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Política Económica y
Rol del Estado
REV CE01 19072018
Módulo 4
Crisis económicas,
estabilización y ciclos
Contenido
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................... 4
1. DEFINICIONES .......................................................................................................................................... 5
CONCLUSIONES .......................................................................................................................................... 62
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................ 63
ÍNDIDE DE FIGURAS
Introducción
En el módulo 1 del presente curso se ha analizado el ciclo económico el cual es la
desviación o la volatilidad respecto a la tendencia a largo plazo de la economía. La
revisión de los datos muestra que las economías ingresan a períodos de alto
crecimiento económico seguido de períodos de desaceleración. De Gregorio (2007)
define al ciclo económico como la fluctuación del PBI alrededor de su tendencia a
largo plazo. Dichas fluctuaciones del PBI pueden ser de períodos de expansión y
contracción económica, si se encuentra por arriba o por debajo de la tendencia de
largo plazo, respectivamente.
Como consecuencia de esos desequilibrios, los niveles de crecimiento del PBI son
muy inestables. Para el caso peruano a partir de 1985 fueron bastante positivo
debido al impulso fiscal propiciado inicialmente; en 1986 se observaba tasas de
crecimiento económico de 9.4 %; y en 1987, de 9.7 %. Sin embargo, en el período
1988 y 1990, los resultados, contrarios a los mostrados en los años anteriores,
fueron bastantes negativos, llegando el país a registrar una caída de la economía en
el año 1989 del orden de -12 %. En consecuencia, para salir de la crisis se requiere
un programa de estabilización. La estabilización reside en lograr una disminución en
el ritmo de aumento de los precios, y puede ser considerada como el paso previo al
establecimiento de políticas de largo plazo.
1. Definiciones
1.1. Ciclos económicos
La contracción o desaceleración.
La recesión.
Recuperación.
Por otro lado, el ciclo económico también puede deberse a causas endógenas, a
causas determinadas propiamente en nuestra economía y, en consecuencia, puede
existir algún grado de maniobra para impactar el ciclo económico. En este tipo de
ciclos existen elementos endógenos o interdependientes, principalmente producidos
por la política económica y propagada entre los sectores real y financiero de una
economía.
Desde 1990 hasta inicios del 2003 se presentaba una tendencia menos inclinada a
la observada desde mediados del 2003 al 2016.
200000
PBI
100000
50000
0
T195
T114
T190
T191
T192
T193
T194
T196
T197
T198
T199
T100
T101
T102
T103
T104
T105
T106
T107
T108
T109
T110
T111
T112
T113
T115
T116
T117
-50000
Las exportaciones.
La inversión extranjera directa.
Las remesas que provienen del exterior.
Las ventas de bonos soberanos al exterior.
La entrada de turistas.
Etc.
Las importaciones.
La salida de capitales (al exterior).
La remisión de utilidades.
Etc.
Por estas razones, más importante que el nivel o la variación porcentual del tipo de
cambio propiamente dicho, es recomendable que la política económica contrarreste
los efectos negativos que podría conllevar un tipo de cambio que genere déficits en
cuenta corriente, sustanciales y persistentes en el tiempo, y que muestre excesiva
volatilidad en el corto plazo.
Cuando los ingresos que recibe el Estado no son los suficientes para cubrir los gastos
que realiza, y, en consecuencia, se presentan déficits fiscales persistentes y
A pesar de tener una misma fuente causal del problema, dichas decisiones generan
efectos distintos en la economía. En el escenario en que el Gobierno emita moneda
nacional para financiar el desequilibrio fiscal, se generará inflación y problemas
externos; mientras que, en el segundo escenario, el principal problema será el
sobreendeudamiento que presentará la economía; con ello, las tasas de interés
reales tenderán a ser muy altas y generaran problemas de crecimiento económico,
lo cual podría llevar a una crisis de deuda en el mediano plazo.
