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PLAGUICIDAS & CALIBRACION

Dr. Dave Langston

CLASIFICACIÓN DE PLAGUICIDAS
Modo de entrada
CONTACTO: plaguicidas tienen que estar en contacto físico con la plaga para ser eficaz
SISTÉMICO: plaguicidas se aplican directamente a las plantas o el suelo y están absorbidos en
el sistema de la planta
VENENOS ESTOMACALES: plaguicidas que se deben comer para controlar las plagas
FUMIGANTES – plaguicidas aplicados como líquidos o sólidos que se convierten en gas

INSECTICIDAS
INSECTOS
INSECTOS DE CÉSPED
Por encima del suelo
Debajo de la tierra
INSECTOS ORNAMENTALES
Masticadores de hoja
Chupadores de plantas
Formadores de “gall”
Comedores de las raíces
Comedores de las malezas
Los insectos desarrollan en una compleja serie de etapas y pueden incluir:
Huevo – ninfas -- adulto – (metamorfosis gradual)
Huevo -- larva – pupa – adulto (metamorfosis completa)
Es importante comprender el ciclo de vida porque el control dependerá de que ciclo esté presente.
Ninfa/larva son los más susceptibles de control químico.

TIPOS DE INSECTICIDAS
INORGÁNICO: sustancias químicas de origen natural que no provienen de seres vivos.
(azufre y arsénico)
Generalmente son de acción lenta
Actividad residual a largo plazo

ORGÁNICA: insecticida que contiene carbono


Puede ser natural o sintético

INSECTICIDAS ORGÁNICOS
HIDROCARBUROS CLORADOS (organoclorados)
Compuesto de carbono, hidrógeno y cloro
No se descomponen fácilmente y persistir por largo tiempo en el medio ambiente
Algunos ejemplos son DDT, clordano, metoxicloro y dicofol

ORGANOFOSFORADOS
Se descomponen más rápidamente que los hidrocarburos clorados pero son más agudamente
tóxicos
Algunos ejemplos son diazinón y clorpirifos

CARBAMATOS
Se descomponen más rápidamente que la organfosforados y tienen baja toxicidad para los
mamíferos
Los ejemplos incluyen Carbaril, propoxur y bendiocarb

PIRETROIDES
Conocido por la caída rápida de los insectos
Se descomponen en la luz ultravioleta (UV)
Los ejemplos incluyen permetrina y fenvalerate

REGULADORES DEL CRECIMIENTO DE INSECTOS (IGR)


Estimular o interrumpir el crecimiento o desarrollo
El crecimiento entre las etapas de crecimiento es difícil
Los ejemplos incluyen Metopreno y Fenoxicarb

PROBLEMAS CON LA APPLICACION DE PLAGUICIDAS


Cantidad o tasa incorrecta de aplicación
Precipitación en las primeras 12 horas después de la aplicación
Las malezas no están en crecimiento activo
Insectos están en un estado de crecimiento inactivo
El plaguicidas es incorrecta para el tipo de plaga que quiere controlar
El método de aplicación es incorrecta

COMPATIBILIDAD
Antes de mezclar diferentes plaguicidas conjuntos para aplicaciones, usted necesita probar para ver si
los plaguicidas se mezclan.
Prueba de Jarra
Llene la mitad de la jarra con agua
Añadir agente tensoactivo, plaguicidas, adyuvantes, etc.
Mezcle y dejar reposar durante 15 minutos
Observar los resultados

ADYUVANTES
Una sustancia química que se agrega a una formulación de plaguicida para aumentar su eficacia o
seguridad.
Agentes de mojado • Espumantes
Emulsionantes • Espesantes
Emulsionantes invertidos • Protectores
Esparcidores • Agentes de compatibilidad
Adhesivos • Buffers
Penetrantes • Antiespumantes

CON PLAGUICIDAS
Seguridad incluye:
Aplicadores
Trabajadores
Público
Medio ambiente

Riesgo = toxicidad x exposición

Como un aplicador, tienes que tener en cuenta no sólo la toxicidad de un plaguicida, pero
también el riesgo de exposición a ese plaguicida.
Un plaguicida levemente tóxico puede causar un gran riesgo para un aplicador si se usa
incorrectamente. Un plaguicida altamente tóxico puede ser de poco riesgo cuando se utiliza en
un sistema cerrado.
Tenemos que prestar especial atención a las aplicaciones utilizados en un entorno urbano

EXPOSICIÓN DE PLAGUICIDAS
La mejor manera de evitar la exposición a los plaguicidas es evitar situaciones y prácticas donde se
producen las exposiciones.
Exposición oral (boca)
Exposición de inhalación (nariz)
Exposición ocular (ojos)
Exposición dérmica (piel)

TOXICIDAD
Toxicidad es una medida de la capacidad de un plaguicida para causar efectos dañinos.
La toxicidad depende de:
Tipo y cantidad de ingrediente activo
Tipo y cantidad de substancia portadora
Tipo y cantidad de ingrediente inerte
Formulación

LD50
La toxicidad de los plaguicidas se mide por someter a animales o tejidos a diferentes dosis de
ingrediente activo.
Las concentraciones aumentan hasta una cantidad específica de un plaguicida matará a 50% de
los animales de prueba.
La dosis letal para el 50% de la población probada se llama la LD50
Cuanto menor sea el valor del LD50, significa que necesita menos químico para matar a la mitad
los animales en la prueba (más tóxico)
Cuanto mayor sea el valor de LD50, significa que necesita más químico para matar a la mitad los
animales en la prueba (menos tóxico)

EFECTOS NOCIVOS DE CONTAMINACIONES DE PLAGUICIDAS


EFECTOS AGUDOS
Enfermedad de las lesiones que pueden aparecer inmediatamente después de la exposición (el
plazo de 24 horas)

EFECTOS RETRASADOS
Enfermedades o lesiónes que no aparecen inmediatamente (más de 24 horas)
Crónica, desarrollo, reproducción, sistémica

EFECTOS ALÉRGICOS
Efectos nocivos que algunas personas desarrollan en reacción a la exposición a un plaguicida.

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CLASlFlCAClON DE LOS PLAGUICIDAS
Los plaguicidas pueden ser clasificados según muy diversos criterios, siendo adecuado el empleo de una u
otra clasificación en función del contexto en el cual vaya a ser empleada. Las formas más frecuentes de
clasificación son:

9.2.1. Clasificación según su uso


1) Plaguicida de uso fitosanitario o producto fitosanitario: son los destinados a su uso en el ámbito de la
sanidad vegetal, así como aquellos otros de análoga naturaleza, destinados a combatir malezas u otros
organismos indeseables en áreas cultivadas.

2) Plaguicidas de uso ganadero: los destinados a su utilización en el entorno de animales o en las actividades
estrechamente relacionadas con su explotación.

3) Plaguicidas para uso en la industria alimentaria: los destinados a tratamientos de transformados de


vegetales, de productos de origen animal, y de sus envases, así como los destinados al tratamiento de
locales, instalaciones o maquinaria relacionada con la industria alimentaria.
4) Plaguicidas de uso ambiental: aquellos destinados a aplicaciones de desinfección, desinsectación, y
desratización en locales públicos o privados, establecimientos fijos o móviles, medios de transporte y sus
instalaciones.
- Plaguicidas de uso en higiene personal: Aquellos preparados útiles para la aplicación directa sobre el
hombre
- Plaguicidas para uso doméstico: Cualquiera de los definidos anteriormente autorizados expresamente para
que puedan ser aplicados por personas no especialmente cualificadas en viviendas y otros locales habitados.

9.2.2. Clasificación según el grado de peligrosidad


Esta clasificación es muy útil, principalmente a la hora de determinar las condiciones de manipulación y
almacenamiento del plaguicida, su aplicabilidad en diferentes entornos. etc. Atendiendo a su toxicidad aguda
expresada como DL50 (:dosis letal para el 50% de los casos) por vía oral o dérmica para la rata o como
CL50 (concentración letal en el 50% de los casos) por vía respiratoria el RD 5349/1985 diferencia cuatro
tipos:
- "De baja peligrosidad" los que por inhalación, ingestión y/o penetración cutánea no entrañan riesgos
apreciables.
- "Nocivos" los que por inhalación, ingestión y/o penetración cutánea pueden entrañar riesgos de gravedad
limitada
- "Tóxicos" los que por inhalación, ingestión y/o penetración cutánea pueden entrañar riesgos graves, agudos
o crónicos, o incluso la mente.
- "Muy tóxicos" los que por inhalación, ingestión y/o penetración cutánea pueden entrañar riesgos
extremadamente graves, agudos o crónicos e incluso la muerte.

La inclusión de un plaguicida en una de estas categorías anteriores se basa en los siguientes criterios:
1) En el caso de la DL50 por vía oral, expresada en miligramos por kilogramo de masa corporal:
a) Para plaguicidas sólidos, excepto los cebos y los preparados en forma de tabletas:
- Muy tóxicos: DL50 menor o igual a 5.
-Tóxicos: DL50 superior a 5 e inferior o igual a 50.
-Nocivos: DL50 superior a 50 e inferior o igual a 500
-De baja peligrosidad: DL50 superior a 500.

b) Para plaguicidas líquidos, así como para los cebos y los presentados en forma de tabletas:
-Muy tóxicos: DL50 menor o igual a 25.
-Tóxicos: DL50 superior a 25 e inferior o igual a 200.
-Nocivos: DL50 superior a 200 e inferior o igual a 2.000
-De baja peligrosidad: DL50 superior a 2.000.

2) En el caso de CL50, expresada en miligramos por litro de aire y determinada por ensayo respiratorio en la
rata de una duración de cuatro horas, para los plaguicidas gaseosos o para los que se comercialicen en forma
de gas licuado, así como para los fumigantes o aerosoles:
-Muy tóxicos: CL50 menor o igual a 0.5.
-Tóxicos: CL50 superior a 0,5 e inferior o igual a 2.
-Nocivos: CL50 superior a 2 e inferior o igual a 20.
-De baja peligrosidad: CL50 superior a 20.

