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Instituto Tecnológico de Chiná

Ingeniería en agronomía

Asignatura

Biología Celular

Reproducción Artificial
Asistida
Animal y Humana
Profesor

Carlos García Acedo

INGENIERÍA EN AGRONOMÍA 1AA

Presentan:

Xavier Alejandro Pérez Luna

Humberto Adolfo Mena Maas

Julio Emmanuel Sosa Zaldivar


Índice

Introducción…………………………………………3

Reproducción Artificial Asistida………………...4

Historia……………………………………………….5

Louise, la primera satisfacción………………….13

Reproducción artificial asistida: Animales……15

Reproducción artificial asistida: Humanos……19


Conclusión…………………………………………..42
Bibliografía…………………………………………..43
Introducción
Se llama técnicas de reproducción asistida (TRA) a los diferentes procedimientos
que, en mayor o menor medida, pueden reemplazar o colaborar en uno o más
pasos naturales del proceso de reproducción.
Las biotecnologías de reproducción animal representan una oportunidad para
optimizar el potencial reproductivo y productivo de los animales. El objetivo de este
trabajo es presentar una breve revisión de las biotecnologías de reproducción
animal con posibilidad futura de aplicación para optimizar el potencial reproductivo
y productivo de los animales, tales como: fecundación in vitro, clonación y
transgénesis.
Reproducción Artificial Asistida
La reproducción asistida es un conjunto de técnicas biomédicas que facilitan o
sustituyen a los procesos naturales que se dan durante la reproducción. Estas
técnicas han permitido ser padres a miles de parejas que de otro modo no lo
hubieran conseguido. Estos tratamientos están cada vez más extendidos, por lo
que hoy día, técnicas como la inseminación artificial, la fecundación in vitro o la
preservación de la fertilidad son conocidas por casi cualquier persona.

