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BIBLICTECA DEL PENSAMIENTC SCCIALISTA .

-BISLIOTECA DEL PENSAMIENIC SOCIALISTA


Los tres portes en que se dlvide este estudio de Ernest Mondel ocerco
de El copitol de Korl Morx corresponden o los tres libros en que estó di-
vidido eslo obro. lniroducción o uno nuevs versión ingleso, no se lroto
simplemenle de prólogos mós o menos líricos, sino dJqnólisis minucío-
ELCAPIHL
sos lonlo del propio lexto como de codo uno de los críticos que se fue-
ron suscitondo desde su publicoción entre 1867 y l89a y o lo lorgo de CIEN AÑOS
mós de cien oñós. Morx mismo hizo frente o muchos dd,estos críticos,
lgftlocnsucorrespondenciocomoensusescrilosposteriores' DE CONTROVERSIAS
El copitol no ho deiodo de ser motivo de controversio desde enlon-
ces, tonlo por pensodores burgueseg como por los propios rnorxistos
(dentro de lo izquierdo olemono, desde el oustromorxisrno o desdE lo
escuelo olthusseriono, por eiemplo), y osí Ernest Mondel retorno lo dis-
ENt A LA OBRA DE
cui¡ón con lo intención de ie¡oi oclorodos, hoy, muchos de los punros KARL MARX
que lo investigoción ho ido desbrozondo.

Emest Mondel ho cenlrodo sus esiudios en lo economio morxislo, siempre


cO¡ uno pleno'fundomentoeión filosófico y político. Deél hd¡moq,publicodo
ta'.IormalclÓn del pensorniento económlco de Morrds 1843 a,lo'nsdacején
de El copitol y su sele-ción de ensoyos de León Trotski océrco de:lú feorfo y
próclico de lo revolución permonenta.

ERNEST MANDEL
?a. edición

9
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t'-, siglorci ntiunó editores
biblioteca
del
pensamiento socialista
SERIE
EsTUDros cnírrcos
,'EL
ERNEST CAPITAL''
MANDEL crEN rños
DE CONTROVERSIAS
EN TORNO A LA OBRA
DE KARL MARX

traducción de
adriana sandoval,
stella mastrangelo
y martí sole¡
revisión de
iorge tula
y martí soler
fNDICE

siglo ventiuno editores, s.a. de c.v.


c¡nio oei ¡cu¡:¿8. DEtEGAcIót'¡ coYoAcAN, 04310 Mboco, D t'

siglo veinüuno de españa editores' s.a.


PRIÑCIPE DE VEi6ARA, 78 ¿. DCHA', MADRID. ESPANA I. EL LIBRO PRIMERO
1. El propósito de E/ capital, 10; 2. Pl método de E'
capitai, lS; 3. El plan de EI capital, ?3; +. El plan del
Iibro primbro, 30; 5. La teoría marxista del valor-tra-
bajo, 3ó; 6. El descubrimiento clave de Marx: su teoría
dei plusvalor, 44 7. La teoría del capital de Marx, 52;
E. Li teoría de la acumulación del capital de Marx,
58;9. La teoria de los salarios de Marx,64; 10' La
teoría marxiana del dinero, 72; lI. El capital y el des'
tino del capitalismo, 78
¡pÉNotcs: rl. capÍiuro vr Resulta'dos del proceso inme'
diato de producción 85

II. EL LIBRO SEGUNDO 9l


1. segundo en el análisis gen-eral del
El lugar del libro
capitaü&no por Marx, 9l; 2. Las tres formas del cap!
t"i, gS; 3. El aspecto dual de la rotación del capital
en la teoría económica de Marx, 101 ; 4. t-a significación
de los esquemas de reproducción de Marx, 107; 5' Uso
y abuso de los esquemás de reproducción, ll2;6' Traba-
jo productivo y tiabajo improductivo, tl9: 7.¿I"os tra-
La¡idores improductivos son part-e del proletariado?,
lTi; 8. La próducción suntuaria, el plusvalor y la acu-
muiación de capital, 134; 9. ¿Cómo puede-.el .9ani!af
comercial y financiero participar en la distribuciÓn del
plusvalor iocial?, t'l0; 10. La crítica de Luxemburg a
ios esquemas de reproducción de Marx, 143; ll' Fl libro
s.g,rttáo de EI capital y la explicación por Marx de
primera edición en español, 1985
las crisis capitalistas de sobreproducción, 151; 12. La
segunda edición en español, 1998
circulación monetaria, el capital dinerario y el atesora'
@ siglo xxi editores, s.a. de c.v-
miento de dinero, 157; 13. Crecimiento y crisis, 1ó0
isbn968-23-1127'6

primera edición en inglés, l9'16,1978,1981


@ emest mandel III. EL LIBRO TERCERO 163
@ penguin books
en asociación con new Ieft review El plan del libro tercero, 165; La nivelación de la tasa
de ganancia , 167 ; El problema de la transformación: la
derechos réservados conforme a la ley coniroversia sobre realimentación, 175; El problema de
impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico la transformación: la confusión monetaria, 180; La con-
tsl
fNDIcE
troversia sobre la baja de la tasa de ganancia, 183; Teo- NOTA DEL EDITOR
rlas marxistas de las crisis, 191 ; El crédito y la tasa de
i¡terés, 206; La teorfa marxiana de la plusganancia, 209;
La especificidad de la agricultura capitalista, 216:- El
capitalismo como sistema y la burguesía como clase,
222; El destino del capitalismo, 231

Ediciones revisadas de El capital y con nuevas traducciones


más cuidadas y modernas han aparecido en uno y otro idio-
ma. Entre 1978 y 1981, la casa editorial Penguin Books pubücó
una edición inglesa cuya versión y notas estuvieron a cargo
del equipo de New Left Review. Las introducciones a los dis-
tintos libros eran de Ernest Mandel.
Tales introducciones son las que conforman el texto de este
volumen, junto con un ensayo sobre el capítulo VI que tam-
bién forma parte de la edición inglesa.
Queremos advertir, además, que todas las citas que aquí se
toman de EI capital corresponden a la traducción de esta obra
publicada por Siglo XXI, con el fin expreso de que el lector
pueda igualmente considerar el texto de Ernest Mandel como
un estudio introductorio y de análisis referido a nuestra edi-
ción y de que tenga la facilidad de seguir el contexto cuantas
veces Io considere necesario.

t7l
I
EL LIBRO PRIMERO

Cuando se publicó por prir'nera vez el libro primero de El ca-


pital,la industria capitalista, aunque predominante en algunos
países de Europa occidental, todavía daba la impresión de una
isla perdida en medio de un mar de campesinos y artesanos
independientes que cubría el mundo entero, incluyendo la ma-
yor parte de la propia Europa. Pero lo que El capital de Marx
explicaba era sobre todo el impulso despiadado e inhumano
de crecimiento que caracteriza a la producción en busca de la
obtención de ganancias y el uso de estas ganancias predomi'
nantemente para la acumulación de capital. Desde que Marx
lo escribió, lá técnica y la industria capitalistas se han exten-
dido ciertamente por todo el mundo. Más aún, a medida que
han ido extendiéndose, no sólo han aumentado la riqueza mate-
rial y las posibilidades de librar definitivamente a la humani'
dad de la carga de un trabajo insensato, repetitivo y mecánico,
sino que también ha aumentado la polarización de la sociedad
entre cada vez menos propietarios del capital y cada vez más
trabajadores manuales e intelectuales obligados a vender su
fuerza de trabajo a dichos propietarios. La concentración de
poder y riqueza en un pequeño número de corporaciones indus'
lriales y financieras gigantes ha traído consigo una creciente
lucha universal entre el capital y el trabajo'
Periódicamente, la clase burguesa y sus ideólogos han creído
haber encontrado la piedra filosofal; se han sentido capaces,
por consiguiente, de ánunciar el fin de las crisis y de las_con'
iradicciones socioeconómicas en el sistema capitalista. Pero,
pese a las técnicas keynesianas, y no obstante todos los intentos
de integrar a la claíe obrera ál capitalismo tardío, hoy, a lo
largo de más de una década, el sistema parece tender a las
criiis más que cuando Marx escribió El capital. De la guerra
de Vietnam al sacudimiento del sistema monetario mundial;
del brote de las luchas radicales de los trabajadores en Euro
pa occidental a partir de 19ó8 aI rechazo de los valores_y la
cultura burguesá por un gran número de jóvenes a lo largo
y a lo ancho de todo el mundo; de las crisis ecológicas y ener'
géticas a las recesiones económicas recurrentes: no lay nece'
iidad ae ir demasiado lejos para encontrar indicios de que el
apogeo del capitalismo ha terminado. El capital explica por
I9l
g

¡ ..EL
10 EL LrBRo pRrMERo EL PR0PóSITO DE CAPITAL,, 11

qué las contradicciones cada vez más agudas del sistema eran básico común a "toda" la anatomía, se deja el reino de esa
tan inevitables como su impetuoso crecimiento. En ese sentido, ciencia específica para entrar en otro: la biología o la bio
contrariamente a una creencia generalmente aceptada, Marx es química. Del mismo modo, si uno trata de descubrir una hipó-
mucho más un economista del siglo xx que uno del xrx. El mun- tesis básica subyacente, válida para "todos" los sistemas eco'
do occidental de hoy se aproxima mucho más al modelo "puro" nómicos, se pasa del reino de la teoría económica al de la
de El capital qu'e aquei en el que fue escrito. ciencia de las estmcturas sociales: el materialismo histórico.
En esta forma, la teoría económica de Marx, y su obra cul'
minante: El capital, se basan en una compreñsión de la da-
l. er, pnopósrro DE "EL cAprrAL" tivídad, determinación social y limitación histórica de todas
las leyes económicas. En el desarrollo socioeconómico de Ia
El propósito fundamental de Marx en EI capital fue poner al humanidad, la producción de mercancías, la economía de mer-
descubierto las leyes del movimiento que rigen los orígenes, cado o la distribución de los recursos sociales entre las diver-
el surgimiento, el desarrollo, la decadencia y desaparición de sas ramas de la producción, en respuesta a "leyes económicas
una forma social dada de organización económica: el modo objetivas" que operan "a espaldas de los productores", no
capitalista de producción. No buscaba leyes universo-les de la corresponden a la "naturaleza humana", no siempre han exis-
organización económica. De hecho, una de las tesis esenciales tido ni existirán para siempre. EI capital, al explicar los orí-
de EI capitaf es que tales leyes no existen. Para Marx no exis- genes del modo capitalista de producción, apunta hacia la
ten leyes económicas válidas para cada formación social bási- decadencia y caída históricas inevitables de ese mismo sistema
camente diferente, a excepción de trivialidades tales como la social. Una teoría económica basada en la relatividad histórica
fórmula que señala que ninguna sociedad consume más de de todo sistema económico y su limitación estricta en el tiem-
lo que produce sin reducir su acervo de riquezas, ya sea la po, recuerda sin delicadeza a los señores capitalistas, a sus
fertilidad natural de la tierra, la población total, la masa secuaces y apologistas, que el propio capitalismo es producto
de medios de producción o varios combinados. Cada forma de la historia. Morirá a su debido tiempo, como nació en un
social especifica de organización económica tiene sus propias momento dado. Una nueva forma social de organización eco-
leyes económicas específicas. El capítal se limita a examinar nómica sustituirá entonces a la capitalista: funcionará de
aquellas que rigen el modo capitalista de producción. acuerdo con leyes distintas de las que rigen a la economía
El capital no es, por tanto, teoría económica "pura". Para capitalista.
Marx la teoría económica "pura", es decir la teoría económica No obstante, El capital no se ocupa exclusivamente del modo
que hace abstracción de una estructura social específica, es capitalista de producción, aun cuando el descubrimiento de
imposible. Sería similar a una anatomía "pura", a6straída de las leyes que rigen este modo de producción es su objetivo
las especies específicas que estudia. Podemos llevar la analogía fundamental. La producción capitalista es la producción gene-
un poco más lejos. Aun cuando la anatomía compara.d.a es cier- ralizada de mercancías. La producción generalizada de mer-
tamente una rama de las ciencias naturales, útil para incre- cancías desarrolla plenamente las tendencias y contradicciones
mentar nuestro conocimiento de la fisiología humana y animal, latentes en cada una de sus "células" básicas: las mercancías.
ésta sólo puede ser un subproducto del desarrollo de la com- No es casual que Marx inicie el libro primero de El capital
prensión anatómica de las especies específicas dadas. Del mis- con un análisis que no lo es del "modo capitalista de produc-
mo modo la teoría de Marx del materialismo histórico incluye ción", ni del capital, ni del trabajo asalariado, ni siquiera de
de hecho un análisis económico comparativo ejemplo, un las relaciones entre el trabajo asalariado y el capital, Porque
examen de la evolución del trabajo humano,-porde su productivi- es imposible analizar cualquiera de estos conceptos o catego-
dad, del excedente social y del crecimiento económico, desde rías básicas corresponden a Ia estructura básica de la
la sociedad esclavista, pasando por el feudalismo, hasta el -que
sociedad capitalista-, científica, total y adecuadamente, sin
capitalismo. Pero tal comparación sólo puede resultar del aná- un análisis previo del valor, del valor de cambio y del plus-
lisis de modos específicos de producción, cada uno con su valor. Pero estas categorías a su vez dependen del análisis de
propia lógica económica y sus propias leyes de movimiento. la mercancía y del trabajo que produce mercancías.
Estas no pueden ser superadas por leyes económicas "eter- De la misma manera que el plusvalor y el capital surgen
nas" ni incluidas en ellas. Podemos extender aun la analogía lógicamente de un análisis del valor y del valor de cambio, así
hasta su conclusión final. Si uno trata de encontrar un núcleo también el modo capitalista de producción surge histórica-
12 EL LrBRo pRrMmo EL PXOPóSITO DE ..EL CAPITAL'' 13

?nente del crecimiento de la producción de mercancías: sin talista, que siguen una lógica económica diferente de la que
la producción simple de mercancías el capitalismo no puede rige los intercambios de mercancías o la acumulación de ca-
empezar a existir. El capital, Ios Grundrisse y otros escritos pital.
económicos básicos de Karl Mam incluyen, por tanto, una Pero esto no implica de ninguna manera que en las socieda-
gran cantidad de análisis de la producción simple de mercan- des en donde la producción de mercancías en pequeña escala
cÍas, una forma de producción que existió de mriltiples mane- se ha convertido ya en el modo predominanle de producción
ras durante l0 000 años antes de que naciera el capitalismo (es decir donde la mayoría de los productores son campesinos
moderno, pero que floreció particularmente entre los siglos xrrr y artesanos libres, duefios de los productos de su trabajo y
y xvr en losPaíses Bajos, el norte de Italia v más tarde en la de su intercambio) Ias leyes que rigen el intercambio de mer-
Gran B,retana (y en menor grado en Japón antes de la revo cancías y la circulación de dinero no influyan fuertemente
lución Meiji). sobre la dinámica económica. De hecho, precisamente el des-
Se han formulado objeciones primeros marxistas rusos arrollo de Ia ley del valor, en tales sociedades, lleva a la separa-
-los
como Bogdánov, comentadores posteriores como Rubin y mar. ción de los productores directos de sus medios de producción,
xistas contemporáneos como Lucio Colletti y Louis Álthus- pese a que toda una serie de acontecimientos sociales y polí-
ser-1 -4 punto de vista, que se origina en Engels y que fue ticos influye en el proceso del nacimiento del capitalismo
sostenido por Rosa Luxemburg, y al cual yo me adhielo,, de moderno, acelerándolo, retrasándolo o combinándolo con ten-
ql.u'e El capital de Marx ofrece nó sólo un'análisis básico del dencias hacia diversas direcciones.
modo capitalista de producción sino también comentarios sig- Por otro lado, si bien es cierto que una "contabilidad eco-
nificativos sobre todo el perÍodo histórico que incluye los fó nómica" completa "basada en cantidades de trabajo nivelado
nómenos esenciales de la producción de mercancías en pequeña socialmente" entra en vigor sólo bajo el capitalismo, y esto
escala. Estas objeciones, sin embargo, se basan en una doble como una ley económica objetiva y no como decisiones cons-
confusión. Es cierto que el modo capitalista de producción es cientes de los dueños de las mercancías, no se sigue de nin-
la única organización social de la economía qué implica una guna m¿rnera de esta afirmación que la "contabilidad de las
producción generaliTada de mercancías. Sería compfutamente cantidades de trabajo" no pueda empezar a aparecer en socie-
erróneo por tanto considerar, por ejemplo, a la sociedad escla- dades precapitalistas, donde la producción de mercancías se
vista helénica o al imperio islámico clásico formas de convierte en una institución normal. De hecho, precisamente
sociedad que desarrollaron intensamente la producción -dos de mer- cuando la producción de mercancías en pequeña escala ya
cancías en pequeña escala, así como una economÍa monetaria está bastante desarrollada, pero al mismo tiempo sigue entre-
y un mercado internacional- como regidos por la "ley del lazada con formas tradicionales de una organización económica
valor'f. La producción de mercancías en estos modos précapi- "natural", lo cual implica la distribución consciente de los
talistas de producción está entrelazada y en última instancia recursos económicos y del trabajo social entre las diferentes
subordinada a organizaciones de producción (en primer lugar formas de producción (a través de costumbres, hábitos, ritos,
la producción agrícola) de una naturaleza claramente no capi- religión, deliberación de ancianos, asambleas de partícipes,
r-fsaac lllich Rubin, Ensayo sobre la teoría marxista del valor, Méxi- etc.), puede y debe aparecer la necesidad de una explicación
co, Cuadernos de Pasadoy Prbsentenúm.53,5r ed., 1982,pp.310-314; Lu¿io consciente de las "cantidades de trabajo", prra evitar in-
Colletti, El _ma¡xismo y Hegel, México, Grijalbo, 197ó; Louis Althusser, justicias y desigualdades básicas en las organizaciones socia-
"El objeto de El capital", en Louis Althusser-y Etienne Balibar, para leer les basadas todavia en un alto grado de igualdad y coherencia
El capital, Méúco, Siglo XXI, 1%9, pp. l0l-129. Existe también una obser-
vac_i-ó_n.¡ggV iluminadora del propio-Marx en EI capital, Libro I, capítu- social. He tratado de probar con datos empíricos que esto es
lo VIt "Ello no obstante hay circulación dé mercancías'y circu, lo que de hecho sucedió en diferentes períodos históricos, en
-dict-,
lación monetaria, dentro de cleterminados límites, y por ende determinado diferentes partes del mundo.
grado- de desarrollo comercial, premisa y punto'áe- parlida de Ia lorma-
y
ción de capital del modo de producción capitalista" (México, Siglo XXI, Esto no quiere decir que la "ley del valor" sea "un producto
1971, p. 108). de Ia historia precapitalista" ni tampoco que tales sociedades
, {Srl Marx, EI capital, México, Siglo XXI, lnrlgll, n/6, pp. 222- relativamente primitivas carecieran del mismo empeño maniá-
227; Friedrich Eugels,'1La ley del valoiy la tasa de ganancia", éñ Karl tico de obtener recompensas materiales'y de computar el
Marx, El capital, ¡ul8, pp. 112G1146; Rosá Luxemburg, Introducción a Ia gasto del tiempo de trabajo hasta fracciones de segundo, como
economía política, México, Cuadernos de Pasado y Presente núm, 35,
1972, pp. 21fu234; Ernest Mandel, Tfatado de ecqnomía marilsta, México,
Era, 1968, vol. ¡, pp. ó2-65, s E. Mandel, op. cit., pp. 54ó1.
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i 14 EL LrBRo PRTMERo EL MÉTODO DE CAPITAL,' 15
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sucede en la nuestra; porque éstos son, ciertamente, productos Rudolf Hilferding.s Este argumento pasa por alto la distinción
"puros" de la sociedad burguesa. Quiere decir simplemente oue Marx v Eneéh establetieron entre el socialismo utópico
que las formas embrionarias de la "ley del valor" pueden des- y el cientíiico. E,s cierto que Marx fue. un revolucionario du'
cubrirse en las incipientes evoluciones de la producción de i"ote tod" su vida adulta-a partir de 1843, pero consideraba
mercancías, de la misma forma que la "célula elemental" del esencial basar el socialismo (comunismo) en un fundamento
capital, la mercancía, contiene de manera embrionaria todas científico. El análisis científico del modo capitalista de pro'
las cualidades y contradicciones internas de esa categoría so ducción sería la piedra angular de ese fundamento, mostrando
cial. Negar tal dimensión histórica del análisis de Ma¡x es cómo y por quéte creó el capitalismo, a través de su propio
transformar los orígenes del capitalismo en un misterio inso desarróilb, las condiciones económicas, materiales y sociales
luble. previas de una sociedad de productores asociados. En ese sen-
-tido
Podría argüirse que se trata de un punto debatible para se esforzó Marx, desde luego en función de esta intención
economistas, de interés sólo para los antropólogos, etnólogos y no en contradicción con ella, por analizar el -capitalismo- de
o historiadores, pero, de hecho, sus implicaciones son de una una manera científica y objetiva' En otras palabras, no des-
trascendencia extrema. Al afirmar que el análisis de las leyes ahogó simplemente una hostilidad agresiva hacia una forma
motoras que rigen al modo capitalista de producción incluye pariicular áe organización económica, por causa de una pasión
necesariamente al menos algunos elementos esenciales de un ievolucionaria y de una compasión por los oprimidos, ni, huel-
análisis de los fenómenos económicos válidos para toda la épo ga decirlo, mofivado por razones personales, fracaso material
ca histórica que abargue las organizaciones económicas en las ó desequilibrio
-del psicótico. Marx quería descubrir las leyes ob'
que haya producción de mercancías, la validez de ciertas par- jetivas movimiento. No había nadie siquiera el típico
-ni
burgués Spiesser- a guien despreciara más que al hom.bre con
tes de El capital de Marx se extiende no sólo hacia el pasado
sino también hacia el futuro. Porque los fenómenos de la pro oreénsiories científicás que, no obstante, tuerce deliberada'
ducción de mercancías sobreviven, al menos parcialmente, en itr"ttt. los datos empíricós o falsifica los resultados de una
aquellas sociedades donde ha sido derrocado el reino del ca- investigación para qüe encajen en algún propósito subi-etivo.
pital, pero que no carecen completamente de clases, es decir Puestique Márx esiaba convencido de que la causa del -pro'
sociedades socialistas: la URSS y las repúblicas populares de letariadó tenía una importancia decisiva para el futuro de- la
Europa oriental, China, Vietnam del Norte, Corea del Norte y humanidad, quería creár para esa causa, un fundamento sólido
Cuba. El copital ya no es una guía para comprender las leyes de verdad ciéntífica y nó una frágil plataforma de diatribas
del movimiento de estas sociedades, como tampoco lo es para retóricas o de buenas intenciones.
comprender las leyes del movimiento de la sociedad desarro-
llada del medievo tardío basada en la producción de mercan-
cias en pequeña escala. Pero nos puede decir mucho acerca 2. ¡l n¡Érooo DE "EL caPrrAL"
de la dinámica (y de la lógica desintegradora) de la produc-
ción de mercancías y la economía monetaria en tales socieda- El propósito de El capitat es en sí mismo un recordatorio cla'
des no capitalistas, así como de las contradicciones que intro- ro ?el-método de conocimiento que aplicó Marx a su obra
ducen éstas en las leyes del movimiento "puras" y específicas principal:
'tlejó el método de la dialéctica materialista. Marx no
de las segundas. áuda alguna de que así entendía él mismo su traba-io.
Si El capit¿t no es un tratado sobre las leyes económicas En una carta á Maurice Lachátre, editor de la primera edición
eternas, ¿contiene al menos una ciencia de la economía capi- francesa del libro primero de El capit¿|, insistió en el hecho
talista? Algunos marxistas, el primero de los cuales es el ale- de que él era la primera persona en aplicar este método al
mán Karl Korsch, lo han negado.4 Para ellos para de los pto'bl"mas eionómicos.G De nuevo, en su propio
tantos críticos burgueses de Marx- El capital es-como
esencialmen- posfacio a la iegunda edición alemana del libro primero de
"rt,rhio
-Et
te un instrumento para el derrocamiento revolucionario del capital, Marx éspecificó este uso del método dialéctico como
capitalismo a manos del proletariado. Según ellos es imposible ¡ Rudolf Hilferding, Das Finanzkapital, Viena, 1923' p' x fEI capital
separar el contenido "científico" de El capital de su intención Madrid, Tecnos, l9ó3, p. 1lJ.
'
línanciero,
c ¡¡. Márx, caria u üáúii*'iachátre, 18 d-e marzo de 1872, 9n [gll
"revolucionaria", como pretendió el marxista austro'alemán Mari v Filid.¡ótt- rneeli, Cartat sobre El cap.ital, Barcelona, l..'lia' 1974;
véase iambién el "PróbÁo v epílogo a la edición francesa", El capital'
¿ Karl Korsch, Marxismo y filosofía, México, Era, 1969, pp. 4S66. México, Siglo XXI, 1975-1981, t. 1/1, p. 21.
16 ..EL
EL LIBRO PRIMERO EL MÉTODO DE CAPITAL,, T7

la dilferentia specifica de Et capital, que lo distinguía de cual- historiografia y la ciencia política francesas, el socialismo pre-
qurer otro análisis económico.z marxista. Sólo el reconocimiento de la sociedad burguesa y
, , Cuando se aplica el método dialéctico al estudio de los pro- sus contradicciones, especialmente la lucha entre capital y tra-
blemas económicos, los fenómenos económicos no ,orr:to'^i bajo, permitieron a Marx asimilar, combinar y transformar
oerados por. separado unos de otros, en pedazos, sino en sus estas ciencias en la forma y con la dirección específicas que
conexrones tnternas como una totalidad integrada, estructu- les dio. No obstante, pese a que la dialéctica materialista es la
rada alrededor de un_modo de producción üásico pr"ao*i- diálectica (idealista) de Hegel "dada vuelta", ambas tienen
nante y a partir de é1. Esta totalidad es analizada en tbdos sus características comunes. La dialéctica como lógica motora pre-
aspectos y manifestacio¡es, tal y como está determinada por supone que tado movimiento, toda evolución, sea de la natura-
ciertas leyes del movimiento dadas, que se relacionan tambi¿n leza, de Ia sociedad o del pensamiento humano, adopta ciertas
con sus oríg-enes y su desapa¡ición lnevitable. See,in Dár"." formas generales llamadas "dialécticas".e Engels y Lenin obser-
estas leyes del movimiento de un modo dado d;;;;iu;c;;; varon, en la manera misma en que el libro primero de El capi-
no so-n otra cosa que el desarroilo de las contradicciones inter- tal está construido, una aplicación sorprendente de este mé-
nas de esa estructura, que define su verdaderu,rut"iáláru. iu todo dialéctico general; así, pues, Lenin escribe que, pese a
estructura económica dada, a su vez, está caracterizad.a al mis- que Marx nunca escribió su proyectado tratado breve sobre
mo tiem-po_ por la unidad de esas contradiccio.r"r uii-"orrro la dialéctica, nos dejó sin embargo El capital, que es la aplica-
por sus luchas, todo lo cual determina los cambios ción de la dialéctica materialista al campo de los fenómenos
que experimenta. Los cambios (cuantitativos) que "o,'ttáni",
á"".i"n económicos,lo
constantemente en el modo dado de producción, b través de Sin embargo, precisamente porque la dialéctica de Malx es
la adaptación, de la integración de ,eformas y áe la á"i"niu materialista, no empieza a partir de la intuición, de precondi-
propia (evolución), se distinguen de los cambios f.ualitaii ciones o esquemas mistificadores, sino de una asimilación com-
r19-s) que, mediante saltos brúscos, producen t'rrru pleta de datos científicos. El método de investigación debe
diferente, un nuevo modo de producéión (revoluci¿rü----- "itir"üiu diferir del método de exposición. Primero deben recogerse lcls
Marx opone claramente su propio método dialéctico de in- datos empÍricos, debe captarse por completo el estado del
vestigación y conocimie¡to ai dé Hegel, pese a q", conocimiento dado. Sólo una vez logrado esto puede empren-
dudó en reconocer su, deuda de gratilud ál rit¿soro -"r"tn¿", """"u derse una reorganización dialéctica del material con el objeto
quie¡, acicateado por la revolucióñ francesa, tanzO n""uám""- de comprender el todo dado. Si se tiene éxito, el resultado es
te eI pensamiento dialéctico al mundo moderno. La dialéctica una "reproducción" en el pensamiento humano de esta tota-
de Hegel era idealista: el motor básico era la Idea aUsotuta;-ia iidad material: el modo capitalista de producción.
realidad material era solamente una apariencia 'J" El peligro principal para cualquier científico abocado al es-
la esencia ideal Para Marx, por el contiario, la dialéctica
"*t"urr^ es tudio de los fenómenos sociales es tomar las cosas por dadas,
materialista, "Io ideal no es sino lo material traspuesto y tra- "cerrar los ojos ante los problemas". La distinción entre la
ducido en la mente humana".8 Las leyes básicas ail moviínien- apariencia y la esencia, que Mani heredó de Hegel,11 no es
to de la historia son las de los hombres reales que Droducen otra cosa que un constante intento de penetrar más y más pro-
ellos mismos su- propia existencia material dentro'áe ;;;;;; fundamente a través de capas sucesivas de fenómenos, hacia
soclal cfado. El desarrollo del pensamiento corresponde en leyes del movimiento que expliquen por qué estos fenómenos
última instancia a ese movimiento básico, y f" ,"ifá¡u,-u"" evolucionan en cierta dirección y de maneras determinadas.
cuando Io haga a través de muchas mediacioner. esi. éilroc"- g F. Engels, carta a Conrad Schmidt, I de noviembre de 1891, cn Car-
so del pensamiento científico a través del cual ¡vrair-I-eeó a tas sobre EI capital, cit., p. 28ó.
comprender Ias operaciones del modo capitalista ae p.o?"o ro Vladimir Ilich Lenin, ,,Plan de la dialéctica (lógica) de Hegel", eir
ción era en sí mismo un producto de ese modo de proa'u""iJn, Obras complefas, México, Ediciones de Cultura Popular/Akal, s/f, t. xul,
de la sociedad burguesa y de sus contradiccionés. S¿ñ-;; pp. 305 ss.
manera secundaria puede considerársele como un producto 11 "Ahí se vérá de dónde deriva la lorma de pensar de los burgueses
y de los economistas vulgares, es decir que proviene de que, en su cere-
del desarrollo de numerosas ciencias humanas e i¿Lorogiás: bro, no hay nunca otra cosa q:ue la lorma lenoménica inmediata de las
la filosofía clásica alemana, la economía política úgiü;-i; relaciones que se reflejan, y no las relacioncs internos. Por lo demás, si
fuera ese é1 caso, ¿pára qué serviría entonces la ciencia?" (K. Marx,
t EI capital, ll, pp. 1L20. carta a Engels, 27 áe iunio de 18ó7, en Cartas sobre El capital, cit.,
a El capital, t/|, p.20. p. 134). Véase también EI capital, ttt/6, p. 261.
18 EL LrBRo pRrMERo
EL MÉTOD0 DE .,EL CAPITAL,, 19
Una búsqueda constante de preguntas en duda!- de lo abstracto a lo concreto".l3 De hecho, parte de los elemen-
donde otros ven respuestas hechas y una -¡poner
vulgar "evidencia":
éste es ciertamente uno de los méiitos prinóipales de Marx tos de lo material concreto para pasar a lo teórico abstracto,
lo cual le permite reproducir la totalidad concreta en su análi-
en tanto que innovador revolucionario de la ciencia económica. sis teórico. En su despliegue y riqueza plenos, lo concreto es
Pero para Marx, el dialéctico materialista, la distinción en. siempre una combinación de innumerables "abstracciones"
tre "esencia" y "apariencia" no implica en ningún sentido que teóricas. Pero lo material concreto, es decir la sociedad bur-
la "apariencia" es menos real que la "esencia", Los movimien- guesa real, existe antes de toda esta tarea científica, la deter-
tos de valor determinan en última instancia los movimientos mina en última instancia y permanece como un punto de
de los precios, pero el Marx materialista se hubiera burlado de referencia práctico y constante para probar la validez de la
los "marxistas" que sugieren que los precios son "irreales,, teoría. Sólo cuando la reproducción de esta totalidad concreta
porque, en última instancia, están determinados por los movi- en el pensamiento humano se acerca a la totalidad material
mientos del valor. La distinción entre la "esencia" v la ,,aoa- real, el pensamiento que domina el libro primero de Et capitat
riencia" se refiere a los distintos niveles de determinación, es aparece como un movimiento de "categorías" económicas, de
decir, en último análisis, al proceso de conocimiento y no a los la mercancía y sus contradicciones internas a la acumulación
diferentes grados de realidad. Para explicar el modo óapitalista del capital y su dermmbe. A menudo ha surgido la pregunta:
de producción en su totalidad es insuficiente entender simple- ¿este movimiento es sólo una sinopsis abstracta de la "eséncia',
mente la "esencia básica", la "ley del valor". Es necesario in- del capitalismo o es un reflejo sumamente simplificado del
tegrar la "esencia" y la "apariencia" a través de todas sus desarrollo económico real, es decir la historia real a partir de
conexiones mediadoras intermedias para explicar cómo y por: la primera aparición de la producción mercantil hásta una
qué aparece una "esencia" dada bajo unas formas concretas producción capitalista en gran escala en Occidentg purificada
dadas y no bajo otras. Porque estas mismas "apariencias', no de todas las formas secundarias y combinadas que sólo oscu-
son ni causales ni evidentes. Plantean problemas que también recerían la naturaleza básica de este movimiento?
han de ser explicados, y esta misma explicación ayuda a pe- Es imposible responder a esta pregunta con un simple ,,sí',
netrar a través de nuevas capas de misterio y nos acerca de o "no". Las mercancías producidas accidentalmente en las so-
nuevo a una comprensión total de la forma específica de la ciedades precapitalistas, al margen de los procesos básicos de
organización económica que deseamos comprender. Negar esta producción y consumo, no pueden desencadenar, desde luego,
necesidad de reintegrar la "esencia" y la "apariencia" es tan la notable y terrible lógica de la "ley del valor" que Marx
antidialéctico y mistificador como aceptar las "apariencias', desenvuelve majestuosamente en El capital. La pioducción
tal y como se ven, sin buscar las fuerzas y contradicciones mercantil, como característica básica y dominante de la vida
básicas que tienden a ocultarle al observador superficial y económica, presupone al capitalismo, es decir una sociedad
empirista. donde la fuerza de trabajo y los instrumentos de trabajo se
La forma en que El capital arranca con un análisis de las han convertido ellos mismos en mercancías. En este sentido
categorias básicas de la producción de mercancías, con la ..uni- puede decirse que el libro primero de El capital (basado en la
dad básica" (la célula fundamental) de la vida económica ca- lógica dialéctica) es lógico y no histórico.
pitalista, la mercancía, ha sido citada a menudo como una Pero la dialéctica implica que todo fenómeno tiene un prin-
aplicación modelo de esta dialéctica materialista. El propio cipio y un fin, que nada es eterno ni está terminado de una
Marx aclara que no parte de un concepto básico vez por todas. Así, la célula histórica del capital es al mismo
sino de un fenómeno material elemental -et vlloi-
mercancía- que 13 Karl Marx, Elementos fundamentales para la crítica de Ia
se encuentra en la base del capitalismo,-la
economía
como la única orga- política (Grundrisse) 1857-1858, México, Siglo XXI, 197l-1976, t. 1, p.21.
nización económica basada en la producción generalizada áe Véase, por el contrario, V. L Lenin, op, cit., p. 163: "El pensamieútó que
avaaza de lo concreto a lo abstracto [. . . ] no se aleja dé la verdad, sino
mercancías.l2 Es pues correcto, aunque incompleto, hablando que se acerca a ella." En sus comentarios sobre los tres libros de El ca-
estrictamente, decir que el método de Marx consiste en ,,pasar pital, que datan de principios de la década de los treinta, D. I. Rosenberg
propone la interesante opinién de que las abstracciones de Marx son a
..r¿'Karl Marx, Randglossen zu A. Wagners "Lehrbuch der politischen Ia vez concretas en tanto que se relacionan con una formación econó
ókonomie", en MEW, 19, pp.364, 368-369 lNotas tnarginales ai ,,Tratado mica concreta y en cuanto que están deterrninadas históricamente. Y
de economía política" de Adotph Wagner, México, Cuadernos de pisááó tampoco son abstracciones arbitranas a prínri. (Véase la traducción
y Presente núm. 9?, 1982, pp. 35 y 39-401. española del texto ruso original publicada por Seminario de EI capital,
México, Escuela Nacional de Economía, uNeu, Cuaderno r, p. 46.)
20 EL LrBRo PRTMERo EL MÉToDo DE "EL cAPrrAL" 2I
tiempo la clave del análisis lógico del capital: filogénesis y emocionantes acontecimientos en el mercado cuando el señor
embriología no pueden separarse por completo. Algunos as- García no encuentra un cornprador para sus últimas 1 000 tone-
pectos de la acumulación originaria del capital se reproducen ladas de hierro. Su intención es ofrecer una explicación de lo
dentro de la acumulación del capital en la vida capitalista con- que le sucedería al trabajo, la maquinaria, Ia tecnologia, el
temporánea cotidiana: sin esa acumulación originaria del ca- tamaño de las empresas, la estructura social de la población,
pital no habría modo capitalista de producción. De modo que la discontinuidad del crecimiento económico y las relaciones
el análisis lógico, después de todo, sí refleja ciertas tendencias entre los trabajadores y el trabajo a medida que el modo ca-
básicas del desarrollo histórico. Las formas más simples de pitalista de producción desarrolle su terrible potencial. Desde
la aparición de las "categorías económicas" (que no son más ese punto de vista el logro es en verdad impresionante. Preci-
que formas de existencia material, de la realidad material tal samente debido a la capacidad de Marx para descubrir, en su
y como la percibe y simplifica Ia mente humana) son a me. esencia, las leyes del movimiento del modo capitalista de pro-
nudo también su forma primaria, es decir originaria. Indepen- ducción a largo plazo, con independencia de miles de "impure-
dientemente de lo contra\¡ertido de esta interpretación, es zas" y aspectos secundarios, sus predicciones a largo plazo
difícil negar que esta unidad de análisis lógico e histórico es la leyes de la acumulación del capital, el progreso tecno-
manera como entendían su propio método Marx y Engels.la -las
lógico acelerado, el aumento acelerado de la productividad y
Desde Bernstein hasta Popper y los economistas académicos de la intensidad del trabajo, la creciente concentración y cen-
contemporáneos, se ha producido toda una literatura sobre el tralización del capital, la transformación de la gran mayoría
tema de la naturaleza "inútil", "metafísica" o hasta "mistifica- de la población económicamente activa en vendedores de fuer-
dora" del método dialéctico que Marx tomó de Hegel.15 La za de trabajo, la declinación de la tasa de ganancia, el au-
estrechez positivista de la posición de estos críticos por lo ge- mento de la tasa de plusvalor, las recesiones periódicas recu-
neral se convierte en un elocuente testimonio de lo contrario, rrentes, la inevitable lucha de clases entre el capital y el
es decir de la amplia visión histórica y lucidez penetrante que trabajo, los crecientes intentos revolucionarios para derrocar
Marx alcanzó con Ia ayuda del método dialéctico. Gracias a al capitalismo- han sido notablemente confirmadas por la
este método El capital de Marx aparece como un gigante com- historia.l6
parado con cualquier trabajo subsiguiente o contemporáneo Este juicio ha sido cuestionado en dos terrenos. La salida
de análisis económico. Nunca tuvo la intención de ser un ma- más fácil de los críticos de Marx es simplemente negar que
nual de a1'uda a los gobiernos para solucionar problemas tales las leyes del movimiento del modo capitalista de producción
como los del déficit de la balanza de pagos, ni tampoco la de que descubrió hayan sido verificadas. Esto se hace general-
ser una explicación erudita, aunque un poco trillada, de los mente reduciéndolas a un par de fórmulas simplificadas y
rl Sobre este tema y otros relacionados, véase, entre otros: Otto Morf, falseadas al máximo (véase más adelante): "Ia pauperización
Geschichte und Dialektik in der politischen ókonomie, Francfort, l97A; progresiva de la clase trabajadora" y "la crisis económica siem-
Evald Vasiljevic Iljenkov, La diatettíca dell'astratto e del concreto nel pre de mal en p€or".rr Karl Popper propuso una objeción más
Capitale di Marx, Milán, 1!)61 ; Karel Kosik, Die Dialektik des Konkreten,
Francfort, 1967 lDíaléctica de lo concreto, México, Cli.;lbo, 19761; Jin- ro "Independientemente de la importancia de estas contribuciones téc-
drich Zeleny, Die Wissettschaftslogik und Das Kapítt Francfort, 19ó9 nicas al progreso de la teoía económica en la comprensión actual de los
ÍI¿ estructtra lógba de El capital d.e Marx, México, G.ijalbo, 19781 ; Leo logros marxianos, quedan superadas por su brillante análisis de las ten-
Kofler, Geschichte und Dialektik, Hamburgo, 1955 [.Historia y dialéctiea, dencias a largo plazo del sistema capitalista. La marca es ciertamente
Buenos Aires, Amorrortu, 19701. impresionante: una concentración creciente de riqueza, la rápida elimi-
15 Por ejemplo, Eugen von Bóhm-Bawerk, KarI Marx and the close ol nación de la empresa pequeña y mediana, la limitación progresiva de la
his system, Nueva York, 1949, p. ll7 lLa conclusión del sistema de Marx, competencia, el incesante progreso tecnológico acompañado po.r la cre-
en R. Hilferding, E. von Bóhm-Bawerk, L. von Bortkiewicz, Economía ciente importancia del capital fijo ¡', por último, p€ro no por eso menos
burguesa y economía marxista, México, Cuadernos de Pasado y Presente importante, la amplitud incesante de los ciclos económicos recurrentes
núm. 49, 19741 ; Eduard Bernstein, Die Voraussetzungen des Sozialismus serie de predicciones insuperadas que se han cumplido, y contra
und die Aufgaben der So{aldemokratie, Stuttgart, 189, pp. 5l-7I fLas -una
la cual la teoria económica moderna, con todos sus refinamientos, tiene
premisas del socíalismo ! Ias tareas de la socialdemocracia, México, Si- poco que agregar" (Lcontief, op. cit., p. 94r.
glo XXI, 1982, pp. 127-1411; Karl Popper, The open society and its memies, 1? Un ejemplo clásico de tan-extrema simplificación lo da Paul Samuel-
Londres, 1962,:¡o1.2, p.82 lLa sociedad abierta y sus enemigos, Buenos son, quien reduce las leyes del movimiento del modo capitalista de pro'
Aires, Paidós, 19óól; Vassily I¡ontief, "The significance of marxian eco ducción a dos (!): "ta pauperización de la clase trabajadora" y "la cre'
nomics for present-day economic theory", en American Economic Repiew ciente monopolización bájo él capitalismo", y concluye, en relación con la
Supplemcnt, marzo dé 1938, ahora incluido en I. L. Horowitz, Marx and primera, quó "simplemeñte nunta ocurrió" y sobre la segunda declara
modern economics, Londres, 1968, p. 95; etcétera. que "durante treinta años Marx parece haber tenido razón, aun cuando

;
!
!.
22 EL LrBRo pRrMFRo EL PLAN DE
..EL
CAPITAL'' 23
elaborada al negar la mera posibilidad, o mejor dicho la natu- siglo después de su publicación. Basta comparar la historia
raleza científica de tales "Ieyes", llamándolas "profecías his- real del período que comienza en1867, por un lado, con lo que
tóricas incondicionales" que deben distinguirse claramente de Marx predijo que sería, y por el otro con cualquier alterna-
"las predicciones científicas". "Las predicciones ordinarias de la tiva como las "leyes del movimiellto", Para comprender cuán
ciencia Popper- son condicionales. Afirman que cier- notable fue el logro teórico de Marx y cuán vigoroso se yergue
-dice(por
tos cambios ejemplo, de la temperatura del agua en Ia ante la prueba experimental de la historia.zl
tetera) serán acompañados de otros cambios (por ejemplo, la
ebullición del agua)." 18 Popper niega la naturaleza científica
de El capital al afirmar que, a diferencia de las teorías cien- 3. r¡, pL¡N DE "EL cAPrrAL"
tíficas, sus hipótesis no pueden ser demostradas científica.
mente.le EI capitat no fue resultado de una generación espontánea ni
Desde luego, esto se basa en un malentendido de la natura- producto de un súbito interés por parte de Marx por los pro-
leza misma de la dialéctica materialista, la cual, como Lenin blemas económicos. Desde que este doctor en filosofía (Jena,
apuntó, requiere de una verificación constante a través de la 1841) se volvió comunista en el curso de esa década bajo la
praxis con el fin de incrementar su contenido cognitivo.2o De presión de su experiencia con los problemas sociales (el trato
hecho, serÍa muy sencillo "demostrar" que él análisis de Marx dado a los ladrones de leña en las provincias renanas de Pru-
es erróneo si la experiencia mostrara, por ejemplo, que a sia; el levantamiento de los trabajadores textiles de Silesia;
medida que se desarrolla la industria capitalista se vuelve cada las huelgas en Inglaterra; la lucha de clases en Francia), se
vez más pequeña la fábrica común y depende menos de la volcó a los estudios económicos. Pero este primer encuentro
nueva tecnología, Ios propios trabajadores proporcionan el ca- con la economía política moderna (que dejó sus principales
pital, más trabajadores se convierten en dueños de fábricas, la resultados en los Manuscritos económico-filosóficos, Miseria
parte del salario dedicada a adquirir mercancías disminuye de la fitosofía, Trabajo asalaria.da y capital y el Mani't'iesto
(y aumenta la parte del salario dedicada a adquirir tos pio- det Partido Comunista) fue bruscamente intern¡mpido por la
pios medios de producción de los trabajadores). Si además presión de los acontecimientos externos. Con una participación
hubieran transcurrido décadas sin fluctuaciones económicas activa en la política, Marx regresó de París a Alemania en el
acompañadas por la desaparición en gran escala de sindicatos comienzo del movimiento revolucionario de 1848. Ahí fundó y
y asociaciones de empresarios (todo ello a partir de la des- dirigió un periódico. Cuando la reacción contrarrevolucionaria
aparición de las contradicciones entre el capital y el trabajo, sumergió a Europa después del fracaso de las revoluciones,
en la medida en que los trabajadores controlaran cada vez más emigró a Londres y tuvo que sobrevivir como periodista. Estas
los. medios y las condiciones de prodrlcción), entonces se po- presiones, junto con la carga de la política de la emigración
dría ciertamente afirmar que El capital es sólo material -de én Londres, retardaron la posibilidad de una presentación sis'
desecho y que falló lamentablemente en sus predicciones acer-
ca de lo que había de suceder en el mundo capitalista real un zr Vilfredo Pareto proporciona un divertido aspecto de esta hipótesis
cfurantg los siguientes setenta años no es precisamente eso Io que deriva aparentemente absurda de "otras" leyes del movimiento imaginables en
de las investigaciones más cuidadosas sobre la concentración industrial',. su "crítica" de la teorÍa del valor de Marx. Para demostrar que Marr
Todo ello culmina con la afir¡nación final de que Marx creía que había tenía una petitio principis inserta en la teoria del valor-trabajo, Pareto
"una ley inevitable del desarrollo capitalista que determinabá que el afirma que podemos suponer igualmente que la costurera alquila sq má'
ciclo económico-empeoraría" y de que tampoco esto era cierto-(Paul quina y su propia subsistencia, lo cual llevaría entonces a la conclusión
A, Samuelson, "Marxian economics as economics", en American Econo- de que la máquina "produjo" el plusvalor ("Introduction á Karl Marx
mic Rettiew, vol. 57, 1967, pp. 622-623). Le capitat, extriits fai-ts paf P. Lafárgue", en Marxisme et économie pure,
re Karl K. Popper, "Predictions and prophecy in the social sciences", Ginebra, igOe, pp. 4748).-Deiando de lado el hecho de qge- su ejemplo no
en Conjectures and refutations. The growth of scientilic knowledge, Lon- "demuestra" nááa, es significativo lo que su contramodelo implica: que
dres, 1963, p. 339 tEl desarrollo del conocimiento científico: conjeturas los trabajadores rentan sus propios medios de prodl'cc-ión y que, como
y refutaciones, Buenos Aires, Paidósl. resultado; son dueñas de los productos de su trabaio, los -venden -en el
rs Karl K. Popper, The opm society and its enemies, cit., vol. 2, cap.23, mercado y por consiguiente se apropian de las ganancias- (plusvalor) pro-
especialmente la p. 210. ducidas en-el curso del proceso de producción. Es evidente que no ha
20 V. L Ienin, op. cit., p. 309: "Todos estos momentos (pasos, etapas, sido tal la tendencia predbminante en el desarrollo industrial de los tilti'
procesos) de la cognición se mueven en dirección del sujeto al objeto, son mos 150 años, pero áun a fines del siglo xx la- cuestión le parecfa a
puestos a prueba en la práctica y llegan, a través de esa prueba, a la Pareto tan "abiérta" que pudo sostener tal hipótesis sin- llegar a sorpren'
verdad." derse de tamaño dispárate, lo cual destaca aun -m{,s el nivel de percep-
ción de Marx acerca de las operaciones del capitalismo.
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a.
24 EL LrBRo PRTMERo EL PLAN DE CAPITAL,, 25

temática de su teoría económica a lo largo de toda una dé- tercero de El capital, gue restaron incompletos, fueron publi
cada. cados póstumamente, después de un arduo trabajo, por el
Sólo cuando, a través de Lassalle, un editor lo presionó para amigo de toda la vida de Marx: Friedrich Engels. El de Ieo'
que explicara sus ideas económicas de una manera global, re- rías- sobre el plusvalor fue reordenado y publicado por Karl
gresó a su reencuentro total con Adam Smith y Malthus, Ri- Kautsky. A su vez, los Grundrisse fueron presentados al públi
cardo y J. B. Say, Simonde de Sismondi y Tooke, además de co por primera vez en 1939, mientras que una parte considera-
los famosos Blue books del gobierno británico que se conver- ble de los manuscritos de 18ó1-18ó3 pernanece todavía inédita.
tiían en una fuente invaluable de material factual sobre las El plan inicial de El capital fue bosquejado en 1857 y el
condiciones de la industria, el comercio, las finanzas y la vida plan final data de 1865-18óó. Entre estas dos fechas transcu-
dia¡ia de los trabajadores británicos. El estudio sistemático rren nueve años de intenso estudio, especialmente en el Mu'
de los hechos económicos y sus ideas sobre el capitalismo, seo Británico, llevado a cabo en condiciones muy difíciles.
retomados por Marx alrededor de 1857, produjeron las siguien- Marx padeció continuamente por las dificultades económicas,
tes obras: por la- enfermedad y muerte de tres de sus hijos, entre ellos
al un primer borrador de El capital, publicado póstuma- su querido Edgar, y por el creciente y renovado compromi-so
mente con el título de Grundrisse d.er Kritik der politischen con los estudios sociales y políticos del momento, en especial
ókonomie lElementos fundamentales para la crílica de la a través de sus actividades en la Asociación Internacional de
economía polítical, escrito en 1857-1858; los Trabajadores (la llamada Primera Internacional). La nece'
bl el libro incompleto Zur Kritik der politischen ókonomie sidad de responder a un atague agudo y denigranle d-e un
lCuntribución a la crítica de la economía polítical, publicado oponente politico alemán, un tal Herr Vogt, le c.ostó a.Marx
en 1859; cási medio año de retraso en Ia elaboración del libro primero
c] los manuscritos de 18ó1-18ó3, veintitrés enonnes cuader- de Et capital. Finalmente, la enfermedad y la mala-salud se
nos de los que Kautsky extrajo las Teorías sobre el plusvalor convirtieion en obstáculos cada vez más dificiles de salvar.
(también conocido como el libro cuarto de El capital). Pero El mismo hablaba sarcásticamente de sus "carbúnculos", cu-
éstas abarcan solamente los cuadernos vr-xv inclusive. Los cua- yos efectos la burguesia no olvidaría por un largo tiempo. Pero
dernos r-rv tratan temas incluidos por lo general en el libro áe hecho es su notable actitud estoica hacia todas las miserias
primero de El capital; los cuadernos xvr, xvrr y xvur tratan que lo rodean, más que una amargura determinada nacida de
temas del libro tercero de esta misma obra, mientras que los lás escaseces materiales, la que permea su obra de madurez.
cuadernos xrx-)ilrrr tratan de nuevo temas relacionados con Desde el principio Marx quiso presentar un -análisis global
el libro primero e incluyen un tratamiento extenso de la his- del capitaliimo eñ su totalidad. El plan inicial de El capital
toria de la técnica y el uso de la maquinaria bajo el capita- da fe de su intención, Y es como sigue:
Iismo;
dl un manuscrito de 18ó4-18ó5 que trata en su mayorÍa te- l. Volumen sobre el capítol
mas que aparecen en el libro tercero de El copital; al El capital en general
el cuatro manuscritos redactados entre 18ó5 y 1870, a partir 1l El proceso de producción del capital
de los cuales Engels extrajo la mayoría del material para el 2l El proceso de circulación del capital
libro segundo de El capital; 3l Ganancia e interés
ll la versión final del libro primero de El capital (1866- por los propios Marx y Engels. La edición.Lieber es algo -más completa
18ó7). ón la mé¿ida en que iridica todas las variaciones dentro del mismo texto.
De estos seis escritos económicos básicos del Marx de la He cc¡ntado no m-enos de cien variaciones textuales en la edición Lieber,
madurez, el libro primero es por lo tanto el único que su autor áig.tnus de las cuales son importantes, pero sólo unas cuantas lo sufi
completó y editó él mismo, y del cual produjo incluso edicio- iiérrte pura ser mencionadas én este.prólogo. ["Una edición crítica del
tomo i tendría necesariamente que incluir (además de los borradores
nes corregidas en alemán y en francés.22 Los libros segundo y éditos e inéditos correspondientes-al mismo) trrdas las versiones del libro
;;bú;"d;a poi rrl"ti. Éodría reproducirlas sucesivamente, con el regis-
zz Las ediciones más exactas y científicas del libro primero de El capi i.o *ár completo posible de sus coincidencias y--diferencias"' 14 ptt'
fal so.n las del Instituto de Marxismel¡ninismo del Comité Central del iLnte édiciOn'no aspira a tanto' Pretende ser, sencillamente, una Plm-gra
Partido Sociaüsta Unificado de Alemania (MEW 23) y la de H. J. Lieber apioximación a una edición crítica de El capital en castellano", dice
y Benedikt Kautsky (Stuttgart, 19ó2), que indican las variaciones en el Pidro Scaron s" piOtógo (p.xr) a l4 edición publigga en^l\4éxico,
texto entre las diversas ediciones alemanas y la edición francesa editadas il;;'";r-Ái;¿t y""Madríd poi siÉlu XXI Editores entre 1975 v l98l' (r')J
26 EL LIBRO PRIMERO EL PLAN DE "EL cAPrrAL" 27

bl Sobre Ia competencia embargo, en ese tiempo parece haber mantenido la idea de un


cl Sobre el crédito volumen separado para el trabajo asalariado, otro para la pro-
dl Sobre las sociedades por acciones piedad territorial y volúmenes separados para el crédito, la
2, Volumen sobre la propieidad territorial competencia y las sociedades por acciones.2s La lógica de este
3. Volumen sobre eI lrabajo asalaria.do plan implicaba el deseo de abordar por separado las clases
4. Volumen sobre el. estado sociales básicas de la sociedad burguesa: primero los capita-
5. Volumen sobre el comercio ínternacional listas industriales, luego los terratenientes y finalmente el pro-
6. Volumen sobre eI mercado mundial ! las crisi5zs letariado. Implicaba asimismo el deseo de separar drástica-
mente los problemas de producción del valor, de plusvalor y
La versión de 18ó5-18ó6 de El capital, sin embargo, se divide de capital de los problemas de la competencia capitalista, que
en cuatro tomos: sólo pueden ser entendidos como resultado de los procesos
Tomo l: El proceso de producción del capital de redistribución del plusvalor producido previamente.
'I'omo 2: El proceso Sin embargo, si bien este plan original era claramente un
de circulación del capital
Tomo 3: Las formas del proceso global primer paso necesario hacia el análisis final del modo capita-
Tomo 4: Historia de la téoría lista de producción, a medida que avanzaba el análisis de Marx
se fue convirtiendo en un obstáculo a la exposición rigurosa y
Roman Rosdolsky, quien ha llevado a cabo el estudio más congruente de las leyes del movimiento de ese modo de pro-
amplio hasta la fecha sobre el problema, llegó a identificar no ducción. Así, pues, al fin y al cabo tuvo que ser descartado. El
menos de catorce versiones diferentes del plan de Et capitat volumen sobre el trabajo asalariado se integró al libro pri-
entre septiembre de 1857 y abril de 1868.14 mero: "El proceso de producción del capital". Se hizo impo-
Surgen dos preguntas a partir de tantos cambios. primera: sible abordar el trabajo asalariado separadamente de Ia pro-
¿por qué modificó Marx su plan inicial y cuáles son las impli- ducción del plusvalor, es decir del proceso capitalista de
caciones de estas modificaéiones para una comprensión ^del producción (quizá Marx intentaba dedicarse a las fluctuacio-
método de Marx y del contenido di Et capital? Segunda: ;la nes salariales en el volumen ó sobre el mercado mundial y
versión de 18ó5-1866 implica que los cuatro libros cón los q-ue las crisis). El volumen sobre la propiedad territorial se inte-
contamos hoy representan la obra completa de io-
gró, junto con los de ganancia e interés, competencia y socie.
dos los tomos sólo el primero se publicara--aunquetal como Marx dades por acciones, al nuevo libro tercero, que estudia las
la.ideara? La respuestá a cada uná de estas preguntas tiene formas clave del modo capitalista de producción global, desde
múltiples implicaciones interesantes tanto para ta discusión el punto de vista de la redistribución del plusvalor total pro
de la teoría económica de Marx en sí misma como para la Iuz ducido entre los diversos sectores de las clases propietarias.
que arroja sobre las contribuciones hechas por algunos de sus Al observar esta transformación del plan inicial de El capital
seguidores y discípulos más dotados. podemos sin embargo entender también por qué no cambió.
De hecho, lo qüe hoy llamamos El capit¿l es eI tercer in. Los libros primero y segundo de El capital todavía pueden ser
tento de Marx por presentar sus puntos de vista del modo incluidos bajo el encabezado de "El capital en general". Sólo
capitalista de producción en su totalidad. El primer intento, el libro tercero, como los volúmenes 4, 5 y ó originalmente
los Grundrisse de 1857-1858, sigue exactamente el plan iniciai planeados y que nunca fueron escritos, cae bajo el encabezado
de El capital pero se detiene én el punto 1a,31. iil segundo de "muchos capitales". Concretamente esto quiere decir que
tntento, que data de 1861-18ó3, sigue inédito, a excepción de la cierto número de problemas, como por ejemplo el del origen
parte de las Teorías .del plusvalor. El tercer intenio es el de y la mecánica del "ciclo económico" (de las crisis capitalistas
1865-186ó, del cual tenembs los volúmenes 1-4. Sabemos que de sobreproducción), no tienen un lugar en los libros primero
ya en enero de 18ó3 Marx había decidido tratar la renta de Ia y segundo y sólo pueden ser abordados cuando descendemos
tierra como un elemento de la distribución del plusvalor glo- de los niveles más altos de abstracción, donde se estudia al
bal entre los diferentes sectores de las clases gobtrnantes. Sin capital en su relación global con el trabajo asalariado, a un
examen de las interacciones de varios capitales. Debido a que
.tt Mul*,
cit., p.
77.
carta a Engels, 2 de abril de 1858, en Cartas sobre El capital, 2r MaDr, carta a Kugelmann, 28 de diciembre de l8ó2, en Cartas sobre
24 Roman Rosdolsky, Génesis
! estluctula de El capitat de Man, Méxi- El capital, cit., p.
104; Teorías sobre la plusvalía, México, Fondo de Cul.
co, Siglo XXI, l97S,;.85. tura Económica, 1980, t. r, p. 384.
2g EL LIBRO PRTMERO EL PLAN DE.,EL CAPITAL" 29

no tomó en cuenta esta estructura específica de los volúmenes ciones intercaladas a lo largo del manuscrito del libro tercero,
sucesivos de El capital, Rosa Luxemburg erró metodológica- que Marx seguía con la intención de completar Et capítal con
mente al acusar a Marx de haber construido sus esquemas de folúmenes sobre el estado, el comercio internacional, el mer'
reproducción del libro segundo sin haber resuelto el "proble- cado mundial y sus crisis, pese a que colocaba estos pr.ob-le-
ma de realización" o sin haber formulado una teorÍa de las mas clarament-e fuera del plan final del propio El capital-za
crisis.26 Regresaré a este interesante problema en mi ensayo Sólo cuando el manuscrito inédito de 1861-18ó3 nos sea accesi'
sobre el libio segundo de El capital. ble sabremos si existe algún esquema de lo que intentaba
Joan Robinson comete un error similar en su "Prefacio a desarrollar en estos tres libros, o bien si intentaba hacer una
la segunda edición" de An essay on Marxian economics lln- elaboración completamente nueva en su estudio de la sociedad
troducción a la economía marxista], donde plantea la existen- burguesa.
cia de una contradicción entre los supuestos concernientes Téniendo en cuenta estos cambios en el plan de El capital
a los salarios reales del libro primero de El capital y los del tomado como un todo, Ia versión final del plan del libro pri
libro tercero. En el primero, afirma, Marx supone que una mero resulta más sorprendente. No debemos olvidar que el
productividad creciente del trabajo conduce a un grado cre- libro primero, tal y como Marx lo dio a la iÍrprenta, es en
ciente de explotación, en tanto que en el tercero supone que la gran medida posteríor a los borradores originales e incomple-
creciente productividad del trabajo podría conducir, a trar'és tos de los libros segundo y tercero que Engels editara más
de un grado estable de explotación, a una tasa creciente de tarde.2e En consecuencia, el libro primero es el que mejor
salarios reales y a una tasa decreciente de ganancia.2? Joan nos permite penetrar en la visión marxiana del capitalismo.
Robinson no comprende que los libros primero y tercero de A partir de la ubicación del libro primero en el plan final
El capital se encuentran en dominios diferentes de abstrac- y total de El capital podemos adelantar inmediatamente una res-
ción, abordan problemas distintos y parten de supuestos dife- puesta a los dos malentendidos que surgen una y otra vez en Ia
rentes para aclarar la dindmica específica que permite respon- discusión de la teoría económica de Marx. Es cierto que según
der a estas preguntas. Marx y Engels los capitalistas no cambian las mercancías que
En el libro primero Marx examina las relaciones entre el poseen en función de su valor, mientras que bajo la produc'
capital y el trabajo en general, haciendo abstracción de los ción de mercancías en pequeña escala el intercambio de mer'
efectos de la competencia entre los capitalistas sobre la distri- cancías se basa burdamente en su valor.so Pero de ahí no se
bución del plusvalor y las variaciones de los salarios reales. sigue de ninguna manera que el libro primero, que supone
Por tanto, supone salarios reales de subsistencia inicialmente el intercambio de mercancías de acuerdo con su valor, se
estables para mostrar a través de qué mecánica se produce preocupe del intercambio y la producción de mercancías pre-
el plusvalor, apropiado y aumentado por el capital. En el li- capitalistas, y que solamente en el libro tercero se empiece a
bro tercero examina los efectos de la competencia capitalista exáminar lo (ué es la circulación capitalista de las mercancías'
sobre la distribución y redistribución del plusvalor entre los Por el contrário, Marx hace abstracción del problema de Ia
capitalistas, y tiene, por lo tanto, que integrar al análisis los redistribución del plusvalor entre los capitalistas competidores
efectos de esta competencia sobre el grado de explotación decir, el problema de la nivelación de la tasa de ganan'
(por ejemplo, en períodos de bonanza, con una alta tasa de -es
cia- en el libro primero precisamente para aislar y demostrar
empleo). Para elaborar las respuestas básicas a estas pregun-
zs Karl Marx, El capital, w/6, pp.168, 358-359, etc.; Roman Rosdolsky,
tas es perfectamente lógico hacer abstracción inicialmente de op. cit., p. 83.
las fluctuaciones en la tasa de ganancia y salarios en el libro zg Según Maximilien Rubel, los manuscritos del libro segundo de El ca'
primero, y supone inicialmente una tasa estable de explotación pital se originaron entre 1865-1870, aparte de una nueva versión de los
en el libro tercero, pero también abandonar más adelante es. cuatro primeros capítulos escrita en 1877 y un breve manuscrito de 1879;
tas hipótesis simplificadoras (libro primero, cap. xvrr; libro los manuscritos del libro tercero datan de 18ó1-18ó3 y 1865-1870 (Biblio'
graphie des euvres de Karl Marx, París, 195ó, p. 22). Existen pues s-ufi-
tercero, cap. xw). para sostener que, exceptuando los cortos lasajes cambia-
cientes razones -1879,
Finalmente, me parece claro, a partir de numerosas observa- dos en 1877 y Ios manüsiritos utilizados para editar, los libros
segundo y teriero de Et capital son anteriores a la versión final del li'
26 Rosa Luxemburg, La acumulación de capítal, México, Grijalbo, 1967, bró priméro (véase también el "Prólogo" de Engels al libro segundo
cap. xxv; Roman Rosdolsky, op. cit., pp. 92-100. IEI capital, trl 4, pp. 3-23J).
go Kárl Marx, Éi capital, tu/6, pp.98-100; Friedrich Engelg, "l a ley del
z1 loan Robinson, Introducción a la economíl. marx.ista, México, Si-
glo XXI, l%8, pp. 913. valor y la tasa de ganancia", en EI capital, t. ¡n/8, pp. 112!1146'
30 EL LrBRo pRrMERo EL PLAN DEL LIBRO PRIMERO 31

las.leyes de la producción capitalista de mercancías y su circu- ella. Se nutre parasitariamente del plusproducto social produ-
lación en su forma más "pura" y fundamental. cido y apropiado originalmente por las clases no capitalistas.
Del mismo modo es erróneo suponer que el libro primero Aquí Marx llega a su punto nodal. Una diferencia básica entre
se ocupa solamente de la "esencia" o de "abstracciones", en los modos de producción precapitalistas y capitalistas consis-
tanto que el capitalismo "concreto" sólo es analizado en el li- te en que bajo el capitalismo el capital no sólo se apropia
bro tercero. Nada podría ser más "concreto" y cercano a los del plusvalor, lo produce. Puesto que consideraba esto funda-
datos económicos percibidos de inmediato (..apariencias") mental para la comprensión de todos los aspectos de la socie-
dad burguesa el económico sino también el políti-
que los análisis de la jornada laboral, de los salaiios y de la
maquinaria que se hacen en el libro primero. Los coméntaris-
-noElsólo
co-, Marx inició capital con todo un volumen dedicado a
tas confunden aquí el tipo de pregunta contestada en el libro un extenso análisis del proceso de producción. Y es que el
primero_con el método d.e respuesta. El libro primero hace proceso de producción capitalista es al mismo tiempo un pro-
abstracción de la competencia capitalista, del disarrollo des- ceso de producción de valor, un proceso de producción de
igu_al combinado y por lo tanto de los precios de producción plusvalor, un proceso de producción de capital y un proceso
y de .yl¿ de la tasa de gananciá e incluso de los pre- de producción y reproducción constante de las relaciones so-
cios del-nivelación
mercado, con el fin de- revelar el origen bdsico- del ciales básicas antagónicas: Ia relación entre trabajo asalaria-
plusvalor en_el-proceso de producción, que es un proceso de do y capital, la compulsión para el proletariado de vender su
consumo de la fuerza de trabajo por el capital. Esté prooiema fuerza de trabajo a los capitalistas, la compulsión para los
es abordado con una combinaóión de intuicjón teórióa y veri- capitalistas de acumular capital y por lo tanto de maximizar
ficación empírica, mediante un intento constante de descu- la extracción del plusvalor a partir de los trabajadores.
brir los vínculos mediadores entre la ,,esencia,'y la ..aparien_ El libro primero de El capitol se centra en torno del descu-
cia", mediante un análisis concienzudo del cómó v brimiento básico de Marx: la explicación del "secreto" del
-¿eel poroué plusvalor. Existe una mercancía, a saber la fuerza de trabajo,
se manifiesta la "esencia" (el valor de la fuerza tñUaiol
a través de las "apariencias" (las fluctuaciones de los salarios cuyo valor de uso para el capitalista consiste en su capacidad
reales). para producir un nuevo valor mayor que su propio valor de
cambio. El "proceso de producción" que Marx analiza en el
libro primero es por lo tanto esencialmente el proceso de pro
4. ¡r pr¡,u DEL LrBRo pRrMERo ducción del plusvalor.
La producción de plusvalor puede examinarse, sin embargo,
El libro priraero de El capital se presenta a sí mismo como de una manera más detallada sólo si se divide el propio ca-
una construccron rigurosamente lógica. Empezaremos a partir pital en capital constante y capital variable. El capital cons-
de la forma elemental de la riqueza capitáüsta mércan_ tante representa la parte de la riqueza de la clase capitalista
cía- y su contradicción interna _7a contradiccjón-laentre valor con la cual adquiere y mantiene un monopolio de la propiedad
de.uso y valor de cambio. En tanto es producida por un tra- y el acceso a los medios materiales de producción. Así impi
bajo privado cuyo carácter social no puéde ser ya-.econocido de a la clase trabajadora cualquier posibilidad de producir
automática, inmediata y directamente por la sociedad, la mer- sus propios medios de subsistencia de una manera indepen-
cancía sólo puede existir con su corolario necesario, el dinero, diente. Es una condición previa necesaria para la producción
medio universal de cambio. Pero el análisis de la circulaciói de plusvalor. Por ello llama Marx capital variable a esa parte
de me¡cancías junto con la circulación del dinero lleva al del capital, mediante la cual los capitalistas compran la fuer-
desenvolvimiento de las potencialidades internas y contradic- za de trabajo de los trabajadores, porque sólo ella produce de
ciones del dinero: la posibilidad de que el valoi de cambio hecho el plusvalor.
ínsito en el dinero se convierta en un ágente económico autó- El paso siguiente en el análisis es la distinción entre la pro'
nomo; de que el dinero aparezca como punto de partida v ducción de plusvalor absoluto y la de plusvalor relativo. El
como punto final, y no simplemente como intermediario, dé plusvalor absoluto se produce por el alargamiento de la jor-
un proceso de circulación; de que el dinero se aplica al creci- nada laboral más allá del número de horas durante las cuales
miento del dinero, es decir del capital. el trabajador produce el valor equivalente al salario. El plus-
En las sociedades precapitalistas, el capitai aparece fuera valor relativo se produce aumentando la productividad del
de la esfera de la producción y difícilmente llegá a entrar a trabajo en el sector industrial de los bienes de salario, que le
32 EL LrBRo pRrMERo EL PLAN DEL LIBRO PRIMERO 33
permite al trabajador reproducir el equivalente a su salario en
una porción más corta de la jornada laboral, aumentando así el trabajo se le subordine en el curso del proceso de produc-
el plusvalor sin extender la jórnada de trabajo. N{arx ción. Las máquinas son el arma principal para incrementar la
que mientrSs qug la producóión de plusvaloi absoluto"ur"iuu producción de plusvalor relativo, estimulando así implacable-
predo- mente el proceso de la acumulación del capital. Las máquinas
minaba e1 lo¡ primeros siglos del modo capitalista de pioduc-
ción (en Inglaterra, en términos generaksl entre el siglo xvr que ahorran trabajo son el arma principal para producir y
y, la primera mitad del xrx), la pioducción de plusvalJr rela- reproducir el "ejército industrial de reserva" a través del cual
tivo.se.vuelve predominante una vez que la logica de la revo- los salarios se mantienen fluctuando alrededor del valor de la
Iución_industrial (del desarrollo de Ia maquina-ria) y la lógica mercancía fuerza de trabajo y por cuyo medio la apropiación
de la lucha de clases entre el trabajo y ei capitai ie aesf,tie- del plusvalor queda normalmente garantizada para los capita-
gan totalmente. listas.
Así, pues, Marx intepra lógicamente el desarrollo de la lu-
...Una parte central de la sección cuarta del libro primero
("La. producción del plusvalor relativo,') está ocupadu'poi cha de clases entre capital y trabajo a su análisis de la produc-
ción del plusvalor, en la medida en que considera que la lucha
análisis extenso y minucioso de ra manuiactura á;l; í¿l¡.u
t "" de clases se origina en ese proceso de producción. La exac-
moderna (capítulos xrr y xrrr). Aquí la produóción de plus_
valor adquiere una diménsión adióional irnportante. b;i;;" ción de plusvalor a partir del trabajo vivo significa una lucha
l^a etapq de la industria manufacturera, ei iapital
de los capitalistas por alargar la jornada de trabajo, por in-
tó, crementar la carga de trabajo de los obreros sin acrecentar
"*ft"tus"r-
frutos de un incremento en la productividad del truüu¡" los salarios, por apropiarse para el capital de todas las ganan-
gido a partir de formas cada vei más avanzadas de la división
cias de la creciente productividad del trabajo. A la inversa, la
del trabajo. Pero la técnica de producción es fundamental- lucha contra la explotación capitalista significa, para los tra-
mente la misma. El trabajo se subdivide en función de Ia sub- bajadores, una lucha por reducir la jornada de trabajo sin
división.del producto
{inal producido por la manufactura, pero reducir los salarios, por acortar la carga de trabajo, por incre'
más allá de estas subdivisiones no ocurren cambios en el mentar los salarios reales. La cuestión de cómo esta lucha de
proceso de trabajo. El interés principal del capitalista durante
clases contra los aspectos inmediatos de la explotación capita-
el período manufacturero es, pbr lo tanto, el cbntrol constante lista se transforma en una lucha por derrocar al sistema ca-
y directo-det-capital ,sobre eI trabajo para asegurar un gasto pitalista se plantea brevemente en la última parte de la sección
máximo de plustrabajo con un nivel téónico dado. Es .orn"o ,rn séptima del libro primero, en cuya parte inicial, a su vez, se
taller donde los trabajadores pierden la libertad. de determi- ocupa básicamente de la acumulación del capital, meta de
nar su_propio ritmo de trabajo, donde el trabajo pierde su toda la lógica infernal que Marx ha dejado al desnudo. El capi-
libertad y se vuelve forzado también desde ese pdnto de vista. tal produce plusvalor, el cual, a sll vez, es, en gran medida,
Muchas empresas manufactureras de los iniciós eran literal- transformado en capital adicional, el que, por su parte, pro-
mente sólo eso: talleres, llenos de trabajadores que en dife- duce plusvalor adicional. Y asi sucesivamente, con todos los
rentes grados habían perdido su libertad individual. subsiguientes efectos contradictorios para Ia humanidad.
Con la revolución industrial y el surgimiento de la fábrica Si hacemos un listado de los contenidos de las seccio
moderna, este_ proceso de sumisión del trabajo ante el capital nes sucesivas del libro primero, subdividiendo la sección pri-
en el curso del proceso de producción tieñe sus raícei no mera en sus tres capítulos constitutivos, veremos cómo se
sólo en las formas jerár,quicas de la organización del trabajo despliega esta lógica impecable del análisis y cómo burdamen-
sino.en la propia naturaleza del proceso d.e producción. En ia te corresponde al proceso histórico "despojado únicamente de
medida en- que la producción sé mecaniza, llega a reorgani- su forma histórica y de las contingencias perturbadoras".sl
zarse alrededor de la maquinaria. Ritmo y contenido def tra-
bajo vivo se subordinan L ]as necesidad'es mecánicas de la t. Punto de partida: la forma elemental de la riqueza capi-
propia maquinaria. La enajenación del trabajo ya no es sola. talista: la mercancía
rr.rgnte_ enajenación de los productos del trabájo- sino enajena-
ción de las formas y contenidos del propio trába;o.
al la mercancía y la realización de su valor de cambio
o el proceso de intercambio;
Marx desarrolla las poaencialidades explosivas áe la maqui-
naria modema en tres direcciones simuliáneas. Las máquinas sr Friedrich Engels, ;La Contribución a b c-rítica de Ia economía polí-
son el arma principal del capital con el fin de corrs"g.rir qu" tica de Karl Marx", en Karl Marx, Cc¡ntribución a la crítica de la eco-
tpmía política, México, Siglo XXI, 1980, p. 3,10.
34 EL LrBRo PRTMF.Ro EL PLAN DEL LIBRO PRIMERO 35
bl el proceso de intercambio y los medios de cambio: el xilr y xxrrr del libro primero de EI capital. ¿Es por tanto apro
dinero; piado considerar a Marx como un luddista tardío o como un
c] el dinero, mediador necesario del proceso de circula. precursor de los profetas del crecimiento cero? ¿O es cierto,
ción de las mercancías como han pretendido otros,32 que Marx era un profundo admi-
rr. El dinero se autotransforma en capital, es decir el valor rador de la tecnología capitalista y que puso todas sus espe.
busca un crecimiento del valor: el plusvalor; la natura- ranzas en los efectos emancipadores a largo plazo de esa
leza del plusvalor. tecnología, única capaz de reducir la inevitable carga de traba-
rrr. La producción del plusvalor: plusvalor absoluto. jo y la inevitable fatiga del trabajo a Ia que está condenado
rv. La producción del plusvalor: plusvalor relativo (de la el hombre?
manufactura al sistema moderno de fábricas). El Marx dialéctico, abocado a un análisis integral del capi-
v. Relaciones entre los salarios, la productividad del tra- talismo y de la tecnología capitalista, evita estas dos trampas,
bajo y el plusvalor; la tasa del plusvalor. tanto la del romántico conservador como la del mecanicista
vr. Cómo se transforma la fuerza de trabajo en salarios, sus inhumano. En pasajes clásicos de los Grundrisse 33 destaca los
diferentes formas y variaciones. aspectos civilizadores y progresistas del capitalismo, su impulso
vrr - vrrr. La acumulación de capital, es decir la riqueza capi- gigante para desarrollar las fuerzas sociales de producción, su
talista en su totalidad: sus consecuencias para el trabajo. búsqueda inquebrantable de nuevas formas y medios de eco,
Los orígenes del capitalismo (la "acumulación originaria nomizar trabajo, de nuevas necesidades y sectores de la pre
del capital"). ducción masiva que a5ruden a desarrollar las posibilidades ili-
mitadas del hombre. Pero simultáneamente muestra cómo la
Al final del libro primero regresamos al punto de partida: la forma específicamente capitalista de este desarrollo decuplica
riqueza capitalista. Pero ya no la entendemos simplemente el potencial inhumano de la tecnología y la maquinaria y el va-
como la suma de "formas elementales", un cúmulo de mer- lor de cambio "se enloquecen" (es decir se convierten en fines
cancías (aunque también es este cúmulo). La vemos ahora en sí mismos). El capitalismo subordina los hombres a las
como el resultado de un proceso gigantesco de producción máquinas en vez de usar las máquinas para liberar a los hom-
de valor, de extraccíón de plusvalor, a partir del trabajo vivo; bres de la carga del trabajo mecánico y repetitivo, Subordina
como un movimiento gigantesco que constantemente revolu- todas las actividades sociales a los imperativos de un impulso
ciona los ru-edios de producción, la organización de la produc- incesante de enriquecimiento individual en términos de dinero
ción, el proceso de trabajo y los propios productores. La en vez de estimular la vida social para el desarrollo de indi-
fórmula "capital-valor en busca de valor adicional" se entien- vidualidades ricas y sus relaciones sociales. La contradicción
de ahora como el capital que organiza un proceso de auto- entre el valor de uso y el valor de cambio, inherente a cual-
valorización (Verwertung,), un proceso constante que busca quier mercancía, se desarrolla totalmente en esta naturaleza
aumentar su propio valor a través de la unidad del proceso contradictoria de la maquinaria capitalista. Al no ser derroca-
de trabajo y el proceso de producción del valor incrementado do el capitalismo una vez que ha creado las condiciones mate.
(Einheit von Arbeitsprozess umd Verwertungsprozess). Así en- riales y sociales para una sociedad sin clases de productores
tendemos de una manera más completa por qué un análisis asociados, esta contradicción implica la posibilidad de una
del capitalismo debe aclarar primero todo lo que acontece en creciente y constante transformación de lqs fuerzas de pro
el curso del proceso de producción. ducción en fuerlas de destrucción, en el sentido más literal
La actitud de Marx hacia la tecnología, la maquinaria y el de la palabra: no solamente fuerzas de destrucción de la É
sistema manufacturero ha sido a menudo malinterpretada, in- queza (crisis y guerras), de la riqueza y felicidad humanas,
cluso por autores inclinados favorablemente hacia é1. Desde sino también fuerzas de destrucción de la vida tout court.
luego, es cierto que, más que cualquier otro economista, so.
ciólogo o filósofo contemporáneos, estaba consciente de los
efectos revolucionarios que a largo plazo tendría la maquina-
ria sobre todos los aspectos de la vida en la sociedad burgue-
sa. Es también cierto que su denuncia de los resultados in- ¡z Véase, entre otros, Kostas Axelos, Mm*, pensador de la técnba,
Barcelona, Fontanella, l9ó9.
humanos del uso capitalista de la maquinaria no puede esca- s¡ Karl Marx, Elementos fundonentalcs..., cit., vol. l, p, 217; vol.2,
par a quien lea con un mínimo de atención los capítulos vrrr, pp. 1619, 2n-n7, etcétera.
36 EI. LIBRO PRIMERO LA TEORÍA MARXISTA DEL VALOR-TRABAJO 37

