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FILOSOFIA DE LA EDUCACION

1.1 Conceptos de hombre sociedad y familia

La filosofía de la educación se caracteriza por ser la rama de la filosofía que trata de la reflexión sobre
los procesos educativos vividos por el hombre, los sistemas educativos, la sistematización sobre
los métodos de enseñanza aplicados en clase y otros temas relacionados con la pedagogía. Su ámbito
principal es de entender la relación entre el fenómeno educativo y cómo influye en el funcionamiento de
la sociedad.
Una de las grandes incógnitas de la filosofía de la educación, es la indecisión entre la educación como
transmisión de conocimientos en contraparte a la educación de forma crítica, para trabajar como un
incentivo y cuestionar la capacidad de aprendizaje que tiene el estudiante. Como se conoce, y lo que
significa saber, también son temas abordados y problematizan aún más la filosofía de la educación. Uno
de los filósofos interventores, en la conceptualización de la técnica filosófica a seguir en el ámbito
educacional es Platón.
Platón en uno de sus escritos expone que, la educación clasificada como primaria debe limitarse a la
clase o tutorías por docentes especializados hasta que se cumpla la edad de 18 años, seguido de dos
años de entrenamiento militar obligatorio sobre todo en hombres y la educación superior luego para los
individuos que estaban calificados académicamente. Ahora bien, si la educación primaria forma el alma
de responder a los estímulos del medio ambiente, la educación superior ayudó al alma del hombre en la
búsqueda de la verdad que ilustra. En la época de platón, tanto los niños como las niñas recibieron el
mismo tipo de educación, la instrucción elementalmente consistió en manejar la música, a su vez en la
práctica del ejercicio, esto con el objetivo final de capacitar y mezclar cualidades suaves y fuertes en las
personas y crear una persona totalmente armoniosa.

LA NATURALEZA HUMANA
La reduccion del hombre a sucomponente biologico seria lamuerte del hombre. El hombre es,por
loporntoun ser vital: prolorebasa, y es tambien, otra cosa. Muchos lo ven coimo un ser ideal: “dicho en
lenguaje platonico; nosotro somos dela razadelas ideas” ha escrito P. ricoeur (1969:166). Otros lo
llaman, mas aun un ser espiritual: es lo que hace nosolo A.Rosmini y sus seguidores (F:Sciacca), sino
tambien todos losdilososfos delm ovimiento del espititualismo frances (CH:Renouvier, M.Nédoncelle, L.
Lavelle) y losalemanaesdelasciecians delespitiru (W, Dilhey Th. Lippit) y delafenomenologia (Max
Scheler,E. Fimnk, Dienelt). Como reaccion a losmaterialismos del siglo XIX,en nuestro siglo XX se ha
afirmadorotundamente ladimension espiritual del hombre. Esto tiene unas consecuencias decisisvas
para la educacion familiar:la apertura del hombre alabsoluto, la objetividad de los grandes valores y una
susperacion de los relativimos. La espiritualidad del hombre no se demuestra, sino que se acepta como
postulado,por cuanto constituye la condicion de posibilidad de los fenomenos humanos mas tipicos: la
libertad, lamoralidad el conocimiento el amor.

Se ve que el hombre tiene cuerpo,pero no es solamente cuerpo. Esta extraña situacion


hahechomhablar; a H. Plessner deuna posicion “excentrica” del hombre, de la situacion ambivalente de
su existencia, Tal caracteristica es fuerte de conflictos parael hombre,pero, a lavez –porlaposibilidad y el
reto que tiene de superarlos-permite al hombreacceder a una dignidadmoral.lo dijoya g.Cebron, y lo
repite H.Plessner,mostrando cómo ese impedimento que el cuerpo material supone se convierte tambien
en estimulo constante a superarlo. Por es posicion excentrica el hombre se halla ubicado entre la “nada”
y la”trascedencia”: eldrama delavida, y la aventura espiritual que implica,puede comenzar (para mas
consideraciones sobre lanaturaleza espiritual delhombre, cf. J. Speck, 1981: 704-723.)
El hombre
Se puede decir que todos los filósofos trataron y tratan de contestar esta pregunta según su perspectiva.
Para los presocráticos, el hombre en su aspecto subjetivo es el sujeto cognoscente, voluntario o moral y
en su aspecto objetivo una porción del cosmos.
Platón definía al hombre, en forma jocosa, como un bípedo implume, los estoicos y luego los
escolásticos, pensaban que el hombre es un animal razonable.
Para Aristóteles el hombre es un animal político, un animal que habla.
Para Rabelais, el hombre es un ser que ríe, para Descartes un ser que piensa, para Kant, un ser que
juzga, para Marx, un ser que trabaja y para Bergson, un ser que crea.
Estas definiciones son limitadas porque no llegan a abarcar la realidad humana con fidelidad ni tampoco
con justicia; porque el hombre no se puede definir por lo que hace sino por lo que es.
Diderot intenta dar una definición del hombre diciendo que es alguien que siente, que puede reflexionar
y pensar, que evidencia cierta superioridad con respecto a los demás animales que domina, es un ser
social, con capacidad para inventar el arte y las ciencias, que puede ser malo o bueno, que vive
organizado, que tiene una cultura, leyes, normas, etc. Sin embargo Diderot también reconoce que lo que
el hombre es no puede abarcarlo una definición.
Para poder saber los derechos que tiene el hombre se necesita conocer el criterio específico que lo
identifique, pero no son ni sus logros ni sus fracasos.
El hombre es ante todo una especie animal, es un mamífero que pertenece al orden de los primates, a la
familia de los homínidos, al género homo, a la especie sapiens, nacido de un hombre y de una mujer,
con derechos y obligaciones.
El hombre es un hecho y una especie que se puede convertir en valor y en virtud.
Montagne decía que todo hombre tiene la forma entera de la condición humana, y ninguno carece de
ella, el hombre nace hombre y se convierte en un ser humano, recibe su humanidad, no la crea, es algo
natural más que cultural.
Si el hombre recibe su filiación por ser engendrado antes que por su esencia, la construcción de un ser
humano de probeta, sin filiación, podría convertirlo en algo diferente y modificar la especie humana sería
perder al hombre.
El hombre no es Dios, y sólo será plenamente humano si acepta su condición para no ser su propia
destrucción.
La humanidad es una especie animal, pero tiene ciertos valores, deberes y obligaciones con respecto a
otros de su misma especie, una moral.
El no cumplimiento de estos derechos y obligaciones suponen violencia, sometimiento, explotación,
opresión, falta de libertad y dignidad humana.
Séneca decía que el hombre es sagrado para el hombre, no porque sea Dios sino porque es hombre y
eso es suficiente.
El hombre no es causa de sí mismo, es el resultado de una historia personal que forma su voluntad.
Sartre decía que el hombre está condenado a inventarse a sí mismo pero no desde la nada.
El hombre, decía Spinoza, forma parte de la naturaleza y sigue su orden aunque parezca lo contrario,
forma parte de la historia que él mismo construye y que lo hace a él, forma parte de una sociedad, de
una época, de una civilización.
Es un animal que sabe que va a morir, que tiene impulsos, pasiones, fantasmas iras, y tanta violencia,
tanto miedo, tantos deseos que lo hacen peligroso para él mismo, para los demás y para el mundo.
La humanidad es una especie que hay que preservar y que hay que valorar porque también ha hecho
posible la civilización, el desarrollo del espíritu, de las ciencias, de la historia.
De la humanidad depende por lo menos que el hombre sea humano, que se eleve por encima de sí
mismo y que mantenga su dignidad y no naufrague debajo de ella.

La sociedad
Una Sociedad es un conjunto de seres vivos los cuales con un poco o suficiente de conciencia se
reúnen con el fin de crear estrategias o mantener un orden relativo de las decisiones o planteamientos
con el fin de cumplir un objetivo común. Nosotros como una pequeña sociedad de redactores, hemos
decidido resaltar en el comienzo que este concepto no sólo es aplicado a los seres humanos, quienes a
pesar de ser los dominantes en la tierra en cuestión se razón, los animales también se reúnen y en el
caso que desean por instinto un objetivo en particular (la mayoría del tiempo comida) utilizan sus
destrezas para así juntos poder detener la presa, por ejemplo, un León por si solo no puede matar a un
elefante, pero cuando varios Leones atacan al paquidermo pueden tener éxito y al final se reparten el
botín.
La palabra sociedad es capaz de ambientar un espacio en el que están reunidas cierta cantidad de
entes, sin importar lo que hacen, piensan o planean, una sociedad es un conglomerado de aquello de
una misma especie. En el caso de los seres humanos, se le puede llamar sociedad a una ciudad entera,
a un país entero, pues si su relación con personas fuera de sus fronteras es distintiva, estas personas
tendrán un llamado unilateral, Venezuela, como país tiene el propio concepto de sociedad, esto es dado
por el hecho de que como Venezolanos, sus costumbres, tradiciones, caracteres culturales y políticos,
estilos de vida y formas de expresión, los diferencian de sus países vecinos. Una sociedad cuando se
establece busca la afirmación de una identidad, de un sentido del respeto, de una formación de leyes
que dentro de ella, son respetadas a fin de conservar los lineamientos establecidos para estos
integrantes.

