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1.

4 Escuelas de la Teoría de la
Comunicación

La clasificación de estas escuelas se establece fundamentalmente a partir de los


criterios geográficos de las áreas donde se ubican. De esta forma se dividen en la
'Escuela Europea', la 'Escuela Norteamericana' y la 'Escuela Latinoamericana'.

1.4.1. Escuela europea


Dentro de la Escuela Europea se destacan las siguientes corrientes de
pensamiento:

1.4.1.1. Escuelas marxistas

Desarrolladas fundamentalmente en Alemania en la época pre-nazi, las teorías y


corrientes que la sustentan son en lo esencial:

Teorías de la sociedad de masas

Como consecuencia de la II Revolución Industrial, la era de la electricidad, la


introducción de la producción industrial en serie y los grandes éxodos de población
hacia las grandes ciudades, entre otros factores, surge lo que se conoce como la
sociedad de masas. Según las teorías marxistas que estudian la sociedad de
masas, la comunicación está siempre al servicio de los grupos que tienen el poder
político y económico. De esta manera, se denuncia que los medios de
comunicación son instrumentos de poder y que los mensajes emitidos estarán
siempre al servicio de la clase que lo detenta y que manipula la información para
prolongar dicho poder. Según estos pensadores, el objetivo de la sociedad de
masas y de los medios que actúan en ella al servicio de la clase burguesa,
consiste en presentar a las masas mundos irreales pero fuertemente establecidos
donde queda excluida la lucha de clases por la enajenación a que son sometidas
estas masas.
Ideología alemana

Continuadora de una ideología marxista, esta corriente plantea que las ideas que
predominan en una sociedad son las ideas que impone la clase dominante y que
se vale de los medios como instrumento de adoctrinamiento ideológico. De esta
manera, los mensajes que recibe el receptor son aquellos que interesan a la élite
dominante y que persiguen la perpetuación del diseño de poder. Por tanto, los
teóricos adscritos a esta corriente tratarán de desentrañar los complejos procesos
de manipulación a que son sometidas las masas sociales.

Escuela de Frankfurt

Por la repercusión e influencia que tuvo en el mundo académico en todos los


órdenes, no sólo en lo referente a la comunicación, la Escuela de Frankfurt
constituye un paradigma del pensamiento de la época. Bajo este nombre se
engloban las investigaciones de un gran número de pensadores neomarxistas
adscritos a la Universidad de Frankfurt.

Sus antecedentes se encuentran en la fundación en 1924 del Instituto para la


Investigación Social, bajo el patrocinio de Felix Weil, germano argentino de origen
judío. Este instituto, posteriormente denominado Escuela de Frankfurt, por su
adscripción a esa Universidad alemana, aglutinó a intelectuales provenientes de
diversos campos del saber (estética, antropología, sociología, economía, filosofía,
etc.). Su proyecto consistía en renovar la teoría marxista de la época pero ajena a
la ortodoxia imperante en las prácticas del Partido Comunista de la Unión
Soviética, para lo cual se propusieron encontrar las partes del pensamiento
marxista que pudieran servir para clarificar las condiciones sociales que no habían
sido vistas por Marx. Fue la primera institución académica de Alemania que
abrazó abiertamente el marxismo. La llegada al poder del partido
nacionalsocialista los obligó a huir de Alemania ubicándose por último en Estados
Unidos (New York) donde permanecerán hasta 1950.

En territorio norteamericano es donde surgirán las principales diferencias entre la


conocida como 'teoría crítica' desarrollada por sus pensadores y el positivismo
imperante en Estados Unidos y que marcarán los debates y los estudios sobre la
comunicación y la sociedad en general en la segunda mitad del siglo XX.

La 'teoría crítica' denuncia las implicaciones que tiene el enfoque positivista que
legitima las exigencias de la sociedad de consumo obviando los conflictos sociales
que se generan. Al conocer el avance avasallador de la comunicación de masas,
los defensores de la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt plantearon que el arte
y la cultura producidos por estos medios eran banales y estandarizados y que
conllevarían a aplastar la individualidad, la independencia y la capacidad de
pensamiento de los sujetos.
1.4.1.2. Escuela de Birmingham

Sus miembros provienen de las capas más bajas de la sociedad inglesa. Con una
base humanística definida, aspiran a comprender y explicar la articulación
existente entre clase social y práctica cultural sin restringirse al aspecto
socioeconómico como preconizaba el marxismo. Plantean que para comprender la
acción de los medios de comunicación como elementos de sostén del poder
establecido, es necesario que se centre la atención donde más se evidencian los
efectos ideológicos, es decir, en las prácticas culturales.

