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SEÑOR QUIERO SER UN TELEVISOR

Señor, no quiero pedirte nada especial ni inalcanzable, como ocurre con otros niños que se dirigen a ti cada noche

Mientras oraba antes de acostarse, un niño pidió con devoción:

“Señor, esta noche te pido algo especial: Tú eres bueno y proteges a todos los niños de la tierra, hoy quiero pedirte un
gran favor, sin que se enteren mis padres.

Conviérteme en un televisor. Quisiera ocupar su lugar. Quisiera vivir lo que vive la tele de mi casa. Es decir, tener un
cuarto especial para mí y reunir a todos los miembros de la familia a mí alrededor.

“Ser tomado en serio cuando hablo. Convertirme en el centro de atención y ser aquel. Aquel al que todos quieren
escuchar sin interrumpirlo ni cuestionarlo. y que mis padres me cuiden como cuidan al televisor, para que me miren con
el mismo interés con que mi madre mira su telenovela preferida, o mi padre su programa deportivo favorito.

“Y tener la compañía de mi papá cuando llega a casa, aunque esté cansado del trabajo. Y que mi mamá me busque
cuando esté sola y aburrida, en lugar de ignorarme. Quiero ver a mi madre suspirar frente a mí como lo hacen cuando
mira un desfile de modas, o poder hacer reír a mi padre como lo hace cuando ve programas de humor, o simplemente
que me crean cuando les cuento mis fantasías sin necesidad de decir ¡es cierto! yo lo escuché en la tele. Y que mis
hermanos se peleen por estar conmigo

Y que pueda divertirlos a todos, aunque a veces no les diga nada. Quisiera vivir la sensación de que lo dejen todo por
pasar unos momentos a mi lado.

Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele cuando algo no funciona, quiero sentir sobre mí la preocupación
que experimentan mis padres cuando el televisor comienza a fallar y rápidamente llaman al técnico.

Quiero representar al televisor para ser el rey de la casa, el centro de atención que ocupa el mejor lugar para que todas
las miradas se dirijan a mí.

Quiero ser televisor para ser el mejor amigo de mis padres, el héroe favorito, el que más influya en sus vidas, el que
recuerde que soy su hijo y el que ojalá les mostrara más paz que violencia.

Señor, no te pido mucho. Sólo vivir lo que vive cualquier televisor. Señor por favor déjame ser televisor, aunque sea por
un día.

En nuestros días el celular ha desplazado el televisor y es peor aún porque se les dedica todo el día a estos aparatos;
podemos ver personas deambulando como zombis, hablando solos y sonriéndole a un celular, ignorando todo a su
alrededor, sentados en una sala haciendo visita sin hablar o mirar a quien visitan porque sus ojos están fijos en el
celular. Que tristeza …. Gracias queridos padres, porque ustedes han demostrado que sus pequeños Junior’s son lo
más importante y lo hacen cada día.

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