Las sociedades a menor Escala buscan un fin en particular, la sociedad anticancerosa busca encontrar
mecanismos y formas de medicar a aquellos que padecen la enfermedad del cáncer, existe una cantidad
infinita de sociedades las cuales protegen o resguardan un sentido o tradición en particular, por eso es
importante su preservación y establecimiento en las comunidades.

La familia
Los sociólogos estudian las distintas estructuras sociales y una de las formas de organización social
más relevantes es la familia, que es definida en ocasiones como la célula básica del conjunto de la
sociedad.
Lo que finalmente somos como individuos depende de muchos factores: nuestra programación genética,
el ámbito social y entre uno y otro estaría la familia. La familia como institución cumple funciones
distintas: tiene un carácter formativo y educativo y, al mismo tiempo, está orientada a la ayuda mutua
entre sus miembros.
Como individuos nacemos en una familia y con el paso del tiempo creamos una nueva estructura
familiar. Esto significa que resultaría muy difícil entender a los humanos al margen de sus relaciones
familiares.

Modelos distintos de unión familiar


La sociología aborda el tema de la familia analizando los grados de parentesco entre los miembros que
la conforman. Así, existe la familia nuclear, que incluye a los padres y a los hijos. También podemos
hablar de la totalidad de los miembros de un núcleo familiar (tíos, primos, abuelos...). Recientemente se
ha acuñado el término de familia monoparental, que es aquella en la que los hijos viven con uno de sus
padres. No olvidemos, por otra parte, que en los últimos años han ido apareciendo nuevos conceptos de
familia a partir de modelos de convivencia distintos a los tradicionales (uniones de hecho con o sin hijos,
fusión de dos familias a partir de un divorcio previo, uniones entre personas del mismo sexo, etc) En
cualquier caso, el concepto de familia no es uniforme y depende de cada cultura y tradición.
El concepto de familia ha ido cambiando con el paso del tiempo. En la civilización romana existía la
figura del pater familias o padre de familia, quien mantenía económicamente a su esposa e hijos y era el
máximo responsable desde un punto de vista legal y social. Este concepto ha tenido consecuencias
históricas de primer orden, singularmente la concepción de la familia patriarcal (la figura del padre
resulta clave para entender el rol social de cada uno de los miembros del grupo). Se podría afirmar que
la visión de los romanos sobre la familia ha condicionado su posterior desarrollo histórico. De hecho,
cuando pensamos en el concepto de familia automáticamente lo asociamos con una residencia
compartida, un parentesco, una unión institucional (matrimonio civil o religioso), unas relaciones de tipo
doméstico y un elemento afectivo. Esta idea general no es exclusiva del mundo occidental, ya que en
oriente también hay una estructura patriarcal y el padre es el auténtico "jefe" del núcleo familiar.
El componente afectivo
Un núcleo familiar es, en pocas palabras, un conjunto de lazos afectivos, económicos y sociales. Los
vínculos de parentesco representan un aspecto formal de la familia, es decir, son una manera de
entenderla y estructurarla con un cierto orden. Sin embargo, el aspecto esencial de cualquier familia es
la relación emocional entre sus miembros (el rol de un padre biológico puede no ir acompañado de un
sentimiento de amor y, por el contrario, un padrastro puede ser considerado como un auténtico padre).

Otras familias
En ocasiones, el término familia no está asociado a ningún lazo de consanguinidad o a una forma de
convivencia en el hogar. De hecho, decimos que los compañeros de trabajo forman una gran familia o
consideramos a una mascota como un miembro más de la familia. Si digo, por ejemplo, que mis amigos
son parte de mi familia, estoy expresando un fuerte sentimiento de pertenencia entre mis amigos y yo.
Familia y lenguaje
En la comunicación ordinaria empleamos muchas ideas y expresiones que hacen referencia a la familia.
Si un niño pertenece a una familia con escasos vínculos afectivos o con evidentes problemas social y
económicos se dice que proviene de una familia desestructurada. El refranero incoropora todo tipo de
referencias (de la familia y del sol, cuanto más lejos mejor, de padres cantores, hijos jilgueros o la ropa
sucia se lava en casa). En muchas partes del mundo se utiliza el concepto "ser de buena familia", que
da a entender que alguien forma parte de una familia bien situada económicamente.
Por último, vale la pena recordar que la adquisición del lenguaje solo puede entenderse como un
proceso de aprendizaje en el seno de la familia.

1.2 La axiologia de la educacion

La axiología siendo una disciplina de la filosofía define el valor como una cualidad que permite otorgarle
significancia al valor ético y estético de las cosas, por lo que es una cualidad especial que hace que las
cosas sean estimadas en sentido positivo y negativo, de modo que los valores son agregados a las
características físicas del objeto por medio de un individuo o grupo social lo cual se modifica el
comportamiento y las actitudes de los individuos hacia el objeto a partir de esa atribución; en el mismo
orden de ideas los valores morales son los parámetros que nos permiten juzgar si un acto es
moralmente bueno o malo de acuerdo a las características comunes que ha denotado una sociedad.
Se entiende a su vez, por valor moral todo aquello que lleva al hombre a defender y crecer en su
dignidad de persona, el valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en
su libertad, en su razón. Depende exclusivamente de su elección libre, el sujeto decide alcanzar dichos
valores y esto solo será posible basándose en esfuerzo y perseverancia. Se puede decir que la
existencia de un valor es el resultado de la interpretación que hace el sujeto de la utilidad, deseo,
importancia, interés, belleza del objeto. Es decir, la valía del objeto es en cierta medida, atribuida por el
sujeto, en acuerdo a sus propios criterios e interpretación, producto de un aprendizaje, de una
experiencia, la existencia de un ideal, e incluso de la noción de un orden natural que trasciende al sujeto.
Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia. Para
que se dé esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las
personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y
maestros.

1.3 Libertad y autoridad en la educacion familiar


Las cuestiones de libertad y autoridad son otros de los temas donde naufraga la concepcion pedagogica
de algunas personas y familias. Y es que el asunto es delicado y dificil; convendra, pues, afinar bien.
Partimos de la concepcion liberal, que establece la libertad de las personas (nuestro caso, de los hijos)
como uno de los derechos humanos e inalienables. El individuo humano es soberano es su esfera
personal: nadie puede subyugarlo ni suplantarlo.
Ahora bien: no confundamos libertad con “espontaneidad”. La libertad, aparte de que tiene sus
limitaciones (la sumision a una de las normas convenientes y razonables), tiene tambien sus exigencias:
la libertad es un medio puesto a disposicion de la persona para la realizacion de sus fines. La libertad
sólo es legitima cuando no se opone al bien del individuo o de los demas; la libertad de hacer el mal no
es privilegio,sino una calamidad.
El buen ejercicio de la libertad es difícil. Supone una capacidad madura de elección y la voluntad de
actuar correctamente. La libertad se la van ganando los hijos con actos conscientes y responsables.
Cuando los hijos no actúen así, habrá que limitar su libertad. En este sentido, la autoridad sirve para
orientarlos y la obediencia es un comportamiento razonable. Hasta que llega el día en que la autoridad
de los padres se acaba. Es el día en que los hijos ya saben decidir por sí mismos.
En general, los problemas familiares son muy parecidos. La diferencia básica entre una familia y otra
está en su concepción de libertad y autoridad, que influye en la forma en que cada una vive las
temporadas de calma y en el modo en que afrontan los problemas cuando llegan.
Resolver problemas en medio de una tempestad es mucho más costoso y difícil, por eso es tan
importante tener iniciativa y saber adelantarse.
Es recomendable que los padres tengan metas definidas y que las persigan de forma activa. Hay que
tener presente que una buena formación no elimina cualquier posibilidad de errores y tropiezos por parte
de los adolescentes, pues además de que es lógico y normal que se presenten en esta etapa, son
importantes para alcanzar su madurez, conociendo y aceptando los propios límites.