Plantean que aunque existe una cultura hegemónica en la sociedad, cuyo poder
es consensuado en el imaginario colectivo, la misma no alcanza todas las
expresiones de las prácticas culturales de los grupos, debido a que también
existen resistencias generadas por otras resignificaciones en tanto se otorgan otro
sentido a los conceptos desde las propias experiencias. Desarrollan así los
conceptos de contracultura y de subcultura como expresiones que se oponen a la
cultura hegemónica.

De esta manera la Escuela de Birmingham habla de receptor activo que


'resignifica' el contenido de los mensajes desde sus propias experiencias, lo que
origina un desfasaje entre lo que se emite y lo que se interpreta.

1.4.1.3. Psicología social

La joven rama de la Psicología social se desarrolla de manera simultánea en


Europa y en Estados Unidos, sobre todo por la emigración de muchos teóricos
europeos a territorio norteamericano.

Al estudiar las relaciones del individuo con el entorno, la psicología social plantea
que lo que determina el comportamiento humano es el conjunto de las
circunstancias ambientales.

Entre otros aspectos, sus estudios se centran en las dinámicas de grupos, los
procesos de liderazgo y su influencia en el aprendizaje social y en la conducta o
comportamiento humano, que no son más que relaciones sociales y sus
influencias que en muchos casos están mediadas por los medios de
comunicación.

Otro aspecto al cual la psicología social presta mucha atención en los últimos
tiempos es al proceso de la 'persuasión', como un método activo de influencia por
el que se intenta guiar a las personas hacia la adopción de una actitud, una idea o
un comportamiento y obviamente, las conclusiones y avances en este ámbito
tienen una enorme repercusión en los procesos comunicacionales.

1.4.1.4. Escuela católica

El 11 de octubre de 1962, se inaugura en Roma el Concilio Vaticano II convocado


por el Papa Juan XXIII y concluido en 1965 por el Papa Pablo VI. Con un marcado
sentido ecuménico, el Concilio se propuso, entre otras cosas, dar respuesta a los
graves desafíos que los obispos de todo el mundo estaban enfrentando con
relación a los cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos que se
habían producido.

En las primeras jornadas de este cónclave, el 23 de noviembre, se somete a


discusión y es aprobado lo que más tarde se conoce como el Decreto 'Inter
Mirifica', sobre los medios de comunicación y donde se emplea por primera vez y
se acuña, el término comunicación social.

Plantea este decreto: "Entre los maravillosos inventos de la técnica (...) la madre
iglesia acoge y fomenta (...) aquellos (...) que han abierto nuevos caminos para
comunicar con extraordinaria facilidad noticias, ideas y doctrinas de todo tipo.
Entre tales inventos sobresalen aquellos que por su naturaleza, pueden llegar no
sólo a los individuos, sino también a multitudes y a toda la sociedad humana (....)
que pueden ser llamados con razón medios de comunicación social."

En el artículo 5 del citado decreto se expresa... (...), "a causa del progreso de la
sociedad humana actual (...) resulta muy útil la comunicación pública y oportuna
de los acontecimientos (...) contribuyendo así eficazmente al bien común y
promoviendo el desarrollo progresivo de toda la sociedad civil. Existe en la
sociedad humana el derecho a la información (...). Sin embargo, el recto ejercicio
de este derecho exige que, en cuanto a su contenido, la comunicación sea
siempre verdadera e íntegra (...), en cuanto al modo, ha de ser honesta y
conveniente, (...) debe respetar (...) la dignidad del hombre, tanto en la búsqueda
de la noticia como en su divulgación..."

Con una postura humanista y una preocupación por la relación sociedad, cultura y
comunicación, la iglesia católica y los teóricos adscritos a ella, asumirán a partir de
la segunda mitad del siglo XX, a la comunicación, como un campo de vital
importancia para la comprensión y la relación con la sociedad humana. La iglesia
católica reconoce que los medios de comunicación se han convertido en un
poderoso instrumento que puede ponerse al servicio del desarrollo de los pueblos,
por lo que se hace necesaria la defensa de un código ético que regule el mejor
uso de estos.
Es justamente a partir de la inclusión del término 'comunicación social' que los
estudios sobre esta tienen mayor relación con lo político y lo social, que los
estudios generales sobre la comunicación.

La iglesia católica continuó promoviendo los estudios sobre la comunicación social


y fue el Papa Juan Pablo II quien instituyó el 'Día Mundial de la Comunicación
Social'.

1.4.2. Escuela de Estados Unidos

A medida que se han ido conformando los estudios sobre la comunicación han
aparecido variedad de construcciones modélicas sobre la misma en tanto los
distintos teóricos iban aprehendiendo los procesos que en ella se desarrollan.
Estos modelos han estado influidos por las ópticas particulares de sus creadores,
que a su vez han estado determinadas por sus concepciones epistemológicas de
acuerdo a las corrientes imperantes en sus épocas, entre otros factores.

