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PARTE VI

INFECCIONES QUIRÚRGICAS

CAPÍTULO 34

INFECCIONES DE LAS PARTES BLANDAS SUPERFICIALES


Dr. Calixto Cardevilla Azoy y Dr. Marcelino Feal Suárez

En este capítulo se estudian las infecciones super- tan varios folículos y se produce la denominada sicosis,
ficiales que el especialista en medicina general integral frecuente en la barba, de evolución crónica y recidi-
(MGI) enfrenta con mayor frecuencia en su práctica vante. En el furúnculo, la infección afecta a todo el
profesional, estas son: aparato pilosebáceo con el folículo y tejido conectivo
– Furúnculo. perifolicular.
– Ántrax. Se aborda con detalle solo el furúnculo, por ser la
– Hidradenitis. única de estas afecciones que tiene interés en cirugía.
– Absceso caliente. El furúnculo es la infección masiva necrotizante
– Flemón difuso o celulitis. del aparato pilosebáceo y de la dermis que lo rodea,
producida por el estafilococo. Su evolución es aguda y
Furúnculo termina, con frecuencia, por su eliminación en forma
de un tapón esfacelopurulento al que se denomina cla-
La piel se halla en contacto directo con el ambien- vo (Fig. 34.1).
te, el cual le deposita polvo, suciedad y bacterias, entre
las que se encuentra el estafilococo dorado, como hués-
ped habitual. Este germen, a veces por causa de con-
diciones que favorecen su desarrollo, aumenta su
virulencia y penetra en el aparato pilosebáceo donde
determina tres tipos de lesiones, que son, según la pro-
fundidad que alcancen: la foliculitis superficial, la
foliculitis profunda y el furúnculo.
En la foliculitis superficial el estafilococo no pasa
de la región infundibular superficial del folículo, solo se
afectan las glándulas sebáceas. Aparece una pequeña
pústula centrada por un pelo que no se desprende por
ligera tracción, pues la infección no alcanza el bulbo.
En la foliculitis profunda el germen llega al fondo del
folículo; aparece también la pequeña pústula centrada Fig. 34.1. Corte esquemático de la piel que muestra cómo, al
por el pelo, pero con piel algo elevada y dolorosa y por introducirse por un folículo pilosebáceo la infección por estafiloco-
tracción ligera el pelo se desprende. A veces se afec- co, se forma un furúnculo y determina su necrosis.
Germen necrosis de los elementos del aparato pilosebáceo y de
la dermis vecina; así se forma un pequeño absceso
El estafilococo dorado fue señalado por Pasteur y
perifolicular, el centro del cual está ocupado por el
comprobada su acción por Garré, quien se provocó un
esfacelo masivo del aparato referido, fibrina, células
brote de furúnculos al frotarse el antebrazo con pus
procedente de un foco osteomielítico, afección deter- elásticas, conjuntivas, piocitos y de gran cantidad de
minada por este germen. Sin embargo, la infección no estafilococos. El proceso se limita hacia su periferia
se origina de manera habitual por contaminación ex- por un tejido defensivo de granulación muy vascularizado
traña; se trata casi siempre de estafilococos proceden- que, tan pronto como es expulsado el clavo, rellena la
tes de la propia piel del afectado, por lo tanto sucede pérdida de sustancias, y deja después, en algunos ca-
por autoinoculación. sos, una cicatriz blanquecina fibrosa.
De algunas cepas de estafilococos se han aislado Cuadro clínico
sustancias del tipo factor de difusión de Durán-Reynals,
que aumenta la permeabilidad de la piel a la invasión Aparece el furúnculo como una tumefacción
del germen. acuminada, centrada por un pelo, roja violácea, firme y
dolorosa. En sus inicios provoca picazón y luego dolor.
Causas predisponentes Se puede observar en cualquier región del cuerpo don-
Las causas predisponentes pueden ser locales y de haya pelos; no obstante, es rara su aparición en los
generales: cabellos (cuero cabelludo y pubis), casi siempre apare-
– Causas locales: ce en el vello. Al tercer o cuarto día asoma en la cúspi-
• Suciedad. de del furúnculo un punto amarillento que, al quinto o
• Irritación de la piel. sexto día se abre y ocasiona la salida de un pus escaso,
• Frote del cuello por la ropa (en el furúnculo con lo que el dolor disminuye. En el fondo se observa
de la nuca), el de la silla de montar (en el de el clavo, que se elimina como un grumo de esfacelo al
la cara interna de los muslos). octavo o noveno día, y queda un cráter que cierra pronto.
• Rascadura de lesiones pruriginosas en cual- Los síntomas generales son escasos: algo de fie-
quier región, etc. bre y cefalalgia. En el examen de sangre en el labora-
– Causas generales: son las que colocan al pa- torio se detecta leucocitosis moderada.
ciente en condiciones de menor resistencia: A veces, a los tres o cuatro días, el furúnculo re-
• Fatiga física o mental.
gresa sin supurar y deja una induración que persiste
• Deficiencia nutricional.
por un tiempo.
• Convalecencia de enfermedades.
• Sobre todo, la diabetes. Complicaciones
Dentro de las complicaciones se observan: el abs-
Patogenia
ceso subfurunculoso por propagación al tejido celular
El germen activado en su virulencia por los facto- subcutáneo; linfangitis y adenitis aguda y raramente
res enunciados, rompe la barrera epidérmica por la adenoflemón. La linfangitis, en especial en los
acción de sus toxinas necrotizantes y atraviesa el débil furúnculos que han sido exprimidos o los no manteni-
obstáculo del epitelio de las glándulas sebáceas el que
dos en reposo. La tromboflebitis, muy peligrosa, como
penetran hasta la región bulbar, donde encuentra las
complicación de los furúnculos del labio superior, puede
condiciones típicas de la cavidad cerrada. Su presen-
conducir a la tromboflebitis supurada del seno caver-
cia determina una activa congestión con diapédesis y
exudación, que explican la coloración rojiza y eleva- noso, que es muy grave. La septicemia y septicopiemia
ción del proceso, así como el dolor que se debe a la con focos metastáticos, osteomielitis, abscesos y án-
turgencia local que comprime los filetes nerviosos; trax del riñón; flemón perinefrítico, subfrénico, absce-
desintegra el aparato pilosebáceo por la acción conjun- sos pulmonares y prostáticos, y la artritis, son otras tantas
ta de la toxina microbiana y de la falta de nutrición, se complicaciones.
convierte en un secuestro que se elimina en forma de El furúnculo puede ser único o desarrollarse varios
esfacelo purulento (clavo). en un área limitada, o aparecer múltiples diseminados
por toda la piel. Esta situación, que recibe el nombre de
Anatomía patológica furunculosis, se debe a una virulencia exagerada del
Las alteraciones de los tejidos interesados son las germen y coincide con una susceptibilidad mayor del
propias de la inflamación aguda, a lo que se le añade la enfermo.

