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Bajtim.

La cultura Popular en la edad


media y el renacimiento
Las imágenes de la obra de Rabelais están perfectamente ubicadas dentro de la evolución
milenaria de la cultura popular. La concepción estrecha del flocklore excluye casi por completo la
cultura específica de la plaza pública.

El mundo infinito de las formas y manifestaciones de la risa se oponía a la cultura oficial, al tono
serio, religioso y feudal de la época. Dentro de esta diversidad hay una unidad de estilo en la
cultura cómica popular, principalmente de la cultura carnavalesca.

La múltiples manifestaciones de esta cultura puede subdividirse en grandes categorías:

1-formas y rituales del espectáculo

2-obras cómicas verbales

3-diversas formas y tipos de vocabulario familiar y grosero

1- Los festejos del carnaval ocupaban un lugar muy importante en la vida del hombre medival. Se
llenaban las plazas y calles durante días. Además casi todas las fiestas religiosas poseían un
aspecto cómico popular y público. Ninguna fiesta se desarrollaba sin los elementos de una
organización cómica.

Todos estos ritos y espectáculos organizados a la manera cómica, presentaban una diferencia de
principio con las formas de culto y las ceremonias oficiales serias de la Iglesia y del Estado feudal,
Ofrecían una visión del mundo, el hombre y de las relaciones humanas totalmente diferente,
deliberadamente no oficial exterior a la Iglesia y al Estado; parecían haber construido al lado del
mundo oficial un segundo mundo y una segunda vida creando una especie de dualidad del mundo.

¿Cuáles son los rasgos típicos de las formas rituales y espectáculos cómicos de la Edad Media?

El principio cómico que preside los ritos carnavalescos los exime completamente de todo
dogmatismo religioso y están desprovistos de carácter mágico o encantatorio. Incluso ciertas
formas carnavalescas son una parodia del culto religioso, son formas exteriores a la religión:
pertenecen a una esfera particular de la vida cotidiana.

En razón de un poderoso elemento de juego (las formas carnavalescas) se relacionan


perfectamente con las formas del espectáculo teatral. Pero el carnaval ignora toda distinción
entre actores y espectadores.

Los espectadores no asisten al carnaval, sino que lo viven ya que está hecho para todo el pueblo.
El carnaval posee un carácter universal, es un estado peculiar del mundo. Es imposible escapar
porque el carnaval no tiene una frontera espacial, en su curso solo puede vivirse de acuerdo a sius
leyes: las leyes de la libertad.

El carnaval no era una forma de espectáculo teatral, sino más bien una forma concreta de la vida
misma. No era simplemente representada en un escenario sino vivida en la duración del carnaval.

Los bufones y payasos son los personajes característicos de la cultura cómica de la Edad Media.

El carnaval es la segunda vida del pueblo, basada en el principio de la risa. Es su vida festiva. La
fiesta es el rasgo fundamental de todas las formas de ritos y espectáculos de la Edad Media.

Las festividades cualquiera sea su forma son una forma primordial de la civilización humana.
Siempre han tenido un sentido profundo, han expresado siempre una concepción del mundo. Las
fiestas siempre tienen una relación profunda con el tiempo, en la base de las fiestas siempre hay
siempre una concepción del tiempo natural, biológico e histórico.

En la Edad Media la fiesta se convertía en la forma que adoptaba la segunda vida del pueblo, que
temporalmente penetraba en el reino untópico de la universalidad, la libertad, la igualdad y la
abundancia. En las fiestas oficiales de la Edad Media, en cambio, no se sacaba al pueblo del orden
existente ni eran capaces de crear una segunda vida. El carnaval era el triunfo de una especie de
liberación transitoria, más allá de la órbita de la concepción dominante. El individuo parecía
dotado de una segunda vida que le permitía establecer nuevas relaciones, verdaderamente
humanas, con sus semejantes. La alienación desaparecía provisionalmente.