En los tratamientos de Reproducción Asistida (TRA) intervienen una serie de


elementos, tanto humanos como técnicos, que queremos que conozcas. Uno de
los profesionales que son claves en el proceso de reproducción asistida son los
embriólogos.
Historia
A través de la historia y sus civilizaciones,
la mujer siempre ha sido el símbolo de
fertilidad. Ya en la prehistoria hay
numerosas pinturas rupestres y figurillas
femeninas redondeadas, representando
numerosas “venus”, que invocaban a la
fertilidad y prosperidad. La infertilidad, por
contra ha sido uno de los mayores
problemas sociales y médicos desde los
albores de la humanidad, vivida como una
amenaza para la supervivencia del clan y
precisa para la transmisión del poder y el
mantenimiento de las estructuras sociales.
Empezaremos hablando de los egipcios,
puesto que los registros de otras
civilizaciones más antiguas como los
Sumerios (3200-2000 AC) son muy difíciles
de analizar debido a la escasez de datos
existentes. El estatus legal de la mujer era
semejante al de un hombre, posición privilegiada en civilizaciones antiguas. Las
parejas eran prolíficas y la infertilidad era un problema real y cotidiano, no
considerada un castigo divino, como en otras civilizaciones, sino una enfermedad
que debía ser diagnosticada y tratada. Los papiros son nuestra principal fuente de
conocimientos acerca de la medicina egipcia. Dos papiros están particularmente
relacionados con la ginecología y la fertilidad: el papiro Kahoun, el texto médico
Egipcio más antiguo conocido, y en verdad el primer tratado de ginecología (1900
AC) y el papiro Ebers, el cual fue escrito en la XVIII dinastía (1550 AC) y es el
texto médico más famoso de la época. El conocimiento de los Egipcios sobre
anatomía en aquel tiempo probablemente sería algo somero. Se utilizaban
alrededor de una centena de términos anatómicos, incluyendo cuatro para el tracto
genital: útero, vulva, labios y tal vez cérvix. Los Egipcios fueron sobresalientes en
el desarrollo del diagnóstico temprano del embarazo tratando granos de trigo con
la orina de las mujeres embarazadas. La técnica consistía en que las mujeres
grávidas debían orinar sobre una mezcla de trigo y cebada combinada con arena y
dátiles; si los granos germinaban (por la acción de la hormona hCG), estaba
embarazada: si sólo crecía el trigo el hijo sería varón, si sólo crecía la cebada
sería mujer. Este método, que tienen una precisión del 40%, se mantuvo durante
largo tiempo, puesto que Hipócrates lo adoptó y se utilizó en algunas partes del
mundo hasta el siglo diecinueve. En esta época era importante saber si una mujer
era fértil o no, y los Egipcios desarrollaron métodos para el diagnóstico de las
mujeres infértiles. No obstante, sabían que no todos los casos de infertilidad eran
de origen femenino, puesto que en varios relatos e historias mitológicas se alude a
la infertilidad masculina. Los exámenes que realizaban los Egipcios se basaban en
el concepto de que los órganos genitales estaban en continuidad con el resto del
cuerpo y, en particular, con el tracto digestivo en mujeres fértiles. Esta idea se
recogió por los griegos y se mantuvo hasta la Edad Media. No se concluía ningún
tratamiento de los diagnósticos que se basaban en la observación de signos
clínicos como vómitos, flatulencias, etc. Por tanto, la medicina Egipcia mostró una
considerable atención al problema de la infertilidad y a su diagnóstico, aunque no
proporcionó ningún tratamiento satisfactorio. Siguiendo con el devenir histórico,
pasaremos a la civilización Hebrea. Una de las principales fuentes de
conocimiento, relacionada con la medicina Judía es la Biblia. La noción del pecado
original predominaba y las mujeres tenían pocos derechos y libertades, incluso los
varones podían repudiar a sus mujeres. “Ser fructíferos, multiplicaos, y repoblar la
tierra” es la orden de Dios a Adán y Eva al comienzo del Libro del Génesis
(Génesis 1,28). En este contexto se puede entender que la infertilidad fuera un
castigo divino, al tiempo que la infertilidad masculina no fuera reconocida. Sin
embargo, Dios podría privar de descendientes a una pareja para castigarles de un
pecado. Esto le pasó a Conías, el cual fue maldecido y privado de descendencia
cuando llegó a ser rey de Judea (Jeremías 22,30). En el Libro del Génesis
(Génesis 30,2), cuando Jacob se enfada con su mujer Raquel, él dice: “¿soy yo
acaso Dios?, que te impidió el fruto de tu vientre”. Pero sobre todo el embarazo es
un regalo del Señor, Eva dice “Yo he recibido un hombre del Señor” (Génesis 4,1).
En el Antiguo Testamento varios versos cuentan la historia de la mujer infértil que
concibió gracias a la intervención divina: por ejemplo Sara la mujer de Abraham
(Génesis 20,18) o Rebeca la mujer de Isaac (Génesis 25,21) o en el Nuevo
Testamento, Isabel (Prima de la Virgen María) la mujer de Zacarías (Lucas 1,5-
24). En la Biblia por tanto, la infertilidad a menudo se asocia con distintas ideas,
como el castigo divino en el Antiguo Testamento reflejando la posición de sumisión
de la mujer en la sociedad Hebrea, o el embarazo como regalo de Dios. El
siguiente apartado lo dedicaremos a la civilización Griega. La medicina occidental
encuentra sus primeras bases en Grecia. Las prácticas sagradas y profanas en
medicina coexistían. En aquel momento probablemente ya circulaban textos
médicos, pero cocráticos. Además, el cambio realmente importante vino con la
escuela de Hipócrates, que nació alrededor del año 460 AC en la isla de Cos. Él
quiso romper con la medicina que se estaba practicando en su tiempo, la cual
estaba más cercana a la magia que a un sistema de observación, y de construir un
sistema médico coherente con el racionalismo de los filósofos Griegos. Estos
tratados se basan en un examen y cuestionario clínico que permite la realización
de un diagnóstico seguido de un tratamiento apropiado. En varios tratados se
comentan patologías ginecológicas y obstétricas: “The Book of Women´s
Diseases”, “The Book on the Nature of Women” o “The Excision of the Fetus”.
Hipócrates estaba muy familiarizado con el problema de la infertilidad y tenía
varias recetas inspiradas en los Egipcios para diagnosticarla. Para Hipócrates la
infertilidad podría deberse a distintas causas: (i) mala posición del cérvix, (ii)
debilitación de la cavidad interna debida a un origen congénito o adquirida
subsecuentemente a una cicatrización tras úlceras, (iii) obstrucción del orificio
uterino debido a una amenorrea, (iv) flujo menstrual excesivo (haría al útero
incapaz de fijar la semilla), (v) prolapso uterino. Los tratamientos eran numerosos:
“Cuando el cérvix está demasiado cerrado el orificio interno debe ser abierto
mediante una mezcla especial compuesta por nitro rojo, comino, resina y miel”.
Los Griegos también usaban una técnica que consistía en dilatar el cérvix e
insertar una sonda de plomo a través de la cual vertían al útero sustancias
emolientes. Esta técnica probablemente sí causaría infertilidad, debido a una más
que probable salpingitis secundaria Seguidamente pasaremos a comentar la
civilización Romana y la era Bizantina. El papel de los dioses era tan importante
como en la época Griega, de hecho las patricias jóvenes que querían quedarse
embarazadas iban al Templo de Juno. Aquí los sacerdotes del dios Pan o
Luperques las recibían y, desnudas y postradas, las flagelaban con un látigo de
piel de macho cabrío, conocido por su potencia sexual. Uno de los grandes
ginecólogos y obstetras de la antigüedad fue sin duda Sorano de Efeso (98-177).
De origen Griego, se formó en la Escuela de Alejandría y practicó la medicina en
Roma en tiempos de Trajano y Adriano. Sorano fue el primero en proporcionar una
formación real y estructurada a las comadronas. Esta enseñanza cubría anatomía,
fisiología y patologías obstétricas y ginecológicas. Sorano tuvo el considerable
mérito de distanciar su trabajo de métodos religiosos y mágicos, los cuales
estaban profundamente enraizados en la práctica médica de aquellos tiempos.
Otro de los grandes médicos tras Hipócrates fue Galeno (129-199), cuyos estudios
anatómicos en animales y observaciones sobre las funciones del cuerpo humano
dominaron la teoría y práctica médica durante 1400 años. Pasando página en el
tiempo realizamos un salto histórico hasta el nacimiento de la escuela árabe (700-
1200), una vez comenzado el declive de la era Bizantina. El médico más afamado
y prestigioso de esta escuela fue Avicena (980-1037), el cual escribió alrededor de
30 tratados médicos, de hecho sus conocidos “Canones” fueron los que
dominaron toda la práctica médica medieval. Para Avicena la infertilidad podía
tener un origen masculino o femenino, relacionado con una anormalidad de los
“espermas” producidos por el hombre o la mujer. También podía deberse a una
anormalidad del tracto genital o problemas psicológicos (melancolía). Avicena se
inspiró en los Egipcios para formular varios de sus tratamientos, y en general uno
de los grandes méritos de la medicina árabe fue preservar para el futuro los textos
médicos griegos que no habían desaparecido hasta entonces. En la época
medieval la procreación se consideraba necesaria, de hecho Santo Tomás de
Aquino (c.1225-1274), el mayor teólogo cristiano del siglo trece que influyó sobre
el pensamiento medieval, dijo que “la naturaleza busca la generación de
descendientes para preservar el bien de las especies”. Los médicos en la Edad
Media utilizaron distintas recetas para diagnosticar el origen de la infertilidad. Una
de éstas, inspirada en los Egipcios y adoptada por el médico valenciano Arnau de
Villanova (c.1240-1311) consistía en insertar un diente de ajo en la vagina, si el
olor se transmitía a la boca de la mujer entonces era fértil. Una vez había
establecido el diagnóstico, la causa de la infertilidad debía buscarse por: obesidad,
“la grasa asfixia la semilla del hombre” decía Arnau de Villanova. El excesivo calor
o humedad también podía ser una causa puesto que “la gran humedad que está
en la madre puede asfixiar el esperma que recibe... cuando está muy caliente la
madre recibe la semilla y la quema con lo que no puede concebir”. También una
desproporción de los órganos genitales podía ser una causa de infertilidad, debido
a un orificio del útero demasiado estrecho, abierto o grande. La medicina medieval
se basada en la Griega, tanto en sus conceptos fisiológicos como en los métodos
de diagnóstico y tratamiento. Esto desembocó en un estancamiento parcial del
conocimiento, así como del estatus social de la mujer. Los tratamientos sobre la
infertilidad estaban más cercanos a los ritos o las costumbres, y no fue hasta el
Renacimiento cuando los avances en anatomía y ciencias médicas proporcionaron
ideas y tratamientos para un progreso real. El renacimiento marca un periodo
innegable de progreso científico. Uno de los centros de este progreso fue Italia.
Allí trabajaron brillantes anatomistas como Vesalio (1514-1564) o Leonardo da
Vinci (1452-1519), los cuales, gracias a la observación y a las disecciones,
proporcionaron unos nuevos cimientos a esta ciencia. Vesalio publicó en 1543 su
conocido “Humani Corporis Fabrica”, el cual incluye secciones anatómicas de los
órganos genitales femeninos. Nueve años después, uno de sus discípulos llamado
Bartolomeo Eustachio dibujó el útero y sus vasos y recomendaba a los maridos
que tras el acto sexual metieran el dedo en la vagina para favorecer la concepción.
Este fue el ancestro de la idea de inseminación artificial. Hacia 1600, emergieron
otros médicos que hicieron importantes descubrimientos. Ambroise Paré (1517-
1590) fue un famoso cirujano real que sirvió a cuatro reyes de Francia, defendía la
dilatación del cérvix para el tratamiento de la infertilidad y fue el primero en
seccionar un septo vaginal en una mujer infértil. El anatomista y botánico italiano
Gabriel Falopio (1523-1562) profesor de la escuela de medicina de Padua,
describió las trompas junto con el clítoris, la vagina y la placenta. En 1651 el
conocido médico y anatomista inglés William Harvey (1578- 1657) presentó una
nueva teoría acerca del desarrollo embrionario humano. Hasta ese momento se
pensaba que el futuro bebé preexistía como un ser humano preformado diminuto,
llamado homúnculo, dentro del gameto del varón. Esta teoría se conocería con el
nombre de preformacionismo. Harvey postuló, siguiendo a Aristóteles, que las
estructuras especializadas que un individuo desarrolla paso a paso (crecimiento y
diferenciación) provienen de estructuras no especializadas a partir del ovocito.
Esta teoría se conocería como epigénesis y Harvey resumió su investigación con
una famosa frase “ex ovo omnia” (todo proviene del huevo). En el siglo XVII se
publicaron más trabajos acerca de la infertilidad: en 1609 Jean Hucher (1570-
1630) “De Sterilitate Utriusque Sexus”, y Louise Bourgeois (1564-1644)
“Observations diverses sur la stérilité”. Otro médico francés contemporáneo
Francois Blondel (1603-1703) mantenía que las mujeres delgadas eran más
fértiles que las mujeres obesas. En 1672 Reignier De Graaf (1641-1673) escribió
“De Mullerium Organis”, en el cual rechaza las teorías aristotélicas sobre la
fecundación y describe el ovario y el ciclo folicular (11). En el siglo XVIII el
razonamiento médico sufrió una completa transformación y a partir de ese
momento comenzó la verdadera metodología científica. El científico holandés
Anthony Van Leeuwenhoek (1632-1723) en 1677, y su asistente, Hamm, fueron
las primeras personas que visualizaron espermatozoides, a los cuales llamaron
“animálculos”. Leeuwenhoek no tenía una educación formal avanzada, no había
estudiado latín, la lengua científica oficial de la época. Fue capaz de construir unas
lentes tan precisas (aún existen todavía con 270 aumentos) que permitieron ver
espermatozoides. El artículo fue publicado por la Royal Society, y él pensaba que
los espermatozoides contenían embriones prácticamente formados. El anatomista
alemán Martin Naboth (1675-1721) en 1707 publicó su tratado de infertilidad, “De
Sterilitate”, en el cual mantiene que la esclerosis ovárica y los bloqueos tubáricos
podrían ser causa de infertilidad (13). En 1752, el padre de la obstetricia inglesa
William Smellie (1697-1763) fue el primero en llevar a cabo experimentos y
describir el proceso de fecundación, aunque las bases no fueran siempre
correctas; sugirió la leucorrea como posible causa de infertilidad. A pesar de los
avances obtenidos, la infertilidad se atribuía a la mujer. Era extraño que se
implicara al varón, aunque hay alguna excepción. En 1769 en un trabajo titulado
“The Seats and Causes of Diseases”, el anatomista italiano Giovanni Battista
Morgani (1682-1771) sumó otras posibles etiologías a la infertilidad y esterilidad
como: ausencia o agenesia folicular, anormalidades de la vagina o de los órganos
genitales externos, aplasia uterina y derivaciones del útero. La primera
inseminación con éxito en mamíferos fue llevada a cabo por el médico y sacerdote
italiano Lázaro Spallanzani (1729- 1799) en 1784 en perros, la hembra tuvo tres
cachorros 62 días después. Hacia 1785 el cirujano escocés John Hunter (1728-
1793) realizó los primeros intentos de inseminación artificial humana, resultando
en el nacimiento de un niño sano ese mismo año. El caso consistía en un
comerciante adinerado de tejidos que presentaba hipospadia, al cual Hunter le
propuso recoger su semen en una jeringa caliente e inyectarlo en la vagina de su
mujer. Los siglos diecinueve y veinte estuvieron marcados por un inmenso
progreso en medicina, junto con el descubrimiento de sustancias con efectos
terapéuticos. En el siglo XIX se dieron varios pasos decisivos en el campo de la
infertilidad y la esterilidad. Uno de los padres de la ginecología Americana, Marion
Sims (1813-1883), publicó en 1866 su principal tratado llamado: “Clinical Notes on
Uterine Surgery with Special Reference to the Management of the Sterile
Condition”. En este trabajo Sims explica que la infertilidad y la dismenorrea tienen
un origen común, la estenosis cervical. Así pues, recomienda que la esterilidad se
debía tratar dilatando el cérvix, bien usando dilatadores o quirúrgicamente,
realizando una incisión en el mismo. También pensaba que la mala posición
uterina contribuía a la infertilidad, pero prefería métodos clásicos (pesarios) para
tratarla, dejando la cirugía para los casos más extremos. La endocrinología era
todavía desconocida en estos momentos y él pensaba que el periodo de tiempo
más adecuado para la fertilidad era durante los 10 días tras la menstruación.
Durante este periodo también llevó a cabo inseminaciones artificiales con éxito. En
1868 publicó “The Microscope as an Aid in the Diagnosis and Treatment of
Sterility”, en el que defiende el papel fundamental que juega el examen bajo el
microscopio de la calidad espermática para entender la infertilidad. En el año 1884
en Filadelfia (USA) se produjo el primer caso confirmado de inseminación artificial
de donante (IAD), llevada a cabo por William Pancoast en el Jefferson Medical
College. Un adinerado comerciante le expuso al notable doctor su imposibilidad
para procrear y éste vio una oportunidad única para probar un nuevo
procedimiento. Tiempo después, la esposa del paciente fue anestesiada y ante
una audiencia de estudiantes de medicina, la señora fue inseminada usando el
semen del miembro más guapo de la clase. Nueve meses más tarde nació un
niño. En 1891 Walter Heape fue el primer científico en recuperar un embrión
preimplantatorio mediante el lavado del oviducto de una coneja, el cual fue
transferido posteriormente a una receptora en la cual continuó su desarrollo
normal. Su trabajo alentó a la comunidad científica a desarrollar el cultivo de
embriones en el laboratorio. Durante la primera y segunda década del siglo XX
empezó a desarrollarse la endocrinología reproductiva y ya se utilizaron
gonadotrofinas para realizar estimulaciones e inducciones ováricas. En 1929 es el
primer año en el cual se realizan recuentos espermáticos. A partir de esta época
ya empiezan a desencadenarse una sucesión frenética de avances en medicina
reproductiva que será imparable y prolífica. En Estados Unidos, en los años 30,
otros investigadores desarrollaban distintos métodos de diagnóstico de la
infertilidad, como Rubin, que usó su test de insuflación tubárica para diagnosticar
obstrucciones tubáricas. En 1944 se crea la Asociación Americana de Medicina
Reproductiva (ASRM) y el equipo de John Rock en Harvard comunica uno de los
avances más importantes en medicina reproductiva, la fecundación in vitro (FIV)
de ovocitos humanos. Los embriones resultantes no fueron nunca transferidos al
útero materno, pero fue el primer experimento de fecundación in vitro en Estados
Unidos. En 1951 tiene lugar la primera transferencia satisfactoria de embriones
bovinos y se descubre la capacitación espermática, así como se publican
novedosos trabajos sobre FIV y desarrollo embrionario en conejos. Dos años
después se publican los primeros cuatro embarazos conseguidos tras el uso de
espermatozoides criopreservados en hielo seco (a -80ºC) usando glicerol como
agente crioprotector (32). En 1958 se administran los primeros extractos de
gonadotrofinas pituitarias humanas conteniendo hormona folículo-estimulante
(FSH) y hormona luteinizante (LH), consiguiendo inducciones ováricas
satisfactorias. Además, también se introduce el citrato de clomifeno como
medicación oral para la estimulación ovárica controlada. Posteriormente, en 1966,
se obtienen los primeros ovocitos humanos mediante la técnica laparoscópica y se
publican varios métodos para monitorizar la inducción de la ovulación. También se
describen los primeros procedimientos de micromanipulación sobre gametos
animales para facilitar la fecundación en hamster. El 25 de Julio de 1978 se
consigue un hito histórico: nace la primera niña en el mundo tras fecundación in
vitro y reimplantación embrionaria. En 1983 se consiguen los primeros embarazos
procedentes de ovocitos donados. En esta primera serie de casos el semen del
varón se introdujo en el cérvix de la donante de ovocitos, una vez producida la
fecundación in vivo, los cigotos fueron retirados (mediante lavado uterino) y
transferidos a la mujer receptora. Seguidamente se consiguió el primer embarazo
de ovocitos donados mediante FIV y transferencia embrionaria (TE). En Australia
también se comunica el primer embarazo proveniente de embriones congelados-
descongelados. En 1984 el equipo de Ricardo Asch de la Universidad de Texas
introduce una nueva técnica terapéutica relacionada con los gametos, en la cual
se procede a la transferencia de uno o más ovocitos mezclados con
espermatozoides lavados y capacitados directamente en la trompa de Falopio
mediante laparoscopia. A esta técnica se le conoce con el acrónimo de GIFT
(gamete intrafallopian transfer). Un par de años más tarde se publica el primer
embarazo con una técnica similar, pero en la cual ya se transferían ovocitos
fecundados (cigotos) en las trompas, denominada zygote intrafallopian transfer
(ZIGT) (44). En 1987 se publica un nuevo método que aúna la ecografía
transvaginal y una guía de biopsia para la recogida ovocitaria, relegando por tanto
la laparoscopia al olvido para este procedimiento. En 1986 se publica el primer
nacimiento obtenido tras la congelación-descongelación de ovocitos humanos y
posterior FIV-TE. En 1988 se comunica el primer embarazo utilizando una nueva
técnica denominada subzonal sperm insertion (SUZI), la cual consiste en inyectar
uno o varios espermatozoides directamente a través de la zona pelúcida (ZP) y
depositarlos en el espacio perivitelino. Al año siguiente se describe otra nueva
técnica para facilitar la penetración de los espermatozoides en los ovocitos. Se le
da el nombre de partial zonal dissection (PZD) y consiste en realizar un pequeño
agujero en la ZP para facilitar la entrada espermática. En 1992 tiene lugar una
verdadera revolución en el campo de la medicina reproductiva con la introducción
de la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI). Esta técnica
consiste en la inyección intraovocitaria directa de un único espermatozoide viable
y posibilita el embarazo a varones que presentan deficiencias espermáticas.
Actualmente es la técnica de elección para tratar el factor masculino severo. A
partir de 1990 se aunaron dos ramas científicas, por un lado las técnicas de
reproducción asistida y por otro la biología molecular, para dar lugar a una
excitante y pionera área biomédica, el diagnóstico genético preimplantacional
(DGP). En este año se publica el primer embarazo en humanos tras biopsia
embrionaria preimplantatoria para determinar el sexo de embriones con riesgo de
padecer enfermedades ligadas al sexo. El mismo grupo dos años más tarde
comunicó el nacimiento de un niño sano tras el DGP para la detección de la
fibrosis quística. Actualmente, el consorcio de DGP de la Asociación Europea de
Medicina Reproductiva (ESRHE) distingue los DGP en dos categorías: PGD de
alto riesgo que se realiza en pacientes con alto riesgo de transmitir alteraciones
cromosómicas (translocaciones, inversiones, etc.) o genéticas (fibrosis quística,
atrofia muscular espinal, anemia de Fanconi, síndrome de Marfan, etc.) a su
descendencia; y por otro el DGP de bajo riesgo (o también denominado SGP,
screening genético preimplantacional) que se lleva a cabo en pacientes infértiles
que realizan una FIV con el fin de aumentar la tasa de éxito (por edad materna
avanzada, parejas con fallos repetidos de implantación o pacientes con abortos de
repetición). Aquí entrarían otras modalidades de DGP como la selección de
embriones con compatibilidad para el HLA (Complejo Mayor de
Histocompatibilidad), o el DGP para enfermedades de aparición tardía
(predisposión al cáncer, poliposis adenomatosa, Alzheimer, etc.). La FIV cuenta
con un amplio rango de aplicaciones en ciencias básicas y aplicadas. La
tecnología utilizada en las técnicas de reproducción asistida es la misma que se
emplea en la transferencia citoplasmática en humanos, la transferencia nuclear
(clonación) en animales, o para conseguir embriones en fase de blastocisto y
obtener de su masa celular interna células madre embrionarias (CME), y
establecer líneas celulares. Aunando las dos últimas tecnologías llegaríamos a la
renombrada clonación terapéutica, en la cual embriones clonados serían la fuente
de las CME para la regeneración de distintos tipos celulares y/o tisulares del
mismo individuo. La infertilidad siempre ha sido un tema de atención en la práctica
médica y también en el plano social, filosófico y ético. Este interés refleja la
incertidumbre y las preguntas ansiosas del ser humano acerca de sus orígenes y
su futuro. La fertilidad ha sido una de las razones para la existencia de las parejas,
y la procreación es el símbolo de la continuidad del linaje, con la infertilidad a
menudo, como sinónimo de separación y ruptura. Sin embargo, la actitud de la
sociedad respecto a la procreación varía, y se relaciona en sociedades avanzadas
con el grado de libertad y responsabilidad del individuo. Las técnicas de
reproducción asistida están permitiendo cambios, a menudo radicales, en el
esquema social y la aparición de nuevos modelos familiares (familias
monoparentales, hijos en parejas homosexuales, hijos en edades avanzadas,
nacimiento de niños con finalidad terapéutica sobre sus hermanos, etc), suponen
un impacto social de cuyas consecuencias seremos espectadores en estos
próximos años.

