
si a partir de su privatización debían responder con su patrimonio y ser responsables de sus actos,
deslindado de toda responsabilidad al Estado Nacional, Provincial o Municipal.

También admite en forma expresa la concursabilidad del patrimonio del fallecido, mientras se
mantenga separado del patrimonio de sus sucesores. La ley no impone plazo alguno para solicitar el
concurso del patrimonio de un fallecido, basta con que no haya confusión con el patrimonio del sucesor o
heredero.

Articulo 3: juez competente

Son dos las competencias a las que alude la norma:

1) En razón de la materia
2) En razón del lugar

En lo referido a la primera, la norma es clara al atribuir competencia a la justicia ordinaria, en


contraposición a la denominada justicia federal o tribunales especiales creados para determinadas
materias como la administrativa en los juzgados contenciosos administrativos.
En cuanto a la segunda, la ley distingue la competencia según se trate de persona física, jurídica
regularmente constituida, sociedades no constituidas regularmente, o deudor domiciliado en el exterior. A
cada una de ellas, con suficiente casuística determinada el juzgado que corresponde actuar.

Articulo 4: concursos declarados en el extranjero

Es un artículo que echa por tierra todo lo antes explicado respecto a la universalidad y colectividad,
habida cuenta que se entiende que un deudor, independientemente donde se encuentre radicado,
responde con todos sus bienes a todos sus acreedores, con prescindencia donde estos últimos se
encuentran radicados. Sin embargo ello no es así, y no lo es por la existencia de dos sistemas:

1. De unidad
2. Pluralidad

El primero, es todo cuanto señalamos al inicio, es decir pregona la extraterritorialidad del concurso,
los efectos del concurso se extienden a todos los países, por tanto, los bienes existentes en las diferentes
naciones responden al concurso abierto en una de ellas. También todos los acreedores, sin distingo de
nacionalidad o domicilio, deben concurrir al lugar donde tramita el concurso. El segundo sistema, el de la
pluralidad o territorialidad, contrario al primero, limita los efectos del concurso, al país donde el mismo se
produce. Es decir posibilita la pluralidad de concursos.

Nuestra ley, no adopta uno ni otro sistema en forma íntegra, en el primer apartado que, adhiere a
la extraterritorialidad pero no de todo el concurso, sino solo de la declaración de apertura del mismo lo que
autoriza a que en este país se solicite el concurso local o bien un acreedor quede habilitado a solicitar la
quiebra por un crédito que deba abonarse en éste país.

En este primer apartado adhiere a la territorialidad en cuanto protege a los acreedores


locales frente a la agresión de los acreedores extranjeros sobre bienes existentes en el país, obligándolos
a percibir sobre los posibles saldos una vez satisfechos los acreedores locales. Asimismo establece para
el procedimiento de verificación de créditos y cobro un sistema de reciprocidad, condicionando a que un
acreedor argentino se encuentre en similares condiciones en una situación inversa.

La ley protege a ultranza la “pars conditio creditorum” impidiendo que un acreedor se beneficie por
un cobro realizado en el extranjero con posterioridad a la apertura del concurso, disponiendo que dicho
cobro sea imputado al eventual cobro que le pudiera corresponder en el concurso que tramita en este país.
Concurso Preventivo: finalidad. Sujetos. Sociedades. Incapaces. Comerciante fallecido.
Presentación: contenido. Requisitos formales. Pequeños Concursos.

Articulo 5: sujetos

Adiciona a los mencionados en el art. 2 la posibilidad de que las sociedades en liquidación


soliciten su presentación en concurso preventivo. Es importante esta aclaración habida cuenta que
algunos jueces han llegado a interpretar que en tales supuestos no resultan susceptibles de concurso,
toda vez que su voluntad de liquidación ha sido ya exteriorizada. Corresponde distinguir que la
liquidación societaria nada tiene que ver con los concursos y se presentan situaciones absolutamente
diferentes en uno y otro supuesto.

El principio de la amplitud de soluciones preventivas impone la admisión de este tipo de


sociedades independientemente de su estado de liquidación si se quiere tutelar adecuadamente el
crédito, aunque la empresa se encuentre en liquidación por disposición de un organismo de control.

Articulo 6. Personas de existencia ideal. Representación y ratificación

Representación:

Quien posee la representación legal de una persona jurídica es quien se encuentra habilitado
para solicitar la formación de un concurso preventivo o quien debe otorgar el mandato suficiente para
ello. La ley impone una determinación previa del órgano de administración, ya que no se trata de un
simple acto de administración, sino una decisión de trascendencia que requiere la deliberación previa de
dicho órgano y consecuente resolución que se debe acompañar, de modo tal que no medie duda alguna
respecto de la determinación tomada por el órgano de administración.

Ratificación:

También exige la ley, una determinación posterior, cual es la de que los socios, quienes deben
ratificar la decisión adoptada por el órgano de administración de haber dispuesto la presentación en
concurso preventivo. En efecto, la persona ideal con el solo pedido de su representante legal avalado por
la decisión del órgano de administración logra su concursabilidad y obtiene la apertura del concurso
preventivo incluso; empero hasta acá ninguna participación tuvo el órgano de gobierno de la sociedad,
esto es la asamblea de socios pertinente, que en definitiva es quien expresa la voluntad societaria.

Es obvio que ésta ratificación no deviene exigible, cuando el órgano de administración concuerda
plenamente con la asamblea, órgano de gobierno, o socios, tal es el caso que habitualmente acontece
con las sociedades de responsabilidad limitada, en donde los gerentes peticionantes y firmantes de la
solicitud de apertura de concurso, son los únicos socios de la sociedad. Tal exigencia constituirá un
exceso ritual manifiesto.

“No puede darse curso a la convocatoria de acreedores de la SRL, hecho por quien, según las
constancias del Registro Público y a raíz de la cesión de cuotas y modificación del contrato social, no
tiene la dirección técnica y administrativa de la sociedad”.

“La petición formulada por sus representantes legales, debe serlo en forma conjunta si así se le
ha conferido la representación; están obligados también a presentar la constancia de la decisión del
órgano interno de administración, o sea el directorio.”

Articulo 7: incapaces e inhabilitados:

Incapaz:

ARTICULO 22.- Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de
derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples
actos, o actos jurídicos determinados.

ARTICULO 23.- Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus
derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.

ARTICULO 24.- Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:

a) la persona por nacer;

b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto en la
Sección 2ª de este Capítulo;

c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.

Inhabilitados

ARTICULO 48.- Pródigos. Pueden ser inhabilitados quienes por la prodigalidad en la gestión de sus
bienes expongan a su cónyuge, conviviente o a sus hijos menores de edad o con discapacidad a la
pérdida del patrimonio. A estos fines, se considera persona con discapacidad, a toda persona que
padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad y
medio social implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral.
La acción sólo corresponde al cónyuge, conviviente y a los ascendientes y descendientes.
ARTICULO 49.- Efectos. La declaración de inhabilitación importa la designación de un apoyo, que debe
asistir al inhabilitado en el otorgamiento de actos de disposición entre vivos y en los demás actos que el
juez fije en la sentencia.

ARTICULO 50.- Cese de la inhabilitación. El cese de la inhabilitación se decreta por el juez que la
declaró, previo examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la persona.

Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar
por sí o con apoyo.

Cualesquiera debe acompañar al concurso la ratificación del juez competente en el plazo


perentorio de 30 días hábiles posteriores, so pena de corresponder, de pleno derecho, la culminación
definitiva del proceso concursal iniciado. La falta de ratificación tiene efectos del desistimiento de la
petición y la cesación del procedimiento.

Articulo 8. Personas fallecidas:

La ratificación debe ser efectuada por los demás herederos y si uno de ellos rechaza esta
ratificación corresponderá merituar sus razones, pudiendo el renuente incurrir en abusos de derecho y en
consecuencia el juez prescindir de su conformidad. Lo que si constituye un requisito insoslayable es que
el patrimonio del fallecido se mantenga separado del patrimonio de los herederos, por cuanto si ello no
ocurre y dichos bienes se encuentran ingresados al patrimonio de los herederos y por ende confundidos,
estos responden con todos sus bienes por las deudas del causante. Se pretende que los sucesores, sin
perder el beneficio de inventario, puedan encontrar solución concursal al patrimonio del fallecido y sin
que ello le implique la asunción de riesgos propios. Es loable la disposición ya que tiende a evitar que
patrimonio comprometidos de personas fallecidas no sean abandonados e intenten su recuperación y
saneamiento.

Articulo 9. Presentación voluntaria:

Por la trascendencia del acto a realizar es menester que quien actúe en representación de quien
solicita la formación de un concurso preventivo cuente con facultad especial, por lo que el poder general
para juicio aparece, en principio, como insuficiente, al menos que en el mismo se cuente con una
clausula especial que autorice al mandatario a solicitar el concurso preventivo del mandante.

Articulo 10: oportunidad de la presentación

Este articulo tiene sentido en relación a la anterior ley de concursos (19.551) en la que se
imponía solicitar la formación de concurso dentro de 3 días de haber conocido o debido conocer su
estado de cesación de pagos. Desde luego que aquella normativa no fue respetada en momento alguno,
ya que los representantes optaban por efectuar la presentación en el momento que ellos consideraban
oportuno y no en el momento en que la ley lo imponía en forma generalizada y sin atender situaciones
particulares.

Esta obligación de presentar su pedido de concurso preventivo dentro de los 3 días de haber
conocido o debido conocer su estado de cesación de pagos fue dejada sin efecto por la ley 22.917. Aún
cuando la ley tiende a proteger al sujeto que se encuentra en estado de cesación de pagos y le posibilita
que se presente en concurso preventivo, y que sus acreedores le otorguen una posibilidad de pago
diferente a la convenida originariamente, la sola presentación en concurso, produce de hecho y en forma
casi automática la inmediata suspensión de todo crédito, ya que el concursado no consigue en adelante
que ninguna institución crediticia le otorgue crédito y sus proveedores, en la mayoría de las veces, son
también reacios a continuar confiando en el mismo.

Esta es una de las tantas criticas que se formula a esta ley y a las anteriores, ya que ninguna de
ellas previó un sistema de protección para personas o empresas en dificultades financieras, empero que
no se encuentran todavía en estado de cesación de pagos. Esta ley, avanzó algo al respecto con el
Acuerdo Preventivo Extrajudicial, art 69, donde se posibilita realizar acuerdos con los acreedores, aun
cuando el deudor no se encuentre en estado de cesación de pagos. Es decir posibilita acudir a esa
nueva figura concursal, tanto al que se encuentra en estado de cesación de pagos, como al que tuviese
dificultades económicas o financieras de carácter general.

Este articulo expone un principio concursal fundamental, cual es que el concurso preventivo
prevalece sobre la quiebra. En efecto mientras el concurso preventivo, tiende a la preservación de la
empresa, la conservación de la fuente de trabajo, al otorgamiento de un plazo o posibilidad para que el
deudor cumple con sus obligaciones y continúe con su empresa o actividad; la quiebra, por el contrario,
tiene un fin inequívoco, que es el de liquidar los bienes, realizar el patrimonio del deudor, para con el
producido de la venta, repartir entre los acreedores de acuerdo a sus privilegios y respecto de los
acreedores quirografarios a prorrata.

Prevalencia del concurso preventivo:

Ha sido éste el espíritu del legislador, el que se ve reflejado en el art. 90, conversión de quiebra
en concurso preventivo, y en éste mismo art. 10, en el que posibilita el concurso mientras la quiebra no
haya sido declarada. La jurisprudencia predominante sostiene que cabe admitir la pretensión concursal
cuando la sentencia de quiebra haya sido recurrida, es decir no se encuentre firme por haber sido motivo
del recurso previsto por la misma ley, recurso de reposición ante el mismo juez sentenciante de la
quiebra y el art. 96, último párrafo. Es decir, siempre predomina el concurso preventivo ante la quiebra,
por la simple razón que uno implica continuidad, vida, permanencia de un patrimonio.

Como consecuencia de lo antedicho, la sola presentación en concurso preventivo produce la


detención del proceso de quiebra, el que no debe avanzar hasta tanto se dicte resolución de apertura o
rechazo del mismo.

Articulo 11: requisitos del pedido

Cumplimiento de los recaudos:

Tiene especial importancia por cuanto el cumplimiento de estos requisitos depende que la
presentación en concurso preventivo sea aceptada por el juzgado y se decrete la apertura del mismo. El
no cumplimiento de estos recaudos produce el rechazo del pedido. Por el contrario su cumplimiento
impone al juzgado la apertura del concurso preventivo sin que corresponda otra exigencia formal. Nos
encontramos ante una enumeración TAXATIVA.
El pedido de apertura de un concurso preventivo, constituye una verdadera demanda judicial,
toda vez que su presentación da lugar a un proceso judicial especifico o típico y su admisión, apertura y
publicación de edictos, causa efectos no solo al presentante sino y fundamentalmente a los terceros
acreedores que ven, entre otras consecuencias, paralizarse los juicios por ellos iniciados en contra del
concursado. Si estos acreedores pretenden introducir sus derechos a este proceso, concurso preventivo,
deben inexorablemente recurrir al especial procedimiento de verificación de créditos previsto por esta ley
(art. 32)

El proceso de verificación de créditos es la forma cómo el acreedor se incorpora en el proceso


concursal. Todo ello sin perjuicio de las excepciones previstas por el art. 21.

Inc. 1º: identificación del concursado:

La identificación de la persona, física o ideal, que solicita el concurso preventivo resulta


indispensable, motivo por el cual debe acreditar y acompañar la documentación correspondiente que la
acredite suficientemente.

Inc. 2º: cesación de pagos:

Explicar en forma clara y terminante los motivos que impulsaron al presentante a solicitar la
formación de concurso preventivo. La explicación resulta necesaria para que el juez, que va a decidir
acerca de la apertura del concurso, tenga conocimiento puntual de las razones que llevaron al estado de
cesación de pagos. Si quien se presenta no se encuentra en estado de cesación de pagos, la apertura
no resulta jurídicamente posible y corresponderá el rechazo de la presentación. Por ello deviene
imprescindible no solo manifestar el estado de insolvencia sino además corroborarlo mediante algún
hecho revelador previsto en el art. 79.

Inc. 3º: estado de situación patrimonial:

Esta exigencia se estatuye para que se tenga un cabal conocimiento acerca de cual es la
situación actual patrimonial del deudor, como está compuesto su activo, cual es el pasivo y la forma en
que el mismo ha sido confeccionado. La forma en que tanto el activo como el pasivo son valorados debe
ser uniforme, puesto que lo contrario, además de resultar técnicamente inadmisible, da lugar a la
incertidumbre de su real composición. Tiene por fin brindar transparencia y seriedad e impone la
presentación de datos fidedignos, de modo tal que desde el comienzo de este excepcional
procedimiento, los interesados tengan una noción aproximada de la real situación patrimonial del
concursado y puedan evaluar sus posibilidades de cobro futuro.

Es de importancia reseñar que la diferencia entre activo y pasivo, por sustancial que fuere, no
incide en la determinación que el juez habrá de tomar al momento de resolver acerca de la apertura del
concurso preventivo, puesto que son los acreedores quienes decidirán acerca de la suerte que correrá el
presentante, porque son los mismos quienes apoyarán o no al concursado, según cual fuere la
propuesta de pago que en su momento se formule, y cuales sean las posibilidades que ellos interpreten
que tiene el concursado de salir airoso.
Este estado de situación patrimonial debe ser acompañado de dictamen suscripto por contador
público nacional, por cuanto hace a la labor especifica y puntual que debe desarrollar el Contador al
preparar la documentación necesaria para la presentación en concurso.

El Contador Público debe emitir un dictamen de la situación patrimonial, lo que impone la


necesidad previa de una auditoria contable, ya que el dictamen implica la constatación en lo libros y
documentación del concursado, de la veracidad de cuanto en él se indica y no la simple manifestación de
que se pronuncia en virtud de la documentación puesta a su alcance lo que seria una simple
certificación.

Dictamen y certificación:

El dictamen implica opinión y juicio que se forma o emite sobre una cosa. La opinión lleva carga
de subjetividad. La certificación, que se aplica a ciertas situaciones de hecho o comprobaciones
especiales, a través de la constatación con los registros contables y otra documentación de respaldo y
sin que la manifestación del contador al respecto, represente la emisión de un juicio técnico acerca de lo
que se certifica. En la certificación se trata de decir, de afirmar, de asegurar de dar por cierta
determinada información, situación o documentación. Se asegura, más allá de toda duda que es tal
como se expone, ni más ni menos, ni parecido, ni similar, solo igual porque concuerda con los elementos
tenidos en cuenta.

Dictamen en los pequeños concursos y quiebras:

El dictamen aludido en la norma no resulta exigible en los casos de los pequeños concursos y
quiebras (art 288), en donde se excluye tal recaudo. La intención del legislador ha sido la de flexibilizar y
facilitar estos pequeños procesos, evitando de esta forma mayores costos para procesos supuestamente
de menor importancia y para un sujeto que no se encuentra en condiciones de pagar. Nos encontramos
frente a un pequeño concurso o quiebra cuando se presentan en forma indistinta cualquiera de las
siguientes circunstancias:

a. Que el pasivo denunciado no alcance a la suma de 100.000


b. Que el proceso no presente más de 20 acreedores quirografarios.
c. Que el deudor no posea más de 20 trabajadores en relación de dependencia.

Inc. 4: Balances:

El acompañamiento de esta documentación tiende a acreditar en forma documentada el


comportamiento del patrimonio, su evolución o involución, pudiendo reconstruir el mismo con bases
ciertas e indubitadas, además de mostrar o no la regularidad contable, siendo esto significativo para el
síndico en oportunidad de emitir su opinión en el Informe General previsto por el art. 39. Los balances
deben estar confeccionados con todos los recaudos legales. Es criterio de los juzgados admitir su
presentación sin la correspondiente certificación del consejo profesional, en razón de que se presume
que quien se presenta no está en condiciones de afrontar los gastos que ocasiona dicha certificación.

Inc. 5: nomina y legajos:


La nómina de acreedores debe estar formulada con el detalle de sus domicilios, monto de sus
créditos, causas, vencimientos, con la indicación si existen fiadores o terceros obligados, codeudores y
privilegios, si existieren. La indicación del domicilio constituye un elemento necesario para que el síndico
pueda comunicar por correspondencia a los acreedores la presentación en concurso del deudor y
fundamentalmente, la fecha hasta la cual podrán solicitar sus pedidos de verificación de créditos.

Incorpora la obligatoriedad de acompañamiento de los legajos individuales de cada acreedor que


son las carpetas que por cada acreedor debe confeccionar el concursado, en la que identifique al mismo,
detalle su deuda-privilegio y la documentación en la que se sustenta la deuda y el dictamen, a cargo del
Contador.

Inc. 6: Libros de comercio:

Tiene un fin esencialmente precautorio, cual es el de evitar la incorporación o asientos de


operaciones no denunciadas en oportunidad de la presentación en concurso. Concretamente, evitar que
se pueden falsear, modificar o alterar de alguna forma operaciones o asientos. La intervención en la
última foja utilizada, consiste en que el juzgado, bajo firma del secretario, deja constancia de ello en el
último folio ocupado, mientras que el llenado de los espacios vacios, consistirá en un rayado oblicuo de
los mismos.

Inc. 7: concurso anterior:

La finalidad consiste en evitar la coexistencia de dos procesos concursales, que por se


universales no resultan posibles. El otro objetivo es el de evitar que el sujeto concursado no solicite un
nuevo concurso preventivo dentro del plazo previsto por el art. 59, ultimo apartado, en donde prohíbe al
deudor presentar una nueva petición de concurso hasta después de transcurrido el plazo de un año
contado a partir de la fecha de declaración judicial de cumplimiento del acuerdo preventivo anterior.

Si el deudor no se encuentra en condiciones de solicitar la formación de un nuevo concurso


preventivo por expresa inhibición de la ley, es obvio que frente a un pedido de quiebra tampoco podrá
solicitar la conversión de la misma en concurso, por cuanto ello importara vulnerar la prohibición aludida.

Intenta con esto la ley, evitar que un sujeto se mantenga en forma permanente en estado
concursal, postergando sistemáticamente a sus acreedores a la conclusión de un nuevo proceso
concursal. Se considera que dicho sujeto, por su manifiesta y continua inoperancia no debe ser
beneficiado con un proceso concursal, al cual recientemente tuvo acceso.

Inc. 8:

Este inciso fue incorporado por la ley 26.684 y obliga al peticionante del concurso a acompañar
la nómina y especificar las deudas tanto con el trabajador como con los organismos de seguridad social.

Penúltimo párrafo:

Habida cuenta de la existencia de un expediente que se denomina “principal” y otro “legajo”, la


documentación que se presenta, en todos los casos y a lo largo de todo el proceso, debe ser por
duplicado para la incorporación a ambos expedientes. El expediente denominada “legajo” se utiliza para
la consulta de los distintos acreedores, de la sindicatura y del propio concursado, por lo que es éste
expediente el que se exhibe en forma permanente en Mesa de Entradas de los juzgados, y se facilita
para su fotocopiado o incluso se otorga en préstamo en situación que el juzgado estima que corresponde
para el adecuado ejercicio de derechos de los interesados.

Constituye falta grave del secretario la omisión de mantener el legajo idéntico al principal, lo que
sucede a menudo, y de allí los inconvenientes prácticos que se presentan para un adecuado control, por
cuanto las providencias que los juzgados dictan y en las que se hacen referencia a escritos o proveídos
dictados a determinadas fojas del principal, no coinciden con las del legajo. Por ello, los escritos no
presentados por duplicados ante el juzgado, no deben ser admitidos por falta de una formalidad esencial.

Ultimo párrafo:

Prevé la posibilidad de que el pedido de apertura de concurso preventivo se formule aun cuando
falte alguno de los recaudos antes expuestos, debiendo en tal caso solicitar prórroga para completar los
mismos. Dicha solicitud de prórroga debe ser suficientemente justificada en causal válida.

Se justifica en las razones de urgencia que imponen una inmediata presentación, que ocurre
habitualmente, toda vez que la presentación de urgencia se realiza, en la mayoría de los casos, al solo
efecto de evitar un daño inminente, como la subasta de un bien de propiedad del concursado,
peticionándose la suspensión del remate en la acción individual, en donde, de prosperar la venta judicial,
solo éste acreedor se verá favorecido en detrimento de los restantes acreedores que concurrirán al
concurso con un patrimonio disminuido.

La interposición de la cautelar por el concursado no resulta, desde luego obligatoria para el


juzgado, le que valorara la misma y en definitiva resolverá disponiendo o no la suspensión de la subasta.
Ello es así, no solo porque constituye una facultad de todo juez, sino y además, porque hemos visto
como con llamativa asiduidad, se pretende frustrar una acción individual con la formación de un concurso
preventivo.

Falta de cumplimiento con los recaudos de ley:

Corresponde rechazar el pedido de presentación en concurso preventivo si no se da


cumplimiento, en tiempo oportuno, con los requisitos legales establecidos en la norma. El plazo para la
satisfacción de los requisitos se computa desde la fecha de presentación del concurso preventivo y es
improrrogable.

Articulo 12: domicilio procesal

El domicilio que se ordena constituir es el domicilio procesal, donde serán validas las
notificaciones. En caso de no haberlo hecho en oportunidad de la presentación, podrá efectuarlo con
posterioridad. Esta omisión no tiene sanción alguna. En todo juicio se debe constituir domicilio procesal y
en caso de no hacerlo, las notificaciones se realizan en la secretaria del juzgado.

Lo característico de esta norma, es que impone la constitución de domicilio a terceros


involucrados en el proceso concursal, tal es el caso de los administradores y socios con responsabilidad
ilimitada, por cuanto ellos pueden ser solicitados por el juzgado para dar las explicaciones que se
requerían o bien por su responsabilidad patrimonial en el proceso.

DE LOS PEQUEÑOS CONCURSOS Y QUIEBRAS

Concepto:

Se procuró instaurar bajo este régimen una manera de simplificar el trámite judicial para
aquellos sujetos de pequeña envergadura operativa, entendiendo el legislador que representaban
parámetros indicativos:

a) El número de operarios en relación de dependencia.


b) El monto de su pasivo
c) La cantidad de acreedores quirografarios.

Para que un concurso preventivo o quiebra se consideran pequeño deben cumplirse cualquiera
de las premisas de estas tres circunstancias, cualquiera de ellas fuera, resultara de aplicación lo relativo
al pequeño concurso.

Sin embargo, esta disposición no es absoluta, se atenderá a las circunstancias de cada caso en
particular, ordenando el juez concursal la aplicación de las disposiciones del concurso ordinario cuando
advierta que ello es lo conveniente.

Ahora bien, si a un pequeño concurso, por la complejidad que el mismo prima facie presenta, el
juez dispone aplicar la normativa correspondiente a un concurso ordinario, no corresponderá exigir al
concursado lo previsto por los inc 3 y 5 del ART 11, en cuanto a la exigencia de los dictámenes a cargo
de un contador público nacional, porque de acuerdo a la norma, el presentante en curso dio
cumplimiento como pequeño concurso, sin perjuicio de la facultad del juez de no considerarlo tal por su
importancia y segura complejidad posterior.

La diferencia entre el pequeño concurso y el concurso ordinario es mínima y el trámite procesal


es idéntico. En efecto, en el pequeño concurso no resulta exigible al concursado dar cumplimento con los
dictámenes a cargo de un contador público nacional previsto en el inc 3 y 5 del art 11, como además,
tampoco se designa un comité de acreedores.

Régimen aplicable (art 289)

Al aplicarse este régimen corresponden las siguientes consideraciones:

a) Respecto de los requisitos del art 11, tramite de presentación en concurso, se prescindirá de:
 Dictamen de contador publico respecto al estado de situación patrimonial a la fecha de
presentación de concurso preventivo.
 Dictamen de contador publico sobre la correspondencia entre lo denunciado por el
deudor, respecto de sus acreedores y sus registros contables o documentación
existente. Y la certificación de que no existen otros acreedores en los registros o
documentación existente.

No rige el proceso de salvataje de tercero o cramdown previsto en el artículo 48.

No comprendemos por que razón el legislador priva a estos sujetos de la segunda posibilidad
que otorga el cramdown, más todavía, si tal cual lo indicáramos en el cometario precedente, no son
pequeñas empresas, su patrimonio es de importancia al igual que su estructura y la liquidación, produce
un grave daño que la ley a lo largo y ancho ha intentado evitar.

En este artículo, se priva al deudor de recurrir al denominado salvataje, convirtiendo el sindico en


algo privativo para las grandes empresas, como si las pequeñas y medianas empresas no tuviesen
gravitación en nuestra deteriorada y convulsionada economía:

 Para el caso de no haberse designado comité de acreedores, podrá el síndico actuar


como controlador del cumplimiento del acuerdo preventivo.
 Para la regulación de honorarios del sindico se computara el 1% de lo pagado a los
acreedores.
BOLILLA 3 CONCURSAL

Apertura del Concurso. Auto de apertura: contenido. Publicidad. Carta a los acreedores.
Desistimiento tácito y voluntario. Nueva Presentación.

Articulo 13: término

En el primer párrafo se establece el plazo para que el juzgado se pronuncie respecto de la


solicitud de formación de concurso preventivo. Este plazo, no permite el exhaustivo control que
correspondería realizar a los juzgados. Por ello, es que se ha convertido en costumbre, efectuar un
control simplemente formal del cumplimiento de los recaudos establecidos en el art. 11 y si se cumple
con los mismo, se dispone la inmediata apertura del concurso preventivo.

Declarada la apertura del concurso y advertido del no cumplimiento de un requisito, nos


encontramos frente a una situación consumada en la que no cabe retrotraerse procesalmente, debiendo
proseguir el curso del proceso. El juez ya no puede volver atrás, revocando de de oficio, pues la
revocatoria es carente de norma alguna que la sustente. Podemos concluir en que la revocación de oficio
de la sentencia de apertura del concurso preventivo es nula. La anterior ley posibilitaba la no
homologación del acuerdo preventivo por la inexactitud o mala fe del presentante en los datos
proporcionados. En esta ley, no se avizora consecuencia alguna, habida cuenta del acotamiento de los
poderes decisorios del juez al homologar. También debemos resalar que los jueces cuentan con la
facultad de sancionar (art 17) al concursado, pudiendo incluso hasta separarlo de la administración o
bien imponerle un coadministrador o un veedor o un interventor controlador, cuando han sido ellos
burlados en el cumplimiento de los recaudos del art. 11.

En el 2º parr., enumera TAXATIVAMENTE las causales por las cuales el juez se encuentra
facultado a rechazar el pedido de formación de concurso preventivo. Ninguna otra causal legitima al juez
a rechazar la presentación en concurso. La apreciación del cumplimiento de los recaudos sustanciales y
formales, solo compete al órgano jurisdiccional, por lo que ningún acreedor interesado tiene legitimación
para formular oposición.

Apelabilidad:

La resolución es apelable, en tanto dicha resolución sea denegatoria de la apertura, es decir, que
sea rechazado el pedido de formación de concurso, porque el auto que declara la apertura es inapelable
por norma general (Art 273, inc 3). El recurso debe ser concedido, en relación y con efecto
SUSPENSIVO de acuerdo a los dispuesto por el art 273 inc. 4, motivo por el cual los efectos de esta
presentación no podrán ser obviados mientras dure esta apelación y los juicios con actos de ejecución
forzada seguidos contra el sujeto que se presentó en concurso y que le fue denegada su presentación
inexorablemente deberán ser suspendidos.

Independientemente del tiempo que demore el tribunal superior en resolver el recurso de


apelación, el pedido de quiebra en contra de quien se presentó en concurso, tampoco podrá prosperar
en razón del efecto con que el recurso fue concedido. Solo es apelable por el convocatario.

Articulo 14: resolución de apertura. Contenido:


Con la resolución de apertura de concurso preventivo se da comienzo a un proceso judicial
especial típico, en el que, como veremos a medida que el mismo se desarrolla, se establecen principios
propios de la materia concursal que en muchos casos difieren de la normativa ordinaria propia de otros
procesos judiciales.

Inc. 1: individualización del concursado:

Deviene imprescindible, toda vez que con la indicación de su nombre se llamará, mediante
edictos a todos sus acreedores para que hagan valer sus derechos en este proceso. La identificación de
los socios ilimitadamente responsables en la resolución de apertura de concurso preventivo no implica
en modo alguno que dicha inclusión signifique la concursalidad de estos en forma particular, los que son
individualizados en la resolución al solo efecto de una eventual quiebra posterior de la sociedad. En tal
sentido, el art. 160 prevé: la quiebra de la sociedad importa la quiebra de sus socios con responsabilidad
ilimitada”.

