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LA CONTRAOFERTA

Hugo Forno Flores


Profesor de Derecho Civil en la PUC
y la Universidad de Lima

para que el contrato pueda


celebrarsees necesarioque cadauna de
las partes declare a la otra su voluntad
de contratar expresandotodos
lostérminos en que está dispuesta a hacerloy que esasdeclaraciones
seanconcordantes. El acuerdo, pues, al que alude el art. 1351 del códi-
civil es el que se produce respecto de las declaraciones de las partes,
a las que se denomina: oferta (o propuesta) y aceptación.En tal senti-
do,el contrato queda perfeccionado en el mqmento y en el lugar en
quela aceptación es conocida por el oferente (art. 1373 cc.) .

Se comprueba por ello que, entre otros, dos elementosesenciales


conformidad y la oportunidad.A continuación
dela aceptación son: la
haremos un somero análisis de estos dos elementoscomoantecedente
indispensablepara poder luego abordar el tema de la contraoferta.

Conformidad de la aceptación
con el contenido de la o-
La aceptación debe coincidir plenamente
encuentra sustento en la misma
ferta.Este requisito de la conformidad la expresióndel
el conüato es
noción del consentimiento. Si, en efecto, declaracionesde vo-
de dos
y éste se obtiene en virtud
urista"
coincidentes, si además la oferta -que es una de
luntad esas
debe ser completa o autosuficiente en el
nes de voluntad— del sentido
los exüemos contrato que se
debe recogertodos propone que
la declaración de aceptación —-quees la otra declaración
celebrar

entonces de
luntad que forma el consentimiento— debe encontrarse en perfecta
monfa con la primera.

Que'debe entenderse por aceptación conforme y cuandoencontra.


mos una aceptación no conforme(l) son cuestiones de hecho que deben
observarseen cada caso concreto y deducirse del estudio e interpreta.
ción tanto de la oferta como de la declaración del destinatario.

Cuandola declaracióndel destinatario de la oferta consisteenun


simple "sí" o en un simple "acepto" o su aceptación se expresafiman.
do el documento redactado por el proponente, no puede surgirninguna
duda porque en estos casos la aceptación carece de un contenido propio
y por ello la conformidad está in re ipsa y el contrato se celebra perre-
lationen sobre la base del contenido de la oferta. (2).

En cambio, puede ser que el destinatario


de la oferta para efectos
de claridad y seguridadpretenda aceptarla
ción los términosen que él ha reproduciendo en su declara-
entendido la oferta Y entonces, como
cuandola declaracióndel destinatario
propio, la situación es diferente de la oferta tiene un contenido
y la conformidad debe resultar de la

(1) Hablar de aceptación


termü-tisya que por definición no no conforme
implica una contradictio in
puede observarse
una aceptación, sino una nueva en esta declaraCiÓn
la advertencia propuesta (contraoferta);
la expresión por pero haciendo
cuanto se
utiliza comúnmente
(2) Miccio, Renato, (Diritti di Credito,
Torino, pág. 154. Vol. secondo
,
parte II, UIET,
191
ctfioa
que adquiere
entre los significados cada una de
En esta segunda hipótesis debe las declara.
de voluntad, exigirseante
sustancial(3) que no se viola aunque las todo u-
.dentidad idénticas; como cuando declaracionesro
almente Ticio dice "vendo"
y Cayo responde "compro " ( • el (... tal
tal precio) mismo bien al
icnprecio),o cuando éste corrige al aceptar, mis-
0 un error de cálculoen que
al transmitir su oferta.
élha incurrido La cuestión puede
no ser tan
le como en los ejemplos que acaban de enunciarse; el texto
puede sef más complicado o extenso;puede de las
declaraciones inclusoocu-
quelos dos declarantes hayan usado dos idiomasdistintosparade-
supuestos
clarar.En estos deberá realizarse una acuciosa
interpretación
delas dos declaraciones para establecer si a pesar de la diferencia
termi-
utilizada por el destimtario de la oferta,ambasdeclaraciones
nol'ogica
en el aspecto sustancial.
coinciden

Esta identidad sustancial entre las dos declaraciones


queformanel
contrato debe extenderse a todos los aspectos de ellas, aún a los de esca-
sa importancia porque aunque la discrepancia tenga lugar sobreun pun-
to insignificante no puede observarse allí una aceptación sino una nueva
propuesta (contraoferta).(4) A esto se debe que el art. 1359cc. esta-
estén con-
blezca claramente que no hay contrato mientras las partes no
estipulaciones, aunquela discrepanciaseasecun-
(ormes sobre todas sus
daria.

que suscitan dudas en torno al requi-


Hay ciertos casos particulares se ha ocupado la docÜina.
cuales
sito de la conformidad y de los

