Vous êtes sur la page 1sur 13

Vampiros Energéticos o Emocionales

El ser humano es un ser social por naturaleza, con una identidad única e irrepetible. Es un ser
histórico, un ser encarnado en una realidad y es allí en donde se manifiesta como ser de
posibilidades. Somos libres y conscientes de nuestra existencia y de todo lo que nos rodea, así
mismo somos conscientes de nuestras actitudes y comportamientos hacia el mundo exterior; de
cómo nos relacionamos día a día y del tipo de personas de las que nos rodeamos, llámese amigos,
parejas, familiares, compañeros de trabajo, jefes, etc.

Los animales tienen reacciones instintivas que los obligan a hacer ciertas cosas y les impide hacer
otras, pero el hombre tiene acceso a ambas. Prestamos atención a las personas y ellas nos prestan
atención, pero cuando algunas personas se apoderan de nuestra energía, lo notamos en un estado
repentino de malestar, agotamiento, tristeza e incluso irritabilidad.

Un aura poco desarrollada y con recursos energéticos deficientes, tiende a crear un patrón de
comportamiento de adaptación que suele invadir el aura de otras personas y absorber su energía.
Este fenómeno se llama vampirismo psíquico y tiene como resultado un aumento en las reservas
de energía del vampiro psíquico y el desgaste o agotamiento energético de la otra persona.
Se oye mucho hablar de este término cuando la gente habla de la energía y su relación con
nuestro entorno. Básicamente, la "definición" de un Vampiro Energético es alguien que te "chupa"
la energía porque carece de su propia energía, como consecuencia, te sientes exhausto, cansado.
¿Por qué sucede? Por la sencilla razón de que nos cuesta tanto "enchufarnos" a la fuente, al amor
puro e incondicional, a esa "energía divina" por llamarla de alguna manera, que estamos
constantemente buscando esa energía, venga de donde venga.

Lo hacemos en la mayoría de los casos de una forma inconsciente. Hasta los "Vampiros
Energéticos" que tenemos identificados con nombre y apellido, no suelen quitarnos nuestra
energía para hacernos daño a propósito. Simplemente no se dan cuenta, o les da igual las
consecuencias mientras ellos consigan lo que necesitan.

A pesar de que una interacción de este tipo puede durar tan solo unos minutos, los efectos sobre
la persona pueden notarse durante varios días. La falta de energía, los mareos, la tensión
muscular, la dificultad de concentración, los dolores de cabeza y las náuseas son algunos de los
efectos más comunes sentidos por las víctimas; sin embargo, sucesivos ataques de este tipo
pueden producir fatiga crónica, desajustes en el sueño, irritabilidad, depresión, e incluso
enfermedad física.

Pues bien, los vampiros psíquicos o energéticos son personas que tienen la habilidad de agotar a
distancia la energía en todas sus formas. Lo hacen para mejorar sus energías físicas y mentales,
por consiguiente, aquellas personas con las que interactuán llegan a sentirse agotadas, o con un
gran sentimiento de culpa. De igual manera, pueden sentirse manipuladas, chantajeadas,
controladas, criticadas y minimizadas.

Todos, de una u otra forma, somos vampiros energéticos. Todos estamos atados y robándonos
energía mutuamente, porque esa energía que robamos sólo nos dura un momento, no es una
energía real, es sólo una ilusión de conquista. Cuanto más alto vibramos, menos necesitamos
vampirizar a los demás, porque tenemos nuestra propia energía sólida y estable.
En algún punto de nuestras vidas hemos sido vampiros energéticos o estado con personas que
parecían dejarnos sin energías, y es muy probable que todos conozcamos individuos que suelen
agotar o deprimir a los que tienen a su alrededor, y para eso te daré algunas características, rasgos
de conductas, tips para detectarlos y afrontarlos.Y si tú te ves teniendo actitudes de este tipo, el
punto es reconocerlo y cambiar.

