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ESCUELA DE POSTGRADO

ENSAYO
“Investigación Científica y Responsabilidad Social en la organización
de las Instituciones Educativas del Perú”

Autor:
Mag. JOSE MANUEL GARCIA MINGUILLO

Docente:
DR. JUAN PABLO MORENO MURO

Experiencia Curricular:
RESPONSABILIDAD SOCIAL E INVESTIGACIÓN

Chiclayo - Perú
(2018)
Investigación Científica y Responsabilidad Social en la organización de las Instituciones
Educativas del Perú.
Introducción
La investigación científica es un proceso y fin en sí misma, orientada a la producción de saber y que
sirve de criterio de evaluación de la calidad educativa de las instituciones de educación superior. En
este sentido, son poco favorables las apreciaciones del quehacer científico que se realiza en las
universidades peruanas, no siempre por el poco interés o rigor de la investigación, sino por una
tendencia pragmática simplista en la resolución de problemas en diferentes campos del ejercicio
profesional y por un limitado interés en la lectura científica de tesis y obras de estas características.
Desde hace algunos años, a esta exigencia científica se le incorpora la responsabilidad social en el
ejercicio de las funciones, no solo de las universidades, sino además de cualquier institución y
profesión que actúa en la gestión pública o que se involucra en producción de bienes y servicios. En
consecuencia y, de manera interesante, este binomio de investigación y responsabilidad ya ingresó
a la educación básica regular y otras instituciones educativas de manera gradual, aún inconsistente,
pero que inexorablemente se encamina a las instituciones educativas hasta el nivel secundario, para
pautear el logro de aprendizajes hacia el desarrollo de un perfil del egresado con responsabilidad y
científicamente alfabetizado.
Es propósito de este trabajo caracterizar el trabajo de Investigación Científica y el compromiso de
Responsabilidad Social en la propuesta organizacional oficial de las Instituciones Educativas de
Educación Básica Regular del Perú.
Argumentación
Características de la investigación científica
Caracterizar la investigación científica no solo es una tarea descriptiva, es también una tarea de
establecer lineamientos adecuados para gestionarla (Jaramillo, 1999). Entre las características más
resaltantes tenemos la rigurosidad, objetividad, exigencia ética, estructura de grupos y la actitud
hacia la información.
La rigurosidad en la investigación científica significa que aplica un proceso de conocimiento
minucioso y preciso, es decir, disciplinado. Esta rigurosidad está asociada en gran medida con la
sistematización de la investigación científica en lo cual incidió Kerlinger y Lee (2002), razón por lo
cual Hernández, Fernández & Baptista (2014) la describen y señalan como metódica y por tanto
planificada para no dejar hechos o situaciones a la casualidad. Además la consideran empírica y
critica. En el primer caso porque requiere la recolección y análisis de información y datos, y es de
carácter crítico, por cuanto incluye un proceso de mejora continua sobre sus propios resultados y
prácticas de trabajo.
La objetividad, cualifica a la investigación como un proceso alejado de sentimientos y preferencias
personales, que no se limite al registro de datos confirmatorios de la hipótesis propuesta (profecía
autocumplida), en razón de lo cual la investigación debe desarrollar un control crítico de la
metodología que emplea (Tamayo y Tamayo, 1999)
La exigencia ética en la investigación científica, implica la conciencia de estar trabajando con
personas, por lo cual deben respetarse los derechos de aquellos involucrados en la investigación,
como son la aprobación y consentimiento para participar en la misma, la confidencialidad y el
anonimato, la privacidad y respeto al lugar de la investigación, la honestidad en el proceso y los
resultados, entre otras cuestiones éticas (Hernández, Fernández, & Baptista, 2014).
Un aspecto adicional, es entender los principios que deben regir no solo al proceso de investigación
científica, sino también los principios o requisitos que se demandan del propio investigador. De
acuerdo a Dietecrich (2005) éstos son:
a) la persona que investiga un fenómeno debe estar dispuesta a utilizar el método y la ética
científica; b) debe tener preparación metodológica para su empleo correcto y, c) debe contar
con los recursos necesarios para llevar la indagación a buen término (p. 19).
Caracterizando la Responsabilidad Social
De acuerdo a Vallaeys, De la Cruz y Sasia (2009), la Responsabilidad Social Universitaria, implica
cuatro pasos de construcción y cuatro ejes de responsabilidad. En el primer caso se refieren al
compromiso de la universidad con la responsabilidad social (organizarse en función a ella), el
autodiagnóstico situacional (de tipo participativo), el cumplimiento de mejora institucional
(identificando las áreas a superar y planificar proyecto e iniciativas de mejora) y finalmente la
rendición de cuentas de lo actuado.
Del mismo modo los ejes de responsabilidad, han sido planteados como sugerencias para orientar
la intervención de los cuatro pasos señalados previamente (Vallaeys, De la Cruz, & Sasia, 2009):
campus responsable (orientado a fomentar un clima laboral positivo, un adecuado manejo de los
recursos humanos, implementación de procesos democráticos internos y el cuidado del medio
ambiente), la formación profesional y ciudadana (es la formación académica de carácter
humanística), la gestión social del conocimiento (la producción y difusión de investigación y saber)
y participación social (intervención de la universidad en la comunidad).
Un campus responsable, se asocia con dos términos, ética y sostenibilidad. En el primer caso porque
