• Resumen: La apendicitis se define como la inflamación del apéndice vermiforme, la
emergencia quirúrgica más común en niños y adultos jóvenes con dolor abdominal. El estándar actual de atención para pacientes con apendicitis es la apendicectomía quirúrgica, ya sea laparoscópica o abierta. Una estrategia no quirúrgica con antibióticos es favorable en algunos casos y la evidencia emergente sugiere que podría haber una aplicabilidad más amplia. El diagnóstico se basa en la historia, el examen clínico y las pruebas de laboratorio, aunque el 30- 45% de los pacientes presentan signos y síntomas atípicos en la presentación. Cuando el diagnóstico permanece ambiguo, las exploraciones por ultrasonido y por TC son las modalidades de imagen más utilizadas. La laparoscopia diagnóstica puede ser un enfoque útil en pacientes de bajo riesgo, especialmente en mujeres jóvenes. La apendicitis se clasifica en una enfermedad simple o compleja, compleja en presencia de un absceso periapendicular, gangrena o perforación. La apendicitis compleja tiene tasas significativamente más altas de morbilidad y mortalidad. Limitar la progresión de la enfermedad simple a la compleja, aunque no es inevitable, es la razón fundamental del tratamiento definitivo. Una apendicectomía realizada por sospecha de apendicitis que da como resultado un apéndice normal en el examen histopatológico se conoce como una apendicectomía negativa. Una apendicectomía negativa tiene una tasa de complicaciones postoperatorias de alrededor del 10%, lo que demuestra la necesidad de un diagnóstico preciso y oportuno.