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Universidad Arturo Michelena

Facultad de Ciencias de la Salud

Escuela de Fisioterapia

Introducción a la Ética

Estudiante:

Saúl González

27.445.541

Profesor:

Jesus Olmos

San Diego, 09 de noviembre del 2018


INTRODUCCION

En el ejercicio de la profesión es conveniente que con un sencillo


acercamiento a la realidad tengamos conciencia del papel que la ética, moral
bioética y ética profesional y el cumplimiento de las obligaciones en la sociedad.
Con la integración de este último tema, buscamos la reflexión sobre lo que implica
el cumplimiento de las obligaciones y el ejercicio de los derechos, aparejados con
el plano de los valores individuales y colectivos.

Es muy frecuente hablar de libertad, de defender esta capacidad del


hombre de ser libre, sin embargo no se habla tanto de responsabilidad. Ser
responsable supone asumir las consecuencias de los propios actos, de nuestras
decisiones.

Las reglas morales pueden ser muy diferentes en países diferentes o


incluso en el mismo país en épocas diferentes. La moral es un fenómeno
subjetivo, pues la mayoría de sus reglas no es un resultado de la necesidad
objetiva y la racionalidad. Las reglas morales son acerca de cómo vestirse, dónde
y hasta cuánto uno puede desnudar el cuerpo, qué giros de lenguaje son decentes
y los que no lo son, de qué uno debe sentirse avergonzado, lo que es “costumbre”
hacer y lo que no lo es, entre otros.
Ética

Término que procede del griego ethos, cuyo significado originario hacía
referencia a las costumbres. Sin embargo, pronto adquirió una nueva significación
filosófica, designando el ‘carácter’ y el ‘modo de ser’ de un individuo, en cuanto
ellos habían sido adquiridos por la educación, las costumbres y los hábitos de la
sociedad en la que vivía. Con la aparición de los primeros filósofos que
reflexionaron sobre las normas morales (los sofistas y Sócrates), el término pasó a
designar la disciplina del saber que versaba sobre la virtud y la justicia.

En nuestros días, el concepto ‘ética’ hace referencia a la reflexión sobre el


deber y a la justificación de por qué deben ser consideradas buenas o malas
(justas o injustas) ciertas acciones. Por tanto, se considera un comportamiento
ético a aquel que está conforme con las normas morales.

Desde un punto de vista científico, la ética es la disciplina de la filosofía que


reflexiona sobre cuáles son los principios teóricos que fundamentan los valores y
las normas morales. También se designa con el término ‘ética’ al estudio de los
distintos sistemas morales que han sido elaborados a lo largo de la historia del
pensamiento.

En el lenguaje coloquial es frecuente utilizar como sinónimos los conceptos


de ‘ética’ y de ‘moral’. Sin embargo, desde el punto de vista filosófico, muchos
autores establecen una distinción importante entre ellos dos: mientras la ética
sería una reflexión teórica sobre los fundamentos o principios en los que se
inspiran las normas morales concretas, la moral, en cambio, designaría al conjunto
de normas y valores que una determinada colectividad considera –en un momento
histórico concreto- como justos o correctos, es decir, como pautas del
comportamiento virtuoso.

En el siglo V a.C. se inició un debate teórico acerca del alcance de las


normas éticas, debate que no ha sido resuelto satisfactoriamente todavía.
Mientras los sofistas defendían que todas las normas morales eran relativas y, por
lo tanto, únicamente válidas para una sociedad histórica concreta, otros filósofos
como Sócrates o Platón creyeron en el carácter universal de las normas éticas,
apelando a la existencia de una racionalidad humana que nos permitía conocer los
fundamentos de las leyes naturales.

A lo largo de la historia de la filosofía, muchas corrientes y pensadores han


defendido el relativismo moral, mientras que otras corrientes han argumentado a
favor de la ley natural o de la posibilidad de alcanzar, mediante la racionalidad y el
consenso entre todos los seres humanos, un código de conducta mínimo que
regule nuestras normas morales. En este último sentido, la Declaración Universal
de los Derechos Humanos significa el reconocimiento de unas pautas universales
de conducta con respecto a nuestros semejantes y al medio que nos rodea.