Inc. 2 sorteo del sindico:

El juzgado fija una fecha para el sorteo del síndico. Conforme acordadas de la Corte de Justicia,
cada 4 años se efectúa un llamado para la inscripción de todos aquellos profesionales, contador público,
que deseen inscribirse como síndicos. Para los pequeños concursos y quiebras corresponderá sortear
sindicatura unipersonal categoría B; mientras en los grandes corresponde sortear entre los estudios
inscriptos como tales y compuestos por contadores y abogados, categoría A.

Inc. 3 fecha límite para solicitar verificación

Se establece un plazo tope para que los acreedores formulen sus pedidos de verificación de
créditos ante el síndico. Este plazo, es publicado en los edictos y por consiguiente, todo aquel que
realice la verificación de créditos dentro del plazo establecido por el juzgado se incorpora al proceso en
forma adecuada y con enormes beneficios; por el contrario, el acreedor que deja vencer este plazo, para
incorporarse al proceso concursal deberá ocurrir por la vía incidental, verificación tardía, prevista
asistemáticamente en el ART 56. Decimos que tiene beneficio la presentación tempestiva, por cuanto el
acreedor que así lo hace participa de todo el proceso informativo libre de pago de toda costa judicial,
pudiendo incluso formular las impugnaciones u observaciones que estime corresponder sobre cualquiera
de todos los créditos insinuados; mientras que, el peticionante tardío, debe abonar costas por su
presentación extemporánea.

Inc. 4: edictos:

Mediante los edictos se realiza la pertinente publicidad de la existencia de la apertura de un


concurso preventivo, motivo por el cual los interesados deben estar atentos a este tipo de notificación
para realizar su pedido de verificación de créditos en tiempo oportuno. La publicación indica un contenido
mínimo claramente expresado que no debe ser soslayado (ART 27). También impone, que la
publicación, que está a cargo del concursado comience dentro de los 5 días de haberse notificado la
resolución de apertura del concurso.
Este plazo, está incorrectamente impuesto en la ley por cuanto la posibilidad de publicar no
depende en forma exclusiva del concursado, sino que se encuentra condicionado a que el sindico se
posesione en su cargo, luego de la notificación que le realiza el juzgado. Pero no solo de ello depende,
sino además de que el síndico al posesionarse, o en escrito posterior indique los días, horas y domicilio
donde recepcionará los pedidos de verificación de créditos.

El no cumplimiento de la publicación de edictos en el tiempo y forma indicada por los art s 27 y


28, importará, como sanción, el desistimiento del proceso, con todos los riesgos y costos que ello
implica. Cuando decimos riesgo, nos referimos al hecho de que puede encontrarse un pedido de quiebra
suspendido ante la presentación del concurso preventivo, pedido éste que recobra vida ante el
desistimiento por la no publicación de edictos en tiempo oportuno.

Inc. 5: presentación de libros

Esta resolución en un correlato de las exigencias impuestas al concursado para la presentación


en concurso.

Inc.6: anotación del concurso:

El registro de concursos como tal no existe en muchas jurisdicciones. Se cumplimenta esta


disposición en algunas provincias, con la notificación a la mesa general distribuidora de expedientes, las
cuales llevan un registro y antecedentes de los juicios promovidos ante los fueros Civil y comercial.
También se oficia a los diferentes juzgados de los distintos fueros, tendiente a que se tome debida razón
de la existencia del concurso y en su caso, remitan los juicios de contenido patrimonial par su radicación
ante el juez del concurso (art 21)

Inc. 7 Inhibición general

La sola apertura del concurso preventivo produce una seria de efectos, entre ellos, la inhibición
general para disponer y gravar bienes. Para hacer efectiva esta medida judicial dispuesta resulta
necesario que se anote en todos aquellas oficinas publicas la existencia del concurso preventivo, a fin de
poder hacer cumplir los efectos propios del concurso.

Inc. 8 deposito de dinero:

La publicidad y notificación del proceso concursal se realiza mediante la publicación de edictos


en un diario de publicaciones legales y en otro comercial de amplia circulación, para que de esta forma
tomen conocimiento los interesados y puedan solicitar intervención en el proceso a través del pedido de
verificación de créditos. también adelantamos que el síndico remite una comunicación a todos los
acreedores denunciados por el concursado mediante correspondencia.

De acuerdo a la cantidad de acreedores denunciados el juez estima cuanto dinero debe


depositar el concursado, ya que no resultaría lógico que sea el síndico quien deba afrontar estos gastos
para el envío de la correspondencia. El deposito a cargo del concursado se debe realizar en el banco
judicial correspondiente dentro de los 3 días otorgados como plazo y se debe agregar la constancia
bancaria en el expediente como prueba de su cumplimiento. La falta de cumplimiento por parte de la
sindicatura a esta obligación impuesta por el juzgado de remitir a los acreedores denunciados la
pertinente correspondencia, no trae aparejado sanción alguna para el síndico, como tampoco resulta
justificación para aquellos que no hicieron valer sus derecho tempestivamente.

Ello normalmente acontece con los acreedores que se domicilian fuera del radio de la
jurisdicción, que no tomaron conocimiento porque no se publicaron edictos en su jurisdicción y tampoco
recibieron la notificación epistolar del síndico. Ocurre habitualmente que el sindico no envía la
correspondencia a algunos acreedores porque no fueron denunciados por lo cual no podía conocerlos.

Inc. 9: determinación de fechas:

La apertura del concurso marca el inicio del procedimiento concursal y desde esta primera
resolución judicial se establecen las fechas en que el síndico debe presentar el Informe individual y el
General. La opinión del sindico opinando sobre un determinado crédito, no resulta obligatoria para el
magistrado, quien posee las más amplias facultades para apartarse de dicho consejo.

Inc. 10: audiencia informativa:

Se impone la obligación de notificar a los trabajadores con carteles en los lugares de trabajo, a
fin de que ellos tengan conocimiento de la marcha del proceso y puedan incluso empezar a prepararse
para una eventual conformación de una cooperativa para intervenir en el llamado cramdown o salvataje.

Inc. 11 vista al síndico:

La ley 26.086 incorpora la obligación de correr vista al sindico a fin de que el mismo se expida,
previa auditoria, respecto de los pasivos laborales denunciados por el concursado en oportunidad del art
.11, como asimismo respecto de otros posibles créditos laborales comprendidos en el pronto pago. Lo
que se pretende con éste agregado es, tener una especie de declaración anticipada de adminisibilidad
del crédito, para que el mismo no solo puede requerir su crédito por vía de pronto pago laboral, sino
además para posibilitar su incorporación en el comité de control en representación de los trabajadores.

Inc. 12. Informe mensual de la sindicatura:

También es un agregado de la ley 26.086, que tiene por fin un mayor control respecto de la
evolución o involución de la concursada, consistente el mismo en informar si se cumplen con las normas
legales u fiscales, empero fundamentalmente para saber si existen fondos líquidos disponibles para
afrontar el pronto pago laboral.

Inc. 13. Comité de control:

La ley 26.684, modifica el nombre de comité de acreedores pro el de comité de control. En razón
de encontrarnos con una reforma con eminente favoritismo para con los trabajadores, desde el comienzo
del proceso concursal se le empieza otorgando intervención con el fin de que se encuentren
suficientemente informados acerca de todo cuanto acontece en la empresa y dentro del comité que
posee, art 260, las más variadas facultades. El comité, tiene por fin otorgar a los acreedores en general
una mayor participación en el proceso y fundamentalmente en el control de la actividad que desarrolla el
concursado, que como sabemos, continúa administrando sus bienes. Con la intervención del trabajador y
las posibilidades que el mismo tiene fundamentalmente en ocasión del cramdown, consideramos que
este órgano del concurso tendrá una activa participación motivada por el trabajador.

Comunicación de viaje al exterior:

Si bien, la prohibición de salir de país existe, queda ella sin efecto, con la sola comunicación del
interesado al juzgado de que el concursado y/o el administrador y/0 los socios con responsabilidad
ilimitada se ausentaran del país. El concursado o quien vaya a viajar solo debe comunicar, sin esperar
respuesta alguna del juzgado. Cuando el viaje al exterior sea por un plazo superior a los 40 días
corridos, allí si la autorización judicial se debe requerir y esperar cuanto disponga el juzgado.

En la actual ley, solo en caso de quiebra la autorización judicial deviene necesaria, art 103 y es
por ello que la sentencia de quiebra obliga hacer las comunicaciones pertinentes, art 88, ley 24.522, a los
fines de que el fallido no salga del país.

El comité de acreedores tiene por fin coadyuvar en el control de la gestión del deudor y en la
adopción de medidas que permitan garantizar la preservación de su patrimonio, todo lo cual contribuirá a
asegurar el cobro del aquellos créditos.

TRAMITE HASTA EL ACURDO. NOTIFICACIONES

Artículo 26: regla general:

Esta norma marca dos premisas de orden procesal fundamental a lo largo del proceso concursal,
que son la notificación automática o ministerio legis de todas las providencias que se dicten y la
existencia del legajo o expediente paralelo. La notificación automática no se limita al deudor sino que se
hace extensiva a todos los acreedores o interesados en el concurso, en tanto no corresponda una
notificación personal o por cédula.

Las notificaciones ministerio ley, obviamente se rigen por las disposiciones procesales de cada
jurisdicción, que cuentan con 2 días a la semana, día de nota, en que las mismas se producen. En
cuanto al expediente paralelo o legajo, la ley exige su existencia precisamente para posibilitar su
consulta en forma permanente, razón esta por la que el legajo debe permanecer en forma permanente
en mesa de entradas del juzgado y a disposición del concursado, el síndico, los acreedores o cualquier
interesado.

Articulo 27: edictos:

Mediante los edictos, que se publican en un diario de amplia circulación y en el de publicaciones


legales se realiza la publicidad de la apertura del concurso preventivo, motivo por el cual los interesados
deben estar atentos a este tipo de notificación para realizar su pedido de verificación de crédito en
tiempo oportuno. Impone, que la publicación, que está a cargo del concursado, sea efectivizada dentro
de los 5 días de haberse notificado la resolución de apertura del concurso.

La publicación de edictos en la forma indicada por la norma tiene enorme importancia si se tiene
presente que el no cumplimiento de su publicación en tiempo y forma importa, como sanción, el
desistimiento del proceso, con todos los riesgos que ello implica.
Articulo 28: establecimientos en otra jurisdicción

Prevé la norma que la publicación se realice asimismo en todos los lugares de distinta
jurisdicción donde el concursado tenga establecimientos. Que la imprecisión del término establecimiento
da lugar a distintas interpretaciones, habida cuenta que podemos encontrarnos frente a locales que no
son sucursales o agencias, lo que daría lugar a dudas. Si el objeto de la norma no es otro que el de una
amplia y eficaz difusión de la apertura del concurso a fin de que los acreedores concurran a hacer valer
sus derechos, corresponderá estar al análisis de cada caso en particular, sin perjuicio de señalar nuestra
opinión respecto de aquellos locales que poseen algunas empresas y que solo se tratan de simples
depósitos de acopio de mercadería para facilitar su posterior distribución.

Lo cierto es que el concursado, en oportunidad de formular el pedido de formación de concurso


preventivo, debe denunciar la actividad concreta que en cada lugar desarrolla de forma tal que el
juzgado, en la resolución prevista por el art. 14, disponga las distintas jurisdicciones en que los edictos
se deben cumplir.

Tiene importancia una adecuada publicación por que de otro modo se complica el proceso
concursal, con incidentes que corren pro cuerda separada, ya que los acreedores tardíos pueden
solicitar su pedido de verificación de crédito, mediante incidente. Los acreedores que no formularon la
verificación de créditos tempestiva, es decir hasta la fecha indicada en la resolución de apertura del
concurso, la que debe ser también precisada en los edictos, soportan el pago de las costas judiciales por
su negligente proceder. Ahora bien, si ello se debió a una ineficaz publicación podrá ser eximidos del
pago de dichas costas debiéndola soportar las partes por el orden causado.

Para acreditar el cumplimiento de publicación de edictos durante todos los días acreditar el
cumplimiento de publicación de edictos durante todos los días, corresponderá adjuntar la hoja íntegra de
ambos diarios en donde se observe la fecha de cada publicación.

Articulo 29: carta a los acreedores e integrantes del comité de control:

Se impone la obligación a la sindicatura de enviar a los acreedores una carta certificada en


donde debe hacer conocer a los mismos todos los datos que se imponen para los edictos, de forma tal
que los mismos cuenten con la información correspondiente tendiente a que puedan, en tiempo y forma,
hacer valer sus derechos mediante el pedido de verificación de créditos.

La carta se enviará a los acreedores que fueran denunciados por el concursado en el escrito de
presentación en concurso preventivo y en los domicilios allí indicados, ya que el síndico no tiene
conocimiento de la existencia de otros acreedores si los hubiera. El incumplimiento de la sindicatura no
trae aparejada sanción alguna, empero su omisión lo puede hacer pasible de sanciones de acuerdo a lo
prescrito por el art. 255.

DESISTIMIENTO

Articulo 30. Sanción:


Es intención que el procedimiento previsto para los concursos sea cumplido a rajatablas por sr
una imposición legal y es por ello que frente al incumplimiento del deudor en lo dispuesto por la
normativa, se tiene al concursado por desistido del concurso preventivo recientemente abierto.

Articulo 31. Desistimiento voluntario:

El desistimiento con anterioridad a la primera publicación de edictos no requiere de requisito


alguno, mientras que si el desistimiento se produce con posterioridad si se debe dar cumplimiento con la
obtención de las mayorías que la ley claramente expresa según el avance del estado del proceso. Lo
que sí ha provocado dificultad en su interpretación es la última parte del artículo.

Lo importante es determinar si existen pedidos de quiebra pendientes. ¿a que se refiere la ley


con esta locución? No es otra cosa que aquellos pedidos de quiebra que, como consecuencia de la
presentación del deudor en concurso preventivo quedaron suspendidos en razón de la prevalencia del
concurso sobre la quiebra. Quiere decir entonces que, si no nos encontramos frente a esta situación, si
no existe un pedido de quiebra anterior al desistimiento, el deudor puede desistir de su concurso y si lo
desea, puede inmediatamente volver a presentarse en concurso, sin tener que esperar el año que
establece la norma.

Puede entonces el concursado presentarse y desistir cuantas veces quiera, en tanto no existía
un pedido de quiebra. Si se desiste del concurso preventivo o se lo tiene por desistido y existe un pedido
de quiebra pendiente o suspendida por la presentación en concurso, automáticamente recobra vida el
pedido de quiebra y la quiebra se debe decretar.

Designación del síndico. Requisitos para su nombramiento. Acordadas Corte Justicia vigentes
(Ej. Nº 4.110 y 7.662). Funciones, Atribuciones y Responsabilidades del Síndico. Categorías.
Sindicatura plural. Comité de acreedores. Enajenadores. Estimadores. Demás funcionarios.
Honorarios.

FUNCIONARIOS Y EMPLEADOS DE LOS CONCURSOS. DESIGNACION Y FUNCIONES

Enunciación:

La enumeración que hace el articulo es parcial, también son funcionarios de los concursos los
enajenadores y los evaluadores. El sindico, es un funcionario del concurso, es parte en el proceso
concursal, no representa ni al deudor ni a los acreedores, cumple una función estrictamente técnica
dentro de la esfera que le señala la ley, es un colaborador de la justicia.

Cuando la ley se refiere a los controladores, alude a los comités de acreedores que actúan tanto
en el concurso preventivo como en la quiebra.

El sindico es un colaborador del juez del concurso, dotado de capacidades técnicas, experiencia,
idoneidad, que complementan la tarea de aquel, excediendo sus funciones a la de un simple
administrador, dado que ellas de despliegan en un complejo abanico de deberes y atribuciones.

Indelegabilidad de funciones (art 252)

La labor de los funcionarios del concurso debe desempeñarse en un marco de seriedad y


responsabilidad, asumiendo personalmente el trabajo asignado durante el tramite concursal hasta su
culminación, es por ello que la ley impone el carácter de indelegable a la atribuciones otorgadas. Es
obvio que los funcionarios pueden requerir asesoramiento para obtener el mejor trabajo elaborado
posible, y es perfectamente permitido, lo que se procura evitar es la delegación de la tarea a terceros.
Solo podrán aspirar a la sindicatura quienes posean titulo universitario de contador publico y una
antigüedad como mínimo de 5 años de matriculado. Si la sindicatura se integra por estudio de
contadores, es requisito que la mayoría de ellos reúnan la antigüedad mínima de 5 años de
matriculación.

Aquel contador público que se inscriba como integrante de un estudio de contadores, no podrán
inscribirse simultáneamente como sindico individual. La ley intenta con ello evitar especulaciones y que
los integrantes de estudios se repitan como síndicos individuales. Se toma en consideración:

 Antecedentes profesionales y académicos.


 Experiencia en el ejercicio de la sindicatura.
 Titulo universitario de especialización en sindicatura concursal.

Procedimiento:

Con una frecuencia de 4 años, la cámara de apelación forma dos listas claramente
diferenciadas:

a) Lista de categoría A: integrada pro estudio de contadores.


b) Lista de categoría B: conformada por contadores públicos individuales.

Las listas mencionadas deberán contener como mínimo 15 síndicos por juzgado y 10 síndicos
suplentes. Ante la presentación en concurso preventivo o declaración de quiebra, se practica un sorteo
público para designar el síndico individual o estudio de contadores que practicara la labor sindical.

Conforme la complejidad y magnitud del concurso el sorteo se realizara de una u otra lista. Esta
decisión queda reflejada en la resolución de apertura del concurso preventivo o en el auto de declaración
de quiebra. Se computan separadamente los concursos preventivos y las quiebras.

Sindicatura plural:

Cuando el volumen y la complejidad del proceso asi lo demandan, el juez podrá, mediante
resolución fundada que lo justifique, designar sindicatura plural indicando el régimen y coordinación de
trabajo. El juez procurará la mejor de las soluciones posibles combinando alternativas de integración
entre síndicos individuales y estudio de contadores.

En caso de quiebra posterior al concurso, continua el sindico del concurso preventivo cuando la
quiebra obedece al fracaso del mismo, por cualquier razón que fuera, emepro se debe cambiar de
sindicatura cuando el concursado no da cumplimiento con el pago de su propuesta concordataria.

Funciones (Art 254)

Las atribuciones conferidas al sindico son las que emanan de la propia ley concursal que le
confiere facultades y le impone deberes con el fin de dilucidar la verdadera situación patrimonial del
concursado, identificando responsables.

Irrenunciabilidad (art 255)

La sindicatura debe llevar adelante el concurso o quiebra en que fuera elegido por sorteo no
pudiendo renunciar, establece la norma, salvo causa grave que impida su desempeño, con lo cual se
procura evitar que el sindico elija en que concurso trabajar, y en cual no hacerlo, sea por cuestiones de
complejidad o de expectativas de cobro, etc. de allí entonces que, cuando la cámara de apelaciones,
órgano juzgador de la renuncia solicitada, considere injustificable la renuncia, quedara inexorablemente
apartado del total de los concursos en que estuviera actuando.

Motiva la separación del cargo del sindico, si con su accionar u omisión detenta negligencia, falta
grave o mal desempeño de sus funciones, imposibilitando al mismo a ocupar el cargo de síndico durante
un término mínimo de cuatro y máximo de 10 años.

Adicionalmente se puede aplicar reducción de honorarios de un 30 o 50% o superior si la


remoción tuviera como causa entidad dolosa.

Según el caso, no se sancionara con la pena máxima de remoción, sino que podrá aplicar
apercibimiento o multa, como una sanción intermedia.

Parentesco inhabilitarte (art 256)


El trabajo del sindico debe ser objetivo, por ello, cuando se verifique alguna circunstancia que
impregne subjetividad a su labor debe apartarse. Establece la norma que el sindico debe excusarse en
los supuestos que permitan la recusación con causa de los magistrados. Si la causal de excusación esta
ligada al concursado, no se podrá llevar adelante la sindicatura; mientras que si la causal se vincula con
un acreedor, se designa un sindico suplente para que emita el informe pertinente de lo requerido por el
referido acreedor y solo a ese único fin y por esa sola labor.

La falta de excusación oportuna, esto es, dentro de los 5 días d haber asumido el cargo o desde
la aparición de la causal, da lugar a su remoción por falta grave.

Asesoramiento profesional (art 257)

Se interpreta que la regulación de honorarios prevista por esta ley para la actuación de la
sindicatura es comprensiva del asesoramiento profesional que tuviera que demandar la misma por
materia fuera de su competencia, como así también del patrocinio letrado. Ello no obsta, que el juez
concursal bajo determinadas circunstancias autorice el pago de remuneraciones u honorarios con
prescindencia de la regulación de honorarios a la sindicatura.

Actuación personal. Alcance (art 258)

La actuación personal se impone incluso en el caso de estudios, por ello el deber de


individualizar él o los profesionales del estudio, que asumen esta responsabilidad personal.

Se exige al sindico que actué comprometiendo en forma personal y evidentemente esto tiene
que ver con la responsabilidad que éste debe asumir al desarrollar su tarea profesional. Esta actuación
personal es comprensiva de actuaciones que se realicen aun fuera de la jurisdicción del tribunal donde
radica la causa.

Lo dicho recientemente debe conjugarse con el principio de economía procesal y con las
disponibilidades de fondos en el concurso para los gastos que genera el tramite en otras jurisdicciones,
es por ello que la ley faculta para éstos casos a requerir la labor del agente fiscal de la jurisdicción
correspondiente.

La norma permite, si así resultare favorable al concurso y sin que signifique eximir de
responsabilidad al sindico, a nombrar apoderado para tramites fuera del tribunal.

Co-administradores (art 259)

La figura del co-administrador resulta relevante en los casos en que se decida la continuidad de
la explotación de una empresa quebrada, habilitando su actuación a quienes sean graduados en
administración de empresas. Esto tiene que ver con la formación que éstos profesionales reciben
concibiendo el funcionamiento y operación de la empresa en todos los aspectos y áreas. Desarrolla su
labor en forma complementaria e integrada con la sindicatura.

Controlador. Comité de control (art 260).

Comité provisorio de control (Art 14)

En oportunidad de dictarse la resolución de apertura del concurso preventivo, el juez concursal


prevé la constitución de un comité provisorio de control, integrado por los 3 acreedores quirografarios de
mayor monto denunciado por el deudor y un representante de los trabajadores de la concursada, elegido
por los trabajadores. Es un órgano de información, consejo y control del tramite del acuerdo preventivo.

Comité de provisorio de control – integrantes definitivos – (art 42)

Al dictarse la resolución judicial respecto de las categorías definitivas de acreedores a quienes el


deudor debe dirigir la/s propuesta/s de acuerdo preventivo, el juez del concurso designa los nuevos
integrantes del comité provisorio de acreedores, integrado necesariamente por el acreedor de mayor
monto dentro de cada categoría y por dos nuevos representantes de los trabajadores de la concursada
que se adicionan al elegido originariamente en oportunidad del art 14, inc. 13. Es un órgano de
información, consejo y control del tramite del acuerdo preventivo.

Comité definitivo de control (art 45)


Al realizar la propuesta de acuerdo preventivo a sus acreedores, el deudor debe también
acompañar la conformación de comité definitivo de control que reemplazara en sus funciones al comité
provisorio del art 42, 2º párrafo.

Funciones: es un órgano de información y consejo. Órgano controlador del cumplimiento del


acuerdo celebrado con los acreedores. En la quiebra pueden formular proposiciones tendientes a la
mejor realización de los bienes, en definitiva, proteger y propiciar cuando constituye el interés primordial
de los acreedores expectantes en percibir sus acreencias concursales.

Remuneración:

Concurso preventivo: cuando así se hubiera previsto, quedarán reguladas en el acuerdo


preventivo.

Quiebra: será fijada por el juez conforme las tareas cumplimentadas.

Contratación de asesores profesionales: los integrantes del comité de control quedan habilitados
a requerir el asesoramiento profesional necesario a los fines de obtener un trabajo final calificado y que
en definitiva redunde en beneficio a los intereses del concurso. Las remuneraciones podrán regularse
dentro de un determinado rango y serán con cargo a los gastos del concurso.

Remoción: rigen las mismas causales de remoción que las previstas para la sindicatura. No
obstante ello, la norma menciona que los integrantes del comité podrán ser reemplazados respetándose
el mismo régimen de mayorías con el que fueron elegidos.

Enajenadores (art 261)

Son aquellos funcionarios que tienen a su cargo la venta de los bienes del fallido para el
posterior reparto de su producido entre los acreedores, en tal sentido la ley concursal encuentra
calificado pare esta tarea a: martilleros que detenten experiencia, 6 años de antigüedad en la matricula, y
casa abierta al público.

También podrán llevar adelante la venta de los bienes, menciona el presente el articulo, bancos
comerciales o de inversión, intermediarios profesionales en la enajenación de empresas, o cualquier
otro experto o entidad especializada.

La comisión por la labor desempeñada es de exclusivo cargo del comprador de los bienes sin
que se cargue a la quiebra con la misma. El concurso responde por los gastos que realicen los referidos
funcionarios cuando sean de costumbre u otros que tengan autorización judicial preparatorias de la
enajenación.

Evaluadores (art 262)

Mediando un concurso preventivo y el sujeto fuera sociedad de responsabilidad limitada,


sociedad por acciones, sociedad cooperativa o sociedad en que el estado nacional, provincial o
municipal sea parte; no habiendo podido lograr las mayorías requeridas Para la aprobación del acuerdo
preventivo, queda una última oportunidad antes de que se decrete la quiebra, al aplicarse lo normado por
el art 48 de la ley, denominado por la doctrina como salvataje o cramdown.

La remuneración de los evaluadores se realizará sin tener en cuenta el monto de la valuación,


sino merituando el trabajo realizado.

Empleados (Art 263):

El sindico debe requerir al juez autorización para obtener colaboración de empleados en miras a
desarrollar su tarea Con rapidez y eficacia, puesto que esto en definitiva redundará en beneficio para el
concurso.

El sindico facilitara la decisión del juez poniendo a su disposición un programa detallado de


trabajo que contemple en función de ello el número de empleados requeridos y la carga horaria,
determinándose en consecuencia las remuneraciones a percibir. En definitiva, los emolumentos serán
abonados en la medida de la efectiva prestación del servicio.

Pago de servicios. Regla (art 264)


Como regla general las remuneraciones sujetas a determinación judicial no podrán afectar
fondos del concurso en concepto de pago a cuenta, salvo en los siguientes casos:

 Servicios que deban abonarse en forma mensual.


 Operaciones contratadas por un monto especifico.
 El arancel de $50 percibidos pro el sindico con afectación a gastos que le requiera el proceso de
verificación y el eventual remanente como pago a cuenta de honorarios.
 Los honorarios regulados con motivo de la administración de la empresa quebrada cuando se
disponga su continuación.

REGULACION DE HONORARIOS

Oportunidad (art 265)

Consideramos que cuando el sindico resulta vencedor, esto es, logra su objetivo a través de su
actuación judicial, la contraparte debe abonar los honorarios que a este funcionario le corresponden por
ésta tarea adicional, que se origina en un proceder impropio, por acción u omisión, de ella misma;
mientras que, si resulta vencido su tarea se debe considerar comprendida en las propias de la
sindicatura y dentro de la regulación que se efectúa a favor del sindico en las oportunidades indicadas en
el artículo.

Si en un incidente de revisión las costas fueron impuestas al acreedor vencido, este debe abonar
las honorarios del síndico y de su letrado, sin que corresponda valorar la actuación de ellos en la
oportunidad.

Computo en caso de aciertos (art 266)

En caso de acuerdo preventivo, los honorarios totales de los funcionarios y de los letrados
del síndico y del deudor son regulados sobre el monto del activo prudencialmente estimado
por el juez o tribunal, en proporción no inferior al UNO POR CIENTO (1%) ni superior al
CUATRO POR CIENTO (4%), teniendo en cuenta los trabajos realizados y el tiempo de
desempeño.

Las regulaciones no pueden exceder el CUATRO POR CIENTO (4%) del pasivo verificado
ni ser inferiores a DOS (2) sueldos del secretario de primera instancia de la jurisdicción donde
tramita el concurso.

Para el caso que el monto del activo prudencialmente estimado supere la suma de cien
millones de pesos ($ 100.000.000), los honorarios previstos en este artículo no podrán
exceder el 1% del activo estimado. (Último párrafo incorporado por art. 14 de la Ley N°
25.563 B.O. 15/2/2002. Vigencia: a partir de su promulgación.)

Monto en caso de quiebra liquidada (art 267)

En los casos de los incisos 3 y 4 del Artículo 265, la regulación de honorarios de los
funcionarios y profesionales, se efectúa sobre el activo realizado, no pudiendo en su totalidad
ser inferior al CUATRO POR CIENTO (4%), ni a TRES (3) sueldos del secretario de primera
instancia de la jurisdicción en que tramita el concurso, el que sea mayor, ni superior al DOCE
POR CIENTO (12%) del activo realizado.

Esta proporción se aplica en el caso del Artículo 265, inciso 2, calculándose prudencialmente
el valor del activo hasta entonces no realizado, para adicionarlo al ya realizado, y teniendo
en consideración la proporción de tareas efectivamente cumplida.

Monto en caso de extinción o clausura (art 268)

Si la quiebra concluye por pago total, se aplica lo normado por el articulo anterior. Para los casos
de clausura del procedimiento por falta de activo o conclusión de la quiebra por inexistencia de
acreedores, los honorarios se regularán conforme el trabajo realizado y por monto que el juez de la
quiebra considere apropiado, pero no se establece en el presente artículo los porcentajes o montos que
darán lugar a la referida regulación.

Continuación de la empresa (art 269)


Con motivo de llevar adelante la continuidad de la empresa el síndico y el co-administrador
percibirán en concepto de honorarios la suma que resulte de aplicar al resultado neto de la explotación
hasta el porcentaje máximo de un 10%. La determinación de los referidos honorarios no será tarea
sencilla siendo que muy probablemente la empresa resulte deficitaria agravándose la situación por el
estado de iliquidez.

Desde luego que estos honorarios son adicionales a los que corresponderán regular cuando la
empresa en funcionamiento, en virtud de la continuidad dispuesta, sea vendida, en cuyo caso resultaran
de aplicación los art precedentes.

En definitiva, a los funcionarios y profesionales le corresponde percibir tanto por la


administración durante la continuidad de la empresa, como por su labor desarrollada durante todo el
proceso y la liquidación.

