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ADMINISTRACIÓN DE
CENTROS INFANTILES
PRESENCIAL
Y SEMIPRESENCIAL
Niveles de lectura
PORTAFOLIO DOCENTE
EMAIL: almeidadamian@gmail.com
hdalmeida@tecnologicoitca.edu.ec
Ibarra 2018
______________________________________________Guía didáctica Niveles de Lectura.
Contenido:
1ra Unidad
LECTURA
1. Enseñanza de la lectura
2. Estrategias para lograr una buena comprensión lectora
3. Niveles De Comprensión Lectora
4. Comprensión De Lectura
5. Enfoques De Una Lectura
6. Herramientas O Tipos De Lectura
7. Didáctica General
8. Tipos De Aprendizaje
9. Uso Del Video
2. COMPRENSIÓN LECTORA
3ra Unidad
3. PENSAMIENTO Y CONOCIMIENTO
4ta Unidad
4.1 Actividades De Lectura Intensiva
4. 2 Comprensión De Lectura Ejercicios.
4.3 Comprensión De Lectura Razonamiento Verbal
Ordenar oraciones por amplitud de significado (9)
Ordenar párrafos de un texto (6)
Elegir el título más adecuado para un texto (6)
Completar textos con palabras (9)
Completar textos con fragmentos (3)
Seleccionar la secuencia central de un texto (1)
Seleccionar el final de un texto (3)
Buscar la información incoherente (2)
Reconocer la idea contradictoria (1)
1ra
Unidad_______________________________________________
LECTURA
10. Enseñanza de la lectura
11. Estrategias para lograr una buena comprensión lectora
12. Niveles De Comprensión Lectora
13. Comprensión De Lectura
14. Enfoques De Una Lectura
15. Herramientas O Tipos De Lectura
16. Didáctica General
17. Tipos De Aprendizaje
18. Uso Del Video
Leer es una actividad mental compleja que involucra diversos actores, operaciones y factores,
todos ellos relacionados entre sí. Estos tres elementos son determinantes en el momento de
definir estrategias que tengan como finalidad desarrollar una mayor competencia lectora. A
continuación, presentaremos algunos aspectos relacionados con cada uno de estos elementos.
Los actores: En el proceso lector identificamos tres actores: el autor, el texto y el lector.
El autor: es quien produce, por medio del lenguaje, un texto portador de significado y con una
determinada intención comunicativa. Tiene existencia, al igual que el lector, como sujeto social
y como sujeto textual. Para nosotros, esta segunda dimensión es la que tiene mayor pertinencia
en el proceso lector.
Los textos escritos tienen una estructura sintáctica, una estructura semántica y unos recursos
cohesivos, que les proporcionan su unidad. En estos términos, el texto puede ser una oración,
un conjunto de oraciones o una secuencia de párrafos que cumple una función de interacción y
comunicación.
Y el lector: es quien construye significado a partir del texto en ausencia del autor. Es un actor
crucial en el proceso puesto que es exclusivamente él quien reconstruye el sentido. Para
nosotros, los esquemas[4] y la labor de este actor tienen una enorme importancia; tanta como
su actitud y su disposición frente al texto. Como sujeto cargado libidinalmente, el lector
establece una relación afectiva con el texto.
Estos actores guardan una estrecha relación con las funciones del lenguaje y con la
comunicación. Sobre esta relación volveremos más adelante.
Podemos inferir, entonces, que algunos factores de la comprensión lectora se derivan del autor,
otros del texto y otros del lector.
Sin embargo, las investigaciones realizadas en las dos últimas décadas sobre la comprensión e
interpretación de los textos escritos, dan cuenta de dos orientaciones principales: las que se
sitúan desde la perspectiva del lector y sus esquemas de conocimiento previo y las que se sitúan
desde la perspectiva del texto y su organización estructural.
Una vez ha sido generado, el texto escrito pasa a tener una existencia independiente a la de su
autor como sujeto social. Pero no puede tener una existencia independiente de sus lectores.
Pues como objeto verbal, el texto sólo existe en la relación dialógica que establece con un
lector[5]. No se concibe como una estructura autosuficiente que se basta a sí misma y que
engloba en su seno todo el sentido, como lo creyeron Jakobson y Lévi-Strauss, sino un escenario
que exige la cooperación interpretativa del lector para la construcción del significado. Umberto
Eco (1980) nos habla del principio de cooperación del lector: Leer no es un acto neutral, pues
entre lector y texto se establecen una serie de relaciones complejas y de estrategias singulares
que muchas veces modifican sensiblemente la naturaleza misma del escrito original (Lector in
fabula: el papel del lector).
Así pues, el significado no reside como algo ya hecho y definitivo en el texto, y por supuesto que
tampoco en el lector, sino que sucede o se genera durante la relación dialógica entre texto y
lector.
Si todo texto es un tejido, como lo afirma Barthes (1984:81), es el lector, con sus lecturas y
relecturas, quien se encarga de re-crear ese tejido. Si todo texto es una polifonía o, mejor aún,
una sinfonía, entonces sus diversas voces sólo existen porque son atentamente escuchadas por
el oído de un solícito lector.
De modo que la pregunta, tantas veces repetida, ¿qué quiso decir el autor? implicaría, por lo
menos, aceptar cuatro premisas. La primera: el autor mantiene un dominio absoluto sobre el
texto, tanto en el proceso de su construcción como en el de su comprensión e interpretación.
Y la cuarta: el texto existe como un producto terminado. Desde luego, las claves de su
producción y de su comprensión están en manos de su creador.
Por eso, sin pretender desconocer la importancia del autor, ni la incidencia que tienen en el
texto su conocimiento y manejo de los códigos, sus esquemas cognoscitivos, su enciclopedia
cultural y las circunstancias en las que produjo el texto, nosotros también consideramos
conveniente que las estrategias para el mejoramiento de la competencia lectora se concentren
en el texto y en el lector.
2. Las operaciones:
La lectura comprende una serie de operaciones parciales que no deben confundirse con la
totalidad del proceso.
Para Ernesto García Alzola (1975:103), la lectura es un proceso que comprende las siguientes
operaciones:
Lógicamente sólo podemos interpretar los símbolos gráficos de las lenguas cuya escritura
conocemos.
Cuando leemos, reconocemos que esos símbolos gráficos son palabras portadoras de
significado. En los textos, las palabras aparecen acompañadas de unos signos auxiliares, como
los signos de puntuación, por ejemplo.
La comprensión de un texto no se limita, de ninguna manera, al simple reconocimiento del
significado de cada una de las palabras que lo conforman, pues el sentido que el lector construye
a partir del texto no equivale a la sumatoria de los significados de todas sus palabras. Además,
debemos recordar que en los textos unas palabras están relacionadas con otras, están con-
textualizadas, y por tanto, sus significados pueden ser literales, contextuales o, incluso,
figurados.
3. Comprensión de significados.
Estos significados, que están en relación directa con la naturaleza de los textos, nos permiten
establecer la siguiente tipología:
a. Significado literal: es el que se refiere de manera directa y obvia al contenido del texto. Es el
mismo significado denotativo.
c. Significado implícito: como la palabra lo indica, es aquél que no está expresado abiertamente,
debemos inferirlo o deducirlo a partir de una cuidadosa labor de cooperación, de la
identificación de ciertas claves, pistas o sugerencias ofrecidas por el texto. Es un significado
que subyace tras la superficie. Generarlo nos exige saber leer entre líneas. Como es un
significado que está oculto, apenas insinuado, puede provocar ambigüedades y múltiples
connotaciones.
De esta manera, podemos concluir que la comprensión de textos de carácter científico está
relacionada directamente con el significado literal y con el complementario. Mientras que la
comprensión e interpretación de textos literarios, filosóficos, políticos, etc. — textos no
científicos — depende en gran medida del significado implícito.
Así pues, leer es una actividad compleja que involucra diversas operaciones mentales, asociadas
la mayoría con procesos intelectuales superiores —cuando leemos, ponemos en
funcionamiento variadas operaciones del intelecto[6]: reconocer, clasificar, asociar, analizar,
sintetizar, comparar, inferir, etc.
Estas operaciones identificadas por García Alzola, tienen una relación muy estrecha con
los ciclos de lectura a los que alude Kenneth Goodman: óptico, perceptual, sintáctico y
semántico.