Louise, la primera satisfacción

En 1978, Patrick Steptoe, ginecólogo inglés


y Robert G. Edwards, luego de incansables
estudios y numerosos fracasos dieron a conocer el
nacimiento de la primera niña nacida a través de la
medicina reproductiva. Fue Louise Brown, ha sido
madre de modo natural. Brown fue mundialmente
reconocida como la primera bebé de probeta de la
historia de la humanidad. Para llegar a este
momento, Steptoe y Edwards hicieron muchos
intentos y contaban con algunos fracasos
“esperanzadores” como la obtención de dos
embarazos extrauterinos. Louise Brown nació el
25 de julio de 1978, pesó 2700 gramos y las
crónicas de la época la describían como “una niña
saludable y regordeta”. Su nacimiento fue el
puntapié inicial para innumerables mejoras en las técnicas utilizadas
originariamente, lo que mejoró las tasas de éxito de cada intento. Una década más
tarde, Lanzendorf publicó un novedoso sistema ICSI (Intra Cytoplasmatic Semen
Inyection) mediante el cual nacieron nuevas esperanzas para muchos hombres
cuyo daño espermático era tal que, antes de este descubrimiento sólo hubieran
tenido el recurso de acudir a la donación de esperma para que su esposa logre
una concepción.
Hasta entonces, todos los métodos que ayudaban a conseguir un embarazo
estaban dedicados al tratamiento sobre la mujer. Y fue en 1988 cuando se
comenzó a ensayar con el sistema SUZI (subzonal sperm injection), que fue casi
inmediatamente dejado de lado por el ICSI de Lanzendorf.
Las diferentes técnicas que se fueron sucediendo en el tiempo trajeron consigo
ilusiones y fracasos, y sólo lograron instalarse en la práctica médica las que
permitían los mejores resultados. Así, la Fertilización In Vitro de Edwards y
Steptoe es, básicamente, una de las más utilizadas en la actualidad. Claro que
desde entonces hubo enormes y sorprendentes avances, sobre todo en lo que
respecta al laboratorio de reproducción y los medios de cultivo embrionario, que
lograron, sobre una base bastante simple, aumentar sensiblemente las
posibilidades de cada tratamiento.
Reproducción artificial asistida: Animales
Tal vez el adelanto más importante que ha tenido· la ganadería mundial en los
últimos cincuenta años. ha sido la inseminación artificial. Gracias a ella hemos
mejorado nuestro pie de cría en una forma asombrosamente rápida, pues nos ha
permitido eliminar animales indeseables como reproductores, y acelerar procesos
genéticos que hubiesen gastado muchos años en realizarse.
RECUENTO HISTORICO
Cuenta la historia que por allá en el año 1532 un jefe árabe entró a hurtadillas a
las caballerizas de un jefe enemigo, recolectando semen de la vagina de una
yegua que había sido servida por un hermoso reproductor. Luego lo implantó en la
vagina de una yegua logrando preñarla. Fue en 1780 que un monje italiano
resolvió inseminar una perra con semen obtenido de un perro por emisión
espontánea. La perra quedó preñada dando cría a los 66 días animales vivos y
normales tan parecidos a la madre como al padre que los habían procreado. En
esta forma se demostró que era posible preñar a las hembras domésticas con la
ayuda de la inseminación artificial, y que con tal proceso se obtenían crías
saludables y tan normales como en la monta natural. Solo hasta fines del siglo
pasado se empezó a investigar en inseminación artificial. Hasta 1902 se le
reconoció el verdadero valor zootécnico cuando el dinamarqués Sand, dijo: "el
factor más importante de la inseminación es el uso económico del semen de
padrillos valiosos". El primer país que se encaminó por este nuevo concepto fue
Rusia, quien encargo al sabio Elías Ivanoff, que llevaba varios años haciendo
investigaciones al respecto. Las teorías del ruso Ivanoff y del alemán Hoffman, se
tomaron a modo de metodología clásica por muchos años. Después de la primera
guerra mundial Rusia creo un centro experimental central del que encargó a
Ivanoff, para encontrar métodos rápidos de restablecimiento de la ganadería rusa.
De acá en adelante el método se fue abriendo paso rápidamente no, solo en Rusia
sino en Europa, América y Asia. Es de importancia recordar a Gallici, quien creó la
primera vagina artificial para ser usada en bovinos En Colombia la inseminación
se inició por el año 1937, cuando los doctores José Velásquez y Milciades
Martínez, inseminaron perras, obteniendo buenos resultados. A pesar del
incremento que ha tenido en el mundo, en Colombia no ha calado muy bien,
aunque en los últimos años se ha aumentado su volumen especialmente en
ganaderías de leche. Las razones primordiales para este atraso han sido, el poco
conocimiento que sobre el tema tienen los ganaderos, las dificultades de
transporte que afronta el país y la falta de verdaderos técnicos que le den un
enfoque más práctico y efectivo. Los países en donde se ha difundido más
ampliamente han sido: Dinamarca, en donde se insemina el 100% de las hembras
bovinas; Nueva Zelandia, con un 98%; Alemania Oriental, 80% y Japón 75%.
El avance más importante ocurrió hacia los años 50, al ser descubierto el método
de congelamiento de semen, lo cual permitió crear bancos de semen donde s con
reserva semen de los más grandes reproductores El último adelanto lo constituye
el trasplante ovular que una vez perfeccionado, permitirá obtener fácilmente
óvulos fecundos de los mejores animales del mundo.