Por el canal del tipo de cambio. Cuando los términos de intercambio caen,
esto es, los precios de las exportaciones se reducen, las firmas exportadoras
venden menos, se reduce la entrada de dólares a la economía y se genera
escasez de la moneda extranjera. Dicha escasez tiende a depreciar el tipo de
cambio (aumento el precio del dólar), es decir, se paga más soles por la
misma cantidad de dólares. En cambio, si analizamos una caída de los
términos de intercambio de acuerdo con el canal de la demanda agregada,
entonces, ante una reducción de los precios de las exportaciones, las firmas
exportadoras producen y venden menos, esto ocasiona que los ingresos por
tributos del Estado se contraigan producto de la menor actividad económica.
Los shocks de oferta, por lo general, son fenómenos exógenos o no controlados que
terminan impactando de manera positiva o negativa al nivel del PBI. Un shock de
oferta del tipo positivo genera un aumento del PBI y puede contribuir con disminuir
los precios de la economía, por ejemplo, la aparición de una nueva tecnología que
reduce los costos de producción y permite que las empresas produzcan más bienes
y servicios a un costo determinado o produzcan la misma cantidad de bienes y
servicios pero a un menor costo.
Por el contrario, un shock de oferta del tipo negativo es cuando el fenómeno reduce
el nivel del PBI y puede aumentar los precios de la economía. Un ejemplo de este
tipo de shock es la presencia del Fenómeno El Niño, evento que produce una
contracción de la producción pesquera del país por el calentamiento de las aguas
del litoral. Asimismo, el Fenómeno El Niño produce que parte de la infraestructura
vía sufra desmanes y el sector agrícola baje sus rendimientos por los cambios
climáticos que se producen.
En cambio, un shock de oferta permanente puede ser el aumento del precio del
petróleo que impacta los costos de las empresas y el costo de la energía y, en
consecuencia, los precios y la inflación. Antes del año 2000, el precio del petróleo
crudo en el mercado internacional se encontraba alrededor de USD 20 por barril; sin
embargo, principalmente a partir del año 2004, dicho precio comenzó a elevarse, y
llegó a costar USD 140, en julio del 2008. En los últimos 10 años, el promedio se
encuentra en USD 60 el barril.
En el punto 5 del presente módulo de desarrolla de manera más detallada los shocks
que afectan a una economía.
Ahora bien, los efectos negativos también pueden darse desde el sector financiero
hacia el sector real. Podría generarse una situación en la cual el sistema financiero
local tenga menor liquidez; por ejemplo, por retiros de dinero de bancos del exterior
a los bancos locales. La menor liquidez de los bancos locales implicará una menor
disposición para prestar dinero a las empresas del país, situación que presionará a
que las tasas de interés activas se incrementen. Con esto, las empresas tienen menor
acceso al crédito, ya que el costo del préstamo es mayor, lo cual reduce la inversión
nacional.
En el sector real, las empresas reducen sus planes de inversión, lo que genera, a su
vez, que se reduzca la contratación de empleados, presionando a un mayor
desempleo agregado. Asimismo, las mayores tasas de interés aumentan los gastos
financieros por las deudas que mantienes las empresas con el sistema financiero.
Dichos efectos se traducen en menores ingresos o menor disponibilidad por parte
de las empresas para afrontar sus obligaciones con el sistema financiero, lo que hace
que incumplan o se demoren en el pago de sus préstamos. En consecuencia, como
se ha analizado anteriormente, se incrementa la morosidad en el sistema financiero.
Finalmente, así como existen efectos propagadores entre el sector real y el sector
financiero, también existen efectos desestabilizadores entre ambos sectores. Por
ejemplo, los activos tangibles que poseen las empresas (activos fijos como las
plantas de procesamiento, las maquinarias, los equipos, las oficinas, etc.) no
solamente sirven para elevar sus capacidades productivas, sino también, incluyendo
los activos intangibles (como la marca, las patentes, etc.), pueden ser utilizados
como garantía para acceder a créditos. Si en una economía se eleva el crédito desde
el sistema financiero hacia las empresas, se puede incrementar la demanda por
activos para producir, esto, a su vez, genera que los precios de los activos se eleven
y las empresas posean un mayor valor de garantías. Las empresas, al tener un mayor
valor de garantías, demandan mayores préstamos, por lo que los créditos aumentan
aún más. Como se puede observar, este mecanismo de propagación se produce del
sector financiero hacia el sector real a través de los precios de los activos.
