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Estudios Internacionales 189 (2018) - ISSN 0716-0240 • 9-35

Instituto de Estudios Internacionales - Universidad de Chile

Integración regional y la política exterior


de Chile. ¿Paradoja o acomodo?*
Regional integration and Chile’s foreign
policy. Paradox or accommodation?

Nicole Jenne**
Sebastián Briones Razeto***

Resumen

La integración regional en América Latina presenta una con-


tradicción notable. Mientras que la retórica de los actores
promueve avances en los procesos regionales, los hechos
muestran resultados e instituciones mucho más débiles de lo
que esa retórica sustenta. El presente artículo tiene como ob-
jetivo esclarecer empíricamente esta brecha, basado en el caso
de Chile. A este fin empleamos una serie de indicadores que
buscan captar el compromiso declarado con la integración, por
un lado, y los esfuerzos y avances reales, por otro. El artículo
contribuye a la literatura sobre el regionalismo latinoameri-
cano con un aporte empírico, destacando algunos matices en
la brecha entre los discursos y los hechos.

*
Este artículo fue elaborado con aportes del Concurso de Investigación ANEPE,
código Inv-05-2013.
**
Profesora asistente del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad
Católica de Chile. PhD en Ciencia Política del Instituto Universitario Europeo,
Florencia. Correo: njenne@uc.cl. Recibido: 24 de enero de 2017. Aceptado: 20
de julio de 2017.
***
Jefe del Departamento de Postgrado, Academia Nacional de Estudios Políticos
y Estratégicos (ANEPE). Es doctor en Ciencia Política de la Pontificia Universidad
Católica de Chile. Correo: sbriones@uc.cl

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Estudios Internacionales 189 (2018) • Universidad de Chile

Palabras clave: Chile – integración regional – política exterior


– regionalismo – América Latina.

Abstract

Regional integration in Latin America presents a notorious


contradiction. On the one hand, there is a long-standing
commitment to regional integration, but on the other hand,
regional institutions and their political output are far less
impressive than such rhetoric suggests. This article seeks to
illustrate the gap empirically based on the example of Chile.
We draw on a range of different indicators that seek to cap-
ture both the declared commitment to integration and real
efforts and advances. The article adds to the literature on
Latin American regionalism with an empirical contribution
highlighting some nuances in the gap between integrationist
discourses and reality.

Keywords: Chile – regional integration – foreign policy – re-


gionalism – Latin America.

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Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

Introducción cio no ha orientado a la política


exterior de Chile a decantarse: ni
Había elevadas expectativas ha impulsado una integración más
en un nuevo empuje en la política profunda, acorde con la tónica del
regional cuando en marzo del 2014 discurso regional, ni ha abando-
el anterior gobierno de Michelle nado la retórica regionalista, de
Bachelet asumió su mandato. En manera de expresar su verdadero
varias ocasiones Bachelet había comportamiento a nivel regional.
declarado el deseo de promover Varios trabajos nos entregan
la integración con los países lati- argumentos sobre por qué la bre-
noamericanos, y el entonces nuevo cha existe. Entre otros, Oyarzún
canciller, Heraldo Muñoz, afirmó: (2013) habla de la negligencia
de la integración política frente
“El nuevo gobierno de Chile a los intereses económicos en
priorizará la región y en parti- Chile. Wilhelmy y Durán (2003)
cular América del Sur. Nuestro también destacan el objetivo de la
propósito será fortalecer la inserción a la economía global en
presencia del país en los distin- la política exterior, pero asimismo
tos mecanismos de integración argumentan que los diplomáticos
existentes, impulsando puentes chilenos tienen incentivos para
de acuerdo por encima de las buscar un “alto perfil externo,
diferencias ideológicas o subre- tanto como fuente de legitimación
gionales” (El País, 2014). política, como una manera abrir
[sic] espacios de oportunidad
No era la primera vez, cierta-
para la diplomacia”, lo que “suele
mente, que la vara de la agenda
obligar a los actores a un elevado
regional quedaba situada en un
nivel de visibilidad política externa,
punto alto.
con los consiguientes riesgos de
La integración como discurso es
sobreexposición e insuficiencia de
un curioso fenómeno regional. Da-
los instrumentos con que cuentan
bène (2009) y Malamud y Gardini
las relaciones internacionales para
(2012) notan que está enormemen-
alcanzar los objetivos definidos”
te divorciado de reales procesos de
(274). Otros autores que tratan la
integración, y ya años atrás la pro-
brecha como fenómeno regional
pia Bachelet lamentó que “[p]lans
han recurrido a terminología ad-
for regional integration have […]
hoc como “desviación del regiona-
frequently become bogged down
lismo estratégico” (Briceño, 2013:
in rhetoric and lofty—if ultima-
32) o “spaghetti-bowl regionalism”
tely unrealistic—goals” (Bachelet,
(Gardini, 2015, 32) para explicar
2006). Sin embargo, dicho divor-

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la aparente contradicción en la en tres aspectos: las declaraciones


política exterior latinoamericana. oficiales en forma de policy papers
Complementando esta literatu- y otros documentos de orientación
ra, el presente trabajo tiene como política, las declaraciones reporta-
objetivo esclarecer el “regionalismo das en la prensa, y las votaciones y
declaratorio” (Jenne, 2013), en el discursos ante la Asamblea General
caso de Chile, de una forma siste- de Naciones Unidades (N.U.). En
mática que se basa en un amplio una tercera sección presentamos
rango de datos empíricos. Estos evidencia que permite evaluar si
nos servirán para evaluar tanto la retórica se refleja en la práctica,
el compromiso regional declara- constatada en tres elementos: la
do como el esfuerzo efectivo que evolución reciente de las organi-
Chile ha puesto en la integración. zaciones de integración regional,
Es importante especificar que no el número y tipo de tratados
pretendemos explicar la brecha en- firmados por Chile, y finalmente,
tre las aparentes aspiraciones de la una medición de convergencia en
integración regional (altas), por un indicadores económicos y políti-
lado, y el real grado de integración cos dentro de diferentes esquemas
(bajo), por otro. Alimentando esta de integración. La última sección
pregunta, lo que busca el presente concluye uniendo los resultados de
trabajo es más bien el proporcio- los indicadores individuales.
nar una serie de datos sólidos que
permitirán evaluar los argumentos Marco conceptual y
señalados en la literatura. Así, nues- metodológico
tra estrategia apunta a ampliar el
conocimiento sobre el fenómeno La propia terminología de la
del discurso regionalista sobre la integración muchas veces se usa de
integración latinoamericana, a manera poco clara, por lo que es
promover un debate sobre los in- importante explicitar el concepto.
dicadores usados, y así servir como Siguiendo una definición rigurosa,
base para futuras investigaciones la integración implica que dos o
sobre la política regional latinoa- más países concuerdan políticas
mericana. en una o más áreas, de forma que
El artículo sigue el siguiente los Estados ceden competencia so-
orden de trabajo. Una primera berana a favor del establecimiento
sección presenta el marco concep- de estructuras institucionales que
tual y metodológico del estudio. regulan y ejercen la transferen-
La segunda sección analiza la cia de poder (Schmitter 2004).
retórica integracionista de la po- En consecuencia, para hablar de
lítica exterior chilena, sustentada “integración”, no son suficientes

