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Tema:

Estudio Exploratorio sobre la ciencia.

Objetivos:
1. Presentar un informe comparativo de la ciencia en por lo menos 3
corrientes de pensamiento teórico.
2. Realizar una integración del concepto de ciencia y proponerlo como
modelo para investigaciones posteriores o elegir uno de los modelos
revisados, presentando los argumentos que llevaron a su selección.
3. Realizar un análisis del concepto de ciencia en por lo menos tres
teorías. El análisis consistirá en contestar las siguientes preguntas
antes cada una de la teorías de aprendizajes:

Preguntas de Investigación:
 ¿Qué es la ciencia?
 ¿En qué consiste la ciencia (cómo ocurre)?
 ¿Cómo es posible promover la ciencia?
 ¿Existe un solo tipo de ciencia o por el contrario hay
diferentes tipos de ciencia?
 ¿Existe algo que no sea posible aprender sobre ciencia?
 ¿Qué relación existe entre ciencia y desarrollo?

Esquema
 Ciencia conductista
 Ciencia en la psicología genética
 Ciencia en la teoría de Couse
 Ciencia en la teoría del vinculo
Cronograma:

Actividad Fecha de Inicio Fecha de terminación


Localización de Fuentes 19 enero 2018 10 junio 2018
Acopio de información en ficha 14 marzo 2018 20 abril 2018
Entrevista a especialistas e 29 marzo 2018 30 abril 2018
informantes claves.
Clasificación del fichero 28 julio 2018 10 agosto 2018
Redacción del borrador 11 agosto 2018 16 septiembre 2018
Revisión del borrador 13 septiembre 2018 21 septiembre 2018
Redacción del informe 28 septiembre 2018 02 noviembre 2018

Bibliografía Inicial:

 Asimov, I., 1975.Breve historia de la Química.(Alianza Editorial:


Madrid)
 Burke, J.., 1998.El efecto carambola.(Planeta: Barcelona)
 Calvo Hernando, Manuel, 1996. La Ciencia es Cosa de
Hombres.(Celeste:Madrid).
 https://rieoei.org/historico/oeivirt/rie18a07.htm
Perturbaciones emocionales en el niño

Todos los niños en algún momento de su infancia pueden presentar un


problema emocional puesto que deben aprender a gestionar sus emociones,
canalizarlas, identificarlas y sobre todo a aprender a controlarlas para que
no sean ellas las tengan el poder sobre él.
Y esto se consigue desde la infancia, porque si no se trabaja
adecuadamente un problema emocional cuando el niño es pequeño será
algo que arrastre durante su vida hasta la edad adulta, siendo después
mucho más difícil el control.

Los niños deberán aprender a entender y controlar sus


emociones gracias a los padres, que serán los encargados de enseñarles
estrategias adecuadas para su manejo. De este modo los pequeños podrán
también aprender a ser más empáticos y asertivos en la vida con una buena
educación emocional de fondo. Pero ¿cuáles son los principales problemas
emocionales que presentan los niños en edad escolar?

Baja tolerancia a la frustración

Este problema emocional es el más común y además tiene grandes


repercusiones si no se trabaja adecuadamente ya que el niño empleará la
rabia, la agresividad y la manipulación para lograr sus fines.

Los niños con baja tolerancia a la frustración serán niños que les cueste
aceptar normas y cumplirlas, no querrán respetar los límites establecidos
(sobre todo en casa). Pero sobre todo se puede detectar porque si algo no
les sale bien, como por ejemplo escribir en el cuaderno, se enfadan y
mucho.

Problemas visuales en niños por los videojuegos


Un estudio alerta de que el 30% de los problemas visuales de los niños
son consecuencia del uso de videojuegos y otros aparatos electrónicos.
Además, aseguran que el 33% de los jóvenes en 2020 sufrirá miopía
debido al uso de dispositivos tipo consolas, tablets, ordenadores o
móviles.
Tener baja tolerancia a la frustración además de que les hace sufrir afectará
a un correcto desarrollo así como aprendizaje ante cualquier conocimiento
nuevo que no dominen porque se frustran muy rápido y se bloquearán ante
el aprendizaje. Pero además su comportamiento negativo ante la frustración
hará que las relaciones con los demás niños y con los adultos también se
vean afectadas.