346 Parte VI. Infecciones quirúrgicas


Diagnóstico subfuruncular que, por la sedación obtenida sobre el
Se debe diferenciar de la hidradenitis y del carbun- dolor, pasa casi inadvertido y se debe incidir.
co. La primera, de manera ordinaria localizada en la Como tratamiento abortivo, cuando aún no se ha
axila, margen del ano y pliegues submarinos, es más formado el clavo, se puede ensayar la acción de un
profunda, no hace saliente acuminado y no ocasiona chorro de cloruro de etilo dirigido contra el centro del
clavo ni está centrada por un pelo; se debe a la infec- proceso, y esto provoca una congelación local que lo
ción de las glándulas sudoríparas. La pústula maligna esteriliza.
del carbunco se diferencia por ser indoloro, su centro En caso de tratarse de un diabético, no se debe
es negro, deprimido, no acuminado y rodeado por ve- olvidar la glucemia para imponer el tratamiento nece-
sículas. El examen bacteriológico del líquido obtenido sario.
por punción en los primeros días demuestra la presen-
cia del Bacillus anthracis. Ántrax
Tratamiento Se ha dicho que el ántrax es un conjunto de
furúnculos, y esto, que a primera vista parece cierto, lo
Nunca se debe exprimir un furúnculo. Con la ex-
es solo en parte; pues en la periferia de este se suelen
presión no se favorece la eliminación del clavo, y en
observar pequeños furúnculos. En el ántrax hay algo
cambio, se aumenta el edema, aparece la linfangitis y
más que una suma de furúnculos; existen diferencias
se pueden desprender pequeños trombos sépticos que
entre ambos procesos, por ejemplo, el ántrax es una
ocasionan metástasis a distancia. La región donde se
infección mixta de estafilococos y estreptococos, aso-
asienta el furúnculo debe estar inmovilizada. Cuando
ciación que indudablemente confiere mayor virulencia
aún no supura, es útil el calor húmedo que macera la
al proceso. El furúnculo se limita a la dermis en pro-
piel, favorece su abertura, y se suprime, cuando el
fundidad, la necrosis se localiza en el aparato
furúnculo se haya abierto. Son muy útiles también las
pilosebáceo y su vecindad inmediata; el ántrax com-
duchas de aire caliente para acelerar el proceso de
prende a todos los elementos de la dermis y el tejido
reblandecimiento.
subdérmico.
Los ungüentos con fermentos proteolíticos (estrep-
La expulsión del clavo en el furúnculo se hace siem-
toquinasa, estreptodornasa y quimotripsina), se pueden
pre a través del ostium folicular con necrosis y agran-
indicar para ayudar a la eliminación de los elementos
dado, en tanto que en el ántrax, se hace indistintamente
necrosados. en diversas porciones de la piel comprendidas en la
Los antibióticos: penicilina, eritromicina, cloranfe- lesión; y por último, los clavos del ántrax están forma-
nicol, tetraciclina, etc., no deben faltar y, se debe tener dos por conglomerados de gérmenes y esfacelos de
en cuenta la frecuencia con que se desarrollan cepas elementos variados y no solo por restos del aparato
de estafilococos resistentes, sobre todo en el hospital pilosebáceo.
donde se emplean profusamente los antibióticos, es Por lo tanto, se define al ántrax como una infec-
recomendable hacer la prueba de sensibilidad para elegir ción de carácter agudo, que ataca de manera simultá-
el producto más efectivo. nea a varios folículos pilosos y al tejido circunvecino,
La incisión precoz no es aconsejable, ya que no producida por la asociación estafiloestreptocócica,
puede acelerar la formación del clavo. Solo cuando el acompañada de síntomas generales de variada intensi-
clavo ya formado es muy profundo y la lesión (muy dad y que evoluciona hacia la necrosis y eliminación de
dolorosa y tumefacta) tarda en abrirse, se puede prac- las partes afectadas.
ticar una incisión longitudinal que interesa el furúnculo
en toda su extensión. Si el clavo está libre pero aún Causa
aprisionado dentro del cráter, se puede extraer con una Se desarrolla más, por lo común, a partir de la edad
pinza de manera suave. adulta y con más frecuencia en el hombre que en la
La radioterapia ejerce una acción beneficiosa so- mujer. Esto tiene una fácil explicación en el hecho de
bre su evolución, acelera la delimitación y eliminación que, el hombre está más expuesto a sufrir excoriaciones
del clavo y actúa de manera favorable sobre los dolo- de la piel que facilitan la infección de los tegumentos.
res. Se utiliza a dosis pequeñas antiinflamatorias (25 a Todo lo referido sobre la causa, al tratar el furúnculo,
50 r). A veces basta con una sesión, pero pueden darse tiene su aplicación aquí. Se extiende algo más al res-
dos o tres. Hay que vigilar al enfermo hasta la comple- pecto de la influencia sobre la diabetes. En esta enfer-
ta curación, pues a veces se forma un absceso medad intervienen distintos factores:

