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Introducción

"El hombre es naturalmente un animal político y social. Esto resulta evidente por el
hecho de que un hombre no se basta él solo para vivir (...). Pero el orden de la
providencia no le quita a ninguna cosa lo que le es natural, sino más bien lo
provee de todo de acuerdo con el orden de su naturaleza (...). Luego el orden de
la providencia no ha querido que se suprima la vida social del hombre".

a) El Hombre es un ser social por naturaleza.

Pero el hombre, por ser racional e individual, no es autosuficiente; necesita de la


ayuda y cuidado de los demás seres de su especie. No puede vivir aislado, tiene
que vivir en sociedad para así poder satisfacer sus necesidades tanto físicas como
espirituales: "debe saberse que, puesto que el hombre es un animal social por
naturaleza - como todo el que para subsistir necesita de muchas cosas que por sí
mismo no puede procurarse -, es lógico que el hombre sea naturalmente parte de
una comunidad, que le proporcione lo que le ayude a vivir bien". "En efecto, el
principal recurso del hombre es, junto con la tierra, el hombre mismo. Es su
inteligencia la que descubre las potencialidades productivas de la tierra y de las
múltiples modalidades con que se pueden satisfacer las necesidades humanas. Es
su trabajo disciplinado, en solidaria colaboración, el que permite la creación de
comunidades de trabajo cada vez más amplias y seguras para llevar a cabo la
transformación del ambiente natural y la del mismo ambiente humano".

"Los hombres, las familias y los diversos grupos que constituyen la comunidad civil
son conscientes de su propia insuficiencia para lograr una vida plenamente
humana y perciben la necesidad de una comunidad más amplia, en la cual todos
conjuguen a diario sus energías en orden a una mejor procuración del bien común.
Por ello forman comunidades políticas.".

b) La búsqueda del bien. La felicidad.

El hombre al ser un animal social y racional por naturaleza, busca con los demás
hombres satisfacer sus necesidades. Pero no basta con que los hombres se
agrupen en comunidades o sociedades para poder satisfacer sus necesidades, el
hombre no se queda tan sólo en la búsqueda del bien material; por ser racional
tiene una inclinación hacia el bien espiritual que además busca su
perfeccionamiento con la búsqueda de su desarrollo personal e integral para así
poder llegar a su anhelo aquí en la tierra: la felicidad.
"hay en el hombre una inclinación al bien correspondiente a su naturaleza racional,
inclinación que es específicamente suya; y así el hombre tiene tendencia natural a
conocer las verdades divinas y a vivir en sociedad. Desde este punto de vista,
pertenece a la ley natural todo lo que se refiere a esa inclinación, desterrar la
ignorancia, evitar las ofensas con quienes se debe conversar".

c) El fin último del hombre. Dios.

Más aún, la búsqueda del hombre en sociedad no termina con satisfacer sus
necesidades ni con la felicidad en la tierra; debe ir más allá de lo que este universo
le puede dar, debe de buscar su perfeccionamiento y desarrollo con el creador:

"Como el hombre virtuoso está destinado a otro fin, que consiste en la visión de
Dios (...) es necesario que la sociedad tenga el mismo fin que el hombre. No es el
último fin del hombre constituido en sociedad el vivir según la virtud; es alcanzar
por medio de la virtud goces de la bienaventuranza eterna. Si a ese fin pudiera
llegarse sin otro auxilio que el de las fuerzas naturales, a los reyes pertenecería
dirigirlos a ese fin."

"El hombre tiene un alma espiritual e inmortal; es una persona, dotada


admirablemente por el Creador con dones de cuerpo y espíritu; es en realidad,
como decían los antiguos, un <<pequeño mundo>> que supera
extraordinariamente en valor a todo el inmenso mundo inanimado. Dios es el
último fin exclusivo del hombre en la vida presente y en la vida eterna".

Buscando el último fin, que es llegar a Dios, es como se desarrolla y autorealiza el


hombre.
Naturaleza social del hombre

Los seres humanos nacemos y vivimos como miembros de una sociedad, la cual
está conectada a una determinada cultura. Se dice que cada persona necesita de
otra, pues así se ha visto hasta el presente. Aunque existe una teoría que difiere
con lo anterior como la teoría individualista, la cual menciona que el hombre
conserva su suficiente capacidad para desenvolverse completamente solo en su
entorno. Sin embargo a mi punto de vista todo ser humano necesitara de los
demás en algún momento determinado de su vida.

La sociedad es una escuela que a diferencia de la primera la cual estamos en


contacto desde nuestro nacimiento (el núcleo familiar) y la segunda escuela (la
académica) está la tendremos en nuestro alrededor en todo momento de nuestra
existencia, por eso la importancia en que ella influye en nuestros pensamientos y
nuestro comportamiento.