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Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

los mecanismos de cooperación derivadas de él podrían ampliarse


que no propenden, en un sentido al estudio de toda la región.
definido, hacia la unificación de Junto con ello, el caso presenta
competencia. A modo de ejemplo, un régimen de presidencialismo que
la Asociación Latinoamericana de ofrece pocas alternativas institucio-
Integración (ALADI) es un meca- nales, como el bloqueo parlamen-
nismo que facilita la implementa- tario (Pereira y Melo, 2012) para
ción de preferencias arancelarias, explicar las brechas entre discursos
pero carece de facultad e instru- presidenciales y los resultados. En
mentos para constituir una unidad esta característica del presidencia-
política, económica, militar, social lismo, Chile es parecido a otros
o cultural. países en la región (Malamud,
Siendo el “regionalismo declara- 2005), y cabe mencionar que si bien
torio” (Jenne 2013) un fenómeno la reforma de la Constitución del
regional ¿qué puede aportar el es- año 2005 amplió las facultades del
tudio del caso chileno? En América Congreso Nacional (Ley 20.050),
Latina, Chile es una excepción en lo sigue primando la figura del jefe de
que se refiere a una alta capacidad Estado en la política exterior.
burocrática, que facilita condicio- Por último, el caso de Chile per-
nes favorables a las inversiones y mite controlar, en cierta medida, la
a su compromiso de seguir una variación resultante de los cambios
política de libre mercado con re- en política exterior por ideología
lativa constancia e independiente política del gobierno, dado que el
del gobierno de turno. Siendo Chile país experimentó en el período es-
pues un outlier en su capacidad tudiado (1990-2014) alternancias
burocrática e institucional, consti- desde centro-izquierda a derecha.
tuye un most likely case para que En general, los autores concuerdan
la retórica se refleje en la realidad: en que las diferencias ideológicas
En otros casos, las limitaciones tienen un impacto secundario en la
institucionales pueden influir so- formulación de la política exterior
bre la brecha entre el discurso y la y de vecindad de Chile (Morandé,,
realidad regionalista, cuando las 2003; Oyarzún, 2013; Wilhelmy &
conclusiones derivadas del caso Durán, 2003).
chileno nos permitan hacer caso A fin de sustanciar la aparente
omiso del argumento que es la falta contradicción entre el discurso
de capacidad del Estado, lo que ex- regionalista y la integración re-
plica la ausencia de progreso en la gional, se emplearán distintos
integración. Empero, si el presente indicadores proviniendo de un
estudio logra esclarecer la brecha amplio abanico de fuentes y em-
en el caso de Chile, las conclusiones pleando metodologías cualitativas

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y cuantitativas. Los detalles de cada sos pronunciados ante la Asamblea


una se expondrán en las secciones General.
correspondientes. Es importante
reconocer que ninguno de los Directrices de política exterior
indicadores en sí permite derivar
conclusiones generales sobre la Las directrices en política exte-
política regional y exterior chilena. rior ofrecen una primera aproxima-
Por ejemplo, se pueden considerar ción hacia los objetivos declarados.
las declaraciones públicas como Este tipo de documentos suele ser
un instrumento de bajo costo, que directivo para todos los actores
sirve fines políticos internos más involucrados y, además, refleja
que una declaración de interés de la imagen que el país pretende
la política exterior. Sin embargo, proyectar de sí mismo. Si bien es
si las declaraciones apuntan a una concebible que esto implique algún
conclusión similar, como lo hacen tipo de sesgo, el análisis de docu-
las directrices de política exterior mentos es menos invasivo que otros
y además los votos en la Asamblea instrumentos como las entrevistas,
General de Naciones Unidas, su donde las respuestas dependen de
valor informativo llega a tener un preguntas específicas en la materia
nivel de certeza suficiente. De esta predeterminada. Las directrices de
forma, el conjunto de los datos política exterior, en cambio, sue-
presentados sostiene algunas con- len referirse no únicamente a un
clusiones importantes para futuros interés particular del Estado, sino
estudios sobre el regionalismo lati- más precisamente a su jerarquía
noamericano. de intereses. De este modo, revela
importante información sobre la
autopercepción y autoproyección
La Retórica de los gobiernos.
Integracionista En el caso de Chile, el primer
documento con autoridad en el ám-
Para fundamentar la existencia
bito de la política exterior fueron
de un discurso orientado a la región
los “Lineamientos de la política ex-
latinoamericana, presentaremos
terior”, publicados durante el pri-
tres tipos de fuentes: documentos
mer gobierno de Michelle Bachelet
oficiales de orientación política
(2006-2010). Acorde a las priorida-
más importantes, declaraciones
des establecidas en estos, en 2008
públicas por parte de autoridades
la política chilena se rige por el
oficiales, y la posición de Chile ante
respeto al derecho internacional, la
Naciones Unidas, manifestada en
promoción de la democracia y los
las votaciones del país y los discur-
derechos humanos, y la responsabi-

