“El alumno declara haber realizado el presente trabajo de
acuerdo a las normas de la Universidad Católica San Pablo”
FIRMA REFLEXIÓN: “EL DESARROLLO AL SERVICIO DEL BIEN COMÚN”
El mundo, cotidianamente atraviesa por muchos problemas económicos,
sociales, políticos, culturales, etc.; Es así que la Iglesia, a través de su mensaje, trata de advertir a toda la sociedad de las consecuencias inminentes que se aproximan y que, como ya lo sabemos, ya se vienen dando. El problema radica en que son pocas las personas que escuchan este mensaje, es como si un ciego les estaría promulgando que ve que problemas acechan a la sociedad. La economía, que es una ciencia autónoma y autosuficiente, tiene gran relevancia en todo lo que abarca al desarrollo, pero la diferencia radica en que los seres humanos, así como los economistas, que buscan crear recursos para satisfacer las necesidades, lo hacemos –muchas veces- pensando solamente en el bienestar propio; pues creemos que la Doctrina Social de la Iglesia (en adelante DSI), es una teoría sosa, que ya la sabemos, y peor aún, tratamos de hacer nuestro su mensaje a nuestra manera. En realidad lo que debemos de hacer todos, es interiorizar diversas ciencias para llevar a cabo nuestro día a día. Gran parte de estos problemas que surgen, emanan del pensamiento de aquellos que tienen su propia verdad, o la adecuan a su conveniencia; y es que la ética, su ética, varía de acuerdo su verdad, pues creen que algo está bien cuando satisfacen sus apetitos hasta saciarse, muchas veces negando el pecado original. Es evidente que por lo que acabamos de mencionar, hacemos referencia a la negación de la fe, de la religión, aproximándolo a algo que flota ahí, y que podemos usarlo cuando nos dé la gana. Es claro que todos tenemos que poner de nuestra parte para llevar a cabo el desarrollo social, dejar apartado al egoísmo. El Estado no se abastece de tal manera que podríamos despreocuparnos del estudio, salud, pensión vitalicia; eso es claro, creo que si queremos hacer con nuestra vida lo que queramos, pues cada vez se hará más difícil gozar de esos servicios. Además es de resaltar que si perdemos el sentido de la responsabilidad, cada vez será más complicado aportar y alcanzar el bien común. Vamos, somos seres dotados de la gracia del Señor, hechos a su imagen y semejanza, con una capacidad increíble de tomar decisiones, decisiones que muchas veces son erradas –aunque seamos racionales- pero caracterizados por la dignidad, que solo la poseemos las personas, aquella que no se pierde nunca. Somos libres, tenemos que siempre tender a alcanzar la felicidad, y esto no será posible si no contribuimos con el bien común. Dejar de lado la trascendencia que tenemos, es quitarle el sentido a nuestra vida, afirmar que solo somos entes corpóreos, es un ardid, pues nosotros mismos negando la vida eterna, daremos pie a hacer innumerables actos inmorales en la vida terrena -que es donde nos encontramos- y estancaremos el desarrollo, el progreso humano. Para finalizar podemos decir que el problema principal emerge de la relatividad que se tiene del bien común; por naturaleza los hombres somos seres relacionales, necesitamos uno del otro para alcanzar metas y fines, es así que, es necesario tener como finalidad el bien común, para alcanzarlo tenemos que desarrollar capacidades uniformes en todas los fueros de la persona, ya sea político, ya que nuestras autoridades deberían de ser actuar como líderes que a través del poder, le brindan a la sociedad las mejores condiciones para que esta se desarrolle. Además tenemos a la economía, que debe brindar directrices adecuadas de crear, adquirir riquezas, pero esta debe distribuirse, aquellas personas que gocen de mayores bienes deben de aportar con el bien común, brindarle oportunidades a los que no tienen mucho. Finalmente tenemos a la cultura, lo vital es crear estructuras, cimientos que todos compartamos para acoger el desarrollo de la mejor manera. El bien es uno y la manera de alcanzarlo es a través de los valores y virtudes que tienen que ser compartidas por todos, y solo así alcanzaremos la verdad, que es el medio más idóneo para alcanzar el desarrollo. Conclusión: Para alcanzar el bien común, debemos empezar por creer el mensaje de la DSI, pero creerlo no bastará sino hasta que lo pongamos en práctica, es labor de todos ya sea encabezando una empresa, ocupando un cargo político, teniendo la tarea de enseñar a los más jóvenes; unificar las conductas humanas, dejar de lado el egoísmo y velar por el prójimo. De nada sirve lograr las metas personales si para alcanzarlas perturbamos a nuestros semejantes, debemos dejar de negar el pecado y a Dios, pues ese es el camino para actuar moralmente, respetando a los demás y a todo lo que nos rodea. Depende de nosotros seguir o dejar de vivir en este mundo tan caótico.