1.3 Derecho y deber en la educacion de los hijos


Artículo 37. Las autoridades de la Federación, de las entidades federativas, de los municipios y de las
demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, para garantizar la igualdad sustantiva deberán:

II. Diseñar, implementar y evaluar programas, políticas públicas a través de Acciones afirmativas
tendientes a eliminar los obstáculos que impiden la igualdad de acceso y de oportunidades a la
alimentación, a la educación y a la atención médica entre niñas, niños y adolescentes;

Ley general de derechos de niños, niñas y adolescentes


Capítulo Décimo Primero
Del Derecho a la Educación

Artículo 57. Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a una educación de calidad que contribuya al
conocimiento de sus propios derechos y, basada en un enfoque de derechos humanos y de igualdad
sustantiva, que garantice el respeto a su dignidad humana; el desarrollo armónico de sus
potencialidades y personalidad, y fortalezca el respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales, en los términos del artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la Ley General de Educación y demás disposiciones aplicables.

Quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda y custodia, tendrán derecho a intervenir en la
educación que habrá de darse a niñas, niños y adolescentes, en términos de lo previsto por el artículo
103 de esta Ley.

Las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y de las demarcaciones territoriales
de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas competencias garantizarán la consecución de
una educación de calidad y la igualdad sustantiva en el acceso y permanencia en la misma, para lo cual
deberán:

I. Proporcionar la atención educativa que niñas, niños y adolescentes requieran para su pleno
desarrollo, para lo cual, los programas respectivos deberán considerar la edad, madurez, circunstancias
particulares y tradiciones culturales;

II. Adoptar medidas orientadas hacia el pleno ejercicio del derecho a la educación;

III. Establecer medidas para garantizar la gratuidad de la educación pública obligatoria y para
procurar la accesibilidad material, económica y geográfica a la educación, sin discriminación;

IV. Establecer las condiciones necesarias para fortalecer la calidad educativa, tales como la
relevancia y pertinencia del currículo, la disposición de la infraestructura y equipamiento adecuados para
el aprendizaje y para las prácticas de enseñanza, la evaluación docente, entre otras;

V. Destinar recursos humanos, materiales y presupuestarios adecuados y suficientes para


garantizar la educación de calidad de niñas, niños y adolescentes;

VI. Adaptar el sistema educativo a las condiciones, intereses y contextos específicos de niñas, niños
y adolescentes para garantizar su permanencia en el sistema educativo;

VII. Establecer acciones afirmativas para garantizar el derecho a la educación de niñas, niños y
adolescentes de grupos y regiones con mayor rezago educativo, dispersos o que enfrentan situaciones
de vulnerabilidad por circunstancias específicas de carácter socioeconómico, físico, mental, de identidad
cultural, origen étnico o nacional, situación migratoria o bien, relacionadas con aspectos de género,
preferencia sexual, creencias religiosas o prácticas culturales;

VIII. Prestar servicios educativos en condiciones de normalidad mínima, entendida ésta como el
conjunto de condiciones indispensables que deben cumplirse en cada escuela para el buen desempeño
de la tarea docente y el logro del aprendizaje de los educandos;
IX. Implementar mecanismos para la atención, canalización y seguimiento de los casos que
constituyan violaciones al derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes;

X. Fomentar la convivencia escolar armónica y la generación de mecanismos para la discusión,


debate y resolución pacífica de conflictos;

XI. Conformar una instancia multidisciplinaria responsable que establezca mecanismos para la
prevención, atención y canalización de los casos de maltrato, perjuicio, daño, agresión, abuso o
cualquier otra forma de violencia en contra de niñas, niños y adolescentes que se suscite en los centros
educativos;

XII. Se elaboren protocolos de actuación sobre situaciones de acoso o violencia escolar para el
personal y para quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda y custodia;

XIII. Garantizar el pleno respeto al derecho a la educación y la inclusión de niñas, niños y


adolescentes con discapacidad en todos los niveles del Sistema Educativo Nacional, desarrollando y
aplicando normas y reglamentos que eviten su discriminación y las condiciones de accesibilidad en
instalaciones educativas, proporcionen los apoyos didácticos, materiales y técnicos y cuenten con
personal docente capacitado;

XIV. Adoptar medidas para responder a las necesidades de niñas, niños y adolescentes con aptitudes
sobresalientes, de tal manera que se posibilite su desarrollo progresivo e integral, conforme a sus
capacidades y habilidades personales;

XV. Establecer mecanismos para la expresión y participación de niñas, niños y adolescentes,


conforme a su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y madurez que permita atender y tomar en cuenta
sus intereses y preocupaciones en materia educativa;

XVI. Contribuir a garantizar la permanencia y conclusión de la educación obligatoria de niñas, niños y


adolescentes y para abatir el ausentismo, abandono y deserción escolares;

XVII. Administrar la disciplina escolar de modo compatible con la dignidad humana, impidiendo la
imposición de medidas de disciplina que no estén previamente establecidas, sean contrarias a la
dignidad humana o atenten contra la vida o la integridad física o mental de niñas, niños y adolescentes;

XVIII. Erradicar las prácticas pedagógicas discriminatorias o excluyentes que atenten contra la dignidad
humana o integridad, especialmente los tratos humillantes y degradantes;

XIX. Inculcar en niñas, niños y adolescentes el respeto al medio ambiente;

XX. Establecer mecanismos para fomentar el uso responsable y seguro de las tecnologías de
información y comunicación, y

XXI. Establecer acciones afirmativas que garanticen el acceso y permanencia de niñas y adolescentes
embarazadas, faciliten su reingreso y promuevan su egreso del sistema educativo nacional.

Las autoridades escolares, en el ámbito de su competencia, deberán adoptar medidas necesarias para
garantizar la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

Artículo 58. La educación, además de lo dispuesto en las disposiciones aplicables, tendrá los siguientes
fines:

I. Fomentar en niñas, niños y adolescentes los valores fundamentales y el respeto de la identidad


propia, así como a las diferencias culturales y opiniones diversas;

II. Desarrollar la personalidad, las aptitudes y las potencialidades de niñas, niños y adolescentes;
III. Inculcar a niñas, niños y adolescentes sentimientos de identidad y pertenencia a su escuela,
comunidad y nación, así como su participación activa en el proceso educativo y actividades cívicas en
términos de las disposiciones aplicables;

IV. Orientar a niñas, niños y adolescentes respecto a la formación profesional, las oportunidades de
empleo y las posibilidades de carrera;

V. Apoyar a niñas, niños y adolescentes que sean víctimas de maltrato y la atención especial de
quienes se encuentren en situación de riesgo;

VI. Prevenir el delito y las adicciones, mediante el diseño y ejecución de programas;

VII. Emprender, en cooperación con quienes ejerzan la patria potestad, tutela o guarda y custodia,
así como con grupos de la comunidad, la planificación, organización y desarrollo de actividades
extracurriculares que sean de interés para niñas, niños y adolescentes;

VIII. Promover la educación sexual integral conforme a su edad, el desarrollo evolutivo, cognoscitivo y
madurez, de las niñas, niños y adolescentes que le permitan a niñas, niños y adolescentes ejercer de
manera informada y responsable sus derechos consagrados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en las leyes y los Tratados Internacionales de los que el Estado mexicano sea parte;

IX. Promover el valor de la justicia, de la observancia de la ley y de la igualdad de las personas ante
ésta, propiciar la cultura de la legalidad, de la paz y la no violencia en cualquier tipo de sus
manifestaciones, así como el conocimiento de los derechos humanos y el respeto a los mismos, y

X. Difundir los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes y las formas de protección con
que cuentan para ejercerlos.

Artículo 59. Sin perjuicio de lo dispuesto en otras disposiciones aplicables, las autoridades competentes
llevarán a cabo las acciones necesarias para propiciar las condiciones idóneas para crear un ambiente
libre de violencia en las instituciones educativas, en el que se fomente la convivencia armónica y el
desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, incluyendo la creación de mecanismos de mediación
permanentes donde participen quienes ejerzan la patria potestad o tutela.

Para efectos del párrafo anterior, las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y
de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, en el ámbito de sus respectivas
competencias, y las instituciones académicas se coordinarán para:

I. Diseñar estrategias y acciones para la detección temprana, contención, prevención y erradicación


del acoso o la violencia escolar en todas sus manifestaciones, que contemplen la participación de los
sectores público, privado y social, así como indicadores y mecanismos de seguimiento, evaluación y
vigilancia;

II. Desarrollar actividades de capacitación para servidores públicos y para el personal administrativo
y docente;

III. Establecer mecanismos gratuitos de atención, asesoría, orientación y protección de niñas, niños
y adolescentes involucrados en una situación de acoso o violencia escolar, y

IV. Establecer y aplicar las sanciones que correspondan a las personas, responsables de centros de
asistencia social, personal docente o servidores públicos que realicen, promuevan, propicien, toleren o
no denuncien actos de acoso o violencia escolar, conforme a lo dispuesto en esta Ley y demás
disposiciones aplicables.

