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● La Evaluación

La evaluación de las trayectorias de los estudiantes durante el ciclo lectivo tiene como punto de llegada
la acreditación y la promoción. Pero, el momento de la evaluación no debe dejarse para el final del ciclo o
trimestre, sino que debe ser un tema a abordar de manera continua.
En esta experiencia se propone que los estudiantes sean evaluados de dos maneras, llegando a obtenerse
una calificación trimestral relacionando ambos componentes: la calificación que otorga el profesor por el
desempeño del estudiante en su materia y la calificación que surge del ejercicio de la evaluación colegiada.
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Para esto último se usará una rúbrica.

● ¿Qué es una rúbrica?

La rúbrica es una matriz de valoración en la cual se establecen los criterios y los indicadores de la
capacidad mediante el uso de escalas, para determinar el nivel de logro de los estudiantes en ciertas tareas
específicas dentro de un continuo. Son herramientas muy útiles, ya que brindan información tanto al
docente como al estudiante y hacen a la valoración formativa. Para desarrollar una rúbrica se debe
establecer con claridad qué se va a evaluar dentro de la actividad a desarrollar; es necesario describir lo más
claramente posible, los criterios de desempeño específicos que se van a utilizar para llevar a cabo la
evaluación de cada área.

● Componentes de acreditación (según la Dirección de Educación Secundaria de la Provincia de


Buenos Aires

➢ Evaluación, acreditación y calificación específica de cada materia


A lo largo del trimestre, el docente a cargo de la materia realiza distintas evaluaciones y establece
calificaciones parciales que dan cuenta de la apropiación de saberes por parte de los estudiantes. En
el marco de esta experiencia se insta a diversificar las estrategias de evaluación. En la calificación
que establece el profesor, se incluye también el desempeño del estudiante en las distintas
propuestas de saberes integrados / coordinados o de actividades para el aprendizaje basado en
problemas / proyectos. Para ello, se debe intercambiar entre los profesores participantes sobre el
recorrido del estudiante y se puede acordar -o no- una misma nota.

➢ Evaluación colegiada
Es la evaluación conjunta que realizan los docentes de cada uno de los estudiantes, según los
criterios que acordaron enseñar y evaluar en la planificación compartida. La evaluación de los
profesores reunidos se expresará en una Rúbrica Colegiada. Los docentes, que pautaron acuerdos de
enseñanza y evaluación, elaborarán su rúbrica durante el trabajo compartido y dispondrán de ella al
momento de realizar la evaluación colegiada. La rúbrica colegiada implica el trabajo en conjunto del
equipo docente del curso, en consonancia con las expectativas de logro del año. Esta rúbrica
contiene la evaluación de capacidades, según distintos grados de progresión de los aprendizajes.
Ahora bien, la rúbrica que cada equipo docente elaborará contendrá sólo los aspectos seleccionados
en el acuerdo (aspectos que acordaron enseñar y evaluar en el trimestre). Los docentes intercambiarán sus
valoraciones, compartiendo las formas de evaluación implementadas. Como resultado del
intercambio, surge una calificación numérica global por estudiante. Por lo expuesto, la calificación
trimestral de cada materia se construirá a partir de los dos componentes anteriormente
mencionados, combinándolos. Se espera que la calificación de cada estudiante en el trimestre tenga
una variación de hasta más o menos dos puntos de la calificación obtenida en la forma colegiada.
Finalmente, se indica que cada estudiante debe recibir como registro de su desempeño para
compartir con su familia, el boletín de uso habitual más una copia de la rúbrica colegiada anexada
al mismo, firmada por el equipo directivo.
● Rúbricas, una propuesta de evaluación colegiada

LA EVALUACIÓN Y LA ACREDITACIÓN EN LA ESCUELA SECUNDARIA

1- Evaluar para aprender


La línea argumental está basada en la concepción de evaluación para el aprendizaje, un enfoque asociado a
la evaluación formativa que pone al/a la estudiante en el centro del proceso y a la evaluación al servicio del
aprendizaje, enfatizando la mirada sobre los avances progresivos en los desempeños escolares (Anijovich y
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Cappelletti, 2017).

