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Abdomen agudo en

paciente geriátrico.
Universidad Autónoma de Durango

Geriatria.

Aaron Ceniceros Valdez.

10º “B
Introducción
Capítulo I……… Dolor abdominal agudo.
a) Definición.
b) Bases anatomofisiologicas.
c) Tipos de estímulos dolorosos.

Capítulo II……….Tipos de dolor abdominal.

Capítulo III…………………Causas de dolor


abdominal agudo.

Capítulo IV……………….. Causas


intrabdominales de dolor de abdomen
agudo.

Capítulo V………………… Causas


extrabdominales de dolor de abdomen
agudo.

Dolor abdominal agudo


Definición.
El dolor se define como una experiencia localizada y
desagradable que refleja la existencia de un daño
tisular presente o inmediato.
El término dolor abdominal agudo (DAA) se aplica a
aquellos pacientes que presentan dolor abdominal de
comienzo gradual o súbito, sin una causa conocida en
el momento de su evaluación.

Receptores del dolor.


En el abdomen existe una serie de terminaciones libres
o receptores del dolor situados específicamente tanto
en el músculo liso de las vísceras huecas (vesícula y
vías biliares, intestino, vejiga y uréteres), como en la
cápsula de algunas vísceras sólidas (hígado, bazo y
riñones), el peritoneo parietal y el mesenterio. Estos
receptores responden tanto a estímulos mecánicos,
como químicos.

Los receptores existentes en la mucosa de las vísceras


huecas únicamente responden a estímulos químicos.
Otras estructuras como el peritoneo visceral ò el
epiplón, carecen de receptores, lo que explica la
insensibilidad de estas estructuras.

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Tipos de estímulos dolorosos.
Distención o estiramiento.

Representa el principal mecanismo implicado en la


nocicepción visceral. Puede tratarse de la distensión
de una víscera hueca, como ocurre en el cólico hepático
o renal o de la contracción vigorosa del músculo liso,
tal como sucede en la obstrucción intestinal.

Finalmente puede tratarse del estiramiento o tracción


del peritoneo o la distensión de las cápsulas que
envuelven las vísceras sólidas.

Inflamación e isquemia.

Tanto la inflamación como la isquemia pueden


producir dolor abdominal por diversos mecanismos.
Estos incluyen la liberación de mediadores como
serotonina, bradiquinina, histamina, sustancia P y
prostaglandinas que actúan directamente sobre el
sistema nociceptivo, así como cambios en la
temperatura y pH que se asocian al metabolismo
anaerobio en el caso de la isquemia. A su vez, ambos
fenómenos son capaces de disminuir el umbral del
dolor aumentando la intensidad de percepción.

Factores que modifican el umbral del dolor.


Disminuye el umbral Aumentan el umbral
del dolor. del dolor.

Ansiedad Demencia

Depresión Somnolencia

Dolor recidivante Concentración

Inflamación Estimulación simpática

Isquemia

Base neurológica del dolor abdominal.


En presencia de un estímulo adecuado se produce la
activación de las terminaciones libres específicas
(receptores del dolor) que forman parte de lo que se
denomina “primera neurona”. Su cuerpo celular se sitúa
en los ganglios de las raíces dorsales existentes en los
agujeros vertebrales.
La señal generada se transmite hasta la “segunda
neurona” situada en el asta posterior medular, cuyo axón
cruza al lado opuesto de la médula para constituir el haz
espinotalámico. Este último establece conexión con la
“tercera neurona” a nivel del tálamo.
Desde allí, los axones se proyectan hacia la corteza
somato sensorial permitiendo la percepción del estímulo
y sus características: localización, intensidad y carácter.
El aspecto emocional del dolor ocurre como consecuencia
de las conexiones establecidas entre las neuronas
talámicas, el córtex frontal y el sistema límbico

Tipos de dolor abdominal.


Se describen tres tipos de dolor abdominal: Dolor
visceral, dolor parietal, dolor referido.

