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colegio, y también de cada nuevo reto. Hay pequeños que están deseando
saber más por ejemplo, de matemáticas. Sin embargo, para otros puede ser un
auténtico suplicio tener que sentarse frente al papel y resolver los ejercicios de
clase.
Para que los niños aprendan a multiplicar, o refuercen los conocimientos que
ya les han dado sus profesores en las aulas, es necesario que cuenten con la
capacidad de no desanimarse cuando no les salga a la primera. Explicarles una
multiplicación como que fuera un juego es lo que suele ser más útil para que
nunca lo olviden.
Podemos pensar en el juego de las frutas, sobre todo si son cerezas, o de los
lacasitos si los tenemos a mano, o cualquier elemento que podamos comer o
jugar con ello, y que sea divertido y colorido para que nunca lo olviden.
Para que aprendan cómo multiplicar, existen diversos trucos que podemos
tener a mano en un momento dado:
- El juego de los pares con rimas: Si lo que queremos es que entiendan que
cuando un número par se multiplica por otro par, da lugar a otro de la misma
condición, y el resto de reglas de multiplicacion, podemos jugar con
las rimas para que termine por entenderlo: 'impar por par, par ; par por par;
par', al principio le puede costar un poco, pero después lo dirá de carrerilla. Y lo
mejor de todo: le facilitará aprender luego el resultado de las tablas.
Otro truco para aprender la tabla del nueve es utilizar las manos.
Estiras los dedos de las dos manos y pones tus manos frente a tu
rostro con el dedo meñique de tu mano izquierda hacia la izquierda,
luego bajas el dedo meñique de la mano izquierda y dices 9 x 1 =
luego cuentas los dedos que te quedan estirados que serán las
unidades, por lo tanto es nueve. Luego levantas el meñique y bajas el
dedo anular. El dedo que te queda levantado a la izquierda representa
las decenas y los que quedan a la derecha representa las unidades
(en este caso la respuesta es 18). Ahora bajas el dedo medio, los
dedos que quedan a la izquierda representan las decenas (2) y los de
la derecha representan las unidades (7), es decir la respuesta es 27 y
así sucesivamente.
5- La tabla del 10 se calcula añadiendo un 0 al resultado.
La tabla del 10 es muy sencilla. Solo tienes que añadir un 0 al número
que tengas que multiplicar. Por ejemplo 5×10=50, 8×10=80 y así
infinitamente.
6- La tabla del 6
Si multiplicas 6 por un número par, acaba en la misma cifra. Ejemplo:
6×2=12, 6×4=24, 6×6=36, etc.
8- Par o impar
Existe una técnica que nos permitirá saber si el producto de una
multiplicación será par o impar. Es una regla muy sencilla: Par x Par =
PAR; Par x Impar = PAR; Impar x Par = PAR; Impar x Impar= IMPAR.
Cada re
CONSEJO 1. Adiós a la memorieta
Forzar a un niño a memorizar las tablas de multiplicar ordenadas, desordenadas, de atrás
hacia adelante y de adelante a atrás es como si de repente a nosotros nos hacen
memorizar esto:
O esto otro:
Con buena capacidad memorística podemos ser capaces de memorizar los logaritmos de
los 10 primeros números y podemos ser capaces de memorizar la lista de los reyes
Godos.
Pero… ¿Y si falla la memoria?
Las “tablas” se pueden razonar y se deben razonar. Entrecomillo “tablas” porque con
los consejos que daré a continuación no hay tabla que aprender simplemente
aprenderemos a resolver productos (resolveremos de igual manera 7 × 8 o 32 × 8).
He mentido un poquito en el párrafo anterior. Sí hay algunas “tablas” que aprender. Les
pediremos que aprendan esas que menos les cuestan: La del 1, la del 2 y la del 5.
CONSEJO 2. ¿Qué debe saber el niño antes
de enfrentarse a las multiplicaciones?
El alumno debe dominar la suma. Con esto no quiero decir que vayamos a recurrir a
esas gigantescas sumas para resolver 8 × 7 (8 + 8 + 8 + 8 … o 7 + 7 + 7 + …) ¡Nada de
eso, por favor!
Debemos dominar la suma para poder encontrar atajos rápidos que me permitan
llegar al resultado deseado.
Debemos trabajar previamente la suma en línea y de izquierda a derecha. Esto es un
trabajo que debería iniciarse en primero de primaria aunque NUNCA ES TARDE.