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lidad de cooperar con el concierto la descripción de América Latina,


internacional (Chile, 2008). Lo que señala: “América Latina continuará
llama la atención es la ausencia siendo el área prioritaria de aten-
de cualquier referencia a América ción política, a partir de la cual se
Latina como un área privilegiada, profundizarán cada vez más los
lo que también se mantuvo en los lazos en otros ámbitos, tales como
“Principios de política exterior” los económicos, comerciales, socia-
del siguiente gobierno de Sebastián les y culturales”. A continuación,
Piñera (2010-2014), perteneciente recalca: “Nuestra prioridad en
a una coalición rival (Chile, 2011a; materia de política exterior está
Briones y Dockendorff, 2015). constituida por el fortalecimiento
La región sí aparece menciona- de la relación con los países vecinos
da en un documento estratégico y con la región” (Chile 2011c).
introducido por la misma admi- Así, de los cuatro documentos
nistración Piñera, como segundo presentados, se evidencia una
de diez “Intereses de política ex- orientación hacia América Latina,
terior”, donde se identifica la con- sin que ella fuera explícitamente
tribución al fortalecimiento de la vinculada a la integración ni a
integración regional. Sin embargo, propuestas específicas.
los países del vecindario regional
no se destacan en relación a otros Declaraciones públicas
ámbitos de interés, como la aso-
ciación comercial, la inserción de Para obtener una muestra am-
Chile en las redes de tecnologías, la plia de las declaraciones públicas,
contribución a la paz y la seguridad se efectuó una búsqueda de las
internacional, ni aún al fortaleci- noticias de la prensa internacional
miento del multilateralismo (Chile, y uno de los principales diarios
2011b). chilenos, El Mercurio. Este último
Eso contrasta con un tercer fue seleccionado por su relevancia
documento, también elaborado nacional, medida por el número de
por la administración Piñera. Las ediciones. A fin de evitar un sesgo
“Prioridades de la Política Exterior por su posición política de centro-
Chilena” establecen un orden de derecha, complementamos el aná-
relevancia para la posición de Chile lisis por los medios internacionales
en el mundo, que lista como pri- incluidos en la base de datos Lexis
mera referencia los países vecinos Nexis1. De esa manera, la muestra
ante “América Latina”, seguido por
los principales socios comerciales 1
Lexis Nexis es accesible solo con
en América del Norte, Europa, y suscripción. Trabajamos en la base
de todas las fuentes en inglés, que
Asia-Pacífico (Chile, 2011c). Entre incluye los principales periódicos en

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incluye declaraciones dadas en número de noticias, en ocasiones


ocasiones tanto en el contexto na- de cumbres, negociaciones o nuevas
cional como regional y global, lo iniciativas en torno a la coopera-
que evite que sean o meros reflejos ción multilateral. Junto al comercio
de una política interna, como por y el desarrollo, los temas predomi-
ejemplo una campaña electoral, nantes fueron la conectividad y la
o –por otro lado– que estén desti- integración energética.
nados solamente a un público de El entusiasmo en el discurso
potenciales inversores extranjeros. integracionista ha estado presente
Cabe mencionar, además, que si los en las declaraciones de los minis-
artículos de El Mercurio represen- tros de asuntos exteriores. Mariano
tan una inclinación política, esta Fernández (Ministro de Relaciones
sería en contra del regionalismo Exteriores 2009-2010) definió la
y, por tanto, desfavorable para el conectividad regional como máxi-
argumento que se propone. ma prioridad en la política exterior,
Los contenidos se analizaron explicando: “It is useless to worry
digitalmente para el período 2002- about our future alone […] because
2014, en el caso de El Mercurio, y Chile is part of the Latin American
2000-2014 para la prensa inter- region, and if the region does well
nacional, cubriendo un total de it means we all do well” (Business
tres períodos legislativos. Seleccio- News Americas, 2009).
namos todos aquellos artículos y No obstante, las autoridades
entrevistas que se refieren a Chile y chilenas se mostraron también
además contienen al menos una de cuidadosas de moderar las expec-
las palabras siguientes: integración/ tativas y llamar a la prudencia.
integrar, región/al, Alianza del Pací- Cuando los países del Cono Sur cri-
fico, CAN, CELAC, MERCOSUR, ticaron la decisión de negociar con
OEA, SICA, UNASUR. De estos, EE.UU. un área de libre comercio,
seleccionamos las declaraciones en lugar de sumarse al Mercosur,
hechas por las élites políticas que el canciller refutó la oposición con
incluyen presidentes, ministros de las palabras: “Our policy of inter-
relaciones exteriores, voceros de national integration is pragmatic”
gobierno, altos funcionarios y líde- (AP, 2000). En 2004, cuando se
res de partidos políticos. Los artí- debatió la posible asociación del
culos de opinión fueron excluidos. Mercosur y la CAN, la posición
El análisis demuestra que las chilena, enfatizando su apoyo a
menciones de la integración la- la integración –por temor a ser
tinoamericana aumentan con el dejado al lado–, también resaltó la
necesidad de ser pragmático. Dijo
ese idioma, además de revistas y
noticias de varias agencias de prensa. la entonces Ministra de Relaciones

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Exteriores, Soledad Alvear (2000- ciones Exteriores, cuando se firmó


2004): “it is very important to un tratado de integración minera
focus on realistic objectives” (UPI, y de complementariedad con Ar-
2004). gentina: “The treaty will promo-
Los llamados a la prudencia, a te the two countries' economic
veces presentados como una excusa development and enhance Latin
para la falta de voluntad integra- America's regional integration in
cionista, fueron acompañados the sector” (Xinhua News Service,
por llamados a la integración en 2000). Una década más tarde, la
muchas de las declaraciones. Así, Secretaría General de la Presidencia
cuando se estableció la Comuni- informó acerca de otro acuerdo con
dad Sudamericana de Naciones, la Argentina: “Michelle Bachelet and
Dirección de Relaciones Económi- her Argentine counterpart Cristina
cas Internacionales advirtió: “We Fernández signed a bilateral con-
would like nothing better than to nectivity agreement on Thursday
move towards South American that will lead to European-style
integration, but the worst thing we regional connectivity” (Tenders
could do would be to ask a child, Info, 2005).
who has just learned to walk, to El énfasis en la contribución al
run a marathon” (IPS, 2004). Diri- multilateralismo regional de los
giéndose a los ministros de Energía mecanismos bilaterales se reflejó
en su cena anual, en Santiago, el también en la declaración de Minis-
Presidente Piñera fue más explícito tro de Relaciones Exteriores de la
aún: “It is absurd that […] there is época, Ignacio Walker, anunciando
not an example of regional inte- negociaciones de un tratado de
gration here. Regional integration libre comercio con Perú y planes
has to be something that we look at de concluir otro con Ecuador: “La
realistically, recognizing the errors profundización de estos acuerdos
committed in the past” (Business es una muestra clara del com-
News Americas, 2012). promiso del Gobierno de Chile
Advertencias similares no fue- con la integración regional; es un
ron encontradas en las decla- reconocimiento a la importancia
raciones que acompañaban la político-diplomática y económica
finalización de acuerdos bilatera- que Chile le asigna a su relación
les con otros países de la región. con la región” (El Mercurio, 2005).
Notablemente, los compromisos Al firmar varios acuerdos de coo-
bilaterales se vincularon frecuen- peración y petróleo con Venezue-
temente a la integración regional, la, el entonces Presidente Lagos
como demuestra la declaración (2000-2006) sustentó: “That's how
realizada por la Ministra de Rela-

