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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


VICE RECTORADO ACADÉMICO
ESCUELA DE DERECHO

LA SALUD E HIGIENE

Participante:
Francisco J.
Fernández S.
CI: 27.388.713
Sección: T-633

Barquisimeto, noviembre 2018


Salud e Higiene

El sentido de la salud ha ido evolucionando en función del momento


histórico, de las culturas, del sistema social y del nivel de conocimientos. En
los primeros años de la historia se mantuvo, durante un largo período de
tiempo, el pensamiento primitivo (mágico-religioso), centrado en la creencia de
que la enfermedad era un castigo divino, esta actitud aún se mantiene en
algunos pueblos de África, Asia, Australia y América.
Sin embargo, fueron las civilizaciones egipcia y mesopotámica las que
iniciaron el primer cambio conceptual, pasando del sentido mágico religioso a
un desarrollo de la higiene personal y pública. En la antigua civilización hebrea,
la Ley Mosaica contiene uno de los primeros códigos sanitarios de la
humanidad: prescribe ordenamientos estrictos sobre higiene personal,
alimentación, comportamiento sexual y profilaxis de las enfermedades
transmisibles, algunas de ellas todavía vigentes.
Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS), define la salud
como la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a
nivel físico como a nivel mental y social. En este sentido, el concepto de salud
no sólo se refiere a la no aparición de enfermedades o afecciones sino que va
más allá de eso. Es decir, la idea de salud puede ser explicada como el grado
de eficiencia del metabolismo y las funciones de un ser vivo a escala micro
(celular) y macro (social).
Es necesario acotar que el estilo de vida, o sea el tipo de hábitos y
costumbres que posee una persona, puede ser beneficioso para la salud, pero
también puede llegar a dañarla o a influir de modo negativo sobre ella. Por
ejemplo, un individuo que mantiene una alimentación equilibrada y que realiza
actividades físicas en forma cotidiana tiene mayores probabilidades de gozar
de buena salud. Por el contrario, una persona que come y bebe en exceso,
que descansa mal y que fuma, corre serios riesgos de sufrir enfermedades
evitables.
Por otra parte, la higiene es el conjunto de conocimientos y técnicas que
aplican los individuos para el control de los factores que ejercen o pueden
ejercer efectos nocivos sobre su salud. La higiene personal es el concepto
básico del aseo, de la limpieza y del cuidado del cuerpo humano. Son una
serie de hábitos relacionados con el cuidado personal que inciden
positivamente en la salud y que previene posibles enfermedades e infecciones;
asimismo, es la parte de la medicina o ciencia que trata de los medios de
prolongar la vida, y conservar la salud de las personas.
Aunque actualmente esta forma parte de la vida diaria de la mayoría de
las personas, la higiene y los cuidados comenzaron a ser una preocupación
para el Estado a partir de la Revolución industrial, en la que se precisó sanear
las fábricas, desde el siglo XVII. En las ciudades portuarias como Buenos Aires
surgió esta necesidad colectiva a partir de las malas condiciones de higiene
del puerto, en el que abundaban ratas y todo tipo de enfermedades. De igual
manera, gracias a los experimentos de Luis Pasteur que probaron la teoría
germinal de las enfermedades infecciosas, las prácticas higiénicas cobraron
suma importancia en las intervenciones médicas y la vida cotidiana de la
población como sinónimo de salud.
A partir de mediados de la década de 1850 comenzó a adquirir importancia
el movimiento "higienista", por lo cual muchas personalidades influyentes de
la medicina en Argentina pasan al ámbito político. En países europeos, como
Inglaterra, se dieron movimientos semejantes que comenzaron con la
epidemiología, inaugurada por el estudio de John Snow sobre el cólera y el río
Támesis, también a mediados del siglo XIX. En Estados Unidos, ya en la
primera década del siglo XX, se inauguró el movimiento de Higiene Mental,
que dio inicio a lo que luego se llamó salud mental mediante la acción de
Clifford Beers, quien denunció las condiciones higiénicas de los hospitales
psiquiátricos.
En base a las consideraciones anteriores, se puede afirmar que la higiene
sola no implica salud. La higiene personal tiene por objeto situar a la persona
en las mejores condiciones de salud frente a los riesgos del ambiente y del
propio ser humano. Tener una buena higiene personal depende de uno mismo.
La autoestima juega un papel fundamental frente a este aspecto, pues quien
se aprecia y valora se esfuerza por verse y mantenerse bien.
La práctica de la higiene personal y del entorno es una cuestión de
responsabilidad individual que se adquiere a través de un proceso de
educación. El niño tiene hábitos de higiene adquiridos en el seno familiar y en
la escuela estos hábitos deben ser reforzados o modificados. En este sentido,
una buena higiene sólo se logra si las personas aprenden a tener hábitos que
beneficien su salud y otorguen bienestar. La falta de hábitos higiénicos
adecuados por parte de las personas se convierte en un problema grave, no
sólo por lo desagradable de una mala apariencia o de los malos olores, sino
por el potencial peligro de transmisión de virus y gérmenes a otras personas y
contagio de enfermedades.
Se ha comprobado a lo largo del tiempo que las pequeñas acciones que
caracterizan a la higiene diaria y personal de cada individuo son, en suma,
importantísimas para asegurar a la persona un buen estado de salud, evitando
estar en contacto con virus o bacterias, limitando la exposición a
enfermedades y manteniendo en términos generales un buen estado de
pulcritud del cuerpo.
Desde una perspectiva muy simple, nuestra salud depende del aseo
adecuado de nuestro cuerpo. Mantener hábitos de limpieza diaria como
bañarse o lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, o antes
de cocinar y comer, puede ayudar a evitar enfermedades como la diarrea o el
cólera. Esta práctica ha demostrado reducir el índice de otros padecimientos
como la neumonía, la influenza o infecciones de la piel y los ojos, entre otras.
El agua juega un papel fundamental pues es bien sabido que sin ella no
hay higiene. Lamentablemente, la contaminación y las prácticas antihigiénicas
para su uso causan año con año millones de muertes, sobre todo en
comunidades en vías de desarrollo.
Para finalizar, la higiene se puede llevar a cabo en pequeñas acciones
como lavarse las manos varias veces por día y en momentos específicos,
bañarse de manera seguida, utilizar ropa cómoda y fresca, cepillarse los
dientes luego de cada comida y, también, mantener los ambientes frescos,
ventilados y limpios. Todos estos pequeños actos y muchos otros contribuyen
a elevar la calidad de vida de las personas e influyen directamente en el
mantenimiento de un buen estado de salud que limita mucho más la presencia
de posibles enfermedades o problemas de salud.
REFERENCIAS

Concepto de salud: su evolución histórica y cultural. Documento en línea.


Disponible en: http://ocw.innova.uned.es/ocwuniversia/educacion_para
_la_salud/formacion-en-promocion-y-educacion-para-la-salud/tema_2

Ibarra, D. (2015). Salud e Higiene. Documento en línea. Disponible en:


https://es.slideshare.net/darcyibarra28/salud-e-higiene-54544902

Importancia de la higiene y conservación de la salud en los niños. Documento


en línea. Disponible en: http://unimagico.com/ensenanza/importancia-de-
la-higiene-y-conservacion-de-la-salud-en-los-ninos/

UNICEF (2007). Higiene y Salud: aprendamos juntos. Documento en línea.


Disponible en: https://www.unicef.org/bolivia/Guia_Higiene_y_salud-
Aprendamos_juntos.pdf

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