Otro de los efectos está relacionado con la deuda que tienen las empresas y
producen efectos desestabilizadores a largo
plazo. En efecto, cuando las empresas cubren la
falta de liquidez para hacer frente a sus
obligaciones con nueva deuda, inicialmente las
tasas de interés que les cobran pueden
mantenerse constantes. Sin embargo, ante la
persistencia de obtener nueva deuda para pagar
las antiguas, el sistema financiero puede percibir
el incremento del riesgo, por lo que la reacción
a este comportamiento será elevar las tasas de
interés. Consecuentemente, para este tipo de
empresas, las condiciones de la deuda variarán y el servicio de deuda se
En tal contexto, al elevarse los precios, se elevan los costos de los insumos y los
salarios, y el precio de venta en dólares en el exterior se mantiene constante; por lo
tanto, los empresarios pierden competitividad.
Por el lado de las importaciones, los bienes proceden del exterior con un precio fijo
en dólares y en un régimen de tipo de cambio fijo, los bienes externos se convierten
en más baratos en comparación con los bienes locales que se han encarecido.
Lo previo quiere decir que las devaluaciones nominales que tienden a ocurrir en
momentos de alta inflación y que ajustan el tipo de cambio a la inflación no
constituyen una crisis cambiaria, pero son necesarias para evitar que la crisis fiscal
se traslade a crisis externa.
En ese período, el país alcanzó niveles de resultado económico del orden de -11 %
del PBI y el resultado primario cerca de -5 % del PBI, es decir, los ingresos del
Gobierno no podían, ni siquiera, cubrir los intereses de la deuda pública. En este
contexto de abultado déficit fiscal, financiados de manera monetaria, los niveles de
inflación alcanzaron 7481.7 % de variación porcentual anual en 1990, las reservas
internacionales resultaron casi nulas en 1987 y negativas en USD 352 millones en
1988.
Como consecuencia de esos desequilibrios, los niveles de crecimiento del PBI fueron,
en un principio, bastante positivo debido al impulso fiscal propiciado inicialmente;
en 1986 se observaba tasas de crecimiento económico de 9.4 %; y en 1987, de 9.7
%. Sin embargo, en el período 1988 y 1990, los resultados, contrarios a los
mostrados en los años anteriores, fueron bastantes negativos, llegando el país a
registrar una caída de la economía en el año 1989 del orden de -12 %.
En la siguiente figura se muestra los altos niveles de inflación y los bajos niveles de
crecimiento alcanzados en el período mencionado.
8,000
9.4 9.7
7,000
PBI real (var. %)
6,000
5,000 2.1
4,000
3,000
2,000
1,000 -5.0
0
1985 1986 1987 1988 1989 1990 -9.4
-12.3
IPC Promedio Anual (Var. % anual) 1985 1986 1987 1988 1989 1990
Fuente: BCRP.
Introducción de una reforma fiscal que lleve a cabo una reducción creíble del
déficit presupuestario. Esta reforma debe darse por el lado de los gastos y de
los ingresos.
El compromiso del Banco Central de una forma creíble a que ya no monetizará
la deuda pública provocada por los déficits fiscales permanentes.
En algunos casos, se puede utilizar políticas de rentas (controles de salarios
o precios) además de medidas fiscales y monetarias para lograr menores
niveles de inflación, para reducir el costo del ajuste.
Por otro lado, cuando el déficit es financiado a través de deuda externa, los efectos
del ajuste se posponen debido a que el dinero obtenido para el programa económico
proviene del exterior. El ajuste se pospondría debido principalmente a que los bonos
son de más largo plazo y no se afecta la tasa de interés doméstica en el corto plazo.