Debe tenerse en cuenta que un modelo es una representación simplificada de una


realidad que es objeto de estudio. Los modelos son construcciones realizadas por
los investigadores donde se exponen los elementos que se consideran
significativos del fenómeno analizado. Cada modelo ha tratado, en su momento,
de dar una explicación a los cuestionamientos que se planteaban en su objeto de
estudio.

La mayoría de estas construcciones teóricas fueron desarrolladas en Estados


Unidos por ser este el país donde comienza a dibujarse con mayor definición la
llamada sociedad de masas y ser también el que emerge como potencia después
de las conflagraciones mundiales, además de ser, a la vez, el receptor de
innumerables teóricos y científicos que emigraron hacia sus tierras y donde, por
sus intereses sociales, políticos y económicos, se sistematizan los estudios de la
comunicación. Es en Estados Unidos donde muchos investigadores van a recalar
y es allí donde se funda la Mass Comunication Research.

Se señalan, por tanto, los aportes de los principales teóricos norteamericanos así
como también de otros investigadores allí asentados, entre los cuales destacan los
conocidos como cuatro padres fundadores de la teoría de la comunicación en
Estados Unidos (Lasswell, Lazarsfeld, Hovland y Lewin); además de otros
investigadores, norteamericanos o no, que hicieron aportes significativos a la
continuidad y desarrollo de estos estudios, tanto en Norteamérica como en otras
latitudes.
Los modelos que se presentan en la asignatura, obviamente no son todos los
existentes, hemos seleccionado aquellos más representativos, pero sobre todo,
aquellos que puedan dar una idea de la evolución de las teorías de la
comunicación.

Vinculados inicialmente a la Universidad de Chicago, el núcleo primario de


investigadores generó en lo que se conoce Mass Media Comunication Research, a
partir del cual se continúan los estudios sobre este ámbito y surgen los conceptos
de 'opinión pública', 'comunicación masiva', 'funciones de la propaganda' y otros,
que marcarán las diferentes teorías norteamericanas y no, durante todo el siglo
XX.

1.4.3. Escuela Latinoamericana


Las jóvenes naciones latinoamericanas que emergen de los procesos
independentistas acaecidos a lo largo del siglo XIX, mantuvieron en un primer
momento una fuerte influencia política, social y económica de sus antiguas
metrópolis. Esto marcó una mayor influencia europea en el ámbito de las
comunicaciones, que se refleja incluso en la conformación de sus identidades
nacionales.

A lo largo del siglo XX, un aspecto que marca la vida política y social y por ende
cultural de todo el continente, va a ser su economía. La dependencia de la
agricultura, en muchos casos monocultivo, y el poco desarrollo industrial, hará que
estas naciones estén supeditadas en gran medida a monopolios internacionales
con el contubernio de gobiernos que, en la mayoría de los casos, mirarán más sus
propios intereses que los de los pueblos que representan. Esta situación se
impregna en todos los ámbitos de la vida latinoamericana. De ahí que la teoría de
la comunicación en América Latina, inmersa en su pensamiento intelectual, sea
siempre muy sensible a los procesos sociales que en ella se desarrollan.

Esto hace que la teoría de la comunicación en América Latina surja de la mano del
desarrollo del periodismo. Argentina y Brasil fueron los primeros países
latinoamericanos en fundar sus escuelas de periodismo y ya en los años 30, el
resto de los países del continente contaba con sus propias escuelas.

En 1959 se funda en Quito, el Centro Internacional de Estudios Superiores de


Comunicación para América Latina (CIESPAL). Este organismo, con carácter
regional, trabaja para el desarrollo y la democratización de la comunicación, la
información y la cultura latinoamericana. La CIESPAL asume la comunicación
como un factor fundamental para el 'desarrollo integral' de los países de la región.

Una de las épocas más convulsas del mundo en general, pero de América Latina
en particular, lo constituye la década de los años 60. Llamada 'Década del
Despertar', estuvo signada por innumerables acontecimientos políticos, sociales y
culturales. Un acontecimiento que marca el inicio de la década y el acontecer del
continente latinoamericano en estos años lo constituye, sin dudas, el triunfo de la
Revolución Cubana. Es también la década de la "Alianza para el Progreso", del
auge de los Movimientos de Liberación Nacional, del surgimiento de los
Movimientos Alternativos como fuerza social, cultural y política, de los
movimientos estudiantiles y de toda otra serie de acontecimientos de onda
repercusión social, política y cultural, como lo es el conocido "boom" de la
narrativa latinoamericana y de sus editoriales.

Es en esta década de los años 60 en que se consolida la Escuela Latinoamericana


que se desprende de la influencia norteamericana que había tenido a partir de las
teorías sobre propaganda y comunicación de masas, que desde Estados Unidos
se habían extrapolado. Los teóricos latinoamericanos comienzan a cuestionar los
modelos foráneos impuestos al servicio de los grupos de poder y que eran ajenos
a la realidad latinoamericana. En esta apropiación crítica, adaptan aquellos
modelos que puedan servir a los usos de la comunicación en la región. Se
enarbola, sobre todo a partir de reuniones políticas convocadas por la izquierda
latinoamericana, la tesis de crear un "nuevo orden mundial de la información y la
comunicación" en contraposición al dominio hegemónico de las grandes agencias
de información.