Commercia.
Trattato di Diritto Civile e
Francesco, enVol. XXI, II in Genere, Tomo
(3) Messineo, pág. 154.
Miccio, op. Cit.,
1973, pág. 330. Civile,a cura di A. Scialo.
Primo, Giuffré, Milano, commentario del Codice Generale,
en Obbligazioni, Dei Contratti in
(4) Scognamiglio,Renato, to—Delle Bologna-Roma, 1910, pág.93. osti,
Branca, del Foro Italiano, Milano, 1913, pág.
831.
ja e G. ed Tomo 11,Giuffrà,
Zamche11i—Soc, Giuridici,
scritti
Jurista"

a) En primer término están aquellos supuestos en los que ladecla.


ración que contiene la aceptación, incor ora además aspectosdistintos
a aquellospropuestos para el negocio. Aquf debe Interpretarse enesa
declaración,la aceptaciónes independiente del resto de la declaración
en cuyo caso debe admitirse que la aceptación es conforme. Asf, elcon.
trato se forma si el destinatario de la oferta declara aceptarla y, además,
en la misma declaración propone la celebración de otro contrato.Tam-
bién se forma el contrato si el destinatario de la oferta la acepta y simul.
táneamentepropone modificar el contrato que está celebrando.Eneste
caso la declaracióndel destinatario de la oferta contiene una aceptación
que forma el contrato y una oferta de modificación de ese contratoque
no produce ningún efecto sobre éste a menos que sea, a su vez, aceptada
en cuyo caso se formará un segundo contrato que modificarfa al ante-
rior. (5)

b) Hay otros casos en los que se ofrece contratar respecto debie-


nes fungibleso respecto de varios bienes no fungibles, como cuando
Ticio ofrece a Cayo la venta de 10,000 galones de alcohol a S/. IO por
galón. Si Cayo acepta comprar 800 galones del
producto al precio resul-
tante, existen dos solucionesposibles.
La primera es que se formeel
contrato de compraventa con respecto
a los 800 galones ofrecidos; la se-
gunda es que no se forme ningún
contrato.
La solución a adoptarse
depende de la voluntad del propio Oferen-
te expresadaen su propuesta.
Si de ésta resulta
cualquier número de galones con que el oferente desea
el Ifmite de
se haga por 800 galones es conforme 10,000, la aceptaciÓn que
Sacco ha explicado que en estos con la oferta
casos existe una y forma el contrato'
única que en realidad esconde múltiples oferta aparentemente
ceptación supuestamenteparcial, y porofertas, de manera que una
tanto, disconforme,
implica

(5) Miccio,Renato, Op. Cit., pág. 154.


193
poctrina
una verdadera y propia aceptaci6n conformerespecto
de cllas.(6) de
algunas
nao
no es satisfactoria a menos que
Estaexplicación ello resulteclara-
de la. interpretación de la declaración del oferente, porque
alente significaría atribuirle en ca-
contrario arbitrariamente al proponente una vo-
luntadde celebrar multiplicidad de contratos cuando en la hipótesis
bajoestudioel oferente sólo formula una oferta para celebrar
además, ello
un con-
tratoy porque significarfa que el destinatario de la
oferta,
puedeaceptar parcialmente varias veces dentro del plazo por el
que a-
quella se haya emitido quedando vigente la oferta por el saldo a pesar
dela aceptación (parcial).

Es ampliamente admitido que al ofrecer, el declarante pueda dejar


la decisión del destinatario algún aspecto del contrato que se propone
sinque esto atente contra el requisito de la autosuficiencia de la oferta
porqueel proponente acepta de antemano la decisiónque sobretal as-
pectoadopte el aceptante, de suerte que al hacerlo no se requiere una
nuevadeclaración del oferente. También se admite que el proponente
puedafijar ciertos Ifmites dentro de los cuales habrá de moverse el ar-
es cuando se trata de un ele-
mentoesencial.

Pues bien, esto es precisamente lo que ocurre en casos como el


oferta para celebrarun úni-
que se analiza. Se trata de una (y sólo una) determinación del destina-
remite a la
co contrato en la que el oferente dentro del límite que se expresa
la que se contrata
tariOla cantidad por
cual el contrato se forma cuando el destinatarioa-
en la oferta con lo

Rodolfo, en trattato di Diritto Privato, direto da Pietro


(6) Sacco, Obbligazioni e Contratti, tomo secondo, UTET, Tos
Vol. IO, También, aparentemente, De la Puente,
1983, pág. 96.
tino,
Contrato Privado, tomo Cultural—êüÉFEima, 1983,pág.
tudios del
1.
Oportunidadde la Aceptación

La aceptación,como acto prenegocial,no sólo necesita ser confor-


me para formar el contrato; ello es necesario pero no suficiente porque
requierede la existencia'ae una propuesta para que complementándose
con ellapueda formarse el consentimiento y por tanto el contrato. Pa-
ra que esto ocurrala aceptación debe ser oportuna.(12) Como la acep-
taciónes, por lo general,una declaración recepticia, el requisito de la
oportunidadno sólo se cumple cuando es despachada por el aceptante
sino éuando es conocida por el oferente que es el momento en que pro-
duce efectos. De esto se sigue que la aceptación es extemporánea aún si
despachadaen tiempo hábil es conocida tardfamente por el oferente.
Paraestecasorigela presunciónde conocimientos a que se contrae el
art. 1374 cc.