Dolor visceral
Su origen se relaciona con la distensión o contracción
violenta de la musculatura de una víscera hueca.
El estímulo se transmite a través de las fibras C que
forman parte de los nervios esplácnicos.
Éstos transmiten impulsos de conducción lenta que
dan lugar a un dolor mal delimitado, de comienzo
gradual e intensidad creciente, denominado
protopático.

La cualidad del dolor es variable y oscila entre un


dolor sordo y urente hasta un dolor cólico.
Es un tipo de dolor que frecuentemente se asocia a
síntomas vegetativos: inquietud, sudoración, palidez,
náuseas y vómitos.
No existen áreas de hiperalgesia ni de contractura
muscular y, debido a que la inervación visceral
alcanza ambos lados de la médula, su localización se
sitúa en la línea media.

Dolor referido.
En ocasiones, el dolor originado en una víscera es
percibido como si procediese de una zona localizada
a distancia del órgano afectado. Aparece cuando el
estímulo visceral es más intenso o bien el umbral
del dolor está disminuido.
Las fibras que conducen los estímulos viscerales
convergen en el asta posterior de la médula junto
con las fibras que conducen los estímulos somáticos.

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El haz espinotalámico proyecta los estímulos de las
estructuras somáticas y viscerales que convergen en
la misma neurona medular.
El cerebro interpreta erróneamente el origen del
estímulo localizado en las estructuras somáticas,
debido a que las señales aferentes de estas
estructuras son recibidas por el cerebro con mayor
frecuencia que las procedentes de las mismas
vísceras.

Dolor parietal.

En este caso el impulso álgido se transmite a través


de fibras A mielínicas, que se hallan integradas en
los nervios somáticos o cerebroespinales. Son de
conducción rápida, poseen pequeños campos de
recepción y producen un impulso doloroso y bien
localizado.
En definitiva, son responsables del denominado dolor
epicrítico, como el que se describe en el punto de
McBurney en un caso de apendicitis aguda avanzada.

Este tipo de dolor se localiza exactamente en la zona


estimulada, agravándose con la tos, la deambulación
y la palpación de la zona afectada.
En todos estos casos es característica la presencia de
hiperalgesia y defensa muscular.

Causas intrabdominales de abdomen agudo.


Estomago Bazo
- Ulcera péptica con - Rotura de bazo.
perforación. - Infarto esplénico.
- Vólvulo gástrico.

Intestino delgado Vías biliares


- Gastroenteritis. - Colangitis.
- Enfermedad inflamatoria - Colecistitis.
intestinal.
- Obstrucción.
- Perforación.
- Isquemia intestinal

Intestino grueso. Páncreas


- Colitis infecciosa. - Pancreatitis.
- Megacolon.
- Diverticulitis.
- Perforación.
- Colitis isquémica.

Hígado Otros.
- Síndrome de budd chiari. - Rotura de aneurisma
- Trombosis portal. aórtico.
- Absceso hepático. - Hematoma de rectos.
- Tumor hepático - Peritonitis bacteriana

Causas extrabdominales de abdomen


agudo.
Torácicas Metabólicas
- Infarto agudo de miocardio. - Insuficiencia suprarrenal.
- Pericarditis. - Hiperparatiroidismo.
- Miocarditis. - Uremia.
- Endocarditis. - Cetoacidosis diabética.
- Neumonía basal. - Porfiria aguda intermitente.
-
-
Neumotórax.
Infarto pulmonar.
- Hiperlipoproteinemia.

- Rotura del esófago.

Hematológicas Neurológicas
- Crisis hemolíticas. - Herpes zoster.
- Leucemia aguda. - Tabes dorsal.
- Hemocromatosis - Epilepsia abdominal

Vertebrales
- Dolor radicular.
- Íleo secundario a fractura
vertebra.

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Abdomen agudo en paciente geriátrico.
Definición.

Se define como un síndrome doloroso, habitualmente severo,


de menos de una semana de evolución y que suele
presentarse con otros signos y síntomas de inflamación
peritoneal, que con frecuencia requiere manejo médico o
quirúrgico de urgencia.

