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esquizofrenia en dsm 4
conrad 5 fases
alta emocion expresada
doble vinculo
vulnerabilidad y estres
trastornos de conciencia
automatismo mental, de clerambault
angustia y ansiedad
Psicosis: Esquizofrenia y reagudización
Definiciones importantes

Esquizofrenia evolución del concepto Henry Ey

Morel en el siglo XIX, en Francia, describía a algunos enfermos como “afectos de estupidez
desde su más temprana edad” y los nombraba “dementes precoces”.

Hecker, en Alemania, designó esta enfermedad como una ​hebefrenia:​ estado demencial de
la gente joven.

Kahlbaum, interesándose sobre todo por los trastornos psicomotores (inercia, flexibilidad
cérea, catalepsia, hiperquinesia, patetismo de las expresiones, manierismo) los describió
como afectos de catatonia.

De 1890 a 1907, Kraepelin, en su “Tratado de las enfermedades mentales” reunió esos


casos con el nombre de demencia precoz, que consistía para él en una especie de locura,
caracterizada por su progresiva evolución hacia un estado de debilitamiento psíquico y por
los profundos trastornos de la afectividad (indiferencia, apatía, sentimientos paradójicos).
Distinguía tres formas clínicas: una forma simple, o hebefrenia, una forma catatónica o
hebefrenocatatónica, una forma paranoide definida por la importancia de las ideas
delirantes, más o menos extravagantes e intrincadas. Ya en esa época algunos autores
observaban que se trataba de una disociación de la vida psíquica, una especie de
disgregación de la personalidad, más que de una demencia.

En 1911 Bleuler propuso designar el grupo de los dementes precoces bajo el término
esquizofrenia. Para él, estos enfermos no son dementes sino que están afectos de un
proceso de dislocación que desintegra su capacidad asociativa (signos primarios de
disociación), proceso que al alterar su pensamiento le sume en una vida autística cuyas
ideas y sentimientos constituyen, como en el sueño, la expresión simbólica de los complejos
inconscientes. En esa época Bleuler ya pudo hablar de inconsciente y añadir estas ideas a
los análisis puramente descriptivos de Kraepelin.

Más recientemente, Sullivan, ha destacado la importancia del trastorno de las relaciones


interpersonales y de la desadaptación social del sujeto.

El estudio de las familias de esquizofrénicos ha demostrado la importancia del enfoque


sociocultural de la enfermedad. La escuela de Bateson, por su parte, tiende a formalizar el
trastorno en la patología de las comunicaciones únicamente.

Se hace muy difícil integrar los diversos aspectos de la esquizofrenia, biológicos,


psicológicos, individuales y socioculturales, en una comprensión satisfactoria.
Doble vínculo

En su artículo “Hacia una teoría de la esquizofrenia”, los autores Bateson, Jackson, Haley, y
Weakland, presentan una teoría de la esquizofrenia basada en el análisis de las
comunicaciones, y en la teoría de los tipos lógicos. A partir de esta teoría –y de la
observación de pacientes esquizofrénicos- describen una situación que llaman “doble
vínculo”, en la que una persona, haga lo que haga, “no puede ganar”. Postulan que una
persona atrapada en una situación de doble vínculo, puede desarrollar síntomas de
esquizofrenia.

Postulan una serie de ingredientes que son necesarios para una situación de doble vínculo.
Son necesarias dos o más personas (llaman víctima a una de ellas, la otra puede ser la
madre o una combinación de madre, padre y/o hermanos), una experiencia repetida (a tal
punto que la estructura de doble vínculo llegue a ser una expectativa habitual), un mandato
negativo primario (un castigo, que puede consistir tanto en la privación de amor, como en la
expresión de odio o enojo), un mandato secundario que está en conflicto con el primero en
un nivel más abstracto, y que, como el primero, está reforzado por castigos o señales que
se perciben como una amenaza para la supervivencia (el doble vínculo puede ser infligido
por dos individuos, en ese caso, uno puede negar en un nivel más abstracto los mandatos
del otro), un mandato negativo terciario que prohíbe a la víctima escapar del campo
(ejemplo de esto pueden ser las promesas caprichosas de amor y cosas semejantes), por
último el conjunto completo de los ingredientes deja de ser necesario cuando la víctima ha
aprendido a percibir su universo según patrones de doble vínculo.
Conrad. Fases del desarrollo de la psicosis

Klaus Conrad describe cinco fases en el desarrollo de la psicosis: trema, apofanía,


anastrofe, apocalipsis y residuo.