5. r¡, rsonf¡ MARxrsrA DEL vaLoR-TRABAJo diciones, procesos mágico-rituales, decisiones de los ancianos,
etc.; en una socialista, sobre la base de una selección democrá-
En lo que va del siglo, ninguna parte- de.la teoría de Marx ha tica de prioridades por la masa de los propios productores-
sido mis criticada, én el mundo académico, que su teoría del consumidores asociados. Pero bajo el capitalismo, donde el
valor. Sus críticos burgueses muestran un instinto agudo en trabajo se ha convertido en trabajo privado, donde los pro
este caso, pues esta teoría es ciertamente la piedra -de toque ductos del trabajo son mercancías producidas independiente-
de todo el iistema. Pero ninguna tentativa intelectual contem' mente unas de las otras por cientos de empresas independien-
poránea se ha basado tan obviamente en un malentendido tes, ninguna decisión consciente establece previamente un
ian básico como los repetidos ataques a la teoría marxista del equilibrio tal entre los insumos de trabajo y las necesidades
valor-trabajo.s' socialmente reconocidas (bajo el capitalismo esto implica, des-
Esta teoiía reconoce dos aspectos del problema del valor: de luego, que sólo son socialmente reconocidas aquellas nece-
uno cuantitativo y otro cualitativo. Desde un punto de vista sidades que se expresan a través de una demanda efectiva). El
cuantitativo, el valor de una mercancía es la cantidad de tra' equilibrio se logra sólo accidentalmente, a través de la opera-
bajo simple (el rabajo calificado se reduce a trabajo-simple ción de las fuerzas ciegas del mercado. Las fluctuaciones de
poi medi^o de un coefíciente dado) socialmente necesario para los precios, a las que los economistas académicos permanecen
iu producción (es decir en una productividad media de traba' apegados, son, en las hipótesis más favorables, soiamente seña-
jo áada). Desde un punto de vista cualitativo, el valor de la les que indican si este equilibrio se tambalea, mediante qué
mercancía está determinado por el trabajo humano abstrecto: presión y en qué dirección. No explican qué es lo que se está
las mercancías que se han producido-a través del trabajo pre: equilibrando ni cuál es la fuerza motora detrás de estas nume-
vado se vuelven conmensurables sólo en tanto la sociedad rosas fluctuaciones. Precisamente ésta es la pregunta que
abstrae del aspecto concreto y específico de cada oficio indi' Mam intentó responder con su teoría perfeicionada del valor-
vidual privado o rama de la industria y nivela estas tareas trabajo.
como trbbajo social abstracto, independientemente del valor de A partir de este enfoque se hace inmediatamente claro que,
uso específico de cada mercancía. contrariamente a lo que muchos de sus críticos
Para comprender esta teoría basta formular Ia pregunta a por el austriaco Bóhm-Bawerk- suponían, Marx -empezando
nunca inten-
la cual Marx trató de encontrar una respuesta. Éste es el tó explicar con su teoría del valor las fluctuaciones a corto
problema: El hombre tiene que trabajar par-a satisfacer sus plazo de los precios del mercado.ss (Probablemente intentaba
necesidades materiales, para "producir su vida material"' La plantear algunos de los problemas implicados en las fluctuacio-
manera en que el trabajo de todo-s los productores en una so nes de los precios a corto plazo en ese libro sexto nunca es-
ciedad dada-se divide entre las diferentes ramas de la produc- crito incluido en el plan original de El capital.) Tampoco
ción material determinará el grado en que pueden satisfacerse tiene mucho sentido hablar de la teoría del valor-trabajo, tal
las diferentes necesidades. Así, dado un cierto conjunto de como está explicada en el libro primero de El capitol, como
necesidades, un tosco equilibrio entre las necesidades y el pro' una "teorÍa microeconómica" supuestamente en contraste con
ducto requiere de una distribución del trabajo (de "insumos la teoría del valor-trabajo "macroeconómica" expuesta en el
de trabajb") entre estas diversas ramas de la producción en libro tercero. Marx trató de descubriruna clave que se encon-
una proporción dada, y solamente en ésa' En una sociedad traba escondila detrós de lns 'fluctunciones de los precios,
primitivá, o en una sóciedad socialista completamente des- o, para decirlo con una metáfora, los átomos dentro de las
árrollada, esta distribución de los insumos de trabajo tiene moléculas. Efectuó todo el análisis económico en un nivel
lugar de una manera conscientemente -planificada: en una diferente y más alto de abstracción. Lo que se preguntaba en-
sociedad primitiva, sobre la base de hábitos, costumbres, tra' tonces no era cómo corre Juanito (es decir qué movimientos
hacen sus piernas y cuerpo al correr) sino qué hace que Jua-
34 El ataque ya clásico de Bóhm-lawerk respuesta en Hil' nito corra.
-e-nc^ont¡ó
ferding (amios trabajos est¿in jncluidos en, Hilferding, Bóhm-Bawerk y En consecuencia, el 99 o/o de las críticas respecto de la teoría
Bortkiiücz, Ecornmía burguesa y ecoramía marxista,.cit.). Otros ata'
ques similaies proviener dé Pareto (op. -cit',-pp' 40ss.), Mijail Trg11- marxista del valor-trabajo carecen de sentido, especialmente
Éaranovski (Theoretische Grunllagen des- Marxismus, Leipzig,. 1905-, cuando intentan "refutar" las páginas gue inician el primer
pp. 139ss.) y btros. Uno más reciente es el^ de. Joan Robinson-(op. cil.),.e¡ 35 Eugen Bóhm-Bawerk, op. cit., pp.3240; Paul A. Samuelson, op. cit.,
qüe a su véz fue contestado de manera efectiva por Rosdolsky (op' cit',
pp. p. ó20; Mijail Tugán-Baranovski, op. cit., p. l4l.
581-603).
38 EL LrBRo PRTMERo LA TEORÍA MARXISTA DEL VALOR-TRABAJO 39

capítulo del libro primero de El capital, las que han sido con- productividad social del trabajo a largo plazo en las diversas
sideradas como la "prueba" de dicha teoúa.36 Decir que las industrias de consumo, por un lado, y la industria minera del
mercancías tienen cualidades comunes más allá del hecho de oro, por el otro; es decir con las leyes del valor tal como Marx
que son prductos del trabajo social, transforma el análisis las formuló.
de las relaciones sociales en un juego lógico de salón. Estas Una vez que hemos comprendido que la famosa "mano in-
"otras cualidades" obviamente no tienen nada que ver con los visible" que supuestamente regula la oferta y la demanda en
nexos entre los miembros de la sociedad en una economía el mercado no es otra cosa que el funcionamiento de esa mis-
de mercado anárquico. El hecho de que tanto el pan como los ma ley del valor, podemos ya vincular toda una serie de
aviones sean "escasos" no los hace conmensurables. Aun cuan procesos económicos que de otro modo permanecen como pie-
do miles de personas se estén muriendo de hambre y la "in- zas inconexas de análisis. El dinero que proviene del inter-
tensidad de la necesidad" de pan sea ciertamente miles de cambio puede servir como equivalente universal del valor de
veces mayor que la "intensidad de la necesidad" de aviones, las mercancías sólo porque en sí mismo es una mercancía con
la primera mercancía será siempre inmensamente más barata su propio valor intrínseco (o, en el caso del papel moneda,
que la segunda en la medida en que en su producción se ha representa una mercancía con su propio valor intrínseco).
gastado una cantidad de trabajo socialmente necesario mu- La teoría monetaria se re-enlaza con la teoría del valor y la
cho menor. teoría de la acumulación del capital. Las altas y bajas del ci-
Frecuentemente se ha planteado la siguiente pregunta: ¿Por clo económico surgen como el mecanismo a través del cual
qué ocuparse de este tipo de interrogantes? ¿Por qué no res- los cambios radicales en el valor de las mercancías terminan
tringir la "economía" al análisis de lo que ocurre realmente por sostenerse, con la penosa desvalorización (pérdida de va-
en la vida económica diaria (bajo el capitalismo, en el caso de lor) que esto entraña,.no sólo para la "infantería" del ejército
que sea necesario decirlo): las altas y bajas de los precios, Ios de mercancias masa individual de bienes de consumo aca-
salarios, las tasas de interés, las ganancias, etc., en vez cle tra- bados, vendidos-ladiariamente-, sino también para la "artillería
tar de descubrir misteriosas "fuerzas subyacentes de la econo- pesada", es decir la maquinaria en gran escala, el capital fijo.
mía", de las que se supone gobiernan los sucesos económicos La teoría del crecimiento económico, del "ciclo económico",
reales, pero sólo en un nivel muy alto de abstracción y sólo de las crisis capitalistas, la teoría de la tasa de ganancia y su
en última instancia? tendencia a la baja: todo fluye en última instancia a partir
El enfoque neopositivista es curiosa y típicamente acien- del funcionamiento de esta ley del valor. Asi que la pregunta
tífico. Tratándose de medicina, para no hablar de otras cien- acerca de su utilidad para el análisis económico es tan absurda
cias físicas, nadie se atrevería, por miedo a la burla general, a como la pregunta acerca de la necesidad del concepto de las
preguntar: "¿Por qué molestarse en buscar 'causas más pro- partículas básicas (átomos, etc.) en la física. Desde luego, nin-
fundas' de las enfermedades cuando se puede dar con los sín- gún análisis coherente y congruente de la economía capitalista
tomas para establecer un diagnóstico?" Claro que no es posi- en su totalidad, que explique todas las leyes básicas del movi-
ble una comprensión real del desarrollo económico si no se miento de ese sistema, es posible sin "principios elementales"
intenta descubrir precisamente lo que "está detrás" de las organizados alrededor del valor de las mercancías.
apariencias inmediatas. Las leyes sobre las fluctuaciones inme- En la teoría económica marxista la "ley del valor" cumple
diatas y a corto plazo de los precios del mercado no pueden una triple función. En primer lugar gobierna (lo cual no sig-
explicar por qué, para dar un ejemplo de interés, un kilo de nifica que determine aquí y ahora) las relaciones de intercam-
oro compra en Estados Unidos, en 1974, casi el doble de ca- bio entre mercancías; o sea que establece el eje alrededor del
nastas dadas de bienes de consumo que setenta años antes cual oscilan los cambios a largo plazo en los precios relativos
(el índice de precios al consumidor se ha multiplicado alre- de las mercancías. (En el capitalismo esto incluye también la
dedor de cinco veces en comparación con 1904, en tanto que relación de intercambio entre el capital y el trabajo, un punto
el precio del oro en el mercado libre ha aumentado nueve extremadamente importante al cual regresaremos en su opor-
veces). Evidentemente, este movimiento básico de precios tie- tunidad.) En segundo lugar, determina las proporciones relati-
ne algo que ver a largo plazo con la distinta dinámica de la vas del trabajo social global (y esto implica, en última instan
se Eugen Bóhm-Bawerk, op. cit,, pp. 79-112; Joseph Schumpeter, Capi-
cia, los recursos materiales totales de la sociedad) dedicadas
ud demqtacy, [,on'dres, 1962, pp. 23-24 lCapitalismo,
talism, srcialism, a Ia producción de diferentes grupos de mercancías. De esta
srcialísma y democracia, Madrid, Aguilar, 1%11. manera, la ley del valor distribuye, en última instancia, los
N EL LIBRO PRIMERO I.A TEORÍA MARXISTA DEL VALOR-TMBAJO 4L

de Et capitaf. Cuando en la introducción al libro segundo nos


recursos materiales entre las diferentes ramas de producción de Ia reproducción, tendremos
(y de actividad social en general) de acuerdo con la división ocupemoi de los problemas
áá h "d"ot"nda efectiva" áe diferentes grupos de mercancías, ocaiión de insistir en la manera específica en que la contra-
entendiendo siempre que esto ocurre dentro del marco de re- dicción entre valor de uso y valor de cambio tiene,que salvarse
laciones de clase
-anta^gónicas
de la producción y la distribu' bajo el capitalismo, si se quiere hacer posible el crecimiento
ción. En tercer lugar iegula el crecimiento económico, deter- ecónómico. Por el momento sólo queremos insistir en que para
minando la tasa rñedia áe ganancia y dirigiendo la inversión Marx la mercancía incluYe -rie tanto vna concordia como una
contradicción entre valor uso y valor de cambio: un bien
hacia las empresas y sectoies de la producción donde la g9' para un comprador p.otencial -no
que carezca de valor de uso
nancia está f,or e.tcimu del promedio, y por- ende- alejándola
íealiza su valor de cambio, y el valor de uso específico de dos
de las empreias y sectores dónde está por debajo de este p-ro
moíimientos de capital e inversión corresp.onden categorías de mercancías, Ios medios de producción y-la. fuer'
-"aio. Eslos a las condióiones de la "economía" y el za d'e trabajo, desempeña un papel clave en su análisis del
Ln ,.lti*" instancia
modo capitalista de producción.
;áesperdicio" del trabajo social, es decir al funcionamiento de
la ley del valor. Como ya se ha dicño, la ley del valor expresa fundamental'
La'teoría del valor de Marx es un desarrollo y perfecciona- mente el"hecho de que en una sociedad basada en la propiedad
de decisiones eco-
miento posteriores de la teoría del valor-trabajo tal como ema- frivada y el trabajo privado (donde la toma
¿" lá escuela "clásica" de la economía política, y especial- ir¿*i"ur""rtá fraginentada en miles de empresas independien-
mente de la versión de Ricardo. Pero los cambios que Marx
"á tes y millones d'" "agentes ,económicos" ildependientes)- qo
introdujo en esa teoría cubrieron muchas vertientes. uno de p.,",i" reconocerse de-inmediato como tal el trabajo- -s-ocial" Si
ellos hábría de ser particularmente decisivo: el uso del con- !l señor Jones hace que sus trabajadores produzcan 100 000 pa-y
cepto de trabaio social abstracto como fundamento de su res de zapatos por áño, sabe que la gente necesita zaPatos
teóría del valor. por esta razón no puede considerarse, de nin- los compia; saü,é, incluso, si ss toma la molestia de investigar
guna manera, que Marx sea un "neorricardiano avanzado"' ,rtt po"", que la cantidad anual de zapatos vendidos en la Gran
íLa cantidad de trabajo como esencia del valor" es- algo muy nreta¡a ft en aquellos países a los que intenta exportar su
distinto de "la cantid;d de trabajo como numéraire" -una oroductoi-excede con mutho el modesto número de 100 000 pa-
vara usual de medir el valor de tódas las mercancías' La dis' i"s, p"ro tto tiene forma de saber si los 100 000 pares especí-
"ficoi que posee encontrarán los clientes -específicos que qule-
tinción entre trabajo concreto, que determina el valor de uso
de las mercancías, y traUa3'o abstracto, que determina su valor, .ot y p.t"áan comprarlos' Sólo después.de vender sus zapatos
es un paso revoluóionarió que va más allá de Ricardo y del
y r"óiÉit su equivilente podrá decir (siempre y cua¡d-o-jnver-
haya
iealizado la taia media dé ganancia respecto del capital
cual Mirx estaba muv orgulloso; de hecho 1o consideraba su
principal logro junto con el descubrimiento de la categorla tido); en mi fábrica mis trábajadores han empleado e1 tiempo
gererit del -plusvalor, que encierra la ganancia, la renta y- el realmente en trabajo socialmente necesario. si parte-de los za-
ínterés. Se 6asa en la óomprensión de la estructura peculiar patos se queda sin vender o si se los vende con pérdid?s o,con
de la sociedad de productores de mercancias, o sea del pro- in" gatt-icia significativa por debaj-o del promedio, ello signi-
blema clave de cómo relacionar entre sí los segmentos del ficará que parte- del trabajo invertido en la producció¡_no ha
potencial global de trabajo de la sociedad que han tomado la ii¿o t".ott'o"ido pot la iociedad como trabajo socialm_ente
iorma de trabajo privadó. Por lo tanto, representa, -junto, con necesario, y de hécho ha sido trabajo desperdiciado desde el
el concepto maixiáno de trabajo necesario y plustrabajo (pro' punto de vista de la sociedad como un todo'
' Pato este "reconocimiento" o la "negativa a reconocer" por
ducto nécesario y plusproducto), el nexo clave entre la teoría
económica y ta óiencia de la revolución social, esto es, el ma-
puit" d" la sociedad una cantidad dada de trabajo s-ucede sólo
terialismo histórico. Ln función de responder a la demanda efectiva del mercado,
La forma en que la teoría marxiana del valor-trabajo exclu- és á.cir independibntemente del valor de uso o de la utilidad
ye tajantemente el valor de uso de cualqt'jer determinación social de las'cualidades físicas específicas de una rnercancía
dada. La sociedad reconoce la cantidad de trabajo invertido en
direcia del valor y del valor de cambio se ha interpretado- a
menudo como un rechazo de Marx del valor de uso más allá su producción haciendo abstracción de estas consideraciones.
de los límites del análisis y la teoría económicos. Esto no co' Por ello Marx las llamó, a estas cantidades, cantidades de tra-
rresponde de ninguna manera a la rica complejidad dialéctica bajo abstracto socialmente necesario. si una libra de opio, una
42 EL LrBRo pRrMERo I.A TEORÍA MARXISTA DEL VALOR.TRABAJO 43

caja de balas expansivas o un retrato de Hitler encuentran recursos materiales (bienes para autoconsumo o mercancías)
clientes en el mercado, el trabajo que se ha invertido en su de ella con su trabajo.s8
producción es trabajo socialmente necesario; su producción En reacción contra todos los que han afirmado erróneamen'
ha sido producción de valor. Por el contrario, si una pieza te que el libro primero de El capital se preocupa por mostrar
exquisita de porcelana o un nuevo producto farmacéutico no que las mercancías, bajo el capitalismo, se intercambian real-
encuentran por alguna razón clientes, su producción no ha mente de acuerdo con la cantidad de trabajo abstracto social-
creado ningún valor y equivale a un desperdicio de trabajo mente necesario que contienen, algunos autores han sostenido
social, aun cuando en un futuro distante sus creadores sean que la teoría del valor-trabajo se preocupa sólo por el pro'
considerados como genios o benefactores de la humanidad. blema cualitath¡o y no por el cuantitativo, dado que el conte-
La teoría del valor-trabajo no tiene nada que ver con juicios nido del trabajo "socialmente necesario" de las mercancías
sobre Ia utilidad de las cosas desde el punto de vista de la es inconmensurable. El argumento inclina demasiado la vara
felicidad humana o el progreso social. Menos todavía tiene hacia el lado contrario. Es cierto que la medición cuantitativa
que ver con la determinación de "las condiciones para un justo de la cantidad de trabajo en la mercancía es difícil, pero la
intercambio". Simplemente reconoce el significado más pro dificultad no es tanto de tipo conceptual (por ejemplo, se pG
fundo del acto mismo del intercambio y de Ia producción de dría empezar por los agregados macroeconómicos, la suma
mercancías bajo el capitalismo, así como lo que gobierna la total de horas-hombre invertidas en todo el ámbito de la pro,
distribución del ingreso entre las clases sociales que resulta ducción material industria, la agricultura y el transporte
de esos actos, independientemente de cualquier juicio moral, de mercancías- -la en un país dado, su división en diferentes
estético o político. Desde luego, si anduviéramos tras tales ramos de la industria y grupos clave de mercancías, su inter-
juicios, deberíamos decir que Marx, aun comprendiendo por relación por medio de un cuadro de insumeproducto, el tra-
qué la ley del valor tiene que actuar como lo hace bajo la bajo invertido en la unidad promedio producida en ramos
pro'ducción de mercancías, de ninguna manera se esforzó en "autárquicos" donde no ha de importarse materia prima de
"defender" esa ley, sino, por el contrario, en construir una otros países, y así llegar a una estimación del gasto total de tra-
sociedad donde sus operaciones fueran abolidas por completo. bajo por ramo y por mercancía producida. . . ) como la que
Una de las objeciones más comunes e inocuas en contra de surja de una falta de información correcta. Será necesario
la teoría del valor-trabajo de Marx adopta la siguiente for- "abrir los libros" de todas las empresas capitalistas y verificar
ma: si los precios están regidos en última instancia por el estas cifras sobre la base de pruebas in situ con el fin de
valor (cantidades socialmente necesarias de trabajo abstracto),
¿cómo los bienes pueden tener precio si no son productos del 38 Una y otra vez se ha objetado a la teoría marxista del valor-trabajo
trabajo, es decir si no tienen valor? El propio marx respondió el hecho de que "supone" que el trabajo es el único factor escaso en la
a esa objeción mucho antes de bosquejar el libro primero de producción, a la par que supone que la tierra y las máquinas son abun-
dantes o bien que pueden ser totalmente orcluidas del análisis del valor,
EI capital.a? Los productos de la naturaleza ("los bienes li lo cual obviamente es absurdo. Leontief (op. cit., p. 93) apunta correcta-
bres"), que ciertamente carecen de valor dado que no se ha mente que Marx fue quizá el primer economista que otorgó al capital fijo
invertido ningún trabajo social en su producción, pueden te- una importancia central en el proceso de producción, en comparación,
ner un precio a través de la apropiación privada, a través por ejemplo, con Bóhm-Bawerk. [o que Marx afirma es que las máquinas
no pueden en sí y por sí "decidir" qué porciones de las fuerzas de trabajo
de la institución social de la propiedad privada. La tierra en la total disponible de la sociedad serán gastadas adicionalmente o se tras"
que ninguna mano humana ha trabajado para aumentar su ladarán de un sector de la producción a otro, una proposición transpa-
fertilidad no tiene valor, pero puede tener un precio si se la rente que, además, Marx probó científicamente. Después de haber com-
prendido que para Marx el valor es en última instancia la asigrración de
cerca y se le pone un cartel que diga "Propiedad privada: porciones de fuerza de trabajo socialmente disponible y que el valor total
prohibido el paso" y si hay quien esté dispuesto a pagar di- recién producido será igual al gasto total del trabajo vivo en un peiodo
cho precio porque necesite esa tierra como fuente de sub- dado, queda resuelto el dilema, De paso, debe entenderse también que
sistencia. Este precio será en realidad la capitalización del Marx, dando un paso más allá de la economía clásica, no "disolvió" el
valor del producto anual en salarios y plusvalor (ganancias, rentas e in-
ingreso neto (la renta de la tierra) acumulado para sr¡ propie- tereses) sino que a todo esto sumó el valor de la materia prima y de
tario, ingreso producido por quienes la trabajarán y extraerán Ia maquinaria utilizada en el proceso de producción. Su único argumento
era que esta parte del valor del producto anual no aumentaba en el
37 Véase Karl Marx, Contribución a la crítica de la economía política, proceso de producción sino que sólo se mantenía, siendo la única fuente
cit., pp. 47 ss. del nuevo valor el trabajo vivo.
M EL LIBRO PRIMERO SU TEORfA DEL PLUSVALOR 45

aproximarse a una medición cuantitativa del contenido de tra' €n1n toma y daca de nada que pueda-tener un
"precio" ni
Uájo 0e las mercancías en los países capitalistas.3e iiquiera de la manera más indirecta. El "servicio de protec-
cién" no lo "compra" el siervo, como tampoco un-comerciante
de Chicago "compra el servicio" de una-pandilla de maleantes.
ó. rr OSSCUBRIMIENTO CLAVE DE MARX] SU TEONfE DEL PLUSVALOR Se trata-de una lxtorsión impuesta sobre él por la organiza-
ción social, le guste o no. E[ origen del plusproducto social
La escuela clásica de la economía política, incluyendo a Ri- del que se aprofia la clase gobernante precapitalista es, por Io
cardo, veía las ganancias como un ingreso neto residual, una tant;, obviamente, el trabájo impago (ya s-ea en forma de
u"z qú" los salaiios habían sido pagados. De hecho, se aferra' servióios de trabajo o de pioductos físicos de estos servicios
ba tánto a este concepto que Ricardo creía que sólo los au' de trabajo, o incluso de ienta dineraria) consumido por los
mentos o bajas de los^ cost-os de producción en las industrias productores.
de bienes dó subsistencia podían influir en la tasa de .ga' ' En el caso del esclavismo, el contexto es igualmente claro
nancia. Lo que aconteciera a la industria de bienes suntuarios, o incluso más, especialmente en aquellos ejemplos extremos
o a las matérias primas incluso, no habría de afectar a la tasa donde los amos no proporcionaban ni siquiera la mise¡able
global de la ganancia. ración del esclavo, siño que este mismo tenía que procurársela
Este puntdde vista es incompleto y por lo tanto incorrecto, el séptimo día de la semana. Desde luego, al observar estas
pero al'menos fue un intento áe comprender el problema.de plantáciones esclavistas, hasta los críticos más escépticos d-el
ia distribución det ingreso entre las clases sociales en función materialismo histórico encontrarán difícil dudar de que todo
de lo que sucede en e-I transcurso de.la producción' Los expo- el producto social, tanto la parte que alimentaba a los escla'
sitorei de la teoría económica posricardiana "vulgar", Y 9tr voi como la que alimentaba a los amos, tenía un,solo origen:
especial los marginalistas neoclás1cos, no se toman la molestia
tporqué" y se limitan a responder la.pregunta el trabajo soóial invertido por los esclavos y sólo por ellog.
de preguntar el Sin embargo, cuando observamos el modo capitalista de
.ot?" ét "cómo".' Siñpleinente observan que los "factores" producción, tódo parece mucho más complic?qo y oscuro, por
(trabajo, capital, tierrá) obtienen diferentes, "precios" en el áecir lo menos. Ninguna fuerza bruta, personificadapor un ca-
rtrrcaáo y sL ümitan a un estudio de cómo fluctúan tales pre' pataz armado de látigo o un gn¡po dettombres armados, Pargce
cios. Coniiderar los oríg.enes de la ganancia, el interés y la bbligar aI trabajadoi a ceder nada de lo qu,g haya producido
renta; preguntar si los trábajadores-deben abandonar parte del o q,ie le pertene;ca. Su relación con el capitaljsta parece basar-
produCto de su trabajo cuando laboran para -un empresano se-en un acto de intercambio idéntico al de un artesano o
i;eno; examinar los mecanismos a través de los cuales esta campesino, propietarios de las mercancías. que han produ-cido,
airropiación tiene lugar como resultado de un intercambio que-llega a'la plaza del mercado. Parecería que el trabajador
hbnrádo, sin trampas-tti ubntos de nileuna clase: éstos son los vende su "trabájo" a cambio de un salario. El.capitalis-ta "com-
problemas básicoi del modo capitalista de producción que bina" ese trabajo con máquinas, materias primas y el t-rabajo
Marx tuvo que.del desentrañar. de otros hombrés con el fin de producir productos terminados.
El origen ingreso y el consumo de las clases gobernantes Como el capitalista es el dueño de esas máquinas,y las ma'
en las sóciedades-precapitalistas no es tema de especulación. terias primás, así como del dinero que paga los- salarios, ¿no
Cualquiera sabe qüe, deide un punto de vista económico, fue es acaso "natural" que deba también poseer los productos
ron résultado de lá apropiación áe parte de los frutos del traba' terminados que resultan de la "combinación de estos fac'
jo de los productorei por ta clase gobernante. Cuando el siervo tores"?
inedievalirabajaba mé¿ia semana para su Pfinia. subsistencia Esto es lo que parece ocurrir en el capitalismo, pero, explo-
en las tierras de su masada y la otra media sin remunera' rando bajo la superficie, Marx aparece con una serie de ob'
ción en las propiedades del noúle o de la Igle-sia, puede argüir' servacionés agudás que sólo pueden ser negadas por quien se
se que, desáe ún punto de vista "moral", se le ofrecía trabajo rehusa deliberadamente a examinar las condiciones sociales
imfago "a cambib" del "servicio" de la protección divina o únicas que crean esl.) "intercambio" peculiar y excepci,onal
ptófina, pero nadie confundiría este "intercambio" con lo que entre ffábajo y capit*i. En primer lugar, hay una desigualdad
institucional de condiciones entre capitalistas y obreros. El
'sucede
eá h plaza del mercado. De hecho no era ningún inter'
cambio econémico, sea cual sea el sentido de la palabra, nin' capitalista no está obliga'do a comprar fuerza de trabajo de
¡s Véase la inserción de F' Engels a El capital,t'r¡,16, pp' 83ss' mánera permanente. Sólo lo hace si le rinde ganancias. Si no,
{
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t
46 EL LIBRO PRIMERO su monÍe DEL pLUSvALoR 47
prefiere esperar, despedir trabajadores o incluso cerrar la mente a una situación en la que se niega a los trabajadores el
planta hasta que lleguen tiempos mejores. El obrero, por derecho a la huelga: el derecho a abstenerse de vender su
el otro lado (el término se usa aquí en el sentido social que la fuerza de trabajo al precio ofrecido en el momento que quie-
propia frase aclara y no necesariamente en el sentido más ran. En este caso, la percepción de Mam se ve claraménte
estricto de trabajador manual), está bajo la compulsión eco confirmada por las más altas autoridades del estado burgués:
nómica de vender su fuerza de trabajo. Como no tiene acceso bajo el capitalismo, el trabajo es fundamentalmente trábajo
a los medios de producción, incluyendo la tierra, como tam- 'forzado. En lo posible, los capitalistas prefieren disfrazar hi-
poco tiene acceso a provisiones gratuitas de alimentos en pócritamente la compulsión tras la cortina de humo de un
gran escala y como no tiene reservas de dinero que le per- "intercambio igualitario y justo" en el "mercado de trabajo".
mitan sobrevivir durante el tiempo en que permanezca sin Cuando la hipocresía deja de ser posible, regresan a aquéilo
hacer nada, debe vender su fuerza de trabajo al capitalista con Io que comenzaron: la coerción abierta.
de manera permanente y al salario vigente. Si no existiera esta I!t"o, por supuesto, sabía perfectamente bien que, para or-
compulsión institucionalizada, sería imposible una sociedad ganizar la producción en las fábricas modernas, no bastaba
capitalista plenamente desarrollada. Desde luego, cuando no combinar la fuerza de trabajo social de los trabajadores ma-
hay tal compulsión (como cuando subsisten grandes extensie nuales con la de los intelectuales. Era necesario proporcio
nes de tierra libre), el capitalismo seguirá siendo enano hasta nar tierra, edificios, energía, elementos infraestructuiales tales
que, de uno u otro modo, la clase burguesa suprima el acceso como caminos y agua, maquinaria, un marco dado de sociedad
a esa tierra libre. El último capítulo del libro primero de organizada, medios de comunicación, etc. Pero es claramente
El capital sobre la colonización desarrolla este punto con gran absurdo suponer que, dado que la producción industrial es
efectividad. La historia de Africa, en especial la de Sudáfrica, imposible sin estas condiciones de producción, los caminos
pero también la de las colonias portuguesas, belgas, francesas y canales "producen valor". Igualmente ilógico sería suponer
y británicas, confirma contundentemente este análisis.4o Si la que las máquinas "producen" algún valor en sí mismas y por
gente vive bajo condiciones en las que no existe la compulsión sí mismas. Lo único que puede decirse de todos estos ,,iaóto
económica de vender su fuerza de trabajo, corresponde enton- res" es que su valor dado debe mantenerse y reproducirse,
ces a la compulsión represiva jurídica y política proporcionar por medio de la incorporación de una parte del piopio valor
la mano de obra necesaria a los empresarios; de otra mane- e-n el producto corriente del trabajo vivo, duranté ei proceso
ra el capitalismo nn podría sobrevivir bajo tales circuns- de producción.
tancias. Nos acercamos más a la verdad cuando observamos que los
De paso, podemos agregar que Ia función de los sindicatos tí.tulos d9 propiedad (derechos de apropiación privadai ae U
se aclara inmediatamente a la luz de este análisis. Los traba- 1i".1? y la maquinaria conducen a una situación en la que ta-
jadores que se unen para establecer un fondo de reserva pue- les "factores" no serán incorporados al proceso de prodircción
den liberarse aI menos por unas semanas de la compulsión sin que. sus -propietarios reciban el "rendimientot, esperado
de vender su fuerza de trabajo de manera permanente al sa- por encima de la compensación por el deterioro de loi .,fac-
lario vigente en el mercado. Al capitalismo todo esto no le tores". Cierto. Pero de esto de ninguna manera se desprende
gusta nada. Va en contra de la "naturaleza", si no de la na- que- tales_ "rendimientos" los "produzcan" los títulos de pro-
turaleza humana por lo menos de la naturaleza más íntima piedad. Ni tampoco implica que los dueños de tales títülos
de la sociedad burguesa. Por ello, bajo el naciente capitalismo de propiedad se enfrenten en pie de igualdad con los propie-
ya vigoroso, los sindicatos fueron simplemente proscritos. Por tarios de la fuerza de trabajo. Sólo si estuviéramos en u-na iso,
ello, igualmente, bajo el capitalismo senil, regresamos gradual- ciedad esclavo-capitalista", donde los propietarios de los escla-
vos arrendaran la fuerza de trabajo a los dueños de las fábricas
ro Nos referimos aquí a la apropiación de la tierra en gran escala, por que a su vez arrendaran la tierra de los terratenientes, podría.
parte de los colonizadores blancos y de las compañias coloniales, el re- mos hablar de la existencia de una igualdad institucionai entre
unir a los afúcanos en "resewas", el establecimiento de impuestos en todos.los propietario-s
dinero en economias esencial¡nente no monetarias, el fouar a los afri- desde luego, ¡no entre prc,
canos a vender su fue¡za de trabajo con el fin de conseguir el dinero -aunque,
qietari-os y esclavos! Claro está que en ese caéo los propietanios
n'ec¡sario para pagar los impuestos, la imposición de multas dinerarias de esclavos los arrendarían sóló en el caso de qué récibieran
en gran escala o incluso el trabajo fotzado directo como castigo por a cambio un "rendimiento neto" por encima del nivel de ma-
transgresiones de todo tipo a leyes que han sido especialmente ideadas
para proveer de mano de obra a los colonizadores, etétera. nutención de los escla.vos.
48 EL LrBRO PRTMERO SU TTOnfI DEL PLUSVALOR 49

En segundo lugar, la situación social en la que una pequeña mercancía: la cantidad de trabajo socialmente necesario para re-
parte de la sociedad monopoliza la propiedad y el acceso a producirlo, es decir el valor de los bienes de consumo necesa-
los medios de producción, hasta llegar a la exclusión de todos rios para mantener al trabajador y a sus hijos en condiciones
o casi todos los productores directos, no es de ningún modo de seguir trabajando dentro de un nivel determinado en cuan-
un producto de la "desigualdad natural de talentos e inclina- to a la intensidad de sus esfuerzos, pero tiene una cualidad
ciories" entre los seres hi¡manos. Sin duda, tal desipualdad no especial, un "valor de uso" especial para el capitalista. Cuando
existió por decenas de miles de años de vida social del homo el capitalista "consume" fuerza de trabajo en el proceso de
sapieru. Y en el pasado relativamente reciente, digamos hace producción, el trabajador praduce valor, Su trabajo tiene la
unos 150 años, las nueve décimas partes de los productores doble capacidad de conservar valor --o sea de transferir al
del planeta la abrumadora mayoría era de pre producto terminado el valor de la materia prima y de una frac-
-de las que
ductores agricolas- sí tenían acceso directo, de uno u otro ción de la maquinaria gastada en el proceso de producción-
modo, a sus medios de producción y de subsistencia. La sepa' y de crear nuet)o valar, a través de su propia venta. Todo el mis-
ración entre el productor y sus medios de producción se rea- terio del origen de las ganancias y las rentas se acaba cuando
lizó durante un proceso histórico largo y sangriento, que Marx se comprende que, en el proceso de producción, los trabaja-
dores pueden (y deben hacerlo, pues de lo contrario el capita-
analiza en detalle en la sección séptima del libro primero de
El capital, esto es en "La llamada acumulación originaria". lista no los contrataría) producir valor en una medida superior
En tercer lugar, el trabajador no vende al capitalista su tra-
a la del valor de su propia fuerza de trabajo, mayor que el
equivalente de los salarios que reciben. Regresamos al punto
bajo sino su fuerTa de trabaio, su capacidad de trabajar du- en que empezamos en las sociedades precapitalistas y hemos
mnte un período determinado. En el capitalismo esta fuetza podido eliminar la telaraña de la aparente "igualdad de cam-
de trabajo se convierte en una mercancla.'l Como tal, tiene bio": como la renta feudal o la subsistencia del propietario de
un valor especlfico (valor de cambio), como cualquier otra esclavos, las ganancias, los intereses y las rentas capitalistas
¿r Claro está que Marx no "transforstó" a los hombres en "mercart' se originan a partir de la diferencia entre Io que \os trabaja-
cías", como muchos de sus oponentes "éücos" afirman. Por el contra' dores producen y Io que reciben para su mantenimiento. Bajo
rio, advirtió que el capítalismó era el que había llevado a cabo tal trans- el capitalismo esta diferencia aparece en forrna de valor y no
formación, y por tanto lo condenaba. Popper sostiene significaüvamente de producto físico. Este hecho impide que el proceso sea diá-
que "Ia teorla del valor [de Marx] considera el trabajo humano como fano al primer golpe de vista, pero n<¡ lo hace fundamental-
fundamentalmente diferente de todos los demás pnocesos propios de la mente diferente del "intercambio" que tiene lugar entre el
naturaleza, por ejemplo del trabajo de los animales. Esto muestra con
cla¡idad qué su ieoria se basa firialmente en una teoúa moral, la doc' señor feudal y el siervo.
trina de que la vida y el sufrimiento humanos gastados son una-c-o_sa ( !) Así pues es incorrecto afirmar, como lo hace Blaug, siguien-
fundamenlalmente diferente de todos los procesos naturales [.. ' ] No nie do a otros críticos académicos de Ma¡x, que la teorÍa marxiana
go que estateoria sea correcta en un sentido moral[...] Pero también
pienlo que un análisis económico no debe basarse en una doctrina moral. del plusvalor es una teoría del "incremento no devengado".ez
inetafísica o religiosa de la cual su poseedor es inconsciente" (The opett Se trata de una teoría de la apropiación o de la deduccíón del
society, t, 2, p, IZS). en primer lugar, Marx no era de njnguna manera
-diferencias ingreso de los capitalistas, como lo era la teorÍa clásica del va-
inconiciente áe las entre el trabajo humano y los esfuerzos de lor-trabajo. Los capitalistas se apropian del valor que los traba-
animales como las hormigas, como lo atestiguan los comentarios gue jadores han producido ya, antes del proceso de circulación de
efectúa eo el primer capfnio del libro primero de El capital. En-segundo
lugar, no hay nada de-metafísico en el hecho de que, cuando los hom' las mercancías y de la distribución del ingreso. Ningún valor
bres establec-en relaciones entre sí para produci¡ Io necesario para su puede distribuirse un punto de vista macroeconómico
subsistencia, ciertamente considerarán el trabajo huma¡o -en tanto que o, en otras palabras,-desde
tomando a la sociedad burguesa como un
base de esta organización social- de manera muy diferente 4 los, proce
sos naturales, fértilidad de la tierra o del ganado, etc. Desde el punto todo- que no haya sido previamente producido.
de ttista del hombre no hav nada de metafísico en la distinción entre El propio Marx consideraba que el descubrimiento del con-
los procesos químicos de loi árboles y las disposicioues necesarias para cepto de plusvalor, que representa la suma total de ganan-
dividir el tiempo total de trabajo útil á la comunidad en diferentes tipos cias, intereses y rentas de todas las partes de la clase burgue-
de actividad humana. Hace dó mil años, los defensores de la institu- sa, era su descubrimiento teórico principal.{3 Vincula la ciencia
ción de la esclavitud ieualaban a los esclavos con "instrumentos que ha'
blan" o "bestias de labbr que hablan". Sabemos muy bien que Popper no a2 Mark Blaug, "Technical change and Marxian economics", en Kyklos.
avala el esclaüsmo. ¿Dirla-pues que esta condena del esclavismo es pura'
mente "metafisica" ó admiiiría que se basa en una distinción cientlfica vol. 3, 19óO, citado por Horowitz, op. cit., p,227,
43 "Lo mejor de mi libro es i] (en ello descansa toda la comprensión
y antrcpológica entre los hombres y los animales?
50 EL LIBRO PRIMERO SU TEORÍA DEL PLUSVALOR 51
histórica de la sociedad con la ciencia de la economía capita. arrendar fracción alguna de la fuerza de trabajo social dis_
lista al explicar tanto los orígenes y el contenido de la lucha podble, excepto en Ia ciencia ficción. En ese mundo más pro
de clases como la dinámica de la sociedad capitalista.aa saico en el que vivimos, los hombres que son propietarioé de
Porque una vez que hemos comprendido que el plusvalor lo las máquinas pueden, por esta razón, contratar y- despedir a
producen los trabajadores, que el plusvalor no es más que otros hornbres. Cómo y por qué se divide entoncei el pioducto
el viejo plusproducto social en forma de dinero, en forma de del trabajo de estos hombres es lo que Marx busca'explicar.
valor, comprendemos el salto histórico que ocurrió cuando Desde luego que Marx no "negaba" que Ia maquinaria^podía
ese plusproducto social ya no aparece esencialmente en forma aumentar,la productividad social del trabajo. por el cóntra-
de mercancías de lujo (cuyo consumo está necesariamente li- rio, si,se lee-el capítulo xrrr del libro primero de El capital
mitado, aun bajo condiciones de una extravagancia extrema, se verá inmediatamente que estaba más- consciente de .ré po
comc¡ durante el imperio romano o en la corte francesa del tencial de la tecnología que cualquier otro economista contem_
siglo xvrrr) sino en forma de dinero. Más dinero quiere decir poráneo. Pero el problema que 1a mayoría de sus críticos v
no sólo un poder adquisitivo adicional para más máquinas, otros exponentes de la economía "vulgar" dejan de lado ei
¡nás materias primas, más fuerza de trabajo. También aquí muy simplei qpor qué el capitalista se debe ápropiar de los
descubrió Marx una compulsión económica. La propiedad pri. resultados del incremento de Ia productividaá aél trabaio?
vada, 7a fragmentación del trabajo social entre las diversas ¿Por qué la productividad combinada de muchos hombres ira_
empresas, esto es, la naturaleza misma de una producción ge-
neralizada de mercancías capitalismo-, implica la compul lajSndg juntos -el famoso "potencial de trabajo colectivó
de la fábrica", al cual se dedióa un análisis clavé en h sec-
sión de competir por una -elparticipación en el mercado. La nece- ción séptima original (el ',capítulo sexto',) omitida en la
sidad de acumular capital, la necesidad de incrementar la ex- v.e1s]ó1 publicada del libro primero de El capital-,la produc-
tracción de plusvalor, la sed insaciable de plusvalor que carae tividad combinada de cientificos y técnicos,^trabajadoies má-
teriza al capitalismo, todo está aquí: la acumulación del capital nuales y trabajado-res intelectualei, inventores de -muq,ritráiii
= la transformación de plusvalor en capital adicional. y ejecutores de trabajo muscular, deben aumentar la ginancia
De nuevo, como lo hicimos con el valor, debemos llamar la de los dueños de las máquinas? Seguramente no poique esa
atención acerca de lo que se trata: dominio sobre las fraccio- maquinaria posea cierta calidad mistériosa de ,,crea?,, válor,
nes de la cantidad total disponible del trabajo social. Basta decir de "crear" cantidades de trabajo socialmente necesari'o¡i"s
recordar este hecho básico para entender cuán fuera de lugar sino seguramente porque los propiétarios están en situacién
estiín las críticas contra Ia teoría del plusvalor que hablan de de a¡iropiarse los productos de dióha producción. Estamoi áe
la "productividad del capital", considerando al capital como si regreso a la teoría marxiana del plusválor.
fuera maquinaria.as Las máquinas nunca pueden, en sí y por sí, Recientemente surgió una interésante, aunque en cierto modo
sorprendente, innovaciórr apologética respeóto de las ganan.
de Ios hechos) el carócter doble del trabajo, destacado ya en el primer
-capitalistas, en la forma dé h teoria ae ta empresá aei.
cias
capítulo, según se exprese en valor de uso o valor de carlbio; 2l el tra-
tamiento del plusvalor, in"depmdien'tentente de sus |'ormas especiales, arrollada por Alchian y Demsetz.4? Se supone que lbs pr"pi"_
como ganancia, interés, renta del suelo, etc. P¡ecisanrente en el lib¡o tarios de los diferentes "insumos cooperadorós', tienén üna
segundo se manifestará esto" (carta de Marx a Engets del 24 de agosto
de 18ó8, en MEW,t.31, p.326). sumo futuro usando métodos indirectos" (Economics,
r¿ Popper (The open society, vol. 2, p, 1ó0) sostiene que Marx no des. wt introductor'
Nueva..york, 4i ed.., pp. s7ós77). ¡n ú éipii'*ii¿ri-li,i" ,¡ñiJ.
cubrió Ia categoría general de plusvalor, sino que la heredó de Ricardo, !!ahs!,
sln emDargo, el "incremento', se origina en el hecho de que eI ;.consümo
A tal efecto cita la "Introducción" de Errgels al libro segundo de EI ca- corriente" se "sacrifica', por la prod-ucción de ..Urcnes i"i.r*.ai;r;;:"ñ;;
pitat, en donde, por lo demás, no se dice nada de eso, sino que, como es 7a gmte la que
cualquier estudiante de las doctrinas económicas sabe, se afirmá que una
renun-cia al óonsumo (dejemos de lado i"ái-ei"ír-"""
larga serie de econqmistas, desde Adam Smith y los fisiócratas hasta
la que se ve realmente forzada a la abstinbnóiai. I-a g"ñi" p;üd-üi;;;
intermedios. 14 sente aumenta la productiviáua ¿E-il í;;;l;. ¿¿;;;;
Ricardo y los anticapitalistas posricardianos de la tercera y Ia cuarta resulta- que todas estas operaciones'humonas llevan de pronto'u o"lJ
década del siglo x¡x en Gran Bretaña, consideraban ganancias y rentas valor f.luya de . los "bienes intermedios,, ( llarn¡¿naólo ; pio¿-""tiuiaüi"i
como sustracciones de los productos del "trabajo productivo", P-ero sólo capit-al") es r¡n secreto oculto que Samuejson no resudlve.
Marx logró demostrar qué tipo dc trabaio produce plusvalor y cuál es r0 La única cualidad que las'miáquinas tierien.t";
el contenido real del proceso de producción del plusvalor, independiente- t'por sí,'es la
de aumentar Ia productividad del tiabajo y poi tarúo b;i&-;ti¡ii
mente de sus formas especificas, así como explirat este proceso. ái
las mercancías la de .,crear,, valor]
¿5 Samuelson, sigr.riendo a Bóhm-Bawe¡k, deriva esta "productividad ¡z A. Alchian -noy H. Demsetz, .,production, information costs and eco
del capital" del hecho de que "se puede obtene¡ más productos de con- nomic organisation", en American Econom.i¿s Reyiew, lnL.
52 EL LrBRo PRTMERo
IE TEORÍE DEL CAPITAL DE MARX 53
tendencia natural a desentenderse, porque le dan cierta prefe.
rencia a "los bienes no pecuniarios" (!) tales como el ocio, las el consumo directo de las comunidades productoras
se sino oue
condiciones de trabajo atractivas y el tiempo para conversar como m.ercancías; que et poteiiciai
con sus compañeros de trabajo. De ahí se sigue, según Alchian la sociedad se ha fragmenfado rri t.áuá¡". á"-it"uáT""t"'tJ
de 'enden p¿rláá'r",iár"-
y Demsetz, que si debe corregirse tal desatención alguien debe dos independientemente i-rno de otro; que rá. rir".""n"iu.-io,
tener tanto el derecho de supervisar el desempeño de los miem- tanto, tienen vaior; que este valor s. ,"iliru ; ;;;;;;;il"írr-
bros del grupo como cierta aversión a la propia desatención. cambio con una meriancÍa especial llamada dinero; que puede
Con este fin debe tener el derecho de recibir el residuo una entonces iniciar un proceso indep-endiente de
vez pagadas las cantidades contratadas de los demás insumos, ser propiedad de una clase dada de la sociedad"irl"]luliái,
¡;t;;;_- "r
bros actúan como propietarios del- valor en busca"
mentos del valor. si, cbmo explicó Adam smitrr-a á; ;;;;".
el derecho de dar por terminada la asociación del grupo y el
derecho de vender estos derechos. Después de recibir con gran
vas generaciones de estudiante¡ de los fenómenos
ras-.""iri
alegría la buena nueva de que se le ha promovido a la posi-
ción de miembro de un "equipo cooperativo", con base de la división del tabaio productivo iiJcnicol ; ""o"o.ii-o",
igualdad con el capitalista, el trabajador medio no puede dejar oroductividad incremeltaga de traüajo _en grum";f.;;;i;;"
rlependientemente de la form" io"iil.pecífica medida in_
de preguntarse por qué misteriosa razón ese "alguien" que de organiza-
ción de Ia economía- entonces el capitai ü
tiene todos esos "derechos económicamente necesarios" sism.
de esa división del trabajo sino una a¡visi¿n";-;; ;r8il;"
pre es el propietario del "insumo medios de producción" y
donde los propietarios dél valor acumulado se
tróufá"ítíiii¡o,
nunca el propietario del "insumo tserza de trabajo". ¿Será pon
que el capitalista está exento del vicio humano de la desaten- no propietarios. ";ir;;l;;;i",
ción o carece de inclinación por el ocio o por las condiciones Jo¡epJr.Schumpeter reprochaba a Marx haber elaborado
_
reorra del caDital ou-e no podía explicar los orígenes del una
de trabajo atractivas? ¿O será porque los señores apologetas capi-
del capitalismo están tratando de olvidar el hecho de que la tal.ae Nada esi¿ mei rejos áe h,.;áil. i\d"o;i-ilft;J""á;il-
apropiación del plusvalor se da a través de Ia propiedad mono- prendía perfectamente la diferencia entre, por un
Uaál-p"oAL
pólica de los medios de producción? ción y- reproducción del capital sobre ra báse del *"a"'""-"ii*
lista de producción y¡ nof et otro, lo, ori!""e. J'já#íJir,
del capital en los mggoi precapitaústai ae -proauó"iá". p"iá"
7. ra rsonf¡ DEL caprrAl DE MARX luego, una de las objeciónes ésencialei ;;;j"-hp;;;"
"l
y acientífico de las categorias de los economirtas ,,uulgari;;;;u
El capital es entonces, desde el punto de vista marxista, una su uso indiscriminado de los términos ,,capital', ?t"oitji"-
relación social entre los hombres que aparece como una rela- mo" como más o menos sinónimos. c"piiítiiáo v'", áit_t"
ción entre las cosas o entre Ios hombres y las cosas. Como capitalista,de producción, la toma de los medios de produc-
consecuencia lógica de Ia teoría del valor-trabajo y de la teoría c¡on por el capital, que se vuelve predominante en la
esfera
del plrrsvalor de Marx, éste es otro de los descubrimientos rle la producción. capitat es eI valor (inicialmente ."
clave que opone radicalmente su teoría a todas las demás for- dinero)- que se convierte en.un op.r"aá. i"¿"p"nai""t!';;ü,
tJr-á?"
mas de "economia" académica. poros de un modo,no capitaüsfa. de produc'ci¿;
Marx rechaza enérgicamente la idea, tal como fue expuesta aparece iniciarmente como capitar usuiar¡o y mercantil
Éi-";;i;;
rco.
por los economistas "vulgares" y neoclásicos, de que el "capi- mercio a larga distancia)- Desiués de un furÉ" p."iJ;;'hü;
tal" es sólo "cualquier acervo de riqueza" o "cualquier medio rico,.y sólo bajo condiciones'sociales ispecíficas,
de incrementar la productividad del trabajo".48 Un chimpancé penetra victoriosamente ra esfera de ra proluccio" el capital
que usa un palo para obtener plátanos está tan lejos de ser
!" iu-r"l-J"u
de capital manufacturero. (Esto ocurri'ó a fines d"l .iel;;;;
el primer capitalista como una comunidad tribal que aprende en eI siglo xvr en Europa occidenral, y iilrrlrrñ^i"
a acrecentar su riqueza por medio de la cruza de animales o pó9. Fl China, elemeitos aistados dá "" "r ";;;i;;ü;; i;_
capital
el riego de los sembradíos lo está de la "acumulación de capi- ya habían aparecido probabremente más d'e mil
tal". El capital presupone que los bienes no se producen para
"
^nóiá-iái'
En la producción limple de mercancr"¡ ;i ;ói;;i"o'ir_
duce plusvalor. Simplemente transforma ;-pilil;;,
ra Joseph Schumpeter, History of economic analysis, Nueva York, 1954,
pp. 55&559 fHistoria del anólisis económíco, México, Fondo de Cultura
;#;
Económica, l97Il. Schumperer, Capitalísm, socialism and, democtacy, cít., pá-
J:J"r.r"-il
E
É
tg
I 54 EL LrBRo PRIMERO TA TEORfA DEL CAPITAL DE MARX 55
:-:
t penetrar en la hipocresía del argumento. El capitalismo no
¡
del nroducto y del ingreso corrientes -que se originan con in'
puede apropiarse parte del pluspro- nació los inicios de la manufactura- cuando los capita-
;;ñJJd det capttát.
listas -con
"pusieron a disposición de los productores" una ma-
ductototalquepasanormalmenteamanosdelasclasesdo' quinaria nueva. Nació cuando los capitalistas expropi.aron los
;;;;r*;ieca¡iitatistas (poT ejemplo la apropiación' por
de la tierra)' instrumentos que pertenecían a los propios productores y
;;at; ¡; i" ,rrritu, de pariLproducto quefeudal
de lá renta
normalmente sirve reunieron estos instrumentos mismos bajo un techo común.61
i;;J; uf-pi^rr" parte'del
productores' La carac- En el modo capitalista de producción, el capital es por tan-
como fondo de consumo de los propios to valor constantemente incrementado por el plusvalor, el
i.¡rti." básica de estás operacionés esdeque-apenas- capital bajo las rela-
pioducción aumentará cual es producido por el trabajo productivo y apropiado por
;i;;;;ñ"fitutitt^t áe
tampoco desarrollará de ma- los capitalistas a través de la apropiación de las mercancías
ú;A;;;. grbu"r de la s&iedad; producidas por los trabajadores en las fábricas que pertene-
las fuerzas productivas ni estimulará el cen a los capitalistas. La manera en que este análisis del capi-
ciecimilnto económico. Sólo púede teler un efecto
""iu'rig"iíicativa desinte-
precipitan' tal y del capitalismo se basa en la institución de la propiedad
precapi:alista dado'
ntu¿ot sobre el orden social privada ha sido a menudo malentendida y tergiversada, tanto
ilil;il;;variás clases soiiales. Pero al acelerar la trans' por los críticos como por los discípulos de Marx. Merece por
ioÁu"i¿tt de los bienes producidos y consumidos como valo tanto algunos comentarios.
res de uso sólo *"itá"tías, o sea al acelerar la- expansión Histórica y lógicamente el capitalismo está ligado a la pro
á. f"-""ó""-ía ""
dineiaria' prepara- el terreno' históricamente' piedad privada de los medios de producción, lo cual permite
capitalista de producción'
i"r" ,rr," posible "puiiti¿í'del^moclo precapitalis.tas de.produc- la apropiación privada de las mercancías producidas, por con-
'-ii ;;ái q"; uót,iu en tos modos siguiente la apropiación privada del plusvalor y la acumulación
a una t*Tl..d" la circulación-v Ia
privada del capital. Ciertamente no es casual que los "dere-
"i#;;;;il;;;;i;lt"""te
anropiación *orr"turiá.. Por ello en el .libro primero- de El c* chos a la propiedad privada" estén en el fondo de toda la su-
;i¡iiiíiá;;'i;dü;; á capital por primera vez endel la sección perestructura constitucional y jurídica que siglos de elabora-
dinero'
explicado.la,naturaleza
;;c""d" ;t; pués de habeí se intitula "La transformación ción de leyes han erigido sobre los cimientos de la producción
ó;;;hr, la sección iegunda
lógico corresponde
de mercancías.
á;;i;;;; en cápitai,. Dé nuevo el análisis continuamente hace refe-
Pero lo que enfrentamos cuando examinamos las relaciones
;i-p;;;;;; hiridri"o, ai cual.Marx sociales que yacen detrás de estas formas jurídicas es, desde
t"ti"iu, aun cuando la mayoría de las veces lo haga en notas luego, algo que no es simplemente propiedad privada formal;
;-;i; á" página. Por otro lado, el capital que actú.a en elmodo de otra manera el análisis quedaría reducido a una simple
real de estudio de Et capi'
:JJi;i"-e;';;;J;";ión, el objeto
la producción y tautología. Cuando Marx afirma que la producción de mercan-
iáí^r"^r"ff.i.'tLui"r""nie u ,rtru teoría de el capítu-
cías sólo es posible porque el trabajo social se ha fragmentado
aoioniación del valor del y plusvalor' Marx explica
-en en trabajos privados reslizados independientemente uno de
iJ *{;aí riui" fri"i".o c-ómo se transforma la ley de apro- otro,62 se refiere a una realidad socioeconómica y rao jurídica;
piación de las *"rcánciat cuando pasamos de una sociedad la segunda es sólo un reflejo veces muy imperfec-
ff;;;;.tt;; á"--"t""tttías en péqueña escala a una socie' -y algunas
te- de la primera. El capitalismo es entonces una relación
áad'capitalista. En el primer c-aso los p,roductores directos específica entre trabajo asalariado y capital, una organización
son
lo, irrén". de los prodtr"tot de su trabajo; en el s_egundo-los social donde el trabajo social está fragmentado en empresas
a;"ñ; d"l capital'se convierten endirectos. dueños de los produc- progreso científico, la cooperación de numerosos trabajadores, etc.- como
-los
;;;;i trluájó áe loi productores hechoLos apologetas del resultados de Ia "productividad del capital".
capitalismo tratan lustificar
de este con el argumento sr Sobre este aspecto del desarrollo de las industrias domésticas y de
a la disposi- las primeras fábricas en los siglos xv y xw, véase, entre otras fuentes,
#;;;. ;;to"Zt á" toáo, los capitalistas "ponen con los que la pro- N. W. Posthumus, De Geschiedmis yan de l*itlsche Lakenindustfie,
;ióflá"1;íi."t"¡uaor"i los instrumentos
la historia nos permite 's-Gravenhage, 1908.
l"i.iO" tiene lugai.so Pero nuevamente sz Véase El capital,t. r/1, p.90. En una nota que Engels añadió a la
cuarta edición alemana del übro primero de El capital (véase t. r/1,
¡o Por eiemolo. MacCord Wricht, Capitalísm' Nueva York' l95l' p' 135' p, 58) hace notar que en inglés hay dos palabras diferentes para exprs
Marx muestra cuán ensaña' sar los dos aspectos distintos del trabajo: el trabajo productor de valor
ú Éí ri&lái'í¡bíi],- i"p't"to V t' ( inéd¡to)
los incre.mentos en ra productividad de uso es desigaado con la palabra work y el trabajo pnrductor de va-
ñJ.ñ"lil!-
;;;t^i-l;l "f;;iiaü#;';;;;r""tá
liaáio; ;tvé, de los desarrollos sociafes tales como el lor de cambio, que se mide sólo cuantitativamente, con la palabra labqtr.
EL l'IBRo PRTMERo I^A TEORÍA DEL CAPITAL DE IIARX 57
56
independientes específica para sus productos, independientemente del ciclo
independientes entre sÍ, que toman. decisionesformas de creci- económico y de las innovaciones tecnológicas, sólo tendría sen'
;::;i;Hi;r"inu.iti"""s, los precros v las por las partes del tido si se aislara de las fluctuaciones y de la incertidumbre
miento financiero, q.,"-ió-pitén enfre.sj producido p9t económicas, o sea si se negara la naturaleza misma de su pro'
mercado y las ganan.át iái pr"svalor-totai :1
por lo tanto ducto en tanto que producción de mercancías. La experiencia
t" \"i"il¿?d).' { las cuales
trabajo productivo ^i*t":" condiciones eco no confirma una aseveración de esta índole.
compran y explotan"" ".t"l."ti11o^Pi"
espóíficas' No se trata La distinción básica que introduce Galbraith, siguiendo a
nómicas, compulsion", I '!'t'i""iones "productores" y' Baumol, Kaysen y otros, entre la compulsión a una maximiza'
simplement" d" ,rr,""",Jü;á;- c;;eral, entre
porque ción de la ganancia (aplicable a las viejas empresas) y la com'
"acumuladores", o "pioá"tiot"i y "administradores"' de todas las putsión a la maximización del crecimiento. (aplicable a t-as
tal relación ,irli,i; t;;á;;i" característica
específica del capi iorporaciones de hoy) 6a pierde su validez práctica a largo pla'
sociedades de "tt y a" ningotta manera
"uclases zo una vez que entendemos que el crecimiento continúa sien'
talismo. del caPital privado do esencialmente una función de la ganaucia, que la acumula'
El conten&o de la institución eco-nómica(va sea un pequeno ción del capital sólo puede ser resultado en última instancia
ianto la indepatdiente de la producción y la realización del plusvalor. La única semi'
"rl* gigante)' El
fabricante o una ."tó;;.1;;'*"iiitr".ionál o no a ese con'
"*.e7esa -q1' lla de verdad que queda es entonces la diferencia entre la
il"iirii-¡*íüco si'conforme estrictamente nroblemas legales maximización de la ganancia en el corto y en el largo plazo,
tenido es irrelevant;,;';;;udo plantea de títulos lo que ciertamente es una de las diferencias básicas entre el
complejos. ¿t-o, fr""iitarios capitalismo competitivo y el capitalismo monopólico.
".Jíolú;';;;;oío
de ingreso o son p##iil";-á"ltu"éiott"s
de los "activos"
El debate sobre la naturaleza del capital ha recibido un nue'
Las leves sobre la quiebra
;"d;i?'brólffid;;á'i;-"-p'"'11 países capitalistas- adquieren
vo y significativo ímpetu con la crítica "interna" de la teoría
varían en los áirit"ttJt
-i-m'aáinaules' de la productividad marginal del capital de Piero Sraffa y la
-que Pero las decisiones
los matices *¿, .otipf-"j-os clave' por escuela de Cambridge. Los segundos han demostrado convin'
económicas vitales'^t^lis-á"tisio"és de inversiones
que son realmen' centemente que la medida de los insumos del capital en la
ejemplo) surgen ae ioaas aquellas empresas La circuns- "función de producción" neoclásica se basa en un razonamien'
te independientes V'át*"tip"nias subordinadas' es el hecho to circular.ss Porque si se debe medir el efecto de los incre'
tancia básica ¿. n vüá ;;'ñ;;;;"-ía
caoitalista
áe h sociedad como mentos o decrementos marginales de los insumos de capital
de oue estas decisiones vitales no surgen por el producto, esto sólo puede hacerse en términos de dine.
;; i;á;t ;;l;t "productores asociados"'
económica de ro, dada la naturaleza heterogénea de los así llamados "bienes
Nuevamente co:ntánido de esta institución de capital". "Pero este proceso de fijar precio o evaluar los
"t
la propiedad priviá iffi"j; iocial frag$entado) |1toman
*L' insumos de capital presupone una tasa de rendimiento de la
precisos que
con el p-ui"-" áe los agentes planta y el equipo en cuestión, del cual el valor es la capitaliza'
"orizutiaitt"
las decision", lár"!ñ;;-inae"penaieirtes' Et- que-quien o los re- ción"; es decir que "se tiene que asumir una tasa de interés
"n
toma las decisioneJ"s*^í"-piópietario determinado para demostrar cómo se determina este equilibrio en la tasa de
gerentes no cam'
de los accionistás o los- ilamados rendimientos".66 La salida, obviamente, consiste en buscar
J'fiá;
"."t""lu"t"s
t;; á"'qü táu":"n baio li misma compul-
una sustancia común a todos los "bienes de capital" indepen'
"ir,".r'o unt"¡ormenté' En
sión econó*i"" ur,álüá¿á- 'I" i"^tyli-g.?d
marxrs- diente del dinero, es decir regresar al trabajo socialmente ne-
;ü;;;;;;*itt"i, Galbraith' e incluso algunos
tas, sostienen que la ""*o
gran- corporación, contemporánea se ha 54 lbid., cap. x.
¡5 Joan'Robinson, The accumulatinn of capital, l,ondres, 1956 LLa acu'
Esta ilusión
liberado en gran rnáiiu'á" esias restricciones'53 de las condiciones mulación de capital, México, rct, 19ó01; Piero Sraffa, Production of com'
no es sino et resultaái J" "ittapolación más o menos lar-
modities by means ol commodities, Cambridge, 1960 Í-Producción de
oue prevale""o ""u
arrái*t"-""-p"iioao^de auge mercancías por m.edío de mercancías, Barcelona, Oikos, 19ó61.
o ración ss Maurice Dobb, "The Sraffa system and the critique on the neoclas'
Eá]o"" it!?ü", i" ;;;;- ¡; que'cuatquier- sran pueda emanciparse
corp
-sean sical üeory of distribution", reimpreso en E' K' Hunt y Jesse G. Swartz
cuales tueren t". áiñ-.titio* o'pgd;i- (mono (comps.), A critique of economic theory, Harmondsworth, 1972, p, 207,
definitivamente ae-iá-cáÁfufsiOn de la competencia. una demanda Conviene observaise, sin embargo, que, usando la jerga schumpeteriana,
pólica), es decir áo" p"tau tener garantizada Dobb sólo justifica el uso del trabajo como numéraire- (una unidad de
Yotk' 1967' medida), dé una manera típicamente neorricardiana, y de ninguna mane'
sg John Kenneth Galbraith, The npw industrial'stafe' Nueva ra sobre la base de la teoria del valor-trabajo de Marx.
cap. xur lEt utevoT;;;ü"hn;;;ioi' sutt"loou' Ariel' 1s671'
$
g
t: LA TEoRÍA DE LA ACUMULAcTóN ppr cAprrAL 59
EL LIBRO PRIMERO
58 consumo durables acumulados, producidos fuera de la agricul-
cesario como la sustancia mensurable del valor cle todas las tura, se multiplicó más de diez veces en dólares constantes
mercancías. entre 1900 y 19ó5 en Estados Unidos, y ciertamente esta esti-
mación está subvaluada por basarse en registros oficiales alte-
MARx
rados por razones de evasión de impuestos.
8. r,l rsonfe DE LA AcuMuLecróN DEL cAPrrAL DE La acumulación de capital es desde luego distinta del com-
cre' portamiento de las clases dominantes precapitalistas. Si todo
El capital es entonces, por definic-ión' el valor que buscaplus' el plusvalor se consumiera en la forma de bienes de lujo, no
el
;;t, ;i;ht*tor. p",J'J "r tápi{1 produce el c-apitalismo el
nlusvalor' podría tener_lugar acumulación de capital alguna. El cápital
valor produce tambijn lürt"ftá*ional'.En^ la forma de acu- se mantendría entonces en el nivel que ya ha alcanzado.- por
;;;"it;;;; ó;;;¿" entonces baio
econ¿miio
dél modo capitalista razones puramente analíticas Marx presentó este caso especial
mulación del capiti"El"ú;;:ü^ü;iF capital' Esto no su-
"limitador" bajo el nombre de "reproducción simple". ño co
ü;;;á;.;ü"-;t el'imp"isá a acumular rresponde, desde luego, a ninguna etapa o situación '.real,, de
"oasión de acumu'
cede debido un" *itié¡átá y t-autotógica Se explica un modo capitalista de producción que funcione normalmen-
"
lación" o inclinacióil;;;J aó los é¿oitalistas' te.58 Como hemos señalado, Io que catacterlza al capitalismo
esencialmente por ú es decir por :l.l"i?-TT: e-s precisamente Ia compulsión de acumular, es decir .tla repro
Márx afirma..categóricamente que .:t-n
á;:;;;h; ".iit"lé."."á"ip"t"ncia' ducción ampliada".
el. crecimiento se extrn'
i; #;;;;;cia"'el tu"go qtt" anima" ("un solo trust La reproducción ampliada presupone que no todo el plus-
;tfi;';l-El-""pit"r ióiir*é"t" monopolizado valor producido por el trabajo productivo y apropiado pór la
mundial") s"ria esettciutmente capitál estancado'combina con la
clase capitalista es consumido improductivamenie. paite de
Pero en el capitalismo la competencia se él se transforma en bienes de lujo y desaparece del proceso
t""J"""ü- u rusiitnir el trabajo.-por la máquin-a como. una
de reproducción y otra parte es transformada en capital adi-
y el crecimiento
fuerza motora put" i" de- capital cional utilizado para comprar plantas y equipo, mateiia prima
"""t""r"óiOti mantuviera la re'
económico. Si la ampriaciOláá ta ptoaucéión insumos de tra' y fuerza de trabajo adicionales. Este, entonces, es el procéso de
e
ñü;-¡;úintre iír"-o. ya" tra'bajoprima)' vivo
rápidamente- al'
acumulación del capital: la transformación del plusvalor en ca-
baio muerto t*"q"i""ti" -átttii total disponible)
pital adicional, que puede a su vez producir nuevos incrementos
ái;#;ili I'iiii.ii'iü Gf p"iá""i"1-Éumano
limite de'saiancias' En condiciones perlnanen'
en el plusvalor, conduciendo a nuevos incrementos de capital.
;;;^;;"6plenounempleo, los" salarios tenderían a aumentar y a Este movimiento se desarrolla en forma de espiral, comb Si-
i"i a" el punto e.n oue la acumulación
monde de Sismondi, uno de los primeros críticos "románti-
reducir tas ganurrci", hasta gradual' cos" del capitalismo y a quien Marx cita con.aprobación en este
de capital y el cr"ciñiáriü-""-o"át"i"á A"tuparecerÍan punto, ya había comprendido,
mente. El hecho de que la acumulación de capital sea posible sólo
En el capitalismo, sin embargo, el crecimiento económico
insumos
porque parte del plusvalor apropiado por la clase capitalista
no es "neutral" coi ;;;; ;1a'relación entre de
capital variable v
no se malgasta socialmente en bienes de lujo, constituye el
;;-"b"j"-;i;o y de'i;üjt -;"tt9- !:ltt" punto de partida de Ia llamada teoría de la "abstinencia" -(más
capital constante). A la vez es notoria su fuerte
inclinación exactamente, justificación) de las ganancias y la explotación
mano de obra'
en favor de innovaciorr., qt'" permitan ahorrar capitalista,se Históricamente no hay evidencia alguna para su-
La tendenci" p"..nu"""i"^u ii"t"-entar la prod-uctivid34..t* poner que el capital surgió de alguna manera de los ,,hábitos
ti"U"¡b el princioal resultado civiliza-
"üf-a"i "r'ii"iiu*ánte .í p.i"iipal servicio objetivo
de la acumulac#üñ6;;"i,
dor ¡s Se podría decir que corresponde a un caso límite de estancamiento
que el capitalismo';;-t;;diá; lu^tt"-*idad' La acumula- en una fase dada del ciclo económico.
;tó";"i-;d;iul uiopt" la forma" primaria de un incremento 5e Hasta Schumpeter defendió en gran medida la teoría de la .,absti-

tq"ipo' así como del acervo de lencia" .de la ganancia, aunque le dio un carácter menos vulgar que
en el valor a" ra prínta v á"i capitalistas indus'
Senior. "El capitalista t...1cambia su fondo por una lorrién-
;;t"ri"r-;.i*", ai^rp";iúles en'loi países -afirmá-
te de dinero, La 'abstinencia' que se paga incrementa el capital. No se
'pf"tá- acumulación es tan impresio le hace un pago adicional poi abstentrse de consumir inciuso en
trializados' A futgo "tt" los bienes de
los
ürsos en qu-e esto serÍa fisicamente posible" (Hbtory ol economic analy-
nante como uuo i"'i*á!i"á' nr valor de todos
srs, p. óól tp.565l). Véase también-Capitalism, socialúm and democ-rá.
cy, p. 16.
¡z Karl Marx, El caPital, t. fr/6, P' 332'
¡
I
Jt LA TEORÍA DE LA ACUMUIACIÓN OTI CAPITAL 6I
EL LIBRO PRIMERO
t;
:l óo en ese volumen. Me limitaré aquí a examinar los efectos bási-
en oposición
frugales" de algunos miembros de la comunirlad'
igual acceso. a
cos de la acumulación del capital sobre el trabajo asalariado.
áe otros, cuando ambos tenían A diferencia de muchos de sus contemporáneos, incluyendo
"i-fá"t""iAo" Por el contrario' algunos de los más severos críticos no marxistas del capitalis
;"";;;; q"" irri.iumátá éran comparables' que la súbita apaiciór
i;á;i;-.;ij."ii" á"rririOiica confirmá
-';"upitut"
folma de un acervo de
mo, Marx no consideraba que la acumulación de capital tuvie.
ra un efecto perjudicial simple e inequívoco sobre la situación
de grandes montos .(en
y otiot tésoros) en una sociedad previamen' del trabajo asalariado. Marx había estudiado el movimiento
*"t?f"t preciosos
(la
i"-"""iii"aa casi to"-"i"i"ri'idad a la economía natural de los salarios reales en el ciclo comercial, y no se le escapó el
i."A-"L"i¿" bienes que sólo tienen valor de uso) fue el re-
P,iiüil;;" de h;,¡;;gálidad" hecho de que los salarios se encontraban en su más alto nivel
y "economía" sino de Ia pirate' cuando la acumulación de capital progresaba más rápidamen-
tt
il;;j"ñ", ü "ior""Ei", La historia
r'"'t't9, la esclavi-tud y.el comercio te.60 Pero, una vez más, trató de ir más allá de esos hechos
de esclavos g.uo--"iólla. de los orígenes de-la evidentes para estudiar las modificaciones fundamentales en
"r, de occidental entre los términos de valor que la acumulación de capital podla ejercer
ir"." v J"l tápítur mei"at'tit Euro-p-a
a través
x
sislos v xrlr, a"s¿e ü pliáttr.iu en ei Mediterráneo sobre el trabajo.
los
;;"i;á;¿"-á"'eü;"io en la cuarta de Europa central saqueos
cruzada' hasta
y orien'
Llegó así a la convicción de que la manera misma en que
;;id; en los terrilo¡ós eslavos procede la acumulación de capital, la fuerza misma que ani-
ta[ es muy elocuente a este respecto'-. ma al progreso capitalista desarrollo del capital fijo, de
Lo que no está pbl l? historia es todavía más la maquinaria-, contiene una -eldinámica poderosa que reduce el
iJ'i;"" i; ü;Jffit'is
"ontit*"¿oecbn¿mico contempo'1''tg' N?'di" ttalor de la fuerza de trabajo. Porque como este valor es
podría argumentar t"¡á*""t" que los señores Rockefeller' el equivalente del valor de una cantidad dada de bienes de
fi;;;';iü;ii;;"ü;;áé *if"ti"' por-su virtud de no consumo, supuestamente necesarios para restaurar Ia capaci-
malgastar decenas de millone-s de dólares en más ya'
"o*p."''sados. dad de un trabajador de producir en un nivel de intensidad
y uulo*s- privados versión vulgar de la dado, una disminución en el valor de estos bienes de consumo
tes, mansion"t -la más compleja' a saber'
i.á'tl.-á" u utttin""óiá' ieio la versión propietarios del capital es
como resultado de un aumento en la productividad del traba-
jo en la industria de los bienes de consumo lleva a una dis-
ii "i." á" que las gu"á""iut de t-gs
en el "flujo"
sólo la manera ." ,iü"1";óuodul" sb tr-ansforma de
minución en el valor de la fuerza de trabajo, mientras todo lo
de la inversión de ¿;fi u1átgo 91a29,
es un buen-ejemplo demás permanece igual.
F"tq"g se origina el "cau' Este argumento no implica ni una tendencia a una dismi-
;;;;it;to circuür' ¿.áe.^dónde
es decir ¿qué otra cosa nución en los salarios reales (por el contrario, se basa en el
d;i;^;t"" pr".lru*"tt" del^"flujo"?' Negar que las
Ji^"r-""pii"r sirro üs-gananciai acumuladas? supuesto de salarios reales estables a corto y mediano plazo)
de producción
;¡gt"^; é'n-"i ptot"sopráctilca y científica'deataca vio' ni una tendencia hacia un "empobrecimiento absoluto" de Ia
;il;;"'; óüsáwlti¿n Io clase trabajadora. Nos encargaremos de esta teoría atribuida
lentamente vez que
nre sucede "uurq,l,!i
lu é"onomía capitalista. Una hemos erróneamente a Marx en la siguiente sección de esta introduc-
"r,
.*;;o-;;;i;o"'".ii, rtuv lugár par-a ninguna teoría de la ción. Lo que sí quiere decir es que los resultados favorables
-sino-
lü.iírr"".i^ de las "á
gu"u"ii"t sólo para una de la sus' del incremento en la productividad del trabajo en gran medi-
da terminan por caer en manos de la clase capitalista al trans-
"il;;; ;;de las
tracción mismas'
Et-;;ií;1,-considera el proceso de la acumulación formarse en "plusvalor relativo" suplementario, siempre que
d"i-;;;it"l e., ¿ós-"iueles diferentés y sucesivos de abstrac' la tendencia a largo plazo del ejército industrial de reserva
;ió". É; el übro pii*tto, dentro del marco del "capital en sea estable o creciente
ü l.a luz de lo que ocurre A escala mundial esto ha sido cierto durante tanto tiempo
;;;;á;, e*amina esencialmente -a
trabajo asalariado y capital. y lo que como el capitalismo ha existido. Tal como lo predijera Marx,
il;i;ñu*üio-"nti"
-En
la acumulación de ca' el capitalismo se extendió no sólo creando nuevos empleos
íñ e;'¿i. el ]ibro tercero examina luz de
;;;i *-:-----ú-;tf";"
\v¡ .i".i*i.nto-".ó"0*iro
P¡!*r ¿j
en el capitalismo) .a la sino también dando lugar a nuetr/os desempleados (al destruir
de "muchos capitales", es decir el empleo de quienes eran asalariados, y especialmente de los
lo que sucede en tanto dejaré para Ia intro
de la competencra *pitutittu' Por lo pequeños campesinos y artesanos independientes). Pero calcu-
las principales críticas
ducción del libro teiéero un examen de la validez de las eo Karl Marx, Salario, precio y ganancia, et Obras escogidas, Moscú,
hechas a Man pot-áql"ffos que c-uestionan Progreso, 1980, t. rt, pp.72-73.
^de de capital expuestas
i;;;á"j *-ó"irri""t" la aóumulación
ñ

a
t!
*
? 62 EL LIBRO PRIMERO I"{ TEORÍA DE LA ACUMULACIÓN pTT CAPITAL 63
de la acumulación de capital para los trabajadores y para el
ii lar un "valor medio mundial de fuerza de trabajo" es desde trabajo mismo. El propio Marx agregó una nota a la segunda
?
: lueso una abstracción sin sentido. De hecho, desde que el ca- edición alemana del libro primero donde afirma que, en el
i; pitáismo industrial en Occidente comenzó a invadir al resto capitalismo, la fuerza de trabajo no sólo se convierte en una
del mundo con sus mercancías baratas, producidas en masa, y mercancía para el capitalista sino que también adopta esta
a más tardar desde la década de 1870, una tendencia diver- forma para el propio trabajador, implicando que esta degra-
gente apareció en la economía mundial: una declinación a dación del trabajo es, tanto objetiva como subjetivamente, el
íargo plizo del ejército industrial de reserva en Europa occi' destino del proletariado industrial. Le tomó mucho tiempo a
deñtai(como resultado de la exportación tanto de emigrantes la economía politica "oficial", de hecho hasta después de la
como de mercancías) y un alzá en el ejército industrial de creciente revuelta de los trabajadores contra la aceleración del
reserva en los países subdesarrollados. (Este último proceso ritmo de trabajo en las líneas de montaje, descubrir lo que
incluye desde luego la transformación de las masas de gran- Marx había anticipado a partir de un entendimiento profundo
jerosl ganaderos y artesanos precapitalistas en vagabundos de los mecanismos fundamentales que rigen el modo capita-
áesarra-igados y "marginados" én traba¡adores migratorios es' lista de producción.
tacionalós, en trabajad'ores forzados, siguiendo un patrón seme- Dado que la acumulación de capital presupone la produc-
jante a lo que ocuriió unos siglos antes en Europa occidental')
" La dináriica de la "acumulación de capital a escala mun' ción para la ganancia y puesto que considera la maximización
de la ganancia como su propia razón de ser, los cálculos mi-
dial" se tiene que considerar por tanto como un, todo orgá- nuciosos y exactos de los costos conllevan reorganizaciones
nico y no comd la simple suml de los procesos de. acumula- constantes del proceso de producción con el solo propósito
ción áel capital en distintos países. La operación d-el mercado de reducir los costos. Desde el punto de vista de una sola em-
mundial cdmo un sifón gigante que transfiere valor del sur presa capitalista, un trabajador no puede ser considerado
al norte del planeta (de Éi paíseJ con baja productividad del como un ser humano dotado de derechos elementales, digni-
trabajo a loi que más alta)
-del tienen una productividad cuando el-yace
en
dad y necesidades de desarrollar su personalidad. Es un ,,éle-
la raiz misma sistema imierialista. Aun debate
sobre la explicación teórica de este fenómeno se encuentra
mento de costo" y este "costo" debe ser medido de manera
constante y exclusiva en términos de dinero a fin de ser redu-
todavía en ius etapas iniciales,ol es importante observar que cido al máximo. Aun cuando las "relaciones humanas" y las
el fenómeno mismó se basa en movimientos irregulares (mo-
vilidad irregular) det capital y del trabajo e introdu-c-e en el "consideraciones psicológicas" entran en la organización del
análisis del-capitalismo iodas-esas dimensiones qu.e Marx re' trabajo, se centran, en última instancia, en "la economización
servó para loi hbros cuarto, quinto y sexto, jamás escritos, de costos" (de esos "gastos de operación" llamados rotación
del plan original de El capital excesiva de personal, reiteradas interrupciones de trabajo, au.
Lá acumulación de capital es la acumulación de riqueza en sentismo, huelgas, etcétera).62
forma de mercancías, de valor' La producción de valor se con' La economía capitalista es por tanto una empresa gigantesca
vierte en una meta en sí misma. El trabajo es degradado al de deshumanización que transforma a los seres humános de
nivel de un medio a través del cual se recibe ingresos de dine' objetivos en sí.mismos en instrumentos y medios de hacer
ro. Una de las partes más sorprendentes y "modernas" de dinero y acumular capital. No es la máquina ni ninguna com.
EI capitat es la que examina las consecuencias inhumanas pulsión tecnológica lo que transforma inevitablemente a los
trabajadores, a los hombres y mujeres en general, en apéndi-
or Véanse, entre otros escritos, Samir Amin, La acumulación a escala ces y esclavos de un equipo monstruoso. El principio Capita-
'd;:i;;ái sigt" ixt, tnq; Arehiri Emmanuel, 4l inter-cambio lista de la maximización de ganancias de las empresas indi-
iq"J l"iluñ una palloix,
^""á¡"t-,--lieiiló, discusibn cón charles Bettelheim),..Méxilo'
SliiS-ÍXi, lSiZ; Cti¡stian L'économie mondiate capitaliste,.Pa' viduales es el que desencadena esta terrible tendencia. Se
;;19?1.1 la áiscusion de estos'libros enque E. Mandel, El-capitatismo pueden concebir perfectamente otros tipos de tecnología y
llialó,'t;,1¿*iéó, n¡, tqis. Resulta interesante W. Arthur Lewis, en su
;;f"i"fménr'wittr untimited supplies of labour" (Manchester School ol de maquinaria, siempre que el principio que guíe la inveisión
n\"r*"í¡i and Social Studics, uói. xxu, mayo de 1954) trate de demos' no sea "reducir el costo" en las empresas individuales en com-
;;-ó;;U ;umuláci¿n eleváda de capital implica un srln ejgrgiio--in'
dustrial de reserva, pero limita el caso exclusivamente a los comlenzos ez El caso más extremo es el de la "globalización de costos" en el
áe ü-iñ¿ust¡af izacíOí v ná a¿-ité el supuesto de Marx en el sentido 9e análisis de costo"ganancia, donde la enfermedad y la muerte humanas
la reconstitución permánáté de este ejército de reserva a través del se computan de igu.al manera en forma de costos dinerarios.
proceso de mecanización.
f
$
;
i: 64
EL LIBRO PRIMERO LA TEORÍA DE LOS SALARIOS DE I\,ÍARX ó5