Independientemente de la modalidad de financiamiento, el déficit fiscal, tarde o
temprano, de una manera u otra, es asumido por el contribuyente, la misma que
puede ser mediante la inflación o por deuda pública, lo cual se traduce en mayores
tasas de interés o impuestos para afrontar la deuda que el Estado contrae a nombre
de los contribuyentes.
Según MASSAD y ZAHLER (1987), la deuda interna pública forma parte de la política
fiscal y su estudio abarca cuestiones como:
La deuda externa hace referencia a la deuda contraída con no residentes del país y
denominada en moneda extranjera. Dicha deuda, al igual que la interna, puede ser
privada (contraída por una persona física o una organización jurídica, ya sea una
empresa o una entidad financiera) o pública (contraída por el estado en cualquiera
de sus instancias). Cabe recalcar que, dado que la administración pública gestiona
el dinero de la población, las deudas públicas también recaen sobre estos.
Exportaciones netas.
Inversión extranjera.
Nueva deuda externa.
En este sentido, el régimen cambiario del país deudor juega un papel principal para
la sostenibilidad. Las situaciones que podrían presentarse son dos:
Con tipo de cambio fijo. El déficit financiado con deuda externa hace que
las RIN sean mayores y, por ende, el circulante en la economía. Esto genera
un aumento en el nivel de precios que reduce el tipo de cambio real y el país
pierde competitividad. La deuda como porcentaje del PBI crece, esto hace
más vulnerable al país al momento del ajuste, el tipo de cambio deberá subir
a los niveles fijados para estabilizar las cuentas externas afectando aún más
la deuda externa por valorización de tipo de cambio.
Con tipo de cambio flexible. La inyección de capitales externos, debido al
financiamiento externo, genera una caída del tipo de cambio, originando un
mayor impacto sobre la cuenta corriente que se ajustará en la medida en que
las exportaciones vayan bajando y, las importaciones, subiendo (caída del
tipo de cambio real). En la siguiente figura se observa el impacto de la deuda
externa teniendo un régimen de tipo de cambio fijo o flexible.
Figura 9: Timing
𝐼𝑃𝑋
𝐼𝑇𝐼 = 𝑥100
𝐼𝑃𝑀
Dónde:
15.00
90.00
10.00
80.00
5.00
0.00 70.00
-5.00
60.00
-10.00
-15.00 50.00
1997
2002
2007
2012
1996
1998
1999
2000
2001
2003
2004
2005
2006
2008
2009
2010
2011
2013
2014
2015
2016
2017
Fuente: BCRP.
Por el lado de los ingresos fiscales, el efecto puede observarse de dos maneras:
Hacia mediados de 1994, México pasaba por un cambio en la conducción del país.
Hasta ese entonces, el país era percibido como un lugar atractivo para invertir. Así,
la administración saliente practicaba una política expansiva financiada
principalmente por la emisión de instrumentos de deuda a corto plazo, cotizados en
dólares.
Los resultados del aplazamiento del ajuste llevaron a que el tipo de cambio se
incrementara en 3 veces, pasando de 3.1 pesos por dólar a 9.5 pesos por dólar. Esto
llevó a que, en 1995, se tuviera una caída significativa del PBI en alrededor de menos
4 %.
Este ajuste hacia el nuevo equilibrio fue manejado de manera adecuada por las
autoridades económicas de Chile; pues, al poseer un régimen de tipo de cambio
flexible, no se generó una sobrevalorización de la moneda, alcanzando el equilibrio.
Asimismo, el impacto en el PBI no fue tan dramático como en México.
Crisis monetarias.
Salidas o cortes de flujos de capitales.
Crisis de deuda pública y privada.
Crisis bancarias.
La salida o disminución de los influjos de capitales genera una presión al alza por la
demanda de dólares en el país. Si la economía se encuentra bajo un esquema de
tipo de cambio fijo, la necesidad de mantener el tipo de cambio estable llevará a los
hacedores de política a recurrir al uso de las reservas internacionales netas (RIN)
para intervenir en el mercado cambiario.