Te preguntarás, y cuál es el propósito de “chupar la energía”?, pues al no poder conseguir esa


energía del amor fácilmente, a menudo tomamos otras energías que confundimos con el amor.
Confundir otras energías es algo muy común. Confundimos la pasión con el amor, confundimos el
sexo con el amor, confundimos la necesidad de aprobación, de cariño, de atención, con el amor. Y
cuando confundimos esa energía, nos deja insatisfechos.

Existen varios tipos de vampiros, todos y cada uno de ellos tienen una característica propia. Es
decir, presentan una gran variedad de rasgos personales y de patrones específicos de
comportamiento . Muchos de ellos adoptan el estereotipo bien conocido de “mosca muerta”.
Pueden parecer pasivos y reservados, ocultando cualquier inclinación al vampirismo, pero cuando
la ocasión lo requiere pueden ser muy agresivos, e incluso, intimidatorios; pueden valerse de la
vulnerabilidad de la otra persona, esperando el momento oportuno para golpear, o bien pueden
manipular a la víctima elegida por medio de regalos o halagos.

En ámbitos laborales, suelen ser personas con las que es muy difícil trabajar y cuyo rendimiento es
muy irregular. A veces son altamente eficaces, astutos e inteligentes y otras totalmente
inoperantes. A pesar de los disfraces tras los que se ocultan, los vampiros psíquicos son
típicamente inseguros y vulnerables; si bien pueden adoptar un estilo autosuficiente, operan
desde una posición de debilidad y no de poder.

No suelen tomar conciencia de ellos mismos, pero son rápidos a la hora de emitir juicios sobre la
gente que los rodea. Pese a estar totalmente centrados en ellos mismos del tipo egoísta y tratar a
los demás en forma desconsiderada, a menudo se quejan de que el mundo es injusto con ellos.
Sus relaciones personales son típicamente inestables. Puede decirse que muchas de estas
personas presentan inestabilidad. Y algunas de las características son trastornos de la personalidad
con síntomas tales como inseguridad emocional, dificultad para controlar la ira, baja autoestima,
sentimientos de hostilidad reprimidos que estallan esporádicamente cuando uno menos se lo
espera.

Los vampiros energéticos vienen en todas las formas y tamaños. Las personalidades básicas de los
“Vampiros energéticos o Psíquicos” podrían caer en ciertas divisiones, desde el agresivo y gritón,
pasando por el callado e introvertido, hasta el encantador y sensual.

TIPOS DE VAMPIROS:

El Pobre de Mí o Victima: Los "pobre de mí" nunca piensan que tienen suficiente poder para
enfrentarse al mundo, están todo el día quejándose de sus problemas y desgracias. El mundo
entero está en su contra y siempre hay alguien a quien culpar de su desgracia y tristeza; siempre
pesimistas, atraen la atención con expresiones faciales preocupadas, suspiros, temblores, llantos,
miradas perdidas, respuestas lentas y relatos reiterados de dramas y crisis. Les gusta ser los
últimos de la fila y someterse a los demás. Seducen inicialmente por su vulnerabilidad y su
necesidad de ayuda; sin embargo, no les interesa realmente las soluciones porque entonces
perderían su fuente de energía. Su comportamiento va, desde convencer, defenderse, dar excusas,
explicar reiteradamente, hablar demasiado, a tratar de resolver problemas que no son de su
incumbencia. Dejan que se los consideren como objetos y después se ofenden porque no los
valoran, y cada sugerencia que reciben de sus amistades bien intencionadas, es descartada con
múltiples argumentos para preguntar luego “qué debo hacer?”.
El Intimidador: Los intimidadores logran que todos les presten atención a fuerza de gritos, fuerza
física, amenazas y exabruptos. Mantienen a todos a raya por temor a desatar comentarios
molestos, rabia y, en casos extremos, furia. La energía va hacia ellos debido a que los demás se
sienten atemorizados y ansiosos. Los intimidadores siempre ocupan el escenario. Básicamente
egocéntricos, su comportamiento puede ir desde dar órdenes a los que están a su alrededor,
hablar constantemente, ser autoritarios, inflexibles, sarcásticos y ser violentos.

