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Un día en la vida de Don Mario

PRESENTACION DEL CASO


INDUSTRIA CERAMICA UNIVERSAL, S.A., es una empresa mexicana localizada en Pesquería, Nuevo León,
en las afueras de Monterrey. Fue fundada por Don Mario y cuatro socios amigos en el año de 1960. La idea
original era aprovechar las arcillas naturales de la región y hacer ladrillos simples llamados “ladrillos de milpa”
que se hacen con una prensa manual y se cuecen a baja temperatura, en hornos improvisados con los mismos
ladrillos.

Se aprovecha la cercanía con los Estado Unidos, ya que la frontera se halla a 150 km, para exportar a través de
Roma, Texas. Los principales mercados son San Antonio y Houston, Texas.

Sin embargo, los reglamentos de construcción de estas ciudades prohibieron en 1970 el uso de ladrillos, por la
poca durabilidad que mostraban antes las lluvias y las heladas, resultando en el desmoronamiento de una parte
de los mismos. Seguramente eran los ladrillos que habían alcanzado menos calor en los hornos. Los
reglamentos exigían una prueba de absorción de agua: entre más agua absorbe un ladrillo, menos resistente
es. Si los ladrillos absorbían más del 15% de su peso en agua, eran rechazados.

Habiendo probado bondades de la industria cerámica y antes las dificultades y exigencias del mercado
americano, Don Mario y sus socios tuvieron que decidir entre cerrar el negocio o modernizarse, invirtiendo en
equipo procesador de arcillas, equipo de prensado, hornos de cocido, equipo de esmaltado y hornos de
esmaltado.

Decidieron irse en grande y, convidando a más socios y con financieros de todo tipo, modernizaron la planta,
comprando equipo italiano en la Feria de la Industria Cerámica de Faenza, Italia.

Asimismo decidieron ampliar sus líneas de productos a:

1) Ladrillos de construcción.
2) Azulejos para baño.
3) Losetas para piso.

Buscando el mercado del noreste de México, Texas, y Louisiana.

Don Mario por alguna razón, quiere especializarse en los azulejos de baño como su negocio importante,
tratando de ser competitivo internacionalmente, de modo de lograr independencia tecnológica y penetrar en los
mercados con ventajas frente a sus competidores. Don Mario quiere tener el mejor azulejo y quiere tener el
mejor proceso para hacer azulejos.

En cuanto a ladrillos de construcción, Don Mario quisiera tan sólo defenderse de sus competidores locales, y en
cuanto a losetas para piso, no quisiera ni pensar, ni moverle nada por lo pronto, ya que dejan algo de dinero y
no estorban, además de que no se ve claro el futuro.

Don Mario llega desvelado en la mañana a la fábrica y para tomar un poco de aire, decide darse una vuelta por
la planta y se encuentra a Javier, que está contando los azulejos que rechazaron los revisores de control de
calidad en el turno de noche:

- Oye Javier, ¿no se te hace que hay muchas cajas de azulejos que han sido rechazadas y que vamos a
tener que vender como de segunda o de tercera, eh?
- Pues la verdad, sí, Don Mario… pero ni modo.
- ¡Cómo que ni modo! Eso tienes que mejorarlo, Javier.
- Va a estar muy difícil, patrón, porque la gente ya no dura mucho tiempo aquí en la chamba y mucho
menos en el mismo puesto, y usted sabe, Don Mario, los años que se lleva el desarrollar el colmillo en

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la industria cerámica… es por eso que tenemos tanta merma en la producción. A lo mejor, Don Mario,
debemos pagar un poquito más a la raza, ¿no cree?
- No, Javier. A ver cómo le hacen para disminuir ese mentado desperdicio.

- O.K., patrón, pero a mí se me hace que en todas las fábricas andamos más o menos igual en cuanto al
porcentaje de merma.
- Ilusiones, Javier, yo creo que somos de lo peorcito de la industria. Este desperdicio nos puede matar, y
tú eres el responsable.