3. Los factores:
En el proceso lector participan unos factores de naturaleza variada: físicos, fisiológicos,
psicológicos, socioeconómicos, culturales y cognoscitivos.
[1] Es indudable que no siempre leemos de la misma manera ni con el mismo propósito. Pero no podemos
olvidar que la mayoría de nuestras consideraciones sobre la lectura, apunta a la llamada lectura de estudio, la
lectura que debemos realizar en el ámbito académico.
[2] Este concepto de transacción fue expuesto por Louise Rosenblatt (1978), fundamentada en Dewey y
Bentley. Estos autores rechazaban el término interacción por considerarlo asociado a una visión mecanicista
del mundo, en la que impera el dualismo sujeto - objeto. En su reemplazo, hablaron de transacción, para
referirse a una relación integral, no fracturada, en la cual todas las partes se condicionan y se afectan unas a
otras. De tal forma que en el proceso de la lectura, las características del lector son tan importantes como las
características del texto.
[3] Por ejemplo, para Halliday texto es “todo lo que se escribe o se dice en una situación específica”. Para
Barthes, el texto es un tejido en el cual se hacen presentes varias redes: una red semántica, una red gramatical
y una red fonológica. Además, la noción de texto puede hacer referencia a texto oral, escrito, iconoverbal u
objetual. Por tanto, un texto debe ser objeto de un análisis interdisciplinario: lingüístico, pragmático,
sociolingüístico, lógico, psicológico, etc.
[4] Los esquemas tienen que ver con el conocimiento previo del mundo que el lector posee. En otras palabras,
podemos decir que los esquemas son paquetes de conocimiento estructurado, más o menos estables, que
orientan la comprensión y la búsqueda de nueva información por parte del lector. Los esquemas son también
procesos activos mediante los cuales el sistema cognitivo de un ser humano interactúa con el medio y construye
una representación del mismo.
[5] Esta concepción integradora de texto y lector se aparta de la concepción dualista, expuesta por diferentes
autores, en la que texto y lector se consideran dos entidades separadas.
[6] “La ciencia neuropsicolingüística confirma que leer, que la aparente y simple lectura, pone en
funcionamiento y requiere de la presencia efectiva de un número superior a once habilidades intelectuales
diferentes, once habilidades intelectuales diferentes” Miguel de Zubiría (1995:21).
[7] Las implicaciones de la “atención selectiva” en el proceso lector son de una enorme importancia. Para
ampliar este concepto, ver el artículo de María Eugenia Dubois, “Procesos de lectura y escritura, formación del
docente, desarrollo de lectores y escritores”, en : Memorias segundo encuentro de Egresados y Estudiantes de
Educación : Español y Literatura, Universidad de Antioquia,Medellín, 1996, p.p. 33 - 47.
Vamos a conversar sobre estrategias y, para comenzar, nos preguntaremos qué son y para qué
nos sirven las estrategias. Podríamos responder que las estrategias son herramientas, caminos,
recursos que nos permiten conseguir un fin, es decir, alcanzar la meta que se quiere lograr. En
este caso, nos hemos planteado como meta desarrollar la comprensión lectora de nuestros
alumnos.
Con nuestra meta clara surge una inquietud: ¿qué entendemos por "comprender"? Y a esta
primera pregunta le siguen otras: ¿compartimos los profesores el significado de nuestra meta?,
¿estamos todos trabajando para desarrollar las mismas habilidades de nuestros alumnos?
¿Nuestra forma de entender y de desarrollar la comprensión tiene relación con lo que evalúan
las pruebas nacionales? Son muchas las interrogantes y muy variadas las respuestas que
podríamos encontrar.
Comencemos por aclarar qué se entiende hoy por comprensión (en este caso, de lectura) de
manera que podamos determinar cuáles serían las estrategias más adecuadas para alcanzarla.
Partamos aclarando qué no se entiende hoy por comprensión y así evitaríamos caminar en la
dirección equivocada.
"El lector que lee con interés y que se formula preguntas pondrá en juego todo su esfuerzo,
conocimientos y habilidades para encontrar las respuestas que busca."
Del párrafo anterior se desprende lo que sí se entiende por comprensión: se trata de un proceso
de construcción de significado que realiza cada lector para responder a sus intereses. El lector
que lee con interés y que se formula preguntas pondrá en juego todo su esfuerzo, conocimientos
y habilidades para encontrar las respuestas que busca. ¿Nos importan a los profesores las
preguntas que se formulan nuestros alumnos? ¿Les enseñamos a tener curiosidad? A medida
que se aclara el concepto de comprensión van apareciendo también las estrategias que conviene
usar: el lector que tiene la necesidad de encontrar respuestas en los textos utilizará las
estrategias que le parezcan adecuadas para hallarlas. Se define al buen lector como aquel que
cuenta con un amplio bagaje de estrategias generales y específicas de entre las cuales sabe
seleccionar las que resultan más adecuadas a la situación, a la tarea y al texto y al mismo tiempo
las que resultan más eficaces para alcanzar su objetivo (Bernárdez en Parodi, 1998). Se cuenta
con evidencias que
demuestran que las habilidades en lectura pueden y deben ser incrementadas. Los expertos en
el tema dejan en claro que es necesario aplicar programas de intervención para desarrollar
estrategias meta cognitivas que ayuden a los estudiantes a tomar conciencia de sus procesos y
así puedan usar estas estrategias de manera efectiva.
Goodman (en Calero y otros, 1999) plantea que el profesor debe conocer qué estrategias pone
en juego el lector para construir significado y limitarse a ser un motivador y un colaborador con
los alumnos para que éstos internalicen estas estrategias y sean ellos los artífices en el proceso
de construcción de significados a partir de ellas. El uso de estrategias de comprensión permite
a los lectores ser autónomos y los hace capaces de enfrentarse a distintos tipos de textos. (Solé
1997).
1. Hacer resúmenes: ordena y reduce la información del texto leído, de manera tal que
dejes sólo aquello esencial. Escríbelo nuevamente.
4. Hacer mapas conceptuales: ordenar las ideas principales en cuadros que se relacionarán
por medio de flechas con las ideas secundarias encontradas.
- Lectura del título del libro: con el fin de imaginar de qué se puede tratar el texto.
- Lectura del texto completo sin detenerse: para lograr una idea general.
- Separar y numerar cada uno de los párrafos del texto.
- Subrayar en cada párrafo la idea principal o lo más importante del texto.
- Colocar comentarios frente a los párrafos si son necesarios para tu comprensión.
- Colocar títulos y/o subtítulos a los párrafos separados.
- Después de leer, examinar las actividades realizadas anteriormente.
Es factible hablar de niveles de lectura o de movimientos interpretativos debido a que todo texto
se construye como una estructura, como un tejido orgánico cuya urdimbre nos revela diversos
estratos. Pero también podemos hablar de estos niveles por la manera como los lectores operan
con los textos y establecen con ellos sus transacciones.
Se suelen identificar tres macro niveles de lectura, reconocidos por diversos autores en
diferentes épocas, aunque con distintos nombres.
Y decimos que son macro niveles puesto que en cada uno de ellos se presentan también
subniveles [1]. Es lógico suponer que cada macro nivel o cada subnivel se fundamenta en el
anterior.
La tarea de las/os maestros/as de la Educación Primaria será, entonces, ejercitar diversas formas
de lectura, así como el diálogo con distintos tipos de textos con la finalidad que nuestras/os
estudiantes puedan sentar las bases de un manejo del conocimiento integral, que les permitirá
avanzar en las distintas áreas de aprendizaje. Sugerimos por eso que las/os maestros/as de aula,
aprendan a identificar y ejercitar los niveles o componentes de comprensión lectora.
1. Nivel de lectura descriptiva o literal:
Nos permite captar lo que el texto dice en sus estructuras de manifestación. En otras
palabras, se trata simplemente de reproducir la información que el texto nos
suministra de manera explícita y directa; de identificar frases y palabras que operan
como claves temáticas. En este nivel, todavía no nos preguntamos por qué el texto
dice lo que dice ni cuáles son, por ejemplo, sus intenciones ideológicas y pragmáticas.