Ningún ser humano está exento de reglas y normas, la sociedad no es la


excepción por lo cual también recogemos información de nuestro entorno social y
esto podría decirse que se trata de un aprendizaje de normas y valores del
comportamiento en el medio social que son los amigos ya sean cosas buenas o
malas que aprendamos de ellos, tanto en la conducta como su comportamiento,
los medios de comunicación que transmiten tantos mensajes sanos como malos
por lo regular algunos programas televisivos incitan al ser humano a tomar una
conducta no deseada o una mala actitud ante la sociedad. Pero gracias a la
educación el hombre puede moldear su comportamiento ayudándolo a tener
valores éticos y morales.

El hombre por naturaleza nace egoísta siempre va buscar suplir sus propias
necesidades, nunca va suplir las necesidades de otras personas si el mismo no ha
podido suplir sus mismas necesidades, el hombre en esta sociedad su mayor
objetivo es tener el poder ante ella misma.

En esta sociedad siempre ha existido lo malo, es por ellos que el mismo hombre
invento lo bueno porque lo malo siempre ha existido.
El hombre debe vivir en sociedad porque lo ayuda a prepararse en el ámbito
profesional para ser una mejor persona y desarrollar sus conocimientos ya
adquiridos, poder competir con otras personas y a poder interactuar con otras
personas en su entorno social. Al igual que nos ayuda a poder tener un buen
razonamiento de todas las cosas que emprendemos día con día, tomar buenas
decisiones, también a tener un buen lenguaje para poder expresarnos ante la
sociedad y no ser personas incivilizadas. Otra parte muy importante de la sociedad
es que el ser humano busca aprender nuevos conocimientos y complementar ese
conocimiento ya adquirido.

En conclusión podemos mencionar que el hombre no puede vivir sin la sociedad


por que el hombre es naturalmente social y sin ella no razonaría ni tendría un buen
uso del lenguaje ni podría expresarse ante la sociedad, sin ella no existirían las
civilizaciones y la cultura fuéramos totalmente primitivos e incivilizados, el hombre
no se podría desarrollar personal y profesionalmente en ningún área de estudio, y
no podría competir con alguien porque todo ser humano busca beneficiarse a sí
mismo y ser el que sobresalga ante los demás. Y finalmente el hombre no podría
motivarse sin la sociedad para no quedarse con los conocimientos ya adquiridos y
no podría interactuar con los demás.

Es por ello que el hombre depende totalmente de la sociedad sin ella no fuéramos
nada actuaríamos como los animales que solo lo hacen por instinto no por
razonamiento. Ningún ser humano puede decir que podría conservar su suficiente
capacidad para desenvolverse solo en su entorno, todo ser humano siempre
necesitara la ayuda de otros para poder sobrevivir ante la sociedad.
El hombre un ser social por naturaleza:

"El hombre es un ser social por naturaleza" es una frase del filósofo Aristóteles
(384 a. de C.-322 a. de C.) para constatar que nacemos con la característica
social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de
los otros para sobrevivir.

Según Aristóteles se "es" en tanto se "co-es", lo que significa que, a pesar de que
cada hombre posee una dimensión individual que desarrolla su personalidad o su
"ser", esta dimensión está inserta en la dimensión social del hombre para la
convivencia en comunidad desde que nace, para el desarrollo de la coexistencia.

La dimensión individual del hombre son las cualidades que el hombre posee,
reconoce, explora y usa para convivir en comunidad pacíficamente y beneficiarse
los unos a los otros. La dimensión individual, donde radica el ser, debe aprender a
concordar con la dimensión social para convivir en sociedad. Este aprendizaje se
llama proceso de sociabilización.

El proceso de sociabilización es el conjunto de aprendizajes que el hombre


necesita para relacionarse con autonomía, autorrealización y autorregulación
dentro de una sociedad como, por ejemplo, la incorporación de normas de
conductas, el lenguaje, la cultura, etc. En suma, aprehendemos elementos para
mejorar la capacidad de comunicación y la capacidad de relacionarnos en
comunidad.

Dice Aristóteles:

El ser humano es un ser social por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por
azar o es mal humano o más que humano (…). La sociedad es por naturaleza
anterior al individuo (…) el que no puede vivir en sociedad, o no necesita nada
para su propia suficiencia, no es miembro de la sociedad, sino una bestia o un
dios.