2. PEDAGOGIA FAMILIAR

2.1 La familia como ambito de socializacion


No cabe duda que las primeras relaciones de los individuos tienen lugar en el contexto familiar. Es aquí
donde se dan las primeras representaciones y significaciones de su entorno que fundamentan la vida
cotidiana y donde se contextualiza el universo simbólico, que se concretiza en los hábitos, normas,
valores, gustos, deseos, etc., de los individuos.
La familia como institución está inmersa en una estructura social y ésta reproduce los saberes de una
generación a otra delimitando los roles sociales de los individuos.
A la familia, como una organización social, se le considera fundamental en la socialización del género ya
que -como se dijo antes- en ella se da la socialización primaria donde el peso afectivo y de protección
proporciona el espacio ideal para la internalización de los roles que cada uno de los miembros
desarrolla.
Es en el seno familiar donde el ser social tiene contacto con los roles diferenciados que sus miembros
desempeñan, producto de la división sexual del trabajo en la que se expresan las diferencias de género.
Una de estas formas, la constituyen las diferencias en el lenguaje entre los padres dadas por ritmos,
tonos, frecuencias, momentos, etc., el poder ejercido de formas y recursos diferentes, así como el uso
de la libertad y el control; determinan a la vez el espacio público o privado en el que sitúan y comportan,
igualmente la relación directa entre el acceso a la producción y el consumo de bienes simbólicos.
Así, la función de la familia es la perpetuación de los miembros de la sociedad, la transmisión de la
cultura y de las posiciones sociales entre las generaciones.
Tradicionalmente se considera la familia nuclear como el tipo ideal de familia, en ella las diferencias de
género se desarrollan por las diferentes funciones de los cónyuges en las cuales los varones desarrollan
un rol instrumental de líder, el del trabajo y de remuneración, y a las mujeres les corresponde el rol
expresivo, criar y educar a los hijos, dichas representaciones corresponden directamente a los papeles
dentro de un sistema económico.
Es de hacer notar que esta identidad tradicional está siendo cuestionada por la entrada de la mujer a la
esfera pública y su inclusión en el mercado laboral, esta nueva relación les exige mantenerse en lo
privado pero insertándose en lo público.
Este cambio estructural propicia un proceso de cambio en la identidad de género, produce
contradicciones y genera ambigüedades en la clasificación de roles los femenino y masculino.
Estos cambios propiciados por la industrialización, las nuevas relaciones económicas y del mercado,
han dado apertura para que las mujeres trasciendan al espacio público antes limitado exclusivamente
para el varón provocaron a la vez que la relación directa mujer– naturaleza-espacio privado, ya no
funcionara tan bien como antes.
En este sentido, el pensar que la mujer sólo podía desarrollar aquellas labores propias de su naturaleza
ya no se puede sostener; al igual que pensar que la mujer no puede desarrollar labores propias de los
varones por su relación anterior varón–cultura-espacio público.
Estos mismos cambios han permitido el surgimiento de un problema que tiene que ver con la
socialización en el sentido de que si es en el seno familiar donde se desarrolla la socialización primaria,
esta socialización da cuenta de los nuevos roles que le competen desarrollar a los miembros de su
familia, mamá, papá, hermano, hermana, etc. Y si los roles femeninos estaban antes directamente
relacionados con la naturaleza, esta relación ya no concuerda con los roles que la sociedad pide a sus
miembros; sin tomar como base la división sexual del trabajo ni los tabúes que sobre esto se ha
manejado.
Además de lo anterior se originan otros cambios en la estructura misma de la familia, y es el paso de la
estructura familiar nuclear, compuesta por padre, madre e hijos, en la que los roles de género de cada
uno estaban
claramente establecidos, a la existencia de estructuras familiares donde sólo está el padre y los hijos, o
la madre y los hijos, otros familiares como abuela, tíos, etc.
En esos casos la familia como tal ya no da cuenta categóricamente de los roles que los individuos
varones y mujeres deben desarrollar, esto puede ocasionar además ambigüedad en las apreciaciones,
la forma tradicional de ver los roles de género ya no se ajustan a realidad en que se vive.
Sin embargo, la familia siempre será considerada como una institución social de gran influencia en los
procesos de socialización, y su poder se tomará en cuenta al momento de transmitir y mantener la
cultura: las creencias, las costumbres, los valores y, por supuesto, los roles de género.

2.2 La relacion familiar como factor de educacion


Nuestra actuación debe tener como principal objetivo, el desarrollo armónico de la personalidad del niño
y de la niña, dentro de un ambiente relajado y feliz en el que las actitudes positivas y cordiales presidan
las relaciones de todos los miembros de la sociedad que han de intervenir en la educación de estos
niños y niñas que están empezando y aprendiendo a vivir. La familia es el primero y más importante
núcleo en el que se desarrollan los primeros años de la vida de la persona. Las dificultades estriban en
la materialización de la colaboración entre estas instituciones. Los padres en ocasiones trasladan la
responsabilidad educativa a la escuela, al considerar la escuela como una institución de guarda y
custodia.
El fenómeno emerge con la educación escolar obligatoria al principio del siglo XX. Anterior a este
momento la familia era la encargada fundamentalmente de la función educativa. Con la obligatoriedad
de la escolarización y el carácter instructivo adjudicado a la escuela se privilegió la misión educativa de
esta. Tradicionalmente la relación escuela –familia se ha concretado al rendimiento escolar de los niños.
Los padres y las madres se mostraban interesados por conocer la calidad del profesor, las
características de la escuela y los maestros convocaban a los padres cuando los resultados docentes no
se correspondían con lo esperado. La familia y la escuela comparten un objetivo común; la formación
integral y armónica del niño a lo largo de las distintos períodos del desarrollo humano y del proceso
educativo, estas dos agencias de socialización aportarán los referentes que les permitan integrarse en la
sociedad. Indiscutiblemente, estos sistemas de influencias necesitan converger para garantizar la
estabilidad y el equilibrio para una formación adecuada de niños y adolescentes.
Los principales contextos educativos: familia y escuela tienen semejanzas y divergencias entre unos y
otros; ·Objetivos educativos diferentes. ·Responsabilidades distintas. ·Tipo de actividades en cada
entorno. ·Las relaciones que se establecen entre padres y educadores. Si hoy reconocemos el papel
decisivo de la escuela y la familia en la educación de los niños, este hecho no se ha comportado de la
misma manera a lo largo de la historia. Una mirada retrospectiva nos muestra a la familia como primer y
única institución encargada de la formación de las generaciones más jóvenes. La familia asumía la
satisfacción de las necesidades infantiles, materiales y espirituales, así como la formación de valores y
habilidades para la inserción a la vida adulta. Otros contextos laborales (taller, granja o tienda)
posibilitaban el desarrollo de habilidades de aquellos niños que acudían a estos ámbitos.

Relaciones dentro de la familia


La familia tiene distintos niveles para comunicarse. De acuerdo a ello se establecen grupos que tienden
a tener un cierto tipo de relación en su interior y con el otro grupo: nos referimos a los padres y los hijos.
Al interior de cada uno de estos grupos existe una relación de igualdad. Esto es, los padres - ambos
adultos establecen una comunicación como padres entre ellos para ejercer mejor su función. A su vez,
los hijos establecen una comunicación de hermanos, iguales, que les permite pasarlo bien, jugar y
ejercer su rol de hijos frente a los padres. En un nivel distinto de comunicación se encuentra la pareja
que constituye un espacio exclusivo de los adultos y que no tiene que ver con la crianza de los hijos, ni
con la mantención de la casa. La pareja existe en torno a la comunicación de ellos como pololos, En
general, la familia se define como el grupo social básico, creado por los vínculos del matrimonio o
parentesco que se encuentra y es considerada por muchos como base de la sociedad. Durante un
prolongado periodo la sociedad estuvo formada por un conjunto de familias que cumplía con la mayoría
de las funciones sociales, inclusive las políticas, las religiosas y las económicas. Actualmente, la familia
sigue cumpliendo funciones sociales importantes. En todas las culturas la familia se encarga de la
socialización primaria de los nuevos miembros, de la satisfacción de las necesidades básicas de sus
integrantes. Entre ellas esta la comunicación y el dialogo que representan un carácter importante para el
buen funcionamiento de esta.