Sin embargo, no es conveniente subestimar este nivel literal básico como un nivel de
extrema superficialidad y mínimos alcances. El mismo Umberto Eco llama la atención
sobre la importancia de la interpretación de carácter literal, pues la considera como un
presupuesto indispensable para poder acceder al universo de las inferencias y de las
conjeturas textuales.
La paráfrasis es una estrategia de enorme importancia para los estudiantes que apenas
inician un curso de composición escrita: orienta sus lecturas hacia temas de interés
científico y cultural, motiva la reflexión sobre dichos temas y permite que el texto
original sirva de estructura modelo en la composición de uno nuevo.
La elaboración de una paráfrasis consta de dos pasos:
1. Se identifican las proposiciones que subyacen tras las oraciones que conforman el
texto elegido.
2. Y con base en la labor anterior, se reconstruye el texto por medio de una versión
propia.
Veamos un ejemplo sencillo de paráfrasis del siguiente fragmento:
“[La moda implica una cierta fluidez de la estructura social de la comunidad.] [Deben
existir diferencias de posición social,] [pero debe parecer posible salvar estas
diferencias;] [en una jerarquía rígida la moda es imposible”.]
(Los corchetes indican las cuatro proposiciones identificadas)
“La moda conlleva una determinada flexibilidad en la estratificación social de un
conglomerado. Es necesario que haya diferencias en la escala social; sin embargo, debe
ser factible soslayar esas diferencias; en una organización rigurosa la moda no podría
existir”.
En este primer nivel de lectura descriptiva, el procedimiento de aproximación a los
textos comprende varias tareas:
a. Una lectura global del texto, con el propósito de hacerse a una idea general de la
temática desarrollada.
b. Analizar cada uno de los párrafos: reconocer las unidades oracionales, captar su
sentido y jerarquizarlas en oraciones principales y secundarias.
Por eso, los profesores deben ser extremadamente cuidadosos en la selección de las
lecturas que van a ser utilizadas como soporte o ilustración de los contenidos de los
programas.
Este es un nivel que exige mucha mayor cooperación y participación del lector, quien deberá,
entonces, inferir o concluir lo no explicitado por el texto. Conduce a encontrar qué quiere decir
lo que dice el texto y qué es lo que el texto calla.
Esto equivale, en otras palabras, a reconocer que un texto comprende tanto lo dicho —lo
explícito— como lo no dicho —lo implícito—.
Es el momento de preguntarse por qué el texto dice lo que dice, qué es lo que no dice y cuáles
son sus presupuestos e intenciones ideológicas y pragmáticas.
Las inferencias que nos permite producir un texto escrito no son todas de la misma naturaleza.
Comparemos algunas inferencias de una frase como
Ahora bien, si comparamos las frases (1) “Juan era pobre, pero honrado” y (2)“Juan era pobre y
honrado”, podemos concluir que son equivalentes desde un punto de vista lógico-semántico,
pero no desde un punto de vista ideológico y pragmático. Las inferencias de (1) no pueden ser,
en consecuencia, semejantes a las de (2).
La lectura interpretativa puede tener tantos subniveles como competencia textual, [3]
propósitos e intereses tenga cada lector.
Además de las tareas descritas en el nivel anterior, el lector establece relaciones y asociaciones
de significado y de contenido, que le permiten identificar las distintas formas de implicación, de
inclusión o exclusión, presuposición, causa-efecto, espacialidad, temporalidad, etc., inherentes
a determinados textos.
En este nivel, asumimos la lectura como una auténtica práctica semiótica, como un proceso
dinámico y flexible de exégesis y hermenéutica, que requiere de un lector dialógico, capaz de
leer, además del texto, el pretexto, el subtexto, el intertexto y el contexto. Leer de esta manera
nos prepara, desde luego, para leer la vida.
Son varias las acciones que un maestro puede adelantar para inducir a sus alumnos a la lectura
interpretativa.
La primera: darle mundo al texto, crear los presupuestos de lectura y activar los
esquemas de los lectores.
La segunda: inducirlos a aseverar el sentido explícito y a develar los implícitos a través
de un recorrido por los componentes de la textualidad.
La tercera: orientarlos para que realicen la lectura de cualquier componente textual en
relación con los demás componentes y de todos ellos con el intertexto y el contexto.
Observemos cómo con estas acciones hemos aludido a una lectura triple: presupositiva,
aseverativa e implicativa o inferencial. se ejerce cuando se activa el conocimiento previo del
lector y se formulan anticipaciones o suposiciones sobre el contenido del texto a partir de los
indicios que proporciona la lectura.
♦ Predecir resultados.
♦ Inferir el significado de palabras desconocidas.
♦ Inferir efectos previsibles a determinadas causas.
♦ Entrever la causa de determinados efectos.
♦ Inferir secuencias lógicas
♦ Inferir el significado de frases hechas, según el contexto.
♦ Interpretar con corrección el lenguaje figurativo.
♦ Recomponer un texto variando algún hecho, personaje, situación, etc.
♦ Prever un final diferente.
♦ Etc. Así el maestro ayuda a formular hipótesis durante la lectura, a sacar conclusiones,
a prever comportamientos de los personajes, y, al hacer la lectura más viva, los alumnos
tienen más fácil acceso a identificarla, a sentirse inmersos en ella, a relacionar las nuevas
situaciones con sus vivencias.
Está considerado como un nivel de alta complejidad y de enorme productividad para el lector.
Comprende en su totalidad los dos niveles anteriores.
Según el tipo de texto, la valoración es posible desde variadas perspectivas. Son múltiples las
ópticas desde las cuales el texto puede ser interrogado. Pero, en todos los casos, el sujeto lector
lo somete a una minuciosa evaluación crítica.
Esta lectura referencia valoraciones y juicios, elaborados tanto a partir del texto leído como de
sus relaciones con otros textos; lo que necesariamente deberá conducirnos a la escritura de uno
nuevo. Sin duda, lo anterior equivale a poner en plena actividad la enciclopedia cultural o
competencia intelectual del lector.
Lo que más nos interesa destacar de la lectura valorativa es su vínculo imprescindible con la
escritura: sólo la escritura nos permitirá dotar de una estructura cohesiva y coherente esa
valoración crítica del texto leído. Por lo tanto, si pretendemos evaluar, de manera efectiva, la
calidad de nuestra interpretación de un texto complejo, el mejor reto será escribir sobre él.
implica una formación de juicios propios, con respuestas de carácter subjetivo, una
identificación con los personajes del libro, con el lenguaje del autor, una interpretación personal
a partir de las reacciones creadas basándose en las imágenes literarias. Así, pues un buen lector
ha de poder deducir, expresar opiniones y emitir juicios. Hemos de enseñar a los niños a:
[1] Aludiendo a una lectura integral, Roland Barthes (1989) afirma que no es pertinente describir
niveles de lectura, ya que no es posible cerrar la lista de estos niveles. En su obra El Susurro del
Lenguaje dice : “saber leer puede controlarse, verificarse, en su estadio inaugural, pero muy pronto
se convierte en algo sin fondo, sin reglas, sin grados y sin términos”.
[2] En forma usual, se le llama paráfrasis al desarrollo explicativo de un enunciado o de un texto. Esta
noción, que procede de la retórica, es singularmente aprovechada en lingüística. Observemos los
siguientes ejemplos de paráfrasis: hagamos un uso eficaz = realicemos un empleo adecuado
; efectuemos una acción coordinada = ejecutemos una actividad organizada ; tomemos precauciones
= adoptemos medidas de seguridad.
[3] Recordemos que la competencia textual también incluye las competencias pragmática, cognitiva y
semántica.
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Como primera cosa, nos preguntaremos por lo más elemental: ¿Qué es leer? Leer es descubrir
y entender lo que el autor de un texto quiso expresar, ya sean ideas imágenes o sentimientos.
Con esta simple definición, resulta evidente el valor y la riqueza de la lectura. Surge, entonces
para el profesor, el desafió de crear experiencias en donde el niño perciba la lectura como una
actividad importante y entretenida.
Sin embargo, para llevar a cabo su propósito, el docente debe ayudar al alumno a superar
algunas dificultades frecuentes en la lectura tales como:
Poca claridad en la comprensión, Olvido de los personajes y del contenido, fácil distracción.
Antes de señalar algunas soluciones a estos problemas, creemos necesario hacer una distinción
entre la lectura orientada a la recreación y la que realizamos para el estudio.
