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RESOLUCIONES QUE CAUSAN EJECUTORIA

1) Concepto

Una resolución que causa ejecutoria es aquella que se puede cumplir o ejecutar aún cuando no se
encuentre firme por existir recursos pendientes en su contra. Dicho de otra forma, se trata de una
resolución que puede ser ejecutada no obstante no encontrarse firme. La ejecución de la resolución tiene
tres características:

1.1) Es una ejecución provisional, pues está sujeta a ser revocada en caso de que la resolución sea
dejada sin efecto o modificada con ocasión de los recursos pendientes. La tendencia en el
Derecho Procesal es a favorecer el cumplimiento provisional como una manera de propiciar una
tutela más inmediata.
1.2) La ejecución es siempre incidental. La resolución que causa ejecutoria no es, propiamente tal, un
título ejecutivo y, por lo tanto, no podría dar lugar a un juicio ejecutivo separado del juicio en
que se dictó.
1.3) La ejecución es marcadamente voluntaria, pues queda completamente a la voluntad del ejecutante
el promover o no la ejecución provisional. La parte perfectamente puede esperar hasta que la
sentencia quede firme sin problemas de prescripción

2) Casos de resoluciones que causan ejecutoria

Los dos principales casos son:

2.1) La apelación concedida en el solo efecto devolutivo, salvo que se decretase una orden de no
innovar (ONI). Se conceden en el solo efecto devolutivo todas las resoluciones que no sean
sentencias definitivas, salvo las excepciones del art. 194 del CPC. Cuando la apelación se concede
en el solo efecto devolutivo seguirá conociendo de la causa el tribunal inferior hasta su
terminación.
2.2) La casación, salvo que nos encontrásemos en alguna de las hipótesis del art. 733, esto es: en
primer lugar, que el cumplimiento de la sentencia haga imposible ejecutar la que dicte el tribunal
superior si acoge el recurso -es decir, cuando la ejecución provisional sea imposible de revertir-;
y, en segundo lugar, que la parte vencida (recurrente) solicite fianza de resultas1 -esto es, un
monto de dinero para a garantizar la eventual reversión de esa ejecución-, la que, de ser acogida,
detendrá la ejecución mientras no se rinda.
2.3) La resolución que ha sido objeto de recurso de queja.

1 (apunte) La fianza de resultas se pide al tribunal a quo que dictó la resolución recurrida. Se le pide al mismo momento de
interponer el recurso de casación. Se le pide en un escrito separado del recurso de casación. Opera en el sentido de que el tribunal
va a fijar una suma que deberá consignar el recurrente, mientras no la consigne la resolución no va a causar ejecutoria. Una vez
se consigne esa resolución va a causar ejecutoria. La consignación servirá para responder eventualmente si es que hay que revertir
la ejecución en caso de que el recurso fuera acogido.
EFECTOS DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

Los efectos de las resoluciones judiciales son dos, a sales: el desasimiento y la cosa juzgada. Es bastante
discutible que éstos sean los efectos, no obstante, así se estudia.

1) El desasimiento (art. 182 del CPC)


1.1) Concepto y generalidades

Es aquél efecto de las resoluciones judiciales en virtud del cual, una vez notificada ella a alguna de las
partes, el tribunal no puede modificarlas o alterarlas. Es decir, el mismo tribunal que dicta la resolución
no puede modificarla una vez que se haya notificado a alguna de las partes. La palabra
“desasimiento” viene de “asir” que quiere decir tomar, así, “desasir” es soltar.

El desasimiento, conforme al art. 182 del CPC, opera respecto de las sentencias definitivas e
interlocutorias. No se incluyen los autos y decretos porque éstos siempre pueden reponerse. El
desasimiento se produce desde el momento en que se notifica la resolución a cualquiera de las partes.

1.2) Excepciones al desasimiento:

Hablamos de excepciones al desasimiento en aquellos casos en que el tribunal que dictó la resolución
puede, después de notificar a alguna de las partes, modificarla. Existen tres excepciones:

a) Cuando la reposición procede respecto de sentencias interlocutorias, el ejemplo típico es el de la


resolución que recibe la causa a prueba.
b) La nulidad por falta de emplazamiento. En virtud de ella, el tribunal que dictó la resolución podría
dejarla sin efecto y, si la deja sin efecto, de alguna manera la está alterando. Se señala la nulidad por
falta de emplazamiento como una excepción porque el art. 182 hace expresa mención a ella, sin
embargo, se entiende que cualquier incidente de nulidad puede ser una excepción al desasimiento,
pues si el art. 182 solo menciona la nulidad por falta de emplazamiento es porque el incidente de
nulidad es posterior a la entrada en vigencia del CPC.
c) La solicitud de aclaración, agregación o enmienda. En este caso, el tribunal solo podrá alterar la
resolución en cuestiones formales “de expresión” sin alterar la decisión o autonomía de la resolución.