En función de satisfacer las exigencias físicas y espirituales, el hombre necesita


vivir en sociedad ya que el hombre racional e individual no es autosuficiente y
requiere de la ayuda y protección de los demás de su especie, formando lo que
llamamos comunidades.
Un hombre aislado no puede desarrollarse como persona y de ahí nuestra
tendencia a agruparnos en vez de aislarnos. Un ejemplo es el nacimiento de las
redes sociales y su rápida expansión a pesar de que nuestros avances científicos
y tecnológicos han hecho que los otros seres humanos sean menos
indispensables en nuestra vida. Es por ello que continuamos inventando nuevas
formas de comunicarnos y convivir en sociedad.

En obra de filosofía política Política, Aristóteles afirma, entre otras cosas, que el
hombre es un ser social y político. La sociabilización es la naturaleza del hombre,
por lo que genera naturalmente una sociedad que se debe organizar. La
organización de la sociedad requiere de la naturaleza política del hombre que
derivará en el derecho.

El derecho sólo tiene sentido para el hombre en sociedad y la sociedad, al ser


previa al derecho y al ser individual, solo puede ser organizada por nuestra
naturaleza política a través de un derecho que garantice la convivencia pacífica.

Aristóteles

El hombre, ser social por naturaleza


En Aristóteles la Política (reflexión sobre la buena organización de la vida en
común) es la culminación de la Ética (reflexión sobre la vida moral), y ello porque
para nuestro filósofo los fines últimos del hombre (el bien y la felicidad)
únicamente se alcanzan de modo adecuado en el marco de la sociedad, en el
trato con los demás. Aristóteles da una extraordinaria importancia a la dimensión
social del ser humano. El hombre es un ser social por naturaleza, dice Aristóteles.
Con ello quiere indicar que la disposición humana a vivir en sociedad no es una
consecuencia de circunstancias históricas, económicas o culturales, sino de algo
más profundo y fundamental, de su propia naturaleza o esencia. Otros animales
pueden vivir aislados, pero no es el caso de los hombres que, para realizar las
actividades que les son propias y a las que aspiran y constituyen sus fines y
perfección, necesitan de la sociedad. La ciudad (polis) o comunidad es un fin
natural del ser humano. Por ser el fin natural, la perfección humana y la felicidad
sólo puede sobrevenir en la vida social.

Aristóteles muestra el carácter natural de la ciudad o polis a partir de una reflexión


sobre el lenguaje: puesto que la naturaleza no hace nada en vano, hay que pensar
que el lenguaje (que es propio de los hombres y no de los animales) tiene un fin.
El fin del lenguaje es posibilitar la comunicación, facilitarnos la convivencia al
dotarnos de la capacidad para expresar lo justo y lo injusto, el bien y el mal. Y el
ámbito en el que es posible desarrollar estas cosas es la ciudad. Además, indica
Aristóteles, la ciudad (o Estado) es anterior por naturaleza al individuo, como el
todo es anterior a la parte. Igual que en el caso del cuerpo y la mano, la mano
(una parte) es propiamente mano cuando puede cumplir su función y, por lo tanto,
cuando está integrada en un cuerpo (el todo), así también ocurre con el individuo y
la sociedad, el Estado o la polis: el individuo no se basta a sí mismo, el individuo
puede desarrollarse sólo en el ámbito de la polis, como la mano no se basta a sí
misma y sólo puede ser tal como parte de un cuerpo.

El ciudadano

Para Aristóteles la ciudadanía, el derecho a participar en el gobierno de la ciudad,


está ligado a la posibilidad del ejercicio de la razón. Aristóteles establece una
división entre ellos: unos son libres por naturaleza y otros son esclavos, como los
labradores, artesanos y mercaderes, no son libres porque tienen que trabajar para
vivir.
Aristóteles establece también una separación entre hombres y mujeres. Las
mujeres al no ser de la misma naturaleza que los hombres, no forman parte de los
seres humanos libres.

Ser social generador de cultura

El origen natural de la ciudad es la casa, comunidad primitiva que cubre las


necesidades básicas del ser humano. De la unión de las casas surge la tribu, de la
unión de las tribus, la aldea, y de la unión de las aldeas la ciudad, que es la
asociación perfecta puesto que en ella el ser humano puede satisfacer todas sus
necesidades. Para Aristóteles, el mundo de la historia y de la cultura, y por lo tanto
también lo que se refiere a la ética y a la política, no se rige por leyes inalterables
como las demás ciencias; sino que sus principios generales se extraen de los
actos de conducta observados en los ciudadanos de una comunidad, y a lo largo
de su historia. Por lo tanto, como hay que atenerse a esa realidad humana, el
grado de certeza que se puede obtener depende de la variabilidad de las actitudes
humanas.

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