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Batalla de Verdun

La batalla de Verdun fue considerada como uno de los enfrentamientos más crueles y
sangrientos que aconteció durante la primera guerra mundial, además de ser estimada como las
más larga después de la batalla de Somme.
Se efectuó desde el 21 de febrero hasta el 19 de diciembre del año 1916, en el noroeste de
Francia, en la ciudad de Verdun, donde se enfrentaron los ejércitos alemán y francés.
La importancia de este tema radica en ser un acontecimiento que formo parte del cambio del
mundo.

El territorio cercano a Verdun contenía alrededor de veinte murallas principales y cuarenta más
reducidas, las cuales habían preservado históricamente la frontera oriental de Francia, siendo
estas renovadas a principios del siglo xx.

El ataque fue dirigido por el Jefe del Estado mayor alemán Von Falkenhayn, debido a que
pretendía eliminar las tropas enemigas con una agresión masiva sobre un contraído territorio de
valor histórico y sentimental para los franceses, como lo era la Ciudad de Verdun.

Mientras que el ejército francés se encontraba dirigido por el general Henri Pétain que tiempo
después fue reemplazado por el general Robert Nivelle.

El objetivo principal de Falkenhayn era: “desangrar” al ejército francés en una larga batalla de
desgaste, debido a que contaba con una suposición prudente como y que el curso de la guerra
iba a cambiar aniquilando sus fuerzas.

Las murallas para los franceses jugaban un papel primordial, tal era el caso que estaban
dispuestos a sacrificar hasta su último hombre para ahuyentar al ejército alemán.

El ataque fue empezado por los soldados del ejército alemán que estaba constituido por alrededor
de ciento cuarenta mil hombres respaldados por mil doscientas piezas de artillería, además de
haberse disparado en Verdun veintidós millones y quinientos mil proyectiles y de igual manera
contenía cerca de ciento sesenta y ocho aviones en dicha Ciudad, considerada en la historia como
la más considerable aglomeración de aviones.

Y en contraparte el ejército francés se constituía de treinta mil soldados para la defensa al inicio
de este conflicto.
.

Al amanecer del 21 de febrero de 1916, el aire helado fue destrozado por el zumbido de los
proyectiles pesados, y por el silbido y las explosiones de las armas antipersona.
En las 12 horas siguientes cayeron más de dos millones de proyectiles en las posiciones
avanzadas francesas, tras lo cual la infantería inició su ataque.
Durante los dos primeros días, las fuerzas alemanas hicieron relativamente pocos avances; sin
embargo, el día 24 atravesaron la línea defensiva principal, tomando 10.000 prisioneros y
capturando 65 piezas de artillería. La infantería iba precedida en sus ataques de una cortina
escalonada de fuego del inmenso número de cañones que tenía a su disposición, que destrozaba
las defensas y obligaba a los supervivientes a ponerse a cubierto.
Entre la abrumadora cortina de artillería, lo repentino del ataque y el tiempo frío, los franceses
quedaron paralizados.
Algunas unidades se desbandaron y huyeron a la retaguardia, dejando áreas débiles en las
defensas, por las que avanzaron las tropas de asalto alemanas.
Se suponía que Verdún era invencible; una comisión militar francesa lo había confirmado en
1915 y había despedido a un general por decir lo contrario.
Sin embargo, el 25 de febrero, el fuerte Douaumont, un componente clave de las defensas de la
ciudad, cayó ante el asalto alemán. Esto fue un duro golpe para la moral francesa, aunque podía
haberse evitado si la guarnición no hubiera sido despojada por completo.
La infantería defensora se había desbandado bajo el bombardeo, dejando a un pelotón de
artilleros como únicos defensores.
Una patrulla alemana de nueve hombres encontró una entrada en el fuerte y descubrió que estaba
prácticamente indefenso. Condujeron a 300 de sus compañeros al interior y capturaron la pieza
clave de las defensas de Verdún casi sin hacer un solo disparo.

Al mismo tiempo que el enemigo capturaba el fuerte Douaumont, el general Pétain llegaba para
hacerse cargo de las defensas de Verdún. Halló una situación desesperada, con una única ruta de
aprovisionamiento de la ciudad a lo largo de una carretera y un ferrocarril de vía estrecha a su
lado.
Esta carretera, llamada La Voie Sacrée, era el cordón umbilical de Verdún, y la primera tarea de
Pétain fue mejorarla.
Miles de hombres trabajaron para ensanchar la carretera. Cuando terminaron, unos 6.000
camiones podían utilizar la carretera cada día, y más de medio millón de soldados, con todos sus
pertrechos, entraron y salieron de la ciudad por ella. Pétain decidió que las unidades solo
prestarían servicio en turnos de 15 días en las trincheras para darles tiempo a descansar y
recuperarse, de forma que La Voie Sacrée contempló un interminable raudal de unidades que se
turnaban, yendo y viniendo de la línea del frente.
Aunque Pétain había mejorado la situación logística, las cosas seguían estando mal. La lucha
disminuyó al final de febrero, para ser reanudada el 5 de marzo.