petencia, sino el desarrollo óptimo de todos los seres hu- , ble de los seres humanos e integrada a ellos, quienes no sólo
¡
manos. i están dotados de músculos y eslómago sino támbién de con-
I ciencia, nervios, deseos, esperanzas y un potencial de rebeldía.
\ La capacidad 't'ísíca de trabajar se puede rnedir por el insumo
9. ¡.E rsoRfu DE Los sALARros DE MARx I de calorías que tiene que compensar las pérdidas de energía.
cons-
i Pero la voluntad de trabajar a un ritmo dado, con una inten-
Por extraño que parezca, la idea cle un.desmejoramiento que se ha
i sidad dada, bajo condiciones dadas, con un equipo dado de
iu""t"'é" n'ivef de';iá;-áe la clase. t¡abajadora'
a,partir los I cada vez mayor valor y vulnerabilidad, presupone un nivel
"r
erróneamente a Marx, se originó de eco-
des'
I de consumo que no es simplemente equivalente a la suma
"tiit"iao con los ..tuiét mantuvo una polérnica constante
;;;il; Se origi'
total de calorías sino que también es una función de lo que
d" p"*"""iorrut-t.tt pópiut teoríás económicas' la clase trabajadora considera su nivel de vida "corriente" o
#;;-i\í^úi';;t'
""ét u t.auZJ áe'Ricardo' llteó ? varios'socialistas "habitual".63 Marx observa que estos niveles habituales de
tri.o, corno-Ferdinand Lassalle' Ya sea vida difieren en gran medida de país a pais, y generalmente
il;;;;tói'á" un';i;;á; estable de salarios" o bajo-la for- son más altos en los países que tienen una industria capita-
baio la forma de
#"¿r"i. 4;;;-ür;""" a"r satario,,, se trata esencialmente lista desarrollada que en los que se encuentran todavía en
ü;;;;ría"de toi tii'at- basada en eI crecimiento de la rriveles preindustriales, o que pasan por los dolores de una
l-nil¡¿". Cuando los elevan en medida suficiente
iaiarios se ;acumulación de capital industrial "originari¿".ee
#í.áíffi.-üi'i'i"i-o quienés a su vez seneran
ritiológico, se supone tue lol tlúlil- Llegamos así a una conclusión inesperada: según este as-
un elevado pecto de la obra de Marx, los salarios reales tendrían que ser
á;;; ii-""n más hijos, nuevamente"los salarios al mi
desempleo y hacen áescindet de hecho más altos en los países capitalistas avanzados
-y
nimo. por tanto en estadios más avanzados del capitalismo- que
"'iut fi*itaciones lógicas de esta teoría- son patenles.' Se ocu' en los países menos desarrollados. Esto implicaría también
rárá de 1o que á3"ñ del lado -rle la oferta de la fuerza que tenderían a aumentar con el tiempo, a medida que el ni-
"" lo que sucede del lado de vel de industrialización aumenta. Por otro lado observamos
á;;*ü"j" i-Ñ;t";;;;itt^*"nte pobiación trab-ajadora poten'
r" ál*áiad. rr"s.rpón"^que lairicremento en la- población y
anteriormente que Ue¡1:" -g¿p_ligqla la fluctuación de los sala-
'¿ó:"éTA€ffi frI*bElTó-1i-ñb--d el
;"f;;; funciói tit"ui del rio s d ur an te el cicld eG nffi
es a su vez una función lineal iiál6r de H-fuerztT; tra
ñ ;i movimiento demográfico ui"'"los intermedios los
ü";c*.;^;;;i' T;d;i-Táidel ingreso lo sólo sobre-como la tasa de
efectos de los incrementos
pa¡a no ha'
de-natalidad,
ááiiália"¿infantil rilo toUi" la Tasa salariales y de la- tuerza
;i;; e; i;t efectos á" tot aumentosdurante la semana laboral'
;;;;"i;"dt de la claie t-i"uájuáotu,el momento de retirarse del la
il"fi;;;-"-;.^í"-;"p";it*i¿" v de la cadena del razonamien'
nroceso laboral- toti 1es lenin apunta que con el desarrollo de la industria capitalista hay un
í;, il"-t;;; pot tálto"li*i""dos
*'si';"-"r*para a resultados- erróneos- -y absurdos'
Marx con las opi-
rntfémento progresivo de las necesidades de los trabajadores (A propó-
Ia'l;;;" á; los salarios de su tiempo' se ve in'
sito del llamado problema de los mercados, en V. I. Lenin, Escritos eco-
nóruicos (1893-1899), vol. 3: Soóre eI problema de los mercados, México,
niones de los académicos de
""orro*ittut adelante' Porque puntua- Sigio XXI, 1974, pp.37-38). Véase también Marx: "Pero incidentalmente
;;át"d;;te el paso que dio hacia se puede observar, desde ya, que la relativa limitación cuantita-
iit" iér" que la i""tiu de trabajo -Jransformada en mer- tiva, no cualitativa, y sólo puesta por la cantidad- de-sólo la esfera que
""
;;;1;ioi-e1'capituiiiá*--ii*"euñvalor-q-ue:t-1"^t-"at:":9t abarcan los disfrutes de los obreros, les concede también como consu-
ohietivamente como el valor de todas las otras mercancias
srno midores ula importancia completamente diferente, en cuanto agentes de
de trabajo.tiene una carac' la producción, a la que tienen y tenían en la Antigüedad, la Edad Media
;"";;i¿; a;" rálo-r*¿e'-!-a lggrza
"i a saber; que o en Asia" (Grundrisse, t. r, p. 226). Véase también ibid., pp. 118-119,
i".Ltica .iirti"tr-¿":1"á"1 +E" mrer",qt"las; 361-162.
hTi:ft: HüJ$;;t*ñ' s de;'cesiaü"; lisiológicas v tas e¿ Karl Marx, Salario, precio y ganancia cit., p.74; El capital,libro pri-
i""."ri¿á¿", ili iil*-Ái."r
-- t ale la clase trabaj adora. mero, cap. xx. La afirmación más categórica en ese sentido se encuentra
en Teorjat-sohtc-lg-nlastrqlía, t. ¡1, p. 8: "Cuanto más productivo es un |
vinculada con la natura'I
ertu diferencia eitá estrecharnente paifcñ'iñpfEdffiüldn'el meicado mundial, más altos son en él I t/..2
insepara-
f""" p"""ii* á" la tu"rza de trabajo: una mercancía | los salarios, comparados con los de otros paÍses." I
66 EL LIBRO PRIMERO I-A TEORÍA DE LOS SAI-A.RIOS DE MARX 67
cisamente por esta razón- ela g! instrumento a través del furop3 _los salarios empezaron a subir significativamente a
cuallos-tf quajedcrct-pqdria-n-Tecar-rcritaÉ1i-délótur{ió-iqnes fjl": jA siglo xrx como resultado de las grandes misraciones
d-e- treb"ejo" para aumentar sus
ir4SfEvoiab!-es, .qt-"sl fimerq4-da. oe un contmente a otro del-ejército industrial de ieserva y
s-áiáñix,"éntáriÍo'ilue éi éf.jót" iiñnbipái ae-u depresión seria por qué el continuo_desempleó y subempleo
el de debilitar la resistencia de la clase trabajadora a través países subdesarrollados ha'impdcado un' varor -uiiuo"-!"'lo"
de las reducciones de salario. decreciente de Ia fue_rza de trábájo
¿. i""áé""iu
merruao acompañada
Pero Marx se aferró a su teoría del valor en relación con d1u3a baja en ros sararios rearás) Ln 1a
los salarios. Los salarios son los precios de la mercancía fuer- * La acumulación de capital cónstituye la "lii;i]TtiJñ.
'á.-áó, barrera superior
za de trabajo. Como todos los otros precios, no fluctúan al que ningún aumento en ei valor o et á; ü-d;;;.
azar sino alrededor de un eje que es el valor de esa mercan- puede romper e-n el capitalismó.irecio En el caso en que el
cía. Los movimientos de los salarios que están influidos por
11taj9
aumento en el valor de la fuerzá de trabajo implique
las altas y bajas del ciclo económico explican sólo las fluctua' e en el plu svalor, la acumulaci¿il; ;;i t ;ü" "f;t_
""u=b_uü
::".^rd"-j?!l
ciones a corto plazo: éstas deben ser integradas a un análisis 3a, 9t clesempleo en gTan escala reaparece y los ialari; ;;;
más amplio, que explique las fluctuaciones de los salarios a "reajustados" en un- ñivel compatibfe con lá acumula;ió"-á;
largo plázo en funcién áe los cgmllos en el valor de .la
-t'u9r1a capital. En otras palabras, en él capitalismo los ."l"iiá, -r*-
de trabaio. lef ca:r hlst_a e,t punto donde el ingrediente ,,histórico-molal,,
--"odeniós por tanto formular la teoría de los salarios de (rel vator cle Ia fuerza de trabajo desaparece
por completo, y
Marx como w^ t eQ r is. s-a!a! ú-b*\fu^Cn - trg. q.putt UJ qp.U!!- 4el se les reduce de hecho ar míninio fisioiógicó. ñ" pr"áJ"
capital, en oposición a la burda ieoría demográfica de los sala- hasta el punto donde,el ingredienie ;r,iitorl"o_-Li"i; ,.iüii
iióiaé la eicuela Malthus-Ricardolassalle' Los movimientos á"ii"-
lor de la fuerza de trabajo ñaga aesupai.c"r -- ef li".üI.;;;;;
a largo plazo de los salarios son funciÓn de la acumulación fuente de Ia acumulacióí de óapital.'
del capital en cierto sentido que tiene cinco lados: * La acumuración de capitar imptica una creciente
* La acumulación de capital implica una declinación en cuan' explota-
giOy ae los trabajadores, que incluye un crecient; l;r;";t;;"
to al valor de la canasta familiar de bienes de consumo in' ta.Iuerza 'de trabajo, especialmente a través de la iniensifica-
cluido en un determinado nivel de vida de la clase trabaja- cton del proceso de producción. pero esto a su vez implica la
dora (con costos determinados de reproducción de la fuerza necesidad de un consumo.mayor justamente para,pioáü"ii
de trabajo). En este sentido el desarrollo del capitalismo tiende la, fuerza. de trabajo aun fisioíógicámente. por'lo t"ná
;;
a deprimir eI "valor de la fuerza de trabajo, permaneciendo es' srote oecrr que, en este sentido, el capitalismo incrementj el
table todo lo demás. Repitamos: tal declinación en el valor valor de la fuerza de rrehain inrcñíFfffi
de la fuerza de trabajo no implica un descenso sino sólo una se puede apreciar especiarment. Ia co@
estabilidad de los salarios reales. este efecto de la acumulación del capital e" .t vañi-¡; l;
* La acumulación del capital implica una baja en el valor
y una expansión de la producción (producción en masa) de Tgrr." de trabajo. lJna vez que los iltarios ¿"rcié"á"n oá.
debaJo de un cierto nivel (especialmente bajo los efectos'de
bienes de consumo no incluidos anteriormente en los costos gueras o de dictaduras_reaccionariasi, eI esduerzo pioa""tiuo
de reproducción de la fuerza de trabajo. Si las condiciones de los. trabajadores declinará y la fuerza ae tiáUafi;;;;
objetivas y subjetivas son favorables, la clase trabajadora pue' restablecid-a a su plena capaciáad productiva
.o-.ii.rut"a"
de forzar la inclusión de estos bienes en el nivel mínimo acep- de un nivel demasiado bajo de los salarios.
tado de vida, puede expandir el cornponente "histórico-moral"
del valor de la fuerza de trabajo y por tanto aumentar su 1)a- 9 Fr*os o-bservado que el talorde Ia fuerza de trabajo es una catego-
rí_a_.objetiva. Esto imprióa, entre otros fenómenos, que un incremento
im-
lor. Nuevamente, esto no sucede automáticamente, sino en portante en la intensidad der proceso de trabajo ileoa á ñ
ñ;;-ú;;
esencia como resultado de la lucha de clases. en el valor de la fuerza. de trabajo si toáo loi de;6 ;",_";;;;;;-
* La acumulación de capital favorecerá el incremento del tante. Un gasto mayor de la tueria de trabajo úpti";-ñ;;;:iüJd;L
un mayor c-onsumo, ngr comida de- mayór contenido cál¿ri.o
valor de la fuerza de trabajo si la oferta estructural a largo para evitar la erosión de -ejemplo,
la capacidad de trabajo. Á átt"illrici"nñ;;
plazo de la fuerza de trabajo no excede fuertemente a la de- üáiiiirióián-L-eüñ;
manda, o aun si está por debajo de la demanda. Esto explica éirüiFll,'ír;:i';:e,i"::3*;i*T,:13,4$l".ieif
por qué los salarios en Estados Unidos fueron desde el prin- :o vital detderrabajador y las que nacen det or*"ro",loTiltrlilrtt#*i#f$
e)r¡angep manera. progresiva comparadas con las primeras, al ñismo ¡t_
cipio significativamente más altos que en Europa, por qué en mo precrsamente de la creciente intensificación del trabajo en át cap¡tát¡imo.
LA TEORÍA DE LOS SALARIOS DE MARX 69
EL LIBRO PRIMERO
68 En tercer lugar, porque dos pasajes farnosos del libro pri-
rcómo es posible, entonses, que tantos escritores'dedurante
la pau- ryer9- {e El capi,tal han sido
sistemáticamente malinterpréta-
ti"üii.i*pi;i;h;y";;t.iu"l¿ó a Marx en una "teoría dos.6e En estos
dos pasajes Marx habla de miseria crecielnte v
¿. iás trabajadores el capitalismq" que
;;;i;;ió"'"6soluta de "pauperismo", y también de "acumulación de miseria,;.
'i*pfrcu obviamente una teoría de una tendencia decreciente Pero el contexto indica claramente que se refiere a la pobreza
uuto, no sólo ¿" iu-i"".tu de trabajo-sino hasta 9" esa
19: y la miseria de la "sobrepoblación", de la capa más désvalida
"n'"t
rul-i"a reales? 66 En primer lugar porque Marx sostenla de la clase obrera, es decir de los pobres d.es-emplead.os o sub-
teoría en sus ejemplo en el h'lani- empleu.dos. Estudios reveladores sbbre la pobréza en los paí-
ji"tto co*unista31"r"ttor'á"-l"té"i"¿,'por
Pero éste fue elaborado antes de que nu' ses ricos como Estados Unidos y Gran Bretaña ?o han corifir-
biera llevado ,.t teórica del modo capitalista -de mado notablemente que la miseria de los pensionados ancia-
prááu."i¿., u.., "o*pt"nsión *u¿"ta y.final' Sólo al llegar a los nos, desempleados, enfermos, vagos y capas bajas de trabaja-
años 1857-1858 "ottli,t.iOn
nace i" tááiiá econóriica de Marx en su forma dores irregulares del proletariado es de hecho una caracterfs-
y redonüáá. pátp"¿t de escribir \a Contribución tica p_ermanente del capitalismo, incluyendo al capitalismo dei
"."g*""t"
;T;-;rí;i;t" de la política v ros Grundrisse-' 11 n9 "estado benefactor". La verdad es simplemente qüe en pasajes
hubo rastro "ioiá*io
t" u"aiisii eóon¿n'ito "tu d" tendencia histó- como éstos Marx utiliza formulaciones ambiguas que áan tu-
"o
rica hacia la pauperización
-- absoluta' gar a confusiones sobre la materia.
rl t"g.tttdo lu¿a;; poiqtt tttttthos escritores confunden el
de la fuerza de tra' ¿Todo esto significa que Marx no formuló una teoría del
tratamiento pot putiJ de'Marx del t¡alor pauperismo de la clase trabajadora, o que hizo predicciones
rtloi bienes de- qe¡¡s-1¡-gr-q'qq-q el
ü"j;-G;;-¿"i"ttá" áét de los -Categoría de los optimistas en relación con la tendencia general de ias condi-
t.
trabaiador compr:a ;"-#-trarioftan-iá ciones de la clase obrera en el capitalismo? En tal caso esto
I ,'ffi"r*i"-ra, po, Ía masa de los bienes de sería desde luego una paradoja completa a la luz de lo que
tt?ido el
consume- .-qgq*t-l* .t"ruti""ro*piu I' e+ Fl"'lapiTáIismÓ' escribió en el capítulo xxru del libro primero de Et capitat.^Lo
a

ffi;;tffir"itá"t" iooá".iividad del trábajo, estas que debe decirse es simplemente que este capítulo
i:
-ategorías ""-ia el
se mueven en direcciones- contrarjas'68 resto de los escritos de madurez de Marx sobre el -como
tema- d.e
ninguna manera se dedica a los rnayintientos de los salarios
66 Véase, entre otros, Viifredo Pareto,- op..cit', p*63; Ludwig^ v9¡ ]1s3s'
- reales, como tampoco los capítuios sobre el valor se refieren a
u rii¡ál¡r ^",' pan s, ró¡á,'p.-[¡a rE i i ó c¡átts mo, Buenos Ai res, He rmes I ;
los movimientos de los precios en el mer-cado de ninguna otra
ñffi"t;;;iáir,' opiñ-'li;;;i iociatism and democracv cit'' pp'-34-38;
ciiúítism, -¿i,',',97:-2,
K;i^'P.p;;;; 7n"' pp' 155-i58; Arthur Lewis' me_rcancía que no sea la mercancÍa fuerza de trabajo. Esto se
ii';;ry-;í-;¿";o*¡"'c;áili,'ióná'"i, less, hitto'v p'-2e8 treoria det desarrollo indica con claridad precisamente en el pasaje que nos ocupa,
económico, México, lsiíl; Eii;-il"4'-¡ ol economic thought' cuando Marx afirma que a medida que el capital se acumula
;;;.; i;;d*i, rss+,"ti,;lp:'ííi,'2%:"ii"l'tiit"'¡" de las doct-rinas- econó'
á;lii:, tvt¿*¡iÁ, t.t, rís!i. ó;; ;;á¿' q"e han estudiado a Marx de cerca
el mismo punto d.e vista
;;;;-al;i *áoi.iá.-;óiñ-"" óbttuot"
en
el valor del trabaio a stt iímite mínimo" (op. cit., p. Z5), y agrega que
erróneo: tal es el .u*-'á"-JLt" Sirachey Contemporary--capitalisnt' los esfuerzos por aumentar tos salarios en eL 99 % de los casos s¿lo tiln-
il;d;ó idso,-pp. iól-log- IEI' capüatísmo contemÚor(ineo' México' rcs' den a mantener el valor de la fuerza de trabajo. Todo este argumeDto
ís6éi, l' ó i.it'r- sté*üé.e' ;; f;ixxi, s' Beriin' 1e62' pp- 57'60 se aplica a la tendencia d,el yalor.de la fuerza d-e trabajo, no a ñ ¿JJói
lrl¿*i.á,'süi. -!;!21'atismu
igts,.pp' 40ss'l' Son más objetivas salarios reales.
r'ÉíTlnipr-riol¡i^o,
i; á;;;;iüi;r,er'¿" pái,l'rñ.'S*..rv'.". Thi-theory ol capita.list Qe-v.et.on' 0g Véase El capital, t. r/3, cap, xxür, pp. 802-805.
;r;;,-6;i*r: tscz, pl.'sir;2-triliia det de.sarrotto cap.italista,lVféxico, _-ro Vé-ase, por ejemplo, el estudio ya clásico de Michael Harrington,
rcs. 1g451 v Josef steiln¿t-,' moiii¡ty and stagnation in theenAmetican
ca' The other America, Harmons'"vorü, 1963 fLa cultura de la pobre{a ett
-

i"i hl:k;;' di;;;" I ;d;:^;ñ I uá¿,," z v ls t anc amient o et c apit ati s- los Es.tados Uníllos, México, rcn, 19ó31, y el estudio británico équivalente
'*i.o ,oríeo^rrícano, México, Siglo XXi, 19791' de Brian-Abel Smith y Peter Torvnsend, Tlte poor and tlrc poolest, I_nn
";*
oz Karl Marx, Manffiiá'iiíliii¡ió-comunísta' en obras escogidas dres, 1963, que estima que el 14 o/o de la- población británica (Z millones
cit., t. r, pp. 116-117, 120. de habitantes) vivían en o cerca del margen de pobreza veinte años des.
"';á Ef 'c;íi;i-fi. iti.'iup. xv, p. 635) c-ontiene la fórmula clave en este pués de establecerse el estado benefactor. La revelación de que tal po
,"roáio-rTEl piácio á" iá ru"i/u de irabajo, de esta suerte y en el' caso breza está enraizada en el sistema dei trabajo asalariado, y que no-es
'a;"u"i;¡t"-"'püá".iit" ¿J ñatajo en-ascenso' podría dismil:il-d' posible una eliminación permanente del mismo (es decir un estándar
;-;;; -c*ri"ritu, ¿¿n¿ose al mismoconsumidos tiempo un incremento cgntrnuo
por. el obrero'" De 1a
de vida garantizado para todos los seres humanos independientemente de
cómo trabajen o de si trabajan o no) sin alterar la compulsión económica
de la masa de meaio]-áé-subsistencia
misma maner", r"*oto látuj" áel.final de Salatin' precio y ganan' de que el proletariado venda su fuerza de trabajo, es uno de los des.
cic Marx afirma""que "" i"o*o .6i-t.'.u"tt.i" d-" esto, la tendencia salarios' general
cubrimientos más trascendentales de Marx, a 7a vez que constituye un
el nivel medio de los
á" ü'pii¿iióii* elemento fundamental para su teoría econ6mica.
i: "ipit"lñi";;;;;l¿t";
;ü;;;;;¿;;t.á¡",-u-ü".ilo bu¡u', o sea' a empujar más o menos
.f
;l
tf,
t!
6
EL LIBRO PRIMERO
re reonfa DE Los sALARros DE MARX 71
70
Ior, de los trabajadores calificados en oposición a los no cali-
ficados, está en función de los salarios más altos de los prime-
ros, ¿no estamos acaso de nuevo frente al famoso argunrento
circular de Adam Smith, donde el "precio del trabajó" deter.
mina el "precio natural" de los bienes pero a su vez es determi-
nado por el "precio natural" de una categoria de bienes, los
así llamados bienes de subsistencia, es decir la comida?
Pero Marx de hecho evitó ese razonamiento circular, contra-
riamente a lo que sus crÍticos erróneamente suponen. Nunca
explicó el contenido de valor más alto de una hora de trabajo
calificado comparado con una hora de trabajo no calificado
en términos del salario más alto que recibe el trabajador cali-
ficado. El contenido más alto se éxplica estrictamente en tér-
minos de la teoría del valor trabajo, por los costos adicionales
necesarios para producir tal destreza, donde se incluyen tam-
bién los costos totales de educación en aquellos que no ter-
minan satisfactoriamente sus estudios.?s El lalor máyor produ-
cido por una hora de
el tra-
tsvermiigen) de la (o de una rama
de la industria) no sólo
fuerza de trabaio necesaria

r
I
r 53; Schumpeter, Capitalism, socialism and democracy cit., p. 24, etc. Una
I interesante discusión de este problema se encuentra en Bob Rowthorn,
c "Skilled labour in the marxist system", et Bulletin of the Conference
&
é of Socialist Econamísts, primavera de lVl4.
* ?3 Esta solución fue formulada por primera vez por Hilferding en su
5 respuesta a Bóhm-Bawerk (op. cit., pp. 14S150) y fue elaborada más ex.
:; plícitamente por Hans Deutsch (Qualifizierte Arbeit und Kapitalismus,
¡: ha causado fuertes controve Viena, 1904) y Otto Bauer ("Qualifizierte Arbeit und Kapitalismus", en
de la cuestión de los;'dü@ Die Neue Zeit, l905l90ó, núm. 20). Deutsch difiere de Hilferding en que,
ia¡ t i"'ffi-a' u t'"b?l?-Y:{il%I:
$
'*
fe
,.
'ffi;Jü;;";ea
t¡caoa';
.cuestión
d"
:iigT. :ll'-::
según éste, sólo el costo de producción de la destreza (el trabajo del
maestro, etc.) se añade al valor de la fuerza de trabajo calificado, en
a
"ó'' ¿" qY:'-:t41 :i,t^"-":t: tanto que para Deutsch el tiempo gastado por el propio aprendiz (o estu-
e
¡ una
q¡¡s explica"ior, ,"tiJáttáll*a.r
v^P¡rL4e¡vu rsr¡u^B ------:- ¡!;tt9 diante) mientras aprende se üene que agregar a los costos, Bauer apoya
produce masr-nas valor
valo.-l en
* del valor
vafor trabaio, calificado¡roduce
trabajo, el trabajo calificado ? la tesis de Deutsch de que el "trabajo" del aprendiz (o estudiante) crea
r'ói" ú; ;i ii"u al if i ca d o )' F+f-:':l-l?. :,'^l.P'lT; un valor suplementario y entra en el proceso de producción de valor del
t
I "".
Bawerk, algunos críticos "ü "lP{e!e1
" n¿i"ioí habér descubierto aquí trabajador calificado, pero contrariamente a Deutsch (y de acuerdo con
*;
!,
*,
ffi;üffi"fi;ü*"iliuí uá'i*' qn. la jeorí1,::"IiTT1
Mam." Fótá"" ii"ru--ávót productividad' en términos de va'
* Hilferding) sostiene que este valor incrementa el plusvalor producido por
el trabajador calificado y no el valor de su propia fuerza de trabajo.
Sobre esta controversia véase también Isaac L Rubin, op. cit., pp. 213.
j:
225, y Roman Rosdolsky, op. cít., pp. 555-570.
i ¡¿ Isaac L Rubin, op. cit., pp. 218-220.
F
t N:i&tir'ú:'#i,Íifutli', op. cit.,pp. 8G85; Pareto, op' cit"
pp' 52'

I
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*
*
72 EL LIBRo PRTMERo Lc r¡oRÍa MARXTANA DEL DTNERo 73
generalizada de mercancías, el trabajo social no pued.e recono-
nal, que en sí mismo no produce valor, pero que-transfiere cerse de otra manera que a través de su intercambio por di-
puti"'a" su propio valor ai valor del producto producido por nero. La circulación de mercancías no puede sino producir su
el trabajador calificado. propia contraparte en la circulación del medio del cambio: el
dinero.'c El dinero es la materialización necesaria del trabajo
social abstracto: tal es el determinante cualitativo en la teoría
10. la reonfa MARxTANA DEL DTNERo
marxiana del dinero.
El intento de Marx de formular su propia teolía monetaria se
Al perder de vista esta naturaleza social fundamental del
dinero, erlraizada en las relaciones sociales específicas de pro
origina en una falla significativa del sistema económico de Ri' ducción, muchos autores, incluyendo algunos marxistas,?r han
caiáo.'s Después de aáherirse a una estricta teoría del 'alor estado tentados de atribuir al dinero y a la creación de dinero
trabajo en ielación con las mercancías, Rica¡do sostiene que funciones que no pueden cumplir en una sociedad basada en
ésta és válida en el caso del oro sólo si la cantidad en circula' la propiedad privada. Suponer una realización "automática"
ción se mantiene en una proporción exacta a Ia masa y los del valor de cambio de las mercancías a través de la creación
precios de otras mercancíás. Los incrementos o decrementos de un volumen "adecuado" de dinero presupone que ese '.ralor
én esta circulación de dinero provocarían un aumento o baja en está preestablecido, que todo el trabajo gastado en Ia produc-
los precios de las mercancíai y esto a su vez daría lugar a un ción de estas mercancías era trabajo socialmente necesario.
auniento o incremento mavor en el valor del oro' Marx trata En otras palabras, presupone que existe un equilibrio perma-
de superar esta incongruencia integrando su teoría del dine- nente entre la oferta y la demanda efectiva y que por tanto
to a to explicación
-la géneral del valor, de-la producción del
valor dey circulaóiOn autónoma del_ valor (circulación de
no hay una producción de mercancías sino una adaptación
a priori de la producción a las necesidades registradas cons-
dinero, circulación de capital), sobre la base de una aplicación cientemente. En el capitalismo, incluyendo el capitalismo mG
rigurosa de la teoría del valor trabajo. nopólico, no puede alcanzarse tal cosa.
tomo sucede en la teoría del valor, el aspecto más impor- El dinero nacido del proceso de intercambio, de la circula-
tante de esta teoría dineraria es el cualitativo, que hasta hoy ción de mercancías, puede realizar el vaior de estas mercancías
ha recibido poca atención de los críticos y discípulos d9 Mqrx' sólo porque en sí mismo tiene valor, porque es en sí mismo
El hecho dé que en una sociedad basada en la producción una mercancía producida por trabajo abstracto socialmente
generalizada dé mercancías el trabajo social se fragmente en
necesario. La teorÍa del dinero de Marx es por tanto, ante todo,
muchos segmentos de trabajo privado realizado independien- una teoría del dinero basada en las mercancías donde los es-
temente tiáne por resultado, cómo hemos visto, el hecho de
que su carácter social sólo pueda reconocerse post festu.m, re Véase Ia nota a pie de página que incluye i\ilarx al comienzo del
mediante la venta de mercancía y dependiendo del monto capítulo dedicado al dinero: "Preguntarse por qué eI dinero no representa
equivalente que recibe en la venta. Por tanto, el carácter social rle manera directa el tiempo mismo de ttabaio
-de suerte, por eiemplo,
déI trabajo incrustado en la mercancía sólo puede-aparecer que un billete represente r horas de trabajo--, viene a ser Io mismo,
simplemente, que preguntarse por qué, sobre la base de la producción
cor¡Lo urLa cosa externa a la mercancía, esto es, el dinero' El mercantil, los productos del trabajo tienen que representarse como rner-
hecho de que las relaciones entre los seres humanos aparecen cancías, ya que la representación de la mercancía lleva implícito su
en el capifalismo (la producción generalizada de mercancías) desCoblamiento en mercancía [por un lado] y mercancía dineraria Ipor
como relaciones entre'obletos fenómeno que Marx anali- el otrol. O por qué no se puede tratar al trabajo privado como si fuera
zó extensamente en el parágrafo -ulcuarto ("El fetichismo.de la trabajo directamente social, como a su contrario" (EI capital,t/l, cap. ut,
pp.115-11ó).
mercancía y su secreto"¡ Aet primer capÍtulo del libro primero t? Por ejemplo, la proposición de Hilferding (Das Finanzkapital, pp. 29-
de Et capiial, no debe pues entenderse en el sentido de que en 30 tp.39l) en relación con la categoría llamada "valor de circulación
el capitalismo la gente, estando prisionera de las garras de la socialmente necesaria" lgeseltschaftlich notwendiger ZirkulatiatswertT,
establecido al dividir la suma de los t¡alore.t de todas las mercancías
falsa conciencia, tiene la ilusión de enfrentarse a objetos cuan- por la velocidad de la circulación del dinero. Hilferding no advierte la
do en realidad se enfrenta a relaciones sociales específicas de incongruencia de dividir cantidades de valor, es decir cantidades de tra'
producción. Se trata también de una necesidad objetiva.y baio iocialmente necesario, por la velocidad de los medios de circula'
áe una compulsión. Bajo las condiciones de una producción ción. Sólo los precios (la eipresión dineraría del valor) pueden, desde
luego, ser divididos así. Las mercancías no pueden entrar al proceso de
rs Karl Marx, contribución a Ia crítica de Ia ecotomía política cit., circulación a no ser por los precios (preliminares)' (Véase Contribución
pp. 149 ss. a Ia crítica de la ecotwmía política cit., pp. 50-52.)
74 EL LIBRO PRIMERO rA TEORfA MARXIANA DEL DINERO 75
tándares monetarios (los metales preciosos) entran en el pro- Esto no quiere decir que, en relación con el papel moneda,
ceso de circulación con un valor intrínseco propio. Desde'ese
pu-nto de vista, Marx debe rechazar cualquier t6orÍa dineraria Marx haya sido el propulsor de una teoría cuantitativa meca-
nicista. Existe una analogía evidente entre su teorÍa y las for-
aplicada al dinero gte- se base en el patróin oro o en el patrón
mas tradicionales de la cántidad de dinero; pero esta analogía
oreplata. Cuando, dada velocidaá de circulación, u¡ia can_ está limitada por dos factores esenciales. En primer lugar,
'natiene un valor más alto que el
tidad determinada de oro de para Marx, en lo que respecta al papel moneda y al metálico,
la masa total de mercancías con la que se intercambid, al igual
que cualquier otra mercancía en el^proceso de circulación] ya el movimiento del valor de las mercancías, es decir las fluc-
no puede "perder" valor (es decir, -provocar un aumento en tuaciones de Ia producción material y de la productividad del
los p-recios a través de la abundanóia de metálico). Lo que trabajo, permanece como el primum movens de las fluctua-
sucede simplemente es que parte de él será retirádo de la ciones en los precios, y no las altas y bajas de la cantidad de
papel moneda en circulación.?e En ese sentido, en el libro ter-
circu-lación y guardado, hasta que vuelva a aumentar la nece-
sidad de su circulación. cero de El capital Marx examina la necesidad de aumentar la
Si bien esta teoría del dinero basada en la mercancía impli- circulación de dinero en el momento del comienzo de la crisis
ca un rechazo directo de Ia teoría cuantitativa, en tanto el y critica duramente el papel que desempeñó el Banco de Ingla-
dinero se base directamente en los metales pr".iosor, apunta terra, por la aplicación del "principio de la currency", al acen-
en dirección opuesta en Ia medida en que ios enfrenñmos tuar el pánico y las crisis monetarias como aceleradores de
con el papel moneda-que en realidad funiiona como represen- las crisis de sobreproducción cuando éstas coincidían con una
salida de oro de Inglaterra. De la misma manera, sin embar-
latjvo y _como símbolo de los metales preciosos. En est'e caso, go, negó cualquier posibiüdad de prevenir las recesiones por
independientemente
-d9
q.tr haya o no una conversión legal de la emisión de dinero adicional.Eo
papel a oro,?8 la emisión de pápel moneda en la cantidád en
que, a un valor dado del oro y a una velocidad dada de circu- En segundo lugar, Marx entendió perfectamente que la in-
lación de los billetes, le permite realizar los precics de las terrelación dialéctica de todos los elementos de una ecuación
mercancÍas en circulación, no afectará estos piecios. p.io-ii de una teoría cuantitativa mecanicista excluye la posibilidad de
esta cantidad-de papel moneda en circulación ie duplic; derivar conclusiones simplemente a partir de las variaciones
valor nomina-I, y todo lo demás permanece constanie, los";; independientes de uno solo de estos elementos, Sabía, por
pre- ejemplo, que la velocidad de la circulación del dinero estaba
cios expresados en ese cambio iambién se duplicarl",-"o'"n
contradicción con ella, sino como una aplicaci^ón d. ú ú;¿ codeterminada por el ciclo económico y que no podía conside-
del. valor-trabajo. Parl simplificar, si asümimos q"" C"a"
rarse estable en una fase dada cuando se suponía que sólo la
cantidad de dinero estaría sujeta a cambio. Pero un análisis
dad de oro circula sólo una vez al año, la ióOO"ri-
Oób de sus opiniones sobre todos estos temas así como un breve
de toneladas de acero
= ""rraiiór,
1000 kilos de oro significa ú;l;; ,iá"
necesaria la misma cantidad de trabajo abslracto rir"i"im""i" comentario sobre su teoria entera del papel del dinero en el
ciclo económico y del capital ficticio tendrá lugar en la intro
i:"_.:"]]? !no1.e¡epnlo 100 000 000 de iroras-homb..l paru-pi*
crucrr ras cantrdades ducción al Iibro tercero y no aquí.
respectivas de acero y oro. si-l000000 Con el desar:rollo y la generalización de la producción de
de libras esterlinas représenta r 000 kilos á" o.o, é"t"".",
hecho de que el precio de 1 tonerada de acero es 1 tibra ester- mercancías, el dinero se transforma progresivamente en capi.
"i tal dinerario, siendo sustituido cada vez más por "signos mo-
una es solamente una directa de la igualdad en
valor (en cantidades de -expresión el netarios" en el proceso de circulación y transformándose más
trabajo abstracto)
d.e ac-erg y I kilo de oro. pero- si, a través de ""tí" i i"""i"aá y más de medio de cambio en medio de pago, es decir en la
la emisiOn'a¿i- contraparte de las deudas, en un instrumento de crédito. Pero
:ig¡¡rlj" -pa_q-el moneda, I 000 kilos de oro representan ahora
2 000 000 de libras esterlinas en vez de 1 000 OOó, enló".er, ,i i;
al examinar el papel crediticio del dinero, Marx se mantiene
demás- permanece constante, er precio der aceró r"¡i.á áá i
rigurosamente dentro de la teoría del valor-trabajo, de modo
ii'-
bra a2 en una aplicación estrictá de la teoría a"r ?s Excepto en casos de inflación galopante.
Este por.ejemplo, el caso de Francia después de"u1áiti"uu¡o. so Véase Karl Marx, El capital,w/7,p,485. En r¡na nota marginal de
lltar antetg,
,._?8 la derrota mi-
Alemania en 1870-1871, cuando el pago-en oro de rna fue.il su ejemplar de la segunda edición del libro primero de El capitat, Marx
agregá una nota al capítulo rrr, que Engels incorporó luego en las edicio
indemnizació.n
-de guerra at Reióh impuso uiri suspensiótt t.tnpoüi i.
l?, convertibilidad nes posteriores como una nota a pie de pígtna (El capital, ¡/1, p. ló8)
del franco sin prou'ocar moüi*iáni; i;¡i;';;;;;; donde indica la distinción entre crisis dinerarias como expresiones de las
*
Í
de precios en la III República. "" crisis generales de sobreproducción y crisis dinerarias autónomas.
!
F

$
É

II
76 EL LIBRO PRIMERO rn tponfe MARXTANA DEL DTNERo 77
qare todo su sistema económico es absolutamente "monístico,'.
El-dinero como equivalente gene'al del varor a" cumuio-áe quidación final de cuentas a escala internacional con el papel
todas las mercancías y el dináro como medio de pago de;;_ específico del estado burgués. Entre las funciones del estado
das (que resultan de la generarización de ras ventás-u está la de crear "las condiciones generales para la producción
son requerimientos de una fracción dada del gasto total "i¿olto) capitalista". La moneda corriente coherente y aceptada cierta-
áe mente pertenece a estas "condiciones generales". El papel mo-
trabajo de la sociedad en un período dado. cual{ui".a q.t" s.a
el valor "nominal" de la moneda co*iente, y ciralquieia que neda con un valor fijo de cambio (Zwangskurs) sólo puede
sea el "patrón de medida', de los precios, ei obviainente im- ser impuesto a través de la autoridad del estado dentro de
posible distribuir más cantidad dé trabajo oe ro que se -rra límites determinados.s3 Cuando esta autoridad está ausente, los
producido y, almacenado dentro del mismo perÍodo d. tiempt. propietarios de las mercancías no pueden ser forzados a acep-
Por otro lado, dada la propia naturareza dé ra produ""iá"-¿" tar a cambio de sus bienes papel moneda cuya tasa de cambio
mercancÍas, ningún inciernento general en Ia circutacion-a"t consideran inflada. "El papel-oro" como un medio universal
dinero (-ningún incremento de la-,,demanda total,,l p"eáe pil- de cambio y de pago en el mercado mundial presupone por
venir a largo plazo ra eventuaridad de que toda únL seriJ ¿. tanto un gobierno mundial, en otras palabras, la ausencia de
mercancÍas producidas no satisfagan Ia -"demanda especÍfica,' una competencia interimperialista y por consiguiente, en últi-
que necesita permitir a sus propiltarios rearizar at irenoi iu ma instancia, la desaparición de la propiedad privada. Esperar
tasa. media- de ganancia. Loi cámbios tecnorógicos, las ¿ife- que esta situación ocurra en el capitalismo es utópico.
rencias en Ia productividad entre diferentes plántat u .-oi"- La teoría dineraria de Marx ha sido mucho menos analizada,
sas, los cambios en los salarios reales y en la éstructuía ár'ü, criticada y discutida por marxistas posteriores que otras par-
gastos .de los consumidores, las modilicaciones en la tasa áe tes de su teoría económica.8{ Sin embargo, una interesante
ganancia que conllevan cambios en la dirección y estruciura discusión tuvo Iugar en vísperas de la primera guerra mundial
de Ia inversión: todos estos movimientos complejos que hac-n entre Hilferding, Kautsky y Varga sobre la posibilidad de dedu-
posible el ciclo económico y las recesiones ¡ierioaicái cir un "volumen de dinero socialmente necesario" del valor
"É;"-
mente inevitables en las condiciones de la pioducción generá- de las mercancías, hipótesis qr-re está obviamente equivocada
lizada de mercancías no pueden scr eliminadas por t." ñ;i- dado que confunde el valor de las mercancías con su precio.et
pulación tanto del volumén como de las unidadé. ¿ei .iiá"- Varga, no obstante, en una serie de polémicas que se conti-
lante. Desde la mue¡te de Marx, y especialmente desde la-;ie_ nuaron hasta principios de la década de 1920, insistió en sos-
volución-keynesiana", la experiencia óonfirma ampliamente el tener que, puesto que los bancos centrales compran el oro a
acr.erto de" este diagnóstico, aunque confirma asimismo quá, un precio fijo, las fluctuaciones del valor intrínseco del oro no
bajo c.ondiciones específicas y dóntro de limites específrioi. podrían influir en el nivel general de precios sino sólo regir
las potrtrcas monetarias pueden reducir la amplitid. de las las altas y bajas de Ia renta diferencial gobernada por las
fluctuaciones económicas, un hecho del cual Maix estabá pei minas de orc¡ con una productividad por encima del nivel, per-
fectamente consciente.Bl mitiendo la tasa media de ganancia a un precio determinado
Los breves comentarios de Marx sobre Ia naturareza dual del oro.e6 La evolución posterior, especialmente en los últimos
del oro como la base "en última instancia" de todos tos siité- es Karl Marx, Elementos fundamentales cit., pp. 44-59; Contribución a
mas de papel moneda y como la única,,moned.a corriente mun- Ia crítica de Ia economía política cit., pp. 105, 108-111, 139 s-s.
dial" aceptable_ y que es posible utilizar para la liquidación áL sr flna rara excepción es el libro de Bruno Fritsch (Die GeId- und Kre-
cuentas entre bancos centrales (y clases burguesás) de dife_ dittheorie t¡on Karl Marx, Francfort, 1%8), en donde, aunque de manera
rentes naciones, revisten particulár interés ho!, cuaúao el sii- muy crítica, reconoce el mérito de Marx como el "primer verdadero
teórico del crédito". Un libro anterior de H. Block (Die Marxsche Getd-
tema monetario de Bretton woods ha fracasádo ctebido a la theorie, Jena, 1926) es mucho más débil en este sentido.
inconvertibilidad del dólar en oro. Es interesante hacer notar es Kar! Kautsky, "Geld, Papier und Ware", en Die Neue Zeit,lgll-lgl¿,
gue- M.gx-, _aunque rechazaba todas las teorías que explican él núms. 24 y 25.
se Eugen Varga, "Goldproduktion und Teuerung", en Die Neue Zeit,
"valor"-del dine.ro por convenciones o una bUtigaiiOn aei l9ll-1912, núm. 7, y 1912-1913, núm. 16; Rudolf Hilferding, "Geld und
estado,82 sí relaciona este papel del oro como medio de la li_ Ware", en Die Neue Zeit, 191l-1912, ¡úm. 22; Karl Kautsky, ..Die Wand-
lungen der Goldproduktion und der wechselnde Charakter der Teuerung',,
en Ergánzungschaf no. 16, Die Neue Zeit, 1912-1913; Otto Bauer, ',Gold-
t. Surl M-arx, EI capitat, vt/l, p.711.
ii KuIl produktion und Teuerung", en Die Neue Zeit, 1912-1913, rr, núms. I y 2.
Marx, Elementos fundámmrales cit., t. l, p. 93; Contríbución Esta discusión continuó en 1923 entre E. Varga y E. Ludwig en Die
a Ia crítica de la eco¡tomía política cit., pp. 104105. '
Internationale, órgano teórico del xpo.

1:

t:

:
t
78 EL LrBRo PRTMERo "EL cAprrAL" Y EL DEsrrNo DEL cAPrrALrsMo 79

cuatro o cinco años, han confirmado que estos dos intentos ha mostrado el modo capitalista de producción una capacrdad
de corregir la teoría dineraria de Marx eran infundados y de adaptación y de autbrreforma más allá de lo que Marx
erróneos. previó? Ee
Los argumentos en este sentido generalmente contienen una
falla bás'íca: tratan de demostrar demasiado. Sostienen que
ll, "EL cAprra¡-" y EL DEsrrNo DEL cAprrAlrsMo él-capitalismo ha sobrevivido a tantas crisis que nadie puede
.u"rúorrur seriamente su capacidad de sobrevivir a crisis futu'
Es sobre todo a través de la integración de teoría ehistoria como ras. Pero al mismo tiempb sostienen que en Occidente el
el marxismo manifiesta su superioridad en el dominio eco- sistema económi-co actual ya no puede caracterizarse como
nómico sobre la economía política clásica y neoclásica. Debido "capitalista", y Qü€, mediante autorreformas y adaptaciones
a su capacidad de prever correctamente las tendencias a largo sucesivas para sobreponerse a las cnsis que amenazan con
plazo del desarrollo capitalista, incluyendo las principales con- destruirlo, el capitalismo se ha transformado a sí mismo en
tradicciones internas del modo capitalista de producción que una nueva organización social de la economía. A dicha organi-
impulsan hacia adelante esta evolución a largo plazo, El capital zación la carácterizan \a mayoría de las veces con el término
continúa fascinando tanto a partidarios como a detractores. "economía mixta", pese a que otras fórmulas c9m9 "capitalis-
Aquellos que, generación tras generación, continúan acusando mo gerencial", "capitalismó organizado", "sociedad gerencial",
a Marx de un parti pris "acientífico" o de excursiones especu- "régimen tecnoestructural", etc., han sido utilizadas en otras
lativas en los reinos de la profecía8? no pueden escapar al ocasiones para describirla.eo
peso de la prueba. Les toca a ellos dar cuenta del misterioso Pero El iapitat no es simplemente qn poderoso- instrumento
hecho de que un pensador, según ellos tan desprovisto de ins- para comprender las grandés líneas del desarrollo mundial a
trumentos analíticos, haya sido capaz de descubrir infalible- También nos proporciona
mente las leyes del movimiento a largo plazo que han deter- lartir de la revolución industrial. de lo que representa esen-
üna definición clara e inequivoca
minado el desarrollo del capitalismo durante un siglo y medio. cialmente el modo capitalista de producción. El capitalismo
Aparte de la llamada ley del incremento absoluto de la no es una sociedad de "corirpetencia perfecta", ni una sociedad
pauperización de la clase trabajadora atribuida erróneamente de "pauperismo creciente", ni una sociedad donde los "emp_re'
a Marx, el aspecto de sus conclusiones teóricas concernientes sarios piivados gobiernen las fábricas", ni siquiera una sociedad
al modo capitalista de producción que más ha estado bajo un donde "el dinero es el único amo". Definiciones vagas e impre-
ataque sistemático desde que el libro primero de El capital cisas de este tipo, que permiten sortear los puntos btisicos,lle'
apareció ha sido la llamada "teoría del derrumbe inevitable
dél capitalismo" (Zusammenbruchstheorie). Desafiada fuerte- van a una confusión interminable sobre la relación del sistema
mente primero por los "revisionistas" bernsteinianos dentro económico occidental de hoy con el sistema económico analiza-
del movimiento socialista, y sólo defendida débilmente por los
ss Véase, por ejemplo, Mijáil Tugán-Baranovski, op. cit., oo. 13649;
marxistas más ortodoxos de la época,88 la teoría ha sido puesta Joseph Schumpetei, Cápítalism, socialísm ond democracy c!t., p. !2; Karl
en ridículo por una monótona sucesión de autores en las últi- Popper, The open sociéty and its enemíes cit., t, 2, pp,.,155ss.; -C. A. R.
mas décadas. Todos han hecho la pregunta retórica ritual: ¿no Cróiland, The future of socialism, Londres, 195ó, pp.-!5, etc' lJna anto-
logía int'eresanie y voluminosa de textos relacionados con la Zusam'
ez El ejemplo más sobresaliente es el de Popper (The open society and m-enbruchstheorie La sido pubücada en Italia por Lucio Colletti y Cl4u$io
its enemies, t.2), Véase también, del mismo attor, Conjectures and re- Napoleoni, Il futuro det óapitalismo: crollo o sviluppo?, Ba¡i, 1970 [-en
cit., pp. 33G346. esp'. fue pirbticáaa en 2 vols.: Claudio Napoleg¡rr, El tuturo del ca.pitalis'
'lutations
8s Respecto del cuestionamiento de Bernstein a la teoría del derrum- mo, México, Siglo XXI, 19?8, y Lucio Colletti, El marxismo y el "derrum'
be véase, por ejemplo, op. cit., pp. 1ó&182 (incluido también en Lucio be" del capitalismo cit.7.
so Es iniposible hacer un registro de todos los autores-importantes que
Colletti, El marilsmo y el "derrumbe" del capitalisnto, México, Siglo XXI,
198, pp. 14$162). Una débil réplica fue intentada por Heinrich Cunow, han desarrollado este tipo delnálisis, por lo cual nos timitaremos a in'
"Zur Zusammenbruchstheorie", en Die Neue Zeít,1898-1899, t, pp, 424430 dicar las tendencias principales: la "revólución gerencial" de James Burn'
l"Contribución a ia teoría del derrumbe. ¿A dónde lleva nuestro des- ham; la "economía ririxta" de los socialdemócratas y de Samuelson (véa'
arrollo económico?", en Lucio Colletti, El marxismo y eI "derrumbe" se al respecto C. A. R. Crosland, op. cit., pp. 29'35); e.! "gapitalisnlo- sglgn'
del capitalismo cit., pp. 165-1741. En Das Finanzkapital Hilferding ya cial" de'Robin Morris, y la de lá "tecnoestructura" de Galbraith (Ihe
había propuesto la posibilidad teórica de un capitalismo "organizado", new industrial state),'que sigue, tal vgz inconscientemente, el análisis
sin crisis, a través de las operaciones de un "cártel general" (op. cit., del socialdemócrata áleilán Richard Loewenthal (bajo el seudónimo de
p. 372 1"p.332)). Paul Sering) et Jenseits des Kapitalisnas, Nuremberg' 19¿¡ó,
,,EL
80 EL LrBRo pRrMERo CAPITAL,, Y EL DESTINO DEL CAPITALISMO 81

do en El ,capital3t EI capital muestra que el modo capitalis- miento del sistema. Estas leyes básicas de movimiento conti-
ta de producción está detérminado fundamentalmente pór sólo núan por tanto siendo r'álidas.
tres condiciones: 1l el hecho de que la masa de los pioducto- Sin pedir aluda a una paradoja se podrÍa sostener incluso
res no son los propietarios de los medios de producción en el que, desde un punto de vista estructural, el capitalismo "con-
sentrdo económico de la palabra sino que tienen que vender su creto" del último cuarto de este siglo está mucho más cerca
fuerza de trabajo a aqué1los; 2l el heóho de que estos propie- del modelo "abstracto" de El capital que el capitalismo "con-
tarios están organizadós en empresas separadás que coirrpi?en creto" de 1867, cuando Marx terminó de corregir las pruebas
entre sÍ por la parte del mercado donde se vendeñ las mercan- dei libro primero. En primer lugar porque la clase interme-
c-las, por campos lucrativos de inversión de capital, por fuentes diaria de los pequeños productores independientes, propieta-
de.materia prima, etc. (es decir la institución de la propiedad rios de sus propios medios de producción, que todavía era una
privada en el sentido económico del término); 3l el-heóho de capa social significativa hace un siglo, ha desaparecido casi por
que estos mismos propietarios de los medios de producción completo; los que perciben salarios y trabajan en relación de
(empresas diferentes) están por tanto obligados a- extraer el dependencia, obligados a \/ender su fuerza de trabajo, ascien-
máximo plusvalor de los productores para ácumular cada vez den hoy al 80 % de la población económicamente activa en la
más capital, lo que lleva, en condiciones de una producción mayoría de los países occidentales y en algunos sobrepasan
generalizada de mercancías y enajenación generalizada, a una el 90 %. Segundo, porque Ia concentración y centralización del
mecanización creciente ¡i constanfe del trabajo, a una concen- capital ha llevado a una situación donde no sólo un par de
tración y centralización ¿el capital, a una cieciente composi- cientos de corporaciones gigantes dominan la economía de cada
ción orgánica del capital, a tJ ba¡a tendencial de Ia tasá de país imperialista sino algunos cientos de corporaciones multi-
ganancia y a las crisis periódicai recurrentes de sobrepro- nacionales concentran también en sus manos un tercio de toda
ducción. la riqueza de la economía capitalista mundial. Tercero, por-
Si éstos son los criterios, no puede haber duda de que la que la productividad y la socialización objetiva del trabajo han
sociedad occidental es todavía Capitalista, de que el tiabajo aumentado a tal grado que la producción de valor para el enri-
asalariado y el capital son todavíá las dos clases antagónicás quecimiento privado se ha vuelto mucho más absurda de lo
de la sociedad, de que la acumulación de capital es más que que Marx.previó hace un siglo y el mundo clama tan compul-
nunca la fuerza motriz básica de esa sociedad y de quJ la sivamente por una planificación prudente de los recursos con
el fin de satisfacer las necesidades con base en prioridades ele.
_exacción y realización de la ganancia privada rigé el impulso gidas consciente y democráticamente que hasta los oponentes
básico de las empresas por séparado.
Aspectos de la sociedad occidéntal contemporánea tales coino del socialismo no pueden dejar de entender el mensaje.ez
el hecho de que algunas de estas empresas estén nacionaliza- ¿Por qué entonces, se pregunta uno, los expropiadores no
das, de que exista una creciente intervención estatal en Ia eco- se han convertido todavía en los expropiados y por qué sobre.
nomía, de que la competencia se haya vuelto "imperfecta" (es vive todavía el capitalismo en los países altamente industria-
decir que ya no se luche esencialmente a través del recorte de lizados? La respuesta a esa pregunta requeriría una revisión
precios sino a través de la reducción de los costos de produc- critica y detallada de la historia política y social del siglo xx.
ción y el incremento de la distribución y las ventas),-en fin, Pero el punto esencial es, desde luego, que Marx nunca predijo
de que los trabajadores cuenten con sindicatos fuertes (excepto un derrumbe súbito y automático del sistema capitalista en
cuando en condiciones de violentas crisis sociales las liberta- una crisis "final" debido a una sola "causa" económica. En el
des democráticas son abolidas) y de que su nivel de vida haya famoso parágrafo séptimo ("Tendencia histórica de la acumu.
aumentado más de lo que Marx esperaba, todo esto no descarta lación capitalista") del capítulo xxrv del libro primero de El ca-
ni disminuye el relieve de las características estructurales bá- pital, Marx describe las tendencias económicas que provocan
sicas del capitalismo, tal como están definidas en El capital, a una reacción de las fuerzas sociales. El crecimiento del prole-
partir del cual se gener:an todas las leyes básicas del movi- tariado, de su explotación y de la remelta organizada contra
esa explotación son las palancas principales para el derroca-
. -tt l{9 aquí una afirmación característica de Popper: "Cuán absurdo es miento del capitalismo. La centralización de los medios de
identificar el sistema económico de las democra-cias modernas con el producción ¡r la socialización objetiva del trabajo crean las pre-
sistema que Marx llamó 'capitalismo' salta a la vista cuando se lo com-
p-ar_a- con- su programa de diez puntos para la revolución comunista" [en sz Véase, por ejemplo, la reacción de académicos como Barry Com-
el Ma.nifiesto del partido comunista dé 18481 (The opm society and its
enemíes cit., t. 2, p. 129). moner (The closircg cycle, fnndres, 1972) a la crisis ecológica,
82 EL LIBRO PRIMERO ,.EL CAPITAL', Y EL DESTINO DEL CAPITALISMO 83

condiciones económicas para una sociedad basada en la propie' tulo de la teoría marxista no fue incorporado a El capital' Tal
dad colectiva y en una cooperación lible de los productores vez Mañ tenía intenciones de discutirl0 en el libro sobre el
asociados. Pero no producen automáticamente esa sociedad estado que quería escribir pero nunca llegó a.bosquejar' De
en un dia universal de la victoria, Tienen que ser utilizadas cualquiei ma?rera no dejó uná exposición sistemática de s-u pen-
conscientemente, en momentos privilegiados de crisis sociales, sami¿nto a ese respectol pese a que muchas ideas sobre el tema
para alcanzar el derrocamiento revolucionario del sistema. se encuentran disfersas'én sus cártas y artículos. Les tocó a sus
Marx estaba tan lejos de una creencia fatalista en los efectos ságuidores más dbtados, en particular.a Lenin, Trots\i y-Rosa
automáticos de un determinismo económico como cualquier tüxemUurg, tratar sistemáticamente lo que se puede llamar
pensador social. Repitió una y otra vez que los hombres hacían "la teoría inarxista del factor subjetivo"'
y tenían que hacer su propia historia, Pero no de una manera La supervivencia del capitalismo hasta ahora en los países
arbitraria e independientemente de las condiciones materiales más ináustrializados le há dado ciertamente un período de
en las que se encuentran.e3 Cualquier teoría del derrumbe del viau *uctto mayor del que Marx esperaba' Pero esto no se debe
capitalismo, por tanto, se puede presentar a sí misma como a que el sistenia se ha-ya desarrollado-esencialmente en otras
marxista sólo si es una teoria de un derrocamiento consciente diiecciones de las que-El capitat predice. Ni-tampoco a gqe
del capitalismo, es decir una teoría de la revolución socialista.e' haya sido capaz de évitar unarepetición periódica de las crisis
El parágrafo 7 del capítulo xxrv incluido al final del libro pri- róiales explosivas. Por el contrario, desde la revolución rusa
mero de El capital indica sólo en términos muy generales cómo de 1905, y óiertamente desde el comienzo de-la. primera guerra
y por qué las contradicciones objetivas internas del modo ca- mundial, esas, crisis se han vuelto características recurrentes
pitalista de producción pueden hacer este derrocamiento posi- de la historia contemPoránea.
ble y necesario. El resto tiene que resultar, en las palabras de En el curso de tales crisis el capitalismo ha sido derrocado
Marx, a partir del crecimiento de "la rebeldía de la clase obre- en muchos países, entre los cuales Rusia y- China son los más
ra, una clase cuyo número aumenta de manera constante y que importantesi Pero contrariamente a lo- que Marx esperaba, este
es disciplinada, unida y organizada por el mecanismo mismo deirocamiento ocurrió no tanto donde el proletariado estaba
del proceso capitalista de producción". más fuertemente desarrollado numérica y económicamente,
En otras palabras, entre las crecientes contradicciones eco- como resultado de la mayor extensión posible de la industria
nómicas del modo capitalista de producción, por un lado, y capitalista; es decir en aquellos países que cuentan también
el derrumbe del capitalismo, por el otro, existe una mediación coh una pbderota clase bürguesa, sino que -ocurrió.más bien
necesaria: el desarrollo de la conciencia de clase, la fuerza y en los puis"t donde la burguesía era más débil y donde por
la capacidad organizada pata la acción revolucionaria de la cla- tanto l; relación política de fuerzas era favorable a un prole-
se obrera (incluyendo un liderazgo revolucionario). Este capí- tariado joven capáz de ganar ef appY!.de un campesinado de'
ci¿iaaménte rebélde. Esia des'iación histórica se puede enten-
es Véase, por ejemplo, la parte final de la notable carta de Marx a
der sólo si se integran al análisis dos factores clave:- por un
Friedrich Bolte del 23 de noviembre de l87l (Selected correspondence, -dei imperialismo y su efecto en la- parte
pp. 269271 [Man-Engels, Corresrytdenci¿, Buenos Aires, Cartago, 1973, lado el desarrollo
pp,260-263)), donde explica la necesidad de una organización previa de mayoritaria de la raza humana qu-e vive en las sociedades so
la clase trabajadora para estar en condiciones de disputar el poder polí- óiáíy eco"Omicamente subdesarrolladas (l-a ley del des-arrollo
tico a la burguesía, a la vez que destaca el hecho de que sin una educa-
ción sistemática a través de la propaganda, la agitación y la acción la áesigual y combinado); por otro la interrelación entre la falta
clase trabajadora peünanecerá siendo cautiva de la política burguesa. de Jxperiencia revoluciónaria de la clase obrera occidental
e4 Ya en 189 Rosa Luxemburg sintetizó admirablemente las tendencias árrr".ri" el período de,'crecimiento orgánico" del impe-rialismo
contradictorias: "Las relaciones de producción de la sociedad capitalista it¡gO-tqt¿)'y el creciente reformismo e integración de la social-
se aproximan más y más a la socialista, en tanto que, por el contrario, y al que fueron
las relaciones jurÍdicas y políticas [y asimismo uno podría agregar sus a"mocraciá a la sociedad estado burgueses
reflejos ideológicos en las mentes de los hombresl elevan, entre la socie- iesponsables del fracaso eri tgtg-t923 de la p-rimera- crisis-re-
dad capitalista y la socialista, un muro cada vez más alto. No será por uáliriio""¡a en gran escala en Occidente (sobre todo en Ale-
el desarrollo de la democracia [parlamentaria burguesal y la reforma *"ni" e ltalia).-corno resultado de este fracaso Ia victoriosa
social como este muro caerá al suelo, puesto que, por el contrario, ambas
lo hacen más espeso y fuerte" ("Reform or revolution", en Mary Alice revolución rusa se aisló y el movimiento internacional de la
Waters, comp., Rosa Lutemburg speaks, Nueva York, 1970, p. 57 l¿Relorma i.uU"jadora pasó pbr el oscuro interludio del stalinis'
o rettolución?, en Rosa Luxemburg, Obras escogidas, México, sRr, 1978, "iur"¿"f c.táI co-etzó lentamente a emerger en la década de
t"á,
t. I, p. 49J). los años cincuenta. Esto nos retrotrae nuevamente a lo que
84 EL LIBRo pRrMmo
he llamado la teoría marxista del factor subjetivo, y explica, APÉNDICE
incidentalmente, por qué, después del rico florecimiento de la
teoría económica marxista en el período 1895-1930, siguió un EL CAPITULO VI: RESULTADOS DEL PROCESO
cuarto de siglo de casi total estancamiento aun en ese campo. TN MEDIATO DE PRODUCC]ÓN
El debate en toi'no a la Zusamntenbruchstheorie ha adole-
cido de una confusión entre dos cuestiones diferentes: el pro-
blema de si la sustitución del capitalismo por el socialismo
es inevitable (inevitable por las contradicciones económicas
internas del modo capitalista de producción), y la de si, a
falta de una revolución socialista, el capitalismo puede vivir
eterrramente. Una respuesta negativa al primer problema no Nuestro conocimiento y comprensión de El capital ha avarr-
implica de ninguna manera una respuesta positiva al segundo. zado significativamente durante las últimas décadas eomo re-
De hecho los marxistas clásicos, siguiendo al joven Marx, for- sultado de la publicación en los treinta de dos textos impor-
mularon su diagnóstico en la forma de un dilema: socialismo tantes de Marx desconocidos hasta entonces. Desde luego, el
o barbarie. primero de ellos es los Grundrisse, que Siglo XXI dio a cono-
Las catástrofes sociales que Ia humanidad ha presenciado cer a los lectores de habla española a partir de 1971. El segun-
desde Auschu'itz e Hiroshima indican que ese diagnóstico no do es un texto que originalmente estaba planeado como sec-
tenía nada de "romántico" sino que expiesaba una clara intui- ción séptima del libro primero de El capital, que Siglo XXI
ción frente al terrible potencial destructivo de la producción pubiicó igualmente en 1971. Intitulado Resultate des unmittel-
de valor de cambio, la acumulación de capital y lá lucha por baren Produktionsprozesses fResultados del proceso inme-
el enriquecimiento personal como fines en sí mismos. La mécá- diato de praducciónl, y referido de aquí en adelante como
nica concreta del dem¡mbe económico de la economía capita- Capítulo VI, fue publicado por primera vez en 1933, simultá-
üsta está abierta a conjeturas. La interrelación entre la cáída neamente, en ruso y en alemán por Adoratski en el vol. n del
de la producción de valor (baja del número total de horas de Archiv Marksa i Engelsa, impreso en Moscú. Sólo cuando fue
trabajo producido como resultado de una semiautomatización), reimpreso en alemán y en otros idiomas europeos occidenta-
la creciente dificultad de realizar el plusvalor, la creciente pro- les, a fines de los sesenta, fue objeto de intensos estudios tan-
ducción de desechos que no entran al proceso de reproducCión, to por marxistas como por "marxólogos" académicos.
el creciente agotamiento de los recursos nacionales y, sobre ParecerÍa haber sido escrito entre junio de 18ó3 y diciembre
todo, la baja a largo plazo de Ia tasa de ganancia, está todavía de 1866,1 o sea después de completado el manuscrito de 18ó1-
lejos de quedar clara.es Pero se puede argüir con convicción 1863 (los enormes veintitrés cuadernos de notas). Cierto que
en favor de la tesis de que hay límites definidos a la adapta- Kautsky publicó un extracto del cuaderno xvrrr (sin fecha,
bilidad de las relaciones capitalistas de producción y de que pero del que supone que fue escrito en diciembre de 18ó2)
esos límites se están alcanzando progresivamente en un campo en el que se enlista el contenido en borrador final del libro
tras otro. primero de El capital. Después de las primeras cinco secciones,
Es sumamente improbable que el capitalismt-, sobreviva otra que se mantienen en la versión final, dice como sigue:
media centuria de crisis (militares, políticas, sociales, moneta-
rias, culturales) como las que han ocurrido ininterrumpida- ó. Reconversión del plusvalor en capital. Acumulación origi-
mente desde 1914. Es muy probable, además, que El capital naria. Teoría colonial de Wakefield.
7. Resultado del proceso de producción. _-El cambio en for-
y-

lo que representa saber, un análisis científico de la socie-


dad burguesa que -a representa la conciencia de clase del prole- ma de le1' de la apropiación puede mostrarse bajo el ó
tariado en su nivel más alto- terminará por probar que ha o bajo el 7.
hecho una contribución decisiva a la sustitución del capitalis- 8. TeorÍas del plusvalor.
mo por una sociedad sin clases de productores asociados. 9. Teorías del trabajo productirro e improductivo.2
I Sugerencia planteada por Bnrno Maffi en su interesante "Presenta-
ción" a la reciente traducción italiana (Marx: Il capitale: Libro I, capi-
e¡ Regresaré sobre este tema en general, y especialmente a la relación tolo VI inedito, Florencia, 19ó9).
entre teoría del derrumbe y baja tendencial de la tasa media de ganancia, z Karl Kautsky, "Vorrede", en Karl Marx, Thmri.en über den Mehr-
en la introducción al libro teicero de El capital. wert, vol.3, Stuttgart, 1910, p. rml
tssl
8ó EL LrBRo PRTMERo APÉNDrcE: EL cAPÍTULo vr 87

Sabemos que 8 y 9 fueron relegados por Marx del libro pri- sería posible ningún incremento en la producción de plusvalor
mero al libro cuarto. Una nueva sección sexta fue introducida este propósito, Marx introduce una distin-
-enire lo Paia
a largb plazo.
en la versión final del libro primero, con el título de "El sala- ción que llama una formal -y real "subsunción del
rio" ("Arbeitslohn"). El ó original se volvió pues sección sép trabajo en el cápital". La subsunción formal caracteriza al p-e'
tima con un nuevo y llamativo título: "El proceso de acumula- ríodo de la manufactura; la subsunción real caracteriza a la
ción del capital". Sabemos también que la nueva sección sexta fábrica moderna, con su constante revolución de las técnicas
sobre el salario se introdujo como resultado del cambio que y métodos de la producción. Al utilizar esta distinción, des-
realizí Marx en el plan de todo El capital, cuando abandonó frti"ga la particular lógica interna del capitalismo en páginas
su intención de tratar del trabajo asalariado en un volumen l¡ue'tieneñ un llamadó "moderno" igualado por- muy Poc.os
posterior y por separado. Pero ¿por qué fue descartada la que eiscritos de economistas del siglo xrx. La búsqueda de un in-
originalmente iba a ser sección séptima? (Tal como está es- cremento constante en la producción de plusvalor implica una
crita, se intitula "Capítulo vÍ". "vrr" cambió a "vr" porque búsqueda de reducciones éonstantes en el precio de costo, un
Marx intentaba en ese momento publicar la actual sección abañtamiento constante de las mercancías' De ahí que el capi'
primera como introducción. "Capítulo" era el término que es. tal, en vez de adaptarse a una estructura dada de la demanda
taba utilizando en ese momento para lo que en la versión o á necesidades iocialmente reconocidas, al revolucionar la
publicada se convirtió en "sección".) Por el momento es im- producción revoluciona las propias demandas y necesidades,
posible dar respuesta definitiva a este problema, sobre la base éxpandiendo los mercados, provocando nuevas necesidades,
del conocimiento que poseemos acerca del desarrollo del pen créando nuevos productos y nuevas esferas en las que hace
samiento de Marx entre 18ó3 y 18ó6. Posiblemente la razón su aparición la frroducción-de valores.de cambio en pos de
descansa en el deseo de Marx de presentar El capital como un ^valor,
más la próducción por la ganancia.
"todo artístico ordenado dialécticamente".s Puede haber sen- Esto conduóe a una constante expansión de la tecnología,
tido que, en ese todo, el "Capítulo vr" estaría fuera de lugar, del uso y la investigación de descubrimientos .científicos- apli'
ya que tenía una doble función diddctica: como resumen del cables ai propio proleso de producción. También estos descu'
libro primero y como puente entre los libros primero y se- brimientoi sé vúelven un negocio subsumido en el capital.
gundo. De modo que aparece una fuente nueva y formidable de -pro'
Sea lo que fuere, a la luz de esta prevista doble función, el ductividad-incrémentada del trabajo, desconocida antes de la
Capítulo V.I contiene muchos atisbos iluminadores, no sólo con fábrica moderna. Marx denuncia la mistificación que consis-
relación al libro primero sino también con respecto al libro te en considerar la ciencia tanto como una "fuente de valor"
segundo. Debo mencionar a este respecto la afirmación explí- como una "pruéba" de que "el capital es productivo"..Desta-ca
cita de Marx, tan a menudo impugnada por sus críticos al el hecho di que, bajo ei capitalismo, el trabajo no sólo debe
igual que por algunos de sus seguidores, de que consideraba ser visto conio irabáio manual, sino como trabaio potencial
la constante expansión del mercado capitalista como absoluta- combinndo o colectivó ( komb iniert es Arb eit su ermó gen, Gesam-
mente necesaria para la supervivencia del modo capitalista de turbeitsvermógen) de todos aquellos cuyo trabajo es indispensa-
producción. Puesto que precisamente porque la producción ble para producir el producto final. Incluso utiliza el concepto
capitalista es producción a través de una creciente masa de de ntrabájador colectivo", "trabajador global" (Gesamtarbei-
maquinaria, un capital fijo creciente, una creciente composi- ter), a esté respecto. El proceso productor de valor es la mani-
ción orgánica del capital, es también por necesidad una pro festación del tiémpo de tlabajo gastado por todos -aquellos que
ducción masiva de mercancías a una escala constantemente cooperan en la pioducción ál v9lde-1- su fuerza de-.trabajo al
creciente, cuya venta exige un mercado constantemente cre- capitalista. Este "trabajador global" incluía explícitamente,
ciente. pa-ra Marx, a los ingeniéros, técnicos e incluso a los adminis'
El aspecto clave del Capítulo Vf se refiere a la síntesis del tradores.4
modo capitalista de producción como producción de plusvalor En este punto sería posible enfrentarse a la imqortante-contro'
y como producción de mercancías producidas por el capital, versia qu" todauíu aráe entre estudiosos y seguidores .de Marx
así como al problema interconexo del origen y el contenido en relaóión con la definición exacta de, y la distinción entre,
de la productividad incrementada del trabajo sin la cual no trabajo "productivo" e "improductivo". Sit embargo, -prefiero
s Karl Marx, carta a Engels del 3l de julio de l8ó5, en Cartas sobre relegár eite examen al texto[2] sobre el libro segundo. Pues'
El capital cit., p. 115. r Véase Capítulo 7/, PP. 93-98.
88 EL LrBRo PRTMERo APÉNDICE: EL cAPÍTULo vI 89
de hecho, la dificultad real para establecer la distinción no humana como de la universalidad real del individuo, hecho
gira tanto alrededor de lo que ocurre d.entro del proceso de materialmente posible por esta socialización objetiva del tra-
producción que se aclara adecuadamente en el bajo.
Capítulo VI--problema
como de la distinción entre producción y circula- Pero bajo ei modo capitalista de producción esta socializa-
ción de mercancías y del problema de las llamadas industrias ción objetiva del trabajo no puede liberarse de las cadenas
de servicio. La versión final de la opinión de Marx a este res- de las relaciones capitalistas de producción. Esta gigantesca
pecto (sus puntos de vista iniciales fueron expresados en las maquinaria total sóló puede funciónar bajo el capitaliimo con
Teorías sobre la plusvalía) puede encontrarse en el libro se- el propósito y la meta de la apropiación privada de la ganan-
gundo de El capital. cia, de la maximización de ganancias por cada empresa indi-
Pero es necesario subrayar que aquello que el Capítulo VI vidual, lo que es bastante distinto del desarrollo económico
trata en extenso no es más que un desarrollo ulterior de uno óptimo (e incluso de la optimización de la división y el creci-
de los aspectos más notables de los Grundrisse, o sea la teo- miento de los recursos materiales sociales). El conflicto entre
ría de Marx de la socialización objetiva del trabaio por el el desarrollo de las fuerzas productivas objetirramente cada
capitalismo, puesto que lo que Marx esboza en esas páginas vez más socializadas, por un lado, y, por el otro, las relaciones
lo que ya desarrolló en el capítulo xv del libro capitalistas de producción basadas en la apropiación privada
-resumiendo
primero- es la forma en que la integración de la ciencia y la determina tanto las crisis económicas recurrentes como las
producción, el desarrollo de la tecnología y de la maquinaria, crisis sociales potenciales, lo que se vuelve terriblemente explo-
tiene una manera bifacética de negar objetivamente el carácter sivo tan pronto como la sociedad burguesa ha cumplido su
privado del trabajo abstracto y del trabaio concreto que es la función progresista y entra en el período de declinación his-
verdadera esencia de la producción de mercancías.* tórica.
Por un lado, dentro de la fábrica, el trabajador individual A este respecto es necesario añadir unas palabras acerca
y el científico individual sólo pueden trabajar como parte de VI como "Páginas
de los fragmentos publicados en el Capítulo
un equipo. Ya no pueden realizar trabajos individuales en fun- sueltas". Halladas en el mismo cuaderno de Marx e incluidas
ción de sus inclinaciones individuales, sin considerar Ias acti- en el manuscrito alemán publicado en 1933, no son, hablando
vidades de los otros miembros del equipo. Sus empleos se han con propiedad, parte de la original sección séptima ("Capítu-
rr¡elto parte de una totalidad cooperativa que, potencialmente, lo vr"). Adoratski las intituló "Einzelne Seiten" (páginas sepa-
una vez que el capitalismo sea remplazado por el reino de los radas). Dos de ellas son especialmente significativas, la que
productores asociados, destapará posibilidades jamás soñadas trata de la importancia y función de los sindicatos y la que lo
para el desarrollo de los talentos individuales, asi como de las hace sobre la función de la emigración. Ambas confirman la in-
capacidades también, precisamente porque su aito nivel de terpretación que de la teoría de los salarios de Marx se hace
cooperación objetiva del trabajo amplía inmensamente el al- en la parte L de este libro.
cance general del esfuerzo humano y del desarrollo potencial En el primer fragmento Marx insiste en el hecho de que un
de sí mismo. sindicato es una combinación de vendedores de Ia mercancía
Por otro lado, entre las fábricas, los ramos industriales, los fuerza de trabajo, lo que lo habilita para negociar el precio
países, cuanto más avance la centralización del capital, tam- de esta mercancía con los capitalistas bajo condiciones más
bién avanzará más la integración técnica y económica, creando equitativas que si fuera a negociarlo bajo una base individual.
vÍnculos cada vez más estrechos de cooperación objetiva entre Como es el caso de todas las mercancías, este precio nunca
los productores que todavía viven a cientos y a miles de kiló- puede separarse por mucho tiempo del eje del valor de la
metros unos de otros. También de esta manera prepara el fuerza de trabajo a cuyo alrededor oscila. Sin embargo, al impe-
capitalismo el terreno tanto para la unidad real de la raza dir que los capitalistas bajen el valor de la fuerza de trabajo,
* Hemoe traducido work por "trabajo abstracto" y labour por "trabajo los sindicatos pueden por lo menos impedir todos los resulta-
concreto" siguiendo la nota de Engels en El capítal, tll, p. 58, final de dos de una productividad incrementada del trabajo mediante
la nota ló. Engels en realidad habla de work camo de "trabajo deter- un aumento automático del primero: en otras palabras, pue-
minado cualitativamente" y de labour cc¡mo trabajo "que sólo se mide den alcanzar un incremento de los salarios reales incluyendo
cuantitativamente", pero la distinción de Marx en el texto (p.57) es ex- en el valor de la fuerza de trabajo (en su elemento histórico
plícita entre "trabajo abstractamente humano" y "trabajo útil concreto",
uno como constituyente del valor de la mercancía y eI otro como pro- moral) el contravalor de las nuevas mercancías producidas en
ductor de valor de uso. [8.] masa que satisfacen necesidades recientemente adquiridas.
90 EL LIBRO PRIMERO
El segundo fragmento subraya los límites de la emigración II
de Európa (espeóialmente bri¡ánica) a ultramar, afirma que EL LIBRO SEGUNDO
a la movi'
ia movilidad internacional del trabajo es inferior emig.ración
ii¿áá it t"tt acional del capital, pero añade que si la
Ui¡t¿n¡"o a ultramar aunienta significativamente, esto destrui'
rti su posición dominante en eI mercado mundial. Esto es exac-
tamenie lo que de hecho sucedió.5 Como resultado de un in'
iié-""t" sijnificativo tanto de las exportaciones ingle-sas_ de
mércancías óomo de las exportaciones inglesas de mano de obra l. el ruc¡n DEL LrBRo sEGUNDo r¡.¡ u, eN.{lrsrs cENERAL
luperflua, se produjo un descenso secular del ejército-indus- DEL CAPITALISMO POR MARX
iiiáf ¿" reserva, lo"que explica el ascenso secular en los sa-
larios. "El libro segundo es puramente científico y no trata de las
cuestiones sino or suncuÉs A BURGUES,,, escribió Friedrich En-
gels al populista ruso Lavrov el 5 de febrero de 1gg4. Oieci
siete meses más tarde, le decía a Sorge: ,,El libro segunOo vá
a. provocar una gran decepción porque es puramente cientí-
{r^"o_y no contiene muchos textos-de ágitación.', Finalmente, el
13 de noviembre de 1885 escribía a Danielson: ,,No dudé'de
que e,l segundo tomo habría de proporcionarle a usted el mis-
mo placer que a mí. Las explicaciones que contiene son de un
nivel tan extraordinariamente elevado- que el lector común
no se tomará el trabajo de examinarlas minuciosamente v de
seguirlas hasta sus últimas consecuencias. Es ésta Ia situa"ción
que vivimos hoy en Alemania, donde toda la ciencia histórica.
incluyendo a Ia economía política, ha descendido tanto qué
difícjlmente pueda hacerlo áún más. Desde el punto de viita
teórico, nuestros socialistas de cátedra nunca fuiron otra cosa
que filantrópicos economistas vulgares sin importancia v ac-
tualmente han alcanzado el nivel de simples -apologetaé del
socialismo de estado bismarckiano. para elios eI jeguñdo tomo
s.erá siempre un libro con siete sellos [. . .] es poiello que Ia
literatura económica oficial guarda un cautelosb silenció.,'r
F,stas predicciones se curnplirían más allá de los temores
de Engels. De hecho, pasaron-diez años antes de que dos jóve-
nes marxistas rusos seguido por S. nütga.
kov- aplicaran por -Tugán-Baranovski
priméra vez una de las innoi'aciones córr.
ceptuales fundamentales del libro segundo, y pasó cerca de
una década más para que estos conóeptos peñetraran final.
mente en Alemania y en el mundo occidental a través de un
debate internacional en el que Tugán-Baranovski :á""áüp"l
el momento seguía llamándose a ií mismo marxista- émp^ezó
E_ngels a Lavrov: Karl Marx-Friedrich Engels, Cartas sobre ,,El cani.
-.1
tal", B.arcelona,_Laia, 1974, p.251; Engels a Sorgé: ibid., p. ZOZ; Eneéls
5 Entre 1841 y 1881, el flujo neto de población de Inglaterra fue prác- a Danielson: Karl Marx-Nikolái F. Danielson-Fñedrich Engels,' Cor-is-
t¡carne¡tJnufo, i.t.r la inmilración irlañdesa y_escocesa sulreró a la emi' pondmcia I!68-1895, México, Siglo XXI, 1981, pp. 202-203 (aóercá de los
;;;i¿" inglesá a ultramar.tn eI período 1881-1891 este flujo netq $5 socialis-tas de cátedra, véase, al final de esta cdrta, p.205, ia nota aClara.
;r;;;;;-ó00ooo:.." éi pi.ioao 18dl-1911 tue de casi 1'2 millones (A' K
p' 70)' toria al respecto).
¿;l;;;;G, tome-and foieicn investment, Cambúdeé, 1953,
t9l l
g? EL LIBRO SEGUNDO EN EL ANALISIS GENERAL DEL CAPITALISMO 93

arevisaralgunasdelasteoríasclar'edeMarx.2Ellibrose. La "imbricación recíproca de los diferentes capitales, de los


un "libro sellado"' sino
;"J;d" E7 capitat no ha sido sólo medida, elementos de capitalei y de rentas" movimiento dual
í"*üi¿" libio olviclado. En gran lo sigue siendo tanto del valor de uso como del valor-esede cambio específicos,
hasta hoy""en día. de la oferta y la demanda- le permitíó también a Marx des-
Pero surgen graves malentendidos si el lector intenta
pasar arrollar un añáüsis de la repraducción de la economía capitalis'
Airectamenie dél t¡ro primero al libro- tercero' subestimando ta y de la sociedad burguesa en su totalidad. Desde luego, para
ái t.tgut clave que o..tpu el libro -segundo en esta construcción alcanzar este logro, que es uno de los mayores dentro de toda
i;á;i;; monuniental. Él propio Marx aclaró con precisión 9s!e la ciencia social, Marx no tuvo que empezar de cero; sobre
hecho en una carta enviadá a Engels el 30 de abril de 18ó8: todo pudo basarse en la obra precursora de Quesnay, Tableau
;;i.-. . I en el libro primero nos limitamos a admitir que,si, en économique.a Tampoco se debe pretender que Marx solucionó
el'proóeso de valoráción, 100 libras se-convierten en 110 libras, "todos" los problemas de la reproducción. En particular, sólo
éstas gNcurNTRAN, PREEXISTENTES en el mercado, los elementos dejó un bosquejo incompleto de la sección sobre la reproduc-
en que se van a transformar de nuevo. Pero ahora examinamos ción ampliada y no tuvo tiempo de trabajar sobre la enfadosa
;; ó;¿ condiciones se encuentran, en otras palabras, la- imbri' cuestión de cómo puede alcanzar un equilibrio ocasional, abar-
.".ü" social recíproca de los diferentes ca_pitales,.de los ele' cando al mismo tiempo las famosas "leyes del movimiento"
;;;t;t de capitaies y de rentas frevenue] (= pv)., unos e¡ del capital (especialmente aquellas delineadas en el libro ter-
áiiár:'3 Esta imbricalión, concebida coms un mwimiento de cero: creciente composición orgánica del capital; tasa creciente
Áii"ornios y de 'dinero, le permitió a Marx elaborar al menos de plusvalor; competencia que lleva a la concentración y cen-
iós elementós esenciales, si^no Ia forma definitiva, de una teo tralización y a una competencia renovada, pese a la tendencia
iiá ó"ft.r""te del ciclo óconómico basada en la inevitabilidad de nivelación de la tasa de ganancia; la tendencia decrecien'
;; á;;;q;ilibrio periódico entre la oferta y la deman9l 93 te de Ia tasa media de ganancia). No obstante, el libro segundo
*óAlluÉitalista áe producción. Olvidar esta función del libro
"1 se puede ver en un sentido muy real como el predecesor e
*á"n¿o V saltar al libro tercero conlleva el peligro. de evacuar iniciador de las técnicas modernas de agregación, las cuales
iáE"t t"J problemas especí'ficos de las contradicciones inter- fueron inspiradas en ocasiones directamente por este libro.
;;; á" la riercancía _pioblámas det mercado, de la realización En el camino que va de Quesnay a Marx, Walras, Leontief y
á"i uufot y del plusval'or, etc.-, los cuales, aunque toc-ados en Keynes, el salto hacia adelante que logró Marx es evidente.
píimeró, sólo se desarrollan completamente hasta el Y el movimiento que se aleja de Marx en Ia "macroeconomía"
"iiiUi"
iíb; ;d""do. Éodemos incluso decir que sólo cuando Marx neoclásica y en la vulgar contiene elementos de una ellorme
," o""pá de la reproducción del capital- encontradicciones su totalídad pudo regresión, de la cual los economistas contemporáneos apenas
,u.u,. á la luz en iu ptena complejidad las in' empiezan lentamente a tomar nota.5
áriiáOi"r de la célula básica de la riqueza capitalista: la mer'
cancía particular. a Debe destacarse que a partir de 1758 los escritos de Quesnay mues-
tran una clara comprensión de un circuito de mercancías e ingreso, asi
z El libro de Tugán-Baranovski, Estudíos sobre Ia teoría y la historía como una vislumbre de que, en última instancia, todos los ingresos pro-
de tli i¡ixá*éí"¡ales en Inglaterfa, -apareció originalm-ente en -ruso vienen de la producción (véase Tableau éconamíque, Eilraits des écono'
á" iié¿. Ló'i" nóiá"rtriv, á.il'uétiio" frie radicalménte distinta de la mies réelles de Sutly, Explícatk¡n du tableau éconnmique y Analyse ile
famosa edición ur"-uoá*áé i90i d;;;;rocó e.I debate internacional -(véa- Ia forme économique du tableau).
üR;;'il;s¿óisr,v, i¿iá'ií-i iii,i'1*o d.e "Et capitat"-de Marx' Mexi- s Para una comparación interesante entre el Tableau économique de
;;,'sicb xii tst{,'p.-ili,--í"tl tol.-El,libro de Bulgákov' -Acerca det Quesnay y los esquemas de reproducción de Marx, véase Shigeto Tsuru,
nroblema de los mercal;;'*t eI módo de p-roducción capitalista, se.pu- "On repróduction-schemes", en Paul M. Sweezy, The theory oÍ capítalist
tñ7;;-;;.'; i8ti. É;-.i'átó¡o-á. rae3,ienin hizo un uso considera- develapment, Nueva York, 1942, pp' 365ss' Digno de notar también es
üi;H-i";;;q.r"*u, ai^.ütüi."ió" ¿{' fu lareo artículo "A propósito
basaba en un informe
Jacques Nagels, Genése, contenu éi prolongements de,la notion de repro'
duciion selon Karl Márx (Boísguillebert, Quesnay, I'eantief ), Bruselas,
del llamado problema ;;-í;;;;i.;dos", que.só
San Petersburso en res'
i.iuái-pi*é"iáao ar cir""iolocialdemócrata,de 1970.
Si bien parece haber una relación entre los cuadros de insumopro
Duesta a la conferencia'á;'b.
^iái"* ia;;;ñ-ió¡re et mismo tema' Sin en.forma embargo'
iñ:,ft"i'a;;r;"1" prufi."áó-lt" ¡áüei it.cuiaao por san Petersburgo ducto de L-eontief y Ia teoría del valor-trabajo (véase, por ejemplo, B' Ca-
manuscrita, no fue iia épotá-v.se pensaba que-podía ha-
verse en v' I' Lenin'
meron, "The laboúr theory of value in Leontief's models"' en Ec,onomic
berse perdido ¡uttu quJnlü}uútJ; éÁ tsll-' Puede Iaurnal, marzo de 1952), estos cuadros reflejan sólo las interrelaciones
Eiii¡tí,r- i"á"¿^¡ioi ti{g1iígsj, láL 3: Sobre et problema de tos
merca' del valor de uso ("intercambios") entre los diferentes sectores y hace
XXI, abstracción de la cuestión de la fuente de poder adquisitivo necesaria
""; M;;-E;crC, cortás-ióori'¡'n capitat" cit', p' 1ó4'
áos, Madrid, Siglo 1974, PP.5'57'
para mediar estos "intercambios". Véase también la afirmación de Koshi'
94 EL LIBRO SEGUNDO
EN EL ANALISIS GENERAL DEL CAPITALISMO 95