Continuación de la empresa. Otras alternativas (art 270)

Esta norma parecería mas razonable a los efectos de la determinación de honorarios al


establecer el pago de una suma determinada con prescindencia del resultado neto. También se prevé el
pago por periodos de tiempo, que en principio colocaría al sindico y al co-administrador en una mejor
posición de cobro que la mencionada en el artículo precedente. Aclara la normativa, que el co-
administrador sólo tiene derecho a percibir por su gestión de administración, no así respecto del
producido por la venta de la empresa en funcionamiento.

Leyes locales (art 271)

La ley concursal denota autonomía en la regulación de honorarios conforme surge de la primera


parte de este artículo. La segunda parte de la norma se refiere a la desatención de los montos mínimos
que constituyen el piso o limite inferior en la regulación de honorarios, para aquellos casos en que se
verifique desproporción entre la importancia del trabajo realizado y la retribución resultante. Esta decisión
judicial devendrá nula cuando no estuviera debidamente fundada.

Apelación (art 272)

Resultan apelables por los titulares de cada una de ellas, por el síndico y además por el deudor
los siguientes casos de regulaciones de honorarios:

 Homologación de acuerdo preventivo.


 Sobresee procedimientos por avenimiento.
 Conclusión por cualquier causa del procedimiento del concurso preventivo o de la quiebra.

En los siguientes casos podrán apelar el sindico y los titulares de cada una de ellas:

 Aprobación de estados de distribución complementaria.


 Al concluir la realización de los bienes.

En estos dos casos, con prescindencia de la apelación de los titulares y del síndico, el tribunal
superior podrá reducir el monto de los honorarios regulados. En estos supuestos, el juez debe siempre
remitir a la alzada su regulación para que ella revise, ello así porque se está abonando con bienes
obtenidos por la realización del patrimonio del fallido.

BOLILLA 4 CONCURSAL
Efectos de la apertura del Concurso Preventivo. Administración. Actos prohibidos. Actos sujetos
a autorización. Actos ineficaces. Contrato de Trabajo: Pronto Pago. Convenios colectivos. Socios
con responsabilidad ilimitada.

Articulo 15: administración por el concursado

La apertura del concurso preventivo produce diferentes efectos. Comenzaremos con los efectos
directos qué en relación al patrimonio produce el concurso preventivo.

Administración:

El concursado conserva la administración de sus bienes, empero bajo la vigilancia del síndico.
¿Qué se entiende por administrar dentro de este contexto normativo? Consideramos tal todos aquellos
actos que no excedan de la administración ordinaria, en íntima vinculación con el objeto de la actividad
que desarrolla el concursado.

La administración de bienes está íntimamente relacionada con la preservación de le empresa,


por lo que la fiscalización a cargo de la sindicatura y del comité de control debe apuntar a dicho fin. Lo
que se intenta es que a través de la administración del propio concursado, sea él quien revierta la
situación económico-financiera de la empresa, y en base precisamente a su administración, sea el
mismo concursado quien puede obtener una solución para sus acreedores, pagando sus deudas
conforme a la propuesta que él mismo realice de acuerdo a sus posibilidades, las que serán evaluadas
por los acreedores concurrentes, quienes en definitiva darán el veredicto final de la suerte del
concursado, sea admitiendo su propuesta de pago, en cuyo supuesto se dictara la resolución de
existencia de acuerdo preventivo o bien, rechazando la misma, el cuyo caso corresponderá la
declaración de quiebra indirecta del concursado y en tanto no corresponda la apertura del registro a los
fines del cramdown o salvataje previsto en el art. 48

Limites de la administración:

El concursado conserva para sí la administración de todo su patrimonio aunque controlado no


solo por la sindicatura, tal cual no expresa el artículo que comentamos, sino también por el comité de
acreedores. En consecuencia la relación con sus bienes está limitada, precisamente a los simples actos
de administración, no pudiendo, por tanto, disponer libremente de ellos, ni modificar su estado.

El patrimonio del concursado es la garantía de cobro de los acreedores, por lo que no resulta
entonces admisible que el deudor concursado, que se encuentra inmerso en una crisis económica
financiera, pueda disponer libremente de ellos sin rendir cuentas a nadie.

A diferencia de lo que ocurre en la quiebra, donde se produce el “desapoderamiento” de lo


bienes del fallido y ellos son en adelante administrados por el síndico a los fines de su venta posterior; en
el concurso preventivo, el concursado mantiene la administración, pero en forma limitada, habido cuanta
de las prohibiciones de la ley y de la vigilancia a la que se encuentra sometido.

Por otro lado, tenemos la incautación que es la forma de materializar el desapoderamiento, de


sacar de manos del fallido de los bienes y pasarlo al síndico. Esto es lo que acontece en las quiebras, en
donde el síndico se apodera de todos los bienes del quebrado y de todos los documentos que tengan
relación con su vida comercial. Allí el desapoderamiento es total, ya que el quebrado queda privado de
su anterior facultad de administrar sus bienes.

En síntesis, el desapoderamiento no es un acto, no importa una acción determinada, es una


consecuencia del dictado de la quiebra que tiene efecto inmediato y que no implica que los bienes no
sigan perteneciendo al quebrado, lo que así sucede hasta tanto ellos son vendidos y pasan en propiedad
a los terceros adquirentes producto de la liquidación dispuesta en la quiebra. Entonces, hasta tanto no
sean vendidos, los bienes continúan en propiedad del quebrado, quien se encuentra desapoderado
jurídicamente y materialmente, a través de la incautación.

Articulo 16: actos prohibidos

Gratuidad y alterabilidad:

En el primer párrafo de este articulo, como conducta prohibida, se indica los actos a título
gratuito. Desde luego que tal facultad le esta vedada toda vez que a partir de la presentación en
concurso, el concursado no posee la libre disponibilidad de su patrimonio y la entrega de bienes a título
gratuito a terceros, perjudica a los acreedores que verán disminuidas sus expectativas de cobro ante una
eventual quiebra posterior, por la sencilla razón que el patrimonio decrece frente a una liberalidad.

La inalterabilidad que pretende proteger este artículo esta en íntima vinculación con la igualdad
de los acreedores ante el concurso, que se vería violada de aceptar este cambio de condición como
podría ser la de convertir un acreedor quirografario en privilegiado. La inalterabilidad que impone esta
norma no es taxativa, sino que esta dirigida a cualquier tipo de operación, que de una u otra forma,
importe favorecer a un acreedor.

No se encuentra comprendidos en esta forma y por cierto constituyen una excepción legal, los
créditos del co-contratante, a quien se le puede abonar su crédito anterior al concurso, tal cual esté
prescripto pro el art. 20, cuando expresa: “La continuación del contrato autoriza al co-contratante a exigir
el cumplimento de las presentaciones adeudadas a la fecha de presentación en concurso, bajo
apercibimiento de resolución”. Desde luego, en este caso, previa autorización judicial.

Pronto pago de créditos laborales:

Constituye esta modificación una de las más importantes de las leyes 26.086 y 26.684. En el
mecanismo anterior se condicionaba el cobro del trabajador “al resultado de la explotación de la
empresa”, terminología ésta que se prestaba para distintas interpretaciones que en definitiva concluían
con el no pago al trabajador, y ello, fundamentalmente, porque no definía el momento del pago. Es así
como, el resultado de la explotación de la empresa, o la ganancia nunca alcanzaba para atender los
reclamos de pronto pago, por cuando se priorizaban las necesidades de la empresa, en resguardo de
otra máxima concursal como es la conservación de la empresa.

Esta reforma, concreta el tiempo de pago, dentro de los 10 días del informe del art. 4, inc. 11 y
afecta un 3% del ingreso bruto de la concursada para destinar al pronto pago; desde luego, en tanto no
existan fondos líquidos disponibles, y además en tanto claro esta que la retención del 3% del ingreso
bruto, no afecte letalmente a la empresa, esto es, que no la paralice, que no sea vea ella obligada a
cerrar sus puertas por afrontar éste pago.

La ley refiere a FONDOS LIQUIDOS DISPONIBLES. La disponibilidad es lo que lleva a la


controversia, porque corresponde determinar cuando se pude o no disponer de los fondos. VITOLO, dice
que los fondos líquidos disponibles son aquellos que quedan luego de haber asumido los costos y gastos
ordinarios de la explotación con más una sana previsión para contingencias en el curso ordinario de lo
negocios.

La solicitud de pronto pago no constituye un pedido de verificación de crédito especial para los
trabajadores, es concretamente una autorización de pago para que el concursado pueda abonar a sus
empleados durante el cuso del proceso concursal y sin que estos tengan que esperar el cobro conforme
el acuerdo preventivo que el concursado pueda lograr de sus acreedores.

Distinto ocurre en la quiebra, en donde la ley, en referencia a estos créditos laborales, ordena su
pago (art 183)

Ahora bien, de no ser admitido el pronto pago, téngase presente que el art 16 refiere a su
denegación, la que puede ser total o parcial, el interesado queda habilitado para iniciarse o continuar el
juicio laboral ante el juez de ese fuero. La resolución denegatoria del pronto pago solo puede
fundamentarse en la existencia de duda sobre el origen o legitimidad, o porque el derecho del trabajador
se encontrare controvertido o porque existiere sospecha de connivencia entre el trabajador y el
concursado, esto último, como una forma fraudulenta de extraer fondos del patrimonio afectado al
concurso. El instituto del pronto pago, al igual que el de la verificación de créditos, tiene un tramite
limitado, pero es de conocimiento pleno, por ello la resolución que admite el pronto pago tiene efectos de
cosas juzgada material.

Enumeración legal de los créditos bajo el régimen del pronto pago

Luego de la reforma de las leyes 26.086 y 26.684, los créditos posibles de pronto pago son los
siguientes:

1. Las remuneraciones debidas al trabajador.


2. Las indemnizaciones por accidente de trabajo o enfermedades laborales
3. Las sanciones conminatorias por omisión del pago de aportes retenidos
4. Indemnización por despido por causa de embarazo
5. Indemnizaciones por despido por causa de matrimonio.
6. Indemnizaciones por preaviso, integración del mes de despido y por antigüedad, aun en caso de
despido indirecto
7. Indemnización prevista en la ley de contrato de trabajo, convenciones colectivas de trabajo,
conflictos colectivos de trabajo.
8. Indemnizaciones por no registración o registración deficiente de las relaciones laborales.
9. Indemnizaciones previstas en la ley de prevención de la evasión fiscal.
10. Indemnizaciones por despido por imposibilidad de reincorporación.
11. Indemnizaciones previstas en la ley de asociaciones sindicales.
12. Indemnizaciones previstas en los estatutos especiales, convenios colectivos y en contratos
individuales.
13. Indemnizaciones previstas en los arts. 8,9,10,11 y 15 de la ley de empleo.

En ningún caso el trabajador podrá percibir un importe mensual superior a cuatro salarios
mínimos, vitales y móviles, por lo que el síndico debe tener ello presente al programar los pagos de los
montos que emergen del informe que debe realizar en los términos del art 14 inc. 11 o de aquellos
créditos laborales que fueran declarados por el juez como pronto pagables. Si no se encuentran incluidos
en el informe aludido o no fue autorizado por juez, no corresponde efectuar pronto pago alguno al
trabajador.

Actos sujetos a autorización:

Existe una categoría intermedia de actos, que no son los prohibidos y tampoco se encuentran
entre los permitidos, por consiguientes para resultar validos y consecuentemente se puedan oponer al
concurso, deben inexorablemente contar con la correspondiente autorización judicial. Estos actos, están
enumerados en el articulo y dicha enumeración no es taxativa, ya que concluye la norma expresando “y
los que exceden la administración ordinaria de su giro comercial”. Desde luego que, para determinar
cuales actos exceden la administración ordinaria y cuales no, corresponderá estar al caso en concreto.

Para una correcta interpretación se debe siempre tener presente que un concursado es un
eventual fallido, y que en este último supuesto, los acreedores percibirán sus créditos del producido,
venta, del patrimonio, razón por la cual estos actos deben ser autorizados en tanto, la reinversión resulte
inmediata y/o implique un inequívoco beneficio para el concursado y/o sus acreedores.

Articulo 17: actos ineficaces:

Ineficacia:

Este articulo prevé las consecuencias jurídicas que acarrea el incumplimiento a las disposiciones
de esta ley. Si las imposiciones legales vistas hasta el presente y las que en adelante se estudien no
tuvieran sanciones, el control judicial de nada serviría y nos encontraríamos frente a hechos consumados
con evidente perjuicio para los acreedores. Los actos cumplidos en violación a las imposiciones legales
resultan INEFICACES DE PLENO DERECHO.

Un acto es nulo cuando cuenta con un vicio intrínseco que lo invalida. Dicho acto jurídico,
consecuentemente, no es valido entre las partes, tampoco respecto de terceros. Cuando, nos referimos
a la ineficacia, no analizamos el acto en si mismo, el que por cierto pueda estar correctamente
perfeccionado; la ineficacia se limita a los efectos que genera ese acto, los cuales resultan inoponibles al
concurso, pese a la validez intrínseca y extrínseca del acto. En este caso, el acto es eficaz y valido entre
partes, pero resulta inoponible al concurso, concretamente, a los acreedores.

Tan claro es este concepto de la ineficacia, que si el concurso preventivo finaliza con el
cumplimiento del acuerdo preventivo, la operación realizada, la escritura pública de transferencia recobra
sus efectos y es exigible entre las partes. La doctrina aparece dividida acerca del significado de pleno
derecho, unos interpretan que el dictado del fallo establecido la ineficacia es necesario y tiene efecto
retroactivo a la fecha de su celebración; mientras que otros autores, señalan que la resolución judicial no
es necesaria, que el acto es ineficaz por si mismo.

Separación de la administración, coadministrador, veedor, interventor controlador:

La primera es la sanción mas grave, ya que constituye el apartamiento del concursado de la


administración por su desaprensivo o doloso accionar, quedando en manos de otro administrador que se
desempeña bajo la vigilancia del síndico y de acuerdo a las directivas que se establezcan por resolución
fundad. Constituye una sanción por los daños causados o intentando causar.

La imposición de un coadministrador, o un veedor o un interventor controlado, son sanciones de


menor grado, de cómo sus nombres lo indican, no importan la separación del concursado de la
administración, sino la imposición de un control permanente en atención a la reprochable conducta de
administración del concursado. La sanción que se imponga queda criterio del juez, que como director
máximo del proceso concursal (art 274).

Apartar al concursado de la administración no solo implicada para él una sanción grave, sino que
además significa una enorme responsabilidad para el concurso, toda vez que nos encontramos frente a
un proceso de crisis donde se intenta revertir la situación económica financiera y nadie mejor que el
propio concursado para llevar adelante tal cometido. Por ello lo aconsejable, salvo situaciones de
extrema gravedad, es la imposición de una coadministración. La separación de la administración que
desde luego puede ser temporaria y es remunerada.

Apelación con efecto devolutivo:

Este artículo prevé una doble excepción a la regla de los principios comunes previstos por esta
ley 24.522: la primera excepción es que las resoluciones que en principio son inapelables y la segunda
excepción, es que cuando se admite la apelación, se concede con efecto suspensivo, sin embargo en
ese caso se concede con efecto devolutivo.

La concesión del recurso con efecto devolutivo, implica que la resolución se debe efectivizar a
partir del dictado de la resolución del juez del concurso y se mantiene la separación del concursado de la
administración o la medida que se haya impuesto, hasta tanto el tribunal superior se expida sobre a
apelación interpuesta, confirmando o revocando el fallo.

Apelación por parte de la sindicatura:

La ley incluye al síndico como uno de los funcionarios del concurso y como tal contribuye con el
asesoramiento pertinente de su ciencia, es decir actúa como un auxiliar de justicia, por lo que, en
principio le está vedado interponer recurso en contra de una resolución del juez. Sin embargo, en el
caso, media una expresa facultad para apelar cuando se deniega la medida, motivo por el que no cabe
su cuestionamiento o asimilación con otros supuestos previstos por la ley en donde la sindicatura carece
de legitimación para recurrir en apelación.

Legitimación para obrar:


El deudor conserva en forma exclusiva la legitimación para obrar judicialmente en el proceso
concursal, por lo que debemos concluir en que este derecho nunca se pierde ni restringe. Descarta toda
posibilidad incluso de coparticipación de la legitimación con un tercero.

Articulo 18: socio con responsabilidad ilimitada. Efectos

Este artículo tiene íntima vinculación con el art. 160, que establece que la quiebra de la sociedad
importa también la quiebra de los socios con responsabilidad ilimitada, es decir de aquellos socios que
no limitaron su responsabilidad al monto de su aporte societario, motivos por el cual responde con la
totalidad de sus bienes, previa venta de los bienes de la sociedad (beneficio de exclusión)

Tipos societarios en donde los socios responde ilimitadamente. Así tenemos:

 Los socios de una sociedad colectiva


 Los socios comanditados en una sociedad en comandita simple
 Los socios comanditados en una sociedad en comandita por acciones.
 Los socios capitalistas en una sociedad de capital e industria

En lo que respecta a las sociedades irregulares, debemos decir que en razón que ellas no
cuentan con personería propia su representación en concurso preventivo debe estar realizada en su
nombre y en nombre personal de sus miembros o socios componentes de la misma, quienes responden,
ilimitadamente con sus bienes.

El fundamento de esta grave sanción en contra del socio con responsabilidad ilimitada se
sustenta en una presunción legal, cual es la que se presume que si el socio con responsabilidad ilimitada
no afrontó las obligaciones de la sociedad que compone, es por cuanto también se encuentra en estado
de cesación de pagos, y por ende le corresponde el dictado de la quiebra.

Intereses. Deudas no dinerarias. Contratos con prestaciones pendientes. Servicios públicos.


Juicios contra el concursado. Fuero de atracción. Ejecuciones de garantías reales. Suspensión de
remates. Ejecuciones no judiciales. Efectos personales sobre el concursado.

Artículo 19: intereses:

Comenzaremos preguntándonos si el concurso preventivo produce el vencimiento anticipado de


todos las obligaciones. Varios ordenamientos establecen que la presentación en concurso produce la
caducidad de los plazos de las obligaciones del concursado. En nuestro derecho, ello está determinado
específicamente como efecto de la quiebra pero en cambio ello no se predica del concurso preventivo,
pese a lo cual algunos autores de sumo prestigio manifiestan que el decaimiento del plazo de todas las
obligaciones es un efecto del concurso preventivo pese a la omisión del legislador.

Julio RIVERA, no comparte este criterio e interpreta que el solo hecho del concurso preventivo
no es una causa de caducidad de los plazos, dice que el legislador ha previsto esta situación en forma
exclusiva para la quiebra. Concluye en que la cuestión esta regida por la ley de concursos, la que no
dispone que el concurso preventivo cause la extinción de todos los plazos.
Compartimos la opinión de Rivera, en cuanto el concurso preventivo por si mismo no produce el
vencimiento de los plazos de las obligaciones, sin perjuicio que a los fines de solicitar la verificación de
créditos, se deba realizar el calculo de los intereses hasta la fecha de presentación del deudor en
concurso preventivo, como si la obligación se encontrar vencida, habida cuenta que hasta esta fecha y
no mas allá se deban todos calcular los créditos.

La cuestión acerca si el concurso preventivo produce de pleno el derecho de vencimiento de las


obligaciones del concursado, tiene importancia en los casos de deudas del concursado que cuentan con
garantía reales, prenda o hipoteca, habida cuenta que los acreedores pueden deducir o continuar las
acciones individuales en contra del concursado.

Por consiguiente, si se le otorga este derecho a los acreedores privilegiados de iniciar o


proseguir sus acciones individuales y se tiene por vencidos los plazos futuros, no resalaría posible que el
concursado tenga derecho a pagar en los tiempos convenidos originariamente. Si ello fuese así, lo que
reiteramos no compartimos, el concursado quedaría a la arbitraria posición del acreedor privilegiado,
quien podría conseguir la totalidad del saldo impago dando por caducados los plazos futuros.

Ahora bien, el hecho que se deba calcular los créditos a la fecha de presentación en concurso,
incluso los créditos que cuentan con garantías reales, no significa necesariamente que deban ser
consideradas vencidas estas obligaciones, sino que las mismas se deben calcular todas a una fecha
determinada, para saber a ciencia cierta cual es pasivo del concursado a la fecha de presentación.

El legislador, consecuentemente con lo dispuesto en esta norma de suspensión de intereses,


obliga a que los acreedores calculen intereses hasta la fecha de presentación del deudor en concurso,
posibilitando que a esa fecha se cristalice el pasivo y se mantenga durante el proceso concursal. El
cálculo se debe realizar a la fecha de la presentación en concurso y no a la fecha de la resolución de
apertura.

Suspensión de intereses:

La presentación en concurso produce la suspensión de los intereses de todo tipo. Para el paso
que los intereses hayan sido de cobro adelantado, corresponderá deducirse los mismo hasta la fecha de
presentación en concurso. Encuentra fundamento en el hecho que la presentación en concurso
preventivo coloca a los acreedores en situación diferente a la anterior. En efecto, a partir del concurso
todos los acreedores deben someterse a las disposiciones de esta ley como única forma de poder hacer
valer sus derechos. Nos encontramos frente a un proceso universal y colectivo, es decir queda
comprometido todo el patrimonio del deudor y todos los acreedores.

La suspensión de los intereses no es sine die, sino que estará determinada por el mismo
proceso concursal, en oportunidad que el deudor deba recurrir a los acreedores en búsqueda del voto
necesario para la obtención del acuerdo preventivo. Es allí donde los acreedores podrán hacer valer su
peso y podrán negociar el renacimiento de los intereses, las quitas, etc.

Créditos prendarios e hipotecarios


Constituyen una excepción a la regla, toda vez que la norma expresamente los excluye,
permitiéndole la aplicación de intereses hasta el valor de su producido. ¿Qué significa esto? Que el tope
del crédito a percibir por el acreedor hipotecario o prendario está en el valor de la venta de la cosa
prendada o hipotecada. Esta disposición de reconocer los intereses a los créditos prendarios e
hipotecarios tiene mas contenido histórico que jurídico, ya que desde vieja data se ha dicho que
determinados prestamos de dinero deben contar con absoluta seguridad de recupero, porque de lo
contrario, corremos el riesgo de encontrarnos frente a una comunidad que no cuenta con crédito, y sin
esta facilidad, toda evolución comercial deviene extremadamente dificultosa sino imposible.

Intereses compensatorios, moratorios y punitorios

En los créditos garantizados con prenda e hipoteca, cabe al acreedor el derecho a percibir tanto
los intereses compensatorios, como moratorios y/o punitorios convenios. A esta conclusión se arriba, si
se tiene presente lo ocurre en la quiebra, en donde solo se perciben, ART 129, los intereses
compensatorios.

Situación especial que se presenta: WARRANT

Con respecto a la suspensión de intereses en el caso del warrant y para una adecuada
interpretación, debemos tener presente lo prescripto por el art 21, inc. 2, el que por parecido no resulta
igual. En efecto, aquel artículo es el que de alguna forma lleva al equivoco.

Esta norma (art. 19) debemos analizarla en forma aislada, ya que puntualiza lo referido a los
intereses y sólo excluye de la suspensión a los créditos garantizados con prenda e hipoteca. Obsérvese
que no se refiere a los créditos con garantías reales, como lo hace aquel artículo (art. 21 inc. 2) sino que
puntualiza nada más que a la prenda y a la hipoteca. No existe razón alguna para excluir el Warrant, que
también cuenta con una garantía real, pero lo cierto es que el legislador lo excluyó y que, la enumeración
de prenda e hipoteca, sólo puede ser interpretada como TAXATIVA.

En conclusión, el warrant al no estar expresamente indicado en éste artículo, debe ajustarse a


las generalidades de la ley y por consiguiente, al igual que el resto de las obligaciones, se le suspende la
aplicación de intereses a partir de la fecha de presentación en concurso preventivo.

Conversión de deudas no dinerarias:

Como su nombre lo indica, se refiere a todas aquellas obligaciones que no sean determinadas
en dinero. Ejemplo: dar cantidad de cosas, obligaciones de hacer. Corresponde en este supuesto,
determinar en dinero el valor de las cosas o de las obligaciones de hacer.

Deudas en moneda extranjera:

Deben ser convertidas a moneda de curso legal al momento de presentación del informe
individual. En este caso la conversión se realiza al sólo efecto del computo de las mayorías en
oportunidad de determinar si existe o no acuerdo preventivo y para una determinación transitoria del
pasivo.

Créditos laborales:
Los créditos del trabajador por salarios y/o por cualquier indemnización derivada de la relación
laboral también se encuentran excluidos de la suspensión de los intereses. El último párrafo de este
artículo fue agregado por la ley 26.684 que cuenta con un claro sesgo a favor de los trabajadores.

Articulo 20: contratos con prestaciones reciproca pendiente

Cuando la ley se refiere a los contratos en curso de ejecución indica a aquellos que
encontrándose en plena vigencia ocurre que una de las partes se presenta en concurso preventivo. Por
su parte, cuando alude a los contratos con prestaciones reciprocas pendientes, se refiere a aquellos
contratos vigentes a la fecha de presentación en concurso y en los que, ambas partes recíprocamente,
se deben algo, esto es deben cumplir con obligaciones asumidas en el contrato.

Contrato con prestaciones recíprocas pendientes:

Ambas partes al momento de la prestación en concurso preventivo, se adeudan alguna


obligación contractual asumida, cuando a ambas partes les resta dar cumplimiento con algo que se
encuentra aún pendiente, sea por incumplimiento de una de ellas o de ambas, o bien, porque aun no se
produjo el tiempo estipulado, empero debe ser cumplida en la oportunidad convenida.

Por regla general los simples contratos en curso de ejecución continúan como si nada hubiera
ocurrido. En otras palabras, la existencia del concurso preventivo, por si mismo, no produce la resolución
automática del concurso y es razonable que así sea toda vez que el concurso tiende a la continuación de
la empresa, a la continuidad y preservación del patrimonio, el cual podría verse seriamente perjudicado
de imponerse una resolución contractual automática.

Ahora bien, si es el contratante no concursado a quien le pende cumplir una obligación, el


concursado podrá exigir a éste su cumplimiento, e iniciar la acción judicial si fuera necesario para que dé
cumplimiento. Todo ello, fuera del ámbito concursal y como dijimos, a través de la acción individual
pertinente, ya que el concursado continua con la administración de sus bienes. Por el contrario, si es el
concursado quien tiene pendiente una obligación, el co-contratante no concursado, deberá, para hacer
valer su crédito, solicitar la verificación del mismo, ya que se encuentra impedido de iniciar acción judicial
individual en contra del concursado de acuerdo a lo dispuesto por el art. 21.

Distinto ocurre en los contratos con prestaciones reciprocas pendientes, es decir aquellos
contratos vigentes a la fecha de presentación en concurso preventivo en donde ambos contratantes se
adeudan mutuamente obligaciones nacidas del contrato. Este es el supuesto al que se refiere éste
artículo.

La norma autoriza al concursado a continuar con el contrato, supeditado a la autorización


judicial, fallo que debe emitir el juez concursal previa intervención de la sindicatura, que emitirá opinión
acerca de la conveniencia o inconveniencia de la continuidad contractual. La opción de continuar o no el
contrato tiene, en primer orden, el concursado, ya que es a éste a quien la norma le impone cumplir con
sus obligaciones pendientes a la fecha de presentación en concurso, es decir a poner al día las sumas
debidas, bajo apercibimiento de resolución contractual.
Ahora bien, cumplidas por el concursado las obligaciones por él pendientes a la fecha de su
presentación en concurso, la ley igualmente ha pretendido resguardar al co-contratante de las
eventualidades futuras y por las prestaciones que en adelante cumpla. Entendemos que esta
sobreprotección obedece a las circunstancia de que se le obliga continuar con el contrato, efectuando
erogaciones, pero no solo ello, ahora con el peligro de tener al frente a un concursado, un insolvente
confeso. Es precisamente por concede el privilegio estatuido en el art .240, para el eventual caso, claro
está, de una quiebra posterior, que siempre se debe tener como latente en un concurso. En este artículo
se presentan distintas posibles situaciones a saber, según cual fuera el proceder de las partes:

1. El concursado omite denunciar el contrato y solicitar la autorización judicial: en


este caso el co-contratante, podrá solicitar la resolución contractual si no se le notifico la determinación
de continuar, dentro de los 30 días previsto en el art. El plazo, se cuenta en días hábiles y a partir de la
fecha de apertura del concurso preventivo.
2. El concursado, al igual que en el supuesto anterior, omite denunciar el contrato y
solicitar la autorización judicial y el co-contratante in bonis, tampoco hace nada y el contrato
continua como si nada hubiera ocurrido: consideramos que en este supuesto nada ocurre y el
contrato mantiene su vigencia, debiéndose entender que ha mediado un renunciamiento por parte del co-
contratante in bonis, a quien la ley le ha otorgado una serie de concesiones que el mismo, por su
conducta, evidencia haber renunciado.
3. El co-contratante in bonis, pasados los 30 días y transcurrido un tiempo muy
superior, pretende la resolución contractual, frente a la omisión del concursado de solicitar la
autorización judicial pertinente: la ley, en este supuesto legitima al co-contratante in bonis a solicitar y
obtener la resolución contractual, sin que el tiempo transcurrido permita la interpretación de una renuncia
a este derecho. Esta situación acontece con cierta asiduidad, por el desconocimiento de los
profesionales sobre los efectos del concurso en este tipo de contratos debiéndose atribuir esto, a la
complejidad de la norma que lleva a situación confusas y a conclusiones contrarias, incluso entre
especialistas en la materia. Para efectivizar la resolución, el contratante in bonis debe notificar de ello al
juez del concurso y a la sindicatura, lo que debe efectuar en el mismo expediente del concurso, donde
podrá lograr las medidas tendientes a concretar la resolución.
4. El concursado solicita la autorización judicial y esta le es denegada por el juzgado:
si la autorización le es denegada por el juzgado, interpretamos que ellos ha sucedido por cuanto el
contrato deviene manifiestamente inconveniente para el concursado y por consiguiente, para los
acreedores de este.

Contratos de locación de inmuebles destinados a la explotación comercial:

Algunos autores, interpretan que en los contratos de locación de inmueble destinados a la


explotación comercial es aplicable el art 20 de la LC por tratarse de contratos con prestaciones
reciprocas pendientes. En nuestra opinión, ello no es así, por la sencilla razón de no encontrarnos frente
a prestaciones reciprocas pendientes, es decir no estamos frente a contratos donde ambas partes se
deben algo. Para encontrarnos frente a un contrato de prestaciones reciprocas pendientes, valga la
redundancia, las dos partes se deben algo.
En un contrato de locación de inmuebles, independientemente que sea o no para la explotación
comercial del concursado, el locador con la entrega del inmueble, da cumplimiento con toda la obligación
a su cargo y por consiguiente, no tiene obligación pendiente. Si en este contrato bilateral, una de las
partes da cumplimiento integro con su obligación ad initio, que es la entrega de la cosa, desde luego que
no podremos hablar de obligaciones reciprocas y menos aún, que dichas obligaciones se encuentren
pendientes. Lo único pendiente en estos contratos, una vez hecha la dación del inmueble, son las
obligaciones del locatario, fundamentalmente sus obligaciones de pagos de los cánones locativos,
expensas comunes, impuestos asumidos, etc.

