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VE-5-5 Ciclo II
Integrantes:
Docente:
Psc. Carmen Echenique .
2018 – 2019
PERSONALIDAD Y BIENESTAR SUBJETIVO
Según los supuestos teóricos de Eysenck, la personalidad puede ser resumida en tres
dimensiones fundamentales: extraversión, neuroticismo y psicoticismo. Los individuos
que tienen altos puntajes en extraversión se caracterizan por ser sociables, asertivos,
vivaces y propensos a la búsqueda de sensaciones; los que poseen altos niveles de
neuroticismo, son ansiosos, deprimidos, emocionales y con baja autoestima; mientras
los puntajes altos en psicoticismo evidencian agresividad, conducta antisocial,
egocentrismo y creatividad.
Extroversión
El primer factor, la extroversión, también ha sido llamado dominio-sumisión y
“surgencia” (John, 1990). No es sorprendente que la extroversión sea uno de los Cinco
Grandes. De hecho, se encuentra rutinariamente siempre que se realizan análisis
factoriales de cuestionarios de personalidad (Watson y Clark, 1997). Dado que es una
dimensión obviamente importante de la personalidad, la extroversión predice muchas
conductas sociales.
Pregunte a un extrovertido lo que valora en la vida y la respuesta a menudo será una
vida
alegre y excitante (Dollinger, Leong y Ulicni, 1996). Sujetos extrovertidos, en un
estudio en el cual llevaron registros de sus interacciones sociales, interactuaban con más
gente que quienes eran bajos en extroversión, también informaron tener más control e
intimidad en esas interacciones (Barrett y Pietromonaco, 1997). Sus compañeros
consideran que la gente extrovertida es amistosa, amante de la diversión, afectuosa y
locuaz (McCrae y Costa, 1987). En los grupos de camaradas, los integrantes perciben
que sus compañeros extrovertidos hacen contribuciones valiosas a los proyectos de
grupo (Barry y Stewart, 1997).
Los extrovertidos a menudo parecen felices, y se ha propuesto que la experiencia
emocional positiva es una característica central de la extroversión; es posible que el
extrovertido sea incluso biológicamente más sensible al placer que otros (Watson y
Clark, 1997). Lo que caracteriza al extrovertido típico no es una felicidad serena, sino
una felicidad activa y con energía.
Neuroticismo
El neuroticismo describe a las personas que con frecuencia son atormentadas por
emociones negativas como la preocupación y la inseguridad (McCrae y Costa, 1987).
Emocionalmente son lábiles en lugar de estables, como sus compañeros con bajas
puntuaciones, y es por esto que al dirigir la atención al polo opuesto del factor (el bajo
neuroticismo) también se le ha denominado estabilidad emocional, control emocional y
fortaleza del yo (John, 1990). Las personas que califican bajo en neuroticismo son más
felices y están más satisfechas con la vida que quienes califican alto (DeNeve y Cooper,
1998; Schmutte y Ryff, 1997). En el matrimonio, los muy neuróticos no son felices y
están insatisfechos con la vida (McCrae y Costa, 1991). Además de las dificultades con
las relaciones y el compromiso (Karney y Bradbury, 1995; Kurdek, 1997), a menudo
sufren de baja autoestima (Costa, McCrae y Dye, 1991).Otro estudio informa que los
adultos en la comunidad que calificaron alto en neuroticismo también reportaron, en un
diario en el cual supervisaban los eventos de la vida que ocurrían cada día, que les
sucedían más hechos desagradables con la familia y amigos, en el tiempo libre y las
finanzas, lo cual puede explicar por qué su estado de ánimo era generalmente negativo
(David y otros, 1997).
Cada uno de los cinco factores consta de componentes, llamados facetas, que pueden
medirse por separado. Cada faceta es un rasgo de personalidad algo más preciso y
centrado que el factor mayor al que pertenece, aunque todas las facetas que pertenecen a
un factor están correlacionadas positivamente entre sí.
Extraversión: Calidez , carácter sociable, asertividad, actividad , búsqueda de excitación
, emociones positivas.