El libro segundo deEl capital lleva como título "El proceso e1 lugar exacto del libro segundo en el análisis general de Marx
de circulación del capital", en tanto que el libro primero se del modo capitalista de pioducción intentado-en los tres vo-
intitulaba "El proceso de producción del capital". A primera lúmenes de su magnum opus, tenemos que comprender la
vista, la distinción es clara. El libro primero se centra al. conexión íntima entre la producción de valor y su iealización.
rededor de la fábrica, el lugar de trabajo. Explica el carácter La producción de mercancías es Ia expresión de una forma
específica de organización social que abarca una contradicción
de la producción de mercancías en el capitalismo como un pro'
básica. Por un lado, la producción humana ha sobrepasado la
ceso de producción material y como uno de valoración (es de'
cir, producción de plusvalor).6 El libro segundo, en contraste, forml primitiva de agricultura de subsistencia y oficios, que
prevalecieron en comunidades más o menos aisladas de pro-
se centra alrededor del mercado. No explica cómo se producen
ductores-consumidores. El progreso de la división del tra6ajo
el valor y el plusvalor, sino cómo se realizan. Sus dramatis y de la productividad del trabajo, así como el crecimiento d;l
personae no son tanto el trabajador y el industrial, sino más
bien el propietario del dinero (y el que lo presta), el mayoris- transporte y las comunicaciones, han acrecentado constante-
ta, el comerciante y el empresario o "capitalista en funciones". mente el rango y profundidad de la interdependencia humana.
Más y más comunidades locales, regionales-y hasta nacionales
Definidos más ampliamente que con la simple palabra "indus' y continentales dependen entre sí para la oférta y combinación
triales", los empresarios son aquellos capitalistas que, al contar
con cierta cantidad de capital a su disposición (si es de su de las materias primas, los instrumentos de trabaio v los pro.
pios productores. El proceso de trabajo se ha vuelio por tahto,
propiedad o se les ha prestado es irrelevante aquí), tratan de
en un grado creciente, objetivamente soci.alizado. peio, al mis-
inciementar dicho capital a través de la compra de medios mo tiempo, la propiedad privada de los medios de producción v
de producción y de fuerza de trabajo, la producción y luego circulación se combina con la aparición y crecimlento del cá-
la venta de mercancias, la reinversión de parte de la ganancia pital (dinerario) para convertir la apropiación privad.a en el
realizada en maquinaria adicional, materias primas y fuerza punto de partida y la meta de toda la tarea prbductiva. Así,
de trabajo y la producción de una cantidad de mercancías en. tanto que el trabajo se socializa objetivamente cada vez
incrementada.
más, permanece en un grado mayor que nunca organizado so-
El papel de los trabajadores en el libro segundo causa cierta bre la base de la producción privada.
sorpresa, tanto a los lectores no marxistas fuertemente arma-
dos con los prejuicios académicos comunes que consideran a ,La producción de mercancías, Ia producción de valor, la
"fclrma de valor", como Marx la llama al principio del libro
Marx "un economista pasado de moda y típicamente decimo primero, están arraigadas en esta contradicción básica.? La
nónico" como a los seudomarxistas dogmáticos cuya compren- producción es imposible sin el trabajo social
sión de Marx se basa en vulgarizaciones de segunda mano más Ia coopera-
que en la obra misma. Porque los trabajadores que aparecen
-sinpara
ción .9e miles (en algunos casos, cienlos de miles) Ia pro-
en el libro segundo lo hacen esencialmente como compradores ducción de una mercancía dáda, en condiciones óptimas fara
de bienes de consumo y, por lo tanto, como vendedores de la la productividad del trabajo. Pero dado que la prbducción se
mercancía fuerza de trabajo, más que como productores de basa en la apropiación privada y se acopla a eila, el trabaio
valor y plusvalor (pese a que, desde luego, esta segunda cua- social no se organiza de inmediato como tal insumo
lidad, establecida en el libro primero, sigue siendo el sólido en el proceso de producción no está decidido por-su la sociedad
como un todo, y se gasta como trabajo. Su náturaleza social
fundamento sobre el que se basa todo el desarrollo del aná'
sólo puede reconocerse a posteriori, a través de la venta de la
lisis ).
Sin embargo, para comprender la significación más profun- mercancía, la realización de su valor y, bajo el capitalismo,
da del concepto "proceso de circulación del capital", así como la-apropiación en forma de ganancia por su propietário capi-
talista de una porción dada del valor excedente global creaáo
por lo_s trabajadores productivos en su totalidad. La produc-
mura: "Leontief, inmerso en las minucias de numerosos sectores peque'
ños, no llega a hacer abstracción ni a generalizar y, en consecuencia, ción de valor o la producción de mercancías expresañ así el
ignora tantó la estructura del capital como un todo -como las partes hecho contradictorio de que los bienes sean al mismo tiempo
cómponentes de las mercancías, es decir, c. 1, y d\.'.1. Por esta. razón el pr<¡ducto del trabajo social y del trabajo privado; que -el
su tábla, si bien es útil para la'descripciiin estadística de los fenómenos carácter social del trabajo privado invertido en su producción
empíricos, ignora la esiructura inteina de la ¡-roducción -capitalista"
(Shinzaburo Koshimura, Theory ol capital reproduction and accumula' no pueda ser establecido inmediata y directamente, y que /as
f¿on, Kitchener, 1975, p. 9). t El capital, t/3, pp.976-9n.
o Véase la primera parte de este libro.
96 EL LIBR0 SEGUNDO EN EL ANALISIS GENERAL DEL CAPITALISMO 97

mercqncías deban citcular, su valor deba ser realiza'd'o' antes nentemente "modernas", Marx desarrolló sus famosos esque-
á" q". conozcamos la proporción de trabajo_privado invertida mas de reproducción y mostró que el crecimiento se podía aco'
." ilo ptoaucción que }e ieconoce como trabajo social' modar dentro de su teoría del capitalismo.
Existe entonces una unidad indisoluble entre la producción Dado que la producción capitalista es una producción para
ae vátor y el valor excedente, pgr ql lado, y la circulación la ganancia (producción de valor orientada hacia un acrecenta-
(venta) ¿é las mercancías ,la reálización de valor, po-r el otro. miénto del válor), el crecimiento siempre significa acumulación
ü" i" 'ptá¿ucción de mercancías, y .aún más en su forma ca- deI capital. Si bien esto ya se ha puesto en claro en el libro
pita¡sü,i,capital
una no puede tener lugar la otra. Por ello el estu' primero de EI capital (capítulos xxrr y xxrn), el argumento no
'en -sin provisional' aparece completamente desarrollado hasta el libro segundo.
áio á"f general"
-hecho -abstracció!
mente de lá compeÉncia y de "muchos capitalg5"- ¿f¿¡-g¿ Los conceptos clave son los de transformación de (parte del)
;;;;;- ptá""to he produóción como el proceso de circula' plusvalor en capital y reproducción ampliada. Para que tenga
- de"i las mercancías.8
ción lugar el crecimiento económico, parte del plusvalor producido
por la clase trabajadora y apropiado por los capitalistas se
Sin embargo, una vez que emPeza-mos a examinar la circu'
lación de meicancías baio el capitalismo (en primer lugar, su debe gastar productivanxente y no desperdiciar improductiva'
venta con el fin de reaiizar su valor), estamos considerando mente en bienes de consumo (y bienes suntuarios) por parte
que la simple circulación de mercancías. De hecho de la clase gobernante, sus sostenes y parásitos. En otras pa'
-""rro máscoñ la circuiación de mercancías como capital, es labras, se debe transformar en capital constante adicional (edi
tratamos
A".ii, .otr la circulación del capital. En_el curso de su análisis ficios, equipo, energía, materias primas, materiales auxilia-
frogiesivo del proceso de circulació1, ltlarx introduce un obie- res, etc.) y en capital variable adicional (capital dinerario
io-ie estu¿io:-la reproducción y circuladón ("rotación") d91 disponible para comprar una fuerza de trabajo cada vez ma'
;;ei;d;;"i"t globat.'Si bien formalmente éste es sólo el título yor). La acumulación de capital no es más que esta capitaliza-
de la sección lercera del libro segundo, se puede argumentar óión (parcial) del plusvalor, es decir, la transformación (par'
con razón que
--Bfp."pidMarx expresa el tema subyacente de todo el volumen. cial) de la ganancia en capital adicional.l.
explica e que Ia circulaciól y la reproducción La reproducción ampliada denota un proceso por medio del
¿"-caila iapital individual, óuyo análisis se inicia en las p-rime' cual la rotación del capital (tanto los capitales individuales
iut t"..io"^"s del libro segunáo, debe-verse como ,parte de un como el capital social global, aunque no necesariamente fodos
*óui*i""t" más general de circulación y reprodu.cción los capitales individuales; dada la competencia, podemos de-
-el
áe ta totatidad del capital social. Esto es así no sólo porque cir incluso: tLuncq., a largo plazo, todos los capitales) conduce,
un estudio de esa naturaleza debe preceder metodológica- después de un cierto número de etapas intermedias estudiadas
mente al examen de los efectos de la competencia en el repar- minuciosamente en el libro segundo, a vna escala cada vez ma-
to áel plusvalor entre las diversas empresas capitalistas, sino yor de una operación productiva. Más materia prima es trans-
también porque se debe responder ant.'s a una pregunta- más formada por más trabajadores que usan más maquinaria en
!"""rat. iC¿rir" puede un siitema social anárq-uico l:asado_en la manufactura de más productos terminados, con un valor
iu á"t"r"ii"ación privada de la inversión, "combinación de fac' general mayor que en el ciclo de rotación anterior. Esto resul-
tor"." y productol asegurar Ia presencia de los elementos obje- ta en unas ventas globales y ganancias finales mayores, que a
tivos y" materiales necésarios para una producció! y urr c_reci su vez permiten una suma absoluta mayor (si no en todos los
futuros? son lás condiciones previas absolutas casos un porcentaje mayor) de ganancia que se agregará al
-ié"tá ¿Cuáles
de un crecimientó tal? Para responder a estas preguntas emi- capital. Y asi continúa Ia espiral de crecimiento. ..
El estudio de la circulación de mercancías, la reproducción
e Por lo general, los marxistas han.atribuido una importancia mucho (y acumulación) del capital y la rotación del capital en su
*..rót u-lor-problém"s ái-iá-circutación que,a los de la producción-, a totalidad abarca constantemente la unidad-y-contradicción dia'
;;;dt a-é:utiao de lado esta "ni¿"a .esential'..un, 1i".:lTtl?,
por el 9:^l:.r- léctica de los opuestos contenida en la mercancía forma de
zar demasiádo las cosas en el otro sentido es el llbro escrlto ausrro'
;;i;i;;á¿ dárechai"l ei piesiaente de la die república_.austriaca, Karl
Berlín, Io Es rnuy significativo que ta acumulación de capital requiere también
i{""iiÉi ¿¿á W;rlschá¡ itt-C"ii*tprozess-.u.nden 7aSozialisíeruns,
circulación de mer'
iiZ4.- n."n". enfoca éntiiamente iu análisis que los medios de producción que produce! medios adicionales de.pro'
¿éli6é.a¿a**;;üi; de hacer.de la esfera de Ia circulación áucción se agregpen a los medios de producción que producen-bienes
"t""iui v Dara Ia to.iár¿ácián de la vida económica' de consumo b que simplemente sustituyan los medios de prcducción
"i-iiu*óli"
e Véáse EI capital, u/5, pp. 429-432 desgastados en lá continuidad de la producción.
98 EL LrBRO SEGUNDO LAS TRES FORMAS DEL CAPITAL 99

producción, a saber la unidad contradictoria de valor de uso capital, también son coexistentes. Una de las secciones más
y valor de cambio, doblada en la de mercancías y dinero. Una importantes y brillantes del libro segundo es la que subraya
áe las caracterÍsticas sobresalientes del libro segundo de El ca' una y otra vez la naturaleza discontinua de la reproducción
pital, a la que tanto los comentadores académicos como los de las tres formas del capital y el nexo orgánico de esta dis-
marxistas'1 han dedicado una atención insuficiente, es precisa' continuidad con la esencia misma del modo capitalista de
mente la forma magistral en que Marx desarrolla este tema producción.
inicial del libro primero de El capital a lo largo de su anáIisis Precisamente porque el modo capitalista de producción es
del proceso de circulación. Ya tendremos ocasión de regresar producción generalizada de mercancías, el capital dinerario
a este Punto. no puede meramente preceder y seguir a la aparición genera-
lizada del capital; tiene que existir a su la.d.o. De manera si-
milar, el capital dinerario no es sólo el resultado de la venta
2. us rREs FoRMAS DEL cAPrrAL de mercancías: su existencia social es una condición previa de
esa venta. Finalmente, el capital mercantil no es simplemente
Desde el comienzo, Marx pone en claro que el capital, en el el resultado del funcionamiento del capital productivo: es tam-
modo capitalista de producción,\2 aparece en tres formas: ca- bién su base necesaria. Desde luego, la continuidad de la pro-
pital dinérario, capital productivo y capital mer-cantil. _El capi- ducción sólo es posible (y esto se aplica en especial a las mer-
ial dinerario es la forma original y meta final de toda esta cancías cuyo ciclo vital o periodo de producción supera el
empresa diabólica. El capital productivo es la co¡dición previa promedio) si todas las mercancías producidas durante el ciclo
báJica de la espiral en constante crecimiento. Sin la penetra' anterior de rotación no ltan sido todavía vendidas a los con-
ción del capital en la esfera de la producción, el producto y sumidores finales decir, si las existencias y resertsas de
el plusproducto sociales sólo pueden redistribuirse y reapro'
-es materiales auxiliares, productos in-
materias primas, energía,
piaise, por la empresa capitalista. termedios y bienes de consumo necesarios para reproducir la
-Bajo mas no verse incrementados fuerza de trabajo están disponibles en gran escala. Puede decir-
tales condiciones, los capitalistas actuarían esencialmen-
te tomo parásitos y saqueadores de las formas precapitalistas se que la continuidad del proceso de producción depende de
(o poscapitalistas) de producción, más que corno amos de la la falta de continuidad o desincronización del ciclo de rotación
producción y apropiación de plusvalor (de plusproduc_to so- del capital dinerario, capital productivo y capital mercantil.
ó¡al). En cuanto al capital mercantil, el curso básico del capi- Además, la naturaleza misma de las relaciones capitalistas
talismo es que las mercancías deben pasar por la fase en la de producción requiere de la existencia previa del capital dine-
que contengan cuando sea en una forma no realizada- rario en los inicios del proceso de producción. La separación
-aun por la clase obrera' En otras palabras,
el plusvalor producido de los trabajadores "libres" con respecto a sus medios de pro-
anfes de que el capital dinerario pueda regresar a su forma ducción y subsistencia implica una constricción sobre los due-
original, aumentado por el plusvalor, tiene que pasar por la ños de los medios de producción para la compra de fuerza de
etapa intermedia de valor de la mercancía -de valor incor- trabajo antes del comienzo de las operaciones productivas.
porádo a mercancías que todavía tienen que pasar por la prue- Y deben tener a su disposición capital dinerario para efectuar
ba decisiva de la venta. la transacción: "En Ia relación entre capitalista y asalaria-
Marx usó la fórmula "metamorfosis del capital" para indi- do la relación dineraria, la relación entre comprador y vende-
car que, como un insecto que pasa por etapas sucesivas-de dor, se convierte en una relación inmanente a la producción
orugá, crisálida e imago, el capital adopta las formas de capital misma." 13
dinerario, capital productivo y capital mercantil, antes de re- Así, en gran medida, el libro segundo examina el entrelaza-
gresar a la etapa de capital dinerario. Si bien estas tres formas miento constante entre la aparición y la desaparición del ca-
éon en gran medida sucesivas en el proceso de rotación del pital dinerario, el capital productivo y el capital mercantil
la esfera de la circulación a la de la producción y de nuevo -de
rr Una excepción importante es Rosdolsky, op. cit. a la esfera de la circulación, hasta que la mercancía es final-
12 Esta espeiificación es necesaria. Aun cuando el capital puede apare'
mente consumida. Cada forma pasa a la siguiente, sin despla-
cer y sobrevivir en las sociedades precapit-alistas y poscapital,:ttas (en
irátriiciOn del capitalismo al socialismo), lo hace esencialmente fuera del zarla enteramente de la esfera de la circulación, para no ha-
área de la producción. En ningún caso puede dominar los sectores prin- blar de la liza social general. Desde luego, podemos decir que
iüales de ia producción. Esto sólo ocurre con la aparició-n del capital 13 Véase El capital, tt/4, p. 137.
pibAo"tino forma propia del modo capitalista de producción'
-lá
100 EL LIBRO SEGUNDO ASPECTO DUAL DE LA ROTACIÓN DEL CAPITAL 1OI

El dinero compra mercancías para que se puedan vender con


Ia dialéctica del dinero (el capital dínerario) y las mercancías un acrecentamiento de dinero ganancia-, parte del cual
Giápit"t mercantil) es la contradicción básica examinada -una
será añadido aI capital dinerario inicial.
Jl iiut" segundo áe EI capital. De nuevo, aquí, el "moder- Si traducimos esta fórmuia a las operaciones reales del
"i de Mirx es particulaimente sorprendente'
nismo" modo capitalista de producción, tenemos que sustituir M, las
Estas consideraciónes muestran la importancia capital-,del mercancías compradas, por la operación específica del indus-
"faitor tiempo" en ei análisis marxiano del modo capitalistasi trial, a saber, la compra de los medios de producción y de la
a" pió¿r".ián. Su funcionamiento no puede comprenderse fuerza de trabajo para que ésta pueda producir valor adicio-
se ñace abstracción total de las secuencias y tablas tempon.a- nal, plusvalor. Esta combinación de medios de producción y
ies, la duración de la producción y de los ciclos de rotación de fuerza de trabajo da lugar, a través del proceso de produc-
áe'las mercancías y la duración del período de rotación del ción, a nuevas mercancías que acarrean valor adicional y que
capital. La distinción importante de- Marx entre el capital cirgu; necesitan venderse para que den por resultado la formación
i"it" y el capital fijo si basa exclusivamente en 1a cantidad de capital acumulado. Así, la fórmula inicial se conviefie en:
de tieinpo que s. iequiere para que cada una de estas dos
forma original" El
tartes del iapital diferario-regrese a. suprimas-y
en salarios) FT
lapitat circulánte (gastado materias-
ei'recobrado por la'émpresa capitalista despu.és de cada.ciclo ,/
de producción y de cadá ciclo eóonómico de circulación de las
D -M ...producción...M'* D'(D + AD,
donde ¿\f = plusvalor acumulado)
meicancías. Sin embargo, el capital fijo -se recobra en su tota- \
MP
iiáad sóto después de-n cicloé de producción y .circulación,
."V" áepende del ciclo vitál de la maquinaria y los
edíficios. Como ie sabe, Marx trabajó sobre la hipótesis de
",4*"ro
3. rr ¡,specro DUAL DE LA RorAcróN osl cAprrAL EN LA rnonfr
que la duración media de la maquinaria (no, desde luego, rco¡¡ótrrc¡, DE MARx
á" to, edificios) equivale y, de hecho,_determina. la duración
media del ciclo eco}ómico. Una tarea fructífera para los estu' Con base en la contradicción entre el valor de uso y el valor
diosos marxistas sería la de profund\zar en nuestra compren- de intercambio inherente a la mercancía, Marx consideró el
ii¿" a"t papel y función dé esta "dimensiólr temporal"-.en problema de la rotación del capital, de la reproducción, como
nl capitofa.i Uui*. Porque el tiempo aparece ahí como medida un problema dual:
de la producción, el valor y el plusvalor (el tiempg de.traba'
jo); cómo nexo que conectá la producción, la circulación y la af Para que se logre la reproducción (al menos simple y por
i:eproducción de'mercancías y Capital (ciclos de rotación y re- lo común ampliada) el valor global incluido en las mercancías
pioáucción del capital); como medio de las leyes de movi- producidas debe realizarse, es decir: deben ser vendidas a su
*i.rrto del capital (ciclos económicos, ciclos de la luchamis- de
valor. Confrariamente a las suposiciones de algunos de sus
.lát"t, ciclos históriios a largo plazo), y como la esencia tiem- seguidores más agudos, principalmente Rudolf Hilferding, Otto
*u ¿áf hombre (tiempo librel ciilo vital, tiempo creador, Bauer y Nicolai Bujarin, Marx no consideraba este proceso
po de intercambio social)' de realización como "automático", ni tampoco lo derir'ó de
El estudio del proceso de la circulación de mercancías y "sus esquemas de reproducción", como han sugerido ingenua-
del capital ,e o.,ipa esencialmente de las metamorfosis -el mente algunos.la De hecho, una sección sustancial de la parte
cambió de una forma a otra que acabamc¡s de mencionar. Pero final del libro segundo, así como la mayoría de las controver-
este análisis, clue empieza a ün alto nivel de abstracción y se sias que han surgido desde que Rosa Luxemburg planteó el
u"a."u cada'vez más'a los "fenómenos" de la vida cotidiana problema, han girado alrededor de un examen más o menos
capitalista, representa en sí mismo este proceso de circulación detallado de cómo eI valor incluido en las mercancías, tal y
en' etapas'sutesivas de concreción. Primero está la circula-
áiOrr á'"1 capital (dinerario) en su forma más general, tal y Rudolf Hilferding, Das Finanzkapital, Yiena,
r¿ Véase especialmente
1923,p.310 tE¡ capital financíero, Madrid, Tecnos, 19ó31; Nicolai Bujarin'
como lo enóontramos en el libro primero: El imperialismo y la acumulación de capital, México, Cuadernos de
Fasadd y Presenté 51, 1980, p. 193, y Otto Bauer, "La ac-umulación del
D-M-D',(D +AD) capital",-en Lucio ColÍetti, Ei marxiimo y el "derrumbe" del capitalismo,
México, Siglo XXI Editores, 1978, pp. 339 ss.
EL LIBRO SEGUNDO ASPECTO DUAL DE LA ROTACIÓN DEL CAPITAL 103
102
de hombres por maquinaria en la industria está declinando),
como está representado en los famosos ":qu.eT3: 1"j1t-p^1l
generaqo siempre se pueden localizar nuevas fuentes por la transforma-
áücción, pod.iía realizarse por el poder adqulsrtrvo ción precipitada de las mujeres casadas en trabajadores asa-
en el proceso de Producción' lariados; por la inmigración masiva de mano de obra; por un
amplio despliegue de los jóvenes estudiantes hacia el mercado
-il tiempo,la reproducción, por lo menos la simple
b1 Al misnto de trabajo, y así sucesivamente.ls
:i ;; ;.-;í ú urnpii ada-, requier,e', P?11 cumpla
"

::a i:\t^":
ras -
t
El paso gigantesco hacia adelante de Marx en el análisis
q,i" ft valor de uso de las mercancías -productdns económico puede medirse por el hecho de que, hasta hoy, la
condiciones para reiniciar lá producción sobre la mayoría de los economistas académicos no han comprendido
base existente^ot"r*iál
o "tá mayor escala-' La rep-roducción no
por completo esa básica innovación que es sus esquemas de
lugar
;;;;;;;.;menor qo" ü " íituación donde' sobre una base reproducción. Han desmenuzado la totalidad del proceso de re-
técnica automatización total y en ausengil 9:
"l-.tttu producción del capital basado en esta "unidad de opuestos",
Ieservas alimeniarias, el paquete de mercancÍas conslstrera convirtiéndola en una dicotomía inconexa. Por un lado, el aná-
enterament" *ut"íiut pti*ut y"demaquinaria: los trabajado- lisis se centra en los coeficientes lísicos (especialmente en el
;;;]"t "r,
;pitalistas se morirían hambre y desaparecerían nivel de los intercambios entre las ramas, como en las tablas
á" qnó h maquinaria disp,onible pudiera usars€ para re-
la de insumo-producto de Leontief y todas sus derivaciones), es
""tt"
;;;;;;t-i" produóción ágrícóla, o antes de -que
reserva
decir, se ocupa de los valores de uso. Por el otro, como en el
transformada en ali'
;;ilát" de materiai-pti*á. pudiera ser
reproducción sería im- caso de los tratados keynesianos y poskeynesianos,lo el estudio
;;;; sintético. producto global de la produccron en marcna
De m^anera similar, l-a
se centra en los flujos de dinero, los flujos de ingreso, es de-
nosibte cuando el cir, en los valores de cambio en gran medida desmembrados
#";;;.-;i;; li&;á; á "íuo con eldeuso en gran escala de
bienes de consumo-y de las mercancías en cuya producción se originaron. Las teo-
."Lá"i"átiu compleja, se compusiera o de rías del ingreso están por consiguiente cada vez más desconec-
*;;";i;;ñ;:-t't no hubiéra reserva de,maquinaria
se resque' tadas de las teorías de producción, y si acaso se llega a usar
r"lá""ion"t, entonces la maquinaria,y la producción pu' la mediación de la "función de producción", resulta en gran
L.uiatiatt antes de que los irabajadóres bien alimentados medida inoperante, pues se la considera en el nivel micro-
;i#;;;il;;i';ñ; máquinaria a partir de simple materia económico más que en el macroeconómico.
prima. Sobre todo, la combinación y el entrelazamiento constantes
de ambos ----el hecho evidente de que los ingresos se generan
Debemos agregar, por cierto, que la reproducciól Tp]iid3' en Ia producción de mercancías con un valor de uso dado,
,,la -noñ¡a"-en el capitalismo, no extge m€ramente la
árr" que corresponde a la estructura de las necesidades reconoci-
", previa) de los valores de uso
Jii.t"""i. t"r-áé.i.,-producóión ob3etivos das socialmente, y de que el desequilibrio es inevitable sin una
lté Llementos necesarios de repro-
;;;";ñ;;;1* para sustituir el equipo estructura de ingreso congruente con la del valor producido-
á"""i¿" (los medios de producciónmédios de. producción adi
ptiÁut; los
;;.-t"d; y hs mateiiut ú esóala de operación rs Véase Ernest Mandel, El capitalismo tardío, México, Era, 1979, pági.
cionales p"ru u,r*"rrláf de la produc' nas 1ó7-168.
los bienes de consumo que alimenten tanto a r0 Paul Samuelson en sw Economics (4r ed., Nueva York, 1958, p. 4l)
"iá"-*át^"tial; como a los reclutas intenta correlacionar los flujos de ingreso y los flujos de mercancías por
los trabaSadores que ya tien-en-empleo medio de un sistema interrelacionado de "mercados de oferta y deman-
;;"ñ;;i¿t ae u nieizJáe trabajo)' La reproducción ampliada da". ¡Pero es el "público" el que compra los "bienes de consumo", mien-
riin. tá*uién la presencia de una f-uente Ptencral- cle m-ano tras "vende" tierras, trabajo y bienes de capital (es decir los factores
"ejército- industrial de
Ti"iUiá"ir¿¡lir""tit i t"ición duat áel(asegurando de producción) a los "negocios"! Los "negocios" compran a su vez tie-
que la tasa rras, trabajo y capital al "público" y Ie venden bienes de consumo.
reserva", como regulaáor de salarios nivel) y Samuelson no parece haber notado que, en el capitalismo, "el público"
a" pl"r.i"rot
-"o"¿ici¿h p"ttiá""i"" po1 de un cierto (o sea la masa de consumidores) no es dueño de "los bienes de capi-
-en-cirya
la tal" (es decir,'materias primas y equipo) y que éstos los venden ciertos
.o*T pr"uil material de .reproducción,3-l,lt-ug"'
para rn- "negocios" a otros. En su sistema, "Ios bienes de capital" se "venden"
no átUt subestirirarse. Si los medios "tradicionales" sin haber sido producidos. Debemos observar que los esquemas de re'
se empiezan
crementar o mantener ese "ejército de reserva" Ios artesanos y
producción de Marx no sólo son de un mayor rigor analítico y teórico; al
l"g"iáii""ando, por ejemplo-, los.campesinos'
han descendido como pro'
mismo tiempo, son más realistas, es decir, se conforman más de cerca
con la organización real de la vida económica capitalista que las engaño-
tt-"ottt"i"iantes indepeudientes
la sas construcciones de muchas especies de economía política académica.
;;"já-á; i. p"ui""io-" u"tiu" total, o cuando sustitución
EL LIBRO SECUNDO ASPECTO DUAL DE LA ROTACIÓN DEL CAPITAL 105
104
ni siquiera han sido planteados, y. mucho menos atacados por (distribución de la demanda) en la sociedad capitalista? En el
-(con capitalismo, la distribución del ingreso tiene una estructura
ia tebria académica'tradicional la excepción marginal
á. utg"ttot estudiosos del ciclo económico y, de la-teoría de d€ clase determinada por la propia estructura del rrrodo de
ü.riíit). La técnica de agregación int¡oducida-por Keynes, si producción y está gobernada a mediano plazo por los intereses
iig" ft"'hecho, es compñcai Jos problemas al trabaja-r- con áe clase de los capitalistas. Cualquier incremento en la "de-
Li¡ot de dineio indifeienciados, porque nacionalevade el problema manda efectiva" que en lugar de aumentar la tasa de ganancia
la si un dado riene cause su caída, nunca conducirá a un auge del capitalismo.
iñ; "" decir solución) de ileresg
(de bienes de consu- Es/a verdad básica la entendió Ricardo al igual que Marx
üa estructura de demanda específica
de produc- muchos keynesianos de último momento no la en-
*o, ¿" bienes de producción que producen bienes -aunque
ción, de bienes de producción que producen bienes de consu- tiendan.
mo, de bienes sunfuarios, de aimai y otras mercancías com' Afirmamos antes que una de las funciones básicas de los es-
paudut sólo por el estadc, etc.) ,que corresponde exactamente quemas de reproducción es demostrar que el crecimiento (es
á la estructr-úa específica del vaiór global de la mercancía en decir, la existencia misma del capitalismo) es al menos posible
el proceso de producción. en el modo capitalista de producción. Dada la natrrraleza extre'
Óe hecho, li mayor parte de la teoría académica importante madamente anárquica de la organización de la producción
(y, asimismo, tto pocá teoría marxista posmarxiana)- hl st¡' (bajo el capitalismo del taisser-faire en el mercado interno,
pl.tto por largo tiempo que actúa cierto tipo de ley de Say'1? bajo el capitalismo monopólico en el mercado mundial) y dada
'Es
decii, da pór hecho que una estructura del valor del pro' la naturaleza misma de la competencia, esto no es de ninguna
ducto dado eitá correlacionada con una estructura congruente manera tan obvio como parece. Los esquemas de reproducción
de ingresos (estructura de poder adquisitivo) a través de la localizan la combinación de las estructuras del valor y del va-
op"r^iiótt normal de las fuerzas del mercado' Uno de.los p.ro' lor de uso del paquete global de mercancías dentro de las cua-
pbsitos principales de Marx en el libro segundo.de -El capital les puede ocurrir el crecimiento. Pero Marx nunca intentó
és mostiar que esto no es así: que tal congruencia depende de probar que estas proporciones estén garantizadas automática
ciertas propórciones y estructurás exactas, tanto de los valores y constantemente por la "mano invisible" de las fuerzas del
de cambio^como de ios valores de uso; que, por ejemplo, los mercado. Por el contrario, insistió una y otra vez 1s en que
salarios nunca compran máquinas en el capitalil1g, y que es- estas proporciones son dífíci\es de realizar e imposibles de re'
tas proporciones efactas son extremadamente difíciles de rea- tener permanentemente y que son alteradas de manera autG
lizai en la práctica real del capitalismo. mática por esas mismas fuerzas que las hacen existir ocasio
Por ello ?s todavia más soiprendente que Joan Robinson nalmente. En otras palabras, Ios esquemas de reproducción
reproche a Marx que "no entendió hasta-qué punto la. teoría muestran que el equilibrio, para no hablar del crecimiento
ortodoxa se acercá y se aleia de la ley de Say, y se impuso equilibrado, es ia excepción y no la regla en el capitalismo;
la tarea de descubrii una teóría de las crisis que pudiese apli- que las desproporciones son mucho más frecuentes que la pro-
carse a un mundo en el cual aquella ley se realizara, lo mismo porcionalidad, y que el crecimiento, al ser esencialmente des-
que la teoría que surge cuando la ley de Say se. derrumba."'18 igual, produce inevitablemente eI desmoronamiento del creci'
jNo sería más-correct-o decir que- la propia Robinson, siguien- miento contraída o crisis.
áo el concepto de Keynes de-"demanda efectiva", no se da Cuando-reproducción
decimos que los esquemas de reproducción de Marx
cuenta de cémo la teo;ía marxiana de la mercancía como una resumen la rotación del capital y de las mercancías como un
unidad-y-contradicción del valor de uso y el- valor de cambio mo't¡imiento dual queremos decir que se basan en un fluio dual
no sólo apuntala su concepto de la fluctuación necesaria de la
oferta y lá demanda en un nivel macroeconómico, sino que de ls Ct. Et capital, ¡rl5, p. ó04: "El hecho de que la producción mercantil
hecho io entreteje con su teoría de la distribución del ingreso sea la forma general de la producción capitalista implica ya el papel que
el dinero desémpeña en la misma no sólo como medio de circulación'
rr Por ejemplo, en su extenso e interesante examen de sino como capital dinerario, y genera ciertas condiciones del intercambio
^á"' oskar Lange,y fórmulas de equ_ilibrio.derivadas, deja normal peculiares a ese modo de producción, ciert-as condiciones., por
los ÁáüerÁas r"proárriiié",
de ladó constanteménte el flujo dual de mercancías.l¡ _dinero, y supone ende, del desenvolvimiento normal de la reproducción -sea en escala
ünaielacion de truequ! pu- dntt" Ios dos sectores' (Vé-ase o*ar l-ange'
simple, sea en escala ampliada-, las cuales se trastruecan en otras tantas
fi*ii-ólr"proaiitúi íiá-oiiinulation, Varsovia' r96e; pp' 24' 28' etc') .orráiciones del desenvolvimiento anormal, posibilidades de crisis, ya que
- iá-¡óuí a Ia economía marxísta, México, Si-
Ro'birrrotr, Introducción el equilibrio mismo la configuración espontánea de esta produc'
-dada
ción- es algo casual."
gto XXI, l%8, p. 73.
106 EL LIBRO SEGUNDO Los ESQUEMAs DE REPRoDUccIóN us MARx t07

combinado flujo de valor producido en el proceso de pro- mente, pero sucede con mucha menor frecuencia aunq-rl-e sl
ducción y un -unflujo de dinero (ingreso en dinero y capital di' ocasionálmente.) Más aún, el sistema encontrará su equilibrio
nerario) desencadenado en el proceso de circulación para rea' (es decir, la reproducción ampliada será posible en términos
lizar el valor de las mercancías producidas. Los esquemas no de valor) sólo ii estas mercanóías son vendidas a su valor ha'
se basan evidentemente en el trueque: el sector f no "cam' blando en términos generales, es decir, si el plusvalor produ-
bia" bienes con el sector II simplemente de acuerdo con sus cido por la clase tra6ajadora se realiza en forma de ganancia.
"necesidades mutuas". Antes de que los capitalistas o los tra- Y esto, en el capitalismo, no está de nlnguna manera asegu'
bajadores empleados del sector I puedan obtener los bienes rado.
que necesitan, deben probar que tienen suficiente poder ad- Una condición previa más de equilibrio se tiene que cumplir
quisitivo para comprárselos al sector II a su valo¡'20 Lo que antes de que el fiujo dual de las mercancías y-el poder a{e¡i;
es más, lá dificultad no se puede resolver por algún juego de sitivo entie los seótores se pueda examinar. La suma global
prestidigitación como la introducción súbita ex nihilo de fuen' del producto de ambos sectores debe ser_igual, no mayor ni
les adicionales de poder adquisitivo. Si aparecen nuevas fuentes menbr, a la demanda global generada por la reproducción am-
de dinero verémos que desempeñan un papel clave en los pliada. En la reproducción simple, esto se puede expresar
esquemas -y de Marx- han de estar orgánicamente conecta- como sigue:
dai con el problema en cuestión. En otras palabras, se debe I:I"*II"
demostrar que son necesariamente coexistentes con el proceso
de producción y circulación de las mercancías en el modo ca' II=I,+Ip,+II,+Ifp,
pitalista de producción.
- La naturaleza dual de los esquemas de reproducción, que En la reproducción ampliada esto se convierte en:
refleja la naturaleza dual de la mercancía y de la producción
de mercancías en general, de ninguna manera evade o contra- f=Io*AI"+IIo+AII,
dice la operación de la ley del valor ley que establece,
-una del valor produci- II = I"*
AI" a (Ip, - I" - Ai,) + II,+^II, + (II''-AII,-AII,)
entre otras cosas, que la cantidad y calidad
do, tanto de cada mercancía individual como de la suma total El valor y masa de los medios de producción producidos debe
de mercancías, es independiente de su valor de uso. El valor de ser igual-al valor y masa de los medios de producción usados
uso es una condición previa necesaria del valor mercantil. Un en ambos sectores durante el período en curso de producción
bien que nadie quiere comprar porque no satisface ninguna (más, bajo las condiciones de la reproducción ampliada, el
necesidad no se puede vender y, por lo tanto, no tiene valor valor de los medios adicionales de producción requeridos por
de cambio. El trabajo invertido en su producción está social- ambos sectores). El valor y masa de los bienes de consumo
mente desperdiciado y no es trabajo socialmente necesario. producidos debe ser iguat a la demanda de bienes de consumo
De manera similar, una cierta estructura del valor de uso del (sahrios-ganancia inr'értidos en el consumo improductivo) en
producto global cantidad dada de ¡ materias primas, ambos sectores.
y-condición
piezas de equipo -una
y z tipos de bienes de consumo- es una
previa material y social del logro (simple o ampliado)
de la reproducción. Pero el valor de uso de estas mercancías 4. u srcNrrrcAcróN DE Los ESQUEMAs DE REPRoDUCcIóN DE MARx
sólo se iealizará si los precios del mercado pueden conjugarse,
esto es, si aquéllas pueden comprarse. (Millones de personas Las llamadas "condiciones de proporcionalidad" en un sistema
pueden sucede!- morirse de hambre en el capitalismo, bisectorial (donde Ia masa global de mercancías se clasifica
-¡y ásí
áun cuando todos los alimentos que necesitan están ahí, por- en un sector I de medios de producción y un sector II de bie-
que carecen de poder adquisitivo para comprarlos. Desde lue' nes de consumo) fueron formuladas por el propio Marx. En el
gb, también se morirían de hambre si la comida faltara real- caso de la reproducción simple son:
zo En el libro segundo de El capital, el cual, como el libro primero,
aparece en el plan-general de Maix bajo el -encabezado "El capital en fr*frr=II"
géneral" 1"Das Kapital im Allgemeineri"), el autor separa consciente'
itente a partir de ia competencia. Por tanto, los precios de pr-oducción Otto Bauer y Bujarin derivaron a partir de ésta una fórmula
no desempeñan ningún papel y los cálculos son estrictamente cálculos de
valor. similar para-la reproducción ampliada, la cual, aunque presen'
108 EL LrBRo SEGUNDo LOS ESQUEMAS DE REPRODI"]CCIÓN DE NÍARX 109
te en el libro segundo, no fue formulada explícitamente por mienta.s conceptuales, serÍa fácir diseñar un modelo trisectoriar
Marx: 21 (por eJemplo, con el oro como sector III) o uno tetrasectorial
I, + Iprü * lrü rr" + rÍeu 22 (con-ei oro y los bienes suntuarios como sectores adicionales:
\- 0 la orlerencla entre estos dos sería que, mientras que los bienes
suntuarios son, com.o las armas, inútiles desd.e el punto á;-1,i;-
De conformidad con la naturaleza dual de los esquemas de re- la dq Ja reproducción, el oro no entra en el procé* á;;;p;
producción, estas condiciones de proporcionalidad tienen si- ducción, sino que lo media, ayudando a ia circula"ián- á"
multáneamente dos significados; mercancías en la reproducción ampliada). podríamos
pasar a un modelo pentasectorial (dividiendo al sector ""tá".L.
f en
af EI valor de cambio de los bienes vendidos por el sector I medios de produccign que producen medios A" proJuc.iO.r-y
al sectorII debe ser igual al valor de los bienes vendidos por el medios de produccig_1 Oge producen bienes a" .brrsuroo)-o
sector If al sector I (de otra manera, surgiría un excedente unoleptasectorial (diviáiendo aún ambos subsectores dei sec-a
invendible al menos en uno de los dos sectores). 1?l,I ." mareria
canamos
q.im? y maquinaria). paso u pur",-n*
a un modelo. interramal que refleje ia éstructura"ó"i-
real
bf El wlor de uso específico de las mercancías producidas en de una economía capitalista indusirializadá.r3
ambos sectores debe ccrresponder a sus necesidades mutuas. Un cierto número de condiciones de interdependencia física
Por ejemplo, el poder adquisitivo en manos de los trabajado- tendría que ser establecido al lado de estos ramos (se aclaran
res que producen bienes de producción debe encontrarse en el en las tablas de insumo.producto de Leontief, b";;áJ;;;;;;"
mercado no sólo con "mercancías" sino con bienes de consumo una tecnología estabre o en una cambiante). i,stut t"ndiil;.
concrelos equivalentes a la suma de los salarios. (En el capi- estar.-aco.mpañadas por una tabla de equivalencias ¿e
talismo no se supone que los trabajadores deben gastar su (equilibrio del valor), dado que la única cóndición puru "aio.
dinero en mercancías gue no sean bienes de consumo.) librio es la reatización geneial del valor. E" ;;6 lt
"o,ri-
é;;iol'."}i"
una diferencia importante entre el esquema Oiséctoriál v ?l
El carácter mercantil y no de trueque de los esquemas de re- mutrlsectona-t.. -h,I primero necesita la equivalencia de los"
va_
producción implica además un flujo duql entre los dos sectG lores de cambio entre los dos sectores, en tanto que éste no es
res. Cuando el sector I t¡ende materia prima y equipo al sec- el caso en.el segundo..El sector C, pár e¡empto'1áú;;;, i"
tor II (para sustituir el valor de II, gastado en el ciclo de materia prima necesaria para Ia producción áe los ;i;;;;'á"
producción previo), las mercancías fluyen del sector I al sec- consumo) podría tener un excedente en el intercamuio -cón
tor If, en tanto que el dinero fluye del sector II al sector I. el sector E (bienes de consumo de masa terminados rn
Debe determinarse de dónde vino inicialmente ese dinero. Re- quema de nueve sectores, donde F es el sector de bienes "r-"i-
sun_
ciprocamente, cuando el sector II vende bienes de consumo a tuarios y G el de la producción de oro), mient.u, q,-,"
;.á;i;
los trabajadores del sector I, para permitirles reproducir su tener un "déficit" en su intercarnbio con el sector b fáq-"ioo
fserza de trabajo, las mercancias fluyen del II aI I, en tanto para la producción de bienes productivos, incluyendo #t"ñ;
que el dinero fluye del I al II. prima).2a En ese caso, el sistéma todavía podría ul"uüui-i"
Desde un punto de vista puramente técnico, no hay nada de
extraordinario ni de mágico en este esquema bisectorial. Es El sector III fue ¡:s¡rdo_por prirnera vez por Tugán_Baranovski
23
simplemente la herramienta conceptual más elemental ( studí en zur
T heorie und Ges chicht e- der H ánctelslrí¡i"-¡i'ni
íii;:';;;:,
-una
simplificación extrema con el propósito de extraer los supues- l90l) y von Bortkiewicz como un medio de representa. la"piááiri.ion
de bienes suntuarjos u oro. Tugán-Baranovski y otros participantes
-;;';;;;;;;
tos subyacentes del equilibrio (o crecimiento equilibrado, pro- esa discusión ignoraban q-ue el-propio trlarx tráuá-ui"-d;
en
porcionado) bajo condiciones de produccíón de mercancías. tetrasectorial en los Grundrisse (Elemaros fundamentá]rr.
Para que el intercambio ocurra debe haber por lo menos dos introducir.sectores separados para la matería p;i;; -;-i;;;"üi";;;
como Tugán-Baranovski, dividilndo los medios'ae .ónÉ"mo
- -- o.-.fóói.'il
;
capitales privados independientes entre sí. Con estas herra- ror oe brenes de consumo para, los trabajadores y uno de bienes
rios ("plusproductos") deslinados a los "iapliál¡stas.
""i;;';;':"¿f
suntua-
21 Véase El capital, trl5, p. 631. 24 Para evitar confusiones, utilizamos paia
un esquema de nueve
z2 ambos sectores se divide en tres partes:
El plusvalor(pv) global en tores.las literales A,8,.,.,I, en lugar ¿e tos nfmerós romanos I, II, sec-
a: consumido improductivamente por los capitalistas; Así, A denota el secror de materia lrima usada en ta proáuóci¿il iJ etc.
dios de.prodlcción; B, el equipo üsado en la producóión á" "i.-
fJ: acumulado eu forma de capital const4nte; producción; C, la materia prima usada para'la produccián -"a¡ór-il.
1,: acumulado en forma de capital variable. A;-üi;";.
ll0 EL LIBRO SEGUNDO LOS ESOUEMAS DE REPRODUCCIÓN DE MARX lll
equilibrio siempre y cuando todos los "excedentes" y "déficit" de mercancías y dinero entre los dos sectores, tanto en el
sá cancelaran éntré sí en cada sector (es decir, si estuvieran caso de la reproducción simple como en el de la ampliada.
interrelacionados de una manera proporcionada y no arbitra-
ria) y siempre y cuando cada sector realizara el valor B]obal l. Reproducción simple. En el sector I los trabajadores com-
de iai mercáncíás producidas en su interior y dispusiera de un pran las mercancías del sector II al equivalente de sus salarios
poder adquisitivo suficiente para adquirir los elementos obje' y los capitalistas al equivalente de sus ganancias. Ambos fluios
iivos necésarios de la reproducción ampliada (que tendrían son cont¿nuos (tanto los trabajadores como los capitalistas tie-
que ser proporcionados cón sus valores de r¡5;o específicos por nen que comer todos los dias) independientemenle de que las
lá produccién en curso de los sectores A a E). mercancias del sector I ya hayan sido vendidas. Por lo tanto,
Sin embargo, el cuadro cambia si consideramos el esquema aun la reproducción simple requiere dela existencia previa del
bisectorial nó como una simple herramienta conceptual o analí capital dinerario y de las reservas de dinero (para gastos de
tica, sino como correspondiénte a la eslructura social, Se acla- rédito) en las manos de Ia clase capitalista por encinta del
ra entonces que la eleóción entre eslos dos sectores como sub- valor del capital productivo.26 Con el dinero recibido de la
clivisiones basicas de la masa de mercancías producidas no es venta de las mercancías, los capitalistas del sector II compran
arbitraria, sino que corresponde al carácter esencial de la P-P al sector I los medios de producción requeridos para recons-
ducción humand en general no meramente su expresión truir su propio capital constante gastado durante el proceso
-y
específica en las relaciones capitalistas de producción. El hom' de producción. Este dinero que regresa al.sector I después de
bri no puede sobrevivir sin éstablecer un metabolismo mate- mediar la compraventa de los medios de producción dentro
rial con la naturaleza. Y no puede realizar este metabolismo de este sector, reconstmye el capital dinerario inicial y la re-
sin utilizar herramientas. Su producción material constará, serva monetaria para réditos con los que puede reiniciarse
por lo tanto, por lo menos de herramientas y-medios de sub- todo el proceso de producción. De manera similar, dentro del
iistencia. Los-dos sectores de los esquemas de reproducción sector II los capitalistas venden bienes de consumo a sus pro-
de Marx no son más que la forma capitalista específica de esta pios trabajadores y reconstruyen así inmediatamente su propio
división general de la producción humana, en la medida en que capital variable. Venden bienes de consumo y bienes suntuarios
1l adoptán la forma generalizada de mercancías, y 2l suponen a todos los industriales activos dentro de este sector, realizan-
qle toi trabajadores (los productores directos) no compran ni do así el plusvalor contenido en la suma global de los bienes de
fueden comprar esa parté de la moltaña de mercancías que consumo producidos.
óonsta de herramientas y materia prima.26
Si regresamos al esquema bisectorial presentado en el libro 2. Reproducción amplioda. Los trabajadores y los capitalistas
segundó de El capital, podemos delinear ahora el flujo dual del sector I compran bienes de consumo al sector fI con un
valor total de I, * Ioro. Con este dinero los capitalistas del
de consumo masivos; D, el equipo empleado en la producción de bie- sector II compran los medios de producción del sector I para
nes de consumo masivos; E, lá materia prima utilizada para 1a produc- reconstruir su propio capital constante utilizado durante el
ción de bienes suntuarios; F, el equipo empleado en !a producción de proceso de producción.'?? Ahora bien, los capitalistas del sec-
biénes suntuarios; G, Ios bienes de consumo masivos; H, los-bienes sun'
i"a¡os (y otros bienes que no entran en el proceso de reprodrrcció.n, n-or tor I tienen los medios necesarios (si más no, extrayendo más
eiemolo.ias armas); I, él oro. El economista soviético V. S' Dadajan ha de una reserva de capital dinerario) para mediar la circula-
cónsfruído un sistéma complejo de "retroalimentación" para. la -repro- ción de c dentro de su propio sector y emplear trabajadores
áucción ampliada basado en uli sistema tetrasectorial-(A, n5d.log de pro
áuóción; B,'materia prima; C, bienes de consumo masivos; D, "e-lementos adicionales, quienes comprarán bienes de consumo adicionales
¿J tonao.'noproduótivos
-pa¿a¡ani y el resto de la producción social")' Véase (al equivalente de Io"") del sector II. Los capitalistas del sec-
ü. 5. ókonomisclíe Berechnungen nach dem Modell der erwei'
t--ii Berlín. 1f}ó9.
c.rfen Reoroduktion.'(Zur tor II adquieren entonces el poder adquisitivo para comprar
n,r¿áf Hickel Ihterpretation der Marxschen Reproduktions. del sector I los medios de producción adicionales necesarios
scheiata, p. 11ó y p.7 de notas) criqica nuestro uso del sector III, pen- 26 Véase EI capital, tt/S, pp. 576-577.
sándo qué'lo Susiificamos por ei hecho Qe que- el estado compra armas z¡ Siguiendo la fórmula de equilibrio: IIo + IIer' = I, * Ioro -F lpur, es
o por lá noció-n de que las- armas son ''desperdicio". Esta crítica es por
óo'nptJió infundada.^La base objetiva del séctor III yace en el hecho de claro que IIo pueda ser igual o menor o mayor que I, * Io, , depen-
é"á inclu,. todas las mercancíás que no entran en e_l Froceso de repro-
ducción (con la posible excepción-del oro amonedado, en un esquema diendo de la relación de Ilprc IpD,l
tetrasectorial ). "on
t12 EL LIBRO SEGUNDO uso y ABUso DE Los ESQUEMAS DE REpRoDUccró¡t 113

para su propia reproducción ampliada (IIe,g: AII"), en tanto automáticamente los valores en el nivel del producto. Sólo des-
pués de cierto intervalo se verá si una fracción de los "insu-
que Ia venta de bienes de consumo a los trabajadores y capita- mos" ha sido socialmente desperdiciada. Ni la voiuntad sub-
listas dentro del sector II opera como se describió antes. Fi- jetiva de los "monopolios" o del "estado" ni la sagacidad de
nalmente, con los medios adicionales obtenidos por la venta los planificadores neokeynesianos pueden impedir la afirma-
de AII, al sector II, los capitalistas del sector I pueden com- ción de la ley del valor donde imperan la propiedad privada
pletar su propia reproducción ampliada, mediando la venta y la competencia. Nada puede impedir que estos cambios a
de AI, dentro de su sector (así como la compra del equivalen' largo plazo en los valores de las mercancías conduzcan a una
te de AI, al sector II, si ésta no ha sido totalmente cubierta redistribución de los insumos de trabajo vivo entre las dife-
en Ia primera etapa de la circulación). rentes ramas de producción (y, en última instancia, asimismo
una redistribución de los medios de producción).
De manera similar, evadir las crisis de sobreproducción re
5. uso y ABUSo DE Los ESeuEMAS DE REPRoDuccróN quiere de una proporcionalidad no sólo entre los sectores sino
también entre el producto y el "consumo final" (es decir, el
Los esquemas de reproducción de Marx han sido usados y mal- consumo por la masa de asalariados, sobre todo en las socie-
usados de diversas maneras en los últimos setenta años, desde dades industrializadas modernas, donde forman por Io general,
que su utilidad analítica empezó a estimular la imaginación de con sus familias, más del 80% del número total de consumi-
sus seguidores y oponentes. Hemos indicado ya una de las for- dores). Pero esto es imposible por dos razones: en primer
mas más paradójicas de abuso de los esquemas, a saber, su lugar, la única libertad de los trabajadores que no se puede
utilización como "prueba" de que el capitalismo podría crecer suprimir es la libertad de gastar sus salarios a voluntad
armónica e irrestrictamente "si" las "proporciones" correctas no hay ninguna manera de predecir con exactitud cómo lo -y ha-
entre los sectores (las "condiciones de equilibrio") se man- rán (incluso si la predicción es correcta en un 95 %, esto deja-
tienen. Los autores responsables de esta aberración olvidaron ría todavía un 5 Vo de excedente de bienes de consumo sin
el supuesto básico de Marx: que la estructura misma del modo \¡ender, lo cual es suficiente para desencadenar un alud); en
capitalista de producción, así como sus leyes de movimiento, segundo lugar, las leyes del movimiento del capitalismo tienen
implican que las "condiciones de equilibrio" inevitablemente la tendencia inherente a desarrollar Ia capacidad de produc-
se destruyen; ese "equilibrio" y ese "crecimiento armónico" ción (incluyendo la producción de bienes de consumo) más
son excepciones marginales (o promedios a largo plazo) de las allá de los límites dentro de los cuales confina el modo de
condiciones normales de desequilibrio ("desproporción" entre producción al poder adquisitivo de quienes se ven condenados
Ios dos sectores) y del crecimiento desigual. Ya en otra oca- a vender su fuerza de trabajo. Así, Ia desproporción es intrín-
sión nos detuvimos suficientemente en este problema y no re- seca al propio sistema.2s Pero no basta que una teoria marxista
petiremos aquí los argumentos. Baste decir que, en el capita- del ciclo económico y de la crisis demuestre la realidad de esta
lismo, tanto la dinámica de la determinación del valor como la desproporción inherente (que es, después de todo, casi una
no-determinación de los gastos de consumo hacen imposible obviedad, ¡dada la recurrencia regular de las crisis de sobre-
mantener las proporciones exactas entre los dos sectores de producción a lo largo de más de siglo v medio!); debe descu-
tal manera que lleven a un crecimiento armónico. brir también los tnecanismos precisos que relacionan ese des-
La naturaleza misma de la reproducción ampliada re- equilibrio periódico con las leyes básicas del movimiento del
producción capitalista- en el capitalismo implica que-la la pro- capitalismo.
ducción tiene lugar no sólo en una escala más amplia, sino tam- En la Unión Soviética y otros países donde ha sido derro-
bién en condiciones de cambios tecnológicos. Las constantes cado el capitalismo, los esquemas de reproducción de Malx
revoluciones en la técnica y los costos de producción son una han sido ampliamente usados como instrumentos de la "pla-
característica básica del sistema que Marx subrayó mucho más nificación socialista". No negamos que, por annlogía, estos es-
enfáticamente que cualquiera de sus contemporáneos (incluyen- quemas pueden ser instrumentos útiles para estudiar problemas
do los admiradores y aduladores del capitalismo). Pero estas 28 Véase Elementos fundamentales..., vol. l, p.3óó. Cf. también Et c¿.
constantes revoluciones conllevan que el valor de las mercan- pítal, Dt/6, p.
329, donde Marx afirma que en el capitalismo "la propor-
cías como dato social está sujeto al cambio periódico. De ahí cionalidad entre los diversos ramos de la producción se establece como
se sigue que los valores en el nivel del insumo no determinan un proceso constante a partir de la desproporcionalidad".
tt4 EL LIBRO SEGUNDO USO Y ABUSO DE LOS ESQUEMAS DE REPRODUCCIÓN 115
específicos de la estructura y dinámica intersectorial en todo nomía mercantil. Sus intereses básicos residen en la satisfac-
tipo de sociedad. Pero debe entenderse claramente primero lo ción más rápida y óptima de las necesi.dades de consumo'ra-
que sucede en tal caso, porque, repetimos, los esquemas se cionales (combinando así la economización m¡ixima de trabajo
réfieren a la producción de mercqncías y a los 't'luios duales por parte de los productores con la máxima satisfacción de las
de mercancías e ingresos monetarios. Para extender su uso a necesidades de los consumidores). Creer que esto es lo mismo
sociedades que han trascendido la producción generalizada de que la maximización del valor de la mercancía capitalista
mercancías, donde los medios de producción son, en su masa (o ganancia) es cometer no sólo un grave error teórico sino
esencial,2e valores de uso distribuidos por eI estado (las auto- también un desastroso error de cálculo político tanto como
ridades planificadores) de acuerdo con un plan, más que mer- social.
cancías vendidas sobre la base de su "valor", esto lleva a una Peores aún fueron los intentos de los años sesenta para re-
acumulación de paradojas, de las cuales, por lo general, los vivir una llamada "ley estructural" del "socialismo" según Ia
autores no están conscientes. cual el sector I debe expandirse a una tasa más rápidá que
Un buen ejemplo es eI del desaparecido Maurice Dobb. En el sector II.31 Todos estos intentos prescinden de la nqturaleza
Ia década de los cincuenta participó en un "gran debate" entre valor de los esquemas de reproducción y suponen que la sa-
economistas soviéticos y europeos del Este alrededor de la lla- tisfacción óptima de las necesidades sociales implica tanto una
mada "ley del desarrollo prioritario de los medios de produc- expansión continua e ilimitada del producto de los medios de
ción en el socialismo" enunciada por Stalin y del establecimien- producción como la asignación de una fracción todavía más
to de una tasa óptima de crecimiento para ambos sectores.3o elevada del potencial total de trabajo de la sociedad a la crea-
Olvidando que lo que implicaban los esquemas de reproducción ción de bienes materíales de producción (en cuanto se opo-
de Marx era el cálculo del valor de las mercancías, Dobb "de- nen a los servicios sociales que se ocupan de la salud, la edu-
mostró" que una tasa incrementada de crecimiento de los bie- cación, la creación artística, la investigación científica "pura",
nes de consumo en el futuro era "imposible" a menos que la el cuidado de los niños, etc.). Ninguno de estos supuestos
tasa actual de crecimiento del sector I fuera más alta que la del puede probarse o justificarse científicamente. Desde luego, su
sector II. Ahora bien, una política que sacrifica el consumo de función apologética una racionalización sincera de la
cuatro generaciones de trabajadores con sus familias mera' práctica existente en-como
la URSS y en las "democracias popula-
mente para incrementar la tasa de crecimiento de ese consumo ¡ss"- es evidente para cualquier observador crítico.
y empieza con la quinta generación no tiene nada en común Debe agregarse que tanto Oskar Lange como Bronislaw
con una "norma socialista ideal" y no puede estar motivada Minc, si bien no aclararon la diferencia entre los esquemas de
racionalmente excepto en términos de contingencias puramen- reproducción capitalista y socialista, demostraron correcta-
te políticas. Porque la argumentación de Dobb es, desde luego, mente que la productividad incrementada del trabajo y el pro
completamente espúrea; lo que sus cálculos muestran es que greso técnico no necesariamente requieren que el sector f crez-
el valor de los bienes de consumo producidos no puede crecer ca más rápidamente que el sector II, ni tampoco implican un
a una tasa incrementada después de ¡ años a menos que el mayor gasto corriente en los medios de producción por uni-
ttalor deLsector I crezca inmediatamente a una tasa más rá- dad producida actualmente (anualmente).32
pida que la del sector II. Rosa Luxemburg entendió correctamente que la -forma de
Sin embargo, ni un trabajador individual ni la clase traba- los esquemas de reproducción se aplica sólo a la producción
jadora misma en una sociedad poscapitalista (para no hablar de mercancías y valor capitalista y que las leyes de movimien-
de una comunidad socíalista) están interesados en una tasa en to que corresponden a esa forma no tienen validez en socie-
constante crecimiento del t¡alar de los bienes de consumo. Por dades no capitalistas. Pero incluso ella se equivocó al adju-
el contrariof se preocupan por reducir ese "valor" tanto como dicar a las "proporciones de equilibrio" derivadas a partir de
sea posible al aumentar la productividad del trabajo, y por la
sr Véase, inter alia, P, Mstislavski, "On the methodology to justifu op-
desaparición gradual de la producción de mercancías y la eco-
timal proportions of social reproduction", en Voprosy Ekonomiki, núm. 5,
1964; Helmut Koziolek, Aktuelle Probleme der politischen ókonomie,
zs Las excepciones son aquellos medios de producción vendidos a las Berlín, 196ó; Rudolf Reichenberg, Struktur und Wachstum der Abteilun-
cooperativas agrícolas y a los pequeños artesanos o canalizados ilegalmen- gen I und II im Sozialismus, Berlín, 1968.
te al mercado negro (paralelo). ¡z Véase Lange, op. cit,, pp. 32-33, y Bronislaw Minc, Aktualne zagad-
so Maurice Dobb, O; economic theory and socialism, l,ondres, 1955, nienia ekonomii politicanej socialismu (Problemas actuales en la econo.
pp. 330-331, 15G151 et passim- mía política del socialismo), Varsovia, 195ó,
1ló EL LIBRO SEGUNDO USO Y ABUSO DE I.OS ESOUEMAS DE REPRODUCCIÓN rl7
los esquemas una validez ahistórica y eterna que no tienen ni de Ia sociedad sobre los medios objetivos de su propia reprG
pueden ducción." 35
- Si un tener.33
plusproducto apropiado socialmente es sustituido por Es fácil imaginar una sociedad en la cual, habiéndose alcan-
plusvaloi, la f'órniula de equilibrio ad-opta r¡na nueva zado un cierto nivel de consumo, decide conscientemente dar
iorma que"nionces
expresa la distinta meta social de la reproducción prioridad absoluta a una sola meta: la reducción de la carga
que coriespolide a la estructura social cambiada' El plusvalor del trabajo. Sus esfuerzos se concentrarían entonces en asegu-
rio es simplemente una parte del valor global de las mercan- rar la producción y la distribución de un paguete de valores
cías prodücidas en el capitalismo, ni tampoco es sólo una frac' de uso "ideal" con menos y menos aún insumos de mano de
ción del producto valor i-ecién producido (el ingreso nacional)' obra. Todavía habría "reproducción simple" en el nivel de los
Tambiéi es Ia meta det proieso capitalista 'de producción' valores de uso, pero se alcanzaria con una reduc-
En cuanto tal, es mucho más que un mero símbolo en un ción del 4 Vo anual en días-hombre (si -digamos-
la población aumentara
esquema de réproducción diseñado p€ra re,prese-ntar la reali- el I0/o y la productividad del trabajo el 5o/o). Considerar tal
da& en un alto'nivel de abstracción' Para Mam, los esquemas situación de "reproducción contraída" sería equivocado, tanto
se refieren a la reproducción del valor de uso y el valor.de porque una sociedad socialista haría sus cdlculos esertcialmen'
cambio cuantificados en una proporción dada. Pero también te con talores 'd.e uso como porque en el esquema de repro-
expresan la reproducción de 1ás rélaciones capitalistas_de pre ducción de Marx el concepto de "reproducción contraída" está
ducción mism'as.3a Todo eso es lo que implica la fórmula conectado lógicamente con las nociones de crisis, equilibrio
fr+Ip,:IIo. Y todo ello cambia bajo el socialismo, una vez económico interrumpido y niveles de vida en descenso, en tan-
que to que las condiciones descritas antes implican una suave con-
W desaparece.
'Adlmás, tinuidad de la producción y la reproducción materiales, niveles
en una sociedad donde la producción de mercan-
cías ha dásaparecido y donde el concepto de plustrabajo es de vida estables y ausencia de cualquier tipo de crisis.
esencialmente reductiÉle al de servicio social y crecímiento Esto no quiere decir que la producción socialista planifica-
eoonómico, el significado de la noción de "eqrrilibrio" derivado da pudiera prescindir de proporciones específicas en el flujo
a partir de la 'iórmula de proporcionalidad" queda.sujeto a del trabajo, los medios de producción y los bienes de consumo
un'a transformación fundaméntál. cuando la proporcionalidad entre los dos sectores. Esa asignación proporcional de recur-
se perturba en una sociedad productora de mercancías, la sos es ciertamente la esencia misma de la planificación socia-
pioá""CiOtr tanto de los valores-de uso como de los valores de lista. Quiere decir solamente que existe una diferencia cuali-
Lambio declina, porque ambos está-n inextricablemente ligados tativa, al igual que cuantitativa, entre los cálculos de valor y
entre sí. En el iociálismo, sin embargo, ese nexo inexorable los cálculos del tiempo de trabajo la dinámica, por un
-entre
lado, de la apropiación y acumulación del plusvalor y, por el
no subsiste siquiera como una proporción necesaria (en
-ni
forma de "ley eterria") entre los insumos de mano de obra-y otro, de la eficiencia creciente (productividad del trabajo)
los insumos de valor d" .rso. De hecho, en el libro segundo alcanzada en fases sucesivas de producción y medida en can-
le Et capital, Marx llega a afirmar categóricamente que, des- tidades de valores de uso producidos durante un tiempo fijo.36
habrá "una sobreproduc-
luei ae ia abolición dei capitaljsmo,materias 35 El capital, u/5, p. 571.
Lión relativa continua" de-equipo, primas y- alimen- se Cf. el siguiente pasaje del Anti-Dühring de Engeis: "En cuanto la
,,Este tipo de sobreprodu-cción es igual al control sociedad entra en posesión de los medios de producción y los utiliza en
tos. -dice- socialización inmediata para la producción, el trabajo de cada cual, por
s3 Rosa Luxemburg, La acumulación del capital, Madrid, 1933, pp'-5657' distinto que sea su específico carácter útil, se hace desde el primer mo-
mento y directamente trabajo so€ial. Entonces no es necesario determinar
f..o-u"t"s ¡á¡iá af¡-ri"áao específicamente: "Al paso que e.n toda refiere
fo^rma
mediante un rodeo la cantidad de trabajo social incorporada a un pre
de oroducción orsanizada .oñfor-. a un plan, la regulación se ducto: Ia experiencia cotidiana muestra directamente cuánto trabajo
anté todo a Ia relración entre el trabajo total realizado y a realizar y los social es necesario por término medio. l,a sociedad puede calcular sen-
ái pt"aucói¿n (en los términos de nuestra fórmula: entre [v *y qr'1 cillamente cuántas horas de trabajo están incorporadas a una máquina
v c) o enire la soma áe los medios de subsistencia necesario-s
"iiáiós los
el trabajo so de vapor, a un hectolitro de trigo de la última cosecha, a cien metros
ir"aioi 6;;r4".¿i6-'necesarios, en el régimen-.capitalista cuadrados de paño de determinada calidad. Por eso no se Ie puede ocurrir
p-u t" óónr"*u.í¿" de loé medios de_ pr-oducción inani- expresar en una medida sólo relativa, vacilante e insuficiente, antes
"iuf "é.Jiuii" del trabajo vivo, se trata como capital, al Que.se-contla-
má¿ós,-áiiio-b un tercer producto, en definitiva- los
nonc la olusvalía reaTizadá, py. El nexo entre estas dos magnltudes pl, y inevitable como mal menor
-Á¡etiua,. tangible, de la sociedad capita' -ena los
quanta de trabajo incorporados productos, qua¡rta que ahora conoce
G l ;i 6;;;óñ;.-ió"'r;ai, de modo directó y absoluto, y puede expresar en su medida Datural, ade-
iista, és la tasa meáia de ganancia" (p. 51). cuada y directa, que es el tíempo. Tampoco se le ocurrirfa a la química
34 Véase El capital, q/8, cap. r¡.
118 EL LIBRO SEGUNDO TRABAJO PRODUCTIVO Y TRABAJO IMPRODUCTIVO II9
Minc va mucho más allá que Luxemburg cuando, al resumir preguntarnos qué tipo de "ley" intrínseca de plustrabajo cre-
la opinión de dos generaciones de economistas europeo-orien- óiente podría incorporarse entonces a estas "relaciones socia-
tales y soviéticos stalinistas y poststalinistas, afirma claramen- listas de producción". Porque Marx subraya claramente que
te: "Las tesis básicas de la teoría de Malx sobre la reproduc- una ley tal subyace en los esquemas de reproducción ampliada
ción ampliada, tal y como están expresadas en los esquemas, que se refieren a la producción de plusvalor.3s
son totalmente válidas en el socialismo." 3t Contrariamente a la
teoría explícita de Marx y Engels, una "producción socialista"
tal seguiría siendo una producción generalizada de mercan- 6. rnme¡o PRoDUcTIvo Y TRABAJo IMPRODUCTIVO
cias, es decir, producción generalizada de valor. Bien podemos
La teoría de Marx de la reproducción está firmemente arrai-
expresar relativamente los pesos atómicos por el rodeo del peso atómico gada en su teoría del valor perfeccionada, no sólo en el senti.
del hidrógeno si pudiera expresarlos de un modo absoluto con su medida do de que sus esquemas de reproducción se basan en un indi-
adecuada, esto es, en peso real, en billonésimas o cuadrillonésimas de
gramo. En el supuesto dicho, la sociedad no atribuye valor alguno a los cador común, el tiempo de trabajo, sino también en el sentido
productos. Por eso eI hecho de que los cien metros cuadrados de paño de que lo que miden y expresan es la distribución (y el movi-
han exigido para su producción, pongamos, mil horas de trabajo, no se miento) de la fuerza de trabajo disponible para la sociedad
expresará con la frasé, oblicua y sin sentido entonces, de que valen mil entre los diferentes sectores y ramos de la producción mate-
horas de trabajo, Cierto que la sociedad tendrá también entonces_que
saber cuánto t¡abajo requiére la producción de ca4a objeto de uso. Pues rial. El valor en la teoría de Marx es trabajo social abstracto.
tendrá que estableóer el plan de producción atendiendo a los medios de Michio Morishima, quien ha dedicado mucho esfuerzo e in
producción, entre los cuales se encuentran señaladamente las fuerzas de genio a rehabilitar a Marx ante los ojos de los economistas
trabajo. El plan quedará finalmente determinado por la comparación académicos como uno de los principales precursores de las
de los efectós útiles de los diversos objetos de uso entre ellos y con
Ias cantidades de trabajo necesarias para su producción" (F. Engels, técnicas de agregación, continúa detectando, sin embargo, una
Antí-Dühring, México, l%4, pp. 30G307). Cf. también Ia observación de contradicción entre una teoría macroeconómica del valor, ba-
Marx: "Imaginémonos finalmente, para variar, una asociación de hom- sada en la agregación, y una teoría microeconómica del valor-
bres libres que trabajen con medios de producción colectivos y empleen, trabajo. Si bien hace a un lado la trillada "contradicción" en-
conscientemente, sus muchas fuerzas de trabajo individuales como una
fuerza de trabajo social... el tiempo de trabajo desempeñaría un papel tre el libro primero y el libro tercero, a cuyo alrededor gira
doble. Su distribución, socialmente planificada, regulará la proporción
adecuada entre las varias funciones laborales J'las diversas necesidades. ee "Se entiende así que los diversos capitalistas individuales comanden
Por otra parte, el tiempo de trabajo servirá a la vez como medida de la ejércitos obreros de creciente magnitud (aunque también para ellos dis-
participación individual del productor en el trabajo común y también, minuya el capital variable en relación con el capital constante), que aa-
por ende, de la parte individualmente consumible del producto común" mente Ia masa del plusvalor, y por consiguiqnte de la gmtancía" (El capi-
(El capital, t/1, p. %). tal, ttr/6, p. 779 llas cursivas son nuestrasl). Se debe observar que, en la
Las contorsiones teóricas a las que conduce la confusión de los esque- oración anteúor, Marx se ha referido explícitamente a la acumulación
mas capitalista y socialista de reproducción están impresionantemente del capital y, por lo tanto, a la reproducción ampliada, Este pasaje se debe
demostradas en Reichenberg (op. cil.). Primero, incluye tranquilamente contrastar con el no menos explícito que concierne al crecimiento económi-
las herramienlas materiales del sector de servicios en un sector II de co en el socialismo: "Cierto que si se reduce el salario a su base general,
bienes de consumo (p. t6). A continuación habla de una "intensificación vale decir, a la parte del propio producto laboral que entra en eI consu-
de la reproducción ampliada" como resultado de "la revolución científico' mo individual del obrero; si se libera de las trabas capitalistas a esa
que se expresa por sí en el hecho de que porción y se la amplía hasta el volumen de consumo que por su, lado
técnica"
-una intensificación
"si la diferencia entre (la+Ie) y II" permanece igual, es posible un ádmite la fuerza productiva existente de la sociedad (o sea la fuerza
proceso de acumulación incrementada" (p.21). Pero falla en especificar productiva social del propio trabajo del obrero como trabajo realmente
el objeto de esta acumulación. ¿Se trata del 'ttalor de II"? Obviamente social) y que por otro requiere el pleno desarrollo de la individualidad;
sería absurdo. La diferencia entre las dos cantidades de valor no puede
si adernás se red.uce el plustrabajo y el plusproducto a la medida que
bajo las condiciones de producción dadas de la sociedad se requiere, por
cambiar si las cantidades mismas no cambian. ¿Tal vez se trata de acu- un lado, para formar unfondo de emergencia y de reserva y, por el otro,
mulación de ttalores de uso? Sin duda. Pero ciertamente uri inc¡emento para ampliar incesantemente la reproduccíón en el grado- que determine
en la masa de materias primas y herramientas (para el producto de los ia necesidad social... esto es, si se despoja tanto al salario como al plus'
bienes de consumo) producido por una cantidad dada de trabajo social- valor, al trabajo necesario como al plustrabajo, del ca-rácter específic--a'
mente necesario es la definición misma de un incremento en la produc- menté capitalista, no quedan en pie precisamente estas formas,. si¡o sóto
tividad del trabajo. Y, al mismo tiempo, Reichenberg implica que el valor sus bases, que son cómunes a todos los modos de producción'l (m/S,
de estos bienes (y por tanto la dinámica de la reproducción ampliada en p. 1111 flas cursivas son nuestras]). Es claro, a partir de esta cita, que
términos de valor) ¡no ha cambiado ! para Marx la diferencia en Ia forma implica u.na diferencia en las canti'
sz Bronislaw Minc, L'économie politique du socialisme, París, 1974, pá-
gina 167. dades, especialmente en esas cantidades dinámicas que son las tendencias
del crecimiento.
120 EL LIBRO SEGUNDO TRASAJO PRODUCIIVO Y Ih{PRODUCTIVO
TRABAJO T?I

mucha de la crítica académica contra Marx a lo largo de casi trabajo y de la inversión real de trabaio puede cliferir sólo
un siglo, construye un impresionante espantapájaros a partir en lai mercancías individuales, no en la masa global." En ese
de esta "nueva" contradicción.3e Pero, en nuestra opinión, su sentido, Morishima está en lo cierto cuando subraya que, en
sutil distinción entre las "dos" teorías del valor-trabajo de ultima instancia, y en el modo capitalista de producción (a
Marx se basa en una simple confusión conceptual' Para Marx, diferencia de la producción de mercancías.en pequeña escala),
el valor y la producción de valor son cualidades eminentemen- la ley del valor- de Marx es f undamentalmente un concepto
te sociales que se refieren a relaciones entre los hombres y macroeconómico, agregado.4z
no a atributos "físicos" que se adhieren a las cosas de una vez El nexo entre los esquemas de reproducción (y el problema
por todas. Así, cuando Marx escribe que el valor de una mer- de la circulación del capital en general) y la teoría del valor
cancía es la encarnación del trabajo humano invertido en su nos vuelve a uno de los puntos más candentemente discutidos
producción, ,v cuando continúa diciendo que su valor es igual de la teorÍa económica marxista: la delimitación exacta entre
al trabajo socialmente necesario contenido en ella, no está trabajo productivo e improductivo. Como los _ esquemas son
haciendo dos afirmaciones, sino simplemente repitiendo la mis- esquemas de val'or, sólo expresan la producción ,de valor y
ma tesis. Porque el valor de una mercancía dada está deter' exCluyen automáticamente las actividades econórnicas que no
minado sólo por esa porción de trabajo invertido en su pro- - Se debevalor.
producen ¿Cuáles son precisamente esas actividades?
ducción que corresponde al promedio social (tanto la produc- admitir que el propio Marx dificultó la solución a
tividad media de trabajo como la necesidad media socialmente este problema. Hay diferencias innegables cuando sean
-aun
de matiz- entre, por un lado, la larga sección de las Teorías
reconocida), es decir, la que reconoce la sociedad coma trabaio
socialmente necesario. El trabajo invertido en la producción sobre la plusvalía que trata el problema del trabajo produc'
de una mercancía dada, pero no reconocido por la sociedad, no tivo e improductivo y, por el otro, los pasajes clave de EI ca'
produce valor para el propietario de esa mercotrcía. pital (espeeialmente en el libro segundo) que se ocupan del
Pero, precisamente porque el valor y la producción de valor inismo téma. Una notable ilustración a este respecto es el aná-
se refieren en última instancia a la distribución y redistribu- lisis de los agentes y viajantes comerciales. Se les clasifica
ción de la fuerza de trabaio global disponíble en Ia sociedad como trabajadores productivos en las Teorías y como lmpro
conTprometida en la pro.ducción, ese agregado macroeconómi- ductivos en-los librós segundo )¡ tercero de El capital.¿e En los
co es una realidad económica básica, un "dato vital" básico. últimos años, el problema se ha complicado aún más por un
Si cinco miliones de obreros trabajan 2 000 horas al año en la debate largo y confuso entre los marxistas'4{ También está li'
producción material, el producto valor global es de 10 mil mi gado con lás áiferencias de juicio sobre ias llamadas industrias
Ilones de horas, independientemente de que el valor social- ar Regresaré a esla tesis cuando me ocupe del llamado problema de la
mente reconocido de cada mercancía individual sea igual, ma- transformación en la parte 1Ir.
yor o menor que el número de horas de trabajo invertido de ¿z Morishima, op. cit., pp. 2-3.
hecho en su producción. De ahí se sigue que si el valor de una ¿t Teorías sobre la pluialía,t, p. 199; El capital, ut/6, cap. x'tv, y rt/4,
mercancía doda es menor al trabajo invertido de hecho en su pp. 15ó-158. Incluso en el tomo r de las Teorías sobre la plusualía ltay
producción, entonces debe de haber al menos otra mercancía nbtabtes contradicciones acerca de este probiema. Así, en la p. 142 escribe
Marx: "Por ejemplo, ull actor teatral, incluso un clow'[,-es, según,esto,
cuyo valor sea mayor que la cantidad de trabajo incorporada un trabajadoiproductivo, siempre y cuando que trabaje al servicio de un
de hecho en ella.{o El reconocimiento social de la inversión de capitalisú." Y-en la p. 156 escribe: "Y por lo que se refiere a los trabaios
qul son productivos para sr¡ comprador o para el patrono mismo' como
as Michio Morishima, Marx's economics, Cambridge, 1973, pp. 11-12. ócurre pór ejemplo éon el trabajo de los acto¡es para los e-mpresarios
-revélarían
Cf.Elementos fundamentales..., vol. I, p.59: "Lo que determina ei valor teatralei, se como improductivos por el hecho de que sus
no es el tiempo de trabajo incorporado en los productos, sino el tiem- compraclóres no pueden venderlos al público en forma de mercancía, sino
po de trabajo actualmente necesario." bajo la forma de la acti'r'idad misma."
40 Cf. EI capítal, an/6, cap.10, especialmente el siguiente pasaje: "De á Véase, inter alia, Jacques Nagels, Trattail collectif-et-trlyall pro
hecho, y con todo rigor... el valor de mercado regulado por los valores ductif dans l'étsotution de Ii pensée marxis.te,-Bruselas' l97i; S. H. Coo¡rtz'
medios de toda la mása es igual a la suma de sus valores individuales... Prodictite labour and elÍictive dentand, Londres' 19ó5; Arnaud Ber-
Los que producen en el extremo peor, deben vender luego sus, mercan- thoud, Trat¡ail productil et producÍivité tiu tratail chez Marx, Paris' l9?4;
cías por debajo del valor individual; los que se hallan situados en el Ian Góugh, "Márx and'productive labour", en Ner¡' Left Review, núm.7ó,
noviembiediciembre d; 1972i Peter Howell, "Once again on productive
extremo me5oi,-"Si las venden por encima de é1" (p.232). Véase suma
también
and unproductive labour", en Revolutionarl'. Comtnunist, núm. 3/4' no
ttl4, p. 154: las mercancias no se venden a sus valores, Ia de
los válores convertidos permanecerá inalterada; lo que es superávit de un viembre de 1975; I\fario Cogoy, "Werttheorie uld St-aatsau-s-8aben",.en
lado, es déficit del otro." Probleme einer ínaftrialistislhbn Staatstheorie, Francfort, 1973, pp. 1ó4'
122 EL LIBRO SEGUNDO TRABAJO PRODUCTIVO Y IMPRODUCTIVO
TRABAJO I23
de servicio para dar un ejemplo, no se incluyen parte de la masa global de plusvalor producido por la masa
-las cuales,
en la contabilidad soviética y europeGoriental en cuanto con- global de trabajo asalariado que produce valor.ao Podríamos
tribución al ingreso nacional, sobre la base de una interpreta- llamarlo "trabajo productivo desde el punto de vista de los
ción particular de la teoría del trabajo productivo de Marx.as capitalistas individuales". Todo trabajo asalariado contratado
podremos entonces desembrollar el problema? por Ia empresa capitalista contraste con el trabajo do-
- Necesitamos
¿Cómo
inferir una distinción preliminar que apunta méstico o por necesidades de -en
consumo- cae dentro de esa ca-
al corazón del problema. Cuando Marx clasifica ciertas formas tegoría. Tal es el nivel en el que se detienen las Teorías sobre
de trabajo como productivo y otras como improductivo, no la plusvalía.
está formulando un juicio moral o utilizando criterios de uti- Pero cuando regresa al mismo problema en el libro se-
lidad social (o humana). Tampoco presenta esta clasificación gundo de EI capital, desde el punto de vista del modo capita-
como objetiva o ahistórica. El objeto de su análisis es el modo lista de producción en su cabalidad, y especialmente desde el
capitalista .de produccidrz y simplemente determina lo que es del crecimiento o la acumulación de capital, Marx distingue
prbductivo o improductivo para el fu¡cionamiento, la razón entonces entre trabajo productil)o para el capital global y tra-
áe ese sistema y de ese sistema solo. En términos de la utili bajo productivo para el capitalista individual. Para el capital
dad o necesidad social, un médico proporciona trabajo que es global sólo es productivo el trabajo que incrementa la masa
indispensable para la supewivencia de cualquier sociedad hu' global de plusvalor. Todo trabajo asalariado que permita al
maná. Su trabájo es pof lo tanto eminentemente útil. No obs- capitalista individual apropiarse de una fracción de la masa
tante, se trata de trabajo improductivo desde el punto de vista global del plusvalor, sin adicionarse a esa masa, puede ser
de la producción y expansión del capital. En- contraste, la-pro "productivo" para el capitalista comercial, financiero o del sec-
duccién de balas expansivas, drogas intoxicantes o revistas tor servicios al cual permite participar en el reparto general
pornográficas es inúiil y dañina para 1os intereses generales del pastel. Pero desde el punto de vista del capital global es
de la sociedad humana, pero como tales mercanclas encuen' improductivo, porque no aumenta el tamaño total del pastel.
tran clientes ávidos, el plusvalor incorporado a ellas se realiza Sólo la producción de mercancías hace posible la creación
y el capital se reproduce y amplía. El trabajo invertido en de valor y plusvalor. Sólo dentro del área de la producción de
ellas es, por lo tanto, trabajo productivo. mercancías, pü€s, se lleva a cabo el trabajo productivo. Nin-
En el marco de este concepto socialmente determinado e gún nuevo plusvalor se puede agregar a la esfera de la circu-
históricamente relativizado, el trabajo productivo puede defi- lación y el intercambio, para no hablar de la bolsa de valores
nirse entonces como todo trabaio que se intercambia por ca' o el mostrador del banco; todo lo que tiene lugar ahí es la
pitat y no por ingreso, es decir, todo trabajo que.enriquece a redistribución o reparto del plusvalor creado antes. Es un pun
uno o variós capitalistas y que les permite apropiarse de una to que está muy claro en los libros segundo y tercero de EI ca-
pital.nt Engels extrajo la mayoría de los pasajes relevantes del
171; P. Bischoff et al,,"Produktive und unproduktive Arbeit als Kategorien libro segundo de los Manuscritos rr y rv. En otras palabras,
der Klassenanalyse", en Sozialistische Politik, junio de 1970; Altvater y
Huisken, "Produktive und unproduktive Arbeit als Kampfbegriffe", en fueron escritos entre 1867 y 1870, algún tiempo después de las
íDid., septiembre de 1970; Rudi Schmiede, Zentrale Probleme der Marx' Teorías sobre Ia plusvalía de 1861-1863 (e incluso después del
schen Akkumulations- und Krisentheorie, tesis, Francfort, 1972; I. Hashi borrador del libro tercero) y, por lo tanto, puede considerarse
moto, "The productive nature of service labour", en The Kyoto Unittersity que expresan los puntos de vista definitivos de Marx acerca
Economic f{evíew, octubre de 1966; K, Nishikawa, "Productive and un-
productive labour from the point of view of national income", en Osaka de este punto. Contrariamente a lo que se dice en las Teorías,
Ilniversity Economic Rettiew, núm. 1, 1965; K. Nishikawa,."A p-olgr.ni"
Tity-the implican que los empleados o viajantes de comercio asalaria-
on economic character of transport labour", en ibid.' núm. 2, 1966' dos no llevan a cabo trabajo productivo, al menos no desde
Véase también el artículo de Elisaburo Koga, Catherine Colliot-Théléme, el punto de vista del capital global. Sin embargo, aun estable-
Pierre Salama y Hugues Lagrange en Ctitiques de l'Economie lolitique,
nrims. t0 y ll/li (eneiomarzó y abril-septiembre de 1973); los de J. Mo¡ris cido este principio básico, todavía hay que resolver cuatro prG
v J. Bhké en Sciíence and Society, núms.22 (1958) v 24 (1960), v los de blemas adicionales.
Fine, Harrison, Gough, Howell y otros en eI Bulletín-gf the C-onference En primer lugar está el problema de los llamados "bienes
of Socialíst Economists, ln3-75. Existen num-erosos libros sobre teorÍa inmateriales": conciertos, actos circenses, prostitución, ense-
eóonómica marxista que se ocupan de paso del mismo tema.
15 Véase, por ejemplo, Jean Marchal y Jacques Lecaillon, La réPartition ñanza, etc. En las Teorías sobre Ia plusvalía Marx tiende a
du ¡evenu'iatioiat:-les modéles, vol. rir: Le modéIe clas.sique. Le,modéle
marxiste, París, 1958, pp. 82-85; Bronislaw Minc, op. cit', pp. 159-165' y
+e Véase Tmrías sobre la plusttalía, r, cap. w, p. 3.
muchos otros.
¿r Véase tt/4, pp.156-158 y 11116, caps. xw y xtrr.
tz4 EL LIBRO SEGUNDO TRABAJO PRODUCTIVO Y TRABAJO IMPRODUCTIVO I25
clasificarlos como mercancÍas, en tanto que su producciÓn está Esto se hace evidente cuando Marx propone en el libro se-
en manos de asala¡"iados contra¿ados por empresarios capita- gundo de El capital sus razones para clasificar la industria del
listas. Pese a que en eI libro segundo no contradice esto expli- transporte dentro del área de la producción de valor y plus-
citamente, insiste enérgica y repetidamente en la correlación valor, más que en el de Ia circulación. El arp¡umento está resu.
entre los valores de uso incorporados a las mercancías a tta' mido claramente en el siguiente pasaje: "Las masas de pro
vés del proceso de trabajo, que actúa sobre la naturaleza y la ductos no aumentan porque se las transporte. Incluso la
transforma, y la producción de valor y plusvalor.a8 Más aún, modificación de sus propiedades naturales provocada acaso
proporciona una fórmula general que implica la exclusión del por el transporte no es, con ciertas excepciones, un efecto útil
irabajo asalariado comprendido en "las industrias de sen'icio intencional, sino un mal inevitable- Pero el valor de uso de
personal" del área del trabajo productivo: "Cuando, por la las cosas sólo se efectiviza en su consumo, y su consumo pue-
división del trabajo, una función que de por sí es improduc- de hacer necesario su cambio de lugar y por ende el proceso
tiva, pero constituye un elemento necesario de la reproduc- adicional de producción que cumple la industria del transpor-
ción, se transforma de ocupación accesoria de muchos en ocu- te. El capital productivo invertido en ésta agrega, pues, valor
pación exclusiva de pocos, en tarea particular de éstos, no se a los productos transportados." sr
iransforma la índole de la función misma." {e Si esto es cierto Ahora bien, es obvio que ninguno de estos argumentos se
de los viajantes de comercio o de los tenedores de libros, ob' puede aplicar aI transporte de personas. El transporte de pa-
viamente se aplica con mayor razón a los maestros o a los sajeros no es una condición indispensable para la realización
servicios de limpieza. de los valores de uso y no agrega ningún valor nuevo a mer-
La definición de trabajo productivo como trabaio productor cancía alguna. Se trata más bien de un servicio personal donde
de mercancías, que combina trabaio concreto y abstracto (es los individuos (capitalistas o trabajadores) gastan su propio
decir, que combina la creación de valores de uso y la produc- ingreso. Así, ya sea que se organice sobre la base del trabajo
ción dé valores de cambio), excluye lógicamente "los bienes asalariado o no, no puede considerarse que la industria del
no materiales" de la esfera de la producción de valor. Más aún, transporte de pasajeros aumente la masa global de valor y
esta conclusión está Íntimamente ligada a una tesis básica de plusvalor social como tampoco lo hace el trabajo asalariado
EI capital: la producción es, para la humanidad, la mediación empleado en los campos del comercio, la banca o los segurós.
necesária entre la naturaleza y la sociedad; no puede haber En notable contraste con el pasaje anterior está el argr-
producción sin trabajo (concreto), ni trabajo concreto sin mento de Marx del capítulo vr, rrr, del libro segundo. Si bien
ápropiación y transformación de los objetos materiales.so afirma explícitamente que el transporte de personas por una
empresa capitalista no crea mercancías o valores de uso de
¡8 Véase EI capífal, u/4, cap, w. Entre los a¡álisis más sistemáticos de ningún tipo, observa que no obstante es un "ramo productivo"
este problema, los de Nagels y Bischoff (no-ta zl4, sapra) adoptan una aunque el "efecto iltil" (Nutzeffekt) sea sólo consumible du-
posicíón similar a la nuestra. Gough apofa _el punto de vista contrario, rante la producción del proceso mismo.52
basiíndose especialmente
-en en un pasaje del libro_ primero de E! capital
(r/2, p. 6ló), el que Marx explicitamente inclu¡re a los trabajadores Si colocamos este problema bajo el encabezado más amplio
asalaiiados que trabájan para el capital privado (como los maestros) en de las llamadas industrias de servicio, podemos decir que como
el área del irabajo productivo. En nuestra opinjón, este pasaje, como regla general todas las formas de trabajo asalariado que se
algunos de las Teorías sobre Ia plusvalía, sólo-indica que Marx no había exteriorizan en un producto (materiales) y así agregan valor al
cJmpletado aún su articulación de los determinantes contradicrorios del
"tra6aio productivo" -por un lado, el intercambio con el capital más que mismo, crean plusvalor y por lo tanto son productivas para
con el-inLreso y, por ei otro, la participación en ei proceso de la produc- el capitalismo como un todo. Esto se aplica no sólo a las in-
ción de ñercancíás (que incluye la unidad-y-contradicción del proceso de dustrias manufactureras y mineras, sino también al transpor-
trabajo y proceso de-valorización, valor-de uso y valor..de ca-mbio, tra- te de bienes,r3 y a las industrias de "servicio público" tales
baio coricreto y abstracto). éQué es el "bien inmaterial" producido por
un'maestro asálariado que podría contrastarse conceptualmente con el
"servicio i¡material" producido por un empleado de limpieza asalariado nos referimos a "Ia transformación de Ia naturaleza o del mundo", donde
(que trabaja para una empresa capitalista de- limpieza) o de un empleado "o del mundo" significa "o de la sociedad". Dado que los maestros asa-
asalariado de una tienda de departamentos/ lariados "transforman la sociedad" sin "transformar la naturaleza", las
qg El capital, tt/4, p. 155. implicaciones son obvias (Jacques Gouverneur, Le travail "productif" en
so Véase EI capit aI, t/ 1, pp. 215 ss. Jacques--Gouverneur intenta, errónea- régime capitaliste, Lovaina, 1975, pp. 4l ss.).
st EI capital, tt/4, pp. 17V179.
mente err nuestra opinión, trascender esta limitación. Pa¡a poder-incluir sz Véase EI capital, t/4, pp. 61-62.
la producción de "bienes inmateriales" por-trabajo asalariado en la cate 53 Véase El capital, u./4, cap. lr, rrr.
gofía de "trabajo productivo", extiende la formuiación de Marx a la que
EL LIBRO SEGUNDO TRABAJADORES IMPRODUCTIVOS Y PROLETARIAM I27
r26
o de cualqrrier forma ción.55 El trabajo productivo, en tanto que trabajo invertido
como la producción y transporte de agua en el área de la producción de mercancías, es todo el trabajo
e": v -"]::i'i::119)'ra venta de comida
il,"iüá¡ñ"l-"-"ipr",coñstrucción asalariado indispensable para ese proceso de producción; es
en los restaurantes, lá y venta de casas y oficinas
para construirlas-y' desde decir, no sólo el trabajo manual, sino también el de los inge-
;;';;;;ilpiátití0" del material
que son incluidos a me' nieros, la gente que trabaja en los laboratorios, los superviso.
l";; i" asrñultura. Muchos sectores-
de,,indus6ias de servicio" son,, po. r res y hasta los gerentes y empleados de almacén, en la medida
.
en que la producción física de una mercancía sería imposible
ffi;"íJlñtJ;;; ñ produ.cción m?telial v emplean trabajo
"lr'áJ'üiio"i-r".uuá"u¿o sin ese trabajo. Pero el trabajo asalariado que es indiferente
En contra3re, alquilar u-n apartamento o cuartos al valor de uso específico de una mercancía y que se lleva a
"t"Jü"ti"b.
ffild;;i J"*i.io a.t transporte de-personas en autobuses'
del trabajo asalariado médico, cabo sólo para obtener el mayor plusvalor de la fuerza de traba-
;-J;;; ii""ér, el suministró
qr. tro se objetiviza tuera del trabaja- jo (por ejemplo, el trabajo asalariado de los verificadores de
á-i!"i""tiuo de trabajg v n9 de mer' tiempos) o para asegurar la defensa de la propiedad privada
"?ü.iii""
il;-fü'.;";tá-áe formai específicas (guardias de seguridad dentro y fuera de la fábrica); el traba-
comerciales o bancarios
JJ""i"rl, éi ñ"u"¡o á" to, e'mpleados
íeguros o empresas de investiga- jo relacionado con las formas sociales y jurídicas particulares
v de los de las de
"o*puníut eildagrega nada a la suma global de la producción capitalista (abogados empleados como per-
irá" i" ilüaárl'",ááá ¿"
producidos y, por lo tanto, no puede sonal asalariado por empresas manufactureras); contadores
áJ""lo, u olusvalor social
iJ;;ó;" formas de trabajo productivo' en finanzas; revisores de existencias adicionnles, necesarios
ü':;i;;
--'ia
de
-proporciona un.ejemplo interesante. La pro- por la tendencia a la sobreproducción de éstos es
tet"virión
películas (incluyendo las trabajo productivo para el capital. Es -ninguno
trabajo que no añade
ducción de aparatos áe televisión- o una forma de pro- valor a las mercancías producidas (pese a que puede ser esen-
üüft;-"Jíi- p"li""las) es obviamente
y el trabajo a.salariado empleado en cial para el funcionamiento general del sistema capitalista o
ducción de mercancías p"ro las ter- de la sociedad burguesa como un todo).
;ü;;'ir;ü"jó proauctiuó. de un aparato depelícu]a.s.
et alquiler de
televisión a EI caso final que se examinará es el de los productores de
minadas o eI arrendamiento del trab_ajo- pro- mercancías en pequeña escala, Ios campesinos independientes
,""esivos no tiene las características
ductivo. De manera ,i-ilut, el trabajo
"ii""t", asalariado empleado en v los artesanos. Si bien producen mercancías, y por ende valo-
tilá^.l"ui"íu, p"uii"ituriás es próductivo, en tanto que el res de uso y valores de cambio, estos estratos no crean plus-
;;;;d;;; clieites potenciales para que compren u ordenen valor directamente (excepto en casos marginales), aunque qui-
i"ñi-p.ii"tlas es tan'improductivo-como el trabajo de los re- zá contribuyan indirectamente a la masa de plusvalor social
oresentantes comerciales en gen-eral' ejemplo, al deprimir el valor de los alimentos a través
esiablecer. una demarca ción precis a
-por
de su mano de obra barata. Creemos que en este punto Marx
"' ;iüil;; ;ñi;t¿e-producción
"s y circulación en la sociedad mantuvo la posición expresada en las Teorías sobre la plus-
Irfeias gt
"nlr"-ií, un ioáo' libio segundo de El capital no valía: tales estratos llevan a cabo trabajo que no es ni pro-
capitalista como de Marx: sólo el ductivo ni improductivo desde el punto de vista del modo
el punto.de-vista
;:ü'ffi;? á"üiio"t'tólieindisp?nsable
oes para la realización y con- capitalista de producción, porque actúan fuera de su marco.66
trabajo que agrega acrece la cantidad
servación del ttalor di uso de una mercancía
a esa mercan-
;i;ü;i'á; iiabajo social abstracto incorporado
iJ láiotl'" como el resto del libro segundo' 7. ¿ros rMpRoDucrrvos soN IARTE
il;G;;'dil;; problema son desarrollos
TRABAJADoRES