Con excepciónde una opinión de indudable


relevancia(13) la ma-
yor parte de la docÜina(14) concuerda
en que el plazo de vigencia de la
oferta en funcióndel cual se
establece la oportunidad de la aceptación
es un elementoque
indiscutiblementetutela el interés del oferente,
quien sólo durante aquel
lapso permanece a la
espera de la aceptación y

(12) De
11, vol. 1, Ruggiero, Roberto,
Editorial Reus, Instituciones de
Derecho Civil, Madrid, 1977 Derecho Civil Tomo
Tomo. 11, pág. 283. Albaladejo,
Federico, Tratado de Bosch,
Barcelona, Manuel,
rial Revista de Derecho Civil 1983
Derecho Privado, Español, Tomo
(13) De la Puente, Madrid, 1973, pág. IV, vol. 11,' Edito-
Manuel,op.cit., 61.
(14) Tomo 1, Pág.
Lezioni sui Renato, 225,
contratto, zanichelli, op. Cit.
mo, Diritto Civie,
Vol. III, II Bologna, 1987
Contratto,
lt., Pág. 156. Giuffré, Milano, 1984,
osti,
Giuseppe, págl
op. Cit.,
Pág•.
poctrlJja
acerca de la formación dcl contrato, Por
ello, no rc-
interés jurídico a los efectos dc establecerla
'n extemporanei-
aceptación, indagar acerca si su retardo produjo
la por
del aceptante o por causas no imputables a él. La
o culpa aceptación
debido por lo que todo retardo, independientede su cau-
es un acto
no nide la formación del contrato.
B,

En nuestro medio, con mayor razón que en otros ámbitosdebe


que el plazo de la oferta rige en beneficiodel oferenteya
considerarse
queen virtud del art. 1382 cc. la oferta es irrevocable
y sóloexcepcio-
nalmentepuede revocarse de manera que la vinculacióndel oferente
quees la regla general sólo perdura durante ese lapso.

Prueba de lo que venimos exponiendo es quela ley Pãmite al ofe-


renteconsiderar eficaz la aceptación tardía (art. 1376 segundopárrafo
cc).Por lo demás, la concesión de esta facultad ya había sido reconoci-
da legislativamente en el art. 1326, tercer párrafo del Código Civilitalia-
no vigente y sugerida al legislador peruano Manuelde la Puente.(15)

La Contraoferta

Cuando el destinatario de una oferta)expresasu decisiónde cele-


brar el contrato propuesto, pero su declaraciónadolece de alguno de los
dos elementos propios de la aceptación que acaba de exponerse (confor-
una aceptación; más bién
nidad y oportunidad), no existe propiamente nueva propuesta. Así 10
una
Seentiende por IO general que se trata de
el art. 1376 c.c. solución que encuentra plena jus-
ldmite expresamente de una declaración que reúne todos
:ificación en el hechQ que se trata bien, la aceptación tardía no genera
os elementos de una oferta. Ahóraque no nos detendremos más sobre
nayores inconvenientes de manera
fundamentalmente en la declaración no
Nos concentraremos
onforme con la oferta. a la declaración que realiza el destinata-
contraoferta
Se llama puesmodificando los términos de aquella que le ha sido di-
IO de una oferta
526.
rigida. Esta declaraciónsuele adoptar la apariencia de una aceptación
pues el destinatario se allana a celebrar el contrato propuesto pero sua.
cepación no es del todo coincidente con la propuesta. Ya hemos
cado líneas atrás, qué debe entenderse por conformidad, y en cualquier
caso en que tal conformidad falte en la aceptación se tiene una Contra-
Lo que interesa destacar ahora es que la contraoferta produce
siempredisenso, el cual normalmente es manifiesto porque el contraofe-
rente es conscientede que está modificando los términos de la oferta,
pero también puede ser oculto como cuando, por ejemplo, lo queel
destinatario de la oferta pretende es aceptar expresando los términos en
que ha entendido la propuesta y éstos no coinciden con el significado
de aquella.

