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El derecho de alimentos debe ser, sino el primero en importancia, uno de los más

trascendentales que consagra nuestro ordenamiento jurídico. Se divisa la razón: se trata de


un derecho cuyo objetivo es subvenir a la subsistencia misma de una persona, y por añadidura,
lograr que su titular goce de las condiciones necesarias para que pueda lograr su mayor
realización espiritual y material. En las líneas que siguen, revisaremos a quienes se debe
alimentos y las condiciones en que, respecto de cada uno de ellos, el obligado al pago de
la pensión alimenticia debe cumplir con la prestación que le impone la ley.
Por pensión alimenticia conocemos aquella obligación legal impuesta a ciertas personas para
que efectúen, respecto de otras, las prestaciones necesarias con el fin de satisfacer las
necesidades de manutención de éstas. La pensión alimenticia es un derecho para unos y al
mismo tiempo, una obligación para otros.
Es importante tener en cuenta que la obligación de dar alimentos nace a partir de la resolución
de un juez, por tanto mientras esta no exista no hay obligación de dar alimentos. Dado lo
anterior es de suma importancia que la pensión de alimentos quede regulada por medio de
una resolución judicial (aún en los casos en que existe acuerdo es bueno llevar este acuerdo
ante el juez).
La Pensión alimenticia debe demandarse en el Juzgado de Familia correspondiente al
domicilio de la demandante o del demandado, a elección y siempre con patrocinio de abogado.
Se trata de una obligación subsidiaria, es decir, el alimentario debe demandar al obligado
principal en primer lugar y sólo a falta de éstos o una vez agotados prudencialmente los medios
que la ley pone a su disposición para facilitar el cobro de la pensión alimenticia, demandar a
sus abuelos. Por tanto sólo puede recurrirse a los parientes más lejanos dentro del mismo
grado o a los del grado siguiente, en este caso a los abuelos paternos, cuando se haya
establecido a través de una sentencia ejecutoriada la insuficiencia del padre para otorgar
alimentos. De esta forma si bien el artículo 232 del Código Civil dispone que la obligación de
alimentar al hijo que carece de bienes pasa por falta o insuficiencia de ambos padres, a
sus abuelos, por una y otra línea conjuntamente, cabe precisar que el artículo 3° inciso final
de la Ley 14.908 dispone que cuando los alimentos decretados no fueren pagados o no fueren
suficientes para solventar las necesidades del hijo, el alimentario podrá demandar a los
abuelos, en conformidad con lo que establece el artículo 232 del Código Civil, así conforme a
la primera norma transcrita precedentemente, los abuelos no pueden ser demandados
directamente pues es claro que éstos sólo van a responder cuando los alimentos decretados
no fueren pagados o no fueren suficientes, y sólo van a estar decretados cuando concurra la
circunstancia final mencionada en el motivo segundo de este fallo.
La disposición del artículo 326 del Código Civil no excluye la posibilidad de que el titular
del derecho de alimentos accione en una mismademanda en contra del obligado calificado de
principal y en contra de aquél que deba responder en el caso de insuficiencia del título y que
a su vez, el artículo 17 de la Ley 19.968, dispone que los Jueces de Familia deberán conocer
en un solo proceso, los distintos asuntos que una o ambas partes sometan a su consideración,
en la especie, se trata de asuntos de naturaleza análoga lo que hace más concluyente la
posibilidad de tramitar en un mismo proceso las acciones dirigidas contra el obligado principal
y el obligado subsidiario, corresponde por aplicación del principio del interés superior del niño,
en cuanto no se divisa dificultad alguna en que una eventual condena en contra del obligado
subsidiario pueda coexistir con otra en contra del obligado principal, las cuales se cumplirán
una vez firme y ejecutoriado lo resuelto, resultando innecesario someter al titular del derecho
de alimentos, a una sucesión de pleitos, dilatando innecesariamente la eficacia del derecho,
que en este caso, afecta las necesidades básicas de los menores de autos.
Respecto de los abuelos, no se aplica la presunción de solvencia establecida en el artículo 3º
de la Ley Nº 14.908, por lo que esto deberá probarse para determinar la procedencia y el
monto de la pensión alimenticia.
Cada abuelo responde de la obligación que no está cumpliendo o que cumple en forma
insuficiente su hijo. La ley señala "En caso de insuficiencia de uno de los padres, la obligación
indicada precedentemente pasará en primer lugar a los abuelos de la línea del padre o madre
que no provee;".
Si el padre o madre del hijo que no cumple o cumple imperfectamente con la
obligación alimenticia, no tiene los medios para proporcionar alimentos a sus nietos, esta
obligación pasa a los abuelos de la otra línea.
Una vez que el obligado principal esté en condiciones de pagar la pensión alimenticia, se
liberará a los abuelos de esta obligación.
Sí es efectivo, pero deberá procederse primero en contra del padre o madre responsable, y en
caso de que no sea posible ubicarlo o que este no pague la pensión decretada, o no cuente
con los medios para hacerlo, podrá demandarse a los abuelos del menor.

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