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Meirieu “Frankestein Educador” (libro editado en 1998)

Introducción:

En la introducción Meirieu nos presenta el problema que enfrenta la educación “la


búsqueda por parte de muchos educadores de construir un sujeto sumando
conocimientos”, relacionando esta perspectiva pedagógica con el mito de Frankestein.

Sostiene que la fabricación de un hombre no difiere de lo que lleva a cabo la pedagogía


tradicional.

El autor contrapone la figura de Frankestein con la de Rousseau.

Meirieu retoma este mito fundacional de Frankestein ya que nos enfrenta con un
problema básico de la educación, todo educador ha de enfrentarse a alguien a quien
debe transmitir lo que considera necesario para su desarrollo.

Pero el educando aunque depende de la educación se resiste al poder que se quiere


ejercer sobre él, se resiste a que se quiere “hacer algo de él”.

A lo largo del texto se intentara encontrar respuestas a esta problemática, a saber


cómo educar sin cometer los mismos errores de Frankestein.

Frankestein o el Mito de la educación como fabricación

En primer lugar el texto señala que así como nadie puede darse a si mismo la vida,
tampoco puede darse la identidad.

Esta se construye a partir de nuestra introducción en este mundo, el cual existía antes
de nuestro nacimiento y seguirá existiendo tras nuestro fallecimiento. Somos
introducidos en el por adultos que nos educan.

Dos características propias de los hombres son su capacidad de aprendizaje y su


capacidad de elegir, su voluntad, el ser humano tiene en primer lugar una
dependencia extrema, necesita de la ayuda de otro, necesita ser educado.

Pero a su vez esta educación no lo delimita pues es un ser libre, en estos dos aspectos
se diferencian los hombres de los animales.

Meirieu enfatiza que educar no consiste simplemente en desarrollar una inteligencia


formal, capaz de resolver problemas, sino que también es desarrollar una inteligencia
histórica capaz de discernir en que herencia cultural está inscripto.

Educar es ante todo introducir en un universo cultura, lo cual es cada vez más difícil
pues actualmente el entorno cultural cambia radicalmente de una generación a otra.

Por otra parte el texto subraya la conciencia que se tiene sobre la importancia de la
educación para el futuro y en consecuencia la importancia que tiene el rol del
educador.
Relato de Pinocho

Títere que nace de un leño llegado por azar a la casa de un carpintero llamado Maestro
Cereza quien se deshace del leño dándoselo s su compadre Gepeto.

Gepeto fabrica a Pinocho, Meirieu toma este mito y lo relaciona con la educación. Por
un lado señala la manera en la que a menudo los educadores dejan de lado los
intereses del educando.

Afirma también que en tanto el educador no pueda “situarse en el yo” guiara sus actos
a partir de intereses de otro, mientras que cuando podrá “situarse en el yo” cuando
ejerza su voluntad.

“Porque situarse en el yo no es fácil, en especial si se es un títere, un objeto fabricado


por mano del hombre e ideado precisamente para ser manipulado.” Pág. 37

En suma: un gesto con el que sitúa en el yo, profesor ¿me deja que intente hacer un
poema, explicar un teorema o mirar por el microscopio? De mí no se ha esperado
nunca nada bueno…” pág. 40

Según el autor tanto Pigmalión como Pinocho son materiales que el hombre utiliza con
un mismo objetivo: fabricar lo humano

El Golem se diferencia de ambos porque con su creación busca fabricar un servidor,


asimismo el amo quiere ser reconocido libremente por su esclavo, el cual es incapaz de
hacerlo por la misma dependencia que lo relaciona a él, de la misma manera que el
educador desea que el educando reconozca su labor y la comparta libremente.

Por otro lado Meirieu pone de manifiesto que existe en la relación de filiación entre la
criatura y su creador, razón por la cual existe una confusión entre Frankestein y el
monstruo.

Este mismo mimetismo puede darse en la relación entre educando y educador


cuando este último considera al primero una obra suya y por tanto pretende
“poseerlo”, en este caso la persona educada puede ser convertida en un simple acto
de complacencia por eso el autor caracteriza este mimetismo como infernal.

Es importante destacar que la criatura creada por Frankestein nace profundamente


“buena” como el hombre en estado de naturaleza imaginado por Rousseau, sus
sentimientos negativos son frutos de la incomprensión de los hombres, pero
principalmente del abandono del creador, la criatura se convierte en un monstruo
porque nadie se ocupó de su educación.

La desgracia de Frankestein y su criatura comienza cuando el primero comete el error


de creer que su trabajo termino al finalizar la fabricación, en este mismo error caen los
educadores que sostienen que la educación se limita a Poiesis.