Moral

Se entiende por ‘acción moral’ cualquier acto que haya sido ejecutado
obedeciendo a los mandatos de las leyes morales. Por tanto, no todas las
acciones humanas son susceptibles de recibir una cualificación moral (por
ejemplo, desde el punto de vista ético el estornudar no puede merecer ninguna
valoración moral propiamente dicha, salvo que lo hagamos encima de una
persona para fastidiarla, con lo cual lo valorable moralmente sería nuestra
intención de dañar a esa persona, no el acto de estornudar en sí). Sólo podemos
hablar de acciones morales o inmorales cuando cumplan al menos un conjunto de
condiciones:

- Ser una acción que afecte a normas, principios o valores morales.

- Haber sido realizada con libertad, es decir, haber tenido la oportunidad de elegir
entre varias opciones antes de realizar la acción. En el caso de que no exista esa
libertad (por ejemplo, si alguien me obliga a realizar un acto apuntándome con un
revólver), el individuo no puede ser considerado responsable moral de esa acción.

- Que haya sido realizada voluntariamente y siendo consciente de los efectos que
iba a producir esa acción. Por ejemplo, si yo realizo un acto y, sin que yo lo sepa,
ese acto causa trastornos graves a otra persona, no puedo ser considerado
responsable moral del daño causado involuntariamente.

- Las intenciones o fines con los que yo he llevado a cabo esa acción, puesto que
puede darse el caso de realizar un acto bueno en sí mismo aunque las intenciones
que motivaron ese acto fueran inmorales (por ejemplo, alguien que ayuda
económicamente a una familia pobre, aunque lo hace con la secreta intención de
obtener favores sexuales). O a la inversa: provocar un daño aunque mis
intenciones sean buenas.

El filósofo Kant afirmó al respecto que sólo podían ser consideradas como
buenas moralmente aquellas acciones que hubieran sido ejecutadas
exclusivamente por puro respeto al deber moral, es decir, sin que nos moviera
ningún interés particular en realizarlas. Según él, existen las ‘acciones conformes
al deber’, las cuales no son estrictamente acciones morales, porque el fin que las
motivó fue el interés personal y no el respeto al deber. Él mismo pone un ejemplo
de ‘acciones conformes al deber’: un comerciante que no practica la usura puesto
que mantiene bajos sus precios, pero lo hace para tener más clientes y
enriquecerse, no porque considere que ésa es su obligación moral.
Bioética

La Bioética es una palabra relativamente nueva como nombre, pero tan


antigua, como el hombre mismo en su contenido. Bioética significa ética de la vida
o ética de la Biología, del griego Bios, vida y ethos, ética. Blázquez dice que una
de las batallas de la Bioética es determinar a qué clase de vida se refiere o a una
vida en particular. Debe referirse a todas las formas de vida. Potter usó la palabra,
en 1970, en el artículo Bioethics: The science of survival (Bioética: la ciencia de la
supervivencia) y lo consolidó, en 1971, en su monografía Bioethics: bridge to the
future (Bioética: puente para el futuro). Potter propuso una disciplina intelectual
cuyo objeto de estudio formal fuera el problema de la supervivencia de la
humanidad que sirviera de puente entre la ética clásica y las ciencias de la vida.
Vida con su significado más amplio.

El libro Bioética: puente para el futuro puede ser un clásico; clásico en el


mejor de los sentidos, que según Calvino son los que ejercen una influencia
particular, porque se imponen por inolvidables y porque se esconden en los
pliegues de la memoria y se mimetizan en el inconsciente colectivo o individual.
Los clásicos son aquellos “que cuanto más cree uno conocerlos de oídas, tanto
más nuevos, inesperados, inéditos resultan al leerlos de verdad”. Es aquel que
siempre nos orienta porque cada vez que lo leemos nos inspira y nos siempre
enseña cosas nuevas. No clásico en sentido peyorativo: aquel del que todos
hablan, pero nadie ha leído.