En el anciano la etiología y la presentación son diferentes a


las del adulto joven. En consecuencia, el dolor abdominal
agudo se debe considerar como un signo de alarma en una
persona de edad, así éste sea de menor intensidad o
constituya su única manifestación clínica.

Las características en la presentación del dolor abdominal en


ancianos están relacionadas con el fenómeno de la
inmunosenescencia, los cambios fisiológicos normales del
envejecimiento, la comorbilidad y la disminución de la
reserva funcional, los cuales pueden dificultar el diagnóstico
e incrementar la morbilidad y mortalidad en estos pacientes.

En consecuencia, un anciano tiene mayor probabilidad de


presentar complicaciones relacionadas con el manejo del
abdomen agudo.
Epidemiologia.
El dolor abdominal agudo es un síntoma frecuente en
ancianos y representa 10% de las causas de consulta en los
servicios médicos de urgencias.

De los ancianos que consultan a estos servicios, 50%


requieren hospitalización y entre 30 y 40% cirugía, en
contraste con pacientes jóvenes, los cuales sólo
aproximadamente 16% necesitarán intervención quirúrgica.

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Al ingreso hospitalario cerca de 40% se diagnostica de forma
errónea, su mortalidad global es de 10%, la cual se eleva
hasta 20% si el paciente requiere cirugía de urgencia.
En los ancianos la mayoría de las series reportan que la
patología de la vía biliar, la obstrucción intestinal la
diverticulitis y los defectos de pared son los principales
responsables de consulta.

Manifestaciones clínicas y examen físico.

En todo paciente anciano con posibilidad de abdomen agudo


se deberá hacer una cuidadosa anamnesis para determinar el
inicio de los síntomas, las enfermedades concomitantes y
realizar examen físico completo que permita establecer el
posible diagnóstico.

La obtención de la anamnesis y la realización del examen


físico pueden ser obstaculizados por diferentes razones, entre
otras: alteraciones cognoscitivas (demencia), sensoriales
(hipoacusia) y comportamentales o del estado de conciencia
(delirium) que dificultan la comunicación y la exploración
física, además de las barreras por parte del paciente debido al
temor de enfermar y a perder su autonomía.
En efecto, muchas enfermedades en estos pacientes tienen
una presentación y evolución atípicas.
Los signos y los síntomas del abdomen agudo suelen ser
menos intensos, más prolongados e inespecíficos que los
registrados en personas jóvenes como diarrea, náuseas,
vómitos y dolor.

El dolor abdominal agudo en ancianos puede estar ausente o


ser de menor intensidad aun en el escenario de una catástrofe
abdominal; además, se debe recordar que el anciano puede
presentarse con confusión o delirium, hipotensión, hipotermia,
fiebre, disnea o declinación funcional como manifestación
inicial de su cuadro clínico.

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Semiología en ancianos con dolor abdominal

- Tiempo y forma de - Síntomas asociados.


inicio del dolor.
- Uso de medicamentos.
- Características del
dolor. - Episodios previos.

- Localización y - Cirugías previas.


progresión del dolor.

- Patrón de irradiación.

- Síntomas que
exacerban el dolor.

Entre los factores que pueden dificultar la realización de la


historia clínica se encuentran:

Deterioro en la memoria, cambio en el estado mental,


depresión, enfermedad cerebrovascular, polifarmacia,
deterioro cognitivo, dificultad en la percepción del dolor.
Problemas de comunicación.

Los signos vitales en la valoración diagnóstica y pronostica,


éstos pueden estar alterados por la comorbilidad de base o por
los medicamentos que consume el paciente.

Los ancianos con abdomen agudo de etiología infecciosa o


inflamatoria pueden no desarrollar taquicardia ni fiebre o
tener tan sólo una febrícula.

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En un anciano con dolor abdominal concomitante con


taquicardia e hipotensión se deben considerar diferentes
afecciones como: gangrena intestinal, isquemia mesentérica,
ruptura de aneurisma de la aorta abdominal, sepsis, sangrado
gastrointestinal, pancreatitis severa, colangitis, infarto de
miocardio y embolismo pulmonar.