Por otro lado, bajo un esquema de tipo de cambio flexible, la salida de capitales solo
incrementará el tipo de cambio. Como se puede apreciar en la siguiente figura, los
efectos de la crisis financiera internacional se propagan a través de tres canales:
Canal comercial.
Canal financiero.
Canal crediticio.
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
02Jul99
13Jul00
27Jul01
10Oct07
28Oct08
02Jul15
20Jul16
09Set04
14Set05
22Set06
26Nov12
23Jun14
03Abr07
22Abr08
07May09
24May10
25May11
25May12
04Jun13
28Dic98
12Nov09
23Nov10
24Nov11
12Dic13
24Dic14
06Feb02
14Ago02
21Feb03
28Ago03
08Mar04
14Mar05
17Mar06
12Ene16
07Ago17
05Ene00
19Ene01
30Ene17
Fuente: BCRP.
Como lo muestra la figura anterior, las crisis sucesivas a partir de 1998 tuvieron sus
orígenes, mayormente, en países en desarrollo (Rusia, Brasil, Argentina, etc.), y sus
repercusiones financieras en Perú se manifestaron a través del incremento
significativo de la tasa spread por esos años. No obstante, durante el período de la
última crisis financiera (originada en Estados Unidos) observamos que el spread de
las tasas peruanas aumentó a fines del 2008 e inicios del 2009 para luego
estabilizarse a inicios del 2010. Cabe resaltar que estos incrementos no fueron tan
grandes en comparación con los de la crisis de 1998.
El primero, es a través del efecto hoja de balance; es decir, ante un incremento del
tipo de cambio, la deuda local contraída en moneda extranjera tendrá un mayor
valor en soles; esto es, el balance de las empresas se deteriora y, ante activos no
dolarizados, la empresa pierde patrimonio como lo muestra la siguiente figura.
Empresa
(en soles)
(Deuda $)
Activos
Patrimonio
44.0
42.0
40.0
38.0
36.0
34.0
32.0
30.0
Jul-98
Jul-99
Jul-00
Sep-99
Sep-00
Sep-98
Ene-98
Ene-99
Ene-00
May-98
May-99
May-00
Nov-99
Nov-00
Nov-98
Mar-98
Mar-99
Mar-00
Fuente: BCRP.
El segundo punto del canal creditico es un canal de liquidez que tiene que ver con
el origen de la crisis. Es decir, las salidas de líneas de créditos que tienen los bancos
locales con los bancos del exterior disminuyen, entonces la liquidez del sistema
bancario se reduce, generando una disminución en el otorgamiento de crédito a
diferentes sectores económicos.
Banco
$C S/. D
S/. C $D
La respuesta del Gobierno ante las crisis financieras se produce principalmente con
la política económica. Como lo muestra la siguiente figura, se puede adoptar políticas
cambiarias, monetarias, financieras y fiscales. La política cambiaria debe reflejar una
mayor flexibilidad en el tipo de cambio. Por el contrario, si las autoridades luchan
por mantener el tipo de cambio fijo, lo que va a ocurrir es un ataque especulativo,
como sucedió en algunos países como México (1994) y Tailandia (1997). En el caso
de que existan reservas internacionales, el ajuste cambiario puede ser gradual; si
no hay reservas internacionales, el ajuste tendrá que ser más drástico.
Así, también, la política monetaria enfrenta una disyuntiva relacionada con las tasas
de interés. En el caso de que se quiera mantener el tipo de cambio, se debe
incrementar las tasas de interés de corto plazo para encarecer la especulación;
también encarecerá el crédito de corto plazo, pero el tipo de cambio no subirá
significativamente. Por otra parte, se puede dejar fluctuar al tipo de cambio
libremente, y no sería necesario subir las tasas de interés. En la crisis de 1999, los
países tomaron medidas distintas. Por ejemplo, Perú procuró que el tipo de cambio
no suba mucho, y a la vez subió tasas de interés de corto plazo, mientras que Chile
dejó flotar más a su tipo de cambio sin generar cambios significativos en su tasa de
interés.