VENTAJAS
1. Se logra una rápida selección al utilizar toros probados de alta producción
2. Se controlan eficazmente las enfermedades genitales
3. Se pueden obtener los mejores reproductores del mundo a precios muy
razonables
4, Se evita el mantener un toro que por lo general está subempleado
5. Se pueden efectuar rápidos programas de cruzamiento sin mayores
inconvenientes.
6. Se diagnostica más fácilmente a los animales infértiles
7. Se necesitan menos construcciones y menos personal al no tener que mantener
toros, eliminándose de paso el obvio peligro que estos representan
8. Se pueden utilizar toros viejos o imposibilitados para saltar, que sin este método
deberían ser eliminados
9. Se puede almacenar semen por varios años.
DESVENTAJAS
1. requiere de mayor atención en un manejo del ganado, especialmente en el
control de calores y en la llevada de registros precisos, pero esto se convierte a la
larga en una buena ventaja organizativa del ganadero.
2.Desventajas fisiológicas. La expresión del celo, su duración y momento del día
en que la vaca lo manifiesta, condiciona la tasa de detección del estro, incidiendo
negativamente sobre el índice de concepción, pudiendo este ser menor que el
obtenido con servicio natural.
3. Limitaciones de personal El uso de la IA requiere de técnicos y/o personal
especializado, que interprete adecuadamente el comportamiento de la vaca en
celo, maneje herramientas de ayuda para la detección, esté capacitado como
inseminador y sea capaz de llevar registros adecuados.

4.Limitaciones económicas. Es necesaria una inversión inicial en termo para la


conservación del semen, dosis de semen e instalaciones mínimas.
5. Desventajas de manejo. Puede potenciar la aparición de taras por el uso de
reproductores defectuosos o de baja puntuación. Además, puede contribuir
indeseadamente a la diseminación de enfermedades (no registrado a la fecha,
pero posible) si el toro donante está infectado.

INSTALACIONES
Aunque el proceso de la inseminación artificial en ganado de leche no exige
mayores instalaciones, en carne por el volumen de animales y su nerviosismo por
falta de manejo es aconsejable seguir algunas prácticas especiales. Se ha
demostrado que en ganado cebú la mejor forma de manejo es en corrales
circulares en los cuales se manejen los animales con puertas, evitando en lo
posible que vean a los vaqueros. Al final del embudo se acostumbra a colocar un
cajón para inseminar, este es muy sencillo de construir. Basta con cubrir los lados
con madera de triplex y en la parte final dejarle una pequeña ventana que se
descubre cuando el animal entra al embudo. En esta forma por instinto el animal
correrá hacia la luz buscando la salida evitándonos el tener que estar
empujándolo. Esta forma de manejo conjugada con la oscuridad del cajón de
inseminar evitará que el animal se asuste, no subiendo así el nivel de adrenalina
en la sangre. Todas las instalaciones deben estar cubiertas y protegidas de los
golpes de aire para evitarle daños al semen. Se encuentra en estudio y hemos
avanzado bastante al respecto, la aplicación de tranquilizantes en la época de
servicio. Hasta el momento la forma más práctica parecer ser la sal, pero nos ha
frenado el hecho que todos los tranquilizantes son derivados de la fenotiazina y
podrían presentar efectos adversos al sistema digestivo. Lo ideal sería otro tipo de
tranquilizantes

TRANSPORTE DEL SEMEN CONGELADO


Una vez congelado el semen se procede a su reparto a los sitios donde va a ser
aplicado. Para ello dejemos valernos de elementos especiales sin los cuales la
labor sería imposible. El principal de ellos es el termo de nitrógeno líquido, que
conserva la temperatura a 196o C bajo cero. Los termos más prácticos para
realizar labores de campo son el XR 16 y el LR 29, ambos de fabricación
americana, con capacidad de 30 litros de nitrógeno líquido y una duración teórica
de 180 días.
PRECAUCIONES EN EL MANEJO DEL SEMEN CONGELADO
Una vez el semen se encuentra congelado es importante no exponerlo por más de
10 segundos al medio ambiente, con· el ánimo de evitar un descongelamiento
brusco que causaría la ruptura del bloque de hielo dentro de la ampolleta
dislocando y amputando colas de espermatozoides lo cual bajará el poder
fecundan te, pues no tendrán movimiento. Esto sucede a menos de 100o C bajo
cero. También al exponerlos demasiado tiempo, sufrirían golpes de luz, que
podrían matar el espermatozoide. Al trabajar en la boca del termo es necesario
mantener la canastilla lo más baja posible y no dejarlo más de 10 segundos,
transcurrido este tiempo, debe bajarse inmediatamente. En la misma forma
cuando se traslade semen de un termo a otro debe hacerse toda la operación en
menos de 10 segundos.

PRECAUCIONES EN EL MANEJO DEL TERMO DE INSEMINACION


El termo de inseminación es un elemento costoso y delicado, debemos mantenerlo
siempre en un lugar fresco y seco, alejado de las corrientes de aire, pues esto
ocasionaría un desgaste prematuro del nitrógeno. Cuando lo transportemos en
vehículos, cosa que debe evitarse al máximo, es importante que vaya bien fijo
para evitar que en una arrancada o frenada fuerte se voltee, cayendo el nitrógeno
líquido sobre los ocupantes del mismo, ocasionando gravísimas quemaduras, o
dañando el termo por el golpe. Es necesario mantenerlo siempre con candado,
pues debido que al ser destapado produce una especie de humo, llama la
atención, especialmente de niños, con gravísimo peligro para las personas, el
termo y el material seminal contenido en él. Constantemente debemos medir el
nivel de nitrógeno ayudados de una delgada varilla plástica negra, la cual al ser
introducida perpendicularmente por la boca del termo hasta el fondo, al sacarla-
nos marcaria exactamente el nivel existente. Es importante que el nivel del termo
jamás baje a 5 PULGADAS, pues esto ocasionaría la pérdida total del material
seminal depositado, pues perdería nivel de enfriamiento. Al trasvasar nitrógeno
líquido, de un termo otro, es necesario que el termo que se voltea este vacío de
canastillas, pues estas imposibilitarían el trabajo. Los operarios deben equiparse
con delantales de caucho largos y botas de caucho que deben ir por debajo del
pantalón, guantes industriales y careta. El traspaso debe hacerse con sumo
cuidado porque repetirnos • EL NITROGENO LIQUIDO PRODUCE
QUEMADURAS MAS GRAVES QUE EL AGUA HIRVIENDO". En caso de que se
riegue nitrógeno líquido sobre la piel debe bañarse abundantemente con agua fría
y consultar al médico de inmediato.
Reproducción artificial asistida: Humanos

La inseminación artificial es un procedimiento de reproducción asistida utilizado


por la Medicina Reproductiva cuando existe un problema de fertilidad y que
consiste en la colocación de una muestra de semen, previamente preparada en el
laboratorio, en el interior del útero de la mujer con el fin de incrementar el potencial
de los espermatozoides y las posibilidades de fecundación del óvulo. De esta
manera, se acorta la distancia que separa al espermatozoide del óvulo y
facilitamos el encuentro entre ambos, aumentando las posibilidades de conseguir
el tan deseado embarazo. A diferencia de la Fecundación in vitro, no es necesario
la extracción previa de los óvulos de la mujer. Tras el diagnóstico inicial, se
programa la estimulación ovárica y se realiza el control endometrial para
determinar el momento idóneo para realizar la Inseminación Artificial

