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Cada 28 de enero se celebra el día de Santo Tomás de Aquino, patrón de estudiantes y

profesores.

Hablar de Tomás de Aquino es hacerlo de uno de los grandes pensadores de la historia.


Teólogo y doctor de la iglesia católica, su filosofía fue una de las más influyentes que han
existido, principalmente por lograr aglutinar el pensamiento de Aristóteles con la religión
cristiana.
Auténtico titán de la historia del pensamiento, Tomás de Aquino se convirtió en el
máximo representante de la teología de su época, y con el paso del tiempo, de toda
la escolástica. Elaboró la influyente doctrina filosófica del “tomismo” que tomaba las
ideas platónicas que había adoptado el cristianismo anteriormente y las fundió con las
tesis de Aristóteles, dando lugar a un pensamiento que marcaría el futuro de la historia.
Su labor habría de ser el primer paso para la independencia de la razón, paso decisivo
que terminaría por enterrar la filosofía medieval antes de anunciar la moderna. Estas son
las 10 claves de su vida y su pensamiento.
1 Tomás de Aquino nació en el castillo de Roccasecca, en Frosinone (Italia). Era uno
de los hijos de Landolfo, Conde de Aquino. Estudió en el monasterio de Monte-Casino y
más tarde en la Universidad de Nápoles, destacando por su inteligencia, sencillez y
mutismo (debido a su gran tamaño y sus largos silencios, se le apodó “El buey mudo”).
Decidió ingresar en la orden de predicadores, los famosos dominicos, en 1244, lo que
despertó las iras de su madre, quien ordenó a sus hermanos que lo detuvieran,
secuestraran y encerraran. Sin embargo, la determinación de Tomás para cumplir su
deseo hizo que su familia terminara cediendo.

“Suma teológica mínima (fragmentos esenciales)”, de Tomás de


Aquino (Tecnos).
2 Viajó a París, que terminaría siendo el centro de su vida, y se convirtió en
discípulo de Alberto Magno, con quien estudiaría también en Colonia. Residió en
varias ciudades de Italia, la última de ellas, Nápoles, donde había empezado a estudiar.
En 1274 salió de viaje para acudir al II Concilio de Lyon, convocado por el papa Gregorio
X, pero murió por el camino el 7 de marzo de ese año, en la Abadía de Fossanova.
3 Los testimonios que quedan de los más próximos a él destacan su infinita bondad
y el intenso afecto que despertaba entre sus amigos y familiares más cercanos. La
iglesia lo canonizó como Santo Tomás. Al nombrarlo doctor de la iglesia y santo patrón de
las universidades y centros de estudio católicos (su festividad se celebra el 28 de enero),
destacó su tremenda relevancia en la escolástica, término con que se conoce el
pensamiento filosófico desarrollado durante la Edad Media, desde la caída del Imperio
Romano de Occidente, en 476, hasta la caída de Constantinopla en manos de los turcos
en 1453, que dominó por completo la vida intelectual de este periodo en toda la
cristiandad.
4 Es considerado uno de los más importantes filósofos del cristianismo -si no el
más relevante-, pues logró fundir el platonismo que hasta entonces había predominado
en la filosofía cristiana con las tesis de Aristóteles, principalmente las teorías de la
abstracción, del acto-potencia y de la analogía.
5 Es necesario destacar, sin embargo, que la famosa expresión “aristotélico-
tomista” es errónea. No puede entenderse como una filosofía que comprende a
Aristóteles y santo Tomás. No hay una filosofía aristotélico-tomista, sino simplemente
tomista.
6 Marcó claramente los límites de la filosofía y la teología, demostrando a la vez la
íntima relación que existe entre la fe y la ciencia, lo natural con lo sobrenatural.
Consideraba que filosofía y teología eran dos ciencias distintas, dos formas a partir de las
cuales saber. Por un lado, la teología se funda en la revelación divina, mientras que la
filosofía lo hace en el ejercicio de la razón humana. La teología, por tanto, no la hace el
hombre, sino Dios al revelarse. Dios es, entonces, la verdad. La razón, si somos capaces
de usarla correctamente, también puede permitirnos acercarnos a la verdad, pero no
debería haber ningún conflicto entre ambas, pues las dos buscan y encuentran lo mismo.