La posición que adoptamos, esto es que no nos encontramos frente a contratos de prestaciones
reciprocas pendientes, por cuando podrán existir otros contratos de locación de inmuebles, también con
fines comerciales, empero donde el locador además de su obligación propia o común de un contrato de
esta naturaleza, asume obligaciones adicionales y específicas, tales como ampliar o acondicionar el
inmueble objeto de la locación en determinado tiempo y forma, etc.

En estos supuestos, desde luego, excepcionales o por lo menos no habituales, si nos


encontramos frente a contratos con prestaciones recíprocas pendientes y consecuentemente será de
aplicación el art. 20 de la ley, por cuanto allí sí aflora inequívocamente, por una parte y de acuerdo al
ejemplo dado, la obligación del locador de ampliar o acondicionar el local y por la otra parte, la del
locatario de pagar sus alquileres.

El simple contrato de locación de inmuebles con fines comerciales que el concursado destina
sino para la explotación de su principal actividad o de una de sus tantas actividades de trabajo no está
previsto normativa y puntualmente en los denominados efectos de la apertura del concurso sino que esta
para el caso de quiebra, en el art 157, que nos remite al art. 144 o 193 según corresponda. En el primero
de ellos trata sobre los contratos de prestaciones reciprocas pendientes, otorgando la posibilidad al
tercero contratante in bonis de expresarse haciendo saber su voluntad de continuar o resolver el contrato
y al síndico (art 193), que actúa en cuenta del fallido, como consecuencia de su desapoderamiento, le
impone que dentro de los 20 días corridos a partir de la aceptación del cargo, se exprese sobre la
excepcional posibilidad de continuar con la explotación de la empresa del fallido.

A los contratos de locación de inmuebles destinados a la explotación empresaria, a la


presentación en concurso preventivo del locatario en nada lo afecta, manteniéndose su vigencia y
condiciones preexistentes, sin necesidad de petición alguna al juez y/o a la sindicatura, porque su
continuidad, salvo expresión en contrario, es obvia. Por consiguiente, estos contratos deben
considerarse automáticamente reconducido o continuados de pleno derecho.

Corresponde ahora merituar que ocurre con las obligaciones incumplidas con anterioridad a la
presentación en concurso preventivo y las incumplidas con posterioridad a la fecha de presentación en
concurso. Las obligaciones incumplidas con anterioridad a la presentación en concurso preventivo del
deudor, son deudas concursales y como tales quedan sometidas a la suerte del concurso debiendo el
locador acreedor acudir, en reclamo de su crédito, a la vía verificatoria para obtener el reconocimiento
judicial de su acreencia. El acreedor queda entonces sometido a las disposiciones concursales y a la
suerte del concurso preventivo del locatario.
En lo que respecta, a las obligaciones incumplidas con posterioridad a la fecha de presentación
en concurso preventivo, son deudas postconcursales por ende se encuentran fuera de la órbita del
concurso y son exigibles al concursado de igual forma que si el mismo no se hubiese presentado en
concurso preventivo. Es decir, el acreedor puede demandar el cobro de los alquileres adeudados, puede
solicitar el desalojo del concursado e incluso puede, lo que constituye su mejor arma judicial de cobro,
peticionar la quiebra del deudor concursado.

Situación de privilegio en los contratos con prestaciones recíprocas pendientes

En los contratos con prestaciones reciprocas pendientes la situación es diferente y de total


privilegio para los cocontratantes in bonis, ya que en caso de que el concursado opte por la continuidad
del contrato en curso de ejecución debe poner al día todo cuanto adeuda en el contrato, sea ello anterior
o posterior a la fecha de presentación en concurso preventivo. En principio aparecen como excesivas las
disposiciones normativas a favor del cocontratante ya que lo exime incluso del trámite de verificación de
créditos.

La realidad normativa es diferente, se ha creado una situación de privilegio excepcional para


aquellos acreedores cuya causa tiene un contrato con prestaciones reciprocas pendientes. El quid de la
cuestión radica en determinar que contrato se considera con prestaciones reciprocas pendientes y cual
otro no contiene las mismas. La importancia de las prestaciones de cada obligación pendiente debe ser
valorada en su justa medida, por cuanto en principio siempre existen de la otra parte alguna obligación,
por ejemplo en el caso de la locación, subsiste la obligación del locador de asegurar el uso pacífico de la
propiedad, sin embargo, no se considera como un contrato con prestaciones mutuas pendientes.

Locación de inmuebles para vivienda

El contrato de locación de inmuebles para vivienda es ajeno al concurso. Concursarse no trae


aparejado la resolución de los contratos arts. 146 y 157.

Articulo 21: juicios contra el concursado

Fuero de atracción:

Uno de los principales efectos que producía la apertura del concurso preventivo, sin duda alguna
era la radicación ante el juzgado donde tramite el concurso de todos los juicios de contenido patrimonial
seguidos en contra del concursado, es decir de todos los juicios en que el mismo era demandado.

Sustentado en la unidad del trámite, en el convencimiento que ello permitía un mayor control y
una mejor administración de los bienes del concursado y primordialmente en el hecho de que esta forma
todos los juicios eran resueltos por un mismo juez, respetando de esta forma la igualdad de los
acreedores y evitando que se produzcan sentencia distintas para situaciones similares. La ley 26.086,
por el contrario consagra un principio de apertura, dejando prácticamente sin efecto el fuero de atracción,
toda vez que los juicios de conocimiento, las ejecuciones de garantías reales y los juicios laborales no se
suspenden y continúan tramitando en sus juzgados de origen.

Entonces, aquella máxima concursal todo dentro del concurso, nada fuera de él, sin duda que
con la reforma del art. 21 ha quedado en el olvido y debemos respetar esta nueva ley que prácticamente
carece de atracción y en donde las excepciones superan largamente la regla. La ley 26.086 se sustenta
en la imperiosa necesidad de que las reclamaciones laborales sean atendidas por jueces de ese fuero,
en virtud del derecho protegido que asiste a los trabajadores sustentado en el principio del principio in
dubio pro operario en contraposición del principio de conservación de la empresa.

Juicios excluidos del fuero de atracción:

1) Los procesos de expropiación


2) Los fundados en relaciones de familia
3) Las ejecuciones de garantías reales
4) Los procesos de conocimiento en trámite
5) Los juicios laborales
6) Los juicios en el que el concursado sea parte de un litisconsorcio pasivo necesario.

Juicios de conocimiento:

La ley hace referencia a los procesos de conocimientos, correspondiendo entender demostrar la


causa de la obligación, es decir se trata de aquellos procesos completos; en contraposición a otros
procesos judiciales en donde solo corresponde la acreditación de meros requisitos externos de
determinados títulos, como es el caso de los procesos ejecutivos. En consecuencia los juicios de
conocimiento tramitan los procesos ordinarios, sumarios y/o sumarios.

Juicios laborales:

La prohibición de promover nuevos juicios no alcanza a los juicios laborales, por lo que quienes
poseen acciones de contenido patrimonial fundadas en relaciones laborales por causa o titulo anterior a
la presentación en concurso del deudor, pueden iniciar juicio en sede laboral.

Suspensión de los juicios en contra del concursado

De acuerdo a lo prescripto por el art. 21, la suspensión de los juicios de contenido patrimonial en
contra del concursado, opera a partir de la publicación de edictos. Entonces, si a partir de ese fecha se
suspenden los juicios, hasta esa fecha podrá promoverse acción en contra del concursado.

Intervención de la sindicatura en los juicios

Nuestro comentario es crítico con esta disposición por cuanto entendemos que la intervención
del síndico en los procesos de conocimiento en trámite solo constituye una carga mayor de
responsabilidad para los síndicos, los que ya vienen desempeñándose de manera precaria, por cuanto
no se le facilitan medios económicos para determinados actos que debiera cumplir en resguardo de una
tarea de enorme responsabilidad.

Constituye sin duda alguna una disposición que solo lleva a la confusión de la precisa tarea que
como órgano sindical le compete. En efecto, el sindico no define al concursado, tampoco a la masa, el
síndico debe actuar de conformidad con la ley, independientemente del resultado que corresponda.

Que significa ser parte en un juicio


La ley no define cual debe ser la tarea del síndico en su condición de parte en un juicio, empero
claro está que ella será distinta en un concurso preventivo que en una quiebra, por cuanto en el primero
la legitimación la mantiene el concursado, ahora en forma conjunta con el sindico, por lo que el abogado
contratado por la sindicatura coexistirá procesalmente con el concursado; mientras que en la quiebra, el
desapoderamiento del fallido es instantáneo y la legitimación la ejerce con exclusividad del síndico.

La sindicatura debe adoptar una posición defensiva respecto de la pretensión del actor, con lo
que tampoco cumple con su rol objetivo de actuación que impone la ley.

Título verificatorio:

Que la sentencia valga como titulo verificatorio, no significa que ella constituya por si misma la
admisión de ese crédito en el concurso. Quien obtiene una sentencia favorable en un proceso de
conocimiento o en un juicio laboral, debe concurrir al juez del concurso a los fines de verificar el crédito
que reconoce la sentencia. Dentro del plazo de 6 meses de haber quedado firme la sentencia.

La sentencia se encuentra resguardada en la cosa juzgada material. Cosa juzgada, implica en


principio inalterabilidad absoluta de la sentencia, esto es, que ella no puede ser modificada por otra
magistrado. Sin embargo ello no es tan así al pretender incorporar un fallo en el seno de un concurso
preventivo, porque la sentencia, así lo indica la normativa, valdrá como título verificatorio y no como la
declaración de admisibilidad de un crédito. El juez concursal que es quien debe resolver el pedido de
verificación de un crédito, desde luego que encontrará facultado para apartarse de lo resuelto en una
sentencia dictada en una acción individual.

Ejecuciones de garantías reales:

Hoy no admite controversia alguna la continuidad de las ejecuciones de garantías reales ante el
juzgado originario. Todo ello porque la CSJ oportunamente sostuve que las ejecuciones de garantía
reales no se encuentran alcanzadas por el fuero de atracción, por lo que concluye en que no opera en
estos casos desplazamiento de la competencia en virtud de la naturaleza del proceso. (Casasa c/
Saiegh)

Entonces, el acreedor que ejecuta una garantía real puede continuar con la misma previa
intervención que corresponde otorgar al síndico de conformidad a lo prescripto en el apartado 1), para
poder rematar tendrá que acreditar haber presentado la verificación del crédito ante el síndico. Ello es
cuanto impone en definitiva la norma.

El artículo continua con un defecto de fondo importante cual es el otorgar la posibilidad al


acreedor de subastar, sin tener que cumplir con ningún otro recaudo más que el de haber dado
intervención al síndico y presentado la solicitud de verificación de créditos, empero y fundamentalmente,
sin tener que esperar que el juez del concurso se expida sobre la venta forzada. Frente a éste eventual
supuesto, posiblemente el juzgado concursal requerirá del pretenso acreedor la constitución de una
garantía suficiente para afrontar eventuales perjuicios para el hipotético caso que el bien sea subastado
y el crédito no sea declarado verificado o admisible; situación que puede acontecer, o bien, solicitar el
juez del concurso la suspensión de la subasta hasta tanto se encuentre admitido el crédito.
Articulo 22: estipulaciones nulas

En este artículo se ratifica una vez mas el carácter de orden público que tiene esta ley, y que
solo a través del mismo, se puede lograr los objetivos fundamentales de la misma, cual es el tratamiento
igualitario para todos los acreedores del concursado.

Artículos 23: ejecuciones por remate no judicial:

Tanto la ley de prende como la de hipoteca prevén la posibilidad de que determinados


acreedores puedan proceder con el remate no judicial de los bienes gravados en garantías del crédito
acordado. Remate no judicial implica la innecesariedad del juicio previo. El bien es subastado de
conformidad a la ley que lo habilita hace en forma extrajudicial. Existen otras leyes que autorizan lo
mismo por ejemplo la del Banco de la Nación Argentina.

Este beneficio está dirigido a determinadas entidades por lo que el eventual endoso a tercera
persona no transmite tal beneficio, por consiguiente no lo autoriza a proceder con la subasta
extrajudicial.

Articulo 24: suspensión de remates y medidas precautorias

Se debe interpretar esta norma a favor del concursado, toda vez que nos encontramos tan solo
frente a una suspensión única y temporaria de una medida cautelar o de una subasta. Decimos única,
por cuanto la misma no debe ser repetida por el juzgado sobre el mismo bien, ya que ello implicaría, a
través de sucesivas suspensiones, desvirtuar el alcance de la norma.

Está facultado, no implica ello señalar que está obligado a suspender, sino que, si lo estima
conveniente en atención al caso concreto que le toca resolver, posee el poder suficiente para paralizar
un acto de esta naturaleza, concediendo de esta forma al concursado un plazo prudencial suficiente para
que solucione su inconveniente.

El juez del concurso es la máxima autoridad judicial respecto de los bienes del concursado y solo
él está legitimado para evaluar acerca de la conveniencia o no de la suspensión. También consideramos,
que el acreedor privilegiado puede exigir del concursado la constitución del seguro suficiente que cubra
el valor del bien y sus eventuales deterioros, aún cuando el mismo se encuentre en dificultades
financieras, toda vez que ello responde a elementales razones de seguridad, por lo que no corresponde
privar a un legitimo acreedor que finca su posibilidad de recupero en mismo bien.

El pedido de suspensión debe ser solicitado ante el juez del concurso quien dispone la inmediata
suspensión y comunica al juzgado actuante. Por el contrario, si transcurrido el plazo de los 90 días no se
ha cumplido con la obligación de pago prendaria o hipotecaria, el acreedor debe, ante el juez donde
tramita su ejecución, solicitar la reanudación del juicio y peticionar cuanto corresponda, debiendo probar
el solo cumplimiento del plazo con el acompañamiento de copias certificadas.

Artículo 25: viaje al exterior:

La anterior ley (19551) difiere sustancialmente de la actual, toda vez que en aquella existía para
el concursado una clara prohibición para viajar al exterior, mientras que en la actual, si bien se mantiene
la prohibición, la misma no requiere de una autorización para ausentarse del país, sino una mera
comunicación al juzgado haciendo saber que saldrá del país. No debe esperar respuesta alguna del
juzgado, basta con la simple comunicación en que debe indicar el tiempo en que se encontrar ausente y
él o los lugares donde viajara.

Si pretende viajar por un plazo superior a los 40 días, debe inevitablemente solicitar la
autorización judicial pertinente, indicando además de lo señalado, las razones que justifiquen el viaje, ya
que es posible que en tan largo plazo el trámite del concurso requiera la presencia del mismo. La norma
tiene un fin claro, evitar que la ausencia del concursado, paralice u obstaculice el proceso. La violación
del concursado a su obligación de comunicar su salida o solicitar autorización podrá dar lugar a una
sanción por parte del juez del concurso que puede llegar hasta la separación de la administración (art.
17)

BOLILLA 5 CONCURSAL

Proceso de verificación de créditos: forma, lugar, tiempo, efectos, arancel. Deberes y facultades
del síndico. Período de observación.

Artículo 32. Solicitud de verificación:

El proceso de verificación de créditos

El artículo comienza señalando “todos los acreedores” por lo que no existen en principio
excepción alguna. Constituye una carga de estos concurrir al concurso y hacer de él valer sus derechos
en la forma y del modo que se indica, por ello se dice que nos encontramos frente a un proceso que se
ha dado en denominar típico por sus especiales características.

Quienes formulen el pedido de verificación de créditos en los plazos que el juzgado ha


establecido para hacer, verificación tempestiva, incursionan en este procedimiento típico, quienes así no
lo hacen deben ocurrir por el procedimiento especial es el pedido de verificación tardía de créditos, el
que tiene un procedimiento, incidente, absolutamente diferente.

Dijimos que en principio no existen excepciones en cuenta se refiere a los acreedores, empero
los acreedores laborales deben concurrir al concurso mediante el pronto pago, que no es una verificación
de créditos propiamente dicha empero tiene, en definitiva, iguales efectos, toda vez que al trabajador se
le reconocen sus acreencias e incluso empieza a percibirlas en forma inmediata.

Ahora bien, en caso de fracasar el pronto pago, el acreedor laboral puede iniciar o continuar el
juicio laboral pertinente, en sede laboral en un todo de acuerdo a lo prescripto por el art .16, o incluso
peticionar su verificación de créditos. El proceso de verificación de créditos se inicia con la solicitud de
verificación de créditos que realiza el acreedor ante el sindico, en su domicilio y hasta la fecha tope
publicada para hacerlo, fecha que está determinada por el juzgado e indicada en los edictos concursales
(art 27)
Con posterioridad a esta fecha, nace un nuevo periodo de 10 días para que los acreedores o el
propio concursado, observen o impugnen cualquiera de los créditos insinuados. Esta impugnación u
observación no es obligatoria, aunque si se encuentran todos habilitados para hacerlo, incluso un
acreedor respecto de otro acreedor concursal. Por ello se dice que el control es multidireccional.

Vencido el plazo de impugnación u observación de los créditos insinuados, sin solución de


continuidad, comienza un nuevo plazo de 20 días para que el síndico presente en el juzgado los
denominados informes individuales, que no es otra cosa que la conclusión de cuanto la sindicatura
estima que corresponde a cada pretenso acreedor respecto de su pedido de verificación de créditos. Por
último, es el juez quien dentro de los 10 días, en virtud de lo establecido por el art. 36, emite resolución
declarado cada crédito como admisible, inadmisible o verificado. Todos los plazos indicados en esta ley
se computan en días hábiles judiciales.

Una vez admitido o verificado el crédito, recién allí adquiere el acreedor el carácter de acreedor
concurrente, es decir, adquiere la facultad de participar en el concurso, puntualmente es computará su
crédito en ocasión de considerar las mayorías. Quien no verifica tempestivamente, o lo hace en forma
tardía, no participa en la votación por cuanto solo participan aquellos acreedores incluidos en la
resolución del art. 36.

Periodo informativo

Está compuesto tanto por el proceso de verificación de crédito antes indicado, como también por
el informe general que debe formalizar la sindicatura y que reviste importancia según se observará al
efectuar su análisis.

Recaudos para la presentación de la solicitud de verificación

Se debe realizar por triplicado. La ley indica por duplicado, empero por razones practicas se
deben formar tres cuerpos idénticos, uno de los cuales, el original, luego que la documentación es
revisada e intervenida por el síndico con su firma, queda en poder del acreedor peticionante; las dos
copias restantes quedan en poder del síndico y sirven para conformar oportunamente los legajos de
cada acreedor.

Quien solicita la verificación de un crédito debe inexorablemente dar cumplimiento con los
recaudos establecidos por la normativa, debe además acompañar la documentación original
demostrativa del crédito, denunciar en el escrito de petición de verificación el monto, la causa de la
obligación y el privilegio del crédito si existiere.

EL MONTO

Es preciso que el solicitante precise el capital de cada crédito que reclama, los intereses,
compensatorios y punitorios, que a cada crédito le adiciona hasta la fecha de presentación en concurso
preventivo del deudor, debiendo indicar los períodos comprendidos y las tasas de interés que solicita se
le reconozca, CER o cuando en definitiva corresponda.

El detalle de lo solicitado es necesario, fundamentalmente si dichos intereses fueron convenidos.


Ello es de importancia por cuanto según la naturaleza de la operación, la sindicatura podrá incluso
apartarse de lo convenido entre las partes y aconsejar al juez que admita una tasa de interés igualitaria
para determinados acreedores concursales.

El peticionante debe coadyuvar la tarea de la sindicatura, debe facilitar su entendimiento y si así


no ocurre, el síndico está facultado a solicitar mayor información o bien aconsejar su denegación o
reducción a cuanto estime corresponder, sin perjuicio de la acción posterior, el recurso de revisión (art
37) con que cuenta el pretenso acreedor.

En los casos de cuentas corrientes comerciales o bancarias, no compartimos el criterio de


algunos órganos sindicales que intentan rearmar desde su inicio el vínculo entre las partes y sin límite
retroactivo de tiempo, acomodándose con intereses que estiman debieron regir durante la relación. Toda
composición de saldos, debe ser detenidamente merituada por la sindicatura, como órgano
especializado, como auxiliar de justicia y resuelto por el juez de la causa, considerando la naturaleza de
la relación que los vincula.

La CAUSA de la obligación:

Es la operación generadora de la obligación, lo que da origen al crédito que se insinúa. En la


causa de las obligaciones, es precisamente donde se detectan acuerdos fraudulentos. Acreedores
ficticios, operaciones inexistentes que tiene por único fin favorecer al concursado y burlar a los legítimos
acreedores. Por ello, la acreditación de la causa tiene una importancia de relieve y en definitiva es lo que
permitirá o no la incorporación al pasivo concursal.

En muchos casos, no basta la acreditación del acto jurídico de reconocimiento de una deuda por
parte del concursado, sino que además corresponde demostrar la existencia de la acreencia.

Estas razones han sido las que llevaron a la doctrina y jurisprudencia a establecer incluso que
determinados títulos de créditos que por su naturaleza resultan completos, autosuficientes, autónomos,
literales y abstractos, deban igualmente para su admisión en el concurso ser acompañados del
documento que acredite su causa de emisión, es decir el motivo por el cual han sido ellos librados.
Existen algunos supuestos en donde el solo instrumento es constitutivo y suficiente de la causa y no se
requiere de otra demostración adicional, tal es el caso del aval o fianza, aunque, en tales supuestos, la
obligación afianzada si debe ser suficientemente acreditada.

EL PRIVILEGIO.

De contar el solicitante con algunos de los privilegios previstos por esta ley (especiales y
generales),deben los mismos ser solicitados, indicándose puntualmente a cual crédito corresponde, para
el caso que en una solicitud se insinúen varios créditos. la no solicitud del privilegio, se ha considerado
una renuncia al mismo.

Garantes

Quienes hayan garantizados obligaciones del concursado, deben solicitar su pedido de


verificación de créditos en su condición de acreedores eventuales toda vez que el no pago de la
obligación por parte del concursado obliga a estos a afrontar dicha obligación. Por consiguiente, el
garante debe solicitar verificación de créditos como acreedor eventual, dejando el garante esta condición
de eventual una vez que abona la obligación garantizada.

El arancel

Los acreedores para ingresas a participar del proceso concursal deben abonar al síndico el
arancel previsto por la ley. Es otra carga impuesta a los acreedores que se suma a la anterior de solicitar
la verificación de crédito, ya que deben pagar con la sola excepción de los casos previsto por la norma
que deben pagar con la sola excepción de los casos previstos por la norma cuales son los créditos
inferiores a mil pesos y los que tengan causa laboral.

El arancel debe ser incluido como gasto en el pedido de verificación de créditos y sumado al
crédito. Lo que sí está claro es que no corresponde considerar el mismo como un crédito independiente,
no solo porque ello resultaría inadmisible por tratarse de un crédito post concursal, sino y
fundamentalmente por cuanto puede importar un cambio significativo en las mayorías necesarias para la
aprobación de la propuesta de acuerdo preventivo que formule el concursado.

Articulo 32 bis: verificación por fiduciarios y otros sujetos legitimados

Fiduciario:

En los comienzos consistía en un encargo que una persona hacia a otra persona de su
confianza, para la ejecución de una determinada manda.

En el derecho ingles se denomina trust, que también significa confianza. El CCC define el
fideicomiso como:

Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante, transmite o se compromete a
transmitir la propiedad de bienes a otra persona denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en
beneficio de otra llamada beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de
un plazo o condición al fideicomisario.

Tenemos:

1. Fiduciante: es quien transmite la propiedad fiduciaria a otro.


2. Fiduciario: es el destinatario de esa confianza que debe cumplir en beneficio de quien se
indicó, en definitiva, el administrador.
3. Beneficiario: es el destinatario de la propiedad
4. Fideicomisario: es el tercero destinatario final de la propiedad cuando ello ocurre.

La incorporación de la ley 25.589

Este artículo tiene intima vinculación con el art. 45 bis también incorporado por dicha ley. En éste
se prevé en forma puntal la verificación de créditos a cargo de los fiduciarios, mientras que en aquel se
establece el régimen de voto.

Aplicación en la quiebra
Si bien éste artículo no se repite en la quiebra, igualmente es lógico pensar que ha sido intención
del legislador que también sea de aplicación en el proceso falencial, toda vez que el período informativo
en uno y otro proceso es idéntico.

Legitimación de estos acreedores

La calidad invocada debe surgir de la documentación que deben acompañar al momento de


solicitar la verificación del crédito.

Objetivo de la norma

Sabemos que los titulares de debentures, bonos convertibles, obligaciones negociables u otros
títulos emitidos en serie, negocian los mismos en la forma más amplia y si dichos títulos significan un
crédito en contra del concursado la negociación del concursado se dificulta, porque se trata de créditos
emitidos en serie y en cantidad. Igual acontece con el fiduciario.

La norma tiene por fin facilitar la negociación del concursado sea con un fiduciario o
representante y no con la totalidad de los titulares. Este régimen impuesto es obligatorio.

Articulo 33: facultades de información:

Facultades de información del síndico

El art. 274 nos indica que el juez es el director del proceso y es en definitiva quien tiene la
facultad de dictar todas las medidas que se estimen necesarias para cualquier investigación. Este
artículo se asemeja a aquel toda vez que también lo faculta al síndico a requerir y valerse por todos los
medios de los elementos de juicio que estime útiles y solo en caso de negativa, sea ello del concursado,
de un acreedor o incluso de un tercero, a solicitar las medidas judiciales tendientes a obtener la
información que se estima necesaria.

Las amplias facultades inquisitorias tiene por objeto permitir al síndico efectuar las indagaciones
que estime útiles para su labor, sea tanto para el ejercicio de su deber de contralor durante la
administración del concursado, como para la confección del informe individual y general.

Conformación de legajos

El art 11, inc 5, impone al concursado que junto a su solicitud de formación de concurso
preventivo, acompañe un legajo por cada acreedor. A este legajo es al que el sindico debe incorporar o
agregar los pedidos de verificación de créditos efectuado por los acreedores, de modo que cada carpeta
o legajo de cada pretenso acreedor, se vaya nutriendo de todos los elementos de juicio pertinentes para
luego el síndico poder emitir un dictamen fundado, informe individual, respecto de la viabilidad del crédito
insinuado y hacer entrega al juez para que éste dicte la resolución del art. 36

Articulo 34: período de observación de créditos

Tal como se indicara sucintamente en el art 32, luego de vencido el plazo tope para presentar los
pedidos de verificación de créditos al sindico, se abre un nuevo periodo que posibilita las impugnaciones
u observaciones a las solicitudes de verificación que realizaran los acreedores.
Plazo

El plazo es exiguo, ya que se limita a 10 días hábiles y en muchos supuestos el mismo es


notoriamente insuficiente si se tiene presente la cantidad de acreedores presentados a verificar y la
complejidad en la composición de algunos de dichos créditos.

Por esta razón, pese a lo dispuesto por los arts. 273, inc. 1º y último párrafo, que establecen la
perentoriedad de los plazos y la responsabilidad que le cabe al juez de hacer cumplir estrictamente todos
los plazos de ley, como asimismo que su prolongación injustificada, puede ser considerada como mal
desempeño del magistrado; es criterio común en los juzgados el de conceder mayor plazo, tanto para el
periodo de impugnación como para la confección del informe individual, cuando así lo aconseja la
magnitud de los acreedores y/o créditos insinuados. Obviamente, cuando ello sucede, también se
extiende el plazo para el dictado de la resolución del art. 36 a cargo del juez.

Frente a esta anómala situación procesal, el juzgado debe inexorablemente proceder con la
fijación de las nuevas fechas, es decir establecer la nueva fecha de presentación del informe individual y
fundamentalmente la fecha del dictado de la resolución del art. 36. Esta última reviste importancia
mayúscula, toda vez que de quedar consentida la misma, 20 días para la interposición del recurso de
revisión, produce efectos de cosa juzgada.

Legitimados para impugnar

Cualquiera de todos los acreedores que se hayan presentado a solicitar verificación de créditos,
así lo expresa textualmente la norma, por lo que no cualquiera puede revestir el carácter de interesado.
Queda, por consiguiente excluido de esta posibilidad quien realiza el pedido de verificación tardía por vía
incidental.

Proceso destribunalizado

El proceso informativo es decir, tramita en las oficinas del sindico y no ante el juzgado del
concurso, y es bueno que ello sea así ya que los juzgados se encuentran abarrotados de expedientes y
no se observa la necesidad de que las impugnaciones se practiquen en sede judicial.

Las observaciones o impugnaciones que se realicen, no tiene carácter de incidente y pueden


tener como fundamento cualquier razón, por lo que no se deben desentrañar las pruebas documentales
ofrecidas y/o los fundamentos esgrimidos.

Costas

Si el acreedor o el propio concursado, ejerce su derecho a impugnar dentro del plazo legal,
independientemente del resultado, no procede la imposición de costas.

Presentación de las copias al juzgado

La normativa impone un plazo de 48 horas al síndico para acompañar las copias de las
impugnaciones u observaciones que recibieran, sirviendo ello para un mejor control acerca de cómo se
viene desarrollando este proceso hasta aquí destribunalizado. El incumplimiento por parte de la
sindicatura a esta obligación no posee una sanción específica, sin perjuicio de las facultades
disciplinarias que cuenta el magistrado para enderezar su proceder. Es por ello prudente que el acreedor
controle la denuncia de impugnación por él practicada la que deberá ser considerada por el síndico,
admitiéndola o rechazándola, aunque implícitamente, en oportunidad de expedirse en el informe
individual.

Ultimo párrafo

La ley 26.684 incorpora el último párrafo del artículo, con el fin de que los trabajadores vayan
teniendo conocimiento del avance del proceso y a los fines de lo prescripto por el art. 48. Este derecho
de información, no habilita a los trabajadores a observar o impugnar los créditos insinuados, en tanto no
revistan el carácter de acreedores.

Informe individual. Contenido. Término. Resolución judicial sobre Créditos: efectos. Verificación
tardía. Informe general: oportunidad. Contenido. Observaciones.