Capítulo 34. Infecciones de las partes blandas superficiales 347


– La hiperglucemia y riqueza de glucosa en los tejidos, La infiltración y congestión aumentan, funden todo
que hacen del medio interno en el diabético un terre- el proceso en un bloque indurado, rojo violáceo, que se
no favorable al desarrollo del estafilococo. eleva en forma de meseta con múltiples aberturas; por
– Las lesiones vasculares y nerviosas propias de la estas últimas sale un escaso exudado sanguinolento en
enfermedad. los primeros días. Este proceso no tarda en compro-
– El metabolismo hístico perturbado de estos pacien- meter la vitalidad de los elementos celulares, por la pre-
tes, que disminuye su resistencia frente a las infec- sión exudativa junto con la acción de las enzimas
ciones. bacterianas y sobreviene la necrosis de los tejidos. Se
originan como resultado conglomerados de igual modo
Este conjunto de circunstancias hace, en particu- que el clavo del furúnculo.
lar, susceptibles al diabético a estas infecciones, que Según lo planteado, se contamina más de un folículo
adquieren en él una especial agresividad. Por esto, se piloso en la vecindad de esa piel altamente infectada, y
se observan hacia la periferia de la placa del ántrax
debe sospechar la presencia de la diabetes, cuando se
algunas pequeñas pústulas centradas por un pelo.
está frente al ántrax que muestre caracteres de mar-
Al eliminarse los distintos tapones de esfacelos,
cada gravedad.
quedan unos cráteres de bordes irregulares, de fondo
Los gérmenes causantes del ántrax, como se plan- mamelonante, en el que aún persisten algunas porcio-
teó, son el estafilococo y el estreptococo en asociación nes necrosadas de tejido conectivo no liberadas toda-
bacteriana, condición esta que se caracteriza por la vía en su totalidad y que resisten a los intentos de
exacerbación mutua de la virulencia de los gérmenes extraerlas con pinzas. En ese momento la supuración
que la constituyen. es abundante, y el proceso ya ablandado, pierde la fir-
meza que tenía al comienzo.
Patogenia y anatomía patológica
Cuadro clínico
La afección comienza por la infección simultánea
de varios folículos pilosos. Se extiende en profundidad La afección se inicia en la piel, caracterizada por
y lateralmente a otros vecinos, y compromete en su una induración rojiza, dolorosa, urente, localizada en
evolución a los distintos elementos de la piel y del tejido los sitios sometidos a fricción y roce. Sobre esa piel se
celular hasta la aponeurosis; allí se detiene por la resis- observan uno o más pelos, cuya raíz aparece rodeada
por una pústula pequeña; días más tarde, con la exten-
tencia de esta, al entrar en contacto con las columnas
sión en superficie y profundidad del proceso, se acen-
de Collin Warren (formaciones conjuntivoadiposas que
túan las molestias y dolor local, así como pueden
ascienden como tractus verticales hacia la piel). Siguen
aparecer los síntomas generales: laxitud, cefalea, ano-
estos elementos columnares, por lo que se ha dicho que,
rexia, malestar general, fiebre y constipación. Nuevas
estos gérmenes tienen afinidad, y la infección sube ahora vesículas de contenido turbio-hemático aparecen, se
de la profundidad a la superficie para abrirse en la piel, abren y dejan una pequeña ulceración que segrega es-
previa la formación de una flictena (Fig. 34.2). casa serosidad sanguinolenta aún no transformada en
verdadero pus (Fig. 34.3).

Fig. 34.2. Esquema de la formación de un ántrax. Los gérmenes


penetran en el folículo pilosebáceo e invaden la dermis, desde don-
de la infección asciende por las columnas de Collin Warren hacia la Fig. 34.3. Ántrax de la espalda en un paciente diabético. Se observa
superficie, mientras su progresión en profundidad es limitada por la boca central con un tapón purulento y varios puntos de drenaje
la aponeurosis. en su periferia, algunos alejados de esta.

348 Parte VI. Infecciones quirúrgicas


En los días sucesivos esta transformación se reali- estigma una cicatriz retraída, estelar, blanca nacarada,
za, la lesión pierde turgencia, se ablanda y comienza con tendencia, en ocasiones, a la evolución queloidea,
una descarga más abundante de pus amarillento acom- con un resultado estético desagradable.
pañado de algunos pequeños grumos (Fig. 34.4).
Diagnóstico
La lesión es muy típica, por lo que su diagnóstico
no ofrece dificultades. No se confunde con el furúncu-
lo que es una lesión circunscrita de forma cónica, cen-
trada por un pelo, y que al evolucionar cura con la
eliminación de un solo tapón de esfacelo: el clavo, sin
dejar generalmente cicatriz.
La pústula maligna del carbunco bacteriano, debi-
da al Bacillus anthracis, se distingue por la placa de
piel negra y endurecida, rodeada de vesículas que la
caracterizan; además, el examen bacteriológico, siem-
pre fácil, hace reconocer la Bacteridia carbuncosa o
Bacillus anthracis.
Se realiza el diagnóstico diferencial con la linfangitis,
la erisipela y el flemón circunscrito, por ser muy
disímiles estos procesos en sus características con el
ántrax.