La sencilla y etimológica definición de Potter evolucionó hasta tener un


carácter pluridisciplinario. Desde entonces la Bioética ha ido creciendo como
cuerpo teórico y se ha robustecido como discurso. Las definiciones son muchas si
se tiene en cuenta que la Bioética según Sgreccia se ha enriquecido, a partir de su
enfoque inicial predominantemente bioecológico, con aportes de la Ética, la
Medicina, la Filosofía, la Demografía, la investigación experimental en personas y
animales, la religión y los derechos humanos. En todas hay reflexiones sobre la
Tecnociencia, la Investigación y el Desarrollo tecnocientífico incluida la
Biomedicina. La Bioética ha sido considerada un movimiento de ideas, una
metodología de confrontación interdisciplinaria entre ciencias biomédicas y
ciencias humanas, una articulación de la filosofía moral o una disciplina autónoma
con una función propia no normativa, aunque conectada con otras disciplinas,
incluidas los sustentos teóricos éticos y filosóficos. No obstante, se reconoce que
la Bioética, multidisciplinaria e interdisciplinaria, afronta las realidades de la
ciencia, la investigación y el desarrollo, en estos tiempos de avances en todos los
campos del conocimiento, pero con una innegable tendencia a la
deshumanización y al deterioro de la calidad de vida. Así ha sido reconocido en
una definición muy apropiada de Bioética que identifica y recoge esas
preocupaciones:

La Bioética cubre un conjunto de investigaciones, de discursos y de


prácticas, generalmente pluridisciplinarias y pluralistas, que tienen como objeto
aclarar y, si es posible, resolver preguntas de tipo ético, suscitadas por la
investigación y el desarrollo biomédicos y biotecnológicos en el seno de
sociedades caracterizadas, en diversos grados, por ser individualistas,
multiculturales y evolutivas.

La Encyclopedia of Bioethics la define como el “Estudio sistemático de la


conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, analizados
a la luz de los valores y principios morales” y aclara que las ciencias de la vida y
la salud incluyen la biosfera, la Medicina, las intervenciones propias de las
profesiones médicas, problemas relacionados con las poblaciones como
demográficos y ambientales.

Ética Profesional

Todas las profesiones implican una ética, puesto que siempre se relacionan
de una forma u otra con otros seres humanos; unas de manera indirecta, que son
las actividades que tienen que ver con objetos, y otras, de manera directa con los
seres humanos, como son los casos de educadores, periodistas, psicólogos,
médicos, abogados, contadores, etc. Para estos últimos son más evidentes las
normas éticas de su profesión, puesto que deben tratar permanentemente con
personas en el transcurso del desempeño de su profesión. La ética de cada
profesión depende del trato y la relación que cada profesional aplique a los casos
concretos que se le puedan presentar en los ámbitos personal o social. Hay que
reconocer la importancia de la ética en la profesión y en las actividades del sector
público, colaborando así en el proceso de la formación profesional, y promoviendo
el interés por el estudio y la práctica de los valores éticos que serán de gran
utilidad en la vida como ciudadano y profesional.

La ética profesional puede definirse como la ciencia normativa que estudia


los deberes y los derechos profesionales de cada profesión. También se le llama
Deontología. Al decir profesional no solo se refiere a que la ética es solo para
quienes tienen un cartón o son profesionales, sino que esta en especial va
destinada especialmente a las persona que ejercen una profesión u oficio en
particular.

La ética profesional tiene como objeto crear conciencia de responsabilidad,


en todos y cada uno de los que ejercen una profesión u oficio, esta, parte del
postulado de que todo valor esta íntimamente relacionado con la idea de un bien.
La ética profesional se sustenta o toma bases fundamentalmente en la
naturaleza racional del hombre. Esta naturaleza es espiritual y libre, por
consiguiente tiene una voluntad que apetece al bien moral. Haga el bien y evite el
mal.