2.3 La unidad familiar y armonia


La seguridad, confianza, amabilidad y cortesía que inculquen en sus hijos les ayudarán a relacionarse
mejor con otras personas.
Propicien un ambiente cordial de comunicación y afecto en la casa, en el cual se eviten las agresiones y
se estimulen el respeto y la cortesía en el trato con toda persona, y en especial la consideración y el
cariño a la gente mayor.
Los niños son muy sensibles a las orientaciones de sus padres a propósito de las consideraciones
especiales que hay que tener con la gente mayor y con quienes lo necesitan. Si a esta edad aprenden a
colaborar y a ayudar, desarrollan su generosidad y su espíritu de cooperación.
Con los más pequeños el aprendizaje de la cortesía se inicia enseñándolos a saludar con amabilidad a
las personas con quienes conviven. Explíquenles que a todos nos gusta ser tomados en cuenta y que,
así como dan los buenos días a sus padres y hermanos, saluden a sus maestros, compañeros y a las
otras personas con quienes pasan parte de su vida o les ofrecen algún servicio.
También a temprana edad se forman los hábitos de gratitud hacia las personas que los cuidan y los
quieren; se aprende a pedir las cosas por favor, de buen modo, y a dar siempre las gracias cuando se
recibe algo.
Hay que enseñarles a no molestar a las personas ni a burlarse de ellas con apodos o con bromas
pesadas.

Ustedes pueden enseñarles, con su ejemplo, a no discriminar ni excluir a ninguna persona por razones
de apariencia, edad, sexo, raza, religión, condición económica, forma de pensar o discapacidad.
Las actitudes corteses son testimonio de consideración, respeto y aprecio por los otros. La cortesía no
significa estar en situación de inferioridad. A cualquier edad el trato cortés facilita la convivencia y las
buenas relaciones entre todas las personas. Dado que les ayuda a moldearse una personalidad amable,
la cortesía es parte esencial de la educación de sus hijas e hijos.
La mejor manera de contribuir al desarrollo sano y feliz de los niños es ofrecerles un ambiente familiar
seguro donde se les quiera y se etimulen su desarrollo, su aprendizaje y su gusto por la vida.
Es mucho lo que se puede hacer para lograr que el tiempo de convivencia familiar ofrezca a los niños y
jóvenes la tranquilidad necesaria para que comprendan el sentido de sus esfuerzos en la escuela y en la
casa, y para que los lleven a cabo con gusto y responsabilidad.
A la mayoría de las madres y de los padres les preocupa lo que hacen sus hijos en el tiempo libre. Los
niños deben aprender a aprovecharlo de manera constructiva, para evitar en todo lo posible los riesgos
que pueden presentarse, como son el aburrimiento, los accidentes, la vagancia, la delincuencia y la
drogadiccion.
El tiempo libre no es un vacío, tiene sentido y valor en la medida en que no está determinado por la
obligación, sino por el disfrute y los gustos personales. Para que las energías creativas de las niñas y de
los niños no se desperdicien ni tomen formas destructivas, los padres deben ser sensibles y detectar los
intereses de sus hijos para favorecer un clima propicio en el que puedan desarrollarse.
Es esencial compartir con ellos lo que a ustedes les gusta. Comuniquen a sus hijos sus ideas sobre lo
que consideran importante, bello o que está bien hecho. Es necesario que ustedes transmitan sus
emociones ante un objeto, una situación, un pensamiento o cualquier estilo que provoca su valoración.
Así, enséñenlos a apreciar lo que ustedes consideran bello, valioso o importante, como el orden en la
casa, el trabajo, la manera de poner la mesa o de cultivar una planta, la contemplación de paisajes y de
obras de arte, el deporte, la familia, las amistades, la ayuda a los demás, y todo lo que ustedes
consideren que vale la pena.

2.4 La familia en las etapas dedesarrollo de la persona (niño, adolescente y adulto)


1. La etapa pre-natal
2. La Infancia
3. La Niñez
4. La Adolescencia
5. La juventud
6. La adultez
7. La ancianidad

El desarrollo y, en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de sucesivas etapas que
tienen características muy especiales. Cada una de ellas se funde gradualmente en la etapa siguiente.
Sin embargo, no hay un acuerdo unánime para determinar cuántas y cuáles son esas etapas. Tampoco
se puede decir cuándo comienza exactamente y cuándo termina cada etapa, pues en el desarrollo
influyen diversos factores individuales, sociales y culturales. Por eso se dice que cada ser humano tiene
su propio ritmo de desarrollo.

En general, se considera que las etapas del desarrollo humano son las siguientes:
1. Pre-natal
2. Infancia
3. Niñez
4. Adolescencia
5. Juventud
6. Adultez
7. Ancianidad

La etapa pre-natal
Se desarrolla en el vientre materno, desde la concepción del nuevo ser hasta su nacimiento. Pasa por
tres periodos:
• Periodo zigótico: Se inicia en el momento de la concepción, cuando el espermatozoide fecunda al
óvulo y se forma el huevo o zigoto. Este comienza entonces a dividirse y subdividirse en células y
aumenta de tamaño hasta formar el embrión, que al final de la segunda semana se arraiga en el útero.
• Periodo embrionario: Dura unas 6 semanas, en las cuales el embrión se divide en tres capas que
se van diferenciando hasta formar el esbozo de los diversos sistemas y aparatos corporales.
• Periodo fetal: Es la culminación del embrión. El feto ya tiene la definida forma de un ser humano,
que después de desarrollarse aceleradamente durante 7 meses, abandona el claustro materno en el
acto del nacimiento.
Hoy en día se da mucha importancia a esta etapa, puesto que se ha comprobado que precedentemente
al nacimiento hay formas de actividad. La madre, con sus situaciones psicoafectivas troquela en el feto
su propia urdiembre. Por medio de ella llegan al niño los primeros mensajes de la vida. Recepta la
alegría o la contrariedad del padre, el alborozo o fastidio de sus hermanitos, las angustias y
satisfacciones de la madre...
Esta etapa es la materia prima de las demás. Se está gestando ya el futuro de su personalidad. Todo lo
que pasa dentro y fuera de su fuente vital deja huella en su ser.
A partir de los tres meses la personita responde a los estímulos internos y desde los seis meses a los
externos. Hay, pues, formas de sensación y actividad.
Se puede suponer un psíquico elemental, difuso, con un estado indistinto de sueño, con variaciones
afectivas de malestar y bienestar.

La Infancia
Es la etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete años.
Desarrollo físico y motor: El neonato pesa normalmente entre 2.5 a 3 kgs y tiene una estatura promedio
de 0.50 m. Tiene una cabeza desproporcionada en relación con su cuerpo y duerme la mayor parte del
tiempo. Pero no es un ser completamente pasivo ya que gradualmente va reaccionando a la variedad e
intensidad de los estímulos de su nuevo ambiente.
- Aparecen los primeros actos reflejos:
i. Succión del pecho materno
ii. Contracción pupilar.
iii. Reacción ante sonidos fuertes y ante diversos sabores.
- Realiza movimientos espontáneos e indiferenciados:
i. Agita y retuerce su cuerpo
ii. Mueve los brazos y piernas (pedalea)
- Reacciones emocionales indiscriminadas de agitación y excitación que acompañan a los
movimientos espontáneos y que se producen ante estímulos agradables o desagradables.
- En el desarrollo motor observamos lo siguiente:
• A las 15 semanas: Puede coger un objeto perfectamente.
• A las 25 semanas: Se sienta solo.
• A las 45 semanas: Gatea
• A los 15 meses: Ya camina solo.
• A los 2 años: Sube las escaleras solo.
• A los 3 años: Corre de una manera más uniforme, puede lavarse y secarse las manos
solo, alimentarse con una cuchara sin ensuciar demasiado, ir al baño, responder a instrucciones.
Desarrollo cognoscitivo: Según Piaget, el infante, hasta los 6 o 7 años, pasa por los siguientes periodos
de desarrollo de la inteligencia:
1. Periodo de inteligencia senso – motora: El infante se interesa en ejercitar sus órganos sensoriales,
sus movimientos y su lenguaje que le van permitiendo el ir afrontando determinados problemas. Así,
entre los 5 y 9 meses, el bebé moverá su sonaja para escuchar el ruido.
2. Periodo de la inteligencia concreta:
A. Fase del pensamiento simbólico (2 – 4 años) Aquí el niño lleva a cabo sus primeros tentativos
relativamente desorganizados e inciertos de tomar contacto con el mundo nuevo y desconocido de los
símbolos. Comienza la adquisición sistemática del lenguaje gracias a la aparición de una función
simbólica que se manifiesta también en los juegos imaginativos. Por ejemplo, el niño que le regalaron
una pelota grande y de colores que está colocada como un adorno. Sus hermanos salen a jugar (sin
llevar la pelota de siempre, sucia y pequeña) y le dicen al niño que traiga la pelota; él llevará la que está
de adorno porque para él no hay más pelota que la que le regalaron.
B. Fase del pensamiento intuitivo (4 – 7 años) Se basa en los datos perceptivos. Así dos vasos llenos de
la misma cantidad de bolitas, el niño dirá que hay más en el vaso largo. En este periodo el desarrollo del
niño va consiguiendo estabilidad poco a poco, esto lo consigue creando una estructura llamada
agrupación. El niño comienza a razonar y a realizar operaciones lógicas de modo concreto y sobre
cosas manipulables. Encuentra caminos diversos para llegar al mismo punto (sabe armar
rompecabezas).
En la infancia se produce el egocentrismo, es decir, todo gira entorno al “yo” del infante y es incapaz de
distinguir entre su propio punto de vista y el de los demás. También en este periodo predomina el juego
y la fantasía, por lo que el infante gusta de cuentos, fábulas y leyendas. Mediante su exaltada fantasía
dota de vida a los objetos y se crea un mundo psicológico especial. Desarrollo afectivo, sexual y social:
Se distinguen tres fases:
Fase oral: El niño nace preparado a conservar la vida mamando, y mientras se nutre tiene las primeras
relaciones con los demás, creando de este modo un nexo entre afecto y nutrición y entre necesidad de
los otros y actividad oral. El niño llevará – para experimentar y comunicar con los demás: todo a la boca,
(siente placer).
La relación oral incluye la comunicación a través del tacto, el olor, la posición del cuerpo, el calor, los
nexos visuales, el rostro de la madre, etc.
Esta etapa se supera, pero siempre nos quedan rezagos tales como mascar chicle, fumar, llevar objetos
a la boca.
Hay casos en que no se supera esta etapa, entonces tenemos el carácter oral como el sujeto totalmente
dependiente e inseguro.
Fase anal: Se denomina así porque el niño ya comienza a controlar sus esfínteres y obtiene un placer
reteniendo los movimientos intestinales que estimulaban la mucosa anal.
Hay que tener en cuenta que el efectivo control de la defecación se alcanza sólo luego que ha sido
posible el control muscular a través de la maduración de los rasgos nerviosos de la médula espinal. Por
tanto una educación prematura a la limpieza lleva a fijar a la persona en el carácter anal; por ejemplo: El
avaro. El coleccionar objetos es un rezago de analidad.
Fase elíptica: El infante desarrolla un intenso amor por el progenitor del sexo opuesto. El niño se apega
a la madre y la niña al padre.
El niño es posesivo, de aquí que el padre es sentido un intruso y un rival (complejo de edipo). En esta
rivalidad frente al padre, el niño teme ser destruido por el padre (complejo de castración). Al mismo
tiempo nace una angustia en el niño o por el temor confirmado de poder ser destruido por el padre o por
su hostilidad frente a un padre que, pese a todo, lo quiere (sentimiento de culpa). Finalmente el niño
descubre que para llegar a poseer a su madre tiene que llegar a ser todo un hombre como su padre
(principio de identificación). Aquí es cuando el niño comienza a interiorizar las normas de los padres
conformándose el “super yo”. Analógicamente se llega a la identificación de la niña con su madre.
La mayoría de los problemas en las etapas posteriores tienen su origen en un Edipo no resuelto. Son
manifestaciones de una fijación en esta etapa cuando hay falta de identificación con su propio sexo.
Concluimos afirmando que, en esta etapa, el niño aprende a ser varón y la niña a ser mujer.