Utiliza la palabra trema, que proviene del lenguaje teatral, y podría traducirse como temblor.
La situación vivida por el paciente es similar a la que experimenta el actor antes de salir a
escena: un estado de tensión e incertidumbre, una sensación de que algo tendrá lugar, pero
cuyo resultado final es incierto. Se produce un estrechamiento de la conciencia. El sujeto se
encuentra atado, obligado a recorrer determinado camino. El campo total está constreñido,
es decir, rodeado de barreras por todas partes.

Conrad utiliza la palabra “apofanía”: es definida por él como la experiencia de ver patrones o
conocenciones en percepciones aleatorias o sin significado, "​vista de conexiones sin
motivo"​ acompañada de una "​experiencia específica de dar anormalmente significados​".
Todas y cada una de las experiencias externas, antes ya vividas, adquieren una nueva
significación, un carácter especial que la persona no puede definir. El mundo está todavía
ordenado, pero ha sufrido una especie de supraordenación.

Se llama Giro Anastrófico (Anastrofé) a la revelación y las consecuencias en el actuar de la


persona ya que toda la producción del delirio tiene referencia a él. El mundo interno y
externo son vistos en forma Paranoide en gran cantidad de casos.

Fase apocalíptica o catatonía: las manifestaciones verbales no son más que formas de
comportamiento puramente formales, ya no son aplicables en relación a su contenido de
sentido. En esta fase hay una gran pérdida del potencial volitivo de la persona, una pérdida
de la energía vital y psíquica en la cual puede llegar a la Catatonía. En esta fase la persona
es aturdida porque los elementos de la realidad adquieren todo sentido posible y
simultáneo.

Se produce una mejoría espontánea al cabo de un tiempo, la apofanía cesa en dominios


parciales, mientras que en otros perdura. Llama consolidación a esta fase de restitución.

Residuo: Es una fase en la cual el delirio está “encapsulado”, es decir que queda un
aspecto de la realidad distorsionado pero que el paciente admite y logra entender del propio
delirio. Esto no significa una rehabilitación ya que si la encapsulación del delirio es extensa
no se podrá organizar suficientemente bien para la re-socialización.
Teoría de la vulnerabilidad, Spring y Zubin

Entre los factores que explicarían el desencadenamiento de muchas de las enfermedades


mentales dentro de una teoría multifactorial de su etiología, se halla la mayor vulnerabilidad
al estrés del individuo genéticamente predispuesto a la enfermedad. En 1977, Zubin y
Spring desarrollaron el modelo de vulnerabilidad- estrés. Según esta teoría para que
aparezca la enfermedad es necesaria la acción de un factor estresante sobre un organismo
con cierta vulnerabilidad. A mayor vulnerabilidad menos estrés será necesario para que se
produzca la enfermedad y viceversa. En consecuencia el control del estrés aparece como
una forma de reducir la tasa de recaídas o incluso evitar la aparición de la enfermedad.
Alta emoción expresada

La emoción expresada es un concepto que hace referencia a los juicios de contenido


afectivo o actitudes emocionales que una persona, en general un familiar o allegado, dirige
a otro miembro de la familia con una enfermedad crónica. Es un concepto desarrollado
como una medida de la calidad de la relación entre el paciente y el familiar.

Medir la emoción expresada es una técnica de investigación por lo que los componentes del
constructo son términos técnicos, no nombres de emociones. Comentarios críticos,
hostilidad y sobreimplicación emocional son los componentes más usados del constructo.