Para el alumno:
1. Antes de comenzar a leer, revisa los títulos, subtítulos y el índice del texto, y plantéate
algunas preguntas en relación a ellos. Trata de contestar estas preguntas mientras estás
leyendo, te ayudará a poner más atención, y luego te será más fácil recordarlo.
2. también es útil, hacerse preguntas durante la lectura y buscar más adelante sus
respuestas.
3. subraya o copia brevemente, con tus palabras, las respuestas a tus preguntas.
4. si te encuentras con palabras que no entiendes, búscalas en el diccionario, y trata de
construir frases con ellas.
5. al término de la lectura, trata de plantearte nuevas preguntas; al responderlas, sabrás
cuanto recuerdas y que es necesario reforzar.
6. finalmente, trata de contarle lo que leíste a otras personas, o simula que estas frente a
un grupo q te está escuchando.
7. si revisas los seis puntos anteriores, descubrirás que son muy útiles para comprender y
no olvidar cualquier texto que hayas leído (cuento, revista). Así podrás usar estas técnicas para
tu recreación o para el estudio.
Al seguir esta técnica a sus alumnos, el profesor debe asumir un rol más o menos directivo, de
acuerdo al grado de autonomía que estos posean la su lectura.
Es la lectura de revistas, periódicos, libros, novelas, cuentos, etc. Se lee con gran rapidez y
soltura. Su fin es meramente de entretenimiento o esparcimiento.
2. Lectura enfocada a la cultura:
Este tipo de enfoque será el que le dará a las lecturas que realizara en todas las materias del
plan de estudios. Es la lectura para obtener y retener información. Se lee con atención, lentitud
y comprensión.
b) Lectura contextual:
La lectura contextual significa “texto anterior y posterior al que se esta considerando y del que
depende su significado”, es decir si no se conoce el significado de una palabra, podrá conocerlo
o entender lo que significa leyendo la palabra u oración anterior o posterior.
c) Lectura crítica:
Es una técnica que permite descubrir información e ideas de un texto o libro evaluado la
relevancia de lo que se lee e implica reconocer la verdad e identificar las implicaciones ocultas
del autor; no se limita al contenido. Con este tipo de lectura se intenta entender que es lo que
quiere comunicar el autor del escrito y se contrasta con las ideas ya formadas al respeto sobre
el mismo tema.
d) Pensamiento crítico:
Es una técnica para evaluar la información y las ideas, para poder decidir que aceptar y creer.
Las herramientas anteriores se deben utilizar para obtener mejores resultados.
e) Lectura oral:
La lectura oral, o en voz alta, es la que se practica cuando se articula el texto en voz alta,
sonoramente su objetivo es que otras personas oigan el contenido de lo que se lee.
f) Lectura silenciosa:
Capta mentalmente el mensaje escrito sin pronunciar palabras siguiendo con las miradas las
líneas del texto en silencio. Su uso es simplemente personal.
g) Lectura superficial:
Cosiste en leer de forma rápida para saber de qué trata un texto. La finalidad es captar la idea
general de los contenidos fundamentales del texto.
h) Lectura selectiva:
Es llamada también exploratoria o de reconocimiento, es aquella que permite buscar datos o
aspectos muy específicos de interés para el lector prescindiendo el resto.
i) Lectura de estudio:
La lectura de estudio es un tipo de lectura lenta que requiere mucha concentración. No es fácil
diferenciarla de la comprensiva, si bien puede considerarse síntesis de todas las demás
Presentación de información
Una vez ocurrido lo anterior es posible presentar la información que será aprendida.
Esto puede realizarse a través de diversos medios (desde la participación activa del
profesor como transmisor de información, hasta la utilización de un medio o una
combinación de ambos). En este sentido el profesor debe elegir el medio más adecuado
y diseñar ciertas actividades de aprendizaje que ayuden al aprendiz a seleccionar y
organizar la información de manera significativa.
Cada una de estas fases incluye actividades particulares, dependiendo de los tipos de
aprendizaje que se quieran lograr.
• Información verbal
• Habilidades intelectuales
• Estrategias cognitivas
• Habilidades motoras
• Actitudes
El video como apoyo a la docencia puede favorecer el aprendizaje de todos los tipos de
conocimientos a través de la presentación de información. En este sentido puede ser
usado para:
6. Para explicar o demostrar actividades que los estudiantes deben llevar a cabo
(experimentos, entrevistas, análisis de caso).
7. Para ilustrar principios que involucran un movimiento dinámico.
8. Para ilustrar principios abstractos que involucran dos o tres espacios
dimensionales.
De acuerdo con los distintos tipos de video analizados, el docente puede utilizarlos para
promover los diversos tipos de aprendizaje, como por ejemplo, el conocimiento
declarativo, conocimiento de habilidades (intelectuales o motoras), estrategias y
actitudes.
De esta forma, dependiendo del tipo de aprendizaje, el uso de un medio educativo debe
estar acompañado por actividades de aprendizaje que permitan al estudiante realizar
los procesos de selección, organización e incorporación de los nuevos conocimientos a
la estructura cognitiva.
Por otra parte, estas actividades deben ser adecuadas a distintos tipos de aprendizaje,
ello porque no es lo mismo esperar que un estudiante comprenda determinados hechos
a que los analice o los aplique a una situación dada.
Por el contrario, en una situación de autoaprendizaje, priman los intereses del individuo,
sus habilidades para comprender instrucciones y, por último, la predisposición que tiene
frente a lo que se le propone. Esto nos lleva a que necesariamente las actividades deben
ser significativas, relevantes, pertinentes y atractivas. La realización de actividades per
se es altamente desmotivante para los estudiantes.
2da
Unidad_______________________________________________
2.1 COMPRENSIÓN LECTORA
2.2 La Enseñanza De Estrategias De Comprensión Lectora
2.3 Estrategias Para Lograr Una Buena Comprensión Lectora
¿Por qué es importante la comprensión lectora?
2.4 Enseñanza de estrategias de aprendizaje en función de los Estadios de desarrollo
2.5 Métodos instruccionales en las estrategias de comprensión lectora.
2.6 Evaluación de las estrategias en tareas de comprensión lectora
Algunas estrategias para mejorar la comprensión lectora
Actividades para mejorar la comprensión lectora en clase y en casa
Ejercicios de comprensión lectora
En cuanto a la Comprensión de lectura, es necesario destinar parte del tiempo a leer en clases y
a comentar los textos que contienen ideas enriquecedoras y buena escritura. Aquí, el docente
adquiere un rol fundamental al guiar a los estudiantes en sus lecturas, al ayudarlos a comprender
la información, a realizar inferencias, a penetrar en los significados más complejos y a elaborar
interpretaciones propias. Así, los estudiantes, a través de los textos literarios y no literarios,
profundizan su conocimiento de mundo, se exponen a diferentes estructuras textuales y
conocen puntos de vista distintos sobre variados temas.
2.2 La enseñanza de estrategias de comprensión lectora
En el proceso de lectura se emplea una serie de estrategias. Ya hemos dicho que una
estrategia es un plan de acción para lograr un objetivo. En este caso, ese plan es un
amplio esquema diseñado y desarrollado por un lector con el propósito de obtener,
evaluar y utilizar información.
Como cualquier otra actividad de los seres humanos, la lectura es una conducta
inteligente. El cerebro es el centro de la actividad intelectual humana y del
procesamiento de información.
Clases de estrategias:
1. Estrategias de muestreo:
2. Estrategias de predicción:
Debido a que los textos utilizan pautas recurrentes y tienen una estructura, los
lectores son capaces de anticiparlos, están en condiciones de predecir la información
que se les va presentando: el final de una historia, la lógica de una explicación, la
estructura de una oración compuesta, el final de una palabra. Para predecir, los
lectores recurren a su enciclopedia cultural y a sus esquemas. La velocidad de la
lectura silenciosa es una demostración de que los lectores están en forma
permanente muestreando y prediciendo mientras leen.