El dolor, éste puede ser de difícil localización aun en presencia


de peritonitis debido a disminución en la percepción del mismo
como resultado de los cambios fisiológicos con el
envejecimiento, la disminución en la capacidad de la
homeostasis y respuesta inflamatoria, la comorbilidad y el
consumo de analgésicos y corticosteroides.

Los signos clásicos de peritonitis, como dolor de rebote y


abdomen en tabla, pueden estar ausentes en casos tan graves
como una gangrena intestinal. Sin embargo, se sugiere que
encontrar resistencia involuntaria al palpar con suavidad la
zona dolorosa y el dolor en rebote pueden ser signos más
confiables para el diagnóstico.

Herramientas diagnosticas
En pacientes con abdomen agudo se deben incluir los
siguientes exámenes: hemograma, glucemia, uroanálisis,
electrolitos, nitrógeno ureico, creatinina sérica,
electrocardiograma y radiografía de tórax.

En el hemograma los leucocitos pueden estar en rango normal


o con una leve desviación hacia la izquierda.

Aunque la radiografía de abdomen es anormal sólo en 10% de


los casos, su principal indicación reside en el diagnóstico de
obstrucción intestinal.

La radiografía de tórax en posición de pie es de ayuda en


pacientes con sospecha de perforación de víscera hueca, su
utilidad costo-eficiente es escasa, aunque orienta en el
diagnóstico diferencial de otras condiciones.
Radiografías de abdomen simple.

Vistas radiográficas.

- Radiografía de abdomen anteroposterior de cubito


supino.
- Radiografía de abdomen anteroposterior en
bipedestación.
- Radiografía de abdomen lateral.
- Radiografía de tórax.

Hallazgo Asociación
- Neumoperitoneo. - Perforación intestinal.
- Liquido peritoneal. - Ascitis y hemorragia.
- Íleo adinámico. - Trauma, infección intra
o extrabdominal,
enfermedad metabólica,
medicamentos.
- Asa centinela - Colecistitis, apendicitis,
pancreatitis.

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Clasificación del abdomen agudo.

Dolor Dolor Dolor Catástrofe


abdominal abdominal abdominal vascular
no específico obstructivo inflamatorio abdominal
Diabetes Bridas. Aneurisma
mellitus. Apendicitis de aorta
aguda abdominal
Cáncer.
Gastroenteritis
aguda. Colecistitis
Hernia aguda Infarto
IAM. estrangulada. mesentérico
Pancreatitis agudo
Insuficiencia aguda
cardiaca.
Invaginación.
Diverticulitis
Medicamentos.
Vólvulo. Úlcera péptica

Víscera
perforada

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Dolor abdominal inflamatorio
Apendicitis.

La causa más frecuente de abdomen agudo en las personas


jóvenes es la apendicitis. Por el contrario, se ha encontrado que
con la edad disminuye la frecuencia de esta afección debido a
la atrofia del tejido linfoide y muscular que la envuelve, la
disminución del riego sanguíneo, la infiltración grasa de la
pared y al estrechamiento de la luz.

Representa 5% de todas las causas de urgencias quirúrgicas


abdominales en de esta población, y por ello continúa
constituyendo un problema quirúrgico en particular debido a
sus complicaciones producidas por perforación y peritonitis.

Manifestaciones clínicas.

La presentación clínica puede ser insidiosa, con síntomas más


prolongados, presencia variable de fiebre. Sólo 20% de los ancianos con
apendicitis presentan los síntomas clásicos y los signos de fiebre,
anorexia, dolor en la fosa iliaca derecha y leucocitosis.
Aproximadamente 50% de los ancianos con apendicitis al momento de la
consulta tienen perforación de la misma.

Contribuyendo no sólo al retraso en la realización del diagnóstico sino


también al incremento de la morbilidad y la mortalidad posoperatoria.

Diagnostico

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, pero cuando existen dudas


la realización del ultrasonido o de la TAC puede ser de ayuda. Otra
herramienta que ha mejorado la evaluación de estos enfermos es la
utilización cada vez más frecuente de los métodos laparoscópicos, los
cuales permiten realizar el diagnóstico y tratamiento en forma más
temprana.