2) Cosa Juzgada:

Si bien tradicionalmente se ha estudiado a la cosa juzgada dentro de los efectos de las resoluciones, la
doctrina más actualizada entiende que la cosa juzgada no es un efecto sino que una calidad o atributo de
ciertas resoluciones.

2.1) Acepciones de la cosa juzgada

Existen varias acepciones de cosa juzgada, a saber:


a) Como efecto de las resoluciones judiciales. Esta es la forma en que se entiende clásicamente. La cosa
juzgada, como efecto de las resoluciones judiciales, permite obtener el cumplimiento forzoso de la
sentencia (acción de cosa juzgada) e impedir volver a discutir lo resuelto en la sentencia (excepción
de cosa juzgada).
b) Como estado de juicio. Ésta no hace referencia a las resoluciones judiciales propiamente tales sino
que a los juicios, pues, en el fondo, la cosa juzgada hace referencia a aquellos juicios que se encuentran
afinados o terminados, sea por sentencia definitiva, sea por un equivalente jurisdiccional. La cosa
juzgada, aparte de impedir que vuelva a discutirse el juicio, cierra completamente el juicio
impidiendo que puedan alegarse nulidad, formular nuevas alegaciones, etc.
c) Como atributo de las resoluciones judiciales (Liebman): Liebman señala que la cosa juzgada no es un
efecto de las resoluciones judiciales sino que es una cualidad de la sentencia firme, en virtud de la
cual, ella no puede ser modificada. La principal característica de esta noción es que niega la calidad
de efecto de la cosa juzgada.

2.2) Fundamentos de la cosa juzgada:

Estos son básicamente dos. Como fundamento inmediato está el non bis in idem, es decir, no volver a
juzgar dos veces. No se puede repetir un juicio que haya culminado de forma regular. Este es el
fundamento inmediato de la cosa juzgada. Detrás de este fundamento se encuentra el de la seguridad
jurídica, es decir, que cuando se resuelva un juicio sea de forma definitiva, para que las consecuencias que
resulten del juicio sean inmutables.

En la Constitución no hay ninguna manifestación clara de la cosa juzgada, no obstante, se ha


entendido que hay dos disposiciones básicas que consagran la cosa juzgada. En primer lugar, el art. 76 de
la CPR, en aquella parte que prohíbe revivir procesos fenecidos, o sea, aquel respecto del cual existe cosa
juzgada. En segundo lugar, el art. 19 N° 3 de la CPR, incluyendo a la cosa juzgada dentro del debido
proceso o de la tutela judicial efectiva, entendiendo que la inmutabilidad de la sentencias sería una
expresión del derecho a la cosa juzgada. Se señala que existe un derecho a la inmutabilidad de las
resoluciones judiciales, esto es, que aquellas resoluciones que gozan de cosa juzgada no pueden ser
modificadas sino por los causes legales establecidos para ello que son siempre muy excepcionales. Por
último, y en tercer lugar, se cita como fundamento de la cosa juzgada el art. 19 N° 24 de la CPR, pues se
ha entendido que cualquier disposición que supusiese afectar la cosa juzgada podría suponer un riesgo de
afectar el derecho de propiedad; esto porque de alguna manera se incorpora en el patrimonio, de forma
más o menos tangible, la sentencia firme.

2.3) Sentido básico de la cosa juzgada

El sentido básico de la cosa juzgada es la inmutabilidad de la decisión, es decir, que aquello decidido
no puede ser modificado. Ahora, la inmutabilidad no es absoluta, es decir, no implica que en ningún caso
aquello pueda ser modificada, pero si busca otorgar la mayor estabilidad que ofrece el sistema. Hay formas
de dejar sin efecto la cosa juzgada, en nuestro sistema existen, al menos, dos: por un lado, la acción de
revisión que tiene causales sumamente restringidas; y por otro, la nulidad por falta de emplazamiento.
Algunos podrían agregar a estas dos formas la inexistencia.

Existen dos maneras de entender la cosa juzgada:

a) Cosa juzgada material: supone una suerte de “presunción de derecho” de que lo establecido en la
sentencia es la “verdad”. Es material porque los ordenamientos que regulan de esta forma la cosa
juzgada lo hacen en el Código Civil, y porque supone asumir, desde el punto de vista fáctico, que los
hechos y situaciones jurídicas son como lo establece la sentencia.
b) Cosa juzgada procesal: ésta es más pragmática, pues clausura el debate sin establecer que aquello que
resolvió la sentencia es una verdad absoluta. Este sentido de la cosa juzgada es el que reconoce
nuestro CPC.
2.4) Cosa juzgada y jurisdicción

La cosa juzgada y la jurisdicción son cuestiones sumamente cercanas, principalmente, por dos
motivos. En primer lugar, porque se suele decir que uno de los elementos distintivos de la jurisdicción es
la posibilidad de resolver con autoridad de cosa juzgada2. Y, en segundo lugar, porque solamente
producen cosa juzgada los actos jurisdiccionales, y no los actos administrativos ni de otro tipo.