Para los plaguicidas que puedan ser absorbidos por la piel y cuando el valor de la D ~ 5 0po r vía dérmica
expresado en miligramos de pesticida por kilogramo de masa corporal, sea tal que suponga incluirlos en una
categoría toxicológica más restrictiva de la que correspondería al valor de la DL50 por vía oral o de la CL50
por ensayo respiratorio, la clasificación se realizará de la siguiente forma, determinando los valores por vía
dérmica para la rata y/o el conejo:
a) Para plaguicidas sólidos, excepto los cebos y los presentados en forma de tabletas:
- Muy tóxicos: DL50 menor o igual a 10.
-Tóxicos: DL50 superior a 10 e inferior o igual a 100.
-Nocivos: DL50 superior a 100 e inferior o igual a 1.000
- De baja peligrosidad: DL50 superior a 1.000.
b) Para plaguicidas líquidos, así como para los cebos y los presentados en forma de tabletas:
-Muy tóxicos: DL50 menor o igual a 50.
-Tóxicos: DL50 superior a 50 e inferior o igual a 400.
- Nocivos: DL50 superior a 400 e inferior o igual a 4.000,
-De baja peligrosidad: DL50 superior a 4.000.
En el etiquetado de plaguicidas aparece un código de clasificación ("categoría de toxicidad") según su
acción sobre los seres vivos que consiste en una clave de tres letras con el siguiente significado:
- Primera letra: indica la peligrosidad para el hombre y el ganado.
-Segunda letra: indica la peligrosidad para la fauna terrestre
-Tercera letra: indica la peligrosidad para la fauna acuícola.

Las letras son:


A. Productos de toxicidad baja
B. Productos de toxicidad moderada,
C. Productos muy peligrosos.
D. Productos extremadamente peligrosos.

Así, un plaguicida con las siglas AAC será:

- De baja toxicidad para el hombre y ganado así como para la fauna terrestre
- Producto muy peligrosos para fauna acuícota

9.2.3. Clasificacidn según su capacidad de producir otros efectos


Se diferencian los siguientes tipos:
-Corrosivos: los que en contacto con tejidos vivos pueden suponer sobre ellos una acción destructiva
- Irritantes: los no corrosivos que por contacto directo prolongado o repetido sobre la piel o mucosas pueden
provocar una reacción inflamatoria.
- Fácilmente inflamables: aquellos que a la temperatura normal al aire libre y sin aporte de energía pueden
calentarse o incluso inflamarse.

Los que en estado sólido pueden inflamarse fácilmente por acción de una fuente inflamante y que continuan
quemándose o consumiéndose después de retirar la fuente inflamable.

Los que en estado líquido tengan un punto de inflamación inferior a 20°C o los gaseosos que son
inflamables al aire libre a la presión normal, o los que en contacto con el agua o con el aire húmedo
desprenden gases fácilmente inflamables en cantidades peligrosas.
-Explosivos: los que pueden explosionar bajo los efectos ide la llama o que son más sensibles a los choques
o a la fricción aue el dinitro-benceno.

9.2.4. Clasificacidn según la plaga que combaten


Dada la heterogeneidad de efecto y composición de los numerosos productos existentes, resulta conveniente
incluir otra clasificación indicativa del tipo de plaga que combaten.
1. Insecticidas. 7. Alguicidas.
2. Acaricidas. 8. Fungicidas.
3. Rodendicidas. 9. Herbicidas.
4. Molusquicidas. 10. Fitoreguladores.
5. Neumatocidas. 11. Desinfectantes
6. Repelentes.
.

9.2.5. Clasificación química


Otro posible clasificación de los plaguicidas es en función de su estructura química. Este criterio permite
preveer, según el grupo en que se englobe cada producto, su mecanismo de acci6n.vía de degradación o
inactivación, etc. No obstante debe senalarse que alguno de los grupos (por ejemplo, plaguicidas inorgánicos
o extractos vegetales), incluyen gran número de especies químicas y grupos funcionales, pero se agrupan
bajo un único epígrafe en aras de la simplicidad. Así, pueden diferenciarse:

- Plaguicidas inorgánicos. - Organomercuriales.


- Extractos vegetales. - Derivados del fenol.
- Organoclorados. - Acidos orgánicos.
- Organofosforados. - Derivados de la urea.
- Carbamatos. -Derivados de la amida.
- Otros.

El Anexo 2 incluye una relación de los plaguicidas más comunes clasificados según la composición y con su
fórmula química. Actualmente existen más de 200 principios activos de uso común habiéndose obtenido
más de 4.000 plaguicidas diferentes a partir de ellos. Muchos de los productos existentes en el mercado con
nombres comerciales consisten en mezclas de diversas formulaciones de las materias activas.

FASES DE LA DETERMINACION DE PLAGUICIDAS


a) Conservación
Un requisito importante, a considerar desde la llegada de la muestra al laboratorio y su análisis es que
transcurra el menor tiempo posible. Si hay que guardarla debe ser congelada a -25°C con el fin de evitar la
degradación o hidrólisis del plaguicida. No obstante, el método de conservación puede variar, pues por
ejemplo, los organoclorados son bastante estables, resistiendo algunos días sin degradarse a temperatura
ambiente.

b) Concentración
Habitualmente la mínima cantidad de plaguicida presente en las muestras de partida exige una concentración
previa a fin de situarse dentro de los márgenes de trabajo de la técnica analítica empleada. Como
generalmente se encuentran en mezcla con otros plaguicidas o con sustancias arrastradas en eí proceso de
extracción será necesario (si la técnica de análisis no es específica) realizar una separación adecuada de los
componentes de la mezcla. La determinación cualitativa presentará mayores problemas cuando se trate con
mezclas complejas, varios pesticidad de un mismo grupo químico o productos de degradación muy similares
a la sustancia madre.

c) Extracción y Durificación
El método de extracción a aplicar dependerá de las características fisicoquímicas del plaguicida, en especial
de su tipo o hidrosolubilidad. Así, cuando se trata de moléculas fácilmente ionizables y por tanto solubles en
agua, se extraerán mediante disolventes polares. En caso contrario se emplearán disolventes apolares.

Con frecuencia los productos resultantes de la degradación de plaguicidas difícilmente ionizables tienen una
marcada naturaleza iónica. Este es un proceso frecuente en el metabolismo de muchos seres vivos, mediante
el cual se pueden eliminar las sustancias con mayor facilidad. En estos casos se suele recurrir a la
acidificación de la muestra, para luego extraer con disolventes orgdnicos.

Cuando se tienen presentes moléculas ionizables y no ionizables, se alcaliniza para extraer las sustancias no
ionizables, y luego se adicifican para extraer el resto. La eliminación de sustancias interferentes es muy
importante, pues pueden llegar a enmascarar por completo a la que se pretende valorar.

Será necesario tener en cuenta la naturaleza del ingrediente activo y del soporte, el medio de extracción
empleado y la técnica de valoración. Algunas de estas técnicas, como la cromatografía en sus diferentes
variantes, permiten realizar una separación de componentes muy eficaz. Entre los procedimientos de
"separación y limpieza" destacan:
1. Partición liquido-liquido entre dos fases orgánicas, polares y no polares, inmiscibles, muy útil en matrices
grasas (acetonitrilo y hexano. por ejemplo).
2. Arrastre por volatilización o "codestilación por barrido" (que combina separación gascromatográfica y
destilación)
3. Sublimación bajo vacío
4. Precipitación a baja temperatura en fase orgánica.
5. Saponificación
6. Cromatografia de columna y de capa fina
7. Diálisis y congelación

d) Técnicas de análisis

Habitualmente se recurre al uso de grandes grupos de técnicas analíticas:


- Semicuantitativas. que permiten determinar una sustancia concreta o grupo de sustancias, permitiendo
conocer con aproximación el rango de concentración en que se encuentran. Suelen ser técnicas bastante
sensibles y muy específicas.

-Cuantitativas, que indican la concentración exacta del plaguicida en la muestra. Son técnicas más laboriosas
y caras que las anteriores. Requieren un instrumental muy especializado y una cuidadosa preparación de la
muestra. En la tabla 9.1 se resumen los principales métodos, aplicabilidad, sensibilidad y limitaciones más
importantes. De entre todas ellas destacan la fotometria (espectrofotornetría visible UV e IR), la
cromatografia (de capa fina, gaseosa y liquida), el análisis enzimático y la espectrometria de masas.
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INSTITUTO NAVARRO DE SALUD LABORAL


PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN EL SECTOR AGRARIO

PRINCIPIOS DE TOXICOLOGÍA
El riesgo de los plaguicidas estriba en el hecho de tratarse de sustancias químicas, que, durante la actividad
laboral del agricultor, éste puede incorporar a su organismo. Al ser moléculas ajenas a las del propio cuerpo,
pueden desarrollar efectos indeseados en el mismo. La toxicología es la ciencia que estudia como actúa una
sustancia tóxica en el organismo.

Aunque los mecanismos de actuación son, con frecuencia, muy complejos, si existe un principio que se
cumple a rajatabla:

NIVEL DE RIESGO = Características intrínsecas de la sustancia + Cantidad de la sustancia incorporada al


organismo + Condiciones de exposición Se va a analizar cada uno de los factores con un poco de detalle.

CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS DE LA SUSTANCIA


Cada sustancia posee unas características físico-químicas exclusivas, e interacciona con el organismo de
manera diferente. Si todos los parámetros que definen una sustancia poseen alguna incidencia sobre la
peligrosidad de la misma, el elemento sin duda más relevante es la toxicidad de la misma, parámetro
dependiente de la composición química del producto técnico, y especialmente, de la materia activa. Así, para
una cantidad determinada (p. ej., un gramo) una sustancia puede ser totalmente inocua (el agua) o mortal (la
toxina botulínica).

Con el fin de poseer un parámetro objetivo de referencia se habla para sólidos y líquidos de DL50. Se trata
de la cantidad de miligramos de una sustancia determinada, que por Kg. deCon la DL50 , o en su caso, la
CL50 , se dispone de una base objetiva para poder comparar la toxicidad de sustancias, y de dar una
referencia válida para hablar de la toxicidad de una sustancia “per se”.En base a dichos criterios, la
Organización Mundial de la Salud adoptó en 1.975 un sistema de clasificación para plaguicidas y productos
técnicos, que es el siguiente:ente mencionada pasa por ser una de las más venenosas conocidas, como
respalda su dosis letal:
DL50 toxina botulínica: 0,000025 mg/kg.

Para el aldicarb, su DL50 es de 0,9 mg/kg. Lo que quiere decir que para un individuo de 80 kg de peso,
tendría una probabilidad del 50% de fallecer si absorbiese 72 mg de aldicarb. O, si se prefiere, 0,072
gramos.

En el caso de sustancias gaseosas, así como fumigantes y aerosoles, se emplea un concepto análogo: CL50 ,
o sea, mg de producto por litro de aire que al ser respirado durante 4 horas, provoca la muerte del 50% de las
ratas objeto de experimentación.

Con la DL50 , o en su caso, la CL50 , se dispone de una base objetiva para poder comparar la toxicidad de
sustancias, y de dar una referencia válida para hablar de la toxicidad de una sustancia “per se”.

