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  el nacional sábado 25 de septiembre de 2010

Procesos visionarios:
el Ramos Sucre de Pérez Perdomo cortesía familia pérez

guillermo Parra escritura de Ramos Sucre


en el contexto de la defi-

D
ura nte los nición de Roland Barthes
últimos dos de la imaginación poética:
a ños he es- “la imaginación poética es
tado inmer- improbable: el poema es lo
so en la obra que, en ningún caso, po-
de José A nton io Ra mos dría ocurrir, excepto pre-
Sucre, mientras traduzco cisamente en la región te-
lentamente una selección nebrosa o ardiente de los
de sus escritos al inglés. El fantasmas que, por ello, él
aspecto más difícil de esta es el único capaz de desig-
labor ha sido asegurarme nar”. De esta manera, nos
de que mis versiones en in- confiere un punto de re-
glés reproduzcan la rareza ferencia contemporáneo
y el encanto de su forma mientras intentamos fi-
particular de comunica- jarnos en la audacia de Ra-
ción poética, única en la mos Sucre. En el centro de
lengua española. Aunque la muchedumbre de voces
leer los estudios sobre Ra- y paisajes, encontramos
mos Sucre resulta bastante al poeta manteniendo un
útil para entender el con- control total sobre su pro-
texto de su obra dentro de pio universo.
la literatura venezolana, la Las afinidades genera-
tarea de traducirla al inglés cionales de Pérez Perdo-
que me he fijado ha estado mo, compartidas con sus
signada por la necesidad de compa ñeros de Sa rd io
inventarme una metodolo- y El Techo de la Ballena,
gía onírica para enfrentar- apuntan hacia una honda
la, una metodología que me alianza poética con el su-
lleva a habitar sus poemas rrealismo. Incluso, su pró-
como quien habita u na logo cita el segundo mani-
casa dentro de un sueño. fiesto surrealista así como
Miembro de las jóvenes a sus padres espirituales,
generaciones de escrito- Lautréamont y Rimbaud.
res venezolanos que ayu- Al presentarnos a Ramos
daron a establecer la re- Sucre, Pérez Perdomo es-
putación de Ramos Sucre tablece su versión perso-
en los años sesenta, Fran- nal del poeta delimitada
cisco Pérez Perdomo ju- por sus propias conv ic-
gó un papel decisivo en la ciones, y éstas propugnan
promoción de la obra del la libertad total del poe-
poeta cumanés, cuando ta para establecer su lugar
seleccionó y prologó para dentro de un linaje de su
Monte Ávila Editores, en propia creación. Pérez Per-
1969, una compilación de domo nos muestra la posi-
sus poemas titulada Anto- ción de Ramos Sucre, la de
logía poética. Este volumen un visionario que se man-
ha sido reeditado varias ve- tiene fiel a una trayecto-
ces por este mismo sello, su ria sumamente personal:
versión más reciente tiene “pero inquiriendo un poco
colofón del año 2004 y for- en su creación se descubre
ma parte de la colección sin mucho esfuerzo que los
Biblioteca Básica de Auto- procesos visionarios de es-
res Venezolanos, esta vez te poeta son muy persona-
acompañado de una crono- les, intransferibles, de una
logía de la autoría de Enri- singularísima fulguración
que Hernández-D’Jesús. interior”.
El prólogo de Pérez Per- Basta con leer algunos
domo ha sido muy útil en poemas de ambos auto-
la navegación del casi im- res para entender esta co-
posible trabajo de trasladar nexión profunda que inten-
a Ramos Sucre al inglés. He to rescatar acá: así es como
querido escribir versiones no me cuesta distinguir la
dignas del elocuente do- presencia fantasmal de Ra-
minio de este poeta sobre mos Sucre en el siguiente
un lenguaje que logra ser poema de Pérez Perdomo,
absolutamente privado a la tomado del libro El límite
vez que fluye hacia proyec- “Pérez Perdomo nos invita a una lectura de Ramos Sucre” infinito (1997):
ciones universales. Quizás
porque la edición antológi- de Ramos Sucre en la poesía la obra de Ramos Sucre en la Se requieren en el crítico los dición rígida y fría, sino de Y lo cubría con sus máscaras
ca de Monte Ávila Editores de Pérez Perdomo, particu- de Pérez Perdomo —y en la de conocimientos que yo ateso- una erudición en movimien- funerarias
desde siempre estuvo des- larmente en sus primeros li- sus contemporáneos, quienes ré en el antro de mis dolores. to y sabiamente integrada al Una voz sin sonido lo llama-
tinada a ser una selección bros, Fantasmas y enfermeda- surgieron con la contracultu- Y todo el mundo no ha tenido contexto del poema”. Una de ba. / Inexorable. / Regresaba
portátil de su obra, el prólo- des (1961) y Los venenos fieles ra de la segunda mitad del si- una vida tan excepcional”. las formas en que Ramos Su- entonces a los abismos / se-
go de Pérez Perdomo cum- (1963), publicados a finales glo XX— no se ha osificado: Pérez Perdomo ha cultiva- cre mantiene esta erudición cretos de su cuarto. / Cuan
ple la labor de abarcar ele- de los cincuenta y comienzos al contrario, ha impulsado do estos conocimientos a los en movimiento es, precisa- largo era se tendía en la ca-