Se debe resituar la evaluación en su sentido formativo esto es repensar las prácticas de enseñanza para el
nivel secundario a través de: proyectos interdisciplinarios, saberes integrados o coordinados, aprendizaje
basado en proyectos, entre otros. En forma particular, las rúbricas constituyen una herramienta privilegiada
para la instancia de evaluación colegiada, uno de los dispositivos que se promueven en la experiencia
educativa de las Escuelas Promotoras.
Hay que destacar que las rúbricas son una herramienta adecuada de evaluación formativa, ya que visibiliza
los criterios y permite dar cuenta de los progresos de los estudiantes. Asimismo, pueden ser instrumentos
valiosos para llevar a cabo una “evaluación auténtica” que permita ponderar desempeños de puesta en
práctica o aplicación de habilidades en el contexto de una situación de la vida real (Díaz Barriga, 2005). Otro
aspecto sumamente positivo reside en que, aunque su construcción lleva tiempo y esfuerzo, hay gran valor
pedagógico en ese proceso; más aún cuando se elabora mediante trabajo docente colaborativo y/o con la
participación de los estudiantes. En este último caso, los alumnos dejan de ser aplicadores pasivos de los
criterios establecidos por los profesores para construir grupalmente los aspectos que son relevantes para
valorar sus aprendizajes (Cano, 2015). Pero también hay que considerar sus límites: no todos los procesos de
evaluación pueden resolverse con rúbricas, así como alertar sobre cierto uso tecnicista en las instituciones,
que cosifique a los estudiantes por sus estándares.

● Elaborando rúbricas

Como dijimos antes una rúbrica es una guía de evaluación que describe los rasgos y las cualidades de un
desempeño concreto en distintos niveles.

➢ Objetivos

a) Precisar lo que se espera del trabajo del estudiante


b) Valorar su desempeño
c) Facilitar la retroalimentación

En cada rúbrica se establecen los criterios y los indicadores de contenidos, capacidades, habilidades, etc.
seleccionados mediante el uso de escalas; todo ello para determinar el nivel de logro de los estudiantes en
ciertas tareas específicas dentro de un continuo de aprendizaje.

➢ Los elementos que componen una rúbrica

➔ Criterios: caracterizan las dimensiones o aspectos a evaluar.


➔ Indicadores o descriptores: describen los grados de los procesos de logro de los estudiantes.
➔ Escala o niveles: indica los valores o puntuaciones mediante los cuales se ponderan los logros de los
estudiantes.
● La rúbrica colegiada

La rúbrica colegiada es aquella que se usará para las evaluaciones trimestrales y finales y será el resultado
del acuerdo del equipo docente. Esta guía de evaluación se organiza en base a los niveles progresivos de
dominio de un estudiante respecto al proceso de desarrollo de capacidades. Debe ser elaborada sobre la
base de las 6 (seis) capacidades fundamentales designadas en la Resolución Federal Nro. 330/17: “Marco de
Orientación de los Aprendizajes” (MOA), resignificadas por la jurisdicción. En el MOA se define a las
capacidades como “combinación de saberes, habilidades, valores y disposiciones, y se alcanzan como
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resultado de tareas complejas en las que se ponen en juego tanto el “saber” como el “saber hacer” (MOA,
2017:11), son transversales y una propuesta a desarrollar a lo largo de toda la escolaridad obligatoria. En el
siguiente cuadro se caracteriza cada una de ellas. Resulta fundamental destacar que las capacidades
atraviesan transversalmente los contenidos disciplinares y las áreas del conocimiento y no pueden ser
desarrolladas en un “vacío” sin integrarse o articularse con los contenidos. En los Diseños Curriculares del
Ciclo Básico se establecen contenidos, orientaciones didácticas y de evaluación, propósitos de ciclo y
expectativas de logro por año, pudiéndose establecer relaciones entre estas últimas y las capacidades a
desarrollar para la elaboración de las rúbricas.