3. Estrategias de inferencia:
4. Estrategias de autocontrol:
Si las anteriores son estrategias básicas de lectura, es porque los lectores controlan
constantemente esta actividad para asegurarse de que están produciendo
significados. Como es indudable que existen riesgos en el muestreo, en las
predicciones y en las inferencias, los lectores deben estar atentos al proceso que
adelantan para tratar activamente de controlarlo. En ocasiones, descubrimos que
hemos fallado en la selección de la información relevante, o que hemos realizado
prometedoras predicciones que luego resultan falsas, o que hemos hecho inferencias
sin fundamento. Debido a esto, los lectores emplean una estrategia que les permite
confirmar o rechazar la labor adelantada. Aprendemos a leer por medio del
autocontrol de nuestras propias lecturas.
5. Estrategias de autocorrección:
En este momento, el lector debe ser capaz de construir una representación mental
adecuada del texto escrito, recordarla y supervisar dicho proceso. Para ello, tal y como
señalan Block & Pressley (2007) y Kintch (1998), es crucial el uso de estrategias para
realizar con efectividad procesos de reconocimiento de palabras, interpretación de
frases y párrafos, comprensión del texto y supervisar dicha comprensión. El sentido de
éstas es permitir al lector resolver problemas locales, globales y de integración en la
comprensión lectora (Sánchez, 1998). Pueden servir a tal fin, las apuntadas por
Palincsar y Brown (1984): i) contestar preguntas que se planteó al principio del texto, y
generar nuevas preguntas que son respondidas por el texto; ii) identificar palabras que
necesitan ser aclaradas; iii) parafrasear y resumir entidades textuales; iv) realizar
nuevas inferencias y predicciones, así como evaluar las predicciones previas a la
lectura.
Otros trabajos han enfatizado la importancia de usar representaciones visuales
mentales de los textos como una estrategia que permite la comprensión textual (Kim,
Vaughn, Wanzek, & Wei, 2004) y los procesos memorísticos (Pearson & Fielding,
1991). Las estrategias de generación de preguntas, realización de inferencias y
predicciones tienen una función similar a la apuntada en el sub-apartado anterior
dedicado a las estrategias previas a la lectura, con la salvedad que en este momento el
lector tiene, además de realizar nuevas preguntas y predicciones, verificar las previas,
por ello, a continuación nos centramos en aquellas aún sin desarrollar. Estas son:
Identificar palabras que necesitan ser aclaradas
Aceptando que los lectores noveles precisan de cierta efectividad en los procesos de
reconocimiento de patrones visuales, decodificación… que no limiten la memoria
operativa (Anderson & Freebody, 1981), en este punto hacemos referencia a aquellas
estrategias que podrían facilitar al lector el acceso al significado de palabras clave para
la comprensión lectora (Cain, Oakhill, & Lemmon, 2004; Seigneuric & Ehrilch, 2005).
Los procesos de reconocimiento y comprensión de palabras hacen referencia a la
capacidad de reconocer la información visual o fonológica para recuperar información
de la memoria a largo plazo. Los estudios sobre comprensión lectora señalan que, la
amplitud y familiaridad del lector respecto al vocabulario comprendido en el texto, son
aspectos cruciales en la comprensión del mismo (e.g. Beck & McKeown, 2007; Cain,
Oakhill, & Lemmon, 2004; Seigneuric & Ehrilch, 2005). En general y para todos los
niveles educativos, es importante que los escolares desarrollen habilidades de buen
uso del diccionario. En los niveles iníciales deben aprender a construir un diccionario
propio que recoja definiciones de la palabras que utilizan, información contextual
relacionada con cada nueva palabra, ejemplos, sinónimos y palabras relacionadas
semánticamente (Blachowicz & Fischer, 2007; Coyne, McCoach, Loftus, Zipoli, Kapp,
2009; Silverman, 2007).
Cuando los estudiantes no tienen integrado un amplio vocabulario, se les puede
instruir a detectar fallas de comprensión y también, cuando sea necesario, se les
puede instruir a usar la estrategia de pistas contextuales para acceder al significado del
léxico. Diferentes estudios instruccionales sugieren la importancia de enseñar a los
escolares a usar estas pistas textuales (e.g. West & Stanovich, 1978). Asimismo,
estrategias basadas en el análisis morfológico (identificación de lexemas y morfemas)
posibilitan al lector acceder al significado de palabras (Bruning, Schraw, & Ronning,
2002; Nagy, Diakidoy, & Anderson, 1993; Qian & Schedl, 2002). En suma, sabemos que
la mejora del vocabulario es crucial en la comprensión de texto, pero es conveniente
que además, los lectores noveles usen estrategias que le permitan utilizar el contexto
o la morfología de las palabras para deducir el significado de una palabra.
Releer, Parafrasear y Resumir entidades textuales
Releer una parte confusa del texto, es una estrategia de corrección adecuada cuando
el lector es consciente de alguna falla de comprensión. Hacerlo, es apropiado por
escolares ya que en algunas ocasiones las fallas de comprensión obedecen a pérdidas
de atención o saltos entre líneas.
El parafraseo es una estrategia útil para comprender aquella información compleja
para el lector; decir esa información con sus propias palabras, con el propósito de
simplificarla, facilita su retención y procesos de vinculación con proposiciones previas
o posteriores (Sánchez, 1998).
El uso del resumen tiene más justificación en el desarrollo de la capacidad para
comprender una gran cantidad de información, seleccionando, generalizando e
integrando toda ella en un conjunto de proposiciones (Sánchez, 1998), que
comprender una información determinada.
Representación visual
El uso de representaciones gráficas en jóvenes lectores, está justificado al menos, por
estas cuatro razones: i) induce y entrena a los estudiantes a usar representaciones
mentales visuales, en lugar de palabras y ello permite sintetizar información en la
memoria operativa, en mayor medida que sin el pensamiento visual; ii) facilita que el
escolar establezca relaciones entre ideas y conceptos; iii) se facilita y mejora así la
calidad de la memoria explicita; v) y por tanto, facilita el uso de esa información.
Aunque es un aspecto habitualmente obviado en el proceso lector quizá, por el legado
conductista (Leahey & Harris, 1998), las representaciones mentales visuales están
estrechamente vinculadas con la eficacia en la comprensión lectora (Kim, Vaughn,
Wanzek, & Wei, 2004).
Realizar Inferencias
La comprensión lectora está supeditada a la calidad de los procesos inferenciales
(Anderson & Pearson, 1984; Cain & Oakhill, 1999; Cain, Oakhill, Barnes, & Brian, 2007;
Dewitz, Carr & Patberg, 1987). Las inferencias facilitan al menos dos procesos
relevantes en la comprensión lectora (Warren, Nicholas & Trabaso, 1979, citado en
Lahey & Harris, 1998): i) establecen conexiones entre el conocimiento previo y el
texto; también, realizar conexiones entre la información expuesta en el texto; dicho de
otro modo, establecen relaciones textotexto y texto-conocimientos previos; ii)
permiten al lector completar información explícitamente omitida en el texto pero
necesaria para obtener una representación mental de la estructura global más
elaborada. Varios son los trabajos que muestran que el uso de interrogaciones para
clarificar relaciones entre diferentes aspectos textuales facilita la mejora en la
realización de inferencias y la comprensión lectora (e.g. Israel, 2007; Woloshyn, Paivio
& Pressley, 1994; Wood, Pressley & Winne, 1990).
Detectar información relevante
En las actividades de lectura no siempre se precisa toda la información textual para
comprender el texto. Dicho de otro modo, no toda la información de un texto es
relevante para su comprensión; algunas ideas son principales, otras son secundarias y
otras son irrelevantes. Por ello, los escolares deben aprender a seleccionar la
información relevante de un texto y descartar la irrelevante, este proceso les facilitará
relacionar un conjunto de proposiciones claves y construir una representación global
del texto (Escoriza, 2003; Israel, 2007; Kintsch, 1998).
En este momento podemos distinguir tres finalidades: una, relacionada con la revisión
del proceso lector y consciencia del nivel de comprensión alcanzado; otra, dirigida a
elaborar una representación global del texto, es decir una finalidad expresiva; y por
último una finalidad comunicativa.
Revisión del proceso lector. Consciencia del nivel de comprensión logrado
En este momento es oportuno enseñar a los escolares a revisar las preguntas,
inferencias y predicciones que realizaron antes de leer y durante la lectura, usando
para ello toda la información del texto. También deben aprender a constatar su grado
de satisfacción con el propósito que establecieron antes de comenzar la lectura, así
como reflexionar para valorar el nivel de comprensión que consideran que han
alcanzado (Schmitt & Baumann, 1990).