Pronóstico y complicaciones
El ántrax, desarrollado por lo común en individuos
cuyas fuerzas se encuentran disminuidas por algún
motivo (diabéticos, ancianos, nefríticos, etc.), es pro-
clive a originar complicaciones serias. Localmente pue-
de tomar un tipo gangrenoso, extenderse y abarcar
Fig. 34.4. Gran ántrax de la nuca en un paciente diabético, como es
habitual en estas lesiones. nuevos territorios para devenir gigante; por fortuna, hoy
rara vez visto; puede originar un absceso en profundi-
dad por debajo de él y perforar la aponeurosis e invadir
Los síntomas locales se atenúan y permiten al en- planos más profundos. Así se ha dado el caso de un
fermo realizar algunos movimientos (la impotencia fun- ántrax en la nuca llegar a determinar una meningitis
cional ha disminuido); a esto le sucede el comienzo de por propagación de la infección hacia la columna ver-
la eliminación de los tapones de esfacelos, que se hace tebral.
lento en medio de un proceso, ahora por completo blan- Además, puede originar embolias sépticas, que for-
do, en que todos los tejidos han entrado en fusión y en man abscesos a distancias, o determinar una septice-
que todas las bocas vecinas se unen entre sí y forman mia mortal. Es capaz, como foco séptico, de provocar
cráteres cada vez mayores. Mientras esto sucede, en lesiones del glomérulo renal y, por último, cuando el
la periferia aún algo indurada, pueden aparecer algu- paciente es diabético, puede evolucionar hacia la acidosis
nos nuevos focos, principalmente pequeños furúnculos y desencadenar el coma. Esta enumeración de compli-
que prolongan algo más la lesión originaria. Por último, caciones basta por sí sola para expresar la gravedad del
todos los elementos de esfacelos restantes incluidos en pronóstico del ántrax, cuando se desarrolla en diabéti-
la eliminación purulenta se desprenden y dejan un am- cos, nefríticos, ancianos, etc.
plio cráter central, irregular, de bordes policíclicos, blan-
dos, de coloración algo violácea y alguno que otro más Tratamiento
pequeño en la vecindad. Por fuera y rodeando a la le- El tratamiento del ántrax es, para la mayor parte
sión, la piel aparece pigmentada. de los especialistas, un asunto eminentemente quirúr-
La supuración decrece de manera considerable gico y así se presenta en distintos textos y tratados de
después de la eliminación de la mayor parte de los ta- cirugía, diversas técnicas para realizarlo. Se aconseja
pones, y del fondo brota un tejido de granulación rojizo, por algunos autores, la simple incisión crucial y otros,
muy vascularizado, que llena la brecha para dejar como añaden a esta, la extirpación del proceso a puntas de

Capítulo 34. Infecciones de las partes blandas superficiales 349


tijeras, después de elevar los colgajos resultantes. Se cutáneos que dificultan el drenaje, tratando en conjun-
han recomendado también las incisiones paralelas y aun to de lograr un cráter único, y se realiza una limpieza lo
la extirpación en bloque pasando por fuera de los lími- más completa posible. Se debe, sin embargo, reducir la
tes del proceso, como si se tratase de una lesión maligna. intervención a los límites del proceso. Después se
Estos diferentes métodos pretenden detener la tapona la herida con gasa impregnada de vaselina que
marcha de la afección y abreviar el tiempo de su cura- contenga un antibiótico tópico (Fig. 34.5).
ción; pero en el caso de ciertos individuos debilitados,
con exagerada virulencia del foco, se considera que
una anestesia general (siempre indispensable para este
tipo de operaciones) y las nuevas y amplias zonas cruen-
tas creadas por la operación, son factores que agravan
la condición del enfermo.
Se ha recomendado un tratamiento no quirúrgico,
que tiene las ventajas de: no exigir la anestesia (puesto
que suprime la operación); no traumatiza el foco infec-
cioso ni propende a su agravación y diseminación. Este
tratamiento médico ha recibido en la actualidad los be-
neficios de los antibióticos de amplio espectro de las
últimas generaciones.
El tratamiento a que se hace referencia consiste
en la aplicación de fomentos calientes al principio, se-
guidos de duchas de aire caliente, dos o tres veces en
las 24 h, asociadas al uso tópico de polimixina, neomicina
o bacitracina, además de antibioticoterapia oral o
parenteral durante la fase de turgencia congestiva e
infiltración. Con este proceder, a los pocos días se ve
ablandarse el proceso, iniciar una supuración fácil, cada
vez más abundante, entrando con rapidez en fusión
purulenta con eliminación temprana de los tejidos
esfacelados. Al mismo tiempo, como comprobación de
esta mejoría local, el enfermo experimenta un gran ali- Fig. 34.5. Distintas incisiones que se han utilizado en el drenaje del
vio de sus molestias y una recuperación de su estado ántrax.
general. Días después, para ayudar a la eliminación de Leyenda:
los elementos necrosados, que aún no se han despren- A. En parrilla (paralelas).
B. Estrellada con despegamiento de los colgajos.
dido, se pueden usar ungüentos con fermentos C. Excisión circunferencial completa.
proteolíticos, como quimotripsina, estreptodornasa y D. Empaquetamiento con gasa embadurnada en vaselina o con po-
estreptoquinasa. mada de antibióticos.
El tratamiento operatorio no se debe practicar en E. Incisión crucial simple (arriba) o doble (abajo).
F. Excisión del tejido necrótico y aproximación de los bordes de la
el periodo en que predomina la induración inflamatoria
piel con una cinta adhesiva estéril.
sin señales de limitación del proceso, momento en el G. Sección de un ántrax, donde se muestran los trayectos fistulosos
que existe gran virulencia bacteriana no atenuada por y se señala la aponeurosis, su límite inferior.
las defensas orgánicas locales ni generales, que aún no
se han desarrollado.
En ese estadio es vano y peligroso pretender extir- Las incisiones cruciales o paralelas, ejecutadas an-
par el ántrax; en cambio, cuando el proceso comienza tes del ablandamiento del ántrax (cuando el esfacelo
a ablandarse y a supurar, es el momento de ayudar a la aún no está formado), no acortan ni favorecen la evo-
eliminación de los esfacelos por medios quirúrgicos, si lución del proceso.
no se desea continuar con el tratamiento médico local. El estado constitucional del enfermo no se puede
La operación se hace bajo anestesia general y se debe desatender y es necesario poner en práctica las medi-
limitar a extirpar con las tijeras curvas de puntas estre- das oportunas, en especial, cuando se trata de diabéti-
chas todo el tejido que presenta necrosis aún adheren- cos, a fin de evitar las consecuencias serias que en
te, flácido y desvitalizado; se suprimen los puentes estos pacientes puede originar la infección.