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we can create a new hemispheric respecto de una política específica.


reality” (AP International, 2005). Nuestro interés, en cambio, es la
El análisis de las declaraciones disposición general de un país de
sobre el regionalismo indica que formar una agrupación regional.
la integración regional se presenta Por ende, basado en los datos del
como una opción desiderable en la comportamiento en NU, las pre-
política exterior de Chile. Sin em- ferencias con quien aliarse en la
bargo, ello implica darle relevancia política exterior se reflejarían en
a la región, sin que se la privilegie votaciones adoptadas en acuerdo
por otra estrategia. con otro país o grupo de países.
Los indicadores de voto en NU
Votaciones y discursos provienen del trabajo de Voeten
de los Presidentes ante (2000). De este, el índice S a tres
la Asamblea General de niveles es el que mejor captura las
Naciones Unidades afinidades y diferencias en el voto
entre países, dado que represen-
Como tercera aproximación a ta una medición empíricamente
las expresiones de interés en la re- ponderada2. Los valores del índice
gión, usamos el comportamiento de S varían entre -1 (posiciones com-
Chile en NU, específicamente en las pletamente opuestas) y 1 (posicio-
votaciones en la Asamblea General nes completamente coincidentes),
y los discursos que los presidentes cuando una abstención es contada
dan anualmente en dicho foro. El como desacuerdo parcial frente a
voto en la Asamblea General no es un voto a favor o en contra de las
vinculante, por lo que los gobier- resoluciones.
nos suelen usarlo como una señal El Gráfico 1 demuestra el gra-
política para demostrar cercanía o do de similitud en la votación de
aprobación hacia otros países, más Chile con sus tres vecinos, Argen-
que un instrumento para manifes- tina, Bolivia y Perú, además de
tar posiciones en materias políticas Brasil y Estados Unidos. Acorde
concretas (Tomlin, 1985; Thacker, con la gradual disminución de la
1999; Voeten, 2000 y 2004). De diferencia de poder relativo entre
esta forma, el voto en la Asamblea EE.UU. y los países latinoameri-
General se puede entender como 2
El índice S no solamente estima el
un discurso a través de una acción grado de acuerdo entre países como
simbólica y así tiene una ventaja lo hace el índice de acuerdo, sino que
sobre datos de votación en la OEA lo contrasta con los valores máximos
y más aún de otros organismos y mínimos. Se desarrolló a propósito
de satisfacer los problemas que gene-
regionales, donde es más probable raba el uso de Tau-b (Signorino y
que los votos reflejen una posición Ritter 1999).

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Gráfico 1. Grado de concordancia de la votación de Chile


con países seleccionados.

1,2
1
0,8
0,6
0,4
0,2
0
1946
1949
1952
1955
1958
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1982
1985
1988
1991
1994
1997
2000
2003
2006
2009
2012
-0,2
-0,4
-0,6
-0,8
Argentina Perú Bolivia Brasil EEUU

Fuente: elaboración propia con datos de Strezhnev y Voeten (2014).

canos en las últimas décadas, se ve Basados en las votaciones y


una marcada diferenciación en el de acuerdo con Cogan (2009),
patrón de votación del primero y podemos concluir que existe, por
de Chile, y también de los demás parte de Chile, un compromiso
países. Según revelan los datos, con la región, independiente de la
desde el año 1980 Chile votaba calidad de los vínculos bilaterales.
más en desacuerdo con Washington Ello demuestra, a la vez, el valor
que en acuerdo, lo que representa adicional que entrega el análisis de
un contraste en comparación con los datos de Voeten. Considerando
sus pares latinoamericanos. Quizá solamente que Chile firmó un tra-
sorprendentemente, Chile votó de tado de libre comercio con EE.UU.
una forma extremadamente similar (2003), mientras que no ingresó al
a la de Argentina, salvo por el pe- Mercosur, se podría llegar a una
ríodo 1991-1995; a la de Bolivia y conclusión demasiada desfavorable
a la de Perú, incluso en períodos en sobre el compromiso regional que
que la relación con sus vecinos fue el país sí estaba demostrando en
caracterizada por tensiones (con otro foro, la Asamblea General de
Perú en 1973, 1975 y 1997; con NU, donde votó en línea con los
Argentina en 1979). países que integraron el Mercosur.

