Vous êtes sur la page 1sur 5

TEMA: ORAR ES HABLAR CON DIOS

La iniciación en la oración no consiste tanto en hablar DE Dios,

como en hablar CON Dios

Para la iniciación a la oración no hay fórmulas escritas o preestablecidas. A rezar se aprende rezando.

El niño debe sentir a un Dios cercano, que lo cuida, lo ama y lo protege siempre.

En algunas ocasiones el Evangelio puede ser una invitación para hablarles a los niños acerca de la

oración. Como cuando vemos a Jesús en actitud de oración o cuando sus apóstoles le piden: "enséñanos

a orar". Pero, ¿cómo hacerlo?: "la mejor manera de enseñar a los niños a rezar es rezar con ellos". La

primera vez que el Papa Francisco se dirigió a la multitud la noche de su elección invitó a todos a rezar

con él. Fue como un padre rezando con sus hijos.

DESARROLLO DE LA SESIÓN

La oración es hablar con Dios, como si hablaras con un amigo: Dios quiere que le cuentes lo que te pasa,

que le compartas las cosas que tal vez no lo quieres contar a nadie. El te ama y es por eso que quiere

tener una relación contigo. Tienes que pensar primero que Dios está esperando escucharte, cuando

charlas con Él estás teniendo una relación de amigos.

Jesús es un amigo que te puede ayudar mucho más de lo que crees. A Jesús le gusta que seamos

sinceros cuando oramos, Él no necesita palabras difíciles, porque entiende todo lo que le quieras decir.

A Jesús le gustan, pero menos, las oraciones que repiten siempre lo mismo, ¿te gustaría que venga un

amigo y te repita muchas veces lo mismo como si fuera un robot? Seguro que no, a Jesús tampoco.

Solo háblale como lo harías con un amigo

 Lo primero en la oración es "creer". Sí, creer que Dios nos escucha. A Él no lo vemos como
vemos a nuestro papá o a nuestra mamá cuando queremos decirles algo. Por eso, cuando
queremos decirle algo a Dios, debemos creer que Él nos escucha.
 Otra cosa muy importante es que "rezar" no es simplemente pedir cosas. A nuestros padres,
por ejemplo, no sólo les pedimos cosas. Es cierto que muchas veces somos “pidones”, pero nos
gusta también decirles "te quiero mucho mamá/papá”. De la misma manera, es importante que
le digamos a Dios que le queremos con nuestras palabras y con nuestros pensamientos. Y
además Dios también espera que le pidamos perdón, pues le gusta que nos arrepintamos del mal
y que le expresemos nuestro deseo de hacer el bien. Finalmente, también espera Dios que le
pidamos cosas, especialmente aquellas cosas que son realmente importantes.
 Es muy importante que recemos con nuestro corazón. Es decir, con nuestros sentimientos.
Cuando estamos tristes, es bueno decirle a Dios que lo estamos, y recordar que Jesús, en la
Cruz, también sufrió como nosotros y por lo tanto comprende nuestra tristeza. Pero también
es bueno que le manifestemos nuestra alegría, cuando estamos contentos, y le demos gracias
porque nos da un motivo para estar contentos.
 También podemos rezar con el silencio, o con nuestros gestos. A veces no sabemos qué decirle
a Dios, o no sabemos cómo expresar lo que tenemos dentro. Pero sabemos que Dios, a pesar de
eso, nos comprende, porque Él es capaz de ver todo lo que pasa por nuestra cabeza y todo lo
que sentimos. Así que en esos momentos, podemos simplemente hacer silencio y dedicarle ese
silencio a Dios, diciéndole: "Dios, tú sabes mejor que yo lo que pasa dentro de mí..." y luego
hacemos un momento de silencio: no pensamos en nada. Dios "escucha y comprende nuestro
silencio". Y también podemos acompañar ese silencio con nuestros gestos: poniéndonos de
rodillas en la Iglesia, ante la imagen de Jesús o de María, juntando nuestras manos o cerrando
nuestros ojos.
 También podemos utilizar oraciones. A veces no sabemos qué decir, pero tenemos ganas de que
Dios nos escuche. En esos casos podemos utilizar las oraciones que nos enseña la Iglesia, que
son muy útiles para rezar. ¿Alguna vez hemos recitado una poesía a nuestra mamá? Es una
manera de expresarle nuestro amor. Y nuestras mamás al escucharnos se ponen felices y si les
repetimos la misma poesía cinco veces, estarán más felices todavía. Con la oración sucede algo
similar. Cada vez que decimos el Ave María, le expresamos nuestro amor a nuestra Madre del
Cielo. Pero hay una condición fundamental: debemos hacerlo con verdadero afecto, poniendo en
ello nuestro corazón.

DINAMICA PARA TRABAJAR LA ORACION

Expresar a través del dibujo nuestras necesidades a Dios, nuestros agradecimientos o sencillamente

lo que queremos decirle o contarle. En la medida de lo posible, hagamos que el niño se incluya a sí

mismo, a sus amigos, a su familia, a Jesús, etcétera, dentro del dibujo.

Puedes pedir cosas de todo tipo, por ejemplo que Dios ayude a tu familia, pedir ayuda por tus padres y

amigos o por cualquier persona, pedir por alguien que esté enfermo. Además puedes simplemente

contarle cosas que te preocupen y te den miedo o tristeza. Y también puedes pedirle a Dios que te de

alegría y paz.
ORAR ES HABLAR CON "PAPÁ" DIOS

Querido Papá Dios hoy quiero darte las gracias por Querido Papá Dios quiero pedirte ayuda para

Querido Papá Dios hoy quiero contarte que Querido Papá Dios hoy quiero pedirte perdón por
Otras opciones

Miren la actividad que preparamos para los niños. Vamos enseñar a ellos este sobre gran dote y leer esta petición que fue hec ha, decir les que Dios jamás rechaza una oración y por eso vamos hacer lo mismo,
una petición que más necesitamos y meter a dentro de este sobre, como se fuera una carta para en Señor Jesús. Y durante las clases vamos pedir a Dios que contesté cada oración hecha con fe.

Vous aimerez peut-être aussi