Los trabajadores profesionales contribuyen al desarrollo de los seres


humanos por medio de su aceptación de los siguientes principios básicos:

1. Todo ser humano posee un valor único, lo que justifica la consideración moral
hacia cada persona.

2. Cada individuo tiene derecho a la autorrealización, hasta donde no interfiera con


el mismo derecho de los demás y tiene la obligación de contribuir al bienestar de
la sociedad.

3. Cada sociedad, independientemente de su organización, debe funcionar de


manera que proporcione los máximos beneficios a todos sus miembros.

4. Los trabajadores profesionales tienen un compromiso con los principios de la


justicia social.

5. Los trabajadores profesionales tienen la responsabilidad de dedicar sus


conocimientos y técnicas, de forma objetiva y disciplinada, a ayudar a los
individuos, grupos, comunidades y sociedades en su desarrollo y en la resolución
de los conflictos personales y sociales y sus consecuencias.

Diferencias

La ética y la moral no son la misma cosa.

La moral es las ideas de lo que es “bueno” y lo que es “malo”, y cómo uno


debe comportarse según estas ideas, que fueron formadas y llegaron a ser una
tradición en una cierta sociedad en un cierto período de tiempo.

Las reglas morales pueden ser muy diferentes en países diferentes o


incluso en el mismo país en épocas diferentes. La moral es un fenómeno
subjetivo, pues la mayoría de sus reglas no es un resultado de la necesidad
objetiva y la racionalidad. Las reglas morales son acerca de cómo vestirse, dónde
y hasta cuánto uno puede desnudar el cuerpo, qué giros de lenguaje son decentes
y los que no lo son, de qué uno debe sentirse avergonzado, lo que es “costumbre”
hacer y lo que no lo es, entre otros.

Los principios éticos son objetivos. Ellos son el resultado de la necesidad


real y la racionalidad y están basados en el entendimiento del Camino de la
persona hacia la Perfección, hacia Dios. Esto es lo que Dios intenta explicar a las
personas.

La ética es la ciencia acerca de la actitud correcta del hombre hacia:

a) Dios (en todos Sus aspectos y manifestaciones)

b) otras personas y todos los seres encarnados y no encarnados,

c) el propio camino de vida.

Responsabilidad

La responsabilidad social es el resultado tanto de la conciencia ética de las


personas como de organizaciones que la practican. Se considera uno de los
valores morales fundamentales en la actualidad. La importancia de la
responsabilidad social, y de los valores en general, radica en la razón de ser del
hombre, y es la moral, el aspecto que desde lo axiológico más influye en la
constitución de la personalidad, ya sea del individuo de manera particular o de los
grupos sociales. De esto depende el comportamiento de estos en la sociedad en
los diversos espacios donde se desempeña. Los valores se toman como pautas y
guías de las conductas del ser humano, y son en última instancia, lo que les
permite tomar decisiones con responsabilidad y honestidad. El presente artículo se
dirige al análisis de la responsabilidad social como categoría ética, los diferentes
tipos de responsabilidad social que pueden identificarse y cuáles son las
implicaciones éticas de cada una de ellas.

Podemos definir a la persona responsable como aquella que asume las


consecuencias de sus actos intencionados, resultado de las decisiones que tome
o acepte; y también de sus actos no intencionados, de tal modo que los demás
queden beneficiados lo más posible o, por lo menos, no perjudicados;
preocupándose a la vez de que las otras personas en quienes puede influir hagan
lo mismo.

Una persona responsable toma decisiones conscientemente y acepta las


consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos. La
responsabilidad es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias de
las propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien. Responsabilidad es la
capacidad de dar respuesta de los propios actos.

Tipos de Responsabilidad

1. Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial.


Esta categoría está ligada al compromiso de cada empresa con los
aspectos medioambientales o sociales asociados a ella y a su misión social. Por lo
general, la empresa realiza programas sociales que logran alcanzar beneficios
útiles para la comunidad y la propia empresa, mejorando la calidad de los
individuos que laboran en la empresa y viven en la comunidad.