350 Parte VI. Infecciones quirúrgicas


Hidradenitis Diagnóstico diferencial
Se denomina así al proceso infeccioso agudo de Se puede confundir con la adenitis supurada por su
las glándulas sudoríparas apocrinas, originadas por el localización similar pero es más profunda, los nódulos
estafilococo dorado. inflamados son más gruesos y múltiples y la piel se
mantiene libre. En caso de periadenitis, el abultamiento
Patogenia grueso, irregular, abollonado, provocado de la fusión de
varios ganglios es inconfundible.
El agente causal es el estafilococo dorado. Las
causas predisponentes locales y generales son las mis- Los abscesos de la mama comienzan en los con-
mas que en el furúnculo. Las zonas más expuestas son ductos. Los de la margen del ano en el límite mucopiel,
las abundantes en glándulas sudoríparas apocrinas: nunca en la piel solo como la hidradenitis.
márgenes del ano, región axilar y mamas. Es más fre-
Tratamiento
cuente en las personas desaseadas, cuya piel acumula
el fruto de la descamación, el sudor, el polvo y otros. Casos subagudos
Anatomía patológica Los casos subagudos son en los cuales una mode-
rada reacción inflamatoria nodular está presente. Las
Las glándulas sudoríparas penetran con mayor pro-
medidas a tomar son:
fundidad en la dermis que en el aparato pilosebáceo y
– Baños frecuentes, con la utilización de jabones
llegan hasta alcanzar la zona de tejido conectivo celu-
detergentes.
lar, y a través de este, cuando se infectan, se propaga
– Antisepsia moderada, con la aplicación de solución
con facilidad la sepsis. A causa de la naturaleza laxa
a 1 % de cloruro de benzalconio, varias veces en el
del tejido que rodea a la glándula, no se ejerce presión
área afectada.
por los exudados inflamatorios sobre los elementos – No usar desodorante.
anatómicos y, como además, no se produce la – No rasurar el área afectada.
obliteración de vasos, no se presentan en la hidradenitis
los esfacelos que se observan en el furúnculo y en el Si este tratamiento se lleva a cabo, los casos
ántrax. subagudos se deben resolver de manera espontánea.
El proceso que comenzó intraglandular, puede in- El paciente debe ser sometido a este régimen por un
vadir con facilidad al tejido conectivo circunyacente y periodo largo, mientras la lesión subsista. Si no se re-
ocasiona una infección localizada en esos elementos, o suelve en corto tiempo con estas medidas, se le debe
llegar a extenderse a una mayor área y dar lugar a un aplicar el tratamiento de los casos agudos.
absceso; también es posible su regresión y reabsorción
con una cicatriz fibrosa. Casos agudos
Cuando en su evolución se hace superficial y al- Son los que presentan mayor inflamación y dolor
canza la piel, se adhiere a esta para abrirse de manera que en los anteriores, el tratamiento comprende las
espontánea. medidas siguientes:
– La piel que cubre el absceso debe ser removida bajo
Cuadro clínico
anestesia local. Se puede curetear todo el contenido
Al comienzo es poco ostensible y se limita a un del absceso pero, por lo habitual, la extirpación de su
nódulo redondeado, no acuminado, que se puede movi- techo es suficiente.
lizar bajo la piel. No hay síntomas cardinales de infla- – Si el absceso es profundo, y es imposible la comple-
mación salvo dolor no muy agudo. Pasado unos días, la ta extirpación, es prudente el hacerlo solo de mane-
piel ya adherida está roja, caliente y elevada, y se pue- ra parcial y curetear con suavidad su contenido.
de reconocer en su centro la fluctuación. El proceso – Es necesario empaquetar la cavidad con gasa, para
continúa y adquiere mayor tamaño, hasta alcanzar el prevenir un cierre inoportuno de la piel antes de que
de una naranja, aunque lo común es que no pase del de la cavidad se llene por granulaciones.
un huevo de gallina; entonces es muy fluctuante. Si no – Realizar estudio de cultivo del pus contenido en el
se interviene, se abre de manera espontánea y da sali- absceso, pues se debe utilizar el antibiótico al cual
da a un pus caliente, cremoso y homogéneo que no es sensible el germen, aunque con el drenaje solo
contiene esfacelos. casi siempre se obtiene la curación.