En base a dichos criterios, la Organización Mundial de la Salud adoptó en 1.975 un sistema de clasificación
para plaguicidas y productos técnicos, que es el siguiente:

Por lo tanto, en base al criterio de la O.M.S., el aldicarb es un producto categoría Ia, extremadamente
peligroso, tanto por vía oral como dérmica.

En el caso de sustancias gaseosas, o equiparables:

La legislación española, basándose en dicha categorización, creó la siguiente, que, aunque ya no está
vigente, ha sido asimilada por los agricultores y aún aparece con frecuencia en referencias bibliográficas:

• A: Baja peligrosidad: no entrañan riesgos apreciables (Equivalente a la III de la O.M.S.).


• B: Nocivos: Entrañan riesgos de gravedad limitada (Equivalente a la II de la O.M.S.).
• C: Tóxicos (Parecido a la Ib de la O.M.S.) para su empleo el agricultor debía firmar el Libro Oficial de
Movimiento de Productos Fitosanitarios.
• D: Muy tóxicos: Entrañan riesgos extremadamente graves, agudos o crónicos, incluida la muerte (Parecido
a la de la O.M.S.). Sólo podían adquirirlos y aplicarlos organismos o entidades especialmente autorizados.
Las sustancias llevaban en sus etiquetas tres letras, que correspondían a las categorías respectivas para el
hombre y el ganado, para la fauna terrestre y para la fauna acuícola. El aldicarb es un producto DCC, esto es,
muy tóxico para el hombre y el ganado, tóxico para la fauna terrestre y tóxico para la fauna acuícola. En la
actualidad, en las etiquetas, y en relación a la toxicología, figuran las expresiones nocivo, tóxico o muy
tóxico en base a los siguientes parámetros.

Por tanto, de acuerdo con la clasificación actualmente vigente, el aldicarb es una sustancia muy tóxica.
Finalizar citando alguna de las sustancias empleadas en agricultura que destacan por su elevada toxicidad:

Fosfamina. Desinfección de silos y graneros.


Bromuro de metilo. Desinfección de suelos.
Ácido cianhídrico. Desinfección y tratamientos de locales. DL50: 1mg/kg.
Óxido de etileno.
Isolan. Aficida. DL50 : 10 mg/kg
Disulfotón. Aficida. DL50 : 4 mg/kg
Metilparatión. Insecticida. DL50 : 15 mg/kg
Mevinfos. Insecticida. DL50 : 3 mg/kg

CANTIDAD DE LA SUSTANCIA
Si la toxicidad la consideramos como un parámetro cualitativo unitario, es lógico que conforme se
incremente el número de unidades incorporadas al organismo, estemos incrementando el nivel de riesgo.
Como ya se ha dicho, los plaguicidas comerciales prácticamente nunca son sustancias puras, por lo que la
cantidad de sustancia va a depender de la concentración. El concepto de concentración es inherente a las
disoluciones. Hace referencia a la cantidad de una sustacia determinada disuelta en la mezcla. A mayor
concentración, mayor cantidad de sustancia por unidad de volumen de disolución.

Ya se ha mencionado que los plaguicidas comerciales corresponden al producto técnico con ingredientes
inertes, coadyuvantesy aditivos, todo ello normalizado a una concentración determinada. Asimismo, los
preparados comerciales rara vez se emplean a su concentración comercial (salvo en el caso de polvos
espolvoreables y gránulos) siendo nuevamente diluidos por el usuario hasta alcanzar su concentración
óptima de uso antes de efectuar la aplicación.

Como es lógico, para una misma sustancia, su toxicidad es superior cuanto mayor sea su concentración.
Desde el punto de vista de los tratamientos con productos líquidos, la cantidad de sustancia que se incorpora
al organismo depende de tres parámetros:

• Tiempo de exposición: A igualdad de circunstancias, a más tiempo se prolongue el tratamiento, más


cantidad de sustancia se inhalará y/o absorberá.
• Tipo de tratamiento: Si se está tratando el suelo (p.ej. en un tratamiento herbicida localizado) la
probabilidad de contaminación es muy inferior que en tratamientos altos (Figura 4) (p.ej. contra los
minadores del chopo) donde además de la deriva se produce un proceso de aglutinación de gotas que
posteriormente caen al suelo o sobre los operarios del área.
• Del tamaño de los derrames y de las gotas. Así, los derrames más peligrosos son los asociados a unidades
de alto volumen, dado que por su peso son más dificultosas de manejar, y es más fácil que se produzcan
contaminaciones. Respecto al tamaño de las gotas, se producen gotas especialmente grandes en tratamientos
arbóreos.

CONDICIONES DE EXPOSICIÓN
En este apartado se incluyen el resto de los múltiples parámetros que influyen en la de la sustancia del
organismo. Entre otras, es preciso mencionar:
• Vía de entrada del tóxico al organismo.
• Tiempo de exposición.
• Condiciones ambientales.
• Interacciones.
• Circunstancias individuales.

VÍA DE ENTRADA DEL TÓXICO AL ORGANISMO


Los plaguicidas pueden ser absorbidos por vía dérmica, respiratoria y oral.
Vía dérmica. El plaguicida puede contactar directamente sobre la piel por vertido directo o a través de la
aplicación. Estudios científicos demuestran que la piel es la vía habitual de incorporación de los
plaguicidas al organismo.

Se da la circunstancia de que, mientras que en el caso de absorción por vía respiratoria el agricultor padece
irritaciones y molestias, siendo consciente del problema, la absorción por vía dérmica no produce dolor,
irritación ni molestia alguna, lo que explica que entre el colectivo del campo no se le asocia a las
intoxicaciones. Como es lógico, si el plaguicida es capaz de atravesar el tejido del insecto para matarlo,
también puede atravesar el nuestro.

• Los máximos volúmenes de absorción corresponden a situaciones de apertura del recipiente, carga del
plaguicida concentrado en el depósito de la máquina de aplicación, y preparación de las mezclas y
diluciones, como consecuencia de las salpicaduras y vertidos accidentales.
• Asimismo, durante la propia realización del tratamiento fitosanitario cuando éste se efectúa sin el equipo
de protección individual adecuado. Las partículas de plaguicida se depositan en las zonas expuestas
atravesando la piel.
• Existe un proceso secundario de absorción dérmica asociado a la ropa de trabajo. Tras el tratamiento, la
ropa de trabajo queda impregnada de sustancia química. Si al finalizar el tratamiento el operario no se
cambia totalmente de ropa, ésta hace de reservorio de veneno, pasando de manera continuada y progresiva a
las áreas en donde entra en contacto con la piel.
• Otra forma habitual de absorción de plaguicida es las operaciones de manipulación en el cultivo tras
efectuar un tratamiento, cuando no se respeta el plazo de seguridad. Operaciones de desborre y prepodas en
viña son un caso típico.

VÍA RESPIRATORIA
Los plaguicidas susceptibles de ser inhalados corresponden o deben ser capaces de generar gases, vapores o
aerosoles de pequeño diámetro. Cabe así citar como susceptibles de inhalación respiratoria tanto las
formulaciones secas, (gránulos, polvos y cebos) como los fumigantes, tanto líquidos como gases, y los
plaguicidas líquidos de elevada volatilidad.

• En el caso de aerosoles, el tamaño de partícula generada debe ser inferior a 50 mm para poder ser inhalado.
Por lo tanto, para sustancias líquidas sólo los tratamientos aplicados con pulverizadora centrífuga, y, sobre
todo, neumática, son susceptibles de producir intoxicación por vía respiratoria.
• Aparte, tanto los parámetros físicos del ingrediente activo, como la formulación definen la importancia de
la absorción por vía pulmonar. En este sentido puede ser la principal fuente de absorción del plaguicida en el
caso de los tratamientos que se efectúan en espacios confinados. Sobre todo en invernaderos (Figura 6), y
tratamientos especiales como desinfección de silos y almacenes.

En el siguiente cuadro se relaciona el tipo de absorción en función de la naturaleza del plaguicida:


VÍA ORAL
Asociada casi siempre a prácticas higiénicas erróneas durante la manipulación del plaguicida. Asimismo, en
los casos de confusión con otro tipo de sustancias con consecuencias graves o mortales. Estos casos se
hallan con frecuencia asociados al siguiente proceso
:
• Se abre un recipiente de plaguicida y se procede a su empleo, pero sobra parte del mismo. Como el
recipiente original se ha destruido, o no cierra herméticamente, busca un recipiente que sí cierra
herméticamente, y se recurre a envases alimentarios: botellas vacías, tarros, etc. El recipiente se ha ido a
buscar a la despensa o la fresquera, y por el motivo que sea, también se deja allí el producto químico, en
medio de otros productos alimentarios de igual apariencia. Otra persona de la familia va a coger un producto
alimenticio y por error coge el plaguicida, procediendo a su ingestión.

Otros casos en los que se producen ingestas significativas de plaguicidas están relacionados con
manipuladores descuidados que ingieren alimentos, bebidas o fuman mientras están efectuando el
tratamiento fitosanitario (Figura 8). O almacenan alimentos, bebidas o tabaco en áreas contaminadas.

Existe asimismo constancia de casos asociados a ingestión de productos agrícolas sin respetar el periodo de
seguridad, especialmente en el caso de frutas.

Finalizar citando los casos de confusión, en los que un producto agrícola ha sido tratado con plaguicida con
una finalidad concreta, y posteriormente se ha destinado a otro fin. Los casos más típicos son los de cereal
destinado para ser sembrado y tratado con lindano, que al final se ha incorporado al pienso de animales,
produciendo el envenenamiento de los mismos. También cebos envenenados para roedores que han sido
ingeridos por otros animales e incluso por personas.

TIEMPO DE EXPOSICIÓN A LA SUSTANCIA TÓXICA


Como es lógico, cuanto más prolongado sea el periodo de tiempo en contacto con una sustancia tóxica, y a
igualdad del resto de circunstancias, mayor cantidad de sustancia se incorpora al organismo. A este respecto,
cabe mencionar que no se debe de confundir tiempo de exposición con tiempo de tratamiento. El periodo
de exposición se prolonga desde que se abre el primer recipiente de plaguicida hasta que el operario deja a
lavar toda la ropa que portaba durante el tratamiento y se ducha (Figura 9). En el presente cuadro se
condensa la importancia de las vías dérmica y respiratoria en función de las condiciones de aplicación:
CONDICIONES AMBIENTALES
Cualquier parámetro ambiental como humedad, temperatura y viento, influyen en la cantidad de sustancia
incorporada al organismo. Es obligatorio citar aquí los procesos de deriva, que pueden provocar absorción e
inhalación en lugares alejados cientos de metros del área de tratamiento. Días ventosos unidos a un mal
calibrado de las boquillas, produciendo partículas excesivamente finas o tratamientos de espolvoreo, pueden
arrojar cantidades significativas de producto fitosanitario sobre trabajadores de parcelas vecinas, o sobre
individuos totalmente ajenos a la actividad.

