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PSICOLOGÍA CLÍNICA
LOJA 2018
Google, Google académico y Teoma. Empleando las siguientes palabras claves: “cerebro y
Rambla Nova
INTRODUCCIÓN
y adultos utilizan el cerebro de forma diferente cuando acomten ciertas tareas. De ahí nace la
proceso ordenado, por el que, las distintas áreas cerebrales van alcanzando la madurez. Siempre
empieza por las áreas posteriores del cerebro y avanza hacia las anteriores.
El desarrollo estructural y funcional del cerebro sigue un patrón universal que, en función de la
Seguido del desarrollo del lenguaje y del conocimiento del entorno (3 a 10 años)
En este proyecto nos centraremos en la etapa denominada adolescencia, en la que, son evidentes
sexual.
El paso de la infancia a la edad adulta no pasa desapercibido. Podríamos decir que los cambios
son igual de llamativos que los que suceden en los tres primeros años de vida, durante los cuales
un bebé recién nacido y completamente dependiente, pasa a ser un niño autónomo que camina,
habla y no lleva pañal. En ambas etapas los cambios vienen dados por el rápido crecimiento y
También es destacable la influencia de los iguales y el mayor deseo de implicación social, así
experimentación creativa.
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Determinar diferencias del desarrollo entre el cerebro femenino y masculino que se dan durante
la adolescencia
DISCUSION
El cerebro de las personas alcanza el 90% de su tamaño definitivo hasta los seis años de edad,
pero las estructuras que lo componen experimentan notables cambios hasta los veinte años, que
Durante la infancia el cerebro creaba circuitos para sustentar sus funciones más necesarias: dotar
comunicación. A partir de ahora se crearán circuitos que le permitan tomar decisiones basadas en
Pero ¿qué cambia en nuestro cerebro durante esta etapa desde los 10 años de edad hasta los 20?
que:
adolescencia y se caracterizará por comenzar desde las partes posteriores del cerebro (las
más antiguas) hacia la corteza prefrontal, que es la que más tarda en desarrollarse, y en
Otra de las modificaciones se produce a nivel de los axones, que son las vías a través de
la cual las neuronas transmiten los impulsos nerviosos. Estas estructuras se van cubriendo
paulatinamente de mielina (una sustancia que cumple una función aislante), que les
permite aumentar su velocidad de conducción hasta 100 veces. A su vez, en las otras
experimenta una poda neuronal que es una especie de reajuste en el número de neuronas
que lo componen, así como de su cableado neuronal, eliminando aquellas conexiones que
no utiliza, a la vez que refuerza las que le son útiles para la supervivencia presente y del
Douglas Fields, neurocientífico del Instituto Nacional de Salud (entidad que estudia hace
años el mecanismo molecular que regulan la estructura y función del sistema nervioso en
relación con el aprendizaje, la memoria, y las interacciones entre las neuronas y la glía)
esta característica hace que el lapso de tiempo durante el cual un área del cerebro
adquiere mielina sea crucial para el aprendizaje, ya que el cableado se está actualizando,
pero una vez terminada la reforma, es mucho más difícil generar cambios. Es alrededor
de los 25 años que este lento desarrollo. Tal vez parezca un contrasentido que los
humanos no nos hagamos más sensatos un poco más pronto en la vida, pero si así fuera,
de los circuitos que conectan el hipocampo con el lóbulo frontal, lo que permite una
memoria de corto a largo plazo, se establecen conexiones cada vez más fuertes con áreas
específicas de la corteza cerebral pre frontal. Esto irá permitiendo que la persona esté
mejor capacitada para poder integrar las experiencias del pasado y los planes del futuro a
las decisiones del presente, además de desarrollar una capacidad de retardo de la
Aquí actúa La corteza cerebral prefrontal En los humanos esta área cerebral es
proporcionalmente mucho mayor que la de cualquier otra especie. En ella tienen lugar las
adolescente aún no ha desarrollado del todo estas habilidades prefrontales, así que al momento
de tomar decisiones no basta con el análisis frío de los datos objetivos que nos llegan a través
El sistema límbico Nos permite procesar emociones y recompensas, esta área cerebral nos
recompensa con una descarga de dopamina cuando nos lo estamos pasando bien o cuando
hacemos cosas emocionantes, lo que nos produce una sensación placentera. En el cerebro
adolescente el sistema límbico responde con más fuerza a esa recompensa en comparación con el
Para que se produzca esta “unión” entre lo racional y lo emocional se crean nuevos circuitos,
nuevas sinapsis, que al principio serán débiles y fácilmente cambiantes, hasta que la habilidad de
lenguaje, el aprendizaje complejo… aquellas habilidades que ya domina y sigue utilizando los
circuitos que las sustentan. Entonces las habilidades que no practique usarán menos los circuitos
que las sustentan y se “desharán” las uniones sinápticas. Del mismo modo, presentan
mecanismos de procesamiento de las emociones diferente al de los adultos, probablemente
actuando en consecuencia (11). Se ha postulado que, a medida que vaya madurando la corteza
prefrontal también lo harán las funciones cognitivas asociadas a ella como la memoria a corto
A la vez aparecen estos nuevos circuitos de las decisiones, más complejos, que precisan de áreas
cerebrales más extensas, y a veces más alejadas, y que deben conectarse entre sí.