Capítulo 34. Infecciones de las partes blandas superficiales 351


– Si el paciente presenta una celulitis aguda además finición, su estructura comprende una cavidad y un
de la hidradenitis, se prescribe reposo en cama, fo- contenido. Este último lo forma el pus y, a veces, ade-
mentos con suero fisiológico tibio, analgésicos y anti- más, burbujas de gas. El pus varía, según el germen
biótico apropiado. Cuando la celulitis cede, entonces infeccioso: es amarillento, cremoso, espeso, bien liga-
se interviene quirúrgicamente. do y sin hedor, cuando es provocado por el estafiloco-
– La radioterapia a dosis antiinflamatorias es una te- co; ligeramente verdoso y fluido el del estreptococo;
rapia efectiva. muy espeso y amarillento el del neumococo, que tiende
a formar falsas membranas; azul el del piociánico; el
Casos crónicos
causado por agentes anaerobios es seroso, gris sucio y
A veces, la hidradenitis sigue una evolución cróni- fétido. En ocasiones, el pus puede aparecer teñido de
ca, recidivante, que resiste todos los tratamientos usua- sangre, de aspecto achocolatado, etc.
les; entonces se caracteriza por la presencia de Cuando el pus está contenido en un recipiente no
pequeñas cavidades subcutáneas que con frecuencia se coagula, se separa en dos capas: una superficial for-
se inflaman y llegan, en ocasiones, ha originar fístulas. mada por el denominado suero del pus y otra profunda
La piel que se inflama crónicamente, se presenta grue- compuesto por gérmenes y restos celulares y
sa, rojiza y perforada por pequeños trayectos que de-
microbianos. El suero es neutro o alcalino, pocas ve-
jan salir una secreción purulenta. El tratamiento curativo
ces ácido. Contiene albuminoides, grasa y colesterina
se logra solo por la extirpación de toda esa piel y del
en los focos antiguos; ejerce un poder licuefaciente
tejido afectado, con injerto subsiguiente de piel, si fue-
sobre los tejidos que están en su contacto por el conte-
se necesario.
En los casos graves y en los recidivantes, también nido en fermentos (lipasa, amilasa y tripsina).
se puede emplear con éxito la radioterapia, que actúa La porción sólida del pus está integrada por gér-
por medio de su efecto antiinfeccioso y porque destru- menes y numerosos elementos celulares, sobre todo
ye las glándulas sudoríparas. por leucocitos (en particular polinucleares), por
mononucleares, linfocitos y células procedentes del te-
jido conectivo. Estos elementos aparecen rara vez in-
Absceso caliente tactos, de contornos todavía netamente definidos, la
Se define así a la colección de pus causada por mayoría de estos, tienen los núcleos en picnosis en vías
una infección aguda y que se caracteriza, desde el punto de desintegración. Los gérmenes se encuentran en
de vista clínico, por los síntomas de la inflamación agu- número variable entre los elementos celulares y, en
da, y en cuanto a la anatomía patológica, por la colec- ocasiones, incluidos dentro de los leucocitos por la
ción de pus en una cavidad formada por la destrucción fagocitosis.
mística, provocada en el proceso infeccioso. La pared del absceso, que limita el proceso, está
Esta última particularidad elimina de la definición a organizada por tres zonas: una interna en contacto con
las afecciones purulentas que se desarrollan en una el pus, de coloración rosada, formada por una malla de
cavidad preexistente, como sucede en las artritis, bursitis, fibrina que aprisiona numerosos leucocitos y donde se
empiemas, etc. Es necesario no confundir el absceso pueden observar los gérmenes patógenos; una capa
caliente, con el flemón circunscrito que corresponde al media integrada por tejido conectivo joven, muy abun-
periodo inflamatorio que precede a la supuración. dante en elementos embrionarios y vasos neoformados
que se extienden en todos sentidos y originan mamelones
Causa carnosos y, por último, una capa externa que forma la
Los gérmenes que por lo general provocan este verdadera pared protectora que separa la zona afecta-
proceso son: el estafilococo dorado y el blanco y el da del circunyacente normal. Esta capa externa está
estreptococo, y en ciertas circunstancias, el bacilo de compuesta por elementos conectivos adultos y forma
Eberth, el neumococo, el gonococo, el colibacilo y nu- una barrera a la extensión de la infección.
merosos anaerobios. Estos gérmenes penetran a través
de una herida que rompe la continuidad de la piel o de las Patogenia
mucosas. A veces son acarreados por la circulación. Después que los gérmenes han penetrado en el
tejido celular, se produce in situ varios fenómenos que
Anatomía patológica están caracterizados por intensa vasodilatación, con
Se toma como modelo el absceso que se desarrolla movilización de las células fijas del tejido conectivo y
en el tejido celular subcutáneo. De acuerdo con la de- diapédesis de los leucocitos que salen de los capilares,

352 Parte VI. Infecciones quirúrgicas


por la interacción señalada. Se entabla una lucha entre Evolución
esos elementos en la que muere gran número de En el periodo flemonoso, antes de la colección de
leucocitos, cuyos restos van a formar la mayor parte pus, es posible que la infección local regrese pero, cuan-
del pus. Por la acción de los fermentos señalados, se do ya el absceso está formado, solo con su drenaje es
produce la destrucción de los elementos hísticos en in- que se puede alcanzar la curación. A la salida del pus
mediato contacto con el foco, y por esta vía se agranda los síntomas locales y generales rápidamente ceden.
el proceso que se extiende a nuevas zonas, hasta que La supuración se agota en pocos días y el tejido de
las fuerzas defensivas del organismo, representadas por granulación llena la cavidad residual, por lo cual queda
la movilización de todos los elementos celulares y una cicatriz algo deprimida como estigma del proceso.
humorales locales y generales, dominan la infección. Si el absceso se abandona a su evolución, tiende a abrir-
Además de este mecanismo que se puede denominar se, como se señaló, curando por vías naturales; pero
biológico, la naturaleza trata de erradicar el proceso este proceso es lento y por lo general insuficiente, y
vaciando su contenido al exterior, de esta manera, cuan- cuando se realiza, es que ha tenido ya efecto una des-
do el absceso ha adquirido algún volumen, alcanza la trucción apreciable de tejidos; con esto, la convalecen-
superficie y entonces la piel adelgazada y mal nutrida cia es prolongada e inclusive, puede dejar como secuela
por la distensión es con facilidad atacada por los ele- molestas adherencias y una cicatriz viciosa, antiestética
mentos del pus y se perfora. Esta solución que brinda o una fístula. Además, existe el peligro de complicarse
la naturaleza no se debe esperar, por ser tardía; el mé- el absceso con linfangitis, adenitis y aun con una sepsis
dico se debe adelantar a esta drenando quirúrgicamente general, sobre todo, si se trata de enfermos debilitados
el absceso, tan pronto está formado. y diabéticos.