Se entiende por comentarios críticos aquellos comentarios desfavorables emitidos sobre la


personalidad o conducta del paciente que a su vez pueden ser clasificados en categorías
según a lo que van dirigidos.

Por hostilidad se entiende la generalización de los comentarios críticos a diferentes áreas:


es la crítica o rechazo de la persona en global más que de aspectos concretos de su
comportamiento.

Por sobreimplicación emocional se entiende una respuesta emocional exagerada de


desesperanza, de autosacrificio, sobreidentificación y conducta sobreprotectora extrema,
expresada por parte del cuidador hacia el paciente.
Trastornos de conciencia

Los trastornos de conciencia los vamos a encontrar en los cuadros agudos (P.D.A.,
melancolía, manía) y en las reagudizaciones de los cuadros crónicos (fundamentalmente la
esquizofrenia, parafrenia y neurosis histérica, raramente la paranoia)

En los delirios crónicos NO hay trastornos de la conciencia

b) Trastornos del Campo de la Conciencia

La definición de Conciencia dada anteriormente, es a lo que se llama conciencia vigil; de


aquí al coma y al sueño, hay tres grandes grados de desestructuración:

- ético-temporal: grado mínimo de desestructuración de la conciencia


- oniroide: grado intermedio
- confusional: es el grado máximo (cerca del coma y del sueño)

El trastorno de conciencia acompaña a los cuadros agudos que se caracterizan por la


variabilidad.

El cuadro crónico se caracteriza por la persistencia, la estabilidad[5] y no tiene en general,


trastorno de conciencia.

Trastorno de conciencia ético-temporal

La dificultad fundamental está en la capacidad de ubicarse en el aquí y ahora (ético: alude a


un movimiento de la dialéctica del deseo y del deber). Se da fundamentalmente en la manía
y la melancolía. En el caso del paciente melancólico, debido a sus propias vivencias
internas, estaría "tomado" por su pasado; su futuro está anulado, el presente se "achica" y
la relación con nosotros se traba precisamente por eso. En el caso de la manía el paciente
está con gran energía mirando hacia el futuro; el pasado poco importa y el presente queda
desvalorizado. La dificultad del sujeto radica en la ubicación, en el aquí y ahora de la
situación de entrevista.

Trastorno de conciencia oniroide

Puede tener algunas características de la confusión, por ej no saber la fecha del día o las
circunstancias de su internación, pero sin el grado tan masivo de la confusión. Lo
fundamental es la incapacidad de mantener separado lo propio de lo externo. La situación
es dinámica, la vivencia confusa va y viene durante la entrevista. El paciente puede ir bien
en su relato y de repente quedarse en una escucha, como mirando algo, o se asusta. De
esta forma se verifica cómo el paciente entra y sale de la experiencia delirante. Este
trastorno lo veremos en las P.D.A., parafrenias y en las reagudizaciones de los cuadros
crónicos. El sujeto no separa adecuadamente sus compartimentos psíquicos, sus vivencias
de la realidad, hay oscilaciones, entradas y salidas.
Trastorno de conciencia confusional

Es el de mayor grado de desestructuración.

El sujeto no sabe quién es, ni cómo se llama, ni dónde está. Se habla de desorientación
autopsíquica y alopsíquica. No sabe qué día es, no conoce su edad, se pierde en el
hospital. Si frente a estas preguntas el paciente no responde, podemos pensar en una
confusión pero con alguna salvedad: puede no contestar porque no sabe (oligofrenia) o por
desinterés (demente o alguna forma de esquizofrenia). Existen dos casos de confusión:

- confusión aguda: el paciente estará angustiado, buscando"ubicarse"


- confusión crónica: el paciente no recibirá estímulos del exterior y caerá en el desinterés

En general, la confusión suele verse en cuadros agudos como:

- síndromes febriles (puede haber incluso alucinaciones)


- cuadros orgánico vasculares (demencia senil)
- alcoholismo crónico (delirium tremens)
- drogadicción (LSD)

En estos casos, el campo de la conciencia mejora o se restablece cuando tratamos la


patología orgánica.

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