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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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EXP. N. 0 00024-2008-PH C/TC
UCAYALI
JORGE LUIS RABANAL CALD ERÓN

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 1O días del mes de febrero de 2009, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Mesía Ramírez, Eto Cruz y Álvarcz
Miranda, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Rodolfo Ramírez Rivera


contra la resolución de la Segunda Sala Especializada en lo Penal de la Corte Superior
de Justicia de Ucayali, de fojas 534, su fecha 20 de noviembre de 2007, que declara
improcedente la demanda de autos

ANTECEDENTES

Con fecha 8 de setiembre del 2006, el recurrente interpone demanda de hábeas


corpus en favor de don Jorge Luis Rabanal Calderón, por violación de los derechos a la
libertad y seguridad personales, debida motivación de las resoluciones judiciales,
principio de legalidad penal y debido proceso. Alega que habiendo ocurrido el hecho
delictivo imputado el 2 de abril de 1995, no resulta aplicable el tipo penal de tortura,
puesto que dicho delito recién fue incorporado a nuestro Código Penal con fecha 21 de
febrero de 1998 mediante Ley N. 0 26926, lo que vulneraría el principio de legalidad
penal. Refiere, además, que no se encuentra conforme con que se haya ampliado la
instrucción por delito de homicidio calificado, toda vez que la entrevista que se le hizo
al médico tratante -que consta en el acta de constatación obrante en el expediente penal-
permite concluir que el agraviado no falleció como consecuencia de las quemaduras
sino por falta de asistencia médica oportuna. Refiere, también, que en el auto de
apertura de instrucción el juez ha omitido precisar los cargos concretos, debidamente
especificados, contra todos y cada uno de los procesados, lo que, a su juicio, implica
una falta de individualización del presunto responsable.

Realizada la investigación sumaria, el juez emplaza , don Víctor Ortiz Prada,


remite sus descargos por escrito (a fojas 242), señalando e lo que pretende realmente
el demandado es que se revise nuevamente la medida de etención.

El Tercer Juzgado Penal de la Provincia d oronel Portillo, con fecha 26 de


setiembre de 2006, declaró improcedente la anda por considerar que la vía

f
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constitucional no debe ser utilizada para que se dicte un pronunciamiento tendiente a


determinar si existe o no responsabilidad de los inculpados ni para calificar el tipo penal
en que estos hubieran incurrido.

La Sala Superior competente confirmó la apelada por considerar que la


resolución que dispone la restricción de la libertad que sufre el favorecido se encuentra
debidamente motivada.

FUNDAMENTOS

Delimitación del petitorio

l. Mediante la presente demanda de hábeas corpus se cuestiona el proceso penal


seguido contra el favorecido por la presunta comisión de los delitos de tortura y
homicidio calificado en agravio de Indalecio Pomatanta Albarrán, por considerar
que: a) se encuentra suficientemente acreditado que el deceso de la víctima no
fue producto de las quemaduras que se le imputan; b) el auto de apertura de
instrucción no se encuentra debidamente motivado pues no se ha especificado la
conducta que se le atribuye; y e) el delito de tortura que se le imputa no estaba
vigente en nuestro ordenamiento legal cuando ocurrieron los hechos.

Improcedencia del extremo en el que se pretende un reexamen de lo probado en el


proceso penal

2. Respecto del extremo de la demanda en el que se cuestiona la ampliación de la


instrucción por delito de homicidio calificado sobre la base de que se encontraría
suficientemente acreditado que la muerte de la víctima no se produjo como
consecuencia de las quemaduras sino por falta de atención médica adecuada,
este Tribunal Constitucional debe reiterar que la competencia para determinar la
responsabilidad penal y, por ende, para valorar los medios probatorios que a tal
efecto se incorporen al proceso penal, es exclusiva de la justicia ordinaria.
3. Conforme a lo expuesto, el extremo de la demanda en el que se pretende alegar
que se encuentra suficientemente acreditado que la mue e de la víctima no
puede ser imputada al favorecido por haberse a editado que no fue
consecuencia de las quemaduras, debe ser rechazado aplicación de la causal
de improcedencia prevista en el artículo 5, inc· o 1 del Código Procesal
Constitucional.