La Niñez
Se sitúa entre los 6 y 12 años. Corresponde al ingreso del niño a la escuela, acontecimiento que
significa la convivencia con seres de su misma edad. Se denomina también “periodo de la latencia”,
porque está caracterizada por una especie de reposo de los impulsos institucionales para concentrarnos
en la conqista de la socialidad.
Las socializad que comienza a desarrollar es “egocéntrica”: “Todo sale de mí y vuelve a mí”, “Te doy
para que me des”. Sus mejores amigos son los que le hacen jugar, le invitan al cine o un helado”.
El niño, al entrar en la escuela da pie al desarrollo de sus funciones cognoscitivas, afectivas y sociales.
F. Cognoscitivas: El niño desarrolla la percepción, la memoria, razonamiento, etc.
F. Afectivas: En cuanto que el niño sale del ambiente familiar donde es el centro del cariño de todos para
ir a otro ambiente donde es un número en la masa; donde aprende y desarrolla el sentimiento del deber,
respeto al derecho ajeno amor propio, estima de sí, etc.
F. Social: La escuela contribuye a extender las relaciones sociales que son más incidentes sobre la
personalidad.
Características principales en esta etapa:
- Aprende a no exteriorizar todo, aflora, entonces, la interioridad.
- Son tremendamente imitativos, de aquí que necesiten el buen ejemplo de sus padres.
- El niño se vuelve más objetivo y es capaz de ver la realidad tal como es.
- Suma, resta, multiplica y divide cosas, no números.
- Adquiere un comportamiento más firme sobre sus realidades emocionales.