El Interrogador: Los interrogadores socavan el ánimo y la voluntad de sus interlocutores


cuestionando mentalmente cualquier actividad y motivación. Son críticos hostiles, buscan formas
de hacer sentir mal a los demás, desestimar cualquier tipo de motivación o proyecto.Cada
pregunta que formule esconde una crítica hostil, cáustica, aguda, pero errónea en sus
fundamentos. Al hacer esfuerzos para probar su valía y responderles, mas energía les estás
enviando. Es probable que todo lo que les digas sea usado en tu contra en alguna oportunidad.
Son hipervigilantes y su comportamiento puede ir desde ser cínicos, escépticos, sarcásticos,
fastidiosos, perfeccionistas, santurrones, a ser viciosamente manipuladores. Inicialmente atraen a
los demás con su ingenio, su lógica infalible, sus hechos y su intelecto.

Culpador Profesional: Se encuentran siempre en actitud de ataque, sobre reaccionan y hacen


grandes revueltas en busca de culpables por las situaciones que ellos mismos generan. Suelen ser
verbalmente agresivos y abusivos, y en vez de quejarse como “el llorón”, atacan hasta a sus seres
queridos.
Reyes del Drama: Comienzan cada frase con un “no sabes lo que me sucedió ahora". Su vida
fluctúa siempre en los extremos positivos o negativos, navegando de crisis en crisis y
alimentándose del caos con el que manejan sus vidas. Cada una de sus experiencias pareciera ser
un cóctel de intensas emociones.

El Distante: Las personas distantes están atrapadas en su mundo interior de luchas, miedos y
dudas sin resolver. Creen inconscientemente que si se muestran misteriosos y desapegados, otros
vendrán a rescatarlos. A menudo solitarios, mantienen distancia por temor a que otros impongan
su voluntad o cuestionen sus decisiones. Piensan que tienen que hacer todo solos, no piden ayuda.
Generalmente, consideran que su principal problema es la falta de algo: dinero, amigos, contactos
sociales, educación, oportunidades, etc. Su comportamiento va desde no mostrar interés, no estar
nunca disponibles, no cooperar, a ser condescendientes, rechazar, oponerse o ser escurridizos y
hábiles en el manejo de la indiferencia como defensa. Inicialmente atraen gracias a su
personalidad misteriosa e inaccesible.

Conversador Constante: ¿Tiene amigos que tardan dos horas en contarle algo sin importancia?
Estas personas están conectadas sólo con lo que les pasa a ellas, son incapaces de escuchar a los
demás y usan a sus familiares o amigos como espectadores de sus eternos monólogos.

El adicto a la yugular: Son las típicas personas que, cuando les están contando un problema,
interrumpen a su interlocutor diciendo que la situación de ellos es peor. Ante cualquier
manifestación, lo que ellos sienten o han experimentado es mejor o más grande. Y si se trata de
parejas o amigos cercanos, suelen ser descubiertos cuando intentan desmotivar los planes de
otros: por ejemplo, si alguien desea comprar una casa, les recuerdan que tardarán años en pagar
un préstamo; dejan entrever que la persona no es capaz de ejecutar sus deseos porque carece de
actitudes.
Chismoso: Adora repartir chismes. Su lema es calumniar siempre por la espalda a través de
comentarios sin piedad y en general infundados; siempre está creando un clima favorable para
victimizar.

Mal humorado: Escoge a las personas repartiendo su mal humor. Su mayor fuente de energía es
conseguir que alguien se ponga de mal humor al igual que él.