Ejemplos:
34 + 20 es 50 y 4 que es 54
25 + 32 es 50 y 7 que es 57
46 + 14 es 50 y 10 que es 60
47 + 34 es 70 y 11 que es 81
…
Lógicamente para poder resolver las sumas descritas anteriormente el niño debe dominar
la suma de números de una cifra. En la mayoría de los casos el problema en las aulas es
que se abandona rápido el trabajo con números de una cifra. Pero, como he dicho antes
NUNCA ES TARDE.
CONSEJO 3. Ya sabe sumar… ¿Y ahora qué?
Antes de empezar a resolver multis como locos vamos a ver si saben jugar a la palabra
prohibida:
Profe: Juanito, ¿cómo dices 3 sin decir 3?
Juanito: ¡2 y 1!
Profe: Rosita, ¿cómo dices 7 sin decir 7?
Rosita: ¡4 y 3!
Profe: Rosita, ¿y eres capaz de decir 7 diciendo 5?
Rosita: ¡5 y 2!
Las dinámicas de descomposición son fundamentales pues es el recurso que
utilizaremos para resolver cualquier multiplicación.
CONSEJO 4. Transformando multis
desconocidas en otras conocidas
Retomamos aquellas tablas que hemos quedado que aprenderían (la del 1, la del 2 y la del
5).
Empezamos resolviendo… ¡7 x 4!
No me sé la tabla del 7, no me sé la tabla del 4 y no queremos sumar 7 veces el 4 ni 4
veces el 7.
Elegimos uno de los dos factores y lo descomponemos utilizando uno, dos o cinco.
Supongamos que descompongo el 4 en 2 y 2. En ese caso hemos hecho esta
transformación:
La tabla del 2 era una de las que me sabía así que puedo resolver 7 x 2 y 7 x 2 que es 14
y 14 (que sé hacerlo porque sumé muuuuuchos números de dos cifras de izquierda a
derecha) que es 28.
Otro niño puede elegir descomponer el 7 en 5 y 2 y resolver de este modo:
No hay un único camino ¿Por qué nos empeñamos en
enseñar a los niños nuestro camino?
¡Esta manera de multiplicar lleva mucho tiempo. Es un proceso ineficaz!… Aclararemos un
par de cosas antes de realizar tamaña afirmación:
El proceso que se está llevando a cabo servirá para todos los cálculos futuros
(incluyendo la temida división entre varias cifras).
El alumno no tiene por qué escribir el desarrollo (aunque no hay problema en
hacerlo).
El alumno no deja ningún producto en blanco. Llega al resultado de manera muy
razonada.
El alumno es libre de elegir su camino.
He hecho un poco de trampa porque he puesto un ejemplo de la tabla del 7 y, claro, 7 es 5
y 2 que son las que se saben… (Es difícil identificar la ironía en un escrito. Este
comentario de la tabla del 7 es irónico ya que la tabla del 7 es la más complicada para los
niños).
Vamos a por otro ejemplo:
¡Os he engañado un poco de nuevo! Para resolver la de arriba hay que saberse la tabla
del 10… ¡Y esa no era de las que había que estudiar!
¿En serio que conocéis algún niño que no sepa la tabla
del 10?
Y hablando de tabla del 10… Ahí va el séptimo consejito.
CONSEJO 7. El misterioso hueco en las
multis por varias cifras
Cuando un niño se enfrenta por primera vez a una multiplicación por dos cifras ocurre que
no sabe bien colocar los sumandos y suele olvidarse de saltarse “el huequito” pero… ¿y si
no dejamos el huequito?
Los pobres niños están tan acostumbrados a eso de “unidades con unidades” y “decenas
con decenas” que no saben por qué en el caso anterior eso no pasa…
¿Recordáis que en el consejo anterior multiplicamos 213 x 12 en línea descomponiendo el
12 en 10 y 2? Pues ese exactamente es el motivo del huequito:
Multiplicar por 12 es multiplicar por 10 y por 2 y cualquier número natural multiplicado por
10 acaba en cero… ¿¿¿¿Qué motivo hay para no poner el cero???
Por cierto, si ponemos el cerito, da igual multiplicar primero por 10 y luego por 2 o primero
por 2 y luego por 10 ya que se cumple la propiedad conmutativa.
Todo lo descrito anteriormente está ampliamente contrastado con cientos de alumnos que
he tenido en los últimos 15 años y cientos de profes con los que he compartido este tipo de
estrategias en los últimos cinco años.
CONSEJO 8… No es un consejito y sí unas
peticiones
Ayudemos a nuestros niños a pensar, a razonar y, solo si eso no es posible (cosa que
dudo), tiremos de memorieta… ¡Qué demonios! Nada de memorieta. En caso de ser
necesario vayamos a una memoria comprensiva.