Articulo 35: informe individual

Tarea de la sindicatura

Para arribar a una conclusión respecto de la procedencia de cada uno de los créditos solicitados
en verificación, debe analizar toda la documentación obrante en los legajos y cotejar la misma con los
libros de contabilidad del concursado y hasta del solicitante mismo, además de realizar las tareas
investigativas de cada caso en particular cuando así lo considere oportuno.

Debe compatibilizar las diferentes pretensiones con un criterio igualitario para todos los
acreedores, ya que pese a encontrarse frente a créditos de diferentes naturaleza debe respectar en todo
momento el principio de igualdad que rige en la materia, lo que no significa una igualdad generalizada
sino una igualdad para los iguales, lo que es absolutamente distintos.

La verificación y su límite

El informe individual versa sobre el pedido de verificación de créditos realizado por el pretendido
acreedor, el cual puede no coincidir y de hecho sucede habitualmente, con el monto denunciado por el
concursado en oportunidad (art 11, inc 5) de solicitar la formación del concurso. El monto solicitado en la
pretensión verificatoria fija el límite de cuanto el sindico puede aconsejar y el juez sentenciar.

Contenido:

Además de dar cumplimiento con todos los requisitos que impone el artículo, tales como la
identificación del acreedor y demás recaudos, debe indicar las observaciones recibidas y la
documentación complementaria por él obtenida tanto del deudor concursado cuanto del acreedor. Con
dicho elementos, emite opinión acerca de su procedencia en cuanto al monto, causa y el privilegio
solicitado.

El informe individual no es susceptible de observación o impugnación, empero dijimos que ello


es posible en tanto no entorpezca el procedimiento, habida cuenta de encontrarnos frente a un proceso
de conocimiento pleno y por cuanto el error no puede generar ni lesionar derecho.
Declaración de ineficacia

Respecto de aquellos créditos susceptibles de ser declarados ineficaces debe igualmente


expedirse la sindicatura, puesto que el instituto de la ineficacia (art 118 y 119) es un instituto propio de la
quiebra y no del concurso preventivo. Se debe tener presente que el síndico no es quien verifica o
declara admisible o inadmisible un crédito, sino que solo aconseja una resolución en uno u otro sentido.

Copia para el legajo

La obligación de acompañar las copias para el legajo sirve para el control de los acreedores
interesados que siguen atentos los pasos de su petición.

Fin del proceso destribunalizado

El síndico, hasta el cumplimiento del plazo de 20 días con que cuenta para confeccionar los
informes individuales, los debe presentar ante el juzgado, concluyendo de esta forma el proceso fuera
del juzgado.

Articulo 36: resolución judicial

Conclusión del proceso de verificación

Con el dictado de la resolución conocida como del art. 36, concluye el proceso de verificación de
créditos. Esta resolución tiene fundamental importancia, tanto para el caso de aquellos créditos que
fueran declarados verificados o admisibles, como para aquellos declarados inadmisibles.

Los dos primeros verificados y admisibles, continuaran el trámite procesal del concurso y por
consiguiente, desde que sus créditos resultaron procedentes se encuentran habilitados a participar en la
votación de la propuesta. Son acreedores concursales. Por el contrario, el acreedor que no obtuvo una
resolución favorable por haber sido su crédito declarado inadmisible, le caben dos opciones:

La primera, cual es la de consentir la resolución, en cuyo caso deja de ser acreedor


definitivamente, queda fuera del concurso ya que produce los efectos de cosa juzgada.

La segunda posibilidad, es la de no consentir la resolución interponiendo en contra de la misma


el denominado Recurso de Revisión, previsto por el art. 37. Este pretenso acreedor, como consecuencia
de la resolución que declara inadmisible su crédito reclamado en verificación, no participará en la
votación, aún cuando su recurso de revisión sea resuelto con anterioridad a la votación, ya que
claramente lo expresa este artículo en su último párrafo, al indicar “estas resoluciones son definitivas a
los fines del computo…”

La importancia de la resolución del art. 36

Los créditos admisibles y verificados serán quienes votaran la propuesta de acuerdo preventivo
que debe formular el deudor. A estos acreedores el concursado le formulara la propuesta y de ellos, y
solo de ellos debe obtener las conformidades necesarias para aprobar el concurso preventivo, o mejor
dicho aun para obtener la existencia de acuerdo preventivo.
Se pueden presentar situaciones especiales o excepcionales, tales como los casos de
verificación tardías o la obtención de sentencia, en aquellos juicios de conocimientos, en que el acreedor
optó por continuar el mismo de conformidad a lo prescripto por el art. 21. En estos casos, si estos
acreedores obtuvieron las sentencias antes del dictado de la resolución del art. 36, pueden pedir ser
incluidos en la misma, a los fines de participar en la votación, empero si ello no ocurre, o si el juzgado no
los incluye dentro de la resolución del art. 36, no participaran en la resolución de categorización y por
ende se mantendrán excluido del computo de la valoración; es decir, la participación de este tipo de
acreedores, respecto de la suerte del concursado resultará neutra y además se deberán someter a la
propuesta que se apruebe de acuerdo a la categoría que le hubiera correspondido integrar de haber
participado o de haber sido reconocido oportunamente.

Crédito verificado, adminisible e inadmisible

El crédito declarado verificado es aquel que no ha sido motivo de impugnación alguna por
ninguno de los acreedores, tampoco por el deudor concursado, la sindicatura lo estimó precedente, así lo
aconsejó y en definitiva el juez en la resolución del art. 36, también hace lugar al mismo sin modificación
alguna a lo solicitado originariamente por el pretendido acreedor en el pedido de verificación de créditos.

Por el contrario, los créditos que son declarados admisibles o inadmisibles, son aquellos que
durante el proceso de verificación de créditos fueron observados o impugnados, agredidos por uno
cualquiera de los intervinientes, o por el síndico al momento de efectuar el informe individual o bien por el
juez al momento de dictar la sentencia.

Un crédito es admisible cuando se reconoce el mismo, aún cando fuera en forma parcial,
mientras que es inadmisible cuando no existe reconocimiento alguno, equivale a cero.

Si todos los interesados tuvieron oportunidad procesal y la dejaron vencer, sin cuestionar la
misma, es obvio que el crédito adquiere la condición de definitivo y consecuentemente la cosa juzgada
cobra vigencia. Es que en derecho los plazos son perentorios, fatales y fundamentalmente
consolidatorios, preclusión de los actos procesales de derecho.

Articulo 37: efectos de la resolución

Cosa juzgada

El crédito declarado verificado produce los efectos de la cosa juzgada, es decir nos encontramos
frente a una resolución definitiva no susceptible de ser revisada a posterior. Si los interesados no
ejercitaron su derecho en la oportunidad que le concede la ley, cualquier otra presentación por parte de
ellos resulta extemporánea. La ley, establece una única excepción cual es la existencia de dolor, sobre lo
cual nos referimos en el artículo siguiente el cual nos remitimos.

Recurso de revisión

Los créditos declarados admisibles o inadmisibles pueden ser revisados. Cuando un crédito es
declarado admisible o inadmisible siempre existirá un interesado que no comparte el criterio del juez, sea
el acreedor pro que le fue declarado inadmisible su pretensión, o bien el propio concursado, porque
declarado admisible un crédito que el mismo interpreta que no corresponde y que seguramente impugnó.
Legitimación del síndico

Existe jurisprudencia contradictoria respecto si el síndico cuenta con legitimación para promover
este recurso. Interpretamos que no está legitimado para ello toda vez que es un auxiliar de justicia, que
emitió oportunamente su opinión en el informe individual a su cargo, y que la misma no fue compartida
por el juez independientemente de que en la resolución se haga o no mención a dicha posición del
órgano sindical. El juez del concurso es la autoridad máxima del proceso.

Distinto ocurre en la acción por el dolo prevista en el artículo siguiente.

Plazo:

El recurso de revisión tramita por vía incidental ante el juez del concurso y debe ser interpuesto
dentro de los 20 días posteriores a la fecha de la resolución. Obsérvese que el plazo de interposición del
recurso no es a partir de la fecha de notificación automática o ministerio legis de la resolución del art. 36,
sino a partir de la fecha de la resolución. Desde luego que los días son hábiles judiciales, como todo
plazos que rigen en este proceso.

Se ha considerado que el plazo para plantear el incidente de revisión contra la resolución que
declaro admisible o inadmisible un crédito, debe computarse desde la notificación por ministerio de la ley
de tal providencia y no desde la fecha de resolución del art. 36 cuando ésta última no fue dictada en la
fecha prevista en el auto inaugural del concurso preventivo sino con posterioridad.

Formalidades:

El recurso debe contar con todas las formalidades pertinentes, debe resultar clara y precisa su
crítica al fallo judicial, correspondiendo ofrecer la prueba pertinente en ese mismo acto. No debe tratarse
de una mera repetición de lo anterior.

Proceso:

La ley no establece un procedimiento especifico y cuando ello sucede corresponde otorgar el


tramite para incidentes de acuerdo a lo establecido por el art. 280. Interpuesto el recurso se debe correr
traslado del mismo a la contra parte por el plazo de 10 días e igual plazo a la sindicatura que también es
parte. El sindico cumple su tarea como parte que es el incidente y seguramente mantendrá su posición
anterior formulada en el informe individual.

El síndico, cumple una función de asesoramiento técnico al juez y debe mantener la objetividad
necesaria en cada uno de sus actos; motivo por el que de encontrar fundamento en el recurso incoado,
debe exponer cuanto interprete que resulta ajustado a derecho de acuerdo a su saber y entender, sin
que su opinión resulte vinculante para el juez.

Corresponde recordar que durante el proceso de verificación de créditos no ha resultado posible


la producción de otra prueba que no sea la documental. Por eso en este incidente, los jueces deben ser
lo suficientemente generosos en los plazos ya que lo que en definitiva se pretende es el conocimiento
veraz, inequívoco, el que no resultó posible de obtener en el anterior tramite.
En síntesis, celebramos la posibilidad jurídica que otorga este recurso en el que se posible al
amplio debate con el aporte de elementos de juicio, pericias, testicgs, etc., que no pudieron incorporarse
durante el proceso de verificación de créditos. Cumplida la prueba, se concede oportunidad procesal
para la formulación de alegatos y posteriormente se dicta la resolución, la cual es susceptible de recurso
de apelación ante la cámara de apelaciones.

Perención de instancia

El tramite debe ser instado por el interesado y la caducidad de instancia opera a los tres meses
de acuerdo al art. 277.

Articulo 38: invocación de dolo. Efectos

El dolo

Es toda aserción de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio o


maquinación que se emplee con ese fin. Por consiguiente la acción a intentar tiende a la revocación de la
resolución dictada por el juez en oportunidad del art. 36, que declara verificación o admisible un crédito
determinado que se encuentra viciado por dolo.

Plazo y proceso

El plazo caduca a los 90 días del dictado de la resolución. Es decir, el computo se debe realizar
de igual forma que para la interposición del recurso de revisión (art 37) a lo que nos remitirnos. La ley es
clara en el sentido que el plazo de 90 días es de caducidad, por lo que, una vez vencido este plazo, la
acción se extingue definitivamente. La acción tramita por vía ordinaria según lo ordena el art. 278.

Cuando la acción es ejercitada por un acreedor, el síndico debe ser parte, habida cuenta no solo
que se pretende revocar una resolución en la que el mismo tuvo activa participación al volcar su opinión
en el informe individual, sino y además porque, con la misma se intenta alterar el pasivo concursal.

Legitimación del síndico

El sindico posee legitimación suficiente para la promoción de la presente acción, es más, en


cualquier etapa del proceso que tome conocimiento de una acción delictual que se haya perpetrado en
perjuicio del interés del concurso preventivo debe en forma inmediata poner de conocimiento del juez de
la causa a fin de que el mismo adopte cuanto estime necesario.

Competencia

La acción tramita por ante el juzgado del concurso, aun cuando se haya perpetrado en otra
jurisdicción. El principio general de atracción así lo impone, dejándose de lago cualquier otra disposición.

Medidas precautorias:

La promoción de esta acción no le impide al acreedor cuyo crédito se le cuestiona el derecho de


exigir el cumplimiento del acuerdo preventivo, sin perjuicio de las medidas precautorias que podrá
disponer el juez para asegurar el eventual perjuicio en el supuesto de prosperar la acción.
INFORME GENERAL DEL SINDICO

Articulo 39: oportunidad y contenido

La norma es un correlato del art. 11, el que enumera los requisitos formales necesarios para la
presentación en concurso quien se expresa sobre cada punto en particular y en este informe, es el
síndico quien lo hace.

Conclusión del proceso informativo

El informe general debe ser confeccionado en base a las resoluciones dictadas y en relación a
toda la información obtenida por la sindicatura a lo largo de este proceso informativo que ahora concluye.

Utilidad:

A diferencia con el art. 11, se cuenta ahora con datos ciertos y prácticamente definitivos, por lo
que este instrumento se convierte en una herramienta de fundamental importancia para los acreedores,
quienes a través de su estudio podrán evaluar técnicamente cual es la real situación económica
financiera del concursado, cual ha sido su comportamiento y qué posibilidades tiene de salir airoso.

Tiene por fin dotar a los acreedores de los elementos necesarios para decidirse frente a la
propuesta que le realiza el concursado y que se denomina propuesta de acuerdo preventivo. Lo
expuesto precedentemente, no implica que deba el sindico expedirse respecto de las posibilidades de
éxito o fracaso del concursado, lo que le está vedado, a diferencia de lo que ocurría en la anterior ley
19.551 en donde el órgano sindical se expresaba sobre la posibilidad de cumplimiento de la propuesta y
el juez homologaba o no el acuerdo en la medida que consideraba que resultaba posible su
cumplimiento, caso contrario, pese a la voluntad favorable de los acreedores, se encontraba habilitado a
no homologar y consecuencialmente, dictar la quiebra.

Esta ley, establece que los acreedores y solo ellos, son quienes deben decidir acerca de la
suerte del concurso, es decir son ellos quienes libremente deben aprobar o desaprobar la propuesta de
acuerdo preventivo que se le realice, por lo que el referido informe general se convierte en un
instrumento importante que puede llevar al concursado a la solución preventiva o a la quiebra, de no
mediar el cramdown.

Calificación de la conducta

Tampoco el síndico se debe expresar acerca de la calificación de la conducta del deudor y de los
administradores o representantes que actuaron por él, lo que queda relegado al juez penal.

Causas de desequilibrio Inc. 1º:

Teniendo como base su trabajo de auditoria anterior e independiente de cuanto haya


manifestado el concursado en oportunidad de solicitar la formación de concurso, debe el síndico indicar
su opinión técnica acerca de las causas que estima fueron las que llevaron al estado de cesación de
pagos.
Composición del activo inc. 2º:

En cuanto al activo, su composición detallada y cuantificada a valores probables de realización


es de importante, por cuanto ello lleva a ponderar la posible obtención de un precio en caso de no ser
aceptada la propuesta de acuerdo preventivo y corresponde la liquidación de los bienes.

El activo, es un dato de suma utilidad para el acreedor, quien siempre tiene presente el posible
producido que se puede lograr con la venta del patrimonio del concursado. Por consiguiente, los
acreedores cuando toman su determinación acerca del modo en que se expresarán respecto de la
propuesta de pago que le formula el concursado, es bueno que en todo momento se evalúe lo que
resulta conveniente, es decir la aceptación de una propuesta de pago o la liquidación de los bienes en un
quiebra.

Los acreedores, con este informe podrán evaluar cuanto se puede llegar a recuperar de no
obtenerse las conformidades necesarias que impliquen las mayorías que requiere la ley para la
aprobación del concurso preventivo, esto es, para la existencia de acuerdo preventivo y posterior
homologación, porque, de no obtener las mayorías deviene la quiebra del concursado, en tanto no sea
un sujeto susceptible del cramdown.

La ley 25.589 ha impuesto, la composición actualizada del activo, como una forma de evitar todo
tipo de duda al respecto.

Bienes intangibles

Para la determinación de estos bienes la ley no establece un procedimiento específico, por lo


que deviene prudente remitirse a la resolución técnica Nº 9 del a Federación Argentina de Consejos
Profesionales de Ciencias Económicas, en donde se define a estos como “aquellos representativos de
franquicias, privilegios u otros similares, incluyendo los anticipos por su adquisición, que no son bienes
tangibles ni derechos contra terceros y que expresan el valor, cuya existencia depende de la posibilidad
futura de producir ingresos. Incluyen, entre otro, los siguientes: derechos de propiedad intelectual,
patentes, marcas, licencias, etc.; gastos de organización y preparativos; gastos de desarrollo”.

Composición del pasivo. Inc. 3º:

A esta altura del proceso y por encontrarse ya dictada la resolución del art. 36 en el cual el juez
se expidió respecto de todas y cada una de las pretensiones, resulta fácil la determinación del pasivo.
Debe el síndico tener presente como pasivo eventual, aquellos créditos que tramitan todavía por vía de
verificación tardía, los reclamos efectuados mediante juicios de conocimiento y que optaron por el trámite
ordinario de verificación, los que fuero oportunamente denunciados como acreedores y no efectivizaron
aun su pretensión ante el juzgado y por último, todos aquellos recursos de revisión interpuestos que se
encuentra en pleno trámite y que pueden engrosas el pasivo.

Desde luego que, si el momento de la presentación del informe general han transcurrido los dos
años de la presentación en concurso preventivo, tal como acontece en algunos procesos, no
corresponderá incluir en el pasivo a quienes no efectuaron el reclamo de sus derechos por cuanto de
conformidad a lo previsto por el art. 56, prescriben las acciones del acreedor.
Aún cuando la normativa no lo indique expresamente, consideramos que se debe hacer saber al
tribunal y a los acreedores acerca del pasivo postconcursal que se pudo haber adquirido, toda vez que el
mismo muestra en forma acabada la real situación económica financiera de la empresa y el peligro que
implica el eventual incumplimiento de estas obligaciones adquiridas por el concursado con posterioridad
a la presentación en concurso. Recuérdese que, el no pago de estas obligaciones habilita al acreedor
postconcursal a solicitar la quiebra del concursado, y el dictado de la misma hacer caer todo el concurso
en pleno proceso.

Libros de contabilidad. Inc. 4º:

La obligación de llevar libros que la ley impone a los comerciantes se justifica en un triple punto
de vista:

1. Por el interés del propio comerciante que los lleva, porque así puede conocer en todo momento
su estado financiero y orientar, en consecuencia su gestión mercantil
2. Por el interés de quien contrata con él, porque en dichos libros puede apoyar sus propias
defensas.
3. Por el interés general del comercio y de la sociedad, ya fuere porque en caso de quiebra se
podrá, sobre la base de los libros, reconstruir la conducta comercial del fallido, garantizando los derechos
de los acreedores y descubriendo los fraudes y las operaciones desleales, ya porque interesa al público
en general conocer el estado patrimonial de ciertas entidades que operan con capitales de pequeños
ahorristas, ya porque el estado quiere llevar el contralor del resultado de la explotación de las empresas
con propósitos fiscales.

El síndico debe comprobar si de dicha contabilidad y su documentación resultan con claridad los
actos de gestión del concursado y su situación patrimonial y dictaminar si los balances fueron realizados
por él con adecuación a los principios establecidos en el art. 51 del mismo cuerpo legal.

Inscripciones del deudor inc. 5:

Sirve para eventualmente tener presente alguna alteración o modificación que se haya producido
y para corroborar ello, incluso la vigencia, mediante la gestión cumplida por el síndico. Estimamos que
cuando es una persona física la que solicita la formación de concurso, se debe adjuntar al escrito inicial
copia certificada de DNI, al solo efecto de evitar confusiones frente a posibles homónimos.

Cesación de pagos- época en que se produjo Inc. 6º:

No es un dato que resulte de interés en forma específica para el concurso, sino para una
eventual quiebra posterior habida cuenta que los actos cumplidos entre la fecha de presentación en
concurso y la fecha de iniciación de cesación de pagos podrán eventualmente ser declarados ineficaces
en virtud de lo establecido por los arts. 118 y 119.

Los actos cumplidos en la forma prevista por estos dos artículos, resultan inoponibles a la
eventual quiebra, por lo que el síndico debe indicar y justificar la época en que determina que la cesación
de pagos tuvo su inicio. Obsérvese que la ley 25.589 excluye de este inciso la palabra precisando que
mantenía la anterior ley.
La eventual declaración de ineficacia, desde luego que es un beneficio único de los acreedores,
por cuanto el dictado de la misma importara ingresar al patrimonio del fallido un bien que ha salido o
bien, quitar un determinado privilegio que beneficiaba solo a uno o algunos acreedores, en perjuicio del
resto. Lo referido a la ineficacia pierde vigencia ante la conclusión de la quiebra por avenimiento o pago
total, rige solo en caso de la quiebra liquidativa.

Sociedades- aportes de los socios. Inc. 7º:

Nos encontramos frente a otra imposición normativa que carece de mayor interés en el concurso
preventivo, ya que la falta de aporte por parte de los socios, solo importará en una eventual liquidación
de los bienes de la sociedad lo que acontece en caso de quiebra. Podrá en algún caso resultar
determinante para la adopción de una determinada conducta a seguir en el momento de decidir sobre la
propuesta de acuerdo preventivo que formule el concursado y someta a la decisión de los acreedores.

La falta de aporte de un socio solvente, frente a una sociedad insolvente puede resultar
determinante para la determinación del acreedor.

Actos susceptibles de ser revocados. Inc. 8º:

Pese a que la efectividad de la revocación de los actos por su ineficacia solo resulta posible en el
proceso de quiebra y no en el concurso preventivo; interpretamos que la precisión de estos actos y sus
fundamentos son determinantes para el acreedor al momento de la toma de decisión sobre la propuesta
que el concursado le cursa.

Estimamos que el órganos sindical no se debe limitar a la enumeración concreta de los actos
susceptibles de ser revocados, sino que debe fundamentar en forma clara y precisa la razón que lleva a
tal conclusión.

Opinión sobre el agrupamiento y clasificación. Inc. 9º:

Como se vera en el art. 41, el concursado debe presentar a la sindicatura y juez del concurso,
una propuesta de agrupamiento y clasificación en categorías de los acreedores declarados verificados y
admisibles, a quienes formulará una propuesta de acuerdo preventivo diferenciada, con base en el
principio de igualdad.

Que el agrupamiento y la categorización de los acreedores no deben, en modo alguno, constituir


la llave para dejar sin efecto este principio que se mantiene vigente. La ley solo ha pretendido flexibilizar
la anterior ley que obligaba a formular una propuesta idéntica para todos los acreedores. La sindicatura
debe velar que los principios propios de esta normativa no sean soslayados por el concursado mediante
una agrupación de acreedores y clasificación que lo beneficie indebidamente logrando la conformación
de las mayorías pertinentes y con evidente perjuicio para uno o más acreedores.

Deber de información. Inc. 10º:

Este inciso remite a la ley de defensa de la competencia (25.156), la cual a vez remite al art. 8 el
que se refiere a “Los actos indicados en el artículo 6° de esta Ley, cuando la suma del volumen de
negocio total del conjunto de empresas afectadas supere en el país la suma de DOSCIENTOS
MILLONES DE PESOS ($ 200.000.000), deberán ser notificadas para su examen previamente o en el
plazo de una semana a partir de la fecha de la conclusión del acuerdo, de la publicación de la oferta de
compra o de canje, o de la adquisición de una participación de control, ante el Tribunal de Defensa de la
Competencia, contándose el plazo a partir del momento en que se produzca el primero de los
acontecimientos citados, bajo apercibimiento, en caso de incumplimiento, de lo previsto en el artículo 46
inciso d). Los actos sólo producirán efectos entre las partes o en relación a terceros una vez cumplidas
las previsiones de los artículos 13 y 14 de la presente ley, según corresponda.

ARTICULO 6º — A los efectos de esta ley se entiende por concentración


económica la toma de control de una o varias empresas, a través de realización
de los siguientes actos:

a) La fusión entre empresas;

b) La transferencia de fondos de comercio;

c) La adquisición de la propiedad o cualquier derecho sobre acciones o


participaciones de capital o títulos de deuda que den cualquier tipo de derecho a
ser convertidos en acciones o participaciones de capital o a tener cualquier tipo
de influencia en las decisiones de la persona que los emita cuando tal adquisición
otorgue al adquirente el control de, o la influencia sustancial sobre misma;

d) Cualquier otro acuerdo o acto que transfiera en forma fáctica o jurídica a una
persona o grupo económico los activos de una empresa o le otorgue influencia
determinante en la adopción de decisiones de administración ordinaria o
extraordinaria de una empresa.

Esta normativa tiene relación principalmente con el cramdown en oportunidad de la adquisición


de la empresa.

Articulo 40: observaciones al informe:

Desde luego que las observaciones a realizar pueden versar sobre uno o todos los puntos
previsto en el artículo que conforma el informe general. Reviste importancia lo referido a la fecha de
inicio de la cesación de pagos, en relación a los actos cumplidos por el concursado durante el período de
sospecha frente a la posible declaración de quiebra posterior.

También la opinión de la sindicatura acerca del agrupamiento y clasificación en categorías de los


acreedores. La observabilidad prevista por la ley tiene por fin, además de dejar sentado la posición de
quien la realiza para conocimiento del juez y con el fin de allegar la mayor cantidad de elementos de
juicio para que pueda evaluarse en debida forma la real situación del deudor.

BOLILLA 6 CONCURSAL
Propuesta de acuerdo preventivo. Contenido. Clasificación y agrupamiento de los acreedores.
Período de exclusividad. Propuesta para los acreedores privilegiados.

Plazo y mayoría para la observación del acuerdo. Cómputo. Acreedores excluidos. Audiencia
informativa. Aprobación o rechazo del acuerdo.

Articulo 41. Clasificación y agrupamiento de acreedores en categoría

Fundamento de la categorización:

La anterior ley nada preveía al respecto, todos los acreedores quirografarios y los declarados
admisibles eran tratados en forma idéntica respecto de la propuesta de acuerdo preventivo que
presentaba el deudor concursado. Esta ley, sin descuidar el principio de la igualdad posibilita al
concursado proceder con el agrupamiento y clasificación de los acreedores en categorías y establecer
para ellos puestas diferenciadas, propuestas distintas, que sin duda facilitan la posibilidad de acordar.

Sólo es posible agrupar los acreedores declarados verificados o admisibles, según sus montos,
la naturaleza de las prestaciones, los privilegios o por cualquier otra forma que razonablemente lo
justifique.

Es obvio que esta distinción que realiza el concursado, que revisa el síndico, y que en definitiva
aprueba o modificada el juez, no debe importar una distinción o separación arbitraria de los acreedores,
con beneficios para unos y perjuicios para otros, tampoco puede significar que mediante la ingeniería
practicada por el concursado o su perspicacia, se logre burlar a un acreedor, neutralizando su potencial
en la votación. Por esta razón es que, para lograr la existencia de acuerdo preventivo (art 49), es
necesario que las mayorías de ley se obtengan en todas y cada una de las categorías ideadas por el
deudor.

Categorías mínimas:

La ley prevé categorías mínimas de acreedores que son:

1) Quirografarios
2) Quirografarios laborales
3) Privilegiados

Si bien la ley refiere a las categorías “minimas” en la realidad ello no es así por cuanto pueden
perfectamente no existir estas categorías, por la sencilla razón que no existen acreedores quirografarios
laborales y/o privilegiados.

Quirografarios:

Son los acreedores comunes, aquellos que no cuentan con ningún tipo de privilegios.

Quirografarios laborales:
La ley de contrato de trabajo preveía la irrenunciabilidad del privilegio laboral. La ley concursal
prevé la posibilidad de la renuncia de dicho privilegio.

Privilegiados:

Se refiere a los acreedores que cuentan con algún privilegio determinado en esta ley. La
legislación concursal establece los privilegios y una orden de prelación para el cobro. Toda otra
disposición carece de aplicación en tanto no cuente con una remisión expresa como ocurre con el art.
241, inc. 6.

Obligatoriedad de la clasificación:

En primer termino diremos que la ley no impone sanción alguna al concursado que no realice
esta clasificación. Como consecuencia de ello concluimos en que la misma es facultativa para el
concursado, pese a la imperatividad que emerge de su redacción. Consideramos que, con la actual ley
26.684 esta renuncia al privilegio podrá ser más usual por cuanto los trabajadores organizados como
cooperativas y con el fin de apropiarse de la empresa podrán estratégicamente renunciar y alterar los
votos quirografarios.

Créditos subordinados

Son aquellos que por determinación del propio acreedor si cobro ha sido supeditado a la
percepción integra de otros créditos financieros. Como consecuencia de tal disposición resultan ser los
créditos de menor jerarquía, incluso inferiores a los créditos comunes o quirografarios.

Articulo 42: resolución de categorización:

Este articulo debe ser interpretado en forma conjunta con el siguiente, toda vez que, dictada la
resolución que da cuenta el primer párrafo empieza a correr el plazo correspondiente al periodo de
exclusividad, período de enorme importancia ya que es precisamente en este período es donde el
acreedor debe no solo efectuar la propuesta de pago a sus acreedores, sino que además debe lograr las
mayorías necesarias para la aprobación de su concurso preventivo.

Resolución judicial de categorización

La propuesta fundada de categorizaron es presentada por el concursado, debiendo para ello


tener presente los parámetros impuestos por la ley, tales como la naturaleza de las prestaciones
correspondientes a los créditos, su condición de privilegiado o quirografario y cuanto otro elemento haya
considerado que justifica la categorización presentada.

La norma no prevé una oportunidad procesal para modificar las categorías o agrupamiento
propuesto, las que quedan entonces a disposición del juzgado, quien las fija en oportunidad de resolver,
esto es, dentro de los 10 días posteriores tal cual lo indica la normativa.

Inapelabilidad:
La resolución que determina definitivamente las categorías no es apelable. Aparece una vez más
el carácter inquisitivo del procedimiento. La conclusión de irrecurribiliad de esta resolución parece
prudente si se tiene en cuenta que cualquier observación que formule la sindicatura en el informe general
acerca de esta categorización, puede ser eventualmente observada por el concursado y los interesados
en defensas de sus intereses

El juez, en realidad debe ejercer un control de razonabilidad sobre la categorización de la


concursada y de no mediar una irrazonabilidad extrema deberá, en nuestra opinión aprobar las
categorías con su resolución.

Situación de excepción- nuestra opinión:

De mediar un apartamiento llamativo, fundamentalmente cuando no es acompañado de la


opinión de la sindicatura u observación de algún interesado; interpretamos que la resolución puede ser
observada y obviamente modificada por el propio juzgador, mas aun si tal decisión implicara una
necesaria modificación en la forma de pago que propondrá el concursado en su propuesta de acuerdo
preventivo.