Cuadro clínico Diagnóstico diferencial


Para su descripción se adopta la del absceso del Aunque las características del absceso caliente son
tejido celular subcutáneo. Los signos cardinales de la bien precisas y no se prestan a confusión con otros pro-
inflamación aguda están presentes: dolor, rubor, tumor, cesos, se debe recordar que un sarcoma, en particular
calor e impotencia funcional; el dolor toma carácter blando, y un carcinoma de evolución aguda (mastitis
lancinante y pulsátil, muy a menudo sincrónico con el carcinomatosa) pueden ofrecer ciertas semejanzas con
latido del pulso. Al comienzo, la piel está edematosa, este. También, un aneurisma puede, al adherirse a la
roja y caliente; su presión es muy dolorosa y hace des- piel y comunicarle a esta los síntomas de la inflama-
aparecer el rubor de un modo pasajero; la tumefacción ción aguda, hacer pensar que se trata de un absceso
es firme antes de la colección del pus. Estos síntomas caliente; para evitar la confusión en este caso, cuando
locales evolucionan a la par con un síndrome infeccio- un absceso se localice a lo largo de las arterias grue-
sas, se deben investigar de manera cuidadosa los sín-
so general que se manifiesta por fiebre, cefalea, esca-
tomas propios del aneurisma, tales como soplo,
lofríos, insomnio, anorexia, estado saburral de las vías
estremecimiento (thrill), alteración del pulso y otros.
digestivas, náuseas y otros.
El adenoflemón, que es un absceso caliente de ori-
En tres o cuatro días la tumefacción, que en la par-
gen ganglionar, solo se distingue por su etapa inicial al
te periférica permanece roja y edematosa, hacia su
nivel de un ganglio; por lo demás el tratamiento es el
porción central se torna más oscura y presenta una mismo.
zona de reblandecimiento que se acentúa y extiende, lo En cuanto a un absceso frío recalentado, son los
que indica que el pus se ha coleccionado. Este hecho antecedentes los que permiten hacer el diagnóstico
se hace manifiesto mediante la fluctuación, que es el correcto. Es muy importante evitar el error, ya que, si
desplazamiento del contenido líquido de un lugar a otro un absceso frío recalentado (absceso tuberculoso que
dentro del absceso, por la presión ejercida sobre un se infecta de manera secundaria por piógenos) se drena,
punto de superficie. suele dejar como secuela una fístula rebelde.
Los dolores pulsátiles del periodo de inicio desapa-
recen y queda en su lugar una tensión dolorosa, acen- Tratamiento
tuada en la posición declive. La fiebre toma un tipo En el estadio flemonoso, antes de la aparición del
intermitente, la cefalea, la anorexia y el malestar gene- pus, es posible obtener la resolución del proceso me-
ral continúan. El examen de la sangre acusa leucocitosis diante un tratamiento médico que comprenda antibioti-
con polinucleosis. coterapia (principalmente por la vía parenteral) y