Meirieu afirma que la Poiesis es una actividad que se detiene cuando se alcanza un
objetivo.
La praxis por otro lado es una acción que no tiene más finalidad que ella misma, por
eso es un acto que nunca termina, que debe realizarse n su continuidad.

En consecuencia la educación no puede reducirse a la Poiesis pues el sujeto educado


seria reducido a un resultado definitivo.

La educación debe trabajar con sujetos singulares que se comprometen y se


encuentran, debe ser trabajada con Praxis.

Al final de este capítulo se concluye que la educación no puede ser prevista y que
siempre será un campo de grandes dificultades, ante estas uno puede o bien huir
hasta el fin tal como lo hizo el doctor con Frankestein o bien aceptar la tarea.

Revolución Copernicana

Revolución de Copérnico siglo XVI: Copérnico genero un cambio paradigmático por el


paso del sistema ptoloméico Geocéntrico (tierra como centro del universo) al sistema
Copernicano heliocéntrico (la tierra y los planetas giran alrededor del sol) en
consecuencia de esta revolución se produce la crisis de la conciencia europea del siglo
XVII y XVIII que dan lugar al siglo de las luces o ilustración

La expresión Revolución Copernicana o Giro Copernicano ha pasado a ser


popularmente sinónimo de cambio radical en cualquier ámbito.

El giro copernicano en la obra de Meirieu refiere a la crisis de la educación, así como se


cuestionó la existencia de Dios como centro del universo y la veracidad de lo que la
iglesia decía, para el autor es una revolución copernicana en pedagogía porque hace lo
mismo, cuestiona la veracidad de la educación y busca reflexionar sobre los modelos
pedagógicos existentes.

Por una verdadera “Rev. Copernicana” en Pedagogía

Meirieu plantea que frente a la necesidad de los sistemas educativos de un cambio, la


pedagogía se ha centrado en el niño como lo había planteado Rousseau, este por tanto
se convierte en el actor principal de su propia educación si descubre y construye por sí
mismo lo necesario para su propia desarrollo.

Meirieu cuestiona esta idea dado que el niño no sabe todavía que es necesario y
beneficioso para su propio desarrollo, la decisión en cuanto a eso recae en el adulto
que simplemente se organiza para que su pupilo descubra por sí mismo aquello que
ya se ha decidido que descubra y desee en el momento apropiado.

Por otra parte no es seguro que centrar la educación en el niño sea una formula
defendible ya que puede hacer creer al niño que lleva en si los fines de su propia
educación.

“El niño llega al mundo infinitamente pobre y no puede desarrollarse más que gracias
s un entorno estimulante y su inscripción en la cultura. Atender sus peticiones y
someterse a sus necesidades, proponerle lo que tiene ganas de hacer y lo que es capaz
de hacer es arriesgarse a mantenerlo en un estado de dependencia e incluso en una
vida vegetativa”
La educación entonces ratificaría todas las formas de desigualdad existentes.

Cuestiona el sentido de la educación que propone hacer del niño un objeto de


fabricación, dice que es una ambición perversa y mortífera fabricar un sujeto
acumulando elementos y esperando que mágicamente una “chispa de vida” venga a
dar animación a ese cumulo.

Las disciplinas escolares han perdido su sentido, no habilitan la pregunta ni intentan


responder a interrogantes humanas esenciales con las que el niño se encuentra desde
muy temprano. ¿De dónde vengo? ¿Quién soy?

He aquí lo que verdaderamente había que situar en el centro del sistema educativo, la
verdadera Revolución Copernicana, Educar en el valor de no saber

Para eso plantea que la educación es un nutriente donde se deben habilitar


condiciones para que el sujeto pueda elegir, desarrollarse, cuestionar, el objetivo es
que el sujeto sea obra de sí mismo, este es por encima de toda posibilidad un ser que
debeos “Guiar” habilitar el conocimiento, acompañar para que sea libre, autónomo y
feliz eso implica romper con las relaciones de poder.