Por consiguiente, un anciano que se presenta con dolor abdominal, en


el cual la relación entre la valoración abdominal y el examen de orina
son pocos consistentes, es necesario reinterrogarlo y realizar una
imagen diagnóstica que permita definir el plan terapéutico.

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Colecistitis aguda
La patología de la vía biliar es la principal causa de consulta por dolor
abdominal agudo y la primera indicación de cirugía abdominal en el
anciano.
Su incidencia, se incrementa de 8% en los pacientes menores de 40
años a 50% en los mayores de 70 años.

Fisiopatología

La alta susceptibilidad a la patología biliar en ancianos es ocasionada


por un incremento en la síntesis de colesterol y a una disminución en la
producción de ácidos biliares debido a una actividad anormal de la 7 α-
hidroxilasa, la cual promueve la conversión de colesterol a ácidos
biliares.

Cuadro clínico.

De los ancianos con colecistitis, más de un tercio no tiene fiebre y la


cuarta parte no presenta dolor abdominal. Sin embargo, cuando éste
último se encuentra, con frecuencia se ubica en la región del epigastrio
y en el cuadrante superior derecho, se irradia a la parte superior del
dorso y habitualmente es de tipo sordo y no cólico.
Si bien las náuseas y los vómitos son síntomas comunes, los signos de
irritación peritoneal son raros.

En la valoración abdominal éstos pueden estar ausentes, aunque que se


trate de una complicación grave. En cuanto al signo de Murphy, es de
poca utilidad en ancianos, ya que tiene una sensibilidad de 48%.

La tríada de Charcot, la cual consiste en dolor en el hipocondrio derecho,


ictericia y fiebre está relacionada con colangitis aguda. Su asociación con
los signos de hipotensión y confusión mental se conoce como péntada de
Reynold, ésta es una presentación clínica típica en ancianos,
especialmente en estadios tardíos y severos de la enfermedad.

Diagnostico.
El procedimiento diagnóstico de elección es la ecografía de hígado y de
vías biliares, la cual tiene buena sensibilidad diagnóstica para la
colelitiasis, aunque resulta limitada en pacientes con inflamación
aguda.
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Tratamiento.

El manejo de la colecistitis aguda y de sus complicaciones se inicia con


una adecuada reanimación, analgesia, antibióticos y valoración por
cirugía.
Respecto al manejo analgésico para el dolor biliar, se pueden utilizar los
antiinflamatorios no esteroideos y opioides, aunque se prefieren los
últimos dado que son más seguros por sus escasos efectos adversos sobre
el tracto gastrointestinal, riñón y su gran efecto analgésico.

Diverticulitis.

La frecuencia de la enfermedad diverticular del colon se incrementa con


la edad como resultado de la inactividad física y los hábitos alimenticios
de occidente, en especial por la disminución en la ingesta de fibra como
también por los cambios en la morfología intestinal producidos durante
el envejecimiento, en particular en la cantidad y estructura de la elastina
y el colágeno de la muscularis propia del colon, específicamente en los
sitios donde las venas y las arterias atraviesan la pared del intestino.

Cuadro clínico

Generalmente el dolor se inicia en el hipogastrio y después se localiza en


la fosa ilíaca izquierda; sin embargo, en los ancianos ocasionalmente la
diverticulitis puede ser atípica de modo que los signos clásicos de dolor
en el cuadrante inferior izquierdo, fiebre, leucocitosis, náuseas y vómitos
con distensión abdominal pueden estar ausentes.

En algunos casos se encuentra una masa fija y sensible a la palpación


en el cuadrante inferior izquierdo, la cual constituye un signo útil para el
diagnóstico.

Diagnostico

Con respecto a los hallazgos radiológicos, éstos incluyen la presencia de


aire libre en la cavidad abdominal, patrón de íleos y efecto de masa en
el cuadrante inferior izquierdo, así como obstrucción intestinal parcial o
completa. Cuando la TAC se realiza con medio de contraste.