“Suma teológica”, de Tomás de Aquino (Biblioteca de autores


cristianos).
7 Sus obras son muy numerosas, pero sin lugar a dudas la más importante es la
Suma teológica, gran exposición sistemática de su pensamiento y el libro más importante
de la escolástica. Buena parte de la producción posterior de esta ha consistido en
comentarios a las obras de santo Tomás.
8 Logró llevar a cabo la mejor síntesis entre razón y fe que se había logrado hasta la
fecha. Concedió a la razón su propia autonomía en todas aquellas cosas que no se
deben a la revelación. Para explicar la autonomía de la razón recurrió a la filosofía de
Aristóteles como instrumento adecuado para ello. Desde esta postura, Aquino afrontará
antiguas cuestiones, entendiendo, por ejemplo, a Dios como “primer motor del mundo
eterno”, el alma como mera forma del cuerpo y la preexistencia de las esencias.
9 Las ideas de Tomás de Aquino sobre el hombre son muy innovadoras: lo entiende
como una unión de alma y cuerpo, pero no siendo la primera como una mera forma del
cuerpo que, por ejemplo, perece con él. Es su forma, pero también es lo que le da su Ser,
su individualidad. El hombre existe y es individuo por su alma. Cada alma es depositaria
de su propia inmortalidad.
Santo Tomás es el más importante filósofo de la escolástica, pensamiento que
dominó la vida intelectual en toda la cristiandad durante la Edad Media

10 Santo Tomás explica la existencia de Dios de cinco maneras, que es lo que


reunió en sus famosas “Cinco vías”. La idea fundamental que establece Aquino para
demostrar que Dios existe es que Dios, aunque es invisible e infinito, puede ser
demostrado a través de sus efectos, los cuales sí son visibles y finitos. Sabemos, por
tanto, que Dios ES. Lo que no sabemos y no podemos saber es QUÉ ES:
• Por el movimiento: existe el movimiento y todo lo que se mueve es movido a su
vez por un motor. Este, a su vez, ha sido movido anteriormente por otro, secuencia
que se debería seguir hasta el infinito. Sin embargo, eso no es posible, por lo que
tenemos que concluir que existe algo al principio de todo, un primer motor, que es
el que ha puesto todo el sistema en marcha. A ese primero motor es a lo que
Aquino denomina Dios.
• Por la causa eficiente: hay una serie de causas eficientes (principio que produce
un efecto), pero es necesario que exista para ello una causa primera, pues, de lo
contrario, no habría ningún efecto. Esa causa primera es Dios, según Aquino.
• Por lo posible y lo necesario: la generación y la corrupción muestran que hay
entes que pueden ser o no ser. Puesto que estos entes alguna vez no han sido,
tendría que haber habido un tiempo en que no hubiera nada y que nada hubiera
llegado a ser. Es imprescindible entonces que exista un ente que sea necesario por
sí mismo. A ese ente necesario es al que Aquino llama Dios.
• Por los grados de perfección: hay diversos grados de todas las perfecciones, que
se aproximan más o menos al absoluto. Debe haber por lo tanto un ente que sea
sumamente perfecto, y que sea causa de toda perfección de todo ser. Ese ser
perfecto es Dios.
• Por el gobierno del mundo: los entes inteligentes tienden a un fin y a un orden.
No lo hacen al azar, sino por la inteligencia que los dirige. Ha de haber, por tanto,
un ente inteligente que ordena la naturaleza y la impulsa a su fin. Quien dirige
inteligentemente la naturaleza es Dios.
Palabra de Tomás de Aquino

• “En esto consiste propiamente amar a alguien: querer el bien para él”
• “El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ya ha comprendido:
la verdad”
• “Teme al hombre de un solo libro”
• “Todos los hombres, por naturaleza, desean saber”
• “Justicia es la firme y constante voluntad de dar a cada uno lo suyo”
• “La misericordia es la más grande de las virtudes, ya que a ella
pertenece el volcarse en otros y, más aún, socorrer sus carencias. Esto
es peculiaridad del ser superior y por eso se tiene como propio de Dios
tener misericordia”
• “Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente”
• “La raíz de la libertad se encuentra en la razón. No hay libertad sino en
la verdad”

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