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Este compromiso, expresado tanto, en una expresión de interés


en los votos, no es igual a expresar en la política externa (Riggirozzi y
una preferencia por la integración Tussie 2006, 6-7).
regional. Para obtener mayor de-
talle sobre cómo Chile usa el foro La evidencia refuta a la
de NU, revisamos los discursos que retórica
anualmente pronuncian los prime-
ros mandatarios ante la Asamblea A fin de contrarrestar el com-
General. El análisis de los discursos promiso retórico a la integración
del período 2000-2014, respalda regional, empleamos tres indicado-
las conclusiones ya derivadas, que res. En primer lugar, presentamos
si bien los gobiernos chilenos no un breve análisis del nivel de trans-
otorgaron un rol absoluto a la ferencia de competencia autónoma
región, le dan visibilidad. a las organizaciones regionales de
De doce discursos, solo tres no las cuales Chile es miembro. La
hacen referencia alguna a la región. segunda medida son los tratados
No obstante, en las menciones del internacionales firmados por Chile
multilateralismo, como estrategia con sus socios regionales y extra-
política, se encuentra un frecuente regional. Ello se complementa, en
énfasis en la dimensión global. tercer lugar, con una medida de
Solo en los años 2006-2008, Mi- convergencia en dos indicadores
chelle Bachelet destacó dentro del que pretenden captar dimensiones
escenario global el nivel regional. de exitosa integración: convergen-
Dos años más tarde, Sebastián cia en el desarrollo económico y en
Piñera enfatizó el compromiso del la calidad democrática.
país con el regionalismo abierto
(Chile, 2010 y 2013). A partir de Avances y retrocesos de
2008, los discursos hacen referen- la integración regional
cia a la región como contexto en
el cual se promueven y defienden El regionalismo del hemisferio
los derechos humanos y la demo- refleja un popurrí de proyectos
cracia. Ambos principios podrían co-existentes, en los cuales tanto
concebirse como parte integral las membresías como las agendas
de la agenda política nacional; se sobreponen y, a veces, entran en
no obstante, coincide con una conflicto (Tussie, 2009: 170). El
dinámica observada en la segunda primer indicador para comprobar
mitad de los años 2000, que llegó a si la retórica regionalista lleva a los
presentarse como nuevo paradigma resultados que proclama es el grado
de integración, dando prioridad a de integración en las distintas insti-
las consideraciones políticas y, por tuciones. Además, y porque el logro

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Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

de resultados concretos no depende ver la integración sub-regional bajo


solo de Chile, se considera si el país exclusión de EE.UU.
ocupó un papel de liderazgo en los En 2008, Chile firmó el tratado
temas de integración regional. Por constitutivo de UNASUR, que
limitaciones de espacio, los siguien- destaca como áreas prioritarias, el
tes párrafos proporcionan una diálogo político, políticas sociales,
visión acotada de cada organismo, energía, infraestructura, finanzas
solamente basada en otros estudios y medio ambiente. Un año más
detallados sobre los casos. tarde se creó el Consejo de Defensa
Chile, en comparación con la Suramericano (SADC), como pri-
mayoría de los demás países la- mera organización con un mandato
tinoamericanos, ha ostentado un exclusivo en seguridad y defensa.
papel menos activo en la creación Hasta la fecha, la organización
y desarrollo de las organizaciones ha desarrollado pocas provisiones
regionales. Bajo el Presidente Ga- institucionalizadas y carece de una
briel González Videla, el país fue clara visión estratégica. A un nivel
miembro fundador de la Orga- incluso menos formalizado, la CE-
nización de Estados Americanos LAC (2011) integró las Cumbres
(OEA), la institución de alcance de América Latina y el Caribe, así
regional más amplia del hemisferio. como también el Grupo de Río, un
Desde los años noventa, la OEA ha foro político-consultivo con origen
logrado avances significativos en en el proceso de paz Centroameri-
la promoción de la democracia en cano, al cual Chile había accedido
la región; no obstante, debido a la cuatro años después de su creación,
ambigüedad que ha caracterizado en 1986. La Comunidad pretende
la relación de los países latinoame- ser nada más que un mecanismo de
ricanos con la potencia al norte, la coordinación y consulta, y por ende
OEA no tiene la integración polí- no cuenta con una infraestructura
tica como objetivo. Sin embargo institucional.
,a diferencia de los países del eje En el ámbito económico, si
Bolivariano, Chile se manifestó en bien Chile no fue entre las fuerzas
contra de la sustitución de la OEA impulsadoras, ha formado parte
y a favor de su mantenimiento. de la Asociación Latinoamericana
De creación más reciente, Chile de Integración (ALADI) desde
es miembro de la Unión de Nacio- su comienzo, como propuesta
nes Suramericanas (UNASUR) y de integración en el marco de la
de la más exhaustiva Comunidad Asociación Latinoamericana de
de los Estados Latinoamericanos y Libre Comercio (ALALC, 1960).
Caribeños (CELAC), ambas impul- En 1969 Chile se suscribió al Pacto
sadas con el fin explícito de promo- Andino, como alternativa, uniendo

21
Estudios Internacionales 189 (2018) • Universidad de Chile

las economías más similares de forma decisiva en la integración de


la ALALC, pero en 1976 dejó el los mercados de bolsa de valores. Si
bloque que veinte años más tarde bien han quedado en un segundo
evolucionaría en la Comunidad plano de la agenda de la Alianza,
Andina (CAN). En 2006, se reanu- se lograron también avances en la
daron las relaciones, convirtiendo cooperación política y la puesta en
a Chile en miembro asociado, marcha de un proceso de amplia-
pero no pleno. El éxito de ALADI ción de los países miembros, así
ha sido limitado en comparación como de políticas de integración.
con los logros alcanzados por las Si bien el bloque podrá asumir un
iniciativas globales de impulsar el rol conducente a la integración,
libre comercio, y hoy la Asociación el segundo gobierno de Michelle
se funge como organismo general, Bachelet ha hecho hincapié en la
apoyando la integración econó- necesidad de ampliar el enfoque
mica sin contar con competencias más allá de lo económico.
vinculantes. En resumen, el escenario ins-
Chile no es miembro pleno titucional del multilateralismo
del Mercosur, creado en 1991, y regional chileno ha visto una mul-
durante largo tiempo celebrada tiplicación de organizaciones, así
como iniciativa más prometedora como también la ampliación de las
de la integración sudamericana. agendas políticas, especialmente en
Igual que cinco otros países, Chile los ámbitos del fortalecimiento de
participa solo como miembros aso- los principios democráticos y de
ciado de forma parcial desde 1996. derechos humanos. No obstante, en
Negociaciones para su asociación términos de niveles de integración,
completa fueron suspendidas en los resultados han quedado muy
2000, cuando el gobierno de Ri- por detrás de las expectativas. El
cardo Lagos anunció el proyecto mayor avance relativo a su reciente
de un área de libre comercio con creación ha sido la Alianza del Pa-
Estados Unidos. No obstante, cífico, cuyo arranque prometedor
desde entonces, ambas partes han deberá demostrar consolidación
afirmado, en varias ocasiones, el más allá del fortalecimiento del
interés de incorporar Chile, siendo comercio. En los dos organismos
el obstáculo principal el que sus que pueden implicar un cierto
aranceles vigentes exceden los del grado de cese de control, el Mer-
Mercosur. cosur y la CAN, Chile optó por
Desde su constitución, en 2011, mantener su participación a nivel
la Alianza del Pacífico, impulsada de miembro asociado. Pudiéndose
por los gobiernos de Chile, Colom- considerar al país como un outlier
bia, México y Perú, progresó de case en este respecto. Cabe recordar