La eliminación previsional de las relaciones jerárquicas entre los individuos creaba en la plaza
pública un tipo de comunicación inconcebible en situaciones normales. Esto produjo el nacimiento
de un lenguaje carnavalesco típico. Se originó una lengua propia capaz de expresar la cosmovisión
carnavalesca unitaria pero compleja del pueblo. Se caracteriza por la lógica de las cosas al revés y
contradictorias. La segunda vida se construye en cierto modo como un mundo del revés, como una
parodia de la vida ordinaria.

La risa carnavalesca es patrimonio del pueblo: todos se ríen. Es también universal, contiene todas
las cosas y la gente, el mundo entero parece cómico. Por último esta risa es ambivalente, alegre y
al mismo tiempo sarcástica, niega y afirma, amortaja y resucita.

Las celebraciones carnavalescas ocupaban un importante lugar en la vida de las poblaciones


medievales, en las grandes ciudades llegaban a durar 3 meses por año. La influencia de la
cosmovisión carnavelesca sobre la concepción y el pensamiento de los hombres era radical: les
obligaba a renunciar de su condición oficial y a contemplar en mundo desde un punto de vista
carnavalesco.

3- el carnaval generaba un tipo especial de comunicación imposible de establecer en la vida


cotidiana: era un contacto familiar y sin restricciones. La nueva forma de comunicación produjo
nuevas formas lingüísticas
El lenguaje familiar de la plaza pública se caracteriza por el uso frecuente de groserías. También
había groserías blasfematorias dirigidas a divinidades. Estas blasfemias eran ambivalentes:
degradaban y a la vez regeneraban y renovaban.

Los juramentos desde muchos puntos de vista eran similares a las groserías. Eran una género
verbal especial con la mismas bases que las groserías (carácter aislado, acabado y autosuficiente).
Sumergidos en el ambiente del carnaval adquirieron un valor cómico y se volvieron ambivalentes.

El lenguaje familiar se convirtió en cierto modo en receptáculo donde se acumularon las


expresiones verbales prohibidas y eliminadas de la comunicación oficial.

En el realismo grotesco (es decir en el sistema de imágenes de la cultura cómica popular) el


principio material y corporal aparece bajo la forma universal de una fiesta utópica. Lo cósmico, lo
social y lo corporal están ligados indisolublemente en una totalidad viviente e indivisible.

En el realismo grotesco, el elemento espontáneo material y corporal es un principio


fundamentalmente positivo que no aparece bajo una forma egoísta ni separado de los demás
aspectos vitales. El principio material y corporal es percibido como universal y popular, y como tal
se opone se opone a toda separación de las raíces materiales y corporales del mundo, a todo
aislamiento y confinamiento a sí mismo, a todo carácter abstracto o separado de la tierra y el
cuerpo.

El portador del principio material y corporal es el pueblo, que de su evolución crece y se renueva
constantemente. Por eso el elemento corporal es magnífico, exagerado e infinito.

La abundancia y universalidad determinan a su vez el carácter alegre y festivo (no cotidano) de las
imágenes referentes a la vida material y corporal. El principio material y corporal es el principio de
la fiesta, del banquete, de la alegría.

El rasgo sobresaliente del realismo grotesco es la degradación: la transferencia al plano material y


corporal de lo elevado, espiritual, ideal y abstracto. No solo las parodias sino detrás de las demás
formas del realismo grotesco tienden a degradar, corporizar y vulgarizar. Esta es la cualidad
esencial de este realismo que lo separa de demás formas “nobles” de la literatura y el arte
medival. La risa degrada y materializa.

En el realismo grotesco la degradación de lo sublime no tiene un carácter formal o relativo. Lo alto


y lo bajo poseen un sentido topográfico. Lo alto es el cielo, lo bajo es la tierra, la tierra es el
principio de absorción (la tumba y el vientre) y a la vez nacimiento y resurrección (el seno
materno). Rebajar consiste en aproximar a la tierra, entrar en comunión con la tierra concebida
como un principio de absorción y al mismo tiempo de nacimiento: al degradar a la vez se mata y se
da a luz a algo superior. Degradar significa entrar en comunión con la parte inferior del cuerpo. La
degradación cava la tumba corporal para dar lugar a un nuevo nacimiento. Por eso tiene un valor
ambivalente: valor negativo y a la vez positivo.
A diferencia de los cánones modernos, el cuerpo grotesco no está separado del resto del mundo,
sino que franquea sus propios límites y sale fuera de sí. En énfasis está puesto en las partes del
cuerpo en que esté se abre al mundo exterior o penetra en él a través de orificios o
protuberancias. Es un cuerpo eternamente incompleto, eternamente creado y creador.

Una de las tendencias de la imagen grotesca es exhibir dos cuerpos en uno: uno que da vida y
desaparece y otro que es concebido y lanzado al mundo.

En contraste con las exigencias de los cánones modernos, el cuerpo siempre está en una edad muy
cercana al nacimiento o la muerte.

Está era la única concepción del cuerpo que conocía la cultura popular y el espectáculo.

En las groserías modernas no queda nada del ese sentido ambivalente y regenerador, sino
negación pura y llana, el cinismo y el insulto puro.

A partir de la segunda mitad del siglo XVIII hay un proceso de reducción progresivo en la forma de
los ritos y espectáculos carnavalescos populares. Por una parte se produce la estatización de la
vida festiva, que pasa a ser una vida de gala, y por la otra se introduce a la fiesta en lo cotidiano, es
decir queda relegada a la vida privada, doméstica y familiar. La fiesta casi deja de ser la segunda
vida del pueblo (dice casi porque el principio festivo carnavalesco popular es indestructible).

El grotesco pierde sus lazos reales con la cultura popular de la plaza pública al convertirse en pura
tradición literaria. El grotesco ofrece la posibilidad de un mundo totalmente diferente, de una
nueva estructura vital. La función del grotesco es liberar al hombre de las formas de necesidad
inhumana en que se basan las ideas convencionales. El grotesco derriba esa necesidad y descubre
su carácter relativo y limitado. La risa y la cosmovisión carnavalesca, que están en la base del
grotesco, destruyen la seriedad unilateral y liberan el pensamiento y la imaginación humana que
quedan disponibles para el desarrolla de nuevas posibilidadses.

La oposición no existe en el sistema de imágenes grotescas. La muerte es en esta concepción una


entidad de la vida en una fase necesaria como condición de renovación y rejuvenecimiento
permanentes. La muerte está siempre en correlación con el nacimiento, la tumba con el seno
terrestre que procrea. En el sistema de imágenes grotescas la muerte y la renovación son
inseparables del conjunto vital, e incapaces de infundir temor. El grotesco no es estático, se
esfuerza por expresar en sus imágenes la evolución, el crecimiento, la constante imperfección de
la existencia. Sus imágenes contienen dos polos de la evolución.

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Aportes del práctico

Concepción materialista histórica. Da cuenta de las condiciones sociales en que se produce la obra
de Rabelais para analizarla.

Edad media, fiestas comunes. Capitalismo, separa la cultura de los que no tienen cultura.
En las fiestas de la edad media todavía no hay ningún principio racional en funcionamiento. Ej:
principio del tercero excluido (las cosas son o no son).

Edad media: vida cotidiana fundada en la vida agrícola.

Modo del cultura popular medieval incompatible con el capitalismo. Las políticas para reencauzar
esto duran 300 años.

A partir del 1500 sectores religiosos comienzan a intentar prohibir este tipo de fiestas.

Fuente: lectura indiciaria de Rabeláis. Trabaja con fragmentos escritos. Concepción epistemológica
: se pueden construir indicialmente las condiciones históricas a través de distintas entradas.

Bajtim: para el periodo que toma cultura popular carácter interclasista (diferencia con Guinzburg).
Peter Burke da cuenta de lo que pasó en el medio.

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