Según Gardner (2015) Al igual que los cuerpos, los cerebros de diferentes niños se desarrollan a
distinta velocidad e incuso las partes del mismo no crecen de manera irregular. Los escaneos de
niños normales han revelado que hay partes diferentes del cerebro que maduran a un ritmo
distinto. De hecho, algunas partes del cerebro, tal como la corteza cerebral prefrontal ubicada
justo detrás de los ojos, parece que madura completamente hasta los 24 años de edad. Otras
partes del cerebro, como la amígdala cerebral en forma de nuez ubicada en lo profundo del
cerebro, madura aún mucho cere antes. Esta discrepancia en la madurez del cerebro puede
Pero no se le puede responsabilizar de todo al desarrollo del cerebro. Es importante notar que la
corteza cerebral pre frontal aún funciona en la adolescencia. Sin embargo, ya que no está
completamente madura, sencillamente no trabaja tan rápido como si lo estuviera. Esta diferencia
de las acciones, así un adolescente sabe que conducir un auto ebrio o realizar una actividad
similar puede traer desenlaces negativos, pero al calor del momento la amígdala cerebral que está
un poco más desarrollada en ese instante empuja a realizar dicha acción aún antes de que la
corteza prefrontal sepa lo que pasó. El mismo proceso puede desempeñar una función en la
Por ejemplo, los jóvenes suelen buscar y disfrutar las situaciones de riesgo en las que la
adrenalina se libera en niveles muy altos. Esto se produce debido a que el cerebro está ansioso de
experiencias inusuales, novedosas e inesperadas, ya son las que les permitirán seleccionar de
todos los estímulos que los rodean, aquellos que les interesen más. Pero en contra de lo que se
Steinberg, de la Universidad Temple, observó que incluso los jóvenes de 14 a 17 años (los más
proclives al riesgo) emplean las mismas estrategias cognitivas básicas que los adultos y, por lo
general, resuelven sus problemas razonando con la misma habilidad que lo hacen los mayores.
Además, al contrario de lo que se suele creer, son plenamente conscientes de que son mortales.
Y, del mismo modo que los adultos, declaró Steinberg, «los adolescentes realmente sobrevaloran
el riesgo».
Así pues, si piensan igual de bien que los adultos y reconocen el riesgo como ellos, ¿por qué
arriesgan más? En este aspecto, como en otros, el problema no está en lo que carecen en
comparación con los adultos, sino en lo que tienen de sobra. No es que no reconozcan el peligro,
sino que aprecian mucho más la recompensa. En situaciones en las que el riesgo puede
reportarles algo que desean, valoran el premio mucho más que los adultos: de ahí que estén
Para probar esta teoría Stemberg desarrollo un videojuego el cual hay que atravesar una ciudad
en el menor tiempo posible. Por el camino hay varios semáforos que, a veces, pasan del verde al
amarillo cuando se acerca un coche y obligan al jugador a tomar una decisión rápida: parar o
seguir. El jugador para ahorrar tiempo y ganar puntaje tiene que cruzar antes de que la luz se
ponga roja. Pero si intenta pasar y no lo consigue, pierde más tiempo que si se hubiera parado
desde el principio. El juego premia a los que asumen un cierto riesgo, pero castiga a los que se
arriesgan demasiado.