Consideramos que el juez también debe limitarse a un simple control de razonabilidad y nada
mas que ello, porque la ley debe ser interpretada como un cuerpo armónico y no resulta apropiado
conceder mayores atribuciones al juez de las que en definitiva cuenta. La inobservancia auxiliar y del
comité de control, en nuestra interpretación, restringe la posibilidad de una modificación sustancial, en
tanto ella no se encuentre fundada en un error inobservado o en la incorporación de un acreedor en una
categoría llamativamente indebida.

Nuevo comité de control

Según el art. 14, inc. 13 se constituía con los tres acreedores de mayor monto de los acreedores
quirografarios denunciados por el deudor y un representante de los trabajadores de la concursada,
elegido por los trabajadores. Ahora, la norma en examen impone una nuevo composición del mismo, que
queda integrado como mínimo por el acreedor de mayor monto de cada categoría y por dos nuevos
representantes de los trabajadores de la concursada, también elegidos por los trabajadores, que se
suman al ya electo y que venia desempeñándose.

Es razonable en cuanto a cada acreedor representativo de cada categoría aprobada por el juez,
porque así cada uno podrá controlar el actuar del deudor respecto de sus intereses directos, de bienes
que puedan estar afectados sus intereses, y sin perjuicio de su facultad general de contralor.

Lo que nos parece exagerado en principio, es la incorporación de dos nuevos representantes de


los trabajadores, porque pasan a ser tres independientemente de la cantidad de categorías y si bien la
norma prevé la facultad jurisdiccional de reducción no es conveniente ello, si se tiene presente la
característica tuitiva del derecho laboral y el claro e innecesario enfrentamiento que lleva a un juez
reducir el número de representantes del sector trabajador.

Dijimos en principio porque se desconoce a priori cual será el número de los componentes del
comité, dependerá de la cantidad de categorías que formule el concursado. Este nuevo comité de
control, no es el último, ya que el definitivo, el que actúa como controlador del acuerdo preventivo se
establece en oportunidad del art. 45.

Artículo 43. Período de exclusividad. Propuesta de acuerdo

Plazo del período de exclusividad

Se llama de exclusividad, por que solo le compete al concursado conseguir de los acreedores las
conformidades necesarias para obtener la aprobación del acuerdo preventivo que propone y en
contraposición al período previsto en el art. 48, en donde, no solo es el concursado el que puede realizar
una propuesta de pago y conseguir las conformidades, sino que lo pueden hacer también los
acreedores, terceras personas ajenas al concurso y fundamentalmente los trabajadores organizados
como cooperativa, que se encuentren interesados en la compra de las acciones o cuotas representativas
del capital social de la concursada.

Es el tiempo que cuenta el concursado y SOLO EL, para conseguir de sus acreedores las
conformidades y lograr las mayorías necesarias para la aprobación del acuerdo preventivo. Tiene su
inicio el día de la notificación por nota, ministerio legis, de la resolución de categorización y se extiende
por el término de 90 días que se puede prolongar por un máximo de 30 días.

Este período, viene a reemplazar a la anterior junta de acreedores, prevista en la ley 19.551, en
la cual el concursado, luego de contar con un plazo previo necesario para deliberar con sus acreedores,
se reunía en una audiencia que se fijaba al efecto, y en ella se votaba la suerte del concursado. Con la
ley 24.522 se deja sin efecto este plazo previo como también la llamada junta de acreedores.

En este periodo el deudor además de acompañar las conformidades de sus acreedores que
signifiquen la obtención de las mayorías necesarias, previamente debió formular, hacer públicas, su
propuesta de pago o de acuerdo preventivo, la que se debe formalizar hasta 20 días antes de que
concluye el período de exclusividad.

El concursado debe cumplir con dos obligaciones ineludibles, la primera, formular la propuesta
de acuerdo preventivo, haciéndola pública, esto es, expresándola en el expediente y la segunda, obtener
las conformidades. Por ello, los concursados se organizan en dicho período de la siguiente forma: en los
primeros días debe negociar con sus acreedores la propuesta, observar cuales son sus pretensiones y
en base a ello formalizar la misma, hacerla pública en el expediente con una anticipación no menor a 20
días del vencimiento del plazo de exclusividad, en los días siguientes, el concursado debe conseguir de
sus acreedores las conformidades necesarias y suficientes para lograr la existencia de acuerdo
preventivo.

Acreedores que votan

Solo lo hacen aquellos acreedores que hayan sido declarados verificados o admisibles en
oportunidad del dictado de la resolución del art. 36. Para ser incluidos en la resolución del art. 36, es
obvio que el incidente de verificación tardía o el juicio de conocimiento o el juicio laboral debe haber
concluido con anticipación a aquella resolución, puesto que de lo contrario no resulta ello posible.

Propuesta de acuerdo preventivo


Comúnmente denominada propuesta de pago. Es cuanto ofrece el concursado a sus acreedores
para la cancelación de sus deudas. La misma debe hacerse pública, esto es se debe presentar en el
expediente con una anticipación no menor a 20 días del vencimiento del plazo de exclusividad. Su
incumplimiento importa el inmediato dictado de la quiebra, excepto que corresponda el supuesto especial
previsto por el art 48.

El síndico no formula opinión acerca de las posibilidades técnicas de cumplimiento que tiene el
deudor, además que la propuesta es presentada ahora con posterioridad al informe general. Si bien, tal
cual lo vimos con anterioridad, son los acreedores quienes en definitiva determinaran la suerte del
deudor, la opinión fundada de la sindicatura ha constituido siempre un importante aporte para la decisión
de los acreedores. Ahora, la opinión de la sindicatura es la que emerge del informe general.

Contenido de la propuesta

Rige la más absoluta libertad para la formulación de las propuestas de acuerdo preventivo.

Limites de la propuesta

Establece como único límite de que su cumplimiento no dependa de la voluntad del deudor.
Desde luego que debemos encontrarnos frente a propuestas que no resulten contrarias a derecho, al
orden público, a la moral o buenas costumbres.

La anterior ley establecía como otro límite, cual es que la propuesta de pago no podía ser inferior
al 40 por cierto de los créditos quirografarios anteriores a la presentación. Esta base mínima de
ofrecimiento de pago ha sido derogada por la ley 25.589, pudiendo, por consiguiente el ofrecimiento ser
inferior a este porcentual, aún cuando los jueces consideran en algunos casos que un ofrecimiento
inferior constituye un abuso de derecho.

Pluralidad de propuestas

A cada categoría de acreedores se le puede formular diferentes propuestas e incluso dentro de


una misma categoría se pueden realizar distintas propuestas o alternativas para que el acreedor pueda
libremente escoger una de ellas. Esta ley autoriza a diferencia de la anterior la pluralidad de propuestas.

Renuncia de privilegios

Si un acreedor privilegiado renuncia a su privilegio debe quedar comprendido en alguna de las


categorías y su renuncia no puede ser inferior a 30%. El privilegio renunciado es irrecuperable para este
tipo de acreedores. De tratarse de un acreedor laboral, la renuncia no puede ser inferior al 20% y para
que ella sea válida debe ser ratificada ante el juzgado con citación de la asociación gremial.

El privilegio renunciado del acreedor laboral se recupera si el trabajador vota favorablemente y


no se obtiene el acuerdo preventivo o no se homologa como consecuencia de su nulidad.

Modificación de la propuesta

La modificación de la propuesta puede ser realizada hasta el momento de celebrarse la junta


informativa prevista por el art. 45. Es oportuno aclarar que ésta modificación que puede realizar el
deudor no debe implicar una mejora respecto la anterior propuesta, tal cual lo exigía la vieja ley. El
acreedor puede modificar su propuesta, es decir la puede mejorar como también puede ofrecer
condiciones menos favorables a la anterior, es más la puede sustituir por otra propuesta por cuanto la
actual legislación, a diferencia de la anterior, no impide cambiar su naturaleza.

Artículo 44: acreedores privilegiados

Propuesta facultativa:

La propuesta a los acreedores privilegiados es facultativa para el concursado, ya que la ley solo
le impone formular propuesta para los quirografarios. Esta posibilidad de no ofrecer propuesta alguna a
los acreedores privilegiados, no implica que quedan desamparados, todo lo contrario, por la naturaleza
de sus créditos quedan habilitados, una vez homologado el acuerdo preventivo, a exigir sus créditos
ejecutados la sentencia de verificación, o bien solicitando la quiebra.

Esta quiebra será considerada como directa, toda vez que el acreedor privilegiado no ha sido
incluido en ningún acuerdo. Si se trata de un acreedor con privilegio especial, rige lo dispuesto por el art.
80.

Las propuestas de acuerdo realizadas a acreedores privilegiados especiales deben ser


aprobadas en forma unánime.

La realización de una propuesta para los acreedores privilegiados tiene por finalidad el evitar las
ejecuciones de los bienes grabados y de esta forma incrementar la posibilidad de pagos a los acreedores
quirografarios.

Artículo 45: plazo y mayorías para la obtención del acuerdo para acreedores quirografarios

Mayorías para acreedores quirografarios

Para la obtención de las mayorías para la aprobación del concurso preventivo, se exigen dos
mayorías diferentes; una de acreedores y otra de capital. La primera, requiere la mayoría absoluta de
acreedores, esto es la mitad más uno de los acreedores.

Ejemplo: si nos encontramos ante una propuesta realizada exclusivamente para acreedores
quirografarios, que suman un total de 35, la mayoría absoluta se obtiene con la conformidad expresada
por 18 acreedores. La segunda mayoría que requiere, es la de capital, empero en este caso, no impone
mayoría absoluta, sino que aquella mayoría de acreedores representen las dos terceras partes del
capital, esto es en término porcentuales el 66,67%

Obtenidas las mayorías legales, podemos decir que el concursado ha obtenido la existencia de
acuerdo preventivo (art. 49)

Mayorías en cada categoría:


La norma exige asimismo que estas dos mayorías, tanto de acreedores como de capital, se
obtengan en cada una de las categorías que pudo haber presentado el concursado.

Si no se hubieran logrado las mayorías necesarias en todas las categorías, el juez pude
homologar el acuerdo, e imponerlo a la totalidad de los acreedores quirografarios, siempre que resulte
reunida la totalidad de los siguientes requisitos:

a) Aprobación por al menos una de las categorías de acreedores quirografarios.


b) Conformidad de por lo menos las ¾ partes del capital quirografarios.
c) No discriminación en contra de la categoría o categorías disidentes
d) Que el pago resultante del acuerdo impuesto equivalga a un dividendo no menor al que
obtendrían en la quiebra los acreedores disidentes

Capital computable

El capital computable no es otro que el establecido por el juez en oportunidad del dictado de la
resolución del art. 36. En principio, ningún otro crédito puede ser incluido para el computo de las
mayorías que no sean los créditos declarados verificados y admisibles en oportunidad del art. 36.

Excluidos del cómputo:

En forma expresa están excluidos del computo el cónyuge, los parientes del deudor dentro del
cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o adoptivo, y sus cesionarios, cuyos créditos
pudieron ser declarados verificados o admisibles. Si la exclusión de los nombrados precedentemente
obedece a una razón lega, desde luego que sus acreencias no deben ser incorporadas al pasivo, ya que
se encuentran impedidos de votar.

La enumeración es taxativa. La exclusión se extiende a los cesionarios de derechos cedidos por


los excluidos, ya que intenta con esto evitar que la ley sea burlada por una simple cesión.

Exclusión de la votación:

Cuando se trata de acreedores, que por su naturaleza carecen de flexibilidad negocial, el


concursado puede solicitar se excluya a los mismos a los fines del cómputo para obtener las mayorías
exigidas legalmente.

En varios precedentes se ha excluido a AFIP del cómputo de mayorías, sin que la entidad sufra
por ello perjuicio alguno, toda vez que de ha de cobrar su crédito bajo las condiciones, monto, intereses,
plazos, etc., que la misma impone, quedando habilitado a pedir la quiebra en caso de incumplimiento al
plan de pago al que adhirió el deudor.

Acreedor hostil

De acuerdo a estar normativa se considera que incurre en ejercicio de los derechos aquel que
contraríe los fines que la norma tiene en mira, o que exceda los límites impuestos por la buena fe, la
moral y las buenas costumbres.
Un factor objetivo que permite determinar la existencia de abuso, es que si se prescinde de la
categorización propuesta por el deudor.

Régimen de administración:

En oportunidad en que el deudor presenta las conformidades que acreditan la obtención de las
mayorías legales necesarias para la aprobación del concurso, debe, asimismo, acompañar una
propuesta acerca del régimen de administración que regirá mientras se cumple con el acuerdo logrado.

Si nos encontramos frente a un pequeño concurso y por la inexistencia del comité de control,
también llamados controladores quien efectuará los controles del caso será la sindicatura que se
mantiene, en tanto se haya propuesto un controlador especial.

Conformación del comité de control

La integración del comité de acreedores (art. 45) debe estar conformado por acreedores que
representen la mayoría del capital. La elección de los acreedores que integrarán el comité de control, al
margen de los representantes de los trabajadores, que continúan en sus cargos, está a cargo del
concursado, por cuanto es la ley la que indica que el concursado como parte integrante de la propuesta,
debe designar el comité de control que actuará como controlador del acuerdo.

Realmente un desaguisado, una nueva falla de la ley que se viene repitiendo y que puede llegar
a contar con un comité de control que posea un número irrisorio de integrantes. La ley nada dice cómo
funciona este órgano del concurso. La decisión que tome el comité, en opinión mayoritaria, debe ser por
mayoría absoluta de sus miembros y no de capital, y ello se basa fundamentalmente en que los
representantes de los trabajadores no deben necesariamente ser acreedores para integrar el comité.

Audiencia informativa:

La ley establece esta audiencia a los efectos de que el deudor brinde explicaciones acerca de
sus negociaciones con los acreedores. Desde un punto de vista estrictamente practico, diremos que solo
sirve para saber que 5 días hábiles posteriores a la fecha de su fijación, fenece el plazo del periodo de
exclusividad, es decir la fecha tope para la presentación de las conformidades y que de no dar
cumplimiento con ello se produce el fracaso del concurso.

Otra utilidad indirecta es que, hasta esa fecha el deudor puede modificar la propuesta de
acuerdo preventivo que hiciera pública oportunamente.

Artículos 45 bis. Régimen de votos en el caso de títulos emitidos en serie

Aplicación
Este articulo está dirigido exclusivamente para aquellos acreedores que cuentan con títulos
emitidos en serie, es decir debentures, bonos convertibles, obligaciones negociables u otros títulos que
hayan sido emitidos en serie.
Objetivo

Facilitar al concursado la negociación con esta colectividad que muchas veces resulta imposible
por la cantidad y exiguo plazo del periodo de exclusividad.

Obligatoriedad:

Nos remitimos a lo expuesto en el art. 35 bis.

Asamblea:

Se reúne la asamblea convocada por el juez o por el fiduciario, empero la ley nada dice de la
forma en que corresponde realizar su citación a la misma, por lo que estimamos que corresponderá estar
a sus respectivos ordenamientos. Es en el caso de fideicomiso conforme lo indica la ley 24.441, en el
caso de debentures de acuerdo a la ley de sociedades.

Votación:

No resulta fácil de interpretar el presente artículo toda vez que, en materia concursal el voto
negativo no existe, o se otorga la conformidad o se abstiene el acreedor, empero no existe el voto
negativo como si ocurría en la anterior ley (19.551) que en la junta de acreedores el mismo se
manifestaba por la afirmativa o la negativa.

Entendemos que en caso de disidencias en la asamblea, se computa el capital aceptado por la


suma de quienes dieron su conformidad y como una sola persona; mientras que la negativa como carece
de interés a los fines del concurso, resulta neutra, toda vez que, como lo anticipamos, el voto negativo no
cuenta.

Parecería ser que en la mayoría de acreedores que requiere la ley esta disidencia tendría
implicancia, toda vez que el inc. 6 concluye “se computará en la mayoría de personas como una
aceptación y una negativa”. Evidentemente el legislador intentó de alguna manera neutralizar este voto
en virtud de la disidencia existente en la asamblea, por lo que dispuso desdoblar el acreedor, como si
fuesen dos acreedores distintos, única forma de computar una negativa en la mayoría de personas.

Artículo 46: no obtención de la conformidad

Esta norma establece la sanción de quiebra que le corresponde al concursado que no


acompañare en tiempo y forma las conformidades logradas de los acreedores que representan las
mayorías legales necesarias para la declaración de la existencia de acuerdo preventivo. Nos
encontramos frente a un plazo perentorio.

La presentación de las conformidades por escrito con sus correspondientes certificaciones de


firmas, deben acompañarse por duplicado y en original el juzgado, resultando recomendable indicar
además, la forma en que se lograron las mayorías pertinentes en cada categoría si existieren. Ello
mediante la presentación de un escrito aclaratorio.
Artículo 47. Acuerdo para acreedores privilegiados

Propuesta facultativa

El deudor puede o no hacer propuestas a los acreedores privilegiados, es facultativo para él


efectuar las mismas. Vimos en el art. 43 que no ocurre igual respecto de los acreedores quirografarios, a
los cuales el deudor está obligado a ofrecerle una propuesta de acuerdo preventivo, e incluso que si no
hace pública esta propuesta deviene la quiebra en forma inmediata. Siendo optativo, la puede practicar
de dos formas diferentes a saber:

a) Condicionando la propuesta de los acreedores quirografarios a la aprobación de esta propuesta


que realiza a favor de acreedores privilegiados o,
b) Sin condicionamiento alguno.

En el primer supuesto, no obtenida las mayorías necesarias para la aprobación de la propuesta


formulada a favor de los acreedores privilegiados, aun cuando cuente con las mayorías necesarias para
los acreedores quirografarios, deviene la quiebra en forma inmediata o el cramdown si correspondiere.
Ello así porque el propio concursado condicionó aquella propuesta dirigida a los quirografarios, a la
aprobación de la propuesta efectuada a los privilegiados.

En el segundo supuesto, si no obtiene las mayorías necesarias para la aprobación de la


propuesta realizada para los acreedores privilegiados, las misma queda sin efecto alguno y el concurso
preventivo igualmente se aprueba y homologa de haber conseguido el deudor las conformidades
necesarias de los acreedores quirografarios y por no haber condicionado aquella propuesta de los
quirografarios a ésta aprobación de los acreedores privilegiados. La obtención de las conformidades por
parte de los acreedores quirografarios en nada sirve si el deudor no tiene arreglo con los acreedores en
forma inmediata posterior a la homologación del acuerdo prestado por los quirografarios (art. 44)

Mayorías:

Para los acreedores con privilegio general las mayorías que se requiere son idénticas a la de los
acreedores quirografarios, esto es mayoría absoluta de acreedores que representen las 2/3 partes del
capital computable. Para los acreedores con privilegio especial, se requiere unanimidad.

Efectos de aprobación parcial:

La aprobación de una de edad categorías, queda firma y el concursado deberá cumplir en los
términos de la propuesta.
BOLILLA 7 CONCURSAL

Supuestos especiales (Cramdown), sujetos comprendidos. Procedimientos. Efectos.

Articulo 48. Supuestos especiales

Fin de la norma: el salvataje o mal llamado cramdown argentino

Consecuentemente con el espíritu del legislador, esto es el de preservar la empresa, con la


creación de este instituto de salvataje, lo que se pretende es, una vez más, dentro del proceso concursal
conceder la posibilidad de salvación de la empresa, de un patrimonio productivo y es por ello que se
mantiene lo que se conoce o mal denomina salvataje o cramdown argentino. El cramdown corresponde a
la ley de quiebras de EEUU.

Es que en aquel instituto norteamericano el deudor presenta un plan de reorganización de la


empresa y cuenta con un plazo de 120 días para formular propuestas y luego un plan de 180 días para
lograr la conformidad de los acreedores, una especie de período de exclusividad. El cramdown
norteamericano está previsto incluso para personas físicas o pequeñas empresas, lo que no autoriza la
ley argentina.

Con la ley 26.684, cobra vital importancia la existencia de las cooperativas de trabajadores, que
en definitiva, tal cual veremos, serán ellas las que seguramente le darán vida y actualidad a un instituto
que por su complejidad e inseguridad había entrado en absoluto desuso. Es que por medio de la
cooperativas de trabajadores, los empleados del concursado serán en definitiva quienes contaran con la
posibilidad de comprar sin plata la empresa concursada; tendrán ellos, organizados como cooperativa, la
oportunidad de quedarse con la propiedad de la misma, sustituyendo a sus anteriores propietarios, a los
dueños de las acciones representativas del capital o cuotas sociales.

Pero volviendo primer cramdown argentino originario, repetimos que no tuvo éxito, por el
contrario fue un fracaso aun cuando lo que se pretendía era tutelar a la empresa y a sus acreedores,
permitiéndosele la reconversión reestructuración o salvataje del negocio.

Concepto e inscripción:

Aparece la posibilidad de nacimiento del salvataje o mal llamado cramdown, cuando el deudor
concursado no presenta la propuesta de acuerdo preventivo; o no obtiene de sus acreedores durante el
periodo de exclusividad, las conformidades necesarias para la aprobación de su propuesta de pago o
propuesta de acuerdo preventivo; o bien porque procede la impugnación al acuerdo obtenido.

Correspondería el dictado, sin más, de la quiebra de la deudora, al menos, dice la ley, que la
concursada se trate de una sociedad de responsabilidad limitada, de una sociedad por acciones, de una
cooperativa o de una sociedad en que el estado nacional, provincial o municipal sea parte. En estos
casos, no se dicta la quiebra y el juez tiene el deber de abrir un procedimiento especial que es el que se
conoce como salvataje.

El instituto permite que acreedores, terceros interesados aunque no sean acreedores, e incluso
el propio concursado, puedan inscribirse en un registro habilitado por el juzgado con el fin de quedar
legitimados para realizar propuestas a los acreedores y adquirir con el pago de lo propuesto, no la
empresa como una transferencia de fondo de comercio, sino las cuotas sociales o acciones o cuotas
representativas del capital social de la deudora, sustituyendo de esta forma a los titulares del capital.

Es la ley 26.684, quien a través del art. 48 bis incorpora la posibilidad de que, en el caso de las
sociedades cooperativas, se puedan inscribir cooperativas de trabajo, integradas como mínimo por las
dos terceras partes de la totalidad de los trabajadores dependientes de la concursada, incluso prevé la
inscripción ésta la cooperativa en estado de formación.

El fin del instituto es el de la conservación de la empresa, que la empresa se mantenga en


marcha, independientemente de la suerte de sus accionistas o titulares de cuotas representativas del
capital. Es que, no se produce la sustitución del deudor concursado, sigue siendo el mismo.

La ley 24.522 no preveía la posibilidad de que el propio deudor participe en este proceso, por
cuanto se consideraba que había agotada ya su posibilidad ante el fracaso de su concurso preventivo al
no haber obtenido las conformidades necesarias durante el periodo de exclusividad. La ley 2%:589 en el
inc. 4) posibilitó que el mismo deudor tenga una segunda oportunidad y pueda efectuar propuesta a sus
acreedores.

Esta posibilidad de competir que se le otorga al concursado implica que se lo autoriza a agregar
las conformidades obtenidas durante el periodo de exclusividad, en tanto su propuesta no sea
modificada respecto de aquella. Téngase presente que las propuestas dadas en el período de
exclusividad no se encuentran condicionadas legalmente en su vigencia por lo que bien puede ser
utilizadas en esta segunda excepcional oportunidad y que, constituiría un exceso ritual exigir repetir una
nueva conformidad.

Si el deudor queda habilitado o rehabilitado para una propuesta dentro de este instituto, está
claro que podrá mantener y conseguir las conformidades que le faltaron en el período de exclusividad
para obtener las mayorías en este cramdown. Si el concursado participe en este cramdown decidiera
formular nuevas propuestas y/o categorías, está claro que deberá obtener las mayorías necesarias y los
votos anteriores de nada le servirán porque aquellos votos fueron dados para la propuesta primigenia.

No inscripción:

La inexistencia de inscriptos en el plazo de ley, 5 días, obliga al juez al dictado de la resolución


de quiebra.

Critica:

La mayor critica que se le realiza es la limitación de los sujetos concursales que pueden
beneficiar con este instituto. Si el cramdown tiene por fin salvar la empresa, no se entiende porque se lo
limita, pudiendo haberse hecho extensivo a todas las personas sometidas a un concurso preventivo, tal
cual sucede en EEUU.

La otra critica que se le efectúa a este instituto, es que al adquirir el paquete accionario, el
cramdista asume también las obligaciones post-concursales y puede ocurrir que la concursada no lleve
en debida forma su contabilidad lo que en definitiva lleva al adquirente a incertidumbre, al menos, no
cuenta con la certeza que imponen las negocios con aprobación judicial.

Situación especial:

Se presenta una situación especial que no fue tenida en cuenta por el legislador, cual es la
prevista en el art. 52, inc. 2 pto b, que es el supuesto de no haber obtenido las mayorías convencionales,
y es allí, donde la ley faculta, no impone, al juez, a igualmente homologar, cuando se dan los recaudos
previstos en este inc. 2, pto b, entre ellos, el más importante, la obtención, al menos en una de las
categorías de una mayoría agravada de las tres cuartas partes del capital quirografario. Si se analiza con
detenimiento veremos como en el proceso se superponen ambos institutos.

Consideramos que en este especial supuesto previsto por la ley, antes de la apertura del registro
correspondiente al cramdown, el juez debe inexorablemente considerada la continuidad de la empresa
en manso de sus accionistas, por dos razones a saber: la primera porque el procedimiento por si mismo
no constituye fundamento suficiente para neutralizar un derecho que le asiste al concursado, cual es que
el juez igualmente homologue porque se obtuvo aquella mayoría agravada del art .52, inc. 2 b y
segundo, porque la apertura del registro aludido no asegura la presentación de interesados y a falta de
inscriptos, la ley es terminante (art. 48, inc. 2) en que corresponde el dictado de quiebra.

Tramite del cramdown argentino o salvataje

El cramdown consiste en la compra del paquete accionario o de las cuotas sociales de la


empresa en concurso y solo puede ocurrir luego del fracaso del concurso preventivo, sea ello porque el
deudor concursado no presentó la propuesta de acuerdo preventivo, sea porque se constata la no
obtención de las mayorías necesarias en el período de exclusividad y luego también de haber
descartado la posibilidad prevista en el art. 52, inc.b o porque resultaron procedentes las impugnaciones
al acuerdo.

En cualquiera de estos 3 supuestos, el juez en dos días hábiles debe abrir un registro para que
dentro del plazo de 5 días se inscriban los interesados. Si no hay inscriptos, debe declarar la quiebra y
fracasa el cramdown.

Si existieren inscriptos, el juez designa un evaluador, para que en 30 días presente en el


expediente el valor que le asigna al paquete accionario o cuotas sociales. Presentada la valuación, el
juez dicta una resolución judicial estableciendo el valor judicial de las cuotas o acciones representativas
del capital y fija la fecha de la audiencia informativa, que a su vez constituye en la última oportunidad
para hacer pública la propuesta de pago en este cramdown. La propuesta no puede modificarse con
posterioridad a esta audiencia. Este período que se abre es exactamente igual al periodo de exclusividad
del concurso preventivo, que acá no puede llamarse de exclusividad porque pueden participar más de
uno. Ruoillón lo llama periodo de negociación.

Los interesados inscriptos, en base al valor dado a la cuotas o paquete accionario de la


concursada podrán formular la propuesta de pago a los acreedores del concurso, propuesta que es libre,
no tiene que respetar las categoría ni las condiciones de la propuesta del concursado y que no mantiene
vinculación con aquella que no prospera en el concurso.
Este período comienza a correr desde la fecha de la resolución judicial que fija el valor de las
cuotas o acciones de la sociedad concursada y tiene una duración de 20 días, plazo máximo para
obtener las mayorías. Las formas y las mayorías, son iguales a la del concurso preventivo. Quien
obtenga las conformidades suficientes debe hacerlo saber inmediatamente en el expediente, antes del
vencimiento del plazo de los 20 días. A éste proceso se lo denomina la carrera de las conformidades. El
primero que llega y lo comunica al juzgado, se adjudica el cramdown.

¿Qué significa ganar el cramdown? Si el ganador se trata del propio deudor, se tiene como que
obtuvo las conformidades en el proceso ordinario del concurso preventivo, donde antes había fracasado
y por ello se llegó al cramdown.

Si se trata de un tercero, se debe tener presente si en la valuación de las acciones o cuotas


sociales el resultado tuvo inexistencia de valor positivo o valuación positiva. Si la valuación de las cuotas
o acciones no tuvo valor positivo, el triunfador en el cramdown adquiere el derecho a que se le
transfieran la titularidad de ellas y obviamente, debe pagar a los acreedores conforme a su propuesta
aceptada por mayoría. Si luego no cumple con el pago, se dicta la quiebra.

Si la valuación arrojó un resultado positivo, el importe valuado se reducirá, a valor presente en


igual proporción a lo que se redujo la propuesta aprobada con este cramdown. Esta resolución,
constituye la segunda resolución de valuación, que además es definitiva e irrecurrible.

Determinado entonces definitivamente el valor, el adquirente puede optar por:

a) Depositar el 25% como garantía y el saldo a los 10 días de la homologación al acuerdo,


oportunidad en que se procede con la transferencia definitiva de las acciones o cuotas sociales, o
b) Asociarse con los socios o accionistas de la concursada, comprando no la totalidad de las
acciones o cuotas, sino parte de ellas.

Se trata de una procedimiento abreviado que constituye una especie de segunda ronda del
concurso preventivo, una especie de concurso acotado, un concursito.

Legitimación para participar del proceso

Con la sola inscripción en el Registro habilitado para tal fin, se obtiene la legitimación para
participar en el proceso.

Quienes votan a los cramdistas:

Solo votan los acreedores declarados verificados o admisibles en el concurso fracasado. Ahora
bien, en razón de que pueden coexistir en el cramdown más de un registrado, los acreedores pueden dar
sus conformidades a todos, o algunos, o a uno solo de los cramdistas inscriptos en este proceso de
salvataje.

Situación especial:

Nada dice la ley respecto de la obligación de inscripción del concursado o la necesidad de que
existan otros inscriptos para que el concursado recobre la facultad de conseguir las mayorías que
anteriormente fracasara en el período de exclusividad de su concurso preventivo.
Estimamos que si es necesario la inscripción de un tercero interesado o acreedor, puesto que el
texto es claro en el sentido que de no existir inscriptos, el juez debe dictar la quiebra de la concursada.

Mayorías:

Rigen las mismas que se requieren en el proceso concursal, es decir, se debe obtener ambas
mayorías, de capital y de acreedores.