Extroversión
Una explicación de estos resultados tan bajos estriba en la posibilidad de que el meta-
análisis realizado por DeNeve y Cooper (1998) hubiera examinado datos de estudios
con medidas excesivamente amplias o generales. Acorde con esta hipótesis, Lucas y
Fujita (2000) llevaron a cabo un re-análisis de los datos del meta-análisis de DeNeve y
Cooper (1998) referidos a la extraversión, seleccionando aquellos estudios diseñados
exclusivamente para evaluar la relación entre extraversión y BS, encontrando una
correlación media más alta (0,37). Más recientemente y siguiendo el principio de
equivalencia en las escalas utilizadas para medir la personalidad, Steel,Schmidt y Shultz
(2008) realizaron un meta-análisis en el que revisaron los datos de 249 estudios que
analizaban la relación entre personalidad (medida por el NEO, el EPQ o el EPI) y los
distintos componentes del BS (felicidad, afecto positivo, afecto negativo, afecto total y
calidad de vida), que cumplían todos los requisitos para ser incluidos en el meta-
análisis. Los resultados obtenidos confirmaron la relación entre personalidad y BS,
poniendo de manifiesto la existencia de una fuerte correlación entre los factores de
neuroticismo, extraversión, cordialidad y minuciosidad con todos los componentes del
BS, de modo que en torno al 40% de la varianza en BS estaba asociada a estos rasgos de
personalidad.
Será interesante evaluar cómo las estrategias cognitivas pueden influir sobre la
personalidad y de esa forma alcanzar un mayor estado de bienestar. Lograr el refuerzo
de las evaluaciones positivas del entorno, permitiendo una participación activa del
sujeto, con una valoración más optimista, impactaría en el estado de salud del individuo
de manera positiva. La relación personalidad / bienestar subjetivo, no puede ser
examinada abstrayendo rasgos aislados de la personalidad, necesariamente se debe
analizar integralmente, como un todo. Este es un principio básico de la Teoría General
de los Sistemas que postula la falacia de interpretar subsistemas aislados, por carecer de
relevancia su papel, fuera del sistema al que pertenece. Por lo tanto, el bienestar no
estaría determinado por la posesión de determinado rasgo, sino por el resultado de
complejas relaciones que se dan como un todo, interactuando un considerable número
de variables.
Carolina
A la hora de explicar la correlación de la extraversión y el neuroticismo con el BS se
han propuesto diversas hipótesis, de entre las que destacan dos explicaciones:
1) la temperamental y 2) la instrumental.
La explicación temperamental postula que la personalidad influye directamente en el
nivel de BS de los individuos mediante la acción de mecanismos biológicos. De las
diversas teorías que postulan este tipo de mecanismos, la que mayor consenso ha
alcanzado es la teoría de la sensibilidad al refuerzo y el castigo (Gray, 1991) que
propone la existencia de un Sistema de Activación Conductual (SAC) responsable del
grado de sensibilidad que muestra la persona hacia las señales de refuerzo y
recompensa, y un Sistema de Inhibición Conductual (SIC) responsable del grado de
sensibilidad que muestra la persona hacia las señales de amenaza o castigo
condicionados.
De acuerdo con la propuesta de Gray (1991), los individuos extravertidos serían más
sensibles a experimentar emociones positivas, mientras que, por el contrario, los
individuos con alta puntuación en neuroticismo serían especialmente sensibles a
experimentar emociones negativas. Diferentes estudios, por ejemplo, Smits y Boeck
(2006), han confirmado las predicciones de la hipótesis temperamental al encontrar que
los individuos extravertidos son muy reactivos a los procedimientos de inducción de
estado de ánimo positivo y más sensibles a las señales de refuerzo que de castigo.
La explicación instrumental asume que la personalidad incide en el BS de manera
indirecta, a través del tipo de situaciones o acontecimientos vitales que experimentan las
personas. Esta hipótesis se sustenta, fundamentalmente, en los datos que indican la
existencia de una estrecha relación entre sociabilidad, una faceta de la extraversión, y el
afecto positivo. Más concretamente, postula que las personas extravertidas tienden a
dedicar más tiempo a las actividades sociales y suelen tener una influencia más positiva
sobre las personas que le rodean (familiares, pareja, amigos, compañeros de trabajo,
etc.), aspectos que facilita la creación de una amplia red de relaciones sociales que
favorece el BS.
Optimismo- Maria
Dentro del creciente interés por identificar los factores que inciden en el bienestar
subjetivo de las personas, el optimismo ha sido una de las variables de personalidad que
más interés ha suscitado en los últimos años. La importancia del optimismo estriba en
su capacidad para producir un estado de ánimo que tiende a favorecer el bienestar
subjetivo, facilita el ajuste psicológico e incide favorablemente en los distintos ámbitos
de la vida (familiar, profesional, la salud, etc.)