Construcción global de representación mental: finalidad expresiva
El lector debe usar estrategias que le faciliten crear una idea global del texto, mediante
representaciones visuales, resúmenes completos y jerarquizados y síntesis (Schmitt &
Baumann, 1990). Como se ha comentado, el uso de representaciones visuales
mentales de los textos, como estrategia, facilita la comprensión textual (Kim, Vaughn,
Wanzek, & Wei, 2004) y facilita los procesos memorísticos (Pearson & Fielding, 1991).
Si bien en este momento, es adecuado que los escolares representen la información
global textual en una o varias ilustraciones conectadas. También el uso de mapas
conceptuales (Novac, 2002) puede ser una estrategia valiosa para organizar y conectar
la información (Escoriza, 2003), aunque en el caso de textos narrativos, tales
representaciones deberían respetar la estructura y secuencia propias del genero
discursivo. Este proceso permite al lector comprobar si realmente ha comprendido el
texto o tiene dificultades (Escoriza, 2003).
Finalidad comunicativa
Dentro del enfoque transaccional es crucial permitir a los escolares explicar y discutir
con sus compañeros sus visiones sobre el texto ya que, además de facilitar a los
escolares experiencias para el desarrollo de la competencia comunicativa, favorece a
los escolares comprobar hasta qué punto han comprendido la historia, si han obviado
algo, aclarar dudas con sus compañeros, ser más conscientes sobre los procesos
implicados en la lectura, internalizar diálogos intersubjetivos que operen a modo de
herramienta autorreguladora, en suma una redescripción mental (Salmerón,
Rodríguez, & Gutierrez-Braojos, 2009). Se justifica así la necesidad de atender a la
función comunicativa (Block & Pressley, 2007; Escoriza, 2003).
La compresión lectora es una de las competencias básicas que todos los alumnos deben
tener bien desarrollada y así poder acceder de forma directa a todas las materias del
currículo actual del sistema educativo. Una buena comprensión lectora, se demostrará
no sólo en la asignatura de lengua sino también en el resto de materias que utilizan el
lenguaje escrito.
Emitir juicios y reflexionar acerca del texto para saber si conocemos algo del mismo, es
importante puesto que cuando se es capaz de realizar inferencias al texto, nos permite
desarrollar nuestro razonamiento y poner en marcha estrategias que faciliten la
comprensión eficaz.
Israel (2007) ofrece un resumen de aquellas estrategias que pueden ser desarrolladas a
través de la enseñanza en Educación Primaria, dividiéndolas en dos estratos básicos: los
primeros grados y los últimos de Educación Primaria (Tabla I).
* porcentaje de responsabilidad
Israel (2007), señala que en los primeros grados, la regulación de “los otros” conduce a
la autorregulación y esta permite a los escolares desarrollar habilidades metacognitivas,
si bien incluye el componente de aprendizaje co-regulado entre iguales (McCaslin &
Hickey 2001). Según la autora, tres son las fases requeridas en la enseñanza de
estrategias que, además, pueden ser vinculadas a niveles de dominio y autonomía en el
uso de estrategias tal y como se refleja en el modelo de Pearson y Gallagher (1983). En
la primera fase los estudiantes no son capaces aún de usar de manera espontánea las
estrategias, por lo que el docente debe introducir la estrategia y, mediante la enseñanza
directa y modelación a través de la lectura y el pensamiento en voz alta, explicitar qué,
cómo y cuándo y por qué usar estrategias en una variedad de situaciones. En la segunda
fase, tras un número considerable de experiencias prácticas, el escolar es capaz de usar
estrategias con práctica guiada o con andamios diseñados al efecto; también es
adecuado usar el aprendizaje cooperativo para promover el uso espontaneo y
autónomo en los escolares. En la tercera fase, los escolares usan de manera espontánea
las estrategias y comienzan a desarrollar habilidades metacognitivas, por lo tanto la
labor del docente es ofrecer más situaciones de aprendizaje y promover una mayor
responsabilidad sobre la realización de la tarea en los escolares.
En resumen, la enseñanza en estrategias de aprendizaje debe ofrecer un contexto de
aprendizaje estratégico que vaya delegando la responsabilidad y reduciendo ayuda al
escolar en la realización de sus tareas.
Para ello, existen diferentes técnicas, como el pensamiento en voz alta, la entrevista, la
observación durante la ejecución de una actividad y los cuestionarios. En este trabajo
desarrollamos el pensamiento en voz alta y el uso de
inventarios/cuestionarios/escalas1.
1
Ver Israel (2007) para una descripción detallada de dichas técnicas en tareas de comprensión lectora.
a) El pensamiento en voz alta
El pensamiento en voz alta (Newell & Simon, 1972; Erikson & Simon, 1984, 1993),
aunque es una técnica poca oportuna para los procesos fosilizados, en el sentido
vygotskyano, es considerada muy útil para la evaluación de estrategias de aprendizaje
(Israel, 2007; Pressley & Affelbach, 1995). El pensamiento en voz alta puede
constituirse en una medida del procesamiento cognitivo, a través de informes verbales
mediante los cuales el escolar explicita su pensamiento, concurrentemente o de
manera retrospectiva, a la ejecución de una tarea (Israel, 2007; Ericsson & Simon,
1980). Si bien la aplicación de la técnica genera resultados diferenciados en función del
momento de aplicación (concurrente, retrospectiva). Para algunos autores (e.g.
Ericsson & Simon (1984/1993, citados en Pressley & Afflerbach, 1995), la aplicación de
estos protocolos de pensamiento en voz alta ofrecen una información de mayor
calidad cuando al aplicarla los escolares están realizando la tarea. Según estos autores,
la activación de procesos atencionales y el hecho de que la información se encuentra
en la memoria de trabajo, hacen que la evaluación concurrente sea preferible a la
aplicación retrospectiva. Sin embargo, otros autores (e.g. Bereiter & Bird, 1985)
señalan que la aplicación de estos protocolos podrían afectar al proceso lector. Este
aspecto, quizá irrelevante en lectores expertos, posiblemente deba tenerse en cuenta
cuando los escolares son lectores noveles, y por tanto, en estas situaciones quizá la
aplicación deba realizarse inmediatamente después de completar la tarea.
b) Los cuestionarios
A pesar de las conocidas críticas dirigidas al uso del cuestionario en estos entornos,
como por ejemplo, la descontextualización, esta herramienta puede ser usada para
contrastar la información recogida con otros instrumentos. Las ventajas de utilizar
tanto del cuestionario como escalas o inventarios, a diferencia del resto de técnicas,
son: la posibilidad de recoger información tanto en grupos amplios, como reducidos; la
facilidad de aplicación y evaluación; y la posibilidad de usarla de manera más frecuente
(Pressley & Afflerbach, 1995; Israel, 2007).
Existen varios cuestionarios/inventarios/escalas dirigidos a la evaluación de la
comprensión lectora, como es el caso de: la ESCALA DE CONCIENCIA LECTORA,
(ESCOLA, Jiménez, 2004), el INVENTARIO DE CONSCIENCIA METACOGNITIVA EN LA
LECTURA (MRAI, Miholic, 1994); el INVENTARIO DE CONSCIENCIA METACOGNITIVA DE
LAS ESTRATEGIAS DE LECTURA (MARSI, Mokhtari & Reichard, 2002) o el INVENTARIO
DE CONSCIENCIA ESTRATÉGICA (MSI, Schmitt, 1990). De todos ellos, y en base a los
autores de dichos instrumentos, el más oportuno para obtener información en los
primeros grados de Educación Primaria es este último, el MSI, aunque como la autora
indica sería conveniente una aplicación individual en la que el evaluador lea en voz alta
cada uno de los ítems y deje un mayor tiempo para que el evaluado considere su
respuesta.
