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Hitler: el ascenso del mal

Muchas cosas pueden decirse sobre Hitler, y lo interesante de esta miniserie es que
muestra sus inicios tanto como persona, sus sueños cuando era joven, el desempeño
que mantuvo durante la primera guerra mundial, su incursión en la política y cómo fue
abriéndose terreno dentro de los partidos y la sociedad misma, hasta colocarse como el
regidor absoluto de toda una nación en la que la mayor parte creía fervientemente en
él.

Sin duda las capacidades de liderazgo de Hitler fueron excepcionales para su ascenso
al poder y sus logros políticos. Al ver esta historia es inevitable no pensar en las teorías
sociales de las pasiones y, en especial, a la propuesta por Nietzche, en la cual el
superhombre es la cúspide de los deseos y las pasiones humanas.

El relato audiovisual muestra a un Hitler en el que siempre se observó esa vitalidad y


esa pasión de la que Nietzche habla en su filosofía del superhombre. Un individuo
capaz de tener un gran don de mando para lograr que las demás personas se vuelvan
instrumentos con el único fin de cumplir sus deseos o pasiones.

Hitler logró aprovecharse de las pasiones, deseos y sentimientos del pueblo alemán, el
cuál se encontraba sufriendo una gran crisis económica después de la firma de los
tratados de paz. Su método fue construir discursos en los cuáles se mostraba como
una persona capaz de lograr que esos deseos –los de los alemanes- se hicieran
realidad si se unían a él y aceptaban su filosofía.

Es un gran ejemplo de cómo las pasiones pueden quedar encima de la razón. El hecho
de cometer genocidio con tal de ver realizado el sentimiento de superioridad
nacionalista en el que Hitler había hecho creer a las personas mediante sus
apasionados discursos y políticas extremas, no puede ser calificado más que como un
fenómeno social en el que la exaltación de un superhombre llevó al mundo a una de las
más grandes guerras de la historia. Es por esto que se puede afirmar que, en cierta
medida, la teoría social de Nietzche sobre las pasiones resulta ser comprobable.

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