Es también a finales de la década de los 60 que surge en América Latina la


Teología de la Liberación, como corriente teológica de honda preocupación social,
y que es consecuencia de las aperturas de pensamiento con profunda raigambre
social del II Concilio Vaticano y de la posterior II Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano celebrada en Medellín en 1968, por cuanto se trató
de adaptar los acuerdos de ambas reuniones a la situación del continente.

La Teología de la Liberación como parte de los Movimientos Alternativos, se


plantea los análisis y discusión de temas significativos para la realidad del
continente como la transformación de la sociedad, la tierra, la mujer, la educación,
la salud. Para ello, y quizás esto sea lo más importante, plantea la necesidad de
basar su trabajo con las comunidades de base a través de métodos de interacción
que permitan la creación de subjetividades mediante procesos dialógicos.

Unida a la Teología de la Liberación, surge en Brasil la corriente de la "Educación


Popular" en la que su precursor, Paulo Freire, plantea en su libro 'Pedagogía del
Oprimido' la metodología de inducir los procesos cognitivos a partir de la
concientización. Las cartillas de alfabetización se construyen sobre la base de los
problemas que tipifican a cada comunidad y los métodos participativos en que se
basa están en función de hacer del sujeto un participante activo, para que pueda
desarrollar sus potencialidades y por tanto se construya social y colectivamente.
Otra característica de esta teoría de "educación popular" está dada en que no hay
segmentación en asignaturas, sino que se basa en la construcción de
conocimientos sobre la base de saberes ligados a la vida cotidiana de estos
individuos marginados, lo cual le aporta legitimidad.

Es en este marco contextual en el que se consolida la Escuela Latinoamericana de


Comunicación, entendiendo como tal, al desarrollo que la teoría de la
comunicación tuvo en los países de la región.

Influida por el desarrollo contextual del continente, esta Escuela Latinoamericana


centra su objeto de estudio en la relación entre la vida cotidiana y la comunicación.
Se introducen los conceptos de 'comunicación alternativa' y de 'comunicación
popular' para denominar a la comunicación que se practica por los grupos sociales
no dominantes.

Uno de los términos más interesantes, asumido por la Escuela Latinoamericana, y


que se aviene a la realidad social de la región, es el de 'comunicación para el
desarrollo'. Bajo este precepto se desarrollan en Latinoamérica, y bajo los
auspicios de distintos órganos internacionales como la UNESCO, el PNUD, la
UNICEF y otros; varios experimentos tendientes a lograr el desarrollo económico y
social de América Latina. El fracaso de los mismos, en un primer momento, estuvo
signado, en primera instancia, por haber asumido, de manera acrítica, los
postulados de las teorías comunicacionales basadas en el positivismo y que
habían resultado exitosas en la 'sociedad de masas'. La realidad latinoamericana
es bien distinta, no se tuvieron en cuenta la diversidad de comunidades que
conforman su complejo entramado social y las prácticas comunicacionales que en
ellas se practican.

Un ulterior intento, y que todavía se practica con mayores probabilidades de éxito,


es el que los teóricos Hamid Mowlana, de origen estadounidense-iraní y director-
fundador del Programa de Comunicación Internacional en la Escuela de Servicio
Internacional de la Universidad Americana, y Laurie Wilson, han denominado
'modelo monístico-emancipatorio', y que según sus estudios constituye un aporte
significativo pues por primera vez se tiene en cuenta la capacidad de los propios
afectados para 'intervenir' en su entorno. Es decir, partiendo de las propias
necesidades específicas de cada comunidad latinoamericana, se consulta y se
define el tipo de desarrollo socio-económico más adecuado a sus necesidades.
Desde esta vertiente, el desarrollo de estas comunidades no sería exógeno e
impuesto, sino que pudiera fructificar 'a partir y desde' las propias necesidades de
cada comunidad en cuestión.

Una noticia muy halagüeña, por el reconocimiento que significa para las
comunicaciones en América Latina, es que la 'Internet Society', otorgó el premio
"Jonathan B. Postel Service Award 2008", a la 'Fundación Escuela
Latinoamericana de Redes' (EsLaRed), por sus significativos aportes a la
promoción de las tecnologías de la información en América Latina y en el Caribe.
Esta Fundación (EsLaRed) ha venido cumpliendo una labor continua para
fomentar el progreso científico, técnico y social en América Latina y el Caribe a
través de la educación, la investigación y las actividades de desarrollo en
transferencias de tecnologías.

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