La Adolescencia
Es la etapa en que el individuo deja de ser un niño, pero sin haber alcanzado aún la madurez del adulto.
Sin embargo, es un tránsito complicado y difícil que normalmente debe superar para llegar a la edad
adulta. Se considera que la adolescencia se inicia aproximadamente a los 12 años promedio, en las
mujeres y a los 13 años en los varones. Este es el momento en que aparece el periodo de la pubertad,
que cambia al individuo con respecto a lo que hasta entonces era su niñez.
En la adolescencia se distinguen dos etapas:
1) Pre-adolescencia (fenómeno de la pubertad)
2) Adolescencia propiamente dicha.
1. La Preadolescencia:
- Desarrollo físico: Se produce una intensa actividad hormonal. Se inicia a los 11 o 12 años en las
mujeres y a los 13 o 14 años en los varones. En las mujeres aparece la primera menstruación y en los
varones la primera eyaculación; pero en ambos todavía sin aptitud para la procreación. En ambos sexos
aparece el vello púbico.
Se da también un rápido aumento de estatura, incremento en el peso, aparición de caracteres sexuales
secundarios; en las mujeres: senos, caderas, etc. En los varones: Mayor desarrollo muscular, fuerza
física, aumenta el ancho de la espalda, cambio de voz, pilosidad en el rostro, etc.
- Desarrollo cognoscitivo:
i. No confunde lo real con lo imaginario y por tanto puede imaginar lo que podría ser.
ii. Usa con mayor facilidad los procedimientos lógicos: análisis, síntesis… Descubre el juego del
pensamiento.
iii. Desarrollo su espíritu crítico.
iv. Discute para probar su capacidad y la seguridad del adulto.
v. En ocasiones es fantasioso, pero con poca frecuencia. Hay una proyección de sí en el porvenir;
pero también a veces evade lo real.
- Desarrollo tendencial:
i. Tiene necesidad de seguridad pero a la vez una necesidad de independencia de sus padres.
ii. Esto hace que despierte la necesidad de libertad, de ser independiente y libre; para ello emplea
la desobediencia como una necesidad.
- Desarrollo afectivo:
i. Gran intensidad de emociones y sentimientos.
ii. Hay desproporción entre el sentimiento y su expresión.
iii. Las manifestaciones externas son poco controladas y se traducen en tics nerviosos, muecas,
refunfuños, gestos bruscos, gritos extemporáneos.
iv. Pasa con facilidad de la agresividad a la timidez.
- Desarrollo social:
i. Creciente emancipación de los padres.
ii. Busca la independencia pero a la vez busca protección en ellos.
iii. Se da mutua falta de comprensión (con sus padres)
iv. Tiene necesidad de valorarse, de afirmarse, de afiliación y de sentirse aceptado y reconocido por
los de su entorno.
v. Su principal interés son las diversiones, el deporte, etc.
- Desarrollo sexual:
i. Tendencia a la separación entre chicos y chicas.
ii. Gran curiosidad por todo lo relacionado con la sexualidad
- Desarrollo social:
i. Va pasando de la heteronomía a la autonomía.
ii. Aquí influye mucho la moral de la familia como testimonio. Así el adolescente será capaz de:
• Fijar metas y objetivos propios.
• Organizar su actividad en conformidad con sus proyectos.
• Organizar mejor y eficientemente su tiempo libre.
- Desarrollo religioso:
El desarrollo religioso puede ser problemático cuando:
• Los padres no dan testimonio, usan la religión como disciplina y no son estables.
• Cuando el muchacho encuentra serias dificultades en el ramo de la sexualidad.
• Cuando la religión, en el ambiente social, es considerado como “cosa de mujeres”, “pueril”.
• Cuando la catequesis recibida en la infancia ha sido formalista y separada de la vida.
De lo contrario el desarrollo religioso es satisfactorio.
2. La Adolescencia propiamente dicha:
- Desarrollo Cognoscitivo: La adolescencia es la etapa donde madura el pensamiento lógico
formal. Así su pensamiento es más objetivo y racional. El adolescente empieza a pensar abstrayendo de
las circunstancias presentes, y a elaborar teorías de todas las cosas. Es capaz de raciocinar de un modo
hipotético deductivo, es decir, a partir de hipótesis gratuitas y, procediendo únicamente por al fuerza del
mismo raciocinio, llegar a conclusiones que pueden contradecir los datos de la experiencia.
La adolescencia es también la edad de la fantasía, sueña con los ojos abiertos ya que el mundo real no
ofrece bastante campo ni proporciona suficiente materia a las desmedidas apetencias de sentir y así se
refugia en u mundo fantasmagórico donde se mueve a sus anchas.
Es también la edad de los ideales. El ideal es un sistema de valores al cual tiende por su
extraordinaria importancia. El adolescente descubre estos valores y trata de conquistarlos para sí y para
los demás. Aunque este hecho no afecta a todos los adolescentes. Depende de la formación recibida.
- Desarrollo motivacional: Según Schneiders , en el adolescente sobresalen los siguientes motivos:
• Necesidad de seguridad: Se funda en un sentimiento de certeza en el mundo interno (estima de
sí, de sus habilidades, de su valor intrínseco, de su equilibrio emocional, de su integridad física) y
externo (económica, su statuts en la familia y en el grupo). El adolescente puede sufrir inseguridad por
los cambios fisiológicos, la incoherencia emotiva o por la falta de confianza en los propios juicios y
decisiones.
• Necesidad de independencia: Más que una existencia separada y suficiencia económica,
significa, sobre todo, independencia emocional, intelectual, volitiva y libertad de acción. Se trata de una
afirmación de sí.
• Necesidad de experiencia: Fruto del desarrollo y la maduración que en todos sus aspectos son
dependientes de la experiencia. Este deseo de experiencia se manifiesta claramente en las actividades
“vicarias” (TV, radio, conversación, cine, lecturas, juegos, deportes). Por esto mismo se meten en
actividades poco recomendables: alcohol, drogas, etc.
• Necesidad de integración ( de identidad): Que es un deseo inviolable y de valor personal.
• Necesidad de afecto: Sentir y demostrar ternura, admiración, aprobación).
- Desarrollo afectivo: Es difícil establecer si la adolescencia es o no un periodo de mayor
inestabilidad emotiva . Pero nada impide reconocer la riqueza emotiva de la vida del adolescente y su
originalidad.
La sensibilidad avanza en intensidad, amplitud y profundidad. Mil cosas hay ante las que ayer
permanecía indiferente y, hoy, patentizará su afectividad. Las circunstancias del adolescente, como la
dependencia de la escuela, del hogar, le obligan a rechazar hacia el interior las emociones que le
dominan. De ahí la viveza de su sensibilidad: al menor reproche se le verá frecuentemente rebelde,
colérico. Por el contrario, una manifestación de simpatía, un cumplido que recibe, le pondrán radiante,
entusiasmado, gozoso. El adolescente es variado en su humor.
- Desarrollo social: Tanto el desarrollo cognoscitivo, como el motivacional y afectivo agilizan el
proceso de socialización. El adolescente tiene en su comportamiento social algunas tendencias que
conviene reseñar:
• A medida que crece, son mayores y más variadas sus experiencias sociales.
• Este mayor contacto con la sociedad favorece un conocimiento más real de la sociedad.
• Mayor conciencia de los demás, así como una progresiva conciencia de pertenencia a una clase
social
• Otras tendencias importantes son la madurez de la adaptación heterosexual, la búsqueda de
status en el grupo de compañeros de la misma edad y la emancipación de la familia.
En este proceso de socialización encontramos en el adolescente una serie de oscilaciones tales como:
• Oscilación entre excitación y depresión: trabajo y ocio, buen humor y llanto.
• Oscilación entre sociabilidad e insociabilidad: delicados e hirientes, tratables e intratables.
• Oscilaciones entre confianza y desconfianza de sí mismos.
• Oscilaciones entre vida heroica y sensualidad.
En esta época aparecen rivalidades y luchas para obtener el poder y ejercerlo sobre lso demás. Prueba
sus fuerzas físicas y así se convierte en agresivo, lo que se manifiesta con ciertos actos exteriores (se
golpean unos a otros), palabras agresivas (se insultan), manifestaciones reprimidas y ocultas,
agresividad contra sí mismos, agresividad contra las cosas.
La situación del adolescente frente a la familia es ambivalente: Por una parte está la emancipación
progresiva de la familia, lo que implica un riesgo; y por otra, el adolescente percibe que su familia es
fuente de seguridad y ayuda, con miedo a perderla.
Esta situación puede o no ser conflictiva. Depende cómo los hijos son educados. Será entonces,
conflictiva:
- Por las relaciones personales precedentes defectuosas.
- Por el sentido de inutilidad por parte de los padres.
- Por sobreprotección parental o por abandono.
- Por dudas de parte de los padres en torno a la responsabilidad de sus hijos.
- Por el fenómeno de la constancia perceptiva, a través de la cual a los hijos se les ve siempre
“niños”.
- Por las frustraciones de los padres proyectadas a sus hijos que llevan a una identificación a la
inversa y a una mala interpretación.
- Los padres afrontan los problemas de hoy en contexto de ayer.
- Por el hecho de que los padres son adultos y representan a la clase privilegiada, que niega al
adolescente el “status” del mismo género.
- Por el “conflicto de generaciones” debido a los contrastes que pueden surgir por la diferencia de
edad entre dos generaciones.
Una línea de solución está en la comprensión, en un gradual proceso decisional comunitario. Durante la
adolescencia, la escuela favorece la reorganización de la personalidad sobre la base de la
independencia. La escuela facilita:
- La emancipación de los padres
- Un status autónomo fundado sobre su propia acción.
- La constitución de grupos
- Una mayor independencia volitiva al tratar con los adultos.
Pero también la escuela puede presentar los siguientes obstáculos:
- Puede desatender problemas vitales (si se limita a lo intelectual)
- Ignora al estudiante como individuo (sólo exige rendimiento)
- Prolonga las relaciones adulto – niño.
- Algunas escuelas son el campo de batalla de contiendas ideológicas y políticas.
Hemos de ver también las relaciones entre adolescentes: La amistad entre adolescentes se caracteriza
por la sinceridad, el altruismo , la delicadeza. Se precian de tener los mismos gustos y opiniones, se
imitan, se tienen mutua confianza, se quieren con exclusividad, se sacrifican unos por otros.
Entre ellos predominan los grupos primarios, se reúnen con frecuencia, participan de las mismas
diversiones, peligros y emociones. El grupo proporciona a los adolescentes bienes diversos:
- Les da sentimiento de seguridad, protección y solidaridad.
- Facilita las amistades
- Es una escuela de formación social
- Ayuda a emanciparse de sus padres
- Reduce el conjunto de frustraciones.
- Desarrollo sexual: La sexualidad del adolescente no es sólo un fenómeno psico - fisiológico, sino
también socio – cultural. Los valores, costumbres y controles sexuales de la sociedad en que vive el
adolescente determinan en gran parte su actitud y comportamiento psicosexual.
Todos los adolescentes en un momento dado se preocupan más o menos de su desarrollo sexual pero
de ello no hablan espontáneamente sino en un clima de gran confianza. La tensión sexual que tiene todo
adolescente es el resultado de tres tipos de estimulantes que operan de forma compleja: La acción de
mundo exterior, la influencia de la vida psíquica y la acción del organismo.
En la adolescencia comienzas las primeras atracciones heterosexuales, la chica es más corazón
y el chico es más cuerpo. La chica es más exhibicionista que el chico.
- Desarrollo moral: La moral para los adolescentes no es una exposición de principios, ni un conjunto de
convenciones sociales; es, ante todo, un comprometer todo su ser a la búsqueda de la imagen ideal de
sí mismo, donde pone a prueba la fuerza de la voluntad, la solidez de las posibilidades y cualidades
personales. Hay algunos valores morales que ellos prefieren por ser más brillantes, más nobles y porque
exigen un don de sí más absoluto.
- El sentido del honor: sentimiento de la nobleza y de la dignidad del hombre frente al hombre.
- La sinceridad, signo de una personalidad que se afirma.
- La valentía, motor de muchos actos.
- La lealtad.
- Desarrollo religioso: En la adolescencia se pone en movimiento exigencias particulares como el
encuadramiento del propio yo en un mundo que tiene un sentido absoluto; estas exigencias hallan
respuesta sólo en una específica dimensión religiosa. En esta edad, lo trascendente son afirmados como
tales. Sin duda que para esto influye la educación dada por los padres, la ecuación de la escuela y el
medio ambiente.
El grupo de compromiso en la fe ahonda la religiosidad del adolescente y lo abre a los demás.