Contestador: Cada palabra o gesto de este vampiro contiene una reclamación explícita o implícita.
El se opone a todo, exige, reivindica, protesta sin parar. Más como sus reclamaciones tienen poco
o ningún fundamento, raramente consigue defender o justificar sus protestas.

Halagador: Masajea el ego de su víctima, cubriéndola de halagos.

Desamparado: Hace todo para despertar la pena y conmiseración de los demás.

Fatalista: Anuncia y anticipa todo tipo de desgracias. A través de previsiones siniestras y


dramáticas profecías, tiende a infundir miedo y pánico en sus víctimas hasta sacarles cualquier
tipo de esperanza en el presente y/o futuro.
Pegajoso: Invierte en la sensualidad y sexualidad de la víctima. Siempre está haciendo el juego de
la seducción. Son personas muy necesitadas que constantemente están tocando o necesitan ser
tocadas.

Hablador: Habla por los codos y obliga a sus víctimas a oírlo horas y horas seguidas, de esa forma
mantiene la atención, mientras se alimenta de la energía vital de sus oyentes.

Hipocondriaco: Cada día aparece con una enfermedad nueva. Es su manera de llamar la atención
de sus víctimas, despertando en ellas preocupación, compasión y cuidados.

Controlador: Es uno de los peores, porque se disfraza de bondad y a través de esta cualidad chupa
hasta la última reserva de energía. Casi siempre aparenta ofrecer y trabajar en el más alto interés
de sus víctimas, las cuales se sienten terriblemente culpables cuando comienzan a liberarse de los
sofocantes controles de esta persona.

El controlador dicta a las personas de su entorno lo que deben hacer y cómo deben hacerlo.
Quieren controlar todas las situaciones en las que se encuentran.Una persona controladora
intentará controlar tu manera de vestir y hablar, incluso criticará tu opinión. El controlador busca
que la persona controlada dude de sus propias habilidades a la hora de tomar decisiones.

Si eres muy atractiva/o y la persona controladora no lo es, es posible que tu aspecto se convierta
en un obstáculo en una relación de control, porque muy probablemente sentirán celos y harán lo
posible para que pierdas la confianza en tu apariencia.

Este tipo de personas suelen pensar que su intervención es necesaria y esconden un sentimiento
de superioridad, de ahí la necesidad de tenerlo todo controlado. Según ellas, deben tomar el
mando de una situación porque los demás no saben gestionar correctamente los imprevistos. El
mínimo cambio les afecta, por eso nada dejan al azar, piensan en todos los detalles y se adelantan
a todos los imprevistos que puedan acontecer.

Envidioso: las víctimas son indefensas, porque el vampiro percibe a sus víctimas como seres
indignos para poseer algún talento, propiedad o afecto que él desearía para sí mismo.

Altruista: Se presenta como Gurú, maestro y salvador de almas. Dice a sus víctimas que no les
cobrará nada por el servicio de “salvación”, pero conforme avanza, los va drenando poco a poco a
través de “donaciones voluntarias” que al final se convierten en obligaciones. Mientras que el
vampiro se hace cada vez más rico, sus víctimas se vuelven cada vez más pobres.

Pues bien, primeramente se tendrá que estar muy “despierto” para saber a ciencia cierta que la
persona que se encuentra frente a ti es realmente un “vampiro energético”. Tendrás que
catalogarlo y clasificarlo en la característica a la que pertenece.

En muchas interacciones de este tipo, ni el vampiro ni su víctima son conscientes de que se está
produciendo una transferencia de energía de uno al otro. Contrariamente a lo que sucede con los
ataques planeados, los ataques vampíricos ocasionales no implican una interacción social
preliminar con la víctima, quien puede haber sido seleccionada tan sólo por estar disponible en
ese momento. Un ataque casual no es tan visible como uno planeado, y normalmente la víctima
no se entera de lo que está sucediendo. Los resultados, sin embargo, son los mismos: el vampiro
sale saciado y la víctima experimenta un agotamiento energético.