INTERACCIONES
Cabe aquí repetir la afirmación de que se trata de procesos complejos, en los que intervienen numerosos
factores. Antagonismos, sinergismos, mecanismos de bloqueo, derivados de la interacción entre distintos
componentes de la formulación comercial, de la mezcla de sustancias, de los residuos en los depósitos de
aplicación, tienen influencia en el proceso.

FACTORES INDIVIDUALES
La heterogeneidad innata entre individuos se pone también de manifiesto en la sensibilidad ante los
plaguicidas, existiendo diferencias de absorción y metabolización de los plaguicidas entre individuos
sometidos a la misma sustancia e idénticas condiciones de exposición.

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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DE CHIMBORAZO
DETERMINACIÓN DE LA ACTIVIDAD BIOLÓGICA DEL EXTRACTO ACUOSO DE SAÚCO
SAMBUCUS NIGRAL. COMO REPELENTE Y/O INSECTICIDA EN LASIUS NIGER
MARITZA ELIZABETH ORTUÑO TORRES
ECUADOR - 2011

INSECTICIDAS
La definición convencional de un insecticida es un compuesto químico que se utiliza para matar insectos, el
mecanismo de acción que utiliza es la inhibición de enzimas vitales de los insectos; es un tipo de biocida. El
origen etimológico de la palabra insecticida deriva del latín y significa literalmente matar insectos.

La importancia de los insecticidas radica en el control de plagas de insectos, para eliminar todos aquellos
que afectan la salud humana y animal. En el lenguaje cotidiano este término se utiliza para referirse a los
productos que tienen la propiedad de matar insectos y de una forma restringida a las suspensiones en botes
de aerosol, o como una crema para aplicación. (5)

CARACTERÍSTICAS IDEALES DE UN INSECTICIDA:


Un insecticida para ser considerado ideal debe presentar las siguientes características:
1. Gran especificidad, se refiere a que el producto debe afectar solamente al organismo específico sin
ocasionar daños al resto de seres vivos y al medio ambiente.
2. Baja toxicidad en humanos el producto reviste un riesgo bajo tanto para sufrir intoxicaciones agudas
como a exposiciones a bajas dosis.
3. Baja dosis letal. El insecticida es efectivo con poca cantidad.
4. Bajo costo. El producto tiene que ser barato de bajo costo.
5. De Característica latente El insecticida permanece en el lugar durante un período de tiempo matando a
todo lo que se cruza.

Sin embargo actualmente estas características raramente están presentes en un mismo producto. (20)

INSECTICIDAS BOTÁNICOS:
Los insecticidas botánicos son de gran interés hoy en día debido a que se tratan, por de productos naturales,
es decir son productos tóxicos derivados de plantas; los materiales vegetales han sido usados durante más
tiempo que cualquier otro grupo, con la posible excepción del azufre, tabaco, piretro, derris, heleboro,
acacia, alcanfor, y trementina son algunos de los más importantes productos vegetales en uso antes que
comenzara la búsqueda organizada de insecticidas a comienzos de los años 40.

El uso de los insecticidas botánicos inició en la década de los 60, y desde entonces ha declinado de manera
continua. Ahora el piretro es el único producto botánico clásico que tiene un uso significativo. Algunos
insecticidas más nuevos derivados de las plantas que han entrado en uso son denominados como florales o
productos químicos con aroma de plantas e incluyen, entre otros, limoneno, cinnamaldehido y eugenol.

Además, está la azadiractina extraída del árbol de neem la cual es usada en invernaderos. (26)

Las plantas son consideradas laboratorios naturales en donde se biosintetizan una gran cantidad de
sustancias químicas y de hecho se les considera como la fuente de compuestos químicos más importante. El
metabolismo primario de las plantas sintetiza compuestos esenciales y de presencia universal en todas las
especies vegetales. Por el contrario, los productos finales del metabolismo secundario no son ni esenciales ni
de presencia universal en las plantas. Entre estos metabolitos son comunes aquellos con funciones
defensivas contra insectos, tales como alcaloides, aminoácidos no proteicos, esteroides, fenoles, flavonoides,
glicósidos, glucosinolatos, quinonas, taninos y terpenoides. Estos compuestos no tienen un papel definido, e
incluso se les llega a catalogar como “basura metabólica”. Sin embargo existen autores indican que
constituyen señales químicas importantes del ecosistema.

La concentración de los compuestos secundarios es variable, no existe ningún patrón, ni tampoco existen
órganos especiales de almacenaje de metabolitos secundarios, sin embargo se estima que la mayoría de
compuestos se hallen en las flores y en las semillas.

Las plantas que son consideradas insecticidas han desarrollado sustancias llamadas aleloquímicos, como
mecanismo de defensa cuando son atacadas por insectos. La evolución de estos compuestos se ha llevado a
cabo a través de la activación de vías metabólicas secundarias, creando así compuestos cuya función es la de
ser mensajeros para las mismas o distintas especies vegetales, regulando así defensivamente la presencia de
insectos fitófagos. (6).

Estos compuestos aleloquímicos pueden actuar como atrayentes, estimulantes, repelentes o inhibidores de la
alimentación o de la oviposición. La gran abundancia de estos compuestos en las plantas ofrece excelentes
perspectivas para su extracción, identificación y uso como plaguicidas (6).

El efecto de tales sustancias no es tan agresivo ni fulminante como los insecticidas organosintéticos, pues
éstos alteran el comportamiento y la fisiología al provocar repelencia, inhibición en el crecimiento, por lo
que realmente deben ser llamados insectistáticos y no insecticidas en su mayoría. (6)
El uso de sustancias vegetales para el control de plagas no debe considerar la erradicación total del
organismo-plaga, sino que debe procurar la restauración, preservación y la consolidación del balance de los
ecosistemas. (6)

PLANTAS CON PROPIEDADES INSECTICIDAS.


Existen varias publicaciones que hacen listados de plantas con propiedades insecticidas. Por ejemplo, ya en
1950, Healetal. reportan aproximadamente 2.500 plantas de 247 familias con alguna propiedad insecticida o
tóxica para insectos. Pero para usarlas, no basta con que una planta sea considerada como prometedora o con
probadas propiedades insecticidas. Además se deben hacer análisis de riesgos al medio ambiente y a la
salud. (28).

Además no es conveniente recomendar el uso de plantas que estén en vías de extinción, que sean difíciles de
encontrar o que su utilización implique alteraciones importantes a la densidad en que se encuentran en la
naturaleza. De esta forma y con la finalidad de obtener el máximo provecho de una planta con propiedades
insecticidas, sin que ello implique un deterioro al ecosistema, se han enlistado las características que debe
tener la planta insecticida ideal (28):
1.- Ser perenne.
2.- Estar ampliamente distribuida y en grandes cantidades en la naturaleza, o bien que se pueda cultivar.
3.- Usar órganos de la planta renovables como hojas, flores o frutos.
4.- No ser destruida cada vez que se necesite recolectar material (evitar el uso de raíces y cortezas).
5.- Requerir poco espacio, manejo, agua y fertilización.
6.- Tener usos complementarios (como medicinales).
7.- No tener un alto valor económico.
8.- Ser efectiva a bajas dosis.

Los insecticidas vegetales no deben ser considerados como productos inocuos en su totalidad, debido a que
existe una gran cantidad de metabolitos vegetales son altamente tóxicos, un claro ejemplo es la cicuta
(Cicuta spp), Schmutz y Breazeale (1986), en su libro “Plantas que envenenan” señalan alrededor de 120
especies de plantas que contienen alguna sustancia que es tóxica para el ser humano, mencionándose incluso
especies tan comunes como el almendro, frejol, ajo, frutilla y manzano, entre otras. En consecuencia, no se
debe olvidar que el potencial tóxico de una molécula se debe a la naturaleza de su estructura química y no a
su origen. Como dijo Paracelso en 1564,: "la diferencia entre lo que mata y lo que cura es la dosis". (28).

LAS PLANTAS, PRECURSORAS DE INSECTICIDAS SINTÉTICOS.


Las plantas no solo se pueden usar directamente como insecticidas sino que también sus moléculas han
servido como fuente para una serie de insecticidas sintéticos desarrollados en laboratorio. Uno de los
problemas, desde el punto de vista del control de plagas, es que los insecticidas de origen vegetal luego de
ser aplicados se descomponen rápidamente por acción de la luz y la temperatura por lo que su permanencia
en la planta es muy baja (no más de 24 horas). (30)

Esto ha hecho que muchas empresas químicas multinacionales modifiquen en sus laboratorios las moléculas
encontradas en las plantas de modo de poder darles una mayor persistencia y toxicidad en el campo. Esto
presenta la ventaja que no se tenga que asperjar el cultivo o frutal prácticamente todos los días y no se
arriesga la "depredación" de la planta con propiedades insecticidas. (30)

Un ejemplo de esto lo constituyen dos familias de insecticidas de uso masivo en el ámbito agrícola, urbano y
médico. Como son los piretroides y los carbamatos que son derivados sintéticos de moléculas aisladas de
plantas como piretro (T. cinerariaefolium) y haba de calabar (Physostigmavenenosum), respectivamente.
(28)

MECANISMOS DE ACCIÓN DE INSECTICIDAS VEGETALES.


