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El SENA (Sistema de Evaluación para niños y adolescentes) es una prueba dirigida a una

población de 3 a 18 años donde se manejan escalas diversas desde el enfoque clínico


educativo siendo de mucha utilidad para detectar la situación actual del evaluado. Si bien
es cierto ayudará a identificar diferentes dificultades y posibles diagnósticos, el objetivo
del instrumento es poder describir una visión psicológica completa del niño y/o
adolescente.
En nuestro medio, es difícil encontrar una prueba para la población infantil pues las que
existen son antiguas y no consideran los cambios en los criterios diagnósticos actuales; y
sobretodo que en niños pequeños los listados o escalas no consideran indicadores de
Trastornos Generalizados del Desarrollo. Por ello, el SENA es de bastante utilidad para
poder encaminar una presunción diagnostica próxima y adecuada.
Por ello, la prueba está dividida en 3 etapas: Infantil (3 a 6 años), Primaria (6 a 12 años) y
Secundaria (12 a 18 años). A partir de Primaria se utiliza el cuadernillo de auto informe
porque a partir de esa edad, el propio niño emite un resultado pues está en una edad
adecuada para poder leer y escribir referente a lo que le aqueja.
Otro aspecto positivo, es que muchas veces en consulta los padres no brindan
información completa o en su defecto asumen como algo normal, las dificultades de su
niño por lo que el cruzar información con otros referentes, como el colegio, es de mucha
ayuda. El SENA al contar con 3 ámbitos de información genera que su resultado sea más
objetivo y completo.
El SENA comprende 30 escalas que han sido clasificadas en 3 dimensiones (Escalas de
control, Índices globales y Escalas de problemas), donde cada una tiene sub dimensiones
que van a ir variando de acuerdo a la edad del niño pero abarcan desde problemas
interiorizados (depresión, ansiedad, ansiedad social, quejas somáticas), problemas
exteriorizados (problemas de atención, hiperactividad-impulsividad, problemas de
control de la ira, agresión, conducta desafiante y conducta antisocial) y otros problemas
(consumo de sustancias, problemas de conducta alimentaria, problema de aprendizaje,
retraso en el desarrollo, comportamiento inusual). Incluso hay una escala que se genera
del cuadernillo que realiza el niño donde arroja problemas familiares, problemas en la
escuela y problemas con otros compañeros.
El SENA aporta no solo el diagnóstico, sino un aspecto que es importante y de gran
relevancia para el proceso terapéutico, que son recomendaciones específicas según los
resultados lo que permite al psicólogo elaborar un programa de intervención.
Dentro de las limitaciones de esta prueba, es que la corrección es digital y online,
dificultando su uso colectivo. Los autores reconocen que al tener diferentes escalas, la
corrección manual sería muy compleja y tediosa. Lamentablemente, esta prueba en
nuestro país debe de ser utilizada como referencia, pues un no está baremada.
En conclusión, el SENA es una prueba bastante completa que no solo se puede utilizar en
el ámbito clínico o como referencia para un diagnóstico, sino que nos arroja una visión
psicológica completa del niño y/o adolescente. Es de mucha ayuda pues su fuente de
información son los padres, escuela y el propio evaluado. Contiene para su interpretación
de resultados diferentes dificultades teniendo en cuenta indicadores diagnósticos que
abarcan desde Trastornos Generalizados del Desarrollo, Problema emocionales,
Problemas Conductuales y otros Factores de Riesgo.
Debería darse a conocer para que los profesionales de la salud mental como los
psicólogos puedan utilizarlo pues es una prueba que no tiene muchos años de creación
pero sería de bastante utilidad no solo por su corto tiempo de aplicación sino por la
evaluación completa que comprende.
Lic. Georgina Calderón Velásquez

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