los pasajes que se ttup^á de este su dualidad


DEL PROLETARIADO?
,"".ái""i ¿"1'análisii-üsico de la mércancía
-de
hs contradicciones que surgen de ello' Una definición precisa del trabajo productivo en el capitalis-
'^;; t*;;; yi"eui,
i*.J"tiiur"
aeuemos considerar los diferentes tipos- de mo no es sólo de importancia teórica, tiene asimismo implica-
tri'u":,ii""uáá1 á .ubo d"trtro del proceso mismo de produc- ciones mayores para la contabilidad social (el cálculo en tér-
Marx adopta una actitud mucho meno-s simplista
discípulos posteriores. Su doctrina s¡ Véase Karl Marx, El capital, Libro I, capítulo VI (inédito), México,
"i6".'Áq"i,
á""'f" h" algunos de sus
l,t."bu¡"áor colectivo" lpl y como está Siglo XXI, 1983. Véase mi introducción a este texto, incluida como
Hi,ia"-J"t^íG i; á"t apéndice a la primera parte de este volumen, así como el capÍtulo xrv
il;;;lha; en neiittaaos dbt proceso inmediato de produc- del libro primero de EI capital mismo.
sa Te-arías sobre la plusvalía, tomo ¡, p. 377.
¡r Véase El capital, ll4, pp' 177-178'
r28 EL LIBRO SEGUNDO TRABAJADORES IMPRODLTCTIVOS Y PROLETARIADO 129
5? y afecta significativa- Marx y Engels sostuvieron y la de sus seguidores más "orto-
minos de valor del ingreso nacional)
mente nuestro análisis de las clases sociales y las conclusiones doxos": el Kautsky maduro (no el senil), Plejánov, Lenin,
Dolíticas que extraemos de él' Trotski, Luxemburg y otros.se Pero levanta una objeción de
' La posióión más estrecha, que bus-ca reducir el proletariado peso. Si sólo el trabajo productivo produce valor y, por ende,
al grupo de trabajadores industriales manuales, está en com- reproduce el equivalente de sus propios salarios (además de
nleia iontradicción con la explícita definición de Marx de tra-
^bajo
crear plusvalor),60 ¿no implica esto que 1os salarios del trabajo
productivo, y no neccsiiamos hablar de ello aqui' En el
otio éxtremo, es óbviamente absurdo extender el concepto de profit,Londres, 1957, pp.93 y 131). Este punto de vista influyó claramente
proletariado a todos los trabajadores asalariados y jornaleros en los análisis de Paul Baran en The wlítical ecor@my of growth (Nue-
va York, 1957) y en los de Baran y Paul Sweezy en EI capital monow
iin excepción (incluyendo a generales del ejército y €structu-
gerentes
lisfa (México, Siglo XXI, l9ó8). Boccara et al. (Le copitalisme msno-
oue sanán cien mil áólares aL año). La característica pliste d'état, París, 1971) excluyen explícitamente a las "capas asalaria-
iat qie define al proletariado en el análisis marxiano del capi- das intermedias" del proletariado, reduciendo a éste al solo grupo de
talismo es Ia obligación socioeconómica de t'ender su propio los trabajadores productir¡os (trabajadores que producen plusvalor).
(Véanse las pp.213 y 236ss.)
fuerza'de trabaio. Ásí, pues, dentro-del proletariado se incluyen ¡g Las fuentes son demasiado numerosas para hacer su lista exbaus-
no sólo los tra6ajadorés industriales manuales, sino todos los tiva. Las siguientes son particularmente dignas de mención: El capital,
asalariados impróductivos que están sujetos a las mismas res- t/3, p. 802, donde se designa a los desempleados enfermos crónicos,
tricciones fundamentales: no propiedad de los medios de pro- inválidos, mutilados, viudas, etc., como "las capas de ia clase obrera
formadas por men€sterosos" (Lazarusschichte); en el libro segundo de
ducción; falta de acceso directo a los medios de subsistencia El capital (véase rrl5, p.537) Marx define la clase de los trabajadores
(¡la tierra no es de ninguna manera libremente accesible!); asalariados como aquella que está bajo una obligación constante (siem-
¿inr.o insuficiente para iomprar los medios de subsistencia pre de nuevo) de vender su fuerza de trabajo (en la p. 592 también los
sin la venta más o menos cóntinua de la fuerza de trabajo' sirvientes
-die Bedi.entenklasse-
Rosa Luxembtrg
son caracterizados como asalariados).
(Introduccíón a la economía polítba, México, Cuadernos
Así, todos esos estratos cuyos niveles salariales permit,en acu' de Pasado y Presente 35, 19Í12, pp. 219-2fr V 23U731) de manera similar
muiación de capital ademáÁ de un nivel de vida "normal" están incluye a los trabajadores "q.ue no tienen ninguna ocupación regular",
excluidos del proletariado. Es irrelevante qrrc tenga lugar fal así como a los vagabundos, enfermos, desocupados y otros más, entre los
acumulación o no (pese a que las monogr:afías y las estadís' miembros de la ciase obrera. Trotski (1905, Londres, 1972, p. 43) agrupa
ticas tienden a confirmar que, en un grado modesto o apre' a los sirvientes domésticos bajo el mismo encabezado, y Kautsky (Ifte
class struggle: Erfart Program, Nueva York, 1971, pp. 3543) incluye ex-
ciable, este grupo social sí se ocupa de ello; tal es el caso de plícitamente en los rangos del proletariado a los trabajadores industria-
los llamadoJ g.rentes, quienes -no obstante la perogrullada les y comerciales. En su esbozo del programa del Partido Obrero Social-
que sigu. ciriulando a pesar de- toda la evidencia en confra' Demócrata ruso, Plejánov define al proletariado como aquel que sólo
puede subsistir por medio de la venta de su fuerza de trabajo (véase
iio-- íott parte de la ciase capitalista, si no necesariamente Lenil¡, Obras completas, vol. lr, Madrid, 1976, p. 11), exterrdiéndola más
de la capa más alta de millonarios). tarde a "las personas que no poseen ningún medio de producción ni de
Esta definición del proletariado, que incluye la masa de asa' circulación, excepto su fuerza de trabajo... [cuya venta sea] constante
lariados improductivoi (no sólo los empleados de comercio y o periódica" (p. 62). Aunque Lenin cuestionó la inclusión de las palabras
iái empleados de gobierno más bajos, sino también los servi- "ni de circulación", no planteó nin'guna objeción esencial a Ia formu'
lación.
áores áomésticos)--v que considera a los trabajadores.-produc- 60 Un caso límite interesante es el dei llamado semiproletariado
iii,os Ae la indusiria iomo la vanguardia proletaria sólo en el decir, la capa que retiene una propiedad parcial de sus medios de -.es
pro-
sentido más amplio del término, ha sido cuestionada reciente' ducción. Su ingreso, derivado de las mercancías agricolas y artesanales
*"nt" por varios autores.ss No obstante, fue sin duda la que producidas en privado con una productividad del trabajo muy por debajo
del promedio social, excede apenas sus costos de producción y es por lo
sr Se debe añadir que, por rázones an.?líticas y prácticas, es legitimo tanto insuficiente para asegurar la minima subsistencia. El semiproleta-
qa,a lor marxistas introádzcan en los cálculos de ingreso nacional una riado está pues obligado a trabajar parte del tiempo como asalariado.
,,ingresos totales dinero del conjunto -de hogares Pero precisamente porque vende su fuetza de trabajo sóIo temporalmente,
éut.go¡u tal como -en
i-.tipiéiri';,ii.*pt" ! cuando se difere-ncie claramenle del valor del sus salarios pueden ser llevados a r¡n nivel muy por debajo del mínimo
i,.oálao
' ¡e Gillman V áe Iós ingresos generados ,por- Ia producción anual. social prevaleciente. Su existencia social se caracteriza por una notable
"rúal
agn¡pa a,,los gerentes de publlclclao, ,os dlrectores oe rela- contradicción: si bien no está comprometida de ninguna manera en la
en impuestos, los
cionei- públicaí, lts conse;áos legales, los expertos junto extracción o consumo de plusvalor, tanto sus intereses inmediatos como
'lnsenie;os de íenras', los"cabilderos, sus asistentes" con "el-res' los históricos se oponen en forma más o menos limitada a los del prole'
ü"t!f-A la huestáiiecient" de oficinistas" en !a categoría-gefreral de
lo
tariado propiamente dicho. Por ello el semiproletariado, a diferencia de
;ionlumiAores del tercer partido". Aunque no dice explícitamente, los trabájadores improductivos y otros asalariadoe directos, no puede
ti*á! p". consiguiente a eicluirlos del proletariado (The lalling rate ol ser considerado como una fracción del proletariado; representa más bien
130 EL LIBRO SEGUNDO TRABAJADORES IMPRODUCTIVOS Y PROLETARIADO 131

improductivo se pagan a partir del plusvalor producido por el por lo tanto una producción de valor). Pero, para concluir
trabajo productivo? Y en ese caso ¿no plantea un gran conflic- a partir de aquí que una reducción del gasto estatal conlleva
to de"iniereses entre el trabajo productivo y el improductivo, una reducción del plusvalor y un incremento de los salarios
pues el primero busca reducir el plusvalor a un mínimo, mien- reales (o bien, lo que es lo mismo, que el incremento en los
i.us qnó el segundo desea que se-incremente? ¿Cómo.puede un gastos estatales ha tenido lugar a través de un incremento del
conflicto de intereses de tal modo básico ser reconciliado con plusvalor y una reducción de los salarios reales), seria necesa.
la inclusión de ambos sectores en la misma clase social? Más rio emprender un análisis muy detallado de la tendencia de la
aún, ¿deben los trabajadores industriales oponers_e a cualquier tasa de explotación y de los niveles de vida y necesidades de
expañsión del gasto estatal, incluso en el área de los "servicios los trabajadores desde la "explosión" del gasto estatal. Un exa-
soiiales", dado que, en último análisis, se financia a través de men de esta índole está desde luego más allá del ámbito de
un incremento del plusvalor que se les extrae? este ensayo, pero deben hacerse dos distinciones capitales:
Esta objeción se puede atacar en dos niveles. Para empezar, Primero, el concepto de "salarios brutos" (es decir, salarios
no es cierlo que todo el trabajo improductivo se pague a par- antes de impuestos) no tiene significado alguno en la teoría
tir del plusvalor generado en el momento. Una parte impor- económica marxista. Los salarios son los medios reconstitu-
tante dé ese trabajo (por ejemplo, los empleados comerciales, yentes de la fuerza de trabajo obrera a través de la compra
los trabajadores del sector financiero. y aquellos empleados de mercancías y servicios. Así, el dinero deducido de los "sa-
en las industrias de servicio improductivas) no se paga a par- larios brutos" de los trabajadores para alrrdar al estado a
tir del plusvalor acabado de producir, sino a partir de la comprar aviones no tiene nada que ver con los salarios; perte-
nece a la parte inicial del plusvalor social. (Desde luego, si los
porción d,el capitat social que se invierte en estos sectores. Sólo
ias ganancias áe esos capitales forman parte del plusvalor pro- nuevos impue-stos disminuyen de hecho los niveles alcanzados
duci"do en el momento. Es cierto que el capital social es el
anteriormente en salarios reales, puede ciertamente decirse
que aumentó la tasa de plusvalor, pero de nuevo deberá me-
resultado de la extracc\ón pasada de plusvalor, pero esto se
aplica también al capital variable, es decir, a los salarios paga- dirse comparando cantidades sucesivas de salarios
el momento a los trabajadores productivos. El punto netos y no de "salarios brutos".) -reales-
dos
"n De manera semejante, sería absurdo considerar que los servi-
importante aquí es que, dado que- los sueldos y -salarios de cios médicos, educativos o de transporte estatales, que ayudan
todos estos sectores no se sacan del plusvalor producido en el
a reconstituir la fuerza de trabajo del obrero (o mantienen a
momento, su pago no reduce de ninguna manera los salarios su familia en condiciones de vida normales), derivan del plus.
pagados en el- momento a los trabajadores productivos.Gl
valor; más bien representan una porción socializada del sala-
ñarte de la masa salarial del trabajo improductivo está fi- rio, independientemente de que pase a través de la forma de
nanciada, sin embargo, a partir del plusvalor producido en -el "ingreso estatal", que se "origine" en los "salarios brutos" (los
momento. Esto se réfiere esencialmente a los sueldos y sala- impuestos pagados por el trabajador), las "ganancias brutas"
rios de los empleados estatales de los ser-¿icios y la admilis' (los impuestos pagados por el capitalista) o el "ingreso bruto"
tración públicá (desde luego, ¡o de las industrias estatales, de las clases medias independientes.o2
Ao"áe tiene lugar una producción autónoma de mercancías y
0r Se ha objetado que la compeasación por desempleo no puede ser
un fenómeno transicional, con un pie en la pequeña burguesía y otro en considerada nunca como equivalente del "precio" o "valor" de-una mer-
cancía llamada "fuerza de trabajo", porque por definición los desemplea-
el oroletariado.
--.í'EiióJ dos no venden su fuerza de trabajo. Pero este argumento se basa en una
salarios incrementan la masa total de capital social entre -el
.n*Tuuo q.ue ser dividida la cantidad.dada de plusvalor (en otras pala- ¡educción más bien mecanicista de la categorÍa "salarios socializados".
Ui"i. Uuiun- la tasa media de ganancia). Pero, en lo que se refie¡e a ios Nadie puede afirmar que, si un trabajador guarda el 10 9/o de su salario
i"á"'rtrlá1"r, éste es un mal ménor. Si no hubiera capital comercial auto- del momento en una caja de chocolates o en un banco en previsión
comerciales, sus propios gastos de capital para cubrir de esa parte de la "vida adulta activa" en la que prevé estar desempleado,
de circulación serían significativamente más altos y la tasa
"".iá-lá."iu.iados
il.-n"itos esa cantidad de dinero deje en tal momento de formar parte de su sala-
á. "'^nán.io todavÍa más baja (veáse E/decapital, rrrló, cap' xvn)' Dado rio. No hay diferencia fundamental entre lo anterior y la situación en
oue-esto concierne sólo a la distribución una masa dada de plusvalor que todos los trabajadores utilizan una caja de chocolates o una cuenta
É.rt." áitl"tur formas de capital, sin ninguna influencia directa sobre la bancaria colectivas llamada Instituto Nacional de Seguro de Desempleo
¿i"iii¿r del valor recienteménte creado entre los salario_s y_el .plusvalor o Instituto Nacional del Seguro Social, y donde las sumas de dinero no
del trabajo productivo), -ningún pasan por los sobres de pago de los trabajadores sino que son transfe-
Gi'á"ii., i"ure la tasa de explotación
¿ó;fli¿t"'de intereses surge enlre los asalariados productivos y Ios em- ridas directamente de las cuentas de los capitalistas a esas instituciones.
pleados del comercio. Sólo si se acepta este análisis, dicho sea de paso, es legítimo exigir que
132 EL LIBRO SEGUNDO TRABAJADORES IMPRODLTCTIVOS Y PROLETARIADO 133

Se ve así que tiene sentido, después de todo, examinar los cia del crecimiento del trabajo asalariado improductivo que
efectos del alza o la baia en los gastos estatales sobre los niue- acompaña al incremento absoluto y relativo del tamaño del
les d.e ,¡ída medios de la clase obrera, independientemente del proletariado en los países capitalístas contemporáneos.oa Lejos
servicio (mediación) proporcionado por los empleados estata- de reflejar una explotación creciente del trabajo productivo
les improductivos. Cuándo estos niveles de vida baja1, fa c-on' o un alza drástica de la tasa de explotación, establece más
clusión es obvia: el precio total de la fuer¿a de trabajo bien un tope por encima del cual la tasa de explotación difícil-
-(los
salarios individuales más los "socializados") se reduce' Pero mente puede aumentar en circunstancias políticas "normales"
cuando suben, ningún sofisma puede probar que este aumento (excluyendo, claro está, los regímenes fascistas o de tipo fas-
conlleve un incremento del plusvalor social' (Sin duda, podría cista). Pues, a pesar de la rápida sustitución del trabajo vivo
ír acompña'd.o de un incrémento tal, pero igualmente pc por el trabajo muerto (maquinaria semiautomatizada), este
dría sucéder con un alza en los salarios reales directos' "Acom- crecimiento del trabajo asalariado improductivo ha reducido
pañado de" no es sinónimo de "causado por", excepto para en muchos países capitalistas al ejército industrial de reserva
quien
- no anda muy bien de lógica-) a lo largo de todo un período histórico. Más aún, los servicios
Como la teoría económica marxista rechaza la noción de un proporcionados por un sector significativo del trabajo asala-
"fondo de salarios" rígido, cualquier análisis de los efectos de riado improductivo han sido un factor importante en el des-
los niveles variabies del gasto estatal sobre la tasa de explota- arrollo de las necesidades y condiciones de vida del proleta-
ción tendría que ser agregado y dinámico. Nada fluye automáti- riado mucho más allá del fundamento puramente fisiológico. El
camente ni dé h expansión ni de la contracción del gasto esta- nuevo nivel mínimo de vida que ha surgido es, por lo menos
tal. Así, para que sé muestre que crece ? expensas de la clase en los países imperialistas (y en algunos de los países semi-
trabajadóra, téndría que probarse que, bajo- condicio-n-es eco- coloniales más desarrollados que cuentan con un poderoso mo-
nómióas, sociales y políticas dadas, una reducción del gasto vimiento sindical, como Argentina), mucho más alto que el
conduciría a salarioi reales más altos, más que a ganancias existente en tiempos de Marx.
más elevadas para la clase capitalista. Sin u¡a prueba det-alla- Obviamente, esta adquisición no debería darse por hecha o
da de este tipo, la tesis seguirá siendo dudosa, por -no defir considerarse inexpugnable. Se trata sólo de una conquista de
más. El análiiis tendría qué tomar en consideración la proba- la clase trabajadora en condiciones favorables del mercado
ble dinámica de la lucha de clases política y social (función, de trabajo (descenso a largo plazo del desempleo estructurali
entre otras cosas, de los grandes cambios históricos en la y hecha posible objetivamente por el largo período de pos-
correlación económica de las fuerzas de clase dentro de una guerra de acelerado crecimiento económico. Desde la primera
sociedad burguesa dada) y su efecto preciso sobre la estruc- parte de los setenta, como era predictible, esta situación eco,
tura del ingreso y del gasto estatales. nómica básica se ha invertido.65 El desempleo estructural ma-
PareceriJ que nos hemos apartado considerablemente del at Trabaiadores asalariadcs (incl. desempleados) conn porcentaje de la
problema del trabajo productivo e improductivo-y-su relación población activa total
ion la definición de proletariado. Pero, en realidad, apenas
ahora estamos llegando al corazón del problema, porque la 1930-1940 t974
clasificación marxista correcta del proletariado -la clase que
se ve forzada por una compulsión socioeconómica a vender su Alemania 6e.7 (193e) 84.5 (nrl)
Bélgica 6s.2 (1930) 83.7
fuerza de trabajo a los propietarios capitalistas de los medios
Canadá ffi.1 (1941)
de producción- implica que ambas variaciones en el nivel del
89.2
Estados Unidos 78.2 (1939) 9t.5
ejéicito industrial de reserva y las -relaciones diversificadas Francia 57.2 (1936) 8l .3
entre los compo¡entes "puramente fLqiológicos" e "histórico- Italia sl.ó (193ó) 72.6
morales" del valor de la fuerza de trabajo,Gs son de importan- Japón 41.0 (193ó) 69.1
cia decisiva para el destino inmediato del proletariado. Reino Unido 88.1 (1931) n.3
Una vez cómprendido lo anterior, podemos ver la importan- Suecia 70.1 (1940) 91.0

tales fondos sean administrados exclusitamenle por los_sindicatos (¡por- FUENTES: Para l93GlX0, Annaaire des statistiques du travail, 1945-194ó,
ó". tor empleadores ni el estado deberian de tener injerencia en cómo Bureau International du Travail, Montreal, LW; para 1974, Ofiice sta-
gurt-"i lot trabajadores su propio dinero!).
- *Í¿ur" tistique des communautés européetmcs: statistiques de base, 1976.
suprá, pp.6*71 y El capitatismo tardío, pp' 147-15ó' 0¡ Véase el capítulo 4 de El capitalismo tardío.
134 EL LIBRO SEGUNDO PRODUCCIÓN SUNTUARIA Y ACUMULACIóN DE CAPITAL I35
sivo ha reaparecido junto con ataques brutales en muchos sia surgió entre el autor de este ensayo y otros economistas
países "ricos" a los salarios reales de Ia clase trabajadora, di- marxistas, centrada en la relación espécífica de la p;;il;;¿"
rigidos tanto a los salarios "directos" como a los "socializa- armamentista con la evolución de la masa y la tasá d.
dos" o a ambos. En forma correcta, Ios trabajadores han reac- cia en el capitalismo tardío.6s ;;;;"-
cionado vigorosamente a los cortes masivos en el gasto público La teoría de Marx considera Ia esencia del valor en el tra-
social, mostrando así que su instinto de clase es más túcido bajo social abstracto, independientemente del valor d; ;;"
que la "ciencia" de esos teóricos que insisten en llamar "plus- específico de la mercancía que produce. La existenci, a" ál*"
valor" al gasto estatal (cuya consecuencia lógica sería una tipo de valor de uso es una coñdición previa ¿" lu i.urlru.!á"
indiferencia hacia los cortes o incluso su aprobación). del valor de cambio sóro en er sentido obvio e i"-"ái"i"-á"
que nadie qompra r1n que no tiene uso afg""" p"ru ef,
pero el hecho social de -bien
la óompra es prueba í"ricie'nte ¿'er
8. u pnooucclóN SUNTUARIA, EL PLUSVALOR Y LA ACUMULACIÓN valor de uso de una mercancía,'es Aecii, Ae-su pir"
DE CAPITAL "tlii¿"J
el comprador. Por lo tanto, sólo las mercanclas que no se ven-
1::-,:g_^r""o{poran trabajo socialmente .r."..urio y po. ó""-
Relacionado también con la integración de la teoría del valor srgurente no tienen-valor; las que sí se venden,oá
de Marx y su teoría de la reproducción, está el problema de la nición eI producto de trabajo sóciarmente necesario io.t.uu¿,
a"ii_
naturaleza exacta del trabajo que produce bienes suntuarios, de .su producción incrementan la masa ¿e ualái v'á
así como su función en la reproducción. Este problema es im- ó.;d;i;"
socialmente. En el capitalismo, también por definiciá;;h
portante no tanto debido al papel del consumo de los bienes ;;
ducción de todas Ias mercancías vendidas, creadas poiéflráú"-
iuntuarios en cuanto tal, sino a la analogía obvia entre los jo asalariado, incrementa ra masa total de pt*""r"lpráa"Jii"
productos suntuarios y otro sector que ha desempeñado un y realizado (a menos.que se vendan a un p-recio tan'interiá.
papel ominosamente creciente en la economía capitalista desde su costo_de producción que Ia sociedad nó reconozca ningunau
iluf tvtu.* escribió Et capital. Nos referimos, deide luego, a Ia parte del plustrabajo qué contienen).
produc ción'de armamento s. l_i_bJo see¡¡náoüarx-distinguá claramenre
entre la pro_
Se levantó una fuerte controversia en relación con la fun- ,..1i."]
cluccron y la realización del plusvalor (y, por implicación',
ción precisa del sector armamentista en el capitalismo desde g-arancia) y. ra reproducción-ampriada 'áef la
capitai.-ño- t"h;,
fines del siglo xrx, cuando el populista ruso V. Vorontsov su- producidas contribuyen_al procéso de Ia repro-
girió por primera vez Ia posibilidad de evadir las crisis de lT^T:I"un.Ías
clu-ccron ampliada. Pero Marx afirma de manera bastante'ei_
iobreproducción a través de la "absorción" de parte del plus- plícita que. todas las mercancías producidu, y u*aiáur;;;ü_
valor mediante el incremento de la producción de arma- buyen al incremento del plusválor toiat airropü¡;;;;'i;;
mentos.66 En los años treinta y cuarenta, un extenso debate capitalistas y sus secuaces.u' En contraste,
b"'j" ;;;eliá"". i.
entre marxistas se ocupó del papel del rearme para superar el una reproducción simple, no habría ni plusvalor ni eu.rarr.ü
estancamiento a largo plazo de Ia economia capitalista inter- dado que to.do el plusvalor sería coniu;td; il;."ü;;dr;:
nacional durante el período de entreguerras. Desde la guerra, mente sin entrar al proceso de reproducción.
la escuela Vance-Cliff-Kidron asignó una posición capital a la La producción de bienes suntuar^ios de consumo, comprados
"economía armamentista permanente" dentro de la explica- a partir de Ia
_porción^de plusvalor que no se acumula, perma_
ción del largo "auge" económico, y la proclucción de arma- nece dentro de la esfera- de la prddu"ciO" áe -valü' ;;;-
mentos ocupa un lugar central en el proceso de la "absorción valor,-es decir, aumenta la masa á" g"nun"á
/" á"*
del excedente" presentada en El capital monopolista de Baran capitalista. De Ia misma manera, Ia ñ"';;
iroduccio" a" ár*"-"ii,
y Sweezy.6? Todavía más recientemente, una nueva controver- o. de equipo espacial es una forma áe producció;
á; ;;;;
cías; el hecho de que, en este caso, el ü"i"o
ec Citado en Luxemburg, La aatmulación de capital, p. 257. "ár"p.;á";^;;;;i
6? Nuevamente, la lista de libros es demasiado larga para ponerla com- sp¿itkapiralism¿rs. Francfort,,1965; Michael Kidron,
western capitarism
oleta aquí. Dejando de lado las obras más antiguas, merecen ser men- the rvar, Londres, tSOá. ñe lná
s.inc.e ñ;;;d;I"
menor es Gillman. ?l¿¿
iionadal las siguientes: Natalie Moszkor'r'ska, Contribución a Ia dinámica fallíng rate oi
profit.
del capitalismo tardío, México, Cuadernos de Pasado y Presente 91, 1981; üe Véanse mis arsumentos en El capitaLísmo tardío, cap.9, y los de
T. N. Vance, The permanant war economy, Berkelev, 1970; Adolf Kozljk, 9-oeor-, werttheorie-und stiatsiusiaiü,'li. ^ióZ+.
tos¡oo. vÉase'tamu'ieri"i"il
El capitalismo del desperdicio, México, Siglo XXI, 1968; Baran y Swee- It r
K r it i k d e N eo,m a r x i s t m
{ti:Véase Et capitar,l/4, I riá"tr'.,'ri,
zy, EI capital monnpolista cit.; Fritz Vilmar, Rüstung urud Abrüstung int 0g 1., pp. n_illlL:'i'iii, pp. s28-s2g. etcétera.
13ó EL LIBRO SEGUNDO pRoDuccróN suNTUARTA y AcrrMfiLAcióN DE cAPrrAL 137

estado, en tanto que los productos suntuarios son cambiados la reproducción ampliada, se tendría que demostrar que -ha
Dor ingreso de la burguesía, no constituye una diferencia esen- aparécido (o se ha expandido) a expensas del sector de los
liat. pá.u determinar si la producción de armamentos deprime liedios de producción. Si simplemente ha sustituido.a la pro'
o aumenta la tasa media de ganancia, se tienen que responder ducción de bienes suntuarios, entonces, si todo lo demás perma-
las mismas preguntas que para cualquier otro "subsector" de nece igual, ni el ámbito ni el ritmo potencial de la acumula-
ia nroducción cápitalisfa. La composición orgá'ica del capital ción de capital habrá cambiado.
sector paiticular ¿es igual, superior o inferior que la Pero ¿qué sucede si el sector de armamentos aparece (o se
composición oigánica media de otros sectores? Y su ?0alza (o
"n'"r" expande)-a expensas del sector productor de bienes de consu-
caídá) ¿influye én la tasa social media del plusvalor? mó pu.a los tiabajadores, suponiendo todavía una "ocupación
-'No eJ tan fácit definir la contribución de la producción de plena" del capitali De nuevo, deben considerarse dos posibili-
armamentos en la acumulación de capital, pero sí lo es decidir rlades distintás: Cuando esta sustitución conduce a una decli-
si constituye una forma de producción de valor y plusvalor nación de la capacidad de trabajo física o moral de la fuerza
áue influyá en las oscilaciones de la tasa de ganancia' De- de trabajo, la tása de acumulación de capital caerá consiguien-
úen distinguirse dos situaciones básicas: temente, tal vez incluso, después de cierto tiempo, hasta el
En una situación de "ocupación plena del capital" (que pue' grado cle una reproducción contraída.71 Pero cuando esta sus-
de ir acompañada, y a menudo sucede, por ull desempleo es- litución deja inalterada la capacidad o voluntad de los trabaja-
tructural aé trabajo asalariado), la producción de armamen- dores para aceptar la "norma" en curso de trabajo social en el
tos, como la producción de bienes suntuarios qlle no entra en procesb de próducción, tal cambio de recursos del sector II
Ia reproducción de la fuerza de trabajo, no contribuye eviden' ál sector Ill-implicaría un alza en la tasa media social de plus-
teme'nte a la acumulación de capital, lo cual es cierto en un valor. El mismó valor del producto sería producido entonces
doble sentido: Las arrnas, como los productos suntuarios, no con la misma fuerza de trabajo, pero al costo de menor capital
nroporcionan los elementos materiales objetivos de la (re)plo- variable. La clase obrera recibiría simplemente una porción
hu..l¿tt ampliada. No proporcionan materias primas, maqui- menor del ingreso nacional existente. Que esto no altere la
naria o fuentes de energía adicionales ni bienes de consumo tasa de acumulación o que de hecho conduzca a un nivel más
capaces de alimentar uná fuerza de trabajo ampliada. No obs- alto de acumulación de capital o de reproducción ampliada,
taite, esa parte del ingreso nacional que compra armas no dependeria entonces de la forma en que esta alza en ia tasa
oudo habef sido gastada en medios dc producción o salarios y ia masa del plusvalor influyera en la división del-plusvalor
adicionales para obreros productivos adicionales. Asi, tanto éntre la parte consumida improductivamente (en- la que se
por su valoi de uso especifico como porque se intercam- incluye ei sector annamentista) y la parte acumulada.t2
tiutr po. la parte no acumulada del plusvalor, las armas no En este punto, debemos abandonar la suposición inicial de
-a "ocupación plena del capital" y examinar la función real de la
contribuyen la reproducción ampliada, a la acumulación
producción de armamentos en expansión bajo,condiciones de
ae capitáI, bajo condiciones de "ocupación plena" del capital
social.
ina ptétora de capital a largo plazo. La situación no es de nin-
guná manera artificial ni se introduce artificialmente en aras
Esto no implica necesariamente que la producción de arma' áel puro argumellto. Por el contrario, ya prevalecía durante
mentos reduica la acumulación de capital, excepto en eI sen-
lo hacen todas las formas del gasto el piimer impulso annamentista masivo de la historia del ca-
li¿o más general en que pitálismo, el que tuvo lugar durante -las dos décadas quj ple-
improductivo de plusvalor. Para mostrar que- Ia. aparición- o óedieron a la primera guerra mundial.?s Fue más marcada aún
ex$ansiOn de un stctor de armamentos ha reducido de hecho en los años freinta, durante el segundo período de rearme
?o Esto se saca auto¡náticamente en conclusión de la naturaleza mer-
¡r Véase Ernest Mandel, Tratado de economía martista, México, Era,
cantil del arrnamento producido, es decir, dei hecho- de. que el capital t9ó9, vol. r, pp. 31G313; sobre la economia {e guerra'
in"éati¿o en ese sector está comprometido en la produc-ción _de mercan- -' ir'nn La'icumulacíón det capital (pp. 455457 l' ¿ló1 ss. ), Rosa Luxemburg
óias y et trabajo empleado correspond-iente. en la, -producción d.e Plus-
i¿ó.] ¡ti, comó en el caso de la producción de bienes suntuarios, las subraya correctamente las ciriunstancias bajo las cuales el gasto militar
Af"i"".iui entre la tasa de gananciá dentro de ese ramo .y laorgánica
tasa fuera financiado a expensas de la clase obrera (por.ejempJo, a través
"ié"i".tt"
á. i-prr".tor indirectos'sobre ios bienesy de consumo)- puede_conducir
l" ¿itá"ui¿", por ejemplo, i variaciones en la-composición- del
a un incremento de la tasa de plusvalor de la acumr¡lación de capital.
J"oiiuil no bájárán b incrementarán correspondientemente la tasa social ?3 Basta referirnos aquí al cipítulo 8 de El irnperialismo, fase supe'
ganancia. En las Tmrías sobre la pl.ttsvalía Marx defiende
"ióáii'¿.
explícitamente esta posición frente a Ricardo. rior del capítalisma, de Lenin.
138 EL LIBRO SEGUNDO PRODUCCIÓN SUNTUARIA Y CAPITAL I39
ACUMUI-ACIÓN DE
masivo, que empezó con el "incidente de Manchuria" provoca- tria de arrnamentos estimula la producción minera y otros
do por Japón y la política alemana desde que Hitler subió al centros del sector I que habían reducido previamente su pro.
poder, y que se generalizó después de 193ó. Tal plétora de ca- ducto. La producción material aumentará en todos los sectores
pital siguió siendo más que nunca la regla en la fase de arma- de la economía, aumentando por consiguiente los elementos
mentismo permanente que ha durado ya por más de treinta materiales de la reproducción ampliada, siempre que las re-
años y que no da señales de terminar selvcts de los "factores praductivos" estén disponibles (lo cual
-sino todo Io contra-
rio.?a Por lo tanto, es totalmente apropiado investigar el efecto se sigue de la hipótesis inicial de la "subocupación del capi-
sobre la acumulación de capital de un sector de armamentos tal") y siempre que al menos parte del plusvalor adicional no
que se desarrolla bajo condiciones de una plétora de capital sea absorbido por el sector de armamentos u otros sectores
en gran escala. improductivos, sino que permanezca disponible para la acumu-
La sobreproducción de capital significa, desde el punto de lación de capital.
vista del valor, el surgimiento de grandes sumas de capital que Estas condiciones se aplican con mayor fuerza si los proce-
denen que ser atesoradas en cuentas de ahorro o utilizadas sos descritos van acompañados por un cambio en la distribu-
para comprar bonos y títulos del gobierno, donde obtienen ción del ingreso nacional entre los salarios y el plusvalor, es
sólo Ia tasa media de interés en lugar de la tasa media de decir, si el rearme es financiado hasta cierto punto a expen-
ganancia. Del lado del valor de uso, se expresa en reseryas con- sas de la clase trabajadora a través de un alza en la tasa del
siderables de materias primas y capacidad productiva de la plusvalor. La combinación resultante sería entonces "ideal"
planta sin usar, así como en grandes reservas de trabajadores para la acumulación de capital: al mismo tiempo ocurriría una
desempleados. Si, como resultado de la aparición y expansión expansión de la masa de trabajadores empleados y explotados
de una importante industria de armamentos en la economía, (es decir, una expansión del producto valor, la masa de plus-
el capital dinerario (o cuasidinerario) se reinvierte productiva- valor y la demanda del mercado); un incremento en la tasa
mente, entonces la producción de valor y plusvalor aumenta. Sa- de plusvalor y (probablemente) en la tasa de ganancia, y un
bemos ya que la manufactura de armamentos procluce valor alza en la tasa de acumulación (es decir, un incremento de in-
y plusvalor, por lo que, en un sentido inmediato, el capital se versiones en el sector productivo, por encima del crecimiento
vuelve más rico porque más trabajadores son explotados en la en el gasto en armamentos).75
producción de un mayor plusvalor. Ni qué decir tiene que esto no proporciona una "solución
Dado que el sector II no contribuye a la creación de los ele- a largo plazo" a Ios problemas del desequilibrio capitalista,
mentos materiales de la reproducción ampliada, su expansión dado que el "éxito" mismo de la operación reproduce inevita-
no puede asegurar directamenle un nivel más alto de la acu- blemente las contradicciones iniciales. La acumulación crecien-
mulación de capital, pero lo puede hacer indirectamente. Por- te del capital conduce a u\ alza en la composición orgiínica
que a medida que se emplean trabajadores adicionales, au- del capital, que a su vez empieza a deprimir la tasa de ga-
menta la nómina de salarios, lo cual conduce a un aumento nancia. Un nivel mayor de empleo (hecho posible por la absor-
en la producción y venta de bienes de consumo. De manera si- ción de parte de los desempleados en el ejército o en el apara-
milar, el consumo de materias primas adicionales en la indus- to estatal, rasgo normal de un alza sustancial en el gasto
zl En relación con la controversia entre los que ven una "escasez,, en
militar) reduce el ejército industrial de reserva y por consi-
guiente, excepto si se trata de una dictadura de tipo fascista,
curso del capital y los que, por el contrario, arguyen que hav una plé-
tora de capital, véase "Capital shortage: fact and fancy", por lós editóres tiende a hacer más dificil la neutralización de los efectos de la
de Motrthly Review, vol.27, núm. 11, abril de 197ó. En mi propio articulo creciente composición orgánica del capital al aumentar más
"Waiting for the upturn" (Inprecor, núms. 40/41, diciembre dé 1975), sos- la tasa del plusvalor. Un descenso en la tasa de ganancia de-
tengo Ia misma posición que Monthly Revieu.I)ebemos subrayar que no prime la inversión productiva y conduce a una crisis de sobre-
hay ninguna cont¡adicción entre la aparición de una plétora de capital producción y a una baja de la tasa de acumulación de capital;
y una declinación real de la tasa de ganancia (es decir, la escasez iela-
tiva de la masa de plusvalor). Ciertamente, la segunda determina a la cuando dicha tasa se vuelve de hecho "negativa" empieza un
primera. Esto les parece paradójico sólo a quienes, ignorando una de las
lecciones principales del libro segundo, excluyen el factor "tiempo" del ?5 Esto explica la diferencia notable entre la economía de guerra de
análisis del "capital en general" y erróneamente identifican al capital Hitler y el "auge" de posguerra. En el primer caso, al contrario que en el
con el plusvalor producido en eI mommlo. El problema desaparece una segundo, la inversión creciente fue en gran medida confinada al sector
vez que se entiende al capital como la acumulación de cantidades de de armamentos; no tuvo lugar ningún crecimiento acumulativo que im-
plusvalor producidas en una serie de operaciones pasadas. plicara una expansión del "mercado de los consumidores finales".
140 EL LIBRO SEGUNDO DISTRIBUCIÓN DEL PLUSVALOR SOCIAL 14I
proceso de desvalorización, que es la función normal de una está dedicada, lo tocaremos brevemente aquí. La respuesta
crisis de sobreproducción. se aclara cuando nos damos cuenta de que, pese a que el capi-
Combatir esta nueva crisis de la acunulación del capital a tal invertido fuera de la esfera de la producción material no
través de una intensificación en la producción de armamentos, aumenta directamente la masa del plusvalor, sí ontribuye in-
de la que ya existe un sector de cierta consideración en la directam,ent.e a su incremento. En otras palabras, los capita-
economía, modificaria las proporciones básicas de la división listas industriales y agrícolas ceden una tajada de "su" plus-
del, plusvalor entre sus pcrrciones acurnuladas y co.nsumidas valor a comerciantes y banqueros porque estas personas los
y de la asignación de los recursos productivos Lntre los sec- ayudan a aumentar la masa de ese plusvalor, y no por la bon-
tores I y II, por un lado, y el sector III, por el otro. Cuaiquier dad de sus corazones.
efecto que se haya obtenido inicialmenté sobre el procesb de Para demostrarlo, Marx introduce de nuevo en su análisis
la reproducción ampiiada sería crecientemente neutralizado. esa "dimensión temporal" que desempeña un papel tan esen-
Más aún, una tasa ian aita de impuestos sobre ganancias y cial a lo largo del libro segundo y que en cierto sentido estruc-
salarios haría necesario que, excepto bajo condicióncs políti tura todo el proceso de circulación y rotación del capital. Si
cas muy especiales, las clases sociales básicas (aunque no ese bien el tiempo total de rotación del capital fijo se extiende a
sector de los capitalistas comprometido directamefrte en la lo largo de muchos años y no es afectado básicamente por los
producción de armamentos) selebelaran en conrra de un des- pequeños cambios en la extensión del período durante el cual
arrollo ulterior de esta industria. For ende, esta expansión no el capital adopta la forma de capital mercancía (es decir, du-
es-ninguna panacea para los males de ia sobreproducción y la rante el cual las mercancías permanecen invendidas en la
sobreacumulación cápitalistas, pero puede detencaden^r"pe- esfera de la circulación), la situación es enteramente distinta
ríodos más cortos o largos de recupéración económica si'se en'el caso del capital circulante. Si se requieren tres meses
satisfacen las condicionés previas indicadas antes. para producir una masa dada de mercancías y tres meses para
venderlas, el capital productivo circulante rotará sólo dos ve-
ces al año a menos que reciba ayuda. Esa parte del capital que
9. ¿cótvro puEDE EL caprrAt, coMERcrAL y FTNANCTERo pARTrcrpAR se cambia por fuerza de trabajo y que hace posible la crea-
EN LA nlstnrntrcróN DEL pl-usvaron socr¡¡,? ción de plusvalor permanecerá entonces estéril durante seis
meses al año. Pero, si el capital comercial compra una buena
La distinción entre trabajo productivo e improductito corres- parte de las mercancías tan pronto como abandonan la fábri-
ponde_en parte a la distinción entre dos secfores generales del ca, o si el capital bancario adelanta el dinero para pagar la
capital: el capital invertido en la pradotcción dá mercancías factura de materias primas inmediatamente después de que
(ya sea en la industria, la agriculturá, el transporte o los ramos las mercancías han sido producidas y antes de que sean ven-
productivos de ias llamadas industrias de servicio) y el capi didas, entonces, gracias a la ayuda de estos sectores de la clase
tal invertido en io demás (o sea, entre ,,capital próductivo'l y capitalista, el capital productivo en circulación puede reinver-
"capital_improductivo"). La segunda categoiía inóluye esenciai_ tirse tan pronto como se completa un ciclo de producción, y,
mente.el-capital comercial bancario y de éeguros_ y en consecuencia, el capital variable nunca estará ocioso: pon-
ramos ,,improduciivos,' íe las in_
el capital invertido en los-capital drá a los trabajadores a producir plusvalor durante doce meses
dustrias de sen'icios. Anteriormente vimos que, si bien el tra_ y no seis al año resultado, si permanece estable lo
bajo asalariado empleado por estos capitaiistas les permite demás, la masa anual -como
global de piusvalor será dos veces la que
aproplarse de una fracción de la suma global del plusvalor sería de otra manera. Sin duda reditúa al capital industrial
qu,e va al conjunto de la ciase capitalista, én sí mismó no con- darles un descuento a los comerciantes mayoristas, o pagar
tribuye a esa misma suma total. Por lo tanto, ia pregunta se intereses a los banqueros, si estas operaciones de rescate per-
puede plantear así: ¿por qué los capitalistas industiiales, o miten un incremento global en la producción de plusvalor.
más. precisamente los que invierten en los sectores ,.producti_ Sin embargo, esto implica que sólo una fracción del capital
vos",. aceptan que una porción del plusvalor produiido po, social total está comprometido continuamente en la produc-
"sus" trabajadores sea apropiado pof capitalistás crryo capital ción. Un segmento importante permanece fuera del área de la
no contribuye a la producción de plusválor? ' producción. Ya observamos antes por qué parte del capital
_-Este problema se trata con amplitud en et libro tercero de social adopta necesariamente la forma de capital dinerario.
El capital, pero dado que una sección del libro segund.o le Vemos ahora que hay otra porción que tiene que tomar la
142 EL LIBRO SEGUNDO LUXEMBURG Y LOS ESQUEMAS DE REPRODUCCIóN 743

forma de capital bancario y de transporte, para acortar el tiem- v a las comunidades tribales (con la captura de esclavos). El
po de circulación de las mercancías. Desde el punto de vista óapital mercantil, comercial y bancario existió mucho tiempo
de la clase capitalista en conjunto (y éste es el que Marx adop- antes de que naciera el capital "productivo" en la manufactu-
ta en el libro segundo, y sólo en el libro tercero considera a ra, para no referirnos a la revolución industrial. Así, el capital
estos distintos sectores como competidores de unos contra industrial no sólo reproduce el capital comercial y bancario
otros por fracciones del plusvalor social), puede considerarse al transferir fragmentos del plusvalor creado por "sus propios"
como una división funcional del trabajo d.entro de esa clase. üabajadores; también encuentra estas otras formas de capital
En lugar de que cada industrial y agricultor capitalista actúe presentes en el momento de su nacimiento, que desde luego
como su propio tesorero, su propio cambista, su propio trans- son su condición. El capital comercial y bancario, entonces, se
portista, su propio vendedor de mercancías en los mercados reproduce a sí mismo tanto al continuar sus prácticas anterio'
interno y mundial y su propio adelantador de capital dinerario res (es decir, la apropiación de parte del producto social que
adicional, todas estas diversas funciones están socialmente cen- se origina fuera del área de las relaciones capitalislas de pro
tralizadas por sectores de la burguesía que se especializan en ducción y su transformación en plusvalor y capital dinerario)
diferentes campos. Esta división del trabajo conlleva una racio- como apropiándose de parte del plusvalor creado dentro del
nalización considerable: los costos de la circulación social glo. proceso capitalista de producción propiamente dicho. La inter-
bal, del transporte y de la banca son más bajos que si cada em- penetración de las relaciones precapitalistas, semicapitalistas
presa capitalista tuviera que cumplir ella misma dichas tareas. y capitalistas de producción, impuesta a las colonias y semi-
De ahí que los costos generales de producción se reduzcan y colonias por el poder del capital en el mercado mundial y la
la masa global de plusvalor se incremente a través de la pro- violencia de la dominación política y militar extranjera, ha
ducción continua. Es por ende provechoso para la burguesía sido un factor en extremo importante en el desarrollo histórico
en general mantener (y hasta expandir, ¡como lo demuestra el de estas fuentes gemelas de acumulación de capital dinerario.
historial de las "industrias de servicio"!) esta división funcio. A través de las operaciones del capital mercantil, comercial,
nal del trabajo. bancario y usurario han continuado hasta hoy en día desem-
¿Cuál es la fuente del capital invertido fuera del área de la peñando un papel clave en la expansión capitalista mundial,
producción material? Dado que todo el capital deriva en últi- especialmente dentro de los llamados países del tercer mundo.
ma instancia del plusvalor y dado que, en el modo capitalista Así, pues, la acumulación originaria y la acumulación "produc-
de producción, todo plusvalor es creado por el "capital pro- tiva" del capital (a través de la creación de plusvalor en la
ductivo" (es decir, por el trabajo asalariado dirigido a la producción de mercancías) no son sólo etapas históricas suce-
producción material), puede parecer que todo el capital co- sivas, sino también fenómenos simultáneos y combinados.
mercial y bancario se deriva en última instancia del capital Tampoco la acumulación originaria conduce automáticamente
"productivo" industrial y agrícola. Esto es parcialmente cierto. a un despliegue conmensurado del capital "productivo" y la
En el libro segundo de El capital Marx apunta cómo el capital industrialización; en lugar de ello, puede condensarse simple-
dinerario se ve "expulsado" periódicamente del procesó de mente en una expansión "unilateral" de las formas antes men-
producción de valor, volviéndose asi temporalmente disponi- cionadas de capital "improductivo". Esta circunstancia, junto
ble para otros fines. El mejor ejemplo de ello es el fondb de con el choque de la dominación imperialista extranjera, aclara
depreciación del capital fijo. Reinvertido sólo a ciertos inter- uno de los misterios del subdesarrollo bajo el capitalismo.
valos, y no gradualmente después de cada ciclo de produc-
ción, sirve durante un tiempo como una fuente importante de
capital dinerario que se emplea en el crédito y en otras opera- 10. u cnfrrce DE LUxEMBURG A Los ESQUEMAS ne n¡pno¡uccróN
clones. DE MARX
Sin embargo, este punto de vista no debe generalizarse.
Después de todo, el capital es más antiguo que el modo capi- En la historia del pensamiento marxista y del movimiento in-
talista de producción. Antes de que se produjera plusvalor én ternacional de los trabajadores, la crítica de Luxemburg a los
el proceso de producción, una vasta riqueza se acumuló a esquemas de reproducción de Marx en su libro La acumulación
través del saqueo a los campesinos, los abusos de los señores del capital desencadenó la controversia más importante que
feudales (por ejemplo, fijando precios elevados a las mercan- ha surgido en conexión con el libro segundo. Dentro de este
cías exóticas), el robo a los mercaderes (mediante la piratería) debate surgieron preguntas realmente formidables: la teoría
1M EL I-IBRO SEGUNDO LUXEMBURG Y LOS ES,QUEI{AS DE REPRODUCCIÓN 145
de Marx de las crisis, los iÍmites históricos del modo capita. de poder adquisitivo disponible para comprar la masa y valor
lista de producción (la llamada "teoría del derrumbe" o Zusam- creciente de mercancías, querría decir que los capitalistas se
menbruchstheorie) y los orígenes y funciones del imperialis- vuelven más ricos gastando su propio dinero.
mo, el colonialismo, el militarismo y las guerras en lá época Para Luxemburg, entonces, la conclusión es ineludible. El
imperialista.?G En este ensayo nos limitaremos a esa parté de poder adquisitivo adicional que debe succionarse en el proceso
la contribución de Luxemburg que está directamente relacio- capitalista de la circulación sólo puede venir de fuera de las
nada con el tema del libro segundo de El capitaf
-la circu-
lación, rotación y reproducción dei capital social total.
relaciones capitalistas de producción propiamente dichas, obli-
gando a las clases sociales no capitalistas (esencialmente campe-
La crítica de Luxemburg se centra esencialmente en un solo iinos y terratenientes precapitalistas) a gastar de manera ruino'
tema: ¿cómo puede realizarse esa parte del valor de las mer- sa su ingreso en mercancías capitalistas. Sólo de esta manera
cgcias que corresponde a la porción acumulada del plusvalor? puede tener lugar la producción y reproducción ampliadas, la
¿CuáI es el poder adquisitivo disponible para su realización? ácumulación del capital y el crecimiento económico capitalista
¿Por.qué expanden los capitalistas la producción, sino porque en gener-al. El resultado final de este argumento es igualmente
confían o esperan tener clientes adicionales? ¿euiéné, jon obvio. Al destruir el medio no capitalista en el que se basa su
estos nuevos clientes? Luxemburg rechaza en primer lugar la expansión, el capitalismo mina las condiciones de su propio
idea de que puedan ser trabajadores, dado que su podér ad- crécimiento. La desaparición de este ambiente no capitalista
quisitivo s-e origina con el capital y, para la clase cápitalista (precapitalista) marca así el límite absoluto del desarrollo
en su totalidad, sena inconcebible la expansión de la produc- capitalista.'s
ción meramente para satisfacer las nuevas necesidades-de una Si bien el impulso principal del argumento de Luxemburg
fuerza de trabajo expandida. (Desde luego, esto no es cierto es claro y simple, gran parte de la controversia que rodea a
de los capitalistas tomados individualmente, para quienes to- La acumulación del capítal se ha alejado de su tesis central,
dos los trabajadores, etccepto los propios, son clienles poten- en gran medida porque ella misma Io combinó con una serie de
ciales; pero, como Luxemburg afirma llanamente, para lá clase críticas adicionales a los esquemas de reproducción de Marx
capitalis_ta cotno un todo, tados los trabajadores son "sus pro, que son mucho más fáciles de replicar. Así, cuando afirma que
pios trabajadores" y no tiene sentido tratarlos como fuénte Marx confunde la función del dinero como medio de circula-
de ventas crecientes.) ?? También hace a un lado la noción de ción con el papel del ingreso (poder adquisitivo), en tanto que
que estos clientes adicionales puedan ser otros capitalistas, requisito previo necesario para la realización del valor de las
porque ¿cómo podria la clase capitalista en su totálidad en_ mercancías, está evidentemente equivocada'8o Y cuando implica
riquecerse si el dinero para comprar el plusproducto saliéra que los esquemas de reproducción no corresponden a la rea-
de su propia bolsa? ?8 Tampoco podría tratarse de supuestas lidad del modo capitalista de producción, mezcla niveles de
terceras personas, quienes serían esencialmente los Compin- abstracción que están claramente diferenciados en el método
ches, parásitos y servidores de la clase capitalista (o de los de Marx. Está igualmente desencaminada cuando supone que,
terratenientes que se apropian de la renta de la tierra). por- debido a que las cifras de Marx no incorporan "las leyes del
que, en- última instancia, el ingreso de todas estas capas socia- movimiento" del capital (no dejan lugar a un incremento en
les se deriva del plusvalor. Si el plusvalor fuera la úníca fuente la composición orgánica del capital), no pa'drían incorporar
r0 l,as principaies contribuciones a la discusión e[ torno de La acumu-
estas leyes. De manera similar, no se sigue de ningún modo
Iación del capital de Rosa Luxemburg fueron las notas de Otto Bauer
de la verdad evidente de que el sector I es el primurn movens
1en Díe Neue Zeit,núm.24, 1913), Anton Pannekoek (en Bremer Bürper- del proceso de acumulación, que el sector II sea en cierto modo
zeítung, 29 de enero de 1913) y G. Eckstein (en Vorwiirts, ló de febr"ero "sacrificado" o "dependiente" del sector I, en contradicción
de 1913) y eI libro de Bujaún, El imperinlismo y Ia acumulación det
capital, México, Cuadernos de Pasado y Presenté 51, 1980. He.nnk Gross- rs La noción de que un medio no capitalista es necesario para la re-
m.ann (La ley de Ia acwmulación y de! derrumbe del sistema capitalista, producción y acumulación ampliadas fue propuesta primero por Heinrich
México, Siglo XXI, 1%9) trata en diversas partes la teoría de Luxem- Cunow ("Zrr Zusammenbruchstheorie", en Die Neue Zeit, núm' l, 1898
burg. Véase también un examen reciente en Arghiri Emmanuel. I¿ ["Contribución a Ia teoría del derrumbe", en Colletti, op. cit., pp. ló5-
ganancia y las crisís, México, Síelo XXI, 1978, y la introducción de Joan 1741) y defendida posteriomente por Karl Kautsky ("Krisentheorien",
Robinson a la traducción inglesa de La acumulación del capitol (The en Die Neue Zeit, núm. 2, 1902 ["Teorías de las crisis", en Colletti, op.cit.,
acanmulatian ol capital, Londres, 1963). pp. 189-23óJ) y por Louis B. Boudin (The theorettcal system of KUI
¡t La acumulacíón del capital, pp. 312-313. Marx, Cbicagc>, 1,907, especialmente pp. 1ó3-ló9 y 241-253).
78 lbíd., pp. 131-138. 80 Luxemburg, op. cit., pp. 132-134. Ct. El capital, rr,/5, pp. 45U56.
146 EL LIBRO SEGUNDO
LUXEMBURG Y LOS ESOUEMAS DE REPRODUCCIóN I47
g_on leyes de la propiedad privada y de la competencia.sl
Y asílassucesivamente. En relación con iodos estos puntos se- res, las cuales conducen, sólo de manera ocasional, a Ia igua-
cundarios tran surgido furiosas controversiur, g"rr.r'ul-ents a lación de la tasa de ganancia. Esto corresponde al verdadero
expensas de Luxemburg. pero pese a que todavía hacen erup- rnadus operandi del sistema capitalista. También muestra el
ción de vez en cuando, tienen poca relación con el problenia camino hacia una solución del problema técnico que Luxem-
principal que ella planteó. burg ve en el hecho de que la porción "invendible" de las
El argumento principal de Luxemburg debe replicarse en mercancías del sector II encarna parte del plusvalor creado
tres niveles sucesivos de abstracción. En el primero u *á" en ese sector. De hecho, Luxemburg descartó la convincente
abstracto, cometió un error metodológico ar siiuar ¿."t"o- á.1 solución de Marx, que fue luego desarrollada en extenso por
marco del "c-apital global,, un problema que sólo puede consi- Otto Bauer.86 Parte del plusvalor producido en el sector II
derarse en relación con ra "cornpetencia dé muchor'."piiut.i;.rt es transferido periódicamente al sector f, precisamente cuando
Es imposible llevar un análisii simultáneo en estos dos dife- (y porque) el sector I muestra, a lo largo de un perÍodo con-
rentes niveles, dado que el capital global por d.e-finición hice siderable, una composición orgánica más alta de capital que
caso omiso de los muihos capitales, de la óompetencia. AsÍ, el la del sector II.
argumento de que la clase capitalista no se púede enriqueter En este nivel más elevado de abstracción del razonamiento,
comprando su propio plusproducto deja de lado el heiho de se ha planteado el problema como uno de equilibrio casi
que, en un sistema de propiedad privada, el plusproducto estático. Pero en un segundo nivel que, aunque todavía abs-
nunc3 puede ser poseído por ,,un solo capital totai,,. Lá compe- tracto, está un paso más cerca de la realidad histórica del
tencia capitalista implica que los capitálistas ciertamente se modo capitalista de producción, la acumulación del capital
pueden enriquecer más al cbmprarse él ,,plusproducto,i""ár-" debe examinarse como un proceso discontinuo con miras a
otros-. El propio Marx afirma éxplícitamente lue ,'la plusvalía comprender su dinámica real. La primera pregunta que plan-
creada en qn punto demanda la-creación de flusvalíá en o'trlo teé fue la siguiente: ¿se pueden encontrar clientes para aque-
punto, por la cual la primera se intercambia,i.ar También indi_ llas mercancías que encarnan Ia parte acumulada del plus-
ca que, en ausencia de competencia, el crecimiento de hecho valor, si suponemos que todo el poder adquisitivo se origina
desaparecería.8a ya sea como salarios o como plusvalor dentro del proceso ca-
En pocas palabras, para Marx el crecimiento es posible en pitalista de producción misrno? La sencilla respuesta de Marx
un medio "puramente" capitalista (es decir, cuandb ninguna es: sí, siempre y cuando no tomemos al plusvalor como una
parte del plusproducto social puede encontrar clientes ,,no sola masa, propiedad de un capitalista solitario (quien enton-
capitalistas") siempre y cuando se suponga que las tasas de ces estaría obviamente condenado a "comprar" sus propias
interes y de crecimiento de todos los capitalistas no sean idén- mercancías). La segunda pregunta se puede ahora replantear
ticas, sino, por el contrario, que estén -enraizad-as i; ;;*_ de la siguiente manera: ¿cuál es el efecto sobre la realización
"; r.rrnr
p,etencia. I a cuestión de la reaiización no surge rel puede del valor de las mercancías que incorporan Ia parte acumu-
dentro del reino del .,capital en general,,; iparece ¡""tó-.3" lada del plusvalor, siempre y cuando 1l la composición orgá-
la teoría de las crisis y ér ciclo eóonómico, i¿lo o"rlt.o ¿" la nica del capital aumente en ambos sectores; 2l el sector I
esfera de "muchos capitales,,, como lo afirmó crezca a una tasa más rápida que el II (lo que es resultado
p;pi; Mu;; inevitable de la creciente composición orgánica del capital),
repetidas veces.85 "l y 3l la tasa de ganancia baje (es decir, el crecimiento de la
Se sigue- que los esquemas de reproducción que implican
competencia deberían suponer conto regla Ia exisienci" h; i;- tasa de plusvalor es insuficiente para compensar la creciente
sas de acumulación d.ifeientes, y no igiates, en los d.; ;;.;;_ composición orgánica del capital)? En otras palabras, ¿es po-
sible la realización plena del plusvalor cuando las leyes del
movimiento del modo capitalista de producción se imponen?
.81 Los. esquemas que incorporan estas leyes del movimiento han sido
:1u?-"11d",r
por Bauer, Grossmann, Léon Sartre, Glombowski, Hosea jaf- La segunda pregunta requiere una respuesta más compleja
re y mucnos mas. Que aseguren o no unas condiciones de equilibrio a que la primera. Teóricamente, la realización plena del plus.
largo_plazo_ es, desde luego, un problema diferente. valor ¿s posible, y se han construido varios ingeniosos mode-
82 Esta.observación fuJhecha por primera vez por Rosdolsky (op.cit.,
pp. 92-100). los matemáticos otros, por O. Benedikt, Shinzaburo
8^s
fundamentales..., 1, p. Koshimura, Oskar-entre
Lange, J. Caridad Mateo y Hosea Jaffe-8t
84 Elementos
359.
EI capital, tt/4, cap. xv, 3.
85 Teorías sobre Ia pTusvalía, 86 Luxemburg, op. cit., pp.294-295.
rr, pp. 4gg-490.
er O. Benedikt, "Die Akkumulation des Kapitals bei wachsender or-
148 EL LIBRO SEGUNM LUXEMBURG Y LOS ESQUEMAS DE REPRODUCCIÓN I49
para mostrar que 1o es. Al cuestionarlo, Luxemburg negó que reproducción ampliada 'debe generar la sobreproducción v que
el capitalismo "puro" fuera posible, asumiendo así una posición la acumulación del capital debe conducir a la desvalorización
exactamente opuesta a la que Marx trató de demostrar con del capital, es necesario poner en juego todas las variables
sus esquemas de reproducción. Sin embargo, debe agregarse interrelacionadas de los esquemas de reproducción- Y no lo
hace. Así, si bien La acumulacíón del mpital plantea los pro
inmediatamente que las co.mdiciones socioeconómicas reales
que estas fórmulas algebraicas expresan tienen que definirse blemas correctos, no les proporciona soluciones aceptables.el
Podemos decir sintéticamente que la fórmula de equilibrio
con toda precisión.88 Aún más, los críticos de Luxemburg que de la reproduccion ampliada: Ir + Ie.ü+ Lpe\ IIc + lleo' im-
replicaron que los esquemas "prueban" en sí mismos la posi-
bilidad de un progreso de reproducción ilimitado y suave se plica una identidad entre la tasa de crecimiento de la demanda
olvidaron un pequeño punto.: el capitalismo ha venido gene- de bienes de consumo generada por el sector I y la tasa de cre-
cimiento de1 capital constante en el sector II. Ahora bien, el
1angg_ crisis periódicas de sobreproducción a lo largo de más
de 150 años y continúa haciéndolo con la regularidád de una alza en la composición orgánica del capital conlleva que la de-
"ley natural". Podemos rechazar al punto la hipótesis de manda de bienes de consumo generada en el sector I crezca
que cada crisis sucesiva se ha debido enteramente a causas normalmente más despacio que el capital constante en ese sec-
"específicas", no relacionadas con la lógica interna del modo tor (a menos que la tasa más lenta de crecimiento del capital
capitalista de producción, y ajenas a la interrelación de las variable sea compensada por una tasa de crecimiento del plus-
tasas de crecimiento de c, v, pvlv, pv acumulado/pv Lotal, tan- valor consumido improductivamente más alta que la del capital
to dentro de ambos sectores como entre ellos. La periodicidad constante, lo cual es muy improbable a largo plazo) ' La con'
misma de estas crisis es suficiente para refutar a los "teóri- dición previa de equilibrio es por consiguiente una tasa de
crecimiento del capital constante en el sector II más baja que
cos de la armonía" y el punto de vista de que la acumulación
capitalista puede continuar indefinídamente "sobre la base de
la del sector I. Si las tasas en ambos sectores son iguales, las
condiciones de equilibrio se perturbarán.
los-esquemas". En este sentido, es obvia la superioridad Sin embargo, una tasa de crecimiento del capital constante
de Luxemburg sobre algunos de sus críticos.e0 en el sector II que es permonentemente más baja que en el
No obstante, ¿logró probar su punto de una manera técnica- sector I es incompatible con la propiedad privada y la compe'
mente satisfactoria? No lo creemos, porque redujo el problema tencia. No hay ninel¡na razón por la cual los capitalistas em-
a uno excesivamente monocausal. Fara probar q,r", el ca- barcados en la producción de bienes de consumo se deban abs-
"r que la
pitalismo, eI equilibrio debe engendrar el desequilibrio, tener para siempre de tratar de incorporar toda la tecnología
existente, todos los medios para reducir los costos de produc'
ganischer Zusammensetnsrg", en Llnter dem Banner des Marxismus, ción, toda la maquinaria potencialmente utilizable. Por lo tan-
núlr].3, 1929; Koshimvra, op. cit.; J. Caridad Mateo, Reproducción del
to, IIr*II- será de tiempo en tiempo mayor que I, a I,a * Ircv
capital social, México, ln4i Hosea Jaffe, Processo capiiatista e teoria
delt'accumulazk¡ne, Milán, 1T13, y en uña comunicación personal.
88 Tomernos un solo ejemplo. Para reconciliar el eqrrilibrio con una así como, periódicamente, bajo condiciones de una creciente
composición orgánica creciente del capital y una [i:\a decreciente de composición orgánica del capital (desarrollo sesg,ado-de Ia.tecno-
ganancia, Koshimura tiene que modificar las relacir. :.,.s iniciales entre logíá que económiza mano de obra), A[II"+ II,U1 será igual
los tres sectores e inc¡ementar considerablemente la composición orgá-
nica del.sector III (lo cual tiene poco sentido desde un punto de viita sr Tampoco se puede aceptar que Grossmann (op. cit.) proporcione es-
histórico). A continuación, tiene que bajar el precio total de Ia produc- tas soluciones. Sü propio punto de vista -una negación de que en el
ción del sector II (los salarios de los trabajadores) hasta el grado de un fondo de la crisis hay problemas de realización del plusvalor y despro
descenso absoluto. "Bala¡ceando" la tasa de ganancia decieciente ¡ne- porcionalidad entre pioducción y consumo- es básicamente infundado. Al
diante el alza de la tasa de plusvalor (lo cual es plausible), Koshimura ionvertir la declinaiión de la tasa de ganancia en la única causa del
llega a un desce¡so absoluto del consumo de los trabajadores e incluso derrumbe final del capitalismo, deja de lado el hecho de que esta tryden'
de los capitalistas (lo cual no sólo es poco probable sino contrario a la cia está equilibrada por la desvalorización-periódica del capital. En la
suposición básica de Marx en el libro segundo de El capitdl y a los datos medida en que busca- establecer una unidad mecánica entre la teoría de
empíricos existentes). (Véase Koshimura, op. cit., pp. 122-124 v 124126.')'de las crisis delo'breproducción y la del derrumbe del capital!9mg, el vinculo
sB Véase la crÍtica de Eckstein mencionada an'tes y el arrículo
Helene Deutsch (en Der Kampf, 1913: el periódico teórico de Ia social-
real, dialéctico, entre los dos implica la siguiente contradicción: las cri'
democracia austriaca). También es parcialmente cierto de las críticas de
sis áe sobreproducción son el mécanismo pre-ciso que permite que la de'
Bauer y Emmanuel. clinación de la tasa de ganancia sea periódicamente süWrad4 -tanto
eo V_ea¡e especialmente su "Anticrítica" en Luxemburg y Bujarin, E/ a través de la desvalorizaCión de la masa global de capital social como a
-
imperialismo y Ia acumulación det capital, ya citado. través de un alza en ta tasa de plusvalor'
150 EL LIBRO SEGUNDO EXPLICACIÓN DE LAS CRISIS DE SOBREPRODUCCIÓN 151
a AIIo+Ie"p] y serámayorque AII,-Io,o-IrorJ. lo correcto o no. Si bien muchas de sus tesis parciales, asi
^[I"+Ip,']
Po¡ lo tanto, parece imposible evadir Ia sobreproducción pe- como su respuesta final, son inadecuadas, ciertamente plantea
riódica de bienes de consumo, así como una baja tendenCial preguntas pertinentes y pone el dedo en los problemas reales
de la tasa de ganancia y de la relación pv acum.lpv total que que el libro segundo no puede responder ni responde. En par-
implica un alto abrupto a la acumulación del capital. ticular, el carácter contradictorio del crecimiento capitalista,
Donald Harris concluyó a partir de los "supuestos" de Marx una discusión que fue estimulada a partir de su obra embrio-
que el equilibrio se obtiene sólo si (en un sistema de valor) naria, La acumulación del capital, no puede simplemente sub-
hay un empleo proporcional de trabajo en los dos sectores, o sumirse en las fórmulas "anarquía de producción" y "despro-
si (en un sistema de precios de producción) hay una relación porcionalidad".ea El lugar específico que ocupan las despropor-
igual de inversión de plusvalor.e2 Sin embar- ciones inevitables entre la producción y el consumo masivo
-acumulación-
go, todos estos cálculos se basan en un malentendido del mé- en la dinámica del capitalismo se debe integrar a cualquier
todo de Marx. Si bien éste supone una tasa igual de explotación explicación general del desequilibrio y la crisis capitalistas.
en ambos sectores (suposición que se basa en el concepto de
un valor de la fuerza de trabaio nacional promedio, pira el
cual existe evidencia empírica bastante fuerte en el capitalismo 11. ¡r Lrsno sEcuNDo DE "EL crprrAL" y LA EXpLrcAcróN poR lr,Innx
desarrollado), no "supone" ni que la composición orgánica del DE LAS cRrsrs cAprrALrsrAS DE soBREpRoouccróN
capital permanecerá igual ni qüe la tasa del plusvalór será la
misma. Su método de aproximaciones sucesivas a las "aparien- Nuestro examen de la crítica de Luxemburg a los esquemas
cias" de la economía capitalista cotidiana lo llevaron -a de reproducción de Marx conduce lógicamente a un exa-
abs-
traer, en una etapa dada de la investigación, a partir de cierto men de su teoría de las crisis, tal y como aparece en el libro
número de variables adicionales, para aclarar ciertos proble- segundo de El capitaf. Es bien sabido que los cuatro libros de
mas preliminares. Esto no tiene nada que ver con "suponer,' El capital que Marx dejó no contienen un análisis sistemático
tendencias históricas. de ese aspecto clave del modo capitalista de producción: la
Finalmente, en el tercer nivel, el del proceso histórico mismo aparición periódica inevitable de tales crisis. En su plan ori-
de la acumulación del capital, Luxemburg parece estar funda- ginal, Marx había reservado un tratamiento completo de este
mentalmente en lo correcto. El capitalismo nació esencialmen- problema para un sexto libro que se ocupara del mercado mun-
te en un medio no capitalista; se ha enriquecido a sí mismo dial y las crisis.es Pero se intercalan consideraciones parciales
inmensamente saqueando ese medio, y el mismo metabolismo a lo largo del texto, especialmente en el libro cuarto (Teorías
de transferencia del valor ha continuado hasta hoy en día. El sobre la plusvalía) y en los libros segundo y tercero. A ellas
capitalismo "puro" nunca ha existido en Ia vida ieal y, como nos dedicareinos aquí con cierta brevedad.
Engels predijo correctamente, nunca existirá porgue .ino Der- er Las versiones "neoarmonicistas" de los marxistas austrohúngaros
mitiremos que se llegue a eso". La revolución rusá de octdbre Hilferding y Bauer se inspiraron claramente en el libro de Tugán-Bara-
y la expansión subsecuente de un sector poscapitalista de la novski, Studien lur Thenrie, ya citado. Pese a que ambos polemizaron
contra Tugán-Baranovski, cayeron bajo el encanto de sus "juegos" mat+
economía mundial indican que el instinto de Engels era correc- máticos con los esquemas de reproducción. La afirmación de Hilferding
to a ese respecto. El análisis de Luxemburg de las formas v et ss magnum opus de 1909, El capital financiero, es especialmente no'
los medios a través de los cuales el capitalismo extrae riquezá table: "Un convenio general que regule la producción social total y por
y valor de las comunidades y clases precapitalistas fue- una consiguiente supere las crisis es, en principio, económicamente imagina-
ble, aun si un estado de cosas social y político tal es una imposibilidad"
impresionante primera contribución a tres cuartos de siglo (op. cit., p.372). Bujarin fue influido por la misma tende¡cia de pensa-
de literatura mundial anticolonialista y antimperialista. No ha miento, como se ve claramente en la afirmación de El imperialismo y
sido igualado en su discernimiento teórico y lucidez econo. la acuntulación del capital (op. cit., p. 204) en el sentido de que, en el
mica.e3 capitalismo, donde la anarquía de producción se ha superado, no habría
riesgo de sobreproducción. Basándose en estos argumentos, Tony Cliff
_
Así, pues, la hoja final de balance de la crítica de Luxemburg y sus discípulos han intentado justificar su uso del .término "capitalismo
debe matizarse. No podemos decir escuetamente que está e; estatal" para definir la economía soviética economía que no ha
sufrido crisis de sobreproducción durante más -unade medio siglo (véase
sz Donald J. Harris,."On Marx's scheme of reproduction and accumula- Cliff, Rassda.' a Marxist analysis, Londres, l9(4, pp, 167-175). Para una cri-
tion", en Journal of Political Economy, vol.80, 192, pp.505ss. tica exhaustiva de la interpretación neoarmonicista del libro segundo de
ss Véase especialmente La acamulacíón del capital, caps, 2?-30.
Et capital, véase Rosdolsky, op. cit,, pp. 53G538 y 545-552.
g¡ Véase Ia parte r de este libro, pp. 2129.
152 EL LIBRO SECT]NDO EXPLICACIÓN DE LAS CRISIS DE SOBREPRODUCCIÓN 153
En el libro segundo plantea Marx varios puntos decisivos lario, pues, bastará con observar que invariablemente las crisis
en relación con las crisis capitalistas de sobreproducción. Pri- son preparadas por un período en que el salario sube de mane-
mero, insiste en el hecho cie que el papel del capital comercial ra general y Ia clase obrera obtiene realiter frealmente] una
como intermediario entre el capitalista industriai y el "consu- porción mayor de la parte del producto anual destinada al
midor final", si bien ayuda a acortar el tiempo de circulación consumo. Desde el punto de vista de estos caballeros del 'sen-
de las mercancías y a acelerar la rotación del capital produc- cillo'(!) sentido común, esos períodos, a la inversa, deberían
tivo circulante, al mismo tiempo disfraza la creciente despro- conjurar las crisis. Parece, pues, que la producción capitalista
porción entre la producción ampliada y la demanda final res- implica condiciones que no dependen de la buena o mala vo-
tante.e6 Con mayor precisión, Marx agrega: "Las épocas en que luntad, condiciones que sólo toleran momentáneamente esa
la producción capitalista despliega todas sus potencias resul- prosperidad relativa de la clase obrera, siempre en calidad
tan ser, regularmente, épocas de sobreproducción, porque las de ave de las tormentas, anunciadora de"vla crisis." ee ¿Existe
potencias productivas nunca se pueden emplear al punto de una contradicción entre estas dos explicaciones? ¿Qué hay de-
que con ello no sólo se produzca más valor, sino que pueda trás de las acusaciones frenéticas de "subconsumismo" al que
realizarse ese valor acrecentado; pero la venta de las mercan- algunos se refieren como una grave "desviación" o enfermed.ad
cías, la realización del capital mercantil, J' Wr ende también vergonzosa y utilizada por algunos de los seguidores de Marx
la del plusvalor, no está lintitada por las necesidades de con- en contra de otros?
sumo de Ia sociedad en general, sin'o par las necesidades consu- En nuestra opinión, no existe ninguna contradicción entre
mitivas 'de una sociedad en la cual Ia gran mayorí-a es siempre los dos conjuntos de comentarios de Marx mencionados antes
pobre y está oondenada q serlo siempre. Esto, sín embargo, sobre las crisis capitalistas de sobreproducción. Lo que recha-
cae d.entro de la sección siguiente." s? El anterior no es más za es la obviedad "liberal" según la cual las crisis podrían
que un eco del famoso pasaje del libro tercero, donde Marx evitarse si, en el período precedente inmediato o en el coinci-
resume su teoría de las crisis, terminando con las siguientes dente con el comienzo de la sobreproducción, el poder ad-
palabras: "La razón última de todas las crisis reales siempre quisitivo en manos de las masas se incrementara significativa-
sigue siendo la pobreza y la restricción del consumo de las mente. Esta visión simplista pasa por encima de dos hechos. En
masas en contraste con la tendencia de la producción capita- el capitalismo, no todas las mercancÍas son bienes de consu-
lista a desarrollar las fuerzas productivas como si solamente mo; una fracción importante de la "montaña de mercancías"
la capacidad absoluta de consumo de la sociedad constituyese total, a saber, los medios de producción, de ninguna manera
su límite." e8 puede ser comprada por los trabajadores, ni se busca que lo
Sin embargo, Marx afirma de manera no menos categórica sea. Por lo tanto, un incremento en las ventas de los bienes
en el libro segundo: "Decir que las crisis provienen de la fai- de consumo, en sí y por sí, no nos dice nada del curso de las
ta de un consumo en condiciones de pagar, de la carencia de ventas de equipo y materias primas. No conduce automática-
consumidores solventes, es incurrir en una tautología cabal. mente a una mayor inversión productiva. De hecho, una redis-
El sistema capitalista no conoce otros tipos de consumo que tribución del ingreso nacional a expensas de las ganancias flo
los que pueden pagar, exceptuando el consumo s¡¿b -t'orma que sería eI resultado de un alza súbita considerable de los
pauperis [propio de los indigentes] o el del 'pillo'. Que las salarios) resultaría en un colapso de la inversión, es decir, de
mercancías sean invendibles significa únicamente que no se las ventas de los medios de producción. Si esto siguiera a
han encontrado compradores capaces de pagar por ellas, y por un período de baja real de Ia tasa de ganancia, entonces la
tanto consumidores (ya que las mercancías, en última instan- acumulación del capital se reduciría ciertamente de una ma-
cia, se compran con vistas al consumo productivo o indivi- nera violenta y la crisis seguiría siendo inevitable. En tanto
dual). Pero si se quiere dar a esta tautología una apariencia se olvide esta correlación básica del ciclo económico con las
de fundamentación profunda diciendo que la clase obrera reci-
be una parte demasiado exigua de su propio producto, y que fluctuaciones a rnediano plazo de la tasa de ganancia, todos
por ende el mal se remediaría no bien recibiera aquélla una los economistas (marxistas o no) que explican la crisis exclu-
siva o principalmente en términos de la relación entre el poder
fracción mayor de dicho producto, no bien aumentara su sa- adquisitivo de lc¡s consumidores y el ingreso nacional son ver-
so Véase El capital, n/4, pp. 8G87. daderamente culpables de "subconsumismo", es decir de una
ez Véase El capital, fi/4, p. 387, nota. Las cursivas son mÍas.
gs Véase
eE El capital, rn/7, p. 623. El capital, ui5, p. 502.
EL LIBRO SEGUNDO EXPLICACIÓN DE LAS CRISIS DE SOBREPRODUCCIóN 155
r54
de la sobreproduc- lismo hecho de que el plusvalor incorporado a las mer-
teoría unilateral y por consiguiente errónea cancías-elsólo puede realizarse si son vendi.das a su valor-
- y ello ciclo
ción económico'loo
la teotia-opuesta S99 !e concen' implica la presencia de una contradicción insoluble en un pun-
F.io mismo se aplica a entre los to dado de la reproducción ampliada. Cualquier medida que
t.á .""l"rita o frincifalmente en la "desprop-orción" trate súbitamente de invertir la baja en la tasa de ganancia
dos sectores, que e*piica las crisismgdi-ante la anarquía de la
de establecer espon- provoca una contracción en el mercado de los "consumidores
iio¿"..i0" í lá ¿ifi*ltad (imposibilidad.)
-
( como si el "capita- finales". Y cualquier intento de invertir esa contracción acen-
iñ;";;;;; iut';ptopot"iones correctas" . ¡