“la educación solo puede escapar a las desviaciones simétricas de la abstención


pedagógica y de la fabricación del niño, si se centra en la relación del sujeto con el
mundo. Su tarea es movilizar todo lo necesario para que el sujeto entre en el mundo y
se sostenga en el, se apropie de las interrogantes que han construido la cultura
humana, incorpore los saberes elaborados por los hombres en respuesta a esas
interrogantes y los subvierta con respuestas propias, con la esperanza de que la
historia tartajee un poco menos y rechace con algo más de decisión lo que perjudica al
hombre. Esa es la finalidad de la empresa educativa: que aquel que llega al mundo sea
acompañado al mundo y entre en conocimiento del mundo, que sea introducido en
ese conocimiento por quienes le han precedido, que sea introducido y no moldeado,
ayudado y no fabricado, que por ultimo según la fórmula de Pestalozzi en 1797
opuesta a la de Frankestein pueda “ser obra de si mismo”

En suma: la verdadera Revolución Copernicana en pedagogía consiste en dar la


espalda al proyecto del doctor Frankestein y a la educación como fabricación. La
educación a de centrarse en la relación entre el sujeto y el mundo, su función es
permitirle construirse a sí mismo como “sujeto del mundo”

Exigencias de la Revolución Copernicana:

1) Nos ha nacido un niño o por qué la paternidad no es una casualidad

La primera exigencia de esta Revolución consiste en transformar esa relación de


posesión (tener un hijo)

Hay que aceptar que el nacimiento de un hijo no es una simple prolongación de yo,
Causalidad, los hijos son parte de la posibilidad de que la existencia sea mejor, la vida
es un milagro, el hijo viene a enseñarnos a educar, a ser nutrientes, dar lugar a otros
en la existencia, enseñar a ser libres.
No lo traigo al mundo para que sea una prolongación de mi vida, lo traigo para que
Sea.

Hay que romper con la idea de que el niño es una pertenencia, dar lugar para que sea,
Guiarlo, romper con la idea de adoctrinar, limitar para ser funcional al sistema,
relación patriarcal.

En suma: la primera exigencia de la revolución copernicana en pedagogía consiste en


renunciar a convertir la relación de filiación en una relación de causalidad o de
posesión, no se trata de fabricar un ser que satisfaga nuestro gusto por el poder o
nuestro narcisismo, sino de acoger a aquel como un sujeto que está inscripto en
nuestra historia pero que al mismo tiempo representa la promesa de una superación
radical de esa historia

2) Un ser se nos resiste o de la necesidad de distinguir entre la fabricación de un


objeto y la formación de una persona

Otro cambio es darse cuenta que el alumno se puede resistir, el que se resiste es
alguien que tiene esa chispa de identidad, ¿Qué hacemos ante esto? Sancionamos,
excluimos, este alumno será el que nos desafía en contra de una educación que fabrica
hombres.

Debemos involucrarnos ya que lo normal es que las codas no funcionen, por eso es
importante desde la perspectiva de Meirieu educar en el emergente, ninguna
educación puede tomar la exclusión como una herramienta para solucionar el
problema de la resistencia.

Educar es negarse a entrar en la lógica, romper con la idea de fabricar seres humanos,
modelar, reivindicar la idea del otro, dar lugar a la resistencia desde el punto de vista
positivo, dejar de lado la exclusión.

En suma: la segunda exigencia de la revolución copernicana en pedagogía consiste en


reconocer a aquel que llega como una persona que no puedo moldear a mi gusto, es
inevitable y saludable que alguien se resista a aquel que lo quiere “fabricar”. Es
ineluctable que la obstinación del educador en someterle a su poder suscite
fenómenos de rechazo que solo pueden llevar a la exclusión o a el enfrentamiento,
educar es negarse a entrar en esa lógica.

3) Toda enseñanza es una quimera o como escapar a la ilusión mágica de la


transición

Se centra en la idea de que el valor no está en las respuestas, el valor está en la


pregunta. Tengo que despertar en el sujeto la inquietud.

Romper con la ilusión “quimera”, volver a que las personas se pregunten, vuelvan a
asumir su lugar de creadores de conocimiento y no meros reproductores, la pregunta
es inquietud.
La educación que se basa en la repetición de conocimiento es una quimera no hay
nada para transmitir, hay que generar.

En suma: la tercera exigencia de la revolución copernicana en pedagogía consiste en


aceptar que la transmisión de saberes y conocimientos no se realiza nunca de modo
mecánico y no puede concebirse en forma de duplicación de idénticos como la que va
implícita en muchas formas de enseñanza. Supone una reconstrucción, por parte del
sujeto de saberes y conocimientos que ha de inscribir en su proyecto y de los que ha
de percibir en que contribuyen a su desarrollo.

4) Solo el sujeto puede decidir que aprender o la admisión del no-poder del
educador.

La decisión de aprender es una decisión del otro, por eso el educador no tiene poder.
No tenemos el poder de obligar al otro a aprender pero estamos en un marco donde
la instrucción es obligatoria lo que genera una paradoja.

Frente a este problema hay un llamado a los educadores a la humildad tras la soberbia
que da el conocimiento, lo que es fundamental para otro lo sabe el otro y no yo, lo que
tiene sentido lo sabe cada uno. Todo aprendizaje es una decisión de aprendiz y es
individual.

