La película “12 hombres en pugna”, se inicia con el caso de un
joven de diecinueve años el cual es acusado de haber matado a
su padre con una navaja que corresponde a un asesinato de primer grado que conlleva a pena de muerte, el jurado, que consta de doce hombres, debe decidir la inocencia o culpabilidad de dicho joven de forma unánime, y basado en razones, ellos deben decidir su culpabilidad, de ser aceptada por todos esta última el joven pagara con pena de muerte. La película comienza y finaliza en un cuarto donde están solo los doce hombres discutiendo el caso, el jurado completo al principio parece estar de acuerdo a que el joven es el culpable pero de todos modos deciden hacer una votación rápida para volver pronto a sus casas. En esta primera votación todos declaran al acusado culpable, excepto el jurado número 8, que lo declara inocente, no por su convicción al respecto, sino justificando que una decisión de tal calibre, que decide sobre la vida de una persona, merece ser discutida por parte de todos los miembros. Desconcertados y con caras no amigables, además de esta presión, están reunidos en un ambiente caluroso lo cual aumenta las tensiones y esto a mi parecer podría afectar psicológicamente a varios de ellos, y también, en varios de ellos se dejan llevar por sentimientos o experiencias pasadas para brindar una posición, lo cual me parece que no es aceptable. El jurado numero 8 consigue que haya un dialogo, que los demás miembros del jurado acepten llevar a cabo un razonamiento y una exposición sobre los motivos por los que tienen tan claro el decir que es culpable, y es a raíz de este dialogo a través del cual se empiezan a generar dudas que van haciendo cambiar de postura a los demás miembros del jurado. De esta manera, proceden a examinar y discutir sobre todas y cada una de las pruebas, la peculiar navaja que constituye el arma del crimen, la cual parece especial, pero el jurado numero 8 habia conseguido otra navaja exactamente con las mismas características. También el testimonio del anciano del piso de abajo que, según lo declarado, resulta difícil por su edad que se desplazara hasta las escaleras y viera salir al joven y, por último, el de la vecina de enfrente, de la que deducen por unas marcas en los ojos que lleva gafas, que cuando se levantó y vio el crimen no seria lógico que las llevase y, por tanto, puede que se viera el crimen, pero no con la suficiencia nitidez como para asegurar que el asesino era el hijo del hombre asesinado. Nunca se podrá saber si el joven mato realmente o no a su padre, pero lo que si se observa en la película es como cada uno construye su propia realidad ya sea con los prejuicios personales que uno tiene hacia las demás personas o cosas, o según la realidad de sucesos que a uno le ha tocado vivir y lo que cree oír con factores externos para fácilmente dar una construcción de nuestra realidad que muchas veces es, según nosotros, la verdad absoluta, pero no le damos mayor significado ni importancia de lo que puede significar esto, ya que muchas veces solo causa diferencias de opiniones o conflictos con nuestro entorno, pero que en este caso al joven de diecinueve años casi le cuesta la vida.