La mayoría de las especies de plantas que se utilizan en la protección vegetal, exhiben un efecto
insectistático más que insecticida. Es decir, inhiben el desarrollo normal de los insectos. Esto lo pueden
hacer de varias maneras que a continuación se describen. (18)
REGULADORES DE CRECIMIENTO
Este efecto se puede manifestar de varias maneras. La primera son aquellas moléculas que inhiben la
metamorfosis, es decir evitan que ésta se produzca en el momento y tiempo preciso. (28) Otros compuestos
hacen que el insecto tenga una metamorfosis precoz, desarrollándose en una época que no le es favorable.
Por último, también se ha visto que determinadas moléculas pueden alterar la función de las hormonas que
regulan estos mecanismos de modo que se producen insectos con malformaciones, estériles o muertos. (18)

.INHIBIDORES DE LA ALIMENTACIÓN
La inhibición de la alimentación es quizás el modo de acción más estudiado de los compuestos vegetales
como insecticidas. Inhibidor de la alimentación es aquel compuesto, que luego de una pequeña prueba, el
insecto se deja de alimentar y muere por inanición. Muchos de los compuestos que muestran esta actividad
pertenecen al grupo de los terpenos y se han aislado principalmente de plantas medicinales originarias de
África y la India. (18)

REPELENTES
El uso de plantas como repelentes es muy antiguo pero no se le ha brindado toda la atención necesaria para
su desarrollo. Esta práctica se realiza básicamente con compuestos que tienen mal olor o efectos irritantes
como son entre otros el ají y el ajo. Un claro ejemplo lo podemos observar en las prácticas realizadas por los
indígenas de Guatemala y Costa Rica que suelen "pintar" o espolvorear con ají los recipientes en los que
almacenan maíz y frejol para que no se "agorgoje" y además espantar a los roedores. (28)

CONFUSORES
Los compuestos químicos de una determinada planta constituyen una señal inequívoca para el insecto para
poder encontrar su fuente de alimento. De hecho hay casos como el de la mariposa monarca, que se alimenta
de una planta altamente venenosa, para otros organismos, la cual identifica por la presencia de esta sustancia
tóxica. Una forma de usar esta propiedad en el Manejo Integrado de Plagas (MIP) ha sido poniendo trampas
ya sea con aspersiones de infusiones de plantas que le son más atractivas al insecto o de la misma planta
pero en otras zonas de modo que el insecto tenga fuentes de estímulo y no sea capaz de reconocer la planta
que nos interesa proteger. Otra opción es colocar trampas de recipientes que contengan extractos en agua de
la planta de modo que los insectos "aterricen" en las trampas y no en el cultivo. (28)

REPELENTES DEINSECTOS
Históricamente, los repelentes han incluido humo, plantas que cuelgan dentro de las habitaciones o que son
frotadas sobre la piel como plantas frescas o como sus coceduras, aceites, breas, alquitranes, y varias tierras
aplicadas al cuerpo. Antes que fuera desarrollado un buen conocimiento sobre el sentido del olfato y el
comportamiento en los insectos, se creía erróneamente que si una sustancia era repugnante para los humanos
sería igualmente repelente para los insectos molestos.(4)

En 1999, la EPA ha registrado un nuevo repelente de insectos, Nmetilneodecanamida. En lugar de ser usado
sobre los humanos para repeler a los insectos, se aplica a los pisos, paredes y otras superficies de las casas
para repeler cucarachas y hormigas. (5).

VENTAJAS DE LOS INSECTICIDAS VEGETALES


1. Son más amistosos con el medio ambiente.
2. Muchas veces poseen otros usos como medicinales o repelentes de insectos caseros.
3. Su rápida degradación puede ser favorable, pues disminuye el riesgo de residuos en los alimentos.
4. Algunos pueden ser usados en interiores disminuyendo la contaminación. Su toxicidad es menor que la de
los insecticidas convencionales o sintéticos.
5. Varios actúan rápidamente inhibiendo la alimentación del insecto, aunque a la larga no causen la muerte
del parásito.
6. Debido a su acción estomacal y rápida degradación, pueden ser más selectivos con insectos de plaga y
menos agresivos con los enemigos naturales.
7. Muchos de estos compuestos no causan fitotoxicidad.
8. Desarrollan resistencia más lentamente que los insecticidas sintéticos.(18)
DESVENTAJAS DE LOS INSECTICIDAS VEGETALES:
1. No todos son insecticidas sino que muchos son insectistáticos. Esta cualidad los hace ejercer una acción
más lenta.
2. Se degradan rápidamente con los rayos ultravioleta, por ende, su efecto residual tiende a ser bajo.
3. No todos los insecticidas vegetales son menos tóxicos que los sintéticos.
4. Los límites máximos de residuos no están establecidos.(18)

RESISTENCIA A LOS INSECTICIDAS VEGETALES.


La mayoría de los insecticidas vegetales son extractos que están constituidos por un grupo de ingredientes
activos de diversa naturaleza química. Del punto de vista de la resistencia la baja estabilidad de los
insecticidas vegetales es un factor positivo pues será de muy baja probabilidad que dos extractos sean
siempre iguales por lo que la presión de selección sobre la plaga no será siempre la misma. Esto se debe a
que aunque en el extracto se encuentren los mismos elementos no siempre estarán a las mismas
concentraciones. En general, la resistencia por parte de los insectos tarda más tiempo en desarrollarse a una
mezcla de ingredientes activos naturales que a cualquiera de sus componentes por separado. (28)

Esto puede deberse a que es más difícil destoxificar a un complejo de sustancias que a una sola molécula.
Por ejemplo en una evaluación de laboratorio el áfido Myzuspersicaecuando se le aplicó azadiractina sola,
en 35 generaciones fue capaz de desarrollar un nivel de resistencia nueve veces superior a la raza inicial. En
cambio con el extracto de neem (que contenía la misma concentración de azadiractina) en el mismo período
no mostró indicios de resistencia. (28)

EXPECTATIVAS PARA EL USO DE INSECTICIDAS VEGETALES


En la actualidad la agricultura orgánica es un mercado que demanda de insecticidas botánicos, ya que
existen varias razones por las que no es conveniente utilizar productos químicos convencionales. (31) Este
mercado se encuentra en expansión y por lo general tiene altas tasas de retorno, por lo que se le ha
considerado un segmento al cual atender. Pero existe también la contraparte por la cual los agricultores
retornan al uso de insecticidas agroquímicos debido a que en ocasiones no se cumplen los resultados
esperados. (30)

La insuperable ventaja que presentan estos insecticidas es la de ser compatibles con otras opciones de bajo
riesgo aceptables en control de insectos, tales como feromonas, aceites, jabones, hongos entomopatógenos,
depredadores y parasitoides, entre otros, lo que aumenta enormemente sus posibilidades de integración a
programas de manejo integrado de plagas. (31)

SELECTIVIDAD:
La selectividad de un producto para un insecto puede basarse en las características específicas de su
penetración en los tejidos o de pauta metabólica dentro de su organismo. El ataque produce una lesión una
¨lesión bioquímica¨ qué consiste, normalmente, en la inhibición de una enzima. (18) Los síntomas de la
intoxicación son consecuencia de una lesión bioquímica. El problema se centra en encontrar moléculas que
tengan selectividad por alguna de las causas dichas. Se da el nombre de selectóforo al grupo químico
funcional que confiere selectividad a un plaguicida. (31)(18)

SELECTIVIDAD POR DIFERENCIAS EN EL METABOLISMO.


Las diferencias en el metabolismo entre mamíferos e insectos, e incluso entre las diferentes especies de
insectos, pueden servir de base a la obtención de insecticidas altamente selectivos para determinadas
especies que, a la vez, posean un nivel de toxicidad bajo para mamíferos. Los insecticidas se metabolizan en
los tejidos específicos, transformándose en productos generalmente inactivos; pero, en ocasiones, pueden
dar productos de mayor toxicidad. (31)

DIFERENCIAS POR FIJACIÓN


El grado de desarrollo del sistema excretor y la capacidad de almacenamiento influyen en la toxicidad de los
insecticidas. También es importante la posibilidad de almacenamiento del compuesto tóxico en algunos
tejidos, donde no ejerzan su acción toxica. (30)
DIFERENCIAS DE PENETRACIÓN Y DE FIJACIÓN
Algunas barreras fisiológicas pueden retardar o impedir el acceso del producto a los tejidos sensibles. Por
ejemplo, se comprobado que los insecticidas cargados positivamente no pueden atacar al sistema nervioso
central de los mamíferos, ni al de los insectos, debido a que ambos poseen barreras protectoras que impiden
el paso de los cationes. Si se llega a conocer los mecanismos de ataque de los insecticidas se podrá preparar
compuestos con una selectividad prevista. (31)

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN


RESISTENCIA EN INSECTOS, PLANTAS Y MICROORGANISMOS
MOHAMMAD H. BADII

La resistencia es definida como el desarrollo de la habilidad para tolerar dosis altas de tóxicos, los cuales
resultarían letales a la mayoría de los individuos en una población normal de la misma especie. Según Crow
(1960) es el cambio genético en respuesta a la selección (por plaguicidas), la OMS (Brown y Pal 1971) la
define como el desarrollo de la habilidad en una raza de insectos para tolerar dosis de tóxicos que han
probado ser letales a la mayoría de los individuos en una población normal de la misma especie.

Según la FAO (1970), es una respuesta disminuida de la población de una especie de animales o plantas a un
plaguicida o agente de control como resultado de su aplicación. La FAO (1979) enmarca la resistencia como
la capacidad desarrollada por una población determinada de insectos, al no ser afectada por la aplicación de
insecticidas. La resistencia se puede considerar como un proceso inevitable, debido a la presión de selección
continua que se sigue ejerciendo con las aplicaciones de insecticidas (Brattsten, 1989). De acuerdo a
Muggletom, citado por Moberg (1990), la palabra normal, usada en la definición, se refiere a una población
de la plaga que no ha estado sujeta nunca a presión por un tóxico y mantenida en el laboratorio. De ahí que
Moberg (1990), sugiere que la población a la cual se debe referir el término, sea una población colectada en
el campo con un historial normal de exposición a agroquímicos en el área en estudio y que puede ser
resistente al producto o mostrar resistencia cruzada a un nuevo compuesto. Así mismo Moberg (1990)
sugiere adoptar la definición propuesta por Sawicki (1987): “resistencia marca un cambio genético en
respuesta a la selección por tóxicos que pueden disminuir el control en el campo”. A esta definición Moberg
(1990) la completa agregándole: “a dosis recomendadas”.

Monge (1986), indica que la resistencia cruzada positiva puede ser definida como “la resistencia que se
genera en los insectos a un determinado plaguicida y a otros que no se han aplicado, pero que tienen forma
de acción o de detoxificación similares”. Siendo la resistencia cruzada negativa lo contrario, cuando al
aplicar un plaguicida aumenta la resistencia a ésta pero disminuye a otros. Resistencia múltiple se da cuando
el genotipo confiere resistencia a un amplio rango de grupos plaguicidas (Moberg, 1990). Georgiou y
Lagunes (1991) informan de 504 especies de artrópodos resistentes a uno o más plaguicidas hasta 1989. De
las especies resistentes 481 son dañinas (283 son de importancia agrícola y el resto de importancia médico-
veterinaria) y 23 benéficas. La mayoría de las especies resistentes son dípteros, en orden descendente se
ubican los lepidópteros, luego los coleópteros, ácaros, homópteros y heterópteros. Los mismos autores
también señalan que en el examen del crecimiento de la resistencia, los datos anteriores no reflejan la
acumulación de mecanismos de resistencia que se obtiene al contabilizar el número de productos químicos
que cada especie puede resistir. Al calcular este dato se obtiene un total de 1640 casos de la combinación
especies/grupos de insecticidas (lo que demuestra un claro aumento del desarrollo de resistencia múltiple) y
4458 casos de la combinación número de especies/insecticidas/país que nos indica la extensión geográfica
de la resistencia.