Audiencia informativa:

El juez, en la resolución en la que determina el valor de las cuotas o acciones representativas del
capital, fija a fecha de la audiencia informativa, la cual tiene también los mismo efectos que la prevista en
el periodo de exclusividad. En el cramdown además la fecha límite para exteriorizar la propuesta.

Estimadores o evaluadores

Para la valuación judicial de las acciones representativas del capital o cuotas sociales, el juez
contará con la colaboración del evaluador o estimador previsto por el art. 262. Se ha considerado que
pueden ser evaluadores, las entidades financieras; expertos con títulos habilitantes, etc., pero lo cierto es
que para tal, corresponderá estar a las distintas acordadas dictadas por los máximos tribunales de cada
jurisdicción.

Pago:

El adquirente, para poder perfeccionar la transferencia de las cuotas sociales o acciones


representativas del capital, es obvio que debe pagar a los socios o titulares de las mismas.

Caben dos formas de pago: la primera, mediante depósito judicial del 25% que se realiza en
garantía y a cuenta del saldo que deberá abonar dentro de los 10 días posteriores a la homologación del
acuerdo, oportunidad ésta en que se realizará la transferencia definitiva de la titularidad, o bien, la
segunda forma de pago, que acuerde con los socios la adquisición de su participación societaria por un
valor inferior al determinado por el juez.

Artículo 48 bis.

En primer lugar la cooperativa de trabajadores debería estar integrada por aquellos trabajadores
que todavía mantienen el vínculo laboral con la concursada, puesto que de otra forma no resultaría
posible la aplicación del segundo párrafo de este artículo, en cuanto sostiene que, homologado el
acuerdo correspondiente al cramdown, se producirá la disolución del contrato de trabajo.

En segundo término, entendemos que el legislador, en razón del privilegio que poseen los
créditos laborales, autoriza a que con los mismos se puedan adquirir las cuotas o acciones de capital de
la concursada, compra esta que recién se concreta con la homologación pertinente, oportunidad en que
la liquidación practicada por la sindicatura deja de ser una ficción para pasar a ser una realidad, porque
además en dicho momento se produce la desvinculación laboral.
Obsérvese que lo que se adquiere con estas liquidaciones no es otra cosa que el capital social
de la concursada, porque lo que la cooperativa adquiere, volvemos a repetir, son las acciones o cuotas
de capital de la concursada sin reemplazar a ella, a la concursada, que sigue subsistiendo.

Con estas liquidaciones no se pagan, ni se cancelan o compensan, los créditos de los


acreedores declarados verificados o admisibles en el concurso, los que deben ser cancelados por la
sociedad concursada independientemente de quien sea el cramdista, que puede ser una cooperativa, un
tercero o incluso la propia concursada.

En el proceso de cramdown vigente, en ningún momento la cooperativa reemplaza a la


concursada, aunque sí será conducida por la cooperativa como adquirente del capital social. Cuando
refiere a que asume las obligaciones emergentes de las conformidades prestadas, está claro que no se
trata de todas las obligaciones concursales de la sociedad, sino que solo garantiza aquellas obligaciones
que prestaron conformidad a la cooperativa cramdista, en otras palabras, las que ayudaron a la
cooperativa a conseguir la adjudicación del cramdown.

En cuanto el tercer párrafo, la circunstancia de que la ley imponga a dos instituciones oficiales la
obligación de otorgar la conformidades a las propuestas formuladas por las cooperativas, lo que no
sucede con los otros cramdista, y además conceder las facilidades de refinanciación de deudas en las
condiciones vigentes mas favorables; sin duda alguna constituye el inequívoco sesgo del legislador a
favor de los trabajadores.

En el último párrafo de este artículo se exceptúa a la cooperativa de trabajadores de efectuar los


depósitos allí indicados, como asimismo, obliga a la autoridad de aplicación, dejar de lado la burocracia
que es propia en toda la administración pública y sorprendentemente, impone concluir el trámite de
constitución de la cooperativa dentro del plazo de diez días hábiles.

Críticas formuladas a este artículo: la llamada ley rectificada

En razón de sus graves defectos e inconstitucionalidad que se denunciara previo a la aprobación


de la ley y puesta ello de manifiesto en la cámara de senadores de la nación, igualmente decidió aprobar
la el proyecto de lo que es hoy la nación, igualmente decidió aprobar la el proyecto de lo que es hoy la
ley 26.684, sin perjuicio de elaborar una ley rectificativa de la misma ley que se dispuso aprobar.

En otras palabras, en forma simultanea a la aprobación en senadores de la ahora ley 26.684,


crease o no, se aprueba también una ley rectificativa de la que se estaba aprobando.

Critica en cuanto a las cooperativas de trabajo

Imprecisión del término cooperativa del trabajo conformada por trabajadores de la misma
empresa, al señalar que la ley no preciso, quienes son los trabajadores que pueden fundar o asociarse a
la cooperativa de trabajo, si son los que están en actividad o ex trabajadores, si pueden otros terceros
asociarse libremente a tal cooperativa y que ocurriría si existiere enfrentamiento o discrepancia entre los
trabajadores y se conformaran mas de una cooperativa de trabajo.
El propio senado de la nación y a través de la denominada ley correctiva ha propuesto aclarar
que se trata de una cooperativa de trabajo, que represente como mínimo las dos terceras partes de la
totalidad de los trabajadores en actividad de la misma sociedad.

Los trabajadores cooperativizados se convertirán en empresarios de una sociedad laboral sin


capital de trabajo, que será a su vez empleadora de trabajadores dependientes, los que tendrán, cuando
la cooperativa se presente en concurso, la misma aptitud legal para transformarse en empresarios, con
desplazamiento de los trabajadores devenidos a empresarios. Concluye, expresando: ahora será la
cooperativa inmortal y por ello el título de su publicación.

Criticas en cuanto al supuesto crédito laboral

La norma expresa que los créditos así calculados podrán hacerse valer en el cramdown. Acá se
presenta otra dificultad, cual es que, un crédito no declarado verificado o admisible, simplemente
calculado por la sindicatura, servirá para competir con otros cramdistas, colocando a la cooperativa en
una situación de privilegio absoluto, porque se le permite hacer valer un crédito absolutamente ficticio e
irreal. En efecto, es que no pueden los trabajadores ser acreedores por indemnizaciones si el vínculo
laboral se mantiene, es una ficción.

Con la admisión de estos supuestos créditos laborales a favor de quienes integraran la


cooperativa de trabajadores, se posibilita, neutralizar las pretensiones de los titulares de las acciones u
cuotas del capital de la sociedad concursada.

Conversión de los créditos laborales en cuotas de capital social de la cooperativa:

Es una forma de neutralizar el crédito laboral, porque claro está que el mismo solo sirve para la
conformación del capital social de la cooperativa, puesto que la concursada deja de poseer este pasivo
en caso de quiebra posterior. Está claro que dichos créditos laborales desaparecen con la homologación
que manda este activo social de la cooperativa.

Impugnación: causales. Resolución. Homologación: efectos. Conclusión del Concurso.


Cumplimiento del acuerdo. Incumplimiento. Nulidad: efectos.

Articulo 49. Existencia de acuerdo

La ley 24.522, es una reforma de la anterior ley 19.551, en donde existía la junta de acreedores a
la cual concurrían los acreedores a votar la propuesta que efectuaba el deudor en la misma audiencia.
Tratándose de una reforma de una ley anterior debemos interpretar que lo denominado “existencia de
acuerdo” no significa otra cosa que la declaración de la obtención de las mayorías necesarias, por lo que
se dicta una resolución a los fines del artículo siguiente.

En realidad nos encontramos frente a una falta de precisión técnica legislativa, ya que debería
denominarse esta resolución “existencia de mayorías”, puesto que no importa la homologación del
acuerdo tal cual parecería indicar su título.

La ley 25.589 al modificar este artículo excluye la expresión dentro del periodo de exclusividad,
empero ello no debe dar lugar a considerar que las conformidades pueden ser acompañadas con
posterioridad a dicho período, ya que con toda precisión el art. 45 establece que para obtener la
aprobación de la propuesta de acuerdo preventivo, el deudor deberá acompañar al juzgado, hasta el día
del vencimiento del periodo de exclusividad.

Articulo 50. Impugnación

Plazo

La impugnación se debe realizar dentro del plazo de 5 días, posterior a ello la resolución queda
firme.

Legitimados para impugnar

Los acreedores declarados verificados y admisibles en la resolución del art. 36; quienes hubieran
deducido incidente de verificación tardía y los que hubieren promovido incidente de revisión por no haber
sido admitido sus créditos quirografarios.

Los acreedores privilegiados, entendemos que se encuentran legitimados para formular


impugnación si se encuentran comprendidos en el acuerdo que se impugna. La normativa no incluye a
quienes hayan optado por continuar los juicios de conocimiento y a los juicios laborales, lo que
consideramos un error, porque si se habilita a quienes se encuentran con un incidente de revisión,
mucho más se debe permitir a quien, dentro de los términos legales, simplemente optó por continuar un
juicio o por deducir uno nuevo, como es el caso de los laborales y como una forma indirecta de
verificación, empero sin extemporaneidad alguna.

Por ello consideramos que, frente a la impugnación de un acreedor de este tipo, debe la misma
admitirse, por cuando la no inclusión de estos en la normativa obedece a la asincronía que veníamos
denunciando desde siempre y que responde exclusivamente a las sucesivas reformas urgentes.

No legitimados para impugnar

Aquellos acreedores cuyos créditos fueran declarados inadmisibles y no hayan promovido el


incidente de revisión o acción por dolo, toda vez que la resolución del art. 36 no atacada por ninguno de
ambos incidentes produce efectos de la cosa juzgada.

Causales

La enumeración es TAXATIVA. Las cuatro primeras causales se encuentran claramente


expresada en la norma. La última casual “inobservancia de formas esenciales” es la que presenta
alguna dificultad.

Entendemos que las inobservancias de formas esenciales solo pueden estar referidas a las
conformidades acompañadas por el deudor y aceptadas por el juzgado pese a las omisiones formales
que ellas puedan contener, tales como inexistencia de certificación de firmas, conformidades otorgadas
por personas no habilitadas para hacerlo, falta de representación suficiente, poderes indebidamente
conferidos, etc.
Articulo 50: resolución:

Tramite:

De conformidad a lo previsto por el art. 280, toda cuestión que tenga relación con el objeto
principal del concurso y no se halle sometida a un proceso especial debe tramitar por incidente en el que
participa la sindicatura.

Resolución:

La sentencia que resuelve la impugnación debe declarar la quiebra si acoge favorablemente la


impugnación; por el contrario debe proceder con la homologación del acuerdo, si rechaza la
impugnación, toda en una misma resolución.

Apelación:

El artículo prevé para el caso la apelación con efecto devolutivo, contrariando la regla general de
las apelaciones, que cuando se admiten se conceden en relación y con efecto suspensivo.

El sindico no es parte en el incidente de impugnación: lo demuestra la disposición que concede


legitimación para apelar en un caso al concursado, en el otro al acreedor impugnante. Nunca la síndico.

Articulo 52: homologación:

Plazo para la homologación:

La anterior ley (24.522) establecía el plazo de diez días para que el juez proceda con el dictado
de la homologación pertinente. La ley (25.589) no indica plazo para tal pronunciamiento, considerándose
que ello obedece a una simple omisión que podrá ser salvada o bien superada por la practica judicial
como si dicho plazo existiera. La ley 26.086, como tampoco la ley 26.684, corrigieron esta omisión.

Es importante la fijación de un plazo para el dictado de este pronunciamiento, por cuanto en


dicha resolución se imponen medidas judiciales necesarias para el cumplimiento del acuerdo y además,
por cuanto a partir de esta resolución se empieza a contar el plazo para la exigibilidad del pago de los
honorarios a cargo del concursado.

Homologación judicial, abuso y fraude

En la anterior ley 19.551el juez contaba con amplias facultades para valorar las posibilidades de
homologación de un acuerdo, pero no solo podía sino que además la ley le imponía el deber de hacerlo.
La ley 24.522, por el contrario y cambiando radicalmente el instituto de la homologación convierte a ésta
en un mero tramite formal, en un proceder prácticamente automático que prima facie le impedía al juez
efectuar todo tipo de análisis o valoración acerca de la conveniencia o no de la propuesta y acuerdo
obtenido por el concursado con sus acreedores.

La ley 24.522, éste articulo solo expresaba: “no deducidas las impugnaciones en término, o
rechazadas las interpuestas, el juez dictara resolución homologatoria del acuerdo en el plazo de diez
días”. Nada más, los seis incisos del articulo actual fueron introducidos por la ley 25.589. entonces es
cierto que parecía que el juez solo servía para contar porotos. Con el agregado de los incisos, cambia la
función del juez a quien se le abre un abanico de posibilidades, especialmente por el último inciso que
expresa “en ningún caso el juez homologara una propuesta abusiva o en fraude a la ley”, con lo que
queda librado, desde luego y descartando la arbitrariedad, a cuanto el juez considere, ya que se trata de
una norma genérica o abierta

No obstante lo expuesto, el magistrado debe tender siempre a aceptar la voluntad de los


acreedores, quienes son, en definitiva, los únicos y verdaderos interesados en el recupero de sus
acreencias, son ellos quienes evaluaron y decidieron y serán quienes en definitiva resultaran o no
perjudicados.

No obstante lo expuesto, el magistrado debe tender siempre a aceptar la voluntad de los


acreedores, quienes son, en definitiva, los únicos y verdaderos interesados en el recupero de sus
acreencias, son ellos quienes evaluaron y decidieron y serán quienes en definitiva resultaran o no
perjudicados. El juez, no debe estar por encima de la voluntad de los acreedores que son los dueños de
los créditos y de la suerte futura del concursado. Son ellos quienes, en definitiva deben decidir si aceptan
y lo mantienen con vida, o bien si lo mandan a la quiebra.

Inc. 4: decimos esto porque en el inc. 2 a), imperativamente dispone la homologación “cuando
se hubieran obtenido las mayorías de ley…”. Pero, si no se hubieran obtenido tales mayorías (inc. 2º b)
puede igualmente homologar si se aprobó por lo menos una de las categorías de acreedores
quirografarios, y existe conformidad de por lo menos de ¾ partes del capital quirografario y no media
discriminación en trona de las categorías disidentes y que el pago resultante del acuerdo impuesto
equivalga a un dividendo no menor al que obtendrían en la quiebra los acreedores disidentes. Este
último supuesto, es lo que la doctrina denomina el “Cramdown power”, es no es otra cosa que la facultad
que se le atribuye al juez de obligar a determinados acreedores integrantes de una categoría o clase no
aprobada, a aceptar la propuesta de otra categoría o clase que se encuentre aprobada.

Situación no prevista

La ley en el inc. 3, excluye de esta imposición a los acreedores con privilegio especial que no lo
hubieran aceptado, pero omite referirse a los acreedores con privilegio general, lo que sin duda dará
lugar a las más variadas interpretaciones que podrán realizar a los jueces en sus fallos.

En nuestra opinión, en el caso de los acreedores con privilegio general omitidos, deben
acomodarse a la otra categoría que se hubiese aprobado para este tipo de acreedores; si ella existiera;
si no fuera así, no cabe imposición alguna por inexistencia de propuesta o insuficiencia de
conformidades a la única propuesta.

Facultad judicial

El juez del concurso tiene facultad para negar una homologación cuando considere que se
encuentra frente a una propuesta abusiva o fraudulenta y para lo cual corresponderá estar al caso en
particular.
Cuando la ley hace referencia a una propuesta abusiva, en nuestra opinión, siempre se debe
tener presente el activo y el pasivo del concursado y la propuesta que se realiza, de donde debe emerger
con toda claridad una inequívoca distorsión entre la segura ganancia del concursado en caso de dar
cumplimiento con su propuesta y los magros resultados que podrán obtener los acreedores al momento
de percibir sus créditos.

Esta situación se presenta fundamentalmente en época de inflación. En efecto, la moneda pierde


su real valor de adquisición y en consecuencia, los acreedores al momento de recibir los pagos podrán
ver, por un lado, frustrados sus derechos pese a haber recurrido a un procedimiento legal y por el otro
lado, observarán imponentes como el deudor se ha enriquecido cancelado sus obligaciones con el valor
de una moneda devaluada.

Concluidos en que la potestad jurisdiccional de no homologar un acuerdo obtenido debe ser


excepcional, por cuanto si se han reunidos las conformidades pertinentes para la aprobación de un
acuerdo preventivo, debe, en principio, prevalecer la voluntad de los acreedores; y solo en aquellos
supuestos, reiteramos, excepcionales, donde aparece un despropósito, una transgresión a los principios
generales del derecho, una burla a la ley y a los acreedores, solo en tales supuestos de excepción,
consideramos que el magistrado debe echar mano a su facultad de revisión y disponer en sentido
contrario a la voluntad de los acreedores.

Deber de homologación: la nueva LCQ establece una preliminar distinción según que el acreedor
haya ejercido la facultad de categorizar. Así si el concursado no categorizo (o categorizando ofreció una
sola propuesta) y se obtuvieron las mayorías legales, el juez DEBE homologar el acuerdo preventivo.
Ahora bien, si se ofrecieron propuestas diferenciadas en la categorización y el concursado obtuvo la
conformidad de la mayoría de ley, al juez no le queda otra alternativa que homologar el acuerdo. Pero, si
no se obtuvieron tales mayorías en todas las categorías y se hubiesen reunido determinados recaudos,
el juez también podrá homologar imponiendo el acuerdo a todos los acreedores quirografarios.

Artículo 53. Medidas para la ejecución:

El acuerdo preventivo homologado debe ser cumplido por el deudor y para que ello suceda, se
deben tomar las medidas pertinentes. Las medidas deberán diferenciase según la propuesta y podrán
consistir en el otorgamiento de garantías y en la constitución o reorganización de la sociedad entre el
deudor y los acreedores, se deben fijar los plazos para hacerlo si la propuesta no los establece.

Articulo 54: honorarios

Los honorarios correspondientes a la sindicatura y a los letrados que actuaron por la concursada
deben ser abonados dentro de los 90 días a contar desde la homologación del acuerdo. El pago debe
ser cancelatoria y los beneficiarios no se encuentran obligados a recibir pagos parciales.

Los honorarios son exigibles dentro de dicho plazo, en tanto ellos se encuentren firmes. Si media
apelación, por cualquiera de las partes, los mismos resultan exigibles una vez firmes y cumplido el plazo
originario, es decir, los 90 días a partir de la resolución de homologación. En caso de incumplimiento,
está facultado el beneficiario a solicitar la quiebra del deudor, sin que sea menester acreditar estado de
cesación de pagos, basta con que solo manifieste el no pago.
El vencimiento del plazo importa la mora automática del deudor y la consecuente obligación de
pago de los intereses correspondientes.

EFECTOS DEL ACUERDO HOMOLOGADO

Articulo 55: novación:

Concepto:

La novación es el cambio de una obligación por otra. Es una forma de extinción de las
obligaciones, consistente en la transformación de una relación jurídica de éste tipo en otra distinta.

Obligaciones que se novan:

No todas las obligaciones padecen del efecto de la novación, sino solo las que se encuentran
comprendidas en el acuerdo.

Motivo de la novación

Ante la extrema situación económico financiera, la quiebra del deudor se encuentra siempre
latente, por la siempre razón que el concurso no produce, por si mismo, efectos mágicos, sino que solo
le concede a quien recurre a este proceso concursal la posibilidad de acomodar sus obligaciones
mediante la propuesta de acuerdo preventivo, practicada de acuerdo a lo que el deudor estima que
podrá cumplir. En dicha propuesta, el deudor no solo acomoda sus obligaciones en el tiempo, sino que
además exterioriza cuanto puede cumplir, en qué forma y con las garantías que los puede hacer.

Que la aceptación o conformidad de la propuesta homologada posteriormente, da nacimiento a


la nueva obligación y es precisamente ésta la que perdurará en adelante, feneciendo en forma definitiva
la anterior obligación. Por ello dijimos que la novación se produce respecto de todas las obligaciones
comprendidas en el acuerdo.

La anterior ley no preveía la novación de la obligación y para el caso de una quiebra ulterior, el
acreedor concurría a dicho proceso liquidativo con la totalidad de sus acreencia originaria.

Esta ley, ha pretendido dar a los concursados una mayor posibilidad de recuperación y por ello
dispuso que lo homologado importa la novación de todas las obligaciones con origen o causa anterior al
concurso, de forma tal que, quien se encuentra en situación concursal con acuerdo homologado, puede
obtener crédito de terceros, pudiendo éstos precisar sus riesgos.

Cuando el acuerdo no se cumple se dicta la quiebra y los acreedores concurrirán a ésta, no por
el importe verificado o declarado admisible, sino por el que corresponda en virtud de lo pactado en el
concordato incumplido. En otras palabras, en caso de quiebra posterior, las obligaciones que se
verificaran serán las nacidas a partir del acuerdo homologado y no las originarias.

A que acreedores involucra la novación

La novación comprende no solo los créditos declarados verificados, o admisibles y que hayan
votado favorablemente el acuerdo preventivo presentado por el concursado, sino también a todos
aquellos otros acreedores que no votaron, empero que se encuentran comprendidos dentro de alguna
categoría cuya homologación se dictó. No se encuentran comprendidos los acreedores privilegiados, al
menos que se le haya formulado propuesta a estos, se hayan obtenido las mayorías necesarias y se
haya homologado esta categoría; en cuyo caso, al igual que para los acreedores quirografarios
corresponderá estar a lo pactado.

Incluye aquellos acreedores privilegiados hayan renunciado a sus privilegios y en la medida de


su renuncia, ya que, recordemos ella puede ser parcial, con excepción de los acreedores laborales, en el
que su renuncia no es definitiva, ya que de operar la quiebra, recuperan el privilegio renunciado.

Alcances de la novación:

Los alcances de la novación se encuentran ínsitos en la nueva obligación conforme el


compromiso asumido por el concursado en oportunidad de formular la propuesta de acuerdo preventivo,
se impone que la propuesta de acuerdo preventivo sea clara e inequívoca, correspondiendo precisar la
modalidad de la nueva obligación, su monto, sus garantías si se hubiesen ofrecidos y él o los plazos en
que se debe cumplir.

Prescripción: plazo para percibir las obligaciones concordatarias

Como consecuencia de la novación y del nacimiento de una nueva obligación por extinción de la
obligación originaria, “no resultan de aplicación los plazos establecidos legalmente para cada crédito en
virtud de su causa, pues homologado el acuerdo nace un derecho personal al cobro de éste, sujeto a los
términos de dicho acuerdo que puede o no contemplar su pago en cuotas de vencimientos escalonados.
Así, debido a la inexistencia de un plazo expresamente establecido para la prescripción de las acciones
derivadas de un acuerdo preventivo homologado deviene de aplicación el CCC” = 5 años.

Criticas a la novación:

Si el acuerdo preventivo tuvo la única finalidad de prevenir la quiebra y no la cumplió y si el


sacrificio resultante de la negación tuvo el propósito de reemplazar a la falencia y fracasó: no nos resulta
fácil entender porque los acreedores involucrados deben, no obstante, concurrir a esta con sus créditos
reducidos en función de aquel sacrificio estéril.

No compartimos esta opinión por cuanto, con la novación lo que se intenta es dar mayor
posibilidad de obtención de créditos por parte de terceros a favor del concursado, no solo porque el
pasivo concursal normalmente se reduce a los términos del acuerdo alcanzado, que cuenta
habitualmente con quitas, esperas, etc,. sino y fundamentalmente, porque ese pasivo claro, firme y
determinado, no se modifica en caso de quiebra sobreviniente. De eta forma los terceros tiene una mejor
predisposición para el otorgamiento de un crédito. De otro modo la incertidumbre respecto del pasivo
deviene total.

Fiadores y codeudores solidarios:

La novación extingue la obligación principal con sus accesorios, entendiéndose por accesorios a
la fianza y codeudores. Este art. 55, establece que en caso de homologarse el acuerdo, lo que importa
una novación e implicaría la liberación del fiador o codeudor solidario, ello no sucede y por consiguiente,
los fiadores y codeudores solidarios mantienen sus obligaciones en los términos originarios.

Hay quienes consideran que esta disposición no se ajusta a derecho toda vez que se modifican
los efectos propios de la novación. Pese a su critica, resulta justificada la disposición, toda vez que las
concesiones hechas por los acreedores están únicamente dirigidas al concursado que se encuentra en
una situación critica y por ello recurrió a esta solución preventiva, empero no a los codeudores solidarios
o fiadores, para quienes no existe liberalidad alguna, por lo que deben continuar obligados en los
términos originarios.

En caso de cumplimiento del acuerdo por parte del concursado, que se libera pagando lo
acordado, quita, empero no ocurre ello con los fiadores o codeudores que se mantienen obligados por el
total de la deuda originaria.

La ley 24.563
Esta ley extendió los efectos novatorios a los fiadores o codeudores. La ley 25.589 restablece la
redacción de la ley 24.522, es decir limita la novación al concursado y solo él, manteniendo la obligación
de los fiadores y codeudores en la forma que se obligaran originariamente. Interpretamos ello adecuado
y ajustado a derecho, toda vez que la extensión de los efectos de la novación a los fiadores importaba
lisa y llanamente la modificación de las condiciones en que le crédito se había concedido, colocando de
esta forma al acreedor en una posición desventajosa.

Articulo 56. Aplicación a todos los acreedores:

Socios solidarios

No es igual el tratamiento para estos que de los codeudores solidarios. Se benefician en idéntica
forma que la solución concursal, es decir, se le extienden los efectos del concurso en la medida de la
propuesta homologada. Ello resulta razonable toda vez que no pueden ser considerados, sino que por el
tipo societario responden solidariamente por la obligación asumida por la sociedad que integran.

Beneficios nulos

Los acreedores se deben atender a los alcances del acuerdo homologado, por lo que todo
beneficio extra contractual que se le reconozca carecerá de todo valor.

Verificación tardía:

Los efectos de la homologación se extienden incluso a los acreedores que no hayan solicitado
en forma tempestiva su verificación de créditos y para su reconocimiento, promovieron el incidente de
verificación tardía. También se extiende a los acreedores que optaron seguir los juicios de conocimiento
en tribunal distinto al del juzgado del concurso y los juicios laborales, en tanto hayan solicitado la
verificación de créditos dentro de los seis meses de haber quedado firme la sentencia.

Tramite de la verificación tardía

La verificación tardía tramita por incidente en la que revisten la condición de parte el acreedor
incidentista y el concursado. Al síndico que le otorga participación una vez concluido del periodo
probatorio si existiere, quien deberá emitir opinión al respecto. Es decir que la participación del órgano
sindical es postergada, al solo efecto de que tome conocimiento del mismo y emita cuanto estime
corresponder en atención a sus conocimientos adquiridos.

La participación de la sindicatura es de importancia, si se tiene presente que en este proceso


verificatorio no tienen posibilidad de contralor los restantes acreedores, como si lo tuvieron en el trámite
de verificación tempestiva, en donde, los acreedores cuentan con un plazo para controlar las
pretensiones de todos los acreedores e incluso para impugnar las mismas. La opinión del órgano sindical
no es vinculante para el juzgador.

Acción individual que corresponda

Los acreedores que no solicitaron su pedido de verificación de créditos en el tiempo dispuesto


por el juzgado, la posibilidad de requerir la verificación tardía , es decir, la norma concursal crea un
instituto propio de la materia para hacer valer derechos en forma extemporánea.

Ahora bien ¿Qué sucede si el concurso ha concluido y no ha prescripto el derecho para accionar
del pretenso acreedor? Está claro que no podrá recurrir a ningún procedimiento concursal y por cuanto
finalizo y así lo expreso el juzgado mediante la resolución que impone el art. 59.

En este supuesto, se autoriza a la promoción de la acción individual pertinente y la resolución


que en consecuencia se dice, servirá para incorporar al pasivo concursal, en la medida del acuerdo
homologado. Es decir, si el acuerdo homologado preveía una quiera, esta deberá ser soportada por el
accionante individual, como también le corresponde a quien verifico tardíamente y al que lo hizo
tempestivamente.

Costas:

En el tramite incidental de verificación tardía se imponen al acreedor renuente, por no formular


en tiempo y forma su pedido al síndico.

Costas al vencedor:

Es regla la imposición de costas al verificante tardío. Ello independientemente del resultado del
incidente.

Exención de costas:

Tal imposición de costas, en muchas oportunidades, no resulta su aplicación si su extemporánea


presentación obedece a razones que lo justifiquen, tal es el caso de acreedores de otra jurisdicción que
no tomaron oportuno conocimiento de la formación del concurso de su deudor, porque allí no se
publicaron edictos y tampoco fueron notificados por la sindicatura por correspondencia y en los términos
del art. 14 inc. 8

Prescripción

La prescripción importa la extinción de las obligaciones. En materia concursal rige una


prescripción especial y común para todos los créditos concursales que es de dos años a computar desde
la fecha de presentación en concurso preventivo del deudor. Esta regla tiene su excepción cual es que la
obligación originaria posea una prescripción menor la cual corresponderá aplicar.

Posee otra excepción incorporada por la ley 26.086, cual es que el pretenso acreedor no opte
por la verificación tempestiva y lo haga mediante la continuación de un juicio de conocimiento ante un
tribunal distinto al del concurso o mediante un juicio laboral en dicho fuero; en cuyo caso, una vez
obtenido el fallo y firme la sentencia que servirá para de título verificatorio, la ley otorga un nuevo plazo
de 6 meses para solicitar dicha verificación de crédito. Vencido este plazo, prescribe la acción del
acreedor.

El art. 223, habilita a los acreedores a comparecer a la quiebra verificando sus créditos o
preferencias, después de haberse presentado el proyecto de distribución, aclarando que solo tendrán
derecho a participar de los dividendos de las futuras distribuciones, es decir, le establece una sanción de
perder los derechos respecto de los dividendos ya distribuidos. Por consiguiente, concluimos en que los
créditos de los acreedores negligentes pueden solicitarse en verificación en los procesos falenciales,
mediante la verificación tardía, más allá del plazo de los dos años, contando con el solo límite de la
distribución, en la que participará a partir de su llegada.

Artículo 57: acuerdos para acreedores privilegiados

En el caso de los acreedores privilegiados que hayan votado favorablemente una propuesta la
misma solo resulta aplicable en tanto el acuerdo sea homologado. Pero, para su homologación no solo
depende de que se obtenga en su clase las mayorías necesarias, requiere además, que los acreedores
comunes o quirografarios hayan obtenido también, respecto de su clase, las mayorías pertinentes para
lograr la homologación.

