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PRECEPTOR

MÓDULO Nº 7: EL ROL DEL PRECEPTOR


OBJETIVOS

Reflexionar acerca de la función del preceptor en la escuela y su impacto en el clima


institucional.
Conocer más profundamente al adolescente.
Ampliar los esquemas y las categorías con que se perciben e interpretan los hechos
escolares.
Facilitar la comprensión del fenómeno de implicación de las personas en esos hechos.
Sistematizar el papel del preceptor como actor de un colectivo institucional.
Imaginar nuevos modelos de responder a la tarea y a la vida cotidiana de la escuela.
Conocer paradigmas teóricos para la resolución pacífica de conflictos y la convivencia
educativa.
Reconocer, rescatar y revalorizar, roles y funciones fundamentales en el tratamiento
de la convivencia educativa.
Aportar herramientas y estrategias para la intervención efectiva en situaciones de
conflicto concretas.

El rol del preceptor

 Rol y funciones formales. Su lugar en la institución escolar.


 La función del preceptor durante las horas libres. Actividades posibles.
 Estilos de liderazgo. Poder y autoridad.
 Zonas de tensión y conflicto en la relación con los alumnos
 Técnicas para el mejoramiento de la comunicación con los profesores, con los
directivos, con los pares, con la familia, etc.

EL PRECEPTOR

En nuestro sistema educativo, principalmente en nivel medio, el preceptor cumple un rol


tanto pedagógico como una tarea administrativa.

Complementa la tarea del profesor, puesto que mientras que éste instruye, él se encarga
de realizar toda la parte humanizadora y administrativa, buscando afirmar los valores, la
autoestima y la solidaridad de sus alumnos, logrando una educación integral del
educando

LAS FUNCIONES DEL PRECEPTOR


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La labor del preceptor es una función pedagógica, desde la que acompaña y orienta en la
construcción de normas, proponiendo formas de resolución de problemas.

Es miembro del equipo docente y, por lo tanto, participa en los procesos de


construcción, implementación y evaluación de la propuesta educativa, acompañando
tanto a alumnos como a docentes de cada institución

Además, el preceptor es quien vincula a los distintos actores de la realidad educativa:


alumnos, docentes y familias; poniendo atención principalmente en la comunicación y
los acuerdos de convivencia escolares.

SEGÚN LA LEGISLACIÓN ACTUAL EN LA ARGENTINA


Documentos del SUTEBA. SUTEBA-CTA FONROUGE 301

Sus funciones generales son:

 Participar en la construcción de la propuesta educativa institucional


 Propiciar la construcción colectiva de los acuerdos de convivencia
 Elaborar y ejecutar proyectos curriculares
 Participar de la tarea pedagógica, desde su área específica, atendiendo a las
relaciones de los alumnos, docentes y familia
 Acompañar a los alumnos en el horario de ingreso, salida, recreos y traslados
 Conocer y sistematizar las características de cada grupo de alumnos que esté a su
cargo, favoreciendo la inclusión, permanencia y egreso de los alumnos.
 Llevar los estados administrativos de los alumnos y de su cargo
 Promover el diálogo y las actividades que mejoren los vínculos de los alumnos
con la institución
 Facilitar y aportar a la comunicación entre los diferentes grupos de la institución
escolar.

EL PRECEPTOR, O AUXILIAR DOCENTE, ACTÚA COMO NEXO


ENTRE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA,
PERMITIENDO “ENCUENTROS EDUCATIVOS”
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¿CÓMO FAVORECER LOS VÍNCULOS?

Sabemos que muy pocas actividades requieren un contacto humano tan permanente
como en la educación. Y nuestra tarea de preceptores es un ejemplo de interrelación con
la comunidad educativa.

RELACIONES ESENCIALES QUE EL PRECEPTOR PUEDE FAVORECER

Con los alumnos y alumnas:


 Mejorar los vínculos entre los alumnos y el resto de los miembros de la
comunidad educativa
 Dar apoyo en las dificultades emocionales, escolares, personales
 Ayudar en la convivencia entre alumnos del mismo curso y de otros
 Crear un contexto favorable para el aprendizaje

RELACIONES ESENCIALES…

Con los padres, madres y/o tutores:


 Estar disponible para consultas acerca del alumnado y de su situación familiar,
administrativa o pedagógica
 Estar atento a la resolución de problemas entre padres y alumnos, proponiendo
salidas relacionadas con el diálogo, los valores y la aceptación
 Acompañar a los padres en acciones que sostengan el rendimiento y la
contención del alumnado

RELACIONES ESENCIALES…

Con los profesores y profesoras:


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 Brindar apoyo administrativo y pedagógico y nexo con los demás actores de la


educación
 Mediante el manejo de las documentaciones le permite tener una versión
actualizada del rendimiento del alumno y el hecho de compartir la jornada con
él, realizar una evaluación de su conducta, datos que son de utilidad para el
dictado de la clase del profesor y la relación con los alumnos.
 Participar en el cuidado de los alumnos y en el control de la disciplina durante
los recreos, y algunos minutos después del comienzo de clases
 Propiciar el cumplimiento de las normas de convivencia y colaborar con los
docentes en su puesta en práctica, dejando para último recurso las sanciones

RELACIONES ESENCIALES…

Con la Asociación Cooperadora, Civiles, Comisiones Vecinales, Asociaciones


Religiosas, etc.
 Cooperación permanente en todas las actividades como recaudación, control,
participación en actos escolares, bailes, etc.
 Incrementar la importancia de la institución en el medio, intentando mejorar la
calidad educativa al poder adquirirse bienes materiales que faciliten el
aprendizaje de los educandos.