22
Nicole Jenne y Sebastián Briones Razeto
Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

que los países miembros de las dos empujado por la resolución de las
iniciativas no alcanzaron sus obje- diferencias limítrofes, que resultó
tivos, siendo el Mercosur hoy día en avances en cooperación, como
una unión aduanera (imperfecta) por ejemplo la brigada combinada
y no un mercado común (Briceño, conjunta Cruz del Sur.
2013: 24). La Tabla 1 lista los tratados de
los cuales Chile y Argentina son
Tratados firmados por parte y que hayan sido ratificados
Chile por nuestro país. Estos se suman
a un total de 70 tratados de los
Chile ha firmado una gran can- cuales 33 son multilaterales y 37
tidad de tratados internacionales bilaterales.
que, suponemos, deberían reflejar La cantidad de tratados no es un
la declarada prioridad de la región indicador para el grado de coopera-
frente a otros países del mundo. ción o integración en sí, en cuanto
Durante el período junio 2003-ju- muchos de ellos constituyen aden-
nio 2013, Chile ha promulgado das a tratados ya existentes. De ahí,
más de 6.800 leyes que crearon veinte de los acuerdos comerciales
o rectificaron algún acuerdo de multilaterales son esencialmente
carácter internacional. Entre ellos protocolos complementarios del
no hay una aparente inclinación acuerdo de asociación con el Mer-
hacia un grupo de países o una cosur. Sin embargo, los números
región en particular. Sin embargo, recogidos en la Tabla 1 indican en
el país con el cual Chile tiene más cuales de los ámbitos temáticos
acuerdos firmados es Argentina, hubo actividad política, señalando

Tabla 1. Tratados ratificados por Chile, de los que Chile y Argentina


son signatarios entre junio de 2003 y junio de 2013

Multilaterales Bilaterales Total


Organismos Internacionales 2 1 3
Asuntos Fronterizos 2 16 18
Comercio y Economía 21 8 29
Justicia y Derechos Humanos 4 4 8
Cultura y Educación 2 3 5
Otros 2 3 5
Medio ambiente 0 2 2
Total 33 37 70

Fuente: elaboración propia en base a Chile, 2014.

23
Estudios Internacionales 189 (2018) • Universidad de Chile

la disposición de avanzar en la requieren una estrategia regional,


coordinación o adaptar los instru- y si los beneficios adicionales que
mentos existentes. conlleva la estrategia regional, por
La tabla demuestra claramente encima de la cooperación bilateral,
que la mayor cantidad de tratados compensan el costo más alto de
se firmó en el ámbito de comercio, coordinación, de negociación y
finanzas y economía (un 40% del de imposición entre más que dos
total). Otros 18 tratados (26%) actores.
conciernen a cuestiones fronterizas, En respuesta a estas preguntas,
y solo un tercio rige otros ámbitos. el hecho de que Chile exporta más
En términos teóricos, el énfasis a China que a bloques comple-
en lo económico es significativo, tos como el Mercosur, la Unión
dado que las teorías de integra- Europea y NAFTA, indica que la
ción regional, independiente de estrategia regional puede carecer
su fundamento teórico, enfocan la de incentivos tangibles. Desde la
integración económica como factor perspectiva económica se ha des-
clave para en el proceso de regio- tacado la no-complementariedad
nalización (De Lombaerde, Söder- de las economías latinoamericanas
baum, Van Langenhove y Baert, y el hub and spoke system que
2010). Sin embargo, las relaciones amarra al mercado chileno no a
de comercio exterior de Chile no un esquema regional, sino que a la
privilegian la región, sino que economía global (Julián, 2013). Sin
reflejan la orientación global del embargo, más allá de los incentivos
mercado chileno (veáse Fermandois existentes, son los Estados, indivi-
& Enríquez, 2005). Así, los cinco dualmente o en conjunto, los que
principales países de destino de fijan las condiciones para la orien-
las exportaciones de Chile en el tación del mercado y, por ende, las
segundo trimestre de 2015 fueron, vías del comercio. En el caso de
en este orden, Estados Unidos, Chi- Chile, ¿los gobiernos impulsaron
na, Japón, Corea del Sur y Brasil. una política clara y deliberada
Los principales países de origen a fin de empujar el regionalismo
de importaciones del país fueron económico? Para responder a esta
en el mismo período, en primer pregunta, revisamos los tipos de
lugar, China, seguido por Estados acuerdos comerciales de Chile
Unidos, Brasil, Argentina y Corea vigentes.
del Sur (Banco Central de Chile, El tipo de acuerdo comercial
2015). Surge, entonces, la pregunta se puede clasificar, según la teoría
sobre si los beneficios que obtiene clásica de integración regional que
Chile de la cooperación e inte- divide este proceso, en cuatro fases
gración económica efectivamente (Balassa, 1967): primero, la zona de