Como limitaciones, queremos señalar que la aplicación de estas técnicas, por si solas,
son insuficientes sobre todo cuando se aplican a la población infantil, algunas variables
pueden interferir en el proceso evaluador (Brown, 1987), como por ejemplo: la
consciencia del lector y su capacidad para reflexionar o abstraer de manera reflexiva
sobre una situación hipotética o anterior en el tiempo; la capacidad de su memoria de
trabajo; su facilidad para expresarse verbalmente… También, la técnica de
verbalización del pensamiento en voz alta puede generar resultados distorsionados
con la realidad, ya que, por ejemplo, no todos lo escolares tienen la misma facilidad
para expresarse verbalmente o algunos pueden decir más de lo que hacen en base a lo
que se espera de ellos. Esto mismo podría suceder con la aplicación de una entrevista
o cuestionario. En base a estas limitaciones de los instrumentos de evaluación, y con el
propósito de paliarlas, es conveniente adoptar una perspectiva de multi-técnicas que
permitan contrastar los resultados para conocer en mayor profundidad las estrategias
de aprendizaje de los estudiantes.
Anticipación de palabras
Antes de la lectura de un texto, se da a conocer el título y se pide a los alumnos que
propongan una lista de palabras que podrían encontrarse en el texto. Luego, harán una
creación con las palabras que hayan adivinado. Es útil para activar la experiencia previa
de los estudiantes.
Continuar la historia
Se lee un cuento hasta el final y los alumnos continúan con la historia,
agregando acciones, escenarios o personajes. Por ejemplo, podrían imaginar que el viejo
coronel (El coronel no tiene quien le escriba, de García Márquez) recibe la
carta esperada, en la que se le comunica que se hace acreedor a una suma millonaria de
compensación por sus servicios militares, pero debido a la emoción que le causa la
noticia, fallece de un paro cardiaco.
Cambiar el final del cuento
Se lee una parte de un cuento, sin dar a conocer el final. Los alumnos imaginarán cómo
termina. Este ejercicio permite afirmar la idea de que la originalidad está en la forma
cómo se enfoca un asunto y no en algo absolutamente nuevo. Por ejemplo, podrían
imaginar que María (personaje de la novela del mismo nombre, de Jorge Isaacs) se
recupera de su enfermedad y acompaña a Efraín a Bogotá, en compañía del perro Mayo.
Entrevistar a un personaje de novela
Los alumnos seleccionan un personaje de la novela de su preferencia y preparan un
cuestionario para entrevistarlo. Las respuestas que da el personaje deben tener relación
con su perfil físico y psicológico. Por ejemplo, podrían preguntar a Gregorio Samsa, qué
piensa sobre la regionalización; o al coronel Aureliano Buendía, sobre la guerrilla
colombiana.
Cambiar el perfil de los personajes
Los alumnos otorgan características opuestas a las que tienen los personajes de un
cuento o una novela. Humberto Grieve puede aparecer como un niño tonto; el rival del
Caballero Carmelo puede ser un cóndor disfrazado de gallo, etc.
3. Pensamiento y conocimiento
Los estudios hechos en los últimos años confirman la naturaleza jerárquica de los
primeros cuatro niveles de Bloom, pero indican que la síntesis, la cual involucra el
pensamiento creativo, y la evaluación, la cual involucra el pensamiento crítico, se
encuentran en un mismo nivel de complejidad.
Sin embargo, el trabajo más profundo de un educador—y a cierto grado, todos somos
educadores—es enseñar a pensar. Por eso, es importante tomar en cuenta que
podemos influir en los niveles de pensamiento que utiliza una persona por medio del
tipo de preguntas que hacemos. De hecho, hay verbos que corresponden a cada nivel
de pensamiento.
Finalmente, hay que recordar que no todo el aprendizaje se lleva a cabo con el educador
presente. Los trabajos prácticos que las personas realizan entre las sesiones formales
de enseñanza son una forma excelente para fomentar la aplicación y enriquecer el
aprendizaje.
¡Se puede aprender a pensar mejor! Además, se puede aprender a utilizar diferentes
modalidades de pensamiento, tales como el pensamiento analítico, el pensamiento
sistémico, el pensamiento creativo y el pensamiento crítico. En El Aprendizaje
Dinámico se profundiza en cada una de estas modalidades del pensamiento, incluyendo
una variedad de ejercicios prácticos que se pueden utilizar, desde la edad pre-escolar
hasta con adultos, para mejorar las destrezas del pensamiento.
Nivel 1:
Conocimiento - Recoger información, y demostrar lo que has aprendido a través de los hechos,
términos, conceptos, y respuestas básicas.
palabras claves : quién, qué, cuándo, dónde, cuál, escoge, cómo, define, etc..
Preguntas:
¿qué es . . . ? ¿cómo es . . . ?
¿dónde está . . . ? ¿cuándo sucedió?
¿cómo sucedió? ¿cómo explicarías . . . ?
¿cómo describirías . . . ?
¿quién hizo . . . ?
¿cuál persona . . . ?
¿quién fue . . . ?
Nivel 2:
Comprensión – Entender la información; captar el significado; trasladar el conocimiento a
nuevos contextos; interpretar hechos; comparar, contrastar; ordenar, agrupar; inferir las
causas predecir las consecuencias.
palabras claves: comparar, contrastar, demostrar, interpretar, explicar, extender, ilustrar,
inferir, hacer un resumen, clasificar
preguntas:
¿cómo clasificarías . . . ?
¿cómo compararías . . . ? contrastarías . . . ?
¿Puedes decirlo en tus propias palabras . . . ?
¿cuáles ideas apoyan . . . ?
¿qué es la idea principal. . . ?
¿cuál es la respuesta más adecuada . . . ?
¿puedes hacer un resumen de . . . ?
Nivel 3:
Aplicación – Hacer uso de la información; utilizar métodos, conceptos, teorías, en situaciones
nuevas; solucionar problemas usando habilidades o conocimientos.
palabras claves : aplicar, construir, escoger, desarrollar, entrevistar, utilizar, organizar,
experimentar, seleccionar, identificar
preguntas:
¿cuáles ejemplos puedes encontrar para . . . ?
¿cómo solucionarías ... ?
¿cómo organizarías . . . ?
¿qué resultarías si . . . ?
¿cuáles hechos escogerías para . . . ?
¿qué le preguntarías en una entrevista con . . . ?
Nivel 4:
Análisis – Encontrar patrones; organizar las partes; reconocer significados ocultos; identificar
componentes, examinar la información, encontrar evidencia para apoyar las generalizaciones.
palabras claves: analizar, categorizar, comparar, contrastar, descubrir, dividir, examinar,
simplificar, distinguir, lista, tema, relaciones, función, motivación, conclusión.
preguntas:
¿qué son los elementos claves de. . . ?
¿cómo está_______ relacionado a . . . ?
¿por qué piensas que. . . ?
¿qué es el tema . . . ?
¿qué es el motivo de . . . ?
¿cuáles conclusiones puedes identificar . . . ?
¿cómo categorizarías . . . ?
¿qué evidencia puedes encontrar . . . ?
¿qué es la relación entre . . . ?
¿cuáles ideas justifican . . . ?
Nivel 5:
Sintetizar - Utilizar ideas viejas para crear otras nuevas; generalizar a partir de datos
suministrados; relacionar conocimiento de áreas diversas; predecir conclusiones derivadas
palabras claves : construir, escoger, diseñar, combinar, crear, desarrollar, estimar, formular,
imaginar, inventar, originar, planear, predecir, proponer, solucionar, suponer, discutir,
modificar, probar, etc.
preguntas:
¿qué pasaría si. . . ?
¿puedes elaborar en la razón por qué . . . ?
¿puedes proponer una alternativa . . . ?
¿puedes formular una teoría para . . . ?
¿puedes predecir lo que resultaría si. . . ?
¿puedes pensar en una manera original para . . . ?
Nivel 6:
Evaluación - Comparar y discriminar entre ideas; dar valor a la presentación de teorías; escoger
basándose en argumentos razonados; verificar el valor de la evidencia; reconocer la
subjetividad.
palabras claves : concluir, criticar, decidir, defender, determinar, disputar, evaluar, juzgar,
justificar, medir, comparar, recomendar, interpretar, explicar, prioritizar, opinar.
preguntas:
¿estás de acuerdo con las acciones de . . . ?
con los resultados . . . ?
¿qué opinas de . . . ?
¿cómo puedes probar . . . ?
¿Cuál es la importancia de . . . ?
¿Sería mejor si . . . ?
¿por qué escogió hacerlo. . . ?
¿qué recomendarías. . . ?
¿cómo puedes defender las acciones de . . . ?
¿cómo evaluarías . . . ?