La juventud
Es la etapa comprendida aproximadamente de los 18 a los 25 años. Es la etapa en la que el individuo se
encuentra más tranquilo con respecto a lo que fue su adolescencia, aunque todavía no ha llegado al
equilibrio de la adultez. El joven es capaz de orientar su vida y de ir llegando a la progresiva integración
de todos los aspectos de su personalidad.
En el campo del conocimiento: El joven es más reflexivo y más analítico. Es la mejor época para el
aprendizaje intelectual, porque el pensamiento ha logrado frenar cada vez más los excesos de la
fantasía y es capaz de dirigirse más objetivamente a la realidad. Tiene ideas e iniciativas propias, pero
no deja de ser un idealista; sus ideales comienzan a clarificarse. De ahí nace el deseo de
comprometerse.
En el aspecto moral: Los valores empiezan a tener jerarquía en la que predomina la justicia y es capaz
de distinguir lo prioritario y lo urgente. Rechaza la imposición, no con agresividad sino con una sana
rebeldía. Asume una conciencia propia de sus actos y les da el valor moral que les corresponde.
Su desarrollo puede desembocar en la autonomía y entonces sabrá integrar a sus convicciones
personales los valores presentados por la sociedad, la religión, el grupo y el ambiente de trabajo o de
estudio.
Pero también puede desembocar en la dependencia, entonces será arrastrado por lo que los otros, será
como un barco sin anclas en el que las olas le harán bailar hasta que la primera tempestad le haga
naufragar.
Nace en el joven el concepto de bien y de mal.
En el ámbito vocacional: Es el momento en el que el joven se orienta hacia una profesión, hacia el
mundo del trabajo, todo se concretiza en el PROYECTO DE LA EXISTENCIA. Ese proyecto es el
conjunto de valores en el que el joven crece, le da una orientación a la propia vida y lo orienta
dinámicamente hacia el futuro.
Puede el joven desviarse escogiendo un proyecto consumístico, egocéntrico; un proyecto válido ha de
tener en cuenta el hecho fundamental de la existencia, las convicciones religiosas, el compromiso…
Todo esto supone una opción inteligente y libre. En esa medida será una opción que responda al hecho
fundamental de la existencia: “ser para el otro” será una opción de amor.
En la vida afectiva y sexual: Mirando hacia atrás, un joven se ríe de sus fracasos sentimentales, porque
empieza a descubrir lo que es realmente el amor. El joven varón, luego de sentirse atraído por el físico
de las chicas y por las chicas que llenaban determinadas cualidades, ahora necesita amar a una sola
persona con quien proyectar posteriormente una comunidad de vida.
La joven deja de soñar en su príncipe azul, para aceptar un muchacho como es, e iniciar un diálogo de
amor auténtico.
El amor ya no es para él o para ella un simple pasatiempo, una necesidad social, un escape, una
compensación, sino un compromiso serio y respetuoso con la persona a quien ama. Todo esto implica
que el joven es ya dueño de sí, controla sus impulsos y así se desempeña oportunamente.
Su socialización: Frente a los demás, el joven actúa responsablemente, es decir, haciendo uso de su
libertad es capaz de responder de cada uno de sus actos, de tener conciencia de lo que dice y hace en
orden a la realización del proyecto de vida. Esto significa que el joven:
1. Asume la vida como tarea
2. Es consciente de su solidaridad con los demás
3. Está convencido que su vida es para los demás
4. Está abierto a nuevas responsabilidades
El joven va concluyendo la emancipación de la familia mientras que se abre cada vez más a múltiples
relaciones sociales. Descubre las ideologías y se orienta por un ideario político, pero también entra en
conflicto ante diversas pretensiones totalizantes que lo llevan a relativizar todo (para él vale tanto Julio
César, como Mao, Jesucristo o Mahoma). Otro peligro es caer en la politiquería.
Desarrollo religioso del joven: En el joven se verifican profundas transformaciones en el pensamiento
religioso. Así, el joven fundamenta críticamente la religión con mayor base motivacional, pero también
puede acentuar su crítica sobre determinadas formas institucionales que se oponen al ideal de un
pueblo de Dios en marcha.
Para algunos jóvenes la visión religiosa del hombre y del mundo puede servir de soporte a la autonomía
moral. A las antiguas motivaciones de origen parental (es malo porque está prohibido por los padres) o
de rigen social (es malo porque está prohibido por el grupo o la sociedad) se sustituye la mueva
motivación racional y religiosa (es malo porque está contra el orden establecido por Dios para la
realización del hombre).
En esta época se presentan las dudas religiosas. Aquí hemos de distinguir entre una duda positiva y otra
negativa. La duda positiva es de la persona que busca una más grande verdad, desarrollando una
función de ulterior maduración. La duda negativa, en cambio, es síntoma de una personalidad religiosa
en crisis fruto de un pasado religioso harto de dificultades.
El joven al ingresar a la universidad o a un centro de estudios superiores, se encuentra con una serie de
ideologías que pretenden dar una explicación exhaustiva del hombre y del mundo. Frente a este
fenómeno el peligro es el de querer relativizar todo.

La adultez
Es la etapa comprendida entre los 25 a los 60 años aproximadamente, aunque como es sabido, su
comienzo y su término dependen de muchos factores personales y ambientales.
En esta etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y
psíquico. Su personalidad y su carácter se presentan relativamente firmes y seguros, con todas las
diferencias individuales que pueden darse en la realidad.
Así, hay adultos de firme y segura personalidad capaces de una conducta eficaz en su desempeño en la
vida; hay otros de una personalidad no tan firme ni segura; finalmente existen los que adolecen de una
pobre y deficiente manera de ser (personalidad) que los lleva a comportamientos ineficaces y hasta
anormales.
El adulto maduro se distingue por las siguientes características:
- Controla adecuadamente su vida emocional, lo que le permite afrontar los problemas con mayor
serenidad y seguridad que en las etapas anteriores.
- Se adapta por completo a la vida social y cultural. Forma su propia familia. Ejerce plenamente su
actividad profesional, cívica y cultural. Es la etapa de mayor rendimiento en la actividad.
- Es capaz de reconocer y valorar sus propias posibilidades y limitaciones. Esto lo hace sentirse
con capacidad para realizar unas cosas e incapaz para otras. Condición básica para una conducta
eficaz.
- Normalmente tiene una percepción correcta de la realidad (objetividad), lo cual lo capacita para
comportarse con mayor eficacia y sentido de responsabilidad.
El adulto inmaduro presenta características completamente opuestas:
- Es contradictorio en su comportamiento (incoherente) y no controla sus reacciones emocionales.
- No percibe la realidad tal como ésta es (falta de objetividad).
- Menos consciente, responsable y tolerante (falla en el trabajo)
- No se adapta adecuadamente a la vida social (inadaptado)

La ancianidad
La etapa final de la vida, conocida también como tercera edad, se inicia aproximadamente a los 60 años.
Se caracteriza por una creciente disminución de las fuerzas físicas, lo que, a su vez, ocasiona en la
mayoría una sensible y progresiva baja de las cualidades de su actividad mental.
La declinación biológica se manifiesta por una creciente disminución de las capacidades sensoriales y
motrices y de la fuerza física; las crecientes dificultades circulatorias, ocasionadas por el endurecimiento
de las arterias; y en general, el progresivo deterioro del funcionamiento de los diversos órganos internos.
El anciano va perdiendo el interés por las cosas de la vida, y viviendo cada vez más en función del
pasado, el mismo que evoca constantemente, ya que el presente y el futuro le ofrecen pocas
perspectivas. Por eso es predominantemente conservador y opuesto a los cambios, pues así se siente
seguro.
Como consecuencia de la declinación biológica, y por factores ambientales, también se van deteriorando
las funciones intelectuales (inteligencia, memoria, pensamiento, etc). Pero este deterioro es muy distinto
en las diversas personas, dándose el caso de ancianos de avanzada edad que se conservan en
excelente forma.
Los rasgos de la personalidad y del carácter se van modificando. Los ancianos que han tenido una
adultez inmadura no saben adaptarse con facilidad a sus nuevas condiciones de vida. Manifiestan
entonces una marcada tendencia a la desconfianza, el egoísmo, la crítica aguda (especialmente a los
jóvenes) y reaccionan agriamente contra sus familiares y el ambiente social.
En cambio, otros ancianos, que fueron adultos maduros, se adaptan mejor a su nueva situación y
muchos hasta parecen exagerar el optimismo, buen humor y generosidad. Esto se deba a que, en el
fondo, en la vejez se acentúan los rasgos que distinguieron el carácter en la adultez, por lo mismo que el
individuo ya no es capaz de ejercer un completo control y dominio de sus manifestaciones psicológicas.
En los individuos especialmente dotados, la ancianidad es una etapa de gran comprensión, equilibrio y
productividad. Tal es el caso de personalidades ilustres que siguieron contribuyendo activamente a la
vida social y cultural de su época cuando ya la mayor parte de sus coetáneos descansaban en sus
cuarteles de invierno.
La ancianidad es la etapa final de la vida y de be merecer el más grande respeto, consideración y
protección.

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