"cártel- ge-neral" pudieran evitar,las


túa la baja {9 la tasa de ganancia. El crecimiento capitalista
ñ;;-;E;"iiádr]' o un que el propio Marx y la prosperidad requieren tanto de una tasa crecienté de ga-
iuit"si, se descuida el. h.echo,
entre la tendencia a un nancia (de ganancias realizadas en el momento así como áe
"nrirrij;-p"
2pl¡16,tor de que esta "desproporción" ganancias adelantadas) como de un rnercado en expansión
á'"rárráf" iüniitado de las fuerzas productivas y la_s estrechas (como realidad presente y tendencia futura). Pero lJ coinci-
r"siri.cio""s impuestas al consumo porespe-cífica
el mo_do burgués de
de desequi- dencia de estas condiciones nunca puede ser permanente por-
áistribución, es én sí misma una fuente que las fuerzas mismas que Io hacen posible en un moménto
de las "relaciones de
iilri";;;;;"tonomía de la perturbación Los propugnadores de este dado del ciclo económico operan hacia su ruina en una etapa
;;;iiib;-" entre los dos seétores. como Tugán-Baranovski'.e.1 subsiguiente.los En ese sentido, las crisis de sobreproducción
;;;;; vista olvidan también,
;;ááiptopot.ionismo" puro' que el crecimiento ili- son inevitables en el capitalismo. Incluso según las hipótesis
;;A;; áet más optimistas, "las políticas anticíclicas" sóló pueden ieducir
'rJüá, Jáf sáctór I conduce a un crecimiento más rápido de la su rango temporalmente; no pueden impedir que la .,modera-
lip""la"a productiya del sector II (aunque palabras'
no necesariamente
que en el capita- ción" misma obtenida durante un período conduzca, a largo
en la misma proporción); en.otras
producción nunca pueden plazo, a efectos laterales más explosivos (tales como el movi
iil; i;; reláciones mercantiles de
miento acumulativo de inflación o el crecimiento precipitado
.*un.ipá.r" totalmente de las ventas al pqloi' consumidor final.'o3
son tan erró- de la carga de la deuda empresarial).106
Ñ;-ñ;;;.ías del "desproporcionismo
,'su6consumismo P]rro". Las causas bási- La lógica objetiva de las crisis de sobreproducción, conecta-
n"ír *-" las de un
da con la operación de la ley del valor, se aclara a través de
."i ¿" f"r crisis periódicasinevitable de sobrep_roducción son, al mismo
de la tasa de gal-qncia' la una.importante observación de Marx en el libro segundo de El
ññ;;l; úaJa pleri¿aica
y la.imposibilidad .en capital.'0, El equilibrio del proceso de la reproducción am-
u"u.l"!u de ia producción capitalista
pliada presupone que las mercancías se venden a su valor, o,
á. ¿.ruttollar el consumo masivo en correlación
"i'l^"Éii¡rrr"o productivas' con rnayor precisión, al ttalor que tenían en el momento de su
;;;
--óo-o í;;;;tt"iento de las fuerzas
otra parte,loa el curso básico del capita- producción Sin embargo, la dinámica misma de la reproduc-
explicamos en
ción ampliada incluye revoluciones regulares en la tecnologia,
roo El autor marxista más notable de este tipo es Natalie Moszkowska intentos incesantes de los industriales por ganar la lucha cóm-
ti"r-xrir:i-_"d;rru, Krismthmrien, h"g3l .19.35 tcontribución a Ia cri-
cuadernos de Pasado
t'iii,1ii'ioá"rrot de tas crisis, México,Sweezv
\ííi ái'iii" jo. petitiva mediante la reducción de sus costos de producción
;-prJs]en;; rszell, p"io rt;tt Sternburg v.Paul deben ser men- y sustitución creciente de la mano de obra por lai máquinas.
respecto. La lista de. economistas no marxistas
iiá,iiáái"Liitiá;-;"éi" Todos estos fenómenos que se traducen en incrementos regu-
:iliñ;;;ü *uy tu.su i va desde Simonde de sismondi y Malthus lares de la productividad media del trabajo en la mayoría -de
hasta l¡derer Y KeYnes'
ror V{¿5g la nota 94, suPra' los ramos productivos implican una baja tendencial del valor
;;; iti;;e;io;-"iln7ánátates'.., vol. t, pp'.373402; reorías sobre ta de cada m€rcancía. Bajo esta luz, las crisis de sobreproducción
olusvalía, parte ilI, pp. tZOtZl' Úéase
también Elementos fundantenta-
no son otra cosa que los mecanismos objetivos a través de
i¿s..., vol. l, P. 80. los cuales se logra el ajuste de los precios del mercado a los
ro3¡¡Qf¡o tanto ocurre con la demanda, suscitada- po-r la producción
?'""'á"iÉfl
n5üil,:rf.ffilliiidlT"?*'"?l':!::'"üT'#Jrl1fi 'Till
el carbón, Ias materias g-rasas, el j-abón,.etc'
105 Entre ellas deben incluirse no sólo los factores económicos "puros"
áü"iiá"", sino también el entrelazamiento del ciclo económico con el ciclo parcial-
É:;;'E;ñá;' puüu-iione los,valores 9e cambio' es adecuada v
"r*"ió"qrr""ofo."ni"tr mente autónomo de la lucha de clases.
intercambien entre sí mis'
suficiente siempre y cüináo'los prod'ctoresproducto final encuentra su ro0 $gf¡g las raíces, funciones y consecuencias de la inflación perrna-
il'á1.'Sii-i"áá¿ó"u.iOt iJ revela no bien .el.(Elementos n€nte en e1 capitalismo cnntemporáneo, véase el cap, 13 de mi Ef -capita-
límite en el consumo ¿iieito y definitivo" lundamentales"', lismo tardío, ya citado.
vol. l, pp. 374-375)'
'-;;;T;;¡a¿o 10? Véase El capítal, s/4, p. 84.
die'ecotnmía marxista' vol' 2' p' 146'
15ó EL LIBR,O SEGLTNDO CIRCT]LACIóN MONE-TARIA, CAPITAL Y ATESORAMIENTO I57
valores mercancia decrecientes.lo8 El capital sufre por consi- 12. re crncrrucróN t\,roNETARrA, EL cAprrAL DTNERARTo
guiente pérdidas importantes (desvalorizaciones del capital), Y EL ATESORAMIE}{TO DE DINERO
ya sea directamente, a través de la reducción en ei valor dei
óapital mercantil, o indirectamente, a través de la quiebra y Uno de los aspectos más "modernos" del análisis de Marx es
el cierre ,le las empresas []enos eficientes. el tratamiento, en el libro segundo, de la dialéctica del "dinero
Marx subraya además en el libro segundo de El capital que mercancía" y su correlación con los problemas relativos a la
existe un nexo entre el ciclo económico y el ciclo de rotación reproducción del capital social y el ciclo económico. Aquí,
del capital fijo que difiere de ese del que se habla comúnmen- Marx anticipa fundamentalmente la problemática keynesiana
te de la determinación gr'osso modo de la amplitud del primero del atesoramiento del dinero, o sea el retiro de dinero del pro
mediante la del segundo. EI gasto del capital fijo es disconti- ceso de circulación productiva (es decir, la circulación enca-
nuo en un doble sentido. Las máquinas no son sustituidas minada a la realización y reproducción del plusvalor). Marx
pieza por pieza (excepto, desde luego, en lo que se refiere a parte del supuesto de que, para que el proceso de reproducción
las reparaciones normales) sino in toto, digamos, una vez cada fluya suavemente, todo el ingreso generado en el proceso de
seis o siete años. Su sustitución tiende a ocurrir al mismo producción debe gastarse en las mercancías producidas. Cual-
tiempo en numerosos ramos clave interconectados de la indus- quier poder adquisitivo adicional inyectado al proceso de re-
tria, precisamente porque el proceso no es sólo, ni en esencia, producción en un punto dado debe ser expulsado en otro pun-
una función del uso y desgaste físico,1Oe sino más bien una to, si el proceso ha de continuar de una manera equilibrada.
respuesta a los incentivos financieros para introducir tecnG Ahora bien, sucede que el funcionamiento mismo del modo
logia más avanzada. (Los criterios principales del cálculo de capitalista de producción conduce a un atesoramiento perió-
ganancias están aqui: disponibilidad de suficientes reservas dico del capital dinerario. Ya nos hemos enfrentado a este
áe capital dinerario, tasas y expectativas de ganancias crecien- problema en relación con Ia renovación discontinua del capi-
tes y1a existencia o anticipación.{e una- súbita expansión del tal fijo. Marx apunta que las expansiones y contracciones su-
mercado.) Estos incentivos coinciden sólo en un cierto punto cesivas del tiempo de circulación de las mercancías
con el ciclo económico; pero cuando esto ocurre, sigue una -relacio
nado con las fases del ciclo económico- resulta en expansiones
inversión masiva para la renovación del capital fijo. Esto a su y contracciones periódicas del capital dinerario comparándolo
vez establece una dinámica de acumulación del capital y creci- con el capital productivo. De la misma manera, el acortamien-
miento económico acelerados, junto con una rápida expansión to o alargamiento del propio proceso de producción (por ejem-
de mercados, que conduce finalmente a un incremento en la plo, el incremento o reducción del peso, dentro de la mezcla
composición orgánica del capital, una baja tendencial de la tasa total de productos, de aquellas mercancías que requieren un
de ganancia y una tendencia a retardar la inversión y la reno- tiempo amplio de producción) da lugar a la contracción o ex-
vación del capital fijo. pansión del volumen del capital dinerario en circulación. Cuan-
La renovación discontinua del capital fijo es, así, uno de los to más corto sea el tiempo de producción, más rápida será la
determinantes clave del ciclo económico. La dificultad se hace rotación del capital productivo mismo y más pequeñas serán
más compleja por el hecho de que la capacidad productiva las reservas de dinero que los capitalistas tienen que lanzar a
de la subrama del sector I que produce los medios de produc- la circulación para cubrir Ia nómina de salarios y sus propias
ción para la producción de medios de producción debe normal- necesidades de consumo hasta que las mercancías manufactu-
mente estar ligada a la demanda general para la renovación radas en sus fábricas sean terminadas y vendidas. A la in-
del capital fijo (al menos en su promedio social). Así, si bien versa, un alargamiento del tiempo de producción resultará en
esta subrama puede ser rebasada por la demanda pico en el un alargamiento del tiempo de rotación del capital, y un in-
momento de "sobrecalentamiento", sufrirá de una capacidad cremento en las reservas de capital dinerario e ingresos de di-
no utilizada durante una parte considerable del ciclo econó- nero que tienen que inyectarse en el proceso de circulación
mico.rlo para mantener el consumo hasta que la producción y venta de
108 El valor decreciente expresado en precio del oro y no, desde luego, las mercancías se complete.111
en oapel moneda inflacionario. Más generalmente, el flujo armónico de la reproducción
ro.q EI desgaste "moral" del equipo lobsolescencia) antecede general-
mente al deirumbe "fisico", dent¡o del capitalismo, dada la presión de académica se apropió posteriormente de esta contribubión esencialmente
la competencia y ei proceso técnico aceleradr¡. marxisla a Ia teoría del ciclo económico.
:ro yl¿5s EI capital, ttl1, pp. 568'572. Desde luego, la teoría económica 111 Véase EI capital, rtl4, pp.345-34ó,352-355.
EL LIBRO SEGUNDO
CIRCULACIÓN MONETARIA, CAPITAL Y ATESORAMIENTO 159
158
lizada de mercancías. De hecho, Marx habÍa argumentado lo
ampliada se ve constantemente arnenazado (no permanente' mismo sesenta y cinco años antes en el libro segundo de El ca-
mente alterado, desde luego) porque siempre hay capitalistas pital. Pero su comprensión de los mecanismos fundamentales
que compran sin vender y otro,s que venden sin comprar_.- Se del modo capitalista de producción demostró ser más profun-
fetira continuamente dinero de la circulación y se inyecta dine' da que la de Keynes, porque Marx fue un paso más adelante
ro adicional continuamente. Sólo cuando estos movimientos al distinguir entre inversión productiva (es decir, inversión
se cancelan más o menos entre sí, no entrará en conflicto el que conduce a una producción incrementada de plusvalor) e
carácter parcialmente autónomo del flujo del dinero con la ne- inversión "improductiva" (que no puede aumentar directa-
cesidad d? realizar el valor total de las mercancías producidas' mente la riqueza social y el ingreso real totales, sino sólo con-
Si bien el sistema bancario se esfuerza objetivamente por lo- tribuir indirectamente a una reasignación y un redespliegue
grar ese equilibrio (y representa así una fuerza de contabilidad de los recursos existentes). Después de todo, construir pirá-
I centralización social superior a cualquier logro que la pro- mides y excavar canales para rellenarlos de nuevo no tiene
fieaaa privada pudiera alcatuar en el área de la producción), el mismo efecto sobre el crecimiento económico, la acumula-
óarece de los medios para asegurar un equilibrio automático ción de capital y la reproducción ampliada que construir nue-
y continuo. Aquí aparece una causa adicional de la disconti vas fábricas y abrir nuevos campos petroleros, Comprar bonos
nuidad o interrupción de la producción ampliada causa
del gobierno para financiar la construcción de pirámides es
que, aunque derivada a partir de- los fenómenos -una monetarios,
evidentemente un tipo diferente de actividad que la inversión
está desde luego arraigada esencialmente en la naturaleza con- de capital productivo.lla
tradictoria de la mercancía y de la producción de valor y A partir de los elementos del análisis monetario dispersos
plusvalor. a lo largo del libro segundo es posible identificar, dentro del
De ahí se sigue que una serie de proporciones, adicionales marco de la teoría económica marxista, cuatro causas claras
a las que emergen prima facie de los esquemas de reproduc- del alza en los precios de lns mercancías. Estas causas son las
ción, desempeñan un papel importante en la amplificación, si siguientes:
no en el desencadenamiento, del ciclo económico. La forma en af Una caída de la praductividad media del trabajo en una
que la masa monetaria se divide entre el dinero circulante y rama.dada de productos (por ejemplo, en ciertas ramas agríco-
dl atesorado ' 1'12 la forma en gue el dinero circulante se divide las o mineras, donde un descenso en la fertilidad natural no
entre el capital dinerario en circulación y el ingreso circulan- se ve por completo equilibrado por el progreso tecnológico);
te; la forma en que el dinero atesorado se divide entre el capi- los precios subirían entonces como resultado de un incremento
tal productivo latente (potencial) (es decir, capital dinerario en el valor de mercancías particulares (es decir, en la canti-
que tenderá a contribuir a la producción incrementada del dad de trabajo socialmente necesario para su producción).
plusvalor) y el capital que es atesorado má-s o menos perma- bl Un incremento súbito en la productittidad del trabajo en
ñentemente (es decir, retirado tanto de la esfera de producción Ia industria minera del oro (y por tanto un descenso en el
como de la esfera de circulación 'de merconcias), todas estas valor del oro); si todo lo demás permanece igual, Ia misma
proporciones influyen significativamente en el volumen y ritmo masa de mercancías sería cambiada por una cantidad mayor
de la acumulación del caPital."a de oro (producido por la misma cantidad de trabajo que an-
Keynes estaba en 1o cierto cuando descartó el supuesto de tes). En otras palabras, el precio áureo de las mercancías au-
una ocupación plena más o menos permanente de la fuerza mentaría.
de trabájo y el capital (o, al menos, la hipótesis de que se
podía lograr automáticamente a través de la operación de las ru p¿¡f Mattick (Marx and Keynes, Londres, l!ló9) no aclara el pro-
iuerzas del mercado). Tuvo también razón en apuntar que el blema por un uso confuso del concepto "producción de desperdicios".
"Desperdicio" en el sentido de productos que no entran en el proceso de
capital o ingreso no gastado (es decir, atesorado) es una fuen' reproducción y "desperdicio" en el sentido de productos invendibles no
te importante del desequilibrio y subempleo de los recursos son de ninguna manera concepto6 idénticos. Los productos suntuarios
produitivos en una economía basada en la producción genera- son *como las armas- mercancías, y encuentran compradores. Las obras
públicas y otros despliegues infraestructurales no se llevan a cabo te.
al4, niendo a la venta en mente, sino para acelerar la rotación del capital
112 Véase El capítal, pp. 219-220.
y por consiguiente incrementar indirectamente la producción de plus-
1r3 En su libro más reciente, Emmanuel subraya correctamente el pa' valor. Sin embargo, las pirámides y los canales excavados y luego relle-
nel del atesoramiento en la teoría de las crisis de Marx. Usa la expresión
iortoir d'achat (deseo de compra) en oposición a pouvoir d'achat (poder
nados son puro desperdicio
-no son ni mercancías en venta ni medios
de acelerar la rotación del capital.
de compra) (Ia ganancin y lai crisis, cit., pp. ó2 ss.).
1ó0 EL LIBRO SEGUNDO CRECII\{IENTO Y CRISIS 1ó1

cf Una temdencia ascendente de las fluctuaciones de precios mercancías a su valor permite que la ganancia se realice v se
en el mercado alrededor de un eje irnlterado de valores. Esto acumule el capital. Más capital engendra más plusvalor, el qi:e a
puede ocurrir, aun cuando la moneda áurea permanezca esta- su vez engendra más capital. Los obstáculos en el caminó ha.
ble y no haya inflación de papel moneda, en esa precisa etapa cia la autoexpansión la permanencia forzada de las
del ciclo económico marcada por la contracción periédica de mercancías en la esfera -como
de la circulación o el carácter prolon-
la parte atesorada del dinero en comparación con la parte gado del proceso mismo de producción- son barridos-por el
circulante. alud gracias a la división social del trabajo dentro de Ia clase
dl Un movimiento in't'lacionario de los símb.olos monetarios. cap_italista; la aparición del capital comercial y bancario y la
En este caso, una cantidad constante de oro, que se cambia lucha constante por acelerar el transporte de mercancías ésta-
contra la misma cantidad de mercancías que antes sobre la blecen un sistema mundial de comunicaciones y reducen Ia
base de una cantidad inalterada de trabajo socialmente nece- extensión del proceso de circulación a un mínimo. Una inmen-
sario, se representa ahora por una suma mayor de símbolos sa montaña de mercancías se distribuye a una velocidad ver-
de papel moneda (o de dinero bancario, dinero crecliticio).1rá tiginosa alrededor del globo, de manera que una marea reeJt.r-
larmente creciente de valor (capital dinerario) se pueda cón-
centrar en manos de un porcentaje cada vez menor (si no
13. cnrcrurrNTo y cRrsrs necesariamente en números absolutos contraídos) de Ia pobla-
ción activa del mundo. Los amos verdaderos de hoy ie en-
El "merrsaje" central del libro segundo, como el del iibro pri- cuentran probablemente en no más de mil o dos mil empre-
mero, se refiere a un proceso aterradoramente dinámico. El sas en todo eI mundo.118
libro primero indica por qué el capital, por su esencia misma, ista búsqueda frenética de riqueza adicional para crear aún
es valor en búsqueda perpetua de valor adicional, producido más riqueza se divorcia crecientemente de las-necesidades e
por los trabajadores en el proceso de producción. La sed in- intereses humanos básicos, se opone crecientemente a la ,,pro
saciable de plusvalor es el notor fundamental del crecimiento ducción de una rica individualidad" y al "desarrollo enrique
económico, la revolución tecnológica, el gasto en "investiga- cedor de las relaciones sociales" que abarque a todos los-se-
ción y desarrollo", las mejoras de las comunicaciones, "la a¡ru- res humanos. Pero el proceso no puede continuar suave e in-
da al tercer mundo", ia promoción de ventas y la investiga- interrumpidamente: el capital carece de poder para superar
ción de mercados. Una búsqueda correspondientepara alcanzar las contradicciones básicas de la mercancía y la propiedad
un enriquecimiento individual aparece en el núcleo de todos privada. De ambos lados, las contradicciones de la producción
los niveles de la sociedad burguesa, junto con una creciente por sí mismas (es decir, la producción para aumentar las ga-
enajenación de los trabajadores y los seres humanos todos y nancias de los propietarios de los medios de producción más
una amenaza creciente de que las fuerzas de producción se importantes) deben conducir a una descarga periódica de
transformen en fuerzas de destrucción. Paradójicamente, la grandes convulsiones sociales y económicas.
humanidad pierde crecientemente el control sobre sus propios Siguiendo la explosión social iniciada en el mundo occiden-
productos y la tarea productiva, en el momento mismo en que rr8 pg5dg luego, esto no quiere decir que cientos de miles de peoueños
su dominio sobre la naturaleza y las fuerzas naturales parece empresarios capitalistas, y los varios millones de familias cabitálistas
desarrollarse a grandes saltos.r16 rentistas, no sean,parte del mundo burgués, sino simplemente que no
En el libro segundo de El capital seguimos a las mercancías, gobiernan los medios decisivos de producción ni toman las decisiones
que contienen el plusvalor producido por los trabajadores, en clave en inversiones. La sociedad burguesa tiene Ia forma de una pirá-
mide donde la cima de monopolistas no puede sobrevivir sin el apoyó de
sus viajes fuera de la fábrica. Se desencadena un "movimiento diferentes capas de la gran burguesfa y de la burguesÍa media v iui par-
en espiral" del crecimiento verdadero alud.l1? La venta cle tidarios (así como sin el apoyo, al menos parcial, de sectores de la peóue-
-un ña burguesía). La idea de que el capitalismo puede ser abolido aI elimiiar
115 Karl Marx, Cantribución a la crítica de Ia economía polítíca, Méxi- solamente a los monopolistas no toma en cuenta el hecho de que el capi-
co, Siglo XXI, 1980, pp. 99-1ü. Véase también Etementos fundamenta- talismo crece inevitablemente a partir incluso de la pequeña producciiin
les..., vol. l, pp.44-45 y 148-119. de mercancías donde las condiciones de la circulación monétaria v la
116 Esta dominación sobre la naturaleza toma crecientemente la forma extendida propiedad privada de los medios de producción prevalecen. Si
de destrucción (Raubbau) de la naturaleza, como se muestra en las ame- un sector significativo de empresas capitalistas de mediano tamaño se
nazas al equilibrio ecológico. mantiene (¡y algunos de los capitalistas "no monopólicos" son más bien
rrr [{¿¡¡ y Luxemburg tomaron prestada la imagen de la espiral como de gran. escala!), entonces el capitalismo no sólo sobreüviría, sino que
expresión de la forma del desarrollo capitalista de Simonde de Sismondi. florecerÍa y abriría el camino a la formación de nuevos monopolios.-
162 EL LIBRO SEGUNDO

tal por el movimiento de mayo de 19ó8 en Francia, la severa III


recesión generalizada de 1974-19751ls ha confirmado el análisis
básico de Marx. El crecimiento capitalista no puedo ser sino EL LIBRO TERCERO
desigual, desproporcionado e inarmónico. La reproducción am-
pliada necesariamente da lugar a la reproducción contraída.
La prosperidad conduce inexorablemente a la sobreproduc-
ción. La búsqueda de la piedra filosofal que permitiera a la
economía de mercado (o sea la propiedad privada, o sea
la competencia) coincidir con un crecimiento equilibrado y
consumo masivo para desarrollarse al paso de la capacidad Si el libro primero de El capital es el más famoso y difundido,
productiva (pese al afán de los capitalistas por forzar la tasa y el segundo el desconocido, el tercero es el más controver-
de explotación), esta búsqueda continuará mientras el sistema iido. Las discusiones comenzaron incluso antes de que apare'
sobreviva. Pero ya no será coronada por el éxito como lo ha ciera, como lo indica Friedrich Engels en su prólogo' Después
sido a lo largo de más de siglo y medio. El único remedio po- de la publicación hecha por éste en 1894 continuaron, princi'
sible para las crisis económicas de la sobreproducción y las palmente en forma de crítica de las doctrinas económicas de
crisis sociales de la lucha de clases es la eliminación del capi- Marx por el economista austriaco Eugen von Bóhm-Bawerk,
talismo y la sociedad de clases. No se hallará ninguna otra dos años después.l Desde entonces no han cesado; difícilmente
solución, tanto en la teoría como en la práctica. Esta asom- pasa un año sin alguna tentativa de refutación de cualquiera
brosa predicción hecha por Marx ha sido corroborada por la áe las tesis principales del libro tercero, o de señalamiento de
evidencia empírica desde que se escribió El capital. No hay supuestas discrepancias con el primero.2
señales de que los desenvolvimientos presentes o futuros lle- No es difícil descubrir la razón de esta insistencia polémica.
guen a contradecirla. El libro primero se concentra en la fábrica, la producción de
plusvalor y la necesidad de los capitalistas de aumentar su pro-
ducción constantemente. El libro segundo se concentra en el
mercado y examina los flujos recíprocos de mercancías y dine-
ro (capacidad adquisitiva) que, al realizar sus valores,, permi-
ten a la economíá reproducirse y crecer (exigiendo al mismo
tiempo una división proporcional
-de tanto de las mercancías en
diferentes categorías valor de uso específico como de los
flujos de dinero en poder adquisitivo para mercancías e-spe-
cífícas).s Si bien estoa libros contienen una tremenda cantidad
de dinamita intelectual dirigida contra la sociedad burguesa
y su ideología dominante -con todo lo que implica para los
ieres humanos, y en particular para los trabajado-res- no dan
ninguna indicación piecisa sobie el modo como las contradic'
r Eugen von Bóhm-Bawerk, Karl Marx and the end of- his system'
Nueva York, 1949 lla conclusión del sistema marxiatto, cit.l.
z Algunos ejemplos recientes: Ian Steedman, A-?r, atter-Sraffa, Lon'
dres, l9?7; Anihony Cutler, Barry Hindes, Paul Hirst y.Athar Eg.s-eto'
Marx's "Capital" and capitalism today, 2 vols., Londres , \977--y 1!78; I¡s
z"k Kolakowski, Main carrents of Mdrxism, vol. r, Oxford, 1978 [Ias prin'
cipales corrierttes del marxismo, vol. I : I-as fundadores, Madrid, Alian'
za,'s19801.
Se ha adoptado la expresión "flujos dinerarios" para incluir,-además
rre Vd¿ss el último capítulo de mi El capitalismo tarilío y mis artícu- de los "ing¡e5ds", eI capiial dinerarió de-stinado a reconstituir el.capital
los sobre la recesión generalizada de la economía capitalista internacional constante,á recoástituif el capital variable (que s-e invierte como ir-r-greso
en Inprecor (ló de enero, 5 de junio y 18 de diciembre de 1975 y 15 de para los frabajadores, pero que debe regresar en forma de capital dinera-
septiernbre de 196). rio a los industriales) y a expandir tanto c como t'
t 1ó31
164 EL LIBRO TERCERO EL PI*AN DEL LIBRO TERCERO 1ó5

ciones internas del sistema preparan el terreno para su final esas cuestiones en una visión general del sistema capitalista,
e inevitable caída. pero no contiene una teoría del mercado mundial plenamente
El libro primero sólo nos muestra que el capitalismo pro desarrollada, de la competencia (nacional e internacional) ni
duce su propio enterrador en la guisa del proletariado moder- de las crisis industriales. Muchas de las
no, y que dentro del sistema se agudizan las contradicciones.
-especialmente-
contloversias referentes al libro tercero de El capital se deben
El libro segundo indica que el capitalismo no puede alcanzar justamente a la forma incompleta las razones que aca-
una reproducción continuamente ampliada; que su crecimiento bamos de indicar- de algunas de las -por
teorías que contiene.
adopta la forma del ciclo industrial; que su eql¡ilibrio es sólo Pero la razón fundamental de la amplitud y duración de esas
producto de desequilibrios que reaparecen continuamente; que polémicas es el hecho de que el libro tercero intenta responder
las crisis periódicas de superproducción son inevitables. Pero a la pregunta "¿Adónde va el capitalismo?" Se propone mos.
el modo preciso como esas contradicciones (y muchas otras) trar que las crisis son parte intrínseca ("inmanente") del sis-
se relacionan entre sí, de manera que las leyes del movimiento tema; que ni los esfuerzos de capitalistas individuales ni los
básicas del modo capitalista de producción llevan a crisis ex- de las autoridades pirblicas pueden evitar que estallen crisis.
plosivas y a su derrumbe final, no está elaborado en detalle Intenta mostrar que mecanismos intrínsecos, que no es posi-
én esos primeros volúmenes. Son etapas iniciales en un análi- ble supefar sin abolir la propiedad privada, la competencia, la
sis cuyo objetivo final es explicar cómo opera concretamente ganancia y la producción de mercancías (la economía de mer-
el sistema -tanto en "esencia" como en "apariencia". cado), llevan necesariamente a un derrumbe final. No hace
Ese tipo de explicación de la economía capitalista en su to- falta subrayar que este veredicto es intolerabie para los capita-
talida.d es precisamente el propósito del libro tercero. Sin em- listas y sus defensores. También podemos estar seguros de que
bargo, no está completa. En primer lugar, Marx no dejó un resulta igualmente desagradable para economistas "neutrales"
manuscrito terminado del libro, de man€ra que faltan seccio- que, a pesar de sus afirmaciones de objetividad, en realidad
nes importantes. Es seguro que la inconclusa sección séptima, dan por sentadas la permanencia y la preferibilidad de la pro
que termina con el apenas empezado capítulo tlt sobre las cla- ducción de mercancías y la economía de mercado
ses sociales, hubiera aportado un nexo fundamental entre el cosas determinadas por la naturaleza y correspondientes -como
a los
contenído económico de la lucha de clases entre el capital y intereses de la humanidad. Finalmente, las discusiones teóri-
el trabajo, desarrollada extensamente en el libro primero, y su cas y las luchas políticas trabadas sobre y en el movimiento
desenlace económico general, parcialmente esbozado en los obrero desde fines del siglo xrx han confirmado reiteradamente
capítulos xr y xv del libro tercero.4 En segundo lugar, el libro que plantean problemas graves para los filántropos y los re'
tercero lleva el subtitulo de "El proceso global de la produc- formadores sociales que, aunque comparten la indignación de
ción capitalista". Pero, como ya sabemos por el libro segundo, Marx ante la pobreza y miseria masiva que provoca el funcio-
Ia totalidad del sistema capitalista incluye la circulación ade- namiento espontáneo del sistema, piensan que es posible eli-
más de la producción. Para completar un examen del sistema minar la pobreza sin deshacerse del sistema mismo' Es decir
capitalista global, El capital tendría que incluir además otros que hay serias razones sociales por las qtle el libro tercero
volúmenes referentes, entre otras cosas, al mercado mundial, tenía que provocar el furor que indudablemente provocó.
la competencia, el ciclo industrial y el estado. Todo esto estaba
incluido en el plan de Marx para EI capital, y no hav ninguna
indicación de que lo haya abandonadoi s por el contrario, hay EL PLAN DEL LIBRO TERCERO
aquí pasajes que confirman que pospuso el examen detallado
de esos problemas para volúmenes posteriores que desdichada- El libro tercero está construido con el mismo rigor lógico de
mente no llegó a escribir.s El libro tercero ofrece valiosos sus predecesores. El problema sustantivo que Marx intenta
indicios de cómo se hubiera planteado Marx la integración de elucidar aquí no es el del origen de las dos categorías básicas
r Véase la carta de Marx a Engels del 30 de abril de 1868, en Marx/ de ingresos: salarios y ganancia. Ese problema se resolvió en
Engels, Correspondencia, Buenos Aires, Cartago,1973, p.205, donde indica eI libro primero. Lo que quiere aclarar aquí es cómo sectores
su plan para el libro tercero: "t...1 e'h conclusión, la lucha de clases, don- específicos de la clase dominante participan en la distribución
de se descompone el movimiento y la descomposición de todo el embro- de la masa total de plusvalor producida por los asalariados
llo" (traducción corregida) productivos, y cómo se regulan esas categorías económicas
s "sobre el plan inicial de Marx para EI capital,véase supra, pp.23-30.
o Véase El capital, t. rrt/6, pp. 136, 248, 398, etc. específicas. Su indagación se refiere fundamentalmente a cua-
EL LIBRO I-A NIVELACIÓN DE LA TASA DE GANANCIA r67
t66 TERCERO

tro de esos gn¡pos de clase dominante: capitalistas industria- La lógica fundamental de EI capital de Marx se despliega
les; capitaüstas comerciales; banqueros; terratenientes capita- en toda su majestad una vez que integramos la estructura del
listas.r-Por lo tanto, en el libro tercero aparecen cinco catego' libro tercero en la de los libros primero y segundo. El dia'
rías de ingreso: salarios; ganancias industriales; ganancias grama da una representación esquemática de su contenido ge'
comerciales (y bancarias); intereses; renta de la tierra. Marx neral y cohesión global.
reagrupa estas cinco en tres categorías básicas: salarios, ga'
nancias Y renta de la tierra.
Pero para analizar las distintas partes en que se divide la LA NIVELACIóN OS TE TASA DE GANANCIA
masa total de plusvalor hay que dar toda una serie de pasos
intermedios. Es preciso distinguir la tasa de ganancia -como En el libro primero, Marx mostró que sólo el trabajo vivo pro-
catesoría analítica separada- de la tasa de plusvalor, e identi' duce plusvalor; desde el punto de vista del capitalista, la frac-
ficar-los varios factoies que influyen en esa tasa de ganancia. ción del capital que se utiliza para comprar fuerza de trabajo,
Es preciso descubrir la tendencia hacia una nivelación d.e la no la destinada a la compra de edificios, maquinaria,- materias
tasá de ganancia de todos los capitales, independientemente primas, energía, etc. Pof esa razón Marx llamó 'varíable a la
de la cantidad de plusvalor que produzca el capital variable primera fracción del capital y constante a la segundu. 4 p4'
"propio" de cada uno, es decir los asalariados productivos que inera vista parecería qué cuanto mayor sea la proporción de
emolean productivamente. Y de estas dos innovaciones con- capital que cada ramo de la industria gasta en,salarios-, mayor
ceptuales-se deduce la pieza central de todo el libro: la baia seiá su tasa de ganancia (la relación entre el plusvalor pro
tehdencial de Ia tasa general de gannncia -en ausencia de ten- ducido y la cantidad total de capital invertido o gastado en la
dencias contrarias equivalentes. Tras deducir la ganancia en producción anual). Sin embargo, esa_ situación sería contraria
seneral del plusvalor en general, Marx continúa mostrando á ta tógca básica del modo capitalista de producción, que
óómo la ganancia misma se divide en ganancia empresarial (ya consiste en expansión, crecimiento, reproducción ampliada, a
sea en É industria, los transportes o el comercio) e interés, través de la sustitución del trabajo vivo por trabajo muerto:
es decir, la parte del plusvalor destinada a los capitalistas a través de un aumento en la composición orgánica del capital,
nropietarios de capital dinerario y que se limitan a prestarlo en que una parte creciente del gasto total de capital se pr-o,
i empresarios. Finalmente, la masa ytotal de plusvalor que se ducé en forma de gasto por equipos, materias primas y energla,
divid¿ entre todos los empresarios prestamistas se reduce antes que por salarios. Esta lógica básica es resultado tanto
oor la introducción de la categoría de plusganancia (plusvalor de h cómpetencia (puesto que la reducción del precio d9 co¡'
bu" no participa en el movimiento general de nivelación de la to, por lo-menos a furgo plázo, es función de una maquinaria
tása de-ganancia). Las razones por las que puede surgir esa cadá vez más eficiente, es decir del progreso técnico que es
oluseanancia se estudian en detalle para un caso especial, el esencialmente ahorrador de trabajo) y de la lucha de clases
he lá renta de la tierra. Pero Marx deja bien claro, especial' (puesto que, también a largo plazo,la única manera como el in'
mente en los capítulos x y xrv, gue la renta de la tierra no es ciemento de la acumulaciórr de capital puede impedir que la
sino un caso de un fenómeno más general. Por lo tanto, está mano de obra escasee y por lo tanto se produzca un aum,ento
iustificado decir que la sección sexta del libro tercero se constante del nivel del salario real, que terrr.rinaría por reducir
iefiere en realidad al problema más general del monopolio que sensiblemente la tasa de plusvalor, consiste en acumular una
da origen a la plusganancia. En su teoría de la plusganancia parte cada vez mayor del capital 9n forrr¡a de capital constan'
Marx anticipa toda la teoría contemporánea de precios y ga' ie fijo, es decir, én sustituir trabajo vivo por maquinaria).
nancias monopólicos, y es mucho más claro con respecto a sus Además, la evidencia empírica confirma en forma abrumadora
orísenes que la mayoría de los economistas académicos que que los ramos de la próducción más-jntensivos de mano de
a ló Urgo del siglo xx han tratado de elucidar los misterios óbru q.t" otros generálmente no realizan tasas de ganancia
del monoPolio.s más altas.
La conclusión que extrae Marx es pues la siguiente: en un
¡ Los terratenientes capitalistas, contrapuestos a los feudales y semi'
feudales, son los que se limitan a arrendar tierras a a-gricultor-es capita' véase por ejemplo: Joe Bain, Barriers -to new competitian, 9amPridge,
iistáJ o independiéntes por dinero, sin ningrln tipo de servidumbre o ni'uiJ.,iéso;"puóio Sylos-Labini, otigopolio I prosresso tecnia,-Turínr.l%4
vínculo de tipo feudal o semifeudal.
'--iEntre
loi economistas académicos que se ocupan -de monopolios y ih;t';á: éiúñ"iÍ; RoErt úorfñán, pric-es and markets, Nueva York,
"ti
oligopolios desde el punto de vista de la búsqueda de plusganancias,
1967.
I-a hurnaniclacl ascguta
su subsistencia mecliante

valor que asegura el ca-rácter r de uso


social del trabajo privado rne
diante el intercan:bio
apropiación privada de los me
I dios de producción y de vida
-
t
I
trabaio necesario
valor en búsqueda constante realizado por la mano de obra se vuelve una
del incremento en valor (auto- tnercancía
exDansión) G"b"j. r*l"rt^,l. I

I
salarios el plustrabajo se vuelve
que produce

acumulación de capital lucha de clases elemental

I I
I
J
I
J
el cipital
1i
aparece co.
realización de valor y tendencia a las reto- nivelación de las ta-
sas de ganancia; divi- * mo muchos capitales;
de plusvalor (repro- luciones constantes en
sión del plusvalor en competencla
ducción ampliada) só- las técnicas de pro-
lo posible por la venta ducción; incremento ganancias, interescs,
real de mercancías de la composición or- rentas, impuestos
( reDroducción, unidacl gánica del capital
de producción y pro- ft¡erzas contrarias ba-
ccso de circulación) lanceadas, tendencia
general al incremento
en la tasa de ganancia
baja tendencial de la
tasa.general de ga-
nancta

crisis perióciicas lucha de clases de mi


vor nivel: crisis social
v politica
( reprbducciórr
con tracta )
tI
dificultad cleciente cle proforción dominante
mantener Ia eco¡romía de población activa sc
de. mercado, la pro- .r,uelve mano de otrta contradicción crecien-
duccióri .de valor y la asala riada te entre trabajo socia-
realización, bajo colt- lizado y apropiación
I privada
dicionei de automati- tendencia a la centra- ü
zación clecicnle lización creciente del tendencia a la crecien-
capital en cada vez te socialización ob.icti-
menos manos la del trabajo

tendencia al cólapso
del sistema caDitalista

decadencra de la civi- socialismo


lización
170 EL LIBRO TERCERO I,A NIVELACIÓN DE LA TASA DE GANANCIA 17t
modo capitalista de producción plenamente desarrollado y fun- ne que, como el valor es en ultimo análisis una categoría social
cionando normalmente, ningún ramo industrial recibe directa- y no individual, los rarnos de la industria que tienen r¡na com-
mente el plusvalor producido por el trabajo asalariado que posición orgánica del capital inferior al promedio social, obje-
emplea.
-Recibe solamente una fracción del plusvalor gloüal tivamente derrochan trabajo social desde el punto de vista de
producido, proporcional a Ia fracción que representa defcapi- la sociedad capitalista global (es decir, desde el punto de vista
tal global gastado. En detenninada sociedad burguesa (o paíi) de la "igualdad" de los propietarios de mercancías).e Por lo
el plusvalor en conjunto es redistribuüo. Esto da como fesul- tanto, el mercado no devuelve a sus propietarios todo el valor
tado una tasa de ganancia media más o menos aplicable a efectivamente creado durante el proceso de producción en esos
cada ramo de capital. Ramos de producción que tienen una ramos. fnversamente, los rarnos de la industria que tienen una
composición orgánica de capital por debajo del promedio so- composición orgánica del capital por encima del promedio,
cial (es decir que emplean a más trabajadores y gastan más es decir, una productividad social del trabajo superior al pro
capital variable, en relación con el capital global gastado) no medio, objeüvamente economizan trabajo socialmente necesa-
realizan parte del plusvalor producido por "sus" ásalariados. rio. Sus propietarios son recompensados por ello por el mer-
Esa parte del plusvalor es transferida a los ramos de la in- cado, que les adjudica una proporción de todo el plusvalor
dustria donde la composición orgiinica del capital está por producido mayor que la directamente producida por los asa-
encima del promedio social (es decir que gastan en equipos y lariados que emplean.
materias primas una proporción mayor del capital total y en Se han formulado varias objeciones a esta solución. ¿Es
salarios una parte menor, que el promedio social). Sólo los comparable la productividad del trabajo en diferentes ramos
ramos de la industria cuya composición orgánica del capital de producción, en la medida en que éstos no produzcan bienes
es idéntica al promedio social realizan todo el plusvalor pro intercambiables? Esta dificultad puede resolverse de manera
ducido por los asalariados que emplean, sin transferir nada dinámica, es decir comparando las diferentes Íasas de aumento
de él a otros ramos ni recibir ninguna fracción de plusvalor de la productividad del trabajo en diferentes ramos de pro-
producido por otros ramos. Por lo tanto, cada capital recibe ducción a lo largo del tíempo. En forma más general, la com-
uxa parte del plusvalor total producido por el trabajo produc- posición orgánica del capital específica en cada ramo de pro-
tivo que es proporcional a su propia parte en el total-del ca- ducción, que cambia constantemente como resultado de esos
pital social. É,sta es la base material del interés común d,e tod.os cambios en la productividad del trabajo, puede considefarse
los propietarios de capital en Ia explotación del trabajo un índice general, un medio de medición, de la productividad
cual por ello adopta la forma de etplotación colectiva de clase -la social del trabajo.lo En una economía de mercado capítalísta,
(la competencia entre muchos capitales decide solamente el con sus constantes revoluciones en las técnicas de producción,
modo como esa masa total se redistribuye entre los capita- sus constantes desplazamientos de la demanda de una mer-
listas). cancía a otra, sus constantes flujos de inversiones de capital
Este proceso de nivelación de la tasa de ganancia plantea de un ramo a otro, esta suposición es tanto teóricamente sos-
tres series de problemas. ¿Qué relación tiene con la teóría ge- tenible como empíricamente verificable.
neral del valor-trabajo? ¿Cuáles son los mecanismos concret-os Pero ¿no hay una contradicción básica entre considerar todo
que permiten que la nivelación de la tasa de ganancia se pro- el trabajo efectivamente gastado en el proceso de producción
duzca en la vida real? ¿Cuál es la solución "técnica" del pro, de cada ramo como productor de valor, y al mismo tiempo
blema de la transformación de los valores en precios de proáuc- explicar las transferencias de valor (plusvalor) entre diferentes
ción (gastos de capital, es decir, costos de producción, que se ramos como una función de un objetivo derroche (o economía)
incluyen en el producto de cada mercancía * ganancia media de trabajo social? 11 Yo no lo creo. Lo que tenemos aquÍ, por
multiplicada por esos gastos)? Los primeros dos problemas
han provocado relativamente menos controversia que el ter- e El capital, m/6, pp.228229, y ¡nl8, p. 9ó5.
cero, probablemente debido a su carácter más "abstracto". Sin lo Ibid., m/6, pp. 2iv27l: "Esta progresiva disminución relativa del ca'
pital variable en proporción con el constante, y Por ende con el capital
embargo, son de la mayor importancia para la cohesión inter- global, es idéuticá a la composición orgánica progresivamente más alta
na de la teoría económica marxista, y además el tratamiento del capital social en su promedio. Asimismo es sólo otra expresión del
que les da Marx muestra su método dialéctico en su forma más desarróllo progresivo de la fueua productiva social del trabajo[...J"
madura. rr véase, poi ejemplo, Joan Robii¡son, An Essay on Matxiait economics
cit., pp. ¡x-x, 1416 flntroduccün a la economla marxista cit., pp. 'l.5,
Brevemente expuesto, con respecto al primero Marx sostie- 3+371.
t72 EL LIBRO TERCERO I-A NIVELACIóN DE LA TASA DE GANANCIA t73
el contrario, es una demostración de la especialísima forma pensado, es mediada por la comprensión de que.el valor total
en que trabajo social y trabajo privado se combinan e interre- !* igual al precio tolal de producción (es decir, representa
lacionan en el capitalismo, es decir en la producción genera- una"suma igual de horas delrabajo, o semanas de trabajo, o
lizada de mercancías. años de tratajo: un potencial global de- trabajo igual)' Lo que
Para Marx, el problema del valor como encarnación de tra- se modifica en el mercado, eJ decir, lo que representan Jos
bajo humano abstracto no es un problema de medida, de nu- conceptos del libro tercero de "dilapidación objetivada" y
méraire, sino un problema de esencia.lz Cada comunidad tiene "ahorio objetivado" de trabajo (en social cuando se comParan.ra-
a su disposición un total determinado de capacidad de trabajo mos de próducción diferentes contraste con las connota-
(un número total de productores efectivamente dedicados al ciones dé "dilapidación" y "ahorro" de cantidades de trabajo
trabajo productivo, multiplicado por el promedio socialmente social dentro de cada ramo de la industria, tal como se estu'
aceptado de días laborables por año y horas laborables por dian en el libro primero), es exclusivamente yn problema de
dia). Ese potencial es una categoría objetiva, en un país deier- (re)distribución he valor, no de producción de valor-
minado y por un período determinado (para simplificar, po. El segundo problema referente a la aivelaqi{g de la tag de
demos tomar el año laborable como marco temporal básicb). gut atlcñ entre distintos ramos de la industria es cómo funcio
De ahí surge el valor total producido en un año (en la medida ñá esto en la práctica. Para entender esto debemos partir del
en que ninguna parte de ese potencial de trabajo haya estado supuesto de que esa nivelación es siempre una te1{en9i9, nTtn'
ociosa por razones independientes de su voluntad). De nuevo, ca una reahdád permanente. Si partimos de la realización efec-
ésta es una categoría social objetiva: el número total de horas tiva de la masa-de plusvalor global producido en cada ramo
de trabajo efectivamente producidas en el curso del proceso de de la producción por los capitalistas que operan en ese ramo,
producción. La categoría de "trabajo socialmente necesario", habrá-una tasa dé ganancia mucho más alta en los ramos de
gue trata algunas de esas horas de trabajo como "derrochadas" producción que ten-gan una c-g.¡lPgqic!ón orgánica. del capital
y por lo tanto no justificadas desde un punto de vista social, más baja y gasten mayor proporciÓn de sus rnversrones oe ca'
implica solamente rBdistribución del valor dentro de cada ramo pitat eri e[u-ipos y máteriás primas. Si todo p-ermanece igual
de producción, exc-Anto en casos de monopolio.ls 1lo q.t" sigirifica, sobre todo, no supo-ner po-r el m.omento nin-
Si extendemos el mismo razonamiento al conjunto de la gún camblo en la distribución de la demanda total de diferen-
economía, nada cambia. Todo trabajo efectivamente consumi- íes valores de uso producidos por distintos ramos de produc-
do en el proceso de producción ha producido valor. No puede ción), esa tasa de ganancia superio¡ al promedio atraerá capi-
aumentar o disminuir por obra de nada que ocurra fuera de la tal aáicional hacia-ésos ramos. Eso hará aumentar la produc'
esfera efectiva de la producción. El gtroblema de la compeisa- ción (el suministro) por encima de la demanda social,. lo que
ción del gasto de trabajo por el mercado es un probteína de pr"lipiüiá i; á;"]úu.ciott a" los precios, lo- que precipitará.la
distribución, no.de producción. Así, es perfectamente posible heclinación de la tasa de ganancia. Por el contrario, en los
que trabajo privado efectivamente gastado en determinado ¡1amos de producción dondá la composició! orgánica del capi-
ramo, a Ia tasa de productividad promedio de ese ramo, sea tal es supérior al promedio, por lo tanto la tasa de ganancia
trabajo socialmente necesario y haya producido efectivamente "inicial" és inferioi al promedio, se retirarán capitales, la pro
valor, mientras que al mismo tiempo los propietarios de las ducción declinará hastá caer por debajo de la demanda social,
mercancÍas en que éste está encarnado no reciben plena com- los precios se elevarán, las ganancias se elevarán hasta alcan'
pensación en el mercado por todo ese valor encarnado, o reci. zar 1a tasa media social de ganancia
ben un contravalor más elevado que la cantidad de valor en- En otras palabras, es el f\rjo y reflujo de c-apital entre d',q-
carnada en sus mercancías. tintos ramos de producción, de los de-tasa de ganancia más
Esta unidad-y-contradicción dialéctica entre trabajo privado baia a los de taia de sanancia más alta, la fuerza impulso'
efectivamente gastado en producción y efectivamente produc- ra'de la nivelación de-la tasa de ganancia. Ese flujo y re'
tor de valor, por un lado, y, por el otro, valor socialmente com- flujo de capital entre distintos ramos de producción es indu'
daühmentd h forma principal ed qúe se produce I-a acumula-
r2 Hasta Maurice Dobb, de quien se podría esperar más, trata el traba-
jo como numéraire en Storia del marxismo, vol. l, Twín, 1979, pp, 99-103
ción (crecimiento) de capital en la vida real, es decir, como
lHistoria del marxismo, Barcelona, Bruguera, 1981J. ur-.oiorrto desieuat, en ei que los ramos nunca crecen exacta-
13 Isaac Rubin, Essays on Marx's theory of value,Detroit, 1972, pp. I74- -éit. al mismo-ritmo en ei mismo lapso. En realidad, la nive'
176 ÍEnsayo sobre la teoña manista del valor cit., pp. 210-21n. lación de las tasas de ganancia Presupone su desnivel relativo.
174 EL LIBRO TERCERO I.A CONTROVERSIA SOBRE REALIMENTACIÓN 175

Es un proceso que constantemente se realiza negándose a sl eso sólo atraerá más capital adicional, hasta- que finalmente
mismo- Cualquiera que estudie la historia real de los ramos á".rr.u la nivelación de Ía tasa de ganancia. Inversamente (y
capitalistas dé h industria, la minería y el transporte, puede esto es más frecuente), si los ramos de la industria con com-
confirmar esto fácilmente. posición orgánica inferior al promedio -son ramos relativamen-
-i,antiguo"s"
Ese proceso desigual no presupone necesariamente que se ie afectados por una declinación relativa de la
inicie con gran desigualdad en las tasas de ganancia de distin- áemán¿i global, el aflujo de capital adicional llevará más rá-
tos ramos, ni que tasas de ganancia superiores coincidan cada fiaá*""t"-u una declinatión de p-recios y ganan-cias, y a la nive-
vez con mayof intensidad de trabajo en determinados ramos. íá"¡Ot, pát último, de la tasa he ganán-cia' No es necesario
En realidad bastaría con suponer una sola situación inicial de i"p"tií, iuta los ramos donde hay ré$rada de capitales debido
ese tipo para que el proceso resultara perfectamente lógico y u-iurué de ganancia inicialmenté inferiores, el razonami-e¡tg
coherénté con él análisis dado.la En realidad, desde muy tem- ioUi" la corñbinación de las fluctuaciones de la demanda final
prano en la historia del capitalismo industrial moderno la tasa .án et proceso de nivelación de la tasa de- ganan-cia' Es una
de ganancia media es urra entidad conocida (el crédito bancario contrapartida obvia del análisis que se acaba de hacer'
y la bolsa de valores desempeñan un papel significativo en su Es lá tercera categoria de problemas planteada por la -nivela'
éstablecimiento).15 El proceso real, entonces, no es tanto un pro- ción de las tasas dJ gananciá entre distintos ramos de la -pro-
ceso de capital que fluye de ramos con tasas de ganancia me- ducción la que más dlscusiones ha provocado: la que se refiere
dia inferiores hacia ramos con tasas superiores: el proceso real al problemá "técnico" de la transformación de valores en pre
es generalmente un proceso de empresas en busca de plus- ció ¿e producción para cada mercancía.específica Jo gtYpo
ganancias pr errcima de la tasa de ganancia múia conocüa, de mercáncías), es décir el problema de cómo se pu-ede probar
esencialmente a través de innovaciones revolucionarias (que "técnicamente;'' el funcionamiento de la ley del valor en con-
podrían implicar Ia creación de ramos de la industria cómple- diciones de competencia de capitales entre distintos ramos
iamente nuevos). La tasa de ganancia media es continuamente de producción. Etto puede dividirse en, dos principales cuer-
conmovida y restablecida por las reacciones que esa constante pos^de argumentacióri, a los que llamaré la controversia sobre
revolución en la técnica de producción y la organización del iu i.troatí*e.ntación y la confusión monetaria.
trabajo provoca. Cada empresa, al tratar de maximizar su pro.
pia tasa de ganancia, contribuye, independientemente de sus
deseos y designios, a la nivelación tendencial de la tasa de EL pRoBLEMA DE LA TRANsFoRMAcTóN: u coNTRovERsra
ganancia. SOBRE REALIMENTACIóN
Si abandonamos ahora el inicial supuesto simpüficador de
una estructura de la demanda estable en determinado lapso, La controversia sobre realimentación surge del hecho de que,
sólo tenemos que reintroducir mediaciones adicionales; el re- en la forma como Mam resuelve la transformación de los va'
sultado sigue siendo sustancialmente eI mismo, Si, con respec- lores en precios de producción en el capítulo rx del libro ter-
to a ramos de la industria de composición orgánica del capital cero, apa-rentemente sólo se están "transformando" los valores
inferior al promedio, hay además un aumento superior al pro- á" á"i"to"ías (productos) actualmelte producidos, y 19 los
medio de la demanda social de su producción, los precios valores de las "irercancías-insumo". Desde que el estadístico
declinarán menos rápidamente a pesar del aflujo de capital prusiano Ladislaus von Bortkiewicz formuló por-primera vez
adicional y el consiguiente aumento de la producción.16 Pero éiáoU;eciOn,l? una línea constante de autores.-algunos decla'
i¿rr¿o.ó marxistas, otros evidentemente partidarios de otras
r¡ Se podría argumentar, por ejempl-o, que las ,primeras empresas ca- áá"t¡trur económicas o al menos de otras teorías del valor-
pitalistaé dedicadás a la construcción de canales, Ia minería, eic., tenian han repetido esta afirmación sobre una falla básica en el pen-
üna tasa de ganancia más alta que-los pri-meros obrajes textileé, en el samiento de Marx.18
momeDto de la revolución industrial, debido a su inferior composición
orgiínica
-i" del capital. petenciaten¡inaráprontoconesassituaciones,sinohaypenuriadees.
Véáse n{ilp¡tát, w/6, pi 26Él, "'inv. o monopollo.
tructuras .,Value
16 Marx hace üna observación adicional sobre el peso relativo de las i"áiriu"J'von sortkiewicz, and price in the Marxian
sys.
empresas que operan a niveles de productiüdad superiores al promedio, *ü
tem", Inteflational Economic
áui ü-íiiia
Papers, 1952'
esos autores' Las tuentes más
meáios e inferiores al promedio en cada ramo de la industria. Eito puedé É; ñ;ó;i6rJ
conducir a situacionel en que, momentáneamente, no es el nivel medio i*po.tá"té', éstán citadáJ él 22,_inf_ra..Mencionaremos a_quf_ trts
li":oñliiiq-a".
de productividad lo que determina el valor de la mercancía. Pero la com- ;üñ'pd"-io"i¿át é" "ót"de haüla inglesa: Gilbert Abraham'
mu"¿o
"i
176 EL LIBRO TERCERO 1A CONTROVERSIA SOBRE REALIMENTACIÓN t77

Esta falla parece, a primera vista, tanto más evidente cuanto diente de su producción la del copitalista-, mientras -que
que Marx parece tener conciencia de ella. Una v otra vez se
-de es una mercancía que contiene
el resultado áe su producción
lia citado el siguiente pasaje del capítulo rx: "En virtud del plusvalor, es decir-un excedente de valor por encima de su
desarrollo que acabamos de efectuar, se ha producido una mo- ' Y aúndemás
precio costo." 20
claramente: "A pesar de los grandes cambios qtre
dificación con respecto a la determinación del precio de costo
de las mercancias. Originariamente suponíamos que el pre- se producen constantems¡fs se seguirá.viendo--en las
cio de costo de una mercancía era igual al t¡alor de las mer- tasás efectivas de ganancia -ssrno
de las esferas particulares de pro-
cancías consumidas en su producción. Pero para el comprador, ducción, una modiiicación real en la tasa general de ganancia,
el precio de producción de una mercancía es el precio de cos- en tanto no haya sido puesta en acción, excepcion-almente, por
to de la misma, y por lo tanto puede entrar como precio de acontecimientoi económicos extraordinarios, es la obra muy
costo en la formación del precio de otra mercancía. Puesto tardía de una serie d.e oscilaciones que se extiende a través de
que el precio de producción puede divergir del valor de Ia lapsos muy prolonga.dos, es decir de oscilaciones que requieren
mercancía, también el precio de costo de una mercancfa, en mucho tieinpo has[a consolidarse y compensarse paJa producir
el cual se halla comprendido este precio de producción de otra una modificbción de la tasa general de ganancia. Por ello, en
mercancía, puede hallarse por encima o por debajo de la parte todos los períodos más breves (y prescindiendo por comp!9!9
de su valor global formado por el valor de los medios de pro- de las fluótuaciones en los precios del mercado), una modifi-
ducción gue entran en ella. Es necesario recordar esta signifi- cación de los precios de producción siempre debe-ex-plicarse
cación modificada del precio de costo, y no olvidar, por con- prima facie, a partir de un cambio real en el valor de las mer-
siguiente, que si en una esfera particular de la producción se cancíaé, esto ei, a partir de un cambio en la.suma global del
equipara el precio de costo de la mercancía al valor de los tiempo de trabajo necesario para su producción."
21

medios de producción consumidos para producirla, siempre Dióho de otro modo, en los ciclos de producción presentes
es posible un error." 1e los insumos son dalos, que se dan al comienzo de ese ciclo, y
Sin embargo, no debe obligarse a decir a esta cita de Marx no tienen efecto de retroalimentación sobre Ia nivelación de
lo que no dice. Dice solamente que si se utilizan cdlculos de las tasas de ganancia en distintos ramos de producció{¡ duran'
valor para los insumos y cdlculos de precios de producción te ese ciclo. Easta con suponer que son calculados, del mismo
paralos productos, hay probabilidades de llegar a conclusiones modo, en precios de producción y no en valores, pe,ro-que esos
numéricamente erróneas. Esto es bastante obvio, puesto que precios dé produccién resultan de la nivelación de las tasas
todo el análisis se refiere precisamente a la desviación de be ganancia durante el previo ciclo de producción' para que
los precios de producción con respecto a los valores. Pero desaparezca toda incongruencia.
la frase citada no implica que los precios de producción Esia suposición elimina la incongruencia lógica de que acu-
de insumos deban calcularse dentro del mismo períod.o de san a Maix von Bortkiewicz y sus seguidores, entre calcular
tiempo que los precios de producción de los productos. Esa los insumos en forma de valores y los productos en forma de
interpretación incluso se rechaza explícitamente en un pasaje precios de producción. Pero ¿es compatible con lo que sabe'
que sigue inmediatamente al citado por von Bortkiewicz y mos sobre eI funcionamiento real de los movimientos del capi
tantos otros: "Para nuestra investigación presente no es nece- tal en determinado período (un año, por ejemplo)? ¿No se
sario investigar más detalladamente este punto. Sin embargo podria argumentar, por ejemplo, que los precios de las mate'
siempre conserva su validez el principio de que el precio de iias primás fluctúan constantemente, cambiando varias veces
costo de las mercancías es siempre menor que su valor. Pues durante un año: a partir de ahí podríamos suponer que,,. don'
por mucho que el precio de costo de la mercancía pueda diver- de ése es el caso, siñ duda se producen efectos de retroalimen-
eir ael valor de los medios de producción consumidos en ella, tación; y que la nivelación final de la tasa de ganancia es no
ál capitalista le resulta indiferente ese error pasado. El precio sólo uná función de la redistribución del plusvalor entre ra-
de costo de la mercancía estd dado, es una premisa indepen. mos de producción cuyos productos pueden ser considerados
Frois y Edmond Berrebi, Théorie de la taleur, des prix et de l'accumula- sólo corno productos industriales, sino que debería incluir, por
tion, París, 1976; C. C. von Weiszácker, "Notizen zur Marx'schen Wertleh- lo menos Con respecto a las materias plimas, parte de los in'
re". en Nutzinger y Wolfstetter, Die Mar{sche Theorie und ihre Kritik
Francfort, 1974; Gilles Dostaler, Valeur et prix, histoire d'un débat, Pa- (las cursivas son nuestras)'
rís. 1978.
20 lbid., p.208
-pp.
* P¡ sap¡¡o¡, ttt/6, pp.207-208. 2t Ibid.., 209-210 (las cursivas son nuestras)'
178 EL LIBRO TERCERO I-A CON1ROVERSIA SOBRE REALIMENTACIÓN 179
I

sumos como participantes en la presente (anual) redistribu- ellos separadamente. Está claro que tales mwimientos socíales
ción de plusvalor entre varios ramos? generales no pueden variar cada tres meses, y mucho menos
- Esta gbjeción, sin embargo, no es válida. Repito: los precios óada mes. Tan sólo la relativa inüsibilidad del capital fijo ya
de producción de materias primas, como todos los demás in- es un obstáculo formidable para tan vastos movimientos en
sumos comprados por capitalistas dedicados actualmente a la condiciones de capitalismo avanzado, excepto en el caso de ra'
producción, son d.atos ínmodifieabl¿s. No pueden variar por los dical desvalorización del capital en condiciones de crisis agu-
altibajos de la producción corriente de plusvalor, ni por da. Por lo tanto, Malx no sólo es teóricamente coherente cuan'
los cambios corrientes que ocurren en la composición oigá- do supone precios de producción de insumos que resultan de
nica del capital durante un año dado. Los capitalistas tienén movimientos de nivelación en diferentes períodos (durante
que^pagar po_r ellos un precio dado, que no cambia a posteriori
diferentes años) de los precios de producción de los produc-
en función de lo que está ocurriendo en determinado año en tos. Esto también corresponde mucho más estrechamente a
el campo de la redistribución final del plusvalor. Son resulta- la realidad, al funcionamiento empíricamente verificable del
dos de la nivelación de la tasa de ganancia ocurrida durante sistema capitalista tal como lo conocemos, que la suposición
el período anterior. Aun si supusiéramos que los capitalistas contraria de von Bortkiewicz y sus seguidores.
compran sus materias primas durante todo el año-y no al Se han hecho numerosas tentativas, tanto de extender la
comienzo solamente, y aun si elimináramos todas las ieservas
existentes de materias primas previamente producidas para
crítica de von Bortkiewicz de la solución de Marx al problema
explicar el origen de esas compras corrientes, la arguménta- de la transformación, como de ofrecer una solución alterna'
ción aún se sostendría. tiva a la propuesta por el propio von Bortkiewicz. J- Winternitz
La formación de los precios de producción, es deci¡ el cálcu-
trató de-forriular una en que el precio total de producción
todavla fuera igual al valor total. Más recientemente, Anwar
lo de la tasa media de ganancia, no es un proceso en constante Shaikh ha propuesto otra solución, empleando el "método
lnovimiento. Está ligado a la realizaciín general de plusvalor iterativo" anteJ que el de ecuaciones simultáneas.22 Sin em'
de todas (o casi todas) las mercancias producidas cbnstante.
mgnje. Es por barso, los modetó matemáticos por sí solos no pueden "resol'
p-or Io _que hay que suponer un período
mÍnimo antes de -eso
poder hablar de remplazo de la vieia tasa ver; problemas teóricos. Sólo pueden formalizar interrelacio
de ganancia por otra. Incluso la suposición de ese iip" áe nes ireviamente entendidas como tales, cuya -naturaleza e
cambio anual es_probablemente una exageración antes qú" una implicaciones es preciso captar antes de que pueda tener lugar
t nl tormatización significátiva. Desdichadamente, muchos de
subestimación. Por lo tanto, hay que suponer que la óomprá
de materias primas cada tres meses o incluso-cada mes'no los autores de tales-modelos operan dando tácitamente por
altera sustancialmente los precios de producción (tasa media r"r,tu¿ut correlaciones que no hán sido demostradas ni empf'
de ganancia), qug resulta de los movimientos de capital ;;: ricamente probadas antés. Sus ecuaciones conducen a resulta-
rridos durante el año anterior. Naturalmente, no hav oue dos que désde luego son matemáticamente coherentes, pero
confundir la formación de precios de producción qoe dio embargo pueden ser teóricamente erróneos: es de-
-que-res'ul_
tan de una redistribución del total de piusvalor produóido para ze J. Winternitz, "Values and prices: a solution of the so'called 'trans
el conjunto de la sociedad- con las constantei fluctuacibnei formation probleá"', en The Economic loumal, junio de 1948; F. Seton,
de- los precios de mercado, Marx -explícitamente erctuyi ;itte 'ittnifot-ation problem"', en Ret¡iew,ol Eocnomic Studies, vol. 24,
del estudio de los precios dé -que
producción-, como queda claío 6ti; C. C. von Weisáácker v Pau! Samuels-on, "A nelv labo-r theory of
en el pasaje antes citado. u¡ob tot rational planning, ú\rough use of- üe bo-l¡rg¡oi.s pro-fit^rate", eD
Larazón de esa relativa rigidez de los precios de producción b7l"Zi¿¡net oÍ the'NatiDn;l Academv ol Scímces, U. s' A.' vol. 68, tl'itn.i'
iunio de l97l; A. Medio, "Profit and surplus-value: appearaDc€ and r€atl-
(de las-tasas de-ganancia média en deteiminado páís¡ está li- iv in capitalist Droduction", en E. K' Hunt y Jesse Schwartz (comqs'),
gaqq a la naturaleza misma de los procesos de loi que la nive- Á lrUisie ol eionomic theory, Londres, 1972; Elmar Wolfstette-r, "Sur-
lación de las tasas de ganancia es iesultado: la detérminación .1,i" iá6or. svnchronized labour'costs and Marx's labour theory of value",
'"|-fñe Économic lournal, vol' 83, septiembre de 1973; Anwar Shaikh'
de la masa total de plusvalor (plustrabajo) producido, v los ;iü"o;t ltteory of value ánd tbe 'transformation problem-'-", .en I9:9e
flujos y reflujos de óapital (móvimientoé áe'capital Siülátt" (couip.), The subtle cnatomv of capitalísm, Sqlta Mónica, 197;
"í'n.uo
escala) entre varios ramos de producción, que determinan óam- liá- C".stei", '?óduction, circulation and value",-^en E-conamy and S*
-Á1t".
vot. 5.'1976: etc. Un'buen sumario de la bibliografÍa sobre el tema
liog y diferencias en la composición orgánica del capital tanto i, l1r"t"V" én Cailo Benetti, Claude Bertho4Lieu y Jean Cartelier, Econo
de los sectores productivos en conjunto como de caha uno de
mie claisique, économíe vulgaire, París, 1975.
i80 EL LIBRO TERCMO LA CONFUSIÓN MONETARIA 181
cir, que no corresponden a una representación significativa del Otros, como Ian Steedman recientemente, han seguido sus
problema que supuestamente se intenta resolver. pasos.26
En el "teorema Okishio", por ejemplo, el autor directamente Sin embargo, el propio Marx deja perfectamente ciaro que
pone entre paréntesis el capital fijo a fin de llegar a conclu- los precios de producción no se refieren a precios de mercado,
siones sobre la tendencia de la tasa de ganancia. Pero si se es ciecir valores (o precios de producción) expresados en tér-
postula que precisamente el crecimiento del capital fijo es una minos monetarios. El título mismo del capitulo rx lo especi-
de las principales no la principal- determinantes de la fica, al referirse como io hace a la transformación de los
baja tendencial de-si
la tasa de ganancia, entonces ese teorema valores mercantiles en precios de producción. Los valores son
no prueba nada.23 Del mismo modo, en la "solución" de von cantidades de trabajo, y no tienen nada que ver con los precios
Bortkiewicz al problema de la transformación (aceptada por monetarios como tales. La nivelación de la tasa de ganancia
Paul Sweezy, Piero Sraffa, F. Seton y muchos otros), además entre diferentes ramos de producción ocurre a través de la
de ganancias uniformes para todos los productos (no todos transferencia de cantid.ades de plus'valor de un ramo a otro.
los ramos de la industria ni tampoco empi-esas, que es otra De nuevo, cantidades de plusvalor son cantidades de trabajo
historia), se supone que para una solución sólo se necesitan (plustrabajo) y no cantidades de dinero. Al final dei riltimo
las ecuaciones que incluyen mercancías que entran en la pro- pasaje citado del libro tercero sigue una frase que omití deli-
ducción de otras mercancías. Es lógico que, en esas circuns- beradamente y citaré ahora frase que de nuevo elimina
tancias, la composición orgánica del sector III (cuyas mercan- -una de cuestiones monetarias
toda duda acerca de la no inclusión
cÍas no entran en el proceso de reproducción) no influye en, en el problema de la transformación-: "Obviamente, no se con-
Ia tasa media de ganancia.24 Pero esto nada nos dice ni sobre el sidera aquÍ siquiera un mero cambio en la expresión dineraria
sector III en el análisis de Marx, donde se excluye explícita- de los mismos valores."'z? Si el problema no se refiere a cam-
mente esa distinción, ni especialmente sobre lo que sucede bios en ia expresión dineraria de los valores, ipso facto tam-
en la economía capitalista que funciona en la realidad, es de- poco se refiere a cambios en la expresión dineraria de los pre
cir, en la vida real. Decir que Ia composición orgánica de la cios de producción
industria de armamentos, incluyendo su tamaño, no tiene im- En el capítulo x, que sigue inmediatamente a aquel en que
portancia para la tasa de ganancia real de una economía capi- da su solución del problema de la transformación, Marx efec-
talista real es insostenible si echamos un vis. tivamente introduce los precios de mercado, y la influencia
tazo al tamaño de ese sector,-especialmente
por ejemplo, en Alemania en de la competencia, etc., sobre ellos. Pero allí también distingue
1943 o en Estados Unidos en 1944. clara y explícitamente entre las fluctuaciones de los precios
de mercado y de las expresiones dinerarias del valor (pre-
cios de producción) de las fluctuaciones de la tasa media de
EL PROBLEMA DE LA TRANSFORMACIóN: TA CONNUSTÓN MONETARIA ganancia que determinan fluctuaciones de los precios de pro-
ducción.28
Una segunda línea de ataque a la solución dada por Marx al Lo que hay por detrás de esta confusión es una comprensión
problema de la transformación incluye una confusión entre insuficiente de la naturaleza de la teoría del dinero de Marx.
precios de producción y precios de mercado, y más general- Marx considera el dinero (el oro) como una mercancía especial
mente la inciusión en el problema de cuesticnes concernientes que tiene su propio ^talor "intrínseco". Es sólo por esta razón
a la expresión de los valores como precios, es decir dinero. por lo que puede servir como equivalente general del valsr de
Sweezy, en particular, ha sido culpable de esa confusión, en cambio de todas las demás mercancías. De aquí deriva inme-
la forma como ha adoptado Ia crítica de von Bortkiewicz.2s diatamente que las fluctuaciones de los precios de mercado
(precios dinerarios, expresiones de valor en dinero) siempre
--s¡ N. Okishio, "Technical changes and the rate of profit", en Kobe
Unfuersity Economic Rettiew, vol.7, 1961, pp.85-90; N. Okishio,
zo lan Steedman, op. cit., pp, 4547.
"A mathe- z¡ Véase El capital, ttt/6, p.210.
matical note on Marxian theorems", ei Weltwirtsclnftlicltes Archit, ¿e Engels contempla explícitamente el caso en que la suma total de
vol. 9l (19ó3, rr), pp. 287-299. ganancias dinerarias de los precios de mercado- sea menor
z¿ Debo esta observación a Emmanuel Farjoun, de la Unive¡sidad He. -resultado
que el total de plusvaior producido, porque ent¡e tanto el valor ha dis-
brea de Jerusalem.
zs Paul Sweezy, The theory of capitalist development, Nueva York, minuido a consecuencia de aumentos en la productividad del trabajo.
1942, pp.117-118 [Teoría del desarrollo capítalista, México, rcr, 1945].
Véase su carta a Conrad Schmidt del 12 de marzo de 1895, en Marx-
Engels, Cartas sobre El capital cit., pp. 312'315.
182 EL LIBRO TMCERO @NTROVERSIA SOBRE I-A TASA DE GANANCIA 183

pueden ser resultado de un movimiento dual:. los cambios en otra disgregación del sistema de von Bortkiewicz -o dicho
el valor de una mercancía y Ios cambios en el valor de la mer- de otro moáo, la aplicación a von Bortkiewicz de algunas de
cancía dinero, el oro. Pero los cambios en el valor intrínseco las críticas que él mismo hace a Marx (por ejemplo, es evi'
de la mercancía dinero tienen idéntico efecto en los precios de dente que eñ el sector I, los medios de producción que -se
mercado de todas las demás mercancías, es decir qve no pue- utilizan^ exclusivamente para la producción de mercancías del
den alterar sus relaciones de intercambio mutuo (sus "precios sector III estarán en situación distinta¡- conduce inevitable-
relativos" mutuos). El papel moneda no cambia nada en este mente a la eliminación de tado cálculo de valor -y, por lo
aspecto. La inflación de papel moneda significa solamente que tanto, de la explotación misma- del sistema. No-quiero decir
una cantidad cada vez mayor de dólares de papel, Iibras de que Salama, Flrjoun y otros hayan resuelto definitivamente
papel, etc., representa Ia misma cantidad (por ejemplo,'una tbdas las dificultádes planteadas por el "problema de la trans'
onza) de la mercancía dinero, el oro. Y lo que vale para la formación": está claró que aún queda espacio para. la discu'
expresión dineraria del valor vale también para la expresión sión y la investigación. Pero tampoco vo.n Bortkiewicz, Seton
dineraria de los precios de producción, en cuanto se refieren y Srátta han próbado "definitivamente" que Marx estuviera
solamente a una redistribución de cantidades de plusvalor equivocado.
entre distintos ramos de la producción.
Los "insumos" de las tablas de reproducción sólo podrÍan
ser tratados como insumos en la producción capitalista real LA CONTROVERSIA SOBRE LA BAJA DE LA TASA DE GANANCIA
(es decir, en la vida real) si se expresaran en precios de mer-
cado, y no en precios de producción: pues evidentemente los De su definición de la tasa media de ganancia como suma to'
capitalistas compran materias primas, máquinas, edificios, etc., tal del plusvalor producido durante el proce_so de _prortlrcción
a precios de mercado. De manera que el problema sería cómo dividido por la suma total de capital deriyl Mury l_1 principal
"transformar" los valores, no en precios de producción, sino "ley de movimiento" del modo de producción-capitalista.- Como
en precios de mercado; o bien, en dos etapas sucesivas de la parte de capital que por sí sola lleva a la producción de
transformación, valores en precios de producción y luego éstos plusvalor (el Capital variable, utilizado -para- comprar fuerza
en precios de mercado. Esta etapa final naturalmente tendría de trabajo) tienáe a convertirse en una fracción cada vez me-
que incluir problemas dinerarios reales: específicamente, la nor del cápital global, debido a la tendencia fundamentalmente
relacióh entre el valor medio de las mercancías y el valor me. ahorradorá de trabajo del progreso técnico -la gradual susti-
dio del oro. De lo que realmente se trata en esta controversia tución de trabajo vivo por trabajo muerto (maquinaria)- y
es de si el "problema de la transformación" se refiere al movi- debido al gráduál aumento del valor de las mat-erias primas
miento inmediato de la esencia a la apariencia, es decir, al en el de la producción total: como, en otras palabra-s, la-com'
proceso de producción y circulación en la realidad cotidiana, posición orgánica del capital en su.expresión de valor tiende
o bien
-como
yo sostendría firmemente- es sólo un nexo á aumentar, hay una tendencia intrínseca a la baja de la tasa
mediador en el proceso de conocimiento, que no se refiere media de ganaricia en el sistema capitalista.3o
todavía a datos inmediatamente verificables, empíricos, es de- Desde luégo, Marx habla explícitamente de una tendencia, no
cir, a precios de mercado. de un desarrollo lineal ininterrumpido. Insiste en que hay
El diagrama de la página 184 ayudará a elucidar las rela- poderosas fuerzas contrarrestantes que-ac-túan bajo-el_capita-
ciones entre los diversos conceptos marxianos de valor, valor lismo, para neutralizar o incluso invertir la acciór.' de la baja
de mercado, precio de producción y precio de mercado, que tendenóial de la tasa media de ganancia. Otras fuerzas tien'
suelen provocar confusión. den, al menos parcialmente, a atenuar la acción de esa ten-
Una excelente crítica general de las "correcciones" de von dencia.
Bortkiewicz-Sraffa del tratamiento marxiano de Ia relación
entre precios de producción y valores Ia ha aportado Pierre so Georgios Stamatis ha demostrado exhaustivamente-que 9n -elca-pf$
Salama.2e Tiene, entre otras cualidades, el mérito de revelar lo xnr ¿ál übro tercero de El capital ya desarrolla Marx la ley de la
baia tendencial de la tasa media de ganancia en condiciones de aumento
una serie de supuestos teóricos subyacentes de los que los di h tasa de plusvalor cáusado por la-s mismas fuerzas que
propios autores no siempre tienen conciencia. Muestra que impulsan el au'mento de-aumento
la composición orgánica -del capital. Las c-ausas
,s Pierre Salama, Sur la paleur, París, 1975, pp, l64ss. ÍSobre el valot, cotit.astant"s estudiadas en el óapítulo xry se refieren a formas de au'
mento de la tasa de plusvalor que no son resultado de un aumento en
México, Era, 19801. la productividad del tiabajo enel sector II, es decir, que no son resul-
184 EL LIBRO TERCERO CONTRO\/ERSIA SOBRE LA TASA DE GANANCIA 185
mercancía específica merca¡cía dinero
I (oro) cia dividiendo denominador y numerador por
u, obtene-
I I
,
c+Y slr
lalol mos la fórmula Pf = --=: , . En otras palabras, Ia tasa de
i.t1di1)iduat
(cantidad de trabajo que contiene)
valor indfuidual
(cantidad de trabajo que contiene - c/v*l
I el producto de cada mina de oro ganancia es directamente proporcional a la tasa de plusva-
I específica) lor s/v e inversamente proporcional a la composición orgánica
I
I I
I
del capital c/v. Si la tasa de plusvalor aumenta en Ia misma
talot de ntercado ttalor de tnercado proporción que la composición orgánica del capital, la tasa de
(cant.idad-de trabajo n-redio social (cantidad de trabajo que co¡tiene ganancia dejará de declinar.
-necesarro- que contiene) en oro realmente producido bajo Sin embargo, un instanre de reflexión muestra que ese au-
I las co¡diciones más bajas de pio mento proporcional de la tasa de plusvalor y de la composi-
I duccton,
I
I I ción orgánica del capital es imposible a largo plazo. Teórica-
. precio de producción
I
precio de producción mente, la composición orgánica del capital puede elevarse
(cantidad de traba.¡o socialmente (costos totales de producción en hasta el infinito. Eso es lo que ocurriría en una producción
nccesario modificada no¡ la nive_ todas las minas de oro más ga. totalmente automatizada, de la que estuviera totalmente ex-
ias lasas de genancia
lación - de nancia media, divididos por la cluido el trabajo vivo.31 Pero la tasa de plusvalor no puede
entre los distintos ramos = cos- producción total: desde luégo no
tos medios de producción en cada cxiste un "precio de mercado,, del elevarse hasta el infinito. Mientras se utilice trabajo vivo, es
¡amo * ganancia media de todos oro, pues esto significaría el valor imposible imaginar un nivel de productividad (incluyendo el
.los ramos) del oro expresado en oro) de fábricas plenamente automatizadas) en que los trabajado-
res reproduzcan el equivalente de todos los bienes de consumo
- precios de nrcrcado,,intrínsecos,, de las mercarlcías que necesitan para reconstituir su fuerza de trabajo en un par
(precros de producción de una mercancia dada expresados en cantidades de minutos o incluso un par de segundos de trabajo. En rea-
de oro, de dinero) lidad, cuanto más alto sea el nivel existente de productividad
I del trabajo, y cuanto más alto el salario medio socialmente
precins de m¿rcado,,flucttttnles', de las ntercancías reconocido (salario real), más difícil se hace aumentar sustan-
(precios de producción de u¡a ínercancía daáá expresados
en cantidades cialmente la tasa de plusvalor, sin rebajar seriamente los sala-
d9 oro, dinero- y rnodificadot poi-nuéiua.icin"i ;;t^;rü';';;;;
plazo de-de
ra olerta ]' la demanda, es decir que fluctúan alrededof del ,,eie;' rios reales cual, además de provocar una seria crisis social
oe tos prectos de mercado ,,intrínsecos,', es decir de los precios de pro y política, -lo
crearía un tremendo problema de sobreproducción
ducción, es decir de Ios valores) (porque la masa de valores de uso, incluida en el departamen-
^ to de bienes de salario, aumenta aún más rápido que la pro-
. operación de Ia ley autluoto, baio el capitalisrno ductividad del trabajo y la acumulación del capital).3,
rras lluctuacrones gue no son a corto plazo de Ios precios de mercado Además, cuando nos acercamos a la automatización comple-
' .rnr.nsecos estan deterrnin_adas por los movimientos de valor relativos
-;glza¡ o bajas relativas de la. productividad áéi trabajo_ ;;i"-;;;;ñ: ta, s no es una proporción sino una masa absoiuta-
ción de una mercancia determi;ada y en lá proaucción"áel ;;,-;;ái"¿, -que
empieza a declinar rápidamente junto con 1r, a medida que el
por desviaciones de Ia tasa media ¿é gananóia) número de asalariados y el número total de horas de trabajo
disminuyen abruptamente. En realidad, en una economÍa ple-
, La más importante fuerza contrarrestante es la posibilidad namente automatizada el plusvalor desaryrecería por comple-
del.sistema capitalista de aumentar lá tasa a" pir'ruáió;.;; to, porque habrían desaparecido los insumos de trabajo vivo
realidad, desde un punto de vista puramente ..teó"i"o,;,-poA¡á del proceso de producción. De modo que sería absurdo con-
parecer- que el aumento de Ia tasá de plusvalo, po¿rii siderar formalmente una "tasa de plusvalor" 0/0, cuando el
cám-
pensar indefinidamente el aumento en la composicioir;;t"i.; propio plusvalor no eústiría ya.
del capital. Si cambiamos Ia deterrninación AiU táiáae
E;;;;: 31 Ya hoy los costos del trabajo han disminuido a menos de 0.1 %o
del costo total de producción en ciertas operaciones petroquimicas; véase
tado de la baja.del valor de ros bienes satariares, mientras ros salarios Charles l,evinson, Capital, inflation and the multinationats, Londres, 1971,
pp.228-229.
ry1tgl-, _r,"- laltjen¡n estabtes. Véase Di¿,, rp"zíÍ¡iri-lii¡titli¡3ñü;
rroauKtronsnethoden
gz Véase El capitaÍ, rrr/6, pp.297-3ü y, también, de K. Marx,
Elementos
und der lende¡tZielle Fall der altg;meinen profi_
trate bei Karl Marz, Berlín, 1972, pp. tlOss. - fundamentales para la crítica de la economía polüica (Grundrisse) 1857-
/856 cit., t. I, pp. 182-185.
18ó EL LIBRO TERCERO CONTROVERSIA SOBRE LA TASA DE GANANCIA 187