Tipos
Dependiendo de dónde se produce la inseminación de los espermatozoides en el
útero de la mujer, se puede hablar de diferentes tipos de inseminación:
Inseminación intravaginal: el semen se deposita en la vagina.
Inseminación intracervical: el semen se deposita en el cuello del útero.
Inseminación intrauterina: el semen se deposita en la cavidad uterina.
Inseminación intratubárica: el semen se deposita en una trompa de Falopio
De todas estas, la que suele dar mejores resultados es la inseminación artificial
intrauterina. El resto, solo suele utilizarse en el caso de que esta no funcione.
Inseminación intravaginal
La inseminación artificial intravaginal es uno de los métodos, más sencillos en
cuanto a su realización y costo. Lo que hace de este método una ventaja para las
parejas que buscan concebir un bebe, a través del proceso de inseminación.
La inseminación artificial intravaginal, de manera simple podemos decir que se
realiza de la siguiente forma: El semen eyaculado, es colocado en el fondo de la
vagina de la mujer, por medio de una jeringa. Como ves, parece un proceso muy
sencillo, pero a pesar de esto requiere de cuidado y buena información.
Este tipo de inseminación suele ser recomendados por los doctores, para aquellas
parejas a las cuales se les dificulta el momento del coito debido a problemas de
parálisis, problemas eyaculatorios u otra disfunción de carácter sexual.
Anteriormente mencionamos el bajo costo de esta forma de inseminación, y
podemos decir que lo que hace de este método de inseminación artificial algo
económico, es que la misma pareja puede realizarlo desde la comodidad de su
hogar, por supuesto, habiendo visitado con anterioridad a su médico, el cual debió
haber impartido los cuidados necesarios al momento de realizarse este acto. En
todo caso, si es de tu preferencia un médico especializado puede realizarlo en la
respectiva clínica de fertilidad.
Inseminación artificial
Este método es de gran beneficio para aquellas parejas que buscan un método,
sin complicaciones.
No olvide que este proceso en caso de ser realizado en casa, debe tomarlo con
mucho cuidado y limpieza, siguiendo los siguientes pasos respectivamente:
 Contar con una jeringa, la cual debe encontrarse totalmente esterilizada
para su uso.
 Dicha jeringa será la encargada de
cargar y transportar el semen, de su
pareja o tercero dentro de su vagina.
 Cuando la jeringa se encuentre
preparada, esta deberá ser colocada
en su vagina.
 Finalmente, ejercerá una pequeña
presión, en su jeringa, para que el
semen comience a salir poco a poco,
luego aumente la fuerza de presión a
la jeringa, para que el semen logre
llegar lo más cerca posible de su
cuello uterino.
Inseminación intracervical
La inseminación artificial intracervical, es mayormente utilizada, por aquellas
personas que desean recibir la ayuda de un donante, o que han optado por un
embarazo de alquiler. Esto no quiere decir que solo estas personas puedan llevar
a cabo este proceso, ya que también parejas que sufren problemas de fertilidad,
especialmente donde el conyugue no puede eyacular mientras surgen las
relaciones sexuales, también suelen someterse a esta forma de inseminación.
¿Que es la Inseminación Artificial Intracervical?
La inseminación artificial intracervical, es un proceso indoloro, y el cual se lleva a
cabo de una manera muy rápida, pues este únicamente consiste en la colocación
de espermatozoides directamente en el cuello del útero. Estos espermatozoides
como ya mencionamos pueden provenir de un donante o bien de la pareja de la
paciente.
En este procedimiento, solo se colocan los espermatozoides en el cuello uterino,
esperando que estos fluyan fácilmente a través del útero y las trompas de Falopio,
esperando que esto exitosamente fecunda al ovulo, y por ende se logre concebir
un bebe.
Este tipo de inseminación artificial es realizado por un especialista en el tema de
infertilidad, antes de realizar este procedimiento asegúrese de optar por la persona
y lugar indicado.
Una de las ventajas de la inseminación artificial intracervical, es que esta es muy
económica, a diferencia de otros
métodos de inseminación. En cuanto al
porcentaje de éxito, de obtener un
embarazo este se encuentra entre el
10% y 30% podría depender, del tipo de
semen que se esté utilizando.
Las parejas suelen tomar en cuenta al
momento de optar por una forma
específica de inseminación artificial, el
costo que tendrá este, las tasas de éxito
de un embarazo rápido, y por supuesto
que el proceso no sea doloroso para
ninguna de las dos partes de la pareja.
¿Qué es la inseminación artificial intrauterina?
La inseminación artificial (IA) o inseminación intrauterina (IUI) se define como una
técnica de reproducción asistida sencilla y de bajo coste. Consiste en depositar la
muestra de semen en el interior del útero de la mujer. El esperma empleado puede
ser de la pareja o de un donante. Aunque su efectividad no es elevada, es la
solución reproductiva de muchas parejas con infertilidad.
Indicaciones y requisitos
Por su sencillez, la IA no es una técnica indicada ante numerosos problemas
reproductivos. Sólo se emplea ante alteraciones de la fertilidad en las que el
principal problema es que los espermatozoides no son capaces de llegar hasta el
óvulo para fecundarlo.
Algunos ejemplos comunes son:
 Esterilidad masculina leve: alteraciones de la calidad seminal de baja
gravedad
 Incapacidad de depositar el semen en la vagina: impotencia, eyaculación
retrógrada, disfunción vaginal, etc.
 Esterilidad de origen desconocido.
 Esterilidad femenina leve: endometriosis de bajo grado, alteraciones del
cérvix, problemas o malformación uterina, etc.
 En caso de ausencia de pareja masculina, infertilidad grave del varón o
alteración genética susceptible de ser heredada por la descendencia, se
podrá realizar la inseminación artificial de donante.
En caso de ausencia de pareja masculina, infertilidad grave del varón o alteración
genética susceptible de ser heredada por la descendencia, se podrá realizar la
inseminación artificial de donante. En cualquier caso, tanto para la IAC como para
la IAD, solo se podrá aplicar la IA si la mujer cumple los siguientes requisitos:
 Tener menos de 35 años.
 Tener capacidad de ovulación.
 Tener permeabilidad tubárica, es decir, que las trompas de Falopio sean
funcionales (las trompas de Falopio es el lugar donde se produce la unión
natural de óvulo y espermatozoide).
 Tener un buen estado de reserva ovárica.
 En el caso del hombre es necesario que ni padezca ninguna enfermedad de
contagio (VIH, sífilis, hepatitis…) y que su muestra espermática tenga un
REM (recuento de espermatozoides móviles) superior a 3 millones de
espermatozoides móviles. Si este requisito no se cumple, será posible
realizar la IA con semen de donante.
Tipos
Aunque la inseminación artificial es conocida generalmente como inseminación
intrauterina, existen otros tipos de IA dependiendo del lugar donde se deposite el
esperma: intratubárica (trompas de Falopio), intracervical (cuello uterino o cérvix),
intravaginal (vagina) o intrafolicular (folículo ovárico).
Estos tipos solo se aplican en casos puntuales en los que la IUI no puede
realizarse. Por esta razón, cuando nos referimos a IA sin ningún otro calificativo,
hablamos de la intrauterina.
También se distinguen dos tipos de inseminación artificial en función de la
procedencia del semen:
Inseminación artificial heteróloga o de donante (IAD): se emplea una muestra
seminal procedente de un chico joven y sano que ha decidido donar parte de sus
gametos masculinos (espermatozoides) para que otra persona o pareja pueda
someterse a un tratamiento de reproducción asistida. Así, la dotación genética del
hijo nacido de la donación no será la del futuro padre sino la del donante.
Inseminación artificial homóloga o conyugal (IAC o IAH): el esperma
depositado en la paciente procede de su pareja. Por tanto, el hijo compartirá la
carga genética de sus dos padres.

¿Cómo se hace la inseminación intrauterina?


Los pasos por seguir para realizar una inseminación artificial son sencillos. De
hecho, no se requiere ingreso hospitalario ni anestesia. Se realiza generalmente
en la propia consulta ginecológica y tiene una duración de unos 10 minutos.
El procedimiento es el siguiente:
 Estimulación ovárica controlada
La paciente se administra medicación hormonal suave por vía subcutánea para
que el ovario sea capaz de producir de uno a tres óvulos maduros en los folículos
ováricos (estructuras del ovario donde crecen y maduran los óvulos antes de la
ovulación). Así, controlamos el momento exacto de la ovulación (expulsión del
óvulo) y aumentamos las posibilidades con respecto a un ciclo natural. Es
fundamental tener un control riguroso de la estimulación para evitar embarazos
múltiples (gemelos, trillizos…). Por esa razón, las dosis de medicación son suaves
y la paciente se somete a continuos controles ecográficos y analíticos durante el
tiempo que dura la estimulación (de entre 7 a 10 días)
 Inducción de la ovulación
Una vez el especialista considera que estos folículos tienen el tamaño adecuado,
sobre unos 16-18 milímetros, se administra la hormona hCG que se encarga de
desencadenar la ovulación aproximadamente 36 horas después de su aplicación.
Será en ese momento cuando se programe la inseminación para facilitar el
encuentro entre óvulo y espermatozoide.
 Preparación de la muestra seminal
La muestra de semen, recogida por masturbación tras un periodo de abstinencia
sexual de entre 3 y 5 días, es sometida a un proceso de preparación conocido
como capacitación espermática. Consiste en la muestra en los mejores
espermatozoides, eliminando el plasma seminal y aquellos espermatozoides con
malas cualidades (movilidad, vitalidad, etc.). Así, la muestra ya capacitada
contendrá los espermatozoides con las mejores características, es decir, aquellos
con una mayor capacidad fecundante. Si el semen es de donante, ya habrá sido
previamente capacitado y, por tanto, únicamente será necesario descongelarlo,
pues todas las muestras seminales de donante se congelan durante al menos 6
semanas.