Cuando los adolescentes hacen solos el recorrido, en lo que Stemberg llama la situación
emocionalmente «fría» de una sala vacía, corren más o menos los mismos riesgos que los
adultos. Sin embargo, si hay algo más en juego, la situación cambia. En este caso, Steinberg
añade la presencia de amigos. Cuando el investigador lleva a la sala amigos del sujeto para que
lo vean jugar, éste corre el doble de riesgos e intenta pasar semáforos frente a los cuales antes
había parado. Los adultos, por su parte, no varían su forma de conducir aunque delante tengan
amigos.
Según Stemberg, esto podría demostrar que la propensión a correr riesgos no deriva de un
pensamiento torpe, sino de un mayor interés en la recompensa: «No corren más riesgos porque
de pronto dejen de reconocer el peligro, sino porque dan más importancia a una recompensa», tal
como impresionar a los amigos, no quedando dudas de que los más jóvenes reaccionan con
intensidad frente a las recompensas sociales. Existe una sensibilidad a la oxitocina que hace más
gratificantes las relaciones sociales lo que justifica la necesidad del adolescente por relacionarse
con compañeros de su misma edad. El llamado “cerebro social”, que engloba regiones cerebrales
que intervienen en lo afectivo y cognitivo en relación a los demás, sigue desarrollándose durante
la adolescencia
Como indica el videojuego, los más jóvenes reaccionan con intensidad frente a las recompensas
sociales. Tanto la fisiología como la teoría evolutiva ofrecen explicaciones para esa tendencia.
Stemberg, Casey y otros investigadores creen que optar por el riesgo tras valorar costes y
beneficios está propiciado por la selección natural. Porque, a lo largo de la evolución humana, la
propensión a asumir riesgos durante esa fase de la vida ha demostrado tener un valor adaptativo.
Para tener éxito, a menudo hay que marcharse de casa y afrontar situaciones menos seguras. Esa
sensibilidad a la recompensa funciona, por lo tanto, como un deseo de nuevas sensaciones, que
Steinberg, Casey y otros investigadores creen que optar por el riesgo tras valorar costes y
beneficios está propiciado por la selección natural. Porque, a lo largo de la evolución humana, la
propensión a asumir riesgos durante esa fase de la vida ha demostrado tener un valor adaptativo.
Para tener éxito, a menudo hay que marcharse de casa y afrontar situaciones menos seguras. Esa
sensibilidad a la recompensa funciona, por lo tanto, como un deseo de nuevas sensaciones, que
entre otras cosas hace más gratificantes las relaciones sociales. Las redes y dinámicas neuronales
asociadas con las recompensas en general y con las interacciones sociales están muy
relacionadas entre sí. Si una de esas redes entra en juego, a menudo también se pone en marcha
la otra.
Esto podría explicar otro rasgo característico de este período: los adolescentes prefieren la
compañía de sus coetáneos más que en ninguna otra época de su vida. Por un lado, esa pasión
por los compañeros de la misma edad es la expresión en el ámbito social de la atracción que los
jóvenes sienten por todo lo novedoso: los chicos de la misma edad les ofrecen más novedades
Pero la atracción por los pares tiene otra razón más poderosa: invertir en el futuro más que en el
dirigido y reconstruido por gente de nuestra edad. Conocer, comprender y trabar relaciones con
ellos es muy importante para nuestro éxito. Por ejemplo, las ratas o los monos socialmente más
hábiles suelen conseguir las mejores madrigueras y mejores territorios, mayor cantidad de
comida y de agua, más aliados y más posibilidades de reproducirse. Y ninguna especie es tan
Esta última característica es la que lleva a que las relaciones más importantes sean las que se
establecen con gente de la misma edad. Varias investigaciones presentan cómo nos afecta la
exclusión o no formar parte de un grupo. Una de ellas es la realizada por Matthew Lieberman, de
experimentan la situación como un fuerte golpe, no solo al ego, sino al cerebro, produciendo una
activación neuronal que genera un intenso dolor, para despertar aquel antiguo instinto de seguir
Una de las áreas implicadas es la corteza cingular anterior, zona en donde se percibe no solo el
dolor físico, sino también el emocional. Imaginemos cuánto más debe activarse este sistema de
cultural.