Otras fuerzas contrarias mencionadas por Marx son: eI aba- indefinida es una cuestión vital). Í,a. "teoría del derrumbe"
ratamiento de elementos del capital constante (tanto materias (Zusammenbruchstheorie), que se refiere a este ultimo plazo,
primas como maquinaria), que obviamente, al retardar el cre- será examinada al final de esta parte. En cuanto a la cor-rela-
cimiento de cft, retardan simultáneamente la baja de la tasa ción entre los altibajos de la tasa de ganancia y el ciclo eco
de ganancia; la rápida rotación del capital, ya qu€ la masa nómico, hoy hay amplio consenso entre marxistas y economistas
anuál de beneficio es una función del número de ciclos de pro académicos especializados en estudios de los ciclos económi-
ducción que un idéntico capital dinerario circulante puede cos.3n Queda, sin embargo, un tercer plazo intermedio al que
hacer (esá rotación es, a su vez, función tanto de un proceso hasta ahora se ha prestado demasiado poca atención: el de las
de circulación acelerado decir, transporte y venta de mer- "ondas largas" del desarrollo capitalista, es decir, Ios sucesivos
-es
cancías más rápido- como de un proceso de producción acor- períodos de crecimiento más rápido y más lento del conjunto
tado, un ritmo de producción más rápido, etc.); el comercio de la economía capitalista.
exterior, con flujo de capitales hacia los países de más baja Hay abrumadora evidencia de que por lo menos en tres oca-
composición orgánica del capital; y, en general, la extensión siones de las revoluciones de 1848; alrededor de
de la inversión de capital hacia ramos hasta ahora no organi 1893, y -después
al comienzo de la segunda guerra mundial en Estados
zados en forma capitalista, donde inicialmente la composición Unidos, a fines de los cuarenta en Europa occidental y Japón-
orgánica del capital es considerablemente más baja que en la hubo un aumento significativo en la tasa media de crecimiento
industria tradicional.33 También un descenso de los salarios de la producción capitalista. Ese tipo de aumento de la tasa de
reales, elevando la tasa de plusvalor por encima del aumento crecimiento es sinónimo, desde un punto de vista marxista,
que resulta normalmente de un incremento, de la productivi- de un ritmo de acumulación de capital acelerado. Y un au-
dad del trabajo en la industria de bienes de salario (que es mento a largo plazo de la tasa de acumulación de capital es
puede ser- acompañado por salarios reales estables e in- inconcebible, en el marco de la teoría económica marxista, sin
-o
cluso ascendentes), pondrá un freno a la baja de la tasa de un brusco y sostenido ascenso, en lugar de declinación, de la
ganancia. tasa media de ganancia.
- Finalmente, Ma¡x no menciona en el capítulo xv del libro A fin de hacer comprensible esta verdadera historia del modo
tercero lo que había destacado en el capítulo xil: que la baja capitalista de producción, contra el fondo de la baja tendencial
de la tasa de plusvalor puede ir (y normalmente va) acompa- de la tasa de ganancia de Marx, debemos examinar las condi-
ñada por un aumento de la masa de plusvalor
-y por Io tanto
en la masa de ganancia. Mientras que esto, por sÍ mismo, no
ciones imperantes inmediatamente antes de esos tres puntos
de inflexión y al comienzo de las tres "ondas largas expansio-
es un factor contrario a la baja tendencial de la tasa de ganan- nistas". De ese modo podremos comprobar en qué medida las
cia, es evidente que sí es un factor contrario a algunas de las "causas contrarrestantes" enumeradas por Man se combina-
consecuencias económicas de esa tendencia. Es evidente que ron en una forma particular para neutralizar, o incluso inver-
la clase capitalista no rebajará sustancialmente sus inversio- tir, por un período más largo de lo que normalmente ocurre
nes (ni hablar de suspenderlas por completo) cuando sus ga- a cierta altura del ciclo industrial, la baja tendencial de la tasa
nancias aumentan de 100 a 200 mil millones, tan sólo porque de ganancia. En otro lugar he tratado de demostrar empírica-
esos 200 mil millones ahora representan "apenas" un rendi- mente que ése era en realidad el caso.85 No es necesario repe-
miento del 5 % en vez del de ll % del capital global. Buscará tir esa demostración, sino que bastará con decir que esas néu-
muchas maneras de invertir esa deplorable evolución, pero tralizaciones transitorias de la ley (a las que también alude
definitivamente no se entregará al pánico ni a Ia desesperación. Marx) 36 de ninguna manera contradicen su validez general.
Tradicionalmente, los marxistas (y los economistas acadé- Pues las "ondas largas de expansión" son seguidas regular.
micos especializados en la teoría del ciclo industrial) han con- mente por "ondas largas de depresión", en que la baja tenden-
siderado la teoría de la baja tendencial de la tasa media de cial de la tasa de ganancia se manifiesta en forma aun más
fuerte y duradera que durante el ciclo industrial normal. Sus
ganancia de Marx en dos plazos especlficos
-y muy
dentro del propio ciclo industrial (o de negocios),
distintos:
y en el plazo por ejemplo, W. C, Mitchell, Business cycles and their
_s¿_V-éase, causes,
"secular" de toda la existencia histórica del modo capitalista Berkeley, 1941.
de producción (para cuya capacidad o no de supervivencia ss Véase,por ejemplo, Ernest Mandel, Late capitalism, Londres, l9?5,
cap.4 LEl capítalismo tardío, Ménco, Era, 19791; Ernest Mandel, The
eg Por ejemplo, muchas de las llamadas "industrias de servicios" bajo long waves of capitalism d.evelopment, Cambridge, 1980.
el capitalismo tardío, so Véase El capital, tnl6, pp. 3263n,337-338.
OONTRO\,:ERSIA SOBRE LA TASA DE GANANCIA 189
188 EL LIBRO TERCERO

por factores contrarrestantes, pero puede verse obligada a introducir nueva maquinaria a
acciones pueden ser retardadas fin de conservar su porción del mercado o incluso de salvar
pero sólo para reafirmarse con una venganza. Tal, por lo me-
a su empresa de la quiebra, es decir, a fin de reducir su precio
nos, es la evidencia histórica hasta la fecha, y confirma plena- de costo bajo la presión de la competencia, a pesar del efec'
mente el análisis de Marx. La única conclusión adicional a to de esa decisión sobre su tasa de ganancia. En efecto, sería
extraer es que es preciso articular entre sí los distintos plazos más correcto decir que los capitalistas vacilarán en introducir
para comprender plenamente el fuocionamiento concreto en nueva maquinaria que reduzca la canti.da'd de ganancia; pero
el tiempo de la ley tendencial. la cantidad (masa) de ganancia y la tasa de ganancia son dos
El funcionamiento mismo de la ley (su contenido de ver- categorías bien distintas, y la primera puede ascender mien'
dad) 3? ha sido cuestionado cada \tez más en las ultimas déca- tras la segunda desciende.ao
das por una serie de autores. Esto se ha debido en parte al
hecho de que el crecimiento económico acelerado a largo pla-
En segundo lugar, el argumento muestra una sorprendente
zo posterior a la segunda guerra mundial parecía de alguna incomprensión de la naturaleza misma de las "leyes del movi
manera incompatible los propios términos marxistas- miento" capitalistas, de las que la baja tendencial de la tasa
-endecreciente. De ahí los esfuerzos de
con una tasa de ganancia media de gánancla es un ejemplo tan sobresaliente. Esas leyes
Gillman y otros por descubrir nuevas categorÍas como "gastos operan independientemente y a pesar de las decisiones cons'
cientes de üs empresas capitalistas individuales. En realidad,
de realización" (presumiblemente deducibles del plusvalor, puede decirse qué son los e-t'ectos objetivos e_imprevistos -de
que se reduciría así a "plusvalor apropiado por el capital pro
ductivo") o "excedente", cuyo supuesto crecimiento explicarÍa las decisiones cbnscientes de esas empresas. Ningún capitalis'
por qué la tasa de ganancia tal como la enti.ende Marx deja ta sabe de antemano cuáles serán los resultados reales de su
de caer, mientras que si se la entiende de otro modo sigue decisión de adquirir nueva maquinaria. Sólo después de que ha-
tanto, sin embargo, desde t974-1975 los yan sido rrendidas las mercancías producidas. con ayuda de esa
cayendo.3s Mientras
nueva maquinaria, y se hayan elaborado varios balances anua'
acontecimientos han superado este tipo de argumentos, demos-
trando que la ley tiene más vigor que nunca. les sucesivos, podrán conocerse esos resultados. Por lo tanto,
es perfectamente posible en realidad inevitable- que .la
compra de más máquinaria-ypor "cada capitalista" tenga la in'
Más sistemáticos han sido los esfuerzos de la escuela neorri-
cardiana por impugnar la validez de la ley, tanto en el terreno
teórico como en el empírico. El principal argumento teórico tención de aumentai tanto su masa como su tasa de ganancia,
es el llamado teorema de Okishio.se Si cada capitalista sólo
pero que el resultado final de todas esas decisiones sea una
introduce maquinaria cuando ello aumenta su tasa de ganan- iituación en que la tasa media de ganancia de todos en real!
cia, ¿cómo es posible que el aumento de las ganancias de cada
dad se ha reducido.al
capitalista lleve a la baja de la tasa de ganancia para todos ro Georgios Stamatis ha llamado la atención sobre la decisiva diferen-
los capitalistas? cia entre un aumento en los márgmes de ganancía por unidad (es decir
Hay, sin embargo, dos fallas en este razonamiento. En primer la diferencia entre precio de costo y precio de venta p,or-unidad produ'
cida) y el concepto marxista de tasa de ganancia, donde hay que tornar
lugar, no es cierto que cada capitalista sólo introduzca nueva en cuénta el valor total del capital fíio utilizado para aTcanza!' ese au-
maquinaria si ello aumenta su tasa de ganancia. Como señala mento de los márgenes de ganancia (op. cit., pp. 183 ss.). Precisamente
el propio Marx, ésa es ciertamente su inclinación voluntaria, es la "tragedia" paia el capital (expresada en la ley de la crecie-nte com'
posición orgánicá del capital) que los mismos método,s -capitali,stas de
ez Naturalmente, no es posible defender ese contenido de verdad con
mecanización sistemática, que llevan a costos por unidad más bajos y
a márgenes de ganancia poi unidad más altos, resulte-n por-último en un
el absurdo argumento de que la ley se manifiesta exclusiva o principal- aumefto superiór al promedio de la inversión total de capital fijo -que
mente a través de su negación. Esa fue la posición adoptada por varios es una de Iás fuerzai que desencadenan un aumento en la composició.n
autores soviéticc¡s, antes de que (inesperadamente para ellos) estallara orgánica del capital en proporción superior-al aumento de la tasa de
la "segunda recesión": por ejemplo, S. L. Wygodski (Der gegenwiirtige plüsvalor, provoiando asila-ba¡a de la tasa de ganancia. El libro de Sta'
Kapitalismus, Colonia, 1972, p. 232), quien veía como confirmación de la i¡atis es'ásombrosamente esqüizofrénico. Mientras que toda la primera
ley un ascenso tendencial de la tasa de ganzracia. parte destaca, en forma cuidádosa y sumamente detallada, la importan'
se Por ejemplo, Joseph Gillman', The falling rate of profit,Londres, 1957.
También Paul Baran y Paul Sweezy contraponen una supuesta tendencia
iia de la teoría de Marx de Ia baja tendencial de la tasa media de ga'
nancia, a continuación el autor, cón un ¡orprendente salto mortal, con'
del "excedente" al alza a la baja tendencial de la tasa de ganancia que cluye lue esa misma ley ya no es aplicable ho,v, porque ¡el -capitalismo
según estos autores sólo se da en un "sistema competitivo": véase Mona- ya "métodos de producción específicamente capitalistas"!- -.
polt capital, Londres, 1968, p. 80 LBl capital monopolista, México, Si- " ¿rno'aplica
Anwar Shaikh, "Politicál economy and capitalism: notes on Dobb's
- s0XXI,
elo l9ó8, pp. ó7-68J.
N. Okishio, "Technical changes", op. cit.
theory of crisis", Cambridge Journal of Economics, junio de 1978.
190 EL LIBRO TERCERO TEORÍAS MARXISTAS DE LAS CRISIS 191

En cuanto al principal argumento empírico adelantado por Subsiste el hecho de que, como resultado de la falta de trans'
los neorricardianos, afirma que la composición orgánica del parencia de las relaciones de valor real que miden los precios
capital no se eleva en absoluto a lo largo del tiempo sino que corrientes del mercado, no es fácil dar una demostración em'
perm¿rnece más o menos igual. En otras palabras, el progreso pírica de la creciente composición orgánica del capital sobre
técnico a la larga no es esencialmente ahorrador de mano de base macroeconómica, es decir partiendo de estadísticas de
obra ni "ahorrador de capital" sino neutral.a2 El indicador ingreso nacional y producto nacional bruto. Pero un corolario
de esa supuesta estabilidad de la composición orgánica del cercano de la composición orgánica del capital es la parte de
capital es r¡na supuesta estabilidad de la razón capital/produc- los costos de mano de obra en el total de costos de la produc'
to a lo largo del tiempo. ción anual.{6 Aquí estamos en un terreno estadístico bastante
Pero la razón capital/producto no es idéntica (ni paralela) más firme, puesto que numerosas monografías nos permiten
a la composición orgánica del capital. Ni tampoco la supuesta- examinar esa relación para distintos ramos de producción a
mente estable "parte salarial" del ingreso nacional es paralela lo largo del tiempo. Sería difícil descubrir un solo ramo de
(ni idéntica) a una tasa de plusvalor estable. En el caso de la producción en que los costos de mano de obra constituyan
razón capital/producto, se identifica erróneamente el capital una parte mayor del total de costos de producción corrientes
constante con el capital fijo: es decir, el peso del valor de las (o anuales) hoy que en vísperas de la segunda guerra mundial
materias primas, que tiende a volverse parte creciente del o a comienzos del siglo xx no hablar de hace un siglo y
valor del capital constante (y del capital total), es eliminado medio.4? Pese a todas las -por
evidentes tendencias a abaratar la
por completo del razonamiento. En cuanto a la "cuenta de producción de maquinaria y materias primas, que son tan inhe-
salarios", mezcla capital variable, que es el pago del trabajo rentes al capitalismo como la tendencia a abaratar la produc-
productivo, con el pago de trabajo improductivo, que por lo ción de bienes de salario, la tendencia fundamental del creci-
menos en parte sale del plusvalor.as Especialmente en vista del miento capitalista a largo plazo y del progreso técnico ha sido
constante crecimiento de la mano de obra improductiva en la indudablemente una tendencia ahorradora de mano de obra.
historia del capitaüsmo tardío, la distinción es estadísticamen- ¿Qué expresan entonces los términos "mecanizacióa" y "autG
te decisiva. Además de esto, Anwar Shaikh ha demostrado que matización creciente", si no es esa tendencia básica? Uno de
la propia supuestamente estable razón capital/producto debe los grandes logros teóricos de Man consisrió en destacar esa
ser cuestionada seriamente, desde un punto de vista estadísti- tendencia en un momento en que casi no era reconocida como
co, y que en buena medida corresponde a un uso impreciso o históricamente decisiva para el modo capitalista de producción.
equivocado de categorias estadísticas por estadísticos burgue-
ses.e Los primeros estudios detallados han confirmado nota-
TEORfAS MARXISTAS DE LAS CRISIS
blemente esta opinión.45
¿¿ En realidad, Roy Harrod es la principal fuente de la idea del lla- Como dije antes, Marx no nos dejó una teorÍa de las crisis
mado progreso técnico "neutral". completa, plenarhente elaborada. Sus observaciones sobre el
rs Sobre este tema véase Anwar Shaikh, "Ao introductioo to the history ciclo industrial y las crisis de sobreproducción capitalistas es'
of crisis lheories", en la antologla de unre, Capitalism in crisis, Nueva tán dispersas en varios de sus principales libros y en toda una
York, 197.
41 Ibid., p.235. Shaikh se refiere a un estudio empírico de Victor Perlo, serie de artículos y cartas.48 Sin embargo existe la tentación
"Capital-output ratios in manufactunng", Quarteily Reviev ol Economics a ver en la baja tendencial de la tasa media de ganancia la
and Business, vol. 8, núm. 3, otoño de 19óó.
rc Véase R. J. Gordon, "A rare event", Survey of Cutent Business, ¿e Corolario, pero no idéntico. Véanse las obserr¡aciones de F. Engels
julio de l9l, vol, 51, núm. 7, parte 2, y los artículos del mismo autor eq er El capitol, ¡u/6, pp. 289-291.
Amcrican Eanomic Ratiew, junio de 1969, y en Retti¿w of Ecottomics and ¿z Véanse las numerosas monograffas sobre ramos especlficos de la
Statbtics, noviembre de 19ó8, André Granou, Yves Baron y Bernard industria que cito en El capitalismo tardío cit., pp. 19S201.
Billandot, en su obra Croissotce et oñses, París, 1980 (pp. 102-104), defien- .8 Aparte de los libros segundo y tercero de El capital, las principales
den la tesis de que la razón capital/producto descendió entre la gran contribuciones de Marx a la teorla de las crisis deben hallarse et Teorías
depresión y el período de la inmediata pos8uerra, ascendió entre 1948 sobre la plusvalía, México, 1980, y en sus artlculos sobre crisis económicas
y 1958, declinó nuevamente (o se ma¡tuvo estable) entre 1958 y 1%8, del momento: véase por ejemplo "Die Handelslage" (Neue Rheinbche
pero se elevó rápidamente después de 19ó8. La manera como calculan esa Zeitung, 7 de marzo áe 1849), e¡r Marx/Engels, Collsted works, vol, 9,
razón, sin embargo, la convierte en cierta medida en la recíproca de la pp. 3-8, o varios artículos escritos en 1853 y 18561857 para el New York
tasa de ganancia, puesto que incorpora la tasa de plusvalor que ascendió Daily Tribune. También la correspondencia de Manr con Engels contiene
fuertemente en el período de posguerra.. numerosos comentarios sobre las crisis del momento.
192 EL LIBRO TERCERO TEORfAS MARXISTAS DE LAS CRISIS 193
principal contribución de Marx a una explicación de las crisis puede continuar creciendo cuando la segunda ya está declinan'
de sobreproducción, y varios autores marxistas contemporá- áo, y viceversa. La ma)'or debilidad de la expiicación es su
neos han adoptado efectivamente esa posición.4e ¿Es correcta? conc-entración en la esfera de producción solamente, que en
Mi respuesta sería: sí y no. No puede haber duda sobre el último análisis se basa en una confusión acerca de la natura'
hecho de que, en el marco del ciclo industrial, los altibajos leza misma de la mercancía y la producción de mercancías.
de la tasa de ganancia están estrechamente relacionados con Del mismo modo que la famosa loi des débouchés de Jean'
los altibajos de la producción. Pero esta afirmación, por si Baptiste Say, supone tácitamente que no existe problema
sola, no es suficiente para dar una explicación causal de las específico dé realización del valor, sino sólo de producción
crisis. Puede ser (y ha sido) mal entendida en el sentido mecá. de plusvalor. Esto a su vez supone que lo que tenemos bajo el
nico de que las crisis son "causadas" por una producción in- capitalismo es producción para trueque, no producción para
suficiente de plusvalor 5o cual no permite aI capital valori- venta; y que de alguna manera, por lo menos a nivel macro-
zarse suficientemente; lo-locual conduce a un recorte de las económicó, todo valor producido es automáticamente realizado.
inversiones en curso; lo cual conduce a una reducción del em- El propio Marx rechazó explícitamente esa suposición: "Pero-
pleo; 1o cual a su vez lleva a una nueva y acumulativa reduc- con esta producción del plusvalor sólo queda concluido el pri*
ción del ingreso, las ventas, la inversión, el empleo, etc. Este mer acto del proceso capitalista de producción, el proceso
proceso continíra hasta que la caída del empleo y la desvalori- directo de producción. El capital ha absorbido determinada
zación del capital han conducido a un aumento suficiente de cantidad de trabajo impago. Con el desarrollo del proceso que
la tasa de plusvalor, v una disminución suficiente de la masa se expresa en la baja de la tasa de ganancia, la masa del plus-
de capital, para permitir que la tasa de ganancia ascienda nue- valor así producido aumenta hasta proporciones monstruosas.
vamente *lo que permite entonces que la inversión, el em- Llega entonces el segundo acto del proceso. Debe venderse
pleo, la producción, el ingreso, las ventas, etc., crezcan acumu- toda la masa mercantil, el producto global, tanto la parte que
lativamente otra vez. repone el capital constante y el variable como la que repre-
En este sentido vulgar, la explicación de las crisis de sobre- senta el plusvalor. Si ello no ocurre o sólo sucede en forma
producción por la sola declinación de la tasa de ganancia es a parcial o a precios inferiores a los precios de producción, el
la vez errónea y peligrosa. Es errónea porque confunde la im- obrero habrá sido explotado, ciertamente, pero su explotación
posibilidad de valorizar el capital adiciornlmerzfe acumulado no se realizará en cuanto tal para el capitalista, pudiendo estar
con la imposibilidad de valorizar todo el capital previamente ligada a una realización nuia o'sólo parcial del plusvalor ex-
invertido;61 porque identifica fluctuaciones en las decisiones poliado o, más aun, a una pérdida parcial o total de su capital.
de inversión de empresas capitalistas con las fluctuaciones de Las condiciones de Ia explotación directa y las de su realiza-
la producción de plusvalor presente" Sin embargo, la primera ción no son idénticas. Divergen no sólo en cuanto a tiempo y
lugar, sino también conceptualmente. Unas sóIo están limita-
1e Vé-asg por ejemplo David Yaffe, "The Marxian theory of crisis, capi-
das por la fuerza productiva de la sociedad, mientras que las
!?l and the state", en Econamy and Society, vol. 2, núm. 2, mayo áe otras só\o Io están por Ia proporcionalidad entre los diversos
1973-; Paul Mattick, "Krisen und Krisentheorien",.Francfort.,
en una colección de ar- ramos de la producción y por la capacidad de consumo de la
tículos de varios autores con el mismo tífulo, 1974.
¡o Véase Mattick, op. cit., p. 111: "Así, la acumulación de capital no sociedad. Pero esta capacidad no está determinada por la fuer-
-
depende de la ¡ealización de- plusvalor, sino que la realización áe plus- za absoluta de producción ni por la capacidad absoluta de con-
valor depende de la acumulación de capital"; e ibid,, p;.115: "Cuándo sumo, sino por la capacidad de consumo sobre la base de
el plusvalor es insuficiente para continuar el proceso de acumulación en relaciones antagónicas de distribución, que ¡educe el consumo
forma rentable, tampoco puede realizarse a través de la acumulación;
se convierte en plusvalor no realizado o sobreproducción." Primero se de la gran masa de la sociedad a un mínimo solamente modi-
plantea la sobreproducción en forma absoluta: no hay suficiente plus- ficable dentro de límites más o menos estrechos. Además está
valor para valorizar todo el capital acumulado. Después el argum-ento limitada por el impulso de acumular, de acrecentar el capital
se desplaza hacia una forma relativa: todavía hav plusvalor adicional, y producir plusvalor en escala ampliada." u'
pero no se acumula, porque daría al capital adicional 0% de ganancia. Pero
¿cómo puede verse esto independientemente de los precios de mercado Además, esta teoría vulgar de las crisis causadas por "in-
de las mercancías adicionalmente producidas? ¿Acaso la caída de pre- suficiente producción de plusvalor" es evidentemente peligro-
cios de mercado que lleva a ese 0 0ló de ganancia no refleja un atiborra- sa, desde el punto de vista de la defensa de la clase trabaja-
miento existente previamente, es decir, una sobreproducción de me¡can- dora contra el ataque capitalista que coincide siempre con una
cías además de la sobreacumulación de capital?
st El capital, ruló, pp. 323-324. sz EI capital, m/6, pp. 313-314 (las cursivas son nuestras).
5
ir
i: EL LIBRO TERCERO
a: t94 TEORfAS MARXÍSTAS DE IAS CRISIS 195
i;
;:
crisis de sobreproducción. Porque la conclusigl eue podría mentos patronales: la baja de la tasa de ganancia es función
extraerse de esa explicación es que sería posible superar la del alza de la composición orgánica del capital, que lleva a la
crisis y hacer aumentar nuevamente el empfeg con sólo- redu' sobreacumulación, y no de una baja de la tasa de plusvalor.
cir los sahrios reales v así aumentar automáticamente el plus- En efecto, a menudo insisten en el hecho de que la tasa de
valor (las ganancias).it La clase trabajadora en general, y los plusvalor continúa aumentando hasta la víspera misma de la
sindicatos én particular, se ven así enfrentldog a- una angus' crisis, pero simplemente no puede elevarse lo suficiente para
tiosa elección éntre la defensa del salario real y la lucha contra contrarrestar los efectos del alza de la composición orgánica
el desempleo: es decir, se les hace responsables de la pérdida del capital.so Olvidan, sin embargo, que la tasa de ganancia es
de empleos. No hace falta decir que _los ¡eformistas partida' función tanto de la composición orgánica del capital como
rios dé la colaboración de clases están siempre dispuestos a de la tasa de plusvalor; que, excepto en el caso de salarios de
adelantar argumentos de este tipo, pidiendo a los trabajadores hambre, es decir, en que cualquier rebaja de los salarios reales
que hagan los sacrificios necesarios para ''salvar empleos" y los llevaría por debajo del mínimo fisiológico (situación que
"restauiar el pleno empleo". La experiencia, sin embargo, ha ya no existe en ningún país industrializado), una baja de los
demostrado uña y otra vez que no es eso lo que prueba empíri' salarios siempre implica un alza del plusvalor producido, y
camente el curso real del ciclo industrial'5l Esto representa un por lo tanto una tasa de ganancia más elevada que la existente
arma ideológica tendiente a echar la carga de la crisis sobre antes de la baja.5? Y estamos de vuelta al principio: sostener
la clase obrera y a contribuir a aumentar la tasa de plusvalor, que la crisis es causada exclush¡amente pot una producción
que es uno de los principales objetivos del capital dur_ante y insuficiente de plusvalor es apoyar la argumentación de los
después de una crisis. Las teorías de "compresión de las ga' empleadores de que puede ser superada, al menos parcialmen-
nancias" " implican un riesgo similar de abuso por la parte te, por una baja del salario real.
capitalista en la lucha de clases.55 Esta crítica de la mecánica y tendenciosa explicación de las
Muchos partidarios extremos de la explicación de las crisis crisis de sobreproducción por la baja de la tasa de ganancia
del capitaftmo por la baja de la tasa de ganancia resp-onderán solamente puede extenderse, de modo más general, a la crÍ-
indignñdos que sus análisis contienen una respuesta a los argu' tica de cu.alquier explicación de las crisis por una sola causa.
En el marco de la teoría económica marxista, las crisis de
os Arthur Pigou, padre de la economía del bienestar, abogó concreta' sobreproducción son simult dneament e crisis de s ob r eacumula-
mente por una rebaja de salarios pa-ra resolver fa gran crisis de 1929-1932. ción de capital y crisis de sobreproducción de mercanclas. No
OlvidaÉa que, para que el proceso de acumulación e-mpiece a crecer nue-
vamente, ño básta con que las ganancias (cantidades de plusvalor) au' es posible explicar la primera sin mencionar la segunda; no es
menten (esto evidentemente se logra con una rebaja de los salarios): los posible entender la segunda sin hacer referencia a Ia primera.
caoitalisüs deben además esperar que las mercancías producidas por Esto significa que la crisis puede ser superada solamente si
inversiones de capital adicionátes se vendan, lo cual es improbable cuan- hay simultáneamente un alza de la tasa de ganancia y una ex-
do las rebaias de salarios coinciden con grandes existencias de mercan'
cías sin vender y el desuso de mucha capacidad de equipos existentes. pansión del mercado, hecho que invalida las argumentaciones
sr l-as grandei restricciones salariales imprrestas, -por ejemplo, a los tanto de los reformistas como de los empleadores.
trabajadoies de Alemania Federal en 1976-1977 y -a.los trabajadores es- Hay tres variantes principales de la interpretación mono
pañolés et1978-1979 por sus dirigentes-s^indicales colaboracionistas no con'
hujeron a ninguna disminución significativa del desempleo, aunque las causal de la teoría de las crisis de marx: 68
saáancias v lás inversiones aumentaron. Pero esas inversiones fueron
Easi exclusivamente inversiones de racionalización, tendientes más a re 1. La teo¡ía de la pura d.esproporcionalidad.. Esta teorla ve
ducir el empleo que a aumentarlo. como causa básica del ciclo industrial y la subsiguiente crisis
t Et Thi Móraw-Hill dictiona¡y of modern economics (3: ed., 1983)
dice de profit squeeze que es "la compresión de las ganancias atrapa' la anarquía capitalista de la producción: el hecho de que, en
das
-- entré el alza- de los costos y los precios estables". [r'] condiciones de economía de mercado capitalista, las decisiones
ot Véase por ejemplo Andrew Glyn L Bob Sutcliffe, Britísh capitalism de inversión capitalistas no pueden llevar espontáneamente a
and the prü¡t sáaeize, Lond¡es, 1972. En stt Political economy and capi- "condiciones de equilibrio" correcta proporción de frac-
ialism,I-onáres,'1938, Maurice Dobb postula que los capitalistas- iltrodu'
cen núeva maquinaria sólo cuando los salarios se-elev-an, es-decir, que
-la
¡o Véase por ejemplo David Yaffe, op. cit.
ésencialmente él aumento de la composición orgánica del capital es fu¡- ¡z K. Marx, EI capital, m/6, pp. 317-318.
determinado nivel de salarios. Esto no es lo mismo que la_teorla
.iótt d"tco-presión 68 La cuarta variante posible de una teorla monocausal de las crisis
áJ-ia de las ganancias", Pe.ro no est{ lgjos. -Anwar Shaikh
t¡á c¡ticaaó correctamente-estas suposiciones en "Political economy and demográfica- se trata más abajo como subvariante de la "teorfa
-la
de la sobreacumulación".
capitalism", op. cit.
196 EL LIBRO TERCERO T€ORÍAS MARXISTAS DE LAS CRISIS 197
ciones de valor producidas y flujos de dinero generados en el producción capitalistas, que esencialmente adoptan la forma
sector I y en el sector II que Marx definió en el libro segundo de sobreproducción de mercancías en el sector II. La sobre-
de El capital. De ahí la inevitable ruptura del equilibrio y la acumulación (declinación de la inversión) y sobreproducción
crisis. (o sobrecapacidad) en el sector I aparecen como resultado de
Los principales proponentes de esta teoría de las crisis por esa sobreproducción (sobrecapacidad) en el sector de bienes
desproporcionalidad fueron el nraniista "legal" ruso MijaiJ de consumo.
Tugán-Baranovski y el austromarxista Rudolf Hilferding. Ideas Esta teoría tiene muchos antepasados no marxistas (Thomas
si¡nilares influyeron mucho en Nicolai Bujarin.se Las conclu- Malthus, Sismonde de Sismondi, los populistas rusos), J suS
siones de la teoría son evidentes: si, a través del crecimiento principales proponentes marxistas fueron Karl Kautsky, Rosa
de monopolios (un "cártel general", como le llamó Hilferding), Luxemburg, Natalie Moszkor.l'ska, Fritz Sternberg y Paul Swee-
los capitalistas pudieran "organizar" las inr¡ersiones entre ellos, 2y.64 Su debilidad reside en el supuesto básico (no siempre
no habría crisis de sobreproducción. Habría, en realidad, capi- clararnente entendido, pero por lo menos claramente exprésa-
talismo sin crisis.60 Pero, como lo ha señalado Roman Rosdols- d.g, por Sweezy) de que de alguna manera haya una propórción
ky, esos teóricos pasan por alto cl hecho de qr-re la despropor- fija entre el desarrollo del sector I y el desarrollo de ia capa.
ción entre producción y consumo tendencia del capitalis- cidad productiva del sector II. Como, simultáneamente, el
-ia sin restricción alguna,
mo a desarroliar fuerzas productivas crecimiento de la composición orgánica del capital y de la tasa
mientras que impone ltmites estrictos al consr-rmo de la masa de plusvalor aumentan el poder adquisitivo para medios de
popular-Gr es inherente al capitalismo, e independiente del producción más fuertemente que el poder adquisitivo para
desarrollo no proporcional del sector I y del sector II debido bienes de consumo, la conclusión es obvia: habi¿ un residuo
a la competencia y a la anarquia de la producción (es decir, invendible de bienes de consumo.
de las decisiones de inversión) características del capitalismo.62 Pero esta suposición no sólo no está demostrada lógicamente,
El mejor ejemplo de las grotescas consecuencias a que pue- sino que es contraria a la naturaleza misma del crecimiento
den conducir las e¡plicaciones monocausales de las crisis del capitaiista, en cuanto se caracteriza por la creciente mecaniza-
capitalismo por la desproporcionalidad es el propio Tugán- ción o (para tomar prestada una fórmula exacta del economis-
Baranovski, quien argumentó seriamente ta burgués von Bóhm-Bawerk) "circularidad" * de la produc-
-y den-rostró
máticamente"- que el sector I podía desarrollarse
"mate-
en forma ción. El crecimiento capitalista sí implica que una porción
tc¡talmente independiente del sector II, hasta el punto en que mayor de la producción total adopta la forma de medios de
la producción de bienes de consumo tendería a caer hacia producción, aunque eso no puede ser acolnpañado por una
cero, sin que ello causara crisis alguna.63 baja absoluta en la producción de bienes de consumo o por
un estancamiento en la capacidad productiva del sector fI.
2. La teoría de las crisis por el puro subconsutno de las masas. Una vez entendido esto, ni el crecimiento de clv ni el creci-
Esta teoría ve en la grieta entre producción (o capacidad pro. miento de s/v tienen por qué llevar automáticamente a una
ductiva) y consumo masivo (salario real o poder adquisitivo
de los trabajadores) la causa esencial de las crisis de sobre- 6i Rosa Luxemburg, The accumulatinn of capital, Londres, 1963 ÍLa
acumulación de capilal, Madrid, 19331; Fritz Sternberg, Der Imperialismus,
ss Mijail Tugán-Baranovski, Studien zur Geschichte und Theoríe der Berlin, 192ó lEl imperialisno, México, Siglo XXI, 19791; Naralie Moszkows-
Handelskrisen in England, Jena, 1901 ; Rudolf Hilferding, Das Finanzkapi- ka, Das Marxsche Sysiem, ein Beitrag zu dessen Aufbau, Berlín, 1929 tEl
tal, Viena, 1910; Nicolai Bujarin, E! intperialisnto y Ia acunzulación de sistema de Marx, México, Cuade¡nos de Pasado y Presente 77, 1979), y
capital, México, Cuadernos de Pasado y Presente 51, 1975. Es verdad que Zur Kritik moderner Krisentheorien,Praga, L935 lContribucíón a la crítica
Bujarin es un poco más cauto que Hilferding y toma en cuenta la fuerza de las leorías modernas de las crisis, México, Cuadernos de Pasado y
restrictiva de Ia limitación del consumo masivo sob¡e la "ilimitada" ca. P¡esente 50, 19781; Léon Sartre, Esquisse d'une lhéorie marx.iste des cri-
pacidad de crecimiento del capitalismo. sis périodiques, París,1937; Paul Sweezy, The theory ol Capitalist Develop-
oo Tony Cliff, quien participa de esta convicción, puede imaginar fácil menÍ, cit.: en cuanto a Karl Kautsky, la referenci.a es principalmente a su
mente una eco¡romía capitalista sin crisis de sobreproducción articulo en Die Neue Zeit, vol. xx, núm. 2, 1901-1902, que es su aportacióD
que la anarquía de la producción se supere por medio de la -siempre
planifica- más extensa al problema de las crisis.
ción. Véase Russia: a Llarxist analysis, Londres, 1970, p. 174. * "El uso de medios de producción menos directos pero más eficien-
67 El capital, utl7, pp. 622-623. tes, que en general incluyen primero una inversión en maquinaria o equi.
0z Roman Rosdolsky, Génesis y estluctura d.e EI capital de Marx, Mé- po. Robinson Crusoe pudo haberse alimentado metiéndose al mar para
xico, Siglo XXI, 1978, pp. 491-492,497, etcétera. agarrar peces con las manos, pero Ie pareció más eficiente pasar Ia mayor
es Mijail Tugán-Baranovski, Theoretische Grundlagen der Marxismus, parte de su tiempo en la playa haciendo redes..." (The McGrau-Hill db-
Leipzig, 1905. tionary of modern economics,3: ed., 1983) tr.l.
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lr 198 EL IJBRO TERCERO TPORÍAS MARXISTAS DE LAS CRISIS 199
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sobreproducción de bienes de consumo. Lo harán solamente 3. La teoría de la pura sobreacumulación, que ve la razón
si la fracción principal de las crisis en la masa insuficiente de plusvalor
producido, en comparación con la cantidad total de capital
producción I ácumulado. Ya hemos hablado de la falla de esta teoría, y de
sus implicaciones peligrosas desde el punto de vista de la lu.
producción II cha de clases proletaria.
Pero hay además una específica variante demográfica de
crece mds lentamente que la fracción esta teoría, que destaca el hecho de que, después de largos
períodos de prosperidad capitalista, el ejército industrial de re'
demanda de medios de producción ierva tiende a desaparecer, y en consecuencia los salarios rea'
demanda de bienes de consumo les ascienden hasta un punto en que causan una abrupta baja
de la tasa de plusvalor y por lo tanto de la tasa de ganancia.66
Pero no es posible demostrar ni lógica ni matemáticamente Si bien desde un punto de vista teórico general no se puede
que ese desarrollo sea inherente al modo capitalista de pro excluir esta posibilidad, el caso extremo de lo que Marx en el
ducción. capítulo xv del libro tercero llama "sobreproducción absoluta
de capital",6? en la historia real del capitalismo condicio
El peligro de las teorías del subconsumo (que, desde luego, -en
Luxemburg evitó por completo) es que pueden conducir a nes de extrema movilidad internacional (migraciones) de la
conclusiones reformistas, no muy distintas de las implicacio mano de obra y de un potencial aun mayor de futuras migra-
nes "armonicistas" de las teorÍas de la desproporcionalidad. ciones que existe en los países subdesarrollados- cualquier
Estas últimas afirman que el capitalismo podría evitar las "presión poblacional" de ese tipo sobre el capitalismo Parece
crisis si "organizara" la inversión. Las primeras tienden a estar a siglos de distancia de nosotros.68 Del mismo modo,
pensar que el capitalismo podría evitar las crisis si los sala- también subestima grandemente la capacidad del capitalismo
rios reales fueran mayores, o si el gobierno distribuyera "po para reconstruir rápidamente un ejército industrial de reserva,
concentrándose en inversiones de racionalización que desde
der adquisitivo" adicional en forma de seguridad social y des-
embolsos por desempleo decir, si "redistribuyera" ingreso
el punto de vista macroeconómico reducen el empleo (por
-es
nacional en favor de los trabajadores, si "retransformara" parte ejemplo, a través de un aumento a plazo medio de la tasa me.
del plusvalor en salarios indirectos adicionales.oE dia de crecimiento de la productividad del trabajo más alto
que la tasa media de crecimiento económico). Esto se ha visto
Lo que estas "soluciones" pasan por alto es el simple hecho notoriamente comprobado durante la década de 1970, en que
de que la producción capitalista es no sólo una producción de
mercancías que deben ser vendidas antes que pueda realizarse
la masa total de desempleados en los países imperialistas
(ocoe), dejando resueltamente atrás las condiciones de "casi
el plusvalor y acumularse el capital: es una producción con pleno empleo" de los sesenta, se duplicó, de diez millones en
fines de lucro. Cualquier redistribucióir perceptible del ing¡e- lgZO a veinte millones en 1980, al tiempo que el número total
so nacional en favor del ingreso de los trabajadores, la víspera de empleos destruidos en la producción por el progreso téc-
o en las etapas iniciales de una crisis, cuando la tasa de ga-
nancia ya ha empezado a declinar, significa una mayor baja oe Véase en particular Makatoh Itoh, "Marxian crisis theories", en
de esa tasa de ganancia a través de una reducción de la tasa de Bulletin of the Conference ol Socialist Economists, vol. rv, núm. l, fe
plusvalor (después de todo, esto es lo que significa "redistri- brero de lns. El primer teórico neomarxista que intentó una explicación
demográfica de las crisis económicas fue Otto Bauer, "Die Akkumulaüon
bución del ingreso nacional"). En esas condiciones, los capita- des Kapitals", en Die Neue Zeít, vol. xxx, núm. 1, 1913.
listas no aumentarán la inversión, aun cuando las ventas de a¡ EI capital, nr/6, pp. 321324.
las existencias previamente producidas de bienes de consumo oe Sólo para dar una idea de esas "reservas": en la actualidad hay un
aumenten. La depresión continuará. millón de inmigrantes ilegales por año de México y Centroamérica a
los Estados Unidos, de los cuales una fracción sig¡ificativa es deportada
inmediatamente. Pero aun al nivel actual de productividad del trabajo
6t Esto es particularmente aplicable a los economistas neokeynesianos en México y Centroamérica (muy inferior al de los Estados Unidos), la
(algunos de ellos bastante influyentes en el movimiento obrero), en paf- cifra de desempleados en esas dos regiones oscila alrededor de los quince
ses como Inglaterra, Francia y Alemania Occidental. Véase por ejemplo millones: que representan una potencial fuerza de trabajo adicional para
Alternatípe ll/irtschaftspolitik (nlmero especial de Das Argunent), Ber- los Estados Unidos. ¡Y eso sin mencionar alrededor de cincuenta millo
Vn, ln9. nes de amas de casa que en la actualidad no tieaen empleo remunerado!
200 EL LrBRo rmcERo TEORÍAS MARXISTAS DE LAS CRISIS 20t
nico era muy superior incluso a los diez millones: millones tercero ni con los datos empíricos de los ciclos industriales
de trabajadores inmigrantes de los paises menos industriali- históricos. Las decisiones de inversiones presentes de las em'
zados tuvieron que regresar a sus paises de origen; millones presas capitalistas son función de dos variables: las realizacio'
de mujeres y jóvenes "desertaron del mercado de trabajo"; mu- nes de ganancias pasadas (es decir el plusvalor disponible
chos trabajadores productivos se volvieron improductivos. para acumulación) y la esperanza de ganancias futuras. E,n,
Una versión más eiaborada de esta teoría es la propuesta cuanto a la tasa de ganancia presente, que es un resultado final
por el marxista húngaro Ferenc Janossy, quien ve en la inca- macroeconómico de muchos cambios presentes, las empresas
pacidad del capitalismo de desarrollar suficientes trabajadores capitalistas no tienen manera de saber nada preciso, por cuarl'
calificados (y sobre todo altamente calificados) un cuello de to todavía no han hecho sus balances. Es muy posible que la
botella inevitable que impulsa los salarios reales hacia arriba reaiización de ganancias pasadas (por ejemplo del año ante-
al final de la "prosperid¿d".oe Pero también aquí se subestima rior) no refleje todavía una baja en la tasa de ganancia pero
grandemente la flexibilidad del capital, tanto para acelerar la sin embargo la inversión se reducirá porque hay crecientes
formación de trabajadores calificados (incluso a nivel de fá- indicios de atiborramiento de las mercancías que las empre-
brica) como para reducir Ia necesidad de trabajadores alta- sas producen (o fenómenos ya aparentes de sobrecapacidad).
mente calificados por medio del cambio tecnológico. Inversamente, es igualmente posible que la pasada realización
Los partidarios de la teoría de las crisis por pura sobreacu. de ganancias refleje ya el comienzo de una baja de la tasa de
mulación suelen argumentar que, mientras la acumulación de ganancia pero las decisiones de inversión continúen expan'
capital procede sin tropiezos, el consumo de los "consumidores diéndose porque, por cualquier razón, la empresa capitalista
finales" crece automáticamente, a medida que se emplea más cree que todavía puede expandir significativamente sus ventas.
mano de obra asalariada (generalmente a salarios cada vez Las esperanzas de ganancias incluyen siempre, además de las
mayores) y el consumo improductivo originado en el plusvalor tendencias presentes de la tasa de ganancia, estimaciones de
también tiende a crecer. Por lo tanto no puede surgir el ati- lo que se espera en términos de condiciones del mercado y
borramiento de bienes de consumo mientras la declinación de participación en el mercado. Precisamente es ésta una de las ra-
la tasa de ganancia no haya retardado considerablemente Ia zones por las que, bajo el capitalismo, decididamente existe una
acumulación. La primera parte de la afirmación es correcta, tendencia de la inversión a "excederse" en ciertas circunstan'
hasta donde llega. Pero la conclusión no es en absoiuto nece- cias, aun después que la tasa de ganancia ha comenzado a de'
saria. Lo único que este análisis prueba es que eI consumo clinar. Muchas empresas capitalistas pueden creer que si con'
(es decir, Ia realización de plusvalor en el sector II) crece tinúan expandiendo la inversión y la proCucción, pueden por
mientras crece la acumulación. Pero no prueba que el consumo ese medio aumentar su propia participación en el mercado,
crezca p.n la mistna proporción que la capacidad productiva beneficiarse de ventajas tecnológicas frente a sus competido'
del sector II. En realidad, el funcionamiento combinado de la res, etc. Todas esas decisiones no pueden detener la baia de
creciente composición orgánica del capital en el sector II y el la tasa de ganancia; pero pueden producir una creciente sobre-
aumento en la tasa de plusvalor en el conjunto de la economía producción de mercancías antes que-la acumulación de capital
hace bastante probable que (al menos periódicamente) el con- se retarde efectivamenle. Elementos de una teoria correcta de
sumo, aun cuando crece, crezca menos que la capacidad produc- las crisis capitalistas están, desde luego, presentes en las tres
tiva del sector II. En cuyo caso indudablemente puede haber explicaciones monocausales que acabamos de esbozar.lo Para
un atiborramiento de bienes de consumo antes que la acumu- proporcionar esa teoria lo que hace falta es precisamente in-
lación se haya retardado en el conjunto de la economía. tegrarlos. El modo más sencillo de proceder a esa integración,
Del mismo modo, la suposición de que un retardo de la in- a la luz de la insistencia básica del libro tercero en la baja
versión corriente (determinado en último análisis por una tendencial de la tasa media de ganancia, consiste en distinguir
baja de la tasa media de ganancia) desencadenará la crisis ro Si bien Lenin se inclinaba por Ia explicación de las crisis capitalistas
antes de que se manifieste efectivamente ninguna sobreproduc- por la desproporcionalidad, fue lo bastante prudente.para. -escribir: "La
ción de mercancías, es en el mejor de los casos apenas una ¡capacidad de corrsumo de la sociedad' y 'la proporcionalidad entre las
variante posible del proceso de las crisis, y de ningún modo diversas ramas de producción'no son, ni mucho menos, dos condiciones
la única coherente ni con el análisis de Marx aquí en el libro absolutamente distintas la una de la otra y que no guardan la tnenor
relación entre sí. Por el contrario, un nivel determinado de consumo
constituye uno de los elementos de la proporcionalidad" (Obras comple'
6e Fere¡c Janossy, Das Ende des Wirtschaftswunáer, Francfort, 1966. fas, vol. 4, p. 58).
n2 EL LIBRO TERCERO TEORÍAS MARXISTAS DE T.AS CRISIS 203
una serie de formas sucesivas que adopta, a lo largo del tiempo, diciones de auge la tasa de plusvalor no puede aumentar en
la acumulación de capital. la misma proporción, o incluso no aumenta en absoluto.?2 De
En períodos de fuerte aumento de la producción capitalista ahí una tendencia a la sobreacumulacióni parte del capital
los negocios son ágiles, la producción corriente se acumulado recientemente ya no se puede invertir a la tasa
-cuando
vende con facilidad (en realidad la demanda parece ser mayor media de ganancia, o incluso no se invierte en absoluto, se
que la oferta) y las ganancias son altas- habrá un "auge de desvía hacia la especulación, etcétera.'8
inversión" que se meterá rápidamente en cuellos de botella La expansión del crédito cubre, durante cierto tiempo, la
en los dos subsectores del sector I: el de la maquinaria y grieta. Pero sólo puede posponer la quiebra, no impedirla.
equipo, y el de las materias primas. Esos dos subsectores del Ahora la sobreproducción tiende a extenderse del sector II
sector I, por su naturaleza misma, son menos flexibles para al sector I.Ia La creciente sobreproducción de mercancías (se
adaptarse rápidamente a la demanda que el sector II. Por eso brecapacidad en un número creciente de ramos de la indus-
las inversiones adicionales, la acumulación de capital, se prG, tria), combinada con creciente sobreacumulación, debe nece-
ducirán en escala cada vez mayor en el sector I.'1 Hay que sariamente conducir a marcadas reducciones de la inversión
producir más medios de producción para producir más medios productiva. La desproporcionalidad entre los dos sectores
de producción para producir más bienes de consumo. La moti- salta ahora de una "sobreextensión" del sector f a un "sub-
vación de este auge es la esperanza de buenas ganancias su- desarrollo" de ese sector. Las inversiones caen más rápida-
mada a la realización de elevadas ganancias. Por lo tanto, hay mente que la producción presente.
un desplazamiento de inversiones hacia el sector I. Se pone en Como resultado de la quiebra puede adoptar, aunque
marcha un desarrollo desparejo (desproporción) entre el sec. -que
no necesariamente, la forma inicial de una quiebra crediticia
tor I y el sector II. y bancaria- hay un derrumbe general de precios de las mer-
A cierta altura del auge ocurren más o menos simultánea- cancías (expresados en oro), junto con una declinación de la
mente dos fenómenos paralelos: por un lado, los medios de producción y del empleo. Hay una desvalorizaciín general del
producción adicionales producidos sólo entran en el proceso capital, como resultado simultáneamente con- ese derrum-
de producción después de cierto intervalo, pero, cuando lo be de precios (es decir, -o de capital mercantil), de un gran
hacen, aumentan la capacidad productiva de ambos sectores número de bancarrotas, y de una declinación del valor del
en forma irregular, a saltos. Pero precisamente las altas ta- capital fijo y de las existencias de materias primas de las em-
sas de ganancia y de inversión implican que los salarios reales presas sobrevivientes. Pero ese derrumbe general de los pre-
y la demanda de bienes de consumo de los capitalistas y sus cios no es sino la adaptación de los precios de mercado y los
dependientes no pueden haberse desarrollado en la misma pro precios de producción (a través de una tasa media de ganancia
porción que este repentino aumento de la capacidad produc- más baja) a la rebaja general del valor medio de la mercan-
tiva de ambos sectores (aun cuando la producción crezca me- cía, que es el desenlace inevitable del aumento general de la
nos rápidamente en el sector II que en el sector I, y aun cuando inversión, la composición orgánica del capital y la productivi-
los salarios reales crezcan también). De ahí una tendencia a dad media del trabajo durante el período anterior. Los capita-
la creciente sobreproducción (o sobrecapacidad), en primer listas tratan de posponer todo lo posible ese momento de
término en el sector II. ajuste de cuentas
Por otra parte, la introducción masiva de nuevos medios de -de ahí Ia sobreextensión
especulación, el sobrecomercio,
del crédito, la
etc., la víspera de la quiebra.
producción en ambos sectores no ocurre con técnicas vieias, Pero no pueden posponerlo indefinidamente.
sino con nuevas técnicas actualizadas caracterizadas por úna Los efectos de la quiebra, para el conjunto del sistema, son
tendencia básica al ahorro de mano de obra, es decir, por sal.gdables, por perjüdiciales-que puedañ ser para capitaiistas
una creciente composición_orgánica del capital. Esto empuja individuales. La desvalorización general del capital no va acom-
la tasa de ganancia hacia abajo, especialmente porque en con-
7r Marx incluso veía en la introducción masiva de capital fiio, a
?2 EI capital, m/6, pp. 3n-323, 328-329.
13 lbid., p. 322.
intervalos de entre siete y diez años, tanto una de las principales ra- 7¡ Esto, naturalmente, no es una regla absoluta, La sobreproducción
zones de la periodicidad del ciclo industrial como el factoi deteiminante podría comanzar en algunos subsectores del sector L Esto ha ocurrido
de su duración media. Sobre la tendencia de la inversión a "excederse", en algunas crisis concretas, aunque no en la mayofia. Las dos últimas
véase J. R. Hicks, A contribution to the theory ol the trade cycle. Ox- crisis de M4.l975 y l/79-1980- se iniciaron ambas en los automd
ford,1951; Roy Harrod, Economic essays, Londres, 1953; E. D. Domar, ytles V-las
la üüenda, es decir, bienes de consumo durables, subsectores
Essays in the thary ol economíc growth, Nueva York, 1957; etcétera. del sector II.
204 EL LIBR0 TERCERo TEORÍAS MARXISTAS DE LAS CRISIS 205
pañada por una reducción proporcional de la masa de plus-
valor producida. -r,iene especialmente el crédito, deben producir siempre paralizacio
O (lo que a ser lo mismo)
idéntica de plusvalor puede ahora vaiorizar un íotui "; ;;; nes generales temporarias, Prescindamos asimismo de Ios ne.
gocios aparentes y transacciones especulativas que alienta el
de capital. Por ese lado la baja de la tasa de ganancia "t""ái
sistema crediticio. En tal caso, una crisis sólo resultaría expli"
ser detenida y hasta invertida. La reconstitución "".¿"
grán cable cono consecuencia de una desproporción de Ia produc-
"., duran-
cala del.ejército industrial de reserva que se produce- "._ ción entre los diversos raffros y a partir de una desproporción
te la crisis I' Ia depresión posibilita un vigóroso u,r*".rió enlle el consumo de los propios capitalistas y su acumula-
de la
tasa de plusvalor, no sólo a través de aóleraciorres sinó ción. Pero tal como están dadas las cosas, la reposición de los
rncluso a través de la reducción de los salarios reales, que a
capitales inr¡ertidos en la producción depende en gran parte
su vez conduce a un mayor aumento de la tasa de ganáncia.
Los precios de las materiás primas en general caen mái q". to,
de la capacidad de consumo de las clases no productivas;
precios de los productos terminados,-de modo que paite del mientras que la capacidad de consumo de los obreros se halla
capital constante se abarata. Eso retarda limitada en parte por las leves del salario, en parte por el
uúmento
"l nuevamente ü hecho de que sólo se los emplea mientras pueda hacérselo con
compos.ición orgánica del capital, impulsando "nha- ganancia para la clase de los capitalisfas. La razón úhima de
cla arrlba la tasa media de ganancia del capital industrial. todas las crisis reales sientpre sigue siendo la pobre¿a y la
Ahora puede empezar un nuevo ciclo de acumllación de caoi- restricción tlel conswno de las nlasas en contrqste con la ten-
tal ampliada, de inversión productiva ampliada, una u., ['"" dencia de la producción capitalista a desarrollar Las 'ftLerzas
las existencias se hayan agótado suficientémente y la prodlc_ produ.ctivas como si solantente la capacidad absoluta de con
ción presente se haya reducido suficientemente para'que la sunto de la sociedad constituyese su lítnite." zs
demanda nuevamenie supere a la oferta, especialm.;;- ;; "Pero periódicamente se producen demasiados medios de
el sector fI. trabajo y de subsistencia como para hacerlos actuar en cali-
De. aq-uí se desprende que la ley de la baja tendencial de la tasa dad de medios de explotación de los obreros a determinada
medla de ganancia es menos una explicación directa de las crisis tasa de ganancia. Se producen detnasiadas nlercencías para
de- sobreproducción propiamente -dichas,
que una revelación poder realizar el valor y el plusvalor contenidos o encerrados
del mecanismo básico del ciclo industrial óomo tal: ¿i.f,o áe en ellas, baio las condiciones de distribución y cortsumo dadas
otro modo, la revelación del modo de crecimiento económi_ por la producción capitalista y recanveltirlo en nuero capilal,
co específicamente capitalista, es decir desparejo, inarmónico, es decir para llevar a cabo este proceso sin explosiones cons-
que lleva inevitablemente a sucesivas faseJ de -declinación dé tantemente recurrentes." ?6
las tasas de ganancia, y recuperación de la tasa ae ganán'cia "Es posible que el fabricante Ie venda realmente al expor.
como resultado, precisamente, de las consecuencias ñ'e la de- tador y que éste a su vez venda a sus clientes en el extranjero;
clinación anterior. Esto puede afirmarse al menos del moáá es posible que el importador venda sus materias primas al
como esta ley opera para ei período de siete a d,iez años, de_ fabricante, éste sus productos al comerciante ma1'orista, etc.
jando de lado, por el momento, el metnento mori que imúüca Pero en algún punto individual e invisible Ia mercancía se
para el capitalismo en una perspectiva secular. hallq invendida; o bien en otra ocasión resultan paulatina-
No puede haber mayor duda áe que esta explicación multi- mente colmadas las reservas de todos los productores e inter-
causal de las crisis capitaristas, anies que cuárqui"ru á.-iá, mediarios. Precisamente en ese momento el consumo se halla
variantes monocausales, corresponde a lá convicc'ión á" M"rrL habitualmente en pleno florecimiento, en parte porque un ca.
por lo menos tal como la expresa aquí en el libro t"..áio. pitalista industrial pone en movimiento a una serie de otros
A.demás del pasaje citado más arriba-en Ia nota 52, colegas, en parte porque los obreros que ocupa, hallándose
crtarse otros tres pasaje.s que dejan muy poco espacü t;;á;;
para plenamente ocupados, tienen para gastar más de lo habitual.
interpretaciones alte¡na tir.ai: Con los ingresos del capitaiista aumentan asimismo sus gastos.
"Imaginemos que toda la sociedad se hallase exclusivamente Además, y tal como ¡'a lo hemos visto (iibro rr, sección rn),
compuesta de capitalistas industriales y obreros asalariados. se efectúa una circulación ininterrumpida enLre capital cons-
Hagamos abstracción, además, de los cámbios ¿* p.".io o"" tante v capital constante (aun prescindiendo de la acumuiación
impiden que grandes porciones del capital global .é ,.oá"Éu, acelerada), una circulación que es independiente, en primera
e-n sus- proporciones medias, y que, dada la conexión g"n"-.at
de todo el proceso de reproduéción, tal como lo ¿eürrotiá ts El capítal, nt/7, pp. 621-623 (las cursivas son nuestras).
16 El capitni, tn/6, p.331 (las cursivas son nuestras).
206 EL I.IBRO TERCERO EL CRÉDITO Y LA TASA DE INTERÉS 2ü
instancia, del consumo individual en la medida en que nunca pudiera practicar la reproducción ampliada con base en las
entra en el mismo, pero no obstante se halla limitada por éste, realizadas por ella misma._
en fin de cuentas, debido a que la producción de capital cons- "ganancias
Ertu expansión coistante del crédito que-ha.acompañado
tante iamás tiene Iugar por sí misma, sino sólo porque se toda la hiitoria del modo capitalista de producción parece, -a
necesita más capital constante en aquellas esferas de la pro- primera vista, acentuar la baja tendencial de la tasa media de
ducción cuyos productos entran en el consumo individual. Sin ganancia.'8 La cantidad globál de gan-ancias distribuida entre
embargo, esto puede seguir tranquilamente su curso durante Et totat de empresas capitalistas es ahora inferior al total de
un tiempo, estimulado por la demanda en perspectiva, y en plusvalor prodircido, siehdo la diferencia exactamente igual a
esos ramos los negocios de comerciantes e industriales, por ia cantidaá total de interés pagado a los propietarios pasivos
ende, avanzan viento en popa. La crisis se presenta no bien de capital dinerario (lo cual no áebe confundirse con las ganan-
los flujos de los comerciantes que venden al exterior (o cuyos cias áe los bancos, es decir, las ganancias medias sobre su
acopios también se han acumulado en el interior) se tornan propio capital, no sobre sus depósitos). Pero naturalmente,
tan lentos y escasos que los bancos urgen el pago o las letras ésu'.s uná impresión falsa. La tasa media de ga-nancia es la
libradas contra las mercancías adquiridas caducan antes de división de lJ cantidad total de plusvalor producido entre
haber tenido lugar la revertta," 1l la cantidad total de capital social. Si, como resultado de la
división del trabajo enlre los capitalistas o de la sobreacu-
mulación, parte dé ese capital no-es directamente productivo,
ET CRÉoIro Y LA TASA DE INTEnÉs o dicho dó otro modo, nó participa en la producción- directa
de plusvalor, eso no modifica su naturaleza de capital, es -de-
Del mismo modo que el libro segundo de El capital destacaba cir,'de valor constantemente en busca de un aumento de valor'
la importancia de la acumulación previa (y la presencia) de Éor 1o tanto, según Marx aquí en el libro tercero, los efectos
capital-dinero, su inyección periódica en la circulación, y su pe- del crédito (igual que los del cómercio) sobre la baja tendencial
riódica salida de las operaciones del capital productivo pro' de la tasa méAia te ganancia son contrarios a lo- que a pri'
piamente dicho, para posibilitar la reproducción ampliada mera vista parece. Eñ realidad tienden a -poner-freno a esa
(es decir, el crecimiento económico) del "capital en general", tendencia, o-incluso a invertirla, como resultado de tres meca'
el libro tercero destaca la importancia clave del crédito para nismos simultáneos que desencadenan:
"muchos capitales", es decir, para las fluctuaciones del ciclo
industrial en condiciones de competencia. 1l El comercio y el crédito permiten al capital rotar más rá-
La aparición de una tasa media de ganancia generalmente pido, anmentanáo con ello él número de ciclos p-roductivos
conocida conduce inevitablemente a una igualación de la tasa iror ios que puede pasar una misma suma de capital dinerario
de interés también. En primer lugar, el plusvalor se divide en bn, digamos, un año, aumentando con ello la masa de plus-
ganancia para el capital empresarial (ganancia industrial, ga- valor y también la tasa anual de ganancia (puesto que se
nancia comercial, ganancia bancaria y ganancia para los em- produóe la misma cantidad de plusvalor durante cada uno
presarios agrícolas, contrapuestos a los terratenientes pasi- áe esos ciclos productivos, si todo lo demás permanece- igual).?e
vos), por un lado, e interés por el otro. A través del sistema Incidentalmenle, es por esto por lo que los industriales están
bancario capitalista, todas las reservas de dinero disponibles dispuestos a permitif al capital comercial y bancario participar
(ahorros y plusvalor no invertido { capital en dinero ocioso en ia distribución general de las ganancias empresariales ( masa
resultante de la no inversión de parte del plusvalor realizado global de plusvaloi menos masa global de intereses), aunque ni
durante ciclos anteriores) se transforman en capital funcio él capital^ comercial ni el bancário producen plusvalor. Ese
nante, o dicho de otro modo, se prestan a empresas capitalistas
que están efectivamente operando decir, EI capital, rtt/1, pp.
-es de la empleando mano 18 773, 781-782.
de obra asalariada- ya sea en la esfera producción o en ru pi iipitál'ln¿udtiiil puede rotar más rápido si los comerciantes ma'
la de la circulación. De este modo, los capitalistas pueden ope- voristas y'minoristas compran las mercancíaS producidaS inmediatamente
á-io. iuiltulistas industriales y las conservan en reserva hasta que apa'
rar con mucho más capital que el que personalmente poseen. ieiá-.1 ; tllti*o cliente". Esti división del trabajo dentro de la .clase
La acumulación de capital puede producirse a un ritmo mucho capitalista, en que los capitalistas comerciales compran a los capltallstas
más rápido que el que tendría si cada empresa capitalista sólo iráriliiilót meicancías que están entrando a la esfera de circulación,
pár qué estos últimos están dispuestos a ceder a los primeros uua
11 El capital, u/6, p. 390 (las cursivas son nuestras)' "ipti.áaét plüsvalor, en forma de utiiidades comerciales'
paite
208 EL LIBRO TERCERO I-A TEORfA MAR-XIANA DE T.A PLUSGANANCI.A 209
capital .no produce él mismo plusvalor, pero a5ruda al capital abundante; el nivel de autofinanciamiento de las empresas es
industrial y al capital agrícoia a producir plusvalor adiciónal. elevado; la tasa de interés es relativamente baja; 81 y el nivel
2l Al arnpliar el alcance y el iitmo de -la acumulación de de ganancia empresarial está por encima del promedio. Por el
capital en la esfera productlr'a, por encima de las ganancias contrario, en el pico del auge, durante la fase de sobrecalenta-
poseídas directamente por los industriales y )os agricultores miento y durante la quiebra, el capital dinerario se hace cada
capitalistas, el comercio acelera la concentración del capital, vez más escaso; el nivel de autofinanciamiento declina rápida-
estimulando así el progreso técnico y la producción de plus- mente; la demanda de capital dinerario crece constantemente,
valor relativo, lo que nuevamente contrarresta la baja tenden- y la tasa de interés crece a saltos, no a pesar de, sino en fun-
cial de la tasa media de ganancia. ción de la declinación de la tasa media de ganancia. Ahora las
3l Por el mecanismo de las compañías (corporaciones) por empresas piden préstamos no para ampliar sus negocios sino
acciones, el crédito crea una situación en que gran parte del para evitar la bancarrota; no con el objeto de obtener ganan-
capital, propiedad de accionistas, no espera én a6solufo recibir cias empresariales adicionales sino con el objeto de salvar su
la tasa media de ganancia, sino que se contenta con la tasa media capital. En ese preciso momento del ciclo, por lo tanto, la tasa
de interés. Por lo tanto, la tasa media de ganancia empresarial de interés puede ser efectivamente superior a la tasa de ga-
es muv superior a lo que sería si todo el capital (o Ia mayor nancia empresarial (lo que, desde luego, no puede ser el caso
parte de él) fuera directamente capital empiesarial, es detir, "normalmente"). Pero cuando, después de la quiebra, se insta-
tuviera que recibir Ia tasa media de ganantia.ro lan la crisis y la depresión propiamente dichas, la inversión
declina abruptamente; la demanda de crédito se desploma, y
La mayor flexibilidad del capital dinerario no ligado a ningún la tasa de interés empieza a deslizarse hacia abajo con rapi-
ramo específico de la industria o a ninguna empresa concreta dez, lo que ayuda a la tasa de ganancia empresarial a empezar
es, a su vez, una de las principales razones por las que la nivela- lentamente a aumentar otra vez.
ción de Ia tasa de ganancia puede producirse y reconocerse con
tanta facilidad bajo el capitalismo, es decir, por las que el capi-
tal social se mantiene relativamente móvil a pesar de la crecién- LA TEORÍA MARXIANA DE LA PLUSGANANCH
te inversión de capital en forma de capital fijo, relativamente
inmóvil. Paralelamente al ejército industrial de reserva, esas Hasta ahora no se ha tomado en cuenta suficientemente el he-
grandes reservas de capital dinerario son prerrequisitos para cho de que la teoría de Marx de la renta diferencial de la
las repentinas y rápidas fases de expansión febril que carácte- tierra representa, en realidad, un caso especial de una teoría
rizan al ciclo industrial y a la naturaleza misma del crecimien- más general de la plusganancia. Esto es particularmente ex-
to capitalista, desparejo e inal.mónico. En realidad, el sistema traño en vista de que \farx lo señala explícitamente aquí en
bancario desempeña en parte el papel de una bolsa de valores el libro tercero, en varios pasajes de las secciones primera y
social, a trar'és de Ia cual se éstá transfiriendo constante- segunda, y vuelve largamente sobre el asunto en las secciones
mente capital de ramos que enfrentan una demanda general sexta y séptima.
estancada o en declinación a ramos que enfrentan una deman- El enfoque básico, una vez más, es una aplicación directa
da general creciente no satisfecha pór la producción (o capa- y franca de la teoría del valor-trabajo. La cuestión de si el
cidad productiva) presente. Las desviaciones del promedio-de trabajo gastado en la producción de determinada mercancía
tasas de ganancia particulares son el mecanismo que guía esas se reconoce como trabajo socialmente necesario medio o no,
transferencias. En ese sentido, Marx subraya el papel clave del no es un simple asunto físico de un número concreto de horas
crédito en la expansión de Ia acumulación de capiial hasta sus de trabajo gastadas determinada fracción del potencial
límites máximos, y funcionando al mismo tiempb como palan. total de trabajo de la-de
sociedad utilizada para producir deter.
ca principal de Ia sobreespeculación, la sobrecomerciaiiiación rninada mercancía.82 Es una función de la cantidad total de
y la sobreproducción. 8r En condiciones de inflación permanente de papel moneda, esto se
!e aquí se desprende que el ciclo crediticio -y los altibajos
de la tasa de interés- están en parte desincronizados
aplica, naturaimente, a Ia tasa de interés "real" y no a la "nominal".
del ciclo La tasa de interés "real" es igual a la tasa "nominal" menos la tasa de
industrial propiamente dicho. Durante el período de recupera- inflación. La magnitud de Ia inflación del crédito en el capitalismo tardío
ción y ascenso inicial, el capital dinerario es relativamente puede medirse por el hecho de que hemos conocido varios perÍodos pr<>
Iongados de tasas de interés "real" negativas en países capitalistas clave.
so El capitat, Ír/6, p. 307. 8z Sobre esta cuestión se está produciendo un debate importante entñ
2to EL LIBRO TERCERO
I-A TEORfA MARXTANA DE LA PLUSGANANCIA 211
trabajo gastada en todas las unidades que producen esa deter-
minada mercancía, en comparación con la cantidad global de ducción. AquÍ, influjos y eflujos de capital, regulados por osci-
trabajo que la sociedad quiere dedicarle.s3 Es una función iaciones de precios que inducen oscilaciones-de las iasas de
ganancia, normalmente equilibrarán la oferta y la demanda
de Ia relación entre la productividad del trabajo de esa deter-
minada unidad productiva y la productividad media del tra- sociales. En ese caso, la nivelación de la tasa de ganancia se
bajo en el conjunto de ese ramo de la industria. aplicará normalmente al ramo en cuestión. Las empresas que
Marx distingue tres situaciones básicas de producción pre- operen con productividad media del trabajo en el ramo
sente, en relación con necesidades sociales presentes (no nece-
(queserá la regla general) recibirán la tasa media de ganan-
sidades físicas, desde luego, sino necesidades inducidas por la cia._ Empresas que operen por debajo de la productividad
producción de mercancías y mediadas por el poder adquisitivo media del trabajo recibirán menos que la tasa media de ga-
tal como lo determinan las normas capitalistas de distribución, nancia y correrán el riesgo de verse empujadas al cierre ?n
es decir, la estructura de clases de la sociedad burguesa). casos de crisrrs_ y depresión. Las empresás -que hayan hecho
El primer caso se refiere a situaciones en que hay movilidad avances_ tecnológicos, que operen a un nivel de proáuctividad
normal del capital en relación con determinado ramo de pro- del trabajo superior al promedio, disfrutarán -de una p/a.l
ganancia transitoria, es decir, una ganancia por encim; de
marxistas, con participaclón de una serie de no marxistas también. Isaac la ganancia media résultante de la diTerencia eirtre sul cóstás
Rubin, mientras que niega correctamente una definición puramente fisio producción individuales y los costos de producción me
lógica (reific¿da) del "trabajo abstracto", sostiene enérgicamente que es {e
dios en el ramo. Pero esa plusganancia desapárecerá general.
cuantificable, con base en el tiempo de trabajo y la intensidad del trabajo
(op. cit., pp. 185-18?). En mi opinión está en lo cierto, y Catherine Colliott. mente en períodos de crisis y depresión, clrando lia nueva
Théléne, en su "posfacio" a A history of economic thought de Rubin, t_ecnología se generalice en el iamo y la productividad media
se equivoca cuando afirma que existe una contradicción básica cuando
Marx define el "trabajo socialmente necesario" tanto por la productividad d.el trabaj-o-(el valor de la mercancía) se ádapte a esa prduc-
media del trabajo en cada ramo de la industria como por la relación tividad inicialmente más elevada.sa
ertre producción de cada ramo y necesidades socialmente reconocidas. El segundo caso se refiere a ramos de producción caracteri-
Donde Colliott-Théléne ve una contradicción, hay en realidad una dife- zados por demanda esftucturalmente estánca.da o declinante:
rencia -entre producción de valot, que está estrictamente limitada a la
esfera de la producción, y realízación de ttalor, que ocurre en la esfera es decir, "atnticuados", con superproducción estructural. Aqail,
de la circulación y depende, entre otras cosas, de las relaciones entre la sólo las'fÍn1a¡ que operen a urla productividad del trpbájo
estmctura de la producción y la estructura de la demanda. La ley del p-or encima del promedio recibirán la tasa media de ganancia.
valor adapta la distribución de la fuerza de trabajo a las necesidades
sociales post festum, porque en condiciones de producción de mercancías Las empresas que operen a niveles de productividad media
eso no puede hacerse a priorí. Pero eso no significa que el trabajo con- recibirán menos que la tasa media de ganancia. Las empresas
sumido en el proceso de producción no haya sido productor de valor, es que operen a niveles de productividad inferiores al promedio
decir, que los trabajadores (el tiempo de trabajo) dedicados a produc- venderán con pérdidas y tendrán que cerrar. En general, repi.
ción "innecesaria" hayan sido inexistentes. Significa simplemente que el
valor producido ba sido redistribuido: que el equivalente de parte de él to, cuando hay movilidad normal del capital, esos ramos de la
no es recibido por los propietarios de las mercancías asf producidas. industria.llegarán a "normalizarse', (es áecir, revertirán al pri_
8s Este punto, que señalé en mi Tratado de economia marxista (Méxt- mer caso) aun antes que se produzca una crisis general de so,
co, 1969), también es sumamente controvertido entre marxistas. El propio
Marx, sin embargo, es muy claro sobre este tema (véase .El capital, m/\ breproducción, a través de cierres masivos 6s rrnidades d€
p.817); "De hecho es la ley del valor, tal como se impone no con rela- producción.
éión a las mercancías o articulos en particular, sino a los productos Pero también existe el tercer caso, que podríamos caracteri-
globales originados en cada una de las esferas sociales particulares de la
producción, autonomizadas en virtud de Ia división del trabajo; de modo zar como caso de escasez estructuralmente (o institucionaL
que no sólo emplea únicamente el tiempo de trabajo necesario para cada mente) determinada: es decir, el caso en que el influio de
mercancla, sino que sólo se emplea la cantidad proporcional necesaria del capital se ve estorbado (o impedido) por moiopoli";;;;;r;.Ie;
tiempo de trabajo social global en los diversos gn¡pos. Pero si el valor a artificiales.ss En esos casos hay preponderancia a lar1o plazo
de uso de una mercancla en particular depende de que la misma satis- de la demanda sobre la oferta, cie iranera que las
faga, de por sl, una necesidad, en el caso de la masa social de los pro
ductos de esa mercancía depende de que la misma sea adecuada a la que operan con la productividad del trabajo más "ñpi"rá,baja del
necesidad social cuantitativamente determinada de cada tipo de producto ráino aún reciben la tasa media de gananciJ(es decir,"deter-
en particular, y por ello el trabajo se halla proporcionalmente distribuido rriinan el precio de producción, o e1 valor, de la meicancfa
entre las diversas esferas de la producción en la proporción de estas
necesidades sociales, que se hallan cuantitativamente círcunscritas."
Véase también p. 831. !. El
es
El, capital, m/ó, pp. 225-226,250, 33$340.
copital, n/6, y u¡/8, pp. 1093-1091.
D.251
LA TEORÍA MARXIANA DE I.A PLUSGANANCIA 213
212 EL LIBRO TERCERO
por el medio de frenar la libre entrada del capital en ramos
prodr.rcida en ese ramo).86 Las empresas que operen- con una de producción donde la tasa de ganancia es superior al pro-
productividad del trabajo más altá pro.medio del ramo, medi.r, son siempre relativos, nunca absolutos. La tierra no es
L a fortiori a un nivel" superior al -al
promedio- reciben una reproducible. Pero las posibilidades de inversión de capital
plusganancia a largo ptazo protegida por el monopolio-mismo, en la tiena existente pueden expandirse enormemente. Ade-
ls dÉcir, por el ortoioso o^bstácirlo que estorba el influjodes-
de
más, internacionalmente, hay inmensas extensiones de tierras
capital adicional uúumo en cuestión.-Esa plusganancia no potencialmente agrícolas que todavía no se explotan (en el
upá."." ni siquiera en momentos de crisis y depre.sión, aunque siglo xtx, desde luego, eran mucho mayores que hoy). De modo
evidentementé en términos absolutos se reducirá, como con- que la tierra potencialmente agrÍcola todavía es relativamente
secuencia de la caída de la tasa media de ganancia' abundante a escala mundial. Además la tecnología capitalista
Esas plusganancias del monopolio se,llaman rentas diferen- puede llevarse hasta el punto en que sea posible la producción
ciales. Én eilibro tercero de Et capital se distinguen tres ea- sin empleo de la tierra. Los recursos minerales son finitos.
sos de rentas diferenciales: renta de la tierra; rentas minera- Pero la producción sintética de materias primas originalmente
les; rentas tecnológicas.8? La renta de la. tierra podría sub- naturales (fibras, caucho, petróleo) no es finita, o por lo me-
dividirse en renta agrícola y renta territorial urbana' nos en grado totalmente distinto que las materias primas
Los monopolios náturales están determinados por el,hecho propiamente dichas.
de que el aóceso a recursos naturales necesarios. para la pro- Cuanto mayor sea la inversión inicial de capital necesaria
ducéión (desde el punto de vista del valor de uso) es linritado, para la producción rentable, rnenor será el número de nuevos
y que éstos no son reprociucibles a voluntad por el capital'
"Etio t" aplica a la tierra en cuanto tal, especialmente- a la competidores potenciales en cada ramo de la industria. Pero
a la inversa, cuanto más elevadas sean las plusganancias que
tierra de áeterminado valor de uso (fertilidad relativa desea- se obtienen en ese ramo, mayor el incentivo para que "muchos
da, ubicación deseada); a los yacimientos de minerales; a capitales" se agn¡pen y arriesguen la gran inversión inicial de
requisitos climatológicos para el uso de Ia tierra para la pro capital necesaria para obtener una porción del pastel. Cuanto
duición de valores á. ,r.ó específicos (por ejemplo, algodón, más esos decisivos avances de la tecnología llevan a beneficios
hule natural, frutas tropicales, etcétera). estables por períodos largos, más fuerte es la presión de po'
Los monopolios artifitiales son determi¡rados por limitacio- tenciales competidores por dar un salto adelante y superar
nes de la mbvilidad del capital relacionadas no con condicio esos avances por medio de una nueva revolución tecnológi-
nes naturales sino .o.tdi.iones derivadas de etapas (foi' ca, etc.88 Podríamos concluir que todas las plusganancias mono,
mas) específicas de"ott
acumulación del propio capital: concen- pólicas están siempre limitadas en el ticmpo y, a largo plazo,
tración del capital (si, para iniciar una nueva empresa en tienden a desaparecer, y que las mercancías producidas en
determinado rámo de la industria con un nivel mínimo de ren' ramos inicialmente monopoiizados tienden a ser intercambia-
tabilidad, hace falta invertir por lo menos quinientos millones das a sus precios de producción. Si ese "largo plazo", por io
de libras esterlinas, o mil millones, eso evidentemente es un menos para productos industriales producidos en ramos mono-
"obstácttlo a la entrada" para la mayoría de.los capitalistas); polizados en el capitalismo monopolista (es decir, desde alre-
derechos monopólicos sobre patentes, invenciones o- inv,estiga' dedor de 1890), es la "onda larga" la hipótesis que he
ción en ciertoi campos nueubs de Ia producción (o, Io que expuesto en El capitalismo tardío- -según
o no, es un tema aún
viene a ser lo mismo, ventajas cualitativas en la capacidad de abierto a la investigación.se
aplicarlas); prácticas
-que organizadas por un reducido número 8e Un impresionante ejemplo reciente es el creciente desafÍo al dominio
de empresas dominañ la producción en determinado cam- casi monopolisra de la IsM en la industria de las computadoras, como
po, a las que recurren sistemáticamente para mantener ex- consecuencia del desarrollo de microprocesadores y el intento de Ír¿¡sts
ólui¿os a los potenciales competidores, y muchas otras' japoneses de superar a la r¡u en la producción de computadoras grandes
Como se deriva claramente de esta definición, los monopo de la quinta generacion.
8s Véase El eapitalismo tardío cit., pp. 527-528. La idea de una nivela-
lios naturales y artificiales, que dan origen a plusganancias ción de las plusganancias parerlela a la nivelación de las ganancias me-
dias, que implica la coexistencia durante cierto tiempo de dos tasas.
eo EI cdpital, nr/6, pp. 225-226. medias de ganancia, una en el sector monopolizado de Ia prciducción y
¡z Útilizb la'fóimiiá ,irenta tecnológica" como extensión de la renta otra en el no rnonopolizado, fue adelantada en mi obra Tratado de eco
de la tierra de Marx, cuando las condiciones de "monopolio artificíal" se nomía marxista (cit., vol. 2, pp. 47-45\ y defendida en El capitalismo tar-
deben a monopolios iecnológicos, similares al monopolio de la propiedad dío (pp. 93, 520-532). Ha sido discutida con la misma fuerza. El propio
de la tierra.
214 EL LIBRO TERCERO
LA TEORfA MARXIANA DE fA PLUSGANANCIA 215
Para comprender plenamente la naturaleza relativa (nuaca ses no sólo ha estado contrayéndose fuertemente la renta
absoluta) de cualquier monopolio, natural o artificial por diferencial, sino que grandes extensiones de tierra agricola se
lo tanto la naturaleza limitada en el tiempo de cualquier-yforma han vuelto a convertir en tierras de pastoreo, al paso que
de plusganancias bajo el capitalismo- es necesario reintro grandes extensiones de tierra de pastoreo volvían a convertir-
ducir en nuestro análisis el fenómeno de la escasez estructural, se en bosques o simplemente en tierra baldía. Los masivos
que fue su punto de partida.eo Porque es solamente cuando cierres de minas de carbón en la década de 1950, 19ó0 y comien-
obstrucciones a la movilidad del capital, es decir, obstáculos zos de la de 1970, cuando el petróleo era mucho más barato
o los aumentos en Ia producción, ctean condiciones en que la que el carbón, constituyen un proceso paralelo en la minería,
demanda social de los bienes producidos en ese ramo de pro con una correlativa decünación de las rentas diferenciales de
ducción determinado se mantiene por períodos largos superior Ia minería de carbón.
o igual a la cantidad global de mercancías producidas (inclu- Pero el proceso puede también invertirse.,Cuando la deman-
yendo las producidas en las condiciones de más baja pro da social
ductividad del trabajo, o de mínima fertilidad del suelo en
por un aumento de los precios de mer-
cgdo- sube -mediada
repentin-amente exceüendo a la demanda por,
agricultura), que las unidades de producción que gozan de los digamos, diez o veinte años, es decir, cuando la escasez estruc-
precios de producción más bajos podrán realizat plusganan-
!¡ral reafarece, oclure +na reaparición masiva de las rentas
cias en forma de rentas di't'erenciales (rentas de la tierra, ren- rlifg¡gnsi¿lss. Esto es lo que ha-ocu¡rido en la producción de
tas minerales, rentas tecnológicas diferenciales). .' oro desde el derrumbe del sistema de Bretton Woods, cuando
Sin embargo, una vez que la demanda social de los bienes se hizo imposible para los bancos centrales imperiaüstas man-
producidos en el ramo monopolizado de la industria retroce- tener el precio del oro en 35 o 42 dólares (35 onc) la onz .s2
de, o se estanca, o crece más despacio que la producción aun El salto hacia arriba del "precio del oro en el mercado libre,,,
en condiciones de relativo monopolio, la renta diferencial ten- primero a 100 dólares, después a 200 y finalmente a más de
derá a reducirse y las plusganancias a declinar. (Eso desde lue- ó00 la onza, ha hecho nuevamente rentables muchas minas mar-
go no significa que vayan a desaparecer po¡ completo, donde ginales de Sudáfrica (y otras partes), y ha conducido a un
el monopolio es natural, mientras las diferencias en fertili- desarrollo febril de la inversión de capital en la minería de
dad, etc,, subsistan y determinen diferentes costos por unidad oro. Las más productivas de las veinte piincipales minas de oro
en diferentes trozos de tierra, diferentes minas, etc.) Los sudafricanas estaban produciendo a fines de 1979 a costos de
enorrnes aumentos de la productividad media del trabajo producción de alrededor de 95 dólares la onza (la más produc-
agrícola, que han sido una de las principales características tiva a 64 dólares la onza). Las menos productivas de esás vein-
del desarrollo del capitalismo en el siglo xx, y en realidad han te minas tenían costos de producción de alrededor de 200 do
superado la tasa de crecimiento de la productividad del traba- lares la onza (siendo la cifra individual más elevada de 265
jo industrial, han alterado completamente la relación entre dólares), Esta situación da una renta diferencial de más de
oferta y demanda para los alimentos básicos en los países 100 dólares por onza para la primera categoría de minas, con-
capitalistas avanzados.el La situación de escasez estructural trapuesta a la segunda, cuando el oro se está vendiendo a
se ha transformado en una situación de sobreproducción es- más de 200 dólares * ganancia media: digamos, más de 240
tructural, codeterminada por eI decreciente lugar ocupado por o 250 dólares por onza.eg
el gasto en alimentos en el total de gastos de consumo al ele-
varse el salario real (ley de Engels). Por lo tanto, en esos paí-
Hay una razón más general por la que el modo de produc-
ción capitalista produce tanto una tendencia a la mónopoli-
Marx, sin embargo, la propone en el libro tercero d,e El capital (véase zación (por ejemplo, como resultado de la creciente conceitra-
u/8, pp. 1093-1094).
e0 Marx trata este problema de la escasez estructural en El capital,
ción y centralización del capital), y una tendencia hacia la
ú/6, D.226: "En cambio, si la demanda es tan intensa que no se contrae c: I€s DEG (Derechos Especiales de Giro: emitidos por el Fondo Mone-
cuando el precio resulta regulado por el valor de las mercancías produ-
cidas bajo las peores condiciones, éstas determinan el valor de mer- tario Internacional y utilizados únicamente en relaéiones entre bancos
cado." centrales, no en relaciones con capitalistas privados, incluyendo a los
sr En el período de posguerra, la productividad del trabajo agrícola bancos privados) se basan en una cesta de monedas coinún, y-por lo tanto
ha estado elevándose con mayor rapidez que la del industrial en la mayo se han ido revaluando constantemente contra el dólar desdé i971. De alf
ría de los países capitalistas industrializados: en los Estados Unidos, al el aumento del pr_e,cio "oficial" del oro del rrvr¡ (fijado en 35 nrc por onza),
triple de velocidad durante la década de los cincuenta. Véase Theodore que aumentó de 35 a 42 dólares.
e3 Estudio de la Banque L. Dreyfus, reproducido en Le Mqtde,
Scfrultz, Economb crises in world agriailture, AnÍ Arbor, llló5, pp.7&72. 29 de
enero de 1980,
EL LIBRO TERCERO I-A ESPECIFICIDAD DE I,A AGRICULTURA CAPITALISTA 2T7
216
el hecho social proletariado moderno-- que no tiene acceso a los
periódica declinación de monopolios específicos' Es global medios-el
de producción y de subsistencia y que por lo tanto se
de que las plusgana";;;;;á;;;; de ta cantidad de -la
que partici' halla bajo compulsión económica a vender su fuerza de
g*á""iái J ai.i.iU,rii todos los capitalistas trabajo. Medios dg subsistencia son, en primer lugar, alimen'
;;;"" "ntiélutu de gananóia' 9 :gitL?^d:-"j1":
a"-iu
-modo, la nivelación que se ors' tos, que dondequiera que el acceso a la tierra es libre- pueden
de que tienden a reducir el pastel seneral prodücirse con medios de producción minimos- Por lo tanto
tribuye entre todos los burgueses except; los monopolistas'
de ganan- la creación del proletariado moderno depende' en gran me-
óóm;
"*iit" "i;d",;ltpode esa-tasa media
una Uaja-ten¿.ñ.lut
lu- dida, de impedir el libre acceso a la tierra a las personas
cia, los monopolios e" -p:?t^t: 119
-ittcttty"ldoa acentuar
ieÉiiotiai moiopolista- tienden, p-or lo.tanto'
esa - no poseen capital.
que
para superar.la-s El próceso de apropiación privada de Ia tierra, que en Euro'
declinación. De ahí ñ p;¿;l¿; áét capitat pa oóciclental se produjc principalmente entre los siglos xv
barreras naturales r-"r{in"'i"1".-"
-lui lu'movilidad del capital, y xvin y culminó Con la venta de las reservas de tierra "libres"
;á;;i;-"i i*p""ió á" iituacionesElm-onopolist": iltlY: áe los pueblos (tierras comunales) desencadenada por la Revo-
lt"t"" de eliminarlas por completo' desenlSce 9e"^distintas :-se.trro- lución Francesa,ea se repitió durante la última parte del si'
neo constante es funlión de la fuerza relativa.de slglo xx' la glo xrx y todo el xx en Europa oriental, América del Norte y
óapas de la clase dominante. Por lo menos en el del Sur, el Medio Oriente, Africa, Japón y el sureste asiático'
a.los terrate1i11ll;
ói-"iiot frá tenido mas é*ito cony respecto los empresanos La forma más repulsiva de separación forzada de la población
;;pil;iitát áusentistas (aparte distintos de in- indígena de sus reservas de tierra fértil se produjo en Africa
agiícolas capitalistas) que con respecto a los monopolios en oriental y meridional, y está ocurriendo hoy mismo en paises
áñit¡ut"r, min"ros o dét tt"tttport!, aunoue también esos
como Brasil, Irán, Filipinas y México (pese a los parciales lo
dominios pueden citarse no pocos d" derrumbe de las gros de la Revolución de 1910-1917).
plusganancias monoPólicas' "u'o' Sin embargo, las relaciones entre la consolidación del modo
^ EJta presión siguá siendo una realidad independientemente
adicio capitalista de producción, el proceso de acumulación de capital
a" q"á Iá consid"ie que las plusganancras (el plusvalor dentro y la lucha del capital contra la baja tendencial de la tasa de
nal) de los monopiiii"i--té pioducen efectivamente
o bien se les con- ganancia es mucho más compleja que esa .compulsión hacia
-iut"t) como
de los ramos a" p."á"."ion rnonopotizados'
resultantes de la transformación de toda la t;erra en propiedad privada.
sidere (por lo *""o'Jl-"-uuti"t no T11? Por razones históricas, la generalización de la propiedad pri-
transferéncias de uulot-á" sectores de producción
vada de tierras, tanto en Europa occidental, central -v buena
Porque' en amDas nlpcr'
polizados a sectores monopolizados' capitalis' parte de la oriental como en el Japón, tomÓ inicialmente ia
pl;.;;i;;;"i.pattir entré todos los
tesis, la masa de
inferior a lo iorma de propiedad por una clase social separada y dislinta
;;; il; to-got"ti de rentas ei sustancialmente de los capitalistas "actuantes" propiamente dichos (es decir,
q* ii"¡i"ta- sido ;;;; mtvilidad "e,erf::-ti':^9"1:1"3
medra de agricultores capitalistas, empresarios). Esos terratenientes ca'
tácia todos los ramos; dicho de otro modo' su tasa una tendencia pitalistas (que no deben confundirse con los terratenientes
acentúa
;;;¿b ié fri reUai-aio. Y cuando esto
profundas' como se ha semifeudales o feudales) cerraban el acceso a sus tierras a la
a;tt" está actuan,i;;;t-;r*es más contraria será tanto r¡ás clase capitalista en general, a menos que recibieran un, ingreso
indicado más arriüá,-ü lresión especial-"no ganado" en forma de renta absoluta de la tierra
fuerte. (lá misma regla se aplica, desde luego, a ios rentistas-propie-
tarios de tierras urbanas con respecto a los capitalistas actuan'
tes en la industria de la construcción). En otras partes del
LA BSPECIEICIDAD DE LA AGRICULTURA CAPITALISTA mundo, el fenómeno de apropiación privada del "excedente"
sobre una de tierra ha involucrado a otras capas de la clase dominante:
En el libro tercero de El copital, Marx se extiende
primero: la im' en ocasiones se lo han apropiado colonizadores extranjeros; ss
td;. d; y; había ¿.Jtu"uáó'"i rinat del libro
poriui.iu".ru"" a"-lá"-ñ;"p;.i¿n privada de la de tierra -la
deter-mi-
e4 Véase, entre otros, Otto Bauer, Der Kampl um Wald und \leide,
transformación de la tierra en propteclad-privada naclmle^:t1to' Viena, 1925.
ps Én la segunda parte de su notable estudio "Value and rent" (Capital
nááá .us" limitada de personai- para.el.propio
expansién del modo c-apitalista de produccton' and Class, núms. 3-y 4), Robin Murray señala (pP. 13ss.) que -los- colo
consolidación y nizadores de ultramar géneralmente podían esperar una "renta de funda'
gil" *o¿o a" "ptoá,]".iJ" tt"*pottt la aparición de una clase
EL LIBRO TERCERO
T.A ESPECIHTCIDAD DE LA AGRICULTURA CAPITALISTA 2t9
2t&
capitalista permite a los terratenientes impedir que esa can.
otras veces terratenientes, comerciantes, usureros u otros sec' tidad suplementaria de plusvalor sea aspirada hacia el proceso
tores de la clase dominant'e local han operado del mismo modo' general de ecualización de los beneficios de todos los capita.
Y aun hay casos escasos- de combinaciones de am' listas. Así la renta es efectivamente un obstáculo para el pleno
-aunque
bos procesos en alguna medida. florecimiento de la agricultura capitalista; una fuente de atraso
peio en todos loJ casoi q.t" la propiedad efectiva de la relativo de la agricultura con respecto a la industria, es decir
tieira llegó u ,"p"tur." de "n su éxplotación capitalisto apareció de productividad agrícola del trabajo, en comparación con la
la renta a-bsolutá ¿e ia iierru. E igual que la renta diferencial, la productividad industrial del trabajo. Pero Marx, quien insistió
renta absoluta es uná iraici¿n dlel ptusvalor global prod]-rcido en ese atraso relativo, observó que no era una característica
pái-"f t"iái áát traUaJolroa'"to. dé mercancías, deducida dely fija-.y final del modo capitalista de producción, sino algo que
i..ia"o a repartir entré todos los empresarios capitalistas podía ser superado más tarde o mál temprano. pero cuanao
piápi"t"il"r'dá capital dinerario. Esa deducción es tanto más
la agricultura se vuelve cada vez más industrializada, cuando la
ón"iosu cuanto qu1, contrariamente a.la renta diferencial, no sustitución del trabajo vivo por trabajo muerto (maquinaria,
está abierta a la-erosión o la nivelación a través de _las _leyes fertilizantes, etc.) se aplica en escala-cada vez mayor^ en ese
de movimiento del modo capitalista de_ producción hablando
^progreso técnico, aumento de. la ramo de la producción, cuando surge la agroindustila contem-
áttiiit"*""te (competencia, y centraliza' poránea, la diferencia en la composición brgánica del capital
;;ú;[tó; oigániia det caiitai, concentración agrícgla comparado con el capital industrial iiende a desa¡iare-
¿"f capitalietc-). Así, pon. .t1 freno a la acumulación de cer. En consecuencia, desaparece también la base materiál de
"iO" la aericuliuru. b" ahí el impulso-orgánico del capi- la renta absoluta de la tiema. Como bien lo ha expresado Robin
tai a eliminar-la separación entre la propiedad de la tierra
"upitui""
a los Murray: del mismo modo que Ia subordinacién formal del
v i" ugti""iiuia capiialista, transformando-gradualmente
los agricultores arrendatarios
trabajo al capital se transforma en la agricultura en una subor-
iropiJtario. "r, .*pi"sariós, y a dinación real, también la subordinación formal de la tierra en
é" ü"" mayoría ae ásálariaáós por un lado y uT? minoría de
la agricultura capitalista se transfonna en subordinación real
rurates-lot el otro. La.transformación de una si'
;;";i;dti;"t de la tierra como elemento material en la producción agrícola
iouóiOt de escasez eitructural de alimentos en otra de abun' capitalista.og
aáncia estructural (o de sobreproducción latente) en la mayo La extensión de este proceso de industrialización de la agri-
ti" a" los países industrializadós contribuyefuerteTqlt"
a Ia desaparictÓn de ?-":'
la cultura puede medirse por los siguientes hechos referenteé a
froceso.tu Representa una tendencia los Estados Unidos. Entre lgli-1919 y 1973-1977,Ia productivi_
renta absolutá en los países imperialistas' aa{ $e-t trabajo-en la producción de trigo y frijol áe soya se
Por detrás de ese pto""to háy una imperio-sa afirmación a multiplicó por_ diez, medida por las horás de tiabajo nécesa.
r"tep piár; de la ley áe valor de tipo-más profundo' La fuente rias para producir cien bushels. Para el maí2, ese aumento
Aá"la ienta absoluá áe U tierra és la más baja composición representó una multiplicación por treinta. El activo de produc.
orgánica del capital en la agricultura, err comparacron con Ia ción incluye acopios de-ganado vivo y materias primas
i"E"iiiiu, és decir la mayor-masa de plusvalor_ que producen -que en unidades
con los asalariados acumuladas productivas agríColas, apro mada-
ió, agrícolas en comparación mente comparables al capital constante- por trabajador agrí.
"*iáiiudos
i"á"ttriái"i empláados con la misma cantidad de cap,ital total.ez cola se multiplicó por cinco en dólares córrientes Lntre 1é03
iu üutt"tu de lá propiedad de la tierra separada de la empresa y 197.8. El-ingreso per cápita disponible por trabajador agríco
la,.sin embargo, sólo se multipüóó por rienos de ires, y ía mi-
dores,,similaralarentadefundadoresdegrandesemqresas.oligopólicas
en lo referente a los tad de ese aumento se originé en fuentes exteriores a-la agri-
de Hilferding' ct.o qnJ tiJn iuto"' pot lo Tenosdel promedio de Euro
paises de ultramar ?Jiiiléip"r.*cima cultura propiamente dicha. Los salarios de la mano de o6ra
"o"'tióiili alquilad-a- apenas se duplicaron en el mismo período. ¡Buen
3ft trrj?r['f i:"lTJ*i'n'i:¿i:r.::'T'""1,?1,;;1i*'$?ii"ll3':"i; índice del aumento de la composición orgánicá del capital si
q.tgtff#;t"t#i".:"iltffi; de rebrero de le8Q, el acopio total.de trigo los hay! Simultáneamente, la,'émancipacién,' de la agriiultura
en los países imperiaüsüs-llcaruaVa ut Promedio de más de cincuenta
1970/1971 y 1979/19Ñ.
capitalista del uso de la tierra ha dado pasos giganlescos en
millones de toneladas
^#l'i,gx.:"i*í:*'F"f ilc;,r;;;-purti""tur entre el manejo de animales, como lo ilustran por sobie todo la cría
lt"xl"$ltrligtti"¿"'"":1"".".T'ffi at de cerdos, la cría de vacunos y lo que córrectamente se Ilama
ss Robin Murray, op, cit,, p, 21.
- millónes de toneladas en l/19.
1.4
y
s7 El capital, m/8, pp. 966-968 980-981'
F
¡1
1.
j
220
EL LrBRO TERCERO I
!. T-A ESPECIFICIDAD DE LA AGRICULTURA CAPITALISTA 22I
1