En cualquier caso, la contraoferta es en rigor una nueva proposi-


ci6n contractualy en mérito a ella se truecan los roles de los declaran-
tes, de sAerteque el destinatario de la oferta original se convierte en
proponente y el autor de la primera oferta en destinatario, y, si fuera el
caso, en aceptante. Este cambio de calidades en los declarantes tiene in-
dudable importancia,
sentes en que la identificación del oferente
y del aceptante es relevante
a los efectos de establecer el momento
y lugar en que se perfecciona el
contrato.

Como excepción a la regla


dfa o no conformea la propuestageneral según la cual la aceptación tar-
nueva oferta que requiere ser tienen valor de una
contrato, el s ndo árrafodelaceptada para qúe pueda celebrarse el
de facilitar y entar la art. 1376 de nuestro
celebración código, en un afán
de los
o para evitac
ginal la posibilidad de considerar
como aceptación
eficaz a la contra0-

(16) Arias—Schreiber,Max, Exégesis,


128. Tomo 1,
Studium, 1986,
pág•
Esta facultad es un verdadero derecho potestativo
formulada. al ejercerlo altera la naturaleza de la declaración
ferta
su titular
produciendo en mérito a ello los efectos negociables
parte,
Potra efectos que como es obvio repercuten en la
17
de la de una aceptación,
r opios del contraoferente.
•urfdica
J
esfera

este derecho potestativo la ley exige una actitud men-


paraejercã
aceptacióntardía o con modificaciones. No basta sin embargo
la
eficaz para qué pueda producirse la transformación de la
actitudmental
en aceptación, porque el art. 1376 frnpone además una car-
contraoferta
tenga lugar, carga que consiste en infor-
gaparaquela üansformación
marsu decisiónsin demora al ace tante
esennuestraopinión una declaración o, meior dicho,
unadeclaración de voluntad sino una declaración de ciencia o una parti-
cipación(un aviso)que cumple la función sólo de informar el aceptante
deunhecho,la decisión adoptada por el oferente. Esto nos conduce a
sin temor a equivocarnosque el conüato se forma no en méri-
concluir
toalaludidoaviso, el cual no integra la estructura e aquel, sino por e-
fectode la contraofertaemitida por el destinatario de la ofertaTñãdã
oferente la "considere" como aceptaciFêfi-
az.(20)

Ahorabien, qué ocurre entre el momento en que el oferente


deracomoaceptación a la contraoferta consi-
y el momento en que cursael a-
soquele ordena la ley. Más
aún, qué ocurre si habiéndose considerado
como aceptacióneficaz a la conüaoferta el
aviso se cursa luegode un

(17) Miccio,
(18) Miccio,Renato, Op. Cit., pág. 156.
Renato Op. Cit., pág. 156.
(19) Esta parece
ser también la opinión de Arias—Schereiber,Max, Op. Cit.,
pág. 128.
(20) Mirabelli,
Guiseppe, Op. Cit., pág. 56.
poctrina 201
autorizada (25) existe una
'n la doctrina más carga cuando el
para realizar el ti-
tillarde un poder, interés en orden a cuya
tutela se le
ha concedido el poder, debe no sólo ejercer este poder, sino,
además,
desarrollarun actividad distinta, observar una cierta
conducta. Esta
conducta es libre en el sentido de que no constituye el Obietodeuna
cuya inobservancia determine una sanción, pero es o-
bligaci6n necesaria
enel sentido de que es condición de la eficacia del e•erciciodel oder
arala realización del Inter s. precepto que comentamos otorga una
facultadal o erente (que consiste en considerar como aceptacióneficaz
ala contraoferta) con tal que dé inmediato aviso en ese sentidoal acep-
tante(conducta en que la carga consiste).(26) El aviso es entoncesuna
car de la que depende que surta efect d or el oferente de
maneraque SI e aviso no se el ejercicio de la facultadno puede
producir el efecto que le asigna la ley .(27) Por otra parte, el avisodebe
realizarse de inmediato, tal como lo exige la ley porque la facultad de la
quegoza el oferente tiene una muy breve duración en el tiempo.Si el
avisono se produce de inmediato esta facultad se extingue.

interesante analizar si la facultad ejercidapor


Por Último, es muy conüaoferta)surte
aceptación eficaz a la
el oferente (considerar como
desde que éste
efectos desde que
mismo que preguntarseen cualde
miento de su destinatario, que es o que la solución
Entendemos
el contrato.