RELACIONES ESENCIALES…

Bibliotecario, Psicopedagogo, Médico Escolar, etc.


 Apoyo constante para resolver situaciones.

Director, Vicedirector y Secretaria


 Cooperar en cuestiones laborales, administrativas, de solidaridad y pedagógicas.

La disciplina sigue siendo tan importante en la educación de un adolescente como


durante el resto de la infancia.
La diferencia es que conforme se van haciendo cada vez mayores, los adolescentes
cuestionan cada vez más las normas y límites que sus padres les imponen.
Sin embargo la disciplina es una herramienta básica en la formación de una persona
responsable y estable, así que es muy importante tener unas normas y límites bien
definidos y exigir que todos los respeten.
Esto es función de todos los actores de la escuela, a través del código de convivencia
pero muchas de las mediaciones disciplinares requeridas recaen en el rol del preceptor.

ALGUNOS CONSEJOS PARA TRABAJAR LA DISCIPLINA


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 Ayudarles a expresar sus sentimientos. Si un adolescente hace algo reprobable


(por ejemplo agredir físicamente a otro) es importante preguntarle por qué lo ha
hecho, y pensar en otras formas de desahogar su enfado

 Expresar reconocimiento cuando el adolescente logra comportarse como es


debido. Estimular toda conducta buena o acorde a las reglas: entrar a horario a
clases, obtener buenas notas, contestar con amabilidad, ser solidario. Estas
acciones deben ser agradecidas personalmente y reconocidas públicamente.

 Permitir que el adolescente participe cuando se fijen normas nuevas. Esto


no sólo será una forma de enseñarle el arte de la negociación (algo que le servirá
durante toda su vida), sino que le implicará de tal forma que se sentirá más
obligado a cumplir con las reglas. Además, si nota que no eres intransigente y
estás dispuesto a escuchar su opinión, aprenderá a hacer lo mismo.

 Dar ejemplo. Si las normas de convivencia aplican para el adolescente, debieran


aplicar para todos, particularmente aquellas que hacen a los vínculos y
relaciones. Si el adulto grita, está enseñándole indirectamente al adolescente que
es una opción válida en caso de desacuerdo, en vez de enseñarle a negociar o
debatir.

 Darle margen de decisión en el momento de organizar las tareas que se


deben realizar. Es indispensable sentarse con los adolescentes, papel y lápiz en
mano si es necesario, y explicar toda la tarea propuesta, y decidir conjuntamente
cuáles serán sus responsabilidades.

 Ser siempre justos. Los adultos también somos humanos, y a veces nos
exasperamos e imponemos una regla nueva o un castigo porque estamos
cansados o hartos. Hay que evitar esta situación, pensarlo muy bien antes de
introducir nuevas reglas o cambiar una existente, y explicar de forma sosegada
el motivo al adolescente.

 Ser muy consistentes y firmes. Una vez acordadas las reglas, es importante ser
inflexible y no cambiarlo nunca, incluso si pareciera que la situación es especial.
Cuando el adolescente aprende que no vas a ceder, dejará de insistir (aunque
esto puede tardar y supone uno de los aspectos más agotadores). Si cedes, el
adolescente cuestionará no sólo esta norma repetidas veces, sino otras también.

 Ser fiel a tus principios. Es fácil tener la tentación de ceder. Pero debe
recordarse que los límites son en realidad establecer y aclarar nuestros valores.
Forma parte de la adolescencia cuestionar el sistema que les sigue controlando e
intentar mover los límites. Pero es necesario explicar el valor que se defiende y
mostrar coherencia y fortaleza. Tener principios es contagioso!

LOS LÍMITES
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Límite es, "línea real ó imaginaria que separa territorios", "fin, término".

Toda sociedad está regida por pautas y límites que le permite un desarrollo natural.
Existen normas y límites en una sociedad y condicionan la conducta de un sujeto. (Ej.
pasar los semáforos en rojo). Poner normas y marcar espacios (físicos ó de tiempo)
donde el niño o adolescente sienta contención, es de vital importancia para su desarrollo
como ser humano. El límite no supone castigo ni desamor, por lo contrario es amor
dado por quien tiene la responsabilidad de encauzar la vida del niño.

Muchos padres están cada vez menos tiempo con sus hijos, y quieren compensar el
tiempo que no están con permisos y premios. Cantidad de tiempo no es calidad. Influye
la experiencia de la infancia de los propios padres, que a veces han sido limitados en
exceso, entonces quieren ser más flexibles con sus hijos; para no repetir historias..