Por el lado de la política fiscal, el país debe tener una política contracíclica para
compensar el fuerte impacto negativo de los mayores costos financieros en la
demanda interna como, por ejemplo, gasto en infraestructura, establecer programas
de asistencia a sectores más vulnerables (PYMES, etc.). Este paquete estará en
función de la capacidad financiera del Gobierno para poder implementar políticas
contracíclicas.
Idealmente, esta política fiscal contracíclica debería basarse en aumentos del gasto
que no sean recurrentes o inerciales.
Política
Flexibilidad
Monetaria
Cambiaria
Si hay RIN se puede subir temporalmente la tasa de
Si TC fijo => Salida de capitales es constante interés de corto plazo para evitar especulación
Política Política
Financiera Fiscal
En resumen, tal como lo muestran BARCO y CASTILLO (2009) para el caso peruano, el
recorte de flujo de capitales producto de la crisis financiera rusa y la crisis
internacional del 2008 pudo ser administrado de manera adecuada debido a la
acumulación de reservas internacionales. Por un lado, los altos niveles de encaje en
moneda extranjera limitaron el efecto de los flujos de capitales sobre la evolución
del crédito, en particular en la formación de períodos de boom de crédito.
Allí se muestra que el uso de las reservas internacionales tuvo como objetivo la
inyección de liquidez en moneda extranjera sin tener participación directa en el
mercado cambiario. De esta manera, se dotó de liquidez en moneda extranjera al
sistema financiero sin hacer reconversiones de la liquidez en moneda nacional.
5. Shock de oferta
En la presente sección expandiremos el concepto de shock de oferta que fue visto
anteriormente por medio de ejemplos y hechos que experimentaron algunas
economías. Asimismo, cabe resaltar que no estamos viendo políticas que promuevan
el crecimiento a largo plazo, sino a corto plazo. Un shock de oferta es algún cambio
exógeno inesperado que afecta a las condiciones de producción en una economía.
Un shock de oferta positivo genera un aumento en la producción y una disminución
en el nivel de precios.
Desastres naturales.
Por otro lado, los shocks de oferta pueden ser temporales o permanentes.
Figura 21: Sector real y sector financiero: efecto desestabilizador a largo plazo
El shock temporal ocasiona un fuerte déficit fiscal en la economía. Es por ello que
podemos mencionar tres medidas alternativas de respuesta para mejorar esta
situación:
80.0 76.9
9.0
75.0
8.0
70.0 Inflación promedio anual:
65.0
7,23%
7.0
6.3
60.0
6.0
55.0
50.0 5.0
45.0
4.0 3.9
37.9
40.0
35.0 3.0
Sep70
Sep71
Sep72
Sep73
Sep74
Sep75
Sep76
Sep77
Sep78
Sep79
Ene70
Ene71
Ene72
Ene73
Ene74
Ene75
Ene76
Ene77
Ene78
Ene79
Ene80
May70
May71
May72
May73
May74
May75
May76
May77
May78
May79
Jul72
Sep71
Feb72
Dic72
Jul77
Sep76
Dic77
Feb77
Ene75
Ene80
Ene70
Jun75
Jun70
Ago74
Ago79
May73
Oct73
May78
Oct78
Nov70
Nov75
Abr71
Abr76
Mar79
Mar74
Fuente: BCRP.
6. Caso de estudio
6.1. Descripción de la crisis
La última crisis financiera tuvo sus inicios en Estados Unidos a través de préstamos
hipotecarios a agentes económicos con casi nulo, o dudoso, historial crediticio.
Dichos créditos se volvieron impagos como consecuencia de la política económica
adoptada por Estados Unidos a través de los incrementos en la tasa de interés de
referencia; asimismo, el respaldo financiero que tenían tales créditos hipotecarios
era insuficiente.