ARTRÓPODOS REGISTRADOS CON RESISTENCIA A PLAGUICIDAS (GEORGHIOU, 1991).


La resistencia a insecticidas es una consecuencia de cambios genéticos que alteran procesos bioquímicos
cuantitativa o cuantitativamente. Dichos cambios ocurren a nivel individual, pero se hacen aparentes en toda
una población de insectos cuando la proporción de resistentes sea tal que se refleje en una falla en el control
(Devonshire, 1990).

WHO (1992): “característica hereditaria que imparte una tolerancia incrementada a los plaguicidas, de tal
forma que los individuos resistentes sobreviven a concentraciones de los compuestos que normalmente
serían letales para la especie”. población de insectos cuando la proporción de resistentes sea tal que se refleje
en una falla en el control (Devonshire, 1990). WHO (1992): “característica hereditaria que imparte una
tolerancia incrementada a los plaguicidas, de tal forma que los individuos resistentes sobreviven a
concentraciones de los compuestos que normalmente serían letales para la especie”.

Lagunes y Villanueva, 1995 la definen como la habilidad complementaria y hereditaria propia de un


individuo o conjunto de ellos, que los capacita fisiológica y etológicamente, para bloquear la acción tóxica
de un insecticida por medio de mecanismos metabólicos y no metabólicos, y en consecuencia, sobrevivir a la
exposición de dosis que para otros seria letal.

TIPOS DE RESISTENCIA EN INSECTOS


Georghiou (1965) clasificó la resistencia en tres tipos: por comportamiento; morfológica y fisiológica (Tabla
6, 7, 8 y 9).

RESISTENCIA POR COMPORTAMIENTO.


La resistencia por comportamiento es cuando los insectos no entran en contacto con el insecticida debido a
un comportamiento de escape (Monge, 1986).

Se refiere a los patrones de comportamiento que contribuyen a la resistencia, estos pueden ser hábitos tales
como la preferencia a descansar en áreas no tratadas con insecticidas en lugar de áreas tratadas, o bien la
detección del insecticida y la tendencia a evitarlo antes de ponerse en contacto con él (Carrillo, 1984). La
interrupción de la exposición al insecticida, se puede deber a una acción irritante o bien a una acción
repelente.

La acción irritante que produce un insecticida en algunos miembros de la población, ocasiona que éstos no
sean controlados por el agroquímico. Por tanto, cuando dichos individuos se vuelven mayoría en la
población, se dice que es resistente, cuando en realidad dichos individuos son más susceptibles que los
normales, ya que si son expuestos forzosamente al tóxico, su DL50 será menor que la de los individuos
normales (Lagunes, 1991).

Como ejemplo de la acción repelente, tenemos a las moscas después de un tiempo, ya no se acercan a cebos
con azúcar que contienen malatión; ésta es un tipo de resistencia que depende del estímulo. También se ha
comprobado que hay moscas que tienen la costumbre de posarse en la parte superior de los establos,
característica que las hace eludir el insecticida. Además; en Rhodesia la mayoría de los mosquitos eran
endófilos, pero actualmente los mosquitos viven y se alimentan fuera de las casas, después de 14 años de
selección con BHC (hexacloruro de benceno) los mosquitos endófilos fueron eliminados.

Resistencia morfológica. Se presenta cuando alguna característica morfológica ocasiona la resistencia, por
ejemplo, una menor área de exposición al tóxico (Carrillo, 1984). Debido a las características morfológicas
de los insectos, éstos no son afectados por los insecticidas (principalmente por impermeabilidad en la
cutícula), (Monge, 1986).

Resistencia fisiológica o bioquímica. Es el tipo de resistencia más importante; los insectos adquieren
resistencia de dos formas. Por adición de un mecanismo de protección. Por insensibilidad en el sitio de
acción. La más frecuente que puede ser debido a mecanismos de protección tales mayor almacenamiento en
tejidos inertes. También se pueden presentar alteraciones en el sitio de acción.

Con fines de manejo, los tipos de resistencia se agrupan en mecanismos de resistencia metabólicos y no
metabólicos. Son mecanismos metabólicos cuando involucran cambios enzimáticos, y no metabólicos
cuando se refiere a cambios en sensibilidad del sitio activo, en la tasa de penetración, almacenamiento o
excreción, así como en el comportamiento o la forma de los insectos.

• Adición de un mecanismo de protección. Los principales factores que intervienen en este tipo de
resistencia son.
􀂃 Penetración reducida. Generalmente en los insectos resistentes se presenta una menor penetración del
tóxico, lo que amplifica la acción del mecanismo metabólico que pudiera existir. Solamente se ha registrado
el caso de Aedes aegypti, en el cual la penetración reducida es por si sola, responsable de la resistencia de
5X a malatión.
􀂃 Mayor almacenamiento de tejidos inertes, normalmente en el tejido graso. Al respecto, no hay registros
de colonias resistentes solo por este factor.
􀂃 Aumento de la excreción. Por sí solo no produce altos niveles de resistencia; no se tienen evidencias de
colonias resistentes por una excreción aumentada.

Mecanismos de resistencia a insecticidas. El conocimiento de cómo actúa un insecticida es útil para


comprender mecanismos de resistencia, aunque estos no siempre son relacionados. Los insecticidas pueden
ser clasificados en varios grupos de acuerdo a su modo de acción y este puede ser relacionado a mecanismos
de resistencia.

La resistencia puede en muchos casos, ser atribuida a un simple gen/proteína, pero hay ejemplos donde dos
o más mecanismos de resistencia operan simultáneamente.

Según Miller (1988) se clasifican en 4 categorías:

1.- Resistencia por comportamiento: el insecto no entra en contacto con el depósito del insecticida.
2.- Resistencia a la penetración: donde la composición del exoesqueleto llega a ser modificada inhibiendo
la penetración del insecticida. También se le conoce como mecanismo físico y contempla muchos casos de
penetración reducida que causan resistencia en los insectos. La velocidad de penetración depende de las
características moleculares del insecticida y de las propiedades del tegumento del insecto, las cuales varían
considerablemente entre los estadios de vida y de una especie a otra. Una penetración demorada provee un
mayor tiempo para la detoxificación de una dosis tomada. En Heliothis virescens la resistencia al DDT se
debió a una lenta penetración del insecticida. En este caso la cutícula contenía muchas proteínas y lípidos y
un grado de esclerotización mayor que en los insectos susceptibles. Sawicki y Farnham (1968) encontraron
que el gen responsable de la resistencia al DDT en moscas domésticas, influye en la penetración del
insecticida e incrementa el contenido total de lípidos. Este aumento puede provocar que la liberación de los
compuestos lípidos-solubles en el cuerpo del insecto sea lenta, lo que permite un mayor tiempo para que
ocurra la detoxificación de los insecticidas. Aumentos en la excreción del insecticida también pueden
reducir el efecto tóxico. Un número de insectos dañinos a la agricultura es capaz de alimentarse de comidas
tóxicas, naturales o tratadas, debido al aumento de los movimientos intestinales. Se plantea que la excreción
acelerada de material no metabolizable, no se conoce que sea un mecanismo de resistencia importante contra
los insecticidas sintéticos.

3.- Sitio insensible: el sitio químico de acción para el insecticida se modifica reduciendo la sensibilidad a la
forma activa del insecticida. Sitio insensible o sitio blanco alterado. La resistencia se atribuye también a un
mecanismo en el cual los sitios blancos alteran y esto hace que disminuyan la sensibilidad al ataque tóxico.
Un ejemplo de esto es el de la enzima Ache y la reducida sensibilidad en el sitio de acción.
Reducida sensibilidad de la aceticolinesterasa. En general, una Ache modificada es menos eficiente al
hidrolizar su sustrato que una enzima normal. La alteración en los sitios activos causa una disminución en la
reactividad con el inhibidor. Los estudios de inhibición sugieren que el acceso a los centros catalíticos de la
enzima modificada es restringido por un cambio en su conformación. (Smissaert, 1970; Voss, 1965) otros
plantearon que en muchos casos, el cambio de conformación se debe a la asociación de un residuo de
aminoácido al centro catalítico de la enzima.

La resistencia a insecticidas, atribuida a una insensibilidad de la Ache es encontrada en un número de


especies de Anopheles y Culex.(Bisset, 1990; Bourguet, 1996; Bourget, 1996b; Bourget, 1996c; Bourgue,
1996d;Brogdon, 1988; Villany, 1983). En general, este mecanismo produce un amplio espectro de
resistencia a la mayoría de los OPs y carbamatos, aunque un amplio espectro de resistencia a la mayoría de
los OPs y carbamatos, aunque es más pronunciada a los carbamatos y este mecanismos no se ha reportado
en Aedes aegypti. Reducida sensibilidad en el sistema nervioso. Se presenta fundamentalmente en DDT y
piretroides. En general el fenómeno de la resistencia se da cuando los nervios son menos sensibles. Un
ejemplo del mecanismo de sitio insensible en la resistencia por Knockdown (Kdr), es la inducida por la
selección con DDT, que confiere resistencia cruzada a los piretroides y viceversa. Según Shono (1985) la
resistencia tipo kdr se debe a la presencia del gen Kdr, el cual posee varias características:
• Causa baja sensibilidad hacia DDT y hacia los piretroides.
• Confiere resistencia a todos los piretroides conocidos hasta ahora.
• Aun solo, puede proveer alta resistencia especialmente cuando el alelo súper- kdr está involucrado.
• Este gen es recesivo. Un estudio preciso de este mecanismo de resistencia está obstaculizado por la
creencia de un instrumento de diagnóstico para determinar kdr directamente (Miller, 1988). No obstante,
desde 1991, se realizan importantes esfuerzos para poder acceder al estudio de los mecanismos involucrados
en este tipo de resistencia. (Doyle, 1991; Knipple, 1991; Knipple, 1991).

4. Resistencia metabólica: la vía metabólica del insecto llega a ser modificada detoxificándose el insecticida
o negando el metabolismo del compuesto aplicado en su forma tóxica. La forma más importante de
resistencia metabólica incluye la multifunción oxidas, las glutation s-transferasas y las esterasas.

Estudios recientes de detoxificación en insectos revelan que la versatilidad en la adaptación de los insectos a
su medio es provista por el fenómeno de inducción. Este es un proceso en el cual un estímulo químico
promueve la actividad del sistema de detoxificación mediante la producción de enzimas adicionales.