Don Mario se levanta de su escritorio y dando unos pasos, comienza a dictar una carta, cuando ve por la
ventana que en la calle interior de la planta, Javier está discutiendo con el jefe del sindicato y con unos siete
obreros más. Don Mario no se preocupa y sigue dictando su carta lo más pronto posible a su atarantada
secretaria. Y luego, dicta otra carta y otra… de curiosidad se vuelve a asomar por la ventana y ve que todavía
Javier sigue discutiendo con esos obreros y entonces, ya más preocupado, decide llamarlo para saber qué
pasa. Más tarde llega Javier:

- ¿Qué pasa, Javier? ¿Qué tanto discutían allí en plena luz, eh?
- Nada, patrón, lo que pasa es que se siguen quejando de las prensas donde procesamos los azulejos en
húmedo hacen mucho ruido y algunos obreros dicen que eso les está afectando su capacidad
auditiva… y a mí se me hace que tienen algo de razón… yo creo que deberíamos de comprarnos
prensas nuevas, de ésas que además son más rápidas y quitan mejor el agua de la pasta de azulejo;
necesitaríamos menos calor para secar y quemar los azulejos, y hasta podemos hacerlos más delgados
y a lo mejor, más fuertes… cómo ve, patrón, ¿le damos una pensada?
- Ya veremos, Javier, a ver cómo terminamos de centavos este año; por lo pronto, cambia a los
prensistas y protégelos del ruido con orejeras, como las que usan en los aeropuertos…

Pedro, el jefe de los vendedores, llega a San Francisco, California, a visitar posibles distribuidores, y al
mediodía se va a comer con uno de ellos. Ese americano le dice que no piensa distribuir sus azulejos porque
son muy gruesos y pesados, y se paga mucho flete. Además, algo pasa con el empaque, porque ha notado que
muchas piezas llegan quebradas. Por otro lado, los azulejos italianos son más elegantes y cuestan tan sólo
10% más caros por pie cuadrado de pared.

En la tarde, otro posible distribuidor pregunta que cuánto tiempo duran los azulejos antes de comenzar a perder
su brillo y su color. Pedro le contesta que duran muchos años; sin embargo el distribuidor quiere una
certificación o un compromiso más serio, porque las casas nuevas son financiadas a través de hipotecas que se
extienden por 25 años y necesitan garantizar esa duración para que el banco otorgue el crédito. Termina
diciendo: “algunas marcas americanas e italianas ya están entregando esa garantía de duración”.

El contador llega con Don Mario y le dice que si ya supo que el recibo de gas subió al doble y que debería
tomar en cuenta la necesidad de aumentar el precio de los azulejos, porque se está consumiendo mucho gas y
éste se vuelve cada vez más caro.

Don Mario le dice a Javier que a él se le hace que tener dos ingenieros en el área de mantenimiento es mucho.

- Verá, Don Mario, ahorita están haciendo muchos trabajos especiales para, primero, mantener los
equipos en condiciones de trabajar exactamente para lo que fueron diseñados y segundo, para hacer
mejoras con objeto de que trabajen con mayor velocidad y precisión de las que plantean las

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especificaciones. Inclusive están poniéndole al horno un sistema de aislamiento y recirculación de calor
para bajar el consumo de gas.

Uno de los ingenieros de mantenimiento piensa que podría hacer correr la prensa a más golpes por minuto y
así aumentar la capacidad para producir un mayor número de azulejos por turno, pero a lo mejor salen un
poquito más húmedos y luego cuesta más caro secarlos y cocerlos.

- Mejor no le muevo… se dice a sí mismo.

Uno de los vendedores le comenta a su jefe, Don Pedro, que los italianos y los americanos tienen una variedad
de colores de azulejos más amplia. Mientras Industria Cerámica Universal, S.A., tiene ocho colores diferentes,
los americanos tienen doce y los italianos hasta dieciséis.

El vendedor también le comenta a Pedro que algunos de los colores que se hacen en la fábrica no se venden, y
que la gente americana piensa que los azulejos se van a “descascarar” (peel off), y desearía demostrarles que
el esmalte que los cubre es muy duradero.

- ¿Cómo ve, Don Pedro? ¿Qué les decimos de la resistencia de nuestros esmaltes?

Gustavo, el jefe de control de calidad, hojea una revista de la industria cerámica y lee:

“Compre los nuevos colores pastel que produce la casa Rohm & Haas, que se cuecen a menor temperatura.”

“Pruebe el nuevo cemento para instalar azulejos en las paredes de los baños: es más resistente al agua, seca
más rápido y puede soportar azulejos de mayor tamaño, que hacen que la instalación sea más rápida.”

“Mejore la combustión de su horno con quemadores Bull, ya que logra reducir la cantidad de energía por pieza
quemada.”