se pretende que se formen hábitos en todos los trabajadores y estudiantes de la universidad
relacionados a valores practicados con conductas observables sobre clima institucional positivo. La
sostenibilidad implica prácticas medioambientales sobre el tratamiento adecuado de residuos
sólidos, lo que también se denomina normas de conductas ecológicas, aprendidas y transferidas
más allá de las aulas (Vallaeys, De la Cruz, & Sasia, 2009) (Alvarez & Vega, 2009).
Cuando se trata de la formación profesional y ciudadana, nos referimos al impacto educativo en los
estudiantes universitarios, a partir de preguntas de detallan la propuesta curricular de la universidad
¿Qué clase de profesionales y personas se están formando? ¿Cómo estructurar los planes de estudio
o mallas curriculares para formar ciudadanos responsables con el Desarrollo Humano?. Esto
significa entender el currículo más allá de un plan de estudios; es entenderlo como experiencias de
aprendizaje que han de traducirse en pensamientos y actuaciones frente a problemas o situaciones
a ser resueltas de la vida social y laboral (García, López, López, & Aguilar, 2018).
Hablar de la gestión social del conocimiento, es tratar lo relacionado a los impactos cognitivos que
debe generar la universidad. Se trata de los lineamientos epistemológicos, deontológicos, los
enfoques y líneas de investigación, los procesos que respondan a la pregunta “¿qué conocimientos
debe producir la universidad, y con quiénes y cómo debe difundirlos para permitir su apropiación
social y atender las carencias cognitivas que afectan a la comunidad”? (Vallaeys, De la Cruz, & Sasia,
2009, pág. 15). Es por ello que debe favorecer procesos continuos y constantes de aprendizaje y
desaprendizaje que aseguran la perdurabilidad de la organización universitaria (Farfán & Garzón,
2006).
Otro elemento es la participación social, entendida como la participación de la universidad en la
comunidad, en una especie de interacción que enriquece el aprendizaje de los estudiantes,
profesores y sociedad, involucrándose en la atención de problemas sociales concretos (Vallaeys, De
la Cruz, & Sasia, 2009). Esta participación permite a la universidad ser un referente y un actor social,
más allá de la filantropía ocasional en el futuro profesional.
Investigación y Responsabilidad social en la educación básica regular
El Estado ha previsto en la organización y funcionamiento de las instituciones educativas de los
niveles de inicial, primaria y secundaria.
En la Política Nacional de Educación Ambiental (Decreto Supremo N° 017-2012-ED, 2012) la
Responsabilidad Social y Ambiental asume el carácter de lineamiento, desafío y estilo de vida para
construir una sociedad peruana sostenible, competitiva, inclusiva y con identidad. Este propósito es
lo que también se denomina Ciudadanía Responsable.
Debe señalarse que en los argumentos de encuadre del Marco del Buen Desempeño Docente
(Ministerio de Educación, 2014), se establece que:
Para el logro de los aprendizajes fundamentales se requiere que la escuela asuma la
responsabilidad social de tales aprendizajes, exhiba una gestión democrática y lidere la
calidad de la enseñanza. Esto le exige movilizarse para alcanzar los aprendizajes previstos
promoviendo el pensamiento crítico y creativo de sus estudiantes y la valoración positiva de
la diversidad en todas sus expresiones. Además, es indispensable que la escuela propicie
una convivencia inclusiva y acogedora, que redefina sus relaciones con la comunidad sobre
la base del respeto por la cultura, y el rol de los padres de familia y demás actores locales
(p. 14).
El Currículo Nacional (Ministerio de Educación, 2016) plantea los aprendizajes que deben lograr los
estudiantes al concluir su formación básica, entre ellos los referidos a una formación científica y su
consecuente responsabilidad social. Precisamente se estable como perfiles del egresado “El
estudiante propicia la vida en democracia a partir del reconocimiento de sus derechos y
responsabilidades y de la comprensión de los procesos históricos y sociales de nuestro país y del
mundo” (p. 9). De manera más específica incluso se detalla como la competencia 20 “Indaga
mediante métodos científicos para construir conocimientos“(p. 23).
De manera normativa, los Lineamientos para la Gestión de la Convivencia Escolar, la Prevención y la
Atención de la Violencia Contra Niñas, Niños y Adolescentes (Decreto Supremo N° 004-2018-
MINEDU, 2018), en el numeral 9.2.3 señala que:
El director o directora de la institución educativa, junto con los subdirectores o
subdirectoras, son un referente ético para todos los integrantes de la comunidad educativa;
por tanto, fomentan y mantienen relaciones de respeto, colaboración, responsabilidad
social y buen trato. Su liderazgo moviliza e influencia a los demás miembros de la comunidad
educativa en la mejora constante de las relaciones interpersonales.
Desde el año 2016, el Ministerio de Educación elabora guías para la elaboración del Proyecto
Educativo Institucional y el Plan Anual de Trabajo, en las cuales se plantean un enfoque de procesos
de las instituciones educativas referidos a dirección y liderazgo, desarrollo pedagógico y convivencia
escolar, además de procesos de soporte al funcionamiento de la escuela.
En esta línea es frecuente que se ejemplifique la necesidad de establecer una visión de
responsabilidad con el medio ambiente, con énfasis en los objetivos y propuesta pedagógica,
además de orientar las estrategias de alianzas con instituciones públicas y privadas, que le permitan
vincularse a su entorno de manera satisfactorio en la atención de problemas (Ministerio de
Educación, 2018)