Cambios sociales
influencias culturales y educativas, a la relación con los otros y a nuestras propias decisiones.
Según Epstein. Los adolescentes son extremadamente competentes, aún cuando no muestran esta
que en una gran gama de habilidades como la inteligencia, la capacidad perceptiva y la función
de la memoria son superiores a los adultos. Por ejemplo “la memoria incidental” llega a su
mayor punto hasta los 12 años y desde ahí decrece hasta los 60 que es cuando las personas
recuerdan muy pocas cosas por eventualidad. Raven y Weshler (1940) Demostraron que los
adolescentes alcanzaron mayor puntaje en pruebas de inteligencia durante los 13 a 15 años, para
ir desendiendo en adelante. Estudios hechos por Courchesne indicaron que el cerebro alcanza su
mayor volumen a la edad de 14 años y cuando llegamos a la edad de los setenta este vuelve al
tamaño que se presenta en los 3 años de edad. Desde una perspectiva evolutiva los adolescentes
deben ser increíblemente capaces o de otro modo no hubiese persistido la raza humana.
Los adolescentes como ya había mencionado aprenden todo de sus pares en lugar de tomar
ejemplo de los adultos. Por ende si se los aísla de los adultos y se los trata de una manera infantil,
incluso embarazos precoces o la comisión de delitos menores son un forma de demostrar ante la
ley que son adultos. El comportamiento y las emociones extremas son temas que claramente
llaman a atención médica y profesional y consejería. Pero también es cierto que todos los
Nuestra experiencia vital deja una huella persistente en nuestros circuitos neuronales, una huella
única e irrepetible que convierte esos circuitos en específicos para cada uno de nosotros.
que tienen sus circuitos, que están en cambio constante. Debe afrontar cambios muy importantes
y a veces se encuentra pendiente de un hilo, o mejor “pendiente de un circuito” que está por
consolidar.
ello lo aprende a través de las relaciones interpersonales y de grupo. Pero sus iguales están en las
mismas condiciones.
la búsqueda de la identidad propia tampoco –¿Quién soy yo? ¿Cómo soy? ¿Qué quiero hacer?– y
ADOLESCENCIA
El máximo de sustancia gris en los lóbulos frontal y parietal se alcanza en las chicas en torno a
los once años, mientras que en los chicos aparece a los doce años. Esto sugiere posibles
En general, el cerebro femenino es más sensible a los matices emocionales y busca la aprobación
social. Su prioridad es ser aceptada, a través de las relaciones de grupo busca agradar y gustar.
las conversaciones íntimas con sus amigas fortifican estas relaciones sociales y la liberación de
Por su parte, los chicos en general buscan el trato social sobre todo por el sexo y el deporte. La
Las hormonas sexuales. Aunque las hormonas sexuales están presentes desde las primeras
etapas fetales y ya inducen diferencias de tamaño en las diversas áreas cerebrales. Tienen un
Evidentemente las hormonas sexuales marcan diferencias entre chicas y chicos, no solo porque
las hormonas y sus proporciones son distintas para cada sexo, sino porque aparecen a edades
diferentes: Primero aparecen en las chicas de forma cíclica y luego en los chicos de manera
continua .
Las hormonas sexuales femeninas condicionan una maduración más precoz de las regiones
En los adolescentes el área de la corteza frontal aún no está tan desarrollada, el sistema límibico
produce más dopamina ante situaciones nuevas y también aumenta su producción de oxitocina,
se activan nuevos circuitos de gratificación y se engrosa el cuerpo calloso para permitir una
mejor comunicación.
Una diferencia entre el cerebro de un adolescente y un adulto es que los adolescentes den más
Los hombres y mujeres durante la pubertad presentan desarrollos un poco diferentes debido a la
La adolescencia no se debe solo a cambios biológicos, sino que también participan diversos
stages/teen/Paginas/Whats-Going-On-in-the-Teenage-Brain.aspx
https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/04/27/el-cerebro-adolescente/#comment-54784
https://asociacioneducar.com/cerebro-adolescente
https://neuropediatra.org/2016/03/14/la-adolescencia-del-cerebro/
http://www.hablemosdeneurociencia.com/el-cerebro-adolescente/