La nueva ofensiva alemana se lanzó a lo largo de la orilla occidental del Meuse, directamente
contra una defensa bien preparada. Pétain había desplegado a sus mejores soldados para
enfrentarse a este asalto, y estaban respaldados por una potente concentración de artillería. Este
asalto significó una especie de punto de inflexión en la defensa de Verdún. Los artilleros
franceses no solo infligían horrendas bajas a los atacantes, sino que enviaban un fuego
contrabatería efectivo a la artillería enemiga. A mediados de abril todos los cañones pesados del
lado alemán estaban fuera de combate, y la artillería alemana sufrió otro duro golpe cuando un
proyectil cayó entre casi medio millón de proyectiles de artillería pesada almacenados en el
bosque de Spincourt.
Los ataques continuaron durante abril y hasta mayo, y, efectivamente, amenazaron con «sangrar
al ejército francés hasta la muerte». No obstante, las ventajas fueron relativamente escasas, y
cuando Pétain fue relevado por el general Robert Nivelle, los franceses empezaron a recuperar su
espíritu ofensivo.
Pétain había sido el defensor de Verdún y había evitado su caída. Entonces Nivelle tomó la
ofensiva. El lema francés para Verdún era Ils ne passeront pas! (¡No pasarán!), aunque el
objetivo de Nivelle consistía en algo más que atrancar la puerta: tenía intención de hacer
retroceder los alemanes. Al principio Nivelle no pudo hacer más que Pétain; los ataques
alemanes todavía lograban ventajas, y con el fuerte Douaumont en manos alemanas el corazón
de la defensa era ahora el fuerte Vaux.
Este protegía un área de terreno elevado, desde la cual los cañones alemanes podrían disparar
directamente al interior de la ciudad y, más importante aún, a los puentes sobre los que entraban
todos los suministros en la ciudad. El fuerte Vaux se convirtió en objetivo de los asaltos alemanes
y, el 7 de junio, cayó en su poder. No obstante, el balance de fuerzas estaba cambiando.
Nivelle era oficial de artillería y, bajo su mando, los cañones franceses se volvieron más
efectivos. Incluso mientras los alemanes avanzaban hacia los fuertes supervivientes, Souville y
Tavannes, sus bajas aumentaban. Las cosas estuvieron pendientes de un hilo hasta el final de
junio y, a pesar del inicio de la ofensiva del Somme el 1 de julio, los alemanes continuaron
avanzando, deslizándose cada vez más cerca de la ciudad.
El 11 de junio un ataque llegó hasta el propio fuerte Souville, pero su fracaso señaló el fin de los
intentos alemanes de tomar Verdún.
En adelante se encontraron a la defensiva, mientras los contraataques franceses empezaron a
recuperar parte del terreno perdido.

La posición de Nivelle mejoró con la ofensiva del Somme, que fue lanzada para reducir la
presión sobre Verdún. No tuvo éxito como operación por sí misma, aunque consiguió atraer
suministros y refuerzos que, en caso contrario, podrían ponerse en contra de los defensores de
Verdún. A medida que disminuyó la presión, Nivelle lanzó contraataques para expulsar a los
alemanes y retomar los fuertes perdidos.
El mayor de estos tuvo lugar el 24 de octubre, contra el fuerte Douaumont, y participaron
170.000 soldados de infantería, 700 cañones y más de 150 aviones.
Después de esto, los franceses avanzaron lentamente, retomando el fuerte Vaux a principios de
noviembre. A mediados de diciembre, el ejército alemán se retiró de Verdún, dejando lo que
quedaba de él en manos francesas.

El resultado de esta batalla fue de aproximadamente un cuarto de millón de muertos y alrededor


de medio millón de heridos entre ambos ejércitos, sin duda alguna este fue una espantoso
enfrentamiento de deterioro.

Más de trecientos días fue la duración de esta batalla entre los ejércitos francés y alemán, donde
desafortunadamente el reconocido lanzallamas realizo su apertura, empleado para la protección
de los soldados alemanes mientras se aproximaban para apresar a la Ciudad de Verdun.

Cabe recalcar que lo que salvo a la Ciudad de Verdun fue la estrategia conservadora de Philippe
Pétain. Este individuo había desplegado a sus más sobresalientes soldados para combatir esta
batalla, la cuales estaban auxiliadas por una enérgica agrupación de artillería.

Bibliografía

www.ecured.cu/Batalla_de_Verdun
http://ec.tuhistory.com/hoy-en-la-historia/batalla-de-verdun
http://www.historiasiglo20.org/GLOS/verdun.htm
http://www.batallasdeguerra.com/2011/09/la-batalla-de-verdun.html

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