El chantaje emocional como característica propia y fundamental del vampiro energético es una
práctica muy habitual. Sin embargo, en las dinámicas de maltrato psicológico se utiliza como una
forma de hostigamiento para producir sentimiento de culpa con el objetivo de controlar a otros.
Se ejerce manipulando las emociones de otra persona para el propio beneficio. Es muy común en
las relaciones cercanas, como las familiares y de pareja, ya que se aprovecha el vínculo
sentimental, es decir, suele haber en mayor o menor medida un lazo emocional entre el
chantajista y el chantajeado. Aquellos que emplean el chantaje emocional son a menudo
extorsionadores y posesivos. Sobre todo son especialistas en provocar sentimientos de culpa.
El chantajista se caracteriza por provocar confusión y una cierta sensación de obligación en el
chantajeado fomentando miedo y culpa. «Con todo lo que he hecho por ti, ¿así me lo pagas?», o
¿así le pagas a tu mamá, ella que ha hecho y dejado todo por ti?-es un ejemplo de una frase muy
común para producir sentimientos de culpa. Los chantajistas tienen diferentes estilos, pero a
menudo utilizan el distanciamiento, el desprecio o el rechazo como castigo si no consiguen lo que
quieren. A veces utilizan estrategias indirectas, como el lenguaje no verbal reflejado en la mirada,
los suspiros o los silencios, obligando a la víctima a averiguar o suponer sus deseos.

El manipulador suele recurrir a dos actitudes básicas, primero ejerce autoritarismo durante un
cierto tiempo, hasta que de pronto cambia el juego y permite que el ambiente se relaje, que la
víctima se calme y entre en la esperanza de que todo vuelve a su cauce normal, para luego
nuevamente volver a tirar de las riendas y ejercer su control. De esta manera, va desequilibrando a
la otra persona, que nunca puede estar segura de cuál será lo próximo que la espera, creándole un
estado de ansiedad continuo.

Esta situación no es exclusiva de la relación de pareja, se dá también en el ámbito laboral, entre


padres e hijos, entre amigos, y ocurre en cualquier estrato cultural, social o económico.

Para protegernos de estos ataques o enredos emocionales que lo único que hacen es quitarnos
nuestra preciada energía vital, el primer paso para salir de ese estado de sometimiento es darse
cuenta de ser precisamente manipulado y enredado, que no estás siendo feliz como te mereces,
que no tienes por qué vivir este tipo de ataques y poner límites, que nadie tiene el derecho de
decidir sobre tu vida y de que deseas liberarte de ese sufrimiento.

Cómo se drena tu espíritu?

Estas personas se entrometen en tu vida ignorando cualquier limite o privacidad.


Hacen un problema grandísimo de algo insignificante, creando tragedias a su alrededor.

Se quejan constantemente de sus parejas, hijos, trabajo, de su mala suerte, enfermedades y les
encanta ventilar cada detalle.

Critican tu vestimenta, tu peinado, tu pareja, tus amigos, y tu perro; son gente muy negativa.

No toman un NO como respuesta, no toman en cuenta tus necesidades.

Te envuelven en un halo de negatividad después de haberte tomado por sorpresa con todas sus
quejas.

Culpando a los demás por sus problemas, ya que no pueden tomar responsabilidades.

Los Pasos Claves

1. Reconocerlos.-Determina en qué categoría cae esa persona que te deja agotada anímicamente.
De esta manera nunca te toma desprevenida, pues ya sabes cómo opera.

2. Mantener el balance interior.- Para evitar el contagio, muchas veces entender por qué esa
persona tiene ese efecto sobre tí, te ayuda a protegerte de su influencia negativa. Cuando sabes
que es ella, y no tú la que tiene un problema (porque es negativa, belicosa, catastrófica, etc.),
puedes mantener una distancia emocional que te permite observar su comportamiento “desde
afuera”, sin que te afecte.