Si los acreedores comunes no logran las mayorías necesarias, la quiebra deviene inexorable,
salvo la excepción del cramdown o salvataje, y por tanto, el acuerdo arribado con los acreedores
privilegiados resulta ineficaz, ya que, como lo indica el artículo, solo produce efecto si el acuerdo es
homologado.

No ocurre así a la inversa, ya que solo es obligatorio la obtención de las conformidades para los
acreedores comunes. Dictada la quiebra, los acreedores privilegiados concurrirán a la misma, con sus
créditos originarios y no con lo pactado, habida cuenta que no medió homologación de acuerdo.

Acreedores privilegiados no comprendidos

Solo es obligatorio para el concursado formular propuesta para los acreedores comunes o
quirografarios. Siendo facultativo para el concursado ofrecer o no propuesta a los restantes acreedores
privilegiados, estos, al no encontrarse incluidos en ninguna de ellas y por ende fuera de acuerdo, pueden
ejecutar la sentencia de verificación o peticionar la quiebra del deudor.

Este derecho nace con posterioridad al dictado de la resolución de homologación de acuerdo


preventivo. Es que si los acreedores privilegiados no se encuentran incluidos en alguna propuesta de
pago, recobran el ejercicio de sus acciones individuales. En el caso de los acreedores con privilegios
especiales, la iniciación o continuación de tales ejecuciones, se encuentran solo supeditadas a que el
ejecutante acredite haber solicitado la verificación de su crédito y su privilegio, en un todo de acuerdo al
art. 21, última parte.

Artículo 58: reclamación contra créditos admitidos. Efectos:

Es el supuesto del acreedor contra cuyo crédito declarado admisible (art. 36) el concursado
interpuso recurso de revisión (art. 37), que se encuentra pendiente de resolución. En tal caso, el deudor
debe igualmente dar cumplimiento con el acuerdo preventivo. La norma prevé las dos situaciones que se
pueden presentar: la primera entrega de la presentación al deudor bajo caución suficiente. Se exige la
caución al acreedor ante la eventualidad que el recurso de revisión sea resuelto favorablemente al
concursado y no sea posible la recuperación de lo entregado; la segunda, el juez determina en poder de
quien queda el bien y la forma en que el mismo debe ser custodiado.

Todo ello sucede en la medida que el acreedor lo solicite, puesto que de lo contrario, se espera
la resolución definitiva de la revisión y se dispone cuanto corresponde.

Artículo 59: conclusión de concurso

Conclusión del concurso: la conclusión que no concluye

En la ley 19.551 finalizaba el mismo con el cumplimiento del acuerdo preventivo. El régimen
vigente determina la conclusión del concurso con anterioridad, por ello es que debe dar por finalizada la
tarea del síndico y tomas las medidas conducentes para el control del cumplimiento del acuerdo, sin
perjuicio de mantener la inhibición general por el tiempo que dure el cumplimiento del acuerdo
preventivo.

Es lo que se ha dado en llamar la conclusión que no concluye, por cuanto coincidimos en que
con la norma en cuestión lo único que concluye es la actuación del síndico y no todos los efectos del
concurso, entre ellos la inhibición general de bienes, los que se mantienen hasta el cumplimiento del
acuerdo preventivo, es decir, hasta la cancelación o cumplimiento de lo comprometido en la propuesta
de pago.

Conclusión del síndico

Era el sindico el que controlaba el cumplimiento de acuerdo; AHORA quien desempeña esta
función es el comité de control, sin perjuicio de recordar que en los pequeños concursos, como no existe
éste equipo de controladores, el síndico se mantiene hasta el cumplimiento del acuerdo.

Conclusión de las limitaciones legales

Con la conclusión del concurso se acaban las limitaciones previstas por el art .15 y 16, sin que
ello implique que tenga la libre disponibilidad de sus bienes, porque se mantiene la inhibición general del
deudor hasta el cumplimiento del acuerdo. Tampoco tiene la libre administración ya que en el art .45 se
impone como parte integrante de la propuesta de acuerdo preventivo, que acompañe el régimen de
administración, al que, desde luego debe sujetarse.

Publicidad y apelación
Se impone la publicidad de la conclusión del concurso, a fin de otorgar mayor seguridad para los
acreedores, quienes podrán oponerse a la misma mediante el recurso de apelación que autoriza esta
norma y que, podrá estar fundamentada en la omisión del cumplimiento de las garantías pertinentes o
cualquier otra obligación que emerja del acuerdo homologado y que se deba cumplir con anterioridad a
la conclusión del concurso.

NULIDAD

Artículos 60: sujetos y términos

Nulidad

Su declaración significa destruir todo lo edificado hasta aquí, implica dejar sin efecto el acuerdo
celebrado con los acreedores, quienes se encuentran a la expectativa de sus cobros en los términos y
plazos del acuerdo. La nulidad del acuerdo preventivo implica la quiebra.

Es necesario que la resolución que dicta la nulidad del acuerdo homologado, se sustente en un
vicio sustancial producido por una acción dolosa, que haya logrado disimular el activo, reconocer
privilegios inexistentes, ocultar o exagerar pasivos. Siempre mediando una conducta dolosa, ya que el
error, por si mismo, resulta manifiestamente improcedente.

Es necesario el dolo, dolo del deudor. El criterio para la declaración de nulidad del acuerdo
homologado es restrictivo, taxativo a la existencia del dolo y a las causales enumeradas, ya que en una
sentencia judicial no debe mantenerse si tiene como sustento una realidad que es solo aparente en
virtud del fraude cometido.

Legitimación activa

Solo cuentan con esta capacidad legal los acreedores comprendidos en el acuerdo homologado.

Causales:

Se encuentran enumeradas taxativamente. Lo que se intenta es proteger al acreedor que, de


haber conocido la real situación patrimonial, no hubiese resignado su cobro al dividendo ofrecido en la
propuesta.

Condición para su admisibilidad formal

La causal que se invoca, dice la norma en su último renglón, debió ser descubierta después de
vencido el plazo del art. 50. El artículo citado es el que regular la impugnación del acuerdo preventivo,
por lo que resulta obvio que, de conocerse ello con anterioridad, el interesado debe impugnar el acuerdo
y no, dejar pasar esa oportunidad procesal, para recién realizar su impugnación a través del pedido de
nulidad.

Plazo: Con el fin de dotar al régimen concursal de la mayor seguridad jurídica se impone un plazo de
caducidad de la acción de seis meses. El plazo se computa desde la fecha en que queda firme la
declaración de homologación.
Artículo 61: sentencia de quiebra

Si el pedido de nulidad del acuerdo preventivo homologado es rechazado se mantiene incólume


el proceso concursal el cual debe continuar como si no se hubiera formulado esta petición. Por el
contrario, si se admite la nulidad articulada, se debe declarar la quiebra en el mismo acto resolutivo y
adoptar las medidas propias del proceso falencial, comenzando con la inmediata incautación de los
bienes (art 177); administración a cargo de la sindicatura (arts 179, 185, 186 y 187); incautación de libros
(art 180) disposición de las medidas urgentes que se estime corresponder (art 181); cobro de los créditos
del fallido y disposición de ellos (art 182 y 183); venta de los bienes perecederos (art 184); continuidad
de la empresa (art 189 a 195) y todo lo relativo a la relación del fallido con sus empleados (art 196 a 199)

Articulo 62. Otros efectos

Liberación del fiador inc. 1º:

Se produce la liberación del fiador en razón que este ha garantizado un acuerdo que se declaró
nulo. Nulo el acuerdo, nula la garantía constituida. La quiebra es una consecuencia de la nulidad, del
vicio en el acto y no del incumplimiento. si fuera el dictado de la quiebra por incumplimiento, lo que
sucede en otro supuesto, el fiador no se libera por cuanto ha sido aceptada su garantía, precisamente,
para el caso de incumplimiento del deudor principal.

Recuperación de derechos originarios inc. 2º:

Es razonable que ello ocurra, ya que las quitas que se pudieron haber concedido frente a la
aceptación de la propuesta, a raíz de la nulidad del acuerdo homologado, han quedado todas ellas sin
efecto alguno, concurriendo a la quiebra por el total de aquellas acreencias originarias, con más los
intereses pertinentes. Declarado nulo el acuerdo, es nula la propuesta, por tanto nula su aceptación y
quita.

Utilidad de las demás medidas inc. 3º:

Cualquier acto por el cual se satisfaga créditos de los acreedores en cumplimiento del acuerdo
cuya nulidad se declarara, queda sin efecto alguno, correspondiendo restituir si así correspondiere.

Recuperación de privilegios renunciados inc. 4º:

La renuncia de privilegio efectuada por el acreedor tuvo un fin inequívoco cual era la de
posibilitar al deudor el cumplimiento del acuerdo. Desvaneciéndose estas posibilidades por la nulidad
dictada, no mediando propuesta alguna valida, los acreedores renunciantes recuperan sus privilegios tal
cual lo tenían instantes previo a su renuncia.

Créditos excluidos por dolo:

la exclusión es del acreedor, no de la suma en cuanto haya incrementado fraudulentamente su


crédito. La sanción, es la exclusión del acreedor y por ende, de la totalidad de créditos, el que no podrá
ser verificado en la quiebra que se dicta junto con la nulidad del acuerdo homologado.
Periodo informativo de la quiebra

La nulidad del acuerdo preventivo homologado importa la quiebra, se abre el periodo informativo
de la quiebra, el cual es prácticamente idéntico al periodo informativo del concurso preventivo.

Realización de bienes

La declaración de quiebra, importa asimismo la disposición de la realización de los bienes del


fallido, motivo por el cual se deben adoptar las medidas necesarias para tal fin, puesto que, ahora, nos
encontramos frente a un proceso eminentemente liquidativo.

INCUMPLIMIENTO

Artículo 63: pedido y trámite

Dictado de quiebra por incumplimiento

Ante el incumplimiento, corresponde a instancia de acreedor o controladores del acuerdo, el


dictado de la resolución de quiebra. El juzgado carece de facultades para el dictado de la misma la que
no se decreta de oficio.

En los pequeños concursos

Entendemos que, en los pequeños concursos, el sindico se encuentra facultado para solicitar el
dictado de la quiebra, atento a que el mismo cumple la tarea de controlador del acuerdo si no se hubiese
designado para éste rol a un tercero.

Efectos de la quiebra

En éste artículo, las propuestas se mantienen, como también se mantiene vigente el acuerdo
preventivo homologado, solo que, el deudor no cumple con el mismo, por lo que corresponde el dictado
de su quiebra. Siendo ello así, a la quiebra que se dicta, los acreedores concurren con sus nuevos
códigos, esto es se mantienen las quitas efectuadas y toda otra modalidad que hayan impuesto la
propuesta, ya que la homologación de éste acuerdo produjo definitivamente la novación de la obligación;
se cambió una obligación por otra.

Apelación

Si se solicitó la quiebra por incumplimiento del acuerdo y se hizo a tal solicitud, dicha resolución
es apelable; mientras que la resolución que desestima el pedido de quiebra, es inapelable, por aplicación
de la regla genérica del art. 273 inc. 3º.

Articulo 64: quiebra pendiente de cumplimiento del acuerdo

Continuidad del trámite

Ante la declaración de quiebra, la norma impone la continuidad del trámite procesal


correspondiente al proceso falencial, al igual que en el caso de la nulidad del acuerdo preventivo
homologado.
Sindico que continúa

En este punto se observa una contradicción en la ley, ya que en primer párrafo del art. 59 se
establece que una vez homologado el acuerdo y tomadas y ejecutadas las medidas tendientes a su
cumplimiento, el juez debe declarar finalizado el concurso, dando por concluida la tarea del sindico.

Si nos encontramos frente a un concurso preventivo de los denominados grandes, donde


concluyó la tarea del sindico, corresponde la designación de uno nuevo; por el contario, si se trata de un
pequeño concurso, donde el síndico ha continuado su función con la tarea de control de cumplimiento
del acuerdo, continúa el mismo, ya que no existiría razón alguna para su sustitución.

BOLILLA 8 CONCURSAL

Concurso en caso de agrupamiento. Presupuesto. Cesación de pagos. Competencia. Sindicatura.


Trámite. Garantes.

Articulo 65. Petición:

Noción preliminar

Nos encontramos frente a una modalidad prevista por la ley en atención a la demanda del
mercado frente a la cantidad de empresas cuyos patrimonios se encuentran comprometidos con otros
con los que integran un conjunto económico. Nos encontramos ante dos concursos como mínimo, que
mantienen su independencia uno del otro y que solo poseen en lo general un trámite común bajo una
única sindicatura.

Concepto de grupo o conjunto económico

La ley no define el conjunto económico. Expresa si, algunas de las características que se deben
presentar para ser considerado tal, como es que se trate de dos o más personas, ambas físicas o ambas
jurídicas o físicas y jurídicas y que entre ellas integren en forma permanente un conjunto o grupo
económico.

Solicitud en conjunto

Por la trascendencia del acto, entendemos que solo resulta admisible la petición, en tanto sea
ella solicitada por todos los integrantes del grupo o personas que ejerzan la representación legal, sin
perjuicio de la ratificación correspondiente prevista en el art. 6, para el caso de personas jurídicas.

Una posición minoritaria consideró que cualquier integrante del grupo económico se encuentra
legitimado para solicitar la formación del concurso

Condición de permanencia

Para ser considerado conjunto económico susceptible de concursamiento la condición de


permanencia deviene un requisito ineludible, razón por la cual la unión esporádica o con un fin
determinado, de dos o mas personas no autoriza a esta presentación.
Optativo

La presentación en concurso conjunta es facultativa para quien lo hace, empero en el caso de


optar esta posibilidad legal, deben inexorablemente estar comprendidos en la presentación todos los
integrantes del grupo y no solo algunos de ellos. Esta exigencia debe ser probada ab initio por los
solicitantes.

Para determinar la existencia de un agrupamiento económico es necesario tener en cuenta


diversos elementos:

a) La existencia de un paquete accionario de control de todas las sociedades en manos de la


misma persona
b) Comunidad de órganos de administración, ejecución y fiscalización
c) Interdependencia económica
d) Existencia de registros contables paralelos
e) Identidad de domicilio y cede social
f) Similitud de objeto sociales, etc.

Artículo 66. Cesación de pagos:

En el caso de agrupamiento, se establece una excepción especifica, cual es que no resulta


menester que todos los componente del grupo o conjunto económico se encuentren en este estado;
basta con que uno solo de ellos se encuentre en estado de impotencia patrimonial para que el conjunto
logre la apertura del concurso.

Ahora bien, el estado de cesación de pagos de uno de los integrantes debe ser de una magnitud
tal que pueda afectar al otro integrante in bonis. Este extremo obviamente debe ser exteriorizado y
probado suficientemente al momento de solicitar la apertura concursal

Articulo 67. Competencia. Sindicatura. Tramite. Propuesta unificada. Créditos entre concursados

Competencia

Al efectuar la presentación en concurso de dos personas diferentes se plantea el interrogante de


la competencia, fundamentalmente cuando ellas poseen domicilios diferentes.

Interpretamos que la ley resuelve correctamente al instituir como juez competente al que
correspondiera atender al concurso de mayor importancia patrimonial, al que mas activo tenga, de
acuerdo a las constancias que emerjan de sus balances. Si ello no ocurre por cuanto una de ellas o
ambas no practican balance por no estar obligado conforme a ley, corresponderá igualmente a estar a
las declaraciones impositivas que correspondan, estado de situación patrimonial que se presente, etc.,
razón esta por la que balance debe ser interpretado en sentido amplio.

Sindicatura única

El concurso en caso de agrupamiento tramita bajo una sindicatura única, es decir, un solo
sindico para cada uno de los integrantes del agrupamiento, sin perjuicio de la facultad con que cuenta el
magistrado de elegir una sindicatura plural, esto es más de un síndico categoría B o los llamados
estudios de categoría A.

Es el magistrado quien determina que tipo de sindicatura actuará en cada proceso, lo hace en
virtud de la facultad conferida por el art. 274 y cada una medida de impulso procesal de la causa, por lo
que su resolución no resulta posible de ser apelada de acuerdo al art. 273, inc. 3

Tramite

Nos encontramos frente a dos procesos distintos unificados por voluntad de los agrupados,
motivo este por lo que como tantos sean los componentes del agrupamiento. La ley solo obliga que el
informe general sea único y que se complemente con un estado de activos y pasivos consolidados del
agrupamiento. Al ser único corresponderá acompañar copias del mismo en todos los expedientes y los
acreedores, independientemente a que concurso pertenezcan, se encuentran habilitados para formular
las observaciones al informe general que estimen corresponder respecto de cualquier a de los
integrantes del agrupamiento; como también se encuentran habilitados para formular las observaciones
o impugnaciones de cualquiera de las verificaciones de créditos que se presenten sin importar sobre cual
de los agrupados se pretende verificar

Cramdown en los agrupamientos

La ley, propio de todo cuerpo legal sometido a una serie de reformas y contrarreformas, nada
refiere al cramdown. Consideramos que si es de aplicación, por lo que en caso de la no obtención de las
mayorías corresponde abrir este procedimiento. Desde luego que interpretación que la omisión legal de
indicar esta posibilidad obedece nada mas que a las sucesivas reformas y fundamentalmente as u no
prolijo tratamiento legislativo que lo hace incurrir en semejante falencias, tal cual veníamos señalando
desde un comienzo.

A esta conclusión se arriba como consecuencia de una interpretación acorde al plexo normativo
todo y fundamentalmente por lo dispuesto por el art. 159, que autoriza al juez a aplicar las normas que le
sean análogas, atendiendo la debida protección del crédito, la integridad del patrimonio del deudor y de
su empresa, el estado de concurso y el interés general.

Propuesta unificada o individual

Habiendo optado los deudores por solicitar sus concursos en forma conjunta, posibilita que las
propuestas de acuerdo preventivo de cada uno de ellos sea formulada en forma única, como si una sola
persona se hubiese concursado, o en forma individual, es decir cada concursado ofrece la suya.

Propuesta unificada:

Para su aprobación la ley requiere en cada concurso y como un primer modo de obtener el
acuerdo las mayorías previstas en el art. 45, esto es mayoría absoluta de acreedores que representen
las 2/3 partes del capital.
Una segunda forma de obtener el acuerdo es lograr el voto favorable de no menos el 75% del
capital de todos los concursados agrupados, siempre y cuando en cada una de las categorías se haya
logrado el voto favorable mínimo del 50% del capital.

Esta forma de presentar la propuesta tiene por un lado, la ventaja de proceder con la
compensación de los excedentes logrados en una categoría, con los déficit de otra categoría y por el otro
lado, la desventaja de que no obtenida las mayorías indicadas, a todos los componentes del conjunto
económico agrupado, se le dicta la quiebra a todos, independientemente si uno de ellos supero
largamente cualquiera de las mayorías previstas por ley, ya que el principio es que al ser unificada la
propuesta, se computa ella de esa forma y una arrastra al otro en el resultado.

Propuesta individual

Para su aprobación la ley requiere en cada concurso, las mayorías previstar en el art. 45.

La ventaja de esta forma de proponer la propuesta está que la quiebra de uno de los
componentes del grupo o conjunto económico no acarrea la quiebra de los demás, carece de efecto de
arrastre. La desventaja de esta forma, está en que no se permite la compensación de excedencia y
déficit, cada uno corre con su propia suerte.

Créditos entre concursados

No permite la ley que voten entre sí los integrantes del agrupamiento, como sus cesionarios
dentro de los dos años previos a la presentación en concurso. La ley, en razón de que a estos
acreedores integrantes del conjunto económico, se le permitió verificar sus créditos, es decir que
participen en el proceso, con la limitación del voto; autoriza que se prevea en el acuerdo su extinción
total o parcial, o su subordinación conforme el art. 41.

Articulo 68. Garantes

Lo relativo al garante se encuentra legislado en el capitulo del concurso en caso de


agrupamiento, motivo por el que la adhesión de éste al concurso preventivo de su garantizado no le
exigiría el presupuesto objetivo de encontrarse en estado de cesación de pagos. La inexistencia de su
cesación de pagos no lo exime de demostrar que el concurso de aquel le afecta (art. 66)

Acuerdo preventivo extrajudicial. Alcance. Forma y contenido. Homologación. Efectos

Articulo 69. Partes

Introducción- antecedentes

El acuerdo preventivo extrajudicial – llamado APE- intento llenar un vacio de las leyes anteriores,
las cuales no contaban con la posibilidad de arribar a acuerdos que cuenten con la necesaria seguridad
jurídica, frente a la eventual presentación posterior en concurso del deudor.

Ya la ley 19.551 omitió considerar este tópico y es la ley 22.917 del año 1983, la que introduce
por primera vez, la posibilidad de que las partes arriben a acuerdos preconcursales, pero esta normativa
no fue acertada.
Que este procedimiento – APE- introducido por la ley 24.522, a ser sincero tampoco resulto
utilizado.

El fracaso de este instituto, desde nuestro punto de vista, obedeció a dos razones
fundamentales: la primera, por cuanto las acciones individuales de aquellos acreedores que no formaban
parte del acuerdo preventivo extrajudicial no se suspendían y podían, por ende, continuar con las
mismas, con toda la molestia que ello ocasiona a los deudores. La segunda aprobación del acuerdo se
requería la obtención de la mayoría absoluta de acreedores que representen las 2/3 partes del pasivo
total, esto es acreedores quirografarios y privilegiados, mientras que la actual ley 25.589, excluye con
toda razón a los acreedores con privilegio especial, quienes, desde luego, fundamentalmente en las
propuestas que pueda realizar el deudor, habida cuenta que ellos pueden ejecutar su privilegio.

Posibilidad de formular acuerdos


Al establecer la norma que el deudor que se encontrare en cesación de pagos o tuviese
dificultades económicas o financieras de carácter general, puede celebrar acuerdo con su acreedores;
está indicando, que el instituto se encuentra habilitado no solo para aquellos que se encuentren en
cesación de pagos, sino incluso, para aquellos que no se encuentran en tal estado de impotencia de
pago.

El acuerdo que celebra el deudor con sus acreedores carece de limites de conocimiento, por lo
que el mismo se realiza en forma individual e independiente de cuanto se pueda acordar con los otros
acreedores ya que el principio de la igualdad de los acreedores no rige en estos acuerdos, pudiendo
incluso concretarse acuerdos diferentes entre los distintos acreedores pese a que los mismos
pertenezcan a una misma clase o categoría.

Quienes no participan igualmente se encontrarán o le producirán idénticos efectos que al resto


de los acreedores. El actual acuerdo preventivo extrajudicial homologado produce efecto respecto de
todos los acreedores quirografarios por causa o título anterior a la presentación, hayan o no participado
en el mismo.

Sujeto legitimado para solicitar este acuerdo

Solo puede elegir este procedimiento toda aquella persona, física o jurídica que cuente con
registraciones contables, que permitan a un contador confeccionar un estado de activo y pasivo
actualizado con indicación precisa de las normas seguidas para su valuación.

Rouillón señala que no es menester que el deudor lleve los libros en legal forma basta con que
posea registraciones y ellas permitan la confección del estado de situación patrimonial, debiendo el
contador dictaminar con obligación de detallar el respaldo contable y documental de su afirmación.
Consideramos que un requisito genérico, como el de llevar libros de contabilidad, no puede ser
convertido en una exclusión para quien no está obligado a llevarlo. Ahora bien, quien debe llevar libros y
los lleva en forma irregular, corresponderá estar al análisis del incumplimiento y dictamen contable.
Situación no prevista

Se puede dar la situación de acreedores que se anoticien del presente proceso cuando se
publican los edictos que ordena el art. 75 para que los acreedores formulen oposición al acuerdo, esto
es, cuando el deudor ya ha logrado las mayorías necesarias, resultando por lo tanto éste acreedor no
participativo neutro a los fines del cómputo.

Consideramos que frente a este supuesto el acreedor no invitado si así lo peticiona ante el juez,
debe ser incluido en la categoría que mas se asemeje si ella existiera, o en las condiciones que el
juzgador estime corresponder en atención a los diversos acuerdos celebrados. Por ello, las oportunas
medidas cautelares trabadas sobre bienes del deudor o privilegios constituidos con anterioridad,
constituyen el resguardo adecuado de un sorpresivo procedimiento de acuerdo preventivo extrajudicial.

Falta de legitimación activa

Es obvio, que quienes no pueden solicitar la formación de concurso preventivo, también se


encuentran impedidos de acudir a este procedimiento.

Artículo 70. Forma

No requiere mayores formalidades, pudiéndose practicar diferentes convenios con cada uno de
los acreedores sea en instrumentos público o privado. En cuanto a la certificación de las firmas desde
luego que resultaran validas aquellas firmas correspondientes a su autoridad judicial o en el caso de
entes públicos nacionales, provinciales o municipales, tal como se autoriza en el art. 45.

Artículo 71. Libertad de contenido

El acuerdo que celebra el deudor con sus acreedores carece de límites de contenido, por lo que
el mismo se realiza en forma individual e independiente de cuanto se pueda acordar con los otros
acuerdos, pudiendo incluso concretarse acuerdos diferentes entre los distintos acreedores pese a que
los mismos pertenezcan a una misma clase o categoría.

Artículo 72. Requisitos para la homologación

Juez competente

En lo relativo al juez competente, la norma emite al art. 3. Existiendo juzgados de concursos y


quiebras, corresponderá de estos su intervención en razón de su especialidad.

Estado de activo y pasivo

Para solicitar la formación de un concurso preventivo, el art. 11, inc. 3º exige la acreditación de
un estado detallado de activo y pasivo practicado a la fecha de presentación en concurso.

Para solicitar la homologación de un acuerdo preventivo extrajudicial, se requiere igual estado de


activo y pasivo, pero no calculado a la fecha de presentación sino a la fecha del instrumento, es decir a
la fecha en que los acuerdos fueron celebrados, fecha ésta que debe coincidir en todos los casos a los
fines de la cristalización del pasivo.
Listado de acreedores

El inciso no exige el acompañamiento de la documentación, sino el detalle del respaldo contable


y documentación corroborativa. Desde luego, el juez se encuentra habilitado a solicitar el
acompañamiento de la documentación que estime necesaria para su resolución.

Listado de juicios: remitimos al art .11

Libros de comercio

Solo corresponde enumerar los mismos y detallar el último folio a la fecha del instrumento.

Mayorías

Debe indicar el monto de capital y porcentaje que representan los acreedores firmantes y los
registrados por el deudor en sus libros o estado patrimonial. En forma prolija debe realizar un detalle de
todos los acreedores que componen el pasivo del deudor, incluido los acreedores privilegiados, aunque
el acuerdo sea solo para los acreedores quirografarios.

Corresponde, asimismo, además de detallar los acreedores que firmaron el acuerdo preventivo
extrajudicial, los que deben representar la mayoría absoluta de acreedores que representen las 2/3
partes del pasivo quirografario, acompañando los convenios firmados de todos y cada uno de lo
acreedores.

Efectos de la presentación

Produce similares efectos a la de la presentación de un concurso preventivo, es decir suspende


las acciones individuales. Respeto de los acreedores con garantías reales, en razón que este proceso no
prevé el trámite de verificación de créditos, pueden continuar con sus acciones o deducir las mismas sin
ningún tipo de impedimento.

No obstante ello, interpretamos que corresponde estar a cuanto haya acordado el deudor con
sus acreedores, ello así, porque al momento de la presentación, el deudor ya arribó a un acuerdo el que
sólo solicita su homologación judicial. Se infiere entonces que se debe estar a lo convenido y sólo a partir
de la eventual mora por incumplimiento, podrán renacer los intereses.

Artículo 73. Mayorías

En cuanto a la mayoría nos remitimos al comentario anterior.

En lo referido a la exclusión del computo de los acreedores se refiere al cónyuge, los parientes
del deudor dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o adoptivos y sus
cesionarios dentro del años anterior a la presentación.

Tratándose de sociedades, no se computan los socios, administradores y acreedores, como


tampoco, su cónyuge, sus parientes dentro del cuatro grado de consanguinidad, segundo de afinidad o
adoptivo y sus cesionarios en igual plazo que el anterior.

Artículo 74. Publicidad


Como todo edicto tienen como fin extender la noticia del acuerdo a todos aquellos que
desconocen de este proceso y que puedan estar interesados en formular la oposición prevista en el
artículo siguiente.

Artículo 75. Oposición

Oposición

Solo están legitimados a formular oposición aquellos acreedores que no firmaron acuerdo con el
deudor. De hecho, quien suscribió algún convenio lo hizo prestando su conformidad, motivo por el cual
éste instancia no le resulta viable so pena de incurrir en actos contradictorios. También se encuentra
legitimados para formular oposición el acreedor no denunciado que demuestre sumariamente su calidad
de tal.

La oposición o impugnación al acuerdo preventivo extrajudicial que se intenta homologar, debe


ser incoada ante el juzgado interviniente dentro de los 10 días hábiles posteriores a la ultima publicación
de edicto y solo puede estar fundada en omisiones o exageraciones del activo o pasivo o la inexistencia
de la mayoría.

Tramite

La norma no prevé un tramite especial a diferencia de lo que acontecía con la ley anterior, 24.522, no
obstante consideramos que la sustanciación de lo oposición deviene inevitable correspondiendo, por tanto, correr
traslado al deudor presentante del acuerdo, quien contesta y de resultar necesario por la insuficiencia de elementos
probatorios y, solo frente a éste circunstancia, se abre a prueba por el plazo de 10 días.

La admisión de prueba debe resultar restrictiva y solo excepcional ante lo imprescindible. La resolución
debe ser dictada por el juez, dentro de los 10 días posteriores a la finalización del plazo probatorio.

No oposición

La inexistencia de oposición al pedido de homologación del acuerdo, no autoriza lisa y llanamente al juez a
proceder con la homologación, le impone efectuar un examen detallado acerca del cumplimiento de los requisitos de
ley, como asimismo de la documentación acompañada, que debe ser inexorablemente presentada por el deudor.
Cumplidos estos recaudos el juez debe homologar.

Honorarios

Carece de costo significante, no solo por la inexistencia del órgano sindical, sino además porque para la
determinación de los honorarios profesionales, se tiene en cuenta la labor desarrollada, su complejidad y magnitud,
resultando ajeno para su valoración los montos en cuestión.

Artículo 76. Efecto de la homologación

Acuerdo preventivo extrajudicial homologado produce efecto respecto de todos los acreedores
quirografarios por causa o título anterior a la presentación, hayan o no participado en el mismo. Produce iguales
efectos que el concurso preventivo respecto de los restantes acreedores que no participaron.

Por le contrario, si no media homologación lo acordado resulta inoponible a terceros, por lo que en una
quiebra posterior corresponderá dejar sin efecto las garantías constituidas durante el periodo de sospecha, por
resultar ellas ineficaces.

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