¿cómo justificarías . . . ?
Muchas veces resumimos todos los procesos mentales relacionados con el intelecto
llamándolos, simplemente, pensamientos. Sin embargo, la realidad es más compleja que este
concepto tan abstracto. En realidad, la psicología individual de cada persona está compuesta
por varios tipos de pensamiento.
Cuando tomamos una decisión, cuando realizamos cálculo mental, o cuando reflexionamos
sobre temas que tienen que ver con la política, por ejemplo, estamos utilizando diferentes
procesos mentales, los cuales se guían por distintas lógicas e, incluso, involucran distintas partes
del cerebro.
Ahora bien, ¿cuántos son los tipos de pensamiento y qué características tienen asociadas?
Veámoslo.
¿Qué es un pensamiento?
El concepto de pensamiento hace referencia a procesos mentales relativamente
abstractos, voluntarios o involuntarios, mediante los cuales el individuo desarrolla sus ideas
acerca del entorno, los demás o él mismo. Es decir, los pensamientos son ideas, recuerdos y
creencias en movimiento, relacionándose entre sí.
Ahora bien, los pensamientos no existen como actividades intelectuales “puras” , ya que
siempre van de la mano de otros procesos mentales que tienen que ver con las emociones y que
están generados y regulados por una parte del cerebro llamada sistema límbico.
Esto último significa que los pensamientos siempre están “teñidos” por la emocionalidad, no
son ajenos a los sentimientos y las emociones.
Los principales tipos de pensamientos
Con lo que hemos visto hasta ahora ya queda claro que los pensamientos son altamente
complejos y, en muchos casos, tan abstractos que encasillarlos en categorías herméticas
supone caer en el reduccionismo. Sin embargo, conocer una clasificación orientativa de los
tipos de pensamiento ha resultado muy útil para comprender mejor la mente humana.
Teniendo en cuenta esto, y que muchas de las categorías que veremos a continuación se solapan
entre ellas en ciertos aspectos, veamos cuáles son los principales tipos de pensamiento
propuestos y qué características presentan.
1. Pensamiento deductivo
El pensamiento deductivo parte de afirmaciones basadas en ideas abstractas y
universalespara aplicarlas a casos particulares. Por ejemplo, si partimos de la idea de que un
francés es alguien que vive en Francia y Francia está en Europa, concluiremos que René
Descartes, que vivía en Francia, era europeo.
2. Pensamiento inductivo
Este tipo de pensamiento no parte de afirmaciones generales, sino que se basa en casos
particulares y, a partir de ellos, genera ideas generales. Por ejemplo, si observamos que las
palomas tienen plumas, los avestruces tienen plumas y las garzas también tienen plumas,
podemos concluir que estos tres animales forman parte de una categoría abstracta llamada
“saurópsidos”.
3. Pensamiento analítico
El pensamiento analítico crea piezas de información a partir de una unidad informacional
amplia y llega a conclusiones viendo el modo en el que interactúan entre sí estos “fragmentos”.
4. Pensamiento lateral o creativo
En el pensamiento creativo se juega a crear soluciones originales y únicas ante problemas,
mediante el cuestionamiento de las normas que en un principio parecen ser evidentes. Por
ejemplo, una silla de columpio parece “predestinada” a ser utilizada en un tipo de juguete muy
particular, pero es posible transgredir esta ideautilizándola como soporte para una maceta
que cuelga de un porche. Este es uno de los tipos de pensamiento más utilizados en arte y
artesanía.
5. Pensamiento suave
Este tipo de pensamiento se caracteriza por utilizar conceptos con unos límites muy difusos
y poco claros, a menudo metafóricos, y la tendencia a no evitar las contradicciones.
Actualmente es muy característico de corrientes de pensamiento vinculadas a la filosofía
posmoderna o al psicoanálisis. Por ejemplo, puedes ver un ejemplo de este estilo en la
descripción de los conceptos utilizados por Sigmund Freud en la teoría del desarrollo
psicosexual.
6. Pensamiento duro
El pensamiento duro utiliza conceptos lo mas definidos posibles, y trata de evitar las
contradicciones. Es típico del tipo de razonamientos vinculados a la ciencia, en los que un ligero
matiz en el vocabulario usado puede llevar a conclusiones totalmente erróneas, y por eso puede
resultar difícil avanzar a partir de él, dado que requiere una buena cantidad de habilidades
cognitivas trabajando a la vez para alcanzar un fin.
7. Pensamiento divergente
En el pensamiento divergente se establece una división entre dos o más aspectos de una
idea, y se explora las posibilidades de mantener esta “partición”. Por ejemplo, si alguien utiliza
una misma palabra haciendo que cada vez tenga un significado distinto, detectar este error es
un caso de pensamiento divergente en el que se detecta los distintos significados. Puedes ver
ejemplos de esto fijándote en el uso que se hace habitualmente del concepto de “lo natural”
aplicado a productos de alimentación, orientaciones sexuales poco comunes o tendencias de
comportamiento generalizadas en general.
8. Pensamiento convergente
En el pensamiento convergente se da un proceso por el cual nos damos cuenta de que hay
diferentes hechos o realidades que encajan entre sí a pesar de que en un principio parecía
que no tenían nada en común. Por ejemplo, si una familia de monarcas se da cuenta de que en
una guerra les interesa ponerse a favor de uno de los bandos, habrán partido del análisis de los
diferentes actores en conflicto hasta llegar a una conclusión global acerca de la opción más
conveniente.
Este es un tipo de pensamiento utilizado a la hora de detectar patrones comunes y
regularidades, y puede llevar a abstraer un concepto general que explique partes específicas de
la realidad.
9. Pensamiento mágico
El pensamiento mágico confiere intenciones a elementos que no cuentan con voluntad ni
consciencia propias, y menos aún capacidad para actuar siguiendo planes. Por ejemplo, una niña
que por su corta edad cree que las olas de la playa tratan de remojarles el pelo está utilizando
el pensamiento mágico.
Por otro lado, el pensamiento mágico no es propio solo de la etapa de la infancia: también
aparece en adultos pertenecientes a sociedades y culturas poco familiarizadas con la escritura y
con la ciencia. El motivo es que no han desarrollado un sistema para someter hipótesis a un
examen de validez, y por consiguiente se puede sostener explicaciones míticas sobre la realidad
que nos rodea.
1. Lectura fonética
2. Decodificación primaria
3. Decodificación secundaria
4. Decodificación terciaria
5. Lectura categorial
6. Lectura Meta textual
LECTURA FONÉTICA
Convierte secuencias de signos gráficos en palabras. Reúne las habilidades de reconocer los
grafemas y las silabas a que da lugar su reunión.
Estudia los sonidos del lenguaje en su realización concreta, la producción, naturaleza física y
percepción de los sonidos en su aspecto material, prescindiendo del significado.
Inicialmente , el mecanismo lector fonético desarma las palabras en sus componentes primarios,
en la gráfica ( o grafemas ) [p] , [ a] ,[l], [a] , [b] , [r] , [a] ,[s] ….. En seguida los une en pequeños
bloques, que los lingüistas denominaron silabas: pa // la // bras//.
DECODIFICACIÓN PRIMARIA
LA DECODIFICACIÓN SECUNDARIA
DECODIFICACIÓN TERCIARIA
Extrae las macro proposiciones constituye la operación inicial de decodificación terciaria y
descubrir las relaciones ( lógicas , temporales , espaciales , etc. ) mediante las cuáles se reúne
las ideas principales en un todo.
Los textos no se organizan siguiendo un orden estricto, lineal, en donde las primeras
proposiciones serían las más importantes y así sucesivamente. En modo alguno. El orden debe
ser descubierto por parte del lector.
LECTURA CATEGORIAL
La idea o proposición tesis constituye la esencia, el núcleo del ensayo. Un tipo adicional de
proposiciones delimita algunos términos y conceptos (las definiciones)
Cuadros – esquemas – tesis – importancia etc.
META SEMÁNTICA
Contraponer las ideas de otros textos y las ideas contenidas en el texto leído. Mostrar sus
diferencias, sus complementariedades, sus inconsistencias. Confrontar la obra leída con otras
obras o con otros sistemas de pensamiento.
NOTA:
Todos los ejercicios se conectan a la página electronoca de la Web