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Universidad Central del Ecuador

CONSTRUCCIONES I

Ph del hormigón que recomienda la norma ecuatorial de la construcción para disminuir la


probabilidad de corrosión de la varillas.

CORROSIÓN DEL ACERO DE REFUERZO EMBEBIDO EN EL HORMIGÓN

El hormigón es un material altamente alcalino (pH entre 12,6 y 13,8), principalmente debido a los
hidróxidos de calcio, sodio y potasio presentes. Bajo estas condiciones de pH, el acero que se
encuentra embebido dentro del hormigón forma espontáneamente una capa pasiva, que aunque
de pocos nanómetros de espesor presenta una acción protectora. Sin embargo, esta película
puede ser destruida por agentes agresivos tales como los iones cloruros y/o el CO2, lo que produce
una despasivación del acero de refuerzo.

FENÓMENOS QUE CONTRIBUYEN A LA CORROSIÓN DEL ACERO DE REFUERZO

Los fenómenos que generan la corrosión del acero de refuerzo son la carbonatación y el ataque
por cloruros. A continuación se discuten estos dos fenómenos.

Carbonatación

El proceso de carbonatación se debe al ingreso de CO2 de la atmósfera al hormigón; los ambientes


urbanos e industriales y en general la contaminación ambiental son la fuente necesaria para que se
dé este fenómeno. El alto pH del hormigón (del orden promedio de 13) provee una protección
natural contra la corrosión del acero de refuerzo como se mencionó anteriormente, sin embargo,
el proceso de carbonatación decrece el valor del pH del hormigón aproximadamente a 9 (33, 35,
37- 39). Para que la carbonatación tenga lugar es necesario que el dióxido de carbono entre en
contacto con el agua y los componentes alcalinos presentes en los poros del hormigón; la reacción
que ocurre en la solución acuosa.

La velocidad de carbonatación depende de factores ambientales y factores relacionados al


hormigón mismo. Entre los factores ambientales más importantes se encuentra la humedad
relativa; el proceso de difusión del CO2 no se producirá en hormigones que están totalmente
saturados de agua y el CO2 en hormigones totalmente secos no reacciona, es por ello que la
humedad relativa ideal para propiciar el fenómeno está entre el 50 y el 70% (35, 38, 42). La
concentración de CO2 en la atmósfera puede variar desde 0,03% para ambientes rurales y más del
0,1% para ambientes urbanos, estos últimos tienen una mayor incidencia para que se presente la
carbonatación y, por último, un incremento de temperatura podría acelerar notablemente la
velocidad de carbonatación.

Los factores relacionados al hormigón que afectan la capacidad de resistir la propagación del CO2
son: un inadecuado proceso de curado y una mala compactación, es decir, hormigones más
permeables sufren una carbonatación más rápida (42). Dado esta situación, a relaciones
agua/cemento bajas se reduce la movilidad del CO2 en el hormigón, limitando la carbonatación a
la superficie

De acuerdo con la Norma Europea EN 206 (9) se definen cuatro clases de severidad a la corrosión
inducida por carbonatación, identificadas como XC1 hasta XC4, tal como se puede apreciar en la
Tabla 6. Las características recomendadas para el hormigón se incluyen en la Tabla 7. Para
determinar la profundidad de carbonatación, generalmente se hace uso de la Norma Española UNE
112011 (45), que consiste en medir la profundidad de la zona de carbonatación (pH inferior)
mediante el uso de un indicador de pH (solución de fenolftaleína al 1% en alcohol etílico). Las áreas
donde el pH es mayor a 9 se tornan color violeta, mientras las áreas carbonatadas serán aquellas
donde no se aprecia color. Esta prueba revela el denominado frente de carbonatación (3, 35, 43).
Además de este método se pueden utilizar técnicas complementarias tales como análisis térmico
diferencial (TG/DTG/DTA), difracción de rayos X (DRX) y espectroscopia de infrarrojo (FTIR).

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