No obstante, el Estado peruano fijó su política económica para mitigar los efectos
negativos de la crisis financiera. Por un lado, la política monetaria implementada
estableció rescates financieros, como también disminuciones en la tasa de interés
de referencia para incentivar la demanda interna, vía consumo (abaratamiento del
crédito). Por otra parte, la política fiscal expansiva, a través del incremento del gasto
público, se concentró en gastos de capital público; por ejemplo, se fomentó el gasto
en infraestructura pública.
Hacia el 2006, Estados Unidos experimentó una bonanza económica que se veía
reflejada en su mercado financiero. Sin embargo, en el 2007, su sistema financiero
experimentó un colapso a consecuencia del estallido de una burbuja inmobiliaria, la
cual fue acrecentada por el boom crediticio experimentado hasta el 2006. Cabe
resaltar que, a inicios del 2000, explotó una burbuja de acciones tecnológicas en el
mercado financiero (puntocom).
Si bien los problemas por esta crisis fueron focalizados y rápidamente revertidos —
se consiguió, por un lado, un aumento de la inversión, pero también aumentó el
déficit en cuenta corriente—, los mecanismos de salida usados para esta crisis,
posteriormente, serían uno de los elementos causantes de la mayor crisis financiera
internacional. Asimismo, en la última década del siglo XX se suscitó una serie de
crisis que combinaron elementos cambiarios, bancarios y fiscales. Tales crisis
causaron una abrupta y repentina salida de capitales de diversas economías del
mundo:
México, en 1994.
Asia Oriental (Tailandia, Indonesia, Malasia, República de Corea y Filipinas),
en 1997.
Rusia, en 1998.
Brasil, en 1999.
Argentina, entre 2001 y 2002.
Ello generó el incremento por una mayor participación en la cuota del mercado por
parte de la banca privada y en el crédito hipotecario a personas con calidad crediticia
dudosa (subprime) para adquirir viviendas. Este último hecho ocasionó que los
agentes económicos empezaran a especular con el precio de los inmuebles y con los
costos de las hipotecas. Tal especulación infló el precio de los inmuebles y, como
consecuencia de la caída en las tasas de interés, el déficit en cuenta corriente
empezaba a crecer por una caída en el ahorro. En consecuencia, ya que las tasas de
interés eran muy bajas —lo cual implicaba que el costo del préstamo hipotecario
sería también bajo—, las personas demandaban, cada vez más, crédito, generando
una tasa de ahorro neto negativo, repercutiendo negativamente en la cuenta
corriente (-6.5 % del PBI en el 2006) y a una depreciación del dólar respecto a las
demás monedas.
Los mercados financieros eran casi inmóviles, al no saber cuántos préstamos muy
malos podrían existir entre sus competidores, la banca privada era reacia a prestarse
dinero entre sus miembros. Asimismo, la falta de crédito a los bancos, empresas y
familias acentuaba la amenaza de recesión, el desempleo, quiebras y, por lo tanto,
un aumento en el costo de la vida. Estados Unidos experimentó una crisis de
confianza en el sector financiero cuando casi colapsa Bear Stearns.
A inicios del segundo trimestre del 2007, la empresa New Century Financial, gran
empresa dedicada a los préstamos hipotecarios subprime, se declaró en quiebra,
acogiéndose a la ley de quiebras (conocida como Chapter Eleven). Además, el banco
Indy-Mac reflejó la quiebra más grande en términos de dólares en Estados Unidos.
De esta manera, las malas noticias en el sector financiero se iban dispersando con
la incertidumbre de que otros bancos corrieran la misma suerte.
Por su parte, la crisis se tornaba más peligrosa cuando las sociedades hipotecarias
más grandes de Estados Unidos (que concentran el 50 % del mercado hipotecario
en USA), Freddie Mac y FannieMae, tuvieron que ser rescatadas por la FED (USD
2000 millones) a inicios de Agosto del 2008, al verse sus acciones afectadas por los
especuladores. Al mes siguiente, las autoridades anunciaron intervenir y tomar el
control de ambas sociedades, representando así la mayor intervención estatal en la
historia de Estados Unidos en el mercado privado, ya que el fracaso de cualquiera
de ellas implicaría trastornos financieros, no solamente en Estados Unidos, sino en
todo el mundo.