Desde una perspectiva teórica, el optimismo puede ser considerado como un estilo
explicativo que tiene su origen en el desarrollo del modelo reformulado de la
Indefensión Aprendida y en la necesidad que tiene el ser humano de encontrar
explicación a lo que le sucede. Como se verá con más detalle en el siguiente capítulo,
las personas suelen adscribir los sucesos que le ocurren en base a tres grandes
dimensiones atribucionales: 1) Locus de control (interno-externo): en qué medida
consideran que los acontecimientos se deben a ellas o a los demás; 2)
Estabilidad (estable-inestable): en qué medida consideran que las causas de lo
ocurrido se mantendrán en el tiempo; y 3) Especificidad (específico-glo- bal): en qué
medida afecta a un área específica de la vida o tiene una influencia más global. En
general, los datos experimentales muestran que las personas optimistas tienden a atribuir
los éxitos a causas internas, estables y globales y los fracasos a factores externos,
inestables y específicos, patrón atribucional que genera una percepción de sí mismo más
favorable («sesgo autoensalzante»).
Concepto e implicaciones
Angie
El proceso por el que se transmite a los miembros de una cultura los valores, creencias,
opiniones y conductas se conoce como aculturación . Como resultado de este proceso de
aculturación, podemos interactuar con la gente de nuestra propia cultura porque
compartimos el mismo lenguaje verbal y no verbal (p. ej., gestos, que pueden cambiar
de significado de unas culturas a otras, llegando a provocar importantes malentendidos
sí se desconocen esas variedades; cantidad de expresiones corporales que acompañan al
lenguaje verbal; el espacio personal que la gente necesita o puede permitirse, hecho que
suele implicar posición y poder) (ver Liebert y Spiegler, 2000, para una revisión).
Cuando las personas emigran a una nueva cultura experimentan una discontinuidad
entre las expectativas de su cultura de origen y las de la nueva cultura. Con el tiempo,
los inmigrantes y sus hijos tienden a cambiar su conducta y sus expectativas,
acercándose a los parámetros de la nueva sociedad.
Para ello, deben aprender la lengua, asociarse también con personas que no sean
miembros de su cultura de origen, seguir las costumbres (alimentación, hábitos de vida)
del nuevo medio más que los de la propia cultura, pudiendo incorporar elementos de las
dos culturas y moverse, según las situaciones, de una a otra, bajo la premisa de que
ambas comparten un mismo nivel de estatus (Cloninger, 1996). Las culturas se
diferencian en aspectos fundamentales como los siguientes (ver Kluckholm, 1956, Avia
1995, para una revisión):
Adarve
5. Las formas habituales de las relaciones entre los miembros . En las sociedades más
individualistas se espera obtener satisfacciones personales a partir de la relación con los
demás. Sin embargo en las culturas donde prima más la colectividad, se valoran en
mayor medida la armonía en las relaciones y la colaboración de cada persona en el
bienestar colectivo.
Según Salvador Giner, (en Sociología de1969 y 1976) consideraba que la cultura
consiste en contenidos de conocimiento y pautas de conducta que han sido socialmente
aprendidos. Además que requiere un proceso de aprendizaje, el cual es social, lo que no
sólo quiere decir que nace de la interacción humana, sino que la cultura consiste en
patrones comunes a una colectividad.
En la constante búsqueda del bienestar y la felicidad, sus posibles vías o procesos para
el alcance de las mismas, una variante que resulta interesante e imprescindible
considerar es la diversidad cultural.
Evidentemente para profundizar en este tópico es relevante abarcar como conciben los
términos “felicidad” y “bienestar” las poblaciones con respectivas culturas. Lu y
Guilmour (citado por Bermúdez y otros, 2011) realizaron un estudio que consistía en
realiza a estudiantes chinos y norteamericanos qué significado tenía para ellos el
concepto de felicidad. Aunque todos los participantes coincidían en señalar que era un
estado positivo de la mente, los estudiantes chinos enfatizaban el cultivo de los valores
espirituales y la necesidad de lograr un balance emocional en su vida, subrayando la
importancia de alcanzar todas las expectativas sociales relacionadas con un sentido
amplio de la felicidad. Por su parte, los estudiantes norteamericanos hacían más énfasis
en los aspectos materiales, en las expectativas asociadas a la necesidad de disfrutar de la
vida que consideraban que estaba por encima de las restricciones sociales que limitan el
desarrollo personal de felicidad.
Sin embargo, esta necesidad de obtener la aprobación de los demás supone limitar los
impulsos instintivosy los deseos de auto-gratificación, incluida la felicidad personal.
Una segunda explicación que proponen Shu y Koo (2008) es que el colectivismo puede
nutrir varias cualidades disposicionales que de manera no intencional producen
“baches” en el camino hacia la felicidad» (pág.421).
Una característica de las culturas colectivistas es, como hemos señalado previamente,
que sus miembros están especialmente preocupados por el establecimiento y
mantenimiento de relaciones sociales, y esta ppación supone la planificación de metas
orientadas a la prevención (no fracasar) más que a la promoción que son las que suelen
producir emociones positivas y BS.