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Resumen
El artículo precisa algunos elementos que inciden en la educación del área rural: la
contextualización de los aprendizajes, los criterios pedagógicos, la fragmentación y
desvinculación de los contenidos enseñados, los fines de la educación rural, el papel
del maestro en la escuela rural y su formación. De igual manera, se coloca de
manifiesto la repitencia y deserción escolar como consecuencia de una educación
descontextualizada. El objetivo del artículo es proponer la pedagogía liberadora como
alternativa para la educación rural. En tal sentido, se realizó una revisión documental
a objeto de desarrollar la pedagogía liberadora como un modelo encaminado hacia la
formación de seres autónomos, con conciencia libre, comprometidos con su devenir.
En este orden de ideas, se considera que esta pedagogía será el modelo ideal para la
emancipación de las comunidades rurales pues conduce a un mundo más humano y
justo. Se concluye que la educación rural, bajo una perspectiva liberadora conlleva a
impartir la enseñanza contextualizada, teniendo como objetivo la formación de un ser
humano critico, pensante y transformador de su realidad.
Introducción
Es por esta razón, que la educación en las zonas rurales, debe responder a un
acto humanista que integre la realidad de cada alumno con el propósito de la misma,
que conduzca a la formación libre e independiente de cada ser, en el cual la
solidaridad, sea esa fuerza del despertar de la conciencia, que conlleve a un mundo
más humano y digno. Así como lo plantea Freire (1969), “una educación que lleve al
hombre a una nueva postura frente a los problemas de su tiempo y de su espacio.
Aquella de la intimidad con ellos” (p.85); por ello, la necesidad de impartir una
enseñanza contextualizada, acorde con las condiciones de vida propias del sector
rural.
Conclusiones
La pedagogía liberadora presenta elementos puntuales para el proceso
educativo de los sectores rurales, que cambian la visión de la enseñanza en las aulas
de clase. Por lo tanto, el objetivo de la educación rural, debe ser la formación de un
ser humano crítico, pensante y transformador de su realidad y a través de una
pedagogía liberadora se puede llevar a cabo todos estos requerimientos, pues la
concepción de la educación rural debe nacer del contexto, de la experiencia, la
reflexión y la acción como medio de formación. Es por ello, que la pedagogía
liberadora se centra en propiciar el dialogo entre docente- alumno, formular
conceptos y conocimientos que se deriven de la realidad social, tal cual como lo
plantea Freire (1972), “el uso de los temas generadores en la enseñanza revierten de
manera efectiva a la sociedad” (p. 45).
En este orden de ideas, para aprender desde una práctica de libertad se
requiere la puesta en escena de experiencias, sentimientos, emociones, el sentir
propio de quien aprende y de quien enseña. En este sentido, Freire (1969) expone que
“es de ahí que se debe enfatizar la necesidad de una permanente actitud crítica, único
modo mediante el cual el hombre realizará su vocación natural de integrarse,
superando la actitud del simple acomodamiento o ajuste, aprendiendo temas y tareas
de su época” (p.45). Desde esta perspectiva se debe mirar la educación rural,
enseñando lo que sea útil y aplicable por el alumno en el medio en el cual se
desenvuelve.
Es necesario entonces, luchar por el tan anhelado objetivo de contextualizar la
educación rural, en un despertar de conciencia del docente que le permita impartir la
enseñanza con métodos pedagógicos que no estén divorciados de la realidad social y
cultural del entorno campesino, en el cual los alumnos se humanicen cada vez más,
preparándose para ser protagonistas en la transformación de sus comunidades, que el
deseo de superación de cada ser valla mas allá de sus propios intereses , que no exista
la imposición del fuerte sobre el débil, sino el dialogo, el respeto a los derechos de
sus semejantes y sobre todo la práctica de la libertad en cada acción de la vida diaria.
Lo anteriormente expuesto, implica que los docentes del clima cultural del
presente, se deben preparar para que a través una pedagogía liberadora, puedan
enseñar como respetar y hacer cumplir los derechos, la libertad, la humanización, la
enseñanza de cada contenido contextualizado en relación con las vivencias de los
alumnos. De esta manera, se va formando el pensamiento crítico que se necesita, en el
cual los individuos aprendan a valorar el medio en el cual se desenvuelven, cuidando
y protegiendo la naturaleza.
En suma para usar la pedagogía liberadora como apoyo para la educación
rural, es necesario redefinir la relación sujeto- sujeto en las aulas de clase, en la
relación bidireccional docente- alumno, de manera que la enseñanza mediante la cual
el profesor es el que tiene el conocimiento y el alumno solamente copia, queda
caducada, y a cambio se ejerza una enseñanza en la que ambos aprenden en un
proceso investigativo marcado por el dialogo, en el que el conocimiento se construye
día a día a partir del contexto de los estudiantes, retomando la cotidianidad, los
ambientes de aprendizajes y las individualidades en las aulas de clase.
Referencias bibliográficas
Aguilar, M. ( 2000). Educación rural un acercamiento pedagógico. Costa Rica:
programa MHO.
Freire, P. (1997). Pedagogía de la autonomía. Mexico: siglo XXI editores s.a de c.v