Así, la FED y otros bancos centrales inyectaban liquidez (en diferentes monedas) al
mercado para atenuar la crisis. En setiembre del 2008, Lehman Brothers se declaró
en quiebra, pidiendo protección crediticia. Por otro lado, el Bank of America adquirió
a Merrill Lynch (banco de inversión) por la mitad de su valor real. En consecuencia,
pánico financiero, colapso, crisis económica eran frases muy repetidas, no solo en
el ámbito de la prensa, sino también en los partidos políticos. Posteriormente, el
Gobierno buscaría canalizar USD 700 000 millones al mercado y comprar acciones
de los principales bancos de Estados Unidos con la promulgación de la Ley de
Estabilización Económica de Emergencia, en octubre del 2008, por el presidente
George W. Bush.
Fuente: FMI.
A inicios del año 2009, el Gobierno peruano puso en marcha un importante paquete
de estímulo fiscal bianual (2009-2010) con la finalidad de mitigar los impactos
negativos de la crisis internacional. El paquete de estímulo fiscal autorizado
representó aproximadamente el 3.2 % del PBI, tal como se puede apreciar en la
siguiente figura.
El Plan de Estímulo Económico (PEE) consideró las decisiones que tuvieran impacto
en el largo y corto plazo. En el corto plazo, la prioridad fue compensar los impactos
negativos en la demanda interna y externa para evitar desempleo y caída en el
Fuente: MEF.
Tras los increíbles hechos de la crisis, los principales bancos centrales del mundo,
ante la escasez de liquidez en los principales mercados de activos como Europa y
Estados Unidos, establecieron políticas monetarias expansivas. Entre ellas tenemos:
Figura 25: Fecha de inicio de reducción de tasas de interés de referencia de bancos centrales (porcentaje)
Fuente: BLOOMBERG.
Por su parte, el Gobierno peruano estableció programas para mitigar los efectos de
la crisis, como:
6.3. Resultados
A través del PEE se dio un fuerte impulso a la inversión pública, que en el 2009 y
2010 llegó a representar aproximadamente 6 % del PBI, tal como se puede apreciar
en la siguiente figura.
5.90
4.90
3.90
2.90
1.90
0.90
-0.10
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Fuente: BCRP.
Etc.
10
0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Fuente: BCRP.
fortaleza, a pesar de que la crisis logró crecer a una tasa promedio de 2.9 puntos
porcentuales.
Por su parte, América Latina experimentó una recesión en el año 2009, cayendo a
una tasa promedio de 1.8 %; sin embargo, este impacto fue mucho menor que en
Europa debido a que los balances públicos y privados eran relativamente sólidos. En
contraste, las economías avanzadas mostraban mayor exposición de sus pasivos en
los sistemas bancarios que las economías de América Latina. Asimismo, varias de
las grandes economías pudieron amortiguar los shocks negativos de la crisis con el
aprovechamiento del tipo de cambio. A pesar de ello, muchos países del LAC-7
sufrieron una recesión a causa del colapso de los precios de las materias primas, la
caída de la demanda de
exportaciones, la
disminución de las
remesas y las entradas de
capital extranjero.
Argentina: -5.9 %.
México: -4.7 %.
Venezuela: -3.2 %.
Chile: -1.1 %.
Brasil: -0.1 %.
0
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
-2
-4
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
-3
-8
-13
-18
Fuente: FMI
Conclusiones
Bibliografía
Arena, M. y Tuesta, P. (1998). Fundamentos y desalineación: el tipo de cambio real
de equilibrio en el Perú. Perú: Banco Central de Reserva.
Fondo Monetario Internacional (2009). Informe Anual 2009. Lucha contra la crisis
mundial. Estados Unidos.
Stijn Claessens & M. Ayhan Kose (2013). Financial crises: Explanations, types, and
implications. IMF.