Inseminación intrauterina
La inseminación intrauterina no requiere ningún tratamiento especial. La muestra
de semen capacitado (normalmente 0.5 ml) se introducirá en la cánula de
inseminación. A continuación, estando la paciente en posición ginecológica, se
pasa la cánula de inseminación a través del cuello uterino y una vez se alcanza
éste, se descarga el contenido de la cánula con los espermatozoides capacitados.
La mujer permanecerá en la consulta unos 15-30 minutos de reposo. Tras este
tiempo podrá volver a sus actividades rutinarias, siempre evitando grandes
esfuerzos.
Apoyo a la fase lútea
Tras la inseminación, la paciente recibirá medicación hormonal (diferente a la de
estimulación) para preparar el endometrio uterino y favorecer así la implantación.
La medicación empleada es progesterona, que suele administrarse en forma de
óvulos vaginales o pastillas, y no por vía subcutánea (inyecciones) como ocurre
con la medicación para la estimulación. Una vez realizada la inseminación, se
espera unos 15-17 días para hacer un test de embarazo y saber cuál ha sido el
resultado.

Ventajas y desventajas
Entre las principales ventajas de la IA, destacamos las siguientes:

 Sencillez: no duele, no requiere anestesia, el tiempo de duración es breve y


no requiere instrumentos o maquinaria específica.
 Bajo coste: al ser una técnica sencilla, su precio es bajo. La IAC suele tener
un coste de entre 500 y 1000 euros y la IAD de entre 900 y 1700 euros.
 Se asemeja mucho al proceso natural.
 La estimulación ovárica es suave, pues las dosis de medicación son bajas.
 Pocos riesgos asociados.
A pesar de estas ventajas, la baja tasa de éxito y los rigurosos requisitos hacen
que no sea la técnica idónea para muchas mujeres y parejas con deseo
reproductivo. Además, la inseminación artificial no permite el empleo de la
donación de óvulos.
Posibles riesgos
Como hemos comentado, la inseminación artificial es una técnica de baja
complejidad por lo que no suelen derivarse problemas o complicaciones graves.
En cualquier caso, no está completamente exenta de riesgos.
Los principales problemas que pueden derivarse son:
 Síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO): es poco común debido a las
bajas dosis de medicación hormonal empleadas y a los controles rigurosos
del proceso de estimulación. Se trata de una respuesta excesiva del
organismo a la estimulación ovárica que puede dar lugar a distintos
síntomas en la mujer.
 Embarazo ectópico: se produce cuando el embrión implanta en un lugar
distinto al endometrio uterino, siendo lo más común las trompas de Falopio.
Existe un riesgo de un 4% con inseminación artificial, mientras que en un
ciclo natural sería del 0,8%.
 Embarazo múltiple: ya sea embarazo gemelar, de trillizos, etc. En este
sentido es fundamental controlar adecuadamente la estimulación, pues si
se produce la ovulación espontánea de más de un óvulo, el riesgo de
embarazo doble es mayor.
 Aborto: la probabilidad es de aproximadamente el 20%

Resultados y probabilidad de embarazo


La probabilidad de éxito de la inseminación artificial depende de numerosos
factores entre los que destaca la edad de la paciente, la calidad del esperma
empleado, la causa de infertilidad o las cualidades del útero. Además, los
resultados varían entre unas y otras clínicas. A pesar de esto, se establecen una
serie de porcentajes de éxito generales. Así, una mujer con menos de 35 años
tiene entre un 13 y un 25% de posibilidades de lograr el embarazo si emplea
semen de su pareja y entre un 18 y un 29%, si el semen utilizado procede de
donante. Por otra parte, existe la llamada tasa de éxito acumulada. Esto quiere
decir que la probabilidad de embarazo va aumentando al realizar inseminaciones
consecutivas, hasta un máximo de 4. Si el embarazo no llega tras 4
inseminaciones artificiales, será momento de plantearse otros caminos
reproductivos para lograr la gestación tales como la fecundación in vitro. La tasa
acumulativa de embarazo en estos cuatro ciclos de IA homóloga es de 50-60% y
de 60-70% si se realiza con donación de esperma.

Inseminación artificial conyugal


La inseminación artificial conyugal (IAC) o inseminación artificial homóloga (IAH)
es un tipo de inseminación artificial en la que se utiliza el semen de la pareja o
marido. La IAC es una de las técnicas de reproducción asistida más sencilla y
menos invasiva que existe y, por ello, su coste es bajo. Cada ciclo de IAC tiene un
precio aproximado de entre 600-1000€. Su tasa de éxito no es muy elevada,
alrededor del 10% de tasa de parto por ciclo. No obstante, la tasa acumulada de la
IAC puede aumentar hasta el 50% aproximadamente tras haber realizado cuatros
intentos
Requisitos e indicaciones
En general, la inseminación artificial conyugal se recomienda en las parejas
jóvenes con una causa de esterilidad leve que, tras un año de relaciones sexuales
desprotegidas, aún no ha conseguido el embarazo. Para que el tratamiento pueda
tener éxito, es recomendable que la mujer no tenga más de 36 años y que su
reserva ovárica sea buena. Además, es imprescindible tener las trompas de
Falopio permeables y que el semen del varón tenga una calidad aceptable.
A continuación, vamos a comentar cuáles son las indicaciones más habituales de
la IAC:
 Mujeres con alteraciones en el ciclo menstrual
 Problemas de anovulación, como en el síndrome de ovarios poliquísticos
(SOP)
 Endometriosis leve o moderada
 Esterilidad femenina por factor cervical
 Imposibilidad de depositar el semen en la vagina: vaginismo, disfunción
eréctil, eyaculación retrógrada, etc.
 Factor masculino leve: oligozoospermia, astenozoospermia, etc.
 Esterilidad inmunológica: anticuerpos antiespermatozoides, alergia al
semen, etc.
 Esterilidad de origen desconocido
 Parejas serodiscordantes

¿Cómo es el proceso de la IAC?


Como ya hemos dicho, el procedimiento de la inseminación artificial es muy
sencillo y consta de los diferentes pasos:
Estimulación ovárica controlada: se realiza una estimulación suave para que
solamente se desarrollen uno o dos folículos ováricos.
Capacitación del semen: el hombre entrega una muestra de semen obtenida por
masturbación el día de hacer la inseminación artificial. Esta muestra de semen es
procesada en el laboratorio para eliminar el plasma seminal y quedarse solamente
con los espermatozoides móviles progresivos.
Inseminación artificial: unas 36 horas antes de la inseminación, la mujer se
administra un fármaco para inducir la ovulación. A continuación, el día de la
inseminación, el semen capacitado de la pareja es introducido en el útero de la
mujer con una cánula de inseminación.

Porcentaje de éxito
Puesto que se trata de uno de los tratamientos más sencillos de reproducción
asistida, las tasas de éxito de la inseminación artificial tampoco son muy elevadas.
Según el último informe publicado por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF)
con los resultados de los centros de reproducción asistida españoles del año
2016, las tasas de éxito de la IAC fueron las siguientes:
 Tasa de embarazo:13% (embarazos por inseminación)
 Tasa de parto: 10% (partos por inseminación)
 Tasa de parto único: 90.5% (partos únicos por número de partos totales)
 Tasa de parto múltiple: 9.5% (partos múltiples por número de partos totales)
 Tasa de aborto: 18.5% (abortos por número de embarazos)
Uno de los factores más importantes que determina el éxito de la inseminación
artificial es la edad de la mujer. Cuanto más joven sea la mujer, mayor será la tasa
de embarazo y la tasa de parto.
En caso de obtener un resultado negativo con el primer ciclo de IAC, es
aconsejable realizar otro ciclo para aumentar la probabilidad de éxito, ya que la
IAC tiene una tasa de embarazo acumulativa del 50-60% tras 4 intentos.
Según nos comenta el Dr. Gorka Barrenetxea:
En inseminaciones artificiales hay una tasa de éxito acumulada, puede ser del
60% en las conyugales, puede ser del 80% en inseminaciones de semen de
donante, después de 4 o 6 intentos.
Lógicamente, la tasa acumulada es la información que nosotros debemos dar a la
mujer cuando empieza un tratamiento de inseminación. Mira, vamos a hacer este
tratamiento que consiste en este procedimiento, tus posibilidades de embarazo por
ciclo son tantas, pero en 4 intentos esta es la posibilidad de embarazo que tienes.
Que sepas que unas se embarazan a la primera, otras se embarazan a la cuarta y
un porcentaje que no se embarazan ni siquiera en los 4 intentos.
En el caso de la IAC, no es recomendable hacer un quinto ciclo de inseminación
porque las tasas de embarazo ya no aumentan. Estas parejas tendrán que recurrir
a la fecundación in vitro (FIV) para tener más posibilidades de convertirse en
padres.

Inseminación Artificial con semen de donante


(IAD o Inseminación Heteróloga)

La inseminación artificial con semen de donante, también conocida como


inseminación intrauterina con semen de donante (IAD o IA Heteróloga) es una
técnica donde se depositan los espermatozoides de un donante anónimo
procedente de un banco de semen, de una forma no natural en el útero de la
mujer durante su periodo ovulatorio, con el objetivo de facilitar el embarazo.

¿En qué consiste la Inseminación Artificial con semen de donante?


Fase 1: Estimulación ovárica e inducción a la
ovulación
El tratamiento comienza con la estimulación ovárica,
donde se utilizan una serie de hormonas semejantes a
las que produce la propia mujer (gonadotropinas) para
desarrollar varios folículos en el mismo ciclo y así
obtener un gran número de ovocitos. La estimulación
debe estar controlada periódicamente, ya que si el
número de folículos desarrollados es muy elevado se
puede producir una gestación múltiple. Una vez uno o
dos folículos han alcanzado el tamaño adecuado (18 mm
de diámetro) se administra la hormona hCG para inducir
la ovulación, la cual se producirá 34-38 horas después y
que es cuando se realizará la inseminación.

Fase 2: Inseminación intrauterina


La inseminación, propiamente dicha, se realizará dentro del rango horario en el
que se calcula que se producirá la ovulación. Ese día, se procederá a la
descongelación de la muestra de semen obtenida de un donante anónimo. Esta
muestra será capacitada para separar los espermatozoides móviles del resto. Los
espermatozoides capacitados se introducen en una cánula y se inyectan dentro
del útero de la mujer a la espera de conseguir la fecundación. Este procedimiento
es indoloro, similar a una revisión ginecológica, y la mujer abandona el centro tras
una hora de reposo, pudiendo hacer vida normal. Para facilitar la implantación del
embrión se administra progesterona vía vaginal para dar un soporte a la fase
lútea.