Poca empatía

La falta de empatía con los demás también es un problema emocional


bastante común en los niños ya que su ego y su “yo” les domina durante
mucho tiempo, algo que los padres deberán ayudarle a manejar para que no
sea una persona egoísta en el futuro.

La empatía consiste en que los niños aprendan desde los cuatro años
aproximadamente a ponerse en el lugar del otro (intentarlo antes es
absurdo), pero resulta imprescindible que los padres potencien este
aprendizaje desde casa.

Otros problemas

Existen más problemas emocionales pero que por sus características


resultan trastornos emocionales por lo que sin duda estaríamos hablando de
problemas en donde si los padres no se sienten capaces de afrontarlo o no
encuentran las estrategias adecuadas deberían acudir a un profesional para
que les orientara en el proceso de mejora del pequeño.

Se trata de trastornos emocionales como por ejemplo:

- Ansiedad. Miedo intenso, preocupación o inquietud de forma


prolongada.

- Fobias. Miedos excesivos siendo algunos irreales.

- Trastorno de pánico. Miedo intenso acompañado por síntomas


físicos como sudoración fría o palpitaciones.

También existen otros como el mutismo, el trastorno obsesivo compulsivo,


el trastorno por estrés post traumático, etc.
¿Cómo ayudarle?

Teniendo en cuenta que los trastornos emocionales deben ser atendidos por
un profesional, los problemas emocionales que son habituales y normales
en el desarrollo de los niños pueden solucionarse y mejorar con una
buena educación emocional como base de la educación en valores que se
trabaje en casa.

No hace falta decir que esté demostrado que los niños que se educan dentro
de la Inteligencia Emocional tendrán menos problemas de conducta,
mejorarán su rendimiento académico y además estarán mejor
emocionalmente, lo que afectará positivamente a sus relaciones
interpersonales. Por consiguiente estaremos hablando de niños más felices,
con más amigos, que darán valor a otras cosas más importantes y que se
desarrollarán como adultos exitosos.

Alteraciones psicológicas en el niño

Los niños pueden padecer las mismas afecciones de salud mental que
los adultos, pero los síntomas pueden ser diferentes. Infórmate sobre lo
que debes observar y cómo puedes ayudar.
Escrito por el personal de Mayo Clinic
Identificar una enfermedad mental en los niños puede ser difícil para los
padres. Como resultado, muchos niños que podrían beneficiarse con un
tratamiento no obtienen la ayuda que necesitan. Conoce las señales de
advertencia de una enfermedad mental en niños y cómo puedes ayudar a tu
hijo a afrontarla.
¿Por qué es tan difícil para los padres identificar una enfermedad
mental en los niños?
Por lo general, identificar si un niño tiene problemas de salud mental
depende de los adultos presentes en la vida del niño. Lamentablemente,
muchos adultos no conocen los signos y síntomas de las enfermedades
mentales en los niños.
Aunque conozcas las señales de alerta, puede ser difícil distinguir un
problema de un comportamiento normal de la niñez. Es posible que creas
que todos los niños manifiestan algunos de estos síntomas en algún
momento. Además, los niños generalmente carecen del vocabulario o de la
capacidad de desarrollo para explicar sus problemas.
Las preocupaciones sobre el estigma relacionado con la enfermedad
mental, el uso de ciertos medicamentos, y el costo o los problemas de
logística del tratamiento también pueden impedir que los padres busquen
atención médica para un niño con una presunta enfermedad mental.
¿Qué problemas de salud mental afectan a los niños?
Los niños pueden padecer los mismos problemas de salud mental que los
adultos, pero, a veces, los expresan de manera diferente. Por ejemplo, los
niños deprimidos suelen mostrar más irritabilidad que los adultos
deprimidos, quienes suelen mostrar tristeza.
Los niños pueden sufrir una variedad de problemas de salud mental, como
los siguientes:
 Trastornos de ansiedad. Los niños que tienen trastornos de ansiedad,
como el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno por estrés
postraumático, la fobia social y el trastorno de ansiedad generalizado,
experimentan ansiedad como un problema persistente que interfiere en
sus actividades diarias.
Es normal que los niños sientan un poco de preocupación, que se debe,
por lo general, al cambio de una etapa de desarrollo a la siguiente. Sin
embargo, cuando la preocupación o el estrés hacen que sea difícil para
un niño desenvolverse con normalidad, se debe considerar la posibilidad
de que exista un trastorno de ansiedad.

 Trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Esta afección


generalmente incluye síntomas de dificultad para prestar atención,
hiperactividad y comportamiento impulsivo. Algunos niños con
trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen síntomas de
todas estas categorías, mientras que otros tienen síntomas de una sola
categoría.
 Trastorno del espectro autista. El trastorno del espectro autista es un
trastorno grave del desarrollo que se manifiesta en la niñez temprana,
por lo general, antes de los 3 años. Aunque los síntomas y la gravedad
varían, el trastorno del espectro autista siempre afecta la capacidad del
niño para comunicarse e interactuar con los demás.
 Trastornos de la alimentación. Los trastornos de la alimentación,
como la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno alimentario
compulsivo, son afecciones graves que, incluso, pueden poner en riesgo
la vida. Los niños se pueden preocupar tanto por la comida y por el peso
que le dan poca importancia a todo lo demás.
 Trastornos del estado de ánimo. Los trastornos del estado de ánimo,
como la depresión y el trastorno bipolar, pueden hacer que un niño
tenga sentimientos persistentes de tristeza o cambios del estado de
ánimo extremos muchos más graves que los cambios del estado de
ánimo que suele tener la mayoría de las personas.
 Esquizofrenia. Esta enfermedad mental crónica hace que el niño pierda
contacto con la realidad (psicosis). La esquizofrenia se suele manifestar
en los últimos años de la adolescencia hasta los 20 años.
¿Cuáles son los signos de advertencia de las enfermedades mentales en
los niños?
Los signos de advertencia de enfermedad mental que puede presentar tu
hijo comprenden:

 Cambios en el estado de ánimo. Presta atención a los sentimientos de


tristeza y al retraimiento que duran al menos dos semanas u otros
cambios del estado de ánimo notables que causen problemas en las
relaciones en el hogar o en la escuela.
 Sentimientos intensos. Presta atención a los sentimientos de miedo
abrumador sin motivos —a veces acompañado de aumento de la
frecuencia cardíaca o de la frecuencia respiratoria— o las
preocupaciones o miedos intensos que puedan interferir en las
actividades diarias.
 Cambios de conducta. Estos incluyen cambios drásticos en el
comportamiento o en la personalidad, además de comportamientos
peligrosos o fuera de control. Otros signos de advertencia son las riñas
frecuentes, el uso de armas o expresar el deseo de causar una herida
grave a otras personas.
 Dificultad para concentrarse. Presta atención a los signos de dificultad
para concentrarse o mantenerse quieto; estos signos pueden provocar un
bajo rendimiento en la escuela.
 Adelgazamiento inexplicable. La pérdida de apetito repentina, los
vómitos frecuentes o el uso de laxantes pueden indicar un trastorno de la
alimentación.
 Síntomas físicos. En comparación con los adultos, los niños con
trastornos de salud mental pueden presentar dolor de cabeza y de
estómago en lugar de tristeza o ansiedad.
 Daño físico. A veces, una afección de la salud mental deriva en lesiones
autoinfligidas, también llamadas «autolesiones». Esto significa
lastimarse a sí mismo de forma deliberada, por ejemplo, provocándose
cortes o quemaduras. Los niños con afecciones de la salud mental
también pueden presentar pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
 Abuso de sustancias. Algunos niños consumen drogas o alcohol para
tratar de sobrellevar lo que sienten.
¿Qué debo hacer si sospecho que mi hijo padece una afección de salud
mental?
Habla con el médico de tu hijo si te preocupa su salud mental. Describe el
comportamiento que te preocupa. Considera hablar con el maestro de tu
hijo, con sus amigos cercanos o sus seres queridos, o con otros cuidadores
para preguntarles si notaron cambios en el comportamiento de tu hijo.
También debes compartir esta información con el médico de tu hijo.
¿Cómo diagnostican los proveedores de atención médica las
enfermedades mentales en niños?
Las afecciones de salud mental en niños se diagnostican y se tratan según
los signos y síntomas, y según cuánto afecten la vida diaria de un niño. No
hay pruebas simples para determinar si hay algún problema.
Para hacer un diagnóstico, el médico de tu hijo puede recomendar que lo
evalúe un especialista, como un psiquiatra, un psicólogo, un trabajador
social, un miembro del personal de enfermería psiquiátrica, un asesor de
salud mental o un terapeuta conductual.
El médico o el proveedor de atención de la salud mental de tu hijo trabajará
con él para determinar si tiene una afección de salud mental según los
criterios establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM), una guía publicada por la American
Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría) en la
que se explican los signos y síntomas que indican la presencia de una
afección de salud mental.
El médico o el proveedor de atención de la salud mental de tu hijo también
buscará otras causas posibles de su comportamiento, como antecedentes de
enfermedades o de traumas. Es probable que te pregunte sobre el desarrollo
de tu hijo, la percepción de los profesores y de los cuidadores con respecto
al problema, cualquier antecedente familiar de afecciones de salud mental y
cuánto tiempo ha estado comportándose de esa manera.
El diagnóstico de enfermedades de salud mental en niños puede ser difícil,
ya que los niños pequeños suelen tener dificultades para expresar sus
sentimientos, y el desarrollo normal varía según el niño. A pesar de estos
desafíos, un diagnóstico adecuado es una parte fundamental para guiar el
tratamiento.
¿Cómo se trata la enfermedad mental en los niños?
Las opciones frecuentes de tratamiento para niños con afecciones de salud
mental pueden ser:

 Psicoterapia. La psicoterapia, también denominada «terapia


conversacional» o «terapia conductual», es un modo de tratar los
problemas de la salud mental mediante la conversación con un
psicólogo u otro proveedor de atención de la salud mental. Durante la
psicoterapia, el niño puede aprender acerca de su afección, estados de
ánimo, sentimientos, pensamientos y comportamientos. La psicoterapia
puede ser útil para que el niño aprenda a responder a las situaciones
exigentes mediante estrategias saludables para hacer frente a desafíos o
situaciones.
 Medicamentos. El médico o el proveedor de atención de la salud
mental de tu hijo podría recomendarle determinados medicamentos —
como estimulantes, antidepresivos, medicamentos contra la ansiedad,
antipsicóticos o estabilizadores del ánimo— para tratar la afección de
salud mental.
Algunos niños se benefician con una combinación de enfoques. Consulta al
médico o al proveedor de atención de la salud mental de tu hijo para
determinar qué puede ser lo más adecuado para él, incluidos los riesgos o
los beneficios de los medicamentos específicos.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a lidiar con una enfermedad mental?
Tu hijo necesita tu apoyo más que nunca. Cuando le diagnostican una
afección de salud mental a un niño, los padres y el hijo suelen experimentar
sentimientos de desesperanza, ira y frustración. Pídele al proveedor de
atención de la salud mental consejos sobre cómo modificar la manera en la
que interactúas con tu hijo y sobre cómo manejar las conductas difíciles.
Busca formas de relajarte y divertirte con tu hijo. Elogia sus fortalezas y
sus habilidades. Explora nuevas técnicas de manejo del estrés, que pueden
ayudarte a responder con calma a situaciones estresantes.
Además, considera buscar una terapia familiar o también la ayuda de
grupos de apoyo. Es importante que tú y tus seres queridos entiendan la
enfermedad de tu hijo y sus sentimientos, y sepan qué pueden hacer para
ayudarlo.
Para ayudar a tu hijo a obtener buenos resultados en la escuela, infórmales
a los maestros y al consejero escolar sobre su afección de salud mental. Si
es necesario, colabora con el personal de la escuela para elaborar un plan
académico acorde a las necesidades de tu hijo.
Si te preocupa la salud mental de tu hijo, busca asesoramiento. No dejes
que la vergüenza o el miedo te impidan buscar ayuda para tu hijo. Con el
apoyo adecuado, puedes averiguar si tu hijo tiene una afección de salud
mental y analizar las opciones de tratamiento para ayudarlo a salir adelante.

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