Capítulo 34. Infecciones de las partes blandas superficiales 353


además, compresas humedecidas en solución de aceta- Las heridas acompañadas de atrición de los tejidos
to de aluminio o de plomo. (que disminuye la resistencia local), sucias, maltrata-
Después de coleccionado el pus, se puede identifi- das en su primera etapa, las punturas anatómicas, la
car el germen causal mediante cultivo y practicar un sinovitis, el ántrax y las intervenciones sépticas en re-
antibiograma, para determinar el antibiótico que se debe giones donde el tejido celular es abundante, como en el
emplear de preferencia. La identificación terapéutica cuello y en la pelvis, son también factores etiológicos,
en este momento es la evacuación inmediata del abs- cuando coinciden un germen en especial virulento y un
ceso mediante una amplia incisión. Se debe poner a organismo predispuesto por el agotamiento, la desnu-
descubierto todas las cavidades y destruir con el dedo trición, la diabetes y otros.
o un instrumento los tabiques y bridas existentes, para
garantizar un fácil drenaje. Anatomía patológica
Se debe pensar en la posibilidad de un absceso El proceso se desarrolla principalmente en los
bisaculado en “botón de camisa”, supraaponeurótico y miembros, ya sea superficial por debajo de la piel (a la
subaponeurótico, para comunicar en ese caso ambas que termina por invadir) o profunda por debajo de las
cavidades que son una sola. Operado el absceso, se aponeurosis, representan los dos tipos denominados
mantiene abierto mediante un tubo de caucho o mate- flemones superficiales y flemones profundos respecti-
rial plástico; no se debe usar la gasa como medio de vamente. De manera excepcional, el flemón puede
drenaje porque, a menudo, embebida por el pus, viene comprender todo el espesor del miembro formando el
a constituir un tapón que no permite su libre salida. El flemón total de Chassaignac.
drenaje se retira en los días sucesivos para que la cica- En los primeros dos días no hay pus, solo una sero-
trización avance, de la profundidad a la superficie, y de sidad turbia, abundante en leucocitos y gérmenes que
esta forma evitar los cierres en falso. infiltra el tejido celular; las aponeurosis y los músculos
La enzimoterapia se puede emplear en algunos aparecen lesionados y verdosos. En los días siguientes,
casos para acelerar el proceso de reparación. el proceso avanza con la aparición de pequeños depó-
Con fines estéticos y de manera excepcional, se sitos de pus diseminados entre los diversos planos del
puede intentar la curación de un absceso mediante pun-
tejido conectivo. La lesión se extiende con la aparición,
ciones aspiradoras con una jeringuilla de aguja gruesa,
por todas las partes, de la coloración verdosa. En este
seguidas por la inyección en la cavidad del antibiótico
momento la incisión de las partes interesadas no deter-
indicado. El proceder se puede repetir varias veces y,
mina la evacuación del pus; solo más tarde (hacia el
en ocasiones, se logra la curación sin necesidad de una
quinto o sexto día) sobreviene la fusión purulenta del
incisión que puede dejar una cicatriz fea y visible.
proceso y un pus, mezcla de elementos esfacelados y
sangre, se interpone entre los elementos anatómicos,
Flemón difuso o celulitis disociando músculos, vasos y nervios. La piel alcanza-
da por el proceso se afecta por decolación y necrosis a
Se conoce con estos nombres a la infección aguda
trechos, dejando escapar ese pus verdoso característi-
del tejido celular, sin tendencia a la limitación, que con-
co, portador de porciones de esfacelos que Dupuytren
duce a la necrosis de los elementos afectados. No es
comparó a “paquetes de estopa”.
una enfermedad especial; se trata del mismo proceso
que origina el flemón circunscrito. Es ocasionado por Cuadro clínico
los mismos gérmenes, pero dotados de una exagerada Primeramente se presenta un corto periodo
virulencia y se desarrollan, por lo general, en un orga- prodrómico, caracterizado por síntomas generales dis-
nismo debilitado. La agresividad de la infección no per- cretos y por un aumento de volumen de la región afec-
mite al organismo hacer uso de los mecanismos de tada, con edema, enrojecimiento, a veces con trazos
defensa local para aislar el foco, por tanto, no existe de linfangitis troncular y dolor. Después se inicia un
barrera que tienda a limitar su extensión ni la forma- cuadro clínico de sepsis grave. Este de identifica por
ción de pus en sus primeros estadios. escalofrío intenso con elevación de la temperatura a
40 y 41 °C, estado delirante, insomnio, disnea,
Causa taquicardia, a veces vómitos y diarreas. A la palpación,
El germen causante en la mayoría de los casos es el proceso entonces es firme, caliente y doloroso.
un estreptococo, solo o en asociación con otras bacte- En los días siguientes y en correspondencia con el
rias, pero el estafilococo dorado, cuando se exalta su periodo de fusión purulenta, la tensión local y la dureza
virulencia, también puede ser el agente patógeno. disminuyen, y se atenúan los síntomas, aunque el esta-

354 Parte VI. Infecciones quirúrgicas


do general persiste grave. La piel se afecta por laxis quirúrgica, han hecho excepcionales hoy las in-
decolación y se esfacela y da salida al pus con las ca- fecciones masivas rápidamente mortales de antaño,
racterísticas señaladas. como el flemón total de Chassaignac. Pero, a pesar de
la terapéutica moderna, el flemón difuso es una infec-
Complicaciones ción grave que entraña una elevada cifra de mortali-
Las arterias, aunque por lo general respetadas por dad e invalidez.
el proceso, pueden ser erosionadas y dan lugar a he- El tratamiento quirúrgico debe ser precoz; se prac-
morragias abundantes. Las venas con frecuencia pre- tican amplias incisiones que ponen al descubierto todas
sentan trombosis y se obstruyen. La infección de los las zonas hasta donde llegue la infección, se abren las
nervios puede originar neuritis muy rebeldes. Las arti- cavidades aisladas que pudieran existir y se lavan de
culaciones vecinas son asiento frecuente de artritis manera amplia con soluciones débiles antisépticas
supurada que deja una anquilosis. En fin, el flemón di- (permanganato de potasio a 1 por 2 000 o 1 por 4 000,
fuso puede ocasionar septicemia, pleuresía purulenta solución dakin, agua oxigenada, etc.) o simplemente
metastásica o endocarditis. con solución salina y yodo povidona.
Este tratamiento se debe completar con medidas
de carácter general, en las cuales, las transfusiones
Evolución repetidas, preferiblemente con sangre fresca, desem-
Si el enfermo no muere vencido por la toxemia en peñan una función muy importante junto a las indica-
los primeros días, se inicia una larga convalecencia. ciones terapéuticas de carácter sintomático, que
Durante esta última se eliminan esfaceladas porciones requieran las circunstancias.
de tendones, músculos y aponeurosis. Un tejido de Si el enfermo es un diabético, debe recibir atención
granulación pálido llena lentamente la herida que da dada la gravedad excepcional que reviste en estos su-
lugar, al organizarse en tejido conectivo, a una cicatriz jetos la infección.
retraída, que engloba soldándolos en un bloque, a los Se recurre a la amputación, solo ante un cuadro
tendones, músculos, aponeurosis y piel. Esto, unido a la clínico que no ceda, en un enfermo séptico cuya única
posible anquilosis de las articulaciones próximas, deja salvación posible esté en la supresión del miembro muy
un miembro deforme con incapacidad funcional casi infectado, en el que se ha producido gran destrucción
total. de tejidos con invasión de sinoviales y articulaciones;
miembro en tal estado de destrucción que solo puede
Diagnóstico diferencial brindar al enfermo, en el futuro, una invalidez total.
La forma típica del flemón difuso es fácil de diag-
nosticar; la dificultad surge, cuando se trata de dife-
renciarlo de una erisipela flemonosa o de una linfangitis
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Capítulo 34. Infecciones de las partes blandas superficiales 355

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