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Ulcera péptica

La incidencia de úlcera péptica se incrementa con la edad, en especial


las duodenales puesto que hay una mayor prevalencia de infección por
Helicobacter pylori y uso de AINES, en particular ácido acetilsalicílico,
el cual se emplea para la prevención primaria y secundaria de la
enfermedad cardiovascular, afección que tiene alta frecuencia en la
población geriátrica.

Cuadro clínico
Los síntomas clásicos de la enfermedad pueden no aparecer o ser
inespecíficos. En cuanto a las manifestaciones clínicas de la úlcera
péptica en el anciano con frecuencia estas son agudas y en más de 50%
son debidos complicaciones como hemorragia, perforación y obstrucción.
El dolor puede ser de instalación gradual pero en los ancianos con UPP,
sin antecedentes de enfermedad acidopéptica, la perforación suele ser su
primera manifestación.
Al examen físico, a la percusión puede encontrarse pérdida de la matidez
hepática (signo de Jaubert) y a la palpación el abdomen aparece blando
aun en presencia de perforación

Diagnostico

La radiografía simple de tórax de pie es de ayuda diagnóstica, ya que


permite identificar aire en el espacio subdiafragmático (neumoperitoneo),
el cual se encuentra en 70% de los pacientes.

En caso de imposibilidad para la realización de radiografía de pie se


puede tomar una radiografía en decúbito lateral izquierdo

Tratamiento

El manejo de estos pacientes incluye: colocación de sonda nasogástrica,


corrección quirúrgica y administración de antibióticos que cubran en
particular Escherichia coli y Bacteroides fragilis.

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Perforacion intestinal
A pesar de que la perforación intestinal puede presentarse en cualquier
grupo de edad, en los ancianos es más frecuente y letal.
En efecto, su mortalidad en la población general es de 10% en contraste
con la población geriátrica que se incrementa en 30%.
Etiologia.
Dentro de las causas de perforación intestinal más frecuentes están la
perforación de úlceras gástricas y duodenales, de divertículos colónicos
y neoplasias.

Cuadro clinico

El cuadro clínico se caracteriza en su inicio por dolor abdominal agudo y


severo, como también por taquicardia y taquipnea; posteriormente el
paciente puede presentar hipotensión y fiebre.
El cuadro clínico en ancianos puede ser poco específico y manifestarse
con confusión, inquietud motora, distensión abdominal o una caída, y en
efecto los pacientes con demencia pueden no desarrollar síntomas ni
presentar hallazgos llamativos al examen físico.

Diagnostico
La radiografía de tórax en posición de pie permite identificar
aproximadamente 70% de los casos de neumoperitoneo.
Sin embargo, este porcentaje depende de la ubicación de la perforación,
puesto que es mayor para las perforaciones proximales.

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Dolor abdominal obstructivo


El dolor abdominal obstructivo se produce por múltiples causas que dependen
del sitio de origen de la obstrucción y se divide en: obstrucción de origen
parietal, luminal o por compresión extrínseca.

Dentro de las lesiones que comprometen la pared intestinal están: los


divertículos, el cáncer y las colitis isquémicas, entre otras

En las afecciones que ocluyen el lumen intestinal se tienen:


los fecalomas y los bezoares.

En la obstrucción por compresión extrínseca se encuentran:


los vólvulos, las bridas, las invaginaciones y las hernias.

En los pacientes ancianos las causas más frecuentes de este síndrome


son: las hernias de la pared abdominal, las adherencias o bridas en el
caso de la oclusión del intestino delgado y el cáncer de colon en las del
intestino grueso.

la obstrucción del intestino delgado en el anciano se puede manifestar


con dolor, vómitos y distensión abdominal. Sin embargo, en la
obstrucción intestinal en general pueden estar ausentes los vómitos y la
distensión abdominal, y al examen físico el dolor a la palpación y el
incremento del peristaltismo.

Ante la presencia de defensa abdominal y de irritación peritoneal se debe


descartar una posible perforación o gangrena intestinal.