24
Nicole Jenne y Sebastián Briones Razeto
Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

libre comercio, después una unión giado frente a otras regiones como
aduanera, un mercado común y, por Europa o Asia.
último, una unión económica. En la
zona de libre comercio no existen Convergencia de
barreras arancelarias o comerciales. indicadores mediante
En la unión aduanera, como por distancias euclidianas
ejemplo en el diseño original del
Mercosur, los productos internos Como tercer indicador para los
no tienen barreras comerciales, avances de integración, usamos una
mientras que los externos pagan un medida propuesta por Sperlich y
arancel común, lo que privilegia a Sperlich (2012), que mide el éxito
los Estados miembros frente a los de un proceso integracionista (véase
que no lo son. El mercado común también Castles, 2014 y De Lom-
implica ya no solo el tránsito libre baerde, Pietrangeli y Weeratunge,
de bienes, sino también de capitales 2008). Eso se basa en la idea que
y personas. La unión económica la integración debiera producir
consiste en agregar al mercado co- convergencia entre indicadores po-
mún de bienes, capitales y trabajo, líticos, económicos y/o sociales de
una moneda única y, por ende, los países miembros, toda vez que
una política monetaria común. implícitamente apunta a mejorar la
También es llamada “integración situación de todos sus miembros.
de políticas”. En el caso de la integración exito-
El listado de la Tabla 2 demues- sa, se reduciría la brecha entre los
tra que todos los acuerdos vigentes miembros, mientras mecanismos
de Chile se asemejan al modelo de de integración mal concebidos o su
una zona de libre comercio. Los ausencia explican un incremento de
pocos tratados que poseen clausulas diferencias. Para poner esta relación
laborales o medioambientales, que a prueba, se calculan las distancias
requieren un grado de cooperación euclidianas entre los valores de
adicional, son acuerdos con países países en un determinado indicador
desarrollados y no de América Lati- político, económico o social.
na. Finalmente es relevante conside- Si bien los resultados de un
rar que por sí solo, el tratado con la proceso de integración se deben a
Unión Europea implica libertad de complejas dinámicas que dependen
comercio con más países que todos también de factores externos (Gó-
los tratados de comercio firmados mez Mera, 2013), las distancias
por Chile con Latinoamérica. Así euclidianas proveen un indicador
que si bien Chile sí posee una clara que permite ciertas conclusiones
orientación a liberalizar el comercio sobre los mecanismos de integra-
con la región, esta no se ha privile- ción. Por un lado, se puede concebir

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Estudios Internacionales 189 (2018) • Universidad de Chile

Tabla 2. Chile: acuerdos comerciales vigentes

Parte signataria Tipo de acuerdo Entrada en vigencia


Bolivia Acuerdo de Complementación Económica 1993
Venezuela Acuerdo de Complementación Económica 1993
Mercosur (*) Acuerdo de Complementación Económica 1996
Canadá Tratado de Libre Comercio 1997
Centroamérica (**) Tratado de Libre Comercio 2002
Unión Europea (***) Acuerdo de Asociación 2003
Estados Unidos Tratado de Libre Comercio 2004
Corea del Sur Tratado de Libre Comercio 2004
EFTA (****) Tratado de Libre Comercio 2004
China Tratado de Libre Comercio 2006
P4 (*****) Acuerdo de Asociación Económica 2006
India Acuerdo de Alcance Parcial 2007
Japón Acuerdo de Asociación Económica 2007
Panamá Tratado de Libre Comercio 2008
Cuba Acuerdo de Complementación Económica 2008
México Tratado de Libre Comercio 2008
Perú Acuerdo de Complementación Económica 2009
Australia Tratado de Libre Comercio 2009
Colombia Acuerdo de Libre Comercio 2009
Ecuador Tratado de Libre Comercio 2010
Turquía Tratado de Libre Comercio 2011
Malasia Tratado de Libre Comercio 2012
Vietnam Tratado de Libre Comercio 2014
Hong Kong SAR Tratado de Libre Comercio 2014

Fuente: Chile 2015.


* Argentina, Paraguay, Venezuela, Brasil y Uruguay.
** Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.
*** Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca,
Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hun-
gría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos,
Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Suecia.
**** Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
***** Chile, Nueva Zelandia, Singapur y Brunei Darussalam.

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Nicole Jenne y Sebastián Briones Razeto
Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

la magnitud de la brecha entre el caso de Mercosur, Argentina,


los sistemas políticos, económicos Brasil, Paraguay y Uruguay, y en el
y de sociedad de los diferentes caso de la CAN, Bolivia, Colombia,
miembros. Por otro, el desarrollo Ecuador y Bolivia. Finalmente,
de las distancias euclidianas indica para tener un caso de más de dos
la dirección hacia una reducción países con énfasis en lo económi-
de los valores observados, en el co, sin privilegiar la integración,
caso de que el esquema regional incorporamos NAFTA. Según la
sea exitoso, o al contrario, si fuese premisa del modelo de Sperlich y
ineficaz, un incremento o una alta Sperlich, NAFTA crearía menos
fluctuación en los valores obser- convergencia que el Mercosur y
vados. CAN, pero más que Chile-EE.UU.3,
Consideramos cuatro mecanis- que carece de una relación política
mos de integración regional que privilegiada.
son casos significativos de la región Para medir la convergencia
y que además tienen un propósito o divergencia que resulta de los
comercial explícito. Estos son: cuatro esquemas, construimos dos
la relación entre Chile y Estados modelos. En ambos modelos con-
Unidos, basada en el tratado de sideramos una dimensión política,
libre comercio, NAFTA (North la democracia, y una económica, el
American Free Trade Agreement desarrollo, pues son las áreas que
o Tratado de Libre Comercio de se han priorizado en el discurso
América del Norte), Mercosur y la integracionista. El primer modelo
Comunidad Andina de Naciones toma como indicador de desarrollo
(CAN). La relación entre Chile y económico la variación del PIB se-
Estados Unidos fue seleccionada gún los datos proporcionados por
dado que Chile no es miembro ple- el Banco Mundial (2013). Para la
no de ninguno de los esquemas de dimensión política se usan los datos
cooperación comercial en la región. de Polity IV (Center for Systemic
La CAN y el Mercosur son los es- Peace, 2014) como indicador de
quemas con ambiciones de integra- democracia. El Gráfico 2 demuestra
ción mayores (Calvento y Rolandi, los resultados.
2015), por lo que debieran generar Si bien las distancias se carac-
más convergencia que un esquema terizan por una alta fluctuación,
puramente comercial como lo es los datos permiten observar que el
Chile-EE.UU. Contamos solo los
países que fueron miembros ple- 3
Esto, sin embargo, está limitado a los
nos de los organismos durante el aspectos materiales tangibles de los
período completo de observación acuerdos y no a los elementos idea-
cionales. Al respecto véase Caballero
(1990-2013), los cuales son en (2013).

27
Estudios Internacionales 189 (2018) • Universidad de Chile

Gráfico 2. Distancias euclidianas medias en base a dos


variables entre varios grupos y díadas de países.

