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10 DE MAYO Y SUS REPRESENTACIONES

El día de hoy vamos a analizar la construcción de las representaciones [de la


maternidad]” y el proceso por el que las mismas mujeres configuran esa realidad.
¿Alguna vez nos hemos preguntado si tiene algo de malo la manera en que
celebramos el 10 de mayo? Festejar, celebrar y agradecer a nuestras madres no
tiene nada de malo, pero a veces no nos damos cuenta de que la manera en que lo
hacemos está impregnada de estereotipos, discursos, políticas e ideologías que
pueden llegar a justifican una violencia velada.
El Día de la Madre es probablemente una de las fechas más importantes para l@s
mexican@s, pues la figura materna está en el centro de nuestra cultura. Así lo
expresó Octavio Paz en El laberinto de la soledad, donde contrapuso
a la Chingada y a la Virgen de Guadalupe. A través de sus reflexiones, nos damos
cuenta de la centralidad de la representación de la Madre en nuestra cultura. Así
inicia: ¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y
hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones
mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que
festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, ya sea
metafórica o realmente.
Los estigmas que sufren las mujeres que deciden no ser madres son una forma de
violencia que puede desencadenar otras, desde la presión familiar hasta los
matrimonios a la fuerza o incluso violaciones al interior de las parejas. Una de las
razones es que solemos creer que, para que una mujer sea realmente una mujer,
o una mujer “plena”, debe ser madre. O, “Las mujeres, para ser mujeres de
verdad, deben tener hijos” con este panorama, podría entonces surgir la siguiente
reflexión ¿Por qué el INEGI, nos arroja datos tan lamentables para la
sociedad?, Más de 30,000 niñ@s mexican@s se encuentran en situación de
abandono en albergues públicos o privados. Ésta es apenas una estimación, puesto
que nuestro país no tiene una base de datos oficial actualizada en el tema. La deuda
es grande, tomando en consideración que en 2013 ocupábamos el segundo
lugar en América Latina en abandono infantil. De aquí también se puede
desprender, que vivimos en un país cuyas políticas para fortalecer la educación
sexual, aún tienen grandes retos. L@s niñ@s mexican@s no siempre reciben esta
educación adecuada, ni en sus hogares ni en la escuela. Sin embargo, los estigmas
sociales pesan mucho, tendemos a creer que una pareja sin hij@s no puede ser
una pareja “normal”. Ninguna de estas dos creencias es correcta, pues hay mujeres
admirables que no tienen hij@s y hay muchas parejas que viven plenamente sin
necesidad de concebir. Ser madre no es un deber, ni social, ni biológico, sino una
decisión personal, o a veces de pareja y como tal hay que respetarla.

Silvia Tubert, psicoanalista feminista, editora de Figuras de la madre (1996), nos