“Un Consultor ofrece sus servicios en procesos cerámicos. Hable al 5580-1253 de área de Houston, Texas.”

Mientras estaba leyendo la revista de la Industria Cerámica, Gustavo piensa que sería bueno saber qué tan
delgado se podría hacer un azulejo y que todavía sirviera para su propósito.

“…A lo mejor nosotros podemos adelgazar nuestro azulejo de 1.2 centímetros a 9 milímetros, pero pudiera ser
que se quebrara… Bueno, quien sabe… ahorita es importante bajar el desperdicio.”

Estando en una reunión de amigos el viernes por la noche, una de las señoras presentes le pregunta a Pedro,
nuestro vendedor:

… Oye, Pedro ¿No se te hace que el costo de instalar los azulejos es muy alto? Sale casi tan costoso o más,
que comprarlos.

Yo le dije a mi azulejero que además yo los quería del mismito color y el respondió que de eso, él no se hacía
responsable. No es fácil conseguir quien instale los azulejos; son todos unos chiflados.

… -Si es cierto -, dijeron varias señoras. – De nada nos sirve que tú, Pedro, seas vendedor de azulejos, y que
seas nuestro amigo. Un descuentito no nos ayuda mucho, aunque no lo despreciamos. Lo que sea es bueno.

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- Oye, Javier (nuestro jefe de producción)-, le dice Estela, la mera señora del jefazo Don Mario, - ¿Por
qué los azulejos parece que brillan y se ven más finos?
- No, señora Estala, son igualmente brillosos.
- ¡Uf!, Javier, tú estás igualito que Mario, que no se da cuenta de que los azulejos de ustedes se ven un
poquito más “chafita” que los gringos.
- Oye Javier, pregunta el jefazo Don Mario, - ¿tú crees en serio, en serio, que tenemos el mismo brillo?
¿Estás seguro de eso? A lo mejor y mi viejita, Estela, tiene algo de razón, cómo ves.
- Usted despreocúpese, Don Mario, nosotros estamos controlando todo eso. Ya nos lo han dicho algunos
clientes americanos y les hemos asegurado por carta que la calidad es la misma.
- Y, ¿Cómo les puedes asegurar eso?
- Pues, les hemos dicho que tenemos muchos clientes muy contentos.
- Bueno, mejor ya no vamos a hablar del trabajo-, dice Estela, y les ofrece una charola de quesitos. –
Vamos a hablar del viaje a Nueva Orleans que me habías prometido.

Javier, nuestro jefe de producción, discute con un antiguo compañero de la UNAM, que ahora es profesor.

- ¿Tú crees que el CONACYT de verdad ayude al país a mejorar la ciencia y la tecnología?
- ¡Claro! ¿Qué no ves que ha becado a mucha gente para que saque su doctorado en el extranjero?
- Y a nosotros en la fábrica, ¿para qué fregaos nos sirve eso?

Gustavo le pide a Javier que le autorice la contratación de una ingeniera química porque Pedro, el de ventas, le
encargó que prepara un muestrario de colores de azulejos y el quisiera ver la manera de preparar esos
esmaltes, de modo que se pudieran quemar al mismo tiempo que el cuerpo cerámico, para evitar tener que
quemar dos veces el azulejo.

Javier no le autoriza a Gustavo contratar esa nueva ingeniera, pero le promete que lo va a estudiar.

Gustavo siente que hay muchas cosas por mejorar en el producto y en el proceso del azulejo, pero necesita
gente para hacer las pruebas.

El técnico de la operación de formación, que trabaja en el área de Producción, habla con el vendedor de
quemadores marca “Horse” y éste le asegura que sus quemadores ahorran más energía que los de la marca
“Bull”.

El técnico finalmente firma una solicitud para comprar dos quemadores “Horse”, con objeto de probarlos en el
horno.

Don Mario, presiente que tiene que organizar de algún modo los esfuerzos para mejorar el producto y para
mejorar el proceso de producción de azulejos, si quiere dominar el mercado mundial.

Pero cada vez que alguien le habla de crear un Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico, le da mucho
miedo que se haga un gasto enorme y sin resultados, además de que un proyecto así podría ser un barril sin
fondo, y se corre el riesgo de hacer muchas cosas que ya están resueltas en otros lados; él no ve la necesidad
de tener científicos en una fábrica tan chica.

Sin embargo, quiere, quiere mucho, conquistar el mercado internacional…

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