Un total de 12 especies de insectos responden a inductores mediante la producción de niveles incrementados


de enzimas como las oxidasas microsomales, deshidroclorinasas, fosfo-transferasas, carboxilesterasas,
epoxidohidratasa y sulfotransferasas.

Los tres sistemas de detoxificación más importante que constituyen la resistencia metabólica en insectos
son: las oxidasas microsomales, la glutation s-transferasa, de importancia en el metabolismo de insecticidas
organofosforados, y las carboxilesterasas, las cuales degradan carbamatos, organofosforados y piretroides
(Terriere, 1984).

El insecticida sufre dentro del organismo del insecto una serie de reacciones mediante las cuales adquiere
grupos funcionales que le permiten en una segunda fase, conjugarse con sustancias endógenas y dar como
resultado compuestos más polares de menor solubilidad en lípidos y como consecuencia más fácilmente
excretables. No siempre es necesario que el insecticida se transforme mediante reacciones de la primera
fase, porque en su estructura puede poseer grupos funcionales que le permitan experimentar directamente las
reacciones de la segunda fase. (Sotolongo, 1988). Universidad Autónoma de Nuevo León

RESISTENCIA EN INSECTOS, PLANTAS Y MICROORGANISMOS

Mohammad H. Badii La resistencia es definida como el desarrollo de la habilidad para tolerar dosis altas de
tóxicos, los cuales resultarían letales a la mayoría de los individuos en una población normal de la misma
especie. Según Crow (1960) es el cambio genético en respuesta a la selección (por plaguicidas), la OMS
(Brown y Pal 1971) la define como el desarrollo de la habilidad en una raza de insectos para tolerar dosis de
tóxicos que han probado ser letales a la mayoría de los individuos en una población normal de la misma
especie.

Según la FAO (1970), es una respuesta disminuida de la población de una especie de animales o plantas a un
plaguicida o agente de control como resultado de su aplicación. La FAO (1979) enmarca la resistencia como
la capacidad desarrollada por una población determinada de insectos, al no ser afectada por la aplicación de
insecticidas. La resistencia se puede considerar como un proceso inevitable, debido a la presión de selección
continua que se sigue ejerciendo con las aplicaciones de insecticidas (Brattsten, 1989). De acuerdo a
Muggletom, citado por Moberg (1990), la palabra normal, usada en la definición, se refiere a una población
de la plaga que no ha estado sujeta nunca a presión por un tóxico y mantenida en el laboratorio. De ahí que
Moberg (1990), sugiere que la población a la cual se debe referir el término, sea una población colectada en
el campo con un historial normal de exposición a agroquímicos en el área en estudio y que puede ser
resistente al producto o mostrar resistencia cruzada a un nuevo compuesto. Así mismo Moberg (1990)
sugiere adoptar la definición propuesta por Sawicki (1987): “resistencia marca un cambio genético en
respuesta a la selección por tóxicos que pueden disminuir el control en el campo”. A esta definición Moberg
(1990) la completa agregándole: “a dosis recomendadas”.

Monge (1986), indica que la resistencia cruzada positiva puede ser definida como “la resistencia que se
genera en los insectos a un determinado plaguicida y a otros que no se han aplicado, pero que tienen forma
de acción o de detoxificación similares”. Siendo la resistencia cruzada negativa lo contrario, cuando al
aplicar un plaguicida aumenta la resistencia a ésta pero disminuye a otros. Resistencia múltiple se da cuando
el genotipo confiere resistencia a un amplio rango de grupos plaguicidas (Moberg, 1990). Georgiou y
Lagunes (1991) informan de 504 especies de artrópodos resistentes a uno o más plaguicidas hasta 1989. De
las especies resistentes 481 son dañinas (283 son de importancia agrícola y el resto de importancia médico-
veterinaria) y 23 benéficas. La mayoría de las especies resistentes son dípteros, en orden descendente se
ubican los lepidópteros, luego los coleópteros, ácaros, homópteros y heterópteros. Los mismos autores
también señalan que en el examen del crecimiento de la resistencia, los datos anteriores no reflejan la
acumulación de mecanismos de resistencia que se obtiene al contabilizar el número de productos químicos
que cada especie puede resistir. Al calcular este dato se obtiene un total de 1640 casos de la combinación
especies/grupos de insecticidas (lo que demuestra un claro aumento del desarrollo de resistencia múltiple) y
4458 casos de la combinación número de especies/insecticidas/país que nos indica la extensión geográfica
de la resistencia.

Artrópodos registrados con resistencia a plaguicidas (Georghiou, 1991).


La resistencia a insecticidas es una consecuencia de cambios genéticos que alteran procesos bioquímicos
cuantitativa o cuantitativamente. Dichos cambios ocurren a nivel individual, pero se hacen aparentes en toda
una población de insectos cuando la proporción de resistentes sea tal que se refleje en una falla en el control
(Devonshire, 1990).

WHO (1992): “característica hereditaria que imparte una tolerancia incrementada a los plaguicidas, de tal
forma que los individuos resistentes sobreviven a concentraciones de los compuestos que normalmente
serían letales para la especie”.

población de insectos cuando la proporción de resistentes sea tal que se refleje en una falla en el control
(Devonshire, 1990). WHO (1992): “característica hereditaria que imparte una tolerancia incrementada a los
plaguicidas, de tal forma que los individuos resistentes sobreviven a concentraciones de los compuestos que
normalmente serían letales para la especie”.

Lagunes y Villanueva, 1995 la definen como la habilidad complementaria y hereditaria propia de un


individuo o conjunto de ellos, que los capacita fisiológica y etológicamente, para bloquear la acción tóxica
de un insecticida por medio de mecanismos metabólicos y no metabólicos, y en consecuencia, sobrevivir a la
exposición de dosis que para otros seria letal.

TIPOS DE RESISTENCIA EN INSECTOS


Georghiou (1965) clasificó la resistencia en tres tipos: por comportamiento; morfológica y fisiológica (Tabla
6, 7, 8 y 9).

Resistencia por comportamiento. La resistencia por comportamiento es cuando los insectos no entran en
contacto con el insecticida debido a un comportamiento de escape (Monge, 1986).

Se refiere a los patrones de comportamiento que contribuyen a la resistencia, estos pueden ser hábitos tales
como la preferencia a descansar en áreas no tratadas con insecticidas en lugar de áreas tratadas, o bien la
detección del insecticida y la tendencia a evitarlo antes de ponerse en contacto con él (Carrillo, 1984). La
interrupción de la exposición al insecticida, se puede deber a una acción irritante o bien a una acción
repelente.

La acción irritante que produce un insecticida en algunos miembros de la población, ocasiona que éstos no
sean controlados por el agroquímico. Por tanto, cuando dichos individuos se vuelven mayoría en la
población, se dice que es resistente, cuando en realidad dichos individuos son más susceptibles que los
normales, ya que si son expuestos forzosamente al tóxico, su DL50 será menor que la de los individuos
normales (Lagunes, 1991).

Como ejemplo de la acción repelente, tenemos a las moscas después de un tiempo, ya no se acercan a cebos
con azúcar que contienen malatión; ésta es un tipo de resistencia que depende del estímulo. También se ha
comprobado que hay moscas que tienen la costumbre de posarse en la parte superior de los establos,
característica que las hace eludir el insecticida. Además; en Rhodesia la mayoría de los mosquitos eran
endófilos, pero actualmente los mosquitos viven y se alimentan fuera de las casas, después de 14 años de
selección con BHC (hexacloruro de benceno) los mosquitos endófilos fueron eliminados.

Resistencia morfológica. Se presenta cuando alguna característica morfológica ocasiona la resistencia, por
ejemplo, una menor área de exposición al tóxico (Carrillo, 1984). Debido a las características morfológicas
de los insectos, éstos no son afectados por los insecticidas (principalmente por impermeabilidad en la
cutícula), (Monge, 1986).

Resistencia fisiológica o bioquímica. Es el tipo de resistencia más importante; los insectos adquieren
resistencia de dos formas. Por adición de un mecanismo de protección. Por insensibilidad en el sitio de
acción. La más frecuente que puede ser debido a mecanismos de protección tales mayor almacenamiento en
tejidos inertes. También se pueden presentar alteraciones en el sitio de acción.

Con fines de manejo, los tipos de resistencia se agrupan en mecanismos de resistencia metabólicos y no
metabólicos. Son mecanismos metabólicos cuando involucran cambios enzimáticos, y no metabólicos
cuando se refiere a cambios en sensibilidad del sitio activo, en la tasa de penetración, almacenamiento o
excreción, así como en el comportamiento o la forma de los insectos.

• Adición de un mecanismo de protección. Los principales factores que intervienen en este tipo de
resistencia son.
􀂃 Penetración reducida. Generalmente en los insectos resistentes se presenta una menor penetración del
tóxico, lo que amplifica la acción del mecanismo metabólico que pudiera existir. Solamente se ha registrado
el caso de Aedes aegypti, en el cual la penetración reducida es por si sola, responsable de la resistencia de
5X a malatión.
􀂃 Mayor almacenamiento de tejidos inertes, normalmente en el tejido graso. Al respecto, no hay registros
de colonias resistentes solo por este factor.
􀂃 Aumento de la excreción. Por sí solo no produce altos niveles de resistencia; no se tienen evidencias de
colonias resistentes por una excreción aumentada.

Mecanismos de resistencia a insecticidas. El conocimiento de cómo actúa un insecticida es útil para


comprender mecanismos de resistencia, aunque estos no siempre son relacionados. Los insecticidas pueden
ser clasificados en varios grupos de acuerdo a su modo de acción y este puede ser relacionado a mecanismos
de resistencia.

La resistencia puede en muchos casos, ser atribuida a un simple gen/proteína, pero hay ejemplos donde dos
o más mecanismos de resistencia operan simultáneamente.

Según Miller (1988) se clasifican en 4 categorías:

1.- Resistencia por comportamiento: el insecto no entra en contacto con el depósito del insecticida.
2.- Resistencia a la penetración: donde la composición del exoesqueleto llega a ser modificada inhibiendo
la penetración del insecticida. También se le conoce como mecanismo físico y contempla muchos casos de
penetración reducida que causan resistencia en los insectos. La velocidad de penetración depende de las
características moleculares del insecticida y de las propiedades del tegumento del insecto, las cuales varían
considerablemente entre los estadios de vida y de una especie a otra. Una penetración demorada provee un
mayor tiempo para la detoxificación de una dosis tomada. En Heliothis virescens la resistencia al DDT se
debió a una lenta penetración del insecticida. En este caso la cutícula contenía muchas proteínas y lípidos y
un grado de esclerotización mayor que en los insectos susceptibles. Sawicki y Farnham (1968) encontraron
que el gen responsable de la resistencia al DDT en moscas domésticas, influye en la penetración del
insecticida e incrementa el contenido total de lípidos. Este aumento puede provocar que la liberación de los
compuestos lípidos-solubles en el cuerpo del insecto sea lenta, lo que permite un mayor tiempo para que
ocurra la detoxificación de los insecticidas. Aumentos en la excreción del insecticida también pueden
reducir el efecto tóxico. Un número de insectos dañinos a la agricultura es capaz de alimentarse de comidas
tóxicas, naturales o tratadas, debido al aumento de los movimientos intestinales. Se plantea que la excreción
acelerada de material no metabolizable, no se conoce que sea un mecanismo de resistencia importante contra
los insecticidas sintéticos.