dice que encontramos una serie de discursos encaminados a cosificar a “la
madre”, es decir, crear un estereotipo ficcional fundado en una evidencia corporal:
la capacidad reproductiva de las mujeres.
Diferentes investigaciones han visto la luz sobre la conducta sexual y reproductiva
de las mujeres desde un punto de vista sociológico (Sánchez, 2003), se ha escrito
sobre el aborto, se ha debatido sobre su criminalización y su despenalización
(Valdés, 2001; Lamas, 1994).
Por otra parte, han proliferado los análisis sobre las variaciones relativas a la
fecundidad (Figueroa, 1989; González, 1993) han surgido estudios sobre el
fenómeno social referente a la persistencia de madres solteras (González, 1997),
así como se ha estudiado la maternidad en intersección con el trabajo remunerado.
Entre la familia, la madre tendría un papel preponderante no solo como reproductora
de su progenie, es decir, como la encargada de cumplir el mandato social de ser
madre, sino también como la encargada de educar a los suyos entregándose a su
cuidado de manera incondicional. Lisette Rivera, en su análisis sobre la prensa
de línea católica de principios del siglo XX, analiza cómo la mujer en su rol de
esposa y madre tenía un papel importante de acuerdo “(…) a los afanes de
progreso, civilización y consolidación del Estado nacional”, de manera que los
periódicos hacían eco de ello al difundir noticias y recomendaciones sobre aspectos
tales como la lactancia, la crianza y educación de los hijos, los atributos de la “buena
madre”, de ese tiempo.
En el libro titulado El diez de mayo (1982) Martha Acevedo nos explica que dicha
celebración tiene sus orígenes del entonces director del periódico Excélsior, Rafael
Alducin, ¿Por qué fue así? Veamos.. en 1917 se llevo a cabo el primer Congreso
Feminista de México, en Mérida Yucatán y se repartieron folletos con métodos
anticonceptivos, el entonces gobernador Felipe Carrillo Puerto tenía ideas
progresistas y racionalistas que trataban de que la mujer, también fuera sujeta de
derechos en términos reproductivos al igual que el hombre.
Con lo anterior mencionado, en el contexto mexicano postrevolucionario, se produjo
una respuesta reaccionaria ante la intención de que las mujeres empezaran a
participar en la toma de decisiones, ya que Alducin, con el apenas nacimiento del
periódico, aprovecho el suceso de dicho Congreso para dar inicio al mito del festejo
del 10 de mayo, inmediatamente él invitó a sumarse a su campaña, a personajes
importantes del ámbito político y religioso, entre los que destacan el entonces
secretario de Educación Pública, José Vasconcelos y el entonces arzobispo
primado de México. Es por eso, que se le atribuye a una disputa política el resultado
de la campaña para festejar a la madre mexicana. En términos reproductivos, fue
un proyecto de nación, pues era indispensable el control de la sexualidad de las
mujeres, en aras de reproducir a “los hijos de la nación” moderna, era importante
impulsar un discurso sobre la familia tradicional en el que los roles de cada
integrante queden bien establecidos, especialmente el correspondiente al personaje
de la madre; se encontraba el nacimiento de un periódico que exigía situarse en los
primeros lugares de venta, desencadenándose una disputa política entre Felipe
Carrillo Puerto y el sistema político, por último, la avalancha mediática que los
grandes empresarios aprovecharon y lo siguen haciendo hasta la fecha; todo esta
teatro montado… para promover las ventas y perpetuar el capitalismo.
Marta Lamas, en su análisis sobre el mito de la “madrecita santa” hace referencia al
culto y sacralización que gira en torno al ideal de la madre: sacrificada, sufrida,
luchadora, amorosa, protectora, santa, divina, comprensiva, servicial,
abnegada, cuya forma discursiva y comercial proscribe un determinado
comportamiento en la relación entre madre e hijos e hijas, el cual pasa por alto las
reconfiguraciones y diversidades que esta relación puede adquirir y la realidad del
trato que la sociedad tiene hacia las mujeres y hacia la familia en general. La religión
católica participo activamente en la instauración del 10 de mayo resaltando, que la
madre predica una moral basada en el ejemplo de “la virgen madre”, de quien las
mortales de carne y hueso habrán de copiar sus valores morales. Recordemos que
entre los atributos de la madre, es decir, de la “buena madre”, están para la Iglesia,
el “recato, contención, sumisión, piedad y devoción religiosa”. De esta forma se
podría pensar que tantas exigencias de atributos morales, son un castigo, para
algunas o tal vez la mayoría.