Dere-
Generales delprivado,
Francesco, Revista de Derecho
Santoro—passarelli, Editorial y
(25) Luna Derecho Civil
pág. 84.
Trabu.
cho Trad. A. Messineo, 1979, T. 11,Martines
1964, pág.14.
EJEA, Buenos Aires,Civi, trad. T. I, pág.
Madrid,
Santiago
Santis,
iones de DerencChoMadrid 1961,
Trad. Instituc Derecho Privado, privato),
cchi, Alberto, de (diritto
Revista Obbligazioni
da, Editorial pág. 141. pág. 220.
1919,
Rescigno , 11 Contratto, cit., 51.
Bianca,
Massimo,
op. cit., pág.
(26) Giuseppe,
lapso muy prolongado 0 no llega a cursarse.t Podría sostenersequeel
contrato, ya formado desde que el oferente considerócomoaceptación
la contraoferta, queda sometido a la condición resolutoria(21)deque
el aviso no llegue a producirse. Esta tesis no puede prosperarporqueno
encuentra sustento en el texto del precepto que se comentay porque
no puede dejarse librada a la voluntad omnímoda de una de las partesla
resoluciónde la relación contractual, principio que inspirala prohibi-
ci6n de la condiciónpotestativa que recoge, aunque de maneramuy
parcial, el art. 172 cc. (22) A mayor abundamiento, de estamanera
tampoco el problema de saber cuándo ha de producirse
la resolución,desde que el mentado artfculo 1376 no ha fiado ningún
plazo. Las mismas críticas en cuanto al tacto legal y en cuanto a a co -
dición potestativa podrían realizarse si se pretende que el contrato que-
da sometido a la condición suspensiva de que se produzca el avisode
marras.

Podrfa también argumentarse que desde el momento en que el ofe-


rente consideracomo aceptación eficaz a la contraoferta, el contrato
queda formado y que la extemporaneidad u omisión del aviso sóloori-
gina en el oferente la obligaciónde indemnizar
que experimenteel aceptante, pero los daños y perjuicios
el contrato produce plenos efectos,
los que no dependen del aviso(23). Tampoco
criterio. Este aviso mediante el podemos compartir este
cual
ta que el oferente la ha considerado se informa al autor de la contraofer-
ya hemos como aceptación eficaz, tiene como
adelantado, la naturaleza
iurfdica de una verdadera carga (24)•

(21) Scognamiglio,
Renato, op. Cie,
(22) El art. pág. 99.
172 citado
la condición considera
potestativa que -nulo el acto jurídico sometido a
depende de la voluntad
(23) Ferri, Luigi, Op. Cit., pág.
del deu-
38.
(24) Mirabelli, Giuseppe,
pág. 83. sacco, Rodolfo, Op.cit.,Op. Cit., pág.56. F
pág. 97.- Messineo,
11 con-
debe ser que la facultad surte efectos y el contrato se forma desde
momento en que el aviso se despacha. Esta solución es congruente
la mturaleza de cgrgque el aviso tiene pues si se trata de una conducta,}
impuesta al deudor para que sea eficaz el
concedida, una vez que él realiza tal conducta nada más puede exigirse.»o
Y esa conducta se a ota al emitir y des achar convenient el avV

debida o por un medio inadecuado no puede considerarse cumplida la


carga.Por lo tanto si la carga se cumple y el aviso se pierde sin culpa
hay contrato.

Ya se anticipó que el aviso no es una declaración de voluntad, n03


es una aceptación, sino tan sólo la comunicación dc un hecho, pero en
la práct1EFÜÜFser muy difícil distinguir cuándo el oferente sólo acep-
ta_lacontraoferta y çuandQestá comunicando que la ha.rnnqiderado co-
mo aceptación eficaz. Esta identificación debe hacerse mediante la in-
terpretación de la declaración dcl oferente que en un caso expresa con-
foygúdad-.conia-ç.ontraoferta y en el otro no se refiere al contenido de
la misma sino que informa de su decisión adoptada de considerarla co-
mo aceptación eficaz.Sin embargo, creemos que el aviso, en los casos en
que sea extemporáneo y no permita el ejercicio de la facultad del Ofe-
rente, puede sin embargo servir como una aceptación tácita porque si
bien cs cierto que no es una declaración de aceptación, de ella se revela
indubitablementela conformidaddel oferente con los términos de la
contraoferta y si este aviso llega a conocimiento
del contraoferente es-
tando vigente la contraoferta, creemos que en ese
momento y lugar se
forma el contrato.

Dcbemos expresar finalmente que no estamos de


acuerdo con este
sistema adoptado por el código, que modifica innecesariamente
men general de formación del contrato. Era razonable tal vez el régi-
solo a la aceptación extemporánea como ocurre en el código limitarlO
de Italia
que sirvió de modelo, o, en todo caso, aplicarlo al supuesto en
que
ceptación no adopta la forma exigida por el oferente. La razón la a-
es que
ctrina

casosla oportunidad de la aceptación y la forma exigidapor el


estos que están vinculadas claramente al interés de
venteson cuestiones
que puede admitirse que él mismo prescinda de estos requisi-
ésteporlo
tutelan su interés. Pero en cualquiera de estos casos(aceptación
tosque
la forma exigida por el oferente) se tiene objeti-
o que no guarda
una oferta y una aceptación plenamente coincidentes,o sea,el
consentimiento.

