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ARTE Y ARQUITECTURA EN

EL PERÚ

Anthony Dominguez
Espinola
Metodo de Estudio
ARTE Y ARQUITECTURA EN EL PERÚ

La historia del arte en el Perú se remonta a las pinturas rupestres de las cuevas de
Toquepala, Huargo y Lauricocha, con una antigüedad de al menos 9 mil años a.C. Los
estudiosos señalan al complejo ceremonial de Caral, en la costa norte de Lima, como el
más antiguo centro urbano y ceremonial , con una antigüedad de 5,000 años. En el
denominado horizonte temprano sobresalen también el monumental conjunto ceremonial
de Chavín de Huantar, en Ancash, con la más importante escultura lítica prehispánica, y
el Templo de las Manos Cruzadas de Kotosh, en Huánuco. Los desarrollos regionales
verán en los siglos siguientes el florecimiento de notables culturas como Moche y Sicán o
Lambayeque, (costa norte), Recuay y Cajamarca (sierra norte), Lima (costa central),
Nazca, (costa sur) y Wari y Tiahuanaco (sierra sur). El señorío de los Incas del Cusco
empezará su vertiginosa expansión a mediados del s. XIII d.C. incorporando a sus
dominios vastos a diversos pueblos y culturas.

En los últimos años han


aparecido numerosas
publicaciones dedicadas
a las expresiones
artísticas y creativas más
sobresalientes de las
culturas ancestrales. A
raíz del hallazgo de las
tumbas reales de Sipán,
de la cultura Moche, el
interés por su excepcional
cerámica y su refinada
orfebrería han cobrado
renovado auge. Merece
también creciente
atención el prodigioso
arte textil de los antiguos
peruanos, que cuenta
entre sus obras maestras
con los mantos funerarios de Paracas, los mantos plumarios de diversas culturas y una
serie de prendas ceremoniales confeccionadas con el algodón nativo y las finas lanas de
vicuña y alpaca. De igual modo, la rica y variada cerámica precolombina (Nazca,
Chancay); expresiones arquitectónicas memorables como Túcume, Wari o Chan Chan, la
ciudad de barro más grande del mundo prehispánico, con sus próximas huacas o
adoratorios de la Luna y del Sol; las fortalezas de los Chachapoya; el paisaje cultural del
Valle del Colca o la imponente arquitectura del período imperial de los incas que, aparte
de los íconos del Santuario Histórico de Machu Picchu, Ollantaytambo o la fortaleza de
Sacsayhuamán, ha revelado en años recientes los misterios y encantos de la ciudadela
de Choquequirao.

En las últimas décadas, la investigación arqueológica llevada a cabo en diversas regiones


del Perú ha permitido aquilatar la importancia de los pueblos y culturas que, a lo largo de
milenios, se desarrollaron en un territorio extremadamente variado en cuanto a climas,
paisajes y formas de vida.
El Barroco mestizo

Con el afianzamiento de
la dominación española
en la segundad mitad del
s. XVI, el floreciente
virreinato del Perú, al
igual que su par de
México, verá el paulatino
surgimiento de nuevas
expresiones artísticas
como resultado del
complejo encuentro
entre culturas.

La empresa
evangelizadora que
acompaña el proceso de
sometimiento, propiciará,
bajo la impronta de
artistas religiosos de
origen italiano y con
fuerte influencia del arte flamenco, el desarrollo de una singular manifestación artística
conocida como "barroco mestizo". Los religiosos se ocuparán de enseñar las nuevas
técnicas artísticas a los hijos de las élites dominadas, que no tardarán en ser los
creadores de las nuevas corrientes.

Alcanzará celebridad la llamada Escuela Cusqueña de Pintura, con renombrados artistas


indígenas como Diego Quispe Tito o Marcos Zapata, cuyas obras adornan la catedral y
los principales templos y conventos del Cusco y de muchas ciudades de la región. El
barroco mestizo tiene también felices expresiones en la arquitectura sur andina;
especialmente en los templos y la arquitectura civil de Arequipa y en las catedrales de
Puno; en la escultura, imaginería y platería, amén de la música religiosa y en diferentes
géneros literarios.

Centros históricos y arquitectura

A partir de la conquista española se


fundan en el Perú nuevas ciudades,
generalmente emplazadas sobre
poblaciones ancestrales. Se inicia la
incorporación y asimilación de nuevas
técnicas y estilos peninsulares, que
irán adquiriendo un perfil
inconfundible. El trazado en damero
de las nuevas urbes no se aplica en el
Cusco, la histórica capital inca, sobre
cuyos templos y palacios de piedra se levantará el nuevo perfil hispano.

Además de la vieja capital inca, con su impresionante catedral y algunos de los más ricos
templos del continente, los centros históricos de Lima -capital virreinal y republicana-,
Arequipa -labrada en sillar o tufo volcánico-, Trujillo, Ayacucho y Cajamarca, conservan
sobresalientes expresiones arquitectónicas del barroco mestizo y del posterior estilo
neoclásico impuesto a fines del s. XVIII.

El barroco mestizo ha dejado también una imponente herencia en las iglesias de la región
de Puno, en los templos de numerosos pueblos cusqueños, en el valle del Colca,
Cajamarca y otras zonas andinas. A partir de la segunda mitad del s. XIX y a lo largo del
s. XX se incorporan estilos y técnicas arquitectónicas modernas, que alcanzarán nuevas
expresiones en la obra renovadora de arquitectos como Manuel Piqueras Cotolí, Héctor
Velarde, los miembros de la agrupación Espacio, en los años cincuenta, y más tarde
Miguel Fort-Brescia, Enrique Ciriani , Federico Cooper y otros.

Artes visuales en el Perú republicano

Dos constantes parecen marcar la


expresión de las artes visuales en el Perú
republicano: la renovación de los
lenguajes estéticos y la búsqueda de la
expresión original del mundo autóctono y
de sus protagonistas.

El academicismo de pintores peruanos


formados en la Europa decimonónica
sobrepuso a la pintura intuitiva y
costumbrista de origen popular-
especialmente lograda en los retratos de
José Gil de Castro y las acuarelas de
Pancho Fierro, la solemnidad romántica
de los temas históricos , expresada en la
obra de artistas como Ignacio Merino y
Francisco Laso, o el virtuosismo
neoclásico de Daniel Hernández y Carlos
Baca Flor. En el siglo XX, con la irrupción
de las vanguardias surgirá el
indigenismo, bajo el magisterio de José
Sabogal con el influjo del arte mexicano
en boga. Sobresaldrán entonces artistas como Mario Urteaga, Julia Codesido, Jorge
Vinatea Reinoso, Juan Manuel Ugarte Eléspuru y, en una búsqueda más personal,
Sérvulo Gutierrez y Ricardo Grau. La fotografía, especialmente desarrollada en el sur
andino, se enriquecerá a su vez con la obra excepcional del puneño Martín Chambi y el
aporte de los hermanos Carlos y Miguel Vargas, mientras que las artes aplicadas del
diseño y la moda contarán con la pionera innovación de Elena Izcue..

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