3. Alejarte.- Si esta persona no es esencial en tu vida, puedes diluir la relación. Muchas veces la
costumbre nos “ata” a amistades tóxicas.

4. Sanar la relación.- Si la relación es importante para ti, Cheryl Richardson, autora del libro "Take
Time For your Life" ( Tome Tiempo Para su Vida), aconseja que le dejes saber a esa persona de qué
manera te está afectando. No se trata de enfrentarla, herirla ni atacarla. En el momento oportuno,
cuando ambas estén en buenos términos, debes llamarla aparte y dejarle saber que, justamente
porque la quieres y valoras la relación, tienes algo que decirle. “Cuando haces/dices tal cosa, yo
me siento tensa/triste/ansiosa/ofendida. Te pido que no lo hagas más”. Esto puede iniciar un
diálogo muy sano para las dos.
Alguna protección para ti cuando no puedes alejarte de estas personas, ya sea porque son
familiares, pareja o compañeros de trabajo.

Limita el tiempo que pasas con esas personas.

Aprende a terminar conversaciones diciendo que solamente tienes 10 minutos para hablar, que
estás ocupado.

Manténte calmado.

Se honesto con tus necesidades.

Deja de engancharte con ellos y sentirte que les debes algo o de tratar de salvarles la vida o sus
problemas.

Evita chismear de otras personas o enredarte en conflictos.

Pon límites!

Usa un cristal turmalina negra. Este cristal puede usarse como colgante, cargarlo en tu bolsa, o
simplemente apoyarlo en la mesa de la oficina como si fuera un pisa papeles. El cristal actúa por si
mismo.

Turmalina Negra

También puede programarse un cristal de cuarzo con la intención de protegerse o proteger el


lugar y luego lo colocas en algún lugar donde no esté a la vista para que no lo puedan tocar.

Podemos decir en el momento que percibamos algo diferente, que intervenga el arcángel Miguel
con su espada y nos proteja, y que no deje que cualquier energía extraña o negativa nos llegue a
perjudicar.

Decir una oración en el momento que sintamos pesadez en el ambiente. Repetir o imaginarse: "
No permitimos y está totalmente prohibido que cualquier energía nos invada nuestra aura".

Realizar en el hogar un mandala de protección con cristales usando hematites o cuarzos rosas o
blancos en punta. Una vez hecho el mandala, se realiza con la intención de protegerse o proteger
su hogar y familia; se renueva cada 48 horas.
Collar de hematite y cuarzo rosa

Si estamos con alguna persona y empezamos a sentirnos mal, visualizar que estamos envueltos en
una esfera de color azul y no puede entrar absolutamente nada que nos perjudique.

Afortunadamente no estamos indefensos para protegernos de los ataques de los vampiros a


nuestro sistema del aura. Se han desarrollado procedimientos que repelen los ataques y que
también pueden interrumpirlos, evitando así una pérdida mayor de energía. Dado que los ataques
vampíricos son normalmente muy cortos, pueden durar tan sólo unos segundos, una respuesta
rápida es esencial para obtener resultados.

La meditación es un claro ejemplo para deshacerse de gente tóxica, aplicar técnicas como el
pranayama, cerrar tu cuerpo áurico, cortar lazos que atan con personas de nuestro pasado, con
familiares (léasela técnica de cortando lazos que atan), pareja, etc. Salir a dar largos paseos,
caminar por la playa o hacer montañismo, disfrutar de un atardecer, hacer yoga, y ejercicio, pero
fundamentalmente, mantener tu vibra tan alta que no des entrada a esta gente a utilizar tu
energía; el dormir es muy bueno y te darás cuenta que si comienzas a bostezar mientras alguien te
cuenta sus tragedias es que estás siendo atacada energéticamente.

El cuidarnos está en manos de nosotros y el amor que mandemos a nuestro alrededor será
nuestra mejor herramienta hacia la intrusión.

Vous aimerez peut-être aussi