Encambio,el legislador peruano no adoptó esta fórmula para la a-


ceptaciónque no respeta la forma exigida por el oferente pero si la ex-
tendióen cambio a la aceptación no conforme. De ello resultarfa que en
esteúltimocaso, según este curioso sistema, ei contrato se forma con la
Eta originaly la contraofcrta (que se convierte en aceptaciónpor el
de la facultad del oferente). Pero si se observa con atención,
dercicio
declaraciones
estas (la oferta original y la contraoferta que ahora es a-
no son coincidentes y por Io mismo la estructura del contra-
ceptación)
to,enrealidad,no puede formarse con la conjunciónde ellasa menos
quesequiera sostener —tesis sin duda absurda— que en este caso el con-
tratose forma mediante un desacuerdo y no con un acuerdo. Es eviden-
tepuesque el contrato no puede celebrarse con la oferta original sino
sóloconla contraoferta (aceptación) io que significaque el contrato
tieneen este caso estructura unilateral formada sólo por la contraoferta
Nos preguntamos entonces que es lo que se aceptame-
(aceptación).
estaaceptación no conforme (contraoferta) pero que a los ojos
diante
dela Leyes una aceptación eficaz. ¿Es que a ésta declaración puede lla-
mársele
acaso aceptación?

El problema que venimos discutiendo se origina porque mediante


naficción,la ley la decla-
permite que pueda considerarse aceptación a
raciónqueen realidad no tiene ese carácter porque una modificaciónen
Ofertasiempre requiere la anuencia del oferente para que pueda for-
a-
el contrato con arreglo a ella y esta anuencia es, en realidad, la
eptaciónaunque la ley pretenda, aún por excepción, otra cosa.
otro
Aunqueno parece existir conciencia de ello entre nosotros,
204 Revista "El Jurista'i

problema que es,ásperamente debatido en la doctrina se


fiere a cuál es la consecuencia que produce la contraoferta respectode
la oferta precedente. La duda consiste en determinar si el autor de la
contraofertapuede o no aceptar la original en la medidaenque
todavía esté vigente, si es que su contraoferta no fuera aceptada. Se sos-
tiene de un lado(28) que la contraoferta no constituye un acto dere-
chazo de la oferta precedente porque solo implica el propósito de prose-
guir las tratativas sobre la base de la oferta original y por lo tanto el
contraoferentepuede sustituir su contraoferta con una aceptaciónple-
namente conforme con la oferta, siempre que no haya expirado el plaza
de vigencia de esta última. La mayor parte(29) entiende de otro lado,
que la contraoferta lleva siempre implícito un rec azo de la oferta pre-
cedeñtêÃüãêEiñiíiÑãj--iñêãiãa--êiiiñãón e impide que posterior-
mente pueda ser aceptada aunque no haya expirado aún su plazo devi-
gencia. Otros, en fin, admiten que la contraoferta extingue a la oferta
precedentecuando ésta es revocable pero no opinan lo mismo cuando
se trata de una oferta irrevocable.Con relación a la oferta irrevocable
por ejemplo,Genovese(30)ha sostenido que no constituyendo la con-
traoferta un rechazo de la oferta precedente, nada impedirfa que ésta
fuera aceptada por el destinatario si no es
aceptada la contraoferta. Gor-
la sugiereque es necesario realizar
una investigación de hecho en la vo-
luntad de quien la contrapropuesta para determinar si en ella se
encuentra implícita la voluntad
(31) Peregopor su parte de rechazar la propuesta precedente,
ble, la contrapropuesta opina que en el caso de una propuesta revoca-
del
flibsiguiente aceptación de ladestinatario que no es aceptada impide la
oferta primitiva por parte de su destinata-
rio. En cambio tratándose de una
propuesta irrevocable Perego patroci-
(28) Bianca, Massimo, Op.
Cit., pág. 231.
(29) Ferri, Luigi, op.cit.,
pág. 771, nota 182. pág. 98.
Franco, op. Cit., T. 2'
(30) Cit., Perego, Enrico, 1
ffré, Milano, 1974, pág. 152. Vincoli Preliminari e 11
Contratto, Giu•
(31) Cit., Perego, Enrico, Op. Cit.,
pág. 152.
(32) Perego, Enrico, Op. Cit., pág.
155.
poctrina 205
Nosotroscompartimos plenamente la teorfa segúnla
determinala extinción de la oferta recedene
podemos compartir la conclusión
b a la que llega Pe-
para e caso de la oferta irrevocable, que entre
rego nosotros adquiere
por cuanto como se sabe la
mayorrelevancia irrevocabilidadde la fer.
general y la revocabilidad sólo tiene perfiles
ta esla regla de excepción.