Fase 3: Embarazo
La prueba de embarazo se realizará mediante un análisis de sangre o de orina 14
días después de la inseminación. Si la paciente sufre pérdidas de sangre antes de
realizarse el test es importante que nunca abandone la medicación y que se ponga
en contacto con el equipo médico para que la asesore. Durante todo el tratamiento
de inseminación artificial, su asistente personal estará disponible en todo momento
para poder resolverle las dudas que pudiese tener y apoyarla en este momento
tan especial
¿Para quién está indicada esta técnica?
La Inseminación Artificial con semen de donante está indicada para
 Parejas donde el hombre presenta alteraciones severas en los parámetros
seminales o presentan azoospermia, la ausencia de espermatozoides en el
eyaculado.
 Parejas donde el hombre es portador de una enfermedad genética que no
puede ser diagnosticada mediante DGP.
 Parejas que han fallado con otros tratamientos previos, como la FIV-ICSI
con semen de la pareja, debido a un factor masculino muy severo.
 Parejas con riesgo a transmitir enfermedades de transmisión sexual, como
Hepatitis B, Hepatitis C, Sífilis o SIDA.

Los requisitos
Los requisitos para que una pareja se someta a una inseminación artificial y tenga
la mayor posibilidad de éxito son:
 Comprobar la permeabilidad de las Trompas de Falopio para garantizar el
paso de los espermatozoides para que se pueda dar la fecundación, y
después que el cigoto llegue hasta el útero.
 Descartar mediante una ecografía posibles malformaciones uterinas que
pudiesen afectar a la implantación y el desarrollo del embarazo. Además,
garantizar una respuesta a la estimulación ovárica para recuperar un
mínimo de ovocitos aptos para poder realizar la técnica. Seleccionar una
muestra seminal de un banco de donantes anónimos con unos parámetros
de recuento y motilidad adecuados, seleccionados con un protocolo de
“Screening de Donantes”, que detecte enfermedades genéticas
autosómicas recesivas.
 Garantizar que no hay riesgo de contagio a la pareja y/o futuro bebé
descartando el riesgo de una posible hepatitis C o B, VIH, rubeola, sífilis y
toxoplasmosis.
 La edad de la mujer influye directamente en las probabilidades de éxito o
fracaso. A partir de los 36 años es aproximadamente cuando empiezan a
disminuir las posibilidades de embarazo mediante esta técnica

Tasas de éxito
Esta técnica ofrece una tasa de embarazo acumulada del 45%. La tasa de éxito
por ciclo de inseminación artificial con semen de un donante anónimo es de un
18%.
Según el registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), España es
actualmente el tercer país en Europa con más tratamientos de inseminación
artificial. Se realizan unas 23.000 inseminaciones al año.
Habitualmente tras la inseminación, la paciente espera alrededor de una hora en
la habitación del centro de reproducción asistida. Luego, una vez en casa, la mujer
puede realizar vida normal.
Una vez lograda la gestación, el desarrollo del embarazo es totalmente normal; el
riesgo de aborto, parto prematuro o un bebé con una malformación congénita es el
mismo que en un embarazo obtenido por coito vaginal.
La donación de semen es anónima y absolutamente legal en España,
independientemente de la nacionalidad o procedencia del paciente. VITA mantiene
un acuerdo de colaboración con un banco de semen externo donde las muestras
de semen son sometidas a rigurosos exámenes clínicos.

¿De dónde provienen los donantes de semen?


Los donantes de semen, según indica la legislación española sobre donaciones,
deben cumplir algunos requisitos. Deben tener entre 18 y 35 años, gozar de buena
salud mental y física, poseer buena calidad seminal y no padecer ninguna
enfermedad genética ni de transmisión sexual.
VITA emplea el banco de donantes de semen CEIFER, cuyos donantes pasan por
un estudio estricto y exhaustivo con el fin de garantizar la calidad de los
tratamientos. El donante se someterá a varias pruebas y estudios, como una
primera evaluación médica, una prueba psicológica, un estudio de la calidad
seminal, un estudio genético y estudio de enfermedades infecciosas,
enfermedades de transmisión sexual, etc.
Todos los donantes de semen pasan por el “Screening de Donantes “, un Estudio
de Portadores de Enfermedades Genéticas de carácter Autosómico Recesivo.
Mediante esta prueba es posible detectar las enfermedades genéticas
autosómicas recesivas más habituales. Además, para la asignación del donante
se sigue un “Matching Genético “, un protocolo para que donante y paciente no
compartan mutaciones en los mismos genes.
Inseminación artificial intratubárica

La inseminación artificial intratubárica es un tipo de inseminación que consiste en


colocar el esperma purificado directamente en la trompa de Falopio. Para que el
esperma ya preparado llegue a las trompas, se emplea un catéter que se
introduce por el cuello uterino y atraviesa el útero, llegando a las trompas de
Falopio.
Sin embargo, este tipo de inseminación artificial cada vez se aplica menos ya que
su eficacia en relación a otros tipos de inseminación artificial ha generado un gran
debate en el campo de la reproducción asistida. Pero además de este problema,
existe otro relacionado con este tipo de IA. Y es que, además de que su tasa de
éxito es incierta, al tratarse de una técnica invasiva, el riesgo de sufrir infecciones
es mayor que en resto de técnicas de reproducción asistida. Por todo esto, es más
común que se empleen técnicas como la inseminación asistida intrauterina o la
intravaginal que la inseminación artificial intratubárica (IIT).
Fecundación in vitro (FIV)
La fecundación in vitro ( FIV) es la unión del óvulo de una mujer y el
espermatozoide de un hombre en un plato de laboratorio. In vitro significa por
fuera del cuerpo. Fecundación significa que el espermatozoide se ha fijado y ha
ingresado al óvulo.
Descripción
Normalmente, un óvulo y un espermatozoide se fecundan dentro del cuerpo de
una mujer. Si el óvulo fecundado se fija o adhiere al revestimiento del útero y sigue
creciendo, nace un bebé aproximadamente a los 9 meses, un proceso llamado
concepción natural o sin ayuda.
La FIV es una forma de tecnología de reproducción asistida (ART, por sus siglas
en inglés). Esto quiere decir la utilización de técnicas médicas especiales para
ayudar a una mujer a quedar embarazada. Se usa muy frecuentemente cuando
han fallado otras técnicas de fecundación menos costosas.
Existen cinco pasos básicos para la FIV:
Paso 1: Estimulación, también llamada superovulación
A la mujer se le administran medicamentos, comúnmente llamados fármacos para
la fertilidad, con el fin de incrementar la producción de óvulos.
Normalmente, una mujer produce un óvulo por mes. Los fármacos para la fertilidad
hacen que los ovarios produzcan varios óvulos.
Durante este paso, la mujer será sometida a ultrasonidos transvaginales regulares
para examinar los ovarios y a exámenes de sangre para verificar los niveles
hormonales.
Paso 2: Retiro del óvulo
Se lleva a cabo una cirugía menor, llamada aspiración folicular, para retirar los
óvulos del cuerpo de la mujer.
El procedimiento casi siempre se realiza en forma ambulatoria en el consultorio
médico. A la mujer se le administran medicamentos de tal manera que no sienta
dolor durante el procedimiento. Utilizando imágenes de ultrasonido como guía, el
proveedor de atención médica introduce una aguja delgada a través de la vagina y
dentro del ovario y los sacos (folículos) que contienen los óvulos. La aguja se
conecta a un dispositivo de succión, que extrae los óvulos y el líquido fuera del
folículo, uno a la vez.
El procedimiento se repite para el otro ovario. La mujer puede presentar algunos
cólicos después de la cirugía, pero esto generalmente desaparece en cuestión de
un día.
En pocas ocasiones, se puede necesitar una laparoscopia pélvica para retirar los
óvulos. Si una mujer no produce o no puede producir ningún óvulo, se pueden
utilizar óvulos donados.
Paso 3: Inseminación y fecundación
El espermatozoide del hombre se coloca junto con los óvulos de mejor calidad. La
mezcla de espermatozoide y óvulo se denomina inseminación.
Los óvulos y el espermatozoide luego se almacenan en una cámara
ambientalmente controlada. Generalmente, el espermatozoide entra en (fecunda)
un óvulo unas cuantas horas después de la inseminación
Si el médico piensa que la probabilidad de fecundación es baja, se puede inyectar
directamente el espermatozoide dentro del óvulo, lo cual se denomina inyección
intracitoplásmica de espermatozoides (ICSI, por sus siglas en inglés).
Muchos programas de fertilidad llevan a cabo, de manera rutinaria, el ICSI en
algunos de los óvulos incluso si todo parece normal.
Inyección intracitoplásmica de espermatozoides
Paso 4: Cultivo del embrión
Cuando el óvulo fecundado se divide, se convierte en un embrión y el personal de
laboratorio lo vigilará regularmente para asegurarse de que esté creciendo de
manera apropiada. En aproximadamente 5 días, el embrión tiene varias células
que se están dividiendo activamente.
Las parejas que tienen un riesgo alto de transmitir un trastorno genético
(hereditario) a un hijo pueden contemplar la posibilidad de hacerse un diagnóstico
genético preimplantatorio (PGD, por sus siglas en inglés). El procedimiento se
hace aproximadamente de 3 a 4 días después de la fecundación. Los científicos
del laboratorio retiran una sola célula de cada embrión y examinan el material en
búsqueda de trastornos genéticos específicos.
De acuerdo con la American Society for Reproductive Medicine (Sociedad
Estadounidense para la Medicina Reproductiva), el PGD puede ayudar a los
padres a decidir qué embriones implantar, lo cual disminuye la probabilidad de
transmitirle un trastorno al hijo. La técnica es polémica y no se ofrece en todos los
centros médicos.
Paso 5: Transferencia del embrión
Los embriones son colocados dentro del útero de la mujer de 3 a 5 días después
del retiro y fecundación del óvulo.
El procedimiento se hace en el consultorio del médico mientras la mujer está
despierta. El médico introduce un tubo delgado (catéter) que contiene los
embriones dentro de la vagina a través del cuello uterino hasta el interior del útero.
Si un embrión se pega (se implanta) en el revestimiento del útero y crece allí, se
presenta el embarazo.
Se puede colocar más de un embrión dentro de la vagina al mismo tiempo, lo cual
puede llevar a gemelos, trillizos o más. El número exacto de embriones
transferidos es un asunto complejo que depende de muchos factores,
especialmente la edad de la mujer.
Los embriones que no se utilizan se pueden congelar e implantar o donar en una
fecha posterior.
Por qué se realiza el procedimiento
La FIV se hace para ayudar a que una mujer quede embarazada y se utiliza para
tratar muchas causas de infertilidad, incluyendo:
 Edad avanzada de la mujer (edad materna avanzada).
 Trompas de Falopio obstruidas o dañadas (puede ser causado por
enfermedad inflamatoria pélvica o cirugía reproductiva previa).
 Endometriosis.
 Factor de esterilidad masculino, incluyendo la disminución del conteo de
espermatozoides y obstrucción.
 Esterilidad inexplicable.
Riesgos
La fecundación in vitro exige un compromiso físico, emocional, financiero y de
tiempo considerable. El estrés y la depresión son comunes entre las parejas que le
hacen frente a la esterilidad.
Una mujer que toma medicamentos para la fecundidad puede presentar
distensión, dolor abdominal, altibajos en el estado anímico, dolores de cabeza y
otros efectos secundarios. Muchos medicamentos para la FIV se tienen que
administrar por medio de inyección, con frecuencia varias veces al día. Las
inyecciones repetitivas pueden causar hematomas.
En pocas ocasiones, los medicamentos para la fecundidad pueden causar el
síndrome de hiperestimulación ovárica (OHSS, por sus siglas en inglés), que
provoca una acumulación de líquido en el abdomen y el tórax. Los síntomas
comprenden dolor y distensión abdominal, aumento rápido de peso (10 libras o 4.5
kilogramos en 3 a 5 días), disminución de la micción a pesar de tomar mucho
líquido, náuseas, vómitos y dificultad para respirar. Los casos leves se pueden
tratar con reposo en cama, mientras que los casos más graves requieren drenaje
de líquido con una aguja y posiblemente una hospitalización.
Hasta la fecha, los estudios médicos han concluido que los medicamentos para la
fecundidad no están ligados al cáncer de ovario.
Los riesgos del retiro del óvulo comprenden reacciones a la anestesia, sangrado,
infección y daño a las estructuras que rodean los ovarios, incluyendo el intestino y
la vejiga.
Existe un riesgo de embarazos múltiples cuando se coloca más de un embrión en
el útero. El hecho de llevar más de un bebé a la vez incrementa el riesgo de parto
prematuro y bajo peso al nacer; sin embargo, incluso un solo bebé nacido de una
fecundación in vitro corre un mayor riesgo de ser prematuro y tener bajo peso al
nacer. (Sin embargo, incluso un solo bebé que nazca después de una FIV tiene un
mayor riesgo de prematuridad y de bajo peso al nacer).
No está claro si la FIV incrementa el riesgo de defectos o anomalías congénitas.
La fecundación in vitro es muy costosa.
Algunos estados, pero no todos, tienen leyes que dicen que las compañías de
seguros médicos deben ofrecer algún tipo de cobertura. No obstante, muchos
planes de seguro no cubren el tratamiento para la esterilidad. Los honorarios para
un solo ciclo de FIV incluyen costos de medicamentos, cirugía, anestesia,
ultrasonidos, exámenes de sangre, procesamiento de óvulos y espermatozoides,
almacenamiento y transferencia de embriones. El costo total exacto de un solo
ciclo de FIV varía, pero puede equivaler a más de $12,000 a $17,000.