Muchas son las definiciones que se han dado sobre este tema, en este
aspecto podemos citar por ejemplo:

La definición dada la Fundación entorno de España (2003) plantea que: “La


Responsabilidad Social Corporativa gira en torno a conductas esenciales de las
empresas y la responsabilidad por su impacto total en las sociedades en las
cuales operan. La Responsabilidad Social Corporativa no constituye una opción
adicional ni un acto de filantropía. Una empresa socialmente responsable es
aquella que lleva adelante un negocio rentable, teniendo en cuenta todos los
efectos ambientales, sociales y económicos – positivos y negativos – que genera
en la sociedad”.

Fundación PRO humana. Chile. “Responsabilidad Social es la


responsabilidad que tienen las personas, instituciones y empresas para contribuir
al aumento del bienestar de la sociedad (local y global). La Responsabilidad Social
Empresarial es la contribución al desarrollo humano sostenible, a través del
compromiso y confianza con sus empleados y familias, la sociedad en general y la
comunidad lo al en pos de mejorar su capital social y calidad de vida”. (Milán;
Rosa y Villaroel, 2009).

Por su parte el Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social en


Brasil considera que "Responsabilidad social empresarial es una forma de gestión
que se define por la relación ética de la empresa con todos los públicos con los
cuales ella se relaciona, y por el establecimiento de metas empresariales
compatibles con el desarrollo sustentable de la sociedad; preservando recursos
ambientales y culturales para las generaciones futuras, respetando la diversidad y
promoviendo la reducción de las desigualdades sociales". (Milán; Rosa y Villaroel,
2009).

2. Responsabilidad Social Gubernamental:

Esta es entendida como la capacidad de respuesta que tiene las


organizaciones gubernamentales frente a los efectos de sus acciones sobre los
diferentes grupos con los que se relaciona. En sí mismas se puede decir que por
lo general su esencia es socialmente responsable.
La responsabilidad gubernamental va dirigida esencialmente a diseñar y
ejecutar políticas públicas dirigidas a los grupos vulnerables dentro de la sociedad.
De ahí que su esencia se concrete en la emisión de leyes, decretos, regulaciones,
etc., que tienen una gran repercusión, y muy directa, sobre el entorno natural y
social de su jurisdicción.

Sin embargo, la responsabilidad social de las entidades gubernamentales


no es únicamente externa, es decir, regulando las actividades de individuos y
organizaciones, empresas, etc., que se rigen por su reglamentación, también su
responsabilidad se juega en el ámbito interno, en la misma gestión de su actividad,
en la consideración del personal que forma parte de ellas y de las actividades que
se realizan en a lo interno de ellas.

3. Responsabilidad Social Ambiental

La responsabilidad social ambiental se refiere a los diferentes programas o


planificaciones que se adoptan desde una empresa, una organización a nivel
gubernamental o de manera individual para preservar o salvaguardar la naturaleza
en conjunto y a sus futuras generaciones. (Fernández, 2008)

Se trata de que el individuo, no importan el marco en que se desempeñe,


ejerza acciones que reduzcan el impacto ambiental, este tipo de responsabilidad
posee como objetivo principal la sustentabilidad.

En el marco de las empresas este tipo de responsabilidad adquiere especial


relevancia pues éstas han sido por excelencia el agente social responsable la
mayor parte del crecimiento económico y el desarrollo de la humanidad. Por esta
misma razón la sociedad en el ámbito mundial ha empezado a ejercer presión
para que se presente un proceso continuo de mejora en su comportamiento
ambiental.

4. Responsabilidad Social Universitaria

La responsabilidad social universitaria hace referencia a que la universidad


no solo tiene como objetivo formar excelentes y reconocidos profesionales sino
individuos comprometidos con el desarrollo del país y de la comunidad.

Condicionantes

Para que pueda darse alguna responsabilidad son necesarios dos


requisitos:

• Libertad. Para que exista responsabilidad, las acciones han de ser realizadas
libremente. En este sentido, ni los animales, ni los locos, ni los niños pequeños
son responsables de sus actos pues carecen de uso de razón (y el uso de razón
es imprescindible para la libertad).

• Ley. Debe existir una norma desde la que se puedan juzgar los hechos
realizados. La responsabilidad implica rendir cuenta de los propios actos ante
alguien que ha regulado un comportamiento.