Segúnla tesis de Perego la contrapropuesta tiene el poder de can-


celarla propuesta revocable porque el principio de no contradicción no
permiteno considerar como rechazo de la precedente declaraciónpre-
la declaración sucesivaque tiene la naturalezay contenido
negocial,
contrariosa aquella. Pero esta contradicción —piensaPerego—no existe
cuandola declaración negocial con la cual la conüapropuesta contrasta,
ha creadoun vinculo temporal en el procedfrniento de formación del
contrato durante el cual la parte vinculada se encuentra en un estado de
sujeciónen espera de una declaración definitiva de la parte favorecida.
(33) Nosotros, con la doctrina dominante suscribimosla opinión que
Peregotiene con relación a la oferta revocable pero rechazamosla solu-
ciónque él plantea para el caso de la offfta irrevocable. No existenen
nuestraopinión, razones de principio que obliguen a dar un tratamien-
to a la contraoferta de una oferta revocable y otro distinto a la contra-
ofertade una oferta irrevocable.

El argumento de Perego para el caso de la propuesta revocable con-


sisteen que la contrapropuesta no puede no considerarsecomo un re-
chazode la oferta de manera que ésta queda cancelada.Esto significa
pro-
que para sostener •con Perego que la contraoferta no cancela a la
como váli-
puesta precedente cuando es irrevocable, habría que admitir
"irrevocabi-
da una de las siguientes proposiciones: a) que el carácter de de
le resta a la contraoferta el significado
lidad" existente en la oferta propuestairre-
b) que la
rechazo que en Otro caso la caracteriza, o bien. declaraciónde rechazo
Vocableno puede cancelada mediante una
Por parte del destinatario,

(33) Perego, Enrico, Op. cit., pág. ,155.


ca "El
uristai'
Para iniciar la exposición de este punto hemos de recordar
oferta contractual genera un poder (una facultad) en el destinatario
quela
consisteen la posibilidadde aceptación, o sea en la posibilidad que
mar el contrato con una declaración de voluntad (unida a la oferta)
(39)

Entonces,Ferri explica que este poder de aceptación quesegenera


en el destinatario tiene dos posibles manifestaciones, una manifestación
positivaque consisteprecisamente en aceptar la propuesta, y la segun.
da, vista como el ejercicio negativo del mismo poder, a través delrecha.
zo. De ello deduce que el término para la aceptación vale tambiénpara
el rechazoasf como, al contrario, el término para el rechazo no podría
no ser el mismo que para la aceptación. Es pues inúfil el rechazo cuando
no sea posible la aceptación del mismo modo que carece de sentidola
aceptacióncuando no fuese posible el rechazo. (40)

El rechazo implica una renuncia por parte del destinatario a ese


poder de aceptación y origina la caducidad de la oferta. Sabido es quela
renunciaes un negocioabdicativopor medio del cual un sujeto extingue
un derecho del ue es titular.
(41)

(39) Ferri,
(11 Contratto, cit., Luigi, Op. Cit., pág. 94. Hay quienes como Cartesi
T.
tario de aceptar la 2, pág. 755), que aclaran que el poder del destina-
oferta debe
observarse como un
verdadero y propio
(40) Ferri, Luigi,
pág. 58. Sacco, Rodolfo, Op. Cit., pág.
Op. cit., pág. 94. Mirabelli, Giuseppe, Op. cit.,
(41) Barassi, 89
món García de HaróLodovico, Instituciones
Y Morris del Derecho Civil, Trad.
224. castán, José, Falcón, Bosch, Barcelona,
Derecho Civil 1955, T. I,pág•
Español, común
Vol. 11, pág. 429 y 430. y foral, REUS,Madril'
52. Diez-Picazo y Messineo,
Gullón, Francesco, Manual,
1982, vol. 1, Sistema de cit, T. 11, págS1•
493. Badenes, {echo Civil, , Tecnos, Malla,'
Ramón,
Conceptos
del
tvctnna 209
por finalidad posibilitar la
LBofertatiene formacióndel
lo cualrequiere ser completada con la aceptación contrato
significa entonces renunciar a ese
deldestinatario.
P echazo poder de aceptación
doporla oferta, de manera que a partir del momento crea-
rechazante en que el rechazo
efectoel no puede ya aceptar la oferta
porquesu po-
derdeaceptar se ha extinguido en virtud del rechazo.(42)
En conse-
Nencia,extinguido el poder de aceptación por medio de una
seextinguetambién la oferta renuncia,
cuya razón de existencia(la
aceptación)
hadesaparecido.Es absurdo pensar en una oferta que no
puedeser a-
ceptada.