mentos claves de la poética de los sesenta, época duran- la continuación de un ver- que alude Ramos Sucre, pero mente, a través del uso ma- ma. / Veía cruzar entre las
de Ramos Sucre en apenas te la cual fue miembro de los dadero legado en las letras no de manera imitativa sino gistral de la carnavalización: tupidas sombras / cabalís-
una docena de páginas. grupos Sardio y El Techo de la venezolanas. usando la obra del cumanés una multitud de personajes y ticos presagios. / Arañas lu-
La sing ula ridad de su Ballena. El ya referido prólogo de Pé- como punto de partida. El lugares pueblan sus textos y minosas y convulsas / trepa-
obra sigue siendo tan de- En El coro de las voces soli- rez Perdomo glosa momen- juego de máscaras que Arráiz encontramos desde figuras ban por los hilos del aire. /
safiante para nosotros hoy tarias, Arráiz Lucca identifi- tos específicos en los textos, Lucca menciona como un la- históricas hasta protagonis- Un silencio opresivo se que-
en día como lo fue para sus ca una obsesión que el poeta a la vez que nos muestra un zo entre Ramos Sucre y Pérez tas de las grandes obras de la jaba. / Tremaba en sus sie-
contemporáneos: “Ramos nacido en Boconó comparte panorama total de la obra. Perdomo es un rasgo esencial literatura, además de los que nes / el movimiento de los
Sucre ha debido ser visto, con Ramos Sucre: “En bue- Ramos Sucre supo que la na- en la obra de un poeta clave pertenecen a las mitologías astros. / No podía dormir. /
sin ninguna duda, como un na medida el poeta se afilia turaleza radical de su traba- dentro de la poética ramosu- inventadas del propio autor. Una muda desesperación lo
reto y un desafuero”. Pérez al elocuente linaje de Ramos jo entrañaba necesariamente creana: William Shakespeare. Para Shakespeare, las más- poseía. / Visiones extrañas lo
Perdomo alaba ese aspec- Sucre, no solo rindiéndole tri- la incomprensión de sus con- Ramos Sucre lo leyó en inglés caras de sus personajes crean acosaban sin cesar. / Pálido,
to, recordándonos que: “De buto en cuanto al buen decir temporáneos, por lo tanto, y regresó a su obra frecuente- una tensión entre el proceso color de muerto, / se asoma-
haber nacido antes, es pro- del lenguaje sino a un recur- estaba convencido de que so- mente, tanto en sus cartas co- de la trama y el lenguaje co- ba a la ventana, desgreñado.
bable que Rubén Darío lo so que, desde entonces, surge lamente conseguiría su lugar mo en sus poemas y ensayos. mo método de autorreflexión: / Algo como una luz blanca
hubiese incluido entre sus persistentemente en su poe- entre futuras generaciones El 28 de abril de 1930, le es- de esta manera Ramos Sucre y desfalleciente / que surgie-
“raros”, pero como adver- sía. Me refiero a la máscara. de lectores. Se lo comentó a cribe a su hermano Lorenzo: se identificó con las múltiples ra desde lo más ignoto / de
tencia contra el romanticis- […] Como su maestro, Ramos su hermano Lorenzo en va- “Shakespeare puede ser muy realidades que confluyen en sus profundidades, / había
mo o la exageración apunta Sucre, instala un juego de es- rias cartas y en una de ellas, difícil, pero no leo otro autor Shakespeare, como podemos recorrido todo su cuerpo, /
que esa cualidad en la es- pejos para poder decir lo suyo la del 25 de octubre de 1929, inglés”. constatar en la última ora- subía ahora hasta su rostro /
critura del cumanés es una con propiedad. […] Desde el encontramos una ref lexión Como Shakespeare, Ramos ción de su poema “Sutileza”, y lo cubría con sus máscaras
elección: “la rareza de Ra- principio viene Pérez Perdo- muy particular que nos remi- Sucre representa una erudi- perteneciente al libro Las for- funerarias.
mos Sucre no se manifiesta mo lidiando con una suerte te al futuro trabajo crítico de ción visionaria, así es como mas del fuego: “He abierto al
[…] en alguna señalada ex- de posesión de los espíritus”. Pérez Perdomo sobre su obra: logra escribir sobre un am- azar uno de los libros de mi Pérez Perdomo nos invi-
centricidad sino en un con- Esta “posesión” se mantie- “Los juicios acerca de mis dos plio terreno de impulsos lí- devoción y he encontrado el ta a una lectura de Ramos
ciente desarraigo”. ne durante el transcurso de libros han sido muy superfi- ricos y narrativos, sostenido ejemplo de mi suerte en la Sucre, pero no como se lee
Rafael Arráiz Lucca, entre su carrera, aunque siempre ciales. No es fácil escribir un en una tendencia filosófica paráfrasis de un soneto de a un guía, sino como se lee
otros estudiosos, ha nota- de una manera vital y crea- buen juicio sobre dos libros que Pérez Perdomo describe Shakespeare”. a un compañero de viaje, a
do la profunda influencia tiva. El profundo impacto de tan acendrados y refinados. así: “No se trata de una eru- Pérez Perdomo clasifica la un camarada.s

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