Importancia de la Responsabilidad

Para ser responsable, hay que entender como valor personal, que un
compromiso es algo sagrado, ineludible.

Parte de las reglas de vida que te ayudan a ser próspero, también es el ser
responsable. Cuando se asume un compromiso, hay que cumplir con él. En este
punto, tiene que ver la honestidad y la integridad como persona. La
responsabilidad no es solo una cualidad que te califica como alguien que cumple,
sino que su nivel radica en el “cómo cumples” con tus compromisos.

Para ser responsable, hay que entender como valor personal, que un
compromiso es algo sagrado, ineludible. Pero existen por supuesto los limites en
el cumplimiento de esa responsabilidad. Por eso, antes de asumir un encargo,
analízate y establece tu capacidad de responder por tal cosa, de lo contrario, el
orden personal también se afectará y habrá un desequilibrio entre lo que no se
cumplió, que se transforma en una deuda quizás impagable o que en un futuro
habrá que honrar y con creces.

Además de pensar primero en lo que puedes cumplir antes de asumirlo,


también hay muchas cosas de la vida cotidiana, que implican una responsabilidad.
Desde el propio cuerpo, empiezan las responsabilidades en el mismo momento
que se tiene uso de razón, aprender a cumplir las responsabilidades consigo
mismo, la higiene personal por ejemplo es responsabilidad única de cada persona,
desde el mismo instante en que se aprende a hacerlo, cepillarse los dientes,
bañarse, lavar su ropa, ordenar sus cosas. En el hogar, las primeras
responsabilidades de un ser, después del ordenar su hábitat, sus enseres, su
ropa, calzados, la limpieza, son las tareas de colaboración con el resto de la
familia, ten en cuenta que para ser próspero, debes comenzar desde dentro. Si
ensuciaste: limpia, si tiraste algo: recógelo, si dañaste algo: arréglalo, si perdiste
una cosa: debes reponerla. Lo que uses, ponlo en su lugar, lo que no es tuyo, no
lo tomes. Eso es responsabilidad.

La responsabilidad forma parte fundamental de los elementos necesarios


para ser próspero. Comienza por los hábitos de higiene personal, es un
compromiso consigo mismo, que implica el cumplimiento de una serie de tareas
que garanticen que el cuerpo se mantendrá funcional y saludable. Cuidar la
integridad, velar por la salud propia, acudir por ayuda cuando esta se ve afectada
y si es imposible, pedir apoyo, pero no descuidar la salud, es responsabilidad
personal.

Valores Humanos

Para evitar en gran medida los problemas de índole ético moral que surgen
en el ejercicio de una profesión o de un oficio, se deben poner en práctica
principios éticos que establezcan los parámetros y reglas que describan el
comportamiento que una persona puede o no expresar en determinado momento.
No es difícil poner estos principios en práctica, pero el omitirlos redundará en
perjuicio propio y en el de las personas con quienes se interviene o se interactúa.
“Una decisión en la que está envuelto el comportamiento ético de una persona,
siempre va a estar enmarcada en uno de los principios y valores aquí señalados”.

Características y Jerarquización

1. Honestidad. Aprender a conocer sus debilidades y limitaciones y dedicarse a


tratar de superarlas, solicitando el consejo de sus compañeros de mayor
experiencia.

2. Integridad. Defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía y la


inescrupulosidad, y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin justifica los
medios echando a un lado sus principios.

3. Compromiso. Mantener sus promesas y cumplir con sus obligaciones y no


justificar un incumplimiento o rehuir una responsabilidad.

4. Lealtad. Actuar honesta y sinceramente al ofrecer su apoyo, especialmente en


la adversidad y rechazar las influencias indebidas y conflictos de interés.

5. Ecuanimidad. Ser imparcial, justo, y ofrecer trato igual a los demás. Mantener la
mente abierta, aceptar cambios y admitir los errores cuando se entiende que se ha
equivocado.