Esta decisión consiste en poder construir mi identidad, cuando encuentro lo que me


interesa, estoy, tengo ganas, quiero.

Tiene que ver con la necesidad de ser y poder ser más allá de lo que han hecho de mí.
Dejo de aprender lo que el otro quiere y elijo que quiero aprender. Nadie puede influir
sobre la decisión de aprender, aprender por tanto es burlar los pronósticos, es un acto
de rebeldía es hacerse obra de uno mismo.

5) De una pedagogía de las causas a una pedagogía de las condiciones

Parte de la revolución copernicana tiene que romper con las pedagogías de las causas,
del porqué acontecen las cosas (repeticiones, ausentismo) en esa pedagogía
estábamos con una dimensión de la crisis, del problema pero no de las soluciones, una
pedagogía de soluciones es aquella donde los seres son libres.

En la pedagogía de las causas todos son iguales, parten de una idea falsa donde todos
somos iguales

“La educación a de concebirse como un movimiento, un acompañar, un acto nunca


acabado que consiste en hacer sitio al que llega y ofreceré los medios para ocuparlo”
dar un lugar al otro, para eso tengo que brindar condiciones, saber quién es ese otro.

Meirieu plantea que el problema es la “Lucha de Plazas” la educación debe posibilitar


que cada cual ocupe su puesto y se atreva a cambiarlo con ese objetivo los espacios
educativos deben construirse como “espacios de seguridad”, no se trata de hacer que
el otro aprenda sino que sea un espacio donde no hay nada que saber sino algo que
proponer sin detenernos en el error que otro pueda cometer.
En un espacio seguro no se espera nada, no hay competencia ni con uno mismo, no
hay expectativas allí es cuando realmente se hace lugar al otro, se debe generar un
espacio de seguridad donde el sujeto pueda ser sin miedo a ser.

Hay que romper con la idea de conocimiento utilitario, conozco lo que realmente tiene
sentido para mí, en una propuesta tan abierta como la de Meirieu se abre el problema
de porque vivimos en un mundo pragmático donde lo que vale es lo útil, tenemos que
apuntar en una educación que apunte a la subjetividad, al respeto que cada existencia
merece.

Volver a la educación de la pregunta para dar sentido a lo que hago o lo que no hago.
En la idea de hacerle sitio al que llega y de ofrecerle medios, nuestra tarea como
educador es facilitar condiciones para que el aprendizaje en el reconocimiento de los
otros y no en la imposición sea posible.

Reconocer al otro como un sujeto digno y capaz de crearse y ser quien es, generar
espacios de seguridad para que el sujeto se atreva, instancias educativas desde
problemas que hoy estén vivos, si no está la pregunta no va a importar la respuesta.
Volver a la idea de que educar es nutrir y educere encaminar hacía.

En suma: la quinta exigencia de la revolución copernicana en pedagogía consiste en no


confundir en no-poder del educador en lo que hace a la decisión de aprender y el
poder que si tiene sobre las condiciones que posibilitan esa decisión , crear espacios
de seguridad en los que un sujeto pueda atreverse a hacer

6) Hacia la conquista de la autonomía

Tiene que ver con la conquista de la autonomía, la idea de desarrollar un sujeto


autónomo es centra en todos los proyectos de enseñanza, hay que desconfiar de cómo
se va a concretar.

Sostiene la idea de que nunca se es del todo autónomo, para ello tendríamos que ser
autosuficientes algo que no es posible ni física ni psicológicamente.

La autonomía escolar debe tener por objetivo que los alumnos sean gestores de los
aprendizajes, ha de tener también por objetivo la autonomía de los miedos y métodos,
espacios y recursos en función del sujeto pueda irse construyendo subjetivamente
como un yo en el mundo.

Para que esta autonomía sea posible Meirieu dice que hay que disponer de medios
específicos y de un sistema que se vaya acrecentando progresivamente la autonomía,
del modo que le la concibe es una exhortación a la empresa educativa que centra la
actividad de educar en que el sujeto sea obra de sí mismo, sustituir la idea
Durkheimiana de que es una espacio de socialización sino un proceso de autonomía

En suma: de la sesta exigencia de la revolución copernicana en pedagogía, el centro de


la actividad educativa es la autonomía del sujeto, es el quien se apropia del saber, lo
hace suyo y lo reinventa en otra parte esto no se logra por transmisión de
conocimiento sino por transmisión de sentido, ofrecer medios para que ese otro se
desarrolle, acompañar hacia aquello que nos supera y también le supera.
7) Problema de las ciencias humanas en relación a la pedagogía el carácter no
científico de la obra educativa

No podemos pensar desde la perspectiva de Meirieu en una ciencia de la educación ya


que la pedagogía no puede entrar en el paradigma de la prueba, la previsibilidad, no
podemos encerrar lo que acontece en ningún tipo explicativo.