3.- Sitio insensible: el sitio químico de acción para el insecticida se modifica reduciendo la sensibilidad a la
forma activa del insecticida. Sitio insensible o sitio blanco alterado. La resistencia se atribuye también a un
mecanismo en el cual los sitios blancos alteran y esto hace que disminuyan la sensibilidad al ataque tóxico.
Un ejemplo de esto es el de la enzima Ache y la reducida sensibilidad en el sitio de acción.
Reducida sensibilidad de la aceticolinesterasa. En general, una Ache modificada es menos eficiente al
hidrolizar su sustrato que una enzima normal. La alteración en los sitios activos causa una disminución en la
reactividad con el inhibidor. Los estudios de inhibición sugieren que el acceso a los centros catalíticos de la
enzima modificada es restringido por un cambio en su conformación. (Smissaert, 1970; Voss, 1965) otros
plantearon que en muchos casos, el cambio de conformación se debe a la asociación de un residuo de
aminoácido al centro catalítico de la enzima.

La resistencia a insecticidas, atribuida a una insensibilidad de la Ache es encontrada en un número de


especies de Anopheles y Culex.(Bisset, 1990; Bourguet, 1996; Bourget, 1996b; Bourget, 1996c; Bourgue,
1996d;Brogdon, 1988; Villany, 1983). En general, este mecanismo produce un amplio espectro de
resistencia a la mayoría de los OPs y carbamatos, aunque un amplio espectro de resistencia a la mayoría de
los OPs y carbamatos, aunque es más pronunciada a los carbamatos y este mecanismos no se ha reportado
en Aedes aegypti. Reducida sensibilidad en el sistema nervioso. Se presenta fundamentalmente en DDT y
piretroides. En general el fenómeno de la resistencia se da cuando los nervios son menos sensibles. Un
ejemplo del mecanismo de sitio insensible en la resistencia por Knockdown (Kdr), es la inducida por la
selección con DDT, que confiere resistencia cruzada a los piretroides y viceversa. Según Shono (1985) la
resistencia tipo kdr se debe a la presencia del gen Kdr, el cual posee varias características:

• Causa baja sensibilidad hacia DDT y hacia los piretroides.


• Confiere resistencia a todos los piretroides conocidos hasta ahora.
• Aun solo, puede proveer alta resistencia especialmente cuando el alelo súper- kdr está involucrado.
• Este gen es recesivo. Un estudio preciso de este mecanismo de resistencia está obstaculizado por la
creencia de un instrumento de diagnóstico para determinar kdr directamente (Miller, 1988). No obstante,
desde 1991, se realizan importantes esfuerzos para poder acceder al estudio de los mecanismos involucrados
en este tipo de resistencia. (Doyle, 1991; Knipple, 1991; Knipple, 1991).

4. Resistencia metabólica: la vía metabólica del insecto llega a ser modificada detoxificándose el insecticida
o negando el metabolismo del compuesto aplicado en su forma tóxica. La forma más importante de
resistencia metabólica incluye la multifunción oxidas, las glutation s-transferasas y las esterasas.
Estudios recientes de detoxificación en insectos revelan que la versatilidad en la adaptación de los insectos a
su medio es provista por el fenómeno de inducción. Este es un proceso en el cual un estímulo químico
promueve la actividad del sistema de detoxificación mediante la producción de enzimas adicionales.

Un total de 12 especies de insectos responden a inductores mediante la producción de niveles incrementados


de enzimas como las oxidasas microsomales, deshidroclorinasas, fosfo-transferasas, carboxilesterasas,
epoxidohidratasa y sulfotransferasas.

Los tres sistemas de detoxificación más importante que constituyen la resistencia metabólica en insectos
son: las oxidasas microsomales, la glutation s-transferasa, de importancia en el metabolismo de insecticidas
organofosforados, y las carboxilesterasas, las cuales degradan carbamatos, organofosforados y piretroides
(Terriere, 1984).

El insecticida sufre dentro del organismo del insecto una serie de reacciones mediante las cuales adquiere
grupos funcionales que le permiten en una segunda fase, conjugarse con sustancias endógenas y dar como
resultado compuestos más polares de menor solubilidad en lípidos y como consecuencia más fácilmente
excretables. No siempre es necesario que el insecticida se transforme mediante reacciones de la primera
fase, porque en su estructura puede poseer grupos funcionales que le permitan experimentar directamente las
reacciones de la segunda fase. (Sotolongo, 1988).

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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
ACTIVIDAD INSECTICIDA, REPELENTE Y ANTIALIMENTARIA DEL POLVO Y ACEITE
ESENCIAL DE FRUTOS DE SCHINUS MOLLE L. PARA EL CONTROL DE SITOPHILUS
ZEAMAIS (MOTSCHULSKY)
JOCELYN ARIAS, GONZALO SILVA
CHILE - 2017

RESUMEN
El pimiento boliviano (Schinus molle L.) es un árbol del cual se han identificado metabolitos secundarios
con actividad insecticida. El objetivo fue evaluar, en condiciones de laboratorio, la actividad insecticida e
insectistática del polvo y aceite esencial de frutos de S. molle sobre Sitophilus zeamais. En los bioensayos
de toxicidad por contacto la mayor mortalidad se obtuvo con el aceite esencial al 8,0 % con 96,3% de
insectos muertos con una CL50 de 3,82 mL aceite esencial 100 g-1 maíz (3,82%). A la misma concentración
el polvo mostró un 63,8% de mortalidad y una CL50 de 7,95 g polvo 100 g-1 maíz (7,95%). Ambos
tratamientos no afectaron significativamente la germinación ni la pérdida de peso del grano. El aceite
esencial en la concentración de 8,0% provocó una completa inhibición en la emergencia mostrando una F1
de 0% de insectos adultos. Todos los tratamientos fueron repelentes y el mayor efecto antialimentario del
aceite esencial se registró con la concentración de 16% con 71,2% de inhibición. Se concluyó que el polvo y
aceite esencial de S. molle presentan toxicidad insecticida por contacto y efecto repelente e inhibidor de la
alimentación sobre S. zeamais.

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA INDÍGENA DE MÉXICO


INSECTICIDAS BIORRACIONALES PARA EL CONTROL DE MOSQUITOS Y MOSCAS
NEGRAS EN SINALOA
CIPRIANO GARCÍA-GUTIÉRREZ; ROSA L. GÓMEZ-PERAZA
MEXICO - 2012

RESUMEN
En Sinaloa México la presencia de mosquitos es un problema importante de salud, ya que cada temporada de
primavera y verano, se presentan diversas especies entre las que destacan: Aedes aegypti (Linneus),
Anopheles albimanus (Wiedemann), Culex quinquefasciatus (Say) y moscas negras de la familia Simulidae.
El combate de larvas y adultos de estos insectos se realiza comúnmente con insecticidas químicos, por lo
que el uso de insecticidas biorracionales para el control de estos insectos es novedoso, debido a que tienen
un bajo impacto en el ambiente. En este trabajo se dan a conocer a los diferentes insecticidas biorracionales
y su efecto biológico (inhibidor, repelente, larvicida, adulticida) que pueden ser utilizados para el
combate de las diferentes etapas del desarrollo de estos insectos. Además se muestran los avances de un
estudio sobre la efectividad de extractos de neem, ajo, canela, albahaca y cipermetrina a bajas dosis (0.25,
0.5 y 1ml/L) para el control de simúlidos en el municipio de El Fuerte Sinaloa. Por su modo de acción, los
biorracionales que se pueden utilizar para el control de estos insectos son; el Spinosad y Bacillus
thuringiensis (Berliner) var. israeliensis para larvas, y para adultos Spinosad y Beauveria bassiana (Vuill.);
así como los extractos de ajo, neem, canela y albahaca para ambas etapas. Los resultados preliminares del
estudio de efectividad de biorracionales demostraron que la aplicación de cipermetrina a bajas dosis y los
extractos acuosos de las plantas, lograron bajar los índices de larvas en criaderos y la infestación poblacional
de mosquitos y moscas negras en sitios turísticos, disminuyendo las molestias causadas por estos insectos en
el lugar de estudio.

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QUÉ ES UN INHIBIDOR DE LA SÍNTESIS DE QUITINA?

Los inhibidores de la síntesis de quitina son moléculas elaboradas artificialmente en laboratorios, que se
engloban dentro del conjunto de moléculas reguladoras del crecimiento, también conocidas como RCI (en
castellano) o IGR en inglés (siglas para Insect Growth Regulator).

Uno de sus usos más frecuentes es como ingrediente activo en los tratamientos de control de termitas con
cebos.

De este modo, los inhibidores de la síntesis de quitina se incorporan a la población mediante el consumo por
parte de las obreras de los cebos que contienen el inhibidor. En una segunda fase, el alimento obtenido en el
cebo junto al inhibidor se pasa a los demás miembros de la colonia de boca a boca, lo que se conoce como
trofolaxia.

En consecuencia, se produce un incremento exponencial en las termitas que han consumido la molécula
dentro del nido. Su mecanismo de acción se basa en el bloqueo de la producción de quitina, que es una
molécula esencial en la formación del esqueleto externo o exoesqueleto de los insectos.

Existen varios tipos de inhibidores de la síntesis de quitina. Algunos actúan inhibiendo la elaboración de
quitina por el propio insecto. Como el desarrollo en los insectos está estrechamente unido a la muda (cambio
de exoesqueleto por uno que permita que el individuo pueda crecer), si se inhibe la síntesis de quitina el
insecto no tiene capacidad para realizar la muda, y por tanto, se detiene su desarrollo.

En el caso de las termitas, esto conlleva que las fases juveniles no puedan pasar a adultos, y por tanto, se
frena el crecimiento de la colonia. Otros inhibidores actúan de modo que se produzca una interferencia en el
propio proceso de muda, y como consecuencia, la termita muere durante el proceso. En algunos casos,
incluso pueden provocar esterilidad en las hembras y una reducción en la viabilidad de los huevos.

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