Tomado de “La evaluación y la acreditación en la escuela secundaria”. Dirección de educación secundaria de


la provincia de Bs.As., Abril 2018

Evaluaciones y rúbricas
Recursos y estrategias para hacer más efectivas las evaluaciones.
Una rúbrica es básicamente una lista de características que facilita evaluar la calidad de un producto de
aprendizaje determinado. Identifica los rasgos y los componentes que deben estar presentes para indicar el
nivel que se ha alcanzado en el aprendizaje.

En otras palabras, una rúbrica es un conjunto de criterios de evaluación que especifica las características del
producto para cada nivel de calidad, usualmente asociado con una letra o un número.

Ejemplo de rúbrica (** hoja 12 )

Lo importante de las rúbricas es que no sólo sirven como criterio de evaluación para el docente, sino que
pueden ser compartidas con los alumnos quienes, a través de su análisis, tendrán una percepción correcta y
completa de qué es lo que se espera de ellos en cada momento.

Para elaborar sus propias rúbricas, tenga en cuenta lo siguiente

● Primero, seleccione uno o varios de los objetivos pedagógicos a los que apunta el tema o materia.
● Con esos objetivos en mente, piense: ¿cuál sería un ejemplo de producto del aprendizaje apto para
evaluar auténticamente el nivel alcanzado por un estudiante?
● Imagine el producto ideal. En otras palabras, si el logro fuese alcanzado al nivel más alto posible,
¿cómo sería? Elabore una lista completa de todas las características que ese producto ideal debería
tener.
● Decida cómo calificará el producto, si como "aprobó/desaprobó", o con un número o una letra. En
estos casos, determine cuántas subcategorías habrá entre los extremos de la calificación.
● Es importante que tenga en cuenta esto: si utiliza muy pocas subdivisiones en su calificación (el
caso extremo es el binario aprobó/desaprobó) la medición carecerá de la precisión necesaria para
describir adecuadamente los logros y motivará muchas discusiones por parte de los alumnos en
torno a la interpretación de su rúbrica. Si en cambio utiliza muchas, no sólo se volverá un problema
definir las cualidades de cada una de ellas, sino que luego se complicaría innecesariamente el
proceso de calificación, y deberá "hilarse muy fino" para categorizar cada producto.
● Luego pregúntese: ¿qué características tendrá un producto mínimamente aceptable? Este nivel
corresponde al "punto de corte" entre lo aceptable y lo que no lo es (la nota de "aprobación").
Idealmente (como en el caso de rúbrica presentado más arriba), la categorización es simétrica; el
punto de corte está en el centro (C) y por encima y por debajo hay la misma cantidad de niveles de
calificación. Pero puede ser que se trabaje bajo otros conceptos, como el de "porcentaje de
adquisición" de conocimientos o habilidades. Este es el criterio tradicional con el que, por ejemplo,
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se utilizan los números del cero al diez para calificar a los alumnos y se establece que la aprobación
se consigue con un seis o un siete, lo cual equivaldría al sesenta o setenta por ciento del máximo.
Dónde se ubique el punto de corte o aprobación no tiene relevancia, en tanto por encima y por
debajo haya suficientes niveles como para describir adecuadamente el nivel alcanzado.
● Complete su rúbrica con las características requeridas en cada subcategoría. Balancee
adecuadamente los niveles. Utilice escalas de términos como "todos, la mayoría, la mitad, pocos,
ninguno" para establecer criterios fáciles de interpretar en torno a un objetivo.
● Tenga en cuenta que sus primeras rúbricas no serán perfectas. Escuche a sus alumnos luego de
calificarlos; preste atención a los reclamos que pudieran hacerle sobre el modo en que los ha
evaluado, y vuelva sobre su rúbrica para adaptarla y corregirla. La práctica hace a la perfección.

