Vous êtes sur la page 1sur 3

EL HOMBRE Y LA CULTURA

La relación entre el hombre y la cultura ha resultado siempre incómoda para el


hombre. El eje de la discusión es si el hombre como creador de la cultura, puede
modificarla y dirigirla hacia donde él mismo decida o, por el contrario, si la cultura
es la primera creación humana que, cual cuento de ciencia ficción, se ha revelado
contra su creador y es ella quien modifica al hombre y lo lleva por donde quiere.

La única base desde la que se puede partir con cierta seguridad, es que sin
hombre no hay cultura. El hombre crea pues cultura. Respecto al primer punto,
aunque el mismo Freud no lo trata explícitamente, no es difícil concluir que no sólo
es la cultura quien modifica al hombre, sino que, y esto es el centro del problema
en Freud, le hace pagar al hombre un precio por culturizarse.

El hombre es el único ser que posee cultura: la cultura manifiesta e identifica al


hombre, pues no es algo "sobreañadido" a la condición humana, sino
consecuencia de su inteligencia y libertad. Ningún animal posee historia o es
capaz de cambiar la naturaleza y adecuarla a sus necesidades, sino que, por el
contrario, se adapta al medio. Así pues, mientras que la naturaleza significa lo que
es innato en el hombre y lo que existe fuera de él sin su intervención, la cultura
abarca todo aquello que debe su origen a la intervención humana consciente y
libre.

La cultura surge a partir de la libertad del hombre, sin embargo, no debemos


entender "naturaleza" y "cultura" como realidades opuestas, ya que ambas se
interrelacionan y complementan sus orígenes y fines en el hombre: Es propio de la
naturaleza o esencia del hombre la creación cultural, al tiempo que la actividad
creadora de la cultura se orienta al perfeccionamiento del hombre en cuanto tal
(de su inteligencia, sensibilidad, etc.) y de su marco natural. Gracias a la cultura, el
hombre mejora la naturaleza externa y a sí mismo. Si la cultura propiciase la
destrucción de la naturaleza, entonces no serviría verdaderamente a los intereses
humanos. En este sentido, la cultura debe ser continuación de la naturaleza, es
decir, debe perfeccionarla, de manera que se acomode al modo de ser y a las
necesidades del hombre.

El termino cultura engloba además modos de vida, ceremonias, arte, invenciones,


tecnología, sistema de valores, derechos fundamentales del ser humano,
tradiciones y creencias. A través de la cultura el hombre se expresa, toma
conciencia de sí mismo, cuestiona sus realizaciones, busca nuevos significados y
crea obras que le transcienden.
Al paso de los siglos en las diversas áreas geográficas se han ido desarrollando
diferentes culturas dependiendo de los hábitos, actitudes y conductas de los
pueblos.

La cultura representa una experiencia social que, a su vez, se transmite de unos


individuos a otros a través del llamado proceso de socialización uno según el cual
individuos y grupos entran simultáneamente en contacto con cada persona y la
instruyen en las técnicas que le permitirán relacionarse en el mundo externo

Hay cultura donde hay hombre, y viceversa. Sólo se puede decir que lo que
entendemos por cultura cuando es cuando nos referimos a lo humano. El hombre
es al mismo tiempo el resultado de la evolución biológica y de la cultura que él
genera. El hombre ha salido de la naturaleza sin dejar de pertenecer a ella. El
"salto" a la cultura no hay que entenderlo como una brecha total ya que el hombre
nunca abandona la naturaleza.

Cultura es el modo común de pensar organizado de los individuos de una


sociedad con el propósito de producir actividades sociales coherentes, tanto de
acción material como de acción individual. La cultura es producto del aprendizaje y
no de la herencia.

El pensar organizado se refiere al modo conocido de transmitirse ideas unas


personas a otras en forma inteligible, y, asimismo, al modo social también
reconocido de realizar éstas su comportamiento, para lo cual el lenguaje viene a
ser el vehículo básico de la relación humana culturalmente organizada. Esto
quiere decir que la cultura toma sentido a partir del lenguaje, pues éste representa
no sólo un modo específico de introducir al ser humano con medios simbólicos de
relación y comprensión de la realidad, sino que también hace obtener un
conocimiento preciso de la cultura por el hecho de que en él se incluyen formas de
designar las cosas y el comportamiento de los miembros de una sociedad.

Sin embargo, además de los conceptos y productos que forman la cultura de una
sociedad, "cultura" abarca los modos de acción que refieren a los modos de vivir
de los hombres en una sociedad, que se explican en función de las relaciones
sociales integradas en el espacio y en el tiempo.
El grado de interacción cultural de las sociedades modernas es menor que el de
las primitivas. Así, la afirmación de Durkheim (1928, 157) de que a mayor
primitivismo social, mayor es el número de semejanzas que pueden advertirse en
los miembros de una sociedad.

Esa semejanza los hace ser, social y culturalmente, más homogéneos, haciendo
que el sistema cultural total sea casi universal a los efectos de la frecuencia de
participación de sus individuos en el mismo a través de grupos sociales y de
subsistemas culturales que son básicamente comunes. Cuantos menos
subsistemas culturales existen en una sociedad, mayor será su integración
cultural. En una sociedad urbana, los límites de desviación del comportamiento
individual son, en comparación con las sociedades primitivas entonces, muy
amplios.

Vous aimerez peut-être aussi