1,4

1,2

1,0

0,8

0,6

0,4

0,2

0,0

Mercosur Fuente: elaboración


Nafta propia. Chile EEUU CAN

Mercosur, en contra de lo esperado, mantenemos que si bien ambos


no generó más convergencia entre indicadores están fuertemente co-
sus miembros que la existente en rrelacionados, su varianza tiende a
NAFTA y el TLC entre Chile y Es- divergir de manera opuesta, por lo
tados Unidos. La CAN en cambio que agregarlos permite reducir los
muestra resultados intermedios. errores finales.
Para ponderar si la fluctuación Con menos fluctuaciones inte-
del modelo 1 se debía a los indi- ranuales, los resultados del segundo
cadores empleados, construimos modelo, presentado en el Gráfico
un segundo modelo que mide la 3, permiten comparar mejor entre
dimensión económica con el Índice años y entre los diferentes esque-
de Desarrollo Humano (PNUD, mas de integración. Dentro de las
2014), que registra datos para limitaciones del método propio
los años 2005-2013, pero antes señaladas arriba, los resultados se
solamente para los años 1990 y mueven en contra de lo esperado
2000. Para la medida de demo- cuando NAFTA parece haber redu-
cracia, combinamos los índices de cido las diferencias de manera más
Freedom House (2014) y Polity marcada que la CAN o Mercosur.
IV (2014). Siguiendo Hadenius y El Mercosur, pese a sus metas más
Teorell (2005) y Altman (2011), ambiciosas, parece ser el esquema

28
Nicole Jenne y Sebastián Briones Razeto
Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

Gráfico 3. Distancias euclidianas medias en base a dos variables


entre varios grupos y díadas de países.

0,9

0,8

0,7

0,6

0,5

0,4

0,3

0,2

0,1

0
1990 2000 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

Fuente: elaboración propia.


Mercosur Nafta Chile EEUU CAN

menos exitoso por cuanto no solo dudas sobre la efectividad de los


reduce en menor medida la brecha, instrumentos más exigentes como
sino que además demuestra mayor la unión aduanera.
fluctuación. La CAN se ubica en un
nivel intermedio: si bien termina Conclusiones
con valores bajos, el hecho de que
sus miembros no tuvieran grandes Este artículo partió de una
brechas para empezar, siembra observación frecuentemente en-
dudas sobre su efectividad. Curio- contrada en la literatura sobre el
samente, la relación entre Chile y regionalismo latinoamericano,
EE.UU. presenta una reducción de según la cual existe una brecha
la brecha igual o más grande que la entre los llamados por más inte-
de NAFTA, pero con fluctuaciones. gración, por un lado, y la falta de
En resumen, los dos acuerdos de integración en la práctica, por el
libre comercio parecen haber redu- otro (Briceño 2013; Domínguez
cido las brechas en mayor medida 2007; Malamud y Gardini, 2012).
que CAN o el acuerdo aduanero Usando diferentes fuentes de datos,
Mercosur. Si bien es probable que la presente contribución pretendió
otros factores también hayan sustanciar empíricamente esta bre-
influido en los avances y retroce- cha. A modo de conclusión, pode-
sos, el análisis de las distancias mos resumir los siguientes puntos:
euclidianas arroja por lo menos primero, mostramos que Chile ex-

29
Estudios Internacionales 189 (2018) • Universidad de Chile

presa una orientación fuerte hacia de cooperación/integración en


la región, tanto en sus directrices la región. En la tercera parte del
de política exterior como en las de- artículo, sostuvimos que la gran
claraciones públicas, lo que incluye cantidad de acuerdos en materia
enmarcar políticas de cooperación comercial y financiera firmados por
bilateral dentro de un proceso de Chile no expresan un compromiso
regionalización. También en su con la integración política, porque
comportamiento ante la Asamblea se acotan en eliminar barreras (in-
General de NU, Chile ha mostrado, tegración económica negativa) sin
de forma simbólica, su compro- incentivar la integración positiva.
miso con la región, a través de su La medida de las distancias eucli-
votación y en los discursos presi- dianas mostró las limitaciones de
denciales. Sin embargo, en ningún esquemas integracionistas, como el
caso estos indicadores señalaron Mercosur y la CAN, lo que explica
que este compromiso se atribuye en parte por qué Chile se ha man-
a la integración propiamente tal, tenido fuera de ellos. Sin embargo,
cuando podría ser la cooperación. sin una política que se propone
Así, la primera conclusión se crear las bases para una integración
complementa con lo sustentado exitosa, el declarado compromiso
anteriormente por Fermandois con la región seguirá teniendo poco
y Henríquez (2005) y Wilhelmy sustento concreto.
y Durán (2003), que la política Eso no quiere decir que la inte-
regional chilena sigue, a grandes gración regional debe ser un fin en
rasgos, en la línea de lo implemen- sí mismo. Si el objetivo final es la
tado por el primer gobierno del articulación de Chile en los merca-
Presidente Aylwin, quien buscó la dos globales, el éxito de la inserción
reinserción internacional de Chile. a nivel regional depende más de
Ese objetivo, si bien reestructuró intereses y oportunidades específi-
las políticas de varios campos, se cas que de una estrategia regional
rigió sobre todo por la estrategia de subyacente. El sistema de integra-
una política orientada al comercio ción latinoamericano subsistirá no
y la inversión, pero sin abandonar por una demanda, sino por interés
ciertos gestos regionales, como la del propio sistema diplomático
votación en bloque dentro de la y político, que mantiene cierta
Asamblea General de Naciones contradicción entre la retórica y la
Unidas. acción. No obstante, a largo plazo
Estos gestos regionales no se la promesa de integración regional
tradujeron en un rol protagónico no-cumplida puede reducir no solo
por parte de Chile, en cuanto a la confianza de los inversores, sino
los diferentes mecanismos y foros también de otros gobiernos o de

30
Nicole Jenne y Sebastián Briones Razeto
Integración regional y la política exterior de Chile. ¿Paradoja o acomodo?

los electores. En base al presente cación: 2015, último acceso: 28 de


trabajo, sugerimos por tanto una octubre 2015, http://si3.bcentral.cl/
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