Debida motivación del auto de apertura de ins


4. En lo que concierne a la alegada afe ón de la debida motivación del auto de
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apertura de instrucción dictado contra el recurrente, es pertinente señalar lo


declarado por este Tribunal con respecto a la debida motivación de las
resoluciones. Así, según lo señalado en la sentencia recaída en el Exp. N. 0 6712-
2005-HC/TC (Caso Magaly Medina Vela y otro), este derecho implica:

( . . . ) que cualquier decisión cuente con un razonamiento que no sea aparente o


defectuoso, sino que exponga de manera clara, lógica y jurídica los fundamentos de
hecho y derecho que la justifican, de manera tal que los destinatarios, a partir de
conocer las razones por las cuales se decidió en un sentido o en otro, estén en la
aptitud de realizar los actos necesarios para la defensa de su derecho. El derecho a
la motivación es un presupuesto fundamental para el adecuado y constitucional
ejercicio del derecho a la tutela procesal efectiva".
5. Asimismo este Tribunal ha señalado, respecto de la debida motivación del auto
de apertura de instrucción, que si dicha resolución no permite al imputado
conocer de manera cierta los cargos que se le imputan, resulta vulneratoria del
J derecho de defensa (Cfr. STC Exp. N. 0 8125-2005-HC/TC). Ello se deduce el
artículo 77 del Código de Procedimientos Penales, el cual establece como
requisitos para el dictado del auto de apertura de instrucción que de los actuados
aparezcan indicios suficientes o elementos de juicio reveladores de la existencia
de un delito, que se haya individualizado a los inculpados y que la acción penal
no haya prescrito o no concurra otra causa de extinción de la acción penal. Del
mismo modo constituye una exigencia derivada del derecho de defensa,
elemento del debido proceso reconocido expresamente en el artículo 139.14 de
la Constitución, el conocer en forma clara los hechos que se imputan. Por tanto,
no basta la plena individualización de los autores o partícipes si es que ella no
incluye la conducta concreta que se imputa.
6. En el presente caso, de la copia del cuestionado auto de apertura de instrucción
de fecha 26 de abril de 2004 (que obra a fojas 148 de autos), se advierte que la
conducta que se imputa al favorecido con la demanda es el haber golpeado
brutalmente -junto con los demás coprocesados- a Indalecio Pomatanta
Albarrán, de 17 años de edad, para luego rociar su cuerpo con gasolina y
prenderle fuego, producto de lo cual falleció tres días después.
7. Como es de verse, la imputación establecida en el au de apertura de
instrucción es clara y no genera indefensión en el proce do, por lo que este
extremo de la demanda debe ser desestimado.

Principio de legalidad penal


8. Respecto del extremo de la demanda en el e se alega que el tipo penal de
tortura que se imputa al favorecido no es vigente en nuestro ordenamiento
legal cuando ocurrió el hecho que es a ria de incriminación (2 de abril de
1995), debe señalarse que la Sala Nacional , mediante Oficio N. 0 46-
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

06/SPN-SA-VR de fecha 28 de octubre de 2008, ha remitido a este Colegiado


copia de la acusación fiscal y del auto de enjuiciamiento, en los que consta que
la acusación fiscal contra el favorecido ha sido formulada únicamente por el
delito de homicidio calificado y que en el auto de enjuiciamiento de fecha 2 de
julio de 2007 la Sala Penal Nacional declaró no haber mérito a pasar a juicio oral
por delito de tortura y haber mérito a pasar a juicio oral por delito de homicidio
calificado. Se advierte pues que el juicio oral que se sigue contra el favorecido
ya no tiene como base el delito que pretendidamente no estuvo vigente en
nuestra legislación.
9. Que, al respecto, siendo el objeto de los procesos constitucionales de la libertad,
de conformidad con lo establecido en el artículo 1o del Código Procesal
Constitucional, el proteger los derechos constitucionales reponiendo las cosas al
estado anterior a la violación o amenaza, carece de objeto emitir
pronunciamiento de fondo en caso hubiere cesado la violación o amenaza o ésta
se hubiere tornado irreparable. Es por ello que, si bien se inició proceso contra el
favorecido por delito de tortura, al haberse desechado dicho tipo penal en la
acusación y en el auto de enjuiciamiento, este extremo de la demanda deviene en
improcedente por haberse producido la sustracción de la materia.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú,

HA RESUELTO

l. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en los extremos referidos a la alegada


vulneración del principio de legalidad penal y a la ampliación de la instrucción
por homicidio calificado.

2. Declarar INFUNDADA la demanda en el extremo referido a la alegada falta de


debida motivación del auto de apertura de instrucción.

Publíquese y notifíquese.

SS.

MESÍA RAMÍREZ
ETOCRUZ
ÁLV AREZ MIRAND

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