Desde la gestación la idea del límite son las paredes del útero de su madre que le brinda
contención, el límite otorga un LUGAR. Luego al nacer el bebé necesita contención
amorosa y física con el cuerpo y brazos de la mamá.

A medida que el niño crece, se irá posicionando según el lugar que le den sus adultos.
Está en los adultos encontrar la manera de contener a los niños con la voz, el cuerpo y la
mirada para que puedan cambiar la pauta de conducta, sabiendo para y por qué hacerlo.
De esta manera, el límite se va inscribiendo en la vida del ser humano. No existen
recetas para padres y docentes de cómo poner límites a los niños, pero sí hilos
conductores como son el amor, el cuidado y la responsabilidad.

VIDEO

La Psicoterapeuta Alejandra Valdez Lankes entrevista a la Maestra Tere Attie con el


Tema: El manejo de límites en niños y adolescentes.

Programa " Salud Integral " del Dr. Octavio N. Ganem.


http://www.youtube.com/watch?v=K6Dj6kWbbi0&feature=related
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El llamado para cobertura de cargos de preceptor/a en las escuelas de la ciudad ya se


había publicado. Al día siguiente que los diarios permitieran su lectura masiva, una fila
de 300 personas, varones y mujeres, esperaban pacientemente.
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Entre los aspirantes, Esteban, Valeria y Osvaldo conversaban ansiosos sobre sus
posibilidades de acceder al cargo tomando en cuenta que el número de personas
presentes excedía ampliamente la oferta de trabajo.

—¿Qué les parece todo esto? -comentó Valeria.

—Y... espero obtener aunque sea un lugar, me hace mucha falta, ya que empecé la
facultad y el cargo de preceptor me permitiría estudiar y cubrir en parte mis estudios ya
que la situación está difícil. ¿Y vos? -dijo Esteban.

—Yo también, además me gusta la idea de trabajar con gente joven. Me parece que
tenemos gustos parecidos y creo que me puedo llevar bien con los chicos de las escuelas
-comentó Valeria.

—Lo mío es diferente -intervino Osvaldo-. Perdonen que me meta en la conversación.


Yo soy docente y trabajo como profesor hace 10 años. Estoy acostumbrado a trabajar
con alumnos de secundaria, aunque reconozco que me siento un poco cansado.

—¿Y entonces...? -lo interrumpió Esteban-. ¿Por qué te buscás más trabajo con chicos?

—Sí, parece contradictorio. Pero, lo que pasa es que el trabajo no abunda y conozco
bastante las escuelas, lo que me da cierta tranquilidad. Por otra parte, conjugar el trabajo
administrativo con el dictado de clases me va a venir bien.

—Yo no tengo experiencia, pero me parece que además de trabajar con papeles, y de
tomar lista, yo puedo ayudar a que los chicos estén mejor en la escuela -aportó Valeria.

—¿Y te creés que eso es fácil? Te lo digo porque los alumnos ya no tienen ganas de
aprender, no nos prestan atención, están en otra cosa.

—Sí, a mí me dijeron lo mismo. Pero, yo también quiero ayudar. No quiero caer en eso
de tomar asistencia o esperar mirando para afuera y para adentro a la vez, aguantando
mientras los profesores vienen a clase después de un recreo -aportó Esteban.

—No, claro. La cosa no pasa por ahí, pero los adolescentes de hoy han cambiado mucho
y a mí, por lo menos, me pasa esto: creo que no les interesa estudiar, tienen otras
preferencias –dijo Osvaldo.

—Bueno, pero seguramente la cuestión no debe ser tan dramática, al fin y al cabo, van a
la escuela para aprender. No sé, prefiero no hacerme problemas. Ya veré una vez que
esté adentro del aula - comentó firme Valeria.

—Yo no hace mucho terminé la secundaria, y el tema lo veo de otra manera. Me parece
que a los chicos no se los entiende. Los profesores creen que pasa por venir, dar clase y
retirarse -intervino Esteban.
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—No, no es tan simple. Fijate que nosotros, además de dar clase, ahora tenemos que
cumplir con otras funciones más asistenciales. ¿Me entendés? Y eso te lleva a una
situación en la que se te hace difícil aguantar -explicó Osvaldo.

—Yo digo... ¿no?... se me ocurre... Y en la escuela, ¿las autoridades no ayudan? Porque


al fin y al cabo los problemas no los pueden solucionar solamente los preceptores -
reflexionó Valeria.

—Es que la situación es difícil para todos: los docentes porque no trabajamos en una
sola escuela, los padres porque se creen que te pueden enseñar a vos que te pasaste 5
años estudiando para ser docente de una materia, los directivos que aprietan cada vez
más y que hacen lo que pueden. El problema es complejo. Por eso quiero un poco de
descanso y acrecentar mi sueldo. Pero en otra función, con menos desgaste –compartió
Osvaldo.

—Miren, la verdad es que yo tengo claro para qué quiero este trabajo. Mientras me sea
de utilidad, para mí es suficiente. Además, sólo te piden el título secundario, los
documentos y... el trabajo es de medio día... -dijo Esteban.

—Chicos -interrumpe Valeria-, nos toca a nosotros. ¡Suerte! Ojalá


que los llamen.

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