Hay que reconocer que el mito del festejo del 10 de mayo, no solo afecta
directamente a las mujeres, también tiene repercusiones para quienes mantienen
lazos estrechos con ellas ¿cómo así? Pues hay muchas madres que toman
conductas posesivas y dominantes con sus hijos e hijas, pues el mismo mito las
lleva a confundirse al pensar que los poseen porque los han gestado, los han
alimentado de sus pechos y porque los han criado. Muchos de estos hijos ven las
consecuencias en la sobreprotección de sus madres y en la asfixia que les generan
por sus cuidos y controles excesivos. Pueden llegar a querer cobrar a la pareja
deudas impagables en términos psicoafectivos. ¿Acaso hay una sobreexplotación
femenina del capitalismo? ¿Quiénes le dan vida a este orden social opresor a las
mujeres? ¿“qué está encubriendo la avalancha discursiva y comercial que exalta la
maternidad”?
Avalancha que se impuso con rigor en términos mediáticos y que los grandes
empresarios aprovecharon para promover la compra sin recato de todo tipo de
artículos para “agasajar a mamá”, tal como lo hacen en la actualidad.
Cuando se habla de la maternidad solo en términos de "destino sublime" se olvidan
las horas/trabajo que implica; cuando se elogia la abnegación, se deja de lado el
despotismo y la arbitrariedad que suele acompañar la crianza; cuando se alaba la
devoción, se desconocen el maltrato y la crueldad. Por otro lado, las embarazadas
no consiguen empleo, las parturientas son maltratadas en los hospitales y las
madres no cuentan con opciones de cuidado para los hijos, lo que las limita laboral,
política y socialmente, y como consecuencia de ello, aparece el desgaste físico y
emocional.
Ahora en estos inicios del siglo XXI, esto es 2018, la incorporación de la mujer a la
vida laboral, las responsabilidades que asume día a día, la maternidad, el trabajo,
la casa, la pareja, el ejercicio, los amigos la familia etc. La ponen en otra posición,
que en ocasiones hace que la imagen de la mujer sea de una “superwoman”. Pero,
nadie quiere cargar con la capa y responsabilidades de ésta; por ello, algunas de
ellas se autodenominan “malas madres” detrás de una “mala madre” hay una
sociedad que te mira y critica de reojo, porque no cumples las normas y estándares,
pues tienen metas diferentes en la vida y planes en los que no entran los hijos.
Ellas, se dan cuenta que ser madre no es el universo maravilloso que muchos
quieren vender a las mujeres. Pues se encuentran con el estrés de regresar al
trabajo tras la baja por maternidad, los cambios físicos, los emocionales, los de
pareja. La realidad que nadie contaba de ser madre.
Estas madres de hoy, ante esa imagen de madre perfecta que puede con todo,
eligen destapar una maternidad MÁS HUMANA. Aquella que no es maravillosa
excelente ni perfecta. Aquella que puede darse el permiso de: llorar, gritar, enojarse,
tener a veces la casa tirada, a veces salir con amigas, comprarse algo que le gusta,
o hasta salir una noche, o dos, o tres sin que se sienta culpable.

Por último también es importante, investigar y analizar la experiencia, los relatos,


satisfacciones y conocimiento, para quienes se asumen ser madres, ya que es
todo un proceso complejo que dista mucho de las representaciones y estereotipos
de la idea glorificada de la madre como imagen divina, para así, tratar de verla con
una mirada compasiva que la situé en toda su dimensión de persona humana con
errores y aciertos… tal vez de esta manera evitaremos seguir exigiéndole y
castigándola.

FUENTES DE CONSULTA
- ACEVEDO, M. (1970). Nuestro sueño está en escarpado lugar. Debate Feminista,
México, año 6, vol. 12, octubre de 1995, pp. 360-361.
- _______ (1982 [2012]). El diez de mayo. México: Ule Libros.
- BADINTER E. (1991). ¿Existe el instinto maternal? Historia del amor maternal.
Siglos XVII al XX. Madrid: Paidós.
BOLUFER, M. (2010). “Madres, maternidad: nuevas miradas desde la
historiografía”. En: Franco, G. (Ed.) Debates sobre la maternidad desde una
perspectiva histórica (Siglos XVI al XX). (Pp. 51-81). Barcelona: Icaria.
LAMAS, M. (1994). “Maternidad: ¿qué proponer como feministas?” En: (Talamante,
C., Salinas, f., Valenzuela, M.L. (coord.). Repensar y politizar la maternidad. Un reto
de fin de milenio. (Pp. 37-50). México: Grupo de Educación Popular con Mujeres
(GEM).
- ______ (1995). “¿Madrecita Santa?”. En Florescano, E. (Comp.) “Mitos
mexicanos”. (Pp. 173-178). México: Ed. Aguilar.
LERNER, S. y Melgar, L. (2010). (Coord.) Familias en el siglo XXI: realidades
diversas y políticas públicas. México: UNAM, PUEG, COLMEX.
- LLOPIS, M. (2015). Maternidades subversivas. Bilbao: Txalaparta
- RIVERA, L. (2009). “Discursos e imaginarios sobre la maternidad en México a
través de la prensa católica de la ciudad de Morelia, 1870-1910”. En: Suárez,
Carmen. (Ed.). Maternidades. (De)construcciones feministas. Oviedo: KRK
Ediciones.
- ROUSSEAU, J. (1762 [2009]). Emilio o de la Educación. México: Porrúa.
- TUBERT, S. (1996). Figuras de la madre. Madrid: Cátedra/Universidad de
Valencia/Instituto de la Mujer.
-http://www.elpuntocritico.com/opinion/columnistas/188-opinion-general/66291-
m%C3%A9xico,-segundo-lugar-en-ni%C3%B1os-abandonados.html. recuperado
el 7 de mayo 2018.

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