Después del procedimiento


Después de la transferencia de embriones, a la mujer se le puede pedir que
descanse durante el resto del día. No es necesario hacer reposo total en cama, a
menos que haya un mayor riesgo de síndrome de hiperestimulación ovárica
(OHSS, por sus siglas en inglés). La mayoría de las mujeres retoman sus
actividades normales al día siguiente.
Las mujeres que se someten a FIV deben ponerse inyecciones diariamente o
tomar píldoras de la hormona progesterona durante 8 a 10 semanas después de la
transferencia embrionaria. La progesterona es una hormona producida
naturalmente por los ovarios que ayuda a preparar el revestimiento de la matriz
(útero) para que el embrión pueda implantarse. La progesterona también ayuda a
que el embrión implantado crezca y se establezca en el útero. Una muejr puede
continuar tomando progesterona de 8 a 12 semanas después de quedar en
embarazo. Un nivel bajo de progesterona durante las primeras semanas del
embarazo puede provocar aborto espontáneo.
Más o menos de 12 a 14 días después de la transferencia de embriones, la mujer
volverá a la clínica para que pueda realizarse una prueba de embarazo.

Llame a su proveedor de inmediato si se sometió a una FIV y presenta:


 Fiebre de más de 100.5ºF (38ºC)
 Dolor pélvico
 Sangrado vaginal abundante
 Sangre en la orina
Expectativas (pronóstico)
Las estadísticas varían de una clínica a otra y deben examinarse cuidadosamente.
Las tasas de embarazo reflejan el número de mujeres que quedaron embarazadas
después de FIV. Pero no todos los embarazos terminan en un nacimiento vivo.
Las tasas de nacidos vivos reflejan el número de mujeres que dan a luz a un niño
vivo.
Según la Sociedad de Tecnologías Reproductivas Asistidas (SART, por sus siglas
en inglés), la probabilidad aproximada de dar a luz a un bebé vivo después de
someterse a FIV es como sigue:

 41% a 43% para mujeres menores de 35 años


 33% a 36% para mujeres de 35 a 37 años
 23% a 27% para mujeres de 38 a 40 años
 13% a 18% para mujeres de 41 años en adelante.
Ventajas y desventajas

¿Por qué recurrir a la inseminación artificial?


Si en la pareja existen problemas de fertilidad, la inseminación artificial
puede ser una solución acertada por los siguientes motivos:

 Es la técnica de reproducción asistida más natural que hay. En realidad, lo


que se hace es facilitar el acceso de los espermatozoides al útero.
 Es un proceso muy sencillo. No requiere de hospitalización y puede
realizarse en la propia consulta del ginecólogo. No hay que pasar por
quirófano.
 Es indoloro. Quizá se sienten algunas molestias cuando se introduce la
cánula y se experimenta un leve sangrado posterior pero, básicamente no
duele y no requiere de ningún tipo de anestesia.
 Se seleccionan los mejores espermatozoides. Previamente a la
inseminación artificial se “capacita el semen” en el laboratorio. Esto consiste
en preparar mejor a los espermatozoides para que logren fecundar el óvulo.
Además, se eligen los espermatozoides más adecuados.
 Se pueden evitar ciertas enfermedades genéticas de transmisión paterna.
Precisamente por esa selección de espermatozoides previa.
 Es de bajo coste económico. Bastante menor que el de otras técnicas, al
ser un procedimiento poco complejo que no requiere la intervención de
numerosos profesionales ni de gran aparatología.
 Es menos invasiva en el cuerpo de la mujer. Aunque se necesita una
estimulación ovárica previa, es menor que la que se necesita en otras
técnicas como la FIV (fecundación in vitro).
 Es un método apto para mujeres sin pareja que desean ser madres así
como para parejas homosexuales, a través de un donante de semen.

Inseminación artificial y sus inconvenientes


Aunque son pocas, existen una serie de desventajas en la inseminación artificial
que conviene explicar:
 Síndrome de hiperestimulación ovárico. Es muy infrecuente, debido a las
bajas dosis hormonales que se emplean, pero puede ocurrir. Es una
respuesta del organismo que consiste en acumulación de líquido en la zona
abdominal. Sus consecuencias pueden ser leves, moderadas o severas. En
los casos más leves basta con un tratamiento médico al respecto. En los
más graves puede requerir de intervención quirúrgica.
 Embarazo múltiple. La tasa de este tipo de embarazos en la inseminación
artificial se cifra en un 20%, un porcentaje más elevado que en embarazos
naturales. Debido a la estimulación ovárica puede producirse la ovulación
de más de un óvulo. Actualmente, se establecen controles para minimizar el
número de casos, pero la estadística sigue afirmando que la tasa de
embarazo múltiple es más alta en la inseminación artificial.
 Embarazo ectópico. Significa que el embrión se implanta en otro órgano
que no es el útero, habitualmente en una trompa de Falopio. Implica la
inviabilidad del embarazo. La tasa de embarazos ectópicos es de un 4% en
la inseminación artificial, mientras que en un embarazo normal no alcanza
el 1%.
Conclusión
Si bien con la cantidad de técnicas de fertilidad asistida disponibles al día de hoy,
no hay garantía de éxito, es necesario decir que la investigación no se detiene y
que cada día aparecen nuevas y mejores posibilidades. En la actualidad es
posible algo que hace unos pocos años no se cruzaba por la imaginación de los
especialistas. Se trata de la vitrificación de óvulos, lo que significa, por ejemplo,
que una mujer que debe ser tratada con quimioterapia o con radioterapia a raíz de
un cáncer puede, antes de iniciar el tratamiento, congelar sus propios óvulos para
ser madre cuando la enfermedad haya sido superada. También se pueden crio
preservar espermatozoides, aunque este en un descubrimiento que tiene más de
80 años de historia. Todo esto permite decir que el futuro de la medicina
reproductiva asoma bastante incierto, pero, al mismo tiempo, muy promisorio. Hay
avances concretos en la consecución de óvulos en animales a partir de trabajo
sobre las células madre de ese mismo animal, lo que puede significar que en el
futuro podríamos estar a salvo de situaciones desbastadoras para una mujer como
es la menopausia precoz. No podemos negar lo bueno que han sido los avances
en esta especialidad para la humanidad entera, a la vez que no podemos negar lo
peligroso que puede ser utilizar estos avances sin escrúpulos, ética ni
responsabilidad.
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