“En la educación se admite que hay tantas variables a tomar en consideración que la
certidumbre científica es difícil de obtener”

La séptima exigencia de la revolución copernicana consiste en asumir la inestable


ligereza de la pedagogía, no hay un marco que nos conduzca a ciencia cierta en la
dirección que hay que tomar en nuestras prácticas educativas por lo tanto son
prácticas de investigación educativa.

¿Cómo generar estados ideales a través de la educación? Hay que abandonar esta idea
porque no somos creadores de Frankestein, no hay modo que justifique el
sometimiento del otro, de esta forma no se aprende y no garantiza tener una sociedad
ideal, además ¿ideal para quién?

Si queremos otro mundo posible, otra escuela posible, una escuela habilitadora un
verdadero educador debe ayudar al otro a que encuentre donde quiere ir.

En suma: la séptima exigencia de la revolución copernicana en pedagogía consiste en


asumir la “insostenible ligereza de la pedagogía”: Dado que

- todo acto educativo es singular


- no podemos encerrarnos en circunstancias educativas concretas.

La pedagogía contra Frankestein

Toma la idea de Rousseau “hacerlo todo sin hacer nada” principio básico de una
pedagogía de las condiciones que busca genera un ambiente vital de estímulo
intelectual y sonoro principio formulado por el autor en el libro de Emilio que será el
punto de partida de todas las pedagogías que se centran en la actividad en el niño.
Saber hacer – valor de enseñar a ser.

Ejemplo de la institutriz (pág. 100) le propone a cada uno de los niños que elija un
animal que le guste y que le gustaría ser, cada cual tratara de informarse sobre ese
animal, cuando el trabajo de recoger la información esté terminado se repartirán en la
clase y harán un zoológico, la maestra en este caso lo había hecho todo, definido
objetivos, dado consignas, preparado material, etc.

La maestra había obrado de modo “obrasen por sí mismos” en situaciones pre


impuestas.

La improvisación, el juego son herramientas para trabajar en el aula a partir de


situaciones problemáticas, a partir de la literatura, habilitar diferentes metodologías
para las diferentes formas de comprensión para que eso sea posible, ese cambio exige
una pedagogía diferente que trate de trabajar la complementariedad, esto es tomarse
el tiempo para elaborar una propuesta que contemple a todos los individuos, porque
no existen dos alumnos que aprendan de la misma manera, lo mejor de nosotros
mismos solo lo podemos dar si el sí mismo se pronuncia. También debemos ser
capaces de aceptar la frustración si no podemos aportar nada.

Hay que resistirse a la tentación de erradicar la resistencia porque la resistencia es un


signo, un signo de que ahí hay alguien.

Habla de una pedagogía diferenciada que busca quebrantar las metodologías de la


pedagogía de las condiciones en la que todos los alumnos hacen lo mismo, las
actividades de acuerdo a este modelo deben ser distintas, de acuerdo a lo que cada
uno elige, se opone a la idea tecnocrática de la educación y busca reactivar el deseo.

Hacer con:

“Entendida de este modo, la pedagogía diferenciada es ante todo un modo de “dar


clase sin dar el curso”, una manera de hacer que los alumnos trabajen y se pongan al
servicio de su trabajo, de crear condiciones óptimas para que ellos mismos con sus
caudales y sus limitaciones progresen lo más eficazmente posible. La pedagogía
diferenciada lejos de ser un conjunto de métodos y técnicas de organización del
trabajo escolar, es la expresión de la voluntad de “hacer con” descubrimiento de
nuevas vías de exploración.

Se dirá que la instauración de esta pedagogía no es realista y que nadie puede ponerla
en práctica por completo.

“Alicia en el país de las maravillas representa en esta pedagogía lo diametralmente


inverso a Pinocho, la clase no es un sitio donde estimular al niño con objetos que se
supone respondan a su deseo, aboliendo en realidad en el todo su deseo, es un ámbito
de aventuras donde cada uno cruce caminos, se presenten nuevos descubrimientos y
donde una y otra vez se encuentra a un gato que nos obliga a interrogarnos sobre
nosotros mismos, hay que reactivar el deseo cuando este tiende a dejarse absorber
por el imaginario de un adulto que nunca tiene realmente ganas de que el niño crezca
y se escape.”

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