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Desde la asunción del presidente Macri en 2015, el Estado Nacional ha llevado a cabo
un programa de reducción gradual de subsidios energéticos con el objetivo de eliminar
las enormes distorsiones de precios relativos y el abultado déficit fiscal heredado de la
gestión anterior. Este camino que la Argentina está recorriendo en materia energética
conduce gradualmente a la incorporación de patrones de consumo más responsables,
en el marco de un programa previsible de aumentos que además cuida a los hogares
más vulnerables a través de la Tarifa Social Federal. Es un camino difícil, pero que la
sociedad ha acompañado de manera responsable. Este artículo presenta un análisis
del impacto que la recomposición de tarifas tiene sobre los hogares, y muestra que, si
bien ha aumentado el peso del gasto en los servicios en el ingreso de los hogares, este
se encuentra por debajo de niveles históricos.
Para poder observar la evolución más reciente del porcentaje de sus ingresos que los
hogares destinan al pago de servicios es preciso combinar los datos de la ENGHO 2012
con otras fuentes. En el análisis que sigue, realizado sobre el Área Metropolitana de
Buenos Aires (AMBA), los datos de ingresos de los hogares corresponden al ingreso
total familiar reportado en las publicaciones de la EPH para cada año, ajustados para
ser consistentes con registros administrativos. Dado que la última EPH disponible
corresponde al tercer trimestre de 2017, los ingresos para el análisis de 2018 se
obtuvieron actualizando éstos por la inflación núcleo del periodo transcurrido. En
función de su nivel de ingreso, los hogares se repartieron en quintiles, del 20% más
pobre hasta el 20% de mayores ingresos. Las cantidades de energía consumidas
utilizadas para el cálculo de las facturas se obtuvieron de la ENGHO 2012-13, para
cada grupo (quintil) de hogares, incorporando el hecho de que los hogares de distinto
nivel de ingreso consumen cantidades distintas (mayor cantidad a mayor ingreso).
Estas cantidades también fueron ajustadas para ser consistentes con los datos
administrativos. Para simplificar el análisis y aislar el efecto de los cambios tarifarios,
se utilizó para todos los años las cantidades derivadas de la encuesta de 2012.
Finalmente, los montos en pesos de las facturas de gas y electricidad se calcularon
utilizando los cuadros tarifarios de EDENOR y GASBAN de cada año, aplicando los
precios con y sin tarifa social en cada caso, con una estimación de la TSF para 2018.
Las bonificaciones que reciben los usuarios cubiertos por la TSF se tuvieron en cuenta
a partir de 2017, ya que fue el primer año en el que la tarifa estuvo vigente tanto para
gas como para electricidad. Los montos de facturas con cobertura de TSF corresponden
al valor hipotético que hubiera pagado un hogar del primer, segundo, o tercer quintil por
su consumo representativo, de haber accedido a la cobertura de la TSF. Restringimos
a este universo dado que el 72% de los beneficiarios de TSF dentro de esos tres
quintiles – el 60% de la población con menores ingresos.
El gráfico 4 ilustra el impacto de la TSF, que en 2018 representa una reducción a menos
de la mitad del gasto en servicios como proporción del ingreso para los hogares del
primer, segundo y tercer quintil. Con TSF, el 20% más pobre emplea el 2,6% de su
ingreso en 2018 para pagar servicios, esto es, casi seis puntos porcentuales
menos que el valor del año 2000, mientras que aquellos hogares que abonan tarifa
plena destinan 6,2%, aún dos puntos porcentuales por debajo del valor para el
año 2000.
Conclusión
Las nuevas tarifas representan un porcentaje mayor del ingreso de los hogares que en
2015, pero este porcentaje todavía se encuentra dentro de un rango esperable
considerando los valores previos a los años del congelamiento tarifario. A su vez, se
trata de un porcentaje que aún se encuentra por debajo de los observados en países
comparables de la región. De esta forma, a través de un calendario previsible de
aumentos, los hogares y los sectores productivos de la Argentina se están adecuando
gradualmente a nuevas reglas de juego, que posibilitarán un mayor crecimiento
económico acompañado de creación de empleos, y una mejora en los servicios para
los usuarios.
Navajas, F., & Alejo, J. (2008). “Tarifa social: en los sectores de infraestructura en la
Argentina”. Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas.
Sen, A. K. (1999) “Human Rights and Economic Achievements”. The East Asian
Challenge for Human Rights. J. R. Bauer and D. A. Bell. Cambridge: CUP.