¿Cómo enseñar responsabilidad en las escuelas?


En una entrevista a Paola Ubillús (2018), en su condición de Coordinadora de proyectos de
creatividad, acción y servicio de los COAR del Ministerio de Educación, precisa las siguientes
recomendaciones para fomentar una Responsabilidad Social en la escuela y el hogar. Primero,
desarrollar la solidaridad y empatía para la reflexión, mediante acciones entre padres e hijos y entre
hermanos. Segundo, distribuyendo equitativamente las labores del hogar entre todos sus
miembros; tercero, dialogando sobre los problemas de la comunidad y motivar propuestas de
solución; y cuarto, planificación significativa de los aprendizajes, para que los estudiantes visualicen
el “poder de sus decisiones sobre problemáticas locales y globales” (Ubillús, 2018).
Conclusiones

La investigación científica incorpora la responsabilidad social, como una de sus características de


trabajo y que la define en cuanto a sus implicancias éticas y morales.
Las instituciones educativas de educación básica están involucradas en una reorganización
institucional orientada a convertirlas en instituciones que asuman la responsabilidad social y la
investigación o indagación científica como finalidad educativa en los estudiantes y no solo como
campos temáticos curriculares.
El enfoque intercultural, es un desafío curricular formativo que puede ser orientado a desarrollar de
manera práctica y pedagógica el conocimiento científico y las responsabilidades del ciudadano para
con su comunidad.

Referencias bibliográficas
017-2012-ED, D. S. (29 de diciembre de 2012). Política Nacional de Educación Ambiental. Lima:
Diario Oficial El Peruano.
Alvarez, P., & Vega, P. (2009). Actitudes ambientales y conductas sostenibles. Implicaciones para la
educación ambiental. Revista de Psicodidáctica, 14(2), 245-260.
Decreto Supremo N° 004-2018-MINEDU. (12 de mayo de 2018). Lineamientos para la Gestión de la
Convivencia Escolar, la Prevención y la Atención de la Violencia Contra Niñas, Niños y
Adolescentes. Lima, Perú: Diario Oficial El Peruano.
Dieterich, H. (2005). Nueva guía para la investigación científica. México: Ariel.
Farfán, D., & Garzón, M. (2006). La gestión del conocimiento. Santa Fe de Bogotá: Editorial
Universidad del Rosario.
García, J., López, J., López, N., & Aguilar, A. (13 de setiembre de 2018). Gestión curricular en la
educación superior. Obtenido de Uees.edu.sv: http://www.uees.edu.sv/wp-
content/uploads/2017/planeamiento/doc/Libro%20Gestion%20Curricular%20(GarFra).pdf
Hernández, R., Fernández, C., & Baptista, P. (2014). Metodología de la Investigación. México D.F.:
McGRAW-HILL / Interamericana Editores, S.A.
Jaramillo, L. (1999). Ciencia, Tecnología, Sociedad y Desarrollo. Santa Fe de Bogotá: ICFES.
Kerlinger, F., & Lee, H. (2002). Investigación del comportamiento. Métodos de investigación en
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Ministerio de Educación. (2014). Marco de Buen Desempeño Docente. Lima: Corporación Gráfica
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Ministerio de Educación. (2016). Currículo Nacional de la Educación Básica. Lima: MINEDU.
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Tamayo y Tamayo, M. (1999). La Investigación. Santa Fe de Bogotá: ICFES.
Ubillús, P. (7 de junio de 2018). La buena educación. Obtenido de La buena educación:
http://www.labuenaeducacion.pe/cons-padres/item/21-recomendaciones-para-
promover-la-responsabilidad-social-en-las-escuelas.html
Vallaeys, F., De la Cruz, C., & Sasia, P. (2009). Responsabilidad Social Universitaria. Manual de
primeros pasos. México D.F.: McGraw-Hill Interamericana Editores, S.A. - BID.

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