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Examen físico

El examen físico, éste debe realizarse en forma completa en todo paciente,


en especial en aquellos con antecedentes de estreñimiento, cicatriz de
laparotomía, dolor abdominal tipo cólico y vómitos.
Además, es importante hacer una inspección de las regiones inguinales
o crurales para descartar la presencia de hernias, como también buscar
cicatrices quirúrgicas que pueden orientar hacia la posibilidad de
adherencias o bridas.
A la palpación puede encontrarse dolor, defensa abdominal o masa
tumoral.
El timpanismo abdominal aumentado y las características de los ruidos
hidroaéreos pueden orientar en qué etapa evolutiva está la obstrucción.

Diagnostico

El examen inicial para los pacientes con sospecha de obstrucción


intestinal es una radiografía simple de abdomen, la serie de abdomen
que incluye las tres proyecciones: de pie, acostado y lateral ofrece
mayor información, permitiendo observar la distensión de asas y la
presencia de los niveles hidroaéreos, aunque estos últimos en las fases
iniciales de la patología pueden estar ausentes.
TAC abdominal, esta prueba diagnóstica es superior a la anterior porque
Tiene una sensibilidad entre 82 a 100% y especificidad de 70 a 94%;
además, sus ventajas permiten determinar la localización y etiología de
la obstrucción

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Catástrofe vascular

La isquemia mesentérica aguda es una patología compleja que se asocia


con una mortalidad superior al 80%, en ancianos, puede ocurrir en
cualquier sitio del tubo digestivo y afecta la arteria mesentérica superior
en 90% o la inferior en 10% de los casos.

Está compuesta por: embolismo arterial (50%), trombosis arterial (15%),


isquemia mesentérica no oclusiva (20%) y trombosis venosa (15%)

Etiología

El embolismo de la arteria mesentérica superior, éste generalmente es de


origen cardiogénico y se presenta con la tríada de antecedente de enfermedad
cardíaca, dolor abdominal agudo y síntomas gastrointestinales como diarrea o
vómitos.

La trombosis mesentérica es desencadenada por aterosclerosis, en cuyo


caso es frecuente el antecedente de enfermedad cardiovascular.

Cuadro clínico

Los signos clínicos pueden estar ausentes; cerca de 75%, su forma de


presentación clásica que incluye la tríada de hipotensión, dolor lumbar
y masa abdominal pulsátil sólo se observa en el 50% de los pacientes

El dolor en la disección de la aorta abdominal es de localización dorsal y


abdominal o desciende con extensión a testículo, siguiendo el curso de
la lesión; es severo en intensidad pero puede disminuir o desaparecer
en poco tiempo.

Diagnostico.

La arteriografía continúa siendo la prueba diagnóstica de elección, como


procedimiento diagnóstico sensible y específico.
Además, permite no sólo identificar el sitio y tipo de la oclusión sino
también evaluar la circulación esplácnica y orientar al cirujano en la
planeación de la revascularización.

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La ecografía abdominal es el estudio diagnóstico de elección en un
paciente con sospecha de ruptura de AAA y hemodinámicamente
inestable, dado que ésta tiene una sensibilidad de 100%.
Tratamiento

Respecto al tamaño del AAA se sabe que los pacientes con aneurismas
mayores de 5,5 cm de diámetro tienen alto riesgo de ruptura; por lo
tanto, la cirugía o la corrección endovascular se debe realizar a menos
que exista alguna contraindicación.

Manejo en paciente geriátrico con abdomen agudo

Se debe seguir en un anciano con dolor abdominal agudo incluye: control


de signos vitales, oximetría de pulso, monitorización electrocardiográfica,
acceso intravenoso y oxígeno con base en su condición clínica.
Al mismo tiempo, en la mayoría de los casos se debe suspender la vía oral
y no utilizar analgésicos dado que pueden enmascarar aún más el cuadro
clínico, puesto que de por sí los cambios con el envejecimiento, la
comorbilidad y los medicamentos son factores que dificultan la
realización de un diagnóstico precoz y una conducta terapéutica
adecuada.

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