Adaptado de "Teaching effectiveness", St. Edward's University, Austin, Tx, EE.UU.

Tomado de https://www.educ.ar/recursos/91346/evaluaciones-y-rubricas

Evaluación formativa y sumativa:


Si hubiéramos hecho una rúbrica para que se auto-corrigieran la evaluación, teniendo que aplicar
conocimientos técnicos para comprender los criterios y para justificar la puntuación elegida, hubiera sido un
trabajo metacognitivo pero igualmente de evaluación sumativa.
La única manera de implementar evaluación formativa era explicitando los criterios desde el inicio,
completando y entregándoles la rúbrica en distintos momentos de la cursada para que pudieran reformular
los objetivos de su trabajo matemático.
De esto se desprende que el tiempo destinado a la evaluación es superior al utilizado. A la vez esta
metodología queda sumamente sujeta a la cantidad de estudiantes del curso.

ERRORES:
Consideramos dos tipos de errores:
● el error del estudiante, que no puede ser invisibilizado porque está presente en la evaluación y
puede definir la promoción. (depende de cuántos errores tenga, aprueba o no). (tipos de errores)
● el error para retroalimentar nuestra praxis, al cual uno como docente puede ignorar o desestimar.
Se dispara tanto en los errores de los chicos (explícitos), como en los nuestros o de la clase
(implícitos), que probablemente solo conozcamos nosotros, porque la planificación no salió como
esperábamos (las actividades elegidas, la dinámica de grupo, la administración del tiempo, la
circulación de la palabra, el sentido de las repreguntas)
Una forma de visibilizar mejor los errores de los estudiantes es utilizando rúbricas, para que noten
claramente en qué fallaron al momento de ser evaluados. El detalle de la rúbrica permite ver
transparentemente los puntos a mejorar, pero para ello debe ser expuesta la rúbrica al comienzo,
haciendo que cada estudiante sepa a dónde apuntar. Esta metodología explicita el contrato didáctico,
muchas veces implícito, lo cual hace que los alumnos no sepan qué se pretende de ellos.

Los errores de los docentes también podrían ser mejorados con las rúbricas: al tener el detalle exacto de
dónde fallaron los alumnos se puede notar con mayor claridad cómo mejorar la tarea docente. Pero, este
procedimiento es práctico si se trata de un curso con pocos alumnos, ya que lleva mucho tiempo,
seguimiento y dedicación realizar cada una.
Ventajas y desventajas de las rúbricas:

Algunas de las principales ventajas de su uso incluyen:

Para los estudiantes:


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➢ Los estudiantes pueden comprender a través de las rúbricas lo que no entienden de una
clasificación tradicional con notas numéricas.
➢ Proporcionan evaluaciones cualitativas.
➢ Son rápidas, objetivas y eficientes.
➢ Justifican mejor las puntuaciones a los padres y estudiantes.
➢ Permiten a los estudiantes identificar sus fortalezas y debilidades.
➢ Los estudiantes se convierten en jueces más objetivos y reflexivos de su propia calidad de trabajo y
la de sus compañeros.

Para el profesor:

➢ Proporcionan a los docentes los puntos de referencia para documentar y medir el progreso del
estudiante.
➢ Los profesores aclaran su enfoque, expectativas y objetivos.
➢ Permite evaluar las habilidades que pueden caer fuera del campo de datos de las pruebas
tradicionales.
➢ Ofrecen una retroalimentación sobre la eficacia de los métodos de enseñanza que se han
empleado.

Sin embargo, utilizar matrices de valoración presenta también algunas desventajas:

➢ No proporcionan información específica para mejorar el rendimiento.


➢ Puede ser difícil elegir una descripción única cuando el trabajo del estudiante se encuentra en
niveles diferentes y toca múltiples criterios.
➢ Los criterios no pueden ser ponderados.
➢ No es aplicable en cursos numerosos.

Las rúbricas pueden ser una herramienta muy útil para los profesores, aunque solo como complemento de
otras formas de evaluación.

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