"industria de Ia parrill a" ' Para 1972' el 75.% de la carne vacuna 1 la, para el conjunto del capital (nacional) el principal.proble'
en' los llamados f eedlots ma a corto plazo es el de asegurar el acceso a los alimentos
de los Estados uni¿ol ;;;e;ti; los cua]es alimentaban
Iranchos de engoraai, lát il"v*es en la forma más barata posible, ya sea por medio de modos de
de
v91'" producción capitalistas, semicapitalistas o precapitalistas.
itatia rzs 000 cábezas Por absoluta de Ia tierra
Hay que obsen'ar oti*.tf üien Ia-renta Esto significa que el conjunto del capital tiene interés -por
entre la pro.piedad de la tierra y lo menos en las primeras fases del desarrollo capitalista (que
originada en la sepaiacíón de la tierra se están reproduciendo hoy en la mayoría de los países semi'
los agricultor., .up'iiti;;;t.¿ii 1át"-^ti"encial sólo determina
no se origina en la piopi"¿i¿t la propiedad coloniales, aun los que están semindustrializados)- en man'
áíreli J"'iá--ápiopiul'ti;;a; ; reaparece
desaparecer en condiciones de
tener a una parte sustancial del campesinado en condiciones
en f orma modi f i cada en que aún tiene acceso a .algo_7o2 de tierra: no Io suficiente
];;;;üirra'li,¿,r'tttiori zada"' ie ta.úerra propiedad de agri-
i3;;';i;;'";;:;ó;' giiííi'ti'ái'y *"q111?.t otras palabras'
para proporcionar una mínimá base de subsistencia, pero sufi'
cienté para suminislrar parte del insumo anual de comestibles
cultores capitalistas l"áttn*
'd*'unu -en del pilrstalor
significativa
como transferencia parte de la familia campesina, y obligar a esos campesinos a buscar
u buttqu"ros y capital financiero.l0o empleo durante parte del año. El capitalismo en ascenso, pues,
;;;"r.;;;-;;iá ugri..rit.rru
"' ;;*
";;
;;;;
." gt'iui
l;
;:* ; tá suuia)'uq,?,
no
ne
por-la tasa media
r.9' ry ovim i-e119s 13-
de ganancra srno
por un lado suprime despiadadamente el libre acceso a la tierra
á través de la generaiización de Ia propiedad privada de la
les del capital modo que mientras e'l ca-
oor desviaciones
-" de;t; ;;;áio' De tierra, y por otro defiende hábilmente los minifundios, es de'
s países capi ta I i s tas
|ii'"i*;;; .i i*i""r" i""* iu áu toru ta en lo cir, las unidades productivas agrarias de subsistencia parcela-
'más antiguor, tu*uiitiiüá" to"'tantemenfe a reproducirla' das en pequeña escala,lo3 que permiten empujar los salarios por
en países donde el debajo del nivel de subsistencia debido a que esa subsección
esencialmente (aunqie to-"*"r"tiuumente) ese modo opera' a
capitalismo r,u p"n"1tlááo tardíame¡-te'Dede proceso de inter- semiproletaria de la clase asalariada produce parte de su pro-
nivel de la economta mundial' una
especie pia alimentación. Se ha señalado con frecuencia la función
l;'#ñi;tló" de'la tierra^v creación de la política y social de políticas deliberadas en ese sentido de
nacionalización de álgt'nos notables
renta absoluta de la*tfrrráill-i'usit
presenta gobiernos burgueses: retardan la concentración y el estable-
ejemptos de esta tendencia' cimiento urbano permanente del proletariado; mantienen una
aglícola es producción de
Finalmente, .o*o'1"* pt"¿ucción un elemento esencial de la base electoral fácilmente manipulabie, o menos fácilmente sin-
alimentos, y como fos alimentos
son dicalizable u organizable en partidos de trabajadores, etc' Des-
su empeñan un papel importante hoy en muchos países semicolo-
i"ptáát..r¿" á" r""r"*Á- de trabajo en -cuantitativamente
las primeras fases d.el niales, especialmente los más adel¿rntados. En cuanto a la
orincipal etemenro, ü;"i;;.;;;
de producción- hav olro ele' explotación directa de esos míseros "propietarios privados"
á;;;'i"ji"";;i ;;á; t"i"ción. entre capitalismo y agri' por el capital, adopta la forma no de extracción forzada de
mento, contradictoi","tíi'r" agrícolas (reales
cultura. Mientras q;¿
""upitári'tu
p"{; 1os .capitalistas ienta de la tierra sino de extracción f.orzada de interés Lrsura'
o porencialerl .r plii.i'paip.t*l:-l
tl
?l y 9"
eiiminar^la.es- rio, pues los propietarios de parcelas están permanentemente,
Ia tierra la empresa asnco- y cada vez más, abrumados por su deuda.
;,ffi;il;i'aá rá fropiedad de
La evolución general de ia agricultura bajo el capitalismo
464; Mu'
ss {.JS Department ol Agriculture Statistics' 1978' pp' 426' 444' será una resultante de la interacción de Ias cinco tendencias, a
tt?,t; siglo XXI' le84' menudo contradictorias, que acabamos de esbozar. Y esa re'
i!ríit k5;,tl¿u,.,,.ur, La cuestión oc:::io'México' sultante pasa a ser, en cierto sentido, un índice del grado de
pp. 352-355. .,..i.' ü'p"í'.r ;; if j
-c11:9:iJ)Tü:t,i;il:t:# :3:á::
áe alimentos-Er(cada lez más' las multlnacionale también merece mencro- 1o2 La ma¡o de obra migratoria en Sudáfrica y otros países "coloniza-
cot¡perrtiras .on,,otuá"'iói-ágtii"ltott:^Ii:?t
to'tut tt uiiáto directo al mercado
narse: éstas tiende¡l t"Ju'ut"ñá' Kayser' apcnas dos" desernpeña un papel iimilar. Véase por ejemplo Harold Wolpe, "Ca-
". frances Berna¡d
a los agricultot"' - stg"¡li ti?t""á*itl"
;;tl;;ü f-rancesa es vcndida por los asriculto-
pitalism anÁ cheap lab-our-pou'er in South Afric-a", Economy a.nd-.Societ!'
i.i-. t¿, 1972; R. T. Bell, "Migrant labour, theory anddepolicy", Sou/h
ei 25 9''" .le la protruccl;; Todo el resto African Jotuttal of Ecottontics, vol. C0, núm. 4,.diciembre 1972; Francis
res mismos u .on".'*iloift't;;;ltt -intermediarlos
". ?:,t:tontu-ida
iapitalisras' que natural' Wilson, Labour in the Sottth African gold mines, Cambridge, 1972; Gio
pasa por .las mancs a'J'!"*tia.t"t a- un in¡erés
pu,é,-'i*ilar 3 .T:lYd;-páralela- vanni Árrighi, "Labour supplies in historical perspective: a study of the
mentc cobran ,,-,
hipotecario. tvease Eiáná"]¡i it -Jstot¡ttiques' nim' 102' jutio-agosto de
proletarization of the AfriCan peasantry in Rhodesia",,en G.--Ar¡ighi--y
iohn Saul, Essays in the political economy ol Africa, Nueva York, 1973.
1978.)
"iói'¡4¡¡.uy, op. cit., PP. 2425. tos p! ¿6pifal, tn/6, p. 274, y ml8, pp. 1031'1034.
É
+
6
?
t , CAPITALISMO COMO SISTEMA Y BURGUESÍA @MO CLASE 223
))) EL LIBRO TERCERO
ii La mayor debilidad teórica del reformismo, en cualquier for-
! madurez del desarrollo capitalista en el conjunto de la econo ma que aparezca, consiste en no entender esta verdad funda-
t.
! ili" A escala mundial, esto cylmina en un resultado mental. Aunque los salarios sean altos o bajos, aunque el salario
"*ion"l' La internacionalización de la renta absoluta de
iin¡-l¿gi"o. "indirecto" (pagos de seguridad social) sea inexistente o enor-
i"'ifuii""rlenifica una grieta creciente entre.la productividad me,lo? los salarios no pueden perturbar las básicas relaciones de
-trabajo coniagrado a la p,roducción de alimentos
I"áiá Aa clase y desigualdad de clases en que se basa el modo capita-
]oiil p6t.t imferialistai, por un lado, y en los países semi' Iista de producción. Los salarios no pueden elevarse hasta el
por el otro.1o4 Tanto la penetración cada vez mayor punto de rebajar sustancialmente el plusvalor (las ganancias),
"ototriui"t
áIi"ipitáttmo en ta agricuttura [con el acompañamiento del sin poner en marcha una masiva "huelga de inversiones" del
i""O-"."á del aumento- de los cuitivos comerciales en detri' capitalismo (y de ahí una abrupta declinación de la acumula-
alimentarios) como los intentos de gobiernos
;;;;;-4" los "estabilizaf' ción de capital), unida a un frenético intento de acelerar la
ü"i*.r"t de l^ agricultura de subsistencia en sustitución de trabajo vivo por maquinaria ambos
o"áü"nut parcelas, tienden a ensanchar más esa grieta' La c-gn; que actúan para frenar e invertir el aumento-procesos
de los salarios, a
i"¿'"*ii" q.r" Ios excedentes de alimentos a escala mundial
"r
través de los efectos del desempleo masivo (y las reducciones
ii*A"" a conaentrarse cada vez más en cada vez menos países, del gasto público "social"). ¡Lo único que no es posible hacer,
en su mayoría imperialistas.los En otras -palabras, la- renta con los capitalistas es obligarlos a invertir o a producir con-
¿it"ián"iui de la tierra en el mercado mundial es accesible so pérdidas!
üttt"nt" a un número cada vez menor de agricultores en gran Además, la propia tendencia hacia el aumento de la compo-
escala capitalistas (agroindustrias).roo sición orgánica del capital, hacia el aumento de conéentfhción
del capitál, hacia un fuerte aumento de los requisitos mlnimos
para la fundación de nuevas unidades productivas en todos
EL CAPITALISMO COMO SISTEMA Y LA BURGUESÍA COMO CLASE los ramos de la producción, consolida constantemente la pro.
piedad monopólica de los medios de producción por la. burgue-
una de las características más notables del libro tercero de
"n1'7ii¡tot sia como clase, haciendo materialmente imposible hábta pára
es el modo como Marx une el análisis económico los'trabajadores mejor pagados ahorrar de sus salarios lo su-
.on ái análisis social dentro del sistema global -es- de-cir, €n ficiente para embarcarse se¡iamente en una empresa industrial
il'"iu"f más elevado (el que en el libro primero, donde lo hizo plopia.1o8 Si bien esto es menos cierto en el pequeño comercio
á"n,ro de la fábrica proceso de producción propiamente
ái.frol. En los capítulos xlvrrr y Lr del libro tercero muestra 107 Hoy día, los salarios "indirectos" o "socializados" (es decir, bene
ficios de seguridad social, etc.) constituyen una parte importante de los
lá-J'i" *productión(valor d.e'una forma específica de división del
costos totales de reproducción de la fuerza de trabajo algunos
G;;e;; nácional" nuevo producido anualmente) en autores, hasta el 50 %, por lo menos en Gran Bretaña y-segúnFrancia (véase
;;;;t, por un lado, y ganancias,,intere-ses y rentas..por--el Ian Gough, The political econom! of the weltare state, Londres, 1979,
áiro, repioduce automáticamente las relaciones c-apitallstas p. 109; A. Capian, "Réflexions sur les déterminants de la socialisation du
capital variable", en Issues, núm. 4, 1979), Esto, sin embargo, no repre-
á" lráá'"""ión -es decir, las básicas relaciones de clase
y
senta ninguna redistribución "ve¡tical" del ingreso nacional en favor de
áásiieualdad de clases que definen el sistema' los salarios y a expensas de las ganancias, pues es compensado por enor-
mes deducciones del salario bruto en forma de impuestos y contribucio-
104 En el cultivo de trigo, el rendimiento por hectárea et 1977 vanó nes a la seguridad social que tarnbién ascienden a alre-
-;-.;;;"; lado. 0.89 to-néladas métricas ei Africa, 1.17 toneladas má dedor del 50 %. En cambio,-deducciones
lo que está ocurriendo es una redistribución
Asia v 1'45 -toneladas
;i:;: ;;-Sudamérica, 136 toneladas métricas enmétricas "horizontal", en favor de ciertos sectores de la clase asalariada y a
á¿1¡."t en la URSS; por el otro,3.8ó toneladas en los parses expensas' de otrcs. Capian da el ejemplo de Francia, donde este sistema
:lJi;".*-t más de + ionerá¿áláJti¡"ut en los estados más ricos del opera en favor de las categorías que reciben salarios más altos, a expen-
sas de las que perciben salarios más bajos, pues a las primeras se les
t:#"rlt1!?iT"ffi;";3t;s exportaciones mundiales de tri-so v. harina deduce apenas el 18.2 % de su ingreso en dinero bruto como contribución
¿. i¡i".óiiátpbnáiu" á ii".o iuis"t, los Estados Unidos, Canadá' Aus- a la seguridad social, mientras que a las segu¡das se les descuenta hasta
t'il'Í;:'ifftiJ,r*:'ttilá;', el 31.5 por ciento.
menos de 150 000 unidades-agrícolas sobre roa f,l g¿pif¿l especulativo es generalmente pequeño capital, como lo
r.i'*irlát.i;. a";i;, iu. q,t. tenían ventas su.periores a los cien mil dó señala el propio Marx en el libro tercero (El capital, m/6, p. 337) y está
i.'.^"?."" '."soonsablel- ¿'" *ii áél 50 % dei valor total de tod.os los generalmente condenado a la quiebra o la absorción antes que empresas
11i""""'t"-. 1'""a-idor.-Ei" propo..ión de concentración es sustancialmente : gfandes adopten las innovaciones experimentadas por los especuladores.
;;:"ilt';;-i"i-L*póitá.ioitei--de cereales (lls census ol Agritutture Pero hasta ese capital está evidentemente fuera del alcance de los asala-
Sl^Áory and state data, 1977, pp. 1-25).
EL LIBR0 TERCERO CAPITALISMO COMO SISTEMA Y BURGUESfA @MO CLASB 225
ZZ4 Por otro lado, el hecho de que todos los sectores de la clase
de,servicios (o en la agri'
minorista y las pequeñas empresas de desempleo agudo)'l'e burguesa tienen acceso a una fracción del total de plusvalor
cultura en pequena ;;;1"'-ü épocas
Los salarios tienden a gas' sociaimente producido, aun cuando su propio capital no sea
i"'t*ü.""ii g;,;"tur;; ;;y claia' r-a yi.da der asarariado' No
utilizado por ellos mismos en actividades productoras de plus-
;;;';;;;.'todu d;;;;;i¿; de
de capital geri-a'110 valor, no implica en absoluto que ese acceso sea igual para
oueden conducir " titg".á ácumulacionsi m p l em enle la fuer- todos los capitalistas. No sólo la aparición de monopolios ope-
il';;ñ,r"-to, ."1 ieproclucen' ra en dirección contraria: la ley de concentración y centraliza-
"tioT "á especial sometida
í^"i" ji"uájo, tu*uiin'i"pigaui"n u1a
¡lasea vender su fuerza ción del capital actúa aún más poderosamente en ese sentido.
a una permanente t;;pñ;i¿; econgli^c¡ privada del plus- La competencia intensificada elimina muchos rnás capitalistas
de trabajo. Del mismo inodo, la apropiación -acumulación
de capital: en mediana y gran escala (por no hablar de los pequeños) de
valor no conduce ti*prá*oite a lacapaz de monopolizar los lo que miembros de las capas superiores de la clase asalariada
además reprocluce ""I tüt" tocial logran atravesar la barrera para convertirse en pequeños em-
o6ligar continuamente a
;;ái; .t-.- f.oautt;;; t con ello de -
trábaio a los dueños de presarios independientes en las industrias de servicios, el co
los asalaria¿o, u u"nááti"-i""tiá plustráua¡o' plus'alor y mercio minorista o la agricultura.
capital; a procucir't;;t;;;ente de'19¡ dueños de capital' El conjunto de toda la evolución social es un constante au-
!áil;¿il "I.Ñ"u'nJi;;];i;' son simétricos' Aun cuando mento de esa parte de la población compuesta por asalariados;
"'il;;;it;!o, a*uos procesos no tendencia al aumento secular
una constante disminución de aquella parte compuesta por
los salarios ,.ult' iLit;-;;u
-;iiáúajad.ores"
r]esan a ser un fenómeno hombres de negocios independientes.ll2 Ninguna de las pre-
;;";;;;;s ¿" lot
al isalariado individual de dicciones de Marx ha sido tan completamente confirmada por
{#ifi;,"u-n;;1", "ro-nliiiu"ra
dicho de otro modo' no le aseguran un
la evidencia empírica (pese a las reiteradas afirmaciones en
ñ";;;ál;fr;proletaria; en aintro¡ suficientemente alto para contra) 1r3 ss¡¡e la que identificaba una tendencia a largo plazo
i;;;;;;;"t1" tt"t"itiu un negocio. por sí mismo' Representan
hacia la polarización en clases bajo el capitalismo. Marx pudo
il?;ñ.I";ftinati rondo de seguridad adi' hacer esa predicción histórica tan amplia y tan enérgicamente
X;:;;:':':"";;"i;;-d,¡;'id.'i-"! ¿"'ii "n
indirecto" socializado (seguro rechazada por la mayoría de sus contemporáneos porque, ba-
cional, por encrma.atf;tuiutio sándose en las leyes de movimiento del capitalismo, compren-
reducido en épocas de
social), para compltÁt"iut su ingreso
para atender a gastos fami' dió que la división del "valor neto" (valor agregado) en sala-
enfermedad, desempleo o retiro' o a'la Pejof educa' rios y plusvalor tenía que llevar, bajo la presión de la compe-
tiares extra "orno p[Jii; ;;;los d^edicados
bajo el capitalismo tencia capitalista, a que cada vez menos asalariados fueran
ción o las bodas ¿"-üf i:ái, etc' Además'
qrte impulsa-a la clase ca' capaces de convertirse en capitalistas y cada vez menos capi-
tardío existe un po¿"táio'i"óentivo áe su derecho a disponer talistas fueran capaces de seguir siendo capitalistas,
;i;;i;t;';triuui iiuüá¡uao'"' Las .relaciones capitalistas de distribución, arraigadas en las
libremente de esos "lá'
lñ"ttoi"o incluso a expropiarlos directa'
relaciones capitalistas de producción pero en modo alguno
iJru"ion iu más suave de las varias formas
ii;;ü:;;erráo paicial o total a que recurre'11l
tu idénticas a ellas,lra reproducen constantemente esas relaciones
t; ¿;;t";i;¿ión de producción. Pero también reproducen las condiciones Pre'
medios (incluso los de trabajadores vias materiales fundamentales de lucha de clases y solidaridad
riados nor.nales que ¡eciben salarios
*;;;-E;
altamente catificados)'
perjodos de desempleo.en gran tt??: la, hay una pequeña frac-
i1t-':iii.o"?::'i,";-" esa expropiación de facto ya está muy adelantada. En la Alemania naz¡
qit-i"'u"lutn-nuevame-nte agricultores de subsis' llegó a ser completa.
ción de asalariados
capitalistas avanzados donde hay
tencias, 'át at?ti" má!' o menos libre' en la cual' aun-
especialmenle*én-ioi-páitts 1l2 En los Estados Unidos, los asalariados como parte de la población
tierra asrícola aoanooniáa sl es posible alcan' activa total aumentaron del 620/o en 1880 al 7l% en 1910, el 7820/o en
oue es imposiur. proo'l'Éii'1"";;;;;dí;.de-ganancia' 1940 y el 89.8 % en 1970.
de uáioitt'¿" uso más elevados que la cantidad que 1r3 pe¡ ejemplo, Arnold Künzli, "Für eine kopernikanische Wende des
zir la protJucción por desempleo'
sería posible comprar ;;;'ü cimpensación Sozialismus", en Für Robert Havemann: ein Marxist ín der D DR, Mu-
rro\¡1¡¡¿l¡¡snt",tt'ü"tüo"íttí"ít-"nelánálisiselhechodeque'con
vez más ramos de la nich, 1980.
¿t 1". pi"i"tti¿n'-*"sita en cada
el crecimiento"n"tt"J"it1*i"ált;Jii;; 114Las noünas de distribución burguesas siguen actuando en el pe-
industria, lu.
áe los -salario -v el número
trabaiadores ríodo de transición del capitalismo al socialismo, así como en la primera
qit"-t" tttpont que compra el social medio-
de bienes y sen'lclos
secundarios de la propia fase del comunismo (socialismo). Véase Karl Ma*, Crílica del Programa
t:;;;;;"jt-lod produitos de Gotha, en K. Marx y F. Engels, Obrcis escogidas, Moscú, Progreso,
tienden a aumentar,
*lll*i'::'.1i"'T.jt?i; rondos .de pensión que "poseen" los sindicatos 1980,
pp.
t. rrr, p. 15; Leon T¡otsky, The revolution betrayed, Nueva York,
53-55.
1965,

ptti qü' completamente grandes bancos'


norteamericano., "'Jáioist?-
t
f

226 EL LIBRO TERCERO CAPITALISMO COMO SISTEMA Y BURGUESfA COMO CIASE 2

de clase, tanto eD la esfera de la distribución (en decir, en


(es el y militantes de la clase obrera que (paraf
gentes, vigorosas
il"ió.¿,íl *r"o en la esfera de la producción la fábrica): ieando a Marx) no oasta con luchar por salarios más altos:
también es necesario luchar por la abolición del sistema sa-
1l El hecho de que eI trabajador individual no tiene recursos larial.118
en qüe apoyarsel de que nopuede "esperar" hasta
áiá," precio ¿i meicáao (el salario
"éott¿-i"ot ofrecido) aumente para fnversamente, el hecho de que, bajo el modo capitalista de
iJra.r fi fu¿; de trabajo, hace de la.organización colectiva producción, la posesión de cualquier cantidad sustancial de
|"_;; venta por los trabaiadores -la sindicación y-el regateo
*'l;ti";;ira áine¡:o (aunque el nivel inicial varía, desde luego, de un perío'
poderosa iendencia intrínseca en el capitalis' do a otro y-de un país a otro) transforma automáticamente
;;; áue s" t"piodn"e universalmente dondequiera gue apa' ese dinero en capital dinerario no sólo participa auto-
rece él trabajo asalariado.
--Z máticamente en la distribución -que general del total de plusvalor
j gt t echó d" qn" las fluctuaciones del ejército ind_ustrial de socialmente producido (al recibir la tasa media de interés),
,"ré*á último análisis, regulan las fluctuaciones del salario sino que también se transforma potencialmente en capital pro-
iéái, ""un fuerte
interés inñerente en la masa de asalariados ductivo adicional (capital dinerario puesto a disposición de los
"ió" tal a asegurar altos niveles. de empleo, o dicho de capitalistas "actuantes" en los sectores productivos)- crea
áiro *o¿o a exigiipolÍticas económica-s elementales
"lÉnáttto dentto una fuerte solidaridad de clase entre todos los propietarios de
ált- de-la économín que tiendan a limitar el des- capital en la explotación común de todos los asalariados como
-'3i-"oi¡""to
empleo.l15 clase; en otras palabras, crea la base material de la solidaridad
Ei hecho de que el plustrabajo sea la esencia misma del de clase y la conciencia de clase de la burguesía.1le
otuivalor v la ganañc¡a (ilás exactamente de Rentas, Intereses En este sentido, todos los capitalistas tienen un interés co
í-óá"""óiát) ó"" una téndencia igualmente fuertelas inherente a mún en oponerse a los aumentos de salario "excesivos"; en apo-
í";;;" ;;úajadora a desafiar lai aceleraciones, reorgani- yar todas las medidas que eleven la masa de ganancias; en
_.i""", y lai formas de control del proceso de trabajo que apoyar las prácticas de aceleración y "racionalización de inve¡:-
tiendan a aumentar la masa de plustrabajo y. sus efectos.de- siones" y en generalizar todo ello en el total de las industrias
nráa*t"t v deshumanizantes sobre el- trabajador -individual y empresas.rzó 1i"tt"tt un interés común en tratar de impedir
;;i;ñ sóbre sectores enteros deellacapital
*¡i-Fil"t*ente, clase trabajadora.uo el surgimiento del sindicalismo militante; o bien, cuando ello
el hecho de -que pued? y debe de- se hace imposible, en tratar de limitar los derechos sindicales,
,"iái péiiOai""ioente todas lásdeconqqptas_ parciales de los de establecer diversas formas de control estatal sobre los sin-
trabaiadores, tanto en la esfera la distribución (aumentos dicatos, etc. que sean las diferencias que pueda
social; regateo libre.colectivo;
á;;;i".i;t y'pagos de seguridadirrest¡ict-o -cualesquiera
haber en cuanto a las tácticas, las fonnas, el ritmo o la exten'
áé.á"froiriá,ii"át"r y derlcho a la huelga) como en sión de tal política.
b*;;i;;; á- u proaúcción (reducción de la sem-ana de trabajo Del mismo modo, la naturaleza misma de la propiedad pri-
u f" lo."uAa dé trabajo; formas de_control del ritmo de tra' vada del capital y la competencia capitalista, a través de la
ú"i" íi;-;;anización del proceso de trabajo-; derechos sindi mediación de cada empresa capitalista tratando de maximizar
IIiÁ'a""t.""del lugar de ?rabajo en-general' etc')'- especial- sus propios beneficios (es decir, luchando por plusganancias
ñ!"1"-u truvés de"despiadadaj revoluciones tecnológigas,'-1'
;;;'i; ,""nó, énseña póriódi""-rnte a las partes más inteli- 118 Karl Marx, "Salario, precio y ganancia", en K. Marx y F. Engels,
Obras escogid¿s, cit., t. t, p.76.
116 lss es al menos el interés a largo plazo de todos los asalariados' ttg Et capital,
-es ut/6, pp.2l4 y 250.
g" fu-ir"ii¿"-en qui l,os mercados dé trabajo en están parcialmente fra-g' 120 Esto aplicable no sólo al trabajo productivo en cua¡rto tal, sino
-_É"t"dJJ, li"ionaf y seitorialmente,-es.decir,. la medida en que la también al trabajo asalariado empleado por el capital comercial, banca'
fráiiltüd á1, lá--á"ó áe obra no es ilimitad-a, los, intereses a corto plazo rio, etc. Si bien ése trabajo no produce directamente plusvalor, permite
lJpáii"Jrentivamente privilegiacias de la clase obrera pueden entrar en al capital invertido en esaé esferas apropiarse de- p-arte del plusvalor pro'
conilicto con esos intereses a l4rgo plazo' ducido en los sectores p¡oductivos. Los industriales aceptan esa deduc-
""rií'üJ"i- ioii:"-iió-nár.v Bráueiman, ^Trabai o y capital monopolist a, ción, porque les permité economizar su -capital propio y- aumentar la
México, Nuestro Tiempo, 1975' passim'- oroduéción de pluwalor como resultado de una más rápida rotación de
-;i; ñil-;iet"plo, la iuárza a'largo plazo de u-no de los sindicatos más iu capital. Al mismo tiempo, sin embargo, están interesados en prec.isq-
reducir
lo mái posible esos "costos de circulación", que enliende-n como
xti",Hffi ;*T'¿1":*1.'1""'¿',"#3i,x?"?'.'"T:'^iffi";.xf f :.,'?::'_.i'.t mente úna deducción de sus propias ganancias' (K' Marx, El capitat'
ffiü;liü.i¡tñiri¡áip"r la revolüción de la composición electrónica' m/ó, p. 383.)
EL LIBRO TERCERO CAPITALISMO COMO SISTEMA Y BURGUESÍA COMO CLASE 229
228
ganancia)' crea los mecanismos esencialmente por porciones rnayores o menores de una masa
suoeriores a la tasa media de generales de movimiento creciente de ganancias, la solidaridad de clase se afirma con
oor los cuales " '*pon*t las-leyes
^clel Por este'Iiri;;;;";li"' a"través de la eliminación facilidad entre los capiialistas. Pero en perÍodos de crisis, la
sistema. competencia tiene que adoptar formas mucho más salvajes,
de las empresas caprt;ii;;;;tüt áe'uil"t' asegura una inversión
tendencial de la tasa de puesto que para cada capitalista individual no se trata ya de
transitoriamente exrtása-á; ü baja
sanancia. Así cada .uiiiurirtu
át1iáua¡ar-por su propio interés obtener más o menos ganancias, sino de sobrevivir o no como
índividual asesura, i';;;;;t; lá ¡gnloaucción' la consolida- capitalista.r2l De modo que hay instancias de crisis aguda en
ptázo del^sistema capitalista en su que ninguna solidaridad económica ni politica puede afirmarse
ción y la expansro" t f"tgo entre la-clase capitalista; en que, aun frente al más grave peli-
de aumentar gro colectivo paia el conjunto del sistema, los intereses secto-
""3ilX1?;-o modo,los intentos de los capitalistas tuerza de tra' riales o individuales prevalecerán sobre los intereses colectivos
a su--propia
h";;iá;d aá pr"ét*uajo áxtraiao
constañtemente por- aumentar la productivi y de clase.l?2
baio luchar
aaá del-altrabajo, ptt;r!;;;;ta proaucción masiva de un nú- Naturalmente, lo que acabo de decir se aplica a la competen-
de *Ji!-"i*,1 iebaiar con ello el valor (ex- cia intercapitalista, no a la lucha de clases entre el Capital y
rnero creciente tienden a crear un el Trabajo como tal, en la cual, por el contrario, cuanto más
li'J#ai Jiioiól-á. ioaas las mercancías- en no limitar el consumo grave es la crisis sociopolítica, más se afirma la solidaridad
lrir""'fti".ái".ti"á á; la clase burguesa
ul;t"p"; ñiciales-delas la industrialización de la clase dominante. Pero la fundamental asimetría de la
#ñ-6^tuo en ayud; á contrarrest-ar dificultades para solidaridad de clase económica dentro, respectivamente, de
canitalista). Esto en la montaña cons- la clase propietaria de capital y la clase asalariada, es lo que
'.2[i;;;;-;í.'alor (ilüiuulor¡ encarnado.
;;;i";ü;; ui"í"i t"r*inados oue inevitablemen' impoña subrayar. En último análisis, está estructuralmente
ffi¿ftñ conectada con las relaciones básicamente diferentes de los ca-
pitalistas y los asalariados con la propiedad privada y la com'
itkrxffi lti.¿"',""11'..;:il;H"":U!'"¡*;u"4i:':loff petencia. La propiedad privada y la competencia son parte
intrínseca de la naturaleza misma de la clase capitalista. Sin

É#if#k:s;HHft
i;:i;i,ili;'iffi
ru#H;f reales y la legisla'
embargo, la competencia entre asalariados es impuesta desde
afuera, y no estructuralmente inherente a la naturaleza misma
de la clase. Al contraúo, los asalariados normal e instintiva-
oue sea posible r" ti"iutft" ai
los- salarios
fit;-d".;llar el carácter explosivoa de mente luchan por la cooperación y la solidaridad colectivas.l2s
ción social Por lo tanto, cualquiera que sea la medida en que la competen-
"lt*""tui'J
ililü;;-il"r"r.t" i'alefresion djrecta para disciplinar la
iOto circunstancias excepcionales' cia entre ellos se reproduce periódicamente, especialmente en
clase obrera "-pi.u "tt económicas, políticas o una épocas de crisis económica o después de grandes derrotas socia-
!" *tructuratls-lraves{sean
"ririi de ambas cosas)' lés o políticas, siempre puede ser superada mediante esfuerzos
Io*Uinu.iOtt
""i;;;;no, los dos procesos -que acabamos de esbozar' por subsiguientes de organización y elevación de la conciencia de
clise trab-ajadora. con co¡ciencia clase, ayudados por los mismos avances de la propia acumula-
bil";ñ' tá y"-""ttiffi".
una óiát" ""u
Utttg"esa con conciencia de sí misma' ción de capital.
de sí misma internos del modo En la sección séptima del libro tercero, Marx presta gran
directo de lós
;;;;;;A;úo pto¿"c"ion, mecanismos
tto tott- simétricos' A pesar de todas atención a la engañbdora aparición de rendimientos "produci-
:;il;"ñ;á=á" la clase trabajadora -to- dos" por diferentes "medios de producción": suelo, trabajo y
las segmentu.to""'-lttttíásecas de recurrentes de división capitáI. En nuestros días, ese engaño se ha extendido a través
dos los fenómenos constantemente
ae la búsqueda de tasas de crecimiento o incrementos del
;;td;t;;; de oficio, áe nación' de.sexo' de g-enera.ció1'.et'c'- ingreso "pioducidos" por el progreso científico o incluso por la
educación superior.l2a Por sí sola, la ciencia no produce ni va'
[#t-fi*:"::*r+i***nri*ll'*l;9"14
o *"ttoi-a"tpáiá¡u
más
difícil,
y el tiempo'
et-espacio en la
121
122
El capital, ruló, pp. 324.325.
Esto'es ciertó iniérnacionalmente aun más que nacionalmente. Las
ffiñffi de esa solidaúdad ""
general de clase' guerras imperialistas son la expresión extrema de esta tendencia.
r23 f,5le árraiga en el propio pr eso de producción industrial en gran
""Ñ;;;;;;de decir lo mismá de la solidaridad de clase bur- escala, basada á h orgánizacién cooperativa de la mano de obra.
cuando sus luchas son 12{ Véanse los dos tomos de artículos editados por Mark Blaug, Eco
r":;: ffi;;irtáót áL ptotp"tidad'
230 EL LIBRO TERCERO EL DESTINO DEL CAPITALISMO
231
lor ni ingreso. Los resultados de la investigación científica, al proceso de producción), etc. Dicho sea de paso, hay eue
incorporados en nuevas formas de maquinaria y nuevas formas distinguir entre trabajo general y trabajo
de oiganización del trabajo, aumentan la productividad del tr+aio general todo traüa¡o cieitífico, todo
"ol"átiuá't.]."8,
descubrimiento,
trabajo y así indudablemente contribuyen aI incremento de la todo invento. Está condicionado p"it"-p;, h;;;;;;il,
rrqueza material. Pero eso es bastante distinto de la produc- con seres vivos, y parte por Ia"r,
ción de valor o ingreso. Lo que estas fórmulas ocultan es el -en uiilización de los ii"ü.io,
de predecesores. Er ."t"ctiuo-s"p;;; i; ."""i"iilio,
hecho de que, bajo el capitalismo, la propiedad privada de los .tiabajo
directa de los l¡diyidus5.""rzs
medios de producción y la transformación del trabajo manual
e intelectual el trabajo científicamente creativo-
permiten al -incluyendo
capitalista (a la empresa capitalista) incorporar EL DESTINO DEL CAPITALISMO
al valor global producido en el curso del proceso productor
de mercancías los resultados de la cooperación, la inventiva ¿.Contiene El capital una teoría del inevitable derrumbe final
y la habilidad de la mano de obra empleada. Y eso ocurre del modo capitalista de producción? ¿pued" ."".ni.*.""1"
esencialmente en forma de plusvalor, puesto que los resulta- r€spue-sf¿.¿ esta_pregunta en el Iibro teicero, y
dos en cuestión no modifican directamente los costos de re- específicamen-
te en Ia determinación por Marx de ta bajá í.;á;;;;ü;i"
producción de la fuerza de trabajo, únicos que representan tasa media de sanancia? ¿Imptican tas tejres áe
trabajo necesario (la parte del valor agregado que no adopta det modo capitáista d; p;üJ;il Á""'i*[","
la forma de plusvalor). Así, cualidades del trabajo aparecen ;; er sisrema no puede
sobrevivir indefinidam"rrie a su contiadicción intern;?
como cualidades separadas y aparte del trabajo: ya sea como preguntas se vienen planteando desde que se pubUéOla E;,
cualidades del "capital" (representado como una masa de co- ra edición de El caoital, tanto por partifarios de 1", p;;;.
sas, instrumentos, maquinaria y otros medios de producción) Marx como por rur opositorei.-LJliur"u¿" ,,controversiatáo.i"ri.
o bien como cualidades de Ia "ciencia" (nuevamente separada derrumbe" ha desempéñado un papel cruciat tanto del
la- hd;-
del trabajo como algún producto puro del cerebro). ria de la teoria marxista después áe Marx como enen Ia historia
Para Marx, el trabajo científico es la esencia misma del "tra- del movimiento obrero inteáacionar iniruiao po, llr-iá"ril"
bajo general", es decir, trabajo creativo que desarrolla nuevos Marx (o marxistas).
descubrimientos e invenciones. Pero igual que el trabajo colec. I,a posición inicial defendida por ros marxistas ..ortodoxos,,
tivo (socializado), está indisociablemente relacionado con el ep la segunda Internacional eralaut"láo pero
proceso de cooperación, de muchos trabajadores manuales e aI mismo tiem-
po clara: el sistema terminaría Je.rümbe a a;";; á;^i"
intelecfuales trabajando juntos: "Estos ahorros en el empleo agudización generar d,e tod,as sus"n "r
del capital fijo son, como ya se ha dicho, resultado de que las contraáic.ió""s ini;;;;.=;-
general, apoyaba esta posición.r26 Sin ar¿" puJá"
condiciones de trabajo se emplean en gran escala, en suma que 9!lj: ll
apoyarse en una serie de pasajes
sirven como condiciones de trabajo directamente social, socia- verdad, más del libro primóro qle aái
El capital (uunq,i.,-Jn
le t..""ró¡.','
lizado, o de la cooperación directa dentro del proceso de pro- mérito fue el de integiar la rucira a" cüi"s, éí S" pi""ip"f
ducción. Es ésta, por una parte, Ia condición única bajo la cual movimiento obrerd y ae ta conciencia áe clase
pueden aplicarse todos los inventos mecánicos y químicos sin "r""-i*í""ü'á!r
d; ü;-;;"ü;-
encarecer el precio de la mercancía, y ésta es siempre la con-
ditío sine qua non. Por otra parte, sólo con una producción
en gran escala son posibles las economías que derivan del con- iil,Íi{*}#;.*#"¡iJ;lálsrm$.,.ft
en el Reichstae r,is".f.*il,ff s$:i:l
sumo productivo de la colectividad. Pero por último sólo la el 3 ¿e ré6iiio ae-iseB;;i erosiado por Engels, el
derrumbe..del capitarismo. se presentaba
experiencia del obrero combinado descubre y muestra dónde de la declinación de ta clase'meaia.-ñ cómólesultaao de la interacción
y centra-
y cómo economizar, cómo llevar a cabo con la mayor sencillez "'r;ñ"¿ concentración
lización det capitar, ra ..".iénüpóil'r¡'r?.i^¿iiü"iases
entre er capitar v er
los descubrimientos ya efectuados, qué fricciones prácticas de- a do, las crec i enies' ió n üái ;l ;;
l:il1g,i : i i.igraves, creciente peligro guerra, A; ; ;;;, ;üi;; ft it r;,;
t

ben superarse en la concreción de Ia teoría (en su aplicación economrcas de


tra Ia democracia oorítica y creciórte ".".ié"té!-r-,iili;;;.-;;-
de crase-áeI'p;r.l;;á;
namícs ol edtrcatíon, Londres, 1968 y 1969, que conüenen trabajos con tí
12? Véase K. Marx,
u ;i;'";i;"onii"nóláp"r ro tanro Lucio Co'etti
está equivocado al reducii ",íp¡lái{ii,H.;ii954
i;' ltl- J..**u",;;;
tulos tan expresivos como "Investment in human capital", "Rates of mente a la reoria de Ia baja-tenaencial-ái l;-i;;-;"di; M;; ;;;i;:
return to investment in schooling", "Rate of return on investment ;;^Ar"#:i;;
education", "The productivity of universities", y así sucesivamente,
ir-r
véase
-su introducción a. f." clitteñ¡,'-ll
capi t alismo,
-
México, sielo xXi, j-s?á, pp:'
*;r;r;o y et ,;d;r-rufrl;:;¿i
¡¡ló:"
EL LIBRO TERCERO EL DESTINO DEL CAPITALISMO 233
232
problema es que sus predicciones han demostrado estar equi-
iadores, en perspectivas generales referentes al destino final
vocadas.
áel sistema caPitalista.
Debe destacarse, sin embargo, que la cuestión de si el c-api-
Lejos de llevar a la paz permanente, el capitalismo ha
l."litrr,o puede sobrevivir indefinidamente o está condenado a Ilevado a dos guerras mundiales con riesgo de una tercera,
suicida para toda la humanidad. Lejos de llevar a un funciona-
á"**U"rre no debe confundirse con la idea de su inevitable miento cada vez más fluicio de la economía capitalista inter.
sustitucion por una forma mds alta de organización social, es nacional, hemos presenciado las catastróficas c¡isis de 1920-
decir, con la inevitabilidad del socialismo. Es perfectamente 1921, 1929-t932 y 1938, seguidas después del auge de Ia segunda
.Á.iUle postular el inevitable derrumbe dei capitalismo sin guerra mundial por una nueva caída larga que empezó a fines
iárt,rtur'tu inevitable victoria del socialismo. En realidad, bas-
de los sesenta o comienzos de los setenta. Y lejos del constan-
iante t"mprano en la historia del marxismo revolucionario te crecimiento de la libertad y la democracia, el siglo xx l-ra
ambas cosás fueron separadas conceptualmente en forma radi' presenciado una represión mucho mayor y dictaduras mucho
cal, formulándose el destino del capitalismo en forma de dile- más sangrientas que cualquier cosa que Marx y Engels o cual-
ma: el sistema no puede sobrevivir, pero tanto puede ser suce- quier socialista del siglo xrx haya visto o pueda haber ima-
dido por como por la barbarie.l28
-bienel socialismo ginado.
Si tanto Marx como Engels especialmente Engels
-y
en su vejez, ante el tremendo y aparentemente irresistible
Es en este contexto que los seguidores de Marx han intenta-
do formular de modo más riguroso el probable destino del
ascenso del movimiento obrero moderno- nostraron un rc capitalismo. Rosa Luxemburg fue la primera en tratar de elabo
busto optimismo acerca del futuro del socialismo, siempre rar sobre una base estrictamente científica una teoria del inevi-
tuvieron cuidado, cuando la cuestión se planteaba-a su nivel table derrumbe del modo capitalista de producción. En su
más general, abstracto, histórico, de rechazar cualquier idea libro la acumulación de capital intentó demostrar que la re-
áe se-cuencias históricas inevitables de organizaciones socia- producción ampliada, con plena realización del plusvalor pro-
les (modos de producción). En diversas ocasiones señalaron ducido durante el proceso de producción propiamente dicho,
oue el pasaie de un modo de producción a otro dependía del era imposible en el capitalismo "puro". Ese modo de produc-
áesenlaie dé luchas de clase concretas, que podían terminar ción, por lo tanto, tenía una tendencia inherente a expandirse
con la victoria de la clase más progresista y revolucionaria o en un medio no capitalista, es decir, a devorar grandes áreas
bien con la destrucción mutua tanto de la clase doininante de pequeña producción de mercancías que aún sobreviven den-
como de su adversario revolucionario y una prolongada deca' tro de la metrópoli capitalista y a expandirse continuamente
dencia de la sociedad. hacia la periferia no capitalista, es decir, los países coloniales
La posición inicial fue contestada por los llamados revisio y semicoloniales. Esa expansión sus formas más
nistas agrupados en torno al alemán Eduard Bernstein, quien -incluyendogueras coloniales
radicales: el colonialismo y las destructivas
nesó qtie existiera una tendencia inherente a la agudización de la época contemporánea; el imperialismo y las guerras im-
áe"las tontradicciones internas del modo capitalista de produc- perialistas- era indispensable para la supervivencia del siste-
ción. Postulaban, por el contrario, que esas contradicciones ma. Si ese medio no capitali*sta desaparece, y justo en el mo
disminuirían, pero de ello no concluían que el capitalismo mento en gue desaparezca, el sistema se derrurnbará, porque
fuera a sobrevivir eternamente, sino que más bien creían que será incapaz de realizar plenamente el plusvalor. Pero Luxem-
se desvanecería gradualmente, de manera que no había necesi- burg dejaba claro que, mucho antes de ese momento final, las
dad de destruirlo por medios revolucionaridS.l2e La mayoría de simples consecuencias de esas forrnas de expansión cada vez
las variantes posteriores del gradualismo y el reformismo (in- más violentas, así como las consecuencias del gradual encogi-
cluvendo, recientemente, el eurocomunismo) tienen sus raíces miento del medio no capitalista, agudizarÍan las contradiccio
.otiunes en los escritos de Bernstein, notables rsopor el modo nes internas del sistema hasta el punto de explosión, preparan-
claro y coherente en que plantean el problema el único do así su derrocamiento revolucionario.l3l
Ya he examinado, en la introducción al libro segundo de El
r28 Rosa Luxemburg, "What does the Spartakusband Want?", en R. Loo
capital (así como en El capitalismo tardía), los puntos fuertes
ker (comp.), Rosa l¡tiemburg: selected political writings, Londres, 1971, y débiles de La acumulación de capital de Rosa Luxemburg.132
o. 275.
''tis y¿¿5s sobre todo Evolutiotury socialism, del propio Bernstein.
r3o f,r!¿5g como ejemplo típico Anthony Crossland, The future of so 131 Rosa Luxemburg, La acumulación de capital, cit., passim.
cialism, Londres, 195ó. 132 Véase pp. 143 ss.
234 EL LIBRO TERCERO EL DESTINO DEL CAPITALISMO 235

Aquí quiero tratar solamente una objeción me-todoló-gica que fue menos riguroso que el de Rosa Luxemburg), se hizo du-
se-ha hecho a la teoria del derrumbe de Rosa Luxemburg rante e inmediatamente después de la primera guerra mundial,
-y
posteriormente a una serie de teorías similares. flsunos críti' por algunos de los principales economistas marxistas radica-
ios han sostenido que, al basar la perspectiva del inevitable les, que tuvieron gran influencia sobre Lenin cuando éste
dermmbe del modo capitalista de producción exclusivamente estaba esbozando su Imperíalismo, etapo. superior del capit*
en las leyes de movimiénto del sistema, Luxemburg retrocedía lismo. Los más destacados de ellos fueron el ruso Nicolai Bu-
-"economicismo"; jarin y el húngaro Eugen Varga.13a Aunque evitando toda re-
hacia el que eso era una regresión del modo
como los propios Man y Engels, y sus- primeros.discipulos, ducción "monocausal" del problema a un único factor decisivo,
integraban- siémpre los movimientos y leyes. económicos con esos autores formularon la hipótesis de que el capitalismo
h lñcha de cbsés, a fin de llegar a proyecciones y perspecti' había entrado en un período irreversible de decadencia his-
vas históricas generales.133 tórica, como resultado de una manifestación combinada de
Sin embargo, esa objeción es injustificada. Si bien es cierto todas sus contradicciones agudizadas: reducción de mercados;
que la histoiia contemporánea del capitalismo, y e¡ realidad declinación del comercio mundial; declinación de la división
É historia de cualquier modo de producción en cualquier épo' internacional del trabajo; declinación de la economía dinera-
ca, no se puede explicar satisfactoriamente sin tratar la lucha ria e incluso parcial reversión al trueque y a formas de pro-
de clases (y especiálmente su desenlace después de ciertas ba' ducción precapitalistas en países capitalistas; declinación de
tallas decisivas) como factor parcialmente autónomo, también la producción material; dermmbe del sistema de crédito; decli-
es cierto que toda la significación del marxismo desaparece si nación absoluta del nivel de vida de los trabajadores; recu-
esa autonómía parcial se transforma en autonomía absoluta. rrencia de guerras y guerras civiles; repetidos estallidos re-
Es justamente él mérito de Rosa Luxemburg, así como- de sus volucionarios y revoluciones socialistas victoriosas.
varios antagonistas subsiguientes en la "polémica -del- derrum' Si bien estos análisis pueden ofrecer una descripción y ex-
be", el haber relacíonado los altibajos de la lucha de clases con plicación bastante convincente de lo que ocurrió efectivaniente
las leyes internas de movimiento del sistema. Si supusiéramos en l9l4 (o incluso en 1912-1921) y nuevamente en 1930-1940 (o
que o bien la infinita adaptabilidad del-sistema-capitalista,,o incluso, en ciertas partes del mundo, en 1945-1948), se ve en
lá astucia política de la burguesia, o la incapacidad del prole' serios problemas cuando se enfrenta a procesos de Ia economía
tariado de-elevar su conciencia a nivel suficiente (por no ha' capitalista internacional después de la segunda guerra mun-
blar de la supuesta creciente "integración" de la clase trabaja' dial. Tendiendo al eclecticismo histórico, carece del profundo
dora a la sociedad burguesa), pueden, a largo plazo y por rigor necesario para vincular esos varios procesos con las le-
tiempo indefinido, neutralizar o inve¡tir las ley_es internas de yes básicas de movimiento del sistema. En particular, evita
movimiento y las contradicciones intrínsecas del sistema, es toda discusión de las razones por las que los factores contra.
decir, impediiles afirmarse, entonces la única conclusión cien' rios, que Marx enumera como transitoriamente capaces de
tíficamente correcta sería que esas leyes de movimiento no neutralizar la baja tendencial de la tasa media de ganancia,
corresponden a la esencia del sistema: en otras palabras, que perderían definitivamente toda eficacia en la época de declina-
Marx éstaba básicamente equivocado al pensar que había des' ción del capitalismo, por las que Ia enonne desvalorización y
cubierto esa esencia. (Esto es distinto, desde luego, de la destrucción de capital que ocurrió en Ia crisis de 1929-1932 y la
posibilidad de altibajos transitorios en.la agudización-de _las segunda guerra mundial, unidas a un violento ascenso de
iontradicciones, que son no sólo posibles sino inevitables, la tasa de plusvalor (resultado tanto de catastróficas derrotas
como lo señaló el propio Marx en su tratamiento de la baja de la clase obrera como de un gran aumento de la producti.
tendencial de la tasá de ganancia.) vidad del trabajo en el sector ff, como consecuencia de una
Un segundo intento de producir una "teoría del derrumbe" nueva revolución tecnológica), no pudieron conducir a un nue.
científicámente rigurosa (aunque en co.ncreto debe decirse que vo salto hacia arriba de las fuerzas productivas, sino que ter-
minaron inevitablemente en una nueva reafirmación de contra-
1s3 Este argumento fue utilizado ¡or primera vez contra Rosa Luxem- dicciones agudizadas del sistema.13s
burg por Bularin (véase El imperialismo y- la a:cumulación-de.capital,
¿il,-p: 198) i por i{enryk Grosimann .(La l?v- de,,la-acamulación v del rar Bsj¿¡i¡, op. cit., pp. 197-206; Eugen Varga, Díe Niedergorysperiode
deirimbe'dót sistema óapitolista, México, Siglo XXI, pp' 18-19), ambos des Kapitalismzs, Hamburgo, 1922, pp. 7-14.
la acusa¡on de determinismo económico "mecanicista". Cfaudio Napo' rss Bs vg¡d¿d que Varga adoptó una actitud más cautelosa después
iioni formula un reproche similar en su introducción a El futuro del de la segunda guerra mundial; sin embargo, esto parece representa¡ una
capitalismo, México,-Siglo XXI, 1978, p. 4ó.
EL LIBRO TERCERO EL DESTINO DEL CAPITALISMO 237
236
Un derivado de la teoría de Bujarin y Varga de la declina-
la inevitabilidad del dermmbe del capitalismo es el que a
fines de la década de los veinte ofreció el marxista polaco
ción irreversible del sistema capitalista desde 1914 es el con' Henryk Grossmann. Se trataba esencialmente de una genera-
cepto de "crisis general del capital'sTo"'- en el cual el énfasis lización se podría decir que de una extrapolación
há sido graduakñente desplazado de las leyes internos de mo- extrema- -edeincluso
la ley matxiana de la baja tendencial de la tasa
vimiento* del sistema haciá los desafíos ex,ternos que cada vez media de ganancia. Grossmann intentó probar que, a largo
más enfrenta como resultado de una cadena de revoluciones plazo,las fuerzas contrarias no pueden impedir que esa ley se
socialistas victoriosas, que han llevado a un encogimiento del afirme con fuerza creciente el punto en que todo el
área geogrática en qúe'puede operar- En su forma inicial, el capital acumulado tiende a ser -hasta
incapaz de valorizarse, es decir,
.onceltia" una crisis géneral déi capitalismo -que se-originó hasta el punto en que la masa total de plusvalor no puede
a partir de la victoria áe la Revolución de octubre en Rusia- asegurar acumulación suficiente, aun cuando la subsistencia
todavía establecía una relación entre ese desafío exterior y la de la propia clase capitalista caiga a cero.138 Esta teoría tiene
consiguiente aguclización de las contradicciones internas del muchos puntos débiles, que han sido señalados por una serie
sislsrñ¿.rao Peró éste es cada vez menos el caso en variantes de críticos.lse El principal es que Grossmann no demuestra en
posteriores, especialmente en la teoría del "capitalismo de mo- realidad que tod,as las fuerzas contrarias pierdan gradualmen-
nopolio estatai', desarrollada plenamente después de la segun' te su capacidad de neutralizar la baja de la tasa de ganancia.
da guerra mundial. Especialmente subestima los efectos de la desvalorización (y
Aquí la contradicción "básica" se define claramente como la destrucción) masiva de capital, que ha demostrado histórica-
contradicción entre el "campo socialista" y el "campo c-apita' mente ser de alcance mucho mayor de lo que él visualiza (ter-
lista", y no ya como las cadá vez más explosivas co¡tradiccio' minó su libro antes de la terrible destrucción de la segunda
nes intérnaidel capitalismo mismo' La paradoja se lleva inclu- guerra mundial).
so al punto de que autores soviéticos afirman seriamente Por lo tanto, el punto de partida numérico, algo arbitrario,
que, cómo resultaáo de la "competencia entre los dos siste' de Grossmann esquemas de reproducción elaborados por
iras", el capitalismo "está condenado" ¡a crecer continuamen- Otto Bauer en -los
su réplica a La acumulación de capital de Rosa
1sl rai ¡. eite modo, la teoría del dermmbe se convierte "dia- Luxemburg-14o lleva a resultados que ignoran los efectos de
lécticamente" en su contrario: se postula la posibilidad de que los ciclos de desvalorización del capital. Tal hipótesis es insos.
el capitalismo sobreviva eternamente. se postula la^capacidad tenible a la luz de la historia real del capitalismo (que es una
del sistema de eliminar por tiempo indefinido los efectos más historia abrumada por las crisis, que ha visto veintiuna crisis
serios de sus contradicciones internas -hasta el momento.en de sobreproducción desde el establecimiento del mercado
que finalmente se afirme la superioridad económica, social y mundial de bienes industriales). Marx señala explícitamente
cultural del campo socialista. Cási no es necesario señalar que esa función de desvalorización del capital de las crisis capita.
esa contorsión intelectual está estructuralmente relacionada listas en el capítulo xv del libro tercero de E/ capital. Por lo
con los intereses específicos de la burocracia soviética -tanto tanto, sólo podemos considerar las cifras sucesivas de Gross-
sus intentos de mantener condiciones de coexistencia pacífica mann como representativas no de totales anuales sino de pro-
con el capitalismo internacional como su interés Por mantener medios para ciclos de siete/diez años. Así el derrumbe final
la suboráinación de una gran parte del movimiento obrero del sistema se pospone hasta el siglo xxrr (después de trein-
internacional a sus propias maniobras diplomáticas- y, como ta y siete ciclos de siete/diez años). Si las proporciones inicia-
tal, representa un tipicb fenómeno de engaño intelectual' les entre el sector I y el sector II fueran más realistas
Út i".".t intento nuevo, más riguroso- de teorizar hubieran debido serlo, a la luz de la historia real del capita--y
-de lismo que, en la década de los veinte, no se había acercado
posición .,puente" en el camino hacia las concepciones, armonicistas de
í;t-i;G.":-dei-"cáplt^lit*o de monopolio .estatal"' Moscú' véase' entre otros' rae Q¡655¡1¿¡n, op. cit. (ed. original, Leipzig, 1929).
sus Ess¿ís sur l'écónoÁie
-nu-ü¿ár" politique dú capitalisme,
'el.*plo -8.íg* l9ó7' .. 13e l¿5 críticas más sistemáticas a Grossmann pueden encontrarse en
-iái pó. várg",, Grund¡ragen .der _Óko,amik_ und Fritz Sternberg, Eine Umwiil¿ung der \\Iissenchafl, Berlín, 1930; y Natalie
' -*;-i¿u-t-., íip"i¡oi¡¡i*ul nách
p otitii derl zw e i en W elt krie g_, B,erlín, 1955.-
t
Moszkorvska, Zur Kritik Moderner Krisentheorien, Praga, 1935 ÍContrí-
p"i-"jéÁpló- Ñ.' i"ot"*r.v, n9'. heutige Kapitalismus' Ber' bución a lo crítíca de las teorías modernas de las crísis, México, Cua-
lczi, pp.'is, iq-ss, roe-ió2. Fii" uni crÍtica más ge-n-eral de-l-a
lin, ;lilpitáíiitnó teoria dernos de Pasado y Presente 50, 19781.
áJí d" áónópóii" éitutul", ,uéu." Ernest Mandel Et cadta' r¿o Otto Bauer, "Die Akkumulation des Kapitals", en Díe Neue Zeit,
l¡i^olillló iii., pp. qói-lórl-v ñ¿q'"i,tatier, Le PCF et te capitatisme vol. 3l (1913), 1? parte.
monopoliste, d'état, París, 1976.
EL DESTINO DEL CAPITALISMO 239
238 EL LIBRO TERCERO
movimiento y las contradicciones internas de ese modo de pro
siquiera a una situación en que d-os tercios de la- producción ducción, tal como las revela el análisis de Marx en Et capitat.
óái¡"ttt" ocurrieran én .l s"ótot I- la postergación del "de- Un elemento del análisis de Grossmann es importante, si no
iirttu"" sería aun -?, pto.rnnciada: ócurriría después de
decisivo, como punto de partida de esa síntesis; es el punto
cincuenta o sesenta ciclos, es decir después de cuatrocientos
-á¡oi. del tiempo en que, además de la baja tendencial de la fásc de
. q"i"i""tót sin áaise cuenta, Giossmann, obsesionado plusvalor, la masa de plusvalor deja de crecer y empieza a
poi il explicación monocausal de la inevitabitidad del derrum- pro- declinar gradualmente, después permanentémente.
6é ttego a^demostrar exactamente lo contrario de 1o que-se Este sería-primero
evidentemente el golpe más serio a un proceso con-
pá"iái r" extrema longevidad del sistema, antes que su.derrum- tinuo de acumulación capitalista. Grossmann, sin embargo, no
t" ii""l como funcióñ de sus leyes de movimiento internas'
indica el contenido concreto de esa incipiente baja de la pro.
Es tentadora la posibilidad áe tratar la teoría de Baran- ducción de plusvalor, que yo he tratado de especificar en El ca-
Sweezy de la creciénte dificultad de la "realización de exce' pitalismo tardío: un nivel de mecanización, dé semiautomación
dentei" por el capitalismo monopolisla ya-sea como una va- de plena automación en difusión- de un creciente
riante dé la teoriá del derrumbe de Rosa Luxemburg o .bi91 -digamos,
número de ramos de producción, en que el insumo total de
como una cuarta teoría del dermmbe, distinta de las demás'141 horas de trabajo productivas empieza a declinar, y por lo tan-
óin e*uatgo, no es áií, p.t"tto que Baran y Sweezy, si,clebien to en que baja la producción total de valor.
subrayan 1ás crecientes dl¡icaltades para,la "realizaciÓn ex-
Esto no implica automáticamente una baja inmediata de la
cedeites", al mismo tiempo insisten en la cap-acidad del siste' masa absoluta de plusvalor, puesto que el gran aumento de
il & integrar socialmenie a la clase trabajadora y así asegu' la productividad del trabajo inherente al "robotismo', puede
rar su pefoetuidad cuando en condiciones de casl- reducir el tiempo de trabajo necesario proporcionalmenté a la
-aun antes que en la inevitabilidad de
p".*utrente- red-ucción de la producción de valor absoluto. A la larga, sin
su derrumbe. igual que los más eitremos partidarios de la
"ilutr"utñi"trto embargo, eso es imposible sin reducciones cada vez máé seve-
teoría del "capilalismb monopolista de estado", estos autores ras de los salarios reales. Además, después de cierto punto
tienen que próyectar a los enemigos -reales del sistema fuera se vuelve materialmente imposible. De manera que la éxten-
del sistéma'miimo: los campesinós del tercer mundo, las ca' sión de la automación más allá de un dintel dete-rminado lle-
pas marginadas superexplotadas, etc. Pero nunca son capaces va, primero, a una reducción del volumen global de valor
'tle demo'strar que isas iuerzas sociales tengan de alguna ma- producido, y luego a una reducción del volumen global de
nera una poten-ciat fuerza económica y social comparable a- la plusvalor producido. Eso a su vez desencadena una ,,crisis
á"i piár"táriado moderno. como tales fuerzas no son vitales de derrumbe" cuádruple combinada: una enorme crisis de
p"t"^ l"t relaciones productivas básicas del sistema, pueden ser baja de la tasa de ganancia; una enonne crisis de realización
í"t"gtáaut o ignoralas o aplastadas de varios modos, sin impe' (el aumento de la productividad del trabajo que implica ei
dir é1 funcionámiento del 1istema.142 De modo que esto no es robotismo expande la masa de valores de uso producidos en
en modo alguno una teoría de1 "derrumbe del capitaltsmo"' proporción aun mayor que la proporción en que reduce los
Como suJede con las teorías monocausales de la crisis' evi- salarios reales, y una creciente parte de esos valores de uso
denieme.tte hay elementos correctos en cada una de las tres F's
resulta invendible); una enorme crisis social; 143 y una enorme
versiones de la teoría del derrumbe que hemos esbozado' crisis de "reconversión" (o dicho de otro modo, de la capa-
pi.lli" i""nirlos puiu aur una teoría ioherente del inevitable cidad del capitalismo para adaptar) a través de la desvalorüa.
á"i*-U" del capitalismo, compatible con todas las leyes de ción, las formas específicas de destrucción que ainenazan no
sólo la supervivencia de la civilización humana sino hasta la
141 Bara¡rsweezy, op, cit., capítulos 3 y 4-. Hay una..clara filiación
y supervivencia física de la humanidad o de la vida en el pla-
dé Bárun-Sweezv del capitalismo Que tiend-e at-"^t-1P
lu io.tópción neta.1.14
;;;idi" econ'ómico y las teorías neokeynesianas
"nt." (v a veces.s"T1T-?-llt-
tas) de autores como Michael Kalecki (studies in economic dynamrcs' tas EI capital, nt/6, p.338: "Un desarrollo de las fuerzas productivas
Lll{¿i*,-idij;"¡'ii,li,-t il-iil'nióli o¡'economic ftuctuations' Itgndre--q' que redujese el número absoluto de los obreros, es decir que de hecho
ii¡ó1, l.'sf"itlaf(uáa"r"z v estancámiento en eI capitalismo norteamett' capacitase a.la nagión entera para llevar a cabo su producción global en
Méxíco, Siglo XXI, 1979) o Joan Robmson'
-1;;'Ñ;';;;,o;;;id;;tb
cano, un lapso más reducido, provocaria una revolución, -pues dejaña fuera
á*'tu mayo¡í1 de ,los marxistas "tercermun- de.g.irculación a la mayor parte de la población,"
distas; tiendb a e*"g..ár Ii capacidaá del capitalismo de "reestructurar' _
l¿{_No puedo tratar aquí el problema-de los "llmites del crecimiento,',
se" a sí mismo .t"áiu-*"ri¿ial por pro-cesos,puramente econó^micos' de-lós que algunos autores sostienen que son inherentes no al modo ca.
la depresión en curso de los años setenta y ocnenra'
i fitt ¿" superar "o
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i 240 EL LIBRO TERCERO EL DESTINO DEL CAPITALISMO 24r
tl.
i Hay una salida obvia, a través de la transformación masiva fábrica se desarrollan en mayor grado: la conciencia de los
¡ de los "servicios" en ramos productores de mercancías (que se trabajadores de que son capaces de manejar fábricas en lugar
suman a la producción global de valor). En realidad, ya está de los capitalistas o los administradores capitalistas da un
empezando en servicios clave como la salud, la educación, los gigantesco paso hacia adeiante. Así la creciente crisis de las
bancos y la administración pública. Esto indica cuán equivo- relaciones capitalistas de producción (tanto objetiva como sub-
cado es'hablar del capitalismo tardío como sociedad posindus- jetivamente, es decir, en términos de su legitimidad a los ojos
trial.145 Por el contralio, apenas estamos entrando a la edad de la clase trabajadora y de sectores cada vez mayores del
de la plena industrialización de toda una serie de ramos que conjunto de la población) y el desafío que representan para
hasta ahora han escapado a ese proceso. Pero eso no hace sino ellas las luchas de los trabajadores, pasan a ser parte inte
posponer el momento de hacer las cuentas. Porque la indus- grante de Ia tendencia al derrumbe del sistema.
trialización de sectores de servicios reproduce allí, después Pero es evidente que esa tendencia a la elevación del trabajo
de cierto período de transición; exactamente los mismos pro- en sectores productivos con el desarrollo tecnológico más alto,
cesos de mecanización, semiautomación y plena automación debe necesariamente verse acompañada por su negación mis-
masivas para los cuales los microprocesadores proporcionan ma: un aumento del desempleo masivo, de la extensión de
ya las herramientas técnicas necesarias (lo mismo es aplica' sectores marginados de la población, del número de los que
ble, de paso, al proceso de industrialización de países sub- "desertan" y de todos aquellos que el desarrollo "final" de la
desarrollados como salida de la crisis estructural). De modo tecnología capitalista expulsa del proceso de producción. Esto
que es imposible ver cómo puede el capitalismo escapar a su significa solamente que los crecientes desafíos a las relaciones
destino final: el derrumbe económico. de producción capitalistas dentro de la fábrica van acompaña-
Además de esto, con el desarrollo de la semiautomación y dos por crecientes desafíos a todas las relaciones y los valores
de la automación, ocurre una nueva y significativa inversión de burgueses básicos en toda la sociedad, y también éstos cons-
la revolución constantemente producida por el capitalismo tituyen un elemento importante y periódicamente explosivo
en la organización del trabajo y el proceso real de trabajo. Es de la tendencia del capitalismo al derrumbe final.
inevitable una reintroducción masiva del trabajo intelectual Como dije antes, no necesariamente dei dern¡mbe en favor
en el proceso de producción, junto con una declinación -al de una forma más alta de organización social o civilización.
menos relativa- de la extrema parcelación del trabajo carac' Precisamente como función de la degeneración misma del
terística del taylorismo. Cuanto más trabajo asalariado se em' capitalismo, fenómenos de descomposición cultural, de retro
plee para funciones de supervisión y para el mantenimiento ceso en los campos de la ideología y el respeto por los dere-
de equipos delicados y costosos, tanto más su habilidad, su chos del hombre, se multiplican paralelamente a la sucesión
nivel de cultura y su grado de compromiso con el proceso pro' inintermmpida de crisis multiformes con que esa degenera-
ductivo pasan a ser un elemento indispensable de la repro' ción nos enfrentará (y ya nos ha enfrentado). La barbarie,
ducción del capital. Por lo tanto, no sólo las cualidades coope' como un resultado posibie del dern¡mbe del sistema, es una
rativas del trabajo objetivamente socializado dentro de la perspectiva mucho más concreta y precisa hoy que en los años
veinte y treinta. Hasta los horrores de Auschwitz e Hiroshima
pitalista de producción como tal sino a la propia producción ind-ustrial parecerán tibios en comparación con los horrores que impon-
én gran escála, considerada como inevitablemen,te agotadora de los. re' drá a la humanidad una descornposición continua del sistema.
curJos naturalés. Marx tenía plena conciencia de este problema (véase
EI capital, t/2, pp.ó10-613, y r-u/8, pp. 1033-1034). Sin.embargo, Marx lo En tales circunstancias, la lucha por un desenlace socialista
veía iomo prodüóto secundário de ial formas específicas.(y distorsiona' adquiere la significación de una lucha por la supervivencia
das) de desarrollo tecnológico caracteristicas del capitalismo, no- como misma de la civilización y de la raza humana. El proletariado,
producto inevitable de la áplicación de las ciencias naturales a la pro' como lo mostró Marx, reúne todos los requisitos objetivos
ducción. Esto implica que el probtema puede resolverse en un marco
social diferente, sin que la hu¡iranidad tenga que renunciar a las venta- para conducir con éxito esa lucha; hoy, eso es más cierto que
jas de Iiberarse del iraba3o mec¡lnico no creativo. Algunos de los más nunca. Y tiene por lo menos el potencial igualmente para ad-
águdos críticos no marxidtas de la sociedad capitalista contemporánea quirir los requisitos subjetivos de una victoria del socialismo
désde un punto de vista ecológico llegan a las mismas conclusiones: véa' mundial. Si ese potencial se realizar| depende, en último aná-
se por eieinplo Barrv Common-er, Thl ctosíng circle, Londres, 1972; Harry
Roihman, lr'lurderoús proúdence, Londres, 1972. lisis, de los esfuerzos conscientes de los marxistas revolucio.
145 Véase por ejemplo Daniel Bell, The coming of post'industrial so narios, organizados, integrándose con las periódicas luchas
cíelJ,, Nueva York, 1973. espontáneas ciel proletariado para reorganizar la sociedad se-
242 EL LIBRO IER.CERO

gún lineamientos socialistas, y llevarla hacia objetivos preci-


sos: la conquista del poder estatal y la revolución social ra-
dical. No veo más razón para ser pesimista en cuanto al
desenlace de tal empresa, hoy, que lo fue Marx cuando escri-
bía El capítal.

impreso en offset libra


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El capital (8 vols.)

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Para leer EI capital

SAMIR AMIN

La acumulación a escala mundial

EDUARD BERNSTEIN

I.as premisas del socialisrno y las tareas


de la socialdemocracia

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El imperialismo y ia acumulación de capital

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El marxismo y el "dermmbe" del capitalismo

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El intercambio desigual
l-: ganancia y las crisis
HENRYK GROSSMANN ATALIE MOSZKOWSKA
La ley de la acumulación y el derrumbe Contribución a la crítica de las teorías modernas
del sistema capitalista de las crisis

RUDoLF HTLFERDTNG/nucru voN nórrivr-newmr/ El sistema de Marx


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Correspondencia 1868-1895

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