6. Dedicación. Estar dispuesto a entregarse sin condición al cumplimiento del


deber para con los demás con atención, cortesía y servicio.

7. Respeto. Demostrar respeto a la dignidad humana, la intimidad y el derecho a la


libre determinación.

8. Responsabilidad ciudadana. Respetar, obedecer las leyes y tener conciencia


social.
9. Excelencia. Ser diligentes, emprendedores y estar bien preparados para ejercer
su labor con responsabilidad y eficacia.

10. Ejemplo. Ser modelo de honestidad y moral ética al asumir responsabilidades


y al defender la verdad ante todo.

11. Conducta intachable. La confianza de otros descansa en el ejemplo de


conducta moral y ética irreprochable.

Importancia de los Valores

La falta de valores en el ser humano se refleja también en su trabajo y en


las grandes corporaciones. Se han hecho algunos estudios sobre el porqué del
fracaso de algunas empresas y en la gran mayoría había algo que faltaba: los
valores compartidos.

Para regresar a las bases, es necesario poner en práctica los buenos


principios de relaciones humanas en que se basaron las sociedades industriales
agrícolas de antes de Cristo, pero también comportarnos de acuerdo a los
principios más elementales de convivencia humana; ya que el progreso mostrado
por esas sociedades tuvo como principal ingrediente eso que ahora llamamos
"trabajo en equipo".

Tanto empresarios como trabajadores debemos percibir que el éxito de la


empresa se logra en unión y más aún en un mundo que necesita cuidar los
recursos para beneficio de todos y nos permita garantizar la permanencia como
empresa. El poner en práctica los valores en el trabajo laboral debe estar basado
en principios tan básicos como:

- El respeto por los demás incluyendo a todos los seres vivos.

- Compartir lo nuestro con otros, por ejemplo conocimientos de cómo ser más
eficientes.

- La puntualidad, reflejo de ser una persona responsable y respetuosa del tiempo


ajeno.

- No apropiarte ni usar lo ajeno.

- La honestidad y justicia en todas tus acciones laborales, planteando negocios en


que ganen todos los participantes y más aún, que gane la sociedad.

Tanto los emprendedores como empleados, deben constribuir juntos a la


permanencia de los negocios, servicios o actividades, por muy humildes que éstos
sean, pensando también que su esfuerzo se verá gratificado por una sociedad que
igual que ellos han puesto por delante sus valores.
CONCLUSION

Las profesiones se han hecho esenciales para el funcionamiento mismo de


nuestra sociedad. Las principales empresas de la sociedad se conducen a través
de profesionales especialmente formados, tanto si se trata de defender la nación,
como si se tratara de educar a los niños, diagnosticar y curar la enfermedad,
juzgar y castigar a aquellos que violan las leyes, resolver conflictos, gestionar la
industria y los negocios, diseñar y construir edificios, o ayudar a aquellos que por
una u otra razón son incapaces de defenderse a sí mismos. Las principales
instituciones, escuelas, hospitales, organismos gubernamentales, cortes
legislativas y ejércitos constituyen el ruedo para el ejercicio de la actividad
profesional.

De nosotros depende nuestra profesión, si queremos ser profesionales


integrales capaces de poner en practica esta frase < haz lo que quieras >, siendo
libres e independientes, racionales y objetivos; si logramos este objetivo seguro
que los usuarios de la información jamás volverán a poner en duda de cuan éticos
somos y gozaremos nuevamente de su confianza general, y volveremos a emitir
un real fe pública.
BIBLIOGRAFIA

BEAUCHAMP, Tom L. y CHILDRESS, James F. Principios de ética biomédica.


Barcelona: Masson, 1999. 522p.

BLÁZQUEZ, Niceto. Bioética. La nueva ciencia de la vida. Madrid: Biblioteca de


Autores Cristianos, 2000. 482p.

Revista para Docentes Jovenes. 1era Edicion, La Etica Profesional, Madrid, 2011

CAMEJO, A. J. (2010). Ética y Responsabilidad Social en las Relaciones


Laborales. Valencia, España: Fundación Universitaria Andaluza Inca Garcilaso

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