Por otra parte, dependiendo de la naturalezadel derechoo de la


relaciónjurfdica afectada por la renuncia, ésta puede ser recepticiao no
recepticia(43)de lo cual se sigue que, a través de la declaración
de re-
chazopuro y simple, la renuncia se concreta comounadeclaración ne-
gocialrecepticia porque el poder de aceptación sobre el cualincidese
ejercita mediante una declaración recepticia. El carácter recepticio del
rechazose expresa con toda nftidu en el texto del art. IZi8 cc.aún
contieneuna
cuando no podemos dejar de recordar que esta disposición
a la formación del contrato, la cualjustifi-
regla de excepción en cuanto de rechazo.
la recepticidad de la declaración
ca en mayor medida
realizarse median-
directamente
puede no manifestacióntácita.
Sin embargo, el rechazo través de una
sino a en el cual,si bien
te una declaración negocial,
en el caso de la rechazo se deducede ella
Ello ocurre precisamente declaración, el renunciaque
una en los que la
ésta se formula mediante casos como este comorecepticia
te. Es en considerada
no puede ser respecto delasdeclara-
rechazo funciona
opera mediante el categoría que sólo
poolrquneésta es una
ciones (expresas).
En contra,
pág.89, II, pág. 104.
op. cit., Tomo I , Vol.
Rodolfo, Cit.,
sacco, José, Op.
(42)
Casón, vol. 1, pág. 494.
cit.,
(43) n..llón, OP.
El rechazo es definitivo e irreversible lo cual significaque una
vez
que produce sus efectos, éstos son irrevocables. Sin embargo,cuandoel
rechazo se produce a través de una declaración recepticia, comotoda
declaración recepticia, el rechazo produce efectos cuando llegaa cono.
cimientodel oferente o cuando llega a su dirección (art. 1374 cc.).Esto
hace posible que el rechazante impida que su declaración de rechazo
surta efectos si la retira después que ha sido emitida pero antes quesea
conocidapor el oferente.(44) En cambio, si el rechazo se realizaa tra-
vés de una manifestacióntácita como en el caso de la contraoferta,la
renuncia surte efectos desde que se despacha de manera que ya no pue-
de revocarse o retirarse. En orden a la forma, la declaración de rechazo
no es un acto solemne;ni siquiera lo es cuando la propuesta o la acepta-
ción deben serlo pues la formalidad se exige para las declaraciones que
forman el contrato pero no para aquellas que tienden a impedir su con-
clusión.(45)

Una cuestióninteresante es la admisibilidad


cacia del rechazopor fraude a los
de la acción de inefi-
acreedores, o sea si un acreedor puede
solicitarque se declare ineficaz
to de una oferta de la que el rechazo que realice su deudor respec-
es
dependede un factor que destinatario. La solución a esa interrogante
AcciónPaulianay consistetiene que ver directamente con la figura de la
birse comoun derecho en que el poder de aceptación pueda conce-
tal maneraque el que forma parte del
rechazo patrimonio del deudor de
su patrimonioa los se considere como
efectos de la norma un acto de disposición de
que contiene el art. 195 cc., que
por actosde
tual, de elementos disposicióndebe entenderse
que forman el la sustracción, aún
patrimonio del
deudor.(46) Hemos di-

(44) Ferri, Luigi, Op. cit.,


pág. 99.
(45) Ferri, Luigi, Op. cit.,
pág. 97.
(46) Messineo, Francesco,
Juan, El Negocio Jurfdico, Manual
Studium, Lima, 1986,
pág. 321. Pág. I S 1
.Lohmann,
211
ya que la renuncia (abdicativa) es un acto de
disposición(no
ticio,en el sentido que no trasmite un derecho) que trasla-
de un derecho. Sin embargo, debe observarse determinala extin-
que en este caso
nuncia (el rechazo), como acto de disposición, la re-
incide sobreun derecho
potestativo(el poder de aceptar) que si bien puede
un derecho de naturaleza patrimonial e incluso considerarse
como
negociable(podríapen-
sarseen un negocio mediante el cual se rechace una oferta a
cambiode
una contraprestación) no origina una disminución
ni evitaun incremen-
to en el patrimonio del deudor. Así, imaginemosque
Cayo,deudorde
Sempronio, no rechaza la oferta que le ha dirigidoTicio,porlo
queno
se extingue su poder de aceptación. Este poder de aceptaciónqueaún
tiene, no posee intrfnsecamente un valor económicoque incremente el
patrimonio de Cayo, quien puede simplemente esperara que tal poder
se extinga por el transcurso del tiempo. Por otra parte, el poderdel que
hablamos no es realizable económicamentepor Semproniopuestoque
no puede pensarse en la existencia del poder de aceptaciónde Cayofue-
deserembar-
ra de su esfera jurídica. Tal poder, pues,no essusceptible
concluirseque el
gado y rematado por Sempronio. Creemos que puede
contratar no puede ser objeto de la AcciónPau-
rechazo de la oferta de
liana. (47)

cit., pág. 99.


pgigi, OP

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