2.5) Resoluciones que producen cosa juzgada:

Según el art. 175 del CPC producen cosa juzgada las sentencias interlocutorias y definitivas firmes.

a) Sentencias definitivas: todas las sentencias definitivas producen cosa juzgada, sea que acojan o
rechacen la demanda, e incluso si la rechazan por falta de prueba La jurisprudencia ha identificado
un solo caso en que una sentencia definitiva que rechaza la demanda por falta de prueba no
produce cosa juzgada, a saber: las demandas de reconocimiento de paternidad rechazadas sin
practicarse pericias de ADN. La CS ha señalado que prevalece sobre la cosa juzgada el derecho
de identidad del niño
b) Sentencias interlocutorias: ha surgido la discusión respecto a si todas las sentencias
interlocutorias producen cosa juzgada. Romero Seguel entiende que solo producen cosa juzgada
aquellas que se pronuncian sobre cuestiones sustanciales o de fondo. Otros, en cambio, señalan
que todas las sentencias producen cosa juzgada pero solo en relación con aquello sobre lo que se
pronuncia. Por lo tanto, una resolución que se pronuncia sobre la incompetencia del tribunal por

2 (apunte) Sin embargo, no todos los juicios producen el mismo nivel de cosa juzgada. En este sentido, ¿Puede
haber jurisdicción sin cosa juzgada? Esto sucede en nuestro derecho con los interdictos posesorios (Art. 563 CPC)
éstos no producen, al menos, cosa juzgada material en el sentido de que lo que se resuelva ahí puede ser discutido
posteriormente en otro juicio. Por ej. si se interpone una querella de amparo y se rechaza porque no es dueño,
después se puede interponer una acción reivindicatoria donde se determine que si es dueño. Por tanto, hay ejercicios
jurisdiccionales que no terminan por resoluciones que tengan plena fuerza de cosa juzgada. Y además, puede haber
cosa juzgada sin que exista juicio, por ejemplo, transacción.
supuesto no produce cosa juzgada respecto de la pretensión pero si respecto de que el tribunal es
incompetente.

2.6) Figuras anormales o patológicas de la cosa juzgada:


a) Cosa juzgada aparente: ésta guarda relación con la nulidad por falta de emplazamiento. Es una
construcción doctrinaria para conservar la intangibilidad de la cosa juzgada y, al mismo tiempo,
permitir la nulidad por falta de emplazamiento. Esta figura se da en aquellos casos en que hay una
“apariencia” de juicio, pues lo que hubo no fue propiamente un juicio porque no se había
perfeccionado la relación procesal por falta de emplazamiento (ya sea porque no hubo o porque fue
ineficaz). Así, eso que parecía juicio, no lo era; lo que parecía sentencia, no lo era; y lo que parecía
cosa juzgada, tampoco lo era; sino que son puras apariencias. Sin embargo, todo lo anterior se “cae”
porque para alegar la nulidad por falta de emplazamiento existe un plazo de 5 días desde que se tomó
conocimiento del juicio, al cabo del cual, si no se alega, todo lo aparente se vuelve real.

b) Cosa juzgada fraudulenta: es aquella que se da en situaciones de fraude procesal y abuso del proceso,
es decir, situaciones en que se simula un juicio para obtener un beneficio, normalmente respecto de
terceros, pero también del demandado. Existe cosa juzgada fraudulenta en las simulaciones de juicio,
donde alguien litiga con otro exclusivamente para perjudicar a un tercero, por ejemplo dos personas
litigan por la propiedad de un inmueble que en realidad es de un tercero; otro ejemplo es el de un
hombre casado en sociedad conyugal que no podía vender un inmueble porque la mujer, con la que
estaba separado de hecho hace años, no lo autorizaba, él fue citado a confesar deuda en favor de la
hija de su conviviente, la confiesa y le rematan el inmueble, aquí hay cosa juzgada fraudulenta respecto
de terceros ¿quién? La cónyuge. Otra veces el fraude procesal va en contra del demandado como
aquel caso en que hago notificar al demandado por avisos diciendo que no conozco su domicilio o
poniendo un domicilio falso.

La vía para remover la cosa juzgada fraudulenta es la acción de revisión, si embargo, ésta es muy
exigente, pues requiere, en casi todos los casos, sentencia penal y firme.

2.7) Clases de cosa juzgada

El CPC reconoce dos, a saber: acción de cosa juzgada y excepción de cosa juzgada. La doctrina moderna señala
que la acción de cosa juzgada no es, propiamente, cosa juzgada sino que es cumplimiento de las
resoluciones judiciales; y agregan a la excepción de la cosa juzgada, que llaman función negativa de la cosa
juzgada, la función positiva de la cosa juzgada que son aquella situaciones en que no se configura la
excepción como tal pero si hay la influencia de un juicio en otro posterior.

a) Acción de cosa juzgada:


a.1) Concepto y requisitos: la acción de cosa juzgada es la facultad que se le reconoce a quien
obtuvo una sentencia favorable para promover el cumplimiento forzado de ella. No todas las sentencias
producen acción de cosa juzgada sino que solo aquellas sentencias definitivas e interlocutorias firmes
condenatorias que contenga una prestación que no haya sido espontáneamente cumplida por el
deudor. Normalmente será el demandante el que obtenga una sentencia de condena, pero puede ser el
demandado en el caso en que se condena en costas al demandante o que demande reconvencionalmente.

a.2) La acción de cosa juzgada es renunciable y prescriptible. Es renunciable porque es decisión


del favorecido en juicio si promueve o no la ejecución, el tribunal no la puede instar de oficio. Éste puede
renunciar a ella por la simple inactividad o, lisa y llanamente, puede renunciarla expresamente. Que sea
renunciable implica, además, que sea negociable o transable, es decir, puedo obtener una sentencia por
100 millones pero acepto extinguir la obligación con el pago de 70 millones, o recibiendo en pago una
casa, disculpas públicas, etc. Es prescriptible conforme las reglas generales del art. 2515 del CC, esto, es,
prescribe en 5 años desde que se hace exigible la obligación contenida en la sentencia definitiva, donde
subsiste tres años como acción ejecutiva (donde el procedimiento aplicable es el ejecutivo) y dos años
como acción ordinaria (donde el procedimiento aplicable es declarativo, concretamente, juicio sumario).

a.3) Los sujetos de la acción de cosa juzgada son, por un lado, el sujeto activo o quien puede
alegarla, y lo será quién ha obtenido en juicio, o sea, la parte del juicio que ha obtenido una sentencia
favorable y quienes le sucedan por acto entre vivos o por causa de muerte, ya sea a título gratuito u
oneroso; y, por otro lado, el sujeto pasivo o contra quien se alega será, normalmente, la parte demandada
o contraria, pero podría serlo también un tercero o el demandante en los casos de condena en costas y
demanda reconvencional; y quienes los sucedan. El art. 234 del CPC contempla expresamente la
posibilidad de pedir el cumplimiento respecto de terceros. Esta opción se refiere a aquellos casos en que
los terceros deben, de alguna manera, facilitar el cumplimiento. Por ejemplo, una forma de pagar la
compensación económica es a través de fondos previsionales, de modo que la sentencia dirá que “la AFP
x traspasará a la cuenta de ahorro de x persona x suma”. En este caso se le pedirá el cumplimiento a la
AFP porque el demandado propiamente tal no puede hacerlo. Ahora, aún así, a los terceros se les
reconoce una excepción adicional en la ejecución que es la de no empecerle el resultado del juicio, esto
es, que la resolución le resulta inoponible.

a.4) ¿cómo se hace valer la acción de cosa juzgada? Dependerá del tiempo y del tribunal que se
elija.

i. Lo normal, porque es lo más rápido, es que se pida el cumplimiento incidental ante el tribunal
que dictó la resolución en primera o única instancia, conforme al art. 113 del COT. En este caso,
se aplica el procedimiento incidental del art. 233 del CPC, a menos que la ley fije otra forma de
cumplimiento, como sucede en los juicios de hacienda y de arrendamiento. Se puede pedir el
cumplimiento hasta un año desde que la obligación contenida en la sentencia se ha hecho
exigible, ahí, la doctrina ha entendido que se hace exigible desde que la resolución causa
ejecutoria. Ahora, incluso dentro de dicho año el ejecutante puede optar por recurrir al tribunal
competente conforme a las reglas generales, en cuyo caso el cumplimiento seguirá las reglas del
juicio ejecutivo.
ii. Cuando ha transcurrido más de 1 año desde que la obligación contenida en la sentencia se ha
hecho exigible y hasta los tres años, solo se puede pedir el cumplimiento a través de un
juicio ejecutivo (art. 434 N° 1).
iii. Cuando ha transcurrido más de 3 años y menos de 5 años desde que la obligación se ha hecho
exigible solo se puede pedir el cumplimiento a través de un juicio declarativo, en específico, el
juicio sumario (art. 680 N° 7).

b